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Se denomina oruga a la larva de los insectos del orden Lepidoptera (incluye las mariposas

diurnas y nocturnas). Las orugas son típicamente blandas y cilíndricas. Algunas poseen vistosos
colores, que advierten de su toxicidad o desagradable sabor. Otras, en cambio, son de colores
crípticos, similares al follaje en que se encuentran, para escapar de la detección de
depredadores. En ocasiones también se les llama orugas a las larvas de algunos coleópteros
grandes y a las de ciertos himenópteros, las moscas sierras. Es más correcto llamarlas larvas
eruciformes (con forma de oruga).

Índice

1 Anatomía

2 Defensas

2.1 Apariencia

2.2 Defensas químicas

2.3 Comportamientos defensivos

2.4 Uso de otros insectos

3 Comportamiento

4 Las orugas como plagas

5 Las orugas como parte de la red trófica

5.1 Las orugas como alimento humano

6 Véase también

7 Referencias

8 Bibliografía

9 Enlaces externos

Anatomía

Oruga de Pseudosphinx tetrio (esfinge de Tetrio)

Anatomía: 1. Cabeza. 2. Tórax. 3. Abdomen. 4. Segmento. 5. Cuerno. 6. Patas falsas. 7.


Espíraculo. 8. Patas torácicas o verdaderas. 9. Mandíbulas

El cuerpo de las orugas es largo y dividido en segmentos. Tienen seis patas, más cinco pares de
patas falsas o pseudopatas (espuripedios en Lepidoptera) en los segmentos del abdomen (en
ocasiones el último par puede faltar). Tienen un parecido superficial con las larvas de los
sínfitos, suborden de insectos himenópteros, pero se distinguen de ellas porque en las larvas
de Symphyta hay siete pares de pseudopatas. Otra diferencia es que las orugas tienen
pequeños ganchos en las patas falsas. El espacio entre las patas falsas y las patas varía en las
diferentes especies: mientras en algunas es muy pequeño, en otras, como las pertenecientes a
la familia Geometridae, es mucho mayor.

Oruga de Samia cynthia (gusano de seda del ricino).

Las orugas, como todos los insectos, respiran por un sistema de tráqueas. El aire entra en sus
cuerpos a través de series de pequeños orificios tegumentarios presentes a lo largo del tórax y
el abdomen, que se denominan espiráculos. En el interior del cuerpo, todos los espiráculos se
conectan en una red de tubos respiratorios o tráqueas que se ramifican en traqueolas y
suministran el oxígeno directamente a las células.

Las orugas no tienen buena vista. En lugar de los ojos compuestos característicos de los
adultos, disponen a cada lado de la cabeza de una serie de seis pequeños ojos simples,
denominada estema (del latín stemma, guirnalda).1 Utilizan sus antenas para localizar su
comida.

Los tres primeros segmentos forman el tórax, y los otros diez el abdomen. Cada uno de los
segmentos del tórax tiene un par de patas articuladas y provistas de uñas: son las patas
verdaderas. Los segmentos abdominales presentan, en general, de dos a cinco pares de patas
falsas: unas protuberancias membranosas de la cutícula, que suelen tener forma de ventosa y
estar provistas de una o media corona de ganchos en el extremo.

La cabeza de la oruga es una cápsula resistente y dura, formada por dos hemisferios, entre los
que se inserta una frente triangular. En la parte inferior de cada hemisferio, la cabeza tiene
una serie de ojos simples dispuestos en forma de herradura, si bien algunas orugas que viven
en la oscuridad carecen totalmente de ellos. Más importantes que los ojos son, no obstante,
las dos potentes mandíbulas, en forma de cuchara, con el borde abundantemente dentado,
que recuerdan a la pala de una excavadora.2

Algunas orugas son capaces de detectar vibraciones, normalmente a una frecuencia específica.
Las orugas de la polilla, Drepana arcuata (Drepanoidea), producen sonidos para defender sus
nidos de seda de otros miembros de la misma especie.3

Las orugas de la especie Patania ruralis son capaces de escapar de los depredadores rodando.4

Defensas
La Acharia stimulea tiene pelos urticantes y coloración aposemática

Las orugas han evolucionado medios de defensa contra las condiciones físicas, como el frío,
calor o sequedad ambiental. Algunas especies de regiones árticas como Gynaephora
groenlandica tienen comportamientos especiales de agrupación y de asolearse,5 además de
adaptaciones biológicas como permanecer en estado de dormancia o diapausa.6

Muchos animales se alimentan de orugas, ricas en proteínas. Como consecuencia estas han
evolucionado muchas formas de defensa contra sus depredadores y parásitos.

Apariencia

La apariencia puede, a menudo, repeler a sus enemigos: su diseño o ciertas partes del cuerpo
pueden hacer que parezcan más grandes y amenazadoras o no comestibles. Algunas orugas
son, en efecto, venenosas. En estos casos suelen tener colores llamativos que pregonan su mal
gusto y efectos intoxicantes para desalentar a los depredadores. Estos colores son llamados
aposemáticos.

Oruga de Hypomecis roboraria imitando a una ramita

Cripsis de Macaria granitata

Otras orugas, en cambio, tienen coloraciones crípticas o de camuflaje. Parecen parte de las
plantas en que se alimentan. Algunas hasta imitan las espinas o brotes de las plantas. Otras
parecen objetos encontrados en su medio ambiente, como materia fecal de aves. Muchas se
alimentan dentro de galerías de seda, hojas enrolladas o en túneles dentro de las hojas, como
los minadores. Las orugas de Nemoria arizonaria que crecen en la primavera y se alimentan de
las inflorescencias de robles son de color verde. Las que crecen en verano se asemejan a
brotes de roble y son de color marrón. La diferencia en el color se debe a la cantidad de tanino
en la dieta. El resultado es que el color les confiere un grado de camuflaje.7

Defensas químicas

Oruga de mariposa Euchaetes egle, que posee pelos urticantes sobre su cuerpo.

Otras orugas adoptan defensas más agresivas. Estas medidas incluyen espinas o pelos largos y
finos con puntas que se desprenden fácilmente. Estas espinas o pelos contienen sustancias
urticantes y pueden penetrar la piel e incluso tener ganchitos para alojarse en la piel y
aumentar el grado de irritación que causan.8
A pesar de eso, algunas aves como los cucos, son capaces de comerlas. Otras orugas obtienen
toxinas de las plantas de que se alimentan, esto les da un sabor desagradable que repele a la
mayoría de los depredadores. Por ejemplo las orugas de la polilla Utetheisa ornatrix usan
alcaloides pirrolizidínicos que obtienen de su planta alimentaria, Crotalaria.9 La mariposa
monarca es muy conocida por su adquisición de glucósidos cardíacos cuando se alimenta de
las plantas de Asclepias. Tanto la larva como el adulto tienen esta protección. La polilla de la
hierba cana o Tyria jacobaeae acumula las toxinas de senecios venenosos. Todas estas orugas
tóxicas tienen colores llamativos que sirven para anunciar su toxicidad a los posibles
depredadores. Esto lleva el nombre de aposematismo.

Posiblemente el ejemplo más extremo de toxicidad es el de las mariposas Lonomia (taturanas)


de la familia Saturniidae que se encuentran en Sudamérica. El veneno inyectado por los pelos
de la oruga es un poderoso anticoagulante que puede causar serias hemorragias y aun la
muerte.10 Se está estudiando este veneno por la posibilidad de algún uso médico.

Oruga de Papilio cresphontes exponiendo su osmeterio como defensa

Algunas orugas vomitan jugos digestivos ácidos para defenderse de enemigos. Muchos
papiliónidos producen olores desagradables en glándulas llamadas osmeterios que
permanecen escondidas hasta que se ven en peligro. Entonces las sacan como un dedo de
guante.

Orugas de Thaumetopoea pityocampa formando un tren

Comportamientos defensivos

Las orugas de la familia Sphingidae, como el gusano del tabaco tienen una prolongación o
cuerno en la extremidad posterior. En el primer estadio este apéndice es largo y flexible; lo
pueden usar como un látigo para espantar a moscas parasitoides y avispas depredadoras.11
Otras orugas producen un hilo de seda por el cual se descuelgan de una rama cuando se
sienten en peligro. Muchas especies se sacuden violentamente para auyentar a posibles
enemigos. Una especie (Amorpha juglandis) incluso emite silbidos agudos que pueden
espantar a los pájaros.12 Las orugas de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa)
a menudo forman un largo trencito para desplazarse por el suelo entre los árboles. La cabeza
de la primera oruga es la única que está expuesta; las demás pueden mantenerla oculta y
protegida.13

Uso de otros insectos

Algunas orugas obtienen protección por medio de su asociación con hormigas. Las mariposas
de la familia Lycaenidae, son bien conocidas por este estilo de vida. Se comunican con sus
protectores por medio de vibraciones además de medios químicos y generalmente las
compensan con un néctar que producen con glándulas especiales. Otras especies son
simplemente parasíticas y no recompensan a las hormigas de ninguna manera.14

Algunas orugas son gregarias. Forman grandes comunidades que posiblemente reduzcan el
peligro de depredación.15 Tales agrupaciones multiplican el efecto de los colores
aposemáticos y los individuos pueden vomitar sustancias irritantes en conjunto.

Comportamiento

Oruga de Hyles euphorbiae que se alimenta solo de plantas del género Euphorbia

A las orugas se las conoce por su insaciable apetito. La mayoría de las especies pasan por
cuatro o cinco mudas a medida que crecen. Luego se convierten en pupas y finalmente imagos
o adultos.16 Generalmente crecen muy rápido, por ejemplo el gusano del tabaco puede
aumentar su peso diez mil veces en veinte días. Una adaptación que les permite comer tanto
es una modificación del intestino medio que transporta iones al interior del intestino a gran
velocidad para mantener una mayor concentración de potasio en el intestino que en la sangre
o hemolinfa.17

Oruga de polilla Lymantria dispar que se alimenta de una gran variedad de plantas de familias
diferentes

La mayoría de las orugas son exclusivamente herbívoras. Muchas están limitadas a una sola
especie o varias especies relacionadas estrechamente; otras se alimentan de plantas de una
gran variedad de familias. Unas pocas se alimentan de desechos, como las polillas de la ropa.
Menos del 1% son carnívoras; se alimentan de huevos, pulgones, insectos escama o larvas de
hormigas. Unas pocas son depredadoras y cazan otros insectos (la Eupithecia de Hawái).
Algunas parasitan a las chicharras o a las chicharritas saltahojas.18 Algunas orugas hawaianas
(Hyposmocoma molluscivora) usan trampas de seda para cazar caracoles.19

Muchas orugas son nocturnas como la mayoría de las de la familia Noctuidae. Pasan el día
escondidas al pie de una planta y se alimentan de noche.20 Otras como la polilla gitana
cambian su sistema de actividades según su densidad de población y estadio larval, con más
alimentándose durante el día en estadios tempranos y cuando su población es más densa.21

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