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¿Que es un Satélite Artificial?

Se entiende por satélite artificial todo cuerpo fabricado por el hombre y puesto por el
en orbita terrestre, lunar o alrededor de otro astro del Sistema Solar mediante
cohetes. No debe confundirse con sondas interplanetarias, ese es otro tema.

En teoría, el principio fundamental en que se basa la comunicació n vía satélite es


bastante simple, pero resulta muy complejo de llevar a la practica. Una vez situado en
orbita, el satélite de telecomunicaciones es un punto fijo en el espacio que puede ser
utilizado para reflejar o retransmitir una señ al de radio de alta frecuencia.

La señ al de audio, video o de datos que se transmite se envía al espacio y es recibida


por el satélite, que la amplifica y la retrasmite a la tierra. Esto permite que la señ al,
que solamente puede viajar en línea recta, rebote a lo largo de miles de kiló metros
hasta unas localidades situadas en todo el mundo.

Salvo raras excepciones, los satélites de telecomunicaciones son geoestacionarios o


está n colocados en orbita especial, a casi 36.000 Km. de altura sobre el ecuador, con
una velocidad angular igual a la terrestre, por lo que se mantiene fijos respecto a un
punto cualquiera de la superficie de la tierra.

Los satélites artificiales se mueven con arreglo a las mismas leyes que gobiernan el
movimiento de los planetas alrededor del Sol. Describen, por tanto, ó rbitas elípticas,
generalmente de escasa excentricidad; los puntos de sus ó rbitas que está n má s cerca y
má s lejos de la Tierra se denominan, respectivamente, perigeo y apogeo (perigeo y
apogeo cuando se trata de un astro cualquiera); el tiempo que emplean en dar una
vuelta completa es el período, que, en la mayor parte de los satélites terrestres, oscila
alrededor de una hora y media.

Su velocidad varia a lo largo de la orbita, alcanzando un valor má ximo en el perigeo


(punto mas cercano de una orbita elíptica) y mínimo en el apogeo (punto mas lejano
de una orbita de forma eliptica). La puesta en orbita de un satélite requiere
bá sicamente dos operaciones: elevarlo hasta la altura prefijada y comunicarle una
velocidad orbital adecuada para que se mantenga en ella. Por lo general, es
conveniente que el perigeo sea lo mas elevado posible, ya que la ficció n con la
atmosfera impone una serie de limitació n a la vida de los satélites; los hay que solo
han permanecido una pocas horas en orbita, mientras que otros tienen asegurada una
permanencia de centenares de añ os, muchos mas de los que puede durar el
funcionamiento de los aparatos que contienen.

La forma, estructura y características mecá nicas de un satélite artificial dependen de


muchos factores. El má s importante es el volumen de que se dispone cuando se
proyecta, el cual está en funció n de los equipos que debe albergar, y muy
especialmente de la potencia del lanzador en cuya ojiva ha de instalarse.
Un segundo factor condicionante viene dado por la aceleració n que debe soportar, las
vibraciones a que está sometido y la temperatura que debe resistir. Finalmente, los
métodos de estabilizació n y alimentació n de energía imponen una nueva limitació n: la
concepció n de un satélite alimentado por medio de baterías eléctricas será muy
distinta de la de otro que deba utilizar la energía solar por medio de paneles de células
fotoeléctricas.

Actualmente, existen má s miles satélites o restos de ellos en ó rbita alrededor de la


Tierra, de los cuales un buen nú mero no emiten ya ningú n tipo de datos. otros
funcionan só lo en parte y un centenar, aproximadamente, está n en pleno rendimiento.
Los fines a que han sido destinados cubren un amplio campo de aplicaciones, desde
los satélites científicos o militares hasta los de comunicaciones, meteoroló gicos, de
ayuda a la navegació n, etcétera.
Su puesta en ó rbita ha representado un paso importante en el conocimiento del
cosmos, y constituyen la solució n casi perfecta para obtener informació n de lo que
pasa alrededor de la Tierra, aunque, probablemente, será con los laboratorios
espaciales tripulados, como el Skylab, con los que el hombre podrá llevar a cabo las
má s perfectas tomas de datos del espacio que nos rodea.

Cómo se pone en órbita un satélite 


Todos los satélites que se ponen en ó rbita son lanzados con cohetes. Sin embargo
varios satélites fueron llevados y puestos en ó rbita en el compartimiento de cargas de
transbordadores espaciales. Son pocos los países del mundo con empresas
desarrolladoras de satélites íntegramente locales (siendo Argentina el ú nico de
Latinoamérica y el segundo de América, luego de Estados Unidos). También son pocos
los países con capacidad de lanzamiento de cohetes desde su propio territorio.

Los cohetes pueden poner en ó rbita exitosamente satélites de hasta varias toneladas
de masa. En la mayoría de los casos, los cohetes son lanzados verticalmente, para
poder traspasar fá cilmente la parte má s gruesa de la atmó sfera de manera rá pida y
con el menor gasto de combustible posible.

Una vez que el cohete ha sido lanzado hacia arriba, el mecanismo de control del
mismo utiliza un sistema de guiado inercial (sistema que a través de una
computadora con sensores de movimiento y sensonres de rotació n giroscó picos
calcula la posició n, orientació n y velocidad de un objeto en movimiento) para calcular
y realizar ajustes en la trayectoria del cohete para que siga con exactitud la trayectoria
proyectada en el plan de vuelo. En la mayoría de los casos el plan de vuelo indica que
el cohete debe dirigirse hacia el este, dado que la Tierra también gira hacia el este,
dá ndole así un mayor impulso libre al vehículo.

Para entender qué tan importante es el aprovechamiento de este impulso que le da el


movimiento de la Tierra hacia el este a los cohetes veamos lo siguiente: La velocidad
de rotació n de la Tierra sobre su eje es de unos 1660 km/h; por lo que ese
movimiento impulsa al cohete a moverse a mayor velocidad; pero cuá l es la razó n por
la que un cohete que se mueve a muchos miles de kiló metros por hora necesita el
impulso adicional que le da el arrastre del movimiento rotacional del planeta, simple,
ahorro de combustible. Se necesita una gran cantidad de energía para acelerar un
cohete con tanta carga (del satélite que transporta y del propio cohete de varias
toneladas) y por ende una cantidad significativa de combustible, lo que finalmente se
traduce en lo mismo de siempre, dinero, ya que má s combustible significa una misió n
má s cara. Por lo tanto el movimiento de rotació n de la Tierra es un aliado a la hora de
lanzar cohetes que los arrastra y mueve un poco má s rá pido sin necesidad de gastar
má s combustible.

El cohete así debe cruzar la atmó sfera a través de todas sus capas hasta llegar al punto
donde el aire está enrarecido, o sea que tiene bajísima densidad y se acerca al vacío.
Pero para entender esto debemos analizar brevemente a la atmó sfera.

La atmó sfera es una capa de gases (que en conjunto denominamos simplemente aire)
que rodea a nuestro planeta y gracias a la cual podemos vivir ya que contiene el
oxígeno que nos permite respirar. Tiene una altura de unos 700 kiló metros, pero el
95% de dichos gases se encuentran en los primeros 30 kiló metros y el 75% en los
primeros 13 kiló metros. La atmó sfera está compuesta por nitró geno en un 78,08%,
oxígeno en un 20,95%, Argó n en un 0,93% y el 0,04% restante contiene otros gases
como dió xido de carbono, neó n, hidró geno, helio, metano, kriptó n, monó xido de
carbono, ozono y clorofluorocarbonos.
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 La atmó sfera se divide en varias capas:
1 Primero está la tropósfera, la capa má s baja que llega hasta unos 13 kiló metros
o 13.000 metros de altura (todos nosotros vivimos en la tropó sfera, los aviones
comerciales de pasajeros vuelan a unos 12 kiló metros de altura); en la
tropó sfera la temperatura va disminuyendo mientras vamos aumentando de
altura hasta llegar al límite de la misma (denominado tropopausa) donde la
temperatura puede llegar hasta unos -70 C°.
2 Luego viene la estratósfera que va desde los 13 kiló metros hasta unos 48
kiló metros de altura (límite superior llamado estratopausa). Aquí la
temperatura cambia su tendencia nuevamente va aumentando hasta llegar a
ser de unos 0ºC en la estratopausa. Aquí no se perciben movimientos del aire
en direcció n vertical, sin embargo los vientos horizontales pueden llegar a los
200 km/h, haciendo que cualquier sustancia que llega a la estrató sfera se
difunda por todo el globo con rapidez, como ocurre con los gases CFC
(clorofluorocarbonos) que destruyen el ozono que se encuentra justamente en
la estrató sfera y que es tan importante porque absorbe las dañ inas radiaciones
ultravioletas provenientes del Sol. Dado que aquí hay menos partículas en la
que la luz puede reflejarse, el cielo, a diferencia de la estrató sfera, es
constantemente oscuro.
3 La capa que sigue se llama mesósfera, y se extiende entre los 48 y 80 kiló metros
de altura, contiene só lo cerca del 0,1% de la masa total del aire de la atmó sfera.
Dado que en la mesó sfera la temperatura y la densidad del aire son bajas
ayudan a la formació n de turbulencias y ondas atmosféricas de gran escala.
Aquí la temperatura vuelve a disminuir al aumentar la altura hasta llegar a
unos -90 C° en el límite superior de esta capa ubicada a 80 kiló metros de altura
(llamado mesopausa), siendo la menor temperatura que se registra en toda la
atmó sfera terrestre. La mesó sfera es donde gran parte de los meteoritos que
caen a la Tierra se queman dando forma a lo que llamamos coloquialmente
estrellas fugaces.
4 La siguiente capa se llama termósfera, la cual va de los 80 a los 700 kiló metros
de altura. Su nombre proviene del hecho que en partes de esta capa la
radiació n ultravioleta, los rayos X y rayos gamma provenientes del Sol, ionizan
(les arrancan electrones) a los á tomos de sodio y otras moléculas, elevando la
temperatura de los gases que la componen varios cientos de grados. En la
termó sfera ya hay satélites orbitando, también se encuentra la Estació n
Espacial Internacional (un centro de investigació n espacial permanentemente
tripulado que se encuentra a unos 418 kiló metros de altura y donde viven
científicos y astronautas).
Suficiente explicació n acerca de la atmó sfera, ya sabes lo necesario para entender lo
que sigue. Continuemos con el cohete que lleva al satélite.
Una vez que el cohete llega a una altura de unos 193 kiló metros donde el aire está
enrarecido con una densidad muy baja y no ofrece resistencia aerodiná mica al
movimiento, el sistema de navegació n despliega pequeñ os propulsores los cuales
rotan al vehículo en una posició n horizontal. Luego de eso se suelta el satélite,
separá ndose del cohete que lo transportaba; en ese momento los propulsores del
cohete empujan a este ú ltimo para alejarlo del satélite y evitar una colisió n entre ellos.
El lanzamiento de un satélite se da mediante cohetes vectores que los llevan, como
carga, hasta la ó rbita donde comenzará n a brindar servicio.

El proceso de colocació n en ó rbita puede darse en dos o tres etapas. En la imagen se


ve el ejemplo de un cohete que en dos etapas coloca un satélite en una ó rbita de 689
kiló metros de altura. En la primera etapa se acelera el vehículo hasta cierta velocidad
y altura, a partir de ahí, ya a unos 112 kiló metros de altura -donde la acció n de la
gravedad es má s baja-, comienza la segunda etapa en la que se separa el tanque
principal de combustible del cohete, y comienzan a funcionar  los propulsores má s
pequeñ os, pero que como la masa del vector ya es mucho menor no requieren tanto
combustible para llevarlo hasta los 695,8 kiló metros de altura donde se colocará el
satélite.

Finalmente al finalizar la etapa 2, a 689 kiló metros de altura, se separa el satélite de lo


que queda del cohete, y este ú ltimo se aleja, convirtiéndose en basura espacial, aunque
en unos añ os, dada la falta de combustible que le permita mantenerse en ó rbita,
terminará siendo vencido por la gravedad terrestre reingresando a la atmó sfera
donde se desintegrará . Mientras tanto, a partir de ese momento el satélite deberá ser
ajustado y configurado remotamente desde el centro de control terrestre, testeado y
luego comenzará a brindar los servicios por el que fue desarrollado.
Etapas del lanzamiento de un satélite mediante un cohete:

ETAPA 1:

5 Minuto 0: Velocidad 0, altura 0. En la plataforma de lanzamiento


6 1 minuto 4 segundos: Velocidad 2.818 km/h, altura 19,5 kiló metros. Se agotan
los propulsores de lanzamiento.
7 1 minuto 22.5 segundos: Velocidad 3.306 km/h, altura 29,3 kiló metros. Se
separan los propulsores de lanzamiento.
8 4 minutos 24 segundos: Velocidad 18.095 km/h, altura 112 kiló metros. Se
termina el combustible del tanque principal del cohete y se separa.
ETAPA 2:

• 4 minutos 40 segundos: Velocidad 18.077 km/h, altura 112,2 kiló metros. Se


enciende el propulsor de la cabeza del cohete.
• 4 minutos 45 segundos: Velocidad 18.116 km/h, altura 125,6 kiló metros. Se
separa la carcasa del cohete para perder masa en kilogramos y ganar
rendimiento al necesitar menos combustible para mover el vehículo ahora má s
liviano (esto se llama carenaje).
• 11 minutos 16 segundos: Velocidad 28.567 km/h, altura 188,5 kiló metros.
Comienza a subir la cabeza del cohete que queda hasta la ó rbita satelital.
• 1 hora 0 minutos 12 segundos: Velocidad 27.039 km/h, altura 690 kiló metros.
Se acerca a la altura de la ó rbita satelital.
• 1 hora 2 minutos 20 segundos: Velocidad 27.042 km/h, altura 689,9
kiló metros. Se suelta la carga (satélite) que lleva el vehículo vector (cabeza del
cohete).
• 1 hora 35 minutos 15 segundos: Velocidad 27.037 km/h, altura 695,8
kiló metros. Se aleja lo que queda del cohete del satélite colocado. A partir de
ese momento comienzan los ajustes del satélite remotamente desde el centro
de control terrestre para que cominece a brindar sus servicios. Lo que queda
del cohete se convierte en basura espacial.

Sistema de guiado inecial


Antes se mencionó que el cohete debe ser controlado con extrema precisió n para
colocar a un satélite en la ó rbita deseada. Para eso se utiliza lo que llamamos un
sistema de guiado inercial (IGS - del inglés Inertial Guidance System), el cual se
encuentra dentro del cohete que transporta al satélite. El sistema de guiado inercial
puede deteminar la posició n y orientació n precisa del cohete midiendo cada una de
las aceleraciones que el cohete experimenta utilizando una serie de aceleró metros
(medidores de aceleració n de un vehículo) y giró scopios (dispositivos que miden la
rotació n y orientació n de un vehículo) que trabajan en conjunto. Los ejes de los
giroscopios se encuentran montados en cardanes (un cardá n es un dispositivo que
une dos ejes no colineales, permitiendo transmitir la rotació n de uno al otro a pesar de
su no colinealidad) y cada uno de ellos siempre apunta en la misma direcció n. Esta
plataforma estable contiene aceleró metros que registran los cambios de aceleració n
en los tres ejes.
Si se sabe exactamente dó nde se encuentra el cohete al momento del despegue (cosa
que obviamente se sabe) y se le suman cada una de las distintas aceleraciones
ocurridas en cada uno de los tres ejes (X, Y, Z) se puede calcular la posició n actual del
cohete, ya que cada aceleració n registrada queda guardada en la memoria de una
compuadora y simplemente hay que sumarlas todas al punto de partida para obtener
la posició n actual.De aquí también se concluye que es necesaria una pequeñ a
computadora de a bordo con un programa que pueda realizar esos cá lculos.
Altura y velocidad de los satélites
Los cohetes deben acelerar hasta una velocidad de por lo menos 40.320 km/h para
poder escapar de la gravedad de la Tierra y poder así viajar por el espacio, a esta se la
denomina velocidad de escape. Sin embargo en el caso de los satélites no es necesario
desarrollar la velocidad de escape terrestre, ya que es mucho mayor de lo requerido
para colocar un satélite en ó rbita. De hecho en el caso de los satélites el objetivo no es
escapar de la gravedad terrestre sino que balancear al artefacto en una ó rbita
determinada, ni má s lejos ni má s cerca.
La velocidad orbital es aquella necesaria para lograr un equilibrio entre la atracció n
gravitatoria de la tierra y la inercia propia del movimiento del satélite (la inercia es la
propiedad que tienen los cuerpos de mantener su estado de reposo o movimiento); o
sea lograr un balance entre la fuerza que atrae al satélite hacia la Tierra y la tendencia
propia que tiene el satélite de seguir moviéndose alejá ndose del planeta en línea recta.
Por ejemplo, dicha velocidad de equilibrio es de 27.359 km/h para un satélite
colocado a una altura de 242 kiló metros. Si no fuese por la gravedad terrestre que
mantiene "atado" al satélite, la inercia de su movimiento lo haría seguir alejá ndose de
la Tierra para siempre en el espacio universal. No obstante, incluso con la gravedad
terrestre, si el satélite se mueve demasiado rá pido, eventualmente terminará
escapá ndose de la atracció n terrestre; pero por otro lado, si se mueve muy lentamente
la fuerza gravitatoria terrestre lo teminará arrastrando haciendo que entre a la
atmó sfera, se incinere y finalmente termine desintegrá ndose. Por lo tanto es necesario
ajustar la velocidad orbital del satélite exactamente para balancear la inercia y la
fuerza gravitatoria terrestre y hacer que el satélite se mueva constantemente en una
ó rbita curva similar en forma a la de la superficie del planeta, en lugar de seguir
volando en línea recta escapá ndose hacia el espacio o por el contrario cayendo
nuevamente a la Tierra.
La velocidad orbital del satélite depende de su altitud sobre la superficie de la Tierra.
Cuanto má s cerca, o bajo, se encuentre, se necesitará una mayor velocidad orbital. Por
ejemplo a una altura de 200 kiló metros, la velocidad orbital necesaria para balancear
al satélite es de unos 27.400 km/h; pero para mantener en ó rbita a un satélite que se
encuentra a 35.786 kiló metros de distancia (satélite de tipo geoestacionario, del cual
hablaremos má s adelante) se requiere una velocidad de 11.300 km/h.

Puesto que a 35.786 kiló metros de altura la circunferencia de la ó rbita que debe
recorrer el satélite es de 271.200 kiló metros, a una velocidad de 11.300 km/h tardará
exactamente 24 horas en dar una revolució n completa alrededor del planeta
(271.200 / 11.300 = 24). Entonces como la Tierra también rota una vez cada 24 horas
-un punto cualquiera del planeta tarda 24 horas en dar una revolució n completa- un
satélite ubicado a 35.786 kiló metros de distancia y que viaja a 11.300 tendrá una
posició n fija en relació n a un determinado punto de la Tierra; porque ambos tardan 24
horas en cubrir un período completo, dando el efecto de estar siempre el satélite
exactamente encima de ese punto. A este tipo de satélite como ya se dijo antes se lo
denomina Geoestacionario, y eso es porque parece estar estacionario sobre un punto
determinado del planeta. La ó rbitas geoestacionarias son ideales para satélites de
comunicació n (má s adelante se explicará con má s detalle esto).
Esa distancia no se tomó arbitrariamente, sino que si se toma una má s cercana, la
velocidad de equilibrio haría que el satélite diera una revolució n completa alrededor
del planeta en menos de 24 horas (cuanto má s cerca se encuentra un objeto, la
velocidad que lo equilibra en una ó rbita determinada para que no escape de la
gravedad terrestre ni tampoco sea atraído hacia el planeta es mayor y hace que de
má s de una vuelta alrededor de la Tierra); y si se llegara a elegir una distancia
superior a 35.786 kiló metros, la velocidad de equilibrio del satélite haría que tardara
má s de 24 horas en dar una vuelta completa alrededor de nuestro planeta; por lo que
sí o sí para que un satélite sea geoestacionario (se encuentre siempre por encima de
un determinado punto del planeta) debe colocarse a 35.786 kiló metros por encima de
la superficie.

La Luna se encuentra a una distancia de 384,600 kiló metros, y viaja a una velocidad de
equilibrio de 3700 km/h y su ó rbita tarda 27,3 días en dar una revolució n completa
alrededor de nuestro planeta. Como ya habrá s notado, la velocidad orbital de la Luna
es muy inferior; si fuera superior se escaparía para siempre y si fuese inferior
terminaría "cayendo" a la Tierra, provocando un catastró fico impacto que terminaría
con todo tipo de vida sobre la faz del planeta.
Cuanto má s alta es la ó rbita, el satélite podrá permanecer má s tiempo en dicha ó rbita
funcionando. A menor altura, el satélite entra en contacto con trazas de atmó sfera
(partículas) las cuales crean mayor arrastre o roce, desacelerando al artefacto que con
el tiempo hace que la trayectoria pierda altura, decaiga y finalmente sea vencido por la
gravedad terrestre entrando nuevamente a la atmó sfera donde termina incinerá ndose
y desintegrá ndose. Por el contrario, a mayores alturas donde el vacío (falta de aire)
del espacio es casi completo, no hay tanta fricció n o arrastre que desacelere al satélite,
permitiendo que el mismo se mantenga en ó rbita por muchos añ os e incluso décadas o
siglos; un gran ejemplo es la Luna.
Los satélites por lo general comienzan su misió n en una trayectoria elíptica (circular
ovalada); pero desde la estació n de control en la Tierra, pueden controlar
remotamente unos pequeñ os propulsores con los que se puede corregir la ó rbita del
artefacto. Si se activan los propulsores justo cuando el satélite se encuentra en el
apogeo de la elipse (punto má s distante de la ó rbita desde la Tierra) y se lo impulsa de
manera leve en direcció n a una trayectoria de vuelo má s circular (hacia adentro del
círculo), el perigeo (parte de la ó rbita elíptica má s baja o cercana a la Tiera) se aleja
del planeta, dando como resultado una trayectoria orbital má s circular para el satélite.
Estas correcciones se deben realizar cada cierto período de tiempo (meses o añ os) si
la ó rbita tiende a modificarse.
Alturas y velocidades de satélites
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Qué es una ventana de lanzamiento
Una ventana de lanzamiento es un período de tiempo durante el cual es má s
apropiado lanzar un vehículo al espacio para que realice un determinado tipo de
tarea.
Por ejemplo en el caso de satélites que deben pasar por encima de ciertas regiones a
una determinada hora del día, puesto que el satélite siempre viajará a la misma
velocidad y altura de equilibrio, sin poder acelerarlo o desacelerarlo, salvo para
corregir la trayectoria de su ó rbita (como ya se explicó anteriormente) deberá
lanzarse a una determinada hora que permitirá que a partir de entonces a esa
velocidad y altura luego siempre pase en el mismo momento del día por ciertas
regiones sobre las que brindará sus servicios.Pero la ventana de lanzamiento también
es algo que hay que tener en cuenta al momento de querer lanzar otros vehículos
espaciales, por ejemplo las naves no tripuladas interplanetarias como aquellas que se
envían a Marte u otros planetas. En el caso concreto de naves que se envían a Marte,
dado que todos los planetas orbitan alrededor del Sol a distintas velocidades y
distancias (radios) del astro rey, las distancias y direcciones entre ellos varían día a
día, por lo que siempre se tiende a elegir una fecha de lanzamiento que hará que al
momento del encuentro entre la nave y el planeta Marte (o cualquier otro planeta de
destino) su distancia de la Tierra sea la menor posible y así ahorrar tiempo y energía
obviamente (y claro está dinero).Si el lanzamiento es suspendido por algú n motivo
imprevisto como mal tiempo o algú n desperfecto técnico o demora en la preparació n
de la nave, no se podrá lanzar la misma hasta la pró xima ventana de lanzamiento;
aunque en el caso de los satélites el tiempo que divide dos períodos de ventana de
lanzamiento es muy inferior al del requerido para el envío de naves interplanetarias,
siendo para el primer caso de un día (ya que simplemente se espera a la hora
calculada que cada 24 horas obviamente se repite) y para el segundo de varios meses
o incluso má s de un añ o.
Por eso respetar el horario de lanzamiento planificado es fundamental para que el
satélite pueda brindar los servicios proyectados, siendo una de las variables que
marcan el éxito o el fracaso de una misió n.
USO EN TELEFONÍA Y TELEVISIÓN: En una primera fase, los satélites nacionales
estadounidenses se utilizaron principalmente para comunicaciones telefó nicas de
larga distancia; las transmisiones televisivas aparecían só lo esporá dicamente. En
1975. un servicio estadounidense de televisió n de pago, con menos de 60.000
abonados, anunció que utilizaría un satélite nacional para distribuir sus programas a
las redes de TV vía cable de todo el país. El 30 de septiembre de 1975, Home Box
Office Inc. (HBO) distribuyó a redes vía cable afiliadas, de Florida y Mtssissippi, la
retransmisió n en directo del encuentro de boxeo, vá lido para el campeonato mundial
de los pesos pesados, entre Muhammad Alí y Joe Frazier.
Poco después, otros servicios se unieron a HBO a bordo del satélite Satcom e iniciaron
el desarrollo de miles de redes vía cable en todo Estados Unidos. Mientras HBO
organizaba su sistema de distribució n vía satélite, la NASA se dedicaba a llevar su
satélite experimental ATS-6 a una ó rbita temporal sobre el océano índico. Había
prestado el ATS-6 a la India como parte del Satellite Instructional Televisió n
Experiment (SITE), para mostrar có mo la tecnología de los satélites podía servir para
distribuir programas educativos directamente a terminales de comunicaciones
distribuidos por zonas del Tercer Mundo.
USO EN METEREOLOGÍA: Aunque las imá genes del tiempo proporcionadas por el
Meteosat aparecen todos los días en las televisiones europeas, la mayoría de nosotros
no nos damos cuente de hasta qué punto dependemos de las previsiones
meteoroló gicas precisas. Solamente en términos de ahorro de recursos, la
contribució n de la meteorología europea es considerable.
La importancia de la meteorología en muchos campos de la actividad humana hizo
comprender rá pidamente a Europa que, para las previsiones del tiempo, no era
posible depender de otros países. Así, uno de los primeros empeñ os de la Agencia
Espacial Europea fue precisamente lanzar satélites meteoroló gicos.
El primero de la serie fue puesto en ó rbita en noviembre de 1977. Se trataba del
Meteosat-1, seguido del Meteosat-2 en junio de 1981. El Meteosat-3 fue llevado al
espacio en junio de 1988; en marzo de 1989 le tocó el turno al Meteosat-4, llamado
también MOP-1; en marzo de 1991 partió el Meteosat-5 o MOP-2 y, en noviembre de
1993, el Meteosat-6 o MOP-3. Actualmente, tres de ellos todavía está n en activo: el
MOP-1, el MOP-2 y el MOP-3, que giran alrededor de la Tierra a 36.000 km de altura
en ó rbita geoestacionaria.
USOS CIENTÍFICOS: para estudio del universo y de los cuerpos celestes, para
fotografías la superficie terrestre y analizar suelos, relieves, recursos naturales y
cualquier tipo de otra informació n que sea complicado su acceso. (ampliar este uso
desde aquí)
USO COMO G.P.S.: El Global Positioning System es una red de satélites que identifica
con extrema precisió n cualquier posició n, y gracias a la cual es imposible perderse.
Hasta no hace mucho, todo aquel que se aventuraba en pleno océano só lo disponía
para calcular su posició n de la observació n de las estrellas o del uso de la brú jula y el
sextante. Ahora, gracias a la moderna tecnología de los satélites, es posible efectuar
esta operació n de un modo má s sencillo.
Con la simple presió n de un botó n de un pequeñ o instrumento portá til, el Global
Positioning System (Sistema de Posicionamiento Global), podemos determinar nuestra
posició n con un error de pocos metros. Esta tecnología va destinada a pilotos,
marinos, alpinistas y a cualquier individuo que desee o deba conocer su propia
posició n con un margen de error muy pequeñ o.
El empleo de satélites para la navegació n o la determinació n de localizaciones no es
nuevo. En 1959, la Marina militar norteamericana lanzó su primer satélite Transit
para uso de los submarinos lanzamisiles Polaris y de los buques de combate de
superficie; este sistema permitía determinar la posició n con un error de 150 metros.
El Global Positioning System es todavía má s preciso. Establecido y controlado por las
fuerzas armadas estadounidenses, utiliza una red de 24 satélites Navstar, 21 de los
cuales está n en activo y tres son de reserva, colocados en seis planos orbitales que se
cruzan a una altura de 20.000 km. El primero de estos satélites fue lanzado en 1978,
pero el sistema no llegó a ser operativo hasta 1987, cuando hubo en ó rbita 12
satélites; en diciembre de 1993, la red quedó completada.

9 SATÉLITES CLIMÁTICOS: Son una herramienta esencial para que los


meteoró logos puedan predecir el clima o conocer lo que está sucediendo en el
mismo intante en distintas regiones de un país o del mundo. La mayor parte de
los satélites meteoroló gicos fueron fabricados por Estados Unidos, Rusia,
Japó n, Francia, y en parte Alemania, Italia y Gran Bretañ a. Son administrados
por Estados UNidos, Rusia, Japó n y un consorcio de naciones europeas. Algunos
de los satélites climá ticos má s famosos incluyen a las series TIROS (Television
Infrared Observation Satellite - Satélite de Observació n Infrarroja para
Televisió n. Aunque hoy son conocidos como NOAA por ser administrados por
la National Oceanic and Atmospheric Administration o Administració n
Oceá nica y Atmosférica Nacional); KOSMOS (de la Unió n Soviética y luego
Rusia); GOES (satélites estadounidenses cuyas siglas significan Geostationary
Operational Environmental Satellite o en españ ol Satélite Operacional
Ambiental Geoestacionario) y METEOSAT (una serie de satélites
meteoroló gicos europeos construidos por las empresas de tecnología
aeroesacial francesas Aérospatiale, Cannes Mandelieu Space Center, Matra, la
alemana MBB, la italianas Alenia Aeronautica, y la britá nica Marconi Company).
Esto satélites cuentan con cá maras que envían fotos del clima terrestre,
algunos desde una posició n fija geoestacionaria (a 35.786 kiló metros de altura
siempre fotografiando la misma franja del planeta) y otros desde ó rbitas
polares (que giran de polo a polo a unos 850 kiló metros de altura, completando
una revolució n en 100 minutos, por lo que cada vez que hayan completado una
vuelta la Tierra ya ha girado unos 25°, permitiendo así que fotografíen una
franja distinta tras cada vuelta). Los satélites climá ticos geoestacionarios son
los de la serie GOES (hacia 2013 con cuatro satélites en operació n que cubren
varias partes del globo terestre, y siendo el GOES-10 el que cubre el clima de
América) y los METEOSAT europeos; mientras que los de ó rbita polar son los
de la serie TIROS (también conocida como NOAA).
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• SATÉLITES DE COMUNICACIÓN: Permiten conversaciones telefó nicas y envío
de datos a través del satélite. El elemento má s importante de un satélite de
comunicaciones es el transpondedor (un receptor de ondas de radio que recibe
una conversació n a cierta frecuencia y luego la amplía retransmitiéndola
nuevamente a la Tierra en otra frecuencia. Normalmente un satélite de
comunicaciones contiene cientos o incluso miles de transpondedores que
permiten miles de comunicaciones simultá neas. Los satélites de
comunicaciones tienen ó rbitas geoestacionarias, así las antenas en la Tierra
que les envían y reciben las señ ales no se tienen que mover y siempre apuntan
hacia la misma direcció n del cielo donde el satélite se encuentra. 
• SATÉLITES DE TRANSMISIÓN TELEVISIVA: Son iguales a los satélites de
comunicació n y son utilizados para enviar señ ales televisivas de un lugar a otro
para permitir transmisiones en vivo o el envío de señ ales de empresas de
televisió n satelital (como Direct TV) de la estació n de transmisió n a las casas
de cada uno de los clientes suscriptos.   
• SATÉLITES CIENTÍFICOS: Realizan una gran variedad de misiones científicas.
El satélite científico má s famoso es el Telescopio Espacial Hubble, ubicado en
una ó rbita a 559 kiló metros de altura con un período (tiempo en completar
una vuelta alrededor de la Tierra) de 96-97 minutos, una longitud de 13,2
metros y una masa de 11.110 kg; se ha encargado durante añ os de tomar las
imá genes provenientes de los lugares má s lejanos del universo con que cuenta
la humanidad ubicados a miles de millones de añ os luz de la Tierra. También
existen otros satélites científicos que investigan todo tipo de fenó menos
naturales que van desde manchas solares hasta rayos gamma. 
• SATÉLITES DE NAVEGACIÓN: Utilizados para que los aviones y barcos puedan
navegar, aunque en los ú ltimos añ os han sido puesto a disponibilidad civil, ya
que hoy todo tipo de vehículos civiles hacen uso de ellos a través del servicio
brindado por los satélites de GPS (Gobal Positioning System o Sistema de
Posicionamiento Global) de la serie NAVSTAR de fabricació n y administració n
estadounidense.
•  
• SATÉLITES DE RESCATE:  Responden a señ ales de radio de vehículos
extraviados (por ejemplo buques en peligro o aviones caídos en zonas
inhó spitas) las cuales son enviadas a equipos de rescate para situaciones de
emergencia. 
• SATÉLITES DE OBSERVACIÓN TERRESTRE: Observan cambios de todo tipo
en distintas regiones del planeta, como por ejemplo deforestaciones, cobertura
de hielo en los polos o zonas de glaciares, crecimiento y desarrollo de zonas
urbanas, temperaturas promedio de distintas regiones del planeta, movimiento
de continentes, etc. Los má s famosos son los satélites de la serie LANDSAT de
origen estadounidense. 
• SATÉLITES MILITARES: Son satélites que aunque estén ahí arriba nuestro, su
informació n es confidencial. Este tipo de informació n incluye inteligencia
estatal que hace uso de equipos sofisticados de fotografía de alta tecnología
electró nica, para reconocimiento de actividades en distintos países del mundo
(operaciones militares de países investigados, bú squeda de narcotraficantes y
grupos paramilitares, etc). Algunas de sus aplicaciones incluyen el
relevamiento de datos de comunicació n encriptados entre distintos puntos de
la Tierra, monitoreo de operaciones con energía nuclear, observació n del
movimiento de tropas, alerta de lanzamiento de misiles, fisgoneo fotográ fico de
distintas regiones del mundo, etc. Por lo que toda actividad realizada hoy en la
Tierra puede ser tranquilamente observada por las Fuerzas Armadas de los
países má s poderosos del mundo gracias a estos satélites que literalmente
pueden observar todo lo que sucede aquí abajo.

Telescopio Hubble - Cliquear para ver la imagen en grande


 
Estació n Espacial Internacional - Cliquear para ver imagen en grande
 
Ahora que ya conoces los distintos tipos de satélites podemos investigar qué
contienen en su interior. A pesar de los distintos tipos de satélites que existen y los
diferentes servicios que brindan, hay una gran cantidad de elementos en comú n que
se pueden encontrar en todos ellos; entre los que se incluyen:
• Todos ellos cuentan con una carcasa de metal o de un compuesto de distintos
materiales, llamada el bus del satélite. Dentro del bus se colocan todos los
dispositivos que permiten a los satélites brindar los servicios para los que han
sido desarrollados. Por otra parte el bus siempre debe ser lo suficientemente
resistente para soportar el lanzamiento y las distintas condiciones a las que se
verá expuesto en el espacio un satélite. 
• Todos ellos cuentan con una fuente de energía que por lo general está
compuesta por celdas recolectoras de energía solar y baterías para su
almacenamiento. Las matrices de celdas solares proveen energía para cargar
las baterías recargables. Algunos diseñ os nuevos incluyen el uso de celdas de
combustible de hidró geno (generando energía eléctrica a partir de hidró geno).
La disponibilidad de energía es vital para la mayor duració n posible del tiempo
de vida de un satélite. Se han utilizado muy pocas veces satélites que
funcionaban a partir de energía nuclear, pero luego de un accidente ocurrido
con el satélite soviético Kosmos 954 en enero 24 de 1978, que luego de una
falla en la separació n del reactor nuclear antes de su reingreso a la Tierra,
provocó que el mismo reingrese junto al resto de satélite y al desintegrarse, los
desechos nucleares cayeran desparramá ndose sobre el norte de Canadá ; lo
cual puso en emergencia a la regió n y la posterior puesta en marcha de una
operació n de limpieza ambiental. El estado de los sistemas de energía son
constantemente monitoreados desde los centros de control en la Tierra, en
donde se reciben los datos por medio de señ ales telemétricas (de medició n a
distancia) enviadas desde los satélites. 
• Todo satélite contiene una computadora de a bordo para controlar y
monitorear los distintos sistemas y dispositivos del mismo. 
• Todos los satélites cuentan con un sistema de señ ales de radio y antenas
receptoras y emisoras de dichas señ ales. Como mínimo deben tener un
receptor/transmisor de señ ales de radio para que desde el centro de control
terrestre se pueda monitorear su estado de funcionamiento. Muchos satélites
pueden ser controlados desde tierra para que realicen diversas tareas desde
cambiar la ó rbita hasta reprogramar el sistema de la computadora de a bordo. 
• Todos ellos cuentan con un sistema de control de incinació n (Attitude Control
System o ACS). El ACS mantiene al satélite apuntando siempre en la direcció n
correcta. Por ejemplo el el Telescopio Espacial Hubble tiene un sistema de
control muy complejo para que el telescopio pueda apuntar durante varias
horas o incluso días hacia la misma direcció n en el espacio universal a pesar de
orbitar a una velocidad de 27.359 km/h. Dicho sistema de control está
compuesto por un conjunto de dispositivos que incluyen giroscopios (para
medir la inclinació n), aceleró metros (para medir la aceleració n), un sistema
estabilizador de ruedas de reacció n (la rueda de reacció n es un artefacto que se
utiliza en vehículos espaciales para cambiar su momento angular sin consumir
combustible), propulsores y un conjunto de sensores que determinan la
posició n del artefacto guiá ndose con las estrellas.
Satélite por dentro - Cliquear para ver en grande

Orbita Satelital y sus coberturas

Tipos de órbitas satelitales


 
Hay tres tipos de órbitas satelitales dependiendo de la posición del
satélite en relación a la supericie terrestre.
11 ÓRBITAS GEOESTACIONARIAS: También se las conoce
como órbitas geosíncronas o síncronas (sincrono significa que
algo va al mismo tiempo o es simultáneo, refiriéndose en este
caso a que el satélite se mueve a la misma velocidad en que
gira la Tierra, o sea que se mueve en simultáneo en relación a
un punto determinado del planeta). Los satélites
geoestacionarios siempre están posicionados fijos sobre un
mismo punto del planeta. Muchos satélites geoestacionarios
están colocados sobre una banda a 35.786 kilómetros por
encima del la línea del Ecuador (lo que sería a casi una
décima de la distancia a la Luna que se encuentra a unos
384.600 kilómetros). Sin embargo la banda de
"estacionamiento" o "parqueadero" de satélites sobre la línea
del Ecuador se está congestionando con varios cientos de
satélites de transmisiones televisivas, meteorológicos y de
comunicación; por lo que cada satélite debe ser colocado en
órbita con mucho cuidado y precisión para evitar que las
señales que emite interfieran con las señales de algún satélite
vecino adyacente. Tanto los satélites meteorológicos como los
de comunicación y los de transmisiones televisivas utilizan
órbitas geoestacionarias. Gracias a las órbitas
geoestacionarias las antenas de televisión satelital pueden
instalarse en una posición fija siempre apuntando hacia la
misma dirección.  
12 ÓRBITAS ASÍNCRONAS: Son las órbitas de menor altura que
hacen que los satélites no giren en simultáneo a un
determinado punto fijo del planeta, pasando varias veces al
día por encima del mismo punto de la Tierra. La mayoría
promedian una altura de 600-700 kilómetros. 
ÓRBITAS POLARES: Son órbitas de baja altura (en comparación a
las geoestacionarias) y en cada revolución pasan por encima de los
polos del planeta. Dado que la órbita polar se mantiene fija en el
espacio mientras la Tierra rota dentro de la misma (o sea que la
órbita no gira hacia el este junto al planeta), esto hace que gran
parte del planeta pase por debajo de un satélite de órbita polar. Por
ejemplo si un satélite da un giro completo alrededor de la Tierra en
unos 90 minutos (pasando por los polos de sur a norte y luego de
norte a sur 16 veces al día), el planeta habrá girado en ese tiempo
unos 22,5° hacia el este, por lo que con cada pasada el satélite
cubrirá una buena porción del planeta de unos 22,5° de ancho
(recordemos que un giro completo es de 360°). Dada su gran
cobertura estos satélites son excelentes para la realización de
mapeos y tomas fotográficas de todo el planeta.

Los satélites que vuelan en ó rbitas polares proporcionan una visió n má s global de la
Tierra, girando con una inclinació n (á ngulo entre el plano ecuatorial y el plano de la
ó rbita del satélite) cerca de la polar (una verdadera ó rbita polar tendría una
inclinació n de 90 grados). Orbitando a una altura de 700 u 800 Km., estos satélites
cubren de mejor forma las partes del mundo má s difíciles de cubrir in situ (en el sitio).
Por ejemplo, se puede ver McMurdo, en la Antá rtica, en 11 o 12 de los 14 pases diarios
del satélite de ó rbita polar NOAA.
Estos satélites operan en una ó rbita sincronizada con el sol. El satélite pasa cada día el
ecuador y cada latitud a la misma hora solar local, lo cual quiere decir que el satélite
pasa por encima de nuestras cabezas a la misma hora solar a lo largo de todas las
estaciones del añ o. Esta característica permite la recogida regular de datos en horas
consistentes así como comparaciones a largo plazo. El plano orbital de una ó rbita
sincronizada con el sol debe también rotar aproximadamente un grado al día para
mantenerse con respecto a la Tierra.

Órbitas inclinadas
Las órbitas inclinadas están entre las dos anteriores. Tienen
una inclinación entre 0 grados (órbita ecuatorial) y 90
grados (órbita polar). Estas órbitas pueden estar
determinadas por la región de la Tierra que es de mayor
interés (es decir, un instrumento que quiera estudiar los
trópicos debería estar situado en un satélite de baja
inclinación), o por la latitud del lugar de lanzamiento. La
altura de la órbita de estos satélites generalmente es del
orden de unos cientos de kilómetros por lo que el periodo
orbital es del orden de unas cuantas horas. Sin embargo,
estos satélites no están sincronizados con el sol y, por
tanto, ven cada lugar de la tierra a diferentes horas.
También puede encontrar varios instrumentos de rastreo
por satélite que le mostrarán varias órbitas
Altura de satélites artificiales
 
Los satélites artificiales orbitan por encima de la Tierra a distintas alturas
dependiendo del tipo de servicio que brindan. A continuació n se describirá n los
distintos tipos de satélites que orbitan el planeta segú n su altura comenzando de
abajo hacia arriba. 
 
ÓRBITAS ASÍNCRONAS: 130 - 2000 kilómetros de altura (segmento de órbitas
terrestres bajas)
 
Se incluyen satélites de observación, los cuales por lo general orbitan a alturas que van
de 480 a 970 kiló metros, entre sus principales tareas se cuenta la de tomar fotografías
del planeta. Un ejemplo de satélite de observació n es el Landsat 7 el cual realiza las
siguentes funciones:

13 Mapeado del terreno


14 Movimientos de capas de hielo, témpanos retroceso de glaciares o playas
costeras.
15 Localizació n de cambios medioambientales como la desaparició n de bosques.
16 Registro de depó sitos y yacimientos minerales.
17 Bú squeda de problemas en cultivos agrícolas. 
Entre los satélites de esta clase también se incluyen los de rescate, los cuales
retransmiten las señ ales de radio enviadas por aviones o buques en peligro a una
estació n de rescate de emergencia cercana al punto del siniestro.
El transbordador espacial funcionaba como un satélite tripulado (con la diferencia que
volvía a la Tierra y podía ser utilizado una y otra vez), que orbitaba a alturas de
ó rbitas asíncronas y entre cuyas principales tareas estaban las de reparació n de
satélites que ya se encontraban en ó rbita o la construcció n de espaciones espaciales
como la actual Estació n Espacial Internacional. 

ÓRBITAS ASÍNCRONAS: 4800 - 10.000 kilómetros de altura (segmento de órbitas


terrestres medias)

Muchos satélites de investigació n científica se encuentran a alturas de entre 4800 y


10.000 kiló metros de altura. Envían sus datos de investigació n a la Tierra vía señ ales
de radio. Algunas de las aplicaciones principales de los satélites científicos incluyen:

• Investigació n de flora y fauna regionales.


• Investigaciones geoló gicas como el movimiento de continentes o monitoreo de
volcanes.
• Control y seguimiento de ecosistemas.
• Investigació n astronó mica a través de satélites astronó micos de señ ales
infrarrojas.
• Investigació n física, como el estudio de la NASA de microgravedad (o el
funcionamiento de las cosas a gravedad cero), o misiones que estudian la física
solar.
 

ÓRBITAS ASÍNCRONAS: 10.000 - 23.000 kilómetros de altura (segmento de


órbitas terrestres medias)

Para navegació n, el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América


desarrolló el Sistema de Posicionamiento Global (Global Positioning System - GPS). El
GPS utiliza satélites ubicados a alturas entre 10.000 y 19.300 kiló metros de altura.
Estos satélites sirven para determinar la ubicació n exacta del dispositivo GPS que
recibe señ ales del satélite. El receptor GPS puede está r ubicado, en un buque en alta
mar, en una nave espacial, en un avió n, en un automó vil, o simplemente en tu bolsillo.
Dado que esta tecnología ha sido puesta a disponibilidad de los civiles y que los
precios de los receptores GPS han caído estrepitosamente, hoy estos receptores que
dependen completamente de una serie de satélites construdos y desplegados por el
gobierno de los Estados Unidos está n al alcance de cualquier persona. 

ÓRBITAS GEOESTACIONARIAS: 35.786 kilómetros de altura

Una ó rbita geoestacionaria (GEO = geosincronizada) es aquella en la que el satélite


siempre está en la misma posició n con respecto a la Tierra (que rota). El satélite orbita
a una altura de aproximadamente 35790 Km. porque esto hace que el periodo orbital
(la duració n de una ó rbita) sea igual al periodo de rotació n de la Tierra (23h 56m
4.09s). Al orbitar al mismo ritmo y en la misma direcció n que la Tierra, el satélite esta
estacionario (sincronizado con respecto a la rotació n de la Tierra).

Los satélites geoestacionarios proporcionan un panorama de observació n muy amplio


permitiendo estudiar eventos meteoroló gicos. Esto es especialmente ú til para
observar tormentas locales severas y ciclones tropicales.

Debido a que la ó rbita geoestacionaria debe estar en el mismo plano que el de


rotació n de la Tierra, el plano ecuatorial, esto proporciona imá genes distorsionadas de
las regiones polares con baja resolució n espacial.

Como ya se mencionó anteriormente los satélites meteoroló gicos que nos envían
imá genes de las condiciones climá ticas de diversas regiones, por lo general se
encuentran a 35.786 kiló metros por encima de la línea del Ecuador alrededor del
planeta. Se pueden recibir directamente las imá genes de los satélites meteoroló gicos a
través de receptores especiales de ondas de radio enviadas por dichos satélites o de
programas para la computadora o el celular (al final del artículo se puede chequear
una lista con links de descargas gratuitas de diversos programas de recepció n de
informació n y datos en vivo de todo tipo de satélites).
También como ya se dijo, varios tipos de transmisiones telefó nicas (de larga distancia
particularmente), televisivas, de imá genes y de datos a puntos distantes entre sí, se
envían a través de satélites de comunicació n. Por lo general las llamadas telefó nicas
que hacen uso de satélites de comunicació n tienen un retraso (delay) de entre 500
milisegundos y 1 segundo de ida y vuelta, por lo que muchas veces este tipo de
comunicaciones se ganan el descontento de los interlocutores; pero eso ocurre
simplemente porque eso es lo que tardan las señ ales (que viajan a casi la velocidad de
la luz o 300.000 kiló metros por segundo) en viajar de un teléfono a la central
telefó nica que tiene una antena que las envía hasta el satélite y este a su vez las
retransmite a otro punto del planeta o a otro satélite si la ubicació n del otro
interlocutor se encuentra del otro lado del mundo (dado que las ondas
electromagnéticas de las que está n hechas estas señ ales viajan en línea recta y no
pueden dar la vuelta al mundo por sí solas, deben rebotar de un satélite a otro, hasta
posicionarse del lado del planeta del otro interlocutor) y de ahí enviarlas a la antena
receptora de la central telefó nica de la ciudad donde se encuentra este ú ltimo y de ahí
a su teléfono; y luego su respuesta realizará un viaje similar pero en sentido opuesto,
dando como resultado un retraso de entre medio segundo y 1 segundo, dependiendo
de la ubicació n de los interlocutores.

Los satélites de comunicació n son prá cticamente estaciones retransmisoras de ondas


o señ ales de radio. Los platos de antenas receptoras de señ ales satelitales cada vez son
má s pequeñ as gracias a que cada vez son má s potentes los transmisores de los
satélites. Otros servicios que utilizan satélites de comunicació n son:

• Transmisió n de noticias de agencias de prensa internacionales.


• Envío de informació n financiera en vivo de bolsas de valores a entidades
financieras de todo el mundo.
• Cadenas televisivas como CNN, ESPN, BBC, Fox, etc.
• Distribuidoras de señ ales televisivas a suscriptores como DirectTV. 
•  
Redes Satelitales
 
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1026" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:131.25pt;height:108pt; mso-wrap-distance-left:3.75pt;mso-wrap-
distance-top:3.75pt; mso-wrap-distance-right:3.75pt;mso-wrap-distance-
bottom:3.75pt; mso-position-horizontal:left;mso-position-vertical:top; mso-position-
vertical-relative:line' o:allowoverlap="f"> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image001.png" o:title="satelite"/> </v:shape><![endif][if !

vml] [endif]
 
 
 
Las comunicaciones vía satélite, son tras las comunicaciones clá sicas de telefonía y TV,
el medio de difusió n de la informació n y los servicios telecomunicaciones. Los
satélites han resultado un elemento fundamental en el desarrollo de las
comunicaciones y las tecnologías de la informació n como soporte universal para el
intercambio y la difusió n de la misma. El satélite al estar situado en una orbita
exterior a la tierra, posee unas características de difusió n y repetició n que le dotan de
elevada capacidad para proveer servicios de acceso. En la actualidad, los operadores y
proveedores de servicios vía satélite, implantan sistemas unidireccionales con canales
de retorno terrestres y bidireccionales, con comunicació n íntegramente por el enlace
satelital. Este permite una comunicació n má s manera má s eficiente, diná mica, y con
mayor capacidad. Pero como contrapunto, esta el hecho de que los servicios
bidireccionales son mucho má s caros y complejos tecnoló gicamente, al tener disponer
el usuario de equipos transmisores capaces de comunicarse con el satélite.
 
 
 
 
 
 
Estandarización y normalización de la tecnología Vía Satélite
 
El consorcio DVB (Digital Video Broadcasting Project) creado en 1993, y define los
está ndares para TV digital y servicios de datos que definen las comunicaciones vía
satélite. Se recogieron los diferentes intereses del mercado y desarrolló un sistema
completo basado en un método unificado y normalizado. DVB usa compresió n de
audio (MPEG Layer 2) y de vídeo (MPEG-2) y permite transmitir entre 6 y 8 veces má s
canales de TV que los sistemas analó gicos sobre el mismo ancho de banda. El
consorcio DVB tiene una parte comercial que analiza la situació n del mercado y los
requisitos de los usuarios, en funció n de los cuales la parte técnica desarrolla
especificaciones técnicas. Estas especificaciones propuestas se envían al Instituto
Europeo de Está ndares de Telecomunicaciones (ETSI) para su aprobació n como
está ndares. Fuera de Europa, DVB compite con otros está ndares como el ATSC
norteamericano para TV digital.
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1027" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:393pt;height:347.25pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image003.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/DVB_tab.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]
[endif]
Tabla. Está ndares DVB.
Hoy en día, con la tecnología DVB, no só lo disponemos de una mejor calidad de vídeo y
de una mayor oferta de canales, sino que tenemos la posibilidad de acceder a servicios
multimedia y avanzados. Los éxitos que DVB ha logrado son muy notables y han
traspasado las fronteras europeas, con lo que podemos encontrarlos operativos en los
cinco continentes, tal como muestra la siguiente figura. Ahora describiremos los dos
está ndares encargados de la transmisió n digitales vía satélite, DVB-S y DVB-RCS.
 
Existen numerosos operadores y proveedores de servicio satélite. Segú n Global VSAT
Forum, existen má s de 500000 terminales VSAT instalados en má s de 160 países,
aunque el mayor nú mero se concentra en EE.UU. (65%) y Europa (15%). La mayoría
de los sistemas actuales se basan en satélites GEO en banda Ka, como pone de
manifiesto la tabla. Casi todos los proyectos incluyen haces de cobertura reducida
para reutilizar frecuencias y conmutació n a bordo ATM y, en algunos casos, de
paquetes. La tabla indica las velocidades má ximas en sentido ascendente y
descendente ofrecidas a los usuarios. La capacidad total de estos satélites puede
alcanzar varios Gbps.
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1028" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:387.75pt;height:192pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image005.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/panorama_SAT.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]

[endif]
Tabla. Redes satélite de nueva generació n.
 
 
Arquitectura de Red
 
La arquitectura de las redes de acceso por satélite puede ser definida en funció n del
tipo de canal de retorno desde los usuarios hacia la red, de manera que en funció n de
dicho enlace predomina un está ndar de transmisió n y recepció n. Así de esta forma
podemos definir tres tipos de arquitectura de red bá sica:
 
 
Redes Unidireccionales. Son redes sin canal de retorno. Só lo permiten servicios de
difusió n, por ejemplo distribució n de TV. Son los esquemas y arquitecturas clá sicas
empleadas durante los añ os 80 y principios de los 90 cuando ú nicamente se tenia
acceso a contenidos sin interacció n con el proveedor.
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1029" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:351.75pt;height:120.75pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image007.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/ARQ_UNI.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]

[endif]Figura. Configuraciones de redes unidireccional.


 
 
 

Redes Híbridas. Son redes con canal de retorno, permitiendo la interacció n con la
cabecera y el servidor del servicio, pero con un canal de retorno a través de otra red
diferente a la satelital, tradicionalmente red telefó nica conmutada RTB o RDSI. Se
basan en el está ndar de transmisió n DVB-S, solo en el segmento de transmisió n por el
enlace satelital, sin retorno por el mismo. Este tipo de redes permiten prestar
servicios interactivos asimétricos, por ejemplo navegació n por la Web en Internet o
redes VSAT de capacidad limitada y terminal sin capacidad de transmisió n. Existen
diversas formas de coordinar el canal de ida por satélite con el de retorno por la otra
red, de forma que la informació n que el usuario pide por el canal de retorno sea
encaminada por el satélite, no planteá ndose ninguna problemá tica a la hora del
intercambio de informació n. Los sistemas híbridos tienen como ventaja que los
terminales son má s baratos y pueden ser instalados por el propio usuario.
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1030" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:304.5pt;height:189pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image009.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/ARQ_HIB.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]
[endif]
Figura. Arquitectura de Red satélite Híbrida.
 
 
 
 

Sistemas bidireccionales. Son redes completas, ya que es posible la comunicació n en


ambos sentidos a través del satélite. Normalmente la capacidad disponible en el
sentido de bajada es mayor que en el de subida, lo que los presenta como
arquitecturas de red simétricas. Generalmente son empleados crear redes privadas
virtuales VPN’s para empresas con muchas sucursales, en particular si está n situadas
en á reas rurales y de difícil acceso. Por ejemplo, el servicio de Correos de EE.UU. tiene
unas 17000 estafetas conectadas mediante la red satélite de Spacenet. En Españ a
destacan las redes del Organismo Nacional de Loterías con 2500 terminales y el
Organismo de Correos y Telégrafos con 600 terminales. Los terminales satélite
bidireccionales son má s caros y usan antenas mayores que deben ser instaladas por
personal especializado, pero tienen la ventaja de que no dependen de otra red para el
canal de retorno. Típicamente los sistemas bidireccionales han estado má s orientados
al mercado de empresarial y de negocios, pero actualmente extendido hasta el
mercado residencial, al bajar los costes y aumentar el empeñ o de los operadores por
su implantació n. Algunas empresas ofrecen ya sistemas bidireccionales para usuarios
residenciales que utilizan la misma antena para TV y para acceso a Internet. De esta
manera la solució n bidireccional vía satélite ha entrando en competencia con redes de
acceso terrestres de ADSL, redes de cable y LMDS.
 
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1031" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:381.75pt;height:175.5pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image011.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/ARQ_BI.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]

[endif]Figura. Arquitectura red bidireccional con sistema DVB-RCS.


 
En la transmisió n a través de estas redes, los paquetes IP pueden ser encapsulados
sobre diferentes protocolos de nivel de enlace, para su transmisió n posterior en el
enlace satélite. El usuario dispone de un router IP y de un terminal satélite interactivo,
que se comunica a través del satélite con una estació n central a la que se conectan los
proveedores de acceso a Internet y otros servicios. La estació n central recibe el trá fico
IP de los proveedores y lo envía a los terminales encapsulado sobre DVB como ya se
ha mencionado. El canal de retorno DVC-RCS usa MF-TDMA. La estació n central
coordina el acceso de los terminales que solicitan transmitir por el canal de retorno.
Por lo que respecta a los protocolos de transporte por encima de IP, es necesario tener
en cuenta que los enlaces satélite se caracterizan por un retardo alto, lo que puede
afectar a las prestaciones de las aplicaciones que utilizan TCP. Sobre el enlace satélite
se pueden usar mecanismos específicos para mejorar las prestaciones de TCP.
 
 
Elementos de la red Vía Satélite
 
 
Podemos estructurar el sistema satelital como una estació n repetidora (satélite)
situada en el espacio, al que se conectan estaciones terrestres mediante enlaces de
microondas. Los sistemas satelitales, pueden poseer diferentes configuraciones
satelitales, tipos de satélites, alturas, usos, coberturas, orbitas, etc. Pero sin embargo
todos comparten una serie de características comunes. Estas características son la
existencia de dos segmentos diferenciados como son el segmento terrestre y el
segmento espacial. Cada uno de ellos esta formado por los siguientes elementos:
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Segmento espacial: SatéliteSegmento terrestre:
Estaciones terrenas (diferentes segú n servicio)
 
 
Segmento espacial
 
Es la  parte que se refiere a las comunicaciones en el espacio abierto, es el mó dulo de
comunicaciones que se encarga principalmente de los equipos y funciones necesarios
en el satélite para poder establecer las comunicaciones con las estaciones en tierra.
 
Modulo de comunicaciones
La funció n principal del sistema de comunicaciones, es la de recibir, amplificar y
adecuar la frecuencia de la señ al, transmitiendo las señ ales que llegan o salen del
satélite. Podemos distinguir tres partes diferenciadas dentro del modulo de
comunicaciones, las antenas, los transpondedores y los amplificadores de potencia.
Las antenas reciben y emiten a través del enlace ascendente (uplink), y o del enlace
descendente (downlink) las señ ales provenientes de la tierra o dirigidas a ella, en una
banda de frecuencia y polarizació n. En la señ al recibida y transmitida, se debe
garantizar la mayor calidad posible y con la menor interferencia posible amplificando
las portadoras recibidas, proporcionando potencia suficiente a las portadoras con el
menor ruido y distorsió n posible y cambiar de la frecuencia del up-link a la del
downlink y viceversa. Los canales o transpondedores conforman una divisió n en sub-
bandas de las frecuencias a las que trabaja el satélite, como canales con una
amplificació n independiente y controlada. Este, puede ser regenerativo o transparente
segú n se procese o no la señ al en banda base .
 
 
Antenas
Las antenas son la pasarela de entrada y salida de la informació n. Son empleadas
muchos los tipos de antenas, en funció n de las necesidades de cobertura, señ ales
involucradas, frecuencias y aplicaciones. Los principales tipos de antenas a bordo son:
Monopolos y dipolos en bandas VHF y UHF (en desuso), Bocinas para haces anchos
(cobertura global) y como alimentadores de antenas de reflector, Antenas reflectoras
má s empleadas para haces zonales, spot, mú ltiples y conformados (shaped beams),
Lentes dieléctrica en guía metá lica y en línea de transmisió n acabadas en elemento
radiante (“bootlace”), Arrays de elementos impresos, guías o bocinas, radiando
directamente o como alimentadores de reflectores y Antenas activas, consistentes en
elementos impresos alimentados directamente por unidades amplificadoras de salida
integradas.
 
Las características de las antenas, varían en funció n de su aplicació n, pero son
fundamentales que se respeten algunos pará metros bá sicos, que evite problemas
asociados a interferencias de otros haces, ínter modulaciones, zonas de sombra,
derivas del haz, errores de apuntamiento, etc. Las antenas se deben adaptar a
diferentes configuraciones de red, difusió n y recepció n de los canales de frecuencia.
Así podemos tener antenas para redes de un ú nico haz o redes multihaz.
Las redes de un ú nico haz, se caracterizan porque todas las estaciones que comparten
el uso del satélite está n en la misma zona de cobertura, determinada por el haz de
radiació n de la antena del satélite. El satélite dispone de C canales pero el nú mero de
usuarios potenciales es mucho mayor, siendo necesario que estos accedan a los
transponedores segú n un criterio de asignació n de frecuencias y polarizaciones de los
mismos. Cada transpondedor es compartido mediante el uso de alguna de las técnicas
de acceso mú ltiple FDMA, TDMA o CDMA. El trá fico de los clientes estaciones puede
encaminarse segú n dos principios, una portadora por estació n (uso de N portadoras)
y una portadora por enlace (uso de N(N-1) portadoras).
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1032" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:285pt;height:169.5pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image013.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/antenas_sat1.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]

[endif]
Figura. Esquema monohaz o multihaz.
En las redes multihaz, el satélite divide su zona de cobertura en diferentes sub-
regiones con antenas má s directivas (de mayor ganancia). Cada haz tiene asignado un
transpondedor o conjunto de transpondedores que puede ser diferente. La limitació n
del nú mero de haces viene dada por la complejidad y peso de la antena que es
necesaria. Estoas antenas tienen la ventaja de que la ganancia de la antena a bordo del
satélite, es mayor al tener un haz má s estrecho. En el balance del enlace esto puede
suponer una ventaja de hasta 20dB, que repercuten directamente en el
dimensionamiento de la estació n terrena, requiriendo una EIRP menor (enlace
ascendente) y una G/T menor (enlace descendente). Ademá s una misma frecuencia
puede ser utilizada por varios haces a la vez en la misma polarizació n, posibilitando la
reutilizació n de frecuencia y por lo tanto la optimizació n del sistema.
 
 
Transpondedores
El transpondedor es el elemento encargado de amplificar cada canal de
comunicaciones de manera independiente y aislada, del resto de canales y frecuencias
a las que opera el satélite. Podemos clasificar estos en dos tipos: los regenerativo y
transparentes. Los primeros procesan la señ al en banda base, requiriendo un proceso
de demodulació n y modulació n. Sin embargo ello permite la separació n y adició n de
los contenidos en baja frecuencia, posibilitando pues el desacoplo de las entrada y
salidas. Los segundos carecen de ningú n procesado dela señ al, solo la amplifican la
señ al y la retransmiten.
 
[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1033" type="#_x0000_t75" alt=""
style='width:253.5pt;height:130.5pt'> <v:imagedata
src="Trabajo5_archivos/image015.png"
o:href="http://www.unavarra.es/organiza/etsiit/cas/estudiantes/pfc/redaccna/ima
genes/transponders.png"/> </v:shape><![endif][if !vml]

[endif]Figura. Tipos
de transpondedores.
 
La canalizació n de los canales es en unidades desde 36 a 120 MHz, permitiendo
reducir la intermodulació n entre portadoras y compartir la potencia total disponible
entre los “canales”. Se emplea redundancia de equipos como protecció n frente a fallos
para aumentar la fiabilidad del conjunto, y evitar posibles fallos que no puedan
después solventarse. El funcionamiento de los amplificadores en zonas no lineales
hace que sea critica la capacidad de aislamiento que doten los filtros a las bandas, para
evitar que se cuelen espurios no deseados.
 
 

Amplificadores de Potencia
Se encargan de inyectar potencia a las portadoras provenientes del enlace ascendente,
de manera que garanticen los pará metros de calidad (G/T, C/N y C/I) para la
transmision. Para ahorrar energía, cuestió n critica en los satélites, los amplificadores
de potencia, trabajan en zona no lineal. Esto produce problemas de intermodulació n
los cuales deben ser muy controlados para evitar la interferencia. Podemos
diferenciar entre los amplificadores SSPA (Solid State Power Amplifier), y los TWTA
(Travelling Wave Tube Amplifiers).
 
 
 
Segmento Terrestre
 
La estació n terrestre, se encarga de captar la señ al (propia o procedente de la red).
Esta es procesada en banda base y modulada, con objeto de ser transmitida a la red
satelital o a la red terrestre. De igual forma las señ ales espaciales son recibidas, y
precisadas mediante el equipo receptor y de amplificació n con fin de acondicionar
esta para su posterior reenvío. La señ al puede combinarse con otras, para formar
enlaces multiplexados de mayor capacidad, o ser separada en canales menores (FDM
o TDM). Para ello las estaciones poseen equipamiento TDM y FDM que permite operar
con los transponders del satélite de manera coordinada facilitando la perfecta
comunicació n. El alimentador de antena proporciona polarizació n adecuada y
aislamiento con la señ al recibida. Se requiere un amplificador de bajo ruido en
recepció n. Las señ ales de TT&C son extraídas y utilizadas a fin de controlar el enlace y
el satélite en orbita. El segmento terrestre principalmente está formado por dos
elementos bá sicos, la estació n terrestre, la cual se puede diferenciar entre diferentes
tipos:
 
Estaciones de capacidad alta.
Formada por antenas grande de 30 m de altas presatciones, con capacidad de
interconexió n exterior de los contenidos recibidos y transmitidos por el satélite, así
como pasarela entre redes y subsistemas terrestres.
Estaciones de capacidad media.
Formada por antenas de 2-10 m, y encargadas de gestionar y procesar el trafico de
una empresa o regió n determinada.Estaciones de capacidad pequeñ a (VSAT y USAT).
Antenas pequeñ as de 0,5 -2 m de diá metro. Son sistemas para un ú nico usuario,
dentro de las redes VSAT remotas.
Estaciones terrestres móviles.
Son estaciones con antenas de tamañ o 1-2 m, con capacidad de movimiento o
terminales telefonicos moviles, tipicos en sistemas LEO y MEO. Actualemente son
terminales interactivos, como los terminales GPS.
Estaciones terrestre fijas.
Son terminales fijos sin capacidad de movimiento, basados en antenas de 0,5-2 m a
través de los cuales se reciben las señ ales, principalmente Internet y datos.
 
 
Aplicaciones de las tecnologías Vía Satélite
 
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Los satélites geoestacionarios con terminales fijos se han
utilizado durante décadas y actualmente la tecnología es muy fiable. La mayoría de los
satélites en servicio actualmente se limitan a hacer de repetidores, recibiendo señ ales
en unas frecuencias y retransmitiéndolas a la Tierra en otras. Algunos de los satélites
de baja ó rbita actuales y la mayoría de los satélites de nueva generació n en proyecto
incluyen conmutació n a bordo.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Las redes LEO, fueron diseñ adas para dar servicios
interactivos a terminales mó viles evitando los problemas de retardo de los satélites
geoestacionarios. Sin embargo han tenido un desarrollo escaso y un escaso éxito. Así
debido a los elevados de la red, consecuencia de la complejidad de los satélites, la
necesidad de utilizar gran numero de satélites para obtener cobertura global. A ello se
añ ade rá pido desarrollo de las redes mó viles terrestres, provocando han hecho que la
mayoría de los sistemas proyectados hayan fracasado. Ejemplos de ello son Iridium,
Globalstar y Orbcomm , que aú n funcionan. Las tres redes han pasado por situaciones
de quiebra o graves dificultades financieras, que les han llevado a reducir el numero
de satélites, reestructuraciones y ventas empresariales para poder seguir adelante.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Los proyectos de redes satelitales de ultima generació n
mas destacables son los americanos Astrolink, Spaceway y Teledesic, los europeos,
EuroSkyWay, Skybridge y West, así como la mas internacional Inmarsat. La red
EuroSkyWay venderá capacidad a operadores y usuarios. Cada satélite EuroSkyWay
es capaz de conmutar 30 canales de 32 Mbps (en total 1 Gbps) y tiene una capacidad
adicional de 40 Mbps en 6 canales transparentes. Con los haces de cobertura má s
pequeñ a (800 km) ofrece hasta 2 Mbps en sentido ascendente y 24 Mbps en
descendente. Su vida media se estima en 15 añ os. La red de Skybridge usará 80
satélites en la banda Ku a una altura de 1469 Km. y unas 140 estaciones terrestres,
cada una de las cuales cubrirá una zona de unos 350 Km. de radio. La red ofrecerá
servicios de acceso de banda ancha e interactivos con bajo retardo (30 ms), por
ejemplo telefonía, videotelefonía y videoconferencia, comercio electró nico, servicios
de entretenimiento, teleeducació n, teletrabajo, telemedicina, redes corporativas, etc.
El coste de un terminal residencial se estima en 700 €.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]La ESA (European Space Agency) ha reorganizado su
programa de telecomunicaciones, sustituyendo la estructura ARTES por varias líneas
de trabajo, entre ellas la de servicios multimedia interactivos. Uno de los proyectos
dentro de esta línea es AmerHis, en el que participan el CDTI, Hispasat y Alcatel
Espacio. AmerHis tiene como objetivo dar servicios multimedia interactivos usando el
satélite Amazonas, actualmente en construcció n y con lanzamiento previsto para
2004. En Españ a han existido iniciativas para fomentar las tecnologías y el mercado
satelital. Ejemplo de ello, en abril de 2002, Hispasat y Retevisió n anunciaron la
colaboració n de ambas empresas para la prestació n de servicios de acceso a Internet
en banda ancha por satélite para habitantes de zonas rurales y localidades con una
població n menor a 2.500 personas. Sin duda alguna, los operadores satelitales con un
elevado numero de satélites y por lo tanto transponders, pueden proveer a las ISP’s y
a las empresas de capacidad en su sistema..
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Actualmente el mercado comercial vía satélite, sigue
experimentando un crecimiento muy considerable, ya que el uso que se ha
incrementado al aparecer como servicios viables las aplicaciones de Internet,
multimedia e interactivas. Estos servicios actualmente está n disponibles en muy
variadas modalidades, velocidades, arquitecturas, etc. Sin duda alguna la reducció n de
los costes de los equipos (un acceso bidireccional a Internet tiene un coste de equipos
entre 4000 y 6000 €, redes VSAT del orden de 2000 €, y un acceso unidireccional), ha
sido clave para que los operadores traspasasen el mercado empresarial llegando al
mercado residencial, con costes asumibles, similares a los de ADSL y HFC. Ademá s el
está ndar DVB, ha permitido uniformizar el sistema facilitando un está ndar fiable y
adecuado para los servicios prestados.
 
 
Beneficios de la Red Satelital
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Automatizació n de los procesos con un abarque
generalizado a nivel mundial
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Lograr una comunicació n a través de esta red con todo el
mundo, intercambiando dato e informació n.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Interconectar terminales remotos con bases de datos
centralizadas, de una manera veloz y eficiente.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Videoconferencias de alta calidad para tele reuniones
para los proveedores de servicio Internet (ISP).
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Acceso a alta velocidad a los grandes nodo de Internet.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Difusió n con una cobertura instantá nea para grandes
á reas.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Constituyen una magnifica aplicació n para sistemas
comerciales, financieros, industriales y empresariales y representan oportunidades
especiales para trabajos a nivel multinacional, dado que una sola estació n central
puede controlar cientos y hasta miles de pequeñ as estaciones; con la gran ventaja que
el beneficio de la economía de escala se traslada al usuario final.
 
[if !supportLists]Ø      [endif]Desde hace tiempo, las redes de comunicació n satelital de
VSAT han ofrecido comunicació n muy fiable entre una estació n central y casi
cualquier nú mero de cientos a millares de sitios geográ ficamente dispersos. Desde lo
que solían ser datos sobre puntos de venta al menudeo e informació n noticiosa y
financiera, las aplicaciones de las redes de VSAT han crecido hasta incluir monitoreo
ambiental y vigilancia de tuberías, localizadores personales, lotería en línea,
aprendizaje a distancia, servicios en gasolineras, transmisió n privada de voz e
Internet, así como la emisió n a alta velocidad de mú sica y video.
http://historiaybiografias.com/astronautica6/
http://www.youbioit.com/es/article/shared-information/15589/que-son-los-
satelites-artificiales-y-como-funcionan
http://www.geocities.ws/gabrymn/TE/Trabajo5.html

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