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05 de julio del 2020

Domingo 14 del tiempo ordinario

Lema: “Consagrados al servicio de la comunión”

BIENVENIDA: Bienvenidos hermanos a esta celebración de nuestra


fe en comunidad. Hoy nos reunimos como familias en torno a la
palabra de Dios. Invoquemos su presencia. En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

CANTAMOS: Cristo te necesita para amar # 135

ACTO PENITENCIAL: Queridos hermanos @: es el momento


oportuno para pensar y reflexionar sobre nuestro actuar como
cristianos. Por eso, ante la presencia de Dios pidámosle perdón por
todos nuestros pecados.

 Por las veces que no hemos intentado superar nuestros


defectos como familias y como comunidad. Señor ten piedad.
 Perdón señor porque como familias no hemos dado
testimonio y ejemplo en el hogar enseñando los valores del
Reino. Cristo ten piedad de nosotros.
 Pedimos perdón al señor, nuestro Dios por las veces que no
asumimos con responsabilidad nuestro compromiso
cristiano. Señor ten piedad.

CANTAMOS: Danos tu luz # 14

ORACIÓN: Amadísimo y generoso Dios, eres tu quien nos llama


por nuestro nombre y nos pides que te sigamos, ayúdanos a
crecer en el amor y en el servicio a nuestra Iglesia. Te lo pedimos
por tu hijo y Señor Jesucristo. Amen.
MENSAJE BIBLICO:

Nosotros vivimos según el Espíritu de Dios y no según la carne,


eso es lo que nos narra la carta a los Romanos. Escuchemos.
Romanos 8, 9; 11 – 13

Cantamos # 234. Ven Espíritu de Dios.

¿De qué manera actúa el Espíritu de Dios en tu vida?

Mateo 11, 25 – 30

El evangelio es revelado a los sencillos y pequeños, es decir a


aquellos que aceptan con humildad y reconocimiento la bondad
y de Dios. Nos ponemos en pie y escuchamos el santo Evangelio.

CANTAMOS: Busca primero el reino de Dios #26

Todos los bautizados somos reconocemos hijos de Dios “hemos


recibido el Espíritu de Dios, que n os hace decir Abba que
significa: Padre. De modo que ya no somos, esclavos sino hijos
de Dios y si somos hijos de Dios somos herederos del Reino de
Dios” (Cf Gálatas 4, 6 -7).

Por ello la primera lectura nos señala y nos hace ver la


importancia del poder que tiene el Espíritu Santo en nuestra
vida; con esto tenemos que entender que no actuamos bajo
nuestros instintos puramente humanos, sino que actuamos,
según la enseñanza y el poder del Espíritu de Dios. El Espíritu de
Dios nos llena de fe y fortaleza para agradecerle siempre a Dios
por las cosas positivas que enseña siempre tal como lo expresa
Jesús en el Evangelio de San Mateo.
Jesucristo siente una conmoción espiritual en su alma, y
rebozando de gozo en el Espíritu Santo, brota de sus labios una
oración de acción de gracias a su padre a quien le atribuye el
éxito de la misión apostólica. Llama a su padre como Señor del
cielo y de la tierra. Alaba y bendice a su padre por su providencia
especial con los humildes y sencillos de corazón. Con esto
podemos entender que los misterios del Reino de Dios no son
revelados a aquellos que se sienten sabios, sino a aquellos que
ante los ojos del mundo son despreciados y rechazados por la
sociedad.

De la misma manera nosotros tenemos que acoger y escuchar la


palabra de Dios, actuando con humildad y sencillez, no debemos
creernos que lo sabemos y lo entendemos todo; no debemos
actuar con orgullo y soberbia creyéndonos autosuficientes, sino
que tenemos que actuar bajo la guía del Espíritu de Dios.

COMPROMISO.

Reorganizar y reactivar las Pequeñas Comunidades para reunirnos


una vez por mes y hacer oración para darle gracias a gracias Dios
por los agentes de pastoral que todavía sigue apoyando en los ECZ
y EP.
12 de julio – 2020
Domingo 15 de tiempo ordinario

Lema: “Consagrados al servicio de la comunión”

BIENVENIDA: Sean todos bienvenidos a este encuentro de fe con el


Señor de la vida. Pidámosle a Dios que nos ayude para estar
siempre dispuestos para el servicio de la comunión. Iniciamos
nuestra celebración: en el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amen.

CANTAMOS: Iglesia Misionera # 138ª

ACTO PENITENCIAL:

Pongámonos en la presencia del Señor reconociéndonos pecadores


y necesitados de su perdón y de su misericordia. Le decimos con
humildad.

 Tú que no has venido a condenar, sino a perdonar. Señor, ten


piedad.
 Tú has dicho que hay gran fiesta en el cielo por un pecador
que se arrepiente. Cristo, ten piedad.
 Tú, que has venido para hacer de nosotros tu pueblo santo,
consagrados al servicio de la comunión. Señor, ten piedad.

CANTAMOS: Perdona a tu pueblo señor # 16

ORACIÓN: Señor Jesús te doy gracias por moverme


interiormente a buscarte y seguirte. Confío en tu palabra, en tu
Espíritu. Tú que me llamaste con amor eterno, haz que conozca
el misterio de mi vocación, el sentido de mi vida, el término de
mi búsqueda. Da perseverancia a mi camino; que cada paso de
mi andar sea una ocasión para elegirte, servirte, descubrir tu
amor y tu verdad. Amen.

MENSAJE BIBLICO:

El profeta Isaías nos habla de la fecundidad de la Palabra de Dios


en el mundo como el agua que empapa la tierra y hace crecer.

ISAIAS 55, 10 - 11

El Evangelio de Mateo nos narra la parábola del sembrador que


pone el acento en las diversas actitudes de los oyentes,
animando a los cristianos a que no pongan dificultades al
mensaje.

MATEO 13, 1 – 23

Todos nosotros tenemos que convertirnos en sembradores de la


semilla la “Palabra de Dios”, es decir enseñarla y comunicarla en
las diferentes realidades de la vida: en las comunidades zonales,
en la familia y en la vida social; pero para ello, tenemos que
seleccionar la buena semilla que queremos sembrar. Así como el
agricultor que siembra, escoge la mejor semilla para que nazca
una buena planta; creo que siguiendo esa misma lógica, los
servidores de Dios también tenemos que preparar una buena
semilla que significa entender y prepararnos de la mejor manera,
para poder compartir en mensaje bíblico, con la convicción y
garantía que nazca y crezca la fe en el corazón de cada ser
humano.

El sembrador siembra la semilla con la esperanza de que esa


semilla dará su fruto para el beneficio y el sustento de su vida
personal y familiar; nosotros sembramos la semilla de la Palabra
con la finalidad y convicción de encontrar los frutos de paz,
amor, solidaridad, alegría espiritual y servicio.

La Palabra de Dios es como el agua que empapa la tierra y hace


germinar las asemillas nos dice el profeta Isaías en la primera
lectura; es una invitación insistente a la conversión, es decir, al
cambio de vida, a cambiar la manera de pensar, a actuar de una
forma diferente siempre pensando en el bien de los demás, sin
ofensas ni discusiones, trabajando por la justicia y la paz social,
buscando espacios de oración y renovación espiritual que
reaviven la en las obras de caridad.

COMPROMISO:

Motivar que las familias tengan su Biblia en casa como una


semilla que fortalece la fe, y da frutos importantes.

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