La Corte Suprema de Chile rechaza recurso del machi Celestino Córdova y le niega volver a

su rehue.

A 102 días del inicio de la huelga de hambre del machi Celestino Córdova, con 10 comuneros que
se encuentran cumpliendo condenas en las regiones del Biobío y La Araucanía, con una violencia
institucional histórica de la Nación ante los Pueblos Originarios en todo el Wallmapu, la Segunda
Sala de la Corte Suprema de Chile rechaza, por cuatro votos a uno, el recurso presentado por la
defensa del machi que buscaba cumplir los próximos seis meses de su condena nuevamente en
su rehue.

La defensa del machi Celestino Córdova buscaba cambiar su condena para lograr un arresto
domiciliario en el marco de la pandemia del coronavirus COVID-19. Sin embargo, este jueves la
Corte Suprema de Justicia volvió a rechazar la idea que el machi pudiera volver a su territorio,
defensa que vuelve a remerge por el contexto actual y recuerda la función de esta autoridad
espiritual del Pueblo Mapuche, de la comunidad de Yeupeko de la región de La Araucanía.

En la vista de la causa, el martes pasado, en representación de la defensa del machi estuvo el

abogado de la Defensoría Penal de La Araucanía, Renato González, quien en su alegato enfatizó
en la importancia que reviste para Celestino Córdova -como autoridad ancestral mapuche- el
poder cumplir con los próximos seis meses de su condena en su rehue, debido a las complejas
implicancias físicas y espirituales que tiene la lejanía con su comunidad.

En ese sentido, el abogado sostuvo que la huelga de hambre que mantiene el machi no tiene que
ver con este recurso, sino con la necesidad de estar cerca de su comunidad y sus creencias. “La
huelga de hambre del machi Celestino no dice relación necesariamente con este recurso. La
huelga de hambre es una consecuencia no de una lucha con el Estado, es una consecuencia de
la imposibilidad del machi de haber recibido un sueño y de poder dar cumplimiento a su rol
espiritual en su rehue“, argumentó González en defensa del machi.

Siendo acusado en 2013 de cometer el asesinato de dos latifundistas de la zona, Werner

Luchsinger y Vivianne Mackay, los medios de comunicación hegemónicos junto a la sistemática
persecuciones políticas de las comunidades indígenas logrando que Celestino Córdova fuera
detenido el mismo 4 de enero. El juicio tuvo un marcado sesgo político y un racismo institucional
característico de la administración del Estado que estaba en manos de Sebastián Piñera,
momento en que el gobierno aprovechó a consolidar su idea de “terrorismo” en la región.

Controlando la autodeterminación cognitiva, privando la libertad en un establecimiento estatal,

faltando el respeto a los derechos fundamentales en las relaciones entre comunidades y territorios
e ignorando el Convenio 169 de la OIT, el machi Celestino Córdova sigue padeciendo la política
del Gobierno de Sebastián Piñera. Ante esto continúan las movilizaciones de comuneros, de
autoridades tradicionales mapuches y del pueblo chileno concientizado con la causa, que
continúan llegando a los centro de las grandes ciudades pidiendo por la libertad de los Presos
Políticos Mapuche.