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Un paradigma que tuve en cierto momento de mi vida en torno al concepto de salud mental,

es que consideraba que solo se relacionaba con una enfermedad mental que la persona
podría padecer debido a una afectación en la parte cerebral del individuo, y que esta
condición era la causante o lo que originaba cierto comportamiento. Sin embargo, a partir
de los conocimientos adquiridos y con las lecturas realizadas, puedo decir que he logrado
introducir nuevos conocimientos en relación al concepto de salud mental, como es el caso
de comprender, que salud mental no solo hace referencia a un estado de enfermedad mental
en donde se involucra la parte biológica, sino que existen diferentes factores que influyen
en la vida de una persona, que pueden llegar a generar la presencia de alteraciones que

Como aspectos fundamentales que encontramos en la Ley 1616 del 21 de enero del 2013,
resalto de manera positiva los siguientes:

En el artículo 8, referente a las acciones de promoción en salud mental en la población


vulnerable como son los niños, niñas, adolescentes y adultos mayores, en donde se tienen
en cuenta aspectos relevantes como es la inclusión social, la eliminación del estigma y la
discriminación, entre otros.

Otro aspecto a resaltar son las acciones de promoción que se lleven a cabo entre los
distintos sectores, como lo es el educativo y el sector de salud, los cuales trabajan en pro de
diseñar acciones en donde se originen proyectos pedagógicos para la promoción de la salud
mental, fomentando una mejor convivencia escolar que influirá positivamente en los
estudiantes.

Así mismo, resalto positivamente los derechos de las personas que pueden padecer de
alguna incapacidad relacionada con su salud mental y que van de la mano con la seguridad
social en salud, como lo es el poder recibir una atención integral por parte del equipo
humano, como también recibir incapacidad laboral si fuera necesario, garantizándole a la
persona la recuperación en su salud.

En cuanto a los aspectos a cuestionar, debo mencionar la red integral de prestación de


servicios de salud mental, con la cual se busca garantizar una atención oportuna y de fácil
accesibilidad para poder realizar una detección e intervención temprana de una afectación
en la salud mental de la persona. Sin embargo, no se cuenta con dicha accesibilidad debido
a que en muchas ocasiones las entidades de salud no cuentan con los recursos pertinentes
para contratar personal idóneo y/o calificado para dicha atención, y los médicos, enfermeras
y personal auxiliar no poseen la capacitación suficiente para afrontar los casos que se
presentan.

Otro aspecto cuestionable está relacionado con los mecanismos de seguimiento y


evaluación, ya que dichos mecanismos tienen como objetivo garantizar un desarrollo
eficiente incluyendo la participación de la ciudadanía, pero realmente es muy poco en lo
que se puede evidenciar el trabajo con la comunidad en relación a los servicios prestados en
salud mental.

De igual manera, otro aspecto cuestionable es el mencionado en el artículo 13 de la ley


1616 del 2013, en donde refiere la inclusión de una serie de atenciones que deben estar
integrados a los servicios generales de la salud de las EPS y/o IPS, pero realmente no se
cuenta en la mayoría de estas entidades, con todo lo expuesto en dicho artículo, debido a la
falta de los recursos económicos que permitan que dichas entidades puedan ofrecer un
mejor servicio en relación a la salud mental a la persona que la requiera. 

Considero que es importante contar con una política pública de salud mental en la ciudad
porque puede llegar a garantizar y proteger el derecho fundamental a la salud, a través del
establecimiento, desarrollo y ejecución de nuevos proyectos que brinden mejores
condiciones para la atención en relación a la salud mental, y así poder contribuir a la
detección temprana de una afectación que influya en el desenvolvimiento de una persona
que haga parte de la comunidad o población.

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