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Sacudida por sus propios sentimientos por Eva, Selene está aún más
aterrorizada al darse cuenta de que ella no es, ni de cerca, el monstruo
más espantoso que acecha San Francisco. Hay alguien en la ciudad
que está matando por placer, y su próximo objetivo es la única mujer
que piensa que podría ser capaz de detenerlo: Eve.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo uno
Selene Rhodes odiaba a la luna llena. No sólo lo que le hacía a ella después de que el
sol se ponía, también la forma en que secuestraba su cuerpo durante las largas horas
que precedían su aparición en el cielo nocturno. La manera en que la tenía cautiva
hasta el momento en que se despertaba por la mañana, con la piel tensionada y las
terminaciones nerviosas en máxima alerta. Las sensaciones se intensificaban cuando el
sol se perdía sobre su cabeza, no había dolor, pero traía un placer tan intenso que
parecía estar a punto de mutilarla.
En el momento en que la escort llegó, una hora antes de la puesta de sol, Selene estaba
tan excitada, que incluso el simple contacto de la tela contra el brazo, la amenazaba
con anunciar su salvaje liberación, y este hecho la hacía una cita difícil y absolutamente
insoportable.
No importa qué tan afectada estaba por la locura de la luna llena, follar no era una
opción, ni siquiera con una profesional. En particular, esta noche era dolorosa. No
sólo por el perigeo lunar, que era el más grande del año, sino que además tenía que
entrenar a una nueva escort por primera vez en catorce meses. Sin duda estaba
orgullosa de la última chica por graduarse en la facultad de medicina, pero este cambio
en la rutina tenía a Selene enferma de preocupación. Después de la seguridad de haber
establecido finalmente una especie de ritmo, odiaba empezar de cero otra vez,
especialmente mientras luchaba contra la calentura. Eso mataría a una persona más
débil. Y al parecer era evidente que el universo conspiraba en su contra.
La agencia había enviado a una pelirroja. A una hermosa, con curvas de infarto, que
estaba de pie en el porche, rezumando sexo y mirando como si supiera un secreto que
haría feliz a Selene para el resto de su vida. Selene contuvo un gemido de placer
desbocado que se disparó directamente hacia abajo llegándole a los pies. La próxima
vez, definitivamente pediría que enviaran una rubia. Este ritual mensual era bastante
difícil ya de por sí. Reuniendo todas sus fuerzas, Selene dijo:
—Llegas tarde.
—Soy Renee, por cierto. No estoy segura si te dijeron que me enviaban a mí.
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Megan O´Brien [Wild]
Selene se quedó tranquila, incluso mientras miraba el reloj de pared. Ella no tenía
mucho tiempo para explicar la rutina; pero lo hecho, hecho está. Ahora tenía que
concentrarse en hacer la siguiente parte.
Selene esperaba que sonara educada y que no fuera obvio que ella estaba luchando
para poner un pie frente al otro mientras conducía a Renee a su dormitorio de
invitados.
—Creo que voy a disfrutar atándote, Selene— Los dedos de Renee se perdían
ligeramente hacia abajo sobre su brazo. —"Mucho".
—Por favor, no
— ¿Acabas de...?
—Wow— Deseosa de poner cierta distancia entre ellas, Selene abrió la puerta a su
habitación. Luego se volvió a medir la reacción de Renee a la mesa grande de metal
atornillada al centro del espacio. Esta era la parte que odiaba, cuando la escort tenía su
primera noción de que Selene no iba a ser su cliente promedio.
—"Está bien"— Renee brilló con una sonrisa seductora. Era sin duda una profesional.
No dudaría en absoluto. — ¿Por qué no me dices lo que te gusta?
Selene desató el cinturón de su bata, dejando que se escapara de sus hombros hasta
caer al suelo. Pudo notar primero la inhalación tranquilizadora de Renee a la vista de
su desnudez, seguida de la aceleración de su ritmo cardíaco. Resistirse a Renee sería
más fácil con la ropa puesta, pero cuando Selene cambiara esta noche, iba a ser
enorme. La ropa se rompería, lo que daría lugar a las preguntas mañana por la mañana.
Desnuda, no dejaría pruebas, nada que indique otra cosa que ella era una mediocre
fetichista.
—Es muy simple— Sin que su mirada se quedara en la mujer que, obviamente,
deseaba darle exactamente lo que ella anhelaba, Selene se sentó de un salto en el borde
de la mesa.
—Quiero que me asegures las muñecas y los tobillos con las esposas, luego me atas
con una cuerda lo más fuerte como sea posible. Más ajustada de lo que crees que
deberías. Pon las llaves de las esposas en tu bolsillo cuando hayas terminado. A
continuación, vuelve a casa. Vas a tener la llave de mi casa contigo y ciérrala al salir.
Por la mañana deberás volver a las ocho y desbloquear mis limitaciones.
— ¿Eso es todo? — Renee levantó una ceja perfectamente esculpida. — ¿no quieres
que yo… te lo coma?
Incluso las palabras hicieron a Selene querer venirse. Habían pasado años desde que
había estado con alguien, y ella se quemaba por experimentar esa cercanía
nuevamente. Pero había aprendido una dura lección de la última vez que se permitió
compartir esa intimidad, una que ella nunca quiso olvidar: El sexo no era puramente
físico, al menos no para Selene, y se negó a hacer cualquier cosa que permitiera formar
tal conexión con un ser humano. Sólo podría terminar en angustia.
—No— Selene mantuvo su tono de voz tan rápido como fue posible. —Eso no va
conmigo— dijo, y señaló a un fajo de billetes y la llave de la casa que ella había
colocado en el extremo de la mesa. —La mitad de tu cuota por adelantado, la mitad
cuando me sueltes por la mañana.
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Megan O´Brien [Wild]
Renee recogió el dinero. Su garganta se movía cuando ella hojeó los billetes.
Tomando una respiración profunda, Selene se echó hacia atrás y levantó los brazos
por encima de su cabeza. Puso sus manos en las esquinas de la mesa; a continuación,
abrió las piernas, alineando sus pies con las esposas del tobillo. —Y por la cuerda
ponla muy, muy apretada.
Renee se embolsó el dinero y la llave. Su mirada viajó por la longitud del cuerpo de
Selene, en un recorrido ascendente, hasta que se encontró con sus ojos. Lamiéndose
los labios, Renee murmuró:
—Estás mojada.
Eso era un eufemismo. El interior de los muslos de Selene estaban resbaladizos con la
excitación, y ella sólo podía imaginarse cómo se debería ver.
Selene estaba tan acostumbrada soltando mentiras, que salió de su lengua fácilmente.
Sin embargo, todavía avergonzada de decirlo. —me gusta saber que estoy indefensa
aquí, dependiendo de ti para ponerme en libertad.
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Los ojos de Renee se endurecieron un poco, pero Selene no lo dijo como una
amenaza. Ella pagó por escoltas de alto precio de un servicio de buena reputación por
una razón: Contaba con su fiabilidad y su voluntad de hacer lo que se requiere sin
hacer preguntas. Y ahora necesitaba tranquilizar a Renee y convencerla de que no tenía
ninguna razón para temer dejarla indefensa y sola. Renee tenía que seguir sus
instrucciones al pie de la letra, por el bien de todos.
—Por favor — dijo Selene en voz baja. —Tenemos que darnos prisa. ¿Entiendes lo
que necesito?
—Sí
Renee agarró la muñeca de Selene y la ubicó dentro del manguito metálico unido a la
esquina de la mesa. Este contacto era serio, no menos potente que la caricia seductora
anterior, y Selene tuvo que apretar los dientes para no reaccionar ante el placer de los
dedos calientes en su piel.
— ¿Realmente también quieres la cuerda? …Parece que las esposas son más que
suficientes para asegurarse de que no vas a ir a ninguna parte.
Las esposas por sí solas no podrían detenerla una vez que la luna llena se levantara y
arrancara lo último de su humanidad. Poseía una fuerza temible en estas noches, y esta
noche, con el perigeo lunar y el toque de una bella pelirroja persistente en la piel, sin
duda sería casi imposible de contener.
Renee aseguró las esposas en la otra muñeca y los tobillos en silencio eficiente. Luego
tomó la cuerda y le dio una mirada cautelosa a Selene.
—Está bien.
—Perfecto.
— ¿Te gusta? — Renee tiró de las ataduras con suavidad, luego comenzó a amarrar su
primer nudo. — ¿Es esto lo suficientemente apretado?
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Megan O´Brien [Wild]
—Más apretado.
Renee era demasiado tímida. La última chica no había tenido miedo de prácticamente
cortarle su circulación, que era lo que ella requería. Renee le estaba tratando como a
una muñeca de porcelana que podría romper si se maneja con brusquedad.
Renee apretó la cuerda hacia abajo un poco, pero no lo suficiente. —Esto tendrá que
ser lo suficientemente bueno, Selene. Me temo que de lo contrario no serás capaz de
respirar.
—"Lo siento"
—Yo estoy pagando por un servicio, Renee— Selene torció el cuello, viendo como
Renee había atado el nudo. —Por favor, haz lo que te pido
Maldita sea. Renee no tenía la intención de escucharla, y era demasiado tarde para
llamar a la agencia a pedir un reemplazo. Todo lo que Selene podía hacer ahora era
poner a Renee en camino tan pronto como sea posible y esperar lo mejor.
—Está bien. Por lo menos amarra las piernas, también. , ¿Vale? — Renee apretó los
dientes, pero hizo lo que le dijo.
Ella dejó la cuerda tan floja alrededor de la parte inferior del cuerpo de Selene como lo
hizo en su pecho, y Selene sabía que estas restricciones no aguantarían esta noche. No
con el tire de la luna llena así de fuerte. Su estómago se revolvió con solo pensar en lo
que inevitablemente iba a ocurrir y la magnitud del daño que seguro causaría.
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—No— La voz de Selene salió más dura de lo que se proponía, pero Renee la estaba
matando. Y el reloj seguía corriendo. —Es hora de que te marches. Te veré mañana. A
las ocho.
—Bien.
Ella se dirigió a la puerta, mirando hacia atrás con una expresión extraña antes de salir
de la habitación.
Selene asintió con la cabeza, tratando de ocultar sus lágrimas de frustración. Que ella
también estuviese aquí mañana por la mañana era dudoso. Cerró sus ojos y escuchó el
sonido de la puerta principal. Sólo cuando oyó a Renee salir de la casa se permitió
derramar sus lágrimas. Estaba tan cansada de esto. Cansada de depender de extraños
que nunca podrían comprender lo que estaba apostando en el juego sexual que les
pedía desempeñar al contratarlos. Cansada de preocuparse de que las cuerdas estaban
demasiado flojas o que una llave la dejaría libre de unas esposas de metal en una mesa
de acero sólido. Cansada de estar sola en el mundo con su terrible secreto, por temor a
que podría ser capaz de hacer algo verdaderamente monstruoso. Cansada de la luna
maldita.
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Capítulo Dos
Selene despertó sobresaltada, abriendo sus ojos para contemplar el cielo gris que se
filtraba a través de las ramas oscuras. Una gran roca se clavaba en la piel de su espalda
y su cuerpo desnudo le dolía por completo. Girando la cabeza hacia un lado, exhaló
temblorosamente mientras miraba la hierba y los árboles que le rodeaban. Dos años
sin ningún incidente, y ahora allí estaba ella, despertando una vez más, sin ninguna
idea de en qué lugar estaba, ni lo que había hecho la noche anterior.
Con el estómago revuelto, Selene luchó por no vomitar. Cerró los ojos y trató de
filtrar a través del revoltijo de recuerdos sin sentido que revoloteaban en su mente.
Renee, por supuesto, había dejado floja la cuerda. Era consciente de lo asustada que
había estado en el momento de la transformación, sin embargo el miedo se disipó
rápidamente cuando la naturaleza asumió el control y el pensamiento consciente se
esfumó. Pero en cuanto a su noche al acecho, no tenía más que destellos: la luna,
oscuras calles de la ciudad, y los árboles, la bestia de sí misma siempre buscando. Ella
sólo sabía que estaba actualmente en el Golden Gate Park, había corrido muy lejos de
hecho.
Selene se armó de valor, luego se sentó, mirando su cuerpo buscando pruebas de las
actividades de la noche. La suciedad y trozos de hojas estaban pegados a su piel y en el
pelo, pero no detectó ningún rastro de sangre. Por lo menos no mucha. Selene estudió
una mancha de color carmesí cerca de su codo. Probablemente era su propia sangre,
aunque no pudo encontrar la fuente. Eso no era una sorpresa, sólo una herida muy
reciente aún estaría abierta. Junto con la posibilidad de cambiar de forma, Selene tenía
la capacidad de curar rápidamente.
— ¿Señorita?
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Sus sentidos todavía estaban aumentados más allá de lo normal, por lo que no debería
haber sido capaz de darle una sorpresa así. El hombre sostuvo las manos en alto.
Cambió de peso nerviosamente, inseguro sobre cómo interactuar con una mujer sucia,
desnuda en público. A juzgar por la ligera capa de sudor en su frente, estaba en medio
de una carrera. Mantuvo los ojos clavados en su rostro.
—No, estoy bien— Selene hizo una mueca al oír el sonido de su voz extranjera dentro
de su cabeza. Siempre fue así a la mañana siguiente. Sentía una extraña desconexión
con el cuerpo que tan recientemente la había traicionado, sin hablar de la mente, que le
ocultaba los detalles de lo que acababa de ser. —Estoy bien.
Selene exhaló, luego negó con la cabeza. Sabía exactamente lo que el hombre pensaba
que le había sucedido y probablemente no lo convencería de lo contrario. No sabía
qué preferiría que él creyera.
—Yo voy a quitarme la camisa ahora. Pero no voy a hacerte daño. Sólo quiero darle
algo de ropa, ¿de acuerdo?
Selene asintió con la cabeza, avergonzada por el gesto amable. Este hombre pensaba
que ella era una víctima de asalto, cuando en realidad había sido el más temible
monstruo acechando en el parque la noche anterior.
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El hombre dejó caer la camisa junto a ella, luego se retiró, apartando los ojos cuando
ella la pasó por encima de su cabeza. Cruzó los brazos sobre su pecho desnudo, como
si la protegiera de la vista de su piel.
— ¡No! — la ferocidad de la negativa de Selene lo pilló con la guardia baja, por lo que
no se sorprendió cuando el hombre se estremeció. Si bien reconocía su genuina
preocupación, desde luego no quería que la policía empezara a hacer preguntas acerca
de por qué se había despertado desnuda en el parque.
—Por favor, no lo haga. No quiero hablar con la policía.
Para conseguir que se diera marcha atrás, tuvo que apelar a su evidente buena
naturaleza. Es evidente que él no quería molestarla, así que se mostró emocional. Con
gesto vulnerable se puso en pie, tirando hacia abajo del dobladillo de su camisa,
agradecida de que cubriera la parte superior de sus muslos.
—Por favor. Después de la noche que acabo de tener... Yo sólo quiero ir a casa. Voy a
estar bien allí.
—Pero…
—Es mi decisión.
Selene jugó con la auténtica culpa que sentía en su engaño, sabiendo que él iba a
interpretarlo como una situación embarazosa o de suma vergüenza.
—Por favor— El hombre echó un vistazo inútilmente de arriba abajo por el camino
antes de saludar con la cabeza de mala gana.
—Está bien. Es su decisión. Pero por lo menos déjame asegurarme de que llega bien
—La mayoría de las veces— Sonrió Selene. Era ridículo tratar de convencerlo de que
ella estaba bien, pero necesitaba convencerlo al menos de que podría hacer su propio
camino a casa. No quería que él supiera de ella más de lo que ya sabía. Ya era
suficientemente malo que la hubiera visto así. —Mira, yo vivo cerca del parque. Le
prometo que puedo llegar por mí misma, no hay problema.
Por la forma en que miró el perfil de Selene le preocupó que él estuviera empezando a
sospechar de su comportamiento. Después de todo, si ella no era una víctima de algo
terrible, si realmente estaba bien, ¿por qué iba a estar aquí de esta manera tan
temprano en la mañana? Pero luego sus ojos se suavizaron y dejó caer sus manos a la
cintura de sus pantalones de chándal.
—Déjame por lo menos darle estos— Selene negó con la cabeza. Ella mentía a un
hombre que literalmente iba a darle sus pantalones. ¡Hasta dónde había llegado!
—Estaba corriendo con pantalones cortos debajo— El hombre levantó una ceja. —
Mira, ¿quieres que te deje ir sola?, lo entiendo. Pero no puedo tener la conciencia
tranquila si te dejo pasear por el parque sin bragas. Tan solo no puedo. Así que, o
toma el chándal o permite que te acompañe a casa. Tú eliges.
— ¿Sí? —Asintiendo, lentamente se los quitó. Selene los tomó rápidamente tirando de
ellos y ajustando el cinturón a su cintura.
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—Bien, entonces— Selene miró detrás de ella hacia una pequeña arboleda. Por el
momento no tenía idea de en qué lugar del parque estaba, pero no dejó que su buen
samaritano lo supiera. Tan pronto como fuese capaz de tener su cabeza bien puesta lo
averiguaría. —Gracias.
El hombre cruzó las manos delante de sus pantalones cortos, mientras su mirada se
perdía en algún punto distante.
—Yo— Selene vaciló un momento, luego dijo: — ¿Hay alguna manera que pueda
devolverte esta ropa?
—Michelle— Selene odiaba a mentir, pero no podía hacerle saber siquiera un poco de
su identidad.
—Está bien— Clarence se quedó mirando un momento más, luego hizo un gesto a su
izquierda. —Así que me voy a ir...
Con una inclinación de cabeza, Clarence trotó perdiéndose por el camino. Selene
exhaló aliviada cuando lo vio alejarse. Agradeció la ropa, sería más difícil evitar llamar
la atención si estuviera desnuda. En el peor de los casos, se podría haber cambiado a
un perro o incluso un pájaro para hacer el viaje a casa. Pero era mejor que no tuviera
que hacerlo. Cambiar justo después de la luna llena la agotaba mucho. Y hacerlo en
público, incluso con la certeza de estar sola, significaba correr el riesgo de exponerse.
Rara vez cambiaba en estos días, demasiado preocupada por mantener sus habilidades
en secreto como para disfrutar de utilizarlas.
—A casa.
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Selene hizo una mueca y miró al cielo. La mañana era gris y encapotada, las nubes no
le permitían ver el sol para poder ubicarse y saber qué hora era.
Selene corrió hacia el sendero peatonal y partió en la dirección opuesta a la que había
tomado Clarence. Sería capaz de orientarse por sí misma una vez que tuviera la
presencia de ánimo para confiar en sus sentidos, pero mientras tanto, quería poner
algo de distancia entre ellos. Ojalá que nadie más se cruzara en su camino.
A sólo treinta metros por el sendero, Selene fue golpeada por el asqueroso olor a
sangre fresca. Se detuvo a medio paso, y, por un momento, tuvo ganas de vomitar.
Ese olor, sabía exactamente lo que significaba. Era el mismo que la había cubierto
cuando tenía dieciséis años y había sacrificado las ovejas. Ese perfume embriagador,
picante, no dejó ninguna duda de que había vuelto a matar.
El pensamiento la ponía enferma. Pero ella no sabía lo que significaba todavía. Tal vez
se había devorado una ardilla como comida. No era aceptable a ciencia cierta, pero no
tan horrible como matar a un ser humano.
Selene escaneó Los árboles y arbustos que la rodeaban, pero no vio nada fuera de lo
común. Dio un paso fuera del camino, dejando que su nariz le llevara a la fuente del
olor terrible. Hubiera dado cualquier cosa por no seguir este camino. Pero sus pies se
movían por voluntad propia, aun cuando temía lo que pudiera encontrar. Ella no
podía huir. Era probablemente responsable de lo que estaba sangrando. Si todavía
estaba viva, no podía dejarla sufriendo.
Como ser humano, Selene tenía sentidos mucho más agudos que los de una persona
normal. Prefería seguir como un perro pero podía seguir fácilmente un rastro de olor
incluso en su forma natural, especialmente cuando ella tenía tan irresistible olor
inundando sus sentidos. Selene se llevó una mano a la nariz cuando el olor se
fortaleció, luego patinó hasta detenerse cuando vio el cuerpo acostado en la base de un
árbol, de un gran eucalipto.
Al principio sólo vio la sangre. No la edad o el sexo del cadáver, o incluso la naturaleza
de las lesiones. Sólo la sangre, empapando el suelo, manchando cada pedacito de piel
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visible. Selene tuvo náuseas, entonces se obligó a tomar aire y mirar más de cerca. Tal
vez la persona aún estaba con vida y necesitaba ayuda.
Era una mujer. En los treinta años, tal vez, con la piel y pelo oscura, Posiblemente
Latina. Definitivamente más allá de la ayuda, miraba con los ojos sin vida hacia el
cielo. ¿Fue lo último que vio una inexplicablemente enorme criatura, feroz e
implacable, bajo la luna llena?
No sabía lo suficiente acerca de cómo se vería un ataque animal para decir si fue
responsable. Múltiples cortes profundos cubrían el cuerpo de la mujer, pero era difícil
para Selene determinar si sus dientes o las garras lo pudieron haber hecho. Las ovejas
habían parecido desgarradas además, cosa que esta mujer no lo parecía, casi como si lo
que la mató había utilizado instrumentos mortales más precisos.
A medida que Selene se acercó más al sonido del tráfico de la mañana, finalmente
reconoció el lugar. Tal vez un kilómetro calle abajo de su casa, que realmente en
efecto, lindaba con el Parque de Golden Gate
Esto sería dar un largo paseo sin zapatos. Sería mucho más fácil como un gato, o
mejor aún, un pájaro. Al no tener un reloj, sólo podía adivinar el tiempo que le tomó
volver rápidamente a casa.
Parecieron horas, pero probablemente serian sólo veinte minutos. Estaba sin aliento
Cuando llegó a su puerta principal, pero se sintió aliviada al verla todavía en una sola
pieza, y cerrada con llave. Evidentemente se había escapado de su habitación de
invitados de alguna manera, pero no fue por la parte delantera. Gracias al universo por
los pequeños favores. ¿Sus preocupaciones humanas guiaron a su bestia interior? Por
mucho que temía una terrible destrucción, aquellas pocas veces que logró soltarse
había causado sólo daños menores. Casi como si su propia bestia, sabía que debía ser
cautelosa.
Para su horror, se llenaron de lágrimas sus ojos. No por su mesa o la puerta o ventana,
sino por la pobre mujer muerta en el parque, y por ella misma. Se dio exactamente
diez segundos para experimentar toda la gama de su dolor y autocompasión, y luego
obligó a sus lágrimas a retroceder. Sollozando, mientras caminaba a su armario, sacó
un fajo de billetes. El resto del pago de Renee. No importa cómo había salido la
noche, no era culpa de Renee. Ella no había entendido las reglas del juego que había
jugado, y mucho menos lo que estaba en juego. Selene era la única responsable de la
violencia ocurrida. Fue a la cocina y miró el reloj sólo seis y media. Renee no vendría
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hasta dentro de otra hora y media. Eso le dio tiempo a Selene para limpiar un poco, y
luego hacer lo que más pesaba en su mente. Tenía que llamar a la policía. No con una
confesión, todavía no. Con un consejo. Una vez que la policía encontrara el cuerpo y
se examinara la escena del crimen, tal vez permitiría ofrecer algunos detalles sobre lo
que había sucedido a los medios de comunicación, sobre todo si se trataba de un
ataque animal. Tal vez para entonces sabría cómo seguir adelante si realmente había
hecho lo impensable.
Si hacía la llamada desde el teléfono público del borde del parque, nadie sería capaz de
seguirle el rastro. Se puso los zapatos, apoyada contra el marco astillado de la puerta
en ruinas de su habitación libre y se dirigió a la calle.
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Capítulo Tres
Cuando el hombre del pasamontañas se acercó deslizándose por su izquierda, la Dra.
Eve Thomas verdaderamente se arrepintió de no escuchar a su ex novia sobre los
peligros del parque Golden Gate al amanecer. A Jac nunca le habían gustado los
paseos tempranos de Eve por la mañana cuando estaban juntas, por lo que Eve los
hizo un ritual diario después que se separó. Cuando el hombre la interceptó en el
sendero, echó hacia atrás el puño con el odio en sus ojos, Eve deseaba no haber
sentido la necesidad de alardear de su nueva libertad recién descubierta. Incluso con el
spray de pimienta en el bolsillo, estaba superada. Eve iba a sacar el bote cuando el
puño del hombre se estrelló contra su nariz. El golpe le arrancó las gafas de la cara,
robándole su visión, pero no tuvo tiempo de entrar en pánico antes de que un
segundo golpe la tirara al suelo. Su mundo se fue en cámara lenta, hasta el momento
que su espalda golpeó el pavimento.
— ¿Tengo que usar esto? — Eve sacudió la cabeza y tragó saliva. Él tenía su brazo
atrapado bajo su peso, y ella nunca alcanzaría el spray de pimienta antes de que le
cortara la yugular. Su mejor opción para salir de esto con vida era cooperar.
Esperó a que el asalto inevitable comenzara, pero él se quedó sin embargo, mirándola
con penetrantes ojos azules que la hicieron estremecer de terror. Anhelaba volver la
cara, pero no quería moverse teniendo en cuenta la fría hoja contra su cuello. Obligada
a mirarlo, Eve estudió como podía hacer memoria de su aspecto; pensando ya en la
declaración que le daría a la policía si sobreviviera. Él era de raza blanca, no podía ver
mucho. Más alto que ella, y más pesado. —"puedo hacer lo que quiera"— Su tono dejó
claro que él no estaba sólo hablando de aquí y ahora, sino en general. La forma de
mirarla a ella, como si fuera menos que un animal, confirmó su certeza de que no
dudaría en acabar con su vida.
—Tome mi bolso. Por favor, déjame ir— Dudaba que pudiera hacerle cambiar sus
planes, pero no podía pensar en hacer otra cosa. Por lo menos, obtendría un poco de
tiempo, tal vez daría a alguien una oportunidad de descubrirlo e intervenir. Tenían que
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ser casi las siete ya, el tráfico de corredores estaba destinado a aumentar. Ella sólo
tenía que seguir hablando.
—Yo no quiero el maldito bolso— El cuchillo dejó su cuello y su mano libre tomó su
lugar. Hundió su dedo pulgar en el centro de su garganta, restringiendo la respiración y
enviando pinchazos brillantes de agonía a su cerebro. Justo cuando su visión empezó a
atenuarse, la presión disminuyó y ella jadeó de alivio.
—Puedo hacer cualquier cosa. Nadie me va a parar— Con ardor en los ojos, Eve le
susurró:
—No quiero tu iPod— El hombre parpadeó, luego se inclinó tan cerca que podía
sentir su aliento a través de la máscara de algodón negro. —Yo puedo follarte.
Matarte— Él retrocedió, encontrándose con su mirada de nuevo —Hacerte gritar
— ¿asustada?
—Cállate
Eve volvió la cabeza hacia un lado y cerró los ojos. Las lágrimas amenazaban con caer,
pero ella se negó a darle la satisfacción de verla llorar. Él se agarró la parte delantera de
la camisa y amplió el desgarro que había hecho con el cuchillo. Ella esperó a que
mutilara los pechos y luego se puso rígida cuando el impío borde de la hoja trazó una
ruta de acceso desde la tela que cubría su pezón a la piel desnuda que se elevaba por
encima de la copa de su sujetador.
La anticipación fue la peor parte. Imaginar todas las cosas que podía hacer, pero no
saber cuál sería su destino. Él podía desnudarla, violarla. O tal vez se quedara en el
lento dolor y la cortaría en su lugar. ¿Y si él se saltara los preámbulos y sólo sumergiera
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—Mírame— El hombre puso la punta del cuchillo sobre su clavícula, y luego plantó el
borde contra su garganta. —Abre los ojos y mírame—
Ella lo hizo.
—Esto es fácil para mí— Corrió el cuchillo entre los pechos. Su mano se mantuvo
estable, pero había un dejo de incertidumbre en sus ojos. —Todo lo que tengo que
hacer es apretar el cuchillo y estás muerta— La visión de Eve se enturbió por las
lágrimas que finalmente se abrieron paso.
Un profundo, retumbante rugido cortó a través del ruido de los golpes de su propio
pulso en los oídos de Eve. Los ojos de su atacante se agrandaron, luego exhaló
mientras sacaba el cuchillo de su pecho. Otro gruñido, como Eve jamás había oído, no
de cerca, no en la vida real. Tomando una respiración profunda, Eve estiró el cuello, se
quedó boquiabierta ante el animal en pie a menos de cinco metros de distancia. Sin las
gafas, se podía ver más que una confusa bestia gris, casi con toda seguridad un cánido,
pero no un perro. Parecía un lobo, no importa lo improbable que esto fuera el centro
de San Francisco. La bestia gruñó, echando hacia atrás el hocico para revelar sus
afilados dientes. El corazón de Eve bombeaba a toda marcha. No tenía idea de cómo
reaccionar ante un lobo feroz, salvaje y fuera de lugar en el parque Golden Gate. De
alguna forma era tan peligroso como el hombre enmascarado, sin embargo, su
presencia detuvo el asalto.
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Eve contuvo el aliento, tan asustada de ser devorada, como de ser violada y asesinada.
Pero el lobo nunca puso su mirada en ella. Se centró exclusivamente en el hombre del
pasamontañas, que se convirtió en un instante de depredador a presa.
Con un gruñido feroz, el lobo saltó sobre el hombre, tirándolo en el suelo al lado de
Eve. En cuanto su peso, salió de su cuerpo, pudo respirar de nuevo. Con la mente
despejada finalmente, decidió correr. Luchó con sus pies cuando hombre y lobo
luchaban por el predominio junto a ella. Un abrasador dolor le atravesó el tobillo tan
pronto como se apoyó sobre él. Presa del pánico, se tropezó, después cayó en el duro
suelo. Eve vio impotente cómo el lobo se echó hacia atrás y hundió sus dientes en el
brazo del hombre, éste gritó de rabia incoherente, acuchillando al lobo. Su cuchillo
cortó el aire en un arco frenético, pero su objetivo estaba lejos y el lobo bailó ileso
fuera de su alcance. El lobo dio otro paso hacia atrás, casi como si diera al hombre una
oportunidad de escapar. Él la tomó. Con un sonido rápido, furioso, el hombre con el
pasamontañas irrumpió en una carrera de obstáculos, desapareciendo entre los árboles
fuera de su vista. Ella entrecerró los ojos tras él, entonces le dio la atención a su nuevo
problema. El lobo. Para su sorpresa, estaba sentado frente a ella, mirándola con serena
intensidad. Asustada, ella buscó en su bolsillo y sacó el bote de spray de pimienta.
—No te acerques— Su voz vaciló, apenas no fue una sorpresa cuando ella estuvo a
punto de estallar en lágrimas. Ella levantó el brazo a su objetivo.
Eve exhaló aliviada. Cuando ya no pudo reconocer la forma del lobo de entre los
árboles, por fin se atrevió a moverse. Poco a poco esta vez, Eve se puso en pie.
Cuidadosa para mantener el peso fuera de su tobillo, finalmente se levantó sin
apoyarlo, pero moverse sin ambos era una tarea mucho más difícil. Atrapada entre la
lógica y la necesidad primitiva emocional de caerse en pedazos, ella no sabía qué hacer
a continuación. Desesperada quería huir de este lugar tan rápido como su tobillo
lesionado le permitiera, pero tenía que encontrar su bolso con su teléfono celular en el
interior para poder llamar y pedir ayuda. Sin las gafas, no sería capaz de conducir.
Decidió darse un minuto para encontrar su cartera. Más de sesenta segundos, al
infierno con él. No estaba dispuesta a esperar más tiempo puesto que el hombre o el
lobo podrían volver.
Cojeando en el claro, llevó a cabo una búsqueda frenética antes de concluir que él lo
debía de haber tomado cuando salió corriendo. Eso significaba que tenía todas sus
cosas más importantes: su cartera, su tarjeta de identificación para el trabajo, llaves del
coche, la lista de contactos en su Smartphone, incluso su tampón de repuesto. Todo.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve aguantó la desesperación cuando se dio vuelta en dirección del sendero. No podía
pensar en ello ahora, tenía que mantenerse en movimiento, tenía que buscar ayuda.
Tomando pasos lentos y cautelosos por la maleza, trató de no tropezar con obstáculos
ocultos. No había llegado muy lejos antes que el inconfundible sonido de alguien que
se acercaba la hizo entrar en una carrera torpe, con su corazón en la garganta.
La mujer se acercó, levantando las manos como si pidiera a Eve, que no huyera.
Eve no podía descifrar el acento de la mujer de cabello oscuro, pero su bajo tono
conciliador de inmediato le transmitió una relativa seguridad. Tragando, Eve dijo:
Su voz sonaba áspera a sus propios oídos. Sólo podía imaginar cómo se debería ver,
aterrorizada, la sangre corría por su rostro. —El hombre que me atacó — La mujer
redujo la distancia entre ellas. Absolutamente hermosa, con preocupados ojos verdes,
le ofreció su mano atentamente.
—He perdido mis gafas cuando me dio un puñetazo. No puedo ver sin ellas.
—Eve.
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Megan O´Brien [Wild]
—En el camino— Ella miró por encima del hombro, cuando salieron de entre los
árboles, casi esperando a verlo. —Él salió de la nada. Yo no tuve tiempo de
reaccionar.
—Pero no lo hizo.
—No— Eve respiró hondo cuando se acercaron al camino. —Yo sé que suena loco,
pero un lobo... lo detuvo, lo ahuyentó.
—Se echó a correr antes de que me encontraras. Y parecía un lobo, pero yo no lo sé.
Tal vez alguien en la ciudad lo mantiene de forma ilegal.
—Lo que importa es que estás a salvo— Selene apretó los dedos sobre Eve mientras
se acercaban al sendero, instando a que se detuviera.
—Ahí están— Selene se arrodilló y recogió dos objetos. Levantándose, se los ofreció.
Uno de los marcos de estaba dañado, el otro, con una sola lente. —Parece que la lente
saltó. Podemos arreglar eso. La otra está rayada, de modo que tendrá que ser
sustituida.
A la vista de sus gafas rotas, Eve lanzó un suspiro. Severamente corta de vista desde la
infancia, había crecido atormentada por el miedo a no poder ver. Hacerse un adulto
no había aliviado aquella fobia, bastaba con tirar las gafas detrás de la mesilla de noche
en la mañana para causar un leve pánico. Al verlos en pedazos, especialmente después
de que acaba de experimentar una insoportable vulnerabilidad, era más que suficiente
para romper su control. Sus piernas cedieron, y tal vez se habría golpeado contra el
suelo si los reflejos de Selene no fueran de la velocidad del rayo. Inmediatamente,
Selene la tenía en sus fuertes brazos, la sostenía como si no pesara nada.
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Megan O´Brien [Wild]
—Tenemos que irnos— A pesar de que lo decía en serio, Eve hundió la cara en el
cuello de Selene y le devolvió el abrazo.
—Podría volver.
—Él no volverá— murmuró Selene. Su mano acarició el pelo de Eve. —Está bien.
Tómese un minuto. Entonces podemos caminar.
Eve se permitió cinco segundos más de su crisis, luego dio un paso atrás y se secó las
lágrimas.
—No— el labio de Eve temblaba cuando recordó que a ella no tenía las llaves del
coche de todos modos. —Y creo que él tomó mi bolso. Así que supongo que no voy a
ninguna parte. Tal vez ¿tienes un teléfono celular que pueda usar? — Selene acarició
un mechón de pelo de Eve, metiéndolo detrás de la oreja.
Ya su mente corría con las cosas que tenía que hacer: llamar a Jac, pedir nuevas llaves
del coche, cancelar sus tarjetas de crédito, cambiar la cerradura de su apartamento. Es
asombroso cómo cinco minutos en el parque había podido alterar el equilibrio de su
vida.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve asintió con la cabeza y enganchó su brazo en el de Selene. Apretando los dientes,
ella trató de igualar el ritmo lento de Selene, decidida a no mostrar su dolor.
Selene la llevó hasta el borde del parque, donde Eve tuvo a la vez alivio y vergüenza de
ver el tráfico moderado en Fulton Street. Aunque la presencia de tantas personas le
tranquilizara, vaciló en una poderosa ola de conciencia de sí misma. Ella utilizó su
mano libre para tirar de las dos mitades cerrando la camisa, cubriendo el sujetador que
sólo ahora se daba cuenta, estaba mostrando.
—Está bien— dijo Selene, acercándola más. Eve sintió una oleada de inesperada
fortaleza con el contacto y se apoyó en Selene esperando más.
Asintiendo con la cabeza, Eve sostenía la cabeza tan alta como podía mientras
caminaron por la acera. Las pocas personas que pasaban la miraron con preocupación,
pero nadie dijo nada. Eve casi se alegró de no estar usando sus gafas, por lo que no
tendría que ver las preguntas en sus ojos.
—Aquí estamos— Parándose delante de una casa azul clara, Selene corrió el corto
tramo de escaleras y abrió la puerta de entrada. —Hogar, dulce hogar.
— ¿Dejas por lo general tu puerta abierta? — Eve pasó al interior con cuidado,
deseando que todavía tuviese a Selene a su lado. —Por lo menos, Espero que lo
reconsideres después de lo de esta mañana.
—Había salido apenas por un momento. O ése era el plan, de todos modos
Eve salió cojeando del hall de entrada a un pasillo y miró a su alrededor. Selene pasó
junto a ella, a una habitación con una puerta apoyada libre dentro de su zaguán.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve se detuvo, sin saber cómo describir lo que Selene estaba haciendo por ella. A
pesar de que normalmente no creía en tales cosas, sintió una conexión inmediata con
Selene y estaba segura de que era lo único que le permitía funcionar en estos
momentos.
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Megan O´Brien [Wild]
—Me alegro de haberlo hecho— La caliente excitación, una extraña bienvenida que
Eve no había oído en meses, inexplicablemente se precipitó a través de ella y puso su
corazón a palpitar. Con la mano temblorosa, se apartó de Selene y se apoyó en el
cuarto de baño.
—Yo también.
—ya vuelvo.
Para alivio de Eve, Selene no mostró ninguna señal de que había reconocido su
reacción.
— ¿Vas a estar bien? — Eve asintió, y luego cerró la puerta del baño.
Solo en el interior, ella cayó de espalda contra la pared y cerró los ojos. Eso fue
totalmente diferente a ella. Por lo general no sintió atracción inmediata, sobre todo
después de lo que había pasado. ¿Qué fue lo que le inspiró Selene para tal
comportamiento inusual? Fuera lo que fuese, Eve esperaba que pudiera salir del
apartamento de Selene sin hacer el ridículo. Enderezándose, caminó rígidamente al
lavabo y se armó de valor para su primera mirada en el espejo. Decidida a evaluar el
daño tan impasiblemente como sea posible, tuvo que ahogar un grito de asombro al
ver su rostro.
Ir a trabajar era algo más que un sentido del deber, por supuesto. En un mundo
perfecto había corrido a casa a lamerse las heridas, feliz de no enfrentar a cualquiera.
Teniendo en cuenta que tenían un caso de homicidio abierto, Jac haría casi seguro acto
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Megan O´Brien [Wild]
de presencia en la oficina del médico forense hoy. Eve no podía imaginar verla así.
Pero en un mundo perfecto, el hombre que la había atacado no tendría su licencia de
conducir y las llaves a su apartamento. Ni siquiera podía pensar en volver a casa hasta
que ella llamara a un cerrajero.
Sin embargo no era todo sobre el miedo de estar en su apartamento. Eve tenía que
realizar esa autopsia para probar que no había perdido la esencia de lo que era, que el
hombre en el parque no se la había arrebatado. Necesitaba tranquilizarse, saber que
todavía podía manejar la violencia y la muerte en su vida profesional, incluso después
de su terrible encuentro personal con ella. El hecho de que podría haberla dañado de
esa manera le dolía mucho más que cualquier herida física que él había infligido. Su
trabajo era su vida.
Un golpe en la puerta la sobresaltó de tal modo que jadeó en voz alta. Con el corazón
acelerado, se aferró a los lados del lavabo y exhaló. Cálmate, cantaba al compás de su
respiración. Cálmate.
Comprobándose en el espejo por última vez, Eve abrió la puerta del baño.
Selene levantó torpemente las gafas de Eve en una mano y una camisa verde en la otra.
—Tenías razón— Eve las tomó de Selene, abrumada por la gratitud. La recuperación
de su visión era el primer paso para volver a adueñarse de sí misma. Poder ver era su
fundamento. —Muchas gracias.
—Los marcos están un poco doblados y una de las lentes tiene un feo rasguño. Pero
es mejor que nada, estoy segura.
Eve apartó otra punzada extraña de excitación cuando se colocó las gafas en la nariz.
Luego perdió la batalla con sus hormonas completamente. Borrosa, Selene había sido
hermosa. En un enfoque nítido, era impresionante. Había visto a su tipo de belleza
morena, exótica sólo en revistas, e incluso entonces, en ninguna parte habían sido tan
extraordinarias como la que ahora estaba de pie justo en frente de ella. Incapaz de
hablar, Eve luchó con la parte delantera de su camisa, hasta que logró cerrarla. Su
atracción por Selene la hizo sentirse poderosamente tímida, casi tonta. Después de no
haber sido suficiente para mantener interesada a Jac, entretenerse con la noción de
estar con una mujer que se pareciera a Selene era positivamente ilusorio.
—Espero que no te avergüence— dijo Selene en voz baja. Eve negó con la cabeza, no
confiaba en ella para hablar.
—No te preocupes — Selene arqueó una ceja, —tengo más— Aunque parezca
increíble, el buen humor de Selene puso a Eve a gusto. Ella soltó el apretón en su
camisa rasgada y tomó la que Selene le ofreció.
Eve tragó. Si no lo supiera, pensaría que Selene estaba coqueteando con ella. Pero eso
no era posible, ¿verdad?
—Sí, no pasa nada, sólo voy a dejar mi camisa en la basura. Yo... no la quiero más.
La mirada fija de Selene vagó abajo al pecho de Eve, pero antes de que Eve pudiera
sentirse avergonzada, los ojos de Selene se abrieron como platos.
—Te cortó
Eve miró hacia abajo, entre las solapas de su camisa. Por primera vez vio lo que había
llamado la atención de Selene: a lo largo de la curva de su pecho que se elevaba por
encima de la copa de su sujetador, había una línea delgada de sangre, no se había dado
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Megan O´Brien [Wild]
cuenta de que él hizo el corte tan pequeño y poco profundo. Sintiendo como si tuviera
una roca en la garganta, Eve luchaba por respirar.
—Oh.
—Yo debería haber estado allí antes— El sentimiento de culpa en la voz de Selene era
palpable, muy fuera de proporción con cualquier sentido razonable de responsabilidad.
—Ojalá lo hubiera sabido antes.
—No puedes culparte— dijo Eve. Por alguna razón, esta lesión menor la afectó más
que todos los otros cortes y contusiones combinados. —Yo fui la idiota que decidió
caminar sola por el Golden Gate Park al amanecer—
Selene tiró a Eve en un fuerte abrazo que debería haberla hecho claustrofóbica. Por
segunda vez esa mañana, su cuerpo quedó atrapado contra un extraño. Pero el
malestar era la última cosa que sentía por la sutil, lujuriosa alegría de estar en los
brazos de Selene.
—Tú no eres una idiota. Lo que pasó no fue culpa tuya— Selene puso su mano sobre
el centro de la espalda de Eve. —Él no debería haber hecho eso—
Era cierto. Era exactamente lo que Eve le diría a la víctima de un delito violento,
independientemente de las circunstancias. Pero eso no lo hizo más fácil de creer.
— ¿trabajas para la policía? — Eve no se sorprendió por completo al ver una leve
reticencia los ojos de Selene. Las mujeres rara vez encontraron a su elección de
profesión con entusiasmo.
—Soy una patóloga forense de la oficina del examinador médico. Trato con una gran
cantidad de asesinatos y muertes accidentales.
—Eso es fascinante — dijo Selene. Parecía interesada, pero Eve podía sentir su
malestar.
—Yo debo cambiarme. Y si pudiera usar el teléfono para llamar a la oficina y dejar que
sepan que voy a llegar tarde...
— ¿Vas a trabajar? — Selene buscó sus ojos. —Tal vez debas ir a casa y descansar un
poco.
—No puedo. Él tiene mi bolso, las llaves de mi…— Por la mirada de alarma de
Selene, Eve dijo: —Voy a llamar a un cerrajero desde la oficina. Y voy a decirle a la
policía lo que pasó. Todo estará bien.
No estaba segura de que se creía eso, pero decirlo había ayudado. La preocupación era
evidente en la cara de Selene.
—Yo... tengo una cita en una media hora. O si no te ofrecería a que te quedes aquí.
Estaba claro que la oferta era sincera, pero Eve no podía dejar de sentir que debía irse.
Independientemente de que se sintiera atraída a Selene como una droga, ya estaba
planeando su retirada. No quería depender de Selene para su comodidad, porque no
tendría recursos propios cuando Selene se marchara inevitablemente.
—Yo necesito ir a trabajar. Cadáveres por examinar, papeleo que llenar— Selene
asintió con la cabeza educadamente, y una sensación de malestar, de disgusto estalló
en Eve, entonces rápidamente se desvaneció. Otra emoción extranjera, fugaz, tan
diferente a cualquier cosa que Eve había sentido antes. Esto fue suficiente para hacerla
sentir loca y, peor aún, ilógica.
— ¿Me llamarás esta noche y me harás saber que estás bien? — Selene le entregó un
teléfono celular. —Eso es todo lo que pido— La cara de Eve se calentó mientras
tomaba el teléfono.
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Megan O´Brien [Wild]
—Claro.
— ¿llamas a un taxi? — Selene miró a sus pies. —me gustaría poder llevarte en coche,
pero con mi cita.
—has hecho más que suficiente para mí— dijo Eve. Tentativamente, puso su mano
sobre el brazo de Selene. El simple toque envió disparos de deseo por su cuerpo para
reunirse entre sus piernas. Sorprendida, se apartó. —En serio. Gracias. Un taxi es una
buena idea.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Cuatro
Con el corazón acelerado, Selene se volvió del cuarto de baño y trató de ignorar el
dolor, la tristeza y el deseo persistente que emanaba de detrás de la puerta cerrada. Ella
siempre había sido sensible a las emociones humanas, pero nunca había
experimentado una profunda conexión empática con nadie. Ni siquiera con su primer
amor, Carla. Algo acerca de Eve, literalmente, llamaba a Selene, una fuerza que había
salvado casi con toda seguridad a Eve de un terrible destino.
Selene había recibido primero una poderosa ola de miedo. Acababa de colgar el
teléfono público después de dejar una denuncia anónima sobre el cuerpo en el parque,
y la transmisión la echó un paso atrás cuando el terror se apoderó de su intestino. Por
un momento se había preocupado que estuviera, finalmente, perdiendo el control. Los
años de guardar secretos, de preocuparse lo que su bestia sí era capaz de hacer, se
derrumbó a su alrededor. Justo en el medio de una resaca lunar. En público. Mientras
trataba de recuperar el aliento contra el aumento de pánico, se concentró en mantener
el control y en forma humana.
Las emociones fuertes la habían disparado una vez a cambiar, un momento aterrador
que no quería volver a repetir. A continuación, su percepción del miedo había
cambiado. Aunque Selene experimentó con cada pedacito de sí misma, ella no era la
fuente. La fuente, se dio cuenta, estaba de regreso en el Golden Gate Park. Y Selene
tuvo que ir a ver. No tuvo otra opción. Había corrido en el parque, siguiendo ese
miedo con una exactitud que nunca dudó, se dio cuenta que si alguien había
descubierto el cadáver, podría causar que ella sintiera este terror intenso. Sin embargo,
debería haberse sentido como un breve instante, no el progreso sostenido de esta
emoción, el alma desgarrada de terror que rodó a través de ella en olas. Pero era
posible que la mujer que había asesinado hubiera sido encontrada. Tal vez no era una
buena idea correr para ayudar. La posibilidad no la había dejado. Tenía que encontrar
la fuente del miedo. Nada más importaba.
Sabiendo que se iba acercando, había reducido la velocidad el tiempo suficiente para
estudiar su entorno. Sin encontrar a nadie al alcance de la vista, se quitó la ropa y, aún
en movimiento, cambió a un lobo. Ese fue su aspecto para adentrarse esperando
intimidar lo suficiente para repeler una amenaza. Sin saber lo que iba a encontrar,
quería cubrirse lo máximo a su favor. Tan pronto como Selene había visto a ese
hombre encima de Eve, usando brutalmente un cuchillo de apariencia afilada para
jugar con ella, entendió que el cambio fue la decisión correcta. Ella había roto la regla
de oro sin pensar, pero cuando ayudó a Eve a interrumpir el golpe en la zona del
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Megan O´Brien [Wild]
pecho, Selene no tenía excusas. Bueno, excepto que Eve estaba casi tan temerosa de su
lobo, como lo había estado del atacante.
Selene no había querido dejar ir al atacante, había ansiado perseguirle para hacerle
pagar de alguna manera. Pero el turbulento estado emocional de Eve la retuvo. La
mujer se había salvado, quien la había llamado a ella, estaba a punto de desmoronarse.
Así que Selene se había escabullido entre los árboles, encontró su ropa y se vistió para
volver sobre sus pasos y cuidar de Eve como un ser humano.
Ahora se preguntaba si esa había sido la decisión correcta. Eve era peligrosa, sin lugar
a dudas. No sólo porque era hermosa, la primera mujer en años a la que Selene no
pudo controlar su atracción, pero también a causa de su profesión. Ella era
prácticamente un policía y, probablemente, sería la que examinaría a la mujer muerta
del parque, tal vez hoy mismo.
Selene se dio la vuelta al sonido de la apertura de la puerta del baño. Eve estaba ahí
con su camisa y gafas, haciendo una muy buena impresión de alguien que no se
sostiene por un hilo muy delgado. Selene puso una expresión amable y trató de
mantener la calma. Sintió que su vínculo de empatía era una calle de doble sentido, que
haría sentirse extraño a alguien no acostumbrado a lo sobrenatural. La mejor decisión
para su interés era probablemente controlar sus emociones, en el caso de Eve ocupaba
mucho tiempo en la idea de que Selene era de alguna manera diferente de otras
mujeres; Selene se centró. Tomando una respiración profunda, dijo:
—Mucho.
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Megan O´Brien [Wild]
El alivio inundó a Selene, luego sintió culpa. Se sintió aliviada de que Eve habría
desaparecido antes que Renee regresara a recoger la otra mitad de su dinero y la culpa
que ella tenía que preocuparse de aquella situación potencialmente incómoda del todo.
Eve dio un respingo.
—Por supuesto.
—Yo no creo que tenga mucha elección— Eve miró hacia otro lado. —Mi ex es
detective. Jac no me dejaría en paz, si no presento una denuncia sobre esto.
—Bueno, Jac tiene razón— Selene habló de lo que esperaba fuera una reconfortante
voz. Recordó el temor de Eve cuando ella habló de su atacante tenía su bolso. A
Selene no le gustaba ese hecho, tampoco.
—La mandíbula de Selene se apretó cuando ella rememoró lo que podría haber
encontrado si hubiera llegado a la escena pocos minutos después.
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Megan O´Brien [Wild]
—Sí, esperemos.
—Me alegro de que me escucharas— Eve levantó los ojos y se encontró con que
Selene la mirada tímidamente. —Yo tenía tanto miedo de hacerle enfadar, yo no creo
haber llamado en voz lo suficientemente alta como para llamar la atención. Es un
milagro que estuvieras tan cerca.
Selene no había estado muy cerca en absoluto. Ella había necesitado tres minutos
corriendo antes de llegar a Eve. Pero ella asintió con la cabeza de todos modos.
Miró a Eve sorprendida cuando las palabras salieron de su boca, y Selene sintió
vergüenza como un cuchillo en el estómago.
—Yo también—. El teléfono celular sonó en la mano de Selene y ella lo tomó sin
romper el contacto visual. Tras un momento ella colgó el teléfono.
—De nada.
Selene resistió la tentación de recoger a Eve en otro abrazo. Cual desconcertante fue
detectar el estado de ánimo de Eve de forma tan aguda, nada se había sentido tan bien
como la posesión de Eve en sus brazos.
— ¿estás segura?
—lo estoy— acompañó a Eve a la puerta principal, luego se detuvo con la mano en el
pomo.
No sería prudente, pero Selene quería nada más que decir Sí. Forzando una sonrisa
casual, dijo, —Quizás.
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Megan O´Brien [Wild]
Selene estaba en la puerta principal abierta y vio a Eve caminar hasta el taxi Ella no le
permitió sentir la desilusión de saber que ver a Eve otra vez no era una buena idea, o
la preocupación por la seguridad de Eve. No era justo para Eve cargar con cualquiera
de las turbulencias que se agitaba en su estómago.
A medida que el conductor del taxi se alejaba de la acera, Eve le dio un hondo último
adiós, qué Selene devolvió cortésmente. Una vez estaba Eve fue de la vista, ella se
retiró en su casa y cerró la puerta. Selene ya la extrañaba.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Cinco
Él no debería tenerla. Ese fue el primer error de Kevin. Cuando él había llegado con el
Plan, la idea había sido dejar el parque Inmediatamente después de haber hecho la
matanza. Alejarse sin embargo, no perder el tiempo como un mirón y, ciertamente, no
terminar como fondo de las fotografías de la escena del crimen. The Killers quedó
atrapado de esa manera, y se negó a permitir que nadie lo detenga. Eso es lo que el
juego estaba a punto: decirle al mundo, pero especialmente a la Dra. Eve Thomas Que
podía hacer lo que quisiera, a quien él quería. Todo lo que tenía que hacer era seguir el
plan. Ser lógico. Mantener la calma. Hoy, en su primer asesinato, que él tenía por
consumado fracasó estrepitosamente.
Cuando Kevin había resituado su ofrenda y se quitó la sudadera con sangre y los
guantes que quemaría antes de que él se fuera a casa, un oscuro deseo se apoderó de
él. La Dra. Eve Thomas comenzaría a pasear por la mañana en apenas media hora. La
zona del asesinato estaba bastante lejana de su ruta habitual pero podría llegar a esa
área del parque en unos treinta minutos, aunque sólo sea para tomar un vistazo. Se
había dicho que es todo lo que quería. Un vistazo. Él había ardido por ver a Eve
pasear por el parque sin saber lo que acababa de ocurrir, sin tener idea que estaba
observando desde atrás de un árbol. ¿Se asustaría más tarde al saber su cercanía la hora
y el lugar del crimen? ¿Se enfadaría? ¿Más decidida a atraparlo a él?
Durante las semanas que pasó aprendiendo su rutina, la había visto desde la distancia,
fascinado. Tenían una conexión ahora. Y él quería experimentar un último momento
antes de que ella se convirtiera en su adversaria. En un primer momento se dijo que
sólo quería un rápido vistazo para satisfacer su curiosidad. Para tomar una instantánea
mental, algo para recordar más tarde. No gran cosa, desde luego, nada que pusiera en
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Megan O´Brien [Wild]
peligro su juego. Ese había sido el nuevo Plan hasta el momento en que la vio. En
lugar de satisfacción, sintió rabia, excitación, entusiasmo. Ella pensaba que era tan
inteligente. ¿Por qué? ¿Porque ella ayudó a atrapar a un asesino en serie? Charles
Dunning había sido un aficionado, una vergüenza. Él era una chapuza, y por eso ella
había descubierto sus patrones. No como Kevin. Nadie lo detendría, y menos la Dra.
Eve Thomas.
De vuelta en su apartamento, Kevin hizo una mueca y se tocó el brazo, donde los
dientes del lobo habían perforado la piel. Improvisar. Ese fue exactamente el tipo de
movimiento idiota para que lo atrapen. Precisamente el tipo de paso en falso que
siempre criticó a tipos como Charles Dunning por hacerlo. Sin embargo, al ver el
miedo en sus ojos le había encantado. Era la más deliciosa emoción que había
presenciado jamás. Sin duda lo mejor que jamás había causado. No sólo era un
adversario digno, pero nadie le había dado nunca tal suculento terror puro antes. Él
quería experimentarlo de nuevo .Eso fue un problema. A pesar de que había estado
furioso por el lobo en un principio, ahora que estaba en casa de forma segura, se
preguntó si la interrupción había sido una señal de que había ido demasiado lejos, que
se estaba apartando de su meticulosamente elaborado plan. Tal vez el universo estaba
tratando de protegerle de sus propios impulsos y mantenerlo en el camino correcto.
¿Cómo explicar algo tan extraño como un maldito lobo en el Golden Gate Park? Era
demasiado tarde para cambiar lo que había hecho. Ahora sólo podía esperar y ver
cómo sus acciones afectarían al Plan.
Había agarrado el bolso mientras huía de la escena, no porque necesitaba algo que
hubiera allí, sino porque esperaba que ella pudiera imaginar su asalto como un simple
atraco. Siendo realistas, él sabía que la amenaza de follarla y hacerla gritar había
probablemente negado cualquier paso que pudo haber tomado para hacer lucir su
motivo como robo. El robo de su bolso tenía una doble función, sin embargo: No
sólo podría esto introducir la duda sobre sus motivos, sino también la afectaría más
adelante, asustándola. A Kevin le gustó la idea mucho.
Para estar seguro, lo había arrojado a un cubo de basura en el borde del Parque. No
hay manera que lo uniese a ella. Él no mantuvo trofeos. En un día en que se había roto
tantas reglas, permaneció firme sobre la estupidez de mantener trofeos. Si la policía
descubriera evidencias en su casa; sería como prácticamente confesar y Kevin no
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Capítulo Seis
Eve sabía que estaba en problemas en el momento que entró en el depósito de
cadáveres. La detective Jacqueline Battle estaba mirando por encima del hombro del
Dr. Wayne Black mientras examinaba un nuevo cadáver, un mal hábito que le había
hecho siempre poner a Wayne nervioso.
Jac miró como Eve entraba en el cuarto, los ojos pasando de preocupados a enojados
en un milisegundo. Instantáneamente Jac corrió a su lado.
— ¿Qué pasó?
Antes de que Eve pudiera reaccionar, Jac le tomó la cara entre sus manos. Eve miró
hacia otro lado cuando Jac examinó sus lesiones, tratando de ignorar que
reconfortante encontró el toque familiar de los dedos café.
Él hizo a un lado la lupa que había estado buscando y se acercó al lado de Jac, con
genuina compasión en sus ojos.
Cuando Eve llamó le había dicho a Wayne sólo que llegaría tarde y estaría antes del
mediodía. Él no había preguntado nada más, pero es evidente que lamentaba la
omisión ahora. Eve quería parecer mucho más tranquila de lo que se sentía.
—Estoy bien
— ¿Estás bien? — Jac bajó la mano a la barbilla de Eve, suavemente girándola para
hacer encontrarse sus ojos. —Esto no está bien. ¿Quién te hizo esto?
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Sonrojándose, Eve dio un paso atrás y ajustó sus gafas. Leyó la pregunta tácita en los
ojos de Jac y sacudió la cabeza.
—No es eso.
—Él tomó mi bolso— dijo Eve, tratando de ignorar la expresión de alarma que Jac no
reprimió. —Pero yo no sé si ese era su motivo.
—Él…— Eve luchaba por volver a esos momentos terribles. —Él Me amenazó con
un cuchillo… Cuando me tenía en el suelo… actuaba como si estuviera intentando
hacer salir mi miedo.
—Wayne acaba de examinar un cuerpo que se encontró en Golden Gate Park esta
mañana. Parece que fue asesinada con un cuchillo.
Por segunda vez ese día, el tiempo parecía más lento que una tortuga en torno a Eve.
Ella tendió la mano, con la esperanza de encontrar algo donde apoyarse antes de que
sus piernas dejaran de funcionar. Jac vino a su lado y la condujo al mostrador que
sostenía sus instrumentos forenses. Eve miró a su detractor favorito y se obligó a
calmarse. Eso no significa necesariamente nada. El asesinato de la víctima y su propio
ataque podría ser fácilmente hechos aislados. Estaba realmente dentro de lo posible, la
navaja de Occam por la que fue condenado.
La voz de Jac había pasado de regaños a tranquilizar. Ella siempre había sido buena
para saber cuándo no empujar.
—Tal vez deberías tomarte el resto del día libre. Nadie te culparía— Eve se encogió
de hombros lejos de la mano de Jac.
—No seas ridícula. Estoy bien— Jac la agarró del codo y la acompañó hasta la esquina
de la habitación; fuera del alcance del oído de Wayne. Para alivio de Eve, dio un paso
atrás con el cadáver y continuó su examen. Al menos uno de ellos podría proceder
normalmente.
—Eve, no fingiré que no hay una posibilidad que tu atacante sea también nuestro
asesino. Después de lo que pasó esta mañana…— la barbilla de Jac tembló y ella al
instante apretó su mandíbula. —tienes que cuidar de ti misma. Mirando el cuerpo de
esa mujer no te ayudará en estos momentos.
—Claro que sí— El trabajo siempre ha ayudado. Eve necesitaba distanciar a la víctima
de su propia experiencia, incluso si había conocido al mismo hombre en el parque
antes. —Tengo que hacer algo, Jac. No puedo ir a casa todavía— Jac asintió de mala
gana. Y dijo:
— ¿Cómo escapaste? — Eve maldijo su piel justo cuando sintió que sus mejillas
enrojecían. Sabía que su historia era un poco increíble y no quiso buscar otra cosa más
que confianza para lo que iba a decir.
—Un lobo.
— ¿Cómo dices?
—Yo no lo sé. Mis gafas se rompieron, pero se veía como un lobo. Tal vez fue un
perro. De todos modos, atacó al hombre y le lanzó lejos de mí. Luego le mordió el
brazo y el tipo se escapó. —Jac tragó, mirando como si estuviera enferma.
—Eso es...suerte.
—Lo sé— Eve se estremeció en su memoria del peso del hombre sobre ella. —Yo no
sé qué habría hecho si no hubiera aparecido.
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—Personalmente, espero que se tratara de un perro— Jac hizo una mueca. —Es más
fácil para control de animales tratar con ellos.
—No estoy diciendo que estás equivocada. Incluso en esa situación, estoy segura
sabrías la diferencia entre un lobo y un perro.
— ¿Crees que es lo que podría haber matado a nuestra víctima? — Eve sacudió la
cabeza.
—Me di cuenta— dijo Jac. —Pero pensé que no estaría de más preguntar.
—Además, este lobo fue…— Eve se detuvo, sin saber cómo explicar la forma en que
el lobo había sólo parecido interesado en ahuyentar a su atacante. —No era agresivo.
Al menos no para mí. Saltó sobre el hombre que me hiere, luego lo dejó tan pronto
como yo estaba a salvo.
— ¿Por qué no me llamaste? Habría ido a recogerte. Llevado a conseguir gafas nuevas.
Había pensado llamar Jac por sólo un momento. Entonces había decidido que era una
cuesta resbaladiza atrás a los brazos de Jac, y era mejor no caer en viejos hábitos.
El dolor cruzó por los ojos de Jac, y Eve no pudo decidir la forma en que le hizo
sentir. Una pequeña, mezquina parte de ella era feliz. Después de todo Jac la había
lastimado peor que alguien alguna vez lo hizo. Sin embargo, la parte de ella que sin
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embargo amaba a Jac retrocedió ante sus palabras impetuosas. No importa lo mal que
Jac había arruinado su relación romántica, siempre había estado allí para Eve como
una amiga.
—Lo siento— dijo Eve. —Una mujer en el parque me ayudó a limpiarme y me dejó
usar su teléfono. Pensé que quería hablar contigo una vez que llegué a trabajar.
Eve mordió de nuevo el primer comentario que le vino a la mente. Te necesité el año
pasado, cuando me engañaste. Necesito que me necesites, y de haberlo hecho. En
lugar de eso, dijo:
—Te lo agradezco.
—Pronto, supongo. Tal vez podrías venir conmigo— la garganta de Jac se tensó y sus
ojos se llenaron de emoción.
—claro.
—Gracias.
Eve se alejó rápidamente. Ella era demasiado frágil para hacer frente a todo lo que Jac
dejaba tácito.
Ella no sabía qué hacer con su amistad en estos días. Al principio de la ruptura, las
cosas entre ellas habían sido realmente frías. Eve estaba avergonzada y enojada por la
traición de Jac, y la culpabilidad hizo a Jac irascible y difícil de estar a su alrededor.
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Megan O´Brien [Wild]
Tener que seguirse viendo una a la otra profesionalmente había sido un verdadero
reto, y más una vez que Eve había puesto en duda si la permanencia en San Francisco
estaba bien para su propia salud mental.
Pero hace unos seis meses, Eve se despertó una mañana dispuesta a dejar ir las cosas.
Poco después de eso, la actitud de Jac había cambiado. Sus conversaciones se había
convertido en menos formal, y sus interacciones se habían convertido en caliente de
nuevo. Ahora que casi parecía como si algunos rastros del viejo amor habían regresado
a los ojos de Jac. Eve hizo todo lo posible para no verlo. Ella había perdonado a Jac,
pero se negó a ser atraída de nuevo por el mismo encanto aquel que Jac había ejercido
para seducir a otras mujeres mientras ellas estaban juntas…
—Eve.
—Déjenme echar otra mirada a la víctima antes de irnos, ¿Vale? — Eve se acercó a la
mesa de examen, asintiendo lacónicamente a Wayne con mirada comprensiva. Se
enderezó, dejándole espacio para actuar. Esa era una de sus más grandes cualidades,
era perceptivo. Él entendió que el trabajo era la terapia para ella y siempre le permitió
perderse en él.
—la víctima es de unos treinta años, latina. Ella ha muerto alrededor de las seis horas.
Presenta heridas múltiples y cortes poco profundos, de hoja de doble filo— Él inclinó
la cabeza y estudió su rostro. —Parece que murió a causa de los cortes en la garganta,
aunque no hay evidencia de petequias en la cara y los párpados— Eve evaluó las
hemorragias puntiformes que empañó la piel de la mujer bronceada, luego echó un
vistazo a lo que quedaba de su garganta para confirmar la aparición de moretones.
—Sí— Dudó Wayne, luego dijo: —El asesino estaba encima de ella cuando la asfixió.
Dos manos alrededor de su cuello.
Eve tocó su propia garganta donde su atacante había clavado sus pulgares, lo que
restringió la respiración. Ella tenía un destello aterrador en la memoria: de ser incapaz
de respirar, pensando que estaba a punto de morir. Jac suavemente le frotó la espalda,
tirando a Eve en el presente. Eve dejó caer su mano y tomó una respiración profunda.
Trató de recordar el cuchillo de su atacante que había usado para cortar su pecho, pero
sabía que no sería capaz de determinar si había sido el arma del crimen. Los detalles
eran demasiado difusos.
—Una mujer— Jac caminaba hacia el otro lado de la mesa para que ella pudiera
encontrarse con la mirada de Eve. —Ella no dio su nombre. Dijo que estaba dando su
carrera matutina cuando encontró el cuerpo.
— ¿no la crees?
—Esa es una ruta de jogging muy aislada para que una mujer lo haga a las seis y media
de la mañana. Ella está mintiendo o es tonta de no creer.
Eve se puso tensa. Jac no fue directamente a su reprensión por haber elegido pasear
por el Golden Gate Park sola, pero su voz sostuvo un matiz definido de juicio.
Agradecida por el recordatorio de que Jac no era su caballero de brillante armadura,
Eve volvió a Wayne.
—No. Ella fue encontrada desnuda, pero sin fluidos Corporales o las pruebas de
penetración.
—Está bien— Eve caminó para el mostrador para recoger su bolso, entonces recordó
que ya no lo tenía. Sintiéndose desnuda, ella tiró del dobladillo de su camisa y tomó
prestado un momento para serenarse. —Inicia las muestras de cabello y las pruebas de
fibra. Me voy a ir a hablar con la policía, y voy a estar de vuelta tan pronto como
pueda— Buscando a Jac, dijo: —Vamos a terminar esta parte— Asintiendo con la
cabeza, Jac tentativamente se acercó a ella.
—No te preocupes por eso, Detective Battle— Eve puso su mejor esfuerzo en poner
una expresión neutra, ignorando la forma en que Jac se estremeció ante la formalidad.
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Megan O´Brien [Wild]
—entiendo— Jac la dejó salir por la puerta del laboratorio sin hacer comentarios, pero
tan pronto como estaban en el pasillo, agarró el brazo de Eve y tiró de ella para
pararla. Sacudida por el contacto inesperado, Eve se apartó bruscamente. Jac levantó
las manos y dio un paso atrás. —Lo siento.
—No, yo lo siento— Eve exhaló. Tenía que controlarse. Si quería hacer creer a Jac
que ella estaba bien, tenía que hacer el papel. —Estoy todavía un poco sacudida.
—Yo no lo hago.
—No fue culpa tuya, Eve. Y me alegro de que estés bien. Ni una vez pasó por mi
mente decir ya lo decía yo o cualquier mierda como esa— Jac tiró de un mechón
rebelde de su pelo rizado, un gesto nervioso que Eve conocía bien. —Te lo
prometo— A pesar de las promesas de Jac había dejado de significar algo muchísimos
meses atrás, Eve le tomó la mano y la apretó suavemente, pero la soltó casi en seguida,
el contacto fue breve.
—Gracias.
—debes quedarte en mi casa esta noche. — Sus ojos se abrieron por la posible
interpretación de sus palabras, Jac dijo:—Voy a dormir en el sofá. Totalmente
inocente. Yo sólo... no creo que debieras estar sola.
Al calor de la oferta, y más tentada de lo que ella quería admitir, Eve sacudió la cabeza.
— ¿Estás segura?
Mantente fuerte. Ella cada vez se encontró repitiendo este mantra en torno a Jac.
Mantente fuerte, y haga lo que haga, no le digas que sí.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Siete
Selene no podía concentrarse. Salvó los cambios que había hecho al logotipo de la
empresa que estaba diseñando, y cerró Photoshop de su computadora. Su plazo era de
tres días, pero no estaba de humor para seguir fingiendo que pudiera progresar.
Fiel a su palabra, Eve había llamado a Selene a las ocho de la noche antes de hacer el
check in, Aterrorizada de dejar que las cosas aumentaran entre ellas, Selene había
dejado a la llamada ir al buzón de voz. Y ella había lamentado cada minuto desde
entonces.
Durante quince años había creído que ella simplemente no estaba destinada a estar con
nadie, pero Eve era sin duda diferente. Tenían una conexión, y Selene estaba casi
segura que fue en ambos sentidos. ¿Sería posible para Eve aceptar a Selene por lo que
era, o sería otro desengaño? No podía saberlo sin permitir a Eve en su vida. Y eso era
la única cosa que no estaba segura de poder hacer.
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Megan O´Brien [Wild]
Simplemente tener algo que ver con Eve violaría su última regla: Las relaciones llevan
a la angustia y el dolor, por lo que hay que evitarlas a toda costa, las románticas, en
particular. Una relación con Eve se haría rápidamente romántica. La conexión entre
ellas fue intensa, Y esa fuerza seguramente termine en una unión física. Selene no
tendría la fuerza para resistirse. Eve no se daría cuenta de que debería hacerlo.
Entonces, ¿qué? ¿Cómo explicaría Selene a Eve por qué siempre desaparecería el día
antes de la luna llena, solo para regresar al día siguiente? una amante quiere saber esas
cosas. Por eso Selene jamás dejó a sí misma involucrarse. Pero Selene ya estaba
involucrada, le gustara o no. Incluso ahora, ella podía sentir el más leve zumbido de la
emoción de Eve en el borde de su conciencia. Trató de no sintonizar con él, no quería
a Eve dentro de su cabeza, pero la transmisión fue persistente. También era débil, lo
que hizo a Selene querer centrarse en ella aún más para saber que Eve estaba bien.
"Maldita sea" Selene se sacó las bragas y las arrojó sobre el sofá con el resto de su ropa.
Echó un vistazo a la ventana, preparando sus nervios antes de romper otra regla.
"¿Qué me estás haciendo, Eve?" Quería ver si podía seguir el rastro del hombre a través del
Golden Gate Park después de dejar la escena del ataque. No tenía un plan.
Lo más probable era seguir su aroma hasta el borde del parque sólo para perderlo en la
calle o en una parada de tranvía, pero tenía que intentarlo. Incluso si se las arregló para
no ponerse en contacto con Eve de nuevo, Selene quería hacer todo lo posible para
protegerla. Este era el único lugar que conocía para empezar. Tomando una
respiración profunda, Selene pasó a un gorrión. Nada llamativo. Salir de su
apartamento como un pájaro parecía lo más fácil, la ventana abierta le permitía entrar y
salir sin ser detectada. Una vez en el parque, iba a encontrar un área aislada y cambiar a
un perro para hacer su seguimiento. Para ser honesta, ese cambio no pudo llegar lo
suficientemente pronto. A ella no le gustaba volar. Sin embargo, cuando se disparó
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Megan O´Brien [Wild]
por la ventana y sobre la calle, una poderosa oleada de euforia le pegó. Pasó tanto
tiempo odiando el equipaje de su capacidad —una noche al mes cuando perdía el
control de la misma por completo—que rara vez se permitió disfrutar de las
maravillosas, inofensivas cosas que podía hacer. Ser capaz de experimentar la
naturaleza, algo sobre no ser humano tenía sus ventajas. Lástima que tuviera a un
precio.
Rápidamente se encontró en el lugar donde Eve había sido atacada y, con una rápida
mirada alrededor, se abalanzó a tierra en el tronco de un gran árbol de eucalipto.
Después de no haber visto a nadie al alcance de su vista, inmediatamente cambió a una
forma familiar: un perro de caza, con el mejor olfato posible a su disposición. Ella bajó
la cabeza hasta el suelo y lo olió. Así como ella había sospechado, el olor del hombre
todavía pesaba en la húmeda sombra de los árboles. Tomó una buena bocanada y
curvó sus labios por instinto, entonces enseñó los dientes en un gruñido. La piel en la
espalda se levantó e hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo. Si el mal tenía un olor,
éste lo era. Selene hizo que su nariz la llevara a través de los árboles cerca de donde
había rescatado a Eve. Había visto al hombre tropezar lejos en la dirección que la
esencia la llevaba, así que estaba en el camino correcto. El olor se mantuvo pasado de
largo el punto fuerte donde el hombre había desaparecido de la vista de Selene,
serpenteando a través de los árboles hacia el borde opuesto del parque. Ella trotaba
tras él, sólo necesitó ir más despacio y realmente empezar a poner atención al llegar a
la acera en el borde del parque. El rastro la llevó a un cubo de la basura metálico en la
esquina del bloque. La esencia del hombre estaba por todas partes, junto con alguna
otra cosa. El débil, dulce olor de Eve. Selene se levantó en el cubo, colocando sus
patas delanteras en la apertura y tomó una buena bocanada. Como ser humano, habría
encontrado el olor de la basura podrida. Pero como un perro, bueno, ella entendió el
encanto. En la sobrecarga sensorial, tuvo que tomar unas aspiraciones largas para
resolver el vertiginoso despliegue de los olores. Definitivamente ha detectado un
indicio de Eve. Su bolso. Pero también recogió lo obvio: El cubo de basura había sido
vaciado en algún momento recientemente, por lo que el bolso de Eve ya se había ido.
Sólo una huella de su olor se mantuvo, así como el olor intenso de café Starbucks
descartado. Selene dio un paso atrás y dejó caer sus patas contra el pavimento. Todo lo
que podía hacer era seguir el rastro hasta que desapareciera. Si tenía suerte, el hombre
habría andado hasta casa.
trasladado a una parada de tranvía en algún momento. En otras palabras, tuvo mala
suerte —''Aquí, chica''— Selene volvió la cabeza y vio a una mujer mayor de pie en la
entrada de una taquería, se inclinó con la mano extendida. Ella chasqueó la lengua,
Selene miró y suspiró internamente. Esto era sin duda el inconveniente de ser un
perro. Todo el mundo quería rescatarla.
—"Está bien, cachorro. ¿Te has perdido?" — Selene dio la vuelta y se lanzó en la
dirección del parque. La mujer la estaba llamando tras ella, pero ella no se dio la vuelta.
Ella sin duda no necesita a nadie para llevarla al refugio, peor aún, tener un buen
intencionado amante de los animales que la adoptara. Volvió corriendo al parque,
esperó a estar profundamente entre los árboles antes de regresar a la forma de pájaro.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Ocho
Tres días después de su ataque en el Golden Gate Park, Eve estaba frustrada por la
falta de progreso que había hecho sobre su víctima de asesinato. Ellos sabían que su
nombre era Yasmin Mandujano y que había sido soltera, pero tenía muy poco que
hacer en cuanto a la identificación de su asesino. El cuerpo había estado libre de
cualquier pelo o fibra significativa. La falta de pruebas físicas recogidas en la escena
sugiere un asesino cuidadoso, incluso meticuloso. Definitivamente no es un
aficionado. A pesar de la cantidad de sangre presente en todo el cuerpo, él no había
dejado rastro. Con la excepción de la pobre Yasmin, destrozada, no les dejó una
maldita cosa. En cuanto a la policía y la oficina del médico forense estaban
preocupados, había apuñalado a Yasmin dieciocho veces con un cuchillo, todos menos
dos de las heridas demasiado superficiales para realmente haberla matado, entonces
desapareció. Por desgracia, Eve no pudo sacudir la creciente certeza de que él había
caminado casi un kilómetro de distancia para su puñetazo en la cara y arrastrarla entre
los árboles. Por mucho que ella no quiso suscribirse a esta teoría, tenía una cierta
lógica.
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Megan O´Brien [Wild]
—Hola.
—No lo hagas
Eve estaba cansada de las disculpas, cansada de sentir miedo. Todo el mundo había
ido de puntillas a su alrededor, a pesar de que les había dado varias razones para
pensar que era necesario. Estaba nerviosa, irritable, y, sobre todo, terriblemente fuera
de control de sus emociones. Y ella ardía por recuperar el control con cada célula de
su cuerpo.
—Tengo el informe sobre el caso Williams para que puedas revisarlo, cuando tengas
una oportunidad —Él le ofreció una carpeta, que tomó con la mano admirablemente
constante.
—"Gracias"— Por mucho que Eve odiaba admitirlo, no quería estar en el trabajo.
Mientras estudiaba detenidamente los detalles de las muertes de otras personas por lo
general eso la sacaba de sus propios problemas, ahora le recordaba a su propia
mortalidad. Si no fuera por una vuelta de tuerca del destino, estaría tan muerta como
Yasmin Mandujano. —Te lo devolveré mañana por la mañana—
Wayne se reclinó en su silla, mirando con curiosidad cuando ella estuvo de pie y se
puso la chaqueta. — ¿Sales temprano hoy?—
Eve trató de actuar con indiferencia. —Sí, tengo algunos recados que hacer
—"No hay problema. Yo defenderé el fuerte"— Vaciló, y luego le tocó la mano antes
de que pudiera alejarse.
preocupación. Reconociendo que ella también no era muy buena dejando entrar a
otros, Eve se obligó a abandonar su máscara muy ligeramente.
—Simplemente sigue haciendo lo que estás haciendo— dijo Eve. —Eso bastará— Él
inclinó la cabeza.
—Sí, señora.
— Nos vemos. —
Eve salió cojeando del edificio de oficinas del médico forense, sin la menor idea de
dónde iría. La nueva cerradura se había instalado en su apartamento hace tres días,
pero aún no se sentía cómoda yendo casa. No tenía miedo a que su atacante llegara a
su apartamento, pero no podía soportar estar a solas con su imaginación. Rodeada de
los artefactos cotidianos de su vida de vuelta a la soltería, Eve había pasado las últimas
dos tardes sentada en el sofá imaginando lo que podría haber sucedido. A pesar de que
se había escapado con cortes de poca importancia y contusiones, mentalmente sentía
el dolor de la violación, la agonía de las manos fuertes envueltas alrededor de su
garganta, el terror de la sangre derramándose en la tierra. Cuando no tenía nada que
hacer salvo pensar, la escena se repite sin cesar, cada escenario de pesadilla más
horrible que la anterior. Todos los resultados probables en los que el lobo no aparecía.
Cuando Eve caminaba hacia el estacionamiento, sacó su llave de repuesto del coche de
su bolso de reserva y suspiró. Quería sentirse a salvo de nuevo, para ser la persona que
había sido antes de que el hombre le pusiera la vida al revés. Ella quería ser la mujer
que no lo pensó dos veces para pasear sola en el parque, pero ya no era esa persona. Y
no se había sentido segura desde que salió del apartamento de Selene. Eve se metió en
el asiento del conductor y arrancó el coche. Puso la mano en la palanca de cambios,
luego se detuvo. Selene.
La única cosa que podía arrancar lejos de su mente el asalto era el recuerdo de la
hermosa mujer del parque. Eve no podía dejar de pensar en ella. No sólo su atracción
inexplicable hacia ella, sino también cómo estar con Selene había hecho que todo
parezca mejor. Fiel a su palabra, Eve llamó al teléfono celular de Selene después de
que llegase a casa la noche del ataque. Decepcionada por obtener el buzón de voz de
Selene, había dejado un breve mensaje de que estaba bien y agradeció a Selene de
nuevo por su amabilidad.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve tenía la esperanza de recibir una llamada de vuelta, pero no se sorprendió cuando
nunca llegó. Sin duda, una mujer como Selene tendría éxito, una vida muy ocupada,
con poco tiempo para los patólogos forenses socialmente torpes. Eve se había dicho
que debería olvidarse de Selene y seguir adelante. Pero también había lavado la camisa
de Selene y la había colocado en el maletero de su coche, por si acaso. Todas las
noches desde entonces, pensó en regresar, pero hasta ahora, no había sido capaz de
armarse de valor.
Selene no había devuelto la llamada. Eso significaba que no estaba interesada en ver a
Eve otra vez. ¿Y quién puede culparla? Ella era preciosa, impresionante. Así había sido
Selene en cierto modo cuando Eve había necesitado su ayuda. ¿Qué iba a querer con
Eve ahora? Probablemente nada.
Pero, ¿quién era Eve para decirlo? Y ella le había prometido devolver la camisa a
Selene. Tal vez éste era el primer paso perfecto para recuperar el control sobre su vida.
Eve haría algo inusitado y se dejaría caer por casa de Selene para darle las gracias de
nuevo. Nada más, se lo debía a Selene, y tal vez un pastel de chocolate. Decisión
tomada, Eve salió del estacionamiento y se dirigió al apartamento de Selene. Era
posible que hiciera el tonto por completo de sí misma al presentarse sin previo aviso,
pero al ver a Selene volvió a sentirse importante en una forma que no entendía. La
atracción hacia Selene era aún más fuerte que su timidez alrededor de mujeres
hermosas. En otras palabras, era condenadamente abrumadora. Aquí hay que tomar el
control, pensó Eve, y no mirar hacia atrás.
La última cosa Eve esperaba ver cuando Selene abrió la puerta principal era la genuina,
descarada alegría. La felicidad de Selene al verla fue palpable, haciendo a Eve sentirse
como si se reencontrara con una vieja amiga en vez de andar potencialmente
perturbando a una desconocida. Todas las dudas por dejar caerse en casa de Selene
desaparecieron al instante.
—"Eve" — Selene tomó la caja de la panadería de color rosa de las manos de Eve y la
puso sobre una pequeña mesa en la entrada, y luego la sujetó por los hombros y tiró
de ella en un abrazo suave. —Estoy tan feliz de verte de nuevo. ¿Cómo estás? —
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Megan O´Brien [Wild]
llevado a un lugar tan equilibrado. Sacudida por su apego obvio por Selene después de
haber pasado sólo alrededor de veinticinco minutos con ella, Eve se alejó.
—Te dije que te la quedaras— Selene salió de su abrazo, pero mantuvo sus manos
sobre los hombros de Eve. — Pero yo quería verte — La cara de Eve se calentó
mientras luchaba por explicar cómo era que no podía alejarse.
—Espero que te guste el chocolate— Eve hizo un gesto en la caja de color rosa. —Es
de la panadería que hay calle abajo
—El chocolate es mi kriptonita— dijo Selene. Cogió la caja e indicó a Eve que debería
seguir a su interior
Selene condujo a Eve más profundo en su apartamento, y esta vez Eve tenía la
presencia de ánimo para mirar alrededor.
— ¿Eres una fotógrafa? — Dijo Eve, haciendo una pausa para examinar una foto de
un lobo gris de gran tamaño. No se veía exactamente igual al que había visto en el
parque, pero su mirada penetrante puso a rodar temblores por la espalda de Eve. —
Este es un disparo increíble —
—Estos son excelentes. Tan buenas como todo lo que he visto en el National
Geographic. ¿Alguna vez has tratado de hacerla tu profesión? —
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Megan O´Brien [Wild]
—He pensado en ello— dijo Selene —Pero eso significaría viajar mucho, y me gusta
estar cerca de casa —
Asintiendo con la cabeza, Eve siguió a Selene por la puerta de la cocina. El lugar
estaba impecable, con un leve olor antiséptico que recordó a Eve a su laboratorio. Jac
siempre había sido una vaga consumada, por lo que descubrir tal perfección ordenada
despertó en Eve más de lo que jamás admitiría en voz alta. Se acercó a la barra y se
sentó en un taburete alto, viendo como Selene abrió la caja de color rosa.
—Oh, sí. Esta fue una muy buena razón para dejarse caer— Selene sacó un cuchillo
de grandes dimensiones del bloque sobre el mostrador y cortó el pastel, en su rostro la
imagen del placer pecaminoso.
—"Gracias"— Eve se dio cuenta que estaba mirando con la boca abierta. Con
esfuerzo, arrancó su atención lejos de lo que decidió fue la más flagrante exhibición de
sexualidad inconsciente que jamás había presenciado.
—Es lo menos que podía hacer — Selene trasladó una gran porción de pastel en un
plato, y luego sacó dos tenedores del cajón al lado del fregadero.
— ¿Te importaría compartir?— Eve negó con la cabeza, quedó muda por lo mucho
que la idea apeló a ella. Vagamente pensaba en cómo esta situación era inusual para
ella, todo lo que persigue una mujer compartir un postre, pero eso no la hizo sentir
menos natural. Nada había sido alguna vez tan fácil.
Selene llevó el plato a la mesa y lo puso entre ellas, luego le entregó a Eve un tenedor.
—Entonces, ¿cómo estás? ¿En serio?—Eve esperó a que Selene tomara el primer
bocado antes de pinchar una pequeña porción por sí misma.
—Me gusta ser capaz de ver tus ojos. No me di cuenta que eran tan azules— Su cara
le ardía, Eve dijo: —"Gracias" —
—Está delicioso
—Sí, lo está—Eve le dio otro mordisco. Nunca había comido algo tan increíble. Casi
como si estar con Selene hizo todo saber mejor. —Vas a tener que luchar conmigo
por el último bocado—
Selene le lanzó una mirada ardiente que estimuló el apetito de Eve por algo más
decadente que el chocolate.
—Oh, yo podría ganarte — El sexo de Eve se apretó y ella jadeó un poco, bajando la
mirada a su tenedor.
¿Desde cuándo ella toma parte en bromas coquetas e inspira dobles sentidos? Nunca
se había sentido cómoda expresándose sexualmente, y la facilidad con la cual Selene la
despertó fue sorprendente. Eve tomó otro bocado para no tener que responder.
—Dime la verdad— dijo Selene en voz baja. —Porque sé que no estás muy bien
después de lo ocurrido. ¿Cómo estás?
—Estoy… preocupada— Eve espiró, casi aliviada de que Selene sacase el tema.
Ella se alegró de que Wayne generalmente la dejara en paz, y ella no había querido
depender demasiado de Jac para admitir lo mal que el ataque la había sacudido, pero
Eve agradeció la oportunidad de hablar con alguien. A pesar de que acaban de
conocer, Eve sintió que Selene era la confidente perfecta.
—Bastante— dijo Eve, a pesar de que no era del todo cierto. Cuantas noches atrás, el
sueño no había sido fácil, y más de una vez las pesadillas la habían arrancado del
sueño. —Se está haciendo más fácil
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Megan O´Brien [Wild]
—Lo hice— Eve dio otro bocado del pastel, sorprendida de que todavía tenía su
apetito.
—Ninguna otra cosa ha sucedido, de verdad. Por lo que sé, el tipo quedó atrás —
—Lo sé— dijo Selene, y el estómago de Eve se retorció con una oleada de miedo,
aunque no entendía por qué. A pesar de su tema de conversación, se sentía más segura
de lo que lo había hecho en días. Increíblemente, ella sintió que estaba recogiendo la
inquietud de Selene. —He leído sobre él en el periódico. Una mujer, ¿verdad? —
—Sí — Eve miró la cara de Selene, tratando de decidir cómo sabía que Selene tenía
miedo. Selene no mostró signos externos de confusión emocional, pero de alguna
manera Eve lo sintió exactamente igual.
—La asesinaron por lo menos una hora antes de que yo fuera atacada. La policía
recibió una denuncia anónima que los llevó a su cuerpo— Selene se quedó mirando el
plato, estudiando lo último del pastel.
—He examinado el cuerpo— dijo Eve, de manera casual. Era difícil hablar sobre
Yasmin Mandujano. Refugiándose en los hechos fríos y duros Ojalá le permitan
mantener la voz firme.
—me dijiste que había un lobo en el parque por la mañana. ¿Es posible? —
—No. Casi me gustaría que fuera el caso. Quien mató a esa mujer fue sin duda una
bestia, pero también en gran medida un ser humano— Selene cogió el tenedor y le dio
otro mordisco tentativo, viendo los ojos de Eve.
— ¿Crees que el hombre que asesinó a esa mujer es la misma que te hizo daño? —
—Es una clara posibilidad —Trató de actuar de manera más despreocupada de lo que
sentía, Eve clavó otro bocado de su pastel que desapareció. No podía ser sano, lo
mucho mejor que el rico postre la hizo sentir.
—Tal vez tenga suerte— dijo Eve. Se encontró con la mirada de Selene y al instante
cayó en sus ojos verdes. A menos que se equivocara, su atracción no era unilateral. Y
de repente el ataque fue la última cosa en su mente.
—No vendrá de nuevo por ti— dijo Selene con convicción. Pero Eve podía sentir
palpable una astilla de duda corriendo a través de las palabras de Selene.
—Sería absurdo intentar cualquier cosa ahora que has alertado a la policía —
—Espero que tengas razón— Eve vaciló, y luego cedió a los impulsos y cubrió la
mano de Selene con la suya. El toque fue electrizante. —Si no te importa, yo
realmente no quiero pensar en eso ahora mismo —
—Por supuesto— Selene miró hacia abajo a la mano de Eve y exhaló. —Lo siento, no
devolví la llamada. Yo estaba tan contenta de tener noticias tuyas, pero yo… no estaba
segura de qué decir— Asombrada por oír la ansiedad de la voz de Selene, Eve trató de
imaginar de donde venía. ¿Cuándo había puesto alguna vez a una mujer nerviosa?
—Espero que no te abrume, solo apareciendo así— Selene miró a Eve con una calidez
que no dejó ninguna duda que dejarse caer había sido lo correcto.
—Bien— Eve puso abajo su tenedor, dispuesta a ceder el pedazo final a Selene.
—Eres brillante siendo social— Selene pinchó el restante pedazo de pastel y movió su
tenedor cerca de los labios de Eve. —Ahora ten el último bocado—
La idea de ser alimentada por Selene era casi dolorosamente sexy. Eve se mordió los
labios y vaciló, sin saber si aceptar la oferta de Selene o desviarla con humor. Nada
sobre la intensa mirada fija de Selene sugería que Eve fue leyendo mal el calor
inconfundible entre ellas.
Aunque Eve se volvía normalmente tímida cuando una mujer llegó a insinuarse
seductoramente, independientemente de lo que la atrajo a Selene también la animó a
seguir el juego. Inclinándose hacia delante, Eve tomó cuidadosamente el pastel entre
sus dientes, tiró hacia atrás. Masticó lentamente, sin romper el contacto visual. El
deseo se encendió en los ojos de Selene, lo que hacía difícil para Eve de tragar. Tan
pronto como pudo formar palabras, Eve le susurró:
Antes de que pudiera cuestionar a posteriori el impulso, Eve capturó la boca de Selene
en un beso firme. Más impactante que su propia acción impetuosa fue la pasión con la
que respondió Selene. Selene enredó sus manos en el pelo de Eve y le devolvió el beso
con entusiasmo, dejando escapar un gemido de puro, carnal placer. Todo sobre el
beso se sentía bien. Sus bocas encajan entre sí perfectamente, y Eve sentía nada de
duda o incertidumbre que generalmente experimentó con un nuevo amante.
Era como si lo hubieran hecho mil veces—sin el nerviosismo del primer beso—y, sin
embargo, fue también el momento más emocionante de la vida de Eve. La excitación
feroz, floreció constante en su estómago, seguido de una sacudida de lo que sentía
mucho como el amor. La intensidad de la sensación que Selene agitó en el interior de
Eve provocó un destello de terror que la hizo realmente perder la mente. Selene se
separó del beso, como si quemara.
—Lo siento mucho, Eve. Perdóname. Yo no quiero asustarte— La cabeza de Eve giró
del cambio repentino en el estado de ánimo. Todo había sido tan maravilloso, pero de
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—No lo hiciste —
—Yo no debería haber hecho eso— Selene tocó la mejilla de Eve suavemente.
Claramente herida, parecía como si fuera a llorar.
—Tu cara incluso no sanado todavía. Eso era totalmente inadecuado, después de lo
que has pasado— La autoflagelación de Selene hirió el corazón de Eve. Agarró la
mano de Selene y la apretó.
— ''Correcto''
—Sí— Selene levantó su rostro, buscando los ojos de Eve —Pero te ha asustado —
—Yo tampoco —
Selene rodó los ojos y recogió el plato del pastel vacío. Llevándolo al fregadero, esperó
hasta que estaba de espaldas a Eve antes de hablar. — Yo no tengo una vida social
muy activa. Por no decir más— Eve cogió un dejo de tristeza en la voz de Selene.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve no entendía cómo ella podía sentir con tanta fuerza a alguien que apenas conocía.
Por el tono de la voz de Selene, sintió que la confusión era mutua.
—Lo sé—
Selene llegó alrededor de la barra y tomó la mano de Eve. —Vamos a hablar en la sala
de estar—
Eve permitió que Selene la llevara a la sala de estar, aturdida por el giro que había
tomado las cosas. No sabía lo que había esperado de esta visita, pero sin duda no
hubiera sido esto. No había besado a una mujer desde la ruptura con Jac, y mucho
menos considerado la posibilidad de una nueva relación. Ella había planeado
concentrarse en el trabajo un buen tiempo, y preocuparse de las mujeres más tarde.
Mucho más tarde. La reunión con Selene había tirado todo por la ventana. Ahora Eve
sólo quería sentir la piel desnuda de Selene contra la de ella. Selene se estremeció,
lanzando su mano y señalando el sofá.
Eve podía sentir la incomodidad de Selene y se desplazó más cerca, con ganas nada
más que abrazarla. La idea de que ella podría poner nerviosa a una mujer como Selene
era divertidísima, pero la ansiedad de Selene era definitivamente real. El último miedo
de Eve se disipó con su deseo de consolar a Selene.
—Estoy segura de que tienes razón— Eve se tocó la garganta, un inconsciente gesto
que había notado, sucedió cada vez que pensaba en su ataque.
— ¿Exactamente?— No se podía creer que ella se lo admitiera en voz alta, Eve dijo:
—Te quiero—
Selene se lamió los labios, Enviando la excitación a través del cuerpo de Eve
haciéndola rizar los dedos de los pies. —Te quiero, también—
Pero no podía imaginar nada para disuadirla de seguir con Selene. Eve no quería
simplemente a Selene. Ella la necesitaba, la necesitaba tan desesperadamente que en
lugar de la aprehensión, lo único que podía sentir era deliciosa anticipación. Todo se
sentía tan correcto que Eve no tenía duda que cambiaría su vida para mejor.
Una punzada de aprensión se rizó en el hueco del estómago de Eve. Después de Jac,
Eve estaba aterrorizada de confiar en alguien totalmente otra vez, sólo para que
traicionen tu confianza. Independientemente de lo acertada que sintió a Selene, ¿no
había también sentido acertada a Jac? Eve había pensado que eran felices hasta el
momento en que descubrió que Jac la estaba engañando. Más que nada, su relación
fracasada con Jac le enseñó que nada era seguro, ni siquiera cuando se cree con todo
dentro de ti. Selene parecía reconocer que su advertencia había dado en el blanco, pero
en lugar de verse aliviada, ella irradiaba tristeza. Pena.
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Megan O´Brien [Wild]
—Esto te da miedo— No importó qué tan inquietante fue el intento de Selene para
alejarla, Eve sintió que la preocupación pura la motivó. Ella también sabía lo que
Selene quiso decir cuando dijo sobre no hacerle daño. Todas sus dudas se
desvanecieron, con lo que el deseo vino de vuelta al frente. —Me da miedo, también.
Pero no lo suficiente como para hacerme salir por la puerta— Eve se encogió de
hombros. —Lo siento—
—Bueno, no quiero tener miedo— Ahora Selene pasó más cerca y, tras una breve
vacilación, apoyó la mano en Eve. —Me siento muy atraída por ti, Eve. Tan
increíblemente— Demasiado avergonzada de admitir hasta qué punto sintió
poderosamente la conexión entre ellas, Eve asintió con la cabeza.
—Tal vez si nos besamos otra vez, nos demos cuenta de que todo esto del miedo, es
un poco tonto— La boca Selene hizo una mueca, y luego se metió en una sonrisa que
hizo a Eve el estómago revolotear gratamente.
Selene inició su segundo beso con un gemido gutural que amenazó a Eve de llegar al
orgasmo en el instante en que sus bocas se encontraron. Una vez más, la lujuria y el
amor se apoderaron de las venas de Eve, intensificando su deseo a nuevas alturas y
desconocidas. El sexo con Jac había sido bueno, al menos para ella, pero nunca se
había acercado a lo que Selene le hizo sentir con un simple beso. Todas las
inhibiciones que siempre tuvo desaparecieron, y por primera vez en su vida, Eve no
quiso nada más que perderse físicamente en alguien más. Por lo general, se enfrentó a
la posibilidad del sexo con más de una pequeña preocupación, pero no ahora, no con
Selene. Quería tomar a Selene y ser tomada por ella, por lo que casi no podía respirar.
Selene apretó las manos sobre los hombros de Eve y se apartó.
—Si tenemos que tomarlo con calma, podemos ir despacio— Eve puntuó sus palabras
con besos húmedos y hambrientos a través de la garganta de Selene. Ella haría respetar
los deseos de Selene, ella realmente lo haría, pero no sabía cómo parar hasta que
Selene absolutamente le ordenó hacerlo. —Por lo general tomo las cosas lento. Pero,
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Megan O´Brien [Wild]
—Así que sobrevalorado— Habiendo decidido por lo visto dejar de luchar contra lo
que estaba ocurriendo entre ellas, Selene presionó a Eve en el sofá, se colocó sobre
ella. Eve abrió las piernas por instinto y facilitó a Selene el espacio entre ellas.
Entonces Selene puso una mano en cada lado de la cara de Eve y se quedó mirando a
los ojos. —Me dirás si esto es demasiado, ¿verdad?— Eve pasó los dedos por el pelo
de Selene. Sabía exactamente lo que Selene estaba insinuando. El peso del cuerpo de
Selene en el de ella podría provocar los recuerdos del hombre en el parque, pero no lo
hizo. Ni siquiera estuvo cerca.
—Yo no estoy pensando en él— Por primera vez desde que ocurrió el ataque, estaba
muy lejos de la mente de Eve.
Mucho más inmediata fue la mancha de humedad entre sus piernas, el dolor fuerte de
sus pezones erectos. El contacto de Selene la mantuvo firmemente en el momento, a
salvo del peligro, y Eve quería más. El cuerpo entero de Selene se relajó. Ella besó a
Eve lentamente, como si tuviera eones de tiempo para explorarla, como si Eve no
estuviera a punto de explotar. Selene frotó los pulgares sobre las mejillas de Eve,
tocando con tanta ternura, con tanto amor, calmando la necesidad feroz de Eve y
sustituyéndolo por la calma el deseo de hacer de este el último contacto. Era su
primera vez juntas, es de esperar el primero de muchos, y Eve quería saborearlo. Ella
enredó los brazos alrededor del cuello de Selene y gimió, pero suficientemente fuerte
para que Selene lo escuchara. Fue un shock oírse a sí misma hacer un ruido así, pero
también la excitó. Jac lo utilizaba para burlarse de ella por ser silenciosa en la cama, y
Eve siempre se había sentido enormemente tímida sobre dar voz a su placer. Pero no
ahora. Sólo una forma más de sus sentimientos por Selene confundiendo todo lo que
ella creía que sabía acerca de sí misma. Eve puso sus manos sobre el pecho de Selene,
presionando suavemente. Cuando Selene se separó, Eve murmuró:
—La tengo— Selene mordisqueó el labio inferior de Eve. — ¿Estás segura de que eso
es lo que quieres? —
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Nueve
Selene no había tocado el cuerpo de una mujer en quince años, así que cuando ella
impulsó sus manos bajo la camisa de Eve y ahuecó la pesada carga de los pechos de
Eve en las palmas de sus manos, tomó todo lo que tenía para no venirse. Estar con
Eve la hizo sentir como una torpe de dieciséis años de edad, y no era de extrañar.
Selene había sido una adolescente la última vez que había hecho el amor con alguien,
en lo que parecía otra vida.
Sólo tenía vagos recuerdos de estar con Carla, principalmente que la otra chica había
sido tan joven e inocente como ella era, con un cuerpo delgado que sólo insinuaba la
plenitud de mujer de las curvas de Eve. Todo acerca de estar con Eve era diferente.
Sobre todo porque Selene sabía qué estaba en juego en esta ocasión. Por abrir su
corazón a Eve, corría el riesgo de la posibilidad de una pérdida tan grave que no sabía
cómo iba a sobrevivir. Pero Selene apenas tenía elección. No importaba cuánto trató
de resistirse a Eve, ella no podía. Su unión era demasiado fuerte. Selene se había
trasladado al último quiero necesitar, y ni siquiera la posibilidad de desengaño que le
impediría reclamar lo que era suyo.
Selene rompió su beso y tragó en la falta de aire. Eve miró fijamente en ella con
párpados pesados, pasando sus manos sobre los lados de Selene.
—Se siente tan bien— Eve puso las manos en la parte superior de Selene, animándola
a apretar suavemente sus pechos. — Nunca he estado tan excitada—Ardiéndole la
cara, Selene empujó sus dedos pulgares en el borde del sujetador de Eve y la
acariciaron los pezones erectos.
—Yo también—
—No nos estamos moviendo demasiado rápido, ¿verdad?— Eve frunció el ceño,
como si algo desagradable le acababa de ocurrir. —No pienso empujarte— Selene
sacudió la cabeza y movió la mano por debajo de la camisa de Eve, echándose atrás de
modo que Eve pudiera apoyarse en sus codos.
—Yo quiero esto— murmuró Selene. —Te deseo. Desesperadamente. Sólo quise
decir… Lo dije en serio cuando te dije que no suelo hacer esto— Entendiendo se
suavizó la mirada de Eve.
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Megan O´Brien [Wild]
—Podemos tomar esto en cualquier ritmo que necesites— Selene agachó la cabeza y
cerró los ojos, deseando poder explicarle a Eve que su miedo era mucho más
profundo que la opción de estar insegura sobre su capacidad sexual.
Haciéndose vulnerable con un ser humano que iba en contra de todas las reglas Selene
había adoptado para la supervivencia. Había llegado a una encrucijada entre una vida
solitaria de seguridad y la posibilidad de algo más, y aunque francamente no sintiera
ninguna opción en el asunto; no estaba segura de cómo proceder. Unas manos cálidas
cubrieron la propia, lo que le hizo abrir los ojos encontrando la sonrisa amable de Eve.
—No lo sientas— Eve se enderezó, proyectando una onda de confianza esto salpicó
sobre Selene y envalentonándose ella también. —Me gusta no ser tímida— Sacando
fuerzas de Eve, Selene bailó la punta de los dedos sobre la pendiente de un pecho,
luego usó la otra mano para ahuecar su gemelo.
—Tú eres la cosa más hermosa que he visto— La incredulidad irradiaba de Eve; y
Selene negó con la cabeza para poner fin a la duda. —Lo digo en serio, Eve. Eres
impresionante. Increíble—
—Me ruborizas— añadió Eve, y de hecho, su piel blanca se había vuelto rosa. —
Viniendo de ti, bueno, eso es increíble—
Selene sabía que la gente generalmente la encontraba atractiva. Aunque pasó la mayor
parte de su tiempo escondiéndose del mundo, Cuando se atrevió, inevitablemente
vinieron los complementos y los elogios provenientes de más de unas cuantas
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Megan O´Brien [Wild]
personas. Sus facciones eran agradablemente simétricas, pero Selene sintió otra
explicación para su atractivo universal. Lo que la impregnaba con el poder de cambiar
de forma también parecía que le concedía una cierta energía a la que la gente
respondió. Pero ella inspiraba una profunda lujuria, más sexo que interés genuino. Con
Eve, el interés fue más profundo. Por primera vez en su vida, el universo le estaba
dando un regalo. Algo real, algo que esperaba no fuera también una maldición.
Eligiendo confiar en cómo Eve la hizo sentir en lugar de pensar en lo que podría
ocurrir entre ellas en el futuro, Selene se dejó llevar. Selene masajeaba suavemente los
pechos desnudos de Eve y la besó en el cuello.
—Eres perfecta— Eve rizó sus dedos bajo el dobladillo de la camiseta de Selene.
— ¿Puedo quitar esto?—Selene levantó sus brazos y permitió que Eve lo tirara sobre
su cabeza. Las fosas nasales de Eve llamearon en el descubrimiento que ella no llevaba
sujetador.
—Yo no esperaba compañía— Selene se rió tontamente, cruzando los brazos sobre
sus pechos. Su reacción de niña la sorprendió. Dos personas le habían visto desnuda
hace una semana durante la luna llena, pero las circunstancias eran diferentes ahora, y
a diferencia de Renee la escort y Clarence el corredor, La opinión de Eve importaba.
—Debes pensar que soy ridícula— Eve le dio una sonrisa lasciva.
—Te lo dije. Eres perfecta — Selene bajó los brazos, temblando cuando los ojos de
Eve se oscurecieron con el deseo. Eve ni siquiera necesitó tocarla para traer su
satisfacción, no cuando Selene sintió todo la lujuria y el placer de Eve.
—Bésame— Selene murmuró, justo cuando ella se levantó en sus rodillas para juntar
sus bocas otra vez. Eve puso sus manos sobre la garganta de Selene y gimió. Ella se
deslizó más cerca hasta que sus cuerpos superiores se apretaron, Selene tan cerca que
podía sentir el latido del corazón de Eve martillar contra su pecho. La sensación de los
pechos de Eve estrellándose contra los suyos electrificados, encendió un bucle caliente
de placer entre sus muslos. Se tambaleó y sus rodillas amenazaron con doblarse, pero
Eve deslizó sus manos por la espalda de Selene para ahuecar las nalgas, manteniéndola
firme contra el cuerpo fuerte de Eve. El instinto comenzó a asumir el control anuló a
su adolescente nerviosismo. Selene alcanzó entre ellas y encontró el botón de los
pantalones de Eve, manoseándolo lo abrió y tirando abajo la cremallera. No
exactamente lo suficientemente audaz para deslizar su mano dentro para encontrar lo
que más ansiaba, agarró las caderas de Eve y se las apretó, y luego deslizó ambas
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Megan O´Brien [Wild]
manos en la parte trasera de sus bragas de algodón. La parte inferior de Eve encajaban
perfectamente en sus palmas, completa y cálida y tan sensible al tacto. Selene cerró los
ojos y respiró cuando Eve reaccionó a su caricia. Cada pedacito del placer causado por
Selene volvió a ella por medio de la reacción visceral de Eve, creando un bucle de
realimentación de la sensación que amenazaba con deshacer a Selene antes de que ella
hubiera empezado. Eve se arrancó de su beso, exhalando con voz temblorosa.
—Creo que la panadería clavó el pastel con un narcótico o algo así. En serio. Esto es
extrañamente… increíble— Selene se echó a reír.
—Yo siento lo mismo. Pero no creo que hemos sido drogadas— Los ojos de Eve
tenían pesados párpados, el rostro completamente relajado.
—Sea lo que sea, me gusta— Tragando ante el tono seductor Eve, Selene bajó las
manos más abajo, rozando sus dedos cada vez más cerca a la excitación de Eve. No
fue necesario tocar a Eve para saber que estaba empapada. Podía olerla y quería aullar.
Las manos de Eve encontraron el botón de los pantalones vaqueros de Selene y
trabajó para abrirlos. Bajando la cremallera con una mano, Eve deslizó con la otra las
bragas de Selene y pasó un dedo por sus labios resbaladizos. Selene gritó cuando su
sexo se contrajo y las olas de placer irradiaban por todo su cuerpo. Estaba
acostumbrada a reaccionar con tanta fuerza durante la luna llena, pero nunca fuera de
ese tiempo del mes. Aturdida, Selene retrocedió y se encontró los ojos de Eve,
preguntándose si ella lo había sentido también. Temblando, Eve le susurró:
—Te viniste
—Lo siento— dijo Selene. —Simplemente ha sido tanto tiempo y…— Eve sonrió,
llegando a Selene con un estallido de felicidad genuina que le quitó el aliento.
—No puedo creer que acabo de hacerte venir de esa manera— Aliviada de que Eve
no estaba cuestionando su sincronía asombrosa, Selene mordisqueó el labio inferior de
Eve, con los dientes suavemente.
—Supongo que eso significa que eres perfecta, también— Eve movía los dedos,
jugando suavemente con los labios de Selene, y sus muslos temblaron cuando réplicas
rasgaron a través de ella.
—Déjame que te lama— Eve le susurró junto a la oreja de Selene. Ella arremolinaba
los dedos en la humedad de Selene. —Quiero probar esto— Con eso fue suficiente
para las rodillas de Selene, medio se derrumbó sobre la cama, tomando a Eve con ella.
Eve tomó el cambio de posición con calma, hábilmente quitó la mano de la bragas de
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Megan O´Brien [Wild]
Selene para que pudiera bajar las piernas con sus pantalones vaqueros. —Voy a tomar
eso como un sí hasta que me digas lo contrario— dijo Eve.
—Sí— susurró Selene. Eve se la bebió con ojos hambrientos; avivando el deseo de
Selene imposiblemente más alto —Definitivamente sí— Todavía sonriendo, Eve
empujó separando los muslos de Selene y poner su estómago en el espacio entre ellos.
Levantó la pierna de Selene sobre su hombro, trayendo su cara cerca de su. Entonces
inhaló profundamente, exudando una embriagadora mezcla de hambre, anticipación, y
timidez. Esto hacia cada vez más difícil separar los sentimientos de Eve de los propios,
y la sobrecarga sensorial resultante hizo girar la cabeza de Selene.
El primer contacto de la lengua de Eve contra sus labios mayores prendió fuego a
Selene. Arqueó la espalda y jadeó ante la intensidad del beso íntimo de Eve, Sabiendo
que no podría resistir mucho del gozo al rojo vivo de la boca de Eve en su sexo. Era
demasiado, y al mismo tiempo nunca podría ser suficiente.
—Oh— gimió Selene. —Oh, sí— Eve se lanzó más profundamente, gimiendo en voz
alta mientras chupaba el clítoris de Selene suavemente. Deslizó un dedo a lo largo de
los labios de Selene, Luego empujó dentro de su estrecho orificio con cuidado
deliberado. Selene cerró los ojos y se concentró en la respiración, en no perder el
conocimiento. Nunca había sentido nada tan extraordinario. El ronco, lánguido
gemido que se escapó de Eve, cortó a Selene soltando la última porción de su control.
La vibración del propio placer de Eve condujo a Selene hacia su clímax, y ella inclinó
la cabeza hacia atrás y le dio voz a la liberación demoledora de su alma. Entre sus
piernas, Eve lanzó un grito y se apoderó del muslo de Selene con la mano libre cuando
se estremeció junto con Selene. Cuando Selene bajó de su clímax, Eve se echó hacia
atrás con un jadeo. Se desplomó con su rostro en la parte interna del muslo de Selene
y temblaba, respirando pesadamente. Selene enredó sus dedos en el pelo de Eve y la
sostuvo estrechamente.
—Yo me he venido— susurró Eve. —Te lamí y me vine— Selene cerró los ojos,
amando la maravilla de la voz de Eve, Deseando poder ayudar a Eve a comprender lo
que había sucedido. Pero no podía explicar que Eve acababa de hacer el amor con
alguien no muy humano. No sin espantarla. Acariciando el cabello de Eve, Selene
murmuró:
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Megan O´Brien [Wild]
— ¿Qué, Venirme? —
—Sí—
—Lo somos— Selene bajó la cabeza y derramó hasta la última gota de su emoción
besándola. Gimieron simultáneamente, sonidos gemelos de placer casi trajo el
orgasmo otra vez a Selene. Apretó el muslo contra el sexo de Eve, deslizándose sobre
su humedad, y tarareó cuando Eve inhaló bruscamente en el contacto. Arrancándose
de la boca de Eve, Selene arrastró besos sobre su garganta, luego hasta la punta de un
pecho perfecto.
—No sé si podré aguantar esto— exclamó Eve, tirando del cabello de Selene. —Me
siento jodidamente bien
—Si puedes— dijo Selene. Empujó los muslos de Eve aparte y suavemente besó sus
labios.
—Serás— Gimiendo, Eve apretó los dedos sobre el cuero cabelludo de Selene.
Una corriente eléctrica pareció dispararse de la mano de Eve, viajando a lo largo del
cuerpo de Selene a la punta de los dedos de los pies. En combinación con el dulce
sabor de los jugos de Eve, era pura felicidad. Selene chupó y besó los hinchados
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Megan O´Brien [Wild]
pliegues de Eve, luego su clítoris, hasta que Eve se puso rígida y se vino con un grito
ronco. Selene contuvo el sonido de su propio orgasmo lo mejor que pudo, no segura
de querer hacer saber a Eve que su placer la había llevado al clímax una vez más. Pero
Eve no podía confundirse posiblemente cuando Selene jadeó y se estremeció mientras
yacían allí recuperándose. —Ese fue el mejor sexo que he tenido— murmuró Eve un
momento más tarde, una vez que su respiración redujo la marcha. —Nuestra primera
vez. Lo mejor de mi vida— El pecho de Selene se infló con orgullo. Besó el cuerpo de
Eve en un camino ascendente a sus labios. Después de dibujar la espalda un largo rato,
Selene dijo:
—Tú sí que sabes cómo hacer que una chica se sienta bien—
—Tú también— Planteó Eve levantando una ceja. Ahora que la tensión sexual se
había aliviado ligeramente, su cara pareció más relajada. Todavía estaba magullada
desde el ataque, y Selene frunció el ceño, emplumando sus dedos sobre las marcas en
decoloración. Eve sacudió la cabeza. —No hablemos de ello— Asintiendo con la
cabeza, Selene se alejó del cuerpo de Eve y se sentó a su lado. Apoyada sobre su codo
y acarició suavemente el estómago de Eve con la punta de sus dedos.
—Te das cuenta de que tengo la intención de violarte muchas veces más esta noche,
¿no?— Selene capturó la mano de Eve y besó sus dedos, tirando de uno en su boca.
Los ojos de Eve se oscurecieron. —Espero que estés preparada—
—Espero que tú lo estés— dijo Eve, con una voz que destilaba seducción. Ella
parpadeó entonces se rió tontamente, poniéndose roja. —No quiero aparecer algo
torpe, pero yo he estado con mi ex por tres años. Nunca fue así. Yo nunca fui así
—Uh— Eve se rió tontamente otra vez, evitando su mirada. —Todo lo contrario, me
supongo—
—Yo no lo creo— Tapándose la cara con la mano, Eve se veía hermosa con las
mejillas profundamente encendidas de color rosa.
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Megan O´Brien [Wild]
—No creo que tendrás ningún problema para mantenerme— Eve extendió sus
muslos y dejó caer sus manos para mirar Selene a los ojos.
—Espero que no. Yo podría acostumbrarme a ti— Selene pudo oír y sentir la
corriente subyacente de amor en la voz de Eve, tan fuerte que le apretó el corazón
dolorosamente y no lo soltó. Eve probablemente no se sentiría de esa manera si
supiera lo que Selene era realmente, pero sus palabras la llenaron de alegría de todos
modos. Nadie se había preocupado por ella en un largo tiempo. No esperaba a nadie
que la cuide de nuevo. Ahora que tenía oportunidad con Eve, se comprometió a hacer
todo lo posible para no meter la pata. Incluso si eso significaba esconderse de la única
persona en el mundo en quien quería confiar. Escabulléndose más cerca de Eve,
Selene empujó un solo dedo dentro de su estrecha abertura con una lentitud
insoportable, luego se inclinó para besarla de nuevo. Deleitándose en el sabor del
gemido de Eve en los labios, Selene se hizo atrás lo suficiente para susurrar:
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Diez
Cuando Selene se despertó temprano a la mañana siguiente, Eve estaba
silenciosamente escapando de la cama. Contenta de haberla cogido antes que realizase
su fuga, Selene dijo
—¿escapando furtivamente?— Sacudida por la sorpresa, Eve miró por encima del
hombro.
—No. no conciliaba el sueño, eso es todo. Yo no quería despertarte con mis vueltas
en la cama, así que pensé que me gustaría hacer un poco de café— No dispuesta a
perder el calor del cuerpo desnudo de Eve cerca del suyo; Selene la agarró del brazo y
tiró de ella suavemente de nuevo bajo las sábanas.
—Sí, puede— Los ojos de Eve brillaban a la luz baja mientras se extendía en su lado
frente a Selene. Pasó una pierna alrededor de la cadera de Selene, juntando sus caderas
con un gemido de satisfacción.
—Yo también—
—No tienes idea de lo mucho que necesitaba lo de ayer por la noche— Trazando la
lengua por el labio inferior de Eve, Selene le susurró:
—Creo que tengo una idea bastante buena, en realidad— Eve se rió tontamente,
moviéndose hacia delante para capturar la boca de Selene en un profundo beso.
Cuando se alejó, murmuró:
El grano diminuto del pánico echó raíces en el vientre de Selene cuando consideró las
ramificaciones de lo que ellas acababan de hacer. Ella se unió a Eve ahora. Podía sentir
hasta las profundidades de su ser. Y todavía no tenía ni idea cómo iba a manejar una
relación con un ser humano. Eve volvió a besarla.
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Megan O´Brien [Wild]
—Sólo una de esas noches, supongo— Ella le dio una sonrisa a Selene que más bien
parecía una mueca.
— ¿Demasiado sexo? —
—Una pesadilla—
—Nos acabamos de conocer, Selene. Soy reacia a admitir la cantidad de equipaje que
llevo—
— ¿De dónde vienes?— La voz de Eve tenía una nota de pura pregunta. Selene sonrió
pero no contestó. Francamente, no estaba segura de qué decirle, en muchos niveles.
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Megan O´Brien [Wild]
—Algunas— Eve se sentó en la cama, tirando las rodillas contra el pecho. Suspirando
profundamente, se rodeó con sus brazos alrededor de sus piernas, como para
protegerse a sí misma. —No me gusta admitirlo, pero lo que pasó realmente me ha
afectado—
—Yo no te culpo— Selene dibujó una línea a lo largo de la columna vertebral de Eve
con los dedos. —Ser atacada debe ser traumático, por lo menos. Es natural que
todavía trates de asimilarlo.
—Yo no quiero ni salir a pasear nunca más. Una de mis cosas favoritas en el mundo,
y…— Tragó, mirando a otra parte. —Él se llevó esto de mí— La tristeza en la voz de
Eve arrancó el corazón de Selene.
Además de tener que lidiar con el miedo residual de Eve, se esforzaba por mantener
su ira bajo control. Odiaba ver a Eve con tanto dolor, y, más que nada, quería
encontrar al hombre que la había atacado y hacerle daño. Sorprendida por la violencia
de la fantasía que le pasó por la mente pensando de hacer frente a los ataques de Eve,
Selene se concentró en cambio en la proyección de una fuerza tranquilizadora.
Manteniendo una actitud positiva era la mejor manera de llevar las emociones
tumultuosas de Eve bajo control.
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Megan O´Brien [Wild]
—Te diré algo— dijo Selene, acariciando a Eve en la espalda. —Vamos a dar un paseo
en estos momentos. Esta mañana. Juntas— Eve le dio una mirada de pánico.
—No creo que eso sea una buena idea— Ella hizo un gesto a la ventana en el cielo de
la mañana, apenas empezando a clarear. —Sigue estando oscuro. Tengo que ir a
trabajar pronto—
—El sol saldrá dentro de treinta minutos. ¿A qué hora entras a trabajar? — Dudando
sólo un momento, Eve dijo:
—Eso nos da tiempo de sobra para un corto paseo. No iremos lejos— Eve sacudió la
cabeza.
—Yo voto por quedarse en casa y hacer el amor de nuevo—Eso era muy tentador,
pero Selene necesitaba ayudar a Eve a superar sus temores persistentes. Es evidente
que Eve era un ser inteligente, lógico, una mujer autosuficiente, y la introducción de
miedo sin control en su vida ordenada la había sacudido a fondo. Incluso habiendo
conocido a Eve poco tiempo, Selene no podía soportar verla así.
—Oye— dijo Selene, agarrando la mano de Eve entre las suyas. —puedes hacerlo. Te
lo prometo. Estaré a tu lado. No vamos a ir a ninguna parte cerca de donde ocurrió.
Podemos permanecer en el borde del parque, si deseas. Si es demasiado intenso, nos
damos la vuelta—
—Vas a obligarme a hacer esto, ¿no?— Preocupada por entrar en una relación
completamente nueva, Selene sacudió la cabeza.
—No, si realmente no quieres. Pero vas a ser infeliz hasta que te enfrentes a este
miedo de frente. Y tengo muchas ganas de estar ahí para ayudarte a hacer eso— Los
ojos de Eve brillaban por la emoción. La mezcla de amor, afecto y entrega de Selene,
podía sentir la seguridad de que ella no había empujado demasiado duro.
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Megan O´Brien [Wild]
placer genuino a la cara de Eve. Ella tomó la mano de Selene, permitiéndose ser
arrastrada a sus pies, luego se juntó en un abrazo apretado.
Por el primer bloque, Selene sintió casi como si estuviera arrastrando a Eve contra su
voluntad. Eve se apoderó de la mano con fuerza, manteniéndose cerca al lado de
Selene y lanzando sus ojos alrededor como si anticipara peligro por todos lados. El
estado de miedo que Eve emanaba de sus poros casi asfixia a Selene con su intensidad.
No era fácil estar relajada ante tal temor fuerte e instintivo, pero era la única manera
para aliviar las preocupaciones de Eve. Estaba tan asustada como cuando ella había
visto a Eve Inmediatamente después de su ataque. Como si le leyera el pensamiento,
Eve dijo:
—Lo siento. Estoy siendo ridícula— Selene le apretó la mano, y luego pasó un brazo
alrededor de los hombros.
—No, no lo eres
—Céntrate en el hecho de que no estás sola en esta ocasión— Selene levantó la mano
de Eve a la boca, besando sus nudillos suavemente. —Yo nunca dejaría que nada te
suceda. En serio— Era un pensamiento aterrador, pero Selene quiso decir lo que dijo.
Durante años, permanecer oculta había sido su única prioridad. Pero ella no tenía
ninguna duda de que si se da la posibilidad de elegir entre cambiar frente a Eve para
salvarla o ver su dolor, ella se expondría a sí misma en un instante. Que alguien a quien
acababa de conocer ya podía significar tanto para Selene la puso nerviosa. A falta de
amenaza de muerte o daño físico, jamás quería que Eve conociera la verdad.
Sin lugar a dudas la revelación haría poner fin a su relación. Nadie quería estar con un
bicho raro, sobre todo, no con quien se convertía en un monstruo real bajo la luz de la
luna llena.
— ¿Estás bien?— Dijo Eve, dando a Selene una mirada de soslayo. Ella frotó el pulgar
sobre los nudillos de Selene. — ¿Dónde estabas?— Selene forzó a un encogimiento de
hombros indiferente.
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Megan O´Brien [Wild]
—En ninguna parte. Sólo pensando en lo mucho que me gustas— El último rastro de
la ansiedad se derritió de la cara de Eve.
A las siete y cuarto de la mañana, las calles estaban activas si todavía está tranquilo. Un
corredor se trasladó a propósito por la acera de enfrente, y un par de mujeres mayores
esperaban en la esquina la luz verde para cruzar. Selene observó a Eve adoptar la
normalidad de la situación. Ahora su respiración era calmada y controlada.
—Has paseado por esta ciudad, cientos de veces, ¿verdad? — Selene dijo
tranquilamente. —Una vez te sucedió algo malo. Y tal vez no pasees sola nunca más,
no en el parque. Pero esta sigue siendo tu ciudad. Él no se ha llevado esto de ti—
Asintiendo con la cabeza, Eve se mordió el labio y sus fosas nasales llamearon.
Hacer feliz a Eve fue la mejor cosa que había hecho nunca. Se agitó respondiendo a la
alegría en su corazón, un sentimiento de esperanza y promesa que había estado
ausente de su vida durante demasiado tiempo. Selene no quería perder esa plenitud
intensa en el interior, esta sensación de tener todo su ser entrelazado con otra alma.
Eve se apartó de su abrazo con una sonrisa trémula.
—El café suena bien— Sacudida por la profundidad de su sentimiento por Eve,
Selene corrió a la entrada y abrió la puerta. —Después de ti— Selene se quedó en
silencio al lado de Eve, mientras esperaban a través de la corta cola y ordenaron sus
bebidas.
Eve tomó su café negro, que no sorprendió a Selene. Cuando Selene se situó en
mostrador del azúcar vertiendo en su café, Eve le dio una sonrisa indulgente.
—La mitad del atractivo de ese pastel de anoche fue compartirlo contigo— Ella
colocó la tapa de nuevo en su taza de café y tomó la mano de Eve, caminando hacia la
puerta. —Pero sí, me encantan las cosas dulces— Cuando salieron a la acera, Selene se
inclinó para que nadie la oyera por casualidad. —Mi favorito es tu sexo— Eve se
ruborizó furiosamente, tomando un sorbo de su café mientras ella se aguantaba una
sonrisa.
—Vamos a pasear de regreso por el otro lado de la calle— Podía sentir cuánto amaba
Eve el Golden Gate Park y lo molesta que estaba por tener que asociarlo con el miedo
y la muerte, Selene la quiso ayudar a reclamar esa parte de su ciudad, también. —Por
allí hay mejores vistas— dijo, señalando a los altos eucaliptos que se cernían sobre la
acera, señalando el borde del parque. Eve apretó los dedos sobre Selene.
—Está bien— Cruzaron la calle en silencio, y Selene se colocó más cerca de los
árboles cuando comenzaron a pasear de nuevo. Seguramente podría defender a Eve, si
llegaba el momento, por lo que no estaba preocupada por su seguridad. Pero Eve se
sentiría más segura si no tuviera que preocuparse de alguien corriendo hacia ella desde
la maleza, como la última vez.
—Cuando yo era niña, mi padre solía llevarnos para los picnic al Golden Gate Park—
dijo Eve, quedándose cerca del lado de Selene. —Amaba el Lago Stow. Después de
comer nos gustaba tomar un barco, él, mi mamá y yo, y remar durante horas.
Hablando y riendo, sólo estar juntos como una familia— Sintiendo la melancolía
agridulce detrás de los recuerdos, Selene puso su brazo alrededor de Eve y la apretó.
—No, mi padre falleció cuando yo estaba en la secundaria. Fue muy súbita. Mi madre
y yo nos despertamos una mañana y lo encontramos muerto en el suelo del baño. Un
día saludable y se va al siguiente. La autopsia reveló que había muerto de un aneurisma
cerebral— La voz de Eve se mantuvo estable, pero Selene podía sentir su tristeza. —
Mi madre murió poco después de graduarme de la universidad, durante un robo en la
estación de gasolina que utilizaba frecuentemente. Según testigos, el hombre con la
pistola entró en pánico y comenzó a disparar. Estaba justo en el lugar equivocado en el
momento equivocado.
—Yo también— Eve aclaró su garganta y enderezó los hombros. —La muerte de mi
padre es en realidad lo que me hizo decidir convertirme en un patólogo forense. El
impacto de la muerte de alguien que amas, y sin saber por qué, es inimaginable. Me
gusta ser capaz de responder a las preguntas de las personas. Y ahora, con el trabajo
que hago para la policía, siento que también estoy honrando la memoria de mi madre,
ayudando a la captura y condena de los asesinos. No es que las respuestas o condenas
hagan que una pérdida duela menos— Había algo tan noble en como Eve había usado
su dolor personal que la llevara hacia una carrera que ayudara a aliviar el tormento de
los demás. Selene admiraba el deseo de Eve de retribuir casi tanto como envidiaba el
vínculo obvio que ella había tenido con sus padres.
—Lo estaba. Ellos eran probablemente todo lo contrario de lo que hubieras esperado,
la medida de lo que se plantearía un pragmático como yo. De mentalidad abierta,
espiritual, amantes de la naturaleza, que vivieron en el Haight durante los años sesenta,
sí que le da una idea del tipo de personas que eran— Riendo, Eve dijo: —Cuando yo
era pequeña me solían sacar al parque y sólo querían que fuera amable con la
naturaleza, me gustaba seguir lanzando una pregunta tras otra a ellos. ¿Por qué las
hojas cambian de color en el otoño?, ¿Los pájaros vuelan de noche? Ellos nunca
sabían las respuestas, y creo que ellos lo prefirieron así. Para ellos el mundo era
misterioso y mágico, que era exactamente lo que les gustaba. Yo en cambio, siempre
quise saber por qué y cómo—
— ¿Así que harshed la melosa?— Eve irrumpió en risas que hicieron a Selene feliz por
todas partes.
—Supongo que sí— miró hacia el parque, y Selene sintió su cuerpo relajarse un poco.
—A pesar de que siempre he sido el tipo fríamente racional, tener padres como ellos
fue un regalo. Ellos me enseñaron a apreciar la naturaleza y el universo de un modo
puramente emocional. Para reconocer que aunque hay cosas en el mundo que nadie
puede explicar, debemos estar agradecidos por las cosas, y por ese misterio. Sólo me
he dado cuenta en los últimos años cuánto valoro tener esa actitud. Me mantiene más
equilibrada de lo que muchos de mis colegas.
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Megan O´Brien [Wild]
—Sí— Eve agitó una mano hacia el parque. —Pasar tiempo en él me hace sentir más
cerca de ellos. Siempre me sentí segura, como un refugio. Esto es... es difícil— Selene
comprendió completamente la importancia del refugio lejos del ruido de la vida diaria.
Pasar de un lugar a otro, siempre requería estar cerca de la naturaleza. Incluso cuando
estaba en forma humana, la vista y olor de los árboles y la tierra húmeda la tranquilizó
de una manera que nada más lo hizo. Una vez al mes, su bestia interior es llamada
poderosamente por la naturaleza y si ella se escapara, lo más probable es que recorriera
millas para encontrarla, si es necesario. Sintiendo una extraña afinidad con Eve, Selene
murmuró:
—Nunca supe de mis padres biológicos. Una pareja en Italia me adoptó cuando tenía
cuatro años de edad. Pero yo... Los perdí, también. Cuando tenía dieciséis años—
Esperaba que Eve no preguntara por los detalles, porque no quería mentir. Pero no
podía posiblemente decirle a Eve que sus padres la habían repudiado después de que
ella asesinó a las ovejas de la familia. —No importa cuánto tiempo hace que ocurrió.
Todavía duele, ¿verdad?— Eve asintió con la cabeza, levantándose de puntillas para
besar la mejilla de Selene.
—De acuerdo— Una llamada distintiva cortó a través de la quieta mañana y Selene
paró, buscando entre las ramas por encima de ellas, hasta que descubrió la fuente.
—Eve, mira— Señaló el gran pájaro posado en un árbol justo por delante de ellas. —
Un halcón de Cooper. ¿No es magnífico? — Eve entornó los ojos por un momento,
luego se iluminó.
—Lo veo—
— ¿Sabías que el noventa por ciento de las especies de aves son monógamas? —
Selene notó el modo que la boca de Eve se movió nerviosamente y el evidente placer
que parecía derivar de este hecho. —Algunos pájaros tienen compañero sólo por una
temporada, o incluso temporadas consecutivas, pero la mayoría de los halcones de
Cooper aparean de por vida
—Me gusta eso— dijo Eve. —Me pregunto dónde está su compañero— Selene tocó
la espalda de Eve.
—Sabes mucho acerca de las aves— Eve se puso en silencio a su lado, viendo el
halcón mientras gritaba de nuevo. Ya no preocupada por estar tan cerca del parque,
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Megan O´Brien [Wild]
—Debí haberlo adivinado, de tus fotos— El halcón voló a lo lejos de repente, dejando
la vista fija en el árbol vacío. —Debemos probablemente seguir avanzando — dijo
Eve. —Tengo que ir a trabajar pronto— Selene trató de reprimir su decepción siendo
separada, pero sabía que había fallado cuando los ojos de Eve brillaban con simpatía.
—Yo sé lo que estás pensando— dijo Eve empezando a caminar de nuevo. —Pasar el
día en la cama sería mejor
—Pasar el día contigo sería mejor— Selene frotó la mano sobre el lado de Eve,
deleitándose con su calor. — ¿Cuándo puedo verte otra vez?
Debería haberla asustado, tan rápido cerca de ser una ermitaña a estar desesperada por
la compañía de Eve, pero ahora se sentía demasiado bien como para insistir en las
dificultades inevitables implicadas en tener una relación. Por no mencionar el peligro
de preocuparse por alguien que sin duda estaría horrorizado por lo que era.
— ¿Sí? —
—Sí— Se encendió la luz en la esquina y Selene les llevó a través de la calle, de vuelta
a su puerta. —No puedo esperar—
—Yo tampoco— Cuando llegaron al porche de Selene, Eve detuvo a Selene antes de
que pudiera abrir la puerta, iniciando un profundo, apasionado beso. Después de unos
momentos se separó, jadeando pesadamente. —Me lo pasé de maravilla, Selene.
Gracias por ese paseo— A Eve no se le hacía fácil decir adiós. Apretando los dientes
contra el deseo ardiente que golpeó a través de sus venas, Selene dijo:
—Llámame si necesitas algo. Lo que sea— La mirada que Eve le dio era positivamente
traviesa.
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Megan O´Brien [Wild]
—Lo que necesito no sería apropiado para una llamada de teléfono en el trabajo—
Exhalando de prisa, Selene dijo:
—Ve a trabajar antes de que te tire dentro y recibas lo tuyo de nuevo— Eve sonrió,
claramente complacida de ser la causante de tal reacción. Por un momento, pareció
como si estuviera pensando en aceptar la invitación de Selene, a continuación, se
dirigió a su coche con un balanceo en su paso.
—Yo salgo entre las cinco y las seis. Voy a estar aquí a las seis y media de la tarde
cómo máximo—
—Voy a estar esperando— Por eso, Selene pensó contar los segundos. Cuando vio a
Eve entrar en su coche y alejarse de la acera, se inclinó contra la puerta de su casa con
un profundo suspiro. Estaba en un gran problema.
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Capítulo Once
Más tarde, en el trabajo, Eve estaba dolorida, agotada, y más feliz de lo que había
estado en mucho tiempo. Tal vez nunca. Se sentó en su escritorio con el expediente de
la víctima del Golden Gate Park extendido a su alrededor, finalizando su informe
forense, con una sonrisa en su rostro. El sentirse bien carecía de sentido cuando ella
acababa de pasar la última hora mirando la escena del crimen con fotos de una mujer
que podría haber sido asesinada por el mismo hombre que la había atacado, pero muy
poco tenía sentido en estos días. Las pasadas doce horas con Selene habían desafiado
la lógica del todo, sin embargo, Eve no había dejado de disfrutar de cada segundo de
ella.
—"Toc, toc"—. Eve miró por encima del hombro y saludó a Jac, que estaba justo
entrando por la puerta del laboratorio.
—Hey, tú—
— ¿Qué pasa? —
—Sólo dando los toques finales a tu informe forense— dijo Eve. Su voz sonaba
alegre, ¿verdad? Jac definitivamente captó eso. Eve nunca fue tan alegre, incluso en sus
mejores estados de ánimo. —Estaré contigo en un momento—
—Gracias— dijo Jac cuidadosamente. Se acercó a la mesa de Eve y dio una mirada de
soslayo.
—Pero yo quería decir ¿qué pasa con el carácter alegre? Estás… brillante— La cara de
Eve se calentó. Jac era detective por una razón, por lo que no podía tratar de ocultar
su alegría.
—Tuve una buena noche, eso es todo— Miró a Jac. — ¿No puede una chica ser feliz?
—
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Mandujano. Ella se negó a admitir que había pasado toda la tarde de ayer y anoche
haciendo el amor con alguien que acababa de conocer.
—Caramba, gracias—
—Al parecer, lo hace— Jac dobló los brazos sobre el pecho, con claridad esperando
por más.
— ¿Quién es ella? —
—Huh— Estirando el cuello para cumplir con los ojos de Eve, Jac le guiñó un ojo.
— ¿Es así?— Jac tomó el archivo y se lo metió bajo su brazo, sin mirarla.
Obviamente, se encontró con la vida personal de Eve más fascinante que algo tan
trivial como la resolución de un asesinato. — ¿Dijiste que la encontraste en el parque
por la mañana? — Eve suspiró.
—Estoy tratando de decidir por qué la policía de repente me pregunta sobre esto—
—Porque me preocupo por ti— dijo Jac. —Y yo quiero saber. ¿Qué está haciendo
Selene en el Golden Gate Park tan temprano en la mañana? —
—Lo mismo que yo, supongo— El estado de ánimo de Eve se fue rápidamente
desinflando. —Jesús, Jac. ¿No puedes estar contenta de que estoy feliz y seguir
adelante?— Mirando sólo ligeramente disgustada, Jac puso una mano sobre el hombro
de Eve y apretó.
—Un policía—
—Sí, bueno…— Eve puso su silla hacia atrás y se levantó, con ganas estar a nivel de
los ojos con Jac. Se hizo más fácil para imponerse. —Lo aprecio. Pero esto es una
especie de algo nuevo, así que prefiero guardármelo para mí por un tiempo
—Lo entiendo— dijo Jac. —Lo siento— Ahora Jac apareció completamente
disgustada. Eve se suavizó.
—Cool— Jac disminuyó en una amplia sonrisa, la que siempre redujo a Eve a jalea
cuando estaban juntas.
—Así que realmente quise preguntarte si querías cenar conmigo esta noche. Pensé que
podía hacer tu favorita. ¿Fajitas de pollo? —
— ¿Yo voy a una cita y de repente quieres cocinar la cena para mí?— Eve se rió entre
dientes para cubrir su incertidumbre acerca de los motivos de Jac. Ella no había estado
en casa de Jac para la cena desde la ruptura. Su tiempo fue sospechoso, por decir poco.
— ¿Es eso lo que está pasando aquí? —
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Megan O´Brien [Wild]
—Yo tenía la intención de pedirte cenar antes de enterarme que saliste con alguien—
dijo Jac —se acaba de presentar una para mí, ¿recuerdas? —
— ¿Por qué ahora? Destruida durante casi un año y, ¿de repente quieres ponerte
acogedora otra vez?— Jac le dio una mueca de dolor.
—Mira, sé que hemos tenido algunas asperezas a veces. Pero lo que le sucedió en el
parque… realmente me hizo pensar. Acerca de lo mucho que significas para mí. Cómo
estaría perdida si algo te hubiera sucedido— Llegando a su mano, entrelazó sus dedos
y tiró de Eve más de cerca. —Sólo estoy pidiendo una cena, Eve. Eso es todo. Yo
deseo pasar tiempo contigo— los ojos marrones de Jac eran amplios y sinceros, pero
ya no atrajo a Eve —Mierda, solíamos ser las mejores amigas. Y sé que estropeé todo,
pero… eso no significa que no te siga necesitando en mi vida— La cólera llameó en el
estómago de Eve, que se extiende por su cuerpo como fuego incontrolable, luego
consumiéndose rápidamente. Durante meses había luchado sobre su ruptura, ¿y ahora
Jac quería volver a encender algo? No creyó durante un segundo que Jac sólo fuera
tras la amistad. La mirada en los ojos de Jac era familiar. Eve no lo había visto desde
que se convirtieron en amantes, y le echó el lazo. Ahora que por fin había terminado
con Jac, ¿Era digna de deseo una vez más? ¿Por la emoción de la caza?
—En realidad, tengo otra cita de esta noche— Eve trató de sonar casual, pero sabía
que acababa de caer una bomba. —Pero gracias de todos modos— Jac parpadeó.
— ¿En serio? ¿Dos noches seguidas?— Ella no estaba ni siquiera tratando de ocultar
su falta de entusiasmo. —Wow—
—Estoy segura que has visto mujeres dos noches seguidas— dijo Eve. —Tal vez no la
misma mujer, seguro— Jac se tensó, pero en seguida relajó sus músculos.
Abrió la puerta del laboratorio, y se apresuró a entrar, sin detenerse, incluso cuando la
vio y a Jac encerrada en una mirada significativa, Eve se alegró por su ocasional
ineptitud social. Esta no era la primera vez que la había salvado de una conversación
que ella preferiría no tener.
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—Hola, pequeña— Brilló Wayne dando a Eve un entusiasta saludo de Spock con la
mano.
—Está bien— Exhaló Jac y puso una mano sobre su estómago. —Las cosas se puso
un poco demasiado real para mí aquí— Saludando a Eve, ella corrió a la puerta. —Te
veré más tarde, Eve— Echando un vistazo a Wayne, dijo, —Tú… Bueno, gracias por
eso
—"Adiós" — Él agitó alegremente hasta que Jac cerró la puerta detrás de ella.
Entonces rodó los ojos, mirando a Eve. —Espero que yo no leyera mal que querías
que se fuera— Eve se rió.
—Eso está en el manual. Por lo menos la última vez que lo revisé— Eve volvió a su
escritorio y se sentó. Ahora que Jac se había ido, estaba decidida a recuperar el buen
estado de ánimo que Selene le había dado. Su estómago revoloteó de sólo pensarla y se
quedó mirando fijamente la pared como si estuviera soñando.
— ¿Lista para nuestra autopsia de las once?— Dijo Wayne, sin molestarse en ocultar
su emoción. Él probablemente disfrutaba de la parte práctica de su trabajo un poco
demasiado, pero Eve lo entendía. Era mejor que el papeleo.
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Selene le había dado ese don, un retorno a la normalidad. Y también le había dado
algo mucho mejor de lo normal. Algo que definitivamente no era normal: la
posibilidad de torcer el alma, desafiar la razón, enamorarse locamente. Eve esperaba
ofrecerle a Selene algo, una pequeña parte de ese sentir maravilloso como retribución.
Al menos tenía la tarde entera para intentarlo.
— ¿Sabes que he tenido más sexo en las últimas cuarenta y ocho horas que todo el
resto de mi vida?— Selene miró por encima del hombro, teniendo los ojos de sus
panqueques, por primera vez desde que los había derramado. —En serio. Es
fantástico— Tarareando, Eve inclinó la cabeza y miró con nostalgia en las cimas de los
muslos musculosos de Selene. Eve no creería tal increíble declaración de la mayor
parte de mujeres tan hermosas como Selene.
—El sexo es sólo la punta del iceberg— Selene transfirió una tortilla de la sartén a un
plato, a continuación, puso la espátula sobre el mostrador. Pasó junto a la silla de Eve,
las caderas rodando en la visualización del movimiento más sensual que Eve había
visto nunca. —Eres fantástica— De rodillas junto a la silla de Eve, Selene le dio un
beso lento y húmedo. —Y creo que me estoy enamorando de ti— Dio un vuelco el
corazón de Eve. No porque ella no se sentía de la misma manera, ni siquiera porque
no había adivinado cómo Selene sintió. Si hubo dudas ayer en el trabajo, en las últimas
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dieciocho horas había borrado todas las dudas. Ella sólo estaba reaccionando al simple
choque de oír las palabras dichas en voz alta y, más que eso, creer en ellas.
—Yo también— le susurró Eve, acortando la distancia entre ellas para robarle un
beso. Manoseó abriendo los dos botones superiores de la camisa de Selene y deslizó su
mano en el interior. Ella rozó el pezón erecto de Selene, y de repente las tortitas eran
las últimas cosas en su mente.
—Podemos calentarlas— dijo Selene, una vez más exactamente en la misma longitud
de onda. Siempre parecía estar en sintonía, lo que las hizo estar juntas de una manera
fácil que nunca había estado con Jac. Eve gemía en sus besos.
—Un pequeño precio a pagar, creo. Por esto— Eve abrió la boca para contestar, pero
se detuvo cuando una persona llamó a su puerta. Tiró hacia atrás de Selene, que fue
inmediatamente cautelosa. Nadie llamó para entrar. Nadie la visitó tan temprano. Por
primera vez desde su paseo hasta la tienda de café del otro día, Eve sintió miedo del
hombre del parque. No era lógico que iba a llamar, pero eso no impidió que su
instinto de huida diera patadas en ella. Selene parecía recoger su malestar.
—Buenos días a ti también, cariño— Jac sostenía una familiar caja azul —Bagels.
Crema de queso. ¿Qué dices?
—Te digo que ya tengo planes de desayuno— dijo Eve, aun cuando Jac se introdujo
junto a ella en el apartamento.
— ¡Hey!— Jac se detuvo a sólo unos pasos dentro de su sala de estar. Sintiéndose
como si sus mundos chocaran, Eve se dio la vuelta y tragó en la visión de Jac y Selene
que se evalúan la una a la otra. Selene sonrió cálidamente.
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—Hola— dijo ella, cruzando la habitación y ofreciendo su mano —Yo soy Selene—
—Jac— Tomando la mano de Selene, Jac levantó una ceja y sutilmente escanea las
piernas desnudas de Selene. —Pido disculpas. No me di cuenta que Eve tuviera
compañía—
—En realidad, Jac tiene que salir— Jac se encogió de hombros lejos de la mano de
Eve.
—Ese es un acento fascinante, Selene. Insólito. ¿De dónde eres?— Aunque nunca la
expresión amigable de Selene vaciló, Eve sintió su malestar.
—Yo nací en Italia, pero he vivido en muchos diferentes lugares. Sobre todo en
Europa. He estado en los Estados Unidos por tres años—
—Europa— dijo en voz baja Jac. —Ah— Eve reconoció el tono de Jac. Ella pensó
que estaba en algo, cuando Eve no tenía ni idea de lo que podría ser. Lo único que
sabía era que Jac estaba convirtiendo una mañana excelente en algo insoportablemente
incómodo.
—Bueno, fue un placer conocerte— Jac dio a Selene una amplia, encantadora sonrisa
casi tan falsa como el sentimiento. —Ustedes disfruten de su desayuno—
—Sí, lo sé— murmuró Selene —Siento que tengas prisa— Incapaz de aguantar más,
Eve clavó las uñas en el brazo de Jac y la arrastró hasta la puerta. La abrió y la empujó
hacia el pasillo, Luego cerró la puerta detrás de ellas.
— ¿Qué demonios estás haciendo?— Eve dijo una vez que Selene no podía oír.
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—Maldita sea, chica— Jac alejó el brazo, frotándose en las marcas débiles. —Estás de
un mal humor sorprendente para alguien que, obviamente, tuvo otra muy buena noche
—Mi noche no es de tu incumbencia— dijo Eve con voz tensa. —Dejó de ser de tu
incumbencia en el momento que elegiste follarte a otras mujeres— La irritación brilló
en el rostro de Jac.
—Mira, yo no sé cuántas veces puedo pedir disculpas, o decir que he cambiado. Pero
esto, en este momento, no tiene nada que ver con eso. No tenía idea de que tendrías
compañía. Quería traer panecillos. Como tu amiga— Eve se obligó a calmarse.
Realmente no quería luchar con Jac. La adrenalina de su oleada de miedo ante el
sonido de los golpes de Jac habían alimentado su furia, y ahora ella sólo quería dejarlo
ir. Siguiendo adelante.
—Aprecio el gesto, Jac. Pero yo te dije que tenía una cita la noche pasada—
—Sí, bueno…— Eve se aclaró la garganta, sabiendo lo fuera de lugar que todo esto
era para ella. No era de extrañar Jac se sorprendió. Les había costado cerca de tres
meses la transición de la amistad a la intimidad. La idea de Eve durmiendo con una
mujer con tanta rapidez le parecía inconcebible. Antes de hace dos días, que había
sido. —Ella es especial. —
—Pude ver eso— Aun sosteniendo la caja de bagels, Jac se inclinó contra la pared,
adoptando lo que ella probablemente esperaba fuera una pose casual. —Bonita,
¿verdad?— Algo en el tono de Jac irritó a Eve.
—Ella lo es
.
—Entonces, ¿qué sabes de ella, en serio?
—No— dijo Eve con frialdad. La condescendencia fue el colmo — ¿Quieres ser mi
amiga, Jac? estás en hielo muy fino en estos momentos— Los ojos Jac se suavizaron.
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—Lo siento, Eve. Entiendo cómo debe parecer. Comienzas a ver a esta mujer y, de
repente, aquí estoy—
— ¿Quieres ser mi amiga? Vete. Permíteme terminar mis malditos panqueques con la
mujer que me ha hecho sentirme mejor conmigo misma en los dos últimos días de lo
que nunca hice— La terrible sensación por disfrutar del dolor de Jac no fue capaz de
ocultar a esa declaración, Eve se centró en la fea alfombra del pasillo y deseó que su
pacífica mañana volviera. —Sólo déjame tener esto, ¿de acuerdo? Por favor—
—Está bien— dijo Jac. Dio un paso hacia atrás, mirando afectada. —Yo Simplemente
no quiero que te lastimen— Eve no sabía si reír o llorar.
—No todas las mujeres me van a dañar, Jac. No como tú lo hiciste— Parpadeando
rápido, Jac dio la vuelta y se dirigió hacia la escalera.
Eve la vio marcharse, ya lamentaba lo que había dicho. Por mucho que odiaba los
celos de Jac, en realidad no tenía dudas de que Jac aun sentía mucho cariño por ella. Y
que al menos algo de su preocupación venía de algo parecido al amor. Pero su tiempo
juntas había terminado, y había sido elección de Jac. Alterar el orden de las cosas así
como Eve había encontrado a Selene parece innecesariamente cruel. Eve espiró, luego
abrió la puerta del apartamento y caminó de regreso al interior. Selene se sentó a la
mesa de la cocina con las piernas cruzadas, mirando a la puerta. Cuando vio a Eve,
Selene se levantó de inmediato, con la preocupación grabada en su cara.
—Ella te molestó— dijo Selene. — ¿Estás bien?— Eve cruzó la habitación y cayó en
los brazos de Selene.
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— ¿Por qué? —
—Probablemente porque una mujer tan sexi está interesada en mí— Eve se encogió
de hombros para ocultar la incertidumbre que Jac había causado.
—Yo no lo sé. De repente, está celosa o algo así— Selene apretó sus brazos alrededor
de la cintura de Eve, pero no dijo nada. Suspirando, Eve se echó hacia atrás y miró a
los ojos de Selene.
—Me doy cuenta de cómo debe parecer esto. Pero las cosas se resolverán entre Jac y
yo, te lo prometo. Al menos en lo que a mí respecta— Odiaba la vaga molestia en el
rostro de Selene, Eve se juró no dejar a Jac estropear algo como esto otra vez. Jamás le
perdonaría Jac si lograra asustar a Selene. —No estoy interesada en cualquier juego
que está jugando—
—No estoy preocupada por eso— dijo Selene suavemente, y a pesar de la inquietud
persistente Eve podía sentir la emanación de ella, Eve la creyó. —Simplemente no me
gusta saber que ella te molesta—
—Me he pasado el año anterior liberándome de una gran cantidad de dolor que ella
causó— Por mucho que odiaba Eve hablar de Jac con Selene, merecía saber en qué se
estaba metiendo. Es evidente que su historia se deslizaba en su relación con Selene aún
si ella quería o no. —Ella me engañó. Mucho, creo. Sé que nunca era exactamente lo
que quería en la cama, así que…— Eve se ruborizó y miró hacia el suelo. —Me hizo
sentir como si yo no fuera suficiente para ella, pero ahora que puedo encontrar a
alguien que parece querer lo que tengo que ofrecer…
—Supongo que sí— Eve no sabía qué hacer con el comportamiento de Jac. ¿Jac
realmente quiere volver? ¿O simplemente no quería verla pasar? —Me está
fastidiando—
—Parece que se da cuenta de que fue una tonta al romper tu corazón— Selene tocó la
mejilla de Eve con el dorso de la mano. —Aunque no puedo decir que siento que
perdiera su oportunidad— Eve frunció el ceño.
—Odio esto. La última cosa que quise era exponerte al drama de la ex novia. Al
menos no desde el principio— Haciendo una mueca por lo que implicaba sus
precipitadas palabras, Eve dijo: —No quiero ser presuntuosa. Sobre la vida útil de esta
cosa, quiero decir— El placer obvio de Selene ante sus palabras atrajo a Eve, la hizo
sentirse rodeada de amor.
—No estás siendo presuntuosa. Y en cuanto al drama… Soy una chica grande. Puedo
manejarlo— Sus labios encontraron el cuello de Eve de nuevo. —Nada me alejará de
ti. Te lo prometo— Eve inclinó la cabeza, dando un mejor acceso a Selene.
—Esto me está haciendo sentir mejor— murmuró. —Eres tan buena en eso. Haces
todo mejor—
— ¿Entre otras cosas?— Selene retrocedió, sus ojos brillaban. Sus manos encontraron
las caderas de Eve, conduciéndola hacia atrás hasta de sus piernas golpearon el sofá.
Tirando de los pantalones del pijama de Eve, Selene deslizó una mano dentro y la
ahuecó entre las piernas. — ¿O necesitas un recordatorio?
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Capítulo Doce
Habían pasado dos semanas desde que Kevin tocara a la Dra. Eve Thomas. Dos
semanas desde que la sujetó en el suelo y presionara los pulgares en su garganta. La
hizo rogar y temblar, reduciéndola a una patética sombra de la profesional competente
que pretendía ser. Había pasado exactamente catorce días, y Kevin quería hacerlo de
nuevo.
Pero esta vez anhelaba ir más lejos. Golpearla en la cara hasta que ella gritara. Cortarla.
Tal vez incluso llegar hasta el descaro de su violación. No debido a que se rebajó en
ese tipo de cosas, sino porque sabía que iba a asustarla. Y, Cristo, ¿cómo su miedo le
alimentó como nada lo hizo?
Él la quería, punto y aparte, porque ella era simplemente la mujer más fuerte, más
competente que jamás había conocido. Y sin embargo, podía reducirla a una masa
temblorosa de carne. ¿Qué podría ser más emocionante? Así es que cambiaría su plan.
Nada lo detenía, de verdad. Nada, excepto sus propias expectativas. No importa qué,
no la iba a matar todavía. La expectación era demasiado deliciosa. Una vez que la
matara se terminaría.
Él tendría que venir con un nuevo juego. Y en este momento, no podía pensar en otro
adversario que quisiera derrotar. Así que va a tener esto siempre y cuando pueda. En
primer lugar iba a matar a otra mujer para que ella la examine, pero luego tal vez,
pagaría la buena patóloga forense con una visita. Tocarla otra vez. Dejándola con su
miedo. Quería destruirla mentalmente por lo que nunca iba a poder derrotarlo con la
ciencia, la fría lógica con la que atrapó a Charles Dunning. Sólo porque él no siguió el
Plan original, sólo porque sirvió a sus bajos deseos, no sería descuidado. No daría un
paso en falso. Él podía hacer lo que jodidamente quisiera. Y lo que más anhelaba en el
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mundo, hasta más que ser intocable, era aterrorizar a Eve Thomas haciéndola vivir el
infierno. Así que lo haría.
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Capítulo Trece
Cuando el teléfono de Selene sonó a las cinco y media de un jueves por la tarde a sólo
un poco más de la mitad del ciclo lunar, sabía inmediatamente que estaba en
problemas. Era Eve, y estas llamadas telefónicas se habían convertido en un ritual
diario. El estómago de Selene saltaba con alegría de que Eve hubiese terminado en el
trabajo y que estarían juntas pronto. Sin embargo, había una molesta preocupación en
la parte posterior de su mente, la conciencia siempre presente que dentro de poco
vendrían las noches que no podían estar juntas, hasta tres noches, si Selene realmente
quería jugar a lo seguro. Incluso si no se viera obligada a cambiar el día antes y después
de la luna llena, su tirón por lo general, la afectó por unas sólidas setenta y dos horas.
Eve sin duda se daría cuenta de que estaba más caliente de lo habitual. Dar con una
excusa para estar lejos de Eve, incluso por una noche sería bastante difícil. Sobre todo
con Eve cuando se había convertido en la mejor parte de su vida. Selene simplemente
no quería que estuvieran separadas. Tomando el teléfono, dijo:
—Hola, cariño
—He estado pensando en ti todo el día— Selene se calentó por la felicidad que
brillaba a través de la voz de Eve.
—Simplemente deberíamos acordar que no necesitamos fingir que podría decir no—
El corazón se alzó ante la idea de estar juntas otra vez, Selene tomó una respiración
para estabilizar la necesidad de contener su emoción. Eve hacía muy difícil actuar bien.
—Por supuesto que quiero pasar el rato. Siempre. A todas horas— Eve se rió.
— ¿Has estado alguna vez en el cine Castro? ellos ponen películas antiguas.
—No— Selene no podía recordar la última vez que había ido a una sala de cine.
Había sido una adolescente, luego, antes de su primera transformación obligada. Una
vez que ella se había ido a la clandestinidad, no era tentador estar en una habitación
llena de gente, rodeada por otras personas. Pero ahora que estaba con Eve, haciendo
algo tan dolorosamente normal como ir al cine la intoxicó.
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— ¿Qué ponen? —
—No sé—
—Es una de mis favoritas. Es todo… fantasía, romance, humor. Es la tragedia de dos
amantes, separados por una maldición— El entusiasmo de Eve tomó la decisión de
Selene por ella.
— ¿Sí? —
—Me encantaría ir a una cita contigo— Riéndose entre dientes, Eve dijo:
—Supongo que esto es como una cita, ¿eh? Nuestra verdadera primera cita—
— ¿Te refieres a salir y hacer algo divertido, luego llegar a casa y tener sexo?— Selene
estaba segura donde la velada tendría su fin, en la cama. —Yo estoy dispuesta si tú lo
estás—
—Condenadamente cierto— dijo Eve. —Mira, estoy a unos cinco minutos de tu casa.
Si puedes estar lista rápidamente, podríamos comer algo ahora mismo. Eso nos debe
dar el tiempo justo para ver la película— No se podía creer que esta era su vida ahora,
Selene sacudió la cabeza cuando luchó contra la alegría que cruzaba su cara.
—Eso suena perfecto. Me voy a lanzar directamente a mis zapatos y te espero fuera
—Impresionante— Ella podía oír la anticipación de Eve en su voz. —Te veo pronto.
Las cosas iban tan bien con Eve que odiaba mover el bote. Con una semana y media
hasta la próxima luna llena, tenía que encontrar la manera de hacer malabares con una
novia y su transición por primera vez. Definitivamente ponía un freno a la emoción de
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las citas, pero Selene no dejaría ser derribada esta noche. No cuando estaba a punto de
salir y divertirse como una persona normal. —Una película— murmuró Selene. —
Mírame—
Derramándose la concurrida la salida del cine Castro en las aceras horas más tarde,
Selene no podía creer lo que acababa de ver. Dejó que Eve eligiera una película que
tan de cerca hacía alusión a la doble naturaleza de Selene. Como resultó, Lady Halcón
fue una película de fantasía acerca de una pareja de enamorados separados debido a
una maldición: durante el día ella se transformaba en un halcón, y antes de la noche él
cambiaba en un lobo. En consecuencia, nunca podían estar juntos como seres
humanos, al menos no hasta el final de la película.
— ¿Estás bien?— Le preguntó Eve mientras caminaban por la calle hacia el coche.
Selene ahogó una risa avergonzada. No era alguien que se emociona con las películas
con facilidad, pero había vertido lágrimas por su rostro en el momento en que los
amantes llegaron a estar juntos. La idea de que un final feliz podría ser posible incluso
en la más imposible de las circunstancias definitivamente la movió e hizo su propia
situación mucho más dolorosa. Porque la vida real no era una película. Y aunque la
idea de un personaje de ficción que se convirtió en un halcón o un lobo encantó a
Eve, Selene dudaba de que fuera tan comprensiva acerca de que su propia novia fuera
capaz de cambiar a cualquiera a voluntad. Menos aún sobre el hecho de que una vez al
mes Selene se convierte en un monstruo que no podía recordar sus actividades
nocturnas al día siguiente.
—Debe ser esa época del mes— mintió Selene. —Estoy un poco emocional.
—Creo que es dulce— Selene estrechó la mano a Eve, enredando sus dedos juntos
mientras paseaban por la acera. —Es una hermosa historia, ¿no? —
—Sí— Vacilante, Selene trataba de decidir si quería ofrecer una explicación de por qué
la película la había tocado tanto. Eve parecía contentarse atribuyéndoselo a las
hormonas y a una buena historia, y era probablemente lo mejor. Pero a pesar de su
necesidad de mantener el secreto, Selene anhelaba una conexión más profunda con
Eve. Ella quería que Eve entendiera tanto como fuera posible, aunque Selene nunca
podría decirle mucho. —Es sólo tan triste. Al no tener ningún control sobre su vida y
su cuerpo, al punto de que no puedes disfrutar del amor que has logrado encontrar
con otra persona…— Consciente de que estaba a punto de romper una vez más,
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Megan O´Brien [Wild]
Selene forzó una sonrisa tímida. —Me alegro de que fueron capaces de estar juntos al
final—
—Yo también—
Exhalando con voz temblorosa, Selene se limpió los ojos con la mano libre.
—No soy por lo general así de cursi— Le dio a Eve una mirada de soslayo. —Debe
ser consecuencia de todos estos nuevos sentimientos que has inspirado— Eve se
ruborizó, parando en frente de su coche.
—Me gusta—
—Eso es un alivio— Selene pasó el brazo alrededor de Eve y la sostuvo con fuerza.
Después de soportar dos horas de añoranza torturada y cambios de forma que se
asemeja demasiado cerca a la realidad, estaba lista para llevar a Eve a casa y perderse
en el placer físico.
No tenía nada que ver con el sexo y todo que ver con la forma en que Eve hacía sentir
a Selene. Cómo valía la pena amarla. Cómo podrían ser de alguna manera normales
juntas, aún si Selene no pudiera completamente entender cómo podría hacer para que
esto funcionara. Pronto Selene tendría que encontrar una excusa para mantener a Eve
lejos durante su próxima transformación. Y después de eso. Y justo después de eso.
No sería fácil, pero tenía que hacerlo. La vida real no es una película, y Selene no tenía
idea de si un final feliz era posible para su relación con Eve. Pero tenía que tratar de
hacerlo realidad.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Catorce
Mentir nunca había llegado naturalmente a Selene. Hasta que tuvo dieciséis años, ella
no había querido o necesitado cultivar la habilidad. Amaba a sus padres adoptivos y en
general era una buena chica. Pero la noche de su primer cambio, incontrolado —
cuando había matado aquellas ovejas — mentir de repente se convirtió en necesario
para la supervivencia. Esa noche perdió todo lo importante para ella: su casa, sus
padres adoptivos, su novia. Su inocencia. Ganó la aguda conciencia que incluso ante
las personas que le profesaban su amor, nunca sería aceptada su verdadera naturaleza,
por lo que con el fin de seguir con vida, tuvo que aprender a ocultarse a la vista. Eso
significaba convertirse en una maestra del engaño.
Quince años de práctica habían hecho a Selene muy buena en la vida en las sombras.
Sostuvo relación con servicios de escolta, hizo contratos de trabajo para diseño gráfico
con numerosos empleadores, y mantuvo un apartamento en una de las ciudades más
grandes en los Estados Unidos, sin dejar que cualquier persona supiera quién o qué era
en realidad. Para una niña que había sido incapaz de vender incluso la más razonable
verdad a medias, como un adulto Selene se destacó en guardar secretos y engañar a la
gente. A ella no le gustaba decir mentiras. Todavía la ponía nerviosa, sin mencionar la
culpabilidad.
A pesar de que era buena en ocultar ésa confusión emocional a la mayoría de la gente,
no sería capaz de ocultarlo a los ojos de Eve. ¿Cómo iba a mentir a una mujer que
sentía lo que ella sentía, una mujer que ya había capturado su corazón, que le había
demostrado lo que era sentirse amada? No sólo mentir, sería difícil, sino que Selene
también simplemente no quería hacerlo. Ella sabía cómo Eve sentía acerca de la falta
de honradez — cómo la confianza rota había sido el meollo de sus problemas con Jac
— y temía la idea de comenzar por ese camino con la mujer que se había convertido
rápidamente tan esencial como el aire que respiraba. Aun así, tenía sólo una semana,
hasta la próxima luna llena. Eso significaba que se estaba quedando rápidamente sin
tiempo para llegar a una buena historia que le evitara estar juntas esa noche. Tenía que
trabajar en quedarse calmada cuando le dijera esa mentira. Tenía que creerla. De lo
contrario Eve sentiría su falta de honradez tan seguro como ella sintió todo lo demás
que Selene sentía.
Odiándose a sí misma, Selene colgó su llamada al servicio de escolta que había estado
utilizando durante el último año y medio. Acababa de arreglarlo para una chica nueva,
alguien que pudiera hacer nudos a su satisfacción. Escapar como su bestia, ya no era
una opción esta vez no, cuando no estaba segura de quién o qué puede buscar en su
forma más primitiva, ahora que había encontrado a una compañera. Selene sintió a
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Megan O´Brien [Wild]
—Siempre
—No, yo estoy muy bien— Selene tiró a Eve en sus brazos. Su conexión estalló en el
fondo de su pecho, calmando sus preocupaciones y reenfocándola en lo que era
importante. Esta mujer. Tenía que hacer todo lo necesario para mantener a Eve, y si
eso significaba mentir, entonces que así sea.
— ¿Estás segura?— Eve puso una mano en la parte posterior de la cabeza de Selene y
la abrazó, volviendo la cara para que sus frentes se tocaran. —Porque es como si
pudiera sentir las cosas, ya sabes. Suena ridículo, pero contigo… Yo no lo sé. Supongo
que eres fácil de leer— Riendo con timidez, Eve dijo: —Siento cosas— Selene puso
hasta la última gota de su concentración en no reaccionar ante la confesión de Eve.
Ella sabía que tenían un vínculo empático, pero Eve no lo sabía. Científica como era,
lo más probable es que Eve ni siquiera creyera en tal concepto. Y sin embargo, aquí
estaba Eve, bordeando al filo de articular lo que había entre ellas que hacía su química
tan explosiva.
—Sólo te echaba de menos— dijo Selene en voz baja. Se olvidó de cualquier idea de
tratar de vender a Eve una historia sobre la noche de la luna llena. La intuición de Eve
sobre sus sentimientos la asustó y ella no quería arriesgar su vínculo recién formado.
Todavía no, de todos modos. —Me siento mucho mejor ahora.
—Bueno— Eve se rió cuando las manos de Selene encontraron su culo, acariciándolo
con suavidad. — ¿Deberíamos cenar? Podríamos pedir una pizza.
—Se me ocurre algo que preferiría comer— le susurró Selene al oído de Eve.
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Megan O´Brien [Wild]
—Parece que sí—Eve lanzó la cabeza hacia atrás y silbó cuando Selene deslizó su
mano por la parte delantera de sus pantalones, en sus bragas, los dedos encontraron el
calor húmedo por instinto, luego empujó entre sus pliegues.
—Confía en mí, no me quejo— Selene trabajó con un solo dedo en el interior de Eve,
deleitándose en el calor apretado de su sexo. Amaba la forma de como Eve se
apretaba abajo a su alrededor, la manera en que sus dedos se hundían en los hombros
de Selene, como estaba desesperada por estar más cerca. — ¿Qué tal si vamos al
dormitorio y te preocupas por la cena más tarde?— Eve mordisqueó la oreja con los
dientes afilados.
—Me convenciste— Selene sabía que estaba mal distraerse de la tarea necesaria por
iniciar el sexo, pero la seducción no fue un movimiento puramente astuto. Hacer el
amor era mejor que mentir a la mujer que adoraba, sin duda, pero Selene simplemente
no podía dejar de tomar a Eve físicamente, una y otra vez. La atracción emocional
entre ellas era tan intensa que la única forma de aliviar la dulce agonía fue a través de la
liberación sexual. Aunque esto sólo ofrecía un alivio temporal del deseo desesperado
por Eve que constantemente vibraba por las venas de Selene. Mentir podía esperar.
Esta noche disfrutaría de Eve mientras que todavía tenía la oportunidad.
Alguna vez en el medio de la noche, el teléfono de Eve sonó. Gimiendo, ella abrió los
ojos y tomó el encendido y vibrante objeto, con la esperanza como el infierno de que
no estaba siendo llamada para examinar un cuerpo. Después de horas de actividad
física extenuante con Selene, la idea de arrastrar el culo de la cama a la escena del
crimen fue espectacularmente poco atractiva. Por lo general, las llamadas nocturnas
eran a Wayne, quien valoraba un buen cadáver mucho más alto que al sueño. Eve miró
la pantalla. Ella no reconoció el número. Recogiéndolo, murmuró — ¿Hola? —
Silencio — ¿Hola?— Dijo Eve de nuevo. Ella sacó el teléfono de la oreja para
comprobar que la persona que llama no había colgado. Cuando vio que la conexión
todavía estaba activa, se llevó el teléfono a la oreja y escuchó. Oyó el más leve rastro
de ruido de la calle, y luego un pitido que señalaba que la persona que llamase había
desconectado. —Bonito.
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Megan O´Brien [Wild]
—Bien— Selene deslizó su mano entre las piernas de Eve y la ahuecó suavemente. —
Yo tampoco. No importa lo mucho que lo deseo— Eve cerró los ojos y suspiró.
—Porque lo eres— Eso era lo increíble de estar con Selene. Por primera vez en su
vida, Eve creyó en su propia deseabilidad. ¿Cómo no podía? El timbre del teléfono
celular de Eve le arrancó del sueño una vez más.
—Déjame en paz— musitó Eve. Pero ella extendió la mano y pasó su pulgar a través
de la pantalla para responder de todos modos. — ¿Hola?
—Yo siento despertarte— dijo Jac —Pero estoy de pie junto a un cadáver muy
reciente que debes examinar— Eve se quejó
—No, Eve. Necesitas examinar éste— El tono sobrio de Jac arrancó a Eve
completamente del sueño.
— ¿Qué es?
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Megan O´Brien [Wild]
—Así que estamos buscando al asesino del Golden Gate Park?— Eve miró como
Selene se incorporó en la cama, dándole una mirada de preocupación que envió el
miedo rodando a través del estómago de Eve.
—Creo que es definitivamente una posibilidad— Jac se aclaró la garganta. —Hay otra
cosa.
—Dime.
—Bueno, estoy de pie en un callejón a una cuadra de tu apartamento— Una astilla fría
de temor perforó la garganta de Eve, lo que le dificultó la respiración. Inmediatamente
el brazo de Selene fue alrededor de ella, fuerte y cálido y de algún modo capaz de
barrer con su inquietud en una forma que desafiaba la lógica. Eve se enterró en Selene,
ávida de consuelo.
—Está bien— Eve colgó y exhaló, dejando caer su cara en sus manos. Ahora solo no
se agotó, sino también se asustó, porque probablemente no era una coincidencia. El
mismo MO que la víctima en el parque, y que sólo se encuentra a una cuadra de su
apartamento. Eve era una gran creyente en La navaja de Occam: la explicación más
sencilla es probablemente la correcta. Y el escenario más probable en este caso es que
estaban mirando una nueva víctima del mismo asesino del parque Golden Gate, que
casi sin duda sabía dónde vivía Eve.
— ¿Él mató a otra?— La voz se ahogó con el temor, Selene irradió inquietud.
—Parece que sí— Eve encendió la pantalla en su teléfono de nuevo para comprobar
la hora. Cuatro de la mañana. Las tres horas de sueño que había logrado tener después
de la última llamada telefónica tendría que ser suficiente. —Lo siento, yo tengo que ir.
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Megan O´Brien [Wild]
— ¿Dónde?— Selene apretó su brazo alrededor de Eve. —Deja que te lleve— Eve
trató de guardar su calma en la cara justo cuando sus tripas se arremolinaran.
—Ella fue abandonada a una cuadra de mi casa. Y deberías volver a dormir. Voy a
estar bien— Eve esperaba que sonara con más confianza que se sentía. —Jac está allí.
El lugar será un hervidero de policías, la verdad. Va a ser el lugar más seguro en la
ciudad— Selene echó hacia atrás la colcha y se levantó, encendiendo la lámpara en su
mesita de noche.
—Tienes miedo. Puedes ocultarlo todo lo que quieras, pero sé que esto te ha asustado.
Por favor, déjame estar contigo. Déjame que te proteja— La idea divertía a Eve.
Selene era muchas cosas, el principal entre ellas una fuente de consuelo, pero la idea de
su amante, pudiera gentilmente ofrecer protección física era casi risible. Sin embargo,
la determinación en los ojos de Selene le dijo a Eve que ella iba a morir intentándolo.
—Está bien— Eve tocó la mejilla de Selene, maravillada por la forma en que su miedo
se disipó cuando Selene aceptó la caricia. —Gracias— Selene rizó su mano alrededor
de la parte posterior del cuello de Eve, atrayéndola en un beso lento.
—Yo siempre estaré aquí para ti. Te amo— El corazón de Eve tartamudeó, y luego se
sacudió a toda marcha. Selene asustada ligeramente, retrocedió a considerar a Eve con
ojos serios. Ahora se veía aterrada, como si comprendiera el enorme peso de sus
palabras y honestamente no tenía idea de cómo iba a reaccionar Eve.
Eve abrió la boca pero no salió nada. No importa cómo las cosas habían sido de
perfectas entre ellas, sin importar cuán intenso sus sentimientos eran, nunca había
imaginado oír a Selene decir esas palabras tan pronto. Con cualquier otra persona, lo
habría encontrado ridículo. Después de todo, ¿cómo puede alguien enamorarse en
menos de tres semanas? Improbable como era, Eve lo comprendió, también.
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Megan O´Brien [Wild]
—Te amo, también— Selene levantó la cara, dando a Eve una expresión de alegría
pura que casi la tiró a sus pies con su luminosidad.
— ¿Sí?—
Hace cinco minutos Eve había sido débil, con miedo. Ahora le devolvió la sonrisa fácil
de Selene. —Oh, sí.
—Bien— Selene le dio un rápido beso en los labios, y luego le dio unas palmaditas en
el trasero desnudo tímidamente. —Ahora vístete.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Quince
En el momento en que llegaron a la fila de vehículos policiales estacionados cerca de
un callejón a ni siquiera una cuadra del departamento de Eve, la euforia de la
declaración de amor de Selene se había desvanecido, dejando a Eve inquieta sobre lo
que traería esta escena del crimen. A pesar de que había visto algunas cosas terribles a
lo largo de su carrera —especialmente durante la caza del asesino en serie Charles
Dunning— Eve nunca había experimentado un temor como éste ante la posibilidad
de examinar un cuerpo. Muy por el contrario, de hecho. Por lo general, sentía un
sentido de propósito, hasta el entusiasmo de que podría ser capaz de ayudar a llevar
ante los tribunales a un asesino. Esta noche todo lo que se apoderó de ella era su
inquietud. ¿Por qué deshacerse de un cuerpo tan cerca de su apartamento, en una muy
transitada calle residencial? ¿Era simplemente casualidad? ¿O es que el asesino lo hizo
a propósito? Si él era el hombre que la atacó en el parque, tuvo su cartera. Eso
significaba que sabía dónde vivía. ¿Estaba enviando un mensaje? ¿La estaba
amenazando? Pero si quería hacerle daño, ¿por qué no sólo viene tras ella en su casa?
¿Fue porque no había estado en casa? Si no hubiera estado esta noche en casa de
Selene, ¿Jac estaría de pie sobre el cadáver de Eve ahora?
—Todo va a estar bien— Aparcando cerca a la acera, Selene puso una mano sobre la
rodilla de Eve. —Tú y Jac atraparán a este tipo. Lo sé— Eve asintió resueltamente.
—Esperemos que antes de que mate a otra— Lo que no dijo en voz alta era ''como a
mí''.
—Tienes razón— Tomando una respiración profunda, Eve exhaló, centrándose. —Es
hora de ir a averiguarlo— Selene la detuvo con una mano en la muñeca de Eve.
—Qué tal si me das unos minutos hasta que sepa qué estamos tratando aquí. Si parece
que va a tomar mucho tiempo, Te lo haré saber.
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Megan O´Brien [Wild]
—Puedo esperar tanto tiempo como sea necesario— Selene le dio una cabezada
valiente.
—No te preocupes por mí— Eve besó a Selene profundamente, luego se retiró con
una pequeña risa forzada. —Deséame suerte.
—Estoy bastante segura de que no la necesitas, pero buena suerte— Selene le indicó
fuera. —Ve a ser un súper inteligente resuelve crímenes, ¿lo harás?
—Sí, señora— Eve abrió la puerta del acompañante y salió, se encontró con la mirada
de Jac al instante. Jac quedó en la acera con los brazos cruzados sobre el pecho, una
mirada muy poco sutil en su rostro. Ella cambió su enfoque hacia Selene y frunció el
ceño más duro. Irritada, Eve cerró la puerta del coche y se acercó a Jac con los
hombros hacia atrás, pretendiendo proyectar confianza, por lo menos.
— ¿Vosotras pasáis todas las noches juntas ahora?— Jac echó un vistazo sobre el
hombro de Eve, disparando una mirada fría como el hielo en la dirección del coche de
Selene. Andando cerca de Jac, Eve bajó la voz por lo que ninguno de los policías
alrededor de ellos pudieran escuchar.
—Esta es la última vez que voy a decir esto, así que escucha bien: No te metas en lo
que no te importa. ¿Quieres ser mi amiga? Te daré un consejo. El tratar a Selene como
una especie de animal que está meando en su territorio no es la manera de hacerlo
— ¿En serio?— Doblando Eve los brazos sobre el pecho. —Acláreme, entonces.
¿Qué ha hecho Selene para ofenderte, además de follar conmigo?— Jac parpadeó
rápidamente, claramente sorprendida por su lenguaje crudo.
—Cristo, Eve—
Cansada de la acción celosa de Jac, Eve pellizcó el puente de su nariz, deseando que
ella aún llevara gafas para que pudiera empujar hacia arriba. —Oye, es temprano, estoy
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Megan O´Brien [Wild]
agotada, y francamente estoy muy muy asustada sobre este asesinato. ¿Podemos ir a
ver el cuerpo ahora?
—Está bien— Con una última mirada en el coche de Selene, Jac hizo un gesto a Eve
para entrar en el callejón donde personal de la policía se reunieron alrededor del
cuerpo de una mujer que todavía se encontraba cerca de un contenedor de basura
metálico.
Incluso a través de la ventanilla del coche, Selene pudo sentir la bilis de Jac rodar sobre
ella, la cólera se mezcló con celos y pena aguda, punzante. Ella no podía sentir los
sentimientos de Jac a nivel del alma como pudo con Eve, pero no tenía que hacerlo.
La mirada asesina lo decía todo. Selene entendió todas aquellas emociones. Hasta las
esperó. Jac había desperdiciado a una mujer increíble, y ahora que Eve seguía adelante,
pudo darse cuenta de lo idiota que había sido al romper el corazón de Eve. No hacía
falta ser empático para darse cuenta de eso. Si Selene jodiera las cosas con Eve, y luego
la viera con alguien nuevo, se sentiría de la misma forma.
Lo que preocupaba a Selene de Jac fue que su aversión no se paró en simples celos.
Era evidente que sospechaba, sobre qué, Selene no estaba segura. La naturaleza de la
sospecha de Jac apenas importaba, siempre y cuando ella se dedicara a estudiar a
Selene en busca de fallos, podría exponerla. Ser descubierta era bastante malo, pero
tener a una policía celosa investigándola significaría el fin de su vida como la conocía.
Selene observó a Eve y Jac entrar en el callejón, uniéndose a una multitud de hombres
y mujeres que se movían adelante y atrás con un propósito. Casi inmediatamente sintió
una oleada de horror apretar a Eve, tan poderoso que Selene tuvo que doblarse y
sostener a su estómago para evitar vomitar. Lo que Eve acababa de ver, era malo. Con
náuseas, Selene bajó la ventanilla del coche y tomó una profunda respiración. En lugar
del aire fresco que ansiaba, se atragantó con el fuerte olor a sangre fresca.
El olor espeso y picante colgaba en la noche; no dejando ninguna duda que la víctima
se había desangrado. Pero a diferencia de la última vez Selene había olido la muerte,
ahora percibió también otro olor en el aire, Eso congeló su interior de miedo. Era él.
El hombre que había atacado a Eve en el Golden Gate Park. Selene sacó la cabeza por
la ventana y aspiró otra bocanada. No porque dudaba de su sentido del olfato, sino
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Megan O´Brien [Wild]
porque quería determinar qué tan fuertemente la presencia del hombre aún persistía.
En una mañana húmeda como ésta, sería posible detectar su olor mucho tiempo
después de salir de la escena. Pero si él andaba por ahí, ella también debería ser capaz
de recogerlo.
Estos fueron los momentos en que Selene no deseaba tener que ocultar su habilidad.
Si pudiera cambiar en un perro, estaría en mejores condiciones para encontrar al
asesino. Como un pájaro, podría inspeccionar la escena desde arriba y es posible que
lo encontrara mirando desde lejos. En forma humana, lo único que podía hacer era
rastrear sin éxito para confirmar algo que nunca sería capaz de decirle a nadie: que el
hombre que había atacado a Eve también mató a esta mujer. Por desgracia, Selene no
podía utilizar su capacidad para percibir su agenda—para saber si Eve estaba en
peligro o si el lugar del abandono era simplemente una broma de mal gusto, o incluso
una coincidencia accidental. Sabía sólo eso aunque hubiera estado definitivamente
aquí, Él ya no estaba. Él probablemente se fue muy lejos, pero Selene ardía por tratar
de dar con él.
Por lo general, Eve era inmune al olor de la muerte. Era repugnante y repulsivo, pero
después de años en su presencia, había desarrollado inmunidad a su asquerosa
presencia. Sin embargo, estando de pie ante una mujer que se veía no muy diferente de
ella — unos treinta — algo morena cuyas gafas rotas estaba en el suelo en un fondo de
color carmesí —el olor opresivo de la sangre, y sangre derramada por todas partes,
hizo a Eve tragar convulsivamente en un esfuerzo por no contaminar la escena del
crimen, por vomitar en el suelo.
— ¿Estás bien? — Jac mantuvo la voz baja y para garantizar que nadie escuchara por
casualidad. Su mano encontró la espalda de Eve, y a pesar de su confrontación hace
unos momentos, Eve se movió a la caricia.
—Puede muy bien serlo— Acariciando la espalda ligeramente, Jac habló con voz
temblorosa, traicionando sus nervios. —Pero no sabemos lo que significa. Esta
ubicación.
—Esto significa que tenemos que trabajar duro— Eve rompió su atención lejos de los
ojos vacíos de la mujer, reuniéndose con la mirada interesada de Jac. —Tenemos que
atrapar a este tipo. Ya— Asintiendo con la cabeza, Jac dijo:
—Bien— Eve trató de no pensar que tendría que mirar las lesiones de esta mujer bajo
una luz brillante. Sería una visión complicada, terrible, incluso en un entorno clínico.
Nunca había sido escrupulosa antes. Pero el pensar en encontrarse cara a cara con la
obra de este asesino le dieron náuseas. — ¿No sabemos quién es ella?
—Tenía un teléfono celular con ella. Eso es todo— La mano de Jac se detuvo en la
espalda, diciéndole a Eve que no estaba haciendo un trabajo muy bueno ocultando sus
emociones. —Voy a volver al laboratorio contigo y ver lo que puedo encontrar en
él— No importa qué tan frustrada podría estar con Jac, Eve estaba feliz por la
compañía en el laboratorio. Una tarjeta de identificación se requería para entrar en el
edificio, pero ni siquiera eso hacía a Eve sentirse completamente segura.
Así como estaba empezando a conseguir realmente pasar por alto lo sucedido en el
Golden Gate Park, sus viejos temores regresaron multiplicados por diez. Lo que había
sido la especulación nerviosa ahora parecía ser la fría, cruel realidad. El hombre que la
había atacado era más que un simple ladrón o un violador. Él era un psicópata. Eve
era realmente afortunada por estar viva, y todo lo que había pasado entre ellos aún no
podría haber terminado. No si su elección del lugar del asesinato tenía alguna
indicación.
—Vamos— dijo en voz baja Jac. —Ellos están listos para cargar el cuerpo.
— ¿Quién la encontró?— Eve salió del callejón con las piernas temblorosas,
agradecida por la oportunidad de escapar por un momento. — ¿O es que obtuviste
otra denuncia anónima?— Los ojos de Jac se posaron sobre el hombro de Eve al
coche de Selene.
—Un par de borrachos caminando a casa desde el bar. Uno de ellos se detuvo para
orinar en el callejón y prácticamente tropezó con el cuerpo
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Megan O´Brien [Wild]
—Lo mejor que pude. Eran unos estúpidos borrachos— Jac cambió su foco de nuevo
a la cara de Eve. —Mira, Eve. Me preguntaste qué problema tenía con Selene. Admito
que, al principio yo no estaba muy contenta con la idea de esta misteriosa mujer te
seduzca justamente cuando estás tan vulnerable.
—Soy una chica grande, Jac— Pero Eve podía oír la preocupación genuina en la voz
de Jac guardando la reprimenda lo más suave posible. —Espero que te des cuenta de
eso.
Por lo menos Jac tuvo el buen gusto de parecer incómoda cuando ella cambió su peso
de un pie al otro. —Sí. Bueno, de todos modos, por lo que pensé mucho en ello. Me
pregunté a mí misma '' ¿Estoy siendo una egoísta gilipollas? ¿Celosa cuando no tengo
absolutamente ningún derecho a estarlo? '' Sigue adelante— Eve no estaba segura de si esto
llevaría a una disculpa, pero hubo una primera vez para todo. —Así pues, entonces
vino a mí, y escuché otra vez la grabación del informante anónimo que llamó sobre ese
primer cuerpo en el Golden Gate Park. La mañana que fueron atacadas— Jac tragó.
Parecía que sabía que esto podría disparar a Eve, pero estaba decidida a seguir adelante
de todos modos. —Era ella, Eve. Lo siento. Selene es el informante anónimo—
Al principio Eve no sabía cómo reaccionar. Era una acusación ridícula; Por supuesto.
Completamente fuera de contexto. Y Eve no lo creyó ni por un minuto. Ella no lo
podía creer. Selene se lo habría dicho si hubiera sido quien informó del cuerpo. ¿No es
cierto?
—Eso es ridículo— dijo Eve, finalmente. —Me gustaría que dejaras de agarrarte a un
clavo ardiendo—
—Eve, tiene un acento realmente distintivo. 'Europeo, ' creo que dijo— tenía una
expresión de honesto y bondadoso arrepentimiento, Jac parecía casi pidiendo
disculpas por tener que dar la noticia. —Yo no estoy diciendo esto porque no me
importa tanto ella. Te lo prometo. En realidad, era ella
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—Ella me lo habría dicho— dijo Eve, pero mientras las palabras salían de su boca, se
preguntó si eso era cierto. Si Selene había llamado con su hallazgo del cadáver, eso
había sido antes de que ella y Eve se conocieran. Ella lo había hecho anónimamente
por una razón y sin duda no se lo hubiera dicho a un nuevo conocido —especialmente
una asociada con la policía— acerca de sus actividades por la mañana. Pero ¿qué pasa
en los días y semanas posteriores? ¿Después de todo lo que habían compartido? Eve
estaba convencida de que su vínculo, aunque nuevo, era lo suficientemente profundo
para que Selene le hubiera confiado el secreto. De una manera loca, Eve sintió que lo
habría sentido. A menos que Selene fuera una mentirosa muy, muy buena. El
pensamiento congeló a Eve. Jac era una buena mentirosa. Esa era exactamente por
qué la deshonestidad era lo único que Eve no podía soportar en una relación. Ni
siquiera con alguien que se sentía tan correcta, como lo hizo Selene.
—Yo no te mentiría sobre esto— dijo en voz baja Jac. —Puedo pasar la cinta para
ti—
—No— La voz de Eve salió con más fuerza de la que pretendía. Pero se enojó con
Jac por presentar dudas en una situación que, hasta ese momento, trajo nada más que
pura felicidad a Eve. Selene era lo mejor en su vida ahora mismo. Era posible que la
única cosa que la mantuvo entera frente a esta a debacle del asesino del Golden Gate
Park. No podía permitir que Jac destruyera la confianza entre ellas, la forma en que
todo se sentía acerca de su relación tan natural como intensa más allá de la razón. Era
demasiado valiosa. —Yo no quiero oírla— Una sombra cruzó el rostro de Jac.
—Podría saber algo, Eve. Tal vez vio algo, o tal vez... tal vez ella está involucrada de
alguna manera— Eve dio un respingo, sorprendida sobre que Selene podría tener más
información acerca de su atacante de lo que se dejaba ver. Selene sabía lo asustada que
Eve estaba y le había ofrecido nada más que apoyo. Ella no podía comprender que
Selene podría esconder algo así a ella. Eve se negó a creerlo y odiaba a Jac, incluso sin
quererlo. Bajando la voz a un susurro enfadado, Eve dijo:
—Eve
—No. No voy a escuchar más de esto. Voy a entrar en el coche de Selene y ella me va
a conducir hasta el laboratorio. Si quieres verme allí, está bien. Podemos revisar las
pruebas juntas— Eve dobló su brazo sobre el vientre, necesitando la ilusión de la
autoprotección. Las insinuaciones de Jac la habían sacudido. —Si no, Te veré luego
más tarde. Pero no hablaremos de esto otra vez— La irritación destelló en los ojos de
Jac.
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Megan O´Brien [Wild]
—Sólo quiero atrapar a este tipo— dijo Jac a su espalda. —Eso es todo. Sé que era
una perra celosa la otra mañana cuando me presenté en tu casa, pero eso no es de lo
que se trata en estos momentos. Era ella, Eve. Si no quieres escuchar la grabación,
pregúntale. ¿No me crees? Pregúntaselo. Ve lo que dice. Pero no dejes que tus
sentimientos por una mujer que acabas de conocer nuble tu juicio. Hay un asesino ahí
fuera, y te garantizo que no ha terminado todavía. Si hay una posibilidad, alguna
posibilidad, de que Selene sepa algo que nos podría ayudar a encontrarle, ¿no vale la
pena intentarlo?— Tensándose, Eve vio que la expresión de Selene se endureció y su
atención se centró en Jac. Tenía que ser evidente para Selene que estaban discutiendo.
¿Tenía alguna idea de qué pasa? ¿Qué pasa si Jac estaba en lo cierto? Durante todo el
tiempo Jac había sido deshonesta en su relación, Eve nunca la había conocido ser otra
cosa que honesta y ética a la hora de sus investigaciones. Aunque ella estaba
sumamente celosa de Selene, Jac no sacaría este tipo de acusación del aire.
—Voy a pensar en ello— Eve volvió a encontrarse con los ojos de Jac. —Pero incluso
si realizó la llamada, yo no creo ni por un segundo que ella está involucrada. No hay
manera— La mandíbula de Jac se tensó.
—Siempre— Con un gesto cansado, Eve dejó Jac y se dirigió al coche de Selene.
Abrió la puerta del pasajero y se deslizó en el asiento, descansando atrás contra el
reposacabezas con un suspiro de cansancio. — ¿Te importa llevarme a el laboratorio
ahora?
—Por supuesto que no— Selene arrancó el coche, dando a Eve un vistazo de reojo.
— ¿Estás bien?
—Lo sé— La voz de Selene irradiaba simpatía, lavando a Eve como una ola calmante.
—Fue malo, ¿no?
—Sí— Eve capturó los ojos de Jac por última vez cuando Selene se apartó de la acera,
pero bajó la mirada rápidamente, no queriendo dejar ver a Jac cómo la había dejado de
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Megan O´Brien [Wild]
inestable su conversación. De vuelta en el coche con Selene, Eve estaba aún menos
convencida de lo que Jac dijo podría ser verdad. ¿Cómo podría Selene —su Selene—
ocultar algo de esa magnitud? Sabiendo que Eve tenía miedo, sabiendo que podría ser
el objetivo del asesino, de alguna manera, ¿podría realmente Selene guardar silencio
por haber jugado un papel fundamental en el descubrimiento del cuerpo de Yasmin
Mandujano? Simplemente no era posible. Cerrando los ojos, Eve dijo:
—Es el mismo asesino. No tengo que llevar el cuerpo al laboratorio para saberlo con
seguridad. Definitivamente es él
—Todo lo que puedo hacer es esperar que él nos dejó más para continuar de lo que lo
hizo con la primera. Fluidos corporales, muestras de pelo o fibra... algo. De lo
contrario, sólo hay que cruzar los dedos para que un testigo se presente con algo
importante en esta ocasión— Si el comentario intencionado perturbó a Selene, ella no
lo demostró.
—Parecía como si tú y Jac tenían una discusión. ¿Fue por mi culpa?— Eve negó con
la cabeza, apretando el puente de la nariz firmemente.
—Eso no importa
—Si te molestó. Sí que importa— Selene le acababa de dar la apertura perfecta para
traer a colación el tema del informante anónimo de Jac, pero Eve no quería hacerlo.
Preguntar a Selene era que acaba de picar el cebo de Jac, admitiendo que una parte de
ella aún le resultaba difícil confiar en nadie completamente. Eve no quería sentirse de
esa manera con Selene, sobre todo, no por algo que había dicho Jac. Jac fue la que la
había hecho tan temerosa de que la mientan en primer lugar. Permitir a Jac sembrar la
desconfianza dentro de esta nueva relación le daba demasiado poder sobre su futura
felicidad.
—Ella esta celosa. Viejas noticias— Eve reunió lo que esperaba fuera percibido como
un gesto de indiferencia.
—Ella lo superará.
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Megan O´Brien [Wild]
—Más te vale— Eve miró fijamente por la ventanilla del coche las oscuras calles de la
ciudad. Podía estar en cualquier lugar en estos momentos. Mirándola, incluso.
Consciente de sus movimientos, siguiéndola. La garganta de Eve se apretó en el
pensamiento repentino que si un asesino la acechaba, cada uno que conocía también
podría estar en peligro. Yendo volando alrededor para contemplar a Selene, Eve trató
de decidir cómo abordar el tema sin causar una alarma innecesaria.
—Voy a estar bien, cariño— Selene le dio una mirada de soslayo. —Te lo prometo—
Eve parpadeó y se preguntó por un momento si había estado pensando en voz alta.
Pero no lo hizo. Selene tenía un modo misterioso de sentir sus pensamientos.
— ¿Puedes leer mi mente o algo así?— Selene se puso rígida y Eve juraba que podía
sentir la culpa que rápidamente cruzó el rostro de Selene. Se había ido en un instante,
dejando sólo una expresión divertida que hizo a Eve preguntarse si estaba en busca de
signos de engaño donde no existían. ¿Tuvo Jac éxito sembrando una semilla de duda
que sólo crece y enreda su relación en la desconfianza constante?
—Me di cuenta de que estabas preocupada por algo. Ya que acababas de decir que
mejor que me quedase… bueno, supuse que tal vez estabas preocupada por mí— Los
ojos de Selene se lanzaron lejos del camino por un instante para buscar la cara de Eve.
—Yo no estaba segura si estabas preocupada por mí en lo que respecta a Jac o este
asesino del Golden Gate Park, sin embargo— Cuando Eve no dijo nada, Selene se
encogió de hombros y miró de nuevo a la carretera. —O tal vez estoy completamente
fuera de lugar—
—Nunca estás fuera de lugar cuando se trata de mí, Selene— Frunció el ceño, Eve
pensó en qué tan cierto era eso. Ella en realidad no creía que Selene era una adivino —
la evidencia científica de la telepatía era incompleta en el mejor de los casos— pero
parecía que Selene era una gran empática individual. Apenas había algo siniestro en
eso. —Yo estaba preocupada. Si hay alguna posibilidad de que el asesino me está
asechando, podría aprender acerca de mi rutina. Eso incluye a donde voy, a quién veo.
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Megan O´Brien [Wild]
—Te lo prometo. Realmente voy a estar bien— Eve exhaló. Ojalá pudiera estar tan
segura de su propia seguridad.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Dieciséis
Cuando Selene dejó a Eve cerca de las cinco y media en la oficina del médico forense,
Jac ya estaba esperando por ella en frente del edificio. El cielo se había aclarado a un
gris brumoso, pero la mañana todavía estaba lo suficientemente oscura por lo que Eve
estaba muy contenta de no tener que caminar por el interior del edificio sola. Por el
tono de voz que Jac le dio cuando se acercó, Eve sabía que estaban a punto de jugar al
juego todo está bien y fingir que no habían discutido en la escena del crimen. Eso
funcionó para Eve.
—Así es— Jac levantó una bolsa de plástico con cremallera de evidencias que contenía
un teléfono celular, y otra bolsa más pequeña que contenía joyas de la víctima. —Yo
traje el resto de las pruebas
125
Megan O´Brien [Wild]
—A él le gusta llevarse sus carteras—, dijo Eve en voz baja. Él había tomado el suyo,
¿No?
—Al menos dejó el teléfono detrás. Tal vez podamos encontrar su nombre aquí.
Eve miró encender a Jac en el teléfono y moverse por los menús con un movimiento
de su dedo pulgar. Lo que molestó a Eve más acerca de este asesinato fue donde había
ocurrido. No sólo la proximidad a su apartamento, pero la naturaleza abierta y pública
del lugar de la matanza. De su examen superficial del cuerpo, se estima que el
asesinato tuvo lugar entre las doce treinta y la una y media de la mañana. Mientras que
su calle no era ciertamente las más transitadas de San Francisco, estaba lo
suficientemente cerca de unos pocos bares populares que atrajo un tráfico peatonal
moderado incluso en medio de la semana. Ese tráfico no haría imposible matar a una
mujer en ese callejón sin descubrirse, pero arriesgarse indicaba a un asesino con
verdadera confianza. ¿Fue esa confianza ganada o era tonto simplemente? Jac jadeó
bruscamente, con los ojos disparándose hacia Eve de una manera que revolvió el
estómago de Eve.
—Esa mujer. ¿La reconoces? ¿La conoces? — Eve había mirado a la cara de la mujer,
el tiempo suficiente para conocer la respuesta sin pensar.
—No, por supuesto que no. ¿Por qué? — mordiéndose con fuerza el labio, Jac
sostuvo el teléfono para que Eve pudiera leer el texto de la pantalla. Fue el registro de
llamadas. La última llamada saliente grabada estaba en la parte superior de la lista, justo
después de una de la mañana. Para el teléfono celular de Eve. Eve sintió vaciarse la
sangre de su rostro, dejándole un ligero mareo y vértigo.
—Él me llamó. Él no dijo nada y sólo me pensé que era un número equivocado,
pero…— Temblando, se imaginó lo que el asesino podría haber sentido, escuchando
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Megan O´Brien [Wild]
—Estoy asignando un detalle protector para quedarse contigo las veinticuatro horas—
, dijo Jac, ya marcando con su propio teléfono celular. —No hay excusas—
Eve negó con la cabeza, aturdida por la enormidad de la situación que ya no podía
negar. El hombre de la máscara de esquí —el hombre de sus pesadillas— había
llamado esta noche desde el celular de una mujer muerta. Una mujer que había matado
a menos de una manzana del apartamento de Eve. ¿Por qué? ¿Qué encontró lo
suficientemente convincente acerca de Eve para arriesgar su anonimato? Si él sabía su
número de teléfono celular, eso significaba que definitivamente había tomado su
bolso. Lo que significaba que él sabía que ella trabajaba con la policía su bolso
contenía la identificación y credenciales que lo demuestran. Persiguiéndola, él no sólo
estaba haciendo más fácil vincular sus crímenes, sino también aumentar su riesgo de
exposición. ¿Fue su motivación simplemente que se había escapado de su
comprensión? ¿Estaba decidido a mantener un récord perfecto de asesinatos?
Mientras escuchaba a Jac hablar con su capitán en voz baja, otro pensamiento más
siniestro la golpeó. Tal vez su ataque no había sido un asunto de casualidad. Todo este
tiempo Eve había asumido que había sido asaltada debido a pura mala suerte. Debido
a que había estado en el lugar equivocado en el momento equivocado, la mala suerte
de tomar ese camino particular para pasear en esa mañana en particular. Pero ¿y si no
era cierto? ¿Y si era intencionalmente su objetivo? Tal vez esto habría sido siempre
sobre Eve, incluso antes de que Yasmin Mandujano fuese apuñalada hasta la muerte
en la madrugada de ese día fatídico.
No era demasiado difícil de pensar que tenía algún tipo de venganza contra ella. O, tal
vez más probable es que el hombre del pasamontañas había creado un desafío para él.
Después de todo, en círculos criminales y forenses, la Dra. Eve Thomas era algo así
como una celebridad. Su libro había pasado ocho semanas en la cima de la lista de best
sellers del New York Times, y desde la detención de Charles Dunning y la posterior
publicación de su relato sobre el papel de su ciencia había jugado en su captura, había
disfrutado de una atención moderada en los principales medios de comunicación. El
país se enamoró de un caso jugoso de asesinato en serie, y cuando tuvo un final feliz,
estilo CSI, incluso mejor. ¿Y si este hombre había visto todo eso y decidió tomar a
Eve bajo su objetivo? ¿O incluso hacerla su víctima en su propia cadena de asesinatos
enfermos? El trofeo final.
—La protección está lista. Van a enviar a un par de detectives más de inmediato. Les
he pedido que haya un coche frente a tu apartamento en todo momento y alguien
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Megan O´Brien [Wild]
contigo cuando estás fuera— Jac vaciló un momento y luego hizo contacto visual. —
Sé que esto va a hacer salir un poco… raro. Pero por favor, cree que no es por eso que
lo estoy haciendo— Eve asintió, demasiado aturdida para preocuparse por el impacto
de la supervisión de Jac podría tener en su relación.
—Lo sé
—Y te ordeno llevar una pistola. Quiero que la lleves escondida— Eve se estremeció.
—Nosotros nos encargaremos de eso. Insisto, Eve. Lleva un arma de fuego, por lo
menos hasta que esto termine— Eve podía oír por el tono de Jac que no podía ganar
este argumento. Dejando caer los hombros con resignación, dijo:
—Está bien
—Está bien— dijo Jac en voz baja. Levantó una mano como si quisiera tocar la cara
de Eve, luego la dejó caer a su lado. — ¿Qué estás pensando? — Exhalando, Eve dijo:
—Estos asesinatos, mi ataque… tal vez este tipo quiere burlarse de mí. Tratando de
demostrar algo
— ¿Pero por qué? — La garganta de Jac se tensó con un fuego familiar, protector
quemando en sus ojos. — ¿Por qué va tras de ti?
—Tal vez no le gustó mi libro— Eve logró una risa débil. Si pudiera encontrar el
humor en esto, tal vez no se vendría abajo. Era una teoría, por lo menos. —O quiere
ser parte de la secuela
—No lo sé. Es posible que el ataque fuera una coincidencia, y sólo a él no le gusta
saber que yo soy "la que se escapó"— Jac se estremeció.
128
Megan O´Brien [Wild]
—Si él sabe quién eres, si esto era intencional, es posible que haya tratado de ponerse
en contacto contigo en el pasado. ¿Mantienes cartas de los fans y el correo
electrónico? —
Uno de los aspectos más interesantes de su fama recién descubierta había sido el
torrente de interés, la gratitud, y simplemente espeluznantes mensajes del público en
general. Eve tenía cientos de e -mails que oscilaban entre la curiosidad coqueta a
francamente preocupante. Todos estaban en una carpeta especial en su cuenta de
correo electrónico.
—Me gustaría tener copias, por favor— Jac conocía a Eve lo suficiente como para
darse cuenta de que estaba tratando desesperadamente de mantener una fachada de
calma. Pero el temblor de su voz traicionó su confusión interna. —Todo lo que se
puede sacar
—Por supuesto— Eve cayó con la cabeza entre las manos y gimió. —Dios, Jac.
¿Por qué yo? — Jac puso una mano en su espalda, frotando círculos sobre su
columna.
—He estado diciéndome a mí misma que todo había terminado, Lo que pasó esa
mañana. Que yo estaba a salvo. Esa ha sido la única cosa que me mantiene en marcha.
La idea de que todo había terminado— Eso, y "Selene". No quería admitirlo a Jac. —
No estoy segura de saber qué hacer ahora. La idea de que podía verlo de nuevo
—No en mi guardia— Jac abrió la boca para decir algo más, pero el fuerte tañido de
campana de la puerta del laboratorio la cortó. El corazón de Eve se encogió, entonces
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Megan O´Brien [Wild]
latió a toda marcha, todo su cuerpo se tensó por instinto como si fuera a luchar o huir.
Inmediatamente la mano cálida de Jac cubrió la suya.
—Estoy segura de que son los técnicos de la entrega del cuerpo. Voy a ir por él—
Normalmente Eve hubiera saltado para ayudar a recibir un nuevo cadáver, pero no
confiaba en sus piernas para apoyarla.
—"Gracias"— Eve observó a Jac cruzar el laboratorio y mirar por la ventana hacia el
pasillo, exhalando con alivio cuando inmediatamente dio un paso atrás para abrir la
puerta. Dos técnicos de la policía familiares giraron con una camilla de ruedas y con
cuidado transfirieron una bolsa negra con el cuerpo a la mesa de acero en el centro de
la habitación. Eve observó el proceso, algo que había sido testigo cientos de veces
antes, con una sensación de temor creciente. No sabía cómo iba a decidirse a mirar en
esos ojos sin vida de mujer de nuevo. No cuando se sentía de alguna manera
responsable de su muerte.
Había afrontado el mismo mal que esta mujer había hecho apartar la vista esta noche y
escapó, aunque sólo sea por la aparición anormal de un lobo en el Golden Gate Park.
Ella estaba viva y esta mujer no lo estaba. Eve podría haber terminado tan fácilmente
en esa losa de acero. Incluso un pensamiento más horrible era que ella podría terminar
allí todavía. Jac dijo adiós a ambos técnicos, cerrando la puerta del laboratorio detrás
de ellos. Luego se volvió hacia Eve y puso las manos en las caderas, con fuego en sus
ojos.
—Está bien. ¿Vamos a atrapar a ese hijo de puta o no? — Eve resopló ante la
brusquedad característica de Jac.
—"Sí".
—Entonces levántate, genio del mal, y trabaja tu magia forense— Eve sabía
perfectamente lo que Jac estaba tratando, motivarla con halagos, desterrar el miedo
con un recordatorio de su propósito. Y trabajando. Ella bien podría vivir en el terror
de otro encuentro con el asesino del Golden Gate Park o podría tomar su destino en
sus propias manos. Era la doctora Eve Thomas, por amor de Dios. Había ayudado a
coger un asesino en serie. Maldita sea que podía hacerlo de nuevo. Eve dio una
palmada con las manos hacia abajo sobre la superficie de su escritorio y se puso de pie,
Jac dio una sonrisa decidida.
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Megan O´Brien [Wild]
Era "el cuerpo" ahora, no una mujer. No alguien que había estado caminando y
hablando pocas horas atrás, antes de verse obligado a mirar fijamente en los mismos
ojos que frecuentaron en las pesadillas de Eve. Era un cuerpo. Un vaso vacío. Y,
potencialmente, su clave para localizar al hombre que truncó a su propietario de la
vida. El examen se sentía muy familiar. Múltiples heridas, todos hechos con el mismo
tipo de cuchillo usado sobre Yasmin Mandujano. Patrones similares de cortes, cortes
poco profundos y profundos, con dos cuchilladas perfectamente colocadas a través de
la garganta que había hecho que ella sangrara. Como Jac había indicado a través del
teléfono, los datos de petequias cubriéndole la cara y los párpados. Eso confirmó que
la había estrangulado también.
— ¿Crees que él las asfixia hasta que pasan, luego corta, entonces otra vez las asfixia
cuando se despiertan? — Eve inclinó su cabeza, teniendo en cuenta la cuestión
objetiva, tratando de no recordar la sensación de los pulgares clavándose en su propia
garganta vulnerable.
—Si eso es cierto, él es un bastardo enfermo— Jac hizo una mueca. —Parece mucho
esfuerzo que pasar, sobre todo en un escenario en el que el tiempo es limitado y la
amenaza de descubrimiento es alta— Tragando saliva, Eve se dejó recordar al hombre
que la había atacado. Sus ojos, la fría certeza en su voz cuando dijo que podía hacer lo
que quisiera.
—Él piensa que es invencible. Que nadie puede detenerlo—. Jac vaciló y luego tocó el
hombro de Eve.
—Él se excita con el miedo. Definitivamente tuvo mi miedo. Usando ese cuchillo y
jugando conmigo. Cortándome
— ¿Él te cortó? — Jac rodeó la mesa como si Eve estuviera sangrando en ese mismo
momento. —No me dijiste eso—. Eve se encontró con los ojos de Jac.
—No, no lo harás— Eve recogió pruebas de las cuales había reunido del cuerpo,
fibras que podrían resultar ser muy bien insignificantes, peinaduras de vello púbico a
pesar de ninguna indicación de violencia sexual, y raspaduras de debajo de las uñas de
la víctima recortada. Pero si esto era algo como la última pieza, nada de eso llevaría
más cerca de su asesino. —Vas a arrestarlo
—"Tal vez le golpearé sólo primero"— Al tocar la mejilla de Eve, Jac apretó la
mandíbula. —"Un poco"—. Eve se alejó de ella, necesitando el espacio. La protectora
Jac agitó sentimientos dentro de ella que ya no tenía un lugar en su vida.
—"No te atrevas a hacer nada para poner en peligro tu seguridad o tu carrera. ¿De
acuerdo? — Jac siguió a Eve a su escritorio, posándose en el borde de nuevo.
—Quiero decir algo, pero no quiero que te enojes conmigo— Eve sabía exactamente
dónde iba la conversación, pero después del cuidado y preocupación que Jac había
mostrado durante la hora pasada más o menos, no tenía corazón para pararla.
—"Selene"— dijo Jac, y levantó una mano Cuando Eve se puso tensa. —Sé que ella es
importante para ti. Y confío en tu juicio. Pero esa llamada de teléfono
—Era ella. Lo sé en mi interior, Eve. Con todos mis defectos, creo que siempre has
confiado en mi instinto— Jac le dirigió una mirada suplicante, y Eve podía ver que
esto realmente no se trataba simplemente de celos. Jac creía que Selene era su
informante anónimo. Y Eve siempre había confiado en el instinto de Jac. Por lo
general, parecía estar bien.
—Podría tener muchos motivos de querer permanecer anónima— Eve trató de pensar
lo que podría impedir a Selene decirle sobre algo tan importante, pero se quedó corta.
Pero ella era Selene había ciertas razones, legítimas. —No está en contra de la ley
hacer una denuncia anónima—. Jac miró a los ojos de Eve.
— ¿Estás enamorada de ella? — Eve abrió la boca para responder, pero Jac apartó la
mirada con una mueca de dolor. —No te molestes. Tu cara lo dice todo
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Megan O´Brien [Wild]
—No puedo explicar lo que pasa con Selene— dijo Eve. —Pero es buena, Jac. Es
muy buena
—Lo haré— murmuró Eve. Quería saber, ¿no es así? Pero, ¿cómo hacerlo sin destruir
lo que hasta entonces había sido perfecto en todos los sentidos? —Sólo dame algún
tiempo
—Dos cuerpos en menos de un mes—, dijo Jac significativa. —No tomes mucho
tiempo— Eve dio a Jac un guiño a regañadientes.
—No lo haré.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Diecisiete
Selene sabía que algo era diferente en el momento que Eve respondió a su puerta la
noche después del segundo asesinato. El rostro de Eve se suavizó al verla, y todo el
cuerpo de Selene zumbó cuando su conexión cobró vida, pero Eve parecía casi
reservada, cuando la abrazó. La corriente de emoción que emanaba de ella
directamente en Selene era difícil de descifrar, casi abrumadora en su complejidad. El
amor familiar y el deseo estaban allí, pero nuevos — e inquietantes — sentimientos
estaban mezclados. Ansiedad. Miedo. Lo peor de todo era incertidumbre. Esas
emociones negativas parecían dirigidas a ella, un inesperado giro de los
acontecimientos que la sacudió en un silencio aturdidor. Sabía que Jac y Eve habían
discutido sobre ella esa mañana en la escena del crimen, pero ahora, se preguntó qué
era exactamente lo que Jac había dicho. Fuera lo que fuese, había claramente llegado a
Eve.
— ¿Está todo bien? —, Preguntó Selene mientras se apartó de su abrazo. Con cautela,
dio un paso al apartamento de Eve y cerró la puerta detrás de ella. Había planeado
decir a Eve esta tarde que no estaría cerca durante la noche de la luna llena, así que lo
último que necesitaba era una desconfianza tácita entre ellas. Eso haría mentir aún más
difícil de lograr. —Pareces molesta.
—Estoy molesta—, dijo Eve, pero le dio una sonrisa valiente. —Un día malo en el
laboratorio
— ¿Por qué no hablamos un poco primero? — Aliviada por la reacción de Eve, Selene
entró más en el apartamento. El coqueteo era una buena señal. Si Eve aún estaba
coqueteando, Jac no pudo lograr envenenar su mente totalmente en contra de ella. Al
menos, no todavía.
Tras un momento de vacilación, se sentó en el sofá de Eve. Tenía que actuar casual,
hacer a un lado sus nervios. Si quería que Eve confiara en ella, tenía que proyectar
tranquila honestidad. Esa era la única manera de hacer creer a Eve que no estaba
escondiendo nada. Eve se puso las manos en las caderas.
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Megan O´Brien [Wild]
—Siéntate, cariño. Háblame de tu día. Sobre la mujer de la calle— Eve negó con la
cabeza, luego se volvió para entrar en la cocina.
—Por supuesto— Selene se puso de pie y siguió a Eve a la nevera, mirando mientras
sacaba una botella de chardonnay. Esperó que Eve hubera sido capaz de establecer
científicamente el hecho que su propio atacante era el mismo hombre que mató a la
mujer en el callejón. Selene lo había olido, por supuesto, pero nunca podía decírselo a
Eve.
—Así que es el mismo tipo, ¿no? quien mató a la mujer en el Golden Gate Park—
Con un suspiro, Eve se sirvió una generosa copa de vino, y luego tomó un gran sorbo.
Después de otro sorbo, se terminó su copa, y tras taponar la botella, la dejó de nuevo
en la nevera.
—Sin lugar a dudas— Eve hizo un gesto para que Selene la siguiera de vuelta a la sala
de estar. —Las mismas heridas exactas. Misma destreza para crear la escena del delito
complicada y más limpia que he encontrado— Eve se sentó y tomó otro buen trago,
temblando después tragó saliva. —Y había algo más— Selene se hundió en el cojín al
lado de Eve. Su estómago se revolvió cuando Eve luchó con todo lo que tenía la
intención de decir a continuación.
—Cuéntame
— ¿Recuerdas la llamada telefónica que recibí ayer por la noche? ¿La que colgaron? —
con la garganta seca, Selene asintió.
— ¿Fue él?
—No me di cuenta
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Megan O´Brien [Wild]
—Bueno, son mis nuevas sombras, por el momento— Eve le dio una sonrisa cansada.
—Espero que no te importe tener a la policía mirando cuando estás conmigo— Selene
forzó aplacar su pánico natural a la idea. Eve parpadeó, mirando fijamente el rostro de
Selene, y Selene se preocupó de no haber escondido su reacción lo suficientemente
bien.
—Por supuesto— Selene frunció el ceño. Podía sentir que Eve estaba luchando con
algo, casi como si quisiera hacer a Selene una pregunta, y su corazón latía al considerar
todas las posibilidades. ¿Podría Eve haberse enterado de sus capacidades de alguna
manera? ¿Fue lo de leer la mente de la otra noche? ¿O es que realmente Eve sabía que
ella era un cambia formas? Pero, ¿cómo iba a saberlo? Selene había tenido mucho
cuidado de no cambiar desde su breve incursión en el Golden Gate Park para
encontrar al asesino justo después del ataque de Eve, aterrorizada de que Eve o Jac de
alguna manera lo averiguaran. Si eso no era lo que Eve quería preguntarle acerca de
ella, si eso no era la causa de la obvia pérdida de confianza de Eve, ¿entonces qué era?
¿Ella simplemente sentía que Selene estaba guardando secretos?
—Te amo, Eve— Selene tomó la mano de Eve entre las suyas, sorprendida por lo
fríos y frágiles que sentía los delgados dedos. Desde lo profundo de sí misma, Selene
canalizó cada pedacito de amor y devoción que sentía por Eve en su toque,
desesperada por envolver a Eve en el calor de su vínculo. —Mantenerte segura es más
importante que cualquier otra cosa— Los ojos de Eve se llenaron de lágrimas y
parpadeó rápidamente, dejando su vino para tocar la cara con una mano temblorosa.
Ella se fue con la otra mano al alcance de Selene, doblando los dedos alrededor de la
palma de Selene para dar un suave apretón.
— ¿Qué otra cosa está mal, cariño? ¿Hay algo que tienes que hablar? — El miedo se
disparó desde Eve a Selene como una puñalada en el estómago. Eve sacudió su cabeza
hacia atrás y miró fijamente a los ojos de Selene, buscando desesperadamente… Algo
que Selene no sabía. Selene levantó la mano de Eve a sus labios, obligándose a no
temblar, y le besó los nudillos. —"Dime algo", murmuró Selene. Si Eve supiera sobre
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Megan O´Brien [Wild]
Eso significaba la supresión de su propia ansiedad por la mentira que todavía no había
que contar, sobre todo lo que Eve no dijo por no sentirse cómoda. Pero Selene sabía
que era importante. Aunque se sentía un poco manipuladora por influir en el estado de
ánimo de Eve cuando Eve estaba tan claramente indecisa, Selene se dijo que era por su
bien. No había nada malo con envolver a Eve en el amor y el deseo en estos
momentos, no cuando era para aliviar su malestar evidente. Eve suspiró, pareciendo
fundirse en su abrazo.
—Me alegro— Selene cerró los ojos, no dejándose sentir la culpa que le cosquilleó en
el subconsciente. Ella no estaba abusando de la confianza de Eve por hacerla sentir
mejor así. Sólo estaba usando su conexión mutua en su propio beneficio. —Lo
intento.
—"Quiero confiar en ti"— Selene se tensó un poco ante las palabras entre dientes de
Eve, entonces se forzó ella misma a relajarse. El comentario era probablemente más
sobre Jac que sobre Selene. Ella sabía que Eve tenía problemas de confianza, lo cual
hizo guardar secretos doblemente dolorosos.
—Bien— Selene besó los labios de Eve, y luego se apartó unos centímetros para ver
su reacción. Éxito. Eve ya no estaba ansiosa, sospechosa o inquieta. Ella estaba llena
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Megan O´Brien [Wild]
de amor, y el pecho de Selene saltó con intensidad por toda esa emoción dirigida hacia
ella.
—Quiero que me lleves a la cama— Eve se sonrojó tan pronto como las palabras
salieron de su boca, pero no rompió el contacto visual. —Necesito hacer que todo lo
demás desaparezca, sólo por esta noche
—Yo puedo hacer eso—, murmuró Selene. Acarició el brazo de Eve, poniéndole la
piel de gallina. —Has tenido un día largo. Quizás, sólo podamos abrazarnos
mutuamente— Eve negó con la cabeza.
—No. Quiero que me folles—. Selene se quedó inmóvil. Deseaba a Eve, siempre la
quería, pero por un momento el cambio repentino de humor la paralizó. Cinco
minutos antes Eve había estado llena de dudas, y ahora ella miraba a Selene con tanta
hambre que pensar se le hacía casi imposible.
— ¿Estás segura?
—Te necesito dentro de mí. Necesito…— Eve cerró los ojos y exhaló con voz
temblorosa. —"Te necesito"— Selene se levantó, luego puso a Eve junto a sus pies.
Podrían hablar más tarde. Justamente ahora tenía que tranquilizar a Eve y no importa
lo que pasó, ella era la cosa más importante en la vida de Selene. Tenía que hacerle
creer a Eve que era leal y era verdad, que a pesar de los secretos que Selene había
mantenido, nada se interpondría en el camino de ellas juntas. Tenía que hacer a Eve
confiar en ella otra vez.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Dieciocho
Eve no sabía qué pensar sobre el cambio drástico en su estado de ánimo en los
últimos veinte minutos. Antes que Selene se acercara, tenía miedo de la vuelta extraña
que el caso del asesino del Golden Gate Park había tomado, de la revelación de Jac
sobre que Selene podría ser el informante anónimo, de la posibilidad de que una vez
más había caído en el amor con alguien que podría engañar tan fácilmente. Pero más
que tener miedo, Eve había sido determinante.
Se había jurado a sí misma que iba a preguntarle a Selene sobre la llamada telefónica
anónima directamente, al diablo con las consecuencias. Si Selene no había hecho la
llamada, en el peor de los casos Eve se avergonzaría a sí misma por haber prestado
algún crédito a las sospechas de Jac. Pero si Selene era el informante, Eve necesitaba
saberlo. No sólo porque Selene podría tener información útil, sin saberlo, sino
también por la propia paz mental de Eve. Si Selene había descubierto el cuerpo, había
estado manteniendo un gran secreto. Y era necesario que saliera a la luz pública si su
relación tenía alguna esperanza de sobrevivir.
Después de Jac, Eve no podía hacer frente con más mentiras. Simplemente no podía.
Estaba dispuesta a dar a Selene el beneficio de la duda, de que había ocultado la
verdad por una buena razón. Lo que no podía hacer era mirar hacia otro lado. Pero
todo ese miedo y determinación había desaparecido en cuanto Selene la abrazó en el
sofá. El simple contacto de las manos de Selene, después sus suaves besos, habían
ahuyentado todos los trazos de emoción negativa de Eve, dejándola llena de un deseo
casi paralizante. Lo único que Eve sentía ahora era un deseo feroz de conectar con
Selene en el nivel más primitivo.
No podía encontrar ninguna razón lógica para sus emociones salvajemente vacilantes,
pero ella estaba más allá de la preocupación. Quería confiar en Selene, necesitaba
confiar en Selene, porque, simple y llanamente, Selene la hacía feliz. Más allá de feliz.
Selene era todo para ella, ya que era inexplicable. Ahora Eve tenía otra clase de
determinación. Decidida a restablecer su conexión, para demostrarse a sí misma que
confiaba en Selene implícitamente. Y la mejor manera de hacerlo era en la cama.
Antes de Selene, Eve nunca había estado segura de su sexualidad. Ella nunca había
confiado en nadie lo suficiente para realmente ir y entregar su mente y su cuerpo
completamente. Pero Selene lo hizo tan fácil. Eso tenía que significar algo. ¿Verdad?
Eve llevó a Selene a su dormitorio de la mano, nerviosa con la anticipación
revoloteando en su estómago. En tan sólo dos semanas, ya habían tenido mucho sexo.
Sexo apasionado, sexo amoroso, sexo entre risas, incluso un poco de sexo duro. Esta
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Megan O´Brien [Wild]
noche sería algo diferente. Algo especial. Cuando hicieran el amor esta noche, debería
probar algo sobre esta relación, sobre la confianza que Eve tenía en Selene, y acerca de
la capacidad de Eve de entregarse completamente a otra persona. No podía soportar la
idea de que Jac la había roto para siempre, que el temor y la desconfianza que esa
relación introdujo en su vida podrían filtrarse en esto con Selene y destruirla. Selene
no había dado a Eve ninguna razón para no confiar en sus intenciones.
Independientemente de lo que había sucedido esos días en el Golden Gate Park,
quienquiera hizo esa llamada anónima, Eve creía en Selene. Confía en que sus
crecientes sentimientos eran reales. Llevando a Selene a la cama ahora mismo, estaba
poniendo la confianza en la acción.
Una vez que estaba desnuda, Eve llamó a Selene con una señal del dedo.
—Sólo estoy disfrutando de la vista— Selene cerró la distancia entre ellas, tirando de
su camisa mientras caminaba. —Trato de saborear cada momento de tu pequeño
show
— ¿Te gustó eso? — Alentada por el gran amor de los ojos de Selene, Eve pasó el
dedo por el centro del pecho de Selene, entre sus pechos. Luego deslizó una mano
alrededor de la espalda de Selene para abrir el broche de su sujetador con el pulgar,
guiándolo por los hombros con una sonrisa apreciativa.
—Me encantó— Las manos de Selene se posaron en las caderas desnudas de Eve,
agarrándolas suavemente mientras tiraba más cerca. — ¿Tienes alguna idea de lo
mucho que te deseo ahora mismo?
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Megan O´Brien [Wild]
—Con mucho gusto— Eve miró a su mesita de noche, el cajón de abajo, con apenas
pensamiento consciente. Cuando se acordó de lo que había allí, se ruborizó y su
estómago se apretó con anticipación nerviosa. No podía pedir eso, ¿verdad? ¿Aún lo
quiere? —Dime—, murmuró Selene, avanzando a besar el cuello de Eve. — ¿Qué hay
en el cajón? — Eve se estremeció ante la pregunta perspicaz de Selene. Ella no sabía
por qué había mirado allí. Su mente inconsciente había hecho probablemente la
conexión entre lo que había dentro, y la cuestión de confianza. Sí, Eve quería
demostrar cuán real era la seguridad que Selene había creado para ella. Pero
conscientemente Eve no sabía si quería lo que su cuerpo excitado deseaba claramente.
—Dime, Eve— Selene deslizó sus manos para ahuecar el interior de la copa de Eve,
agarrando con fuerza. Eve jadeó y cerró sus ojos, sorprendida por la forma en que el
tacto áspero la afectaba. Inmediatamente se fue empapando los muslos sintiéndolos
mojados, resbaladizos por la excitación. Selene llevó su boca a la oreja de Eve y le
susurró: — ¿O me quieres ver a mí? — Eve se estremeció. Esta era completamente
una nueva dinámica, una Selene contundente, y Eve no podía creer lo que le excitaba.
Nunca podría haber previsto disfrutar tanto de algo así. Parte de ella quería a Selene
por descubrirse a sí misma, por tomar el control de la situación, dejar a Eve sin más
remedio que rendirse a sus deseos. Como si Selene sabía exactamente lo que Eve
estaba pensando, se apartó de su abrazo y abrió el cajón. La cara de Eve se inundó de
calor al ver el arnés de cuero, y el nuevo consolador de silicona en el interior. Selene
tomó aliento ruidosamente, luego recogió cada objeto. Levantando una ceja, Selene
murmuró:
—Yo…— Eve cerró la boca, tragando repentinamente contra una seca garganta. —
"Nunca he hecho esto antes"— Selene le sostuvo la mirada.
ser tomada con fuerza y rapidez con esa polla grande y gruesa. ¿Estoy en lo cierto? —
Eve se quedó sin aliento ante el calor que se disparó a través de su cuerpo por las
palabras inesperadas de Selene
—"Quítamelos"— Selene parecía estar disfrutando de esta nueva función tanto como
Eve. Su expresión se había vuelto depredadora. —"Ahora".
Empujando los vaqueros de Selene hacia abajo sobre sus caderas, Eve se arriesgó y
también enganchó los pulgares en la cinturilla de sus bragas, dejando al descubierto a
Selene completamente. Se puso de rodillas delante de Selene, estabilizándose cuando
levantó los pies de Selene fuera de los pantalones, dejándola gloriosamente desnuda.
Eve miró desde su posición sumisa, esperando sus próximas instrucciones. Selene
separó sus pies, enredando una mano en el pelo de Eve. Tiró de Eve adelante
aproximadamente, hasta que la nariz y la boca fueron enterradas en su pubis, los
pliegues hinchados entre los muslos de Selene.
—"Chúpame".
Eve metió la lengua, ansiosa del sabor dulce de Selene en su boca. Lamer a Selene era
algo de lo que nunca se cansaría, y ser ordenada a hacerlo mientras estaba de rodillas
incrementó su entusiasmo a alturas vertiginosas. Deslizándose entre los labios de
Selene, Eve gimió ante el líquido espeso que recubrió inmediatamente los labios y la
lengua. La mano de Selene aferrada en el pelo, sosteniéndola en su lugar.
—"Sí, ya sabes cómo me gusta"— Con la otra mano, Selene acarició suavemente
la cara de Eve. —"Justo así, buena chica"— Eve cerró los ojos.
años de ser tímida y reservada en la cama, debería haber sido abrumador. Pero Selene
daba un toque en lo que siempre había querido pero nunca había admitido.
Eve moriría antes de entregar a Jac un control como este, pero con Selene... en su
corazón, Eve sabía que era importante para Selene, sus pensamientos, sus
sentimientos, sus deseos. Selene nunca le haría daño a propósito. Así lo cree con todo
en su interior. Después de tener la capacidad de confiar completamente destrozada,
Eve nunca imaginó sentirla tan fuertemente de nuevo. La revelación de que podía
sentir, y lo que sentía, era sorprendentemente excitante. Esa confianza le daba ganas
de admitir sus más profundas, más oscuras perversiones, las cosas que fantaseaba solo
en la ducha, pero nunca pudo haber traído un amante antes de Selene. Ella se fiaba
que Selene nunca la traicionaría, y no había afrodisíaco más poderoso en el mundo. El
cuerpo de Selene se tensó y tembló cuando Eve sacó un orgasmo con la boca.
Entonces Selene enroscó una mano alrededor de la barbilla de Eve, obligándola a
apartarse de los dulces jugos que lamia hasta la avidez.
—"Te gusta esto", ¿no es así? —Por un momento, la presencia dominante se alejó y
sólo Selene, su amante tierna, se mantuvo. —Esto es algo que necesitas— Su agarre en
la barbilla de Eve se apretó ligeramente. —¿No es así?
—"Sí"— susurró Eve. Aunque esto desafiaba la razón ya que en el mismo mes un
asesino en serie había arrancado su control, podía sentirse suficientemente segura para
ser la más vulnerable con una mujer a la que acababa de conocer, Eve no dudaba de su
elección por un instante. —"Necesito esto"— Los ojos de Selene se endurecieron
justo cuando sus labios se relajaron en una sonrisa fácil.
—Bien. Porque yo voy a dártelo— Agarró el brazo de Eve, tirando para levantarla.
—"Sube a la cama"
Eve se arrastró sobre el agradecido colchón, para no tener que tratar de ponerse de
pie. Sentía las piernas sin hueso. Recostada contra la cabecera de la cama, se mordió el
labio mientras observaba a Selene sujetar el arnés alrededor de sus caderas. Llevaba
fantaseando sobre el uso de estos juguetes por un largo tiempo, pero siempre dudaba
si realmente lo haría alguna vez. La idea de vivir su fantasía secreta con alguien que la
hacía sentirse segura era suficiente para hacerla venirse sin siquiera ser tocada. Selene
apretó las correas del arnés, levantando una ceja.
143
Megan O´Brien [Wild]
El calor inundó las mejillas de Eve, una curiosa mezcla de vergüenza y emoción. Bajó
la mirada hacia el consolador que descansaba sobre el colchón a su lado, luego lo
recogió e investigó su longitud y circunferencia con las manos. Cuando le había
llegado en el correo unos meses atrás, ella había abierto el paquete y simplemente se
quedó en estado de shock. Era más grande de lo que había imaginado. No era
demasiado grande, sospechaba, pero más grande que cualquier cosa que una amante le
había dado jamás. La idea de permitir a alguien guiar ese falo dentro de su cuerpo, para
estirar su abertura en torno a ello, la había puesto inquieta.
Eve se la entregó sin encontrarse con los ojos de Selene. Con silenciosa sumisión. El
labio superior de Selene se curvó en una sonrisa, dándola un marcado aire de peligro.
No hizo nada para disminuir la confianza de Eve, y todo para que su juego subiera los
torrentes de endorfinas enviadas a través de su cuerpo. Eve miró como Selene
encajaba el consolador en el arnés, luego exhaló con timidez cuando Selene utilizó una
delgada mano para acariciarlo desde la base hasta la punta.
—"Yo…"—
Sonrojándose, Eve se sentó, luego se giró para equilibrarse sobre sus manos y rodillas.
Podía sentir el movimiento de Selene en su posición detrás de ella y su aliento, sin
saber qué esperar. El suave toque de las manos de Selene en su trasero la hizo
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Megan O´Brien [Wild]
sacudirse de sorpresa, entonces gimió en voz alta cuando esas manos agarraron sus
nalgas y la atrajo abierta, exponiendo su abrasadora carne al aire frío.
—"Vamos a ver este sexo mojado"— Pudo sentir el aliento de Selene cuando llevó su
boca al lado de los labios de Eve, un fuego ardiente y muy cerca. —Yo no tenía ni
idea, Eve. Ninguna en absoluto—
— ¿No tienes idea de qué? — Susurró Eve. Tensándose, casi se vino cuando la boca
de Selene de repente le cubrió los labios y deslizó su lengua serpenteando su camino
con círculos hacia el clítoris hinchado de Eve. Selene se apartó con un gruñido
silencioso.
—"Yo tampoco"— Eve dejó caer su frente al colchón, meciéndose atrás en sus
rodillas. Ella golpeó la boca de Selene, pero Selene se retiró rápidamente, arrancando
un grito de decepción de la garganta de Eve.
Cuando Eve jadeó en la almohada, sin poder creer que Selene la había dejado así como
así, sintió a Selene enderezarse, y luego posar una mano en su trasero. Un momento
después, el grosor, longitud del consolador de silicona se deslizaba a lo largo de su
humedad, lo que la hizo estremecerse de placer.
—"Y no antes que lo diga yo. ¿Entiendes?" — Eve logró un gruñido evasivo.
—"Por favor"— Selene le golpeó con fuerza en el culo, y luego le dio un duro
apretón.
—"Lo digo en serio. Vente sin permiso y te prometo que vas a sentirlo"
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Megan O´Brien [Wild]
—"Bien"— Y con esto, Selene empujó el consolador delante, con cuidado trabajando
la cabeza gruesa en la abertura de Eve.
—"Tomaste eso como una buena chica, ¿no?" — Los dedos de Selene apretaron las
nalgas, entonces sacó una mano para ofrecer una ligera palmada. — ¿Estás segura de
que nunca has hecho esto antes? — Mirando hacia atrás por encima del hombro, Eve
se encontró con los ojos de Selene, que se suavizaron al instante.
—"Estoy segura"—Selene deslizó una mano por la columna vertebral de Eve para
instalarse en la parte posterior de su cuello.
—Gracias por darme esto a mí— Retiró sus caderas, luego se condujo de nuevo hacia
delante. Luego, otro empuje, más rápido y más duro. —Por darme este sexo dulce y
apretado— Eve gritó cuando Selene estableció un ritmo constante, llenando luego
retirándose, de alguna manera golpeando todos los puntos correctos en el interior.
—"Dime que te gusta"— Selene tiró abriéndola, dejando al descubierto su ano al aire
fresco. —"Dime cuánto te gusta ser follada"
—"Me encanta ser follada"— Eve subió en sus manos y arqueó la espalda,
meciéndose para encontrar los empujes de Selene. —"Nunca había sentido algo tan
malditamente bueno"— Unas manos fuertes se deslizaron por los costados y
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Megan O´Brien [Wild]
alrededor de sus pechos para acunarlos. Selene tiró bruscamente en ambos pezones,
luego pellizcó la hinchada carne al compás a la velocidad de sus golpes profundos.
—"Eres mía"… ¿Lo eres? — Aturdida por la tranquila intensidad de la pregunta, Eve
miró por encima del hombro y devolvió la mirada fija caliente de Selene. La feroz,
posesiva mirada en el rostro de Selene sacudió a Eve al clímax repentino, y cuando
Selene apretó los dientes y se estremecía con su propia liberación, las contracciones en
el sexo de Eve se hicieron tan violentas que lo único que podía hacer era desplomarse
sobre su estómago y sobrellevar la ola debajo de la forma sólida, temblorosa de Selene.
Cuando por fin se bajó de su orgasmo, ya sea minutos u horas más tarde, Selene besó
el borde de su oreja y le dijo otra vez, en un gruñido que envió escalofríos por el
cuerpo de Eve:
—"Yo nunca te di permiso para venirte"— Selene mordisqueó su cuello, agarró sus
manos, y luego las depositó sobre la cabeza de Eve. —"¿No te advertí acerca de eso? "
Francamente, no podía esperar para saber cómo Selene pretendía hacerla lamentarlo.
Raspando los dientes afilados por encima del hombro de Eve, Selene murmuró:
—"Todo lo que creas será apropiado"— Eve gimió cuando Selene bombeó sus
caderas contra su trasero. Iba a estar deliciosamente dolorida por la mañana. —"Me lo
merezco"—. Selene se retiró, luego derribó a Eve, separando sus muslos y
colocándose entre ellos. Alcanzó entre sus cuerpos y dirigió el consolador atrás en Eve
mirando fijamente en sus ojos. Eve gimió, segura de cuánta más estimulación podía
manejar. Besando la comisura de la boca de Eve, Selene murmuró:
—Voy a ser suave—. Eve entrelazó los dedos detrás del cuello de Selene.
—Estoy enamorada de ti
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Megan O´Brien [Wild]
—"Dios"— Eve mordió el labio mientras Selene inclinó sus caderas lo justo,
hundiéndose en el interior más profundamente. No tenía idea de cómo una pieza de
silicona podría hacerla sentir tan conectada, pero casi parecía como si el juguete no era
más que una extensión del cuerpo de Selene, transmitiendo todo su ardiente deseo. —
Porque Yo también estoy enamorada de ti
—Y haré todo lo que pueda para protegerte— Trazando su lengua sobre el labio
superior de Eve, Selene apretó su abrazo. —Haré lo que sea para mantenerte a salvo
Las solemnes palabras de Selene la calentó desde adentro hacia afuera, y Eve no podía
dejar de pensar en la denuncia anónima. Parecía imposible que la misma mujer que
hablaba con tanta pasión guardara un secreto de esa magnitud. De ninguna manera
Selene había hecho esa llamada. De ninguna manera. Selene juntó sus bocas otra vez
en un beso apasionado. Ella bombeó sus caderas más rápido, pero mantuvo sus golpes
superficiales y suaves. La fricción de sus pelvis frotándose juntas fue más que
suficiente para llevar a Eve al borde de nuevo. Selene deslizó una mano por el costado
de Eve, a continuación, acurrucada debajo de su trasero, tiró de la pierna de Eve sobre
su propia cadera. Entonces gruñó, —"Mía"— y Eve tuvo espasmos alrededor de ella y
lanzó un grito de liberación una vez más. Dejando caer la cabeza sobre el hombro de
Eve, Selene tembló y abrió la boca como si hubiera olvidado cómo respirar. Eve puso
las manos en la espalda de Selene y la acarició calmándola con círculos de arriba abajo
por su columna vertebral.
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Megan O´Brien [Wild]
—Cariño, detente. No pasa nada, de verdad. Es sólo una noche— Esbozó un tono
ligero que ni siquiera ella creía realmente. —Soy una niña grande. Voy a estar bien—
Selene finalmente la miró a los ojos.
—Honestamente, Selene—
—"No"— tan contundente como lo había sido en su juego sexual, Selene dejó en
claro que el tema no era objeto de debate. —No puedes quedarte sola. Si yo estuviera
lejos y algo te pasara, Nunca me lo perdonaré— Selene tragó y desvió la mirada. —
"Nunca".
—No voy a estar sola. Jac tiene dos detectives vigilándome todo el tiempo,
¿recuerdas? — Selene frunció el ceño.
—Está bien
—Tal vez puedes quedarte con Jac— Eso era lo último que esperaba Eve que
sugiriera Selene.
—"¿Jac?" No estoy segura de que sea una buena idea— Mirando como si estuviera
tratando de tragar un bocado de mala comida, Selene dijo:
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Megan O´Brien [Wild]
—"Tengo una pistola, también"— Jac había pasado por la tarde con un permiso de
armas ocultas y una pistola. Eve esperaba que nunca tuviera realmente que usarla.
—Por favor, cariño. "Por mí"— El vientre de Eve se volcó por el temor muy real que
sintió tras la preocupación de Selene.
— ¿Estás bromeando? — Selene besó la punta de la nariz de Eve. —Ella está aún
enamorada de ti. Estará de acuerdo. Es probable que salte en la oportunidad de tenerte
toda para ella— Con la cara ardiendo, Eve trató de interpretar el tono de Selene.
— ¿Eso te molesta?
—No. Yo confío en ti—. Eve enredó una mano en el pelo oscuro de Selene y tiró de
ella hacia abajo para otro beso.
Selene permaneció despierta durante horas después de que Eve se quedó dormida,
luchando con la culpa tan intensa, preocupada de que pudiera filtrarse en el
inconsciente de Eve y oscurecer sus sueños. Su anterior acto sexual había sacudido a
Selene, humillado, y profundamente, profundamente avergonzado. Había mentido a la
mujer que amaba. Peor aún, lo había hecho mientras todavía estaba enterrada
profundamente dentro de Eve después del sexo más intenso que sospechaba que
ninguna de las dos había tenido. En un momento en el que se sentía más conectada a
un ser humano que jamás imaginó posible. Ella era un pedazo de mierda. Lo peor de
todo era que no tenía elección.
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Megan O´Brien [Wild]
que una prostituta la atara a una mesa de acero. Sí, claro. Eso no sólo pondría fin a su
relación, sino posiblemente podría llegar a comprometer a Selene. O peor.
La verdad era que Selene deseaba poder decírselo a Eve y que ella aceptara la verdad.
Al eliminar la necesidad de mantener el secreto sólo consolidaría su relación ya sólida.
Mejor que eso, si Eve supiera lo que Selene era, tal vez podría usar su habilidad para
cazar al asesino del Golden Gate Park. Selene tenía las herramientas a su disposición
que todas las investigaciones de la policía y la ciencia forense en el mundo no podría
replicarse. Con la libertad de tomar ventaja de su verdadera naturaleza, Selene podía
proteger a Eve correctamente. Desafortunadamente Selene era una cobarde. No
importa qué tan intensa era su conexión, ella no podía creer que Eve pudiera manejar
la verdad y aceptarla por lo que ella era. No tenía a nadie más, así que ¿por qué una
mujer que había conocido durante un mes, una mujer de ciencia, sería diferente a
cualquiera? Suspiró y puso una mano sobre su estómago. No quería vomitar, pero
estaba tomando todo lo que tenía para mantener su cena.
Eve gimió en su sueño, revolviéndose con inquietud bajo el edredón. Con esfuerzo
Selene calmó sus pensamientos y se volvió de lado para tirar de Eve en un cálido
abrazo. Inmediatamente Eve se calmó. Ya sea que soñaba con problemas derivados de
la amenaza a su vida o los propios pensamientos torturados de Selene, Selene no lo
sabía. Lo que sí sabía era que necesitaba averiguar cómo se podía tener una relación
real sin necesidad de mentir cada mes. Algo tenía que ceder. Mentir no era una
estrategia que a largo plazo sería una forma débil y cobarde para ganar algo de tiempo.
En algún punto, estaría obligada a poner su relación a prueba, para ver si realmente era
Eve la indicada para ella. Pero no este mes. Todavía no.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Diecinueve
Selene tenía razón — cuando Eve explicó a Jac que se iba fuera de la ciudad y no
quería que estuviera sola, Jac no podía parecer más contenta por haber sido designada
su guardaespaldas para la noche. Tan contenta, de hecho, que tomó cada pedazo de
fuerza de voluntad de Eve hacer a un lado la irritación que sentía por el fracaso de Jac
por ocultar su alegría petulante. Pero lo hizo, porque se alegró de la compañía de Jac.
Ella no quería pasar la noche en su apartamento preguntándose si el asesino del
Golden Gate Park estaba al acecho en las sombras.
Cuando Jac mencionó preparar su cena, Eve sabía que tendría que estar en guardia.
Cocinar era una táctica para cortejar de Jac, probablemente utilizada con éxito en
muchas más mujeres de las que Eve quería imaginar. Había funcionado sin duda en
ella, en otro tiempo. Después de rechazar la invitación de la anterior cena de Jac, Eve
sabía que Jac vio esta noche como una segunda oportunidad. Jac dijo que la cena era a
las cinco y media, lo que significaba que había decidido salir temprano del trabajo para
preparar su comida. No dudaba de que Jac quería asegurarse de que estaban juntas
justo antes del anochecer, pero sospechaba que Jac también estaba simplemente
emocionada por finalmente tener a Eve en su casa de nuevo. Sin embargo, Eve no se
quejaba de la cena temprana. Ella particularmente no quería estar fuera tarde de todos
modos. Esta noche había luna llena, y, aunque Eve no era supersticiosa, reconoció que
el ciclo lunar a veces jugaba en los modelos de los psicópatas. El primer asesinato se
había cometido la noche de la luna llena anterior.
Eve dejó el laboratorio temprano y estaba en la puerta de Jac diez minutos antes de lo
acordado. Tenía la intención de pasar la noche discutiendo el caso, por lo que junto
con una botella de vino, llevaba una pila de informes forenses. Estudiar
minuciosamente sobre los archivos del caso sería el mejor uso de su tiempo juntas y
sería mantener las cosas profesionalmente, que era exactamente donde Eve quería que
su relación se quedase. Jac abrió la puerta con un delantal y una sonrisa brillante.
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Megan O´Brien [Wild]
—Traje los informes forenses de nuestras dos víctimas. Supuse los repasaríamos para
ver lo que nos hemos perdido— Jac acompañó a Eve dentro.
—Por supuesto. Pero vamos a comer primero, tomar un vaso de vino. Relájate un
poco— Miró a Eve arriba y abajo, luego la besó en la mejilla. —Te ves hermosa—.
Eve se puso rígida.
—Lo sé— Echando un vistazo a la etiqueta de la botella, Jac silbó. —Mi favorito—
—Es un agradecimiento por dar tu noche para hacer de mi niñera— Eve siguió a Jac a
la cocina. Se puso junto el mostrador mientras Jac dejaba el vino, luego miró su sartén
candente de pimientos y cebollas. —No me gustaría saber que metí la pata en tus
planes— Jac negó con la cabeza.
—No hay planes. No hay lugar ni nadie con quien preferiría estar— A veces Jac era
totalmente desesperante.
Hace nueve meses Eve habría tomado este cambio radical de postura de manera
diferente. No es que ella hubiera necesariamente perdonado a Jac, porque su traición
había cortado tan profundamente, pero por lo menos entonces habría justificado su
creencia de que realmente había estado enamorada. Habría probado que ella no había
estado loca por creer que su relación estaba funcionando bien hasta el momento en
que descubrió a Jac en la cama con otra mujer. Pero entrando como lo hizo ahora,
después de que Selene había entrado en el cuadro, Eve sentía como Jac estaba
desesperada por recuperar de Selene algo que había ganado legítimamente. Y eso la
hizo enojar. Lo único que podía hacer era mantener las cosas amigables y corteses, y
disuadir a Jac de cruzar la línea que Eve le había claramente pedido mantener.
—Huele delicioso—
—No los he hecho en mucho tiempo— Jac se encogió de hombros mientras se agitó.
—He echado de menos tener a mi público más agradecido a mi alrededor— Eve
forzó un murmullo evasivo, recogiendo un expediente y volteándolo para abrirlo.
—Está bien— Eve tiró el archivo en la barra y suspiró. Entonces se acercó a la botella
de vino y la agarró rápidamente. — ¿Dónde está tu sacacorchos?
—El cajón al lado del fregadero— Eve lo encontró y quitó el corcho de la botella,
llenó dos copas hasta la mitad. Puso una al lado de Jac, luego dio un paso atrás, fuera
de su alcance. Apoyada en el marco de la puerta, tomó un sorbo y observó a Jac
terminar su obra maestra. Sus fajitas eran en realidad parte de la leyenda. Eve en el
pasado, las había considerado como un afrodisíaco, y Jac lo sabía.
—Entonces, ¿cómo van las cosas con Selene? — con la boca congelada en insincera
alegría, Jac se las arregló para mantener su voz ligera. — ¿Todavía locamente
enamorada?
— ¿Qué? — Jac trató de sonar inocente, pero Eve la conocía perfectamente. —Estoy
tratando de tener una conversación. Ser amable— Ella no cumplió con los ojos de
Eve mientras servía las verduras en un plato. — ¿No le preguntaste acerca de la
llamada anónima todavía? —
— ¿Es eso lo que dijo? — Eve tomó otro sorbo de vino. A decir verdad, no tenía ni
idea de por qué no había preguntado a Selene. Había estado a punto de hacerlo la
noche que hicieron el amor intensamente apasionadas, pero cada vez Selene que la
tocaba, Eve perdía todo deseo de remover las aguas. En parte porque no podía
soportar la idea de descubrir que Selene había estado guardando secretos, pero casi
había renunciado a su instinto después de Jac y odiaba imaginar que podría fallarle de
nuevo. No había manera de hacer entender a Jac sin sonar ingenua.
—"Jac"—
—Sólo estoy preguntando. ¿Te dijo que no sabía nada? — Venir esta noche
probablemente había sido un error. Pero andar e irse y volver a casa, o incluso a un
hotel no era especialmente atractivo. Y significaría romper su promesa a Selene. Eve le
había jurado que se quedaría con Jac hasta que Selene regresara, no importa cuán
difícil la situación podría ser.
—Ella no tenía que hacerlo. Créeme, si Selene supiera cualquier cosa que pueda
ayudarnos a atrapar al tipo, me lo diría. Yo sé que ella lo haría.
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Megan O´Brien [Wild]
—"Sí," — dijo Eve simplemente. —Piensa lo que quieras acerca de Selene, pero
nuestros sentimientos mutuos son reales. No sé cómo explicártelo. Me ha sorprendido
tanto como a cualquiera. Pero ahí está. Tienes que confiar en mí
—Está bien— Jac le entregó el plato de fajitas y la botella de vino. — ¿Quieres llevar
estos a la mesa? Estaré justo detrás de ti
—Por supuesto
Agradecida por escapar del espacio cerrado de la cocina, Eve oyó gruñir el estómago al
ver la increíble comida que Jac había preparado. A pesar de sus defectos, Jac realmente
sabía cómo expresar el amor a través de su comida. Y a juzgar por la extensión que
tenía delante, Jac estaba llena de amor esta noche. Jac se sentó junto a Eve en la mesa,
señalando el soporte de tortilla en el centro.
—Gracias— Eve escatimó a Jac una genuina expresión de gratitud mientras llenaba su
plato. —Me muero de hambre
—Bien, porque probablemente me sobrepasé un poco. Espero que estés lista para
llevarte a casa algunas sobras
—"Siempre"
Jac comió en silencio, arrastrando la mirada sobre el cuerpo de Eve sin reaccionar
visiblemente. Cuando habló un momento después, su voz salió ronca.
—Estas realmente en buenas condiciones, Eve. Lo digo en serio. Supongo que es estar
enamorada, pero te ves diferente de como te he visto alguna vez. Tan… vibrante.
"Viva"
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Megan O´Brien [Wild]
—Es irónico, teniendo en cuenta que estoy marcada por la muerte— Por mucho que
intentó no dejar que su mente fuera allí, el miedo se había convertido en su
compañero inseparable. Más aún cuando no estaba en la presencia tranquilizadora de
Selene. Pero no tenía duda de que Jac estaba en lo cierto, estar enamorada y confiada
sexualmente por primera vez en su vida, la hacía sentir como una mujer nueva. A
pesar del terror que este acosador había traído a su vida, se sentía más libre que nunca.
Ella no estaba sorprendida de que Jac podía verlo, también. —Gracias, sin embargo.
Además del psicópata obsesionado, lo estoy haciendo bien
—Es evidente— Jac miró fijamente con una intensidad que aceleró a Eve el latido del
corazón. —Yo no voy a dejar que te pase nada, lo sabes. Así que por lo de marcada
por la muerte, olvídate de él. Esto es una mierda de miedo, seguro, pero va a terminar
bien. Y pronto
—Lo sé— Eve logró parecer más valiente de lo que se sintió. De momento tenían una
casi total falta de evidencia física, ningún testigo sólido, y ni siquiera una débil ventaja.
Sin embargo, Jac haría todo lo posible para atrapar al tipo. —Lo que no me deja de
preocupar, sin embargo
—Lo entiendo. Pero sólo sé que no puedo vivir sin ti. Me niego. Ese hijo de puta no
va a hacerte daño— De repente sobria, Jac habló en un tono intenso que hizo que un
escalofrío atravesara a Eve. Independientemente de sus sentimientos por Selene, Eve
no era inmune al deseo de Jac. Tramposa o no, Jac fue una vez el centro de su mundo.
Oír verdadero amor en su voz hizo que el corazón de Eve aún latiera más rápido. —
Lastimarte fue lo peor que he hecho. Voy a pasar todos los días de mi vida expiando,
si eso es lo necesario— Eve tragó un bocado de comida, luego dejó la fajita.
—"Jac"—
—Tal vez sea injusto de mi parte decir estas cosas ahora que estás con Selene— Jac
tomó un sorbo grande de vino, como reforzando su valor. —He cometido algunos
errores terribles, lo sé, pero no se puede negar que todavía tenemos algo especial. Algo
que puede ser fijo, si me perdonaras
—Te perdono—, dijo Eve. —Pero perdonar no es lo mismo que querer estar
contigo—. El daño destelló a través de la cara de Jac, pero ella lo escondió
rápidamente.
—Lo merezco. Sé que lo hago— Tomó otro sorbo, y luego dejó el vaso con una risa
fácil. —Pero puedo ser persistente y paciente
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Megan O´Brien [Wild]
—Me gustaría que no lo fueras— Jac miró como si estuviera tratando de decidir si
debe decir algo más, pero simplemente se aclaró la garganta.
— ¿Lista para el postre? — llena de las fajitas, Eve dudaba de que hubiera espacio para
más.
— ¿En serio?
—Mousse de chocolate—. Oh, eso fue bajo. Eve frunció el ceño a Jac.
—Sacando las armas pesadas, ¿lo estás? — Jac sonrió con descaro.
—"Hmmph"— Eve se puso de pie y empezó a recoger los platos sucios. —Sabes lo
que hace— Agarrando su propio puñado de platos, Jac siguió a Eve a la cocina.
—Conozco un montón de cosas sobre ti. Cosas muy importantes— Eve no podía
negar que era verdad.
Aturdida, Eve agarró el bíceps de Jac, con la intención de empujarla lejos. Pero vaciló,
la familiaridad de la boca de Jac sobre la de ella la abrumó. Vagamente consciente de
que devolvió el beso hizo que sus rechazos no fueran solamente débiles, sino también
vacíos, Eve no pudo evitar probar brevemente la boca de Jac antes de volver la cara
hacia un lado con un suspiro.
—Te dije que no— Las piernas de Eve parecían derretirse bajo ella. —"Para"—
Inmediatamente Jac retrocedió.
—"Lo siento"
—Maldita sea, Jac— Eve tocó sus labios con los dedos, sin creer lo que acababa de
suceder. No había querido dudar antes de alejarse y esperaba que Jac no lo hubiera
notado. —No creo que quedó claro. Esto, nosotras… no va a suceder. Yo no voy a
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Megan O´Brien [Wild]
—Yo no estoy tratando de hacerte daño— Jac caminó hacia atrás, doblando sus
brazos sobre su pecho. No pudo encontrarse con los ojos de Eve. —Y tú tienes razón,
estaba fuera de lugar. Lo siento. Yo sólo… yo sé que estás enamorada de ella. Ya lo sé.
Esto no se trata de ser celosa. Se trata realmente y verdaderamente darse cuenta de lo
que te hice, lo que perdí, y deseo desesperadamente creer que yo podría tener otra
oportunidad
— ¿Quieres ir a escuchar la grabación de nuestro aviso del asesinato del Golden Gate
Park? Vamos a hacer eso ahora mismo. La tengo en mi laptop.
Con el corazón desbocado, Eve apretó los puños a los costados. — ¿Y qué piensas
que vas a lograr? ¿Voy a escuchar una voz que suena como Selene y decidiré caer en la
cama contigo?
—No. Pero por lo menos tendrás toda la información necesaria antes de empezar a
tomar decisiones
—Tengo toda la información que necesito, para saber que no quiero estar contigo
nunca más— Eve rodeó a Jac, escapando de la cocina con las piernas temblorosas. —
Y estas haciendo realmente que me arrepienta de venir aquí esta noche
—Vamos, Eve. No es que tengas una opción— Jac ni siquiera se molestó en ocultar
su frustración mientras seguía a Eve de nuevo en la sala de estar. —Aunque Selene y
yo no estamos de acuerdo en todo lo demás, sí que no estarás sola mientras el
monstruo sigue ahí— Girándose a la cara de Jac, Eve luchó para no levantar la voz.
Inmediatamente después de ese beso, oír a Jac invocar el nombre de Selene bordeó lo
ofensivo.
—Probablemente no.
—Sólo quiero protegerte. Esto incluye asegurarme de que sabes la verdad acerca sobre
la mujer de la que te has enamorado. Incluso si hiero tus sentimientos— Jac hinchó su
pecho, desafiante. —No me puedes decir que ese beso era totalmente desagradable. Sé
que hay una parte de ti que no está segura acerca de Selene, que me echa de menos
—No soy una tramposa—, dijo Eve con frialdad. —Me tomaste por sorpresa. Pero yo
nunca le haría a Selene lo que tú me hiciste— El recuerdo hizo a Eve temblar. No
podía pensar en nada peor que traicionar la confianza de Selene como una vez Jac
había traicionado la suya. Que Jac fuera quien la puso en esta posición enfureció a
Eve. —Y no me importa lo que diga Selene o tú. Realmente tengo una opción de estar
aquí, y decido irme. Justo ahora— La alarma brilló en los ojos de Jac.
—No. Tienes razón, no debería haber dicho eso. Eso fue injusto. Prometo dejarlo por
el resto de la noche. Pero no vamos a ninguna parte
—Maldita seas, Jac— Eve caminó hacia la puerta, agarrando su abrigo del gancho en
la entrada. —Sí, la tengo. Voy a salir a decirles mis amigos del departamento que
conseguiré un cuarto de hotel esta noche. No tengo ninguna duda de que me
mantendrán perfectamente segura, sin coquetear conmigo— Se abrochó el abrigo con
las manos temblorosas. —Yo no te necesito. No para protegerme, o que me digas con
quien debo citarme. Ni siquiera te necesito como una amiga, si me vas a poner en la
incómoda posición de tener constantemente que rechazarte— Jac agarró la muñeca de
Eve, parándola de girar la perilla de la puerta.
—Te dije que lo sentía. Por favor, no te vayas— Eve se estremeció bajo el toque de
Jac.
La culpa le revolvió el estómago al recordar besarse antes, aunque fue por un instante.
No podía quedarse con Jac esta noche. Ni siquiera podía imaginar esperar hasta
mañana para confesar lo que le pasó a Selene. Selene era probable que ya hubiera
salido de la ciudad, pero si no se hubiera ido aún, Eve tenía que ir a verla. Para limpiar
su conciencia. Para tranquilizarse sobre que ella no acababa realmente de retorcer las
cosas.
Eve tiró de su muñeca y abrió la puerta. —Gracias por la cena, Jac. Te veré más
tarde— Salió corriendo de la habitación, corriendo por el pasillo antes de que Jac
pudiera tratar de convencerla de quedarse. Tenía que ver a Selene, y pedir disculpas.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veinte
Selene apretó los dientes mientras caminaba hacia la puerta principal, las ondas de
placer ondulaban por todo su cuerpo de la simple fricción de su bata de seda rozando
su piel desnuda. No había esperado que la nueva escolta llegaría dentro de otros
quince minutos, pero estaba muy emocionada por su puntualidad. La inminente
transformación de este mes ya era más intensa que la anterior, incluso sin el perigeo
lunar, y Selene sabía que todo tenía que ver con Eve. Consumida por el olor
persistente de Eve en los muebles a su alrededor, por el recuerdo de la última vez que
tocó la piel de Eve, Selene no podía pensar en nada más que en su deseo de follar a
Eve duro y rápido, para hacerla gritar estremeciéndose por la liberación.
Más de una vez hoy había tenido un orgasmo simplemente pensando en lo que iba a
hacer a Eve cuando estuvieran juntas. Era probablemente mejor para Eve que no
fuera así. Ahora que tenía una compañera, el frenesí sexual que la luna provocó a
Selene ardía dentro tan caliente que la dejó apenas capaz de mantenerse en el
pensamiento consciente. No tenía idea de cómo iba a contenerse si Eve estuviera
cerca. Con las cosas así, seguramente tomaría todo lo que tenía para explicar su ritual a
la nueva chica, más aun para no parecer una completa lunática mientras lo hacía.
Selene esperaba que la pronta llegada de la escolta fuera un buen augurio de su
capacidad para seguir las instrucciones y atar la cuerda más fuerte que su predecesora.
Selene abrió la puerta y se quedó inmóvil. Por unos pocos momentos se quedó sin
aliento pues esperaba que estuviera viendo cosas, que su mente nublada por el sexo la
estaba engañando imaginando a Eve de pie en el porche viéndose bastante deliciosa
para devorarla.
—Oh, bueno. Pensé que ya te habías ido— Los ojos de Eve brillaban con emoción
mientras ella revoloteaba la mirada a lo largo del cuerpo de Selene. — ¿Estabas a
punto de tomar una ducha?
Apoyando una mano en el marco de la puerta, Selene apretó los dientes y trató de
mantenerlos unidos. Respondiendo a la puerta con una bata de seda tenía que parecer
extraño cuando Eve creyó que debía estar en su camino fuera ya de la ciudad. Lo
menos que podía hacer era tratar de actuar normal.
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Megan O´Brien [Wild]
de ella, mirándola con ojos preocupados. Selene sintió una miríada de emociones que
emanaba de Eve, el principal de ellos la culpa.
Vagamente, Selene se preguntó qué podía haber pasado para traerla aquí cuando Eve
no sabía que Selene iba a estar en casa. —Estaba a punto de ir— Maldiciendo la
respiración dificultosa de su voz, Selene trató de poner un aire casual. — ¿Qué estás
haciendo aquí? Se supone que tienes que estar con Jac
—No hay necesidad de pedir disculpas, cariño. Confío en ti. ¿Existe algún otro lugar
donde puedas ir esta noche? — Selene se concentró en moderar su respiración,
tratando de ignorar el olor de Jac en ella ahora recogido en la piel de Eve. El
recordatorio visceral de la transgresión de Jac hizo casi imposible resistirse tirar de Eve
dentro y replantear su afirmación. —Odio tener que dejarte, pero ya estoy llegando
tarde…
—Por supuesto—, murmuró Eve, con la cara caída. —Lamento haberte molestado.
Yo probablemente no debería haber venido— Ella se volvió ligeramente y su camisa
estirada sobre sus pechos, rompió el último hilo del control de Selene.
Gruñendo, Selene cogió el brazo de Eve en un asimiento fuerte y tiró hacia delante,
dentro de la casa, y luego la golpeó contra la pared al lado a la puerta. Atacó la boca de
Eve con viciosa pasión, aplastando sus labios en un beso duro. Eve abrió la boca
debajo de ella, luego agarró los hombros de Selene, emitiendo una sacudida de placer
conmocionado que hizo a Selene llegar al clímax violentamente contra ella.
Arrancando su boca, Selene volvió la cara hacia un lado y cerró los ojos sin retroceder.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve enroscó una mano alrededor de la parte posterior del cuello de Selene,
sosteniéndola cerca. No hubiera podido moverse aunque lo hubiera querido, clavada
en el lugar por la carga pesada de Selene. Pero alejarse no parecía estar en su orden del
día.
Ella alcanzó entre sus cuerpos y abrió el botón de los pantalones de Eve, derribando la
cremallera, a continuación, hundiendo su mano en la parte delantera de las bragas de
Eve. Encontró sedosos pelos, luego con sus dedos pliegues resbaladizos, demasiado
desesperados para hundirse en la apretada apertura de Eve para molestarse con ser
suave. —"Selene"—Eve apretó los hombros y alzó la voz cuando Selene se metió
dentro de ella. —"Oh, mierda"
—"¿Te hago daño?" — Jadeó Selene. Esperaba como el infierno que no lo hiciera
porque no sabía cómo parar.
—No— Eve separó sus pies y se aferró a Selene como si su vida dependiera de ello.
La puerta principal estaba abierta al lado de ellas, y aunque nadie podía verlas desde la
calle, Selene sabía que cualquiera que pasara por allí oiría los sonidos de su frenética
unión. Atontada de que Eve permitiera tal exposición, el pensamiento de poner a Eve
fuera de sí sólo hizo a Selene hambrienta de más. Más duro. Más rápido. Ella introdujo
sus dedos en Eve una y otra vez, tan profundamente como podía en esta posición
incómoda, y utilizó su pulgar para frotar círculos más agresivos en el clítoris hinchado
de Eve. Cuando Eve se tensó debajo de ella, justo en el borde del orgasmo, Selene se
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Megan O´Brien [Wild]
inclinó hacia el cuello de Eve y casi mordió, chupando la tierna carne en su boca lo
suficiente para dejar una marca.
Los ojos de Selene estaban fuertemente cerrados, pero vio la liberación de Eve como
una ráfaga ardiente de luz amarilla detrás de sus párpados. Su placer explotó en el
cuerpo de Selene, desencadenando un orgasmo en Selene que pareció enviar a Eve
caer otra vez justo cuando su primer clímax disminuyó. Cada orgasmo que Eve sufrió
desencadenó otro en Selene, no menos intenso que el anterior, y cada vez que Selene
llegó Eve echó la cabeza hacia atrás para iniciar el proceso de nuevo. Selene no tenía
idea de cuánto tiempo se quedaron allí de pie juntas mientras sobrellevaron su bucle
de retroalimentación de placer, pero la única cosa que derribó a Selene era el sonido de
una garganta aclarándose al lado de ellas. Luna llena o no, Selene se puso seria al
instante. Su prostituta había llegado.
Al igual que una mujer poseída, Selene parecía estar actuando por pura pasión y Eve
dudaba que se diera cuenta de cuán áspera tenía las manos, lo afilado de sus dientes.
Cada pedacito de dolor que infligió Selene al instante se volvió en placer al rojo vivo.
No hubo un solo momento durante su acoplamiento frenético que Eve no quiso
exactamente lo que Selene le estaba dando. Tan rápido como Selene explotó en
necesidad desesperada, se quedó helada con lo que se sentía como miedo silencioso.
Arrancada de su increíble orgasmo mutuo por los ojos desorbitados de Selene con
mirada aterrorizada de culpa, Eve luchaba por recuperar el aliento mientras se contrajo
ligeramente alrededor de los dedos todavía enterrados profundamente dentro de su
sexo. Cuando la atención de Selene se trasladó a la puerta de al lado, Eve giró la
cabeza y vio a una rubia hermosa de pie, a menos de un metro.
—Oh— Eve agarró del brazo y tiró de Selene, mortificada de no tener duda de que la
mujer fue testigo de la conclusión de su follada insensata.
Selene sacó sus dedos de Eve rápidamente, sin dejar rastro de ternura. Haciendo una
mueca, Eve abrochó los pantalones con manos temblorosas cuando Selene miró a la
rubia como si estuviera viendo un fantasma.
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Megan O´Brien [Wild]
—Lo siento por interrumpir— dijo la desconocida a la ligera. —Estoy aquí ¿a las siete
con Selene? — La mirada en el rostro afligido de Selene irradió calor, un desgarrador
dolor se disparó a través de Eve.
Ella tenía una expresión de puro pánico, vergüenza, de incredulidad a sabiendas de que
acababa de ser pillada. Jac una vez le había dado el mismo aspecto después de que Eve
la cogió bajando en otra mujer en su cama. Eve cambió su atención de Selene a la
rubia en la puerta, tratando de entender lo que esto significaba.
—Ella es Selene— Eve dijo con voz espesa, señalando a su amante. Selene abrió y
cerró la boca. Sus ojos estaban desenfocados y Eve de repente se dio cuenta de lo
único que parecía.
Cuando Selene había respondido al principio a la puerta, Eve había sentido que algo
estaba mal, pero lo atribuyó a una simple confusión por el hecho de que ella no estaba
donde Selene había esperado y que fuera ella. Ahora se daba cuenta de que Selene
había estado probablemente preocupada por su visita porque sabía que la rubia debía
ser su cita. Entonces, ¿quién era ella? ¿Y por qué Selene había tirado a Eve dentro para
un polvo rápido si estuviera esperando a alguien que claramente no quería que se
reuniera?
—Lo siento— Cambió incómodamente la rubia, mirando entre Eve y Selene cuando
se dio cuenta de hasta qué punto esta situación podría llegar a ser volátil. — ¿Es este
un mal momento? — Eve esperó a oír lo que diría Selene. La alarma cruzó el rostro de
Selene.
—No, creo que me debes una explicación— Echando un vistazo a la rubia, Selene
hizo un gesto hacia la sala de estar con una mano visiblemente temblando.
—Fantástico— La rubia arriesgó una última mirada de disculpa a Eve. —Lo siento—
Eve nunca había querido golpear a alguien tan mal en su vida.
Ella fulminó con la mirada la espalda de la rubia mientras caminaba en el interior, sólo
volvió a centrarse en Selene cuando la mujer desapareció de la vista.
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Megan O´Brien [Wild]
Apartándose de la pared, Eve salió cojeando por la puerta principal. Hasta ese
momento no se dio cuenta de cómo su sexo estaba dolorido. Las lágrimas le picaron
los ojos y apretó los dientes en un esfuerzo para no reaccionar. No por el dolor, sino
porque lo que debería haber sido el recordatorio de lo salvaje, hacer el amor sin
inhibiciones ahora se sentía como las consecuencias de una mentira.
Agarró la muñeca de Eve, e incluso ese toque sencillo encendió la feroz necesidad y el
deseo dentro de ella, que la dejó enfurecida. ¿Con una conexión como la de ellas por
qué Selene se debía liar con alguien más? Selene dejó escapar un ahogado gemido y al
instante apartó la mano como si se hubiera quemado.
—Espera—. Disgustada, Eve se dio la vuelta y extendió una mano para detener a
Selene y entrara en contacto con ella de nuevo.
—Pensé que querías que me fuera— Las lágrimas corrieron de los ojos de Selene.
— ¿No es porque vas allí a follarte a esa mujer? — Eve nunca pensó que Selene le
haría esto a ella. No después de todo lo que habían experimentado juntas. No cuando
Eve se había hecho más vulnerable con ella que con cualquier persona. —Dime por
qué realmente quieres entonces que me vaya— Selene abrió la boca, pero no salió
ningún sonido. Riachuelos de sudor seguían por la cara, y no parecía poder estarse
quieta. Eve sintió confusión entre la culpa y el miedo, y tuvo una idea repentina,
repugnante. — ¿Estas tomando drogas? — Explorando la cara de Selene, Eve vio que
ahora algo no estaba bien, sin duda. — ¿O enferma? — Ella miró por encima del
hombro de Selene, dentro de su apartamento.
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Megan O´Brien [Wild]
¿Era posible que la mujer estuviera allí por alguna otra razón? Parecía que tenía una
cita. ¿Y si Selene escondía un problema de salud, no dormiría con otra mujer?
Decidida a no dejar que su historia con Jac le impida dar a Selene el beneficio de la
duda, Eve se obligó a ver la situación con claridad.
—No voy a tener sexo con ella— Con la mandíbula apretada, Selene parecía atrapada
entre la desesperación y la reticencia. —Eso es todo lo que puedo decirte. Yo necesito
que confíes en mí— Después de que Selene le había mentido acerca de irse fuera de la
ciudad, Eve no sabía cómo ofrecer ese nivel de confianza ciega.
— ¿Cómo? ¿Cómo puedo confiar en ti cuando me has mentido, cuando veo que
tienes miedo de tu mente y obviamente llena de culpa?
Eve no sabía qué creer. De repente quería preguntarle acerca de la llamada telefónica
anónima tanto como Jac lo quería.
—"¿Qué?"
—Jac dice que tú estás en la grabación de la llamada. Ella quería que yo la escuchara,
pero me negué a creer que me habías ocultado algo así— Cruzando los brazos sobre el
pecho, Eve dijo: —Pero obviamente yo no te conozco. Por lo menos no tan bien
como creía que lo hacía
—"Eve"
— ¿Hiciste esa llamada? Sólo dime. La verdad— Selene miró hacia el cielo que
oscurecía rápidamente, y luego miró a Eve con ojos atormentados.
—"Sí"
El interior de Eve se convirtió en hielo. Ayer habría jurado que entendía el corazón de
Selene. Ahora no entendía nada.
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Megan O´Brien [Wild]
— ¿Quién es esa mujer en tu sala de estar? — Haciendo una mueca, Selene se llevó
una mano a la cabeza y apretó los dientes. Eve miró con recelo, sin saber cómo
interpretar el histrionismo. Nada acerca de lo que estaba pasando tenía sentido.
¿Cómo podía haber estado tan equivocada acerca de alguien? Eve había llegado a
confiar en Selene más de lo que había nunca confiado en nadie, en un momento en
que su vida estaba llena de miedo e incertidumbre. Eso no ocurrió sin una razón. ¿Lo
hizo? Las lágrimas brotaban de los ojos de Selene. Cada palabra que decía parecía
arrancada de ella, como si no quisiera dejarlas ir.
—"No te preocupes"—, dijo Eve, como sorprendida por las frías, palabras de enojo
como Selene parecía estar. Hace diez minutos había pensado que Selene era el amor de
su vida. Ahora se sentía como si estuviera mirando a una extraña, una que se
preocupaba más por mantener un secreto que salvar su relación. —Tienes razón.
Hemos terminado— La cara de Selene se disolvió en la angustia tan dolorosa que Eve
lo sintió, también, profundamente en su pecho.
La dejaba vacía, le hacía difícil respirar. Dio la espalda a Selene, pero eso no disminuyó
su angustia.
—Ten cuidado, Eve— La voz de Selene se rajó con la emoción. —"Por favor"…
Vuelve con Jac. Estarás a salvo esta noche— Eve no sabía a dónde iría. Echó un
vistazo a través de la calle, donde vio el coche de su detalle protector estacionado. Los
detectives observaban la escena, pero centraron su atención lejos rápidamente cuando
Eve los hizo apartar la vista. ¿Cuánto tiempo le tomará a Jac oír hablar de esto?
—"Eve"
—"Adiós, Selene"
Cada paso lejos de Selene requería un esfuerzo Pero a medida que Eve caminaba el
dolor en su pecho disminuyó ligeramente, así que cogió su ritmo hasta que fue casi
corriendo a su coche. Una vez que llegó a la puerta del lado del conductor, la abrió y
se zambulló en el interior, arrancó el motor y salió a la calle lo más rápido que pudo.
No sabía a dónde iba. Sólo tenía que escapar.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veintiuno
Selene se tambaleó de vuelta a su casa después de que Eve salió a toda velocidad,
obligando a su mente a la tarea en cuestión. Ella podía desmoronarse con lo que
acababa de suceder más tarde. Ahora mismo tenía una prostituta para instruir y el
tiempo se agotaba. La transformación picaba en su piel.
— ¿Estás bien?
—"Estoy bien"— Selene apretó los dientes e hizo un gesto hacia su habitación de
invitados. —"¿Vamos?" — Claramente sin saber qué pensar de ella, la escolta ofreció
su mano.
—Lo siento si he causado algún problema entre usted y su amiga antes. Si desea volver
a programar, estoy totalmente de acuerdo
—Eso no será necesario— Selene tiró del cinturón de su bata, empujando la prenda
endeble de sus hombros y dejándola caer en el suelo. —Escucha, lo que necesito es
muy simple, pero es importante que hagas exactamente lo que te digo—
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Megan O´Brien [Wild]
nadie se había atrevido alguna vez. En el momento en que Selene fue inmovilizada en
la mesa, ya no podía hablar. Mezclado con toda la lujuria y el poder que sentía apenas
tímidamente de su cambio estaba el terrible recuerdo de ver a Eve cojeando en
lágrimas. Selene se alegró de que Dani no tuviera miedo de llevar las cosas al extremo.
Si Selene escapara esta noche, su aflicción, su enfurecida bestia interior podría hacer
cualquier cosa, a cualquiera. Uno de sus últimos pensamientos coherentes cuando
Dani apretó el nudo final era que seguramente la daría una buena propina y la pediría
otra vez.
—"¿A las ocho en punto mañana por la mañana?" — Dani caminó hacia la puerta de
la habitación, sacudiendo el juego de repuesto de llaves de la casa en su mano. —"Te
voy a ver entonces, ¿de acuerdo?" — Selene gruñó de manera afirmativa.
—Espero que tenga una buena noche, Selene. Espero que consigas lo que quieres de
esto
Selene esperó hasta que oyó cerrarse la puerta principal antes de que ella se ahogara
con los sollozos que desgarraban sus entrañas. Lo que ella quería se había ido. Inclinó
la cabeza hacia atrás, aullando de dolor. Iba a ser una noche larga y oscura.
Sin embargo, cualquier alivio que había sentido fue efímero. Mientras luchaba por
recordar los acontecimientos que condujeron hasta la pérdida de la conciencia
humana, los recuerdos terribles y fragmentados la asaltaron. Abrir la puerta para
encontrar a Eve en el porche delantero. Follarla con fuerza, con tanta fuerza que ella
se alejó cojeando por el dolor. La furiosa huella roja del mordisco en el cuello de Eve
donde Selene la había marcado. Lo peor de todo, la traición en los ojos de Eve cuando
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Megan O´Brien [Wild]
se dio cuenta de que Selene nunca había planeado dejar la ciudad. Cuando la prostituta
— cuyo nombre Selene no podía recordar — había llegado.
Selene cerró los ojos. A pesar de la presencia de Eve durante su frenesí lunar había
lanzado a su mente ya nublada a toda marcha, pudo todavía recordar lo bien que se
sentía cuando llegó a su clímax juntas. Lo terrible fue ver a Eve saltar en su coche y
alejarse a toda velocidad. Las lágrimas caían por la cara de Selene, empapando su pelo.
No podía arreglar lo que había sucedido, no sin antes decirle a Eve la verdad. A pesar
de que estaba muy lejos de un infalible plan, Eve alucinaría completamente
posiblemente. ¿Quién quería saber que su novia era un cambia formas cuyo ciclo
mensual involucraba convertirse en un animal vicioso sin conciencia humana? En ese
momento Selene oyó el débil sonido de la apertura de la puerta delantera y cerrarse,
pensó que había llorado todo. Sus lágrimas se habían secado por lo menos una media
hora antes, en parte porque sus ojos estaban demasiado doloridos para mantener su
producción. Deseando que pudiera arreglar su rostro antes que la escolta abriera la
puerta de la habitación de invitados, Selene sólo respiró hondo y se dispuso a actuar
tan normal como una mujer que le gusta quedar atada a mesas de acero podría esperar
parecer. La puerta de la habitación de invitados se abrió y caminó una atractiva rubia
en el interior.
—"Hey"… Uh…
Selene sólo podía imaginar lo que debió haber parecido a Dani la pasada noche. Entre
la luna y su encuentro con Eve, Selene no tenía duda que pensaba se había cruzado
con una enferma o una loca. Tal vez ambas cosas.
—Sí, gracias
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Megan O´Brien [Wild]
—Sin embargo, todavía está bastante abatida sobre lo que pasó con su amiga— Dani
la miró a los ojos con cautela antes de volver su atención a las restricciones. —Si me
estoy sobrepasando, no dude en decírmelo
Selene consideró decirle a Dani que se metiera en sus propios asuntos por sólo un
instante antes de desechar la idea. Ella pagó un buen dinero por éstas escoltas sin pedir
mucho en realidad, un oído comprensivo realmente no pareció medio malo ahora
mismo.
—Sí, me he dado cuenta— Dani Liberó una de las muñecas de Selene. —Lo siento
—No es su culpa— Tan pronto como Dani liberó su otra muñeca, Selene se sentó y
se frotó las manos, consiguiendo poner su sangre en movimiento otra vez. —Nunca
debería haberla invitado a pasar. Yo sabía que ibas a estar aquí en cualquier instante—
No podría explicar lo que es un esclavo de la luna y que ella lo había sido, cómo podía
haber tenido un lapso tan increíble en el juicio. Tan sólo se encogió de hombros. —
"Cometí un error"
—Bueno, eso es una vergüenza— Dani levantó una ceja. —Porque estoy bastante
segura de que interrumpí el sexo más caliente que he visto nunca— Selene asintió,
luego se disolvió en una nueva ronda de sollozos. Avergonzada de que se estaba
viniendo abajo delante de una extraña, se cubrió los ojos con las manos y se obligó a
detenerlos.
Había sabido desde el principio que esto iba a suceder algún día. Mentir a Eve cada
mes nunca habría funcionado, pero eso no aliviaba su dolor. En todo caso, lo hacía
peor.
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Megan O´Brien [Wild]
—Hey— La restricción alrededor del otro tobillo de Selene se abrió, entonces los
brazos de Dani estaban alrededor de su cuerpo desnudo, tiritando, juntándola en un
cálido abrazo. —No era mi intención hacerte llorar— Cada instinto de Selene le había
gritado alejarse, enviar a Dani a casa y guardar los detalles de su vida personal para sí
misma, tal como siempre había hecho. Claramente, no es que sus instintos eran
siempre correctos. Selene realmente quería abrazar a Dani y dejar que tratara de aliviar
el dolor de su estómago revuelto al saber que había destruido el amor de su vida.
—Cometí un error— Los hombros de Selene temblaron y Dani la apretó con más
fuerza. —Ella era la única. Ella lo era. Y yo... yo le he mentido. Ella pensó que sabía
quién era yo, le dije que sabía quién era yo, pero le he estado mintiendo todo este
tiempo— Dani acarició el cabello de Selene como si consolara a un niño llorando.
—Por supuesto
—Le gusta estar atada, ¿verdad? ¿Sentirse fuera de control? — Señaló Dani atrás y
escudriñó el rostro de Selene. — ¿Sabe esto? — Selene deseaba que fuera tan fácil
como tener el valor de compartir inusuales gustos sexuales.
—"No"
—No, estoy bastante segura de que no lo haría— Avergonzada, Selene se liberó de los
brazos de Dani y cruzó la habitación para ponerse la bata. —Es más complicado de lo
que parece
—Sólo tienes que confiar en mí en esto. No creo que Eve lo entendiera. Si supiera
sobre mí, todo lo que he estado escondiendo, habría salido corriendo y gritando
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Megan O´Brien [Wild]
No era tan sencillo, por supuesto, pero las palabras de Dani tiraron de la tripa de
Selene. ¿Iba Eve realmente haberla expuesto si Selene hubiera revelado su secreto? Es
posible, pero de alguna manera Selene no podía imaginarlo. ¿Eve habría terminado su
relación? Es muy probable. Pero, ¿Selene se hubiera sentido peor al respecto que
como lo hizo ahora mismo? Al menos de esa manera, habría sido Eve la que tomara
una decisión en lugar de que Selene violara su confianza. Si realmente amaba a Eve,
debía haberle dado la oportunidad de hacer esa elección. Aún a riesgo de su propia
libertad. Selene negó con la cabeza.
— ¿En serio? —
Agotada por la difícil noche, Selene no tenía la energía para considerar siquiera la
posibilidad de que su relación podría ser salvada. No podía decidir si decirle la verdad
a Eve sin pensar seriamente en la materia y teniendo en cuenta todas las posibles
consecuencias. Tendría que hacerlo sola. Selene hizo un gesto a Dani para que la
siguiera a la sala de estar.
—Lo haré. ¿Nos vemos el mes que viene? — Dani dio a Selene una sonrisa triste.
Selene la acompañó hasta la puerta y se despidió de ella, manteniendo una cara estoica.
Pero en cuanto cerró la puerta, se desplomó, total e irremediablemente perdida.
Durante años había estado sola, nunca hablaba con nadie, excepto con sus clientes
autónomos y varias prostitutas, sin embargo, nunca se había sentido tan desolada
entonces como ahora. Eve le había dado una muestra de algo verdaderamente
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Megan O´Brien [Wild]
extraordinario, y ahora que se había ido, se sentía como si su alma hubiera sido
arrancada de su cuerpo, dejando tras de sí una cáscara vacía. De repente, el miedo
apuñaló profundamente las entrañas de Selene. No tenía ni idea donde había ido Eve
la noche anterior después de salir de su casa llorando. ¿Regresó a la de Jac? ¿O había
vuelto a casa, sola y vulnerable? Selene cerró los ojos y se concentró en contactar con
su mente, desesperada por sentir el tirón tenue de las emociones de Eve que estaba
por lo general a su alcance, incluso cuando estaban a kilómetros de distancia. La buena
noticia era que sentía algo, que tenía que significar que Eve estaba viva en alguna parte,
esperando estuviera fuera de peligro. Por desgracia, toda Selene podía leer que su
dolor era tan espeso y profundo que amenazaba con ahogar a Selene con su
intensidad. No podía determinar cuál era la fuente de ese dolor. Selene sospechó —
infierno, casi esperó — que fuera debido a ella, no porque había caído víctima de su
acosador. Pero debido a que Eve podría estar en problemas, Selene no sería capaz de
descansar hasta que se asegurara que Eve estaba físicamente ilesa.
—Estoy a salvo—
Con manos temblorosas, Selene tecleó un último mensaje, a pesar de que sabía que no
sería bienvenido.
Esta vez Selene sintió la reacción de Eve como una mezcla tenue de ira y dolor.
Temblando, se anticipó y temía la respuesta de Eve. Una que nunca llegó.
que ¿había sido engañada otra vez? Era una respetada profesional, en su campo y
responsable para ayudar a atrapar a un hombre muy malo que había matado a muchas
mujeres.
Haría falta mucho más que una mujer que había conocido tan sólo un mes para
destruirla, aunque la idea de no estar con Selene volvió a dejar sus huesos
escalofriantemente vacíos. Wayne se sentó en el mostrador al otro lado del laboratorio,
los ojos clavados en el microscopio.
—Por supuesto, Dr. Black. Yo estaría feliz de tener un segundo par de ojos—. Al
acercarse a la mesa con propósito, se encontró con su mirada brevemente.
— ¿cómo estás?
—No estoy mal— Le dio el escalpelo, más que complacida de dejarle hacer el primer
corte. Últimamente ella simplemente no tenía el estómago para eso. —Tuve una larga
noche.
— ¿Pero estás bien, por lo menos? — Wayne echó un vistazo a su cuello. Tímida, Eve
trató de no reaccionar a su franco examen. El moretón rojo-púrpura en el cuello era
imposible de ocultar. Después de registrarse en su cuarto del hotel la noche antes,
había jadeado tan pronto entró en el cuarto de baño y encontró su reflejo en el espejo.
La marca posesiva de Selene destacaba contra su piel pálida, un feo recordatorio de la
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—"Estoy bien"— Eve le dirigió una mirada que esperaba que dejara en claro que el
tema estaba cerrado. —Ahora corte
—Continúa. Voy a ver quién es— Wayne asintió, ella se acercó a la puerta del
laboratorio y se asomó por la ventana. Como había temido, Jac estaba de pie en el
pasillo con una expresión de perro apaleado. Contra su mejor juicio, Eve abrió un
poco la puerta.
— ¿Qué quieres?
—Sólo hablar— Jac levantó las manos en señal de súplica. — anoche fui una estúpida.
Lo sé. Por favor, quiero pedir disculpas.
Demasiado agotada para otra escena emocional, Eve entró en el pasillo y cerró la
puerta detrás de ella. Señaló a Jac hacia la salida con una mano temblorosa.
—Parece que te encontraste con Selene anoche. ¿Ese chupetón es porque le dijiste que
te besé? — Incluso el sonido del nombre de Selene trajo una nueva ola de dolor al
corazón de Eve.
—No quiero hablar contigo acerca de esto. Sólo tienes que irte. ¿De acuerdo? — con
la barbilla temblorosa, Eve alcanzó detrás de ella la manija de la puerta, buscándola a
tientas en su desesperación por escapar.
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— ¿Qué pasa? Dime lo que pasó— No quería admitir que Jac había tenido razón
acerca de Selene, Eve mantuvo una mirada acusadora.
—Esto no es sólo acerca de lo que hice— La mano de Jac salió disparada y cepilló un
mechón de pelo de la nuca de Eve. Sus ojos se estrecharon mientras examinaba lo que
Selene había dejado atrás. —Algo pasó con Selene, ¿no?
—Puedes ser sincera conmigo— Inspeccionando la cara, Jac estudió a Eve con la
misma audacia inquebrantable que utilizaba con los sospechosos. —El detective
Muñoz me llamó anoche. Me dijo que pensaba que tú y Selene podrían haber tenido
una especie de altercado. Por favor, dime qué te hizo— indignada por la violación de
su intimidad, Eve se apartó del toque de Jac.
— ¿Así que los detectives son tus espías, entonces? ¿Eso es todo? ¿O los Informes de
mis movimientos se remontan al jefe? — Ablandándose ligeramente, Jac negó con la
cabeza.
—Ellos estaban preocupados por ti, Eve. Lo único que me dijo fue que fuiste a ver a
tu novia, otra mujer apareció, y tú y Selene discutieron en el porche. Y parecía que tal
vez habías sido agredida— Apretando su mano en un puño, Jac dijo: —Yo sé que no
quieres tener nada que ver conmigo, pero tengo que preguntar. ¿Selene te hizo daño?
—No lo hizo físicamente— La respuesta era escapatoria y Eve no tenía ninguna duda
de que Jac leería el subtexto alto y claro. Pero si Jac creyó que Eve tenía la intención de
descargar su dolor emocional en la mujer quien había animado constantemente a
fracasar su relación con Selene, ella podría pensárselo de nuevo. —No voy a decir
nada más al respecto, Jac. No es ningún asunto tuyo— Los ojos de Jac brillaban con
un desprecio apenas contenido.
—Ella es una maldita idiota. Al igual que yo. Ambas idiotas completas y totales, hacer
daño a alguien como tú— Eve apreció el sentimiento, pero de Jac era demasiado poco
y demasiado tarde.
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Megan O´Brien [Wild]
—Supongo que sí—. Jac tragó. —El detective me dijo que te quedaste en un hotel la
noche anterior. ¿Qué piensas hacer esta noche? — La idea de una noche en una
habitación de hotel, lejos de la familiaridad de su espacio, fue demasiado para Eve de
manejar.
—Me gustaría mucho que te quedaras en otro sitio. Hasta que el asesino esté fuera de
la calle, por lo menos— Con su vida viniéndose a pedazos, Sólo la idea de estar
rodeada por la casa que había hecho para sí trajo a Eve algún consuelo. Alojarse en un
hotel indefinidamente no iba a suceder. Era demasiado terca para dejar a su acosador
obligarla a tener que estar más triste de lo que ya estaba
—La vigilancia de calle tiene sus límites—, dijo Jac, sonando como si hubiera
anticipado este argumento. —Por lo menos déjame ponerlos en tu puerta
— ¿Por qué tienes que ser tan difícil? Es de tu vida de lo que estamos hablando.
Alguien te está acechando, alguien que se toma su tiempo para matar a sus víctimas en
medio de una ciudad densamente poblada pero de alguna manera nunca parece atraer
la atención. Olvida tu orgullo, olvida que te acaban de pasar por el escurridor. No
debes estar sola en estos momentos
Resoplando, Eve dijo: —Así es exactamente como estoy, Jac. Sola. Y estoy bien sola.
Yo no voy a ser estúpida al respecto. Sé que necesito tener cuidado. Estamos haciendo
todo lo que podemos. Tengo guardias armados. Los usaré, dentro de lo razonable. Y
vamos a atrapar a este tipo, esperemos que antes de que pueda dañar a nadie más—
Teniendo cuidado de no sacar toda su ira con Selene sobre Jac, Eve moduló el tono, y
luego dijo: —Si algo cambia, voy a reconsiderarlo. Pero por el momento, no parece
que venga por mí. Me preocupa más a quién matará para enviar su siguiente mensaje
que la posibilidad que se acerque a mí directamente. Después de todo, si él está
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Megan O´Brien [Wild]
obsesionado conmigo, si todo esto se trata de burlarse de mí, yo diría que hay una
buena probabilidad de que él quiere que yo viva para ver su obra
—Oye, vamos a hablar de esto más tarde. Tengo uno frío en la mesa y un montón de
trabajo por hacer. ¿Por qué no vas a trabajar en la búsqueda del individuo? Hacemos
eso y no tendrás que preocuparte acerca de dónde voy a dormir
—"Gracias"
—Y tú, hazme saber si pasa algo, ¿de acuerdo? Cualquier cosa que parezca fuera de lo
común, no importa cuán trivial sea— Jac levantó una mano como si pudiera tocar el
brazo de Eve, luego la dejó caer. —Incluso si el barista te mira raro cuando estás de
pie en la cola de Starbucks, házmelo saber. ¿Trato?
—"Bien"
—Y si te quedaras en mi casa, sólo hasta que atrapemos a este tipo, lo prometo nada
de eso va a suceder de nuevo
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Megan O´Brien [Wild]
—Yo no estoy tan segura de eso— Abriendo la puerta del laboratorio, Eve sonrió al
tomar la punzada de sus palabras. —Ve a coger algunos chicos malos
—Lo haré— Jac la observó mientras se retiró en el laboratorio. Cuando Eve cerró la
puerta detrás de ella, Jac la llamó: — ¿Es Selene mi informante anónimo? — Eve
vaciló, debatiendo cómo responder.
A pesar de todas las mentiras que habían salido a chorros de Selene durante el mes
pasado, Eve seguía creyendo que no habría retenido nada vital, información de vida o
muerte. No cuando la seguridad de Eve estaba en juego.
—Bien. Pero es posible que desee confirmarlo por mí misma— Volviéndose lejos de
Jac, Eve cerró los ojos. Agradecida de que Jac no podía ver el dolor que ella sabía que
estaba escrito en su rostro, Eve tomó una respiración profunda y dijo:
—Yo también
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veintidós
Kevin se sentó en una mesa fuera de la cafetería local cerca de la esquina del palacio de
justicia, leyendo una revista y tratando de mezclarse. El perro que había adoptado del
refugio hace una semana daba vueltas a sus pies, su correa, atada alrededor de la pata
de la silla. Kevin nunca pudo imaginar ser dueño de un perro antes, pero le gustaba
cómo le hizo tener una apariencia a la vez discreta y no amenazante. Era un pequeño
perro callejero, no demasiado lindo como para llamar mucho la atención, y le ofrecía la
perfecta excusa para caminar por las calles de la ciudad mientras estudiaba las rutinas
de Eve Thomas. Ella debía presentarse en la corte en cuarenta y cinco minutos, y
probablemente debería regresar a su laboratorio después de dar su testimonio. Era el
lugar donde iría esta noche lo que más le interesaba.
Últimamente había estado pasando mucho tiempo con la atractiva mujer de cabello
oscuro, pero después de su discusión de ayer por la noche, sus pautas sociales
probablemente estaban a punto de cambiar. Kevin no tenía ni idea de donde dormía
después de su pelea— había sido demasiado arriesgado seguirla por mucho tiempo
mientras conducía sin rumbo por las calles después de dejar la casa de su amiga —
pero planeó mirar su edificio de apartamentos esta noche para ver si ella regresaba a su
casa. La presencia de su personal de custodia había complicado sus planes, pero él se
adaptaba. Tan pronto como vio a los dos mismos hombres estacionados en la calle en
frente de su edificio tres noches seguidas, supo que tenía que elegir cuidadosamente
sus momentos de interactuar con Eve.
A pesar de que anhelaba conseguir contacto físico con ella otra vez, había decidido
contenerse por ahora. Dejar que su obsesión por Eve Thomas nublara su buen juicio
era la mejor manera de ser atrapado. No podía ser atrapado. Era demasiado
malditamente inteligente. Tras todos los problemas que pasó para evadir la
identificación — nunca tomar un trofeo no importaba lo mucho que lo deseara,
mantener todo el pelo del cuerpo afeitado no sea que dejara evidencia útil, mantener
los fluidos corporales para sí mismo — Kevin no perdería su libertad por una
emoción rápida. Sin embargo, estaba dispuesto a matar de nuevo. Y esta vez, quería
que Eve lo supiera antes de completar el acto para que pudiera sentirse aún peor
después de que descubrieran donde dejara el cuerpo. Los policías que la vigilaban
pegados a ella todo el día, no estarían vigilando su apartamento mientras estaba en la
corte. Esta sería la oportunidad perfecta para iniciar la siguiente fase de su plan.
Kevin no podía pensar en un mejor lugar para dejarle su regalo a ella que en su puerta.
Esperaba que decidiera dormir en casa esta noche para que lo encontrara justo cuando
pensaba que había regresado a un lugar seguro. Su polla se puso rígida ante la idea de
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Megan O´Brien [Wild]
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veintitrés
La noche después de la luna llena, Selene luchaba con cuál debería ser su siguiente
paso. Estaba en otro momento intenso — Las noches antes y después de la luna llena
no provocaba una transformación, pero el tirón embriagador de la Luna hacía que
fuera difícil para ella pensar con claridad — sin embargo no podía comprender no
llegar a Eve de alguna forma. La parte cínica de Selene le dijo que dejara a su relación
ir, para tratar de olvidar la fantasía de tener una verdadera vida de pareja. Que Eve
había sido sólo una distracción, aunque una magnífica, pero Selene no podía recuperar
lo que había perdido. Decirle a Eve la verdad sobre su naturaleza la estaba metiendo
más en la angustia y ella no podía venderle ninguna otra mentira. Por lo menos no sin
presumir una caída mayor cuando, inevitablemente, esa historia se desmoronaría como
tuvo la de la salida de la ciudad.
Configurar una vida con Eve de mentiras y traiciones no era justo para ninguna de las
dos. No si realmente amaba a Eve. Pero Selene no sabía cómo alejarse simplemente.
Más que eso, se negó a darle la espalda a Eve ahora. Un loco ahí fuera la había atacado
una vez y seguro que volvería a intentarlo. Mientras tanto, él mataría a otras mujeres
inocentes al servicio de algún juego enfermizo que sólo él entendía. Dejar a Eve hacer
frente a esa amenaza por sí sola no era una opción. Jac sólo podría protegerla. Selene
podía hacer cosas que posiblemente podría significar la diferencia entre localizar al
acosador de Eve y dejarlo herir lo más preciado en la vida de Selene. Aunque Eve ya
no le pertenecía, Selene nunca dejaría que eso sucediera. Así que a las cinco de la tarde,
una hora antes de que imaginó que Eve podría regresar a casa del trabajo, Selene fue
en coche al apartamento de Eve por si acaso era lo bastante obstinada para decidir
pasar la noche allí en vez de quedarse en otra parte. A pesar de que se conocían sólo
alrededor de un mes, Selene sintió que en momentos de angustia, Eve confiaba en la
comodidad de lo familiar.
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Megan O´Brien [Wild]
Honestamente, Jac habría sido capaz de arrojar más personal en la tarea, Selene no
tenía ninguna duda de que ella lo habría hecho. Jac claramente todavía se preocupaba
por Eve profundamente y quería genuinamente mantenerla a salvo. Ahora que Selene
estaba fuera del cuadro, Jac probablemente pensaría en todo tipo de nuevas formas de
proteger a Eve. Los finos vellos que cubrían el cuerpo de Selene se erizaron ante la
idea. Tecleando el código de cuatro dígitos que Eve le había enseñado en el panel de
seguridad — y soltando un suspiro de alivio cuando todavía funcionaba— Selene
abrió la puerta y entró. Subió el primer tramo de escalera, pero se detuvo a medio
camino. Se le pusieron los pelos de punta, ella cogió un aroma familiar, flotando en el
aire que le revolvió las tripas.
Haciendo una pausa en el rellano del primer piso, trató de decidir qué hacer. Podía
esconder su ropa en el hueco de la escalera y continuar su investigación con una nariz
mucho más poderosa. Si el asesino estaba en el edificio, acercándose a él como un
perro podría muy fácilmente proteger su propia vida. Lo más probable era que no la
percibiera como una amenaza a menos que ella lo atacara directamente. Pero como
una mujer caminando sola, podría ella misma muy fácilmente meterse en problemas si
la encontrara antes de que lo encontrara a él. Selene corrió a un rincón aislado de la
escalera, escondida detrás de una puerta de salida de incendios, se arrancó la ropa,
simplemente porque no podía hacer otra cosa cuando Eve podría estar en peligro.
Si ese hombre estaba en su apartamento ahora mismo, tenía que averiguarlo antes de
que Eve llegara a casa. Si no estaba, tal vez podría rastrearlo y descubrir su paradero.
El único problema sería entonces explicar cómo sabía que era el hombre que
buscaban, sin revelar su método para cazarle. Selene cambió a su fiel forma de sabueso
y puso su nariz en el suelo, tomando una bocanada profunda. El olor del hombre,
oscuro y picante, llenó sus fosas nasales, y la piel en su espalda se elevó en respuesta.
Expuso sus dientes mientras seguía su camino hasta el tercer piso del apartamento de
Eve, consternada cuando su olor se hizo más fuerte. Trotando por el pasillo de Eve,
Selene vio un sobre apoyado contra la puerta. Tomó velocidad, derrapando hasta
detenerse sobre la alfombra de bienvenida de Eve, que olía a goma y a hojas mojadas.
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Megan O´Brien [Wild]
Bajando la nariz al sobre, olió frenéticamente. Bloqueó todos los otros olores que
flotaban alrededor de sus fosas nasales, más interesada en el extrañamente familiar que
destacó entre el resto. El olor del hombre impregnado en el sobre de papel manila y su
contenido, pero ella detectó algo más. Un olor a tierra que Selene reconoció al
instante, pero que parecía extrañamente fuera de lugar en este entorno. Olía a mierda.
Literalmente.
No queriendo que Eve al volver a casa viera un gran sabueso sentado en su puerta,
Selene rápidamente cambió en la criatura menos notable que se le ocurrió: una mosca
común. Era apenas la segunda vez que había probado esta forma, y todavía no le
gustaba. La realidad de ocupar tan poco espacio físico la inquietaba, así como la
mecánica involucrada en el uso de sus alas y antenas. Emular a un mamífero era
mucho más fácil que un insecto o arácnido, probablemente debido que la fisiología
básica era relativamente similar. Tal vez si ella practicara más sería más fácil, pero
Selene había pasado siempre mucho más tiempo maldiciendo su capacidad que
tratando de dominar sus complejidades. Volando torpemente en el aire, se encaramó
en lo alto del marco de la puerta y esperó a que Eve y los hombres que la
acompañaban aparecieran. Hasta donde ella sabía, tenía dos opciones. Podría zumbar
sobre sus cabezas e ir de nuevo al hueco de la escalera, coger su ropa, y escapar del
edificio sin ser detectada. O podría quedarse, una mosca literal en la pared, y averiguar
lo que había dentro de ese sobre. Pensándolo bien, realmente no había mucho donde
elegir. El hombre a la izquierda de Eve estaba hablando cuando apareció a la vista.
—Vamos a hacer un barrido rápido y estaremos fuera de su vista en tan sólo unos
minutos. Tienes mi número de móvil en la lista de contactos, ¿no? — Eve suspiró.
Parecía agotada.
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Megan O´Brien [Wild]
—Sí, detective Muñoz. Al igual que usted tiene el número del Detective Battle. Si
usted sabe lo que quiero decir
—Estamos a cargo de hacer que nada le suceda, doc. Lo que pasó anoche fue sin duda
relevante para nuestra tarea. Jac es la encargada de esa tarea, así que tuvimos que
informar que sus movimientos se habían vuelto erráticos. Sobre todo después de que
se negó a contestar su teléfono celular cuando llamé por primera vez— Claramente la
relación de Eve con su detalle protector se había vuelto polémica.
Selene esperaba que Eve se diera cuenta de que ella los necesita ahora más que nunca.
Agachada pacientemente en el borde del marco de la puerta, Selene sostuvo el desafío
de usar el intelecto humano para interpretar lo que vio y escuchó con los sentidos de
mosca. A pesar de que mantuvo su intelecto y personalidad básica a pesar de la forma
que su cuerpo tomó, El sentido del yo de Selene se filtraba a través de los puntos
fuertes y debilidades de cualquier animal que imitaba. Sólo otra razón por la que no le
gustaba el cambio en los insectos. La forma en que experimentaba la realidad
extrañamente no entrara en conflicto con sus sensibilidades humanas. Francamente, la
drenaba.
—"Tenemos algo"
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Megan O´Brien [Wild]
—Se ve como una fotografía. Tal vez algún tipo de nota— Eve caminó alrededor del
brazo del otro detective y se unió a Muñoz en la puerta. Era evidente que luchaba por
mantener su calma, se erizó con tanto miedo y rabia que casi derribó a Selene con su
intensidad.
Cuando Eve entregó las llaves a Muñoz, Selene tomó una respiración profunda,
preparándose a sí misma para una maniobra arriesgada. Si quería ver lo que había en
ese sobre, se tendría que arrojar de la puerta y seguir a los tres en el apartamento de
Eve. El vuelo requeriría cierta delicadeza, pero Selene estaba más preocupada por la
posibilidad de obtener un manotazo en pleno vuelo. Había que hacer esto
rápidamente, atrayendo tan poca atención como sea posible. Cuando Muñoz abrió la
puerta del apartamento, Selene saltó desde su percha y se dirigió directamente al
apartamento de Eve.
Era evidente que Eve sintió su presencia. Sabiendo que era imprudente utilizar su
conexión cuando Eve no podía entender el origen, Selene empujó hacia atrás su deseo
de consolar a Eve, cerrando el flujo positivo de energía.
podía adivinar la verdadera razón por la que su conexión cobró vida en una habitación
aparentemente vacía.
Eve cerró la puerta detrás de ella. Ahora Selene estaba bien y verdaderamente
atrapada, por lo menos hasta que los detectives se fueran.
El socio de Muñoz sacó un par de guantes de látex de su bolsillo. —Claro que sí, doc.
Eve se puso los guantes, luego tomó el sobre del Detective Muñoz. Abrió la tapa,
derramando el contenido sobre la mesa.
Era una fotografía 8x10 en negro y blanco de una mujer atractiva, similares estructura
y rasgos a Eve. Alguien había cambiado, obviamente la imagen, pues el fondo estaba
borroso, por lo que era casi imposible reconocer dónde fue tomada. La mujer de la
foto era claramente inconsciente de que estaba siendo fotografiada, media vuelta fuera
de la cámara, con la cabeza inclinada hacia atrás de la risa. Selene se estremeció ante la
cándida naturaleza de la fotografía y la posibilidad de que esta mujer podría todavía no
saber que había atraído la atención de un psicópata.
Recogiendo la fotografía, Eve entrecerró los ojos ante las palabras escritas a mano
garabateada en la parte inferior de la imagen.
Eve leyó en voz alta. Giró la fotografía, observando la parte de atrás, y luego
poniéndola boca arriba sobre la mesa con una exhalación temblorosa.
—Muy probable—. Dejando la fotografía, Eve dijo: —Dame unos minutos, luego nos
dirigiremos al departamento. Voy a llamar a Jac y decirle que nos encontraremos allí
—Sigan adelante y esperen en el coche. Voy a estar lista en diez minutos— En sus
expresiones inmediatas de protesta, Eve levantó la mano para que se callaran. —
Ustedes han barrido el piso. No hay nadie aquí. He tenido un día largo y me gustaría
cambiarme de ropa en privado. Así que voy a estar bien, señores, si no les importa
—Lo entiendo. Y aprecio que ustedes sean sobreprotectores en el coche durante los
próximos quince minutos—
Mientras los tres caminaban hacia la puerta principal, Selene debatía internamente.
Podía salir con los detectives, que era probablemente la cosa más sabia que hacer, o
podía quedarse en el interior con Eve sólo un poco más. No estaba segura de lo que
esperaba lograr al quedarse. Simplemente no estaba lista para decir adiós todavía. Al
cerrar la puerta, Eve echó la cerradura y puso la cadena. Entonces suspiró, girando
para mirar a la mesa con una expresión de puro pavor.
—"Maldita sea"—
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Megan O´Brien [Wild]
Más que nada, Selene quería salir de su escondite, cambiar de nuevo en forma humana,
y sostener en un abrazo apretado a Eve para asegurarle que todo estaría bien. Por un
momento el deseo de hacer precisamente eso era tan fuerte, que Selene no podía
recordar todas las razones por las cuales el cambio de vuelta era una mala idea. Como
darle a Eve un ataque al corazón, por ejemplo. Por debajo de ella, Eve se estremeció y
cerró los ojos. Selene podía sentir su lucha contra una oleada de emoción: dolor,
pérdida y pena enorme Con el rostro desencajado y un sollozo silencioso escapó de
sus labios, que sofocó con la palma de su mano sobre su boca. El dolor de Eve
cortaba en Selene, despertando una nueva oleada de dolor. Rompiéndole el corazón,
Selene dejó su escondite en la lámpara, volando hacia abajo en la pared al lado de la
mesa del comedor. Desde este punto de vista, podía ver toda la confusión de Eve.
—"Maldita seas, Selene"— susurró Eve. Selene consternada, la vio tocar la contusión
púrpura en el cuello con una mano temblorosa. —Fuera de mi cabeza
Sobresaltada, Selene no se movió. Estaba muy claro que su presencia sólo estaba
causando tormento a Eve. Tendría que irse. No importaba lo mucho que quería
asegurarse que Eve estaba a salvo, no era correcto quedarse. Eve no la quería aquí. Su
vínculo empático ya no trajo consuelo a Eve. Después de lo que había pasado entre
ellas, cualquier indicio de conexión tenía que ser confuso y traumático para Eve, que
sin duda no quería nada más que olvidar que Selene había existido alguna vez.
Exhalando, Eve dejó caer las manos a los costados y las sacudió. Luego enderezó sus
hombros, caminando rápidamente a su dormitorio. Tiró de su camisa sobre su cabeza
mientras caminaba, ofreciendo a Selene una visión seductora de su estómago desnudo
y pechos revestidos del sujetador.
Ahora estaba definitivamente mal quedarse. Sin dudarlo, Selene se lanzó a través del
cuarto, volando por la puerta principal lo más rápido que pudo. No estaba del todo
segura de cómo iba a escapar del apartamento, pero seguro como el infierno que tenía
que tratar, por el amor de Eve y como si fuera suyo. Fue insoportable ver a la mujer
que amaba con tal angustia, especialmente cuando ella era la causa. Selene aterrizó en
la alfombra del piso justo en entrada de Eve, examinando el estrecho espacio entre la
parte inferior de la puerta y el suelo de madera. Aunque parecía ser más que suficiente
espacio para pasar a través de ella, la idea de acuñar su cuerpo en un espacio tan
reducido le repugnó. No podía dejar de lado su sentido humano de precaución que le
decía que meterse en un agujero de una pulgada de ancho no era una muy buena idea.
Desafortunadamente no tenía elección.
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Megan O´Brien [Wild]
Tenía que alejarse de Eve, de la abrumadora evidencia de que había perdido a Eve
para siempre. Más importante, tenía que seguir el rastro del acosador cuando todavía
estaba fresco. Esta podría ser su mejor oportunidad de seguirle la pista. Tomando una
respiración profunda, Selene se aclaró la mente del miedo y se arrastró bajo el marco
de la puerta. Como predijo, lo hizo fácilmente, aunque la sensación de la gruesa puerta
cerniéndose cerca de su cabeza y el suelo inflexible bajo sus pies fue suficiente para
que se detuviera y tomara aire tan pronto como salió del otro lado. En la parte final de
su pánico, Selene sintió que su sangre se levantaba con euforia. Desde el encuentro
con Eve, se había puesto a prueba y se estiraron sus habilidades en formas que nunca
pudo haber imaginado. La protección de Eve fue la mejor razón para abrazar a su
naturaleza y el cambio, y ahora que estaba más cómoda con él, una parte de ella
realmente disfrutó experimentando el mundo desde diferentes perspectivas. Que su
capacidad realmente podría darle una ventaja sobre la gente normal cuando se trata de
cazar al acosador de Eve obligándola a apreciarla por vez primera en su vida. Y
maldita sea, eso se sintió bien. Rápidamente zumbando por el pasillo y volviendo la
esquina, Selene aterrizó en la alfombra y cambió, asegurándose que nadie estaba
mirando. Luego se armó de fuerza y cambió de nuevo en forma de sabueso.
Cada cambio era más difícil que el anterior, y estaría agotada cuando llegara a casa esta
noche. Regresaría más tarde por la ropa, una vez que hubiera seguido su rastro.
Esperaba que tuviera algo que mostrar por sus esfuerzos. De cualquier manera, Selene
estaba dispuesta a hacer la protección de Eve su nuevo trabajo a tiempo completo. El
acosador de Eve estaba trabajando.
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Capítulo Veinticuatro
Cuando Eve llegó a la división de homicidios flanqueada por los detectives Muñoz y
Hunt, Jac ya estaba en su escritorio. Dio un salto tan pronto como vio a Eve, la
preocupación grabada en su cara.
— ¿Estás bien?
Aunque Eve le había dado muchos dolores de cabeza, el hombre estaba dedicado
claramente a su trabajo y a Jac.
—Vamos a estar bien— Jac indicó a Eve que se sentara y, una vez lo hubo hecho, se
dejó caer en la silla a su lado. —Sigan adelante y relájense. Vamos a intercambiar
impresiones, a ver si podemos llegar a algo.
Los detectives las dejaron murmurando un ''gracias'', y Eve se alegró de verlos partir.
Sabía que estaban simplemente velando por ella, pero estaba empezando a sentir que
su vida ya no era la suya. En un mundo perfecto no tendría que pasar la noche con
Jac, tampoco. Podría sumergirse en la bañera y concentrarse en no pensar en Selene.
¿A quién quería engañar? Eso era claramente imposible. Durante casi la totalidad de
los quince minutos que había pasado en su apartamento esa misma tarde, La presencia
de Selene había persistido con tanta fuerza que Eve podría haber jurado que estaba en
la habitación contigua. No importa lo mucho que Eve quería anular a Selene y seguir
adelante —No se permitiría llorar por una mujer que había conocido tan sólo un mes
—estaba irremediablemente, desesperadamente triste de que las cosas hubieran
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terminado de la manera en que lo habían hecho. Romper era bastante malo, pero no
haberlo visto venir era aún peor.
— ¿Estás bien? — Murmuró Jac cuando se puso un par de guantes. —No te culpo
por estar afectada, sabiendo que este tipo ha estado en tu casa y realmente te das
cuenta ahora
—No es eso—. Eve se encogió. Esto era probablemente ridículo, ¿no? ¿Qué clase de
persona era cuando su vida amorosa de mierda la molestaba más que la idea de que su
acosador había elevado las apuestas en su juego enfermizo? —Quiero decir, lo estoy.
Estoy molesta, por supuesto
—No me estoy desmoronando— Eve se puso sus guantes. —"Me niego"—. Jac
cautelosamente tomó la foto de su víctima potencial. Eve vio a Jac escanear la nota en
la parte inferior —"Me pregunto si ella estará tan asustada como tú"—, Eve la recordaba,
como si pudiera olvidarla; fascinada por la forma en que se tensó la mandíbula de Jac
de ira visceral. Jac echó un vistazo aparentemente para comprobar la reacción de Eve.
—No estoy convencida de que no nos ha dado nada para trabajar— Con voz cargada
de rabia, Jac señaló con la cabeza la foto. —Se está divirtiendo mucho con esto. Se
cree que es invencible, que sólo está jugando contigo. Él te dijo que podía hacer lo que
quiera y que nadie podía detenerlo. ¿Cierto? —
—Eso es lo que dijo— Eve dejó desviar la mirada a la imagen de la mujer que muy
bien podría estar frente al mismo terror que ella había sufrido incluso mientras estaban
sentadas allí mirando su foto. —Definitivamente quiere que creamos que él es
imparable
—Él no quiere ser atrapado. Y hasta ahora ha sido muy inteligente. ¿Por qué nos da
algo para seguir ahora?
—Porque está controlando la situación—, dijo Jac, frunciendo las cejas mientras
estudiaba la parte posterior de la foto.
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—No tengo ni idea… Suciedad—. Jac desabrochó una bolsa que estaba depositada en
la esquina de su escritorio, sacando un plato llano de plástico y un instrumento de
metal. —Deberíamos analizar sólo por si acaso
—Bueno, eso creo— Jac raspó una muestra de la mancha con una pequeña cuchilla y
la depositó sobre el plato. Luego enrosca una tapa de plástico transparente y puso la
evidencia a un lado. —Es mejor que la alternativa, y es que todo esto no nos llevará a
ninguna parte excepto sentirse culpable cuando nos encontremos con esta chica
muerta
—No lo hagas. Estás involucrada en sus crímenes, pero no eres la razón de que esté
matando. El psicópata obviamente se excita con el acto de asesinar— Jac sacó su kit
de huellas digitales y espolvoreó diligentemente el sobre, aunque Eve sospechaba que
ella sabía que era una posibilidad remota de que el tipo hubiera dejado una huella
utilizable. —Esté o no obsesionado contigo, estaría hiriendo a las personas—
levantando la vista, se encontró con los ojos de Eve. —Confía en mí en esto
—Estoy segura de que tienes razón— Por supuesto que la tenía. Este hombre no
estaría sentado en casa viendo el fútbol o jugando con sus hijos en vez de asesinar a
mujeres. Pero saber que había estado aparentemente matando con ella en mente desde
el principio fue demasiado para asimilar. —No me hace sentir mejor.
—"Nada"
—Tal vez estaba esperando que él quisiera ser atrapado— Jac esbozó una sonrisa
forzada. —Él debe, para meterse contigo— Sin saber qué responder, Eve murmuró
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—Espolvorea la foto. Voy a cruzar los dedos—. Jac espolvoreó en silencio y Eve
miró, agradecida por la momentánea pausa en la conversación. Su mente seguía
escapando para pensar en lo que Selene podría estar haciendo.
¿Estaba sola en casa? ¿O con otra mujer? El estómago de Eve se revolvió con la idea
de Selene con otra persona.
—Realmente pensé que esta cosa con Selene era de verdad— Eve no hubiera querido
decir nada en voz alta, sobre todo no a Jac, pero no pudo mantener esto para sí misma
nunca más. Estaba enojada y confundida, no sólo con Selene, sino también con Jac, de
nuevo.
Aunque pensaba que había perdonado a Jac por su traición, esta cosa con Selene
sacaba a relucir todos sus viejos resentimientos. Debido a que carecía de la fuerza
necesaria para hacer frente a Selene, Jac se hizo un blanco ideal para la rabia.
—Pensé que esta vez había encontrado a alguien que no me mentiría ¿Cómo no
entiende que lo único que quiero de una relación es la honestidad? — Jac parpadeó,
respiró profundamente y luego exhaló. En voz baja, ella dijo:
—Sólo la conocías de un mes. Eso no es tiempo suficiente para obtener una lectura
real de alguien
—No pareció sólo un mes—, dijo Eve en voz baja. No podía explicar a Jac cómo se
había sentido conectada a Selene desde casi el momento en que se conocieron. Cómo
Selene la había hecho sentirse más fuerte, más hermosa, más segura y centrada de lo
que nunca lo había sido. Todo sonaba ilógico, estúpido dos cosas que Eve se
enorgullecía de no ser. —Tú me conoces, Jac. No confío fácilmente. No soy el tipo
que se enamora de alguien tan rápidamente
—Sé que no lo eres— Con un suspiro de disgusto, Jac recogió su kit de huellas
dactilares, después de no haber llegado a nada. —Me sorprendió que lo estuvieras
—Sólo se sentía correcto— Eve se mordió el labio con fuerza, apartando la mirada de
Jac como si se esforzara por llevar su emoción bajo control. —"Soy una idiota"—
—"Si"—Eve cogió la foto y se obligó a estudiar la cara de la mujer por primera vez.
Su obvia felicidad era contagiosa, lo que hizo a Eve sentirse peor. —No estoy
acostumbrada a tratar con alguien tan cuidadoso, tan meticuloso. Charles Dunning no
era así
—Sólo que ahora él nos ha mostrado cómo de audaz puede ser. Fue a tu apartamento.
A plena luz del día
—Él me atacó en el Golden Gate Park, también, que parece aún más audaz, al menos
desde mi punto de vista— Aunque Jac obviamente pensó que era insensato, Eve se
negó a ceder a la tentación de huir. —Mira, permaneciendo justo donde estoy, le he
dado un objetivo específico, un lugar donde puede asomar la cabeza de nuevo. Podría
ser nuestra mejor oportunidad de pescarle, realmente. Si me retiro a un lugar seguro,
podemos perder nuestra única oportunidad de sacarlo.
Con el ceño fruncido, Jac dijo: — ¿Cómo sabía que me llegarías con una razón semi
lógica para ser un culo obstinado?
—"Supongo que sí"— Jac parecía contenta por eso. — ¿has cenado ya?
—"No"
— ¿Por qué no me dejas pedir algo? Es decir, si no te importa pasar un poco más de
tiempo aquí— veinticuatro horas antes, Eve nunca hubiera imaginado cenar con Jac
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Megan O´Brien [Wild]
de nuevo tan pronto. Pero tenía hambre, estaba afectada, y realmente no quería estar
sola. Como estaba determinada a no ser expulsada de su apartamento, no podía
imaginar volver allí todavía. Sobre todo con la forma como la afectaba tan gravemente
su señorita Selene. No es que lo admitiría en voz alta.
—Estupendo.
—"Lo pensé"— Jac no ocultó su placer. —Mientras tanto, voy a llamar a Wayne y le
invitaré a empezar con esta muestra que has recopilado
—"Muy bien"—, dijo Eve. Por mucho que odiaba la pérdida de su privacidad, la
nueva táctica de su acosador la dejó más que feliz de estar bajo vigilancia constante. Su
encuentro en el Golden Gate Park seguía siendo la experiencia más aterradora de su
vida, y no tenía ningún deseo de revivirla. Ella no tenía ningún problema en reunir la
baraja a su favor.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veinticinco
Después de pasar toda la noche en un intento fallido de seguir al acosador de Eve a
través de las calles de la ciudad, Selene se agotó y frustró hasta el punto de las lágrimas.
A pesar de que había sido capaz de seguir el olor del hombre desde el edificio de Eve
hasta una esquina a varias manzanas de distancia, una vez más su rastro había
desaparecido de repente. Ahora estaba segura de que él poseía un coche o viajaba en
taxi, pero eso no le trajo más cerca a descubrir su identidad y mantener a salvo a Eve.
Las horas que acababa de desperdiciar vagando al azar por los distintos barrios con la
esperanza de coger una bocanada de su olor no habían llegado a ninguna parte.
Desafortunadamente, no parecía probable que ella fuera a encontrar al tipo por
accidente. Para Selene todos sabían que, ni siquiera vivía en San Francisco. Eso
significaba que tenía que llegar a una nueva estrategia.
Aunque no tenía idea de lo que pensaba hacer cuando se encontrara con el acosador
de Eve, Selene no tenía más remedio que tratar de darle caza. La policía no tenía ni un
poco de suerte, y si podía hacer algo para ayudar, lo pensó, incluso si eso significaba
correr el riesgo de ser descubierta. El mejor escenario posible para Selene consistiría
en uno de los intentos del tipo en acercarse a Eve. Entonces podría seguirlo cuando él
huyera y esperar averiguar dónde vivía. Para hacer eso, ella probablemente necesitaba
mantener una vigilancia constante sobre Eve. El hecho de que Eve ya tenía la policía
vigilándola significaba que Selene tendría ser creativa en sus intentos de proporcionar
un segundo nivel de seguridad sin notarse. Por desgracia, la creatividad tendría que
esperar hasta después de que hubiera tenido una siesta.
Había sido una larga, agotadora noche y su cerebro no estaba cooperando. En este
momento no podía llegar a un plan de ataque si su vida dependiera de ello. Cuando
Selene llegó con su coche hasta su apartamento, con cara de sueño y lista para
conseguir un sueño muy necesario, la visión de la detective Jac Battle de pie en el
porche delantero la envió a sus intestinos un agrio pánico, retorciéndola. Jac se giró
con el sonido del motor, asintiendo secamente cuando Selene se detuvo en su lugar de
estacionamiento, apagó el motor. Con el corazón desbocado, se dispuso por lo que era
seguro que sería una conversación desagradable con la celosa ex novia de Eve. Sin
saber si Jac estaba allí de forma oficial o simplemente como defensora de Eve, Selene
ni siquiera estaba segura acerca de lo que debería estar nerviosa. De todo. En este
momento ella estaba nerviosa por absolutamente todo. Tomando una respiración
profunda, Selene abrió la puerta del coche y salió. Forzó una sonrisa cortés inclinando
la cabeza y se giró hacia Jac.
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Megan O´Brien [Wild]
—"Hola".
—Buenos días— Jac juntó las manos detrás de la espalda, estudiando el rostro de
Selene mientras se acercaba. Cada centímetro del policía sospechaba. — ¿Una larga
noche? — Selene no se permitió reaccionar por la burla sutil de Jac. No tenía ni idea
de lo que Eve le había dicho a Jac sobre lo que pasó entre ellas, pero Selene no iba a
morder el anzuelo.
—Eso espero. Quería hablar con usted acerca de esa llamada telefónica que hizo el
mes pasado. Ya sabe, aquella en la que reportó el hallazgo de un cuerpo en el Golden
Gate Park— Selene mantuvo su expresión neutral e indicó a Jac que debería hacerse a
un lado para que pudiera abrir la puerta. Jac lo hizo con otro gesto brusco. Invitar a
Jac en su santuario no era su primera opción, pero se negó a tener esta discusión en el
porche, donde cualquiera podía escuchar. Abrió la puerta y dio paso al interior,
haciendo un gesto para que Jac la siguiera.
—No, gracias—. Jac entró en su hall de entrada, echando un vistazo no muy sutil a su
alrededor. —Un bonito lugar.
—Gracias— Selene llevó a Jac a la sala de estar y señaló hacia el sofá. —Tome
asiento—. Volviendo su atención intensa a la cara de Selene, Jac se sentó con cuidado
en un extremo del sofá.
—Está bien— Selene se sentó en el otro extremo del sofá, cuidando de no dejar que la
cara o la voz traicionaran su ansiedad. Es cierto que no tenía nada que ocultar sobre lo
que sabía de los asesinatos de lo que aparentaba. Pero gran parte de la participación de
Selene en este caso estaba atado a su capacidad, así que hablar de nada de eso con Jac
significaba pisar un terreno peligroso. —Este es un caso importante, lo sé. Pero la
última vez que lo comprobé, las llamadas anónimas a la policía no eran ilegales
—No es ilegal, no— Jac le dio un vistazo lento una vez más. —Yo no estoy aquí para
detenerla, señorita Rhodes
—"Selene"
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Megan O´Brien [Wild]
—Está bien. No estoy aquí para arrestarte, Selene. Yo sólo quiero saber si sabes algo
que podría ayudarnos a encontrar al hombre que está matando a estas mujeres. Por el
bien de Eve dado que parece estar obsesionado con arrastrarla hasta el centro de su
psicosis— Selene devolvió la mirada seria de Jac, con la mandíbula tan tensa que la
cara le dolía.
—Si supiera algo que pudiera ayudar, te lo diría. Créeme. Lo último que quiero es que
Eve salga herida
—Tienes razón, cometí un error. Un terrible error— Los ojos de Jac brillaban de
horrible satisfacción. —Pero he aprendido de mis errores. Francamente, No estoy
totalmente destruida por que te hayas ido por el mismo camino que hice yo. No es que
yo quisiera angustiar a Eve nunca más, porque ella no se lo merece. Pero me alegro de
que descubriera que no eras buena para ella ahora, antes de que estuviera demasiado
apegada
— ¿Estás aquí para hablar de tu ex novia, o lo que deseas es discutir algo con carácter
oficial? — La ira hacía difícil pronunciar las palabras. Estando tan cansada Selene, se le
hacía difícil controlar sus emociones, y eso era un estado extremadamente peligroso
para estar. En pocas ocasiones, aunque ninguna en los últimos diez años, Selene se
había transformado contra su voluntad debido a la angustia emocional extrema. Eso la
llevó a tratar de mantener la calma en todo momento, pero escuchando Jac comparó
los dos y sabiendo que Jac vio su separación como una oportunidad para ganar de
nuevo Eve, amenazó con empujar a Selene en territorio peligroso.
— ¿Cómo te las arreglas para toparte con ese cuerpo tan temprano por la mañana? —
Jac inclinó la cabeza, observando el rostro de Selene. —Ella fue arrojada bastante lejos
de la ruta marcada. No es un lugar donde me imagine a una mujer hermosa estar
explorando por su cuenta al salir el sol
Encogiéndose de hombros, Selene dijo: —Yo estaba dando un paseo. Decidí tomar un
atajo a través de los árboles. Me gusta la naturaleza, y, a veces quiero pretender que no
estoy en medio de una de las ciudades más grandes del país. Así que me desvío de la
ruta marcada
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Megan O´Brien [Wild]
—Así que ayúdame a entender algo. De lo que Eve me ha dicho, está claro que nos
llamaste por la ubicación del cuerpo antes de encontrarla después del ataque.
Entonces, ¿por qué te fuiste de nuevo al parque? — Selene vaciló, tratando de ignorar
la forma en que se torció la boca de Jac de alegría evidente por su incertidumbre
momentánea. Brevemente, Selene consideró mentir y decir a Jac que había tenido que
atravesar el parque para llegar a casa después de hacer la llamada, pero desechó la idea
al darse cuenta de que Jac sabía exactamente qué teléfono público había utilizado.
Aunque habría sido imposible para ella escuchar los gritos de ayuda de Eve desde ese
lugar, era la única explicación que podía ofrecer.
Jac levantó una ceja. —Con formación de artes marciales o no, se me hace difícil creer
que alguien que sólo había visto unos minutos antes una víctima de homicidio se
sentiría obligada a ir persiguiendo un ruido misterioso que la llevara a cualquier lugar
cerca de la escena
—Lo que escuché sonaba como una mujer gritando. Por suerte no estaba pensando en
mí en ese momento. Cuando encontré a Eve, ella estaba aterrorizada, traumatizada. Yo
hice lo correcto, volvería allí, no importa qué tan afectada estuviera
Jac la miró en silencio durante un minuto largo, incómodo. Entonces ella dijo: —Eve
está en grave peligro, Selene. Ahora mismo no podría importarme menos hasta donde
es tu participación real en este caso. Yo sé que no has matado a esas mujeres, ¿de
acuerdo? Pero si tienes información sobre quién lo hizo, si has visto algo—
—Yo te lo diría— Selene miró a los ojos de Jac, deseando que viera la sinceridad en
sus palabras. —Nada es más importante para mí que hacer que Eve se mantenga a
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Megan O´Brien [Wild]
salvo. Si no crees nada de lo que te dije, por favor, cree esto. Mírame a los ojos y veras
que estoy diciendo la verdad. La seguridad de Eve significa todo para mí. Haré todo lo
que pueda para protegerla. Te lo prometo— A pesar de que no parecía
particularmente satisfecha por las palabras de Selene, el asentimiento de Jac señaló que
el interrogatorio había terminado.
—En ese caso, tengo que regresar al trabajo. Gracias por tu tiempo— Cuando Jac se
puso de pie, Selene se levantó con ella.
— ¿Lo estás diciendo porque sabes algo? ¿O quieres que yo deje pasar esto a Eve sola?
— Jac podría haber decidido dejarla descolgada con la llamada anónima, pero estaba
claro que no tenía intención de hacerlo agradable.
—Antes, yo estaba con ella. Ahora ella está sola. Y él sabe dónde vive— La
preocupación suavizó momentáneamente la cara de Jac.
A medida que Jac se perdía hacia la puerta, Selene se aferró firmemente a su control de
hierro, decidida a no dar rienda suelta a su ira hasta que Jac se hubiera ido. Sino la
soberbia arrogante que irradiaba de Jac forzaría a Selene a defenderse, no importaba
que tan inútil supiera que sería.
—No tonteaba con Eve, por cierto. Aunque nadie me crea, esa es la verdad. Yo no
soy perfecta, y tengo secretos, pero yo nunca habría engañado a Eve. No después de
cómo la destrozaste— Jac se dio la vuelta, mirando a Selene.
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Megan O´Brien [Wild]
—Recuérdame, ¿ustedes dos se hablan en este momento? ¿De verdad crees que no la
has destrozado? No eres mejor que yo. Ni por asomo. Por lo menos ella está hablando
conmigo. Demonios, ella pasó la última noche conmigo— Entrecerrando los ojos, Jac
dijo: —Sí. "Toda la noche"— Selene no tenía idea donde Eve se había ido, ni qué
había hecho, después de dirigirse a la estación de policía la noche anterior. La última
vez que Selene había visto a Eve, ella se lamentaba de su vínculo empático y
amamantaba a un corazón roto. ¿Había encontrado consuelo en los brazos de Jac? No
parecía algo que Eve hiciera. Pero, ¿Quién podría explicar las acciones de un corazón
roto? Apretando los dientes con tanta fuerza que su mandíbula le dolía, Selene dijo:
—Tú también— Selene cerró la puerta con fuerza tan pronto como Jac pasó fuera.
No tenía sentido fingir que no estaba molesta. No le había gustado Jac desde el
principio, pero por lo menos cuando Eve estaba a su lado, tratar con su ex novia
detective lo consideró necesario. Ahora no tenía sentido torturarse. Peor que eso, le
recordaba exactamente por qué todo el cambio y el engaño del mes pasado eran tan
peligrosos. Usando su capacidad aumentó el riesgo de ser descubierta. Hasta Eve,
nunca había tenido una razón para correr ese riesgo. El acosador de Eve era la mejor
razón que podía imaginar, pero las amenazas a su propia seguridad eran tan reales
como siempre lo habían sido. Jac era un recordatorio visceral de ese simple hecho.
Pero al final, eso no cambiaría nada. Eve estaba en problemas y Selene estaba decidida
a mantenerla a salvo, sin importar las consecuencias.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veintiséis
—"Son heces"— Eve dejó la pluma, parpadeando, y miró a Wayne elevándose por
encima de su escritorio. Por la emoción en su rostro, ella sabía que él hablaba de la
sustancia misteriosa de la fotografía dejada en su puerta. Se había especulado acerca de
un número de diferentes posibilidades de los resultados del análisis de Wayne en los
últimos pares de días, pero ella honestamente podía decir que el excremento no era
una de ellas.
— ¿En serio?
—Bueno, eso es... asqueroso. ¿Pensamos que la plantó allí a propósito, o que el perro
del asesino acababa de decidir a hacer sus necesidades en su obra maestra?
—No es canino, y yo diría que definitivamente lo dejó allí a propósito— Wayne hizo
una pausa, probablemente por efecto dramático, pero Eve no picó el cebo y preguntó.
Con un suspiro, dijo:
—Voy a llamar a Jac. Hay que sondear el área dentro y alrededor del prado para ver
qué podemos encontrar— Eve temía la posibilidad de estar buscando un cuerpo, pero
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Megan O´Brien [Wild]
su instinto le decía que eso era exactamente lo que iban a encontrar. Por desgracia, el
análisis de la fotografía no les había dado cualquier cosa para seguir, así que había
tenido que pasar el tiempo necesario para analizar científicamente la evidencia. Que el
asesino al parecer les había dado tan abiertamente, una dirección tan clara y habían
sido tan lentos para reconocerla que resultaba frustrante, por decir lo menos.
— ¿Te vas con ella a la escena? —, preguntó Wayne. No hacían a menudo lo de unirse
a la policía en el campo, sobre todo cuando el cuerpo no había aparecido todavía. Sin
embargo, Eve no podía imaginar estar detrás en el laboratorio para éste.
—Yo voy— Eve recogió su teléfono del escritorio. —Voy a estar de vuelta pronto,
espero.
—Eso es un cambio— Wayne no era insensible, pero su amor por su trabajo a veces
superaba su simpatía por las personas que sus cadáveres habían sido una vez. A decir
verdad, era probablemente parte de la razón por la que era tan bueno en su trabajo.
Nunca dejaba que las emociones entraran en el camino de la lógica y el hecho
científico.
a los lugares donde les quitaba la vida. Había planeado claramente matar a esta mujer
aquí mismo días antes del asesinato, por lo que Eve se imaginó que él la había
agarrado otro en lugar, entonces la condujo aquí. De alguna manera se las había
arreglado para llevarla a este apartado lugar sin levantar grandes sospechas —cuando
no hubieran testigos que indicaran alguna actividad inusual— entonces la mataría sin
ser descubierto.
Aunque el prado de bisontes no era el lugar más popular en el Golden Gate Park, Era
bastante bien visitado. No hay duda de que el asesino había traído a la víctima aquí
tarde por la noche.
Eve imaginó que debía haber estado aterrorizada. Una mano le tocó el hombro y Eve
saltó, arrancando su mirada lejos de la sangre, de la dura lividez del cadáver al pie de
un gran árbol se encontró con los ojos de Jac. Haciendo una mueca de disculpa, Jac
dijo:
— ¿Estás bien? —
Eve no tenía ni idea de cómo responder a esa pregunta nunca más. —Esto no es lo
que quería encontrar
—Yo tampoco— Jac consideró el cuerpo con cuidado —¿Cuánto tiempo lleva
muerta?
—Supongo que ella murió en algún momento entre la medianoche y las tres de la
madrugada. Es probable que esperara a que el parque estuviera desierto antes de
traerla aquí—, Eve señaló en la sangre seca, pegajosa pintando la suciedad y la
vegetación bajo su cuerpo. —Él la mató justo aquí. Y hay evidencia de
estrangulamiento de nuevo, pero supongo que, como las demás, ella murió de pérdida
de sangre. La asfixia es la forma en que él obtuvo sus patadas antes de dejarla en el
suelo
dejarnos pistas en sobres, tal vez ha decidido ofrecer alguna evidencia sobre su última
víctima. Ya sabes, para ponerme a prueba— Jac tocó la espalda de Eve.
—Esperemos que así sea— Ella dio un paso adelante y, señalando a un detective que
se arrodilló en el suelo tomando fotos del cuerpo, dijo: —Vamos a documentar esta
escena rápidamente para que podamos llevarnos el cadáver al laboratorio
—"Sí, señora"— El jefe del equipo de investigación de la escena del crimen se puso en
cuclillas junto al cuerpo, marcando una prueba con una etiqueta amarilla numerada. —
Estamos en ello—. El teléfono de Eve sonó de nuevo. Suspirando, ella levantó la
mano y echó un vistazo a la pantalla. El mismo número. Frunciendo el ceño, Eve
contestó la llamada.
— ¿Hola?
—Bueno, esto es emocionante. Soy un gran fan de su trabajo— Tropezando, Eve se apresuró
hacia Jac, agarrando fuertemente su brazo. Jac abrió la boca para hablar, pero echó un
vistazo a su cara y se detuvo.
Jac articuló, ¿Es él? Ante el asentimiento de Eve, Jac trajo su cabeza cerca de Eve para
poder escuchar. El hombre se echó a reír.
—Miro un poco de su trabajo ahora mismo—, dijo Eve, dispuesta a que su voz no
temblara. Cuanto más hablaba su acosador, el recuerdo de sus palabras en el día de su
ataque fue más claro. Sus ojos azul hielo. La sensación de su cuerpo encima de ella,
sujetándola hacia abajo. El filo de su cuchillo. Temblando, Eve dijo:
Jac envolvió su brazo alrededor de la cintura de Eve, tirando hacia sí. Agradecida por
su calidez, Eve dejó a Jac abrazarla.
— ¿No es un fan? ¿En serio?— Sonaba realmente decepcionado. —Sin duda, tienes que
apreciar lo ordenado que dejo las cosas. Como soy consciente de lo que los científicos necesitan para
localizar a las personas como yo
— ¿Está matando a estas mujeres para impresionarme? Porque yo puedo decir ahora
mismo, que hay mejores maneras— Él soltó un bufido.
—No te hagas ilusiones. No, yo voy a matar a estas mujeres, en su territorio, porque quiero que
sepas que aunque fuiste capaz de usar tu ciencia para localizar a Charles Dunning, no tiene valor
cuando se tiene a un adversario con dos dedos de frente.
— ¿Y este adversario con dos dedos de frente… es usted? — El silencio más absoluto
encontró el comentario de Eve, y por un momento le preocupó que él hubiera colgado
o tal vez ella había dejado caer la llamada. Luego inhaló, claramente irritado, y escupió:
—Lástima que la ciencia pueda ser tan ineficiente, ¿no es así? Has tenido un verdadero mapa de esta
ubicación durante días. Mucho antes de que esa hermosa mujer a sus pies muriera. Si tan sólo
hubiera sido capaz de completar su análisis de una manera más oportuna... bueno, ¿quién sabe? —
Jac se tensó y se apartó un poco de Eve, barriendo el área a su alrededor con atención.
Aunque hablaba como si pudiera verlas, Eve no estaba convencida.
— ¿Está aquí en este momento? Tal vez deberíamos hablar de esto cara a cara
—Usted realmente no disfrutó de nuestra última charla cara a cara, sin embargo. ¿Lo hizo, Eve?—
Un escalofrío recorrió la espalda de Eve. Ella miró a la cara de Jac, manteniéndose
centrada en el presente. Estaba a salvo ahora.
—Por cierto, no estaba tan asustada como tú— Con voz baja, casi en tono seductor. —
ninguna mujer ha estado nunca tan asustada para mí como tú, Eve. Estabas deliciosa— Su cara
debió haber reflejado la repugnancia visceral de las palabras obtenidas, porque Jac
inmediatamente regresó a su lado.
—Entonces, ¿cómo terminará esto? ¿Usted seguirá matando hasta que ayude a la
policía a identificarlo?
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—No. Seguiré matando hasta que yo decida que eres la siguiente. Entonces mataré algunas más—
Jac abrió la boca como si ella planeara interponerse, pero Eve levantó una mano para
detenerla. Si lo hubiera hecho perdería una pequeña posibilidad de obtener una ventaja
concreta de esta llamada telefónica, Eve estaba dispuesta a seguir el juego si esto
significara escuchar las amenazas enfermizas.
—Me temo que no— Él tomó una respiración profunda y luego exhaló como si
recordara un poco de placer nebuloso. —Sin embargo, No se preocupe. No he terminado con
usted todavía
— ¿No?
—Espero que pronto podamos pasar más tiempo juntos. Echo de menos ver el miedo en sus ojos—
Eve se puso tensa. Esto podría ser exactamente lo que necesitaba para sacarlo a la luz
pública. ¿No le había dicho a Jac que quería quedarse en su apartamento exactamente
por esa razón? Pero la idea de que este hombre podía estar cerca de ella otra vez le
envió un sudor frío.
—Yo estaba pensando en algo más íntimo. Ahora dime, Eve, ¿qué te asusta más: ser violada o se
cortada? O tal vez ambas cosas, ¿eh? Podría follarte, luego tallar mi nombre en su cara.
—"Kev" Pero eso no le ayudará a encontrarme— El teléfono de Eve sonó, señalando que
había desconectado. Sacudiendo la mano, Eve comprobó la pantalla para estar segura.
Él se había ido. Próxima a ella, Jac estaba temblando.
—Voy a matar a ese hijo de puta primero— Jac habló en un murmullo, la intensidad
de su tono creó unas pocas miradas extrañas de los detectives y técnicos que se habían
desacelerado en su documentación de la escena del crimen cuando quedó claro que el
sospechoso estaba al teléfono. Eve agarró el brazo de Jac y la apartó del cadáver,
dando la espalda a sus colegas.
—No, no lo harás. Si viene por mí, vamos a agarrarlo, luego dejar que el sistema de
justicia se ocupe de él— El pecho Jac subía y bajaba con la fuerza de su respiración
profunda, enojada.
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—Él lo apagó
— ¿Te sorprende?
—No. Simplemente estoy cabreada— Jac guardó su teléfono y volvió a Eve con un
profundo suspiro. —No recuerdo haberme sentido tan impotente. No importa
cuántas veces repase las evidencias o las declaraciones de los testigos, No puedo
encontrar nada. No hay nada que seguir, excepto las burlas de mierda que van cayendo
como migas de pan. Mientras tanto, el número de muertos sigue en aumento, y es sólo
una cuestión de tiempo antes de que los medios de comunicación enganchen que
tenemos un asesino en serie en la ciudad. Estoy desesperada por una maldita debilidad,
Eve. Eso es todo lo que quiero: "una maldita debilidad"
—Vamos a atrapar a este tipo, Jac. Es sólo una cuestión de tiempo antes de que meta
la pata— Eve apretó el codo Jac, hablando con un nivel de confianza que no sentía.
—Puede pensar que es invencible, pero seguro que no lo es
—Está bien— Podría ser terca, pero no era estúpida. —Cualquier cosa que pienses
que sea lo mejor— Eso provocó una satisfacción genuina en Jac.
—Bueno, maldita sea. Mi intención es que este sea el último de aquellos a los que
tengas que hacer frente
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veintisiete
Armado con un nuevo cuchillo, un kit de ganzúas, y un puñado de condones metidos
a salvo dentro de su mochila, Kevin cogió la correa de su perro y se preparó para lo
que él sabía que iba a ser un día difícil. Ir tras Eve Thomas era un riesgo, no importaba
lo bueno que era. En ese momento tenía tanta vigilancia sobre ella como el
departamento de Policía de San Francisco seguramente podría permitirse. No era
exactamente el nivel de protección del FBI, pero Kevin tendría que ser muy cuidadoso
si quería acercarse a ella sin ser atrapado. Había establecido el plan de esta noche en
marcha el día en que salió con su pequeño presente en su puerta. Antes de abandonar
el edificio de apartamentos de Eve había subido la escalera hasta el último piso y
encontró la puerta de acceso a la azotea. Como es lógico, cerrada desde el interior para
evitar que los intrusos irrumpieran en el edificio.
Como Kevin esperaba, el viejo edificio de Eve tenía igualmente una vieja seguridad:
una cerradura mecánica simple y ninguna alarma. Él había ido a su casa ese día seguro
de que sus ganzúas harían el trabajo y conseguiría entrar al interior. No había
problema. Esta noche lo descubriría. Probablemente era sólo cuestión de tiempo antes
de que la policía de San Francisco llamara a los federales para ayudarles en el caso —
de hecho, Kevin se sorprendió que no lo estuvieran ya— así que era un momento tan
bueno como cualquier otro para hacer su siguiente movimiento. En el fondo, Kevin
estaba seguro de que podría deslizarse más allá de las capas del detalle protector de
Eve y cogerla sola. Lo único que le preocupaba sobre la operación de esta noche era
que él pudiera perder el control y acabar con su juego antes de que estuviera listo para
que se acabara. En este momento se dijo que lo único que quería era más del miedo de
Eve, ya que era embriagador, el recuerdo de su rostro y su agitada voz suplicando por
su vida lo había mantenido por semanas. Pero ya no era suficiente.
El reto sería él mismo impidiéndose poner fin a su vida hoy. Había fantaseado sobre
ello tantas veces hasta ahora, tendido en la cama por la noche imaginando el flujo
cálido, rojo de su sangre, el terror en sus ojos cuando se diera cuenta de que su tiempo
había terminado. Follarla esa noche era un beneficio más para él. No se preocupaba
mucho por el sexo pero sintió que violarla de esa manera sería aplastar su espíritu.
Tallar su nombre en su rostro sería el verdadero placer. Haría falta todo lo que tenía
para mantener las heridas lo suficientemente superficiales como para que ella no se
desangrara. Cuando empezó esta cosa, la motivación había sido el de ser el asesino que
Eve Thomas no pudo atrapar, el que podría ser más astuto que ella tanto como de la
policía. Todo esto se hubiera convertido en una obsesión con la mujer misma era
inquietante, pero Kevin había pasado tiempo tratando de reprimir su deseo de llevar
las cosas cada vez más lejos. Hoy era un día importante. Y no fracasaría.
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Capítulo Veintiocho
Selene nunca se había sentido tan agotada. Después de casi dos semanas de constante
vigilancia de todos los movimientos de Eve, ella se mantenía con sólo algunas horas de
sueño y cuestionaba su cordura. Técnicamente lo que estaba haciendo la hacía sentirse
al acecho, aunque sus motivos eran más puros que simplemente querer estar cerca de
Eve a pesar de ya no ser bienvenida en su vida. Sin embargo, Selene había
interrumpido por completo su programa —dejando los proyectos de trabajo a medias
y acaparando siestas sólo cuando era absolutamente cierto que Eve estaba a salvo—
todo para que pudiera permanecer oculta a plena vista en la periferia de la vida de Eve:
ya sea fuera de su apartamento, en la morgue, donde quiera que ella estuviera.
Como no quería que Eve sintiera su presencia, Selene había conseguido un lugar para
mantenerse lo suficientemente lejos como para no provocar la conciencia de Eve
durante su estancia dentro de los límites que ella sería capaz de detectar un peligro
inminente. Lo que no significaba que Selene no confiaba en el detalle protector de Jac
para realizar su trabajo. Selene sólo estaba en una posición única para observar sin ser
vista y, si fuera necesario, para atacar con una fuerza increíble. Si fuera posible que el
acosador de Eve burlara a la policía, Selene tenía que estar allí como la última línea de
defensa.
Ella no sería capaz de vivir consigo misma si algo le sucediera a Eve y pudiera haberlo
detenido. Esta noche, acurrucada como un gran Rottweiler en la alfombra de
bienvenida delante de la puerta del apartamento de Eve, Selene luchaba por mantener
los ojos abiertos. Quedarse dormida sería desastroso. Despertaría casi seguramente
desnuda y humana, y si Eve aparecía como que no iba a ser capaz de explicarlo salvo
diciendo la verdad. Selene estaba trabajando el valor suficiente para hacer
precisamente eso. Echaba de menos a Eve. Si la verdad pudiera ayudar a suavizar las
cosas entre ellas, tal vez valía la pena correr ese riesgo. Teniendo este secreto no traería
de vuelta a Eve.
Tras el tiempo miserable separadas, eso era todo lo que a Selene realmente le
importaba, incluso más que protegerse a sí misma de ser descubierta. Selene abrió la
boca y bostezó, dejando escapar un gemido que fue más fuerte de lo que hubiera
querido. Apoyó la cabeza en sus patas y se quedó inmóvil, parpadeando adormilada
mientras escuchaba los sonidos suaves del edificio por la noche, el zumbido de un aire
acondicionado, el suave el parpadeo de la luz al final del pasillo. Sólo había silencio
desde el interior del apartamento de Eve, que no sorprendió a Selene a las dos de la
mañana. Eve estaría profundamente dormida ya. Si era capaz de dormir, que lo era.
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Megan O´Brien [Wild]
Todos los días, Selene vio, que Eve parecía cada vez más cansada. Si ella estaba
agotada o deprimida, Selene no estaba segura. Si Eve estaba pasando por la mitad del
dolor que sentía Selene por su separación, era probablemente un poco de ambas. Por
mucho que odiaba ver a Eve sufrir, Selene tomó su obvio tormento como un signo de
esperanza. Claramente la confusión emocional de Eve no fue el resultado de tener un
asesino en serie tras ella, como si eso no fuera suficiente, sino que se debía a la pérdida
de su conexión. Selene sólo podía esperar que si Eve la echaba bastante de menos, tal
vez no rechazaría a Selene si supiera la verdad.
Exhalando, Selene cerró los ojos por el espacio de dos respiraciones antes de forzarlos
a abrirse de nuevo. Tenía que permanecer despierta. Se sentó y olfateó, sacudiendo la
cabeza en un intento de ahuyentar la tentación de conciliar el sueño. A mitad del
movimiento Selene se congeló, animándose las orejas mientras recogía un chirrido
inusual en algún lugar por encima de su cabeza. Después de tantas largas noches en el
pasillo de Eve, ella sabía qué ruidos esperar, y éste estaba definitivamente fuera de
lugar. Inhaló profundamente, sabiendo que su nariz se haría cargo del olor del
problema si verdaderamente estaba en uno. En este momento era difícil confiar en sus
instintos. Era muy posible que su mente privada de sueño le jugara malas pasadas. Ya
está. Selene levantó la nariz y olfateó rápidamente. Allí estaba, el aroma inconfundible
del hombre que estaba acechando a Eve.
Selene puso las orejas hacia arriba, rotando mientras se esforzaba por oír su
aproximación. Las lámparas del techo iluminaban el pasillo por lo que seguramente le
vería venir, a menos que se las arreglara para entrar en el apartamento de Eve de otra
manera, a través de una ventana, tal vez, o el sistema de ventilación. Su olor se hizo
más fuerte. De pie cerca de la puerta de Eve, Selene apretó la oreja a la madera y
escuchó por cualquier señal de que era en el interior. Justo cuando empezó a entrar en
pánico, Selene oyó el sonido de suaves pisadas que se acercaban al final del pasillo de
Eve. Era él.
De alguna manera había logrado entrar en el edificio, al parecer sin despertar sospecha,
y ahora Selene era lo único que se interponía entre un psicópata y la mujer que amaba.
De repente despierta, Selene le enseñó los dientes en un gruñido silencioso. Estaba
preparada para esto, dispuesta a matar a este hombre si todo se reducía a eso, aunque
honestamente esperaba que no lo hiciera. Ella no era una asesina, incluso cuando la
mayor parte de su instinto la conducía a ello. Esta noche su misión era proteger a Eve
y ayudar a la policía en la captura de este hombre para que pudiera ser castigado.
Dio la vuelta a la esquina tan sigilosamente que Selene no lo hubiera oído con los
oídos humanos. Estaba tirando de un pasamontañas al entrar al pasillo, así que su cara
estaba cubierta al tiempo que Selene tuvo su primera buena mirada. Le decepcionó
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Megan O´Brien [Wild]
que ella todavía no supiera qué aspecto tenía, Selene avanzó un paso y lanzó el gruñido
más amenazador que pudo reunir. La piel en la espalda se le erizó, una inconsciente
reacción fisiológica a la amenaza que el hombre representaba. El hombre se detuvo,
claramente sorprendido al encontrar un perro de guardia en la puerta de Eve. Selene
podía ver su mente trabajando, y por un momento se preguntó si él acabaría por darse
la vuelta y marcharse. Desafortunadamente, tenía la sensación de que estaba
demasiado decidido a dejar que un perro agresivo lo detuviera tan fácilmente.
Moviéndose lentamente, el hombre se quitó la mochila de los hombros y la abrió. La
idea de que podía tener un arma cruzó por la mente de Selene y ella corrió hacia él,
con la esperanza de atacar antes de que pudiera sacar un arma. Cuando él sacó un
cuchillo en vez de la pistola que había estado esperando, ella patinó hasta detenerse.
Cuanto más se acercara, mayor seria la probabilidad que él la rebanara con su cuchillo.
A pesar de que sanaría rápidamente de la mayoría de las heridas, no era invencible. La
precaución era importante.
Selene volvió a gruñir. Bajo el olor agrio del miedo Selene podía recoger el olor
persistente de su emoción. Su adrenalina fluía, al igual que la suya. La saliva goteaba de
su boca, una primitiva respuesta provocada por su impulso a hacerlo pedazos. Ella
sabía que se veía intimidante y así se la jugó, rompiendo su mandíbula en él cuando se
lanzó hacia adelante y luego se le enfrentó de nuevo.
—"Maldita sea"—.El hombre hizo una mueca, tropezando hacia atrás. Estaba
obviamente nervioso, sin duda recordando la última vez que había hundido sus dientes
en él. Selene no tuvo reparos en hacerlo de nuevo, y causando daños esta vez.
—En primer lugar un lobo, ahora esto— Tirando de sus labios, Selene ladró con fuerza.
Eso despertaría a algunas personas. Tal vez hasta conseguiría que los policías vinieran.
Claramente alarmado, el hombre se acercó a ella blandiendo su cuchillo. Desprevenida
por la rapidez de su reacción, Selene gritó cuando el borde de su cuchillo cortó en su
espalda. La herida era superficial y se curaría antes que la noche acabara, pero se
apartó unos pasos para alejarse. Luego volvió a ladrar. Ella le gritó idiota en su cabeza.
—"Joder"— Dejándola con una mirada asesina, el hombre echó a correr cuando Selene
escuchó una puerta abrirse detrás de ella. Selene se volvió para ver a Eve sacar la
cabeza hacia el pasillo, tentativa y confusa. Horrorizada de que Eve no fuera a dejar la
seguridad de su apartamento ni por un instante, Selene gruñó y ladró otra vez,
contenta cuando Eve desapareció en el interior rápidamente. Sabiendo que Eve
seguramente alertaría a la policía de la perturbación en el pasillo, Selene corrió en la
dirección que el asesino había tomado, siguiendo su rastro fresco con facilidad.
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Megan O´Brien [Wild]
Corrió escaleras arriba, hasta que llegó a una puerta que decía acceso a la azotea. La
puerta estaba cerrada, así que Selene cambió en forma humana sólo el tiempo
suficiente para girar la perilla, luego se transformó en un pájaro mientras se lanzaba
fuera. Tan cansada como estaba, cada cambio tomó un esfuerzo enorme. Pero estaba
decidida a no perder este momento. Aunque tuviera que ir a través de su repertorio
entero de fauna para asegurarse de que podía seguirle a casa, lo haría. Necesitaba saber
dónde vivía este hijo de puta. Volando alto en el cielo, Selene vio al asesino corriendo
a lo largo de la azotea del edificio de al lado de Eve. Saltó de ese al edificio contiguo,
abriéndose paso más allá de la manzana. La calle de Eve estaba bordeada de edificios
que estaban tan juntos que casi se tocaban, lo básico en San Francisco. Tenía sentido
que él elegiría utilizar la atestada arquitectura a su favor. Los policías estaban vigilando
el área en el nivel de la calle, y sólo en el bloque de Eve. No es de extrañar que fuera
capaz de entrar en su edificio sin ser detectado. Selene le siguió hasta la azotea del
edificio de la esquina, donde escapó por la puerta de acceso al interior. En lugar de
seguirle dentro donde podría quedar atrapada, ella se abalanzó a la calle, tomando nota
de las dos puertas de las que podría surgir. Ella supuso que tomaría la puerta lateral, ya
que no se podía ver desde la calle de Eve.
Lo primero que sorprendió a Selene de su apariencia era su total falta de pelo. Su calva
brillaba bajo la luz de la luna, por lo que le daba un aspecto siniestro de una manera
que le heló la sangre. Estimaba que estaba en sus treinta y cinco años y supuso que la
pérdida del pelo no era natural. La ligera barba delataba su cabeza rapada. Selene batió
sus alas y despegó del cable, bajando en picado lo suficientemente bajo como para
estar cerca. No quería correr el riesgo de perderlo si de pronto bajaba en una estación
de BART subterránea. Se ajustó la mochila, miró a su alrededor, luego se puso una
gorra de béisbol en la cabeza.
Él había entrado en ese parque como un hombre que estaba fuera sospechosamente
tarde, destacando enormemente, llevando una mochila. Y ahora estaba quedando
como un dueño responsable que se había llevado a su perro a dar un respiro para ir al
baño de madrugada. Incluso si la policía pasara ahora, no necesariamente decidirían
que parecía fuera de lugar. Lo único fuera de lo común en él era la ira que Selene
prácticamente podía sentir que emanaba de su gran cuerpo.
La mente de Selene se aceleró cuando giró en una calle residencial. Ella supuso que
había estacionado en algún lugar cercano y se preocupó por su capacidad para seguirlo
una vez se metiera en un coche. A esta hora de la noche, el tráfico sería ligero, y si se
decidía apresurarse, podría tener problemas para continuar. Inmediatamente se le
ocurrió una idea a Selene, tan loca que sabía que tenía mérito. Si funcionaba, iba a
resolver dos problemas a la vez: descubrir donde vivía el asesino y rescatar al perrito
desafortunado del hombre de lo que se imaginó sería un horrible destino una vez que
llegaran allí.
Sin cuestionar a posteriori sus instintos, bajó a la acera justo detrás del hombre y, al
ver que no reaccionaba a su presencia, cambió al más grande, más fiero perro que
podía imaginar. Envió una disculpa silenciosa al pequeño chucho que estaba a punto
de aterrorizar, Selene salió corriendo tras el hombre y su perro con un gruñido bajo.
De inmediato, el pequeño perro se puso a la defensiva, ladrando estrepitosamente
cuando Selene se acercó. El hombre la miró con los ojos muy abiertos, ya que él no
entendía o no creía lo que estaba viendo.
Preparada para arrancar la correa de la mano con los dientes, Selene se emocionó
cuando él simplemente la dejó caer y el perrito arrancó a correr por la calle. Selene se
dio a la persecución, sintiéndose culpable y al mismo tiempo llena de alegría por haber
podido ceder a su impulso natural a seguirlo. Tan pronto como ella y el perro
corrieron alrededor de una esquina fuera de la vista del hombre, Selene se obligó a
detenerse. Respirando pesadamente, comprobó para asegurarse que la calle seguía
desierta, y luego se metió en un callejón estrecho para cambiar a otra nueva forma, la
del perrito del hombre.
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Megan O´Brien [Wild]
Ella salió trotando rápidamente, temiendo que el hombre fuera a llegar a su coche
antes de que pudiera hacer su camino de regreso hacia él. Sus piernas eran más cortas
ahora por lo que tuvo que correr a toda velocidad para atraparlo, pero por suerte fue
capaz de acortar la distancia entre ella y el asesino sin un problema. Totalmente
agotada rodeó en frente del hombre, lloriqueó para ser recogida. No llevaba correa y
esperaba que el hombre aceptara la idea de que había escapado de su cuello durante el
altercado con el perro más grande. El hombre la miró, claramente sorprendido de que
su perro hubiera vuelto. Echó un vistazo por encima del hombro, sin duda,
comprobando para ver si el perro grande se encontraba todavía en su persecución. La
acera estaba vacía. Selene se quejó de nuevo y bailó alrededor, esperando que no
acabara por decidir abandonarla aquí.
—"Estúpido chucho"— murmuró, inclinándose para agarrar más o menos la piel del
cuello y levantarla en sus brazos. —Pensé que ahora serías la cena
Selene apartó el deseo de vomitar ante la sensación de estar llevada bajo el brazo,
rodeada por su olor penetrante. Se quedó muy quieta y no se meneó, temerosa de que
su paciencia estaba demasiado desgastada para permitirle soportar una mascota difícil.
Ella lo necesitaba para llegar a su casa, por lo menos. Una vez que estuviera allí
encontraría la manera de escaparse, asegurándose de que pudiera volver sobre sus
pasos y llevar a Eve y a la policía hasta su puerta.
Él llevaba dos manzanas más antes de caminar hacia la puerta del lado del conductor
de un anodino Toyota, utilizando un mando para abrir el coche, y luego prácticamente
sacudiéndola en el asiento de pasajeros. Tiró su mochila encima de ella,
desabrochando el bolsillo más grande para colocar su gorra de béisbol en el interior.
Luego arrancó el coche con una maldición silenciosa.
—Debería estar follándomela ahora mismo— Echó el coche a la circulación con un tirón
furioso de la muñeca. —Yo debería estar torturando a esa perra, pero en su lugar un maldito
perro ruinó todo— A medida que se alejaba de la acera, él cubrió a Selene con una mirada
asesina. —Estúpidos perros de mierda
Selene evitó su mirada y se quedó muy quieta, fingiendo ser una estatua. Tenía la
sensación de que un movimiento en falso podría provocar la violencia, y sus opciones
para evadir daños eran limitados dentro de un automóvil cerrado. Con la esperanza
que se daría por satisfecho con despotricar, por lo menos hasta que llegaran a casa,
Selene lo miraba por el rabillo del ojo mientras él apretaba los dientes.
Pescando con la cabeza para poder mirar en su mochila, vio su cuchillo y un paquete
de aluminio que le revolvió el estómago. De sus palabras y los objetos que llevaba,
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Megan O´Brien [Wild]
tenía una buena idea de lo que había previsto hacer esta noche en el apartamento de
Eve. Sus músculos se debilitaron y se dejó caer contra el respaldo del asiento, presa de
la intensa gratitud de haber sido capaz de detenerlo. El hombre pasó el resto del viaje
en silencio. Selene miraba por la ventana, prestando atención a su recorrido por la
ciudad. Él parecía dirigirse al sur, y al llegar a la 101, se dio cuenta de que los estaba
conduciendo fuera de la ciudad. No era de extrañar que ella nunca hubiera sido capaz
de rastrearlo con éxito en el pasado. Golpeando su mano contra el volante, el hombre
rugió
—"¡Mierda!"—
En ese momento Selene comprendió cuán precaria era su situación. No había pensado
realmente en absoluto antes de decidir disfrazarse como el perro del asesino para que
pudiera ir a casa con él. Atrapada en el interior de un coche con un psicópata furioso,
podría estar en verdadero peligro. Aunque rara vez Selene temía por su seguridad
personal, confiaba que sus habilidades físicas le permitirían escapar de un daño grave,
una muy verdadera sensación de miedo subió sigilosamente por su espalda. Quería
hacer dos cosas: antes de escapar: saber el nombre del asesino y memorizar su
dirección. Cómo iba a convencer a Eve de que la información era buena era un
problema para otro momento. Selene esperaba poder encontrar lo que fuera necesario,
a continuación, escapar de una pieza. A pocos kilómetros de la salida al aeropuerto
internacional de San Francisco, el hombre salió de la carretera y entró en el bien
iluminado estacionamiento de un complejo de apartamentos de aspecto caro. Sin
moverse, Selene mentalmente se preparó para lo que iba a suceder. Esperaba que la
llevaran escaleras arriba a su casa, y luego dejarla en el suelo y dejarla explorar. De la
cólera y la adrenalina que obviamente seguía surgiendo a través de sus venas, podría
quitar algo de su deseo de hacer daño en ella. Tenía que estar preparada para
reaccionar a lo que sucediera. El hombre aparcó su coche entonces metió sus llaves en
el bolsillo. Cerró la cremallera de su mochila, agarrándola mientras abría la puerta del
conductor y se bajó. Selene esperaba en el asiento del pasajero, sin saber si debía
seguirlo. Hizo un gesto impaciente.
—Tengo planes para ti— Selene le enseñó los dientes por instinto, sacudida por la
malicia en su voz. Sabía que iba a tener que luchar por su vida y templar sus nervios.
Pero ella no cambió, ni siquiera, intentó huir. Tenía que saber más para tener algo
sólido para Eve. La sacudió de nuevo.
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Megan O´Brien [Wild]
—No me gruñas así a mí. Yo soy más grande. Voy a ganar—. Con esfuerzo Selene relajó su
boca. Si lo empujaba a romperle el cuello aquí mismo, en el estacionamiento, todo lo
que había hecho esta noche sería un desperdicio.
Si se las arreglaba para matarla, ella cambiaría de nuevo en forma humana, asumió, y
con un inexplicable cadáver de una mujer desnuda en sus manos, quien sabía si el
hombre se retiraría para ocultarse. Necesitaba eliminarlo para que él pudiera ser
capturado, no enviarlo corriendo asustado. Él la llevó bajo el brazo como si fuera un
objeto inanimado, sin ningún tipo de sensibilidad. Al subir las escaleras hasta el tercer
piso, él se movió en silencio. Para un hombre de su altura, lo pondría en poco más de
metro ochenta, era increíblemente ligero sobre sus pies. Era evidente que el sigilo era
una fuerza real para él.
Cuando llegaron a una puerta marcada como 12C, el hombre se detuvo y sacó las
llaves de su mochila. Abrió la puerta y, literalmente, la tiró en la oscuridad de su
apartamento. Un objeto duro se le clavó en la cadera y la envió a caer al suelo.
Gimiendo de dolor, Selene se obligó a ponerse de pie y corretear detrás del sofá.
Quería estar fuera de la vista antes de que él encendiera las luces. Tal vez eso también
la pondría fuera de su mente. La lámpara del techo llegó a la vida, iluminando el
apartamento.
Desde detrás del sofá, Selene no podía ver mucho, salvo una desgastada alfombra
marrón y un par de enormes bolas de polvo. Se agachó y escuchó, esperando que
simplemente decidiera irse a la cama. En el mejor de los casos, él le daría un poco de
tiempo a solas para reunir información para que pudiera escabullirse y regresar a casa
con Eve. Si era capaz de descubrir su nombre y dirección, todo habría terminado. Eve
estaría a salvo.
Se había llevado a cabo esta misión sin pensar muy poco sobre la mejor manera de
conseguir lo que necesitaba. Un ruido de explosión vino de una habitación distante,
seguido por un enojado maldecir. El ruido sordo, borroso tranquilizó a Selene
asegurándole que se había encerrado en otra habitación. Vio la esquina de una revista
colgando sobre el borde de una mesa de café y corrió otra vez, dispuesta a explorar.
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Megan O´Brien [Wild]
Podría haber una etiqueta con la dirección en la revista. Si no, tal vez tenga suerte y
encuentre una pila de correo.
Demasiado baja para ver lo que había en la superficie, saltó y apoyó las patas en el
borde de la mesa. La revista había sido descartada la cubierta hacia abajo, ocultando
cualquier prueba posible de una suscripción. Consciente de que tenía muy poco
tiempo para actuar, Selene sopesó sus opciones. Era mucho más difícil de llevar a cabo
esta búsqueda como una mezcla de terrier pequeño. No tenía la altura, pero, lo más
importante, que no tenía manos. Claramente tendría que mover las cosas y realmente
cavar a través de las pertenencias del tipo, y rápido si quería conseguir algo útil antes
de que regresara a la sala principal.
Al ver una pequeña ventana sobre el fregadero de la cocina, Selene tomó un descanso
en su búsqueda y corrió a abrirla unos centímetros. Es mejor asegurarse que tendría
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Megan O´Brien [Wild]
una clara ruta de escape antes de dejar este importante detalle al azar. Finalmente
Selene encontró exactamente lo que buscaba, una factura de electricidad que había
abierto y dejado de lado en el mostrador de la cocina. La cogió con manos
temblorosas, gimiendo cuando vio que había vuelto a incluir la factura en el sobre de
manera incorrecta haciendo imposible ver la dirección a través de la ventana de
plástico. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo tranquilo que el apartamento estaba
de repente. El sonido del agua se había detenido.
Sacudiendo la cabeza, buscó el pasillo por donde asumió que el hombre había
desaparecido. Vacío. Seguramente habría oído la puerta del baño abrirse si hubiera
salido. Que no quería decir que podría tener un poco más de tiempo. Los nervios se
dispararon, forcejeó con el sobre, rasgando la hoja doblada de papel del interior y
torpemente lo manipuló hasta que pudo leer el texto. Se abrió una puerta en algún
lugar más allá del pasillo vacío. Pesados pasos se acercaban. Selene buscó números y
letras que parecían extrañamente como un galimatías, desesperada por encontrar la
información que necesitaba antes de que ella se viera obligada a cambiar de forma
humana. Sin aliento, lo vio justo cuando alcanzó a ver la sombra del hombre en
movimiento a través del umbral de la habitación que estaba a punto de salir. "Kevin
Pike. 106 South Third Street, Apartamento 12C, de Burlingame"
poco podía hacer para protegerse. Podía morder, seguro, pero probablemente no lo
suficientemente fuerte para disuadirlo de hacerle daño. Ciertamente, no lo suficiente
para detenerlo. Su única opción real para escapar era cambiar. Ya sea porque estaba
agotada o el universo había decidido volverse contra ella, parecía haber quedado sin
fuerza. Selene cerró los ojos y volvió a intentarlo.
Cuando cambiaba, su cuerpo podía sentir un hormigueo, como si alguien le pasara una
corriente a través de sus huesos, a veces su estómago le tironeaba de una manera que
no era del todo desagradable. Había descubierto cómo hacerlo por accidente cuando
tenía ocho años de edad. Viendo al perro de la familia lanzarse en torno a su granja
persiguiendo mariposas pareciendo la criatura más feliz en la tierra, Selene sólo tuvo
que desear esa felicidad para transformarse en un perro. Encantada, había pasado casi
una hora jugando con Daisy el border collie de una forma totalmente nueva. Desde
ese día ella supo cambiar, si quería como si no. Nunca le había fallado antes. Hasta
ahora.
No importaba lo mucho que quería ser una mosca, sus patas peludas se mantuvieron
obstinadamente plantadas en el suelo de la fría cocina. Es irónico que la capacidad que
siempre había anhelado perder desapareciera cuando más la necesitaba. Tal vez la
primera vez que ella la había realmente necesitado.
Corrió bajo la mesa de la cocina, consiguiendo para sí tal vez sólo unos segundos más.
Cerró los ojos con fuerza. Mosca. Una mosca. Tenía que ser una mosca.
—Ahí estás— Atrapó una de sus patas traseras, barriendo hacia adelante a través del
suelo de la cocina. Selene aprovechó el impulso para propulsarse por el pasillo a una
habitación oscura. Se arrastró por debajo de la cama, el corazón desbocado contra la
alfombra maloliente. Temblando, escuchaba bramar a Kevin Pike dirigiéndose hacia el
dormitorio.
—Vamos a ver cómo de rápido corres cuando te fije a la puerta de mierda con este cuchillo— No
era así como se suponía que debía suceder.
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Megan O´Brien [Wild]
—¿Dónde estás, pequeño cabrón? — Eso fue suficiente para Selene. Ella no quería
permanecer en el interior de su apartamento ni un minuto más de lo necesario. Tenía
lo que necesitaba. "Kevin Pike. 106 South Third Street, Apartamento
12C, de Burlingame"
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Veintinueve
Todavía en pijama a las diez de la mañana, Eve se estiró en el sofá con un tazón
grande de cereal y una cuchara de gran tamaño, lista para un largo y patético sábado en
casa. Salir apenas valía el esfuerzo. No quería hacer nada fuera de sus propias cuatro
paredes lo suficiente como para justificar arrastrar a los mejores de San Francisco a lo
largo de la ciudad. Además, en su apartamento no tenía que preocuparse por vigilar su
espalda. Afuera, en las calles de la ciudad, todo parecía siniestro en estos días.
Recogiendo el mando a distancia, Eve hizo clic en el televisor justo cuando su teléfono
celular sonó su camino hacia el borde de la mesa de café. Suspiró, Silenció el sonido de
la película en blanco y negro que salía en pantalla. Cuándo miró a la pantalla del
teléfono celular y vio parpadear el número de Selene, su estómago se retorció.
Dos semanas habían pasado desde su discusión y esta fue la primera vez que Selene
había llamado. Su única comunicación con Selene había sido el mensaje de texto
enviado a la mañana siguiente, diciendo que amaba a Eve y que le hubiera gustado
tener el coraje de explicarse. Eve lo había tomado como un adiós. No había esperado
oír de Selene otra vez, se debatía sobre lo que debía hacer. Una parte de ella quería
ignorar la llamada. Si su relación no había sido lo suficientemente importante para
Selene como para luchar hace dos semanas, Eve no sabía lo que Selene podría decir
para arreglar las cosas ahora. Pero la mayor parte de ella, la parte que
desesperadamente perdió lo que sentía cuando estaban juntas, quería dar a Selene la
oportunidad de probarlo. Tragando el nudo en la garganta, Eve contestó el teléfono.
—Hola
—"Eve"—. Ante el sonido de la voz de Selene, tan llena de emoción, el bulto se hizo
más grande, estuvo a punto de ahogarse. —Gracias por tomar mi llamada
— ¿Qué quieres?
—Está bien— Eve puso abajo su plato de cereal, ya no tenía hambre. —Hablemos
—No por teléfono. ¿Puedo ir? — Eve cerró los ojos. Deseaba que Selene hiciera
precisamente eso más que nada. Pero no ésta Selene, ella anhelaba la Selene en la que
podía confiar, la que de alguna manera podía hacer que todos sus problemas se
desvanecieran. Quien redujo el mundo de las dos, tan conectados en la seguridad de su
pequeña burbuja que nada más parecía importar. Eve no tenía la energía para hacer
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Megan O´Brien [Wild]
—No puedo hacer esto, Selene. Yo realmente no puedo. Hay demasiada locura en mi
vida en este momento para hacer frente a lo que sucedió entre nosotras. Tal vez más
tarde. Pero no en este momento— Un silencio largo e incómodo se extendió antes de
que Selene hablara.
—Me lo merezco, lo sé. Pero tengo que decirte algo importante sobre el hombre que
te está acosando
—"¡¿Qué?!"
Sorprendida, Eve trató de imaginar qué información podría Selene posiblemente tener.
Incluso sabiendo que Selene había llamado a la policía por el cuerpo de la primera
víctima, nunca antes Eve había realmente creído que Selene sabía más de lo que
aparentaba. Parecía imposible que pudiera retenerla de nuevo, sabiendo que la
seguridad de Eve estaba en juego. Era evidente que ella nunca había conocido a Selene
en absoluto. Cautelosa, Eve dijo:
—Si tienes información sobre el caso, puedo establecer una entrevista para ti con la
detective Battle. Puedes decir cualquier cosa a Jac que crees que debería saber
—Parte de lo que tengo que decirte, Jac no puede saberlo— Como consciente de lo
mucho que le estaba pidiendo, Selene suspiró profundamente. Cuando ella volvió a
hablar, su voz sonaba al borde de las lágrimas. —Por favor, confía en mí, Eve. Sabes
que nunca te haría daño. ¿Cierto? — Lo curioso era que Eve confió en ella, aunque no
quería hacerlo.
—Está bien. ¿Por qué no nos reunimos en algún lugar para tomar un café?
—Lo sé. Pero algo de lo que tengo que decirte realmente necesita mantenerse entre tú
y yo. Es que… hay algo que nunca he dicho a nadie, sobre mí. Algo que necesitas
saber. Espero… espero que te ayude a entender—. Eve no podía ignorar la seriedad
en la voz de Selene. Sonaba decidida y apasionada, desmoronando la determinación de
Eve a mantener su distancia. Se dijo que no quería decir que era una tonta. Esta fue
una mujer de la que se había enamorado, con fuerza, inusualmente rápido. Había sido
algo real entre ellas. Tal vez todavía lo estaba.
—Yo estaba pensando en pasar hoy el día en el sofá—, dijo Eve, —viendo películas
antiguas. Ven cuando quieras—
—Genial. Gracias— Bajo el alivio de Selene, Eve sintió una corriente subterránea de
miedo. —Voy a terminar pronto
—Voy a tener que decirle a Jac y a los demás que vas a venir—, dijo Eve, antes de que
Selene pudiera colgar. —Así te dejaran pasar
—Está bien
—No voy a dejar que Jac sepa que tienes nueva información. Tú y yo podemos hablar
primero. Entonces vamos a decidir qué decirle
—Eso es todo lo que pido— Selene exhaló con voz temblorosa. —Gracias, Eve—
Eve esperó que no acabara de estar de acuerdo con algo que lamentaría.
Debía hacer cualquier cosa para obtener más información acerca de su acosador, pero
ella no estaba exactamente dispuesta a dejar que su corazón fuera pisoteado de nuevo.
Cualquiera lo que fuera lo que Selene necesitaba decirle, esperaba que valiera la pena el
riesgo.
—De nada. Nos vemos más tarde—. Desconectando su llamada, Eve respiró hondo
antes de detenerse en el número de Jac y hacer clic en el botón Enviar. Jac respondió
en el segundo toque.
— ¿Todo bien?
—"Todo está bien"—, dijo Eve. —Quería hacerte saber que tengo una visita tarde.
—"Selene"— Ella no tuvo que ver la cara de Jac para saber que fruncía el ceño.
—"Oh, de verdad"
—Yo no lo hago— Eve sabía que era una mentira. Si Jac supiera la verdadera razón
para la visita de Selene, Eve no le gustaba que Jac pensara que ella era una tonta.
—"Está bien"—, dijo Jac con voz tensa. —Me preocupo por ti. No necesitas estas
chorradas ahora mismo—
—Voy a estar bien. Yo sólo quería asegurarme de que sabías que estaba esperándola
—Por supuesto. Si necesitas algo, sabes cómo llamarme— Eve soltó una carcajada sin
humor.
—Vamos, Jac. Hablar con Selene es difícilmente material de botón del pánico
Miró a su cereal, pero su apetito había desaparecido. Iba a ver a Selene de nuevo.
Gimiendo, se dejó caer en el sofá y subió el sonido de la televisión, con la esperanza
de ahogar sus pensamientos. No sabía lo que quería que sucediera. En realidad, era
una mentira. Aunque la parte estrictamente racional de su cerebro se rebelaba ante la
niña, con ideas de cuento de hadas, Eve quería algún tipo de felices para siempre, no
importaba lo improbable que pareciera.
Menos de una hora después de que Eve colgara a Selene, oyó un golpe en su puerta.
No tenía que asomarse por la mirilla para saber quién era. Podía sentir la presencia de
Selene en su vientre, un rizo de extraña electricidad que no había estado allí desde la
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noche que Selene le mintió acerca de estar fuera de la ciudad, la última vez que
estuvieron juntas. Eve había imaginado sentir la misma chispa de conexión en
numerosas ocasiones desde su ruptura, pero había sido un patético anhelo. Esta era la
cosa real. Eve se acercó a la puerta con piernas de goma, armándose de valor para la
visión de la cara de Selene.
Sabía que la iba a golpear con fuerza, ver a Selene de nuevo, y le preocupaba que fuera
a perder la cabeza y saltara a la espera de los brazos de Selene. En dos semanas no
había habido tiempo suficiente para construir un muro alrededor de su corazón lo
suficientemente fuerte como para mantener a Selene fuera. A pesar del dolor que
Selene le había causado, Eve todavía la echaba de menos desesperadamente. Haría
falta entregar todo cuanto tuvo a su rabia para controlar su deseo de ser envuelta en el
abrazo cálido de Selene.
Accediendo a una imagen de la mujer rubia que había aparecido en casa de Selene la
noche en que supuestamente estaba saliendo de la ciudad, Eve dio una honda
respiración y miró por la mirilla, por si acaso. Incluso distorsionada por la lente del ojo
de pez, Selene parecía impresionante. El corazón de Eve tronó mientras deshizo la
cadena y abrió la puerta. Los ojos de Eve de inmediato se encontraron con Selene,
cada trozo de la fuerza de voluntad de Eve se disolvió.
omiso de un sano sentido de la precaución. Eve ya sabía que Selene era una mentirosa.
No podía olvidarlo sólo porque olía muy bien. Selene se sentó en el otro extremo del
sofá, disparando a Eve una mirada nerviosa.
Eve reprimió el impulso de confesar lo mucho que había echado de menos a Selene
también.
—Dijiste que tenías información sobre el asesino del Golden Gate Park
—"Sí"— Ella se retorció las manos en el regazo, parecía tan ansiosa que el estómago
de Eve se enturbió por simpatía. —Tengo un montón que decirte, pero no sé por
dónde empezar
—Está bien—Tener a Selene tan cerca, y desearla tanto, estaba comenzando a llevarse
la paciencia de Eve. Especialmente cuando parecía cada vez más que a lo mejor la
participación de Selene en este caso era más profunda de lo que Eve quería creer.
— ¿Por qué no me dices lo que sabes de este tipo? Podemos empezar por ahí
Exhalando, Selene metió la mano en su bolsillo y sacó una hoja plegada de papel. Se lo
pasó a Eve, observando su cara por una reacción cuando Eve lo desplegó y leyó las
letras elegantes en el interior. "Kevin Pike, 106 South Third Street, Apartamento 12C,
Burlingame"
Eve se quedó sin aliento cuando certificó la enormidad de lo que acababa de darle
Selene. Lo último que habría esperado era un nombre y dirección. Eve levantó la vista
y se encontró con la mirada preocupada de Selene.
— ¿Qué es esto? —
—El nombre del hombre que está detrás de ti— El acento de Selene parecía más
pronunciado de lo habitual, sus palabras salían frágiles y entrecortadas. —La dirección
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Megan O´Brien [Wild]
El hombre en el teléfono había dicho que se llamaba Kev, y ahora Selene le estaba
dando el nombre y la dirección de un Kevin. No siendo alguien que creyera en las
coincidencias, Eve aceptó de inmediato que Selene estaba diciendo la verdad.
Asqueada por el pensamiento de que Selene había sabido algo que podría haber dado
lugar a la captura hace semanas de este hombre y que se había guardado la
información que podría haber salvado vidas, Eve la miró con enojo.
—Jac te entrevistó hace casi dos semanas. ¿Por qué no le diste a ella esta información
entonces?— No pudo aplacar su ira, la voz de Eve se levantó. —Otra mujer murió,
Selene. Si hubieras confesado cuando nos dijiste que hiciste la llamada telefónica, ella
todavía estaría viva— Selene se estremeció.
— ¿En serio? ¿Qué, así que esto es el resultado de un trabajo de detective de tu parte?
¿Fuiste capaz de resolver el caso que todo la división de homicidio de San Francisco
no ha sido capaz de resolver? — Consciente de que estaba perdiendo rápidamente el
control de su temperamento, Eve gritó: — ¿Ese es tu gran secreto, Selene? ¿Eres un
superhéroe para combatir el crimen?
—"No"— Eve tocó el collar que llevaba alrededor de su cuello, el Botón de pánico de
Jac. —Si estás involucrada en este lío, vas a tener que rendir de cuentas. Lo siento, así
son las cosas— Finalmente Selene la miró a la cara, con los ojos llameantes.
— ¿Participar? ¿Crees que tengo algo que ver con tu ataque? ¿Con esos asesinatos?
—Yo no sé qué pensar— Eve agitó el trozo de papel en el aire. — ¿Si no estás
involucrada, cómo demonios conseguiste esto?
—Yo le seguí
El aliento de Eve quedó atrapado. Había oído un perro ladrando en el pasillo a las dos
de la mañana, la noche anterior, pero no había visto a nadie más. Cuando ella llamó a
los detectives que montaban guardia en el vestíbulo, le aseguraron que nadie había
entrado o salido del edificio. En la barrida posterior de los pasillos no había aparecido
ninguna señal del perro, tampoco. Eve no entendía cómo Selene podía saber nada de
esto. Más importante, no podía entender cómo Selene podría haber entrado en el
edificio sin alertar a nadie de su presencia. O por qué lo hubiera hecho en primer
lugar.
—Yo quería asegurarme de que estabas a salvo—, dijo Selene en voz baja. —Cuando
me di cuenta que tenía la oportunidad de seguirlo y tal vez descubrir dónde vivía, lo
tuve que hacer—
Aunque algunos aspectos de la historia sonaban a verdad, Eve no podía creer que
Selene había sido capaz no sólo de colarse a través de su detalle protector, sino
también seguir a su acosador todo el camino a Burlingame sin ser atrapada. Parecía
imposible. Sacudiendo la cabeza, Eve dijo:
—Lo siento, esto simplemente no tiene ningún sentido. Digamos que te las arreglaste
para entrar en mi edificio sin que ninguno de los policías en la calle o en el vestíbulo se
diera cuenta. Y digamos que este tipo forzó la puerta de acceso de la azotea, que se
supone que está cerrada desde el interior, a propósito, sin que nadie se diera cuenta.
Incluso si yo creyera todo eso, no puedo imaginar cómo podrías haber logrado
seguirlo, no sólo a través de la azotea, sino luego todo el camino a Burlingame "¿Sin
que se enterara?"
Describir la mirada en el rostro de Selene como la de un ciervo cegado por los faros
sería injusta para los ciervos. Eve nunca antes había visto tal pánico atroz en la mirada.
Selene se dobló por la cintura, meciéndose como si ella pudiera estar enferma, y exhaló
con voz temblorosa. Entonces ella saltó a sus pies, tirando de su camisa sobre su
cabeza y la arrojó al suelo. Sobresaltada, Eve levantó las manos.
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Megan O´Brien [Wild]
Eve se cubrió los ojos, irritada por la reacción instantánea de su cuerpo a la vista de los
pechos desnudos de Selene.
Suspirando pesadamente, Eve bajó la mano y tragó saliva a la vista de las curvas
gloriosamente desnudas de Selene.
—Será mejor que no estés jugando conmigo, Selene. Lo digo en serio— Selene miró
intensamente seria. Sosteniendo los brazos a los costados, volvió a respirar hondo,
claramente reuniendo su coraje.
—"Tuve la oportunidad de seguir los pasos de Kevin Pike esa noche porque nunca me
vio. Bueno, lo hizo, pero no se dio cuenta que era yo"
—"No lo entiendo"
—"Lo sé," — dijo Selene en voz baja. —Tan sólo un momento. Sólo… prométeme
una cosa
—"¿Qué?"
—Por favor no te asustes. Te juro que te lo voy a explicar lo mejor que puedo, pero…
— Selene se sacudió las manos. —Pero no te preocupes
dramático? ¿Qué pasó con la masa corporal extra cuando se convirtió en el perro, que
era mucho más pequeño que su forma humana? ¿Fue su habilidad el resultado de una
anomalía genética o algún agente ambiental? ¿Qué diablos era? Un pesado golpe
sacudió la puerta del apartamento de sus goznes.
De pie desnuda en medio de su sala de estar, Selene pareció aterrorizada. Ella miró su
cuerpo, luego a Eve, como si imaginara exactamente lo que Jac pensaría de esta
situación. Arrancada de su estupor por el sentido de que Selene estaba a punto de
desaparecer de nuevo, tal vez para siempre, Eve cogió los pantalones de Selene y los
arrojó en sus brazos.
—"Estoy bien, Jac Sólo dame un momento"— gritó Eve hacia la puerta. En voz baja,
dijo: —Vístete. Ve a mi habitación y quédate allí. Tenemos que hablar, pero antes voy
a deshacerme de Jac— El miedo cruzó el rostro de Selene.
—No voy a decirle nada hasta que tú y yo tengamos la oportunidad de discutir esto.
Ahora vete
—"Eve"— Jac golpeó la puerta. —"Si no abres esta puerta inmediatamente, voy a usar
mi llave"— Aturdida por la persistencia de Jac, Eve hizo un gesto hacia sujetador
desechado de Selene.
—"Estoy segura que los vecinos apreciaron eso"— dijo Eve, poniendo una sonrisa
tensa. — ¿Qué pasa, Jac?
—"Dímelo tu"— Jac cargó abriéndose paso camino al interior del apartamento de
Eve. Su barrido visual de la sala de estar era cualquier cosa menos sutil. Ella se dirigió
a la cocina y miró en el interior cuando Eve cerró la puerta detrás de ellas.
—Selene llegó y cinco minutos más tarde estás gritando "sangriento asesinato".
236
Megan O´Brien [Wild]
— ¿Dónde está ella?— Eve esperó hasta que Jac se volvió a mirarla. Luego dobló los
brazos sobre su pecho y trató de actuar casual pero molesta.
—Ella está en el cuarto de baño. Grité porque una rata pasó corriendo por el suelo
—"¿Una rata?" — Jac le dio una mirada escéptica de arriba abajo. — ¿Desde cuándo
eres el tipo de chica que grita por ratas?
—"No"— Eve puso las manos en las caderas. —Selene y yo tenemos cosas que
resolver, sin duda, pero nunca me pondría una mano encima— Era evidente que Eve
tenía mucho que aprender acerca de Selene, pero se sentía segura sobre eso. —En
serio, Jac. Estoy bien. Y tienes que irte
La estudió por unos momentos más, Jac asintió con la cabeza y se acercó rígidamente
a la puerta.
—Está bien— Eve forzó una sonrisa ligera. —Tienes razón. Yo no soy realmente una
gran gritona. Estoy segura de que sonaba bastante loca— Jac no se unió a su risa.
—Sonaba terrible
—Lo siento— Eve le dio unas palmaditas en la espalda a Jac cuando salió por la
puerta. —Sin embargo, me agrada saber que puedes llegar a mí rápidamente en caso
de que algo realmente ocurra— Dándole una expresión de tristeza resignada, Jac dijo:
237
Megan O´Brien [Wild]
—Lo haré. Gracias— Eve cerró la puerta detrás de Jac, y luego se volvió alrededor,
cayendo contra la madera fría. Se llevó una mano a la frente, sorprendida por este
repentino giro de los acontecimientos. Sabiendo que Selene estaba esperando una
reacción más allá de pura sorpresa ruidosa, Eve caminó a la habitación con piernas
temblorosas. Selene estaba sentada en el pie de su cama completamente vestida, con la
cabeza en sus manos. Ella levantó la vista cuando Eve entró en la habitación,
inmediatamente después, se puso de pie.
—Te debería haber preparado mejor. Lo siento tanto… Nunca quise asustarte
Eve cortó a Selene con una sacudida de su cabeza. —Selene, aunque me hubieras
dicho: "Me voy a convertir en un perro ahora" aún habría gritado.
Eso fue… increíble
— ¿Quieres hacerlo de nuevo? — Con los ojos muy abiertos, Selene abrió y cerró la
boca antes de susurrar:
—"¿En serio?"
—Tengo que ver eso otra vez— Eve dio a Selene una sonrisa tímida. —"En aras de la
curiosidad científica"— Una lágrima rodó por la mejilla de Selene.
—"No"— Odiando el pánico que antes había llevado a la incertidumbre y que ahora
atormentaba tensando la imagen de Selene, Eve dio un paso adelante y le tocó el
brazo. —Estoy sorprendida. Atónita. Intelectualmente desafiada. Pero no estoy
disgustada. Yo veo cosas horribles todos los días, Selene. La inhumanidad del
hombre hacia el hombre. Lo que eres no es desagradable. Eres increíble.
—Por supuesto— Eve se sentó en la cama, centrándose en Selene. Ahora que sabía
qué esperar, quiso prestar más atención a exactamente cómo Selene cambiaba de
forma. —Ahora lo volverás a hacer— Sonrojándose, Selene se desnudó en silencio. A
pesar del intento de Eve en tranquilizarla, parecía tener problemas para hacer contacto
visual.
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Megan O´Brien [Wild]
— ¿Me quieres ver como perro de nuevo, o algo más? — Un escalofrío de excitación
recorrió la longitud de la columna vertebral de Eve.
—"Supongo que sí"— Selene se encogió de hombros con timidez. —No he probado
muchas cosas diferentes, pero he sido capaz de convertirme en lo que he querido hasta
ahora.
—"Sí"
—"Está bien"— dijo Selene, luego suavemente se transformó en un gran gato rayado
naranja y negro. El tigre Selene, se sentó en sus patas traseras, mirando a Eve
expectante. Eve baló una carcajada sorprendida. Incluso la segunda vez, el pequeño
truco de Selene era asombroso.
—"Ven aquí"
El tigre Selene se levantó y se estiró como un gato doméstico, luego caminó hacia Eve.
Temblando, Eve se acercó y dejó a su mano flotar en el aire sobre una espesa, peluda
oreja de Selene. Cuando la oreja se torció, Eve abrió la boca y se echó hacia atrás,
temerosa del poder y la fuerza en el enorme cuerpo de Selene. Selene levantó la cabeza
y miró a Eve a los ojos, como pidiendo su confianza. Eve exhaló y luego hundió sus
dedos en la gruesa piel que cubría el cráneo de Selene, cerrando los ojos cuando Selene
apoyó la pesada cabeza sobre el muslo de Eve.
—"Gracias por enseñarme"—, susurró Eve. —Tenemos mucho que hablar, ¿no?
Selene parecía ondular bajo la mano de Eve. La vista de la piel de tigre naranja
convertirse en el cabello negro y sedoso entre sus dedos se llevó el aliento de Eve. Ella
miraba, absorta, como la transformación de Selene se completaba, dejando una Selene
desnuda descansando su rostro en el muslo vestido de Eve. Eve luchó contra una
oleada de deseo que se estrelló sobre ella en la realización de que las cosas con Selene
ciertamente no eran como parecían, y tal vez lo que pasó esa noche con la rubia fue
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Megan O´Brien [Wild]
igualmente complejo. Tal vez el secreto tenía algo que ver con su habilidad. Eso
tendría sentido, por lo que Selene no fue capaz de explicarse. Esto era un gran
problema. No confiaría en nadie con un bombazo de esta magnitud. Selene levantó la
cara y miró a Eve. Todo su cuerpo temblaba.
Eve cogió el brazo de Selene, deteniéndola de irse. Tiró de Selene bajándola sobre la
cama, junto a ella, luego la tomó en un apretado abrazo. A pesar de que la suave
presión de las curvas desnudas de Selene envió un escalofrío de excitación a través de
la estructura de Eve, el abrazo no era sexual. Intuyó que Selene necesitaba un toque de
desahogo en estos momentos. Necesitaba saber que ella no había asustado a Eve.
Selene se aferró a sus hombros, respirando pesadamente.
Eve se echó hacia atrás para poder mirar seriamente a los ojos de Selene, queriendo
aliviar su vuelta a la calma. La emoción tumultuosa de Selene se vertió sobre Eve,
dificultándole la respiración. —Bueno, no me has ahuyentado. Todavía estoy aquí.
—Voy a ponerme la ropa, a menos que quieras quitarte la tuya— Ella manejó un
guiño juguetón. —Sólo me siento rara al ser la única desnuda después de dos semanas
de no hablar
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Megan O´Brien [Wild]
—"Vístete"— dijo Eve en voz baja. Las palabras de Selene la golpearon en la parte
baja del vientre, el dulce placer de ser deseada.
Era una sensación agradable después de dos semanas de depresión y ansiedad. Aun
así, necesitaban hablar antes de que Eve pudiera decidir dónde quedó su relación
romántica. Selene hizo lo que le dijo rápidamente, mirando de vez en cuando a Eve,
que estaba sentada en la cama mirando.
—No te puedes imaginar lo agradecida que estoy de que no acabaras huyendo a gritos.
Pero no sabes todo todavía
— ¿Todo acerca de ti, o todo acerca de cómo te las arreglaste para seguir los pasos de
Kevin Pike? — Eve hizo un gesto para que se sentara Selene a su lado. Ella quería
mantener esta conversación en el dormitorio, donde tenían menos posibilidades de ser
oídos si Jac había decidido quedarse.
—El día en que fui atacada en el Golden Gate Park, un lobo me salvó, aunque parecía
una locura en ese momento. Sé que Jac pensó que estaba equivocada. Ese lobo eras tú,
¿no es así? — Selene le dirigió una mirada de soslayo.
—"Sí"
—"De nada"
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Megan O´Brien [Wild]
—Soy increíblemente afortunada de que una hermosa "superhéroe cambia forma" por
casualidad estaba en la misma área del parque que yo cuando la necesité— Las
probabilidades de que la situación que acababa de ser descrita incluso siendo posible, y
mucho menos que ocurriera en realidad, eran infinitesimales. Eve se echó a reír. —Es
una locura
—"Sí"— El temor enfermo que brotaba de Selene no pasó desapercibido a Eve. Era
obvio que había algo más en la historia de Selene que simplemente estar en el lugar
correcto en el momento adecuado. Eve apretó la mano de Selene.
—Dime lo que sucedió esa mañana. Todo— Selene miró a sus pies.
—En primer lugar tengo que decir más sobre mi… "capacidad"
—La mañana que fuiste atacada, me desperté en el Golden Gate Park. Así fue como
me encontré con el cuerpo de la mujer. No estaba lejos de donde volví en sí, y podía
oler la sangre en el aire, así que seguí su rastro— Selene escudriñó el rostro de Eve,
como si comprobara una reacción. —Incluso en forma humana, tengo aumentado los
sentidos. Rastrear funciona mejor con un sentido del olfato de perro, por supuesto,
pero esa mañana el olor de la muerte fue suficientemente fuerte, y con facilidad pude
recogerlo con mi nariz humana
— ¿Qué quieres decir cuando dices "volví en sí " en el parque? — Eve sintió que este
detalle era el centro de la gran revelación de Selene. — ¿Cómo llegaste ahí?
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Megan O´Brien [Wild]
—Yo no sé si esa es la palabra adecuada para ello. Pero, sí, la luna me obliga a
cambiar. No estoy del todo segura en qué, pero es grande y más fuerte de lo que
puedes imaginar. Es probable que sea parecido al lobo, pero yo nunca he visto una
foto y he intentado fervientemente permanecer oculta en esos momentos. Cuando me
despierto por la mañana después de la luna llena, no me acuerdo de nada de lo que
sucedió la noche anterior.
— ¿Alguna vez has hecho algo malo…? — Tan difícil como Eve trató de puntillas
sobre el tema, era casi imposible de sonar casual cuando preguntas a alguien si era
peligroso.
—"Sí", la primera vez que pasó. Cuando tenía dieciséis años. Yo no me lo esperaba,
pero un mes, la luna me atrapó. Me desperté afuera, cubierta en la sangre y en el tejido
de las ovejas que teníamos en nuestra granja familiar. Al parecer, los había matado, al
igual que lo haría un lobo, por lo que supongo que en lo que me convierto, es parecido
al lobo
Los ojos de Selene se habían ido muy lejos, con dolor grabado en su rostro mientras
revivía un acontecimiento que claramente todavía tenía el poder de hacerle daño. Eve
pasó los dedos por Selene, trayendo de vuelta a Selene, sentadas juntas en la cama.
—Mis padres fueron los que me despertaron. Mi padre estaba gritando, mi madre
estaba llorando. Traté de explicarles, pero revelarles lo que yo podía hacer sólo lo hizo
peor. Había estado manteniendo mi capacidad en secreto desde que averigüé que
podía convertirme en el perro de la familia cuando tenía ocho años— Una sonrisa
desnuda fantasmal cruzó los labios de Selene.
—Ni siquiera puedo imaginar lo que debes haber sentido al descubrir que puedes
hacer algo que nadie más puede. Qué emocionante
hubiera reventado, y Eve sospechaba que Selene había descorchado sólo recuerdos
que había reprimido durante años. —Mis padres me repudiaron. Mi padre amenazó
con llamar a la policía, en realidad, así que decidí huir. Pero yo no podía irme sin
decirle a Carla adiós
—"No podía culparla"— murmuró Selene. —Le hablé de las ovejas. Era la primera
vez que había perdido el control y que no podía recordar nada. Tenía miedo de mi
mente. Podía ver eso. ¿Quién podría culparla por no querer formar parte de un
monstruo asesino?
—"Bueno, yo puedo"— Esta nueva revelación fue un gran cambio, ciertamente, pero
por alguna razón Eve no sentía la obligación de cortar los lazos con Selene. Incluso si
fuera una especie de hombre lobo, Selene tenía un buen corazón y un carácter amable.
Cómo respondía con el ciclo lunar era poca culpa de ella. —La amabas, y tú estabas
asustada y sola. Tendría que haber estado a tu lado cuando necesitabas a alguien. En
lugar de eso te convenció de que nadie jamás podría amar a un monstruo como tú.
¿No es así? — Selene se ruborizó.
—Te conocí y no podía tener una relación real si te estaba ocultando algo tan grande.
Pero yo no sabía cómo decírtelo. Yo estaba convencida de que iba a salir mal. Por
supuesto, mintiéndote no funcionó exactamente mejor, ¿verdad? — Bajando la voz,
Selene dijo: —Traté de no enamorarme de ti en absoluto, pero tenemos una conexión.
"Yo no pude evitarlo"— Eve se animó ante la mención de su conexión, la cual
siempre había sido tan palpable sin embargo inverosímil para una pragmática como
ella. Si una explicación sobrenatural existía para la química instantánea y la cercanía
que sentía con Selene —por no hablar de su vínculo emocional inconfundible—Eve
estaba feliz después de oír eso. De alguna manera demente, le permitía más fácilmente
aceptarlo como real.
—"No lo sé"—, dijo Selene con suavidad, acariciando la cara de Eve con una mano
vacilante. —Yo nunca lo había sentido antes de aquella mañana en el parque. Eso es lo
que me atrajo a ti, cómo te encontré cuando estabas siendo atacada. Ni siquiera estaba
en el parque cuando sentí que clamaban ayuda, Eve. Yo corrí durante unos tres
minutos para llegar a ti— Incluso sentada, Eve sintió que sus piernas se debilitaban
por la confesión. Si no fuera por su extraño vínculo, Selene nunca podría haber
conocido que estaba en problemas. Eve tuvo más suerte de lo que quería pensar.
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Megan O´Brien [Wild]
—"No"
Avergonzada, Selene murmuró: —Tres salidas nocturnas de cada mes, la luna llena me
afecta. La noche antes y después de forzarme a cambiar, tengo un deseo sexual muy
acentuado, ligera pérdida de autocontrol, y eso es todo. En la noche, cuando la luna
está más completa, tengo una cita permanente con una prostituta. No para tener
relaciones sexuales— Selene se apresuró a decir, como si le preocupara que Eve lo
hubiera tomado como una confesión de infidelidad. —Le pido que me espose a una
mesa de acero y me ate con cuerdas. Lo interpreto como si fuera algún tipo de juego
sexual, pero en realidad, sólo necesito alguien que me pueda frenar, me deje por la
noche, y me libere la mañana siguiente. Los servicios de escolta son bastante
conocidos por su discreción— Así que eso era la mujer en la casa de Selene. Eso para
Selene tenía que resultar imposible de explicar—había parecido tan culpable—tenía
perfecto sentido. Eve asintió.
—"Entiendo".
—"La noche que me escapé yo tenía una cita con una chica nueva. La que yo había
estado usando antes se había graduado de la universidad y no fue escolta más— Ahora
que la verdad estaba al descubierto, Selene se relajó visiblemente. —Ella no quería
atarme lo suficientemente fuerte. Ese fue el mes del perigeo lunar el más grande del
año. Yo sabía que iba a escapar antes de que ella saliera de mi casa. Pero ¿cómo podría
explicarle por qué tenía que atarme con más fuerza, a pesar de que tenía miedo de
hacerme daño? — Eve asintió.
—"Sí"—, dijo Selene con sencillez. —Yo no sabía qué hacer. He tenido más de mi
parte de olvidar, desplazamientos incontrolados, sobre todo cuando era más joven,
pero yo nunca he hecho daño a un ser humano— Hizo una pausa. —No que yo sepa,
de todos modos— Eve se tocó la frente. Esto era una sobrecarga de información.
Trató de tener una idea de lo que acababa de aprender y lo que aún necesita que le
explicara.
—Así que dime cómo encontraste a Kevin Pike. Sé que estuviste cuidándome cuando
llegó aquí anoche. Pero, ¿cómo lo hiciste para seguirle hasta el final a Burlingame? —
Bajo la tenue sonrisa que Selene le dio, Eve podía ver tanto orgullo y descontento.
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Megan O´Brien [Wild]
—"Sí, y eso", lo seguí por las escaleras hasta la puerta de acceso a la azota. Tuve que
cambiar de nuevo en forma humana para salir a la calle, pero entonces me convertí en
un pájaro. Eso hizo muy fácil seguirlo a través de las azoteas de los edificios hasta que
llegó al final de la manzana. Después de conseguir llegar lejos se fue a este parque a
pocas manzanas de distancia
—Él tenía un pequeño perro atado allí. Lo desató y comenzó de nuevo a caminar a su
coche. Supongo que usó al perro para tratar de parecer menos visible Allí en medio de
la noche, porque no parecía cuidarlo mucho— La boca de Selene formó una línea
sombría. —Él estaba muy enojado de que sus planes habían sido arruinados, eso era
obvio. Percibí que iba a desquitarse con el perro, y también comencé a temer que si se
metía en un coche podría perderlo, dependiendo de la distancia que tenía que recorrer.
Así que vi mi oportunidad y la tomé— Eve contuvo la respiración, esperando saber
qué pasó después.
—Me pasé a un perro grande y asusté al pobrecito chucho. Dejó caer la correa y le
perseguí a su perro fuera de la vista. Entonces me convertí en su perro—Tensándose,
Eve se dio cuenta de lo lejos que había ido Selene para protegerla. Para tomar esa clase
de riesgo por una mujer que ni siquiera te habla mostró el verdadero carácter — y
demostró que los sentimientos de Selene por ella eran muy verdaderos. Atrapada entre
el terror y la gratitud, Eve le susurró:
—Fue la mejor manera de averiguar quién era y dónde vivía— Selene jugaba con su
pelo, buscando los ojos de Eve. —Hubiera matado a su perro si no hubiera cambiado
de lugar con él. Yo lo sé
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Megan O´Brien [Wild]
—"¿Cómo escapaste?"
—"Fue arriesgado"— Desde el vacilar audible en la voz de Selene, Eve supuso que
arriesgado sólo arañaba la superficie de lo que en realidad había pasado. —Me enteré
de que mi capacidad tiene límites. Cuando vino después a por mí, pensando que era su
perro, me escondí debajo de la cama y traté de convertirme en una mosca para que
pudiera escapar. Pero yo estaba agotada y había hecho ya siete diferentes cambios a lo
largo de la noche, y al principio no pude. Sólo… no funcionó
— ¿Esta es la primera vez que has sido incapaz de cambiar cuando querías? —
Ansiosa de más detalles, Eve quería saberlo todo sobre el don de Selene. Le excitaba la
mente científica más de lo que nunca habría anticipado. — ¿Cómo puedes cambiar?
—
Sin ninguna prueba o hecho para realizar un arresto, no podían tomar a Kevin Pike en
custodia. Lo mejor que Jac podía hacer era poner un equipo de vigilancia sobre él y ver
sus movimientos. Si él se equivocaba, podrían hacerle preguntas. De otra manera
tendrían que excavar en busca de alguna manera de vincular el hombre a sus víctimas
o sus escenas del crimen. Tan meticuloso como lo había sido hasta ahora, no sería tan
fácil. Pero la cuestión más inmediata era cómo decirle a Jac que ahora tenía el nombre
y la dirección de su acosador sin levantar sospechas de que Selene estaba involucrada
de alguna manera.
Obviamente Eve no podía decirle exactamente a Jac cómo Selene se las había
arreglado para encontrar información específica. Dado que Jac ya sospechaba que
Selene tenía motivos siniestros para estar involucrada con Eve, ella no podría
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Megan O´Brien [Wild]
convencerla de que Selene había proporcionado buena información sin saber más de
lo que había alegado. Eve suspiró.
—No tengo ni idea de qué decirle a Jac. Ella tendrá que conseguir una pareja de
detectives para vigilar a Kevin Pike, pero no va a ser fácil de explicar cómo sé quién es
—Ella sabrá que te di su nombre— En realidad no era una pregunta. Más como una
declaración, mezclada con derrota.
—Pero necesitan saber lo que sé. Es la única manera de mantenerte segura— Los
párpados de Selene se cayeron y bostezó, levantando los brazos por encima de la
cabeza. —Honestamente, apenas puedo pensar en este momento. Estoy muy cansada
—"Sí"— Se le ocurrió a Eve que tal vez la sensación de estar cerca de Selene no había
sido por su deprimida imaginación. —Has estado vigilando casi todo el tiempo,
¿verdad? Te he sentido casi todos los días. Pensé que era porque te había perdido,
pero eso no es cierto, ¿verdad? estabas aquí— Selene le dirigió una inclinación de
cabeza soñolienta.
— ¿Por qué no te echas una siesta? — murmuró ella. —Voy a pensar qué decirle a Jac.
Sea cual sea lo que se me ocurra, Te prometo que te protegeré—. Cerrando los ojos
lentamente, Selene murmuró:
—"Confío en ti"— Eve se acercó, rozando sus labios sobre la mejilla de Selene.
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Megan O´Brien [Wild]
Capítulo Treinta
Media hora después de que Selene se quedara dormida en su cama, Eve volvió a su
sala de estar, cerrando la puerta de la habitación detrás de ella. Por mucho que no tenía
ganas de llamar a Jac, Cuanto más pronto pasara el nombre de Kevin Pike y la
dirección de la policía, sería mejor. A pesar de que todavía no tenía una estrategia
sólida para introducir el soplo —y explicar la parte de Selene en la entrega—posponer
hablar con Jac no era una opción.
Cada momento que esperaba daba Kevin Pike la oportunidad de herir a otra mujer.
Eve cogió el teléfono y marcó el número de Jac. Jac respondió después del primer
timbre, sin aliento.
—"Sí, ¿Eve?"
— ¿Te importaría volver por unos minutos? Tengo que hablar de algo
Cuando llamaron a la puerta unos segundos más tarde, Eve rodó sus ojos. Al parecer,
Jac había decidido quedarse cerca después de lo que pasó antes. Eve abrió la puerta.
Jac sonrió. —A su servicio—. Ella dio un paso adentro, mirando no tan sutilmente a
su alrededor. —"¿Dónde está Selene?"
—"Durmiendo"
Jac no se molestó en ocultar su disgusto por la respuesta de Eve. — ¿Eso quiere decir
que las cosas se arreglaron entre ambas?
—Técnicamente no lo era, pero me alegro de oír eso, supongo— Plegando los brazos
sobre su pecho, Jac dijo: — ¿De qué quieres que hablemos?
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Megan O´Brien [Wild]
—Se podría decir eso— Cuando Jac se sentó en un extremo del sofá, Eve se sacó el
trozo de papel que Selene le había dado de su bolsillo. Ella se encontró con la mirada
de Jac y exhaló. —Tengo el nombre y la dirección del hombre que creo que es el
asesino del Golden Gate Park
—No puedo entrar en detalles contigo— Eve cruzó la habitación y se sentó junto a
Jac, entregándole el papel con la escritura de Selene en él. No tenía ningún sentido real
en tratar de ocultarle de dónde provenía de la información. —En este momento
necesito que confíes en mí. Sé que no tenemos nada de este tipo. A menos que tengas
una orden de arresto, no podemos arrestarlo. Pero por lo menos ahora que sabemos
quién es, podemos establecer una vigilancia, estate pendiente de él
Jac cogió el papel, explorando el nombre y la dirección. —Vas a tener que decirme
cómo Selene obtuvo esta información, Eve. Primero informa del cuerpo de nuestra
víctima inicial, y ahora nuevamente revolotea dentro de tu vida con el nombre y la
dirección de la casa de un hombre que ha amenazado con matarte. Quién ha matado a
por lo menos otras tres mujeres— Doblando el papel por el medio, Jac lo guardó en el
bolsillo interior de su chaqueta. —No puedo entender cómo Selene sabe algo sobre el
hombre si no estuviera involucrada de alguna manera.
—Sé que esto es difícil de entender, y entiendo por qué sospechas. No puedo explicar
cómo esta información llegó a mí sin traicionar la confianza de Selene, así que ni
siquiera voy a intentarlo. Sólo te estoy pidiendo que recuerdes quién soy y cuáles son
mis valores. Pregúntate a ti misma si me gustaría proteger a alguien que fuera
responsable en modo alguno de la muerte de tres mujeres. Por no hablar de mi propio
acecho— Eve brevemente tocó la rodilla de Jac. —Ya sabes el mucho daño que
Selene me hizo. Por favor cree que hizo falta una explicación genuinamente honesta
acerca de su papel en todo esto —una que me convenció de que ella es totalmente
inocente de cualquier delito— que me puso de su parte.
—"¿Has vuelto a su lado?" — le preguntó en voz baja Jac. Era obvio que ya sabía la
respuesta y que la perturbaba profundamente. —Sé honesta conmigo
Eve no habría tenido en cuenta nada más que la honestidad. —"Sí" Nosotras
hablamos y me di cuenta de que habíamos tenido un serio malentendido. Creo que
estamos planeando resolver las cosas.
—"¿Eso crees?"
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—Ella estaba exhausta. Se quedó dormida antes de llegar a una verdadera conclusión.
Derrumbándose en el respaldo del sofá, Jac exhaló ásperamente. —No estoy segura de
saber qué hacer con esto. Quiero decir, incluso si te tomo la palabra, creo que el soplo
es de fiar, no sé exactamente qué decirle a mi capitán cuando solicite que le asignen
recursos de vigilancia para un tipo al azar que puede o no estar conectado a este caso
—"Él está conectado"— Frustrada pero no sorprendida por la resistencia de Jac, Eve
se devanó los sesos para actuar de la mejor manera con el soplo de Selene. —Vas a
hacerlo bien, Jac. Sé que lo harás— Juntando un guiño juguetón, Eve dijo: —Tú eres
la mejor en lo que haces, después de todo
— ¿Qué quieres?
Con un gruñido bajo, Jac se puso de pie y caminó hacia la puerta de Eve. Sorprendida
por la repentina partida, Eve se puso de pie y la siguió. Jac puso la mano en el pomo
de la puerta, Eve entonces la enfrentó. —Voy a poner vigilancia a este tipo. No puedo
prometer por cuánto tiempo. Obviamente, si podemos cogerle en el acto agarrando a
una mujer o acosándote, seremos de oro. Pero si no…— Jac negó con la cabeza. —
Esperemos que se resbale antes de que mi capitán decida que debemos perseguir pistas
más fiables
—Yo confío en ti— Su mirada parpadeó por encima del hombro de Eve en dirección
a su dormitorio, Jac hizo una mueca de disgusto. —"Yo sólo no confiaría en ella"
—"Lo sé"— murmuró Eve. —Pero yo sí. Espero que cuente para algo—
Jac la miró en silencio, como si estuviera tratando de decidir qué decir. Luego abriendo
la puerta con un movimiento de su cabeza. —Da por supuesto que cuenta. Sólo…
prométeme que me mantendrás en el circuito lo más que puedas. Tu seguridad y la
seguridad de las mujeres en esta ciudad, son más importantes que mantener la
confianza de Selene
—Si creyera que tiene información adicional sobre este caso, te lo diría— Por la
expresión fugaz de escepticismo de Jac, Eve se puso rígida. —Lo juro
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Megan O´Brien [Wild]
—"Está bien"— Jac palmeó el bolsillo. —Me pondré a trabajar en esto de inmediato
Era increíble, por decir poco. Excepto que ella la creía. Lo había visto con sus propios
ojos. Lo que podía hacer Selene no tenía sentido —demonios, violó las leyes de la
física y la biología, pero fue cierto. Una vez más, Eve silenciosamente agradeció a sus
padres por el don de ser capaz de aceptar incluso las cosas que no podía explicar. Eve
vagó de vuelta a su habitación, ansiosa por estar cerca de Selene mientras procesa la
inexplicable verdad de su nueva novia.
Ella era una cambia formas, una honesta por Dios cambia formas, con un toque de
hombre lobo incluido. Abriendo la puerta de la habitación, Ella era también preciosa y
todavía la mujer de la que Eve se había enamorado, aunque mucho más complicada de
lo que Eve se había dado cuenta. Y no había sido infiel. Ella no había traicionado a
Eve de ninguna manera. Eve se arrastró hasta la cama y se puso sobre Selene, velando
su sueño. ¿Era Selene siquiera humana? ¿La respuesta a la pregunta cambiaria algo
entre ellas?
Sorprendentemente, Eve decidió que no lo haría. Lo que importaba eran las acciones
de Selene, su corazón. Cuando llegó el momento de la verdad, la cuestión de su ADN
— aunque era un fascinante rompecabezas— no tenía ninguna relación con lo que
Eve sentía. Ella estaba enamorada. Anheló estar más cerca, Eve se quitó los
pantalones y se metió en la cama junto a Selene. Tentativamente, para no despertarla,
Eve apoyó la cabeza en el pecho de Selene y se acurrucó contra su costado. El calor
del cuerpo de Selene a la vez aliviaba e inflamaba a Eve. Selene siempre había parecido
ser caliente, ahora Eve especuló que tal vez un metabolismo más rápido era
responsable del intenso calor que irradiaba de su esbelto cuerpo. Sin duda, la
transformación de toda una forma completa requería una reserva extra de energía.
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Megan O´Brien [Wild]
Divertida, Eve cerró los ojos y forzó su mente analítica apagarse. En este momento
sólo quería disfrutar del simple placer de estar cerca de Selene de nuevo. La científica
que era podía esperar para otro día. Selene se movió en su sueño, envolviendo un
brazo por medio de Eve y tirando de ella más cerca. Contenta por primera vez en
semanas, Eve disfrutaba de la sensación de seguridad que Selene creaba simplemente
por estar allí. Eve no tenía ninguna duda de que Selene haría todo lo posible para
protegerla si la situación lo exigía. Y si ella podía convertirse en un tigre, Eve dudaba
de que Kevin Pike lo tuviera fácil a la hora de pasar sobre Selene para causarle daño.
La vida acababa de hacerse mucho más complicada, pero mucho mejor, también.
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Megan O´Brien [Wild]
Desorientada hasta que se dio cuenta de Eve recostada en sus brazos, Selene recordó
lo que le había traído a casa de Eve y lo que había pasado entre ellas, y su respiración
se aceleró. A pesar de la reacción inicial instintiva de Eve, en la salida de Selene había
ido mejor de lo que podría haber imaginado. Eve no la había rechazado, aun sabiendo
toda la verdad. Al parecer, ella incluso había permitido a Selene dormir en su cama,
aunque Selene no podía recordar cómo había llegado hasta allí.
—Estabas agotada— Eve respondió a la pregunta tácita de Selene, con la voz ronca
por el sueño. —Después de que hablamos, prácticamente te desmayaste.
Selene no tenía ningún recuerdo anterior de cambiar a un tigre después dando una
larga, divagación del pasado mes y medio. Haber despertado con Eve a su lado parecía
una buena señal. — ¿Cuánto tiempo estuve ausente?
Eve se dio la vuelta para comprobar su reloj despertador. —Alrededor de ocho horas
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Megan O´Brien [Wild]
que importaba. Instintivamente Selene sabía que la pérdida de Eve significaría perder
una parte de sí misma —la parte que la hizo humana. No sólo era Eve su conexión
más real al mundo de los humanos pero ella sin ayuda, había borrado la soledad de
Selene y la convenció de que podía tener las mismas cosas que la gente normal. Amor.
Felicidad. Un futuro.
Acariciando la cara de Eve con el dorso de la mano, Selene murmuró: —Hasta que
Kevin Pike se encuentre bajo custodia, quiero estar contigo todo el tiempo. Si no te
sientes cómoda teniendo que trabajar contigo, yo puedo vigilar en una forma diferente.
Es sólo que no quiero salir de tu lado
— ¿Puedes dormir cuando estás cambiada sin volver de nuevo a tu forma humana?
—"No"— Selene luchó para poner sus pensamientos en palabras. Explicar algo que
apenas entendía era difícil. —Mi cuerpo parece tener una tendencia o un impulso para
retener su forma natural. Si pierdo la conciencia cuando estoy cambiada, por lo general
me despierto. Desnuda. Lo que es vergonzoso— Ella hizo una pausa, luego se rio con
timidez. —Sabes, ahora que estoy hablando de esto, me doy cuenta de que no sé tanto
sobre lo que puedo hacer como debería. Nunca me he probado a mí misma. Más que
nada he tratado de evitar todo el asunto
—"No más"—, murmuró Eve. —Y por mucho que aprecie tu protección, si vas a
mirar por mí durante el día, es necesario empezar a dormir por la noche. Si estás
encerrada con llave en mi apartamento y estás en la cama conmigo, yo no veo ninguna
razón para que te mantengas donde estas
El aliento de Selene se quedó atrapado por la implicación tácita. — ¿Esto significa que
estamos de nuevo juntas? — Indignada por el temblor en su voz, Selene se tensó
mientras esperaba respuesta de Eve. Desde la noche de la última luna llena, todos los
días había soñado con tener de nuevo a Eve.
Hasta ayer, no lo había creído posible. De una manera extraña, Selene casi se alegró
por Kevin Pike. Ella no estaba segura de que hubiera tenido el valor de confiar en Eve
si no se hubiera planteado una amenaza tan increíble a la persona que Selene
consideraba lo más amado. Debido a Kevin Pike, podría tener una segunda
oportunidad.
—"Eso espero"—. Eve cerró la distancia entre ellas para besar ligeramente a Selene.
—Yo entiendo por qué no podías decirme la verdad, Selene. Mientras estés dispuesta a
ser honesta de aquí en adelante —sabiendo que siempre voy a mantener una mente
abierta— Me gustaría probar esta cosa entre nosotras otra vez— Ella profundizó el
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Megan O´Brien [Wild]
beso, luego se retiró, corriendo la lengua por el labio inferior de Selene. —Debido a
que era muy, muy bueno antes. Y tengo la sensación de que sólo va a ser mejor
—"¿Mi felicidad?"
—Es más que posible— Selene rastreó la forma de las cejas de Eve, saboreando la
libertad de tocarla de nuevo. La pérdida de esta intimidad había sido desgarradora para
su alma. Selene no había hasta ahora apreciado cuán vacía la había dejado la ausencia
de Eve. —Siento lo que sientes. Yo no veo por qué no iba a funcionar a la inversa
— ¿Lo tuviste con Carla cuando eras joven? ¿Esta empatía compartida?
—"No"— dijo Selene en voz baja. —No sabía que esto podía ocurrir hasta conocerte
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Megan O´Brien [Wild]
—"Tal vez". O tal vez soy así de buena— Incluso la mera sugerencia de sexo echó a
correr el pulso de Selene. Incapaz de mantener sus manos lejos, le hizo cosquillas en el
costado de Eve, deleitándose con la risita que suscitó.
—Bueno, eso es verdad— Escabulléndose más cerca, Eve se quedó inmóvil cuando
los dedos de Selene tiraron de su mano para cubrir su pecho. Selene se puso seria ante
la sensación de acunar la sensible carne de Eve en su palma. Vio con asombro como
los ojos de Eve se oscurecieron, lo que indicó un cambio en el estado de ánimo entre
ellas. Eve llevó su boca a la oreja de Selene y le susurró: —Pero yo estoy un poco
fuera de práctica. Tal vez me puedas ayudar con eso
Selene contuvo el aliento, sorprendida cuando la mano de Eve se arrastró entre sus
muslos y pasó rozando la entrepierna de los pantalones que todavía llevaba. El dolor
roedor que había estado creciendo más profundo en su vientre durante las últimas dos
semanas explotó, obligando a sus caderas para cumplir con el toque de Eve.
Eve besó su lóbulo de la oreja, luego lo tomó suavemente entre sus dientes.
Eve negó con la cabeza, cepillando el pelo oscuro de la frente de Selene. —Fue un
dolor bueno. Quería que doliera— Riendo con tristeza, dijo: —Si yo no hubiera tenido
un serio dolor emocional más tarde, es probable que lo hubiera considerado como el
mejor sexo que he tenido.
Absorta al ver la piel desnuda, Selene arrastró las manos por los lados de Eve. Ella
parecía más pálida de lo normal, y más delgada. Era evidente que su tiempo de
separación había cobrado su precio, aunque no era menos bella de lo que Selene
recordaba. —"Realmente te amo"
La felicidad de Eve iluminó a Selene por dentro. —"Lo sé. Te amo, también"
Selene movió sus manos para cubrir los pechos de Eve. Sus pezones se endurecieron
contra el centro de las palmas de Selene, y se inclinó hacia adelante, rozando sus labios
con los de Selene. Levantando la cabeza, Selene barrió su lengua en la boca de Eve
mientras acariciaba los pulgares suavemente a lo largo de la parte inferior de sus
pechos. Ella gimió por la forma en que Eve se movió contra ella en una búsqueda
poco sutil de fricción. Eve se apartó.
Selene se rio cuando Eve trepó apartándose y tiró de ella hasta quedar sentada, sacarla
su camisa y el sujetador con eficiencia hábil. le ayudó a desabrocharlo y arrastrarla
fuera de sus pantalones, entonces ambas trabajaron en despojar del resto de su ropa a
Eve. Tan pronto como estaban desnudas, Eve se fundió en un abrazo. Eve hizo eco
del jadeo de Selene por la electricidad de piel sobre piel, apretando sus brazos
alrededor de Selene y abrazándola.
—Se siente tan bien tocarte—, susurró Eve con una voz llena de sobrecogimiento
silencioso. —Sabía que había algo especial entre nosotras, pero nunca me di cuenta de
lo especial que era en realidad
Selene hizo cosquillas en una línea por el centro de la columna vertebral de Eve,
deleitándose en el temblor que provocó el contacto. Eve se estremeció en sus brazos,
dando tal intensa sacudida de placer que el sexo de Selene se tensó, luego
contrayéndose, enviando un orgasmo rodando a través de su cuerpo.
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Megan O´Brien [Wild]
Gimiendo, Selene arrastró sus dedos hacia abajo hasta la parte inferior de Eve,
atrayendo su propio orgasmo rascando a Eve ligeramente con las uñas,
desencadenando otra ráfaga de sensación que parecía fluir a través de ambas. Eve se
estremeció. —Acabas de llegar
—"Sí"
—Eso es genial— Eve dejó caer una mano entre los muslos de Selene, cayendo en sus
pliegues. El toque suave provocó otro orgasmo, más fuerte que el anterior. Selene dejó
caer la cabeza hacia el hombro de Eve y se presionó contra su cuerpo mientras ella se
rindió a su clímax. —"Haces realmente fácil sentirse como una especie de diosa del
sexo"—, murmuró Eve.
Después de bajar de su tercer orgasmo, Selene calmó la mano de Eve con una sonrisa
trémula. —"Necesito respirar"
—"La respiración está sobrevalorada"—, murmuró Eve, pero se retiró de los brazos
de Selene. Derrumbándose en el colchón, Eve hizo una seña a Selene para que subiera
encima. —Me comprometo a ir lento en ti
—Nunca dije que tenías que ir lento— Empujando las piernas de Eve aparte con la
rodilla, Selene se colocó sobre su cuerpo con su muslo presionado firmemente contra
el centro de Eve. El calor que brotaba del sexo de Eve quemó a Selene, inflamando su
lujuria. Necesitando más, Selene presionó más fuerte en Eve, moliendo la firmeza de
su muslo contra el clítoris sensible de Eve. —Es tu turno ahora—
Eve echó la cabeza hacia atrás y gimió, agarrándose a los hombros de Selene mientras
montaba en el muslo de Selene. Plantando las manos al lado de la cabeza de Eve,
Selene se movió contra ella lentamente, marcando un ritmo constante. Miró fijamente
a los ojos de Eve cuando se mecían juntas, emocionada por los ruidos inconscientes
que salían de los labios de Eve en un flujo constante. No podía haber nada más sexy
como podía ser la voz de Eve cuando hacían el amor. Selene vivía por la oportunidad
de sacar adelante los lloriqueos, los lánguidos sonidos. Sabiendo que ella hacia a Eve
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Megan O´Brien [Wild]
sentirse tan bien fue casi suficiente para hacer que Selene llegara a la cumbre una vez
más.
Pero Selene se contuvo, enfocada solamente al ardor creciente de Eve. Lo que más
quería sobre todo era sentir la liberación de Eve debajo de ella, experimentar las
secuelas psíquicas del orgasmo de Eve y unirse con suerte en un crescendo mutuo de
la sensación con ella. Venirse con Eve en el pasado siempre había forjado una
poderosa conexión, íntima y Selene estaba desesperada por recuperar la singular
experiencia de perderse en su auto contenido mundo de éxtasis compartido.
Un rizo caliente de placer estalló entre las piernas de Selene mientras Eve murmuró:
—"Me voy a venir"
—"Vente por mí"— Selene besó a Eve profundamente, bajando una mano para
exprimir la cadera mientras mantenía sus duros, guiados empujes. Arqueándose hacia
atrás, Eve dio un gran grito y lo hizo, agarrando el culo de Selene con ambas manos
mientras se sacudía impotente contra su muslo. Entonces, de repente, Selene culminó
también, y ella podía decir por la forma en que se originó en el vientre que lo que
realmente sentía era todo de Eve.
—Fue impresionante.
—Sigues siendo la mujer que me enamoró— Eve corrió sus dedos arriba y abajo de la
columna de Selene, pero ahora el toque calmaba y no inflamaba. —Lo que puedes
hacer no cambia eso. Y aunque la honestidad es la cosa más importante que puedes
darme, yo no te culpo por tener miedo. Todo eso se acabó. Yo sé lo que eres, Selene y
todavía te quiero. Aún te necesito— Avergonzada por las lágrimas que se levantaron y
amenazaron gotear sobre la cara de Eve, Selene rodó hacia un lado, lanzando su brazo
alrededor de la cintura de Eve para mantenerse cerca. No quería perder el contacto ni
por un momento.
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Megan O´Brien [Wild]
—No tengo ni idea de lo que hice para merecerte, pero estoy agradecida— Ella echó
un vistazo por la ventana a la luna nueva, y un problemita de ansiedad se enraizó en su
vientre. Como si percibiera donde sus pensamientos se habían ido, Eve dijo:
—En lugar de utilizar una prostituta este mes, me gustaría hacer lo que hacen por ti.
Atarte, todo lo que necesites
Selene negó con la cabeza. —De ninguna manera. Yo no te quiero cerca de mí esa
noche
Frunciendo el ceño, Eve dijo: —Mira, yo no soy una delicada flor. Y aunque sé por
qué has utilizado un servicio de acompañantes en el pasado; y a pesar del hecho de que
yo confío en ti para ser fiel, No amo exactamente la idea de que continúes teniendo
que llevar prostitutas a tu casa una vez al mes.
—Y no me gusta la idea de que tengas nada que ver con lo que me sucede durante la
luna llena. Si estás ahí, sólo me vas a despertar más. Me volverás loca.
—"¿Cómo sabes eso?" — Eve corrió sus dedos por la mandíbula de Selene, dándole
un reconfortante beso en la mejilla. —Mira, yo puedo hacer lo que hay que hacer. Y ya
sé tu secreto. Yo sé por qué es tan importante que te ate muy fuerte. ¿No sería mejor
tener a alguien de quien realmente se puede confiar te pueda ayudar? ¿Alguien que
realmente le importas? — Selene no podía argumentar que la idea tenía un atractivo
definido. Más de una vez había sido decepcionada por una prostituta que no lo había
hecho exactamente como le había pedido, en parte porque no tenían forma de saber
por qué era tan importante seguir sus instrucciones con precisión. Además, el
pensamiento de nunca más tener que ver la confusión o la sospecha en los ojos de un
desconocido la alegró. —Si vamos a estar juntas, voy a tener que experimentar la luna
llena contigo con el tiempo. No voy a tener una relación a medias. Te estoy diciendo
que estoy en ella, para bien o para mal— Eve aspiró a continuar su discurso, pero
Selene la interrumpió con un beso en los labios. Cuando Selene se echó hacia atrás, le
susurró:
—Está bien
— ¿Está bien?
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Megan O´Brien [Wild]
—"Sí, está bien". Entiendo lo que dices, y te lo agradezco. Además, si tengo que estar
súper caliente alrededor de una mujer hermosa esa noche, prefiero que sea mi hermosa
mujer
Los ojos de Eve brillaban mientras daba una mirada juguetona a Selene. —Yo,
también.
—No estoy segura de este mes, sin embargo— Selene levantó una mano cuando Eve
abrió la boca para protestar. —No, si Kevin Pike todavía está suelto. Tienes a la
policía que te está vigilando, Eve. Incluso si ellos cambian más su enfoque a Pike,
sospecho que van a mantener por lo menos un equipo contigo. No puedo permitir a la
policía fuera de mi apartamento esa noche. Si algo sucediera, ellos me reventarían con
seguridad
—"No puedo, Eve". Nunca podré dejar de preocuparme. Me paso la mitad de mi vida
planificando y previniendo la próxima luna llena. Que me pidas que te deje participar
es un gran problema, pero permitiéndote hacerlo cuando eso significa que la policía
estará pendiente está fuera de mi zona de confort— Odiando la decepción que arrugó
el ceño de Eve, Selene dijo: —Lo siento. Yo realmente lo siento
—Está bien, entonces— Exhalando Eve. —Voy a escaparme esa noche. Ahora que
van a estar vigilando a Kevin Pike, no va a ser tan gran cosa para mí deslizarme del
detalle de protección por sólo una noche
—"No"— Selene tomó las manos de Eve en las suyas, besando sus nudillos. —Jac te
mataría. Diablos, me mataría, si ella descubriera que te fuiste. Es demasiado peligroso.
No puedo dejar que lo hagas.
Era una promesa imposible de mantener, pero Selene sabía que no iba a ganar esta
discusión. Incluso sin su vínculo empático, Selene podría escuchar en la voz de Eve lo
mucho que significaba para ella. Ella hizo la oferta como una muestra de confianza y
compromiso, y no importa lo nerviosa que Selene estaba por aceptarlo, no podía
rechazarla.
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Megan O´Brien [Wild]
—"Está bien"—, dijo Selene en voz baja. — ¿Pero me prometes una cosa?
—"¿Qué?"
—Quiero que te vayas después de atarme. Puedes hacerlo antes de oscurecer, y luego
volver a tu detalle protector. Entiendo y aprecio lo que estás tratando de mostrarme al
permanecer conmigo durante la luna llena, pero no voy a ser capaz de protegerte de mí
misma, por no hablar de Kevin Pike— Selene acunó la cara de Eve en sus manos. —
Necesito saber que estás a salvo. ¿De acuerdo?
—Está bien— Eve sonrió ampliamente, cerrando la discusión con un rápido beso en
la barbilla de Selene. —Gracias
Eve le dio una sonrisa malvada, luego se puso de rodillas y se volvió en torno a Selene
para dar una atractiva vista de su sexo resbaladizo. —"¿y si nos agradecemos la una a
la otra?" —, dijo Eve, justo antes de que ella bajara la cabeza para deslizar la parte
plana de la lengua por los labios de Selene.
Gimiendo, Selene agarró las caderas de Eve y tiró de ella hacia abajo en su boca,
chupando lánguidamente. Ella tenía un montón de gratitud para expresar y tenían toda
la noche.
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Megan O´Brien [Wild]
Un quejido atrajo su atención hacia el suelo, donde el gran Rottweiler que yacía junto a
su silla miró directamente a los ojos de Eve. Incluso en forma canina, el amor feroz de
Selene por ella brillaba en su mirada. Tumbada sobre una almohada de perro, oculta a
la vista, daba a Eve un apoyo silencioso que la hacía sentir como si pudiera conquistar
cualquier reto. Dejando caer la mano para acariciar a la cabeza de Selene, Eve la miró
pero no dijo nada. Con Wayne trabajando en su propio escritorio al otro lado del
laboratorio, charlar con el perro no sería prudente.
La puerta del laboratorio se abrió y Jac pasó dentro. Ella asintió con la cabeza en
Wayne sin apartar los ojos de Eve, la boca en una línea sombría. Como una
profesional, ella suavizó su expresión ligeramente cuando Eve la saludó con un gesto
amistoso.
Selene levantó la cabeza, pero no se puso de pie. Esta no era la primera vez que Jac se
había encontrado con el nuevo amigo canino de Eve, pero hoy ella vino llevando un
regalo. Agachándose delante de Selene, Jac le ofreció una galleta de perro con un
tranquilo —"Aquí tienes, chica"
Eve se cubrió la boca con la mano, tratando de no reírse de la de vista del gran
Rottweiler tomando la galleta delicadamente entre sus dientes. No tenía ninguna duda
de que lo último que quería Selene era tragarse un convite de perro, pero al parecer ella
se había comprometido a permanecer en el papel. "Galletas. Perfecto"
— ¿He mencionado cómo me alegro de que te las arreglaras para encontrar un perro
de aspecto tan rudo? — Jac acarició el pecho de Selene, lo que provocó que la boca de
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Megan O´Brien [Wild]
—Bueno, no estoy convencida de que un perro vaya a disuadir a Kevin Pike, pero yo
me siento mejor con "Luna" alrededor— Eve miró a Selene, sabiendo que no era una
gran fan del nombre que Eve le había dado a su forma de Rottweiler. Sin embargo,
ambas habían convenido en que era una pequeña broma íntima. —Estoy muy
agradecida de que Selene fuese capaz de convencer a su amigo para que me lo dejara
prestado
Jac rodó los ojos. —Por lo menos Selene es buena para algo— Ella se sorprendió
cuando Selene gruñó bajo desde la parte posterior de la garganta, luego retiró su mano
y rápidamente se puso de pie. Echando un vistazo a Eve, Jac dijo: —"¿La entrenaste
para que haga eso?"
Eve le dio una mirada fingida a Selene que esperaba no traicionara su diversión ante la
situación. —Tal vez Selene lo hizo
—Estupendo— Jac dio un paso atrás, introduciendo las manos en los bolsillos. —Así
que Kevin Pike es oficialmente el hombre más aburrido en la faz de la tierra. Una
semana observando todos sus movimientos y no tenemos nada. Le gusta ir a la ciudad
y pasar el rato en cafeterías; una cerca de la morgue, la otra relativamente cerca de su
apartamento. Pero hasta ahora no ha hecho nada para despertar sospechas.
Seguramente no podremos cogerlo
Gruñendo, Jac dijo: —Mis chicos no son unos completos aficionados. Yo no veo
cómo podría habernos descubierto tan rápido—
—O tal vez no es nuestro hombre— Jac se sentó en una esquina del escritorio de Eve,
Selene mirando con recelo. —Mira, el jefe me ha dado mucha libertad de acción en
este caso. Poner los recursos del departamento a un tipo que pensamos podría ser un
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Megan O´Brien [Wild]
—"El soplo es bueno"—, dijo Eve. Tocando una de las gruesas, orejas peludas de
Selene, con la esperanza de calmar la frustración que sentía construirse por las palabras
de Jac. —Kevin Pike no es descuidado. La construcción de un caso en su contra no
será fácil. Pero nadie es perfecto. Sólo tenemos que esperar a que meta la pata
Jac suspiró. —Bueno, espero que podamos tener un fallo pronto. Precisamente no
puedo atar al departamento de recursos para siempre cuando no tenemos ninguna
prueba real que apunte a este tipo. He peinado a través de sus antecedentes y no he
encontrado nada sospechoso. No tiene antecedentes penales, ni siquiera una multa de
aparcamiento. A simple vista, el tipo parece completamente carente de interés. Más
limpio que limpio.
—"Tal vez"— La cara de Jac se ablandó y ella se inclinó, bajando la voz. —Lo vi el
otro día durante casi diez horas. Él no hizo nada sospechoso, ni una cosa. Nada en él
sugiere que es nuestro hombre
—Dijiste que está completamente calvo, Jac. Sin cejas. Suena como alguien que no
quiere dejar evidencia forense atrás
— ¿La verdad? "Yo también lo creo"—, dijo Jac en voz baja. —Él no puede haber
hecho nada malo todavía, pero lo siento malo. Por desgracia, mi tripa no es
exactamente admisible en la corte
—Y que lo digas— Jac vaciló y luego le tocó el hombro de Eve. —Confía en mí, nada
me hace más feliz que la idea de que Kevin Pike sea nuestro hombre. Me siento
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Megan O´Brien [Wild]
mucho mejor sabiendo que tenemos los ojos puestos en nuestro asesino ahora. Si lo
estamos vigilando, no puede llegar a ti
Eve estuvo de acuerdo, lo que llevó a la siguiente solicitud, impulsada por la inminente
luna llena. Toda la semana había sido una lluvia de ideas acerca de cómo eludir su
equipo de seguridad lo suficiente para ayudar a Selene a través de esa noche; sin llamar
la atención a su amante justificadamente recluida. —En ese caso, ¿qué piensas sobre
bajar mi equipo de seguridad sólo un poco? Mientras que sepamos donde esta Kevin
Pike, no hay realmente ninguna razón para vigilarme las veinticuatro horas del día.
Prefiero que pasemos mi protección a la vigilancia de él, si los recursos son un
problema
El ceño de Jac dejó claro que la cuestión no era objeto de debate. —De ninguna
manera. Tu seguridad se queda. Si se deshace de nuestra vigilancia, no quiero tener que
preocuparme que él pueda llegar a ti
Eve sabía que no debía empujar su suerte. No quería despertar la sospecha de Jac
cuando Selene tenía un secreto tan importante que conservar. Insistir en hacer algo
potencialmente estúpido como despojarse de su protección policial cuando estaba bajo
amenaza de lesión o muerte casi sin duda ciertamente llevaría a Jac cuestionar sus
motivos.
—"Está bien"—, dijo Eve. —Sólo trataba de ahorrar recursos del departamento
—"Entendido"
—"Bueno"— Wayne se aclaró la garganta al otro lado del laboratorio. —Estaré por el
tribunal en una hora, Dra. Thomas. ¿Necesita algo de mí antes de que me vaya? —
Eve le despidió con un gesto.
—Que se divierta, friki— Claramente contenta de verle ir, Jac sonrió abiertamente y
saludó. —Trate de no asquear tanto al jurado
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Megan O´Brien [Wild]
—"No puedo prometer nada"—, dijo Wayne mientras se dirigía a la puerta del
laboratorio. —Llámame si necesitas algo, Dra. Thomas.
—Gracias, Dr. Black. Adiós— Eve volvió su atención a Jac, poniendo los ojos en la
expresión de satisfacción que tenía cuando Wayne dejó la habitación. Dando un toque
a Jac en la rodilla, Eve dijo: — ¿Tienes algo más que informar?
—En realidad no— Jac cambió el tono completamente, ahora que Wayne se había
ido. Más cálido y más personal, ella estaba siendo ya sea coqueta o simplemente
cariñosa. Eve no sabía cuál. — ¿Quieres comer algo? Te lo compraré.
Selene no tuvo que gruñir de nuevo para que Eve sintiera su descontento en la
invitación. Al parecer Selene había decidido que Jac estaba coqueteando. Eve puso su
mejor cara de disculpa. —Lo siento, tengo mucho papeleo por terminar hoy. Tenía
sinceramente la intención de comer en mi escritorio
Sin permitir que su tono amable fallara, Eve dijo: —Eso es muy dulce, Jac, ¿pero
puedo dejarlo para después? Las cosas han sido tan locas últimamente he estado
dejando que las cosas de lado aquí. Me prometí a mí misma que hoy me gustaría
ponerme al día.
—"Siempre"— La verdad era que, ahora Eve tenía a Selene a su espalda; y más
importante, sabía lo que ella era capaz de hacer, no dependía del apoyo de Jac casi
tanto como lo había hecho antes. Jac se preocupaba de ella, pero cuando se contaba
con una fuerza sobrenatural a tu lado, un todo "demasiado humano", aunque sólo
talentosa detective no inspiraba la misma confianza. —Gracias por venir. Agradezco la
actualización
—Estoy segura de que tienes razón. Él va a caer tarde o temprano— El tono de Jac
transmitió cansada experiencia. —"Siempre lo hacen, ¿no?"
—"Eso espero"
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Megan O´Brien [Wild]
Jac inclinó la cabeza y se dirigió a la puerta del laboratorio. —Yo te lo haré saber en
cuanto algo cambie.
—Gracias— Tan pronto como Jac salió de la habitación, Eve miró a Selene. —
"Gruñendo, ¿eh?" — Selene miró fijamente con ojos tristes de cachorro.
—"Algún día", tal vez. Más tarde— Ante la mirada escéptica de la perrita Selene, Eve
dijo: —"Mucho más tarde"
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Megan O´Brien [Wild]
Después de su acoplamiento frenético la última vez que Selene había estado bajo el
influjo de la luna llena, se había jurado a sí misma que no iba a permitir que su
necesidad aplastara su sentido de cautela hacia Eve. No le importa que Eve hubiera
conseguido placer de su sexo duro. Selene era más fuerte de lo normal en días de luna
llena y estaba menos conectada con la realidad. Esa era una combinación peligrosa.
Selene se puso de lado lejos de Eve, poniendo sus rodillas cerca de su pecho. Cerró los
ojos y trató de controlar el temblor de sus manos. El suave toque de Eve había estado
a punto de romper lo que conservaba de su tenue control.
—"Duele"—, Selene gimió. Ahora que Eve sabía todo, Selene no veía ninguna razón
para no ser honesta.
—Lo siento— Eve se acercó, haciendo temblar a Selene por la suave presión de los
desnudos pechos contra su espalda. —Deja que te ayude
—No deberías tocarme— Selene tuvo problemas para forzar las palabras fuera. —Yo
no quiero hacerte daño.
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Megan O´Brien [Wild]
Pero Selene no confiaba en sí misma. —Tal vez debería tocarme primero. Levarme al
borde
—"No seas ridícula"—. Eve arrancó el edredón del cuerpo de Selene, exponiendo su
piel sensibilizada al aire fresco. —Sientes dolor. Déjame tratar de aliviarte
Selene gimió otra vez y rodó sobre su espalda. Sus piernas se abrieron y ella dejó caer
su mano para rozar su clítoris, haciendo una mueca por el placer tan afilado que le
dolía. La masturbación solía ayudarla, pero ahora era difícil concentrarse en lo que
estaba haciendo. Selene se quedó sin aliento cuando Eve se arrastró entre las piernas y
empujó su mano en medio.
Entonces ella gritó con voz ronca cuando el calor suave y húmedo de la boca de Eve
cubrió su sexo palpitante, provocando un orgasmo que se extendió instantáneamente
hasta la punta de los dedos de los pies.
—"Oh"— exclamó Selene, enredando sus manos en el pelo de Eve para mantenerla
cerca. El movimiento lento y suave de la lengua de Eve contra sus labios mantuvo su
clímax en marcha, cada contracción y ola de placer disminuía más el dolor de la
excitación. Haciendo apartar la vista de la longitud de su cuerpo en la mirada de amor
de Eve, Selene apretó los dedos en el pelo de Eve, llena de gratitud. —Justo así,
cariño. No te detengas
Los ojos de Eve brillaron mientras negaba con la cabeza, deslizando su lengua
alrededor del clítoris de Selene. Ella no separó su boca para contestar. Le tomó casi
veinte minutos de las atenciones de Eve antes de que Selene se sintiera capaz de
pensar racionalmente. Consciente de que ambas necesitaban un descanso, Selene tocó
a Eve en el hombro.
Eve subió la longitud del cuerpo de Selene, con una sonrisa fabulosa en su rostro y la
besó con fuerza en la boca. Selene envolvió un brazo alrededor de la espalda de Eve y
deslizó la otra mano entre los muslos, empujando sus dedos entre los resbaladizos
pliegues. Ladeó un solo dedo dentro, luego presionó su pulgar contra el clítoris de
Eve, frotando círculos rápidos. Sin romper el beso, Selene rápidamente trajo a Eve al
orgasmo con algunos expertos golpes de la mano.
Alejándose con un gemido, Eve dejó caer la frente sobre el hombro de Selene y apretó
sus muslos cerrándolos.
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Megan O´Brien [Wild]
—"Buenos días"
—"Buenos días"— Selene puso sus brazos alrededor de Eve, saboreando la manera en
que sus cuerpos encajan entre sí. —"Gracias por eso"
—"¿Te ayudó?"
—"Eso espero"—. Eve levantó la cabeza para poder mirar directamente a los ojos de
Selene. —No deberías tener que sufrir sola
Selene rascó con las uñas a lo largo de los lados desnudos de Eve, encantada por el
temblor que causó su toque. El amor que brotaba de Eve fluía en el pecho de Selene,
llenándola hasta que pensó que podría explotar. Ella jamás estaría nunca sola. La
noción misma de que alguien estaba a su espalda trajo las lágrimas a sus ojos.
— ¿Qué tal si nos preparo el desayuno? — Murmuró Eve, acariciándole con los
nudillos la mejilla de Selene. —Podemos hablar de la forma en que me voy a escabullir
de los detectives esta noche
Selene frunció el ceño. Por mucho que apreciara que Eve quisiera ayudarla a través de
la luna llena, no le gustaba la idea de ayudar a Eve intencionalmente a eludir su equipo
de protección mientras que Kevin Pike estaba todavía caminando libre. Pero ella ya
había accedido a dejar que Eve la atara, lo único que podía hacer era hacer esta noche
lo más segura posible para Eve.
—Está bien— Cambiando bajo el peso de Eve, Selene ya podía sentir su ardor subir
de nuevo. —Déjame tomar una ducha rápida y me reuniré contigo
Una ducha fría y un orgasmo autoinducido más tarde, Selene se envolvió en una bata y
se arrastró hasta el comedor de Eve. Hasta la transformación de esta noche, los
efectos de la luna sólo se hacían más fuertes. Los último meses había logrado
mantenerse alejada de Eve por la mayor parte del día, así que esta era la primera vez
que Eve realmente vería la magnitud de la influencia de la Luna en su
comportamiento. Avergonzada por la forma en que la embrutecía y la reducía al
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Megan O´Brien [Wild]
instinto básico, Selene evitó los ojos de Eve cuando se sentó a la mesa y trató de no
retorcerse en la silla.
— ¿Tienes hambre?
Selene asintió vigorosamente. Cogió la botella y roció una gran piscina en el plato,
luego agarró el tenedor y cortó a la pila de panqueques con su borde. Empujando un
bocado en su boca, se esforzó no parecer tan voraz como se sentía.
Selene negó con la cabeza y tragó el último bocado. Podría comer otra pila, sin duda,
pero su verdadera hambre se hizo cargo de la vista de diversión de Eve. Su tenedor
resonó contra su plato mientras lo posaba abajo, torpe con el deseo. Menos de una
hora había pasado y ya deseaba a Eve de nuevo.
—"Lo siento"—, lloriqueó Selene, pero Eve ya había deslizado su silla más cerca,
deshaciendo la faja de la bata de Selene con un tirón firme. Eve pasó la mano por el
pico endurecido del pecho desnudo de Selene, a continuación, bajó entre los muslos
de Selene.
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Megan O´Brien [Wild]
Envolviendo sus dedos alrededor de la muñeca de Eve, Selene la calmó con una
súplica silenciosa. Eve se retiró lentamente, buscando la cara de Selene.
— ¿Mejor?
—No hay más disculpas— Eve se puso de pie y recogió sus platos, llevándolos a la
cocina. Alzó la voz para que Selene pudiera oírla desde la otra habitación. —Me
encanta hacerte venir, sobre todo cuando sé esto le trae literalmente el alivio
Eve volvió al comedor con una expresión sexy. —Hay peores cosas que ser tu
máquina sexual a tiempo completo, confía en mí
—"Lo digo"— Eve se sentó a la mesa y exhaló. —Así que esta noche… si quiero salir
de mi apartamento sin que lo sepan los detectives, vamos a necesitar una distracción.
Perspicaz por el momento, Selene sonrió como si el plan perfecto se le ocurrió. Desde
el encuentro con Eve, se había visto obligada a empezar a pensar acerca de sus
habilidades únicas en formas creativas. Era tan satisfactorio resolver los problemas que
se basaban en el uso de su capacidad de ocultarse a la vista. Después de años de temor
a su propia naturaleza, ella finalmente vio su potencial cuando llegó a salir de
situaciones imposibles.
—"Cuéntame más"
Estuvieron de acuerdo en que lo mejor era esperar el tiempo que les fuera posible
antes de que pudieran escapar a la casa de Selene. Cuanto más tarde Eve se marchase,
la persona más probablemente se daría cuenta. Queriendo dar a Eve suficiente tiempo
para volver a su apartamento antes de que oscurezca, Selene planeó para ellas salir a las
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Megan O´Brien [Wild]
seis de la tarde. Eso les permitiría escabullirse del apartamento de Eve inadvertidas,
desplazarse a la casa de Selene, y luego hacer su ritual mensual. Selene no quería que
Eve se quedara fuera de protección policial por más tiempo de lo necesario en la
noche que ella no podía protegerla.
Antes de las seis menos cuarto, Selene había descendido una vez más al pleno proceso
de la agonía, el deseo inducido por la luna. Alcanzó su punto máximo cada hora más o
menos, y cada vez que lo hizo Eve sació su necesidad apasionada y sin vacilación,
transmitiendo amor puro e incondicional en cada golpe de sus dedos y la lengua.
Cuanto más avanzaba el día, más primaria su conexión comenzó a sentirse.
Es por eso que cuando Eve se puso de rodillas delante del sofá y empujó los muslos
de Selene aparte quince minutos antes de que tuvieran que salir a la puerta, Selene no
le dijo a Eve que no la ayudara o le pidió disculpas por la traición de su cuerpo. En
cambio, acunó la parte posterior de la cabeza de Eve y gimió cuando su lengua caliente
se deslizó sobre los hinchados, hipersensibles labios de Selene. El contacto de Eve era
lo único que alguna vez la había aliviado del dolor de la luna, y Selene se entregó a él
con gratitud.
Eve levantó la cara y miró al sexo de Selene, obviamente extasiada por su permanente
estado húmedo, hinchado de excitación.
Selene apretó los dedos en el pelo de Eve, moviendo su boca de nuevo a donde Selene
más lo necesitaba. —No cuando lo chupas, cariño— Ella se estremeció cuando la
primera oleada de placer rodó por su cuerpo, relajando sus músculos. Envolviendo los
suaves labios alrededor del increíblemente hinchado clítoris de Selene, Eve ordeñaba
su longitud con atención deliberada. Gruñendo su aprobación, Selene empujó sus
caderas contra la boca de Eve con avidez. —Buena chica. Eso es tan bueno
Eve estaba radiante cuando Selene la apartó. —Probablemente lo mejor es que esto
sólo pasa una vez al mes, por el bien de ambas, pero estaría mintiendo si dijera que no
estoy disfrutando de cada segundo de esto
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Megan O´Brien [Wild]
Riendo ligeramente, Selene se puso en pie. Este fue el mejor día de luna llena que
jamás había tenido.
—Vamos a ver cómo te sientes en un año o así.
Una risita brillante de Eve precedió a una explosión de cálida felicidad que golpeó a
Selene en el centro de su pecho.
— ¿Sexo loco, sobrenatural una vez al mes? ¿Con orgasmos que ambas podemos
sentir? Estoy bastante segura de que va a tomar más de un año para arrugarme
—Eso es un alivio— Selene dio un rápido beso a Eve. Había llegado el momento de
poner su plan en acción. Esto era lo más lúcida que se sentiría el resto de la noche, por
lo que era necesario actuar con rapidez. — ¿Preparada para partir?
—Por supuesto
Selene dio a Eve la mochila que contenía su ropa, así como las llaves y la cartera.
Habían decidido que Selene crearía una diversión, pero eso significaba que tenía que
dejar el apartamento de Eve desnuda. Se reunirían después de que Eve se escabullera
alrededor de la manzana, luego a pie al coche de Selene, que lo había aparcado fuera
de la vista casi a tres manzanas de distancia. Si todo salía según lo previsto, llegarían a
casa de Selene con más de una hora libre antes de su inminente transformación. Los
policías que vigilaban el apartamento de Eve ni siquiera se darían cuenta de que se
había ido hasta que regresara con el coche de Selene.
Selene había llegado a este plan porque sabía que Kevin Pike estaba siendo vigilado. Si
hacía algo sospechoso, si se acercaba a Eve en modo alguno, la policía lo arrestaría.
Permitir a Eve escaparse esta noche era un riesgo, pero uno calculado. Y era
claramente importante por razones que ninguna de ellas necesitaba vocalizar.
Selene se acercó a la ventana que daba a la calle y la abrió, mirando hacia abajo en el
sedán negro aparcado junto a la acera. No podía ver a los detectives desde esta planta,
por lo que era imposible saber cómo de cerca estaban observando la situación. Yendo
a lo seguro, Selene se apartó de la ventana y encontró la mirada emocionada de Eve.
—Está bien. Tan pronto como vuele por la ventana, quiero que dejes tu apartamento.
No te olvides de cerrarlo. Baja las escaleras hasta el vestíbulo, pero no salgas a la calle
hasta mi señal.
— ¿Qué será?
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Megan O´Brien [Wild]
—"Tú lo sabrás"; Mi objetivo es conseguir que los detectives me miren para que
puedas deslizarte fuera a la puerta y llegar al final de la manzana sin que lo noten. Sal
cuando estés segura de que no están prestando atención a la puerta principal
—"Sí"— Selene tiró de Eve en un abrazo rápido, gimiendo impotente de lo bien que
se sentía al tenerla cerca. —Te veré en unos minutos. Se cuidadosa
Selene odiaba que Eve se fuera de su vista y sólo lo hizo porque sentiría si Eve se
metía en problemas. Mientras ella tenía su conciencia humana, Selene estaba en
sintonía con Eve en una frecuencia cósmica. Que tendría que ser suficiente.
Eve había intentado explicarle lo alucinante que era su habilidad a Selene, desde un
punto de vista científico—algo que ver con la masa y las leyes de la física— pero
Selene no había entendido la mitad de lo que estaba diciendo. Lo único que le
importaba a Selene era que Eve parecía genuinamente emocionada acerca de lo que
era. Después de sus padres y de que Carla la acusó ser un monstruo, la aceptación
entusiasta de Eve fue más allá de sus más salvajes esperanzas y sueños.
Selene pió a Eve, luego agitó sus alas para despegar, lanzándose por la ventana para
bucear hasta el suelo. Trató de imaginar los movimientos de Eve en el interior del
edificio de apartamentos, desesperado por conseguir la correcta sincronización.
Sobrevolando a la barandilla fuera de la entrada principal, Selene miró y esperó la
llegada de Eve al vestíbulo. Tenían suerte de que Jac había acordado eliminar los
oficiales estacionados dentro ahora que los policías estaban vigilando a Kevin Pike. Jac
había dejado en claro que los oficiales volverían si perdían la pista de Pike, pero el
desprendimiento leve de seguridad sin duda hizo esta noche más fácil lograrlo.
Eve salió del ascensor y se dirigió a la puerta principal. Ella estaba junto a la ventana,
fuera de la vista de los detectives en la calle. Satisfecha por la posición de Eve, Selene
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Megan O´Brien [Wild]
cruzó la calle a un callejón, aterrizando detrás de un contenedor para que pudiera pasar
a la segunda parte de su plan. Quería llamar la atención de los agentes de policía sin
causar pánico, así que hacer algo como desatar un tigre en medio de la calle de la
ciudad estaba descartado. Del mismo modo, ella no quería convertirse en una criatura
contra la que era probable que abrieran fuego si temían por su seguridad.
Suficientemente inusual ya que la gente no los ve todos los días, como un pájaro
espectacular estaba segura de captaría la atención de los detectives. Y seguro como el
infierno que no los haría decidirse disparar contra ella, incluso si les asustara. Su
segundo cambio — de gorrión al águila—requería más esfuerzo que el primero, y la
llevó un poco más lejos de su yo humano. Pero era emocionante ocupar el gran
cuerpo de la majestuosa ave.
Selene batió sus alas y se elevó en el aire, precipitándose fuera del callejón y al otro
lado de la calle en el capó del coche negro. Ella miró al detective en el asiento del
conductor derramar el café sobre su regazo, mientras que su compañero se agarró a su
pecho, dando vueltas con los ojos con sorpresa. Extendiendo sus alas a su anchura,
Selene inclinó la cabeza hacia atrás y gritó tres veces. Era su señal para Eve y también
un salvaje, sonido triunfal de alegría desenfrenada.
Nunca antes había cambiado voluntariamente en un día de luna llena, y fue glorioso.
Casi tan bueno como el sexo. Saltando alrededor del capó del coche, Selene agitó sus
alas y saltó de un lado a otro, mirando a la parte delantera del edificio de Eve. Ahora
era el momento para Eve de escapar—su actuación había cautivado por completo a
los detectives. Eve probablemente podría aprovechar bailar por la calle sin ser vista.
Cuando Eve salió por la puerta principal y se escondió manzana abajo, Selene se lanzó
al gran final. Se levantó en el aire, luego vino abajo con fuerza en su parabrisas, dando
gritos hacia el interior el coche. El detective en el lado del conductor, se puso sobre la
bocina, sobresaltando a Selene hacia atrás. Miró manzana abajo justo a tiempo para ver
a Eve a la vuelta de la esquina y desaparecer de la vista.
Satisfecha de que había cumplido su misión, y cautelosa con la atención que estaba
sacando de los espectadores que se reunieron en la calle, Selene batió sus alas y se fue.
Se deslizó a través del edificio de Eve al lugar al que habían accedido a reunirse.
Aterrizando en el estrecho pasaje entre dos edificios, hizo otro cambio, esta vez la
rottweiler Luna, el perro protector de Eve. Selene salió trotando hacia la acera,
parando en seco tras localizar inmediatamente a Eve. Atraída por su compañera,
Selene arrancó calle abajo para encontrarse con ella.
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Megan O´Brien [Wild]
Selene caminaba cerca del lado de Eve, con la esperanza de no llamar la atención con
su falta a la ley por no llevar correa. Eve apoyó la mano sobre la cabeza de Selene,
enviando una oleada de placer satisfecho a través de todo su cuerpo.
—"Eso fue algo bastante impresionante"—, murmuró Eve en voz baja. Ella revolvió
el pelo de Selene. —No hay manera de que me vieran marcharme. No con el
espectáculo que diste
Eve abrió el coche de Selene a medida que se acercaban, abriendo la puerta del lado
del conductor para permitir a Selene saltar adentro primero. Habían decidido que
Selene no iba a cambiar de nuevo en su yo humano hasta que llegara a su apartamento,
reduciendo su riesgo de exposición lo más posible. Selene se acurrucó en el asiento del
pasajero y exhaló profundamente, tratando de relajarse. Tres cambios habían
disparado su adrenalina. Ella quería ir a casa, conseguir ser atada, y pasar el resto de la
noche en la seguridad de su apartamento.
aparcamiento, y luego abrió la puerta del lado del conductor rápidamente y dejó que
Selene saltara fuera del coche detrás de ella. Corrieron por la calle juntas, Eve a la
cabeza. Selene circulaba los pies de Eve con entusiasmo mientras abría la puerta y
corrió hacia adentro, cambiando de nuevo en su ser humano en cuanto Eve cerró la
puerta detrás de ellas.
Selene cerró la distancia entre ellas y agarró los hombros a Eve, caminando hacia atrás
en la sala de estar. Un desesperado, recurrente pensamiento cortó el ruido en su
cabeza. No le hagas daño. Asustada por su inquebrantable necesidad, Selene giró a
Eve alrededor, y luego la inclinó sobre el brazo del sofá. Con manos temblorosas,
Selene le desabrochó y abrió la cremallera de los vaqueros de Eve, tirando de ellos
hacia abajo alrededor de sus tobillos. Entonces agarró la cintura de las bragas de Eve
con ambas manos y bajó el material sedoso para exponer la carne firme y desnuda de
su culo.
Eve miró hacia atrás por encima del hombro, mirando a los ojos de Selene. —Te
deseo, Selene. "Tómame"
Animada por las palabras de Eve, Selene utilizó ambas manos para abrirla, gimiendo
ante la visión de su resbaladizo sexo rosado, el delicado fruncir de su ano. Dando un
paso adelante, Selene apretó contra el suave calor del centro de Eve. Ella usó sus
dedos para exponer su clítoris hinchado, gruñendo mientras se frotaba contra ella y
empujó a Eve en una sin sentido, pantomima de sexo animal por detrás. Una vez que
se instaló en un ritmo satisfactorio, el clítoris perfectamente posicionado contra la
humedad de Eve, la mano de Selene fue bajo la sudadera de Eve y acunó un pecho
con los pezones duros en cada mano.
Selene obedeció a Eve por instinto, tirando y apretando sus pezones mientras ella
continuó impulsando sus caderas en el trasero desnudo de Eve. Arqueando la espalda,
Eve gimió en voz alta, y luego se sacudió cuando un orgasmo rasgó inconfundible a
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Megan O´Brien [Wild]
Eve se puso en pie, dando a Selene una risa aturdida. — ¿Estás bromeando? Acabo de
venirme por tocarme los pezones
—Eso fue increíblemente caliente, Selene— Eve le tocó la cara. —Estoy bastante
segura de tener una fantasía en ese sentido una vez.
Selene esbozó una sonrisa que era muy parecida a una mueca Podía sentir la avanzada
hora en los huesos; pronto sería totalmente inseguro para Eve estar a su lado.
—"Se acerca, cariño". Tenemos que repasar las instrucciones ahora
—"Está bien"— Eve se arregló la ropa casualmente como si ella no hubiera sido
simplemente montada sin sentido. — ¿En serio nunca follaste con esas prostitutas?
Pregunto sin juzgarte. Es sólo que no puedo imaginar cómo te podías haber frenado
cuando te sentías así
—Por supuesto. Y no, nunca he hecho nada con las escoltas. No quería apegarme.
Pero, créeme, es necesaria mucha fuerza de voluntad— Selene agarró la mano de Eve
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Megan O´Brien [Wild]
—Me lo tomaré como un cumplido— Eve acarició su pulgar sobre el lado de la mano
de Selene, enviando otro orgasmo rodando a través del cuerpo de Selene. Por el
gemido atormentado de Selene, Eve murmuró: —"Lo siento"
Tener a alguien que conocía los riesgos era completamente una nueva experiencia. Por
primera vez, Selene se enfrentó a la perspectiva de la transformación de la luna llena
con una sensación de comodidad. Había alguien que velaba por sus intereses. Alguien
en quien podía confiar. Alguien que no quería que escapara y que haría lo que fuera
necesario para asegurar que no lo haría. Selene tenía un socio en el verdadero sentido
de la palabra. Las aletas de la nariz se elevaron de la emoción, Selene dio a Eve un
amoroso, prolongado beso en los labios. Se llevó todo lo que tenía para no
profundizar. Alejándose, Selene susurró: —Eso sí, no tengas miedo de lastimarme, ¿de
acuerdo? No lo harás. Te lo prometo
—"No tengo miedo"—, dijo Eve con valentía. Y, de hecho, no tenía miedo en sus
ojos. —"Te lo prometo"
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Megan O´Brien [Wild]
Kevin no demostró que lo sabía. Puesto que ya lo habían visto visitar la cafetería,
continuó sus viajes diarios. Se mantuvo fiel a los hábitos que no le incriminaban, sin
querer cambiar el comportamiento para no levantar ninguna alarma. Era mejor para él
si no sabían que él se había dado cuenta de que estaban vigilándolo. Pensó que si ellos
pensaban que él estaba ignorante sin hacer nada malo, tal vez buscarían en otro lugar.
Tenían que tener una razón para ponerlo bajo vigilancia. Sin importar cuántas veces
volvió sobre sus movimientos y acciones sobre el último par de meses, no podía
entender cómo sabían que era él. Le había dado a Eve, su nombre de pila, pero no
podía imaginar que sería suficiente para encontrarlo. Él no estaba en el radar de nadie.
Sin antecedentes penales, Nada indica cualquier cosa acerca de él.
Se acordó que se enfureció, sabiendo que se desahogaría con el perro, que corría
debajo de la cama y se escondió. Y entonces el perro había desaparecido.
Ahora, los policías le estaban siguiendo. Eso significaba que había hecho algo mal,
incluso si él no podía entender el qué. Tal vez los estaba perdiendo; tal vez había
cometido un error con uno de los cuerpos, o con el teléfono al llamar a Eve Thomas.
Su regalo. La pista. Se había crecido. Exceso de confianza. Con todo su pesar, se había
obsesionado.
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Megan O´Brien [Wild]
Estaba seguro de que no había dejado atrás cualquier evidencia utilizable en sus
escenas o sobre sus víctimas. Sus mayores riesgos fueron cuando intentó contactar con
Eve. Fue entonces cuando rompió sus propias normas, la base de los principios que
había jurado cumplir para no ser atrapado. Ser pulcro acerca de la ciencia forense. No
dejar pruebas de cabello disponibles, por lo que se afeitó la cabeza, las cejas y el
cuerpo. No tomar trofeos. No esconder evidencias. Usar un arma nueva cada vez. Por
encima de todo, no hacer nada estúpido. Actuar con el cerebro y no con el corazón.
Con Eve había tirado por la ventana el no ser estúpido. Cuando se había imaginado
este juego antes de que empezara, fantaseaba acerca de dejar un reguero de víctimas a
sus espaldas, perpetuamente desconocido, deslizándose fuera de las sombras sólo para
matar antes de desaparecer en ellas una vez más. Tan pronto como él atacó a Eve la
mañana de su primer asesinato, había cambiado el juego. Había permitido que su
deseo de infligir miedo y dolor a la Dra. Eve Thomas abrumara su sentido de la
prudencia y su inteligencia. Ya no sería así.
Kevin no tenía intención de ser atrapado. Esta noche dos detectives estaban
estacionados frente a su edificio de apartamentos, pero mañana era un nuevo día.
Había que salir esta noche, iría a otro sitio. Haría lo que amaba hacer pero lo haría por
él la próxima vez; no se trataría de alguna puta autora de best seller/patóloga forense.
Prácticamente él y las mujeres que eligió, el ritual, el placer que le daba.
Kevin no podía dejar a Eve Thomas sin algún tipo de clausura. Él no era un suicida;
marchándose directamente después de que Eve ya no fuera una opción. Era
demasiado peligroso cuando la policía tenía sus ojos puestos en los dos. Así que su
juego final original estaba, trágicamente, abortado.
Pero eso no significaba que no podría llevar a cabo un movimiento de cierre con
broche de oro.
Un par de días antes de descubrir la presencia de los policías, Kevin había estado
haciendo su propia vigilancia del bloque de Eve, observando las idas y venidas en su
apartamento. Para su sorpresa, su vieja amiga apareció.
Selene, de acuerdo con el correo que había interceptado un día a su casa. Kevin había
descartado su relación después de sus gritos un par de semanas previas, pero parecía
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Megan O´Brien [Wild]
que habían reavivado la cosa. Selene había entrado en el apartamento por la mañana y
todavía no había salido cuando él dejó su vigilancia.
Este plan era incluso mejor que el original; así que no mataría a Eve. Él destruiría su
espíritu, pero su cuerpo seguiría vivo. Un nuevo concepto para él, es cierto, pero
apreció la naturaleza poética de este final. Un interminable tormento para Eve
Thomas. Por su causa.
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Las lágrimas brotaron de los ojos de Eve y no trató de ocultarlas. Ella sabía que Selene
podía sentir su angustia.
—No me gusta verte así. No quiero dejarte sola
—"No me harás daño"— Eve no tenía ni idea de dónde sacó su confianza para esa
declaración, pero ella lo creyó hasta el fondo de su alma. Sobre todo después de hoy,
después de haber compartido lo que sentía a veces como algún tipo de apareamiento
primitivo y ritual de unión, Eve no podía imaginar a Selene causándole daño. —Puede
que mi presencia te ayude con la transformación, también. Al igual que lo hizo hoy,
con la excitación
Sacudiendo la cabeza con furia, Selene cerró los ojos contra las lágrimas que habían
comenzado a caer. —Me lo prometiste, Eve. No rompas tu promesa
—"Pero yo"—
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Megan O´Brien [Wild]
—Podemos hablar de eso mañana— Selene abrió los ojos, que estaban tan
atormentados que Eve se estremeció tan pronto como se clavaron en los suyos.
—"Yo no puede protegerte esta noche, ni siquiera de mí misma". Y necesito saber que
estás a salvo. Esto será mucho más fácil para mí si sé que estás fuera de peligro.
Estaba claro que no sería capaz de convencer a Selene para que le permitiera quedarse.
Rompiendo su promesa podría dañar su relación irreparablemente. No importa que
tan intensamente se conectaban, su relación era todavía nueva. Eve esperaba que
Selene fuera honesta con ella, así que ella necesitaba demostrar lealtad y honestidad a
cambio.
—"Está bien"—, dijo Eve. Se limpió las lágrimas de su rostro rápidamente, poniendo
un frente valiente. —"Lo siento". Yo sólo te quiero. Esto es tan... difícil
Los ojos de Selene se habían vuelto salvajes. Ella se deslizaba más y más lejos.
—"Te quiero. Ahora vete"
Con un gesto lloroso, Eve se inclinó y besó a Selene en su húmeda mejilla, luego se
volvió y se dirigió rápidamente hacia fuera de la habitación de invitados. Cerró la
puerta detrás de ella, a continuación, puso la llave de las esposas en el bolsillo como
Selene había indicado. Se dirigió al salón de Selene, mirando por la ventana al cielo
oscuro. Según Selene, la transformación ocurriría en cualquier momento. Eve esperaba
que esta noche fuera según lo planeado, y que Selene estuviera a salvo hasta que
regresara por la mañana.
El teléfono de Eve sonó en el interior de su mochila, que seguía donde ella la había
dejado caer justo al entrar por la puerta principal. Con el corazón desbocado, corrió a
través de la habitación para abrir la bolsa y buscar el teléfono. Rezaba para que no se
viera el nombre de Jac en su identificador de llamadas, Eve temía que alguien había
descubrió su ausencia. Cuando miró el teléfono y confirmó que Jac llamaba, suspiró y
contestó el teléfono tan casual como pudo expresarse.
—Tú no estás en casa. Eso es lo que pasa— Sonaba como si Jac estuviera tratando de
mantener un tono neutral, lo que significaba que estaba muy enojada. Eve no hubiera
esperado nada menos. —Estoy de pie en tu sala de estar y no estás aquí. Entonces,
¿dónde diablos estás?
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Megan O´Brien [Wild]
— ¿Te convenció Selene de hacer esto? ¿Qué razón tenía que dar para que debas
ponerte en riesgo? — Jac ya no trató de ocultar su furia. — ¿No se preocupa por ti en
absoluto?
—"Hey"— dijo Eve bruscamente. —No es así. Deja de hacer supuestos, cálmate, y
vamos a hablar de esto cuando vuelva. No es para tanto. A menos que hayas olvidado
de decirme que Kevin Pike está por algún lado
Jac se quejó en voz baja. —De acuerdo con mi gente, subió a su apartamento hace dos
horas y apagó las luces. Ningún movimiento desde entonces
— ¿Tomando una siesta, tal vez? — A pesar de sus nervios, Eve forzó una ligera risita.
—Explícame ¿por qué estás tan asustada de nuevo?
—Porque no quiero que te pase nada. Porque no me gusta que hagas algo tan estúpido
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—Puede que no suela hacer cosas estúpidas, pero lo hice. Yo. Yo decidí salir por una
hora porque quería algo de privacidad. Es lo que es, y lo siento. Hablaremos de eso
cuando llegue a casa. ¿De acuerdo?
Eve cogió las llaves de la casa de Selene y abrió la puerta principal. Su breve adiós a Jac
murió en su garganta. De pie en el porche había un hombre cuya cara nunca había
visto antes, sin embargo, ella lo reconoció inmediatamente.
Kevin Pike.
Eve rápidamente dio un paso atrás y se dispuso a cerrar la puerta, pero él se abrió paso
en el interior, empujándola hacia atrás lo suficientemente fuerte para derribarla al
suelo. Su teléfono celular se le disparó de las manos y se deslizó al otro lado del pasillo,
llegando a descansar debajo de una mesita pequeña. Por un instante terrible no podía
respirar. No pudo abrir la boca, no podía forzar la salida de sonido. Luego sus
pulmones comenzaron a trabajar y ella gritó,
—"¡Jac!"
Kevin pateó la puerta de golpe y se lanzó sobre ella, golpeándola con fuerza en la cara
con el puño. Aturdida momentáneamente en silencio, ella gimió de dolor cuando él
trepó hasta el teléfono celular y lo desconectó. Se lo metió en el bolsillo del pantalón y
se encaramó de nuevo sobre su cuerpo, sujetándola hacia abajo antes de que pudiera
reunir su ingenio y tratar de escapar.
—No esperaba encontrarte aquí— Sus pupilas estaban dilatadas por lo que hizo que sus
ojos se vieran negros. El sudor perlaba su frente. La expresión de su rostro era una
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curiosa mezcla de miedo y excitación. —Vine por tu novia. Ella iba a ser mi último regalo
para ti
—"No está aquí"—, dijo Eve. Justo cuando la mentira rodara de su lengua, un gruñido
desde la habitación de invitados puso de punta los pelos de la nuca de Eve.
— ¿De qué sirve tener un perro de protección, si lo vas a dejar encerrado en una habitación? — La
diversión transformó su rostro en algo casi humano.
—Quiero decir, es un poco trágico ser asesinada justo después de que ha guardado en su sitio tu única
arma. Perra estúpida.
Las palabras de Kevin despertó la memoria de Eve. Había puesto la pistola que Jac
había insistido en que llevara en su mochila antes de salir de su apartamento. A pesar
de que no había imaginado honestamente que Kevin podría escapar de su vigilancia y
venir en pos de ella en una noche que estaba sin protección, a Eve le había gustado la
tranquilidad que la pistola le proporcionaba. No es que estuviera sirviendo de mucho,
oculta en una mochila que yacía de espaldas a ella, fuera de su alcance.
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—Me gustan los perros— Eve luchó para no dejar que su mirada se perdiera a su
mochila, no quería anticipar a Kevin su próximo movimiento. —"La policía está en
camino. Debería salir ahora si no quiere quedar atrapado"
Kevin se rió.
—Aténgase a la patología forense, doctora. Su psicología necesita un poco de refinamiento—
Sentándose un poco, Kevin llegó detrás de sí y sacó un cuchillo de grandes
dimensiones, de aspecto terriblemente afilado. —No estaba esperando estar cerca de ti de
nuevo. No voy a perder esta oportunidad. No después de todo lo que hemos pasado
El estómago de Eve se revolvió. Habló de ella casi con cariño, como si tuvieran una
relación verdaderamente valiosa.
— ¿Vas a matarme? ¿Es su juego final? Pensé que esto era acerca de cómo obtener lo
mejor de mí
—Oh, voy a sacar lo mejor de ti— Kevin acarició con el dorso de la mano su mejilla con
ternura. —Confía en mí, cuando la policía te encuentre, van a saber quién ganó nuestro pequeño
juego— Dejó caer la mano a la garganta, paralizándola con el temor que le cortaría la
fuente de aire, y luego le tocó el pecho a través de su camisa. —Cuando vine a verte por
última vez, tenía la intención de violarte y cortarte la cara. Lástima que no tengo el tiempo o el condón
para hacer eso esta noche
El estómago de Eve se dejó caer en sus pies cuando él levantó el cuchillo, colocando
el borde de la cuchilla contra su mejilla.
—"Por favor"— ella susurró.
—Bueno, la parte de violarte por lo menos— Él pasó la hoja por su mejilla en un corte
rápido y brutal, abriendo la piel con precisión abrasadora. Eve se estremeció cuando la
sangre caliente brotó de la herida y salió corriendo por su rostro. Eso dejaría una
cicatriz.
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Megan O´Brien [Wild]
gemido derrotado, jurando en frustración cuando Kevin subió por encima de ella para
tirar la mochila más lejos.
O por lo menos eso es lo que Eve esperaba encontrar detrás de esa puerta. En lo
profundo de su corazón creía que Selene la reconocería incluso en su cambiado
estado, pero eso no impidió que un leve trino de aprehensión se arrastrase por la
espalda de Eve. Selene estaba haciendo todo tipo de ruidos diferentes que Eve nunca
había escuchado. Gruñidos viciosos, roncos de intención asesina. Sin embargo, Eve
prefería tomar sus posibilidades con la Selene de la luna llena que con Kevin Pike.
Pero cada segundo contaba, especialmente cuando Eve pensó en cuán estrechamente
había ligado con Selene.
No había ninguna señal de reconocimiento en los ojos de Selene, pero Eve todavía
sentía su conexión en su intestino. Selene estaba reaccionando al miedo y dolor de
Eve, incluso si Eve no podía ver a Selene allí, podía sentirla.
Corriendo hacia la mesa, Eve miró profundamente a los fríos ojos verdes mientras
buscaba las llaves de las esposas de Selene que salieron de su bolsillo.
—"Sé que estás ahí, Selene"— murmuró Eve. —Confío en ti. No me harás daño, ¿de
acuerdo? te voy a desatar, porque te necesito ahora mismo —
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Megan O´Brien [Wild]
La puerta de la habitación de invitados se abrió de golpe y Eve saltó, casi dejando caer
las llaves de las esposas de Selene. Negándose a distraerse, hurgó para abrir la primera
banda en la muñeca de Selene. Ya que sabía que no tendría tiempo para desbloquear
los otros tres, y mucho menos desatar la cuerda que sujetaba Selene abajo, pero ella se
negó a darse por vencida hasta el último segundo posible.
Eve miró el terror en la voz de Kevin, justo a tiempo para ver traer su arma y apuntar
a Selene. Le soltó la muñeca, Eve saltó fuera del camino cuando Selene abrió su
enorme brazo en el aire, tratando de usar su nuevo apalancamiento para liberarse. El
fuerte ruido de los disparos sacó un grito de la garganta de Eve, que se convirtió en un
sollozo cuando vio florecer una vívida mancha roja en el pelaje plateado sobre el
pecho de Selene.
—"¡No!" — Sin preocuparse por su propia seguridad, Eve corrió a Kevin Pike y lo
derribó hacia la mitad. Se cayó de espaldas en el pasillo aún cuando otro disparo sonó.
Eve echó hacia atrás su puño y lanzó un puñetazo en la garganta de Kevin, pero
estuvo a punto porque él movió su cabeza hacia un lado. Su mano golpeó inútilmente
contra el duro suelo de baldosas, enviándole un disparo de impresionante agonía a
través de su cuerpo. Aprovechó su dolor haciendo rodar sobre ellos por lo que estaba
encima.
—Eres una jodida puta loca— Kevin envolvió sus manos alrededor de su cuello,
apretando duro. Al parecer estaba jugando un poco; se terminó jugar con ella, se
terminó las cosas fuera de lugar. El fin estaba aquí. —No sé qué coño te pasa a ti y tu
estrafalario amigo animal, pero he acabado. Tú estás acabada
Eve abrió la boca para gritar a Selene, pero no podía emitir el aire suficiente como
para hacer algo más que gimotear. Ella echó un pie, golpeando débilmente contra el
marco de la puerta de la habitación de invitados. Se estaba haciendo más difícil luchar
sin su oxígeno; su percepción se hizo distorsionada de la manera más extraña. Un
gemido terrible, llenó sus oídos, luego un escalofriante aullido de rabia de Selene.
Por fin, toda la presión alrededor de su garganta se alivió y Eve podía respirar de
nuevo. Tomando una bocanada de aire fresco, dulce, Eve se sentó torpemente, lista
para moverse. Recorrió su entorno, evaluando la situación, y luego se quedó inmóvil
cuando vio el cuerpo de Kevin justo dentro de la habitación. Se quedó mirando sin ver
hacia el techo, su cuerpo convulsionándose mientras la sangre brotaba de la gubia
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Megan O´Brien [Wild]
—"Selene"
Con los labios todavía retirados en un gruñido, Selene se alejó un paso del cuerpo sin
vida de Kevin. Luego se relajó poco a poco su rostro, transformando de bestia feroz a
criatura majestuosa en un santiamén. Bajando la cabeza y mirando a los ojos de Eve,
mirando casi sumisa, Selene trotó a Eve y golpeó la cabeza contra el pecho de Eve.
Selene levantó la cabeza y le rozó la cara contra la de Eve. A continuación, una lengua
grande, caliente lamió suavemente la sangre que cubría el rostro de Eve de la rebanada
que Kevin había hecho. Eve podía sentir la preocupación y cólera persistente de
Selene, incluso en este estado primitivo.
—"Jac estará aquí en cualquier momento"—, dijo Eve en voz baja. —Tenemos que
esconderte hasta después de tratar con la policía. ¿Lo entiendes? El cuerpo está en la
habitación de invitados, así que voy a necesitar que permanezcas en el dormitorio—
Eve no tenía idea de cómo iba a explicar la cuerda y la mesa a Jac, pero sabía que
mover el cuerpo a otro lugar que no era una buena idea. Sería obvio que trataba de
ocultar algo, y Eve sabía que la sospecha de Jac caería sobre Selene.
Selene se quejó y puso una pata grande en el muslo de Eve. Era obvio que quería estar
cerca.
—Lo sé, cariño. Tan pronto como pueda conseguir que Jac salga, tengo que mirar tu
herida— Ella tocó el agujero de bala en el pecho de Selene, haciendo una mueca al ver
la sangre que manaba de la abertura entre los dedos. —Voy a tratar de que sea rápido
del cuello de Selene y saltó delante de Eve, asumiendo una postura protectora. Eve se
puso de rodillas y gritó:
—"¿Jac? Quédate donde estás
Ella no esperaba que Jac hiciera lo que le pedía, así que no fue una sorpresa cuando
Jac escoró alrededor de la esquina en el pasillo. Su arma estaba en sus manos y al
instante la apuntaría en Selene.
—Eve, ponte lejos de eso. Yo me ocuparé de esto
Selene dejó al descubierto sus colmillos y gruñó bajo su garganta. Ella dio un paso más
cerca de Jac, claramente sin miedo a la pistola. Eve podía ver los dedos de Jac apretar
la pistola y el estómago tocó fondo en la inminente violencia que amenazaba con
estallar entre las dos personas que más le importaba.
—"Jac, baja el arma. Sólo dame unos pocos minutos para llevarla al dormitorio y
podemos hablar. Kevin Pike está muerto. El lobo me salvó
Selene se agachó y se quedó inmóvil, con las orejas retenidas contra su cabeza. Ella
estaba a punto de saltar, lo que era casi seguro que le dispararía.
—"¡Selene, No!". Ella vino a ayudar— Frenética, miró los ojos de Jac. —"Eso es
Selene, Jac". Me comprometo a explicártelo, pero simplemente no le dispares. Ella me
salvó la vida.
Lanzando su mirada entre Eve y Selene, Jac vaciló, luego bajó la pistola. Selene no
tenía marcha atrás, sacando un paso más. Jac dio un paso atrás nerviosa.
—Llámala, Eve. Si no quieres que le dispare, es necesario que me respaldes de una
puta vez.
Selene se congeló en su lugar, luego se dio la vuelta, bajando la cabeza mientras corría
hacia Eve. Cuando llegó se sentó al lado de Eve, era suficientemente alta como para
que la cabeza llegara fácilmente al hombro de Eve. Al final del pasillo, Jac estaba
boquiabierta.
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Megan O´Brien [Wild]
—"No puedes estar hablando en serio"—, dijo Jac. —Acerca de lo que es Selene.
Eve negó con la cabeza y luego hizo un gesto hacia la enorme criatura en su lado. —
"¿Tienes una explicación más razonable para esto?"
Jac tragó.
—Estás sangrando bastante mal. ¿Quién te cortó?
—Kevin Pike. Selene le mató para protegerme— Eve señaló la habitación detrás de
ellas. —Él está ahí
—"Está bien"— A pesar de su malestar evidente sobre Selene, Eve sabía que Jac haría
todo lo posible para proteger su secreto esta noche, aunque sólo sea porque podía ver
lo importante que era para Eve. —"Gracias, Jac"
—"Vamos, Selene"— Eve se volvió y corrió por el pasillo, aliviada cuando Selene la
siguió sin prestar atención a Jac. Ella llevó a Selene al dormitorio principal, mientras el
sonido de las sirenas de la policía aumentó desde el exterior. Entonces Eve cerró la
puerta detrás de ellas, total y absolutamente agotada. Selene acechaba por la
habitación, olfateando un rastro en el suelo.
Selene inclinó la cabeza hacia un lado, luego tomó carrera y saltó sobre la cama, que
crujió bajo su peso. Gotitas de sangre salpiccaron el edredón, Eve convincente avanzó
para chasquear los dedos y apuntó en el suelo.
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Megan O´Brien [Wild]
—"Abajo"
—"Necesito ver tu herida"— dijo Eve, poniéndose de rodillas delante del enorme
cuerpo de Selene. Confiada ahora, sintió en torno a la gruesa piel de Selene, sólo un
poco vacilante acerca de cómo podría reaccionar al dolor. A pesar del tamaño de
Selene y obviamente desconectada de la humanidad, Eve se sentía tan segura como
siempre en su presencia. Moviéndose por Selene para inspeccionar su espalda, ella
suspiró con alivio.
—"Hay un orificio de salida. Salió limpio"
Esa fue una señal muy buena por el hecho de que Selene no actuó cuando ella estaba
sufriendo. También que la hemorragia ya había disminuido a un goteo. Eve sintió que
se recuperaría de la herida sin problemas, pero necesitaba limpiar el área para
asegurarse de que no se infectara. Vendarla de forma adecuada sería un reto.
Eve entró en el baño para encontrar toallas limpias y desinfectante. También encontró
algunas gasas y cinta adhesiva, lo que tendría que servir. Sacudiendo la cabeza mientras
empezaba a limpiar la sangre empapada de la piel de Selene con un paño húmedo Eve
murmuró:
—"Nunca vas a creer esto cuando te despiertes mañana, cariño. Pero si estás ahí en
este momento, entonces escúchame: no eres un monstruo. Eres mi héroe. ¿De
acuerdo?"
Abrumada por el cálido afecto, Eve le echó los brazos alrededor del cuello del lobo y
hundió la cara en la piel sedosa de plata.
—"Te amo, Selene"
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Megan O´Brien [Wild]
Selene roncaba ruidosamente a su lado. Se había quedado dormida al pie del colchón
casi inmediatamente después de que Eve vendó la herida. Hecha una bola, su enorme
cuerpo todavía ocupaba la mayor parte de la cama. Eve la acarició distraídamente,
agradecida por su presencia. A pesar de ver el cadáver de Kevin Pike con sus propios
ojos, Eve se mantuvo en el borde, como si fuera a estallar a través de la puerta de la
habitación en cualquier momento.
Cuando Jac finalmente llamó a la puerta poco después de que la casa se tranquilizó, el
ruido repentino la hizo sacudirse por la sorpresa. Selene levantó la cabeza y parpadeó
adormilada en la puerta, pero cuando Jac dijo:
—"Soy yo. Jac "—, Selene suspiró y se dejó caer sobre la cama, cerrando sus ojos de
nuevo. —Voy a estar aquí mismo—
Pero cuando Eve se acercó a la puerta, Selene saltó de la cama y la seguía de cerca. Eve
levantó una ceja, pero no dijo nada. Tenía la sensación de que se trataba de una
discusión que no podía ganar.
Jac dio un paso atrás instintivamente cuando Eve abrió la puerta con Selene a su lado.
Levantó la mano, sin llegar a tocar la mejilla de Eve.
—"Eve, tu rostro".
—"Oh"— Eve trajo las yemas de sus dedos a su línea de la mandíbula, haciendo una
mueca en la pegajosa, seca sangre que se había olvidado de quitar. Ahora que había
tenido tiempo para recobrar el aliento, su mano herida empezaba a palpitar también.
Ella había estado tan preocupada por las lesiones de Selene; y preocupada acerca de lo
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Megan O´Brien [Wild]
que haría Jac con su secreto, que sus propios dolores y malestares habían tomado un
segundo plano, hasta ahora. —Estaba tan ocupada atendiendo la herida de bala de
Selene que me olvidé de todo
—Yo no lo creo— Eve tocó atrás de Selene, con cuidado para evitar el recién
limpiado orificio de salida. —Vamos a ver lo que sucede cuando se convierte en
humano de nuevo, pero ella parece realmente fuerte.
—De ninguna manera dejaría a Selene esta noche— Eve sentía que ella era lo único
que mantenía a Selene dentro de la casa. Incluso con su mano herida, debía ser capaz
de manejar su propio cuidado. —Eso no será necesario. Acabo de encontrar una aguja
e hilo y me coseré yo misma
Jac le dirigió una inquieta mirada familiar de admiración, algo que generalmente se
reservaba para cuando Eve hacia increíbles pasos forenses basados en evidencias que
Jac encontrada repugnante.
—Tú eres dura, Eve Thomas. Nunca dejes que nadie te diga lo contrario
Echando un vistazo rápido a Selene, Jac lentamente extendió la mano para tomar la
mano de Eve.
—Deja que te ayude a limpiar tu cara. Entonces puedes jugar a Frankenstein contigo
misma
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Megan O´Brien [Wild]
Eve no tenía ni idea de lo que había obligado a Kevin Pike a elegir esta noche para
tomar tal decisión audaz, pero las consecuencias de su decisión fueron asombrosas.
No sólo firmó su propia sentencia de muerte, sino que permitió a Eve descubrir que
Selene no era la mitad del asesino, bestia sin sentido que ella pensaba que era. Y, por
supuesto, había expuesto a Selene a Jac, por lo menos. Sacudiendo la cabeza, Eve
murmuró:
—Supongo que intentó entrar en mi apartamento hace dos semanas. Dijo que había
planeado para mí violarme y cortarme la cara. Al parecer, él vino aquí esta noche en
busca de Selene, pero cuando me encontró a mí en cambio— Eve hizo un gesto con la
mano en la mejilla. —"Supongo que tengo suerte que no trajo un preservativo"
Haciendo retroceder la ola de repugnancia ante la idea de todas las formas en las que la
noche podría haber acabado mal, Eve respiró hondo y se concentró en el hecho de
que ella estaba a salvo.
—Así que esa noche, hace dos semanas, fue cuando llamé después de las dos de la
mañana para decirle a tus detectives que había un perro ladrando en mi pasillo
—"Sí, lo recuerdo"
—Bueno, resulta que era Selene. Ella había estado moviéndose sigilosamente en mi
edificio para proteger mi puerta y por casualidad estaba allí cuando él rompió aquella
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Megan O´Brien [Wild]
noche la puerta de acceso a la azotea. Después de que ella lo ahuyentara, fue capaz de
seguirle a casa. Así es como sabía quién era
—"Ella…"— Eve miró a Selene, deseando tener su permiso para compartir sus
secretos. No es que importara mucho, en este caso, Jac ya sabía lo peor de todo, y si
Eve iba a pedirle que lo mantenga en secreto, pensó que Jac merecía la verdad. —"Ella
es un cambia formas", supongo. Ella puede convertirse en cualquier animal que quiera.
Normalmente conserva su conciencia humana, no importa la forma que tome, pero no
cuando la luna está llena. La obliga a transformarse a este lobo, y no recuerda nada al
día siguiente. Está convencida de que es una asesina en estas noches, por lo que
siempre las pasó atada a una mesa de acero
—El mes pasado, cuando yo creía que me estaba engañando. Tenía una cita
permanente con un servicio de acompañamiento para que alguien viniera en la noche
de la luna llena y la atara. Entonces ellas salían y volvían por la mañana a soltarla. Eso
es porqué me mintió acerca de estar fuera de la ciudad. Eso es lo que era la rubia en la
puerta.
—Ella no sentía poder decirme la verdad— Eve se volvió a Jac, consciente de que
Selene estaba sentada en la puerta del baño escuchando. Sabía que Selene no
recordaría nada de esta conversación mañana, pero seguía siendo extraño tener esta
discusión en frente de ella. —"Lo creas o no, su primer par de experiencias con gente
enterándose de lo que ella es no fue bien"
para hacer la herida que lo mató. Parecía bastante obvio para mí que la garganta había
sido arrancada
Eve se estremeció. No tenía idea de cómo iba a reaccionar Selene a la noticia de que
ella había hecho por fin lo que más temía. Sea o no que había estado actuando en
defensa propia—para proteger a Eve —Selene había matado a un ser humano. Y
nunca recordaría haberlo hecho.
—"Voy a decir que he tenido a Luna la Rottweiler aquí conmigo. Ella vino en mi
defensa cuando Kevin irrumpió"— Un patólogo forense cualificado sin duda
determinaría que la criatura que había causado las heridas a Kevin Pike era más grande
que una Rottweiler, pero no sería de suponer que estaba encubriendo algo. Esperaba
que el examinador médico aceptara su historia y la sondara no demasiado
profundamente. —"Eso es lo mejor que tengo para ofrecer. Esperemos que sea
aceptado sin demasiado escrutinio
—"Luna la…"— Jac rió y negó con la cabeza. —"Oh, no". Esa era Selene, también,
¿no?
—Así es
—Amigo, comía galletas para perros. ¡Le di de comer galletas para perros!
Esto hizo resaltar a Jac en un ataque largo, fuerte de risa. Eve se unió, Agradecida por
el momento de frivolidad. La capacidad de Jac para encontrar humor en la situación le
aseguró que todo iba a estar bien. Finalmente aleccionada, Jac dijo:
—Maldita sea, estoy segura que no fui tímida al hablar justo a su cara, ¿Lo fui?
Jac suspiró profundamente, pasándose la mano por el pelo. Ella consideró a Selene,
que yacía tendida delante de la puerta, con ojos cautelosos.
— ¿Cuánto tiempo se quedara así?
—Hasta mañana por la mañana, supongo. ¿Probablemente hasta la salida del sol? —
Eve salió del cuarto de baño y llevó a Jac a la sala de estar. Selene la siguió. —Voy a
coser mi cara en unos minutos. ¿Por qué no nos sentamos?
Tan pronto como Eve entró en la sala de estar ella corrió las cortinas, asegurándose de
que nadie sería capaz de ver el interior. Con más del doble del tamaño de un lobo
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Megan O´Brien [Wild]
normal, Selene no sería confundida con una mascota de la familia. Ya era bastante
malo que Jac supiera la verdad, Eve quería contener el daño de la noche tanto como
sea posible.
Jac lentamente se sentó en una silla de cuero de respaldo alto, mientras que Eve se
sentó en un extremo del sofá. Selene se levantó para estirarse a lo largo del resto de
ella, apoyando la cabeza en el regazo de Eve. Aparentemente incapaz de apartar sus
ojos de la Selene lobo, Jac dijo:
—"¿De verdad quieres dejarla subir a los muebles?"
—Teniendo en cuenta que es ella la que pagó el mobiliario, no estoy segura de que es
mi lugar decir que no— Eve suspiró y se desplomó contra los cojines. —No puedes
decirle a nadie sobre esto, Jac. En serio. Ha pasado escondida la vida entera y
finalmente confió en mí lo suficiente para compartir este secreto. Si termino siendo
responsable de su pérdida de libertad y anonimato, nunca me lo perdonaré
Selene eligió ese momento para estirar sus patas delanteras y bostezar en voz alta, y
luego lanzó un suspiro de satisfacción y se arrimó más en el regazo de Eve.
Resoplando, Eve dijo:
—"¿En serio?"
—Tal vez no ahora, pero cuando llegué por primera vez aquí
—"Me parece justo"—. Husmeando, Jac miraba alrededor salón de Selene como si ya
no podía mantener contacto visual. —Sabes, Selene no es mi persona favorita, pero
ella salvó tu vida esta noche. Y tus sentimientos por ella; bueno, vamos a decir que es
bastante obvio que no precisamente te conquistaré de nuevo por hacer algo para herir
a Selene. Así que…
—"Gracias, Jac"— Después de la noche que había tenido, Eve no pudo detener las
lágrimas derramarse por sus mejillas al consuelo de Jac. Selene recogió su cabeza y
miró a la cara de Eve, y si no lo supiera, pensaría que Selene estaba experimentando un
momento de lucidez. Acariciando la cabeza de Selene, Eve dijo: —Sé que Selene te lo
agradecerá, también
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Megan O´Brien [Wild]
—Eso no quiere decir que no vaya a mantener mis ojos en ella— Aclarándose la
garganta, Jac se puso de pie y se alisó la ropa. —Sé que esta relación es importante
para ti, así que me comprometo a tratar de conocer a Selene mejor, pero te lo digo
ahora mismo... si ella te hiere, responderá ante mí.
—"Está bien"— Con un gesto decidido, Jac se acercó al sofá y tendió los brazos. —
Ahora, de pie y dame un abrazo. Si no crees que a Fido le importe.
Eve maniobró su camino desde debajo del cuerpo de Selene y se puso de pie,
moviéndose en el abrazo de Jac con un suspiro agradecido.
—"Eres una buena amiga"—. Podía sentir la tristeza de Jac en la declaración; no
literalmente, pero sabía de Jac lo suficiente para saber que el sentimiento desencadenó
un verdadero lamento.
—Ve a coserte la cara. Hablaré con vosotras dos mañana y conseguiré su declaración
oficial.
—"Me parece bien"— Eve rozó sus labios contra la mejilla de Jac antes de retirarse.
—"Te debo una"
Jac negó con la cabeza. —"Nah. Selene me la debe— Cuando Eve ladeó la cabeza con
curiosidad, Jac dijo: —Obviamente podríamos poner sus talentos especiales para buen
uso en ciertas situaciones de investigación. Si surge algo—
—Bueno, eso es entre tú y Selene— Después de pasar toda una vida negando su don,
Selene podría no estar lista para usarlo para resolver crímenes con regularidad. Por
otra parte, ella parecía tener un talento natural para la vigilancia y el seguimiento. —
Dale un poco de tiempo para adaptarse al hecho de que alguien más lo sabe, sobre
todo alguien que no está bien familiarizado con todo
—"Por supuesto"— Jac le dio una amplia sonrisa. Os veré mañana a las dos"
Eve la vio salir, suspirando de alivio cuando ella y Selene estaban solas de nuevo.
Después se dirigió a sus heridas, Eve planeaba descansar un poco. Mañana sería un día
interesante.
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Megan O´Brien [Wild]
Incorporándose rápidamente, Selene tiró de las cubiertas de Eve, el pijama que vestía y
la escaneó por otras lesiones. Anoche ella habría sido capaz de tremenda violencia. Si
Eve hubiera salido tan solo con algunos cortes y magulladuras, las dos estaban de
suerte. Pero por qué Eve se había quedado después de ser atacada estaba más allá de la
comprensión de Selene.
—"Por decirlo de alguna manera"— Eve dio unas palmaditas en el colchón a su lado,
proyectando una fuerza tranquila que puso al tumultuoso humor de Selene más bajo
control. —Kevin Pike llegó aquí buscándote cuando me estaba preparando para irme.
Él… tenía la intención de matarte, para castigarme, supongo. Se abrió paso dentro y
nosotros luchamos, y en un punto logré liberarme y correr hacia el cuarto de
huéspedes. Empecé a quitarte las esposas pero sólo pude liberar uno de tus brazos
antes de que te disparara. Entonces le abordé y comenzó a estrangularme. Ahí es
cuando te liberaste. Justo a tiempo para salvarme
Selene tragó saliva. Por un lado, estaba encantada de que su bestia había actuado
instintivamente para proteger a Eve, especialmente cuando Eve había confiado en ella
lo suficiente para tratar intencionalmente de liberarla. Pero en cambio, tenía la
sensación de que Eve había sido testigo de la brutalidad desenfrenada la pasada noche.
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Megan O´Brien [Wild]
Debe haber sido un espectáculo terrible, lo que había hecho sin duda al hombre que
estaba haciendo daño a la mujer que amaba. Pero aún Eve dormía a su lado, incluso
cuando ella había sido su bestia.
—"¿Lo he matado?"
—"Sí"— dijo Eve claramente. —Yo no creo que tuvieras muchas opciones. Él estaba
a punto de matarme. Ya te había disparado. Actuaste en legítima defensa, para
protegerme, y no tienes razón para sentirte avergonzada de nada de eso
A decir verdad, Selene no se sentía ni la mitad de culpable como habría esperado. Tal
vez la golpearía después. En estos momentos se sintió aliviada tan sólo de que su
bestia había sido consciente de su conexión lo suficiente para proteger a Eve, para no
hacerle daño. Selene escaneó el cuerpo de Eve otra vez, menos frenéticamente esta
vez. Además del horrible corte en su mejilla, su cuello estaba cubierto de hematomas
en forma de dedos, la piel debajo de un ojo estaba hinchada y morada, y su mano
derecha estaba vendada.
—"¿Yo no hice nada de eso?" — Selene encontró los ojos de Eve. —"¿Lo juras?"
—Todo eso fue Kevin, confía en mí— Una pequeña sonrisa rompió a través de la cara
golpeada de Eve, aparentemente genuina. —Cariño, te has juzgado muy mal tu misma.
Anoche eras una gigante, muy celosa cachorro de lobo que me seguía a todas partes
donde iba
—Bueno…— El buen humor de Eve vaciló y exhaló, claramente nerviosa por lo que
estaba a punto de decir. —"Pregúntale a Jac". Ella puede confirmar que la única vez
que hubo algo parecido a una amenaza era cuando pensaste que estaba en peligro
—Se dio cuenta de que no estaba en mi apartamento y llamó para ver cómo estaba
justo cuando me iba. Estábamos justamente al teléfono cuando abrí la puerta y me
encontré a Kevin Pike en el porche delantero. Lo oyó atacarme y corrió directamente,
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Megan O´Brien [Wild]
Eve pasó un brazo por medio de Selene, atrayéndola hacia sí. —Tuvimos un poco de
enfrentamiento cuando Jac apuntó su arma a ti y te sentiste amenazada, pero tuve la
oportunidad de ser capaz de reducir la cosa. Desafortunadamente, era necesario
contarle a Jac que el lobo gigante eras en realidad tú. Y que me salvaste la vida
Enterrando su cara en el cuello de Eve, Selene cerró los ojos. La idea de que Jac sabía
su secreto; Jac, a quien rotundamente no le gustaba y tenía todas las razones del
mundo para quererla fuera de la vida de Eve, a Selene se le revolvió el estómago. Ya
estaba mentalmente haciendo las maletas, recogiendo y dejando atrás San Francisco.
Quizás Eve vendría con ella. No sabía cómo podía irse de otra manera. Eve apretó la
mano sana entre los hombros de Selene, abrazándola.
— ¿Por qué? Jac me odia. ¿Por qué iba a estar de acuerdo para ocultar algo de esta
manera?
—Porque ella sabe que decírselo a alguien pondría fin a nuestra amistad
Selene parpadeó para alejar la emoción que se levantó al oír las palabras solemnes de
Eve. Nunca había imaginado a la bestia haciendo algo heroico. En las últimas
veinticuatro horas su visión del mundo había cambiado completamente. Después de
años de honrar la misma rutina paranoica, aterrada de lo que podría suceder si cometía
un solo error, ahora Selene ya no tenía que temer lo peor. Y no tenía que afrontar el
futuro sola.
—"No sé qué decir"— dijo Selene en voz baja. —"Estoy en territorio inexplorado
ahora".
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Megan O´Brien [Wild]
—"¿No es maravilloso?"
—Voy a apostar— La gasa y cinta que cubría un área pequeña justo encima de su
pecho era claramente el resultado de un trabajo de parche improvisado. Se quitó el
apósito, curiosa de lo que iba a encontrar debajo La herida casi se había curado,
dejando sólo una pequeña marca, rosa furiosa. —Oh, no se ve tan mal
La mandíbula de Eve se abrió. Ella agarró el hombro de Selene y tiró de ella hacia
adelante, luego quitó otra venda de su espalda.
—"Es increíble"— murmuró Eve. —Te dispararon anoche. Herida de entrada y de
salida. Hoy, parece que tienes un par de severos cortes de papel, tal vez
Eve levantó la mano lesionada, frunciendo el ceño ante las vendas. —"Y por
desgracia, mi mano dominante está fuera de servicio por un tiempo"
—Es una pena. Vamos a resolver esto, lo prometo— Selene con mucho cuidado puso
sus brazos alrededor de Eve y la abrazó tan fuerte como se atrevió. —Pero por lo
demás, ¿estás bien?
—Estoy bien. Kevin Pike está muerto, nuestro caso del asesino del Golden Gate Park
está cerrado, y yo estoy en la cama con la mujer que amo— Eve dio a Selene un
pellizco juguetón en la cadera, guiándola hacia atrás contra las almohadas y tirando de
la colcha sobre sus cuerpos entrelazados. —Tengo que ser honesta, Estoy más que
bien
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—"¿Estamos de acuerdo?"
Selene negó con la cabeza. —Honestamente, no hay nada que prefiera hacer ahora que
estar aquí. Sólo sosteniéndote, amándote
—Bien. Yo también— Después de una breve vacilación, Eve dijo: —Debo advertirte
que Jac viene más tarde. Ella tiene que conseguir mi declaración sobre anoche, acerca
de cómo Luna la Rottweiler atacó a Kevin Pike después de que irrumpiera en la casa
de mi novia
—"Jac, ¿eh?" — Selene podía pensar en mejores formas de gastar su tarde, pero
suponía que ella no podía evitar a Jac por el resto de su vida. Ahora que su relación se
había convertido inconmensurablemente más íntima, lo más conveniente sería
probablemente mejorarla más pronto que tarde. —"Súper"
— ¿Quién sabe? Tal vez algún día ustedes serán amigas. Diablos, incluso trabajarían
juntas
Selene podía decir por la boyante cadencia de la voz de Eve, así como la energía
cautelosa, nerviosa derramándose por cada uno de sus poros, que su curioso deseo era
más que sólo inactiva esperanza. Claramente Jac tenía sus propias ideas acerca de
donde este círculo de confianza las dejó.
—"Ya veremos"
—Mientras tanto, tienes toda la mañana para besar mis golpes y contusiones— Eve se
quitó su camiseta y la arrojó al suelo. Señalando la suave pendiente de su pecho
desnudo con una tímida sonrisa. —Puedes empezar aquí mismo
Obediente y con ganas, Selene no perdió el tiempo haciendo exactamente lo que Eve
pidió.
—"Sí, señora"
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