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INSTITUCION EDUCATIVA SANTA JUANA DE ARCO


RESOLUCIÓN N° 2926 del 9 de abril de 2019

TEMA: EL ÉXITO Y EL FRACASO

AREA: ETICA Y VALORES


GRADO: NOVENO
JORNADA. MAÑANA
PERIODO: SEGUNDO
DOCENTE: MARIA ROCIO PERALTA ARDILA

ACTIVIDAD A DESARROLLAR

Teniendo en cuenta el contenido del tema soluciona los siguientes puntos:

1. Con sus propias palabras, expresa lo que entiende por éxito y fracaso.
2. Comenta, ¿por qué debemos asumir el fracaso como parte esencial del éxito?
3. De acuerdo ante las diferentes reacciones que tenemos las personas frente a un fracaso, indica con ¿cuál de
ellas se identifica y por qué?
4. Es normal que como persona y aun mas como adolescente, experimente miedo a fracasar en sus deseos de
alcanzar ciertas metas personales, académicas o sociales. Expresa otros miedos que usted tiene frente al
fracaso de acuerdo al texto: miedo al fracaso y de qué manera podrías tener en cuenta estos fracasos para
alcanzar el éxito.
5. Con respecto a los pasos para prepararnos ante un fracaso, resume brevemente las ideas importantes que
debemos tener en cuenta en cada uno de ellos.
6. Teniendo en cuenta las características de las personas exitosas y fracasadas, elabora un acróstico con cada
palabra: éxito y fracaso.
7. Con respecto a las ideas sobre el éxito y el fracaso, escoge una de ellas y represéntela en un octavo de cartulina.
Escribe al respaldo lo que interpretas de esta idea.
8. Mediante una frase, expresa la importancia del valor de la solidaridad en un eventual fracaso. Ilústralo con un
dibujo.

El Fracaso como parte esencial del éxito

El Fracaso muy nuestro

Las personas cometemos errores continuamente, es parte de nuestra vida y cada fracaso es una oportunidad en potencia para aprender y
mejorar.
No somos perfectos, y aunque lo sabemos, en algunos aspectos de nuestra vida nos da miedo cometer errores porque pensamos estar
demostrando nuestra ineficacia.
Todos en algún momento fracasamos, el caso está en que no todos enfrentamos esta situación de la misma manera. Sentimientos como
el enojo, la frustración y el miedo, son los que comúnmente nos invaden cuando nos equivocamos, pero hay personas que en lugar de
lamentarse deciden aprovechar la experiencia para aprender y salir adelante.
Los fracasos nos enseñan, nos hacen más sabios, más fuertes y más resistentes en la medida que seamos capaces de darnos la
oportunidad de llegar a entender un poco más acerca de la naturaleza de lo que ha ocurrido.
El fracaso bien aprovechado, puede conducirnos a realizar los ajustes necesarios con vistas a mejorar. El problema surge cuando lo
etiquetamos solo de un modo negativo y en realidad nos puede llegar a aportar importantes conclusiones que serán lecciones que valdrá
la pena aprender.

Reacciones ante el fracaso


Las personas actuamos de maneras muy distintas ante los fracasos:

 Para algunos el fracasar es algo que debe ser soportado. Estas personas consideran que solo soportándolo, estarán preparados
para los posteriores desafíos de la vida.
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 Para otros, el fracasar es el final. Los cierra, y los deja menos capaces, con menor auto-confianza, con menores recursos para
manejarse en la vida y mucho menos, para afrontar las adversidades.
 También podemos encontrar a personas que por miedo a la posibilidad de fracasar dejan de actuar, dejen de intentar lograr sus
metas, objetivos o deseos.
 Hay otro grupo de personas que son capaces de aprender de los fracasos. Estas personas no ven la parte negativa de la
experiencia de fracasar y son capaces de quedarse con la enseñanza que todo fracaso puede llegar a aportar.

Miedo al Fracaso

El temor al fracaso nos inmoviliza, disminuye nuestra calidad de vida y llegamos a olvidar que en nuestras manos está la capacidad para
superar esta situación.
El miedo al fracaso se origina en el temor a no lograr nuestras metas, objetivos o deseos. El miedo puede limitarnos y llegar a que el
fracaso más grande sea no haberlo intentado.
Con la intención de evitar el fracaso dejamos de actuar. Cuando no actuamos, muchos de nuestros problemas se incrementan. Nuestro
bienestar disminuye y nuestra vida y nuestras experiencias son cada vez más reducidas.
El problema no está en el fracaso en sí, el fracaso sólo nos indica que el camino que elegimos no es el más adecuado y que es necesario
buscar otra opción. El problema está en lo que el fracaso significa para cada uno de nosotros y en la manera en cómo nos calificamos a
través de él.
Nos da miedo fracasar, porque:
 Nos sentimos impotentes ante el fracaso y no nos gusta sentirnos así.
 No queremos soportar la incomodidad de dicho sentimiento.
 Asociamos equivocadamente al fracaso con el dolor y es a éste último a quién más miedo le tenemos.

Pensamos que el éxito y el fracaso son los dos elementos que nos califican como personas. Si tenemos éxito somos una persona valiosa y
en cambio si fracasamos, no valemos nada y la gente nos va a criticar o a rechazar.
El temor a fracasar no está relacionado directamente con la situación a la que nos enfrentamos, ni con su importancia o dificultad. Está
determinado por lo que pensamos de dicha situación, de nosotros mismos y de cómo sus resultados nos pueden afectar.
El miedo a fracasar puede provocar una situación sin fin:
 El temor a fracasar paraliza.
 La parálisis conduce a la inacción.
 La inacción genera una baja en la autoestima.
 La autoestima baja nos lleva nuevamente al miedo.

Es bueno que tengamos siempre presente:


 Las únicas personas que no fracasan, son aquellas que no hacen nada, son aquellas que ni siquiera lo intentan.
 El fracasar es parte esencial del éxito y cada fracaso es una oportunidad para aprender y corregir.

El Fracaso como aprendizaje

El fracaso es un claro indicador de que algo no estuvo bien, nos trasmite claramente un mensaje y ese mensaje es que lo que hemos
estado haciendo y tal como lo hemos estado haciendo no funciona o no da el resultado que esperábamos. A veces es cuestión de revisar
nuestros objetivos con respecto a nuestras capacidades, otras veces es cuestión de modificar el método que hemos utilizado para intentar
alcanzar nuestros objetivos.
El fracaso puede revelar que no supimos evaluar o que hemos utilizado los criterios incorrectos a la hora de evaluar. A menudo sucede
que lo que es un fracaso para unos es un éxito para otros. Y esto significa que los parámetros de unos y otros son diferentes y no el
resultado en sí mismo.
Cualquier conclusión a la que lleguemos acerca del fracaso es en esencia una hipótesis y en su mayor parte, es una reacción natural al
desencanto, al miedo y a la desesperación que acompaña a nuestra experiencia de fracasar. Cuando experimentamos el fracaso, debemos
recordar que se trata de una cuestión de interpretaciones. No sufrimos por un hecho dado, sufrimos por la lectura que le damos a ese
hecho.
Para aprender de nuestros fracasos es necesario dejar de culpar al mundo, a las circunstancias o a otras personas, debemos asumir
cuanto antes, nuestros propios errores para aprender de ellos y así no volver a cometerlos en el futuro y a través de este aprendizaje
ganaremos en experiencia.
La causa más simple de nuestros errores suele ser el desconocimiento. Entonces, cuando nos equivocamos en realidad estamos
aprendiendo algo. Esto se puede aplicar tanto para los aspectos más sencillos como para los más complejos de nuestra vida. Cuando
desconocemos algo, corremos más riesgo de equivocarnos. Tanto el tiempo, la práctica, el enfrentar los errores como el esfuerzo personal
nos darán la oportunidad de aprender.
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Uno de los mejores métodos para el aprendizaje y para alcanzar nuestros objetivos es el ensayo y error. Nos llevará tiempo y mucho
esfuerzo por nuestra parte pero será una buena manera de aprender a adaptar nuestras metas respecto a nuestras capacidades y
encontrar el método adecuado para lograr alcanzar los resultados deseados.
La mejora continua y el análisis de nuestros fracasos nos brindan una excelente posibilidad de conseguir los resultados que deseamos y
nos aportarán una valiosa experiencia que nos será de gran utilidad para afrontar nuestros nuevos desafíos.

¿Cómo Convertir El Fracaso En Éxito?

Contrario a lo que muchas personas podrían pensar, el fracaso realmente es inevitable.


Todos fracasamos de vez en cuando…
Cuando nos proponemos un proyecto y sencillamente no resulta.
O cuando empezamos una relación y no era lo que esperábamos.
O al querer llevar a cabo cualquier cosa en la vida, y encontrarnos con una realidad radicalmente diferente.
Sin embargo, las personas exitosas, son aquellas que pueden convertir ese fracaso en un éxito más en su vida.
Y te quiero enseñar cómo lograrlo.
Cuando las personas nos proponemos lograr mucho éxito en la vida, sentimos temor de que las cosas no salgan como lo esperamos.
Y aunque podemos prepararnos en ciertos sentidos, la verdad es muy difícil tener cubiertas todo tipo de probabilidades.
Primero, porque somos seres humanos y como tal, somos imperfectos.
Y segundo, porque no tenemos el control sobre todas las cosas que ocurren a nuestro alrededor.
Especialmente las que vienen de otras personas, que podrían hacerte sentir mal diciéndote algo…
O que podrían simplemente dañar tus planes o impedirte lograr lo que tú deseas, de alguna manera u otra.
Así que, es mejor si estamos preparados nosotros mismos para cuando esos momentos difíciles lleguen y sepamos qué hacer.

¿Cómo Prepararnos Para Afrontar Un Fracaso?

Paso #1:

Lo primero que hay que hacer en el momento en que fracasamos, es detenernos, analizar la situación y aceptar que fracasamos.
La gran mayoría de personas simplemente se rehúsa a aceptar un fracaso.
Nuestro orgullo y nuestra mente siempre quiere quedar bien y nunca aceptar que se equivocó, que cometió un error.
Por esa misma razón, huimos de la sensación que aparece cuando nos damos cuenta que fracasamos.
Y cuando nos rehusamos a aceptarlo, es mucho más difícil aprender y continuar avanzando en la vida…
…sobretodo, para convertir ese fracaso en un éxito.
Entonces, al detenerte a pensar, puedes realizarte las siguientes preguntas:
Con base en esta experiencia, ¿qué aprendiste de ti mismo?
1. ¿Qué aprendiste de otras personas?, ¿te dejaron algunas lecciones los demás que puedas utilizar luego?
2. ¿Qué aprendiste de cómo funciona el mundo?, ¿de qué manera pueden cambiar tus decisiones en el futuro ahora que sabes de
alguna manera cómo se dieron las cosas?
3. Y lo más importante, ¿qué puedes hacer ahora mismo?, ¿qué decisión puedes tomar ya para tratar de mejorar la situación?

Paso #2:
Sin embargo, no nos podemos quedar todo el tiempo analizando las cosas, paralizados porque acabamos de fracasar.
Necesitas continuar con una inercia positiva y seguir en movimiento.
De manera que nuestra motivación no se desvanezca por un tropiezo en el camino.
Y por eso este paso #2, es establecer metas específicas.
Fíjate que una de las preguntas anteriores era:
¿Qué puedo hacer ahora mismo para mejorar la situación, qué acciones puedo tomar?
Incluso pueden ser acciones que te ayuden con tu estado de ánimo o a eliminar los pensamientos de negativismo.
Por ejemplo, si yo me siento mal en este momento y no salgo de la casa porque estoy totalmente afligido…
…puedo pensar en salir a caminar un rato y a comer algo, o prepararme una cena en casa, o ver una película de humor.
Cualquier cosa que sea una acción que empieces a tomar.
Porque el fracaso, lo que va a hacer en tu mente es impedirte tomar acción.
Va a buscar frenarte, y detenerte cada vez más hacia lo siguiente que desees hacer.
Entonces, la manera de luchar contra eso y superarlo efectivamente, es sencillamente continuar actuando trazándote metas.

Paso #3:

Finalmente, debes desenfocar o desviar tu atención de ti mismo, y pensar en los demás.


Pensar en cómo puedes contribuir positivamente con otras personas.
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Quizás cómo podrías ayudarle a otra persona a que en el futuro evite cometer el mismo error que tú cometiste.
Porque cuando fracasamos o nos equivocamos, no dejamos de pensar en eso específicamente…
…en qué es lo que necesitamos, qué fue lo que no logramos, cómo otras personas son responsables por nuestros fracasos, etc.
Y en cómo el mundo debería ser diferente para nosotros tener ciertos beneficios, y obtener ciertos resultados.
Entonces, en este paso debemos cortar y acabar con esos pensamientos.
De hecho, una de las mayores fuentes de felicidad proviene de ayudar a otras personas.
Y es también una de las mejores maneras de crear una mentalidad de abundancia, y de hecho, una actitud de abundancia.
Esto también te ayudará a adquirir nuevas perspectivas.
Sin contar con el hecho de hablando con otras personas, incluso podrías obtener ideas para tomar decisiones a continuación.

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