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Secando mis lágrimas corrí como pude para huir de la realidad que me
mientras oía los incesantes chillidos de una mujer al final del callejón. Me era
Alumbrado por una tenue bombilla de la calle, estuve allí por varias horas.
la noche sin estrellas, sin luna, sin encanto... un cielo gris donde me ganaban
la pena y la tristeza de ser tan impotente en lo que deparaba el destino para mí.
chica la cual me era imposible ver. Después de reaccionar por instinto, recordé
que había dejado aquel vicio hace un par de meses a petición de aquellos
Dirigí la mirada hacia ella, sintiendo que hablaba con la abismal penumbra.
cerillo.
– ¿Acaso son solo para celebrar? hoy en día el mundo esta tan ocupado en
negra de su boca.
sintiendo como éste abrazaba mis pulmones y salía con ímpetu de mi boca y
nariz. Por un momento logré olvidar los motivos que me habían traído hasta
aquí. Acogido como un niño por los efectos del viejo amigo, ella sin
Sentí como ambos nos sumergíamos en la mísera melancolía del momento, del
espacio, de la vida.
expedición y vencimiento.
Sentí otra vez su llanto; esta vez el de su alma fatigada de caminar por el
Sobra describir lo que pasó – pensé por un instante - mientras trataba de unir
Si ella sintió como podía ser yo y yo en ella, no lo sé. Pero yo acaricié su dolor
y toque su alma sin remedio, entendiendo que aquello era una protesta por
humana, con aquel fusil que acribilla solo por el gozo de tenernos y le basta
murió el día en que volvió a nacer, sin poder ver el día en que yo vi el mundo