cuentan ni con calefacción ni con refrigeración, como desvanes, sótanos, cámaras sanitarias, garajes adosados, vestíbulos y zaguanes, cuartos de máquinas y espacios de almacenaje. Los espacios sin acondicionar reciben cierta calefacción o refrigeración de forma pasiva; estos suelen estar en equilibrio, a una temperatura intermedia entre la de los espacios acondicionados y la del exterior; sin embargo las transferencias de Ilustración 1: Pérdidas de calor a través calor tienen un efecto sobre los espacios de los espacios sin acondicionar. acondicionados, por lo que las pérdidas de calor a través de los no acondicionados también implican un consumo energético. Los espacios sin acondicionar son, en esencia, aire atrapado que puede utilizarse como aislamiento; de hecho, suelen tener al menos una superficie sin aislamiento, ya sea separándolo del exterior o de otro espacio acondicionado contiguo, sirven como compartimentos estancos para reducir las filtraciones de temperatura cuando los usuarios entran y salen del edificio. Existe una diversidad de tipos comunes de espacios que suelen estar acondicionados, pero que perfectamente podrían quedar sin acondicionar, lo que puede reducir el consumo energético y los costes de construcción. SÓTANOS Los sótanos son habituales en viviendas y en edificios comerciales. Estos espacios total o parcialmente enterrados resultan convenientes para albergar zonas de almacenaje y trabajo, instalaciones mecánicas u ocultar tuberías, conductos y sistemas de distribución eléctrica. Desde el punto de vista de la calefacción y la refrigeración, los sótanos son espacios resguardados por el terreno, de ahí que sufran menos pérdidas y ganancias de calor que los que están totalmente expuestos al aire exterior; por otro lado los sótanos pueden sufrir la humedad del terreno que atraviesa los cimientos y los muros, y el agua superficial también puede llegar al él por gravedad. En los sótanos se pierde una gran cantidad de energía de los sistemas de distribución de calefacción y refrigeración, además los sistemas de distribución situados en el sótano también son vulnerables al deterioro con el tiempo: el aislamiento de conductos y tuberías puede romperse o desprenderse y nunca ser reparado. Los sótanos rara vez cuentan con sellados equivalentes a los de las plantas superiores con temperatura controlada, de modo que el efecto chimenea provoca que el aire del sótano ascienda a la primera planta a través de puertas, huecos de tuberías, conductos y cableado, o entre las juntas del pavimento o del forjado. Cuando se tienen en cuenta globalmente los problemas energéticos, los de calidad ambiental y la ausencia de vistas o luz natural, debemos plantearnos si realmente VELASQUEZ VILLANUEVA SIBONEY FIORELLA 0201713041 los sótanos pueden ser considerados espacios saludables para un edificio ecológico, a menos que se tomen medidas contundentes que eviten la amplia gama de problemas.