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Brisa fresca
WILL GRAHAM
¿A qué aludía Susannah? ¿Qué es lo que quería decir con “su lucha por la
fe”?
Spurgeon sabía que sus comentarios no serían bien recibidas por el ala
liberal de la iglesia; sin embargo, no se preocupó porque recordó que los
ladrones detestan a los perros. Acabó su primer artículo reflexionado sobre
la posibilidad de compañerismo con los predicadores e iglesias modernistas.
“Ahora los que profesamos la fe una vez dada a los santos tenemos que
preguntarnos si podemos tener comunión con aquéllos que van en pos de
otro evangelio”.
En este tercer artículo, Spurgeon responde a las críticas que los liberales
habían lanzado contra él. Algunos dijeron que Spurgeon estaba gritando
‘¡Lobo, lobo!’ cuando no había ningún lobo. Otros decían que quería ser un
nuevo Papa mientras que otros opinaron que el inglés quiso montar una
inquisición doctrinal protestante.
En respuesta a su supuesto deseo de ser un nuevo Papa, Spurgeon replica
diciendo que los liberales son los auténticos papistas: “Esconder vuestras
creencias, decir todo con mucha cautela, emplear expresiones con
significados distorsionados […] todo eso es una forma de papismo mucho
más cruel que el espíritu arrogante que supuestamente nos caracteriza a
nosotros”.
Explicó, “A veces podríamos pensar que esta manera de hacer las cosas se
trata de no hacer nada; pero en realidad, así estamos preparando el camino
para que nuestro Señor entre en el campo de batalla para vengarse y honrar
su Pacto. Él lo hará. ‘Levántate, oh Señor, defiende tu causa’”.
Aplicación
En primer lugar, no puede haber verdadera unidad entre las iglesias a no ser
que sea una unidad evangélica (es decir, basada en el Evangelio). A lo largo
de los siglos los conservadores siempre han creído en la necesidad de
formar una coalición en y por el Evangelio.
En quinto lugar, las falsas doctrinas son tan populares como siempre.
Conocemos a muchos evangélicos que han abandonado el Evangelio por
desviaciones doctrinales. Por lo tanto, debemos velar por las
denominaciones dónde estamos. ¡No debemos apoyar la ordenación de
nadie que no sea fiel a las Escrituras! ¡Tampoco debemos conceder altos
puestos en nuestras denominaciones a personas que no tienen fuertes
convicciones bíblicas! Aunque nuestra denominación sea conocida como
ortodoxa actualmente, si no velamos por ella, no tardará en apostar
tampoco.