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ONU desnuda abusos del

régimen de Maduro
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU afirmó este miércoles que la
democracia en Venezuela "apenas está viva, si todavía está viva", al presentar un informe que
acusa al gobierno venezolano de "reprimir el disenso político e infundir temor en la población".

El presidente Nicolás Maduro "fue elegido por la gente", reconoció Zeid Ra'ad Al Husein ante la
prensa en Ginebra, pero las recientes acciones del gobierno dan "la sensación que lo que quedaba
de vida democrática en Venezuela está siendo aplastado".

Preguntado sobre el presidente francés Emmanuel Macron que la víspera tildó a

Venezuela de "dictadura", Zeid consideró que "ha habido una erosión de la vida democrática" en
el país.

La democracia en Venezuela "está apenas viva, si todavía está viva", sentenció.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) hizo estas declaraciones en la
presentación de un informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela,
principalmente sobre la represión de las manifestaciones de la oposición.

El documento denuncia "una política destinada a reprimir el disenso político e infundir temor en la
población a fin de frenar las manifestaciones". "El uso generalizado y sistemático de fuerza
excesiva durante las manifestaciones y la detención arbitraria de manifestantes y presuntos
opositores políticos denota que no se trata simplemente de actos ilegales o insubordinados de
funcionarios aislados", reitera el texto.

Zeid advirtió que la crisis económica y social persiste y que las tensiones políticas cada vez
mayores podrían empeorar la situación del país.

Este país productor de petróleo, hundido en una grave crisis económica marcada por la escasez de
productos de primera necesidad, es el escenario de violentas manifestaciones contra el presidente
Maduro en estos últimos cuatro meses.

Según el Ministerio Público venezolano, citado en el documento, 124 personas murieron durante
estas protestas, entre el 1 de abril y el 31 de julio.

Para el ACNUDH, 46 de estos fallecidos eran manifestantes que murieron presuntamente a manos
de las "fuerzas de seguridad" y 27 fueron abatidos supuestamente por los grupos armados
progubernamentales conocidos como "colectivos". Añade que los autores de las otras muertes no
fueron todavía identificado.Zeid dijo además estar preocupado por las recientes medidas tomadas
por las autoridades para procesar a la oposición.

El martes, la Asamblea Constituyente decidió enjuiciar por "traición a la patria" a los opositores
que, según ella, promueven las sanciones financieras de Estados Unidos contra Caracas. Durante la
presentación del informe, Zeid también puso de relieve los "tratamientos degradantes asimilables
en ciertos casos a la tortura" que figuran en el documento. El texto denuncia el recurso a
"descargas eléctricas, prácticas de suspensión por las muñecas durante largos periodos, asfixia con
gas y amenazas de muerte o amenazas de violencia sexual".

Puesto que las autoridades venezolanas se negaron a que investigadores de la ONU entraran en el
país, Zeid encargó a un equipo de especialistas en derechos humanos que entrevistaran a
distancia, entre el 6 de junio y el 31 de julio de este año, a cerca de 135 víctimas y sus familias, así
como a testigos, periodistas, abogados, médicos y miembros del Ministerio Público. "El derecho a
la reunión pacífica fue violado sistemáticamente y los manifestantes y personas identificadas
como opositores políticos fueron detenidos en gran número", aseguró.

Los autores del documento aseguran, citando a oenegés locales, que más de 5.000 personas
fueron detenidas a partir del 1 de abril, de las cuales más de mil permanecían aún encarceladas el
31 de julio.

El ACNUDH comprobó que las autoridades fueron incrementando el uso de la fuerza contra los
manifestantes, analizando la información aportada por el personal médico sobre los heridos.
Según el organismo, en la primera mitad de abril, "la mayoría de los manifestantes fueron
atendidos por intoxicación causada por gases lacrimógenos", mientras que en julio varias personas
fueron tratadas tras recibir heridas de bala.

El Alto Comisionado también denunció los ataques perpetrados por las fuerzas de seguridad
contra periodistas y empleados de medios de comunicación para impedirles que cubrieran las
manifestaciones. "Manifestantes y periodistas fueron calificados de enemigos o de terroristas por
las autoridades, palabras que no contribuyeron en absoluto a calmar el clima de violencia y de
polarización", afirmó el informe.

El informe pide al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que examine "la posibilidad de
adoptar medidas para evitar un mayor deterioro de la situación de los derechos humanos" en
Venezuela, un país miembro de dicho Consejo.

“El uso sistemático de fuerza excesiva durante las manifestaciones y la detención arbitraria de
manifestantes y presuntos opositores políticos denota que no se trata simplemente de actos
ilegales”

Las acciones sugieren la "existencia de una política destinada a reprimir el disenso político e
infundir temor en la población a fin de frenar las manifestaciones", dijo la ACNUDH.

Las fuerzas de seguridad venezolanas y grupos progubernamentales son presuntamente


responsables de la muerte de 73 personas desde abril, mientras que la responsabilidad de las 51
muertes restantes no se ha determinado, según el reporte de la ONU. La cifra total de 124
fallecidos incluye nueve miembros de las fuerzas de seguridad que según el Gobierno fueron
asesinados en julio y cuatro personas que supuestamente murieron a manos de los manifestantes,
agregó.

Maduro ha dicho que Venezuela es víctima de una "insurrección armada" de opositores


respaldados por Estados Unidos que buscan obtener el control de la nación miembro de la OPEP.

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