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1) La guía recomienda luchar por nacer y sobrevivir desde el momento de la concepción para alcanzar la inmortalidad.
2) Sugiere no preocuparse por las primeras sensaciones después del nacimiento y seguir respirando y con el corazón latiendo para siempre.
3) Aconseja ignorar a los demás, incluso a los hijos, y repetir incansablemente "soy inmortal" para evitar la muerte a cualquier costo.
1) La guía recomienda luchar por nacer y sobrevivir desde el momento de la concepción para alcanzar la inmortalidad.
2) Sugiere no preocuparse por las primeras sensaciones después del nacimiento y seguir respirando y con el corazón latiendo para siempre.
3) Aconseja ignorar a los demás, incluso a los hijos, y repetir incansablemente "soy inmortal" para evitar la muerte a cualquier costo.
1) La guía recomienda luchar por nacer y sobrevivir desde el momento de la concepción para alcanzar la inmortalidad.
2) Sugiere no preocuparse por las primeras sensaciones después del nacimiento y seguir respirando y con el corazón latiendo para siempre.
3) Aconseja ignorar a los demás, incluso a los hijos, y repetir incansablemente "soy inmortal" para evitar la muerte a cualquier costo.
La conciencia, parte constituyente del ser humano, alcanza su perfección y
plenitud al darse cuenta que es al mismo tiempo la máxima representación de la voluntad de vivir. Por eso, sin importar los deseos de sus progenitores; esto es: que en realidad ambos quieran ser sus padres, que uno quiera y el otro no, que ninguno esté pensando en usted y sólo quieran una noche alocada de placer y diversión, etcétera, sobrepóngase a ellos desde que es un espermatozoide, óvulo, o si lo prefiere; un éter o conciencia abstracta, da igual. Luche si es necesario con las pastillas anticonceptivas, preservativos, varicela, lupus, varicocele, virus como la toxoplasmosis y cualquier otra cosa que obstaculice su deseo de ser dado a luz. Recuerde, nada es más importante que usted y su voluntad de vivir; ese es el primer paso para alcanzar la inmortalidad.
Una vez satisfecho su primer deseo, no es tan importante recordar las
primeras sensaciones del mundo exterior, como recomendación: no lo haga. Pero si su curiosidad es mucha y no puede contenerse, quizás deba superar el asco que pueda sentir después al verse empapado de sangre, de un material viscoso llamado placenta, y si con los dolores del parto y mala suerte su madre no pudo aguantar más y a falta de un enema por la escases, puede que usted también tenga un poco de materia fecal encima. Tranquilícese, mantenga la calma, no pasa nada. Lo importante es, repito; estar vivo.
Por eso, cuando su corazón ya palpite y sus pulmones respiren, no deje de
hacerlo jamás. En el futuro no sobreestime las funciones intelectuales aunque se sienta tentado a dejarse influenciar por tanto escuchar la cháchara de la gente “erudita”, créame, se puede vivir sin pensar. Tampoco se tome a pecho los insultos y humillaciones que puedan dirigir hacia usted esos niños odiosos y pedantes de la escuela ni mucho menos los regaños de los adultos quisquillosos. Los primeros carecen de madurez, los segundos siempre encontrarán motivos para quejarse, por eso; siempre se es más feliz cuando se le presta menos atención a los demás. Si tiene hijos, quiéralos, ámelos, pero ojo: nunca hasta la muerte. Recuerde, la muerte no es para usted. Incluso, allá sus hijos si quieren o no la inmortalidad. Por último, si al aplicar y explotar todos los recursos para seguir viviendo, esto es: mentalidad positiva, negativa, consultas médicas, curanderos, trasplante de órganos, “filosofías de vida”, medicinas, dietas, cambios de fe, y demás herramientas y métodos, no puede evitar envejecer y llegar al lecho de muerte con doctor y cura incluido, por más que vengan ángeles y demonios a susurrarle cosas al oído, que sienta dolor, cansancio, asfixia, mucho sueño, remordimientos, entre otras cosas de las típicas que se sienten en esas circunstancias; no se acerca nunca a “la luz”, ni a ningún otro lugar por supuesto, quédese en la tierra. Piense en sí mismo incansablemente y repita hasta el infinito “soy inmortal”. Ya verá como de tanto pensar y decir lo mismo se hace realidad.