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FARMACOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA:
En diferentes modelos experimentales ha sido comprobado que los extractos de sabal y urtica
inhiben dos enzimas importantes para el metabolismo andrógeno en la próstata: el extracto de
sabal (Serenoa repens) ejerce acción inhibidora sobre la 5 alfa reductasa, la cual convierte la
testosterona en dihidrosterona; el extracto de urtica inhibe la aromatasa, la cual estimula la
conversión de testosterona a estrógenos.
Tanto a la dihidrostestosterona como a los estrógenos se les atribuye un papel importante en
la formación de la hiperplasia benigna de la próstata. La combinación de los extractos de
Troxac relacionados con la inhibición de la aromatasa produce un efecto antiestrogénico
adicional. Los extractos de sabal (Serenoa repens) y de urtica tienen además un efecto
antiflogístico y descongestivo. Diversos estudios clínicos documentan que Troxac aumenta el
flujo máximo de orina y mejora la sintomatología urinaria.
CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a los componentes de la fórmula.
PRECAUCIONES GENERALES: Es un medicamento indicado en la hiperplasia prostática. No
se deje al alcance de los niños.
REACCIONES SECUNDARIAS Y ADVERSAS: Ocasionalmente pueden presentarse náuseas
y vómitos.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS Y DE OTRO GÉNERO: No se conocen a la fecha.
PRECAUCIONES EN RELACIÓN CON EFECTOS DE CARCINOGÉNESIS, MUTAGÉNESIS,
TERATOGÉNESIS Y SOBRE LA FERTILIDAD: No se han reportado a la fecha.
MANIFESTACIONES Y MANEJO DE LA SOBREDOSIFICACIÓN O INGESTA
ACCIDENTAL: No se ha reportado ninguna clase de intoxicación a la fecha.
PRESENTACIONES: x 32 cápsulas
RECOMENDACIONES SOBRE ALMACENAMIENTO: Consérvese en lugar fresco y seco.
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08ABR2008
Bastante se ha dicho sobre la necesidad de conocer mejor la biodiversidad colombiana para
aprovecharla en beneficio del mejoramiento de nuestra calidad de vida. De hecho, los
indígenas que habitan las selvas y bosques tropicales lo vienen haciendo desde hace siglos.
El conocimiento de estas personas, heredado de generación en generación, es el resultado
de años de uso de las plantas en distintas formas y de la observación de sus efectos hasta
encontrar la mejor manera de aprovecharlas.
Por su parte, Alba Nohemí Téllez, también con un doctorado de la Facultad de Ciencias de
la Javeriana, estudia especies de la familia de las asteráceas recolectadas en los páramos de
esa misma región.
En ambos casos se hicieron ensayos para determinar los ‘poderes curativos’ de estas plantas
frente a bacterias, hongos o células tumorales y se aislaron e identificaron los compuestos
activos responsables de esas acciones. De ahí que los resultados obtenidos en cada estudio
bien merecen que nos detengamos a contar cada historia.
Los viajes de Jorge Robles a los municipios de Agua de Dios, Tocaima y Viotá sirvieron
para conversar con los campesinos sobre los usos y nombres que dan a las plantas de las
especies Bursera simaruba y Bursera graveolens.
La Bursera simaruba se caracteriza porque descama, de ahí los apelativos populares como
caratero, taca-naca, indio desnudo, indio en cuero, resbalamico o resbala mono; y la
Bursera graveolens es conocida popularmente como caraña, palo santo, sasafrás o tatamaco.
Robles encontró que en esta región las utilizan para limpiar heridas, mezclando las hojas de
la burserácea con alcohol; para combatir la tos y las infecciones respiratorias, por medio de
vaporizaciones; para tratar las infecciones y quemaduras de la piel, por medio de emplastos,
y el dolor de estomago, tomándolas en forma de té.
Los resultados mostraron que ambas plantas inhiben más eficazmente las bacterias que los
hongos. La actividad antimicrobiana y la actividad antiinflamatoria presentes en las dos
especies están relacionadas con tres compuestos del tipo triterpeno que trabajan mejor
juntos (en sinergia) que separados. Estos derivados triterpenicos fueron el ácido elemónico,
el ácido alfa-elemólico y un derivado de este.
El grupo de investigadoras —integrado por Alba Nohemí Téllez del Gifuj de la Javeriana, y
en representación del Laboratorio de Biología Experimental del Instituto Nacional de
Cancerología, por Tulia Riveros y Clemencia de Castro que finalizó la investigación desde
la Fundación Universitaria San Martín— identificó el efecto citotóxico de compuestos
obtenidos de especies vegetales estudiadas por el Gifuj sobre células tumorales de seno, de
laringe y próstata proporcionadas por el Instituto Nacional de Cancerología y el Instituto
Nacional del Cáncer de los EEUU.
La investigación tuvo dos componentes. La primera parte realizada desde el Gifuj consistió
en realizar un estudio químico de cinco plantas colombianas, de las cuales se aislaron doce
sustancias a las que se les evaluaron sus efectos citotóxicos y antitumorales. Entre todos los
compuestos aislados y estudiados, el compuesto natural acetato de longipilina de la planta
Espeletia killipii —un tipo de frailejón nativo del páramo cundiboyacense— presentó la
mayor actividad citotóxica siendo el que mejor estimula la muerte de células tumorales.
Este antecedente fue una buena razón para profundizar los estudios fitoquímicos y
biodirigidos de esta planta con potencial citotóxico.
Este resultado dio pie para pensar en este compuesto como promisorio en el desarrollo de
fármacos para el tratamiento del cáncer. Sin embargo, todavía era necesario comprobar si
cumplía con ciertas condiciones indispensables para continuar con los estudios sobre su
viabilidad en el tratamiento de esta enfermedad.
Por otra parte, en un trabajo de maestría que hizo parte del proyecto, se verificó que el
compuesto activo no afectara células normales al exponer células de tiroides, testículo,
epitelio bucal y linfocitos de donantes sanos a la molécula EK-7; y se confirmó que la
concentración mínima de acetato de longipilina necesaria para afectar a las células
tumorales no daña las células normales provenientes de tejidos sanos y sangre periférica, o
sea, del resto del organismo.
Veinticuatro especies registraron los valores de uso más altos en las 10 categorías de
uso, las cuales fueron empleadas para satisfacer 72 de los 78 usos específicos. En la
categoría de combustible destacan las especies Acacia
pennatula (VUc=0.82), Leucaena collinsii Britton & Rose (VUc=0.39) y Eysenhardtia
adenostylis (VUc=0.30), utilizadas específicamente como leña para uso doméstico.
Estas mismas especies, junto con Colubrina arborescens Sarg., fueron las más
valoradas en la categoría de poste (VUp=0.47, 0.52, 0.64 y 0.38 respectivamente). De
igual manera, en la categoría de construcción rural Eysenhardtia
adenostylis (VUct=0.71), generalmente usada para horcón y solera, seguida
de Colubrina arborescens (VUct=0.65), Leucaena collinsii (VUct=0.55) y Heliocarpus
terebinthinaceus (VUct=0.38), fueron las especies más importantes de esta categoría.
l objetivo fue determinar el efecto del extracto acuoso de la raíz de Gynerium sagittatum
(Aublet) P. Beauv “caña brava“ sobre la inducción de hiperplasia prostática benigna en Rattus
rattus var. albinus. Se trabajó con 24 especímenes, divididos en dos grupos problema, un
grupo control y un grupo blanco, con 6 especímenes cada uno. Los especímenes de los
grupos problema y control fueron orquiectomizados; después de una semana se les indujo
hiperplasia prostática mediante la administración subcutánea de enantato de testosterona (14
mg/kg). A los especímenes de los grupos blanco y control se les suministró solución salina; y a
los grupos problema I y II, extracto acuoso de la raíz de Gynerium sagittatum, a las dosis de
100 y 500 mg/kg, respectivamente. En todos los casos, la vía de administración fue oral y la
duración de los tratamientos fue de 15 días; después de lo cual, los especímenes fueron
sacrificados para extraerles la próstata y la vesícula seminal, para pesarlos y realizar un
examen anátomo-patológico. Hubo una reducción significativa (p<0,01) en el tamaño de la
próstata y de la vesícula seminal de los especímenes que recibieron el extracto acuoso de la
raíz de Gynerium sagittatum, en comparación con el grupo control.
Redacción Cuidateplus.com
La equinácea es una planta perenne originaria de las praderas del centro de Estados Unidos,
donde ha sido empleada al menos desde el año 1600 por los indios que poblaban estas
tierras. De las nueve especies americanas del género ‘Echinacea’ sólo se emplean tres por
sus propiedades farmacológicas: ‘Echinacea angustifolia’ DC, ‘Echinacea pallida Nutt’ y
‘Echinacea purpurea’8 (L).
Los nativos de América del Norte fueron los primeros en utilizar esta planta, a la que
llamaban ek-ih-NAY-see-uh, para tratar las infecciones respiratorias y las mordeduras de
serpiente. Los cheyenes tomaban infusiones de raíz y hojas en polvo de equinácea para
aliviar la irritación de garganta, encías y boca, así como para tratar el sarampión, las
paperas, el reumatismo y la viruela. Para el dolor de muelas, los comanches se aplicaban
directamente la raíz de la planta sobre la muela afectada, mientras que los sioux empleaban
la raíz fresca para las mordeduras de serpientes y la rabia.
La equinácea volvió a popularizarse hacia finales del siglo XIX, cuando apareció en el
mercado el “Purificador Sanguíneo de Meyer”, primer producto de equinácea. Este
“purificador” hacía referencia a la antigua creencia de que muchas enfermedades eran
causadas por la acumulación de toxinas en la sangre.
Principios activos
La equinácea presenta una acción estimulante del sistema inmune. Aumenta la producción
y actividad de los linfocitos y macrófagos, al estimular la fagocitosis y activar los
fibroblastos. Dicha actividad inmunoestimulante ya se conocía antes de que en 1831 un
médico alemán recomendara su uso para curar tejidos epiteliales dañados.
También impide que se extiendan las infecciones y favorece la curación de las heridas.
Reduce la repetición de las infecciones vaginales por hongos, por su actividad antifúngica,
y estimula la secreción salivar.
Indicaciones
Por vía tópica también está indicada en el tratamiento de las infecciones de oído, abscesos
dentales, heridas purulentas, quemaduras o ulceraciones de la piel. Existen algunos estudios
clínicos que han demostrado que la equinácea puede aumentar la efectividad de las cremas
antimicóticas estándares empleadas en el tratamiento de las candidiasis vaginales
recurrentes.
Efectos adversos
La equinácea es una planta segura. Hasta el momento, los estudios de toxicidad aguda o
crónica no han revelado efectos adversos, pero puede producir un aumento de la salivación,
molestias gastrointestinales leves y un incremento en la micción.
Por otra parte, el tratamiento de resfriados o gripes en enfermos con sida no comporta
ningún riesgo durante un periodo máximo de dos semanas, aunque se desconoce la
existencia de interacciones con otros fármacos. Aún así, se recomienda que el tratamiento
no exceda las ocho semanas de duración.
En cuanto a la relación con otros fármacos, dos estudios científicos han demostrado cierta
interacción entre la equinácea y la ciclofosfamida, un agente quimioterapéutico
inmunosupresor.