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CORRUPCION
(1975-1980)
Alberto Fujimori
(1990-2000)
Al ex presidente y padre de Keiko Fujimori, se le condenó a 25 años de prisión por los
casos Barrios Altos y La Cantuta, así como por los secuestros del periodista Gustavo
Gorriti y del empresario Samuel Dyer. Además fue condenado por la indemnización de
$15 millones a Vladimiro Montesinos y el allanamiento ilegal a la vivienda de la esposa
de su ex asesor.
Alan García
(2006-2011 / 1985-1990)
La fiscalía lo investiga por lavado de activos pero sobre todo por el delito de
enriquecimiento ilícito. Por su último gobierno, la megacomisión elaboró informes
sobre nueve casos, entre ellos BTR, narcoindultos, Aguapara Todos y colegios
emblemaáticos. En esos cuatro casos se plantearon denuncias constitucionales (todas
fueron archivadas).
Alejandro Toledo
(2001-2006)
El Poder Judicial le abrió proceso penal por el Caso Ecoteva por tener indicios de
lavado de activos. Un informe sobre el Caso Ecoteva elaborado por el Congreso anterior
recomendó denunciarlo por lavado de activos.
Ollanta Humala
(2011-2016)
El ex mandatario actualmente esta detenido por los casos de los pagos de Odebrecht a
las empresas Westfield Capital y First Capital.
Alejandro Toledo Manrique se encuentra detenido en los Estados Unidos por proceso de
extradición, con orden de captura internacional, por tráfico de influencias, colusión y
lavado de activos (se le acusa de recibir una coima de 31 millones de dólares para
favorecer a Odebrecht en la licitación de la Carretera Interoceánica Sur).
Alan García se hallaba con impedimento de salida del país y bajo investigación por la
presunta corrupción que ocurrió bajo su segundo gobierno con respecto a las obras de la
Línea 1 del metro de Lima y la carretera Interoceánica Sur. Intentó pedir asilo político al
gobierno de Uruguay, en cuya embajada en Lima estuvo hospedado durante dos
semanas, al considerarse un perseguido político. Pero el gobierno uruguayo rechazó su
pedido, al considerar que en el Perú había plena independencia de los poderes del
Estado. Posteriormente, cuando se ordenó su detención preliminar por diez días, el día
17 de abril del 2019, García se disparó en la cabeza, en el momento en que agentes y un
fiscal habían ido a su vivienda a cumplir con la orden judicial. Falleció horas después,
tras sufrir tres paros cardiorrespiratorios.
Ollanta Humala se halla con comparecencia restringida por lavado de activos, luego de
haber estado nueve meses con prisión preventiva (acusado de recibir, junto con su
esposa Nadine Heredia, dinero ilícito para financiar sus campañas electorales de 2006 y
2011). El 7 de mayo de 2019, la Fiscalía formalizó su acusación, pidiendo 20 y 26 años
de prisión para Humala y su esposa, respectivamente. Además, otras 10 personas del
entorno de la expareja presidencial, así como el Partido Nacionalista Peruano, fueron
incluidos en la acusación.
Pedro Pablo Kuczynski se halla con detención domiciliaria por 36 meses por supuesto
lavado de activos cuando fue ministro de Estado en el gobierno de Toledo. Fue durante
el ejercicio de su gobierno (2016-2018) cuando se reveló que su empresa unipersonal
había hecho consultorías a empresas relacionadas con Odebrecht en la época en que fue
Ministro de Estado (2004-2006), lo que motivó que fuera sometido a dos procesos de
vacancia presidencial. Finalmente, se vio obligado a renunciar a la presidencia, tras
revelarse que sus allegados habían intentado comprar la voluntad de congresistas de la
oposición para favorecerlo en la votación en el Congreso por la vacancia.
También han sido involucrados tres ex presidentes regionales por recepción de coimas
(Félix Moreno, César Álvarez y Jorge Acurio, el primero prófugo con orden de captura,
y los dos restantes con prisión preventiva); los ex alcaldes de Lima, Susana
Villarán (con 18 meses de prisión preventiva por recibir dinero ilícito en la campaña del
No a la Revocatoria y en su campaña de reelección, con su ex gerente municipal, José
Miguel Castro y con comparecencia restringida, su ex gerente de Seguridad, Gabriel
Prado) y Luis Castañeda (Con impedimento de salida del país por 18 meses con su ex
hombre de confianza, Martin Bustamante, por haber recibido dinero en la campaña del
2014); el ex regidor de Lima y ex miembro de la directiva del CAL, Víctor Belaunde
Gonzales; los ex ministros Mariano González, César Villanueva, Enrique Cornejo, Luis
Nava Guibert, Fernando Olivera, José Ortiz Rivera, René Cornejo, Carlos
Paredes, Jaime Yoshiyama y Augusto Bedoya Cámere, el ex ministro de Estado y ex
presidente del Congreso, Luis Alva Castro; los dueños de las contratistas más grandes
del Perú (Graña y Montero, JJ Camet, ICGSSA, etc.); funcionarios del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones del gobierno de Toledo de 2001-2006 (por el caso de la
Interoceánica), del gobierno aprista de 2006-2011 (por el caso del tramo 2 de la Línea 1
del Metro de Lima) y del gobierno de Humala de 2011-2016 (Caso Club de la
construcción); Congresistas de la República de diversos partidos como Hildebrando
Tapia, Juan Carlos Eguren, Virgilio Acuña, etc.; empresarios pertenecientes a la clase
alta limeña como el abogado José Zaragozá, el ex Presidente del Club Regatas Lima,
Gustavo Salazar; el exvicepresidente de Petroperú, Miguel Atala; la banquera
internacional, Susana de la Puente Wiese; el exdirector del diario El Comercio y
expresidente de Graña y Montero, José Graña; el empresario peruano-israelí, Josef
Maiman; el ex gerente general de Rímac Seguros, Emilio Brignardello Vela, y el
expresidente de la CONFIEP, Ricardo Briceño. También fueron involucrados la
presidenta del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori y otros miembros de la cúpula de
su partido, como los asesores Ana Herz, Pier Figari y Vicente Silva Checa; así como
dos dirigentes del Partido Popular Cristiano: su expresidenta Lourdes Flores (por
supuestos aportes recibidos en los comicios electorales del 2006 y 2010); y el árbitro en
litigios empresariales Horacio Cánepa (quien falló a favor de la empresa en varias
oportunidades perjudicando al Estado).
En el caso del Perú, de acuerdo a los investigadores judiciales, Odebrecht habría pagado
aproximadamente 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios, que le generaron
más de 143 millones de dólares en beneficios, aunque es probable que el monto de estos
pagos ilícitos haya sido mucho mayor. Ello habría ocurrido entre los años 2005 y 2014,
que corresponden a los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan
García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016). Ya desde noviembre de 2016, la
Fiscalía en el Perú venía investigando el caso conocido desde Brasil como Operación
Lava Jato.2
El entonces presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, dijo que apoyaría en todo lo
que sea necesario para la investigación. Su primer ministro, Fernando Zavala, instó al
Ministerio Público y al Poder Judicial a que llevasen a cabo todas las investigaciones
que correspondan para determinar en qué casos hubo actos de corrupción.
El gobierno había planteado esta cuestión de confianza —la tercera en menos de un año
— sobre el proceso de selección de candidatos del Tribunal Constitucional (TC).
Tras el nombramiento de un nuevo magistrado para el TC —uno de los seis que deben
ser reemplazados por el fin de su periodo—, Vizcarra anunció la disolución de la
cámara y la consecuente convocatoria de elecciones legislativas.
El presidente daba por hecho que, con la votación del magistrado, la cuestión de
confianza le había sido denegada. Pero cuando ya el presidente había iniciado su
intervención pública, el Congreso votó otorgándole la confianza.
Es por esto que argumentan los opositores que el presidente no tenía derecho a disolver
la cámara y algunos hablan de "autogolpe".
El Congreso de Perú aprueba la cuestión de confianza impulsada por el gobierno del
presidente Martín Vizcarra y evita una crisis política
Qué es la "cuestión de confianza" invocada por el presidente Martín Vizcarra y por qué
puede provocar el cierre del Congreso en Perú
El actual Congreso fue elegido en 2016 para un periodo que terminaba en 2021.
En un mensaje televisado, Vizcarra declaró que con la disolución del Congreso buscaba
"dar un fin a esta etapa de entrampamiento político que ha impedido que Perú crezca al
ritmo de sus posibilidades".
Agregó que espera que "esta medida excepcional permita que la ciudadanía finalmente
se exprese y defina en las urnas y mediante su participación el futuro de nuestro país".
La crisis es el reflejo de una abierta división entre el gobierno y el Congreso desde las
elecciones generales de 2016, cuando el partido fujimorista Fuerza Popular logró la
mayoría parlamentaria.
Vizcarra ante eso promovió una serie de reformas para combatir la corrupción, las
cuales lo han enfrentado con el Congreso.
Y la cámara, a su vez, ha boicoteado varios intentos de tomar medidas contra la
corrupción y rechazado los pedidos del mandatario para llevar a cabo elecciones
legislativas.
La última vez que sucedió un hecho similar fue en 1992, cuando el entonces presidente
Alberto Fujimori alegó obstrucción del Parlamento en temas de seguridad y economía.
Sus críticos afirmaron que fue para tapar las investigaciones de corrupción en su contra
y consolidar su poder.
Más allá de ese precendente, la Constitución contempla que las elecciones para
conformar un nuevo Congreso deben realizarse dentro de los cuatro meses siguientes a
la disolución de la Cámara.
Pero tras conocerse la disolución de este lunes, los diputados no solo no abandonaron la
Cámara sino que aprobaron una moción para suspender de sus funciones a Vizcarra
durante 12 meses.
Sin embargo, el decreto publicado en el diario oficial del país subraya que "carece de
validez y eficacia jurídica todo acto relativo a la función parlamentaria realizado por los
congresistas cuyo mandato ha sido revocado".
4. ¿Cuáles fueron las reacciones a la disolución?
Tras conocerse la disolución del Congreso, el centro histórico de Lima y otras ciudades
del país fueron escenario de manifestaciones ciudadanas en respaldo al anuncio de
Vizcarra.
El congresista Jorge del Castillo, del partido Aprista del expresidente Alan García,
calificó el anuncio de "inconstitucional" y aseguró que Vizcarra y sus ministros deberán
"afrontar un juicio penal por haber cerrado el Congreso".
Del Castillo animó a sus colegas parlamentarios a "quedarse en este Congreso" y pidió a
policía y miembros de las Fuerzas Armadas "que no se presten en absoluto a este
divorcio".
"El pueblo nos puso aquí y solo él nos puede sacar con los votos", aseguró.
"Me siento más optimista", "Todos los políticos entran y todos roban": la alegría y el
hastío de los peruanos ante la crisis de la renuncia de PPK y la nueva presidencia de
Martín Vizcarra
Por el contrario, el diputado izquierdista Marco Arana declaró que "este Congreso se ha
ganado a pulso el repudio y la falta de legitimidad de nuestros pueblos", en respaldo a la
disolución del Parlamento.
Pero el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se reunieron
en Palacio de Gobierno con Vizcarra para reafirmar "su pleno respaldo al orden
constitucional y al presidente", informó la presidencia de Perú en Twitter.