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Datos de Geotécnicos

Consistencia del Suelo - Límites de Atterberg - Historia

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La 'Plasticidad' de las Arcillas

Los límites de Atterberg (límites de consistencia de suelos de grano fino) fueron


desarrollados a comienzos del siglo XX por el pedólogo sueco Albert Mauritz
Atterberg (1846-1916).

Atterberg trabajaba en la industria de la cerámica y había desarrollado pruebas


sencillas para describir la plasticidad de una arcilla, importante propiedad para el
modelado y evitar la contracción y agrietamiento cuando se hornea.

Observó que la plasticidad no era una propiedad permanente en las arcillas, sino
circunstancial y dependiente de su contenido de agua.

“ … Cuando mezclamos polvo de arcilla con mucho agua, obtenemos una pasta
arcillosa fluida. Con menos agua la pasta fluye pero es más densa. Evaporando
el agua, la arcilla pasa gradualmente a una masa pegajosa (se pega a los dedos,
madera o metales). Luego desaparece la pegajosidad y la arcilla puede ser
fácilmente moldeada sin pegarse a los dedos, este es el denominado estado
plástico. Con un desecamiento aún mayor, la masa de suelo puede
desmenuzarse, y los pedazos pueden ser unidos nuevamente bajo presión
considerable (friable). Finalmente se pierde incluso ésta condición (masa dura y
rígida). … ”

(Atterberg en Uber die physikalische Bodenuntersucgung, and ubre die Plastizität


der Tone, Internationale Mgen für Bodenkunde, Vol.1, 1911).

Encontró que para expresar adecuadamente la plasticidad se requieren dos


parámetros (los límites superior e inferior de plasticidad) en lugar de uno solo,
como hasta su época se había creído; además señaló tales parámetros y un modo
tentativo de evaluarlo, que se describe adelante.
Atterberg definió la plasticidad como la capacidad de un suelo de ser deformado,
y observó que los suelos arcillosos en condiciones húmedas son plásticos y se
vuelven muy duros en condiciones secas, que los limos no son necesariamente
plásticos y se vuelven menos duros con el secado, y que las arenas son friables en
condiciones sueltas y secas. También observó que existían arcillas altamente
plásticas y otras de baja plasticidad.

La plasticidad en los suelos involucra las etapas de formar una masa de material y
moldearla hasta adquirir la forma que se desee, manteniéndola después que la
fuerza deformante ha cesado, e incluso cuando el agua ha sido removida. Esta
característica varía con la naturaleza mineralógica de la arcilla, el tamaño, la
forma y orientación de las partículas del suelo, ya que es un fenómeno
relacionado con las películas de agua alrededor de éstas.

Las partículas gruesas no exhiben plasticidad, Atterberg fue el primero en


reportar que las partículas laminares eran las más plásticas, o sea, que la
plasticidad era función de la cantidad de superficie y número de contactos, por
superficie disponible.
Estructura Laminar de la Arcilla vista en Microscopio

Atterberg observó que las arcillas mezcladas con gran cantidad de agua formaban


un fluido apenas viscoso. Con menor cantidad de agua se volvía un fluido con
una cierta rigidez que se tornaba pegajoso. Con la evaporación de mayor cantidad
de agua la pegajosidad desaparecía y la arcilla podía ser deformada como se
quisiera. Existía entonces un punto donde, con el incremento de la evaporación,
la propiedad de ser deformada se perdía. De aquí estableció distintos estados de
consistencia de los suelos plásticos que se muestran en la siguiente figura: 
 

Trayectoria Humedad-Volumen de un Suelo Remoldeado (amasado)


Los Límites de Atterberg

Atterberg definió los siguientes estados de consistencia según el contenido de


agua en orden decreciente, para un suelo susceptible de ser plástico:
1. Estado líquido, con las propiedades y apariencia de suspensión.
2. Estado semilíquido, con las propiedades de un fluido viscoso.
3. Estado plástico, en el que el suelo se comporta plásticamente, es decir, se
puede moldear y deformar sin exhibir propiedades elásticas, cambios de
volumen o agrietamiento.
4. Estado semisólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido pero
disminuye de volumen al ser secado.
5. Estado sólido, en que el volumen del suelo no varía con el secado.

A partir de los diferentes estados, Atterberg definió varios límites de consistencia


o comportamiento, que se constituyen en las primeras convenciones para su
designación y desarrolló pruebas sencillas de laboratorio para determinarlos:

1. Límite superior de flujo viscoso.


2. Límite líquido - límite inferior de flujo viscoso.
3. Límite de endurecimiento - la arcilla pierde su adherencia a una placa
metálica.
4. Límite de cohesión - los granos dejan de ser coherentes entre sí.
5. Límite plástico - límite inferior del estado plástico.
6. Límite de contracción - límite inferior de cambio de volumen.

Para diferenciar los estados de consistencia antes descritos, Atterberg estableció


límites que establecían la diferenciación, los cuales son:

 El mayor límite de un fluido viscoso, con el que una mezcla de arcilla y


agua fluye casi como el agua.
 El menor límite de un fluido viscoso, el “límite líquido”, donde dos
secciones de suelo amasado, puestos en un recipiente cóncavo, apenas se
tocan bajo el impacto de varios golpes secos.
 El “límite de pegajosidad” en el cual la arcilla pierde las propiedades
adhesivas y cesa la pegajosidad con otros objetos, como por ejemplo hojas
metálicas, cuchillas de arado, orugas de tractores, etc.
 El “límite de cohesión”, en el cual los granos de suelo cesan de unirse unos
con otros.
 El menor límite del estado plástico, o “límite plástico”, donde un suelo se
desagrega cuando es enrrollado en bastoncitos.
 El menor límite de cambio de volumen o “límite de contracción”, en que
la pérdida de humedad no causa perdida de volumen.

Atterberg llamó a la frontera entre los estados semilíquido y plástico, Límite


Líquido, que definió en términos de cierta técnica de laboratorio que consistía en
colocar el suelo remoldeado en una cápsula formando en él una ranura, según se
muestra en la figura a continuación, y en hacer cerrar la ranura golpeando
secamente la cápsula contra una superficie dura; el suelo tenía el contenido de
agua correspondiente al límite líquido, según Atterberg, cuando los bordes
inferiores de la ranura se tocaban, sin mezclarse al cabo de un cierto número de
golpes.
Determinación del Límite Líquido según Atterberg

Este procedimiento era suficiente para Atterberg, quien manejaba un laboratorio


cuyo personal entrenaba él mismo, pero muchos otros detalles no se
especificaban y la experiencia demuestra que son muy importantes para el
resultado de la prueba.

La frontera convencional entre los estados plástico y semisólido fue llamada por
Atterberg, Límite Plástico y definida también en términos de una manipulación
de laboratorio.

Atterberg enrollaba un fragmento de suelo hasta convertirlo en un cilindro de


espesor no especificado; el agrietamiento y desmoronamiento del rollo, en un
cierto momento, indicaba que se había alcanzado el límite plástico y el contenido
de agua en tal momento era la frontera deseada.

Esta prueba posee el mismo inconveniente indicado para la de límite líquido, en


lo que se refiere a su realización en otros laboratorios diferentes al de Atterberg.
A las fronteras anteriores, que definen el intervalo plástico del suelo se les ha
llamado límites de plasticidad.

Atterberg consideraba que la plasticidad del suelo quedaba determinada por el


límite líquido y por la cantidad máxima de una cierta arena, que podía ser
agregada al suelo, estando éste con el contenido de agua correspondiente al límite
líquido, sin que perdiera por eso su plasticidad.
Años después, con el propósito de estandarizar la prueba, Terzaghi (1926)
estableció el diámetro de la tira en 3.2 mm o 1/8 pulgada.

Además encontró que la diferencia de los valores entre los límites de plasticidad,
llamada índice plástico, se relacionaba fácilmente con la cantidad de arena
añadida, siendo de más fácil determinación, por lo que sugirió su uso, en lugar de
la arena, como segundo parámetro para definir la plasticidad.

Según Atterberg, el Indice de Plasticidad, corresponde a un rango de contenido


de humedad en el cual el suelo es plástico y fue el primero en sugerir que éste
podía ser útil en la clasificación de suelos.

Clasificación de Suelos de Atterberg

Atterberg consideró que la cantidad de arena que podía ser agregada en el límite
líquido sin causar en el suelo la perdida completa de la plasticidad, era una
medida de la plasticidad de un suelo. Encontró que la diferencia entre el límite
líquido (ωl) y el límite plástico (ωp), denominado índice de plasticidad (IP),
representaba una medida satisfactoria del grado de plasticidad de un suelo
relacionándolo con la arena incorporada. Luego sugirió que estos dos límites (ωl
y ωp) servían de base en la clasificación de los suelos plásticos.

Acorde al valor del índice de plasticidad, distinguió los siguientes materiales:

 Suelos friables o desmenuzables       (IP < 1)


 Suelos débilmente plásticos           (1 < IP < 7)
 Suelos medianamente plásticos     (7 < IP < 15)
 Suelos altamente plásticos              (IP > 15)

En la siguiente figura se presenta la carta de plasticidad derivada de los


experimentos de Atterberg en 1911:

Carta de Plasticidad de Atterberg (1911)

El Límite de Adhesión, fue definido por Atterberg como el contenido de agua


con el que la arcilla pierde sus propiedades de adherencia con una hoja metálica,
por ejemplo, una espátula. Esta prueba es muy importante en la agricultura, por
cuanto permite determinar el grado de trabajabilidad de la maquinaria sobre el
terreno.

El Límite de Cohesión, fue definido como el contenido de agua con el que los
grumos de arcilla ya no se adhieren entre sí.

El Límite de Contracción, corresponde a la frontera entre los estados de


consistencia, semisólido a sólido, y fue definido por Atterberg como el contenido
de agua con el que el suelo ya no disminuye su volumen al seguirse secando. Este
se manifiesta por un cambio característico de tono oscuro a más claro que el
suelo presenta en su proximidad, al irse secando gradualmente. Atterberg lo
determinaba efectuando mediciones durante el proceso de contracción.

Los Límites de Atterberg son Adoptados por la Geotecnia

A comienzos del siglo XX en Estados Unidos y Suecia, se intentó por primera


vez en forma sistemática y organizada, realizar estudios que corrigieran vicios de
práctica en el tratamiento de los suelos.

En enero de 1919, la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles designó un


"Comité Especial para hacer un Código sobre la Práctica Actual en Relación a
la Capacidad de Carga de los Suelos". La Comisión Geométrica de Ferrocarriles
del Estado Sueco se instituyó en diciembre de 1913 a causa de los repetidos
deslizamientos a lo largo de las líneas del ferrocarril y se pueden considerar como
uno de los hitos de la Mecánica de Suelos moderna.

El término "geotecnia" (geoteknik en sueco) fue acuñado por dicha Comisión


sueca, que trabajó bajo la dirección de Wolmar Fellenius, profesor en el Instituto
Real de Tecnología de Estocolmo, y presentó su informe en 1922, después de
investigar más de 300 fallas de terraplén y deslizamientos de tierra, enfocando el
estudio en el factor de seguridad de taludes en el sur de Suecia.

En el documento se discutió el uso de diferentes métodos de investigación


en campo y laboratorio y también de allí nació el "método sueco de falla
circular" para el análisis de estabilidad de taludes.

Además de la sueca Comisión Geotécnica, una comisión especial de puerto se


creó en Gotemburgo en 1916 debido al fracaso de varios muelles.

Atterberg desarrolló en 1914, un sistema de clasificación agrícola de suelos, que


se presenta en la siguiente tabla, basado en la plasticidad obtenida a partir de sus
pruebas de límites líquido y plástico y con ello realizó un gran aporte al estudio
de los suelos al hacer ver que el grado de saturación influye sobre el estado del
suelo y por ende de su comportamiento geotécnico.
Clasificación de Suelos de Atterberg (1914)

En 1927 Karl Terzaghi sugirió a Arthur Casagrande que diseñara y construyera


un dispositivo mecánico que pudiera eliminar en la medida de lo posible los
errores del operador en la determinación del límite líquido, allí nació la idea del
'Aparato de Casagrande'.

Hogentoglerand y Terzaghi desarrollaron en 1929 el sistema de clasificación de


materiales para la construcción de carreteras conocido como el Public Roads
Classification System, que adoptó los límites de Atterberg dentro de su protocolo.
Luego de varias revisiones, en 1945 este sistema fue conocido como el sistema
AASHTO (American Association of State Highway and Transportation
Officials).

Mientras trabajaba para el U.S. Bureau of Public Roads, Arthur Casagrande en


1932 estandarizó la versión de los límites de Atterberg del U.S. Bureau of Public
Roads para que pudiesen ser utilizados fácilmente para propósitos de
clasificación de suelos, puesto que estos se revelaron ambiguos debido a la falta
de claridad en los pasos que se debían seguir en el laboratorio. Para ello,
Casagrande recomendó practicar un método de prueba para la determinación del
límite líquido estandarizado, utilizando su dispositivo ya diseñado y en
funcionamiento, con el fin que operarios de laboratorios de diferentes países
obtuviesen valores similares (este dispositivo se presenta en la siguiente imagen).
Como resultado, nació la técnica basada en el aparato de Casagrande, recipiente
de bronce o latón, con un tacón solidario, del mismo material.
Cuchara de Atterberg (1942). Museo Virtual de la Ciencia

Para entender el significado del ensayo mediante el dispositivo desarrollado por


Casagrande, se puede decir que para golpes secos, la resistencia al corte dinámica
de los taludes de la ranura se agota, generándose una estructura de flujo que
produce el deslizamiento (ver la siguiente figura).

Deslizamiento del Suelo en la Prueba de Límite Líquido

La fuerza resistente a la deformación puede considerarse como la resistencia al


corte de un suelo. La resistencia al corte de todos los suelos en el límite líquido es
constante y tiene un valor aproximado de 2,2 kPa.
Luego de exhaustiva investigación para distinguir entre limos y arcillas de alta y
baja plasticidad, y a partir de ésta, Casagrande desarrolló la carta de plasticidad
(figura a continuación), que se convirtió en un componente importante en el
Sistema de Clasificación de Aeropuertos (Airfield Classification System) en 1942
y posteriormente en el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos USCS.

Carta de Plasticidad de Casagrande (1942)

Carta de Plasticidad de Casagrande utilizada en el Sistema de Aeropuertos

En la carta de plasticidad utilizada en el Sistema de Aeropuestos en 1948 (en


Mecánica de Suelos Tomo I. E. Juárez Badillo y A. Rico Rodríguez), Casagrande
definió los siguientes tipos de suelo, que en la actualidad ya no son utilizados:
SC: Arena con excelente cementante arcilloso o de otra categoría, en tal
proporción que el material prácticamente carece de contracción y expansión.

SF: Arenas con finos que no califican como SC.


En 1948 se definió en Noruega el Límite de Firmeza, importante para arcillas
extrasensitivas; en éste se ha visto un cuantificador para el potencial de licuación
de tales arcillas bajo la acción de causas no bien definidas. A este límite
corresponden por lo general, contenidos de agua bastante mayores que el límite
líquido.

En el laboratorio se determina por el mínimo contenido de agua que hace que una
pasta de arcilla bien mezclada, fluya por peso propio en un tubo estándar de 11
mm de diámetro, tras 1 minuto de reposo.

En la práctica actual de la ingeniería geotécnica y en la mecánica de suelos,


usualmente se utiliza el límite líquido (LL o wL), el límite plástico (LP o wP) y
eventualmente el límite de contracción (SL o wS). Los límites de endurecimiento
y cohesión son más útiles en la industria cerámica y agricultura.

En conclusión, los límites de Atterberg son aquellos contenidos de agua en los


cuales el comportamiento del suelo se modifica. A medida que el contenido de
agua aumenta, el estado del suelo cambia de sólido rígido a sólido plástico y
luego a un líquido viscoso.

En la siguiente figura se presentan los diferentes estados y la respuesta


generalizada del material (curvas esfuerzo - deformación).
 
Continuo de Humedad de Varios Estados del Suelo y Respuesta General
Esfuerzo-Deformación

  
Con el fin de comprender aún más el comportamiento del suelo bajo los Límites
de Atterberg, pueden retomarse las curvas de la mecánica de los fluidos (ver
figura a continuación), donde el gradiente de velocidad de corte se grafica contra
el esfuerzo de corte.

Dependiendo del contenido de humedad, es posible para los suelos tener una
respuesta representada por todas esas curvas (excepto posiblemente el líquido
Newtoniano ideal). Se observa también cuan diferente es esta respuesta del
comportamiento Esfuerzo - Deformación, de otros materiales de ingeniería como
el acero, concreto o madera.

Comportamiento de Varios Materiales incluyendo los Suelos sobre un Rango


de Contenidos de Agua
Las Constantes de Atterberg y su Significado Práctico

Atterberg estudió la plasticidad del suelo a través del rango de humedad en el


cual ésta se manifiesta, es decir, el rango de humedad que va desde que el suelo
comienza a ponerse plástico hasta que se hace viscoso y propuso tres valores o
Constantes de Atterberg:
1. Límite superior de plasticidad (límite líquido): Contenido de humedad al
cual el suelo fluirá muy poco al aplicarle una fuerza, o contenido de
humedad en el que el suelo pasa de plástico a viscoso.
2. Límite inferior de plasticidad (límite plástico): Contenido de humedad al
cual el suelo puede ser escasamente arrollado en forma de fideo (aprox. >3
mm de espesor), o contenido de humedad en el que el suelo pasa de friable
a plástico.
3. Número de plasticidad: Diferencia entre el límite superior y el límite
inferior. El número de plasticidad se asemeja al índice de plasticidad.
El trabajo original de Atteberg fue aparentemente conducido con la confianza de
obtener algún criterio físico para la clasificación de suelos. Terzaghi sugirió que
los límites de plasticidad pueden servir como un índice para la clasificación física
de los suelos. Suelos con un alto límite superior de plasticidad deben contener o
una gran cantidad de fracciones excesivamente finas o son ricos en partículas
laminares.

Suelos que tienen un alto límite superior y un bajo número de plasticidad deberán
estar en un fino estado de división. Si el número de plasticidad es alto,
seguramente existe una abundancia de partículas laminares.

Russell encontró que las constantes de Atteberg son índices muy satisfactorios de
la consistencia del suelo y del grado de acumulación de arcilla en el perfil.

Wher ha interpretado que el índice inferior de plasticidad es la humedad sobre la


cual el suelo está en peligro de ser enlodado al cultivar (los suelos se enlodan
cuando están húmedos o mojados y son sometidos a un esfuerzo, entonces las
partículas se orientan con una disminución en el volumen específico).
Si el número de plasticidad es pequeño, indica la facilidad de labranza sin
enlodamiento. Si este número es amplio, hay peligro considerable de
enlodamiento del suelo, si es trabajado a una humedad por encima del límite
inferior.

Esta correlación se debe al hecho de que suelos con números de plasticidad


pequeños, son suelos con alto porcentaje de fracciones gruesas, donde el
porcentaje de macroporos va a depender de la granulometría fundamentalmente.

Por lo tanto, el peligro de enlodamiento o sea el deslizamiento de unas partículas


sobre otras (las más finas) orientándose con una consiguiente disminución del
volumen específico aparente, no va a darse, o se dará en un menor grado. En
cambio, números de plasticidad grandes nos indican suelos con alto porcentaje de
arcilla, en los cuales el enlodamiento sí se da.

A nivel geotécnico, puede establecerse una analogía entre la facilidad o dificultad


en el laboreo del suelo agrícola respecto del enlodamiento, con el manejo que
debe recomendarse a un depósito de suelo que vaya a ser intervenido, por
ejemplo con movimientos de tierras, cimentaciones superficiales o estructuras de
contención, para la construcción de obras civiles.

Consistencia del Suelo - Límites de Atterberg - Límite Plástico

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El límite plástico se define como el contenido de agua al cual un rollo de suelo se
agrieta cuando es cuidadosamente enrollado hasta un diámetro de 3.18 mm (1/8
pl.). Debe fragmentarse en segmentos de 3.0 - 10.0 mm (1/8 - 3/8 pl.) de
longitud.
 

En el límite plástico, definido por Atterberg, como la humedad para la cual se


producen fisuras al enrollar cilindros de suelo, no se especificó el espesor de los
cilindros en el que debería detenerse el enrollado.

Terzaghi agregó la especificación que indica que dicho espesor debe ser de 1/8 de
pulgada o 3 mm. El enrollado debe hacerse en placas de vidrio y no sobre papel,
ya que este aceleraría el proceso de secado de la muestra. En el caso de la
determinación del límite plástico, todavía se utiliza el método manual, debido a
que el operador ajusta automáticamente la presión necesaria de enrollado en
función de la resistencia de cada suelo.

Si las tiras pueden enrollarse hasta un diámetro menor, entonces el suelo está
muy mojado (por encima del límite plástico); si se agrieta antes de alcanzar los
3.0 mm (1/8 pl.) de diámetro, entonces se ha sobrepasado el límite plástico.
Cuando los rollos llegan a 3 mm vuelven a amasarse y enrollar de nuevo hasta
que a los 3 mm se de el desmoronamiento y agrietamiento, en ese momento se
determina el contenido de humedad, equivalente al límite plástico.

En general, las muestras comienzan a enrollarse lentamente, disminuyendo el


contenido de humedad hasta que se llegue a una cantidad en la que la tira de 3.0
mm de diámetro aproximado, comience a agrietarse. Esto puede hacerse sobre un
vidrio o cualquier superficie suave. Eventualmente puede hacerse sobre una hoja
de papel para acelerar la pérdida de humedad del material.

Existen dispositivos de laboratorio específicos para el enrollado del suelo:

Los procedimientos ASTM no son recomendados debido, por un lado a que


requieren que las pruebas sean conducidas sobre especímenes secados al aire.
Para algunos suelos tal procedimiento dará resultados muy distintos a los de los
límites conducidos al contenido natural de humedad (Karlsson, 1977). El otro
problema con ASTM es la cuchara ranuradora para la prueba de límite líquido.
No permite controlar la altura de la ranura y por tanto dará resultados
inconsistentes. Por esta razón se recomienda el dispositivo de Casagrande.

El rango de límites líquidos puede variar entre 0 y 1000, pero la mayoría de los
suelos tienen LL < 100. El límite plástico puede encontrarse dentro del rango 0 y
100 o más, la mayoría siendo menores de 40.

Aun cuando los límites de Atterberg son en realidad contenidos de agua, son
también fronteras entre diferentes comportamientos geotécnicos y Casagrande
(1948) recomienda que los valores sean reportados sin el símbolo de porcentaje.
Son números que se utilizan para clasificar suelos de grano fino y son índice del
comportamiento del suelo. Pueden encontrarse sin embargo, límites reportados de
ambas maneras y utilizando los símbolos LL, LP, wL y wP con símbolo de
porcentaje.

MÉTODO DEL CUBO

Este método fue originalmente inventado por J. C. Russell, del Agronomy


Department of the University of Nebraska, para ser usado en ensayos de suelos
para propósitos de agricultura.

El método consiste en moldear un suelo húmedo en forma de un cubo de


aproximadamente ¾ de pulgada. Este cubo debe ser deformado bajo la presión de
los dedos o bajo la presión de una espátula sobre un vidrio o mármol. Luego el
suelo vuelve a ser moldeado quitándole humedad hasta lograr que bajo la presión
ejercida, el cubo se deforme y comience a agrietarse. El contenido de humedad
del suelo correspondiente a ese momento es considerado el límite plástico.

El Nebraska Department of Roads utilizó cubos mas pequeños (aproximadamente


½ pulgada) y el criterio de límite plástico es el desagregado del cubo.

La determinación del Límite Plástico se efectúa con base en ASTM D-4318 o D-


424-59, BS 1377: 1975, Ensayo 3 y se encuentra descrito en I.N.V.E-126-07.

La Plasticidad del Suelo - Límites de Atterberg

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Significado Físico de la Plasticidad de un Suelo
La plasticidad es atribuible al contenido de partículas escamosas de tamaño
coloidal presentes en los suelos. Las partículas escamosas además son
responsables de la alta compresibilidad y la baja permeabilidad de los suelos.
En relación con la plasticidad de los suelos, durante un proceso de deformación,
el volumen de una arcilla permanece constante. Por el contrario el volumen de
una arena cambia continuamente durante el mismo. Si se intenta deformar una
masa de arena húmeda rápidamente, esta se desagrega (la arena es friable). En
virtud de esto, puede definirse la plasticidad como la propiedad de un material
que permite resistir deformaciones rápidas, sin cambiar de volumen y sin
agrietarse ni desagregarse.

Las investigaciones de Goldschmidt abordaron a la hipótesis que considera que


las partículas escamosas actúan como condensadores, qué orientan las moléculas
de agua distintamente en forma bipolar. El campo eléctrico que rodea cada
partícula influencia muchas moléculas de agua. Las propiedades del bajo campo
eléctrico del agua cambian en semejante magnitud que puede llamarse
apropiadamente, como sugirió Terzaghi, "solidificación del agua".

Las primeras capas de moléculas de agua cercanas a la superficie sólida, están


particularmente ligadas tan fuertemente que no se pueden mover en absoluto.
Goldschmidt supone que el espesor relativamente grande de la capa de agua
influenciada por el campo eléctrico de una partícula es responsable de la
plasticidad.

Si la hipótesis de Goldschmidt es correcta, otros líquidos que tengan moléculas


bipolares también deberían producir plasticidad si se mezclaran con arcilla en
polvo, mientras que líquidos con moléculas mono-polares no deberían producir
este efecto.
Los experimentos de Atterberg demostraron que el cuarzo molido de tamaño
menor de 2 micrones no presenta plasticidad en absoluto, mientras que la mica
molida del mismo tamaño, presenta cierta plasticidad que se incrementa con el
decrecimiento del tamaño de los granos. Este hecho muestra la influencia de las
partículas escamosas en la plasticidad de los suelos.

Casagrande (1938) sugirió que el responsable de la plasticidad de los suelos es el


agua de adsorción, cuya viscosidad es semejante a la de una goma líquida.

La plasticidad de una arcilla es consecuencia de varios parámetros: la morfología;


la cual es generalmente laminar, el tamaño extremadamente pequeño que
aumenta el área superficial, la capacidad de hinchamiento que se asocia a la
cantidad de deficiencia de carga de la estructura de la arcilla que controla la
habilidad de ella de atraer iones y agua (también asociado a la capacidad de
intercambio catiónico).

La plasticidad de un suelo es controlada por el contenido de minerales arcillosos:


el tipo de mineral y la cantidad presente.

En mecánica de suelos se define la plasticidad como la propiedad de un material


por la cual es capaz de soportar deformaciones rápidas, sin rebote elástico, sin
variación volumétrica apreciable y sin desmoronarse ni agrietarse.

Plasticidad en los Suelos

La plasticidad es la propiedad que expresa la magnitud de las fuerzas de las


películas de agua dentro del suelo ya que éstas permiten que el suelo sea
moldeado sin romperse hasta un determinado punto. Es el efecto resultante de
una presión y una deformación.

La magnitud de la deformación que puede soportar un suelo con un determinado


contenido de humedad está dada por la distancia que las partículas pueden
moverse sin perder su cohesión. La presión que se requiere para producir una
deformación específica es un índice de la magnitud de las fuerzas de cohesión
que mantienen las partículas juntas. Estas fuerzas varían con el espesor de las
películas de agua entre partículas. Puesto que la deformación total que puede ser
producida varía con el tamaño y forma de las partículas, es evidente que la
superficie total presente determina el número de películas de agua contribuyentes
a la cohesión.

El fenómeno de plasticidad en los suelos puede explicarse de la siguiente manera:


Las partículas coloidales en un suelo a bajos contenidos de humedad están
probablemente desordenadas (ver figura 1).

Figura 1. Teoría de la Película de Agua.

Las partículas de un suelo se recubren por una película de agua adsorbida, cuando
el porcentaje de humedad en el sistema aumenta (ver figura 2). La fuerza de
adhesión del agua sobre la superficie de la partícula varía con el tipo de coloide.

Figura 2. Tipos de Agua en el Suelo.


Cuando el contenido de humedad es suficiente para alcanzar el límite inferior de
plasticidad, las partículas se orientan cuando se les aplica una presión (ver figuras
1 y 2). La tensión de estas películas de agua adsorbidas mantiene juntas las
partículas adyacentes.

Cuando la presión se incrementa por encima de la tensión de estas películas que


mantienen unidas las partículas, éstas se deslizan unas sobre otras (ver figura 5).
Después que la presión cesa, las partículas no retoman su posición original
porque están unidas en sus nuevas posiciones por la tensión de las películas
húmedas (ver figura 1).

Factores que Afectan la Plasticidad de los Suelos y las Constantes de


Atterberg

1) Contenido de Arcilla

Como la plasticidad es función de las fracciones más finas del suelo, los distintos
suelos tendrán diferente plasticidad de acuerdo con la cantidad de arcilla que
contengan. Atterberg observó que un incremento en el porcentaje de arcilla
produce un aumento en ambos límites de plasticidad en la escala de humedad y
consecuente aumento en el número de plasticidad.

En la figura 3 (b) se observa que el contenido de humedad en el límite inferior de


plasticidad se vuelve ligeramente menor en la medida que el contenido de arcilla
decrece.

Hay un notorio efecto al decrecer el contenido de arcilla y es el que se manifiesta


en la rápida disminución del límite superior de plasticidad y la consiguiente
disminución del número de plasticidad. Se necesita un mayor contenido de
humedad para obtener plasticidad en un suelo con alto contenido de arcilla que en
otro con menos contenido de arcilla.
Figura 3. Factores que afectan a los límites de Atterberg:
a) Efecto del tamaño de las partículas (según White, 1949);
b) efecto del contenido de arcilla;
c) efecto de la materia orgánica.

Russell informó que el número de plasticidad es una función lineal del contenido
de arcilla (partículas menores de 5 μ).

Esta relación es expresada por: NP = 0.6C - 12, donde: NP: Número de


plasticidad y C: Porcentaje de contenido de arcilla. Suelos que contengan menos
del 20% de partículas menores de 5 μ, generalmente no muestran plasticidad.
Esta relación es expresada por: NP = 0.6C - 12, donde: NP: Número de
plasticidad y C: Porcentaje de contenido de arcilla. Suelos que contengan menos
del 20% de partículas menores de 5 μ, generalmente no muestran plasticidad.

Se han encontrado resultados similares en suelos sintéticos trabajando con


partículas menores de 1 μ: NP = 0.66C - 10. En este caso, suelos con menos del
15 % de arcilla no desarrollan plasticidad. Cualquier cambio marcado en la forma
de las partículas, afecta estas relaciones.

2) Naturaleza de los Minerales del Suelo


Atterberg investigó en qué magnitud los diferentes minerales de los cuales
derivan los suelos afectan la plasticidad. Sus estudios muestran que solamente los
minerales que tienen una estructura laminar, muestran plasticidad cuando son
pulverizados. Cuarzo y feldespatos, no tienen estructura laminar y por lo tanto no
desarrollan plasticidad. Talco, muscovita, biotita y otros minerales cuyas
artificiales tienen forma laminar presentan plasticidad. Estas diferencias son
atribuidas a la mayor superficie e incremento de las superficies de contacto en las
partículas laminares.

Aunque en realidad son pocos los suelos que contienen suficientes cantidades de
minerales primarios como para afectar la plasticidad considerablemente, el hecho
de que las partículas minerales secundarias tienen estructura laminar similar a los
minerales atrás mencionados, ayudan a explicar la plasticidad de los suelos. En
algunos casos la presencia de mica en la fracción limo puede causar plasticidades
más altas que la que son de esperar debido al contenido de arcilla solamente.

3) Minerales de Arcilla

Son producto principalmente de la meteorización química y descomposición de


feldespatos como ortoclasa y plagioclasa, y algunas micas. Son de tamaño
reducido y forma aplanada.

La clave de alguna de las propiedades de los suelos arcillosos, tales como


plasticidad, compresibilidad y el potencial de expansión/contracción, se centra en
la estructura de los minerales arcillosos.

Hay tres grupos principales de minerales arcillosos:

 Caolinitas: (incluyen caolinita, dickita y nacrita) formada por la


descomposición de la ortoclasa feldespática (e.g. en el granito); el caolin es
el principal constituyente de la Arcilla de China y la Arcilla de Ball.
 Ilitas: (incluyen ilita y glauconita) son los minerales de arcilla más
comunes; formados por la descomposición de algunas micas y feldespatos;
predominantes en arcillas marinas y shales (e.g. Arcilla de Londres, Arcillas
de Oxford).
 Montmorillonitas: (también llamadas esmectitas) (incluyen
momtmorillonitas cálcica y sódica, bentonita y vermiculita) formadas por la
alteración de rocas ígneas básicas que contienen silicatos ricos en Ca y Mg;
los débiles enlaces de los cationes (e.g. Na+, Ca++) resultan in elevado
potencial de expansión/contracción.

4) Composición Química del Coloide

Las propiedades físico-químicas de la arcilla varían con la relación


sílice/sesquióxidos. La capacidad de adsorción de la superficie coloidal para los
cationes y las moléculas de agua decrece cuando la relación se vuelve menor. El
mismo efecto se manifiesta en las constantes de Atterberg.

Los suelos con baja relación sílice/sesquióxidos se vuelven plásticos con un


contenido de humedad menor que los suelos con relación sílice/sesquióxidos más
altas. Ambos límites, para relaciones altas o bajas, aumentan o disminuyen en la
misma proporción, y se deduce entonces que el número de plasticidad será
aproximadamente el mismo o no sufrirá variación para dichas relaciones.

Desde que el agua adsorbida y la cantidad de humedad requerida para producir


un film es menor en suelos de baja relación sílice/sesquióxidos, es evidente que el
límite inferior de plasticidad será menor para estos suelos.

Una vez que suficientes películas se forman para desarrollar efecto plástico, la
cantidad de agua necesaria para aumentarlos hasta el punto en que fluye, depende
del número de películas, este número no es el mismo para ambos tipos de suelos.
Esto indica que los minerales caoliníticos se vuelven plásticos con contenidos de
humedad menores que los tipos montmorilloníticos. Se debería tener en cuenta
que este argumento puede destruirse en las verdaderas lateritas donde grandes
cantidades de óxidos y Fe Al están presentes.

5) Contenido de Materia Orgánica

La materia orgánica ejerce un efecto interesante sobre la plasticidad del suelo.


Medidas de las constantes de plasticidad de diferentes suelos, usualmente
muestran que los límites de plasticidad en los horizontes superficiales son más
altos en la escala de humedad que los de los horizontes inferiores. Este efecto
está aparentemente asociado con la presencia de materia orgánica en el horizonte
superficial. La oxidación de la materia orgánica con el agua causa un descenso de
ambos límites (es decir se vuelve plástico con menos agua).

El suelo I en la figura 3, con un contenido de materia orgánica de 3,5%, se vuelve


plástico a una humedad de 36.5%. La remoción de la materia orgánica baja este
límite a 19.8% de humedad. Además, el suelo oxidado fluye a 25.1% de
humedad, mientras que el suelo con materia orgánica es aún friable hasta un
contenido de 36.5% de humedad. El número de plasticidad no ha sido cambiado
por la oxidación de la materia orgánica. La oxidación natural de la materia
orgánica en el campo produce efectos similares a la oxidación artificial en
laboratorio.

La causa del descenso de los límites de plasticidad sobre la escala de humedad


(en los oxidados) sin un efecto realmente significativo sobre el número de
plasticidad, es perfectamente comprensible sobre la base de la teoría de la
película de agua. La materia orgánica tiene una alta capacidad de absorción de
agua. La hidratación de la materia orgánica debe ser suficientemente completa
antes que suficiente agua sea disponible para formar una película alrededor de las
partículas minerales. En consecuencia, el límite inferior de plasticidad ocurre a
un contenido relativamente alto de humedad. Después que las películas están
formadas, prácticamente toda el agua adicional funciona solamente para
aumentarlos hasta que se produzca el flujo. La presencia de materia orgánica
tiene pequeño efecto sobre este tipo de agua y entonces no influye sobre el
número de plasticidad.

La presencia de materia orgánica extiende la zona de friabilidad hasta un mayor


contenido de humedad.

Propiedades de los minerales de arcilla

A mayor cantidad de minerales arcillosos en el suelo, mayor es la plasticidad, así


como la compresibilidad y la cohesión, mientras que la permeabilidad y el ángulo
de fricción interno disminuyen. El comportamiento de las partículas de arcilla
está fuertemente influido por las fuerzas de superficie, ya que al tratarse de
granos muy finos la superficie específica (Se) alcanza valores de consideración y
las fuerzas electroestáticas desarrolladas en la superficie cobran relevancia. 

El agua es fuertemente atraída por la superficie de los minerales de arcilla dando


como resultado la plasticidad, mientras que en las partículas no arcillosas
la superficie específica es mucho menor y hay menor afinidad con el agua, con lo
cual no se desarrolla una plasticidad significativa. 

Tanto el límite líquido como el límite plástico para cualquiera de los


minerales arcillosos pueden variar dentro de un amplio rango. 

Para cualquier mineral de arcilla, el rango de valores de límite líquido es


mayor que el rango de valores de límite plástico. 

La variación en el límite líquido entre los diferentes grupos de arcillas es


mucho mayor que la variación en los límites plásticos. 

El tipo de catión adsorbido tiene mayor influencia en minerales de


alta plasticidad (montmorillonita) que en minerales de baja plasticidad
(caolinita). 

El incremento de la valencia del catión hace disminuir el valor del límite


líquido de las arcillas expansivas, pero tiende a aumentar los valores del límite
líquido de los minerales no expansivos.

La haloisita hidratada tiene un alto límite plástico poco habitual mientras que
tiene un índice de plasticidad bajo.

Existe una gran variación entre los límites de Atterberg de un mismo mineral
arcilloso aún con el mismo catión de cambio. Gran parte de esa diferencia hay
que atribuirla al tamaño de las partículas y a la perfección de los cristales: cuanto
más pequeñas son las partículas y cuanto más imperfecta es su cristalización, más
plástico es el suelo.
Pegajosidad y Plasticidad de Suelos Arcillosos

La plasticidad es la capacidad de un material de experimentar deformaciones


irreversibles sin romperse y se presenta en la mayor parte de suelos arcillosos con
humedad intermedia. Si se seca un bloque de arcilla plástica, pierde su plasticidad
y se convierte en un sólido frágil con una resistencia considerable que resulta de
la pegajosidad, entre partículas de arcilla. Sin embargo, si el bloque se
descompone en partículas que lo constituyen, la pegajosidad se pierde y el
material se convierte en un polvo seco. Al mezclar nuevamente el polvo que
resulta con una cantidad de agua adecuada, reaparecerán las propiedades de
pegajosidad y plasticidad. Este efecto no se consigue si la mezcla se hace con
tetracloruro de carbono como fluido intersticial, el cual es un compuesto cuyas
moléculas no son dipolares y no se ionizan.

El agua intersticial es lo que más contribuye al desarrollo de la pegajosidad y la


plasticidad. Sin embargo, la manera exacta como esta contribuye no se conoce
completamente. La pegajosidad se atribuye principalmente a la atracción entre
partículas producida por las fuerzas de Van der Waal (fuerzas de atracción de
corto alcance entre moléculas adyacentes debidas a la interacción de los campos
eléctricos que se generan alrededor de las moléculas por los electrones que giran
alrededor de los núcleos atómicos), a la afinidad por ciertos cationes en el agua
intersticial y a algunas uniones borde - cara entre los bordes de unas partículas
con una baja concentración de cargas positivas y las caras de otras partículas con
su carga superficial negativa.

La plasticidad se atribuye a la deformación de las capas de agua adsorbida.


Aunque este agua es fuertemente atraída por las partículas de mineral de arcilla,
las moléculas de agua adsorbida pueden moverse con relativa facilidad a lo largo
de la superficie de las partículas. Por lo tanto, cuando las partículas de arcilla se
comprimen, la capa de agua adsorbida altamente viscosa se deforma con
elasticidad en tanto que las partículas sufren un desplazamiento relativo unas con
respecto a las otras.

El desarrollo de la capa de agua adsorbida alrededor de las partículas de mineral


arcilloso depende de la capacidad del mineral de arcilla para atraer iones
intercambiables y así neutralizar la carga negativa. La capacidad para absorber
iones se expresa cuantitativamente en términos de la capacidad de intercambio
iónico por unidad de masa de arcilla seca. Esta característica se relaciona no solo
con la deficiencia de carga de las partículas minerales, sino también con el área
total de la superficie de las partículas por unidad de masa y por tanto el tamaño
de las partículas minerales. Al considerar la caolinita, la ilita y la montmorillonita
en ese orden, la capacidad de intercambio iónico aumenta al igual que la
proporción de agua adsorbida en la superficie de las partículas y en consecuencia
hay un incremento de la plasticidad y la actividad. A escala macroscópica se
presenta un incremento de la compresibilidad y una disminución del ángulo de
fricción.

Plasticidad

La plasticidad de un suelo se debe a su contenido de partículas más finas de


forma laminar, que ejerce gran influencia en la compresibilidad del suelo
mientras el pequeño tamaño de tales partículas hace que la permeabilidad del
conjunto sea baja.

La plasticidad puede estudiarse con base en curvas esfuerzo - deformación de los


materiales, cuya forma depende de las características del material. Para esfuerzos
bajos la relación esfuerzo - deformación es reversible (comportamiento elástico),
para esfuerzos mayores es irreversible (comportamiento plástico).
La distinción entre el comportamiento elástico y plástico comprende dos
aspectos:

1. Influencia de la historia de esfuerzos.


2. Razón de variación actual de esos esfuerzos.

El primero se relaciona con dos características o puntos de fluencia (de tensión y


compresión), mostrando el material comportamiento elástico mientras el esfuerzo
actual se mantenga entre esos límites; al principio tales características son
aproximadamente iguales y en el caso de material perfectamente plástico,
permanecen constantes. Para materiales donde hay endurecimiento por
deformación progresiva, los valores de esos límites dependen de la historia de
esfuerzos.

En la figura 4 se muestran las curvas real e idealizada de la relación esfuerzo -


deformación de una arcilla suave durante su intervalo plástico.

Figura 4. Gráficas Real e Idealizada de una Arcilla en su Estado Plástico.


Plasticidad: Propiedad de un material por la cual es capaz de soportar
deformaciones rápidas,
 sin rebote elástico, sin variación volumétrica apreciable y sin desmoronarse ni
agrietarse.

La plasticidad de los suelos se debe a la carga eléctrica de las partículas laminares


que generan campos que actúan como condensadores e influyen en las moléculas
bipolares del agua. En suelos plásticos el espesor de estas capas de agua sólida y
viscosa influidas, es grande y su efecto en la interacción de las partículas de suelo
determinan su plasticidad.
La Consistencia del Suelo

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Consistencia de Suelos Derivados de Cenizas Volcánicas (Manizales, Caldas)

La consistencia es la resistencia del suelo a ser deformado o amasado


(remoldeado o roto), gobernada por las fuerzas físicas de adhesión y cohesión, las
cuales dependen del contenido de humedad del material, es por esto que la
consistencia se expresa en términos de seca, húmeda y mojada.
Consistencia al tacto

Esta cohesión y adhesión del suelo comprende:


 El comportamiento con respecto a la gravedad, presión y tensión. 
 La tendencia de la masa del suelo de adhesión a cuerpos extraños o
sustancias. 
 Las sensaciones que son evidenciadas y sentidas por los dedos del
observador.
La consistencia del suelo, es la manifestación de las fuerzas físicas de cohesión y
adhesión que actúan dentro del mismo bajo varios estados de humedad, o sea,
resistencia a la deformación o ruptura cuando se aplica una fuerza. La
consistencia varía con la textura, materia orgánica, cantidad y naturaleza del
material coloidal hasta cierto punto con la estructura y especialmente con el
contenido de humedad. 

La clasificación de la consistencia se hace con el suelo seco, húmedo y muy


húmedo. Bajo condiciones de sequedad se dice que el suelo es blando, suave,
duro, muy duro o cementado, cuando el suelo está húmedo se describe como muy
friable, friable o poco friable, cuando está muy húmedo, (por encima de la
capacidad de campo) se distinguen dos condiciones: plasticidad y pegajosidad.
Así, se habla de suelos poco plásticos, plásticos, muy plásticos y suelos poco
pegajosos, pegajosos y muy pegajosos. Pueden darse condiciones combinadas
como de alta plasticidad y poca pegajosidad, dependiendo de los tipos de arcillas,
sus cantidades y de sus cationes adsorbidos. 

A muy bajos contenidos de humedad, el agua cerca de las partículas adquiere


gran coherencia y viscosidad y se estima que la viscosidad debe ser cercana a la
del hielo. A mayores contenidos de humedad, el suelo se vuelve plástico y
pegajoso, esto es, exhibe características de flujo. Las propiedades de viscosidad
del suelo se vuelven similares a la del agua en estado líquido. 

Un suelo plástico y pegajoso pierde estas propiedades, cuando su contenido de


agua decrece. Adquiere entonces características de friabilidad siendo suave al
tacto. Si la pérdida de agua incrementa, el suelo pasa al estado seco volviéndose
firme y mas aún, duro. 
Las sugerencias de clasificación de Atterberg, sin incluir el estado viscoso de los
suelos, se han dividido en cuatro estados de consistencia : 

 Pegajosa : característica de adherencia a los objetos. 


 Plástica : característica para ser moldeado. 
 Suave : caracterizado por la friabilidad. 
 Firme : caracterizado por su dureza.

El concepto de consistencia del suelo, incluye algunas propiedades tales como


la resistencia a la compresión, la friabilidad, la plasticidad, y
la viscosidad. Observaciones de campo y de laboratorio, han llevado a la
conclusión de que la consistencia del suelo varía con propiedades como: la
textura, el contenido de materia orgánica, el total de materia coloidal, la
estructura (en cierto grado) y el contenido de humedad. 

Curva Esfuerzo-Deformación para material plástico

Los suelos plásticos cambian su consistencia al variar su contenido de agua, de


allí que se pueden determinar sus estados de consistencia si se conoce la frontera
entre estos.

Los estados de consistencia de una masa de suelo plástico, en función del cambio


de su contenido de humedad son: sólido, semisólido, plástico y líquido. Estos
cambios se dan cuando la humedad en las masas de suelo varía. 
Límites de Consistencia

El significado de los contenidos de agua que sirven de límite para cada estado
físico, fue descrito por  el científico de suelos sueco, Albert Atterberg en 1911.
Estas fronteras definieron lo que se conoce hoy en día como límites de Atterberg. 

Para calcular los límites de Atterberg, el suelo se tamiza por la malla No 40 y la


porción retenida es descartada. 

La frontera convencional entre los estados semisólido y plástico se llama límite


plástico, que se determina alternativamente presionando y enrrollando una
pequeña porción de suelo plástico hasta un diámetro al cual el pequeño cilindro
se desmorona, y no puede continuar siendo presionado ni enrrollado. El
contenido de agua a esta condición se anota como límite plástico. 

La frontera entre el estado sólido y semisólido se llama límite de contracción, y


a la frontera entre el límite plástico y líquido, se llama límite líquido, y es el
contenido de agua que se requiere adicionar a una pequeña cantidad de suelo que
se colocará en una copa estándar, y ranurará con un dispositivo de dimensiones
también estándar, sometido a 25 golpes por caída de 10 mm de la copa a razón de
2 golpes/s, en un aparato estándar para límite líquido; la ranura efectuada deberá
cerrarse en el fondo de la copa a lo largo de 13 mm. 

El índice de plasticidad (IP), es el rango de contenido de agua para el cual el


suelo se comporta plásticamente. Numéricamente es la diferencia entre el límite
líquido y el límite plástico del suelo.
Los límites de Atterberg mas importantes en la Ingeniería Geotécnica, son
aquellos que definen la plasticidad.

El grado máximo de consistencia se alcanza en el rango seco debido a las fuerzas


de cohesión; mientras que el máximo de adhesión se localiza dentro del rango
húmedo.

Variación de la Consistencia con la Humedad

Al comparar los dos "puntos máximos de las curvas", se observa que el


relacionado con la adhesión, aunque origina un valor de consistencia menor en el
rango húmedo, es el estado óptimo para la realización de las labores agrícolas,
puesto que el suelo no opone tanta resistencia como ocurre en el rango seco.

En los rangos donde el contenido de agua es mayor (mojado y saturado), el


peligro radica en la degradación estructural por la poca resistencia que ofrece el
suelo a su deformación con lo cual se corre el riesgo de "amasarlo" o
compactarlo.
Variación de la Cohesión y la Adhesión

Los Puntos de Máxima Consistencia son:


 En estado seco debido a la cohesión.
 En estado húmedo debido a la adhesión.

Formas de Consistencia
Consistencia de suelos secos

Un suelo seco con una compactación normal generalmente exhibe una extremada
dureza o coherencia. La medida de esta coherencia va a variar con la estructura
del suelo, ya que, la porosidad determina el número de partículas por unidad de
volumen.

La coherencia de suelos secos, por lo tanto, debe ser visualizada como


dependiendo de la cantidad de contactos superficiales por unidad de volumen de
la masa del suelo y la magnitud de las fuerzas atractivas en la superficie; se da en
ausencia de moléculas de agua en la superficie y por la atracción entre las
partículas sólidas.
 Suelo Suelto: Se utiliza en aquellos horizontes que carecen de estructura o
que aquella es particular. No existen agregados y las partículas del mismo
no están unidas entre sí. Los horizontes que la presentan están muy bien
aireados y son muy penetrables, pero las raíces tienen poco contacto y la
retención de agua es muy débil. 
 Suelo Blando: Los agregados se rompen entre los dedos. Este tipo de
consistencia suele estar asociado a estructuras migajosas o granulares. El
suelo está bien aireado, es fácil de penetrar y ofrece buen contacto a las
raíces. La retención de agua es, en general, buena y se laborea bien, aunque
es conveniente que presente un cierto nivel de humedad para que no se
destruyan los agregados. 
 Suelo Duro: Los agregados son difíciles de romper con la mano, y en
algunos casos es necesario recurrir al martillo. La aireación es escasa y las
raíces penetran con mucha dificultad en los agregados y suelen crecer a
través de las fisuras. Retiene gran cantidad de agua aunque el drenaje puede
resultar escaso. 

Consistencia en húmedo
 Suelo Suelto: Se corresponde con el término análogo en seco y presenta un
comportamiento semejante. 
 Suelo Friable: El término deriva de "friare" que significa desmenuzar. Se
desmenuza con cierta facilidad. En seco, suele ser "blando" o algo "duro” y
su comportamiento es el equivalente a ellos. 
 Suelo Firme: No se desmenuza con facilidad. En seco suele ser duro o muy
duro y con un comportamiento semejante. Puede ser muy proclive a la
formación de suelas de arada. Usualmente existe una correspondencia entre
la consistencia en seco y en húmedo, si bien en esta situación los agregados
se desmenuzan con mayor facilidad. 

Consistencia en mojado
 Suelo Adherente: Se utiliza para indicar que la tierra se pega a las manos.
Suele ir asociada a suelos duros en seco y poco friables o firmes en
húmedo. Cuando el suelo es muy adherente es debido a la presencia de
partículas finas no coloidales que no se unen unas a otras para constituir
agregados. La presencia de este limo hace que, al no estar adherido, el suelo
húmedo se vuelva resbaladizo y se enfangue. 
 Suelo Plástico: Tiene la capacidad de poder ser moldeado. La plasticidad se
mide formando un cordón y estableciendo lo largo y fino que se hace antes
de que se rompa. Está en función del contenido y tipo de arcilla. Cuando a
la plasticidad se añade la presencia de arcillas expansibles que provocan
grandes cambios de volumen, pueden ocasionar deslizamientos.

La Cohesión del Suelo

Esta fuerza es debida a atracción molecular en razón, a que las partículas de


arcilla presentan carga superficial, por una parte, y la atracción de masas por las
fuerzas de Van der Walls, por otra (gavande, 1976). Además de estas fuerzas,
otros factores tales como los compuestos orgánicos, carbonatos de calcio y
óxidos de hierro y aluminio, son agentes que integran el mantenimiento conjunto
de las partículas.
La cohesión es la atracción entre partículas de la misma naturaleza.

La Adhesión del Suelo

Se debe a la tensión superficial que se presenta entre las partículas de suelo y las
moléculas de agua. Sin embargo, cuando el contenido de agua aumenta,
excesivamente, la adhesión tiende a disminuir. El efecto de la adhesión es
mantener unidas las partucilas por lo cual depende de la proporción
Agua/Aire. De acuerdo a lo anterior, la consistencia del suelo posee dos puntos
máximos; uno cuando esta en estado seco debido a cohesión y otro cuando
húmedo que depende de la adhesión.

La adhesión es la atracción entre partículas de distinta naturaleza.

Las fuerzas intermoleculares que enlazan moléculas similares entre sí, (por
ejemplo puentes de hidrógeno) son llamadas fuerzas cohesivas, y las que enlazan
una sustancia a una superficie se llaman fuerzas adhesivas.

La Coherencia del Suelo

Se refiere a la cohesión entre las partículas sólidas. Las fuerzas de la cohesión y


coherencia explican la unión de las partículas entre sí en los distintos estados de
consistencia. El número de películas de agua depende del contenido de coloides. 

Los suelos arcillosos exhiben por lo tanto mayor cohesión que los arenosos. Las
partículas laminares producen mayores efectos cohesivos que las esféricas.

La Pegajosidad de los Suelos 

Representa el contenido de humedad en el cual el suelo no se adhiere más a un


objeto extraño. Es generalmente determinado pasando una espátula a través de
una masa húmeda y amasada de suelo. El contenido de humedad es regulado
hasta que se alcance el punto en que el suelo no se adhiere a la espátula. 
En suelos altamente plásticos, el punto de despegado se encuentra levemente por
debajo del limite superior. En suelos levemente plásticos, el punto de despegado
se encuentra por encima del límite superior. Los efectos de la arcilla y la materia
orgánica en el punto pegajoso son semejantes a sus influencias en los límites
inferior y superior de plasticidad.

La Friabilidad del Suelo

La friabilidad caracteriza la facilidad de desmenuzar un terrón de suelo. 

El rango de humedad en el cual los suelos están friables, es también el rango de


humedad en el cual la condición es óptima para la labranza o excavación, ya que
se minimiza el efecto de cementación. Por otro lado, no hay suficiente agua
presente para causar la formación de distintas películas de agua, alrededor de
los contactos de partículas para producir la cohesión que existe en el rango
plástico. 

Los agregados están unidos, al menos en parte, por la orientación de moléculas


de agua (bipolo) entre partículas individuales.

Los límites de Atterberg o estados de consistencia de un suelo, se determinan en


muestras completamente amasadas, por lo tanto deben tomarse como una medida
del comportamiento de los suelos después de destruir completamente su
estructura original. 

La friabilidad se caracteriza por la facilidad de desmenuzamiento de un suelo


húmedo. Las condiciones de humedad que determinan la friabilidad son aquellas
que mejor se adaptan a las condiciones de mecanización porque el suelo es suave
y la cohesión apropiada. 

La adhesión se refiere a la atracción de la fase líquida sobre la superficie de la


fase sólida, mientras la cohesión es la unión entre partículas debido a las fuerzas
de atracción mutua que surgen de mecanismos físico - mecánicos, o sea, la fuerza
de cohesión varía inversamente con el contenido de humedad y aumenta con el
contenido de las arcillas.
La Capilaridad del Suelo

La capilaridad es una propiedad física del agua mediante la cual ella puede
avanzar a través de un canal vertical de menor diámetro (desde unos milímetros
hasta micras) siempre y cuando, el líquido se encuentre en contacto con ambas
paredes del canal y estas paredes se encuentren cercanas.

La cohesión, la adhesión y la tensión superficial causan


la capilaridad (movimiento de agua hacia arriba de un capilar). La distancia del
movimiento a través del capilar, se debe a la atracción que ejerce la periferia de la
superficie polar del capilar (adhesión) sobre el agua y a la tensión superficial del
agua, que tiende a minimizar el área superficial.

Capilaridad del Suelo

La adhesión y la tensión superficial, ejercen tensión sobre las moléculas de agua,


justamente bajo la superficie y causan su movimiento hacia la parte alta del tubo,
hasta equilibrar la fuerza de adhesión con el peso de la columna de agua.
El agua se adhiere a un capilar debido a que las fuerzas adhesivas entre el agua y
las paredes del capilar son más grandes que las fuerzas cohesivas entre las
moléculas de agua.

La capilaridad, es el fenómeno al cual se debe, parcialmente, el ascenso de la


savia desde las raíces hasta las hojas. El ascenso capilar es inversamente
proporcional al radio del tubo.

Capilaridad del suelo

La Plasticidad del Suelo


La plasticidad es la propiedad que tienen algunos suelos de deformarse sin
agrietarse, ni producir rebote elástico.
La plasticidad del suelo, es aquella propiedad que permite a las arcillas cambiar
de forma cuando están sujetas a una fuerza deformante superior a las fuerzas
cohesivas, y mantener esa forma cuando la fuerza deja de ser aplicada.

La plasticidad es el efecto resultante de una presión y una deformación. La


magnitud de la deformación que puede soportar un suelo, con un determinado
contenido de humedad, está dada por la distancia que las partículas pueden
distanciarse, sin romperse los enlaces entre estas.

La presión que se requiere para producir una deformación específica es un índice


de la magnitud de las fuerzas de cohesión que mantienen las partículas juntas.
Estas fuerzas, varían con el espesor de las películas de agua entre las partículas
minerales del suelo. Por tanto, la plasticidad es la propiedad que expresa la
magnitud de las fuerzas de las películas de agua dentro del suelo, ya que éstos, a
su vez, permiten que el suelo sea moldeado sin romperse hasta un determinado
punto.

Los suelos plásticos pueden clasificarse como arcillas o limos. Arcillas son


aquellos suelos de tamaño menor a dos micras y que su composición química
obedece a la fuerzas de atracción molecular de los átomos de Alúmina y Sílice y
que sus partículas son de forma laminar. 

Carta de Plasticidad
La plasticidad de las arcillas es circunstancial y depende del contenido de
humedad. Por lo que para calcular la cantidad de plasticidad se obtiene el índice
de plasticidad, como la diferencia entre los límites líquido y plástico. 

La plasticidad varía también con el tamaño y forma de las partículas ya que es un


fenómeno relacionado con películas de agua. Las partículas gruesas no exhiben
plasticidad. Atterberg fue el primero en anotar que las partículas laminares eran
las mas plásticas, o sea, que la plasticidad era función de la cantidad de superficie
y número de contactos, por superficie disponible. Además, influye
considerablemente la naturaleza mineralógica de la arcilla. La plasticidad en los
suelos implica las características de formar masas y manejar las hasta adquirir la
forma que se desee, manteniéndola después que la fuerza deformante ha cesado.
Más aún, la forma permanece después que el agua ha sido removida. La
orientación de las partículas también influye en la plasticidad.

La plasticidad de un suelo se debe a su contenido de partículas más finas de


forma laminar, que ejerce gran influencia en la compresibilidad del suelo
mientras el pequeño tamaño de tales partículas hace que la permeabilidad del
conjunto sea baja. 

La plasticidad puede estudiarse con base en curvas esfuerzo - deformación de los


materiales, cuya forma depende de las características del material. Para esfuerzos
bajos la relación esfuerzo-deformación es reversible (comportamiento elástico),
para esfuerzos mayores es irreversible (comportamiento plástico). 

La distinción entre el comportamiento elástico y plástico comprende dos


aspectos: 

 Influencia de la historia de esfuerzos. 


 Razón de variación actual de esos esfuerzos. 

El primero se relaciona con dos características o puntos de fluencia (de tensión y


compresión), mostrando el material comportamiento elástico mientras el esfuerzo
actual se mantenga entre esos límites; al principio tales características son
aproximadamente iguales y en el caso de material perfectamente plástico,
permanecen constantes. Para materiales donde hay endurecimiento por
deformación progresiva, los valores de esos límites dependen de la historia de
esfuerzos.

Curvas de comportamiento

Los minerales de la arcilla, y en particular el grupo de las esmectitas, son


eminentemente plásticos, por lo que los materiales compuestos total o
parcialmente por minerales arcillosos exhibirán un comportamiento plástico en
presencia de agua, pudiendo estar ésta última presente en un amplio rango de
cantidades.

El comportamiento plástico de los minerales de la arcilla se debe principalmente


a su estructura laminar y a su tendencia a rodearse de numerosas moléculas de
agua, que se fijan a la superficie mediante puentes de hidrógeno, además de
hidratar los numerosos cationes intercambiables que se encuentran en torno a
éstas. Esto hace que, como respuesta a un esfuerzo dado, los materiales arcillosos
respondan deslizándose unas láminas con respecto a otras. 

Este deslizamiento tiene lugar a favor de las superficies de discontinuidad


definidas a lo largo de los espacios interlaminares que existen entre dichas
laminas. La presencia de agua en estos espacios favorece la separación de las
láminas y, por consiguiente, la disminución de la energía de enlace entre ellas,
con el consiguiente deslizamiento relativo. 

Es, por tanto, el contenido de agua en mayor o menor proporción, el factor que
determina la consistencia y deformabilidad de un suelo de estas características.
Desde que en 1926 Terzaghi indicó su utilidad, los límites de Atterberg han sido
ampliamente estudiados y aplicados en los laboratorios de geotecnia de todo el
mundo. 
Según indicó Terzaghi en 1926: "Los resultados de la determinación de los
limites de Atterberg dependen precisamente de los mismos factores físicos que
determinan la resistencia y permeabilidad de los suelos (forma de las partículas,
tamaño efectivo,uniformidad, etc.). Si diferentes suelos con orígenes geológicos
similares tienen los mismos límites sus propiedades físicas serán también
idénticas, y será suficiente investigar uno de ellos con mayor detenimiento. Si
conocemos los tres límites de un suelo, nos encontramos en disposición de
comparar este suelo con otros y podemos, en principio, anticipar cuáles serán
sus propiedades. Si además conocemos otro suelo con límites muy parecidos,
podemos afirmar que ya sabemos cuál será su comportamiento"

En los problemas prácticos, el aspecto más importante consiste en reconocer si


una arcilla ha sido o no preconsolidada. Casi seguramaente lo será, si la
humedad natural se aproxima más al límite plástico. Los depósitos que tienen
humedades cercanas al límite líquido son usualmente mas blandos que los que
tienen humedades cercanas al límite plástico. 

La mayor parte de los suelos esmectíticos muestran un comportamiento plástico a


lo largo de un amplio rango de humedades. Este comportamiento surge de la
capacidad de los minerales de contener una gran cantidad de agua entre las
partículas y todavía conservar su estructura coherente gracias a las fuerzas
eléctricas existentes entre ellas.

En este contexto, el límite plástico podría considerarse la proporción de agua


suficiente para hidratar todas las partículas, ya sea por adsorción directa a la
superficie o por hidratación de los cationes de cambio que se encuentran en torno
a ellas. Por encima de este valor, las partículas presentarán un comportamiento
plástico gracias a la formación de películas de agua que permite el deslizamiento
de unas con respecto a otras. 

Yong y Warkentin (1966) definen el límite plástico como la mínima humedad


para la cual la cohesión entre partículas o grupos de partículas es lo
suficientemente baja como para permitir su movimiento, pero lo suficientemente
alta para que éstas mantengan su nueva posición tras el remoldeo.

En el intervalo existente entre límite plástico y límite líquido, la distancia entre


las partículas va aumentando a medida que se incrementa la cantidad de agua en
el sistema. Esto provoca una debilitación de las fuerzas de atracción existentes
entre ellas.

A partir del límite liquido, las partículas están lo suficientemente alejadas como
para que las fuerzas de atracción sean muy débiles. Esta situación permite el flujo
del suelo (comportamiento viscoso) en cuanto éste es sometido a la acción de
cualquier esfuerzo externo al sistema. En el caso de los minerales expansivos
como las esmectitas, una cantidad considerable del agua del límite líquido puede
encontrarse hidratando los cationes interlaminares. Esta cantidad de agua
interlaminar depende engran medida del tipo de catión interlaminar. Por tanto, se
puede afirmar que en los minerales del grupo de las esmectitas, la naturaleza del
catión interlaminar ejerce una gran influencia sobre el valor del límite líquido que
presente el material arcilloso.

La Expansividad de los Suelos


El hinchamiento es el proceso opuesto a la consolidación. Consiste en la
expansión deun material arcilloso por efecto de una reducción de presión y una
entrada de agua enlos poros que rodean a las partículas.

Se puede clasificar la expansividad de una arcilla (Skempton, 1953) por medio


del número de actividad (A), que representa la relación del índice de plasticidad
de un suelo entre el porcentaje por peso de las partículas que poseen un diámetro
equivalente menor que 0.0002 mm. Si el número de expansividad es mayor que
1, la arcilla es de alta expansividad. 

Asímismo, la diferencia entre los suelos orgánicos e inorgánicos puede realizarse


llevando a cabo dos ensayos para determinar dos valores de límite líquido con el
mismo material; una con suelo húmedo secado al aire y otra con el suelo secado
al horno. 

El suelo secado al horno produce cambios irreversibles en los componentes


orgánicos y producen un límite líquido significativamente inferior al realizado
con el suelo secado al aire. Si la muestra secada al horno es inferior a 0.75 veces
al de la muestra secada al aire, el suelo puede clasificarse como orgánico.

La Compresibilidad del Suelo


Torre inclinada de Pisa (Italia)

Si se conoce la plasticidad de los suelos, se pueden conocer la deformación de


estos suelos, mediante el cálculo del indice de compresibilidad (Cc). 

El Cc esta íntimamente relacionado al límite líquido (LL) de los suelos plásticos.


La relación entre las dos cantidades fue formulada por Skempton en 1944 y es:
Cc = 0.009 * (LL-10)

Esto permite calcular el asentamiento aproximado de una estructura cimentada


sobre un estrato plásticos. 

El Agua en el Suelo

Con la tecnología de  Traductor de Google

El agua procede de la atmósfera en forma de lluvia, nieve, granizo ó humedad


atmosférica. Otras fuentes son infiltraciones laterales, ascenso desde capas
freáticas, etc. Las soluciones del suelo proceden de la alteración de los minerales
y de la materia orgánica. 
Ciclo del Agua

El agua puede existir en todas sus fases dentro del suelo. El agua líquida puede
aparecer como agua higroscópica, capilar o gravitacional. 

La higroscópica y la capilar, están sostenidas por fuerzas moleculares en


delgadas películas alrededor de las partículas del suelo. Cuanto más seco es
el suelo y menores los intersticios entre las partículas, más fuertes son las fuerzas
que sostienen ésta agua. 

Zona no saturada del suelo (zona vadosa)


El agua higroscópica (o molecular) es la fracción del agua absorbida
directamente de la humedad del aire. Esta se dispone sobre las partículas del
terreno en una capa de 15 a 20 moléculas de espesor y se adhiere a la partícula
por adhesión superficial. El poder de succión de las raíces no tiene la fuerza
suficiente para extraer esta película de agua del terreno. En otras palabras esta
porción del agua en el suelo no es utilizable por las plantas) no está prácticamente
disponible, y es sostenida por presiones (manométricas) negativas de 31 a
10 kbars. 

El agua capilar (fracción del agua que ocupa los microporos en el suelo. Se


mantiene en el suelo gracias a las fuerzas derivadas de la tensión superficial del
agua. Esta fracción del agua es utilizable por las plantas, es la reserva hídrica del
suelo) aparece cuando hay más agua disponible para llenar los espacios entre las
partículas de suelo, pero de una manera discontinua. Esta agua es sostenida
por presiones que van desde 0.33 a 31 bars, y puede estar conectada
directamente con aguas subterráneas o en paquetes aislados. 

El agua capilar forma la zona capilar continua antes mencionada y puede ser
usada por las plantas. Si las presiones negativas tienen magnitudes mayores que
alrededor de 15 bars, las raíces de las plantas no pueden extraer el agua. Este
nivel de sequedad se denomina punto de marchitamiento (wilting point), y la
vegetación no puede sobrevivir a menores contenidos de humedad. A medida
que la humedad crece, se alcanza el punto que la gravedad es suficientemente
fuerte como para contrarrestar estas presiones negativas (entre 0 y 0.33 bars). 

La máxima cantidad de agua que el suelo puede sostener contra la gravedad se


denomina capacidad de campo. El agua en exceso de la capacidad de campo,
percola hacia abajo de la columna de suelo, y alcanza finalmente la zona de
saturación limitada por un lecho de rocas, o algún otro material impermeable. 

Es razonable esperar que la humedad del suelo a cierta profundidad en la


capa intermedia no varíe mucho con el tiempo. La profundidad exacta dependerá
naturalmente de la historia del sitio, pero es del orden de algunos metros en la
mayoría de las regiones. En áreas húmedas o bien irrigadas, la capacidad de
campo es una buena estimación de la humedad para esta capa.
El agua gravitacional es la fracción del agua que ocupa los macroporos del suelo,
saturándolos o no. Esta fracción del agua en el suelo se mueve impulsada por la
fuerza de la gravedad, la que tiende a desplazarla hacia abajo. Esta fracción del
agua del suelo puede temporalmente ser utilizada por las plantas mientras se
encuentre en el estrato reticular de las plantas.

El agua ejerce importantes acciones, tanto para la formación del suelo (interviene
decisivamente en la meteorización física y química, y translocación de
sustancias) como desde el punto de la fertilidad.

Flujo de Agua en el Suelo


Entiéndase el término 'napa' como 'acuífero'  (Dr. Rafael Fernández Rubio)

La fase líquida circula a través del espacio poroso, queda retenida en los huecos
del suelo, y está en constante competencia con la fase gaseosa. Los cambios
climáticos estacionales, y concretamente las precipitaciones atmosféricas, hacen
variar los porcentajes de cada fase en cada momento. La fase líquida del suelo
está constituida por el agua y las soluciones del suelo.

El suelo es un material complejo compuesto por materia presente en sus tres


fases. La fase sólida está compuesta por minerales y materia orgánica; la fase
líquida por agua y la fase gaseosa está formada esencialmente por aire y vapor
de agua. 
El complejo sólido-aire, constituye la trama de las rocas y el soporte de las aguas
subterráneas a la manera de esponja. 

La fase sólida rara vez es compacta, sino que presenta espacios vacíos o poros
ocupados por gases o líquidos. Los elementos de la fase sólida pueden
encontrarse en dos formas: 

1. Sólidamente trabados entre sí, formando rocas coherentes o compactas (por


ejemplo calizas). 
2. Aproximadamente libres, formando rocas incoherentes o porosas (por
ejemplo arenas y gravas). 

Relaciones volumétricas y gravimétricas del suelo

Las rocas compactas permitirán el flujo de agua solo a través de fisuras, mientras


que en las rocas porosas, el flujo se dará a través de intersticios intergranulares o
poros. Las propiedades hidráulicas que caracterizan la relación sólido-aire y
sólido-aire-agua son la porosidad y la permeabilidad, respectivamente.

En función del tamaño de las partículas que conforman el suelo, este


puede clasificarse granulométricamente.

Clasificación del suelo según el diámetro de partícula

CLASIFICACIÓN DEL AGUA EN EL SUELO

El agua del suelo puede clasificarse desde un punto de vista físico o desde el
punto agronómico.
Estados del Agua en el Suelo

Agua en el Suelo

DISTRIBUCIÓN DEL AGUA EN EL SUELO


Distribución de los diferentes tipos del agua en el suelo

La distribución vertical idealizada de las zonas de humedad en el suelo,


asumiendo una porción de terreno permeable, homogénea (de granulometría
uniforme) e isótropa (sin estratificación, con permeabilidad uniforme en todas las
direcciones) sobre un manto horizontal impermeable (por ejemplo, roca) y
considerando una única fuente de entrada de agua proveniente de la infiltración
en superficie (no se considera flujo de agua subterráneo), es la siguiente:

Distribución ideal del agua en el suelo

Zona de evapotranspiración (ETP): Es la zona superior, comenzando desde la


superficie del terreno; se extiende hacia abajo, acompañando la capa de las raíces
de las plantas. Está sometida a alteración del suelo y en ella se realiza la
evapotranspiración. Normalmente, esta zona se encuentra en estado no saturado
(parte de los poros de la tierra están llenos de aire, además de agua). Durante
período de lluvia (o irrigación), esta zona puede volverse saturada. El espesor de
esta zona es función del suelo, el clima y la cobertura vegetal, en zonas templadas
alcanza 1.00 m a 2.00 m de profundidad y excepcionalmente 3.00 m.

Zona de retención: El volumen de agua es igual al coeficiente de retención


específico y el peso del agua es igual a la capacidad de campo. El agua de esta
zona no presenta ningún vínculo hidráulico con las capas inferiores. Es una zona
de conexión con la región usualmente saturada del sistema tierra-roca. Esta zona
intermedia está normalmente no saturada, excepto en períodos de extrema
precipitación. Su espesor medio puede variar entre 0.60 m y 2.00 m, alcanzar los
15.00 m o, por el contrario, faltar completamente.

Franja capilar: La zona capilar yace por encima de las capas bajas saturadas. Su
nombre proviene de la existencia de agua que asciende debido a las fuerzas
capilares. La capilaridad es una función del tipo de sistema tierra-roca. La
columna de agua ascendente puede ser una fracción de un 1.00 m para arenas,
hasta decenas de metros para arcillas finas. La posición de la franja capilar se ve
afectada por las fluctuaciones de la capa acuífera, pero no su potencia.
La potencia varía de manera inversamente proporcional a la granulometría, con
valores entre 30 y 60 cm en las arenas y de hasta 3.00 m en los limos.

Zona saturada: Llamada capa o manto acuífero. En el ejemplo considerado, se


denomina también acuífero libre o freático (en la superficie superior o nivel
freático, la presión del agua es igual a la presión atmosférica). Todos los espacios
vacíos están ocupados enteramente por agua. El coeficiente de saturación alcanza
el 100 %. De esta zona puede extraerse agua mediante el uso de métodos
convencionales (bombas).

Desde el punto de vista físico:


Relación agua - partícula sólida

Agua higroscópica: Es el agua adsorbida directamente de la humedad


atmosférica, forma una fina película que recubre a las partículas del suelo. No
está sometida a movimiento, no es asimilable por las plantas (no absorbible). Está
fuertemente retenida a fuerzas superiores a 31 atmósferas (pF = 4.5).

Agua Higroscópica y Capilar

Agua capilar: Contenida en los tubos capilares del suelo. Dentro de ella
distinguimos el agua capilar absorbible y la no-absorbible.
1. Agua capilar no absorbible: Se introduce en los tubos capilares más
pequeños <0.2 micrones. Está muy fuertemente retenida y no es absorbible
por las plantas; la fuerza de succión es de 31-15 atmósferas (pF de 4.5 a
4.2).
2. Agua capilar absorbible: Es la que se encuentra en tubos capilares de 0.2-
8 micrones. Es agua absorbible por las plantas, por lo tanto agua útil para la
vegetación, constituye la reserva durante los períodos secos. Está
fuertemente adsorbida; la fuerza de retención varia entre 15 a 1 atmósferas,
y se extrae a pF de 4.2 a 3.

Agua gravitatoria: Es el agua que pierde un suelo que ha sido saturado por
gravedad, es decir, no está retenida en el suelo. Se habla de agua gravitatoria de
flujo lento y agua gravitatoria de flujo rápido en función de su velocidad de
circulación.

1. De flujo lento: La que circula por poros comprendidos entre 8 y 30


micrones de diámetro.  Se admite que está retenida a un pF que varia desde
3 a un valor que varia entre 1,8 y 2,5. Tarda de 10 a 30 días en atravesar el
suelo y en esos días es utilizable por las plantas.
2. De flujo rápido: La que circula por poros mayores de 30 micrones. Es un
agua que no queda retenida en el suelo y es eliminada rápidamente al
subsuelo, pudiendo alcanzar el nivel freático. Es un agua inútil, ya que
cuando está presente en el suelo los poros se encuentran totalmente
saturados de agua, el medio es asfixiante y las raíces de la mayoría de las
plantas no la pueden tomar.
Agua Gravitacional

Desde el punto de vista agronómico:

Relación Agua - Poros

Capacidad máxima: Contenido hídrico equivalente a todos los poros saturados


de agua. No existe fase gaseosa. La porosidad total del suelo es igual al volumen
total de agua en el suelo.
Capacidad de retención: Cantidad máxima de agua que el suelo puede retener.
Representa el almacenaje de agua del suelo. Se produce después de las
precipitaciones atmosféricas cuando el agua gravitatoria ha percolado; no
obstante, durante ese período se producen pérdidas por evaporación, absorción de
las plantas, etc. Por ello es muy difícil de medir. Hay una medida equivalente que
se realiza en el laboratorio. Corresponde al agua higroscópica más la capilar, es
decir el agua que ocupa los poros de hasta 8 micras.

Capacidad de campo: Cantidad de agua que puede tener un suelo cuando se


pierde el agua gravitatoria de flujo rápido, después de pasados unos dos días de
las lluvias (se habrá perdido algo de agua por evaporación y consumo de las
plantas). La fuerza de retención del agua variará para cada suelo, pero se admite
generalmente una fuerza de succión de 1/3 de atmósfera o pF=2,5 y corresponde
a poros < 30 micras (para algunos suelos el pF de 1.8 es más representativo)..

La capacidad de campo consiste en tomar la humedad de una muestra extraída en


el campo dos días después de un lluvia importante. Generalmente se considera
que así se obtiene una humedad en exceso (especialmente para los suelos de
texturas finas) debido a que incluiría parte del agua de desagüe lento. Por esto es
que se aconseja medir la capacidad de retención en el laboratorio a través de la
determinación de “humedad equivalente”.

Punto de ruptura del lazo capilar: A medida que el suelo continúa perdiendo
humedad por evaporación y consumo de los vegetales, la película de agua que
está adsorbida a las partículas y agregados se adelgaza cada vez más y en
consecuencia el agua es cada vez retenida con mayor fuerza. El proceso continúa
hasta que la película de agua pierde continuidad. La importancia de este punto
radica en que se considera que los movimientos del agua son ya muy lentos, por
lo que la planta encuentra la dificultad de absorberla por lo que debe moderar su
ritmo vegetativo. Para suelos de textura media se considera este punto
equivalente a aproximadamente un 70 % de la capacidad de retención.

Punto de marchitez: Representa el contenido de humedad de un suelo que se


deseca a un nivel tal que el agua que queda está retenida con una fuerza de
succión mayor que la de absorción de las raíces de las plantas. Es el agua que
queda retenida a una presión de 15 atmósferas (pF = 4.2), en los poros de hasta
0.2 micras. El agua contenida corresponde al agua higroscópica más el agua
capilar no absorbible. Se distinguen aquí el punto de marchitez temporario a
aproximadamente 10 atm. (la planta se recupera de su estado de marchites si se
entrega agua al suelo) y el punto de marchitez permanente (el estado de
marchitez de la planta es irreversible).

Punto de higroscopicidad: Es el agua que el suelo toma del aire húmedo. Está
retenida a tensiones mayores a 30 atmósferas.

Agua útil: Representa el agua en capacidad de campo menos el agua existente en


el punto de marchitez permanente. Es decir el agua retenida en los poros entre 0.2
y 8 micrones.

De acuerdo a su granulometría, los suelos presentan diferentes características


respecto del contenido de agua:

 Suelos arenosos: muy baja capacidad de campo, pero casi toda su humedad
es agua útil pues la cantidad de agua en punto de marchites es muy
pequeña.
 Suelos arcillosos: muy alta capacidad de campo, pero con gran cantidad de
agua inútil en punto de marchitez.
 Suelos de granulometrías equilibradas (francos): buenas características
al compensarse los efectos de las arenas y de las arcillas.
Valores típicos de agua en el suelo para distintos tipos de suelos

El agua del suelo se puede clasificar cuantitativa o cualitativamente según su


estado de energía utilizando conceptos termodinámicos.

El concepto de estado energético es tan importante o más que la cantidad de agua


del suelo, pues predice el comportamiento, ya que el movimiento del agua está
regulado por su energía. Es decir que dos suelos con igual contenido de agua no
darán necesariamente iguales respuestas a una misma planta, puesto que la
disponibilidad de agua para la planta depende de su estado energético.

CARACTERIZACIÓN ENERGETICA DEL AGUA DEL SUELO

El concepto de estado energético es tan importante o más que la cantidad de agua


del suelo, pues predice el comportamiento, ya que el movimiento del agua está
regulado por su energía.

El agua en el suelo tiene varias energías y su medida se expresa en unidades de


potencial (energía por unidad de masa). Los tipos de energía más importantes
son: energía potencial (es la que tiene un cuerpo por su posición en un campo de
fuerza), energía gravitacional (es la que tiene un cuerpo en función de su
posición en el campo gravitacional), energía cinética (debida al
movimiento), energía calorífica, energía química, energía atómica, energía
eléctrica... La energía libre será la suma de todas estas energías.
Energía Libre = Ep + Eg + Ec + Ecal + Eq + Ea + Ee +..

Se parte del concepto de energía libre, la que puede definirse como: "La
capacidad de una sustancia de realizar un trabajo (fuerza por distancia) desde
un estado de referencia a otro cualquiera".

Como no es posible determinar los valores absolutos, se trabaja con las


diferencias de energía libre que en el caso de los suelos es: "la cantidad de
trabajo que debe ser efectuado por unidad de masa de agua con el objeto de
transportar, reversible e isotérmicamente una cantidad infinitesimal de agua
desde un reservorio, situado en una elevación especificada y bajo presión
atmosférica, hasta el agua del suelo".

Como resultado de esa energía libre, un cuerpo se puede desplazar o quedar en


reposo. El grado de energía de una sustancia, representa una medida de la
tendencia al cambio de ese cuerpo. Las sustancias sufren cambios para liberar y
disminuir su energía.

Al conjunto de fuerzas que retienen el agua del suelo se llama potencial de


succión. Tiene un sentido negativo y es el responsable de las fuerzas de retención
del agua dentro del suelo, es igual al potencial matricial más el osmótico. Frente
a él, está el potencial gravitacional que tiene un signo positivo y tiende a
desplazar el agua a capas cada vez más profundas.

Cuando el potencial de succión es mayor que el potencial gravitacional, el agua


queda retenida en los poros, y cuando el potencial de succión es menor que el
gravitacional, el agua se desplaza hacia abajo.

La definición de energía libre, corresponde a lo que se conoce como la


"diferencia de energía libre específica" y es sinónimo de "potencial hídrico
total" (PHT).

El potencial hídrico total de un suelo generalmente posee valor negativo, ya que


el agua del suelo está sometida a distintas acciones que disminuyen su energía
libre. (Al conjunto de fuerzas que retienen el agua del suelo se llama potencial de
succión).

Los factores considerados son cuatro y se los estudia por separado como
componentes del PHT.

Potencial Matricial (PM): Es, salvo en los casos de suelos salinos, el más


importante cuantitativamente y depende de la "atracción hacia el agua" ejercida
por la fase sólida del suelo a través de mecanismos de adsorción y capilaridad.
La atracción por adsorción se origina como consecuencia de superficie de sólidos
descompensados eléctricamente. Las moléculas del agua actúan como dipolos y
son atraídas, por fuerzas electrostáticas, sobre la superficie de las partículas de los
constituyentes del suelo.

Adsorción de moléculas de agua


Capilaridad del agua en el suelo

El potencial matricial es debido a dos fuerzas, adsorción y capilaridad.


La atracción por adsorción se origina como consecuencia de superficie de
sólidos descompensados eléctricamente. Las moléculas del agua actúan como
dipolos y son atraídas, por fuerzas electrostáticas, sobre la superficie de las
partículas de los constituyentes del suelo.

Por otra parte en los microporos del suelo queda retenida el agua por
fuerzas capilares.

Potencial Osmótico (PO): Es debido a las sales y por tanto es importante en


suelos salinos. Se debe a la influencia de los solutos sobre la energía libre del
agua. Cuando se ponen en contacto dos líquidos de diferente concentración la
solución más concentrada atrae al agua para diluirse.
Ósmosis

Potencial Gravitatorio (PG) y Potencial Neumático (PN): Son de menor


importancia y se deben a la acción de la gravedad en el primer caso (es positivo,
tiende a desplazar el agua horizontes cada vez más profundos) y a las presiones
efectuadas por la atmósfera y otras, en el segundo.

Cuando el potencial de succión es mayor que el potencial gravitatorio, el agua


queda retenida en los poros, y cuando el potencial de succión es menor que el
gravitatorio, el agua se desplaza hacia abajo.

PHT = PM + PO + PG + PN

De acuerdo a una convención internacional esos potenciales se simbolizan con la


letra griega "psi"  (y) .

Es de destacar que algunos autores no consideran el potencial neumático, por ser


de poca importancia, y en cambio introducen el concepto de potencial
temperatura (PT). La temperatura obviamente, influye en varios aspectos del
potencial total, ya que afecta la energía libre del agua del suelo.

De acuerdo a este concepto potencial hídrico total PHT, estaría compuesto por:
PHT = PM + PO + PG + PT

La dimensión de la energía libre es correspondiente a la de trabajo: ergio o julio.

Como el potencial hídrico total es la energía libre específica, es decir, trabajo


sobre unidad de masa, las unidades son: ergio/gr.

Succión total del suelo: La determinación de la succión total de un suelo


involucra la determinación de la succión matriz y de la succión osmótica, que
corresponden a los potenciales matriz y osmótico del suelo, respectivamente.

La succión total no es exactamente igual al PHT, pero su importancia radica en


que es la medida práctica de la succión que debe vencer la raíz para absorber
agua. La succión se mide actualmente en Pascales, aunque se acepta la medida en
barios, cm de altura de una columna de agua, etc.

0,33 atm = 33 KPa = 3,4 m col agua

Contenido hídrico del suelo: El contenido de humedad del suelo se define como:
"la cantidad de agua perdida a 105-110 °C y se expresa en porcentaje de agua
sobre la base de suelo seco". A veces también se expresa en volumen.

Capacidad hídrica del suelo: Es la cantidad de agua que tiene el suelo (contenido
hídrico), debe expresarse en función de la fuerza a que es retenida, ya que su
comportamiento va a ser muy distinto dependiendo de las fuerzas de retención a
que se encuentre sometida. Efectivamente si la mayor parte del agua está
débilmente retenida ésta se podrá mover y será asimilable para las plantas,
mientras que si toda el agua está fuertemente retenida, carecerá de movilidad y
será un agua inútil para las plantas.

La capacidad hídrica del suelo es entonces, el contenido hídrico que corresponde


a una determinada succión total o a una determinada succión matriz. En este
último caso se trata de la capacidad hídrica diferencial (CHD), que es la cantidad
de agua que contiene el suelo a un determinado valor de succión matriz (SM).
Curvas de retención hídrica: La succión matriz es función del contenido de agua
del suelo (mayor contenido de agua menor succión y viceversa), pero cada suelo
posee una propia serie de valores de capacidad hídrica diferencial, por ello no
existe un valor o ecuación general y debe determinarse para cada suelo en
particular.

Si las determinaciones de contenido hídrico y de succión matriz se grafican;


surgen las curvas de retención hídrica, en las que se utilizan distintas unidades
(cm de altura de agua, pF (potencial capilar), bares, atmósferas, etc.) y que se
conocen con distintos nombres (curvas de pF, de succión, etc). 

La curva de retención hídrica no es unívoca. Para una misma muestra de suelo, la


curva obtenida no es la misma en una muestra húmeda que se va desecando
(ciclo de secado) con respecto a la que se obtiene si se parte de la muestra seca y
la vamos humedeciendo (ciclo de humedecimiento). Este distinto
comportamiento del suelo según se encuentre en un periodo de desecación o de
humectación en relación con la fuerza con la que el agua está retenida, es el
fenómeno de histéresis, y se cree se debe al diámetro variable de los sistemas
capilares de la masa del suelo.

Para un determinado contenido de humedad, cuando vamos desecando un suelo


se necesita aplicar una succión mayor que cuando este se va humedeciendo. Por
norma internacional las medidas de humedad y retenciones se calculan siempre
desecando las muestras de suelo, previamente humedecidas.

CAPACIDAD DE CAMPO Y PUNTO DE MARCHITEZ PERMANENTE


(wilting point)

De las primeras clasificaciones del agua del suelo, surgieron dos conceptos de
aplicación práctica, que son la "capacidad de campo" y el “punto de marchitez
permanente".

Capacidad de Campo (CC): Se la puede definir como "el contenido hídrico del
suelo, luego de que el mismo haya sido saturado por la lluvia o por el riego y se
ha vuelto muy lenta la percolación del agua gravitatoria (es ésta relativamente
estable)". Esta situación se produce normalmente entre uno y tres días, después
de la saturación.

De acuerdo a lo anterior, ésta no es una verdadera situación de equilibrio sino una


condición en la que de no existir evaporación ni consumo por las plantas, el
movimiento del agua es tan lento en este punto que el contenido hídrico no varía
apreciablemente.

Se puede considerar que es el límite superior de retención de agua por parte del
suelo, ya que el exceso se pierde más o menos rápidamente.

Si bien existen diferencias de opinión entre autores, y también entre suelos de


texturas extremas, en general se considera que es el agua retenida por el suelo a
una succión matriz de 0,3 bares.

Humedad Equivalente (HE): A principios de siglo, cuando era muy difícil


determinar este valor, se desarrollaban métodos que daban un dato
aproximadamente similar a la capacidad de campo por lo que se llamó a sus
resultados humedad equivalente (HE).

Aunque se han desarrollado nuevas técnicas de campo y de laboratorio, esta


determinación aún se utiliza.
Punto de Marchitez Permanente (PMP): Es "el contenido hídrico del suelo en el
que las plantas se marchitan y ya no pueden recuperarse al agregar más agua".

Representa aproximadamente el límite inferior del contenido del agua del suelo
que las plantas pueden absorber, aunque depende mucho de la especie vegetal
considerada.

Para las plantas más comunes se encontró que es el agua retenida por una succión
matriz oscilante a 10-20 bares, en promedio 15 bares. Es importante destacar a
manera de dato, que varios vegetales perennes y otra vegetación nativa presentan
puntos de marchitez de hasta 66 bares.

CC: capacidad de campo (%) (contenido de humedad a 10-33 kPa)


PM: punto de marchitamiento permanente (%) (contenido de humedad a 1500
kPa)
Entre estos últimos valores considerados (CC & PMP) se encuentra lo que se
llama "agua útil", es decir el agua aprovechable por las plantas.

Unidades Utilizadas en la Tabla:


Capacidad de Campo = (%) (contenido de humedad a 10-33 kPa)
Punto de Marchitez (o Marchitamiento) Permanente = (%) (contenido de
humedad a  1500 kPa)
MÉTODOS PARA DETERMINAR LA HUMEDAD DEL SUELO

Para medir la humedad del suelo se efectúa por el método de la perdida de peso
de una muestra húmeda tras eliminar el agua en estufa a 105ºC. Se van
efectuando sucesivas pesadas hasta obtener valores constantes.

H= (Ph - Ps) / Ps x 100

donde, 
Ph = peso del suelo húmedo
Ps = peso del suelo seco

Esa cantidad de agua que tiene el suelo, debe expresarse en función de la fuerza a
que es retenida, ya que su comportamiento va a ser muy distinto dependiendo de
las fuerzas de retención a que se encuentre sometida. Efectivamente si la mayor
parte del agua está débilmente retenida esta se podrá mover y será asimilable para
las plantas, mientras que si toda el agua está fuertemente retenida, carecerá de
movilidad y será un agua inútil para las plantas.

Para medir el potencial de succión existen varios métodos para utilizar en el


campo o en el laboratorio.

a) Métodos de campo. Entre los métodos modernos, indirectos y utilizables en


condiciones de campo, se puede mencionar la sonda de neutrones. Para
determinaciones de succión matriz son utilizados los bloques de yeso o de
Bouyoucos, los tensiómetros (ambos de campo). El más sencillo es el método del
tensiómetro. Consiste en introducir en el suelo una bujía (porosa en su parte
inferior, generalmente cerámica) llena de agua. La bujía está cerrada
herméticamente y lleva acoplada un manómetro. Al succionar el suelo parte del
agua de la bujía se produce en ella un vacío que se mide en el manómetro. Más
que medir potenciales de succión refleja variaciones de este y sirve para controlar
in situ la cantidad de agua retenida por el suelo y por tanto para el control de
riego.

Tensiómetro

b) Métodos de laboratorio. El más universal es el método la placa de presión (o


membrana de Richards). En este se somete a una muestra de suelo a una serie de
presiones en una olla metálica conectada a un compresor. Cuando se iguala la
presión que suministramos a la fuerza de succión, el agua sale del suelo. Las
medidas de fuerzas de retención del agua del suelo llegan hasta 16.000 gr/cm2.
Para simplificar los datos se utilizan unidades de pF que representan los valores
de los logaritmos decimales de las fuerzas de succión medidas en gr/cm2 (una
fuerza de 1000gr/cm2 equivale a un pF de 3). También son frecuentes las
medidas expresadas en atmósferas.

El método clásico, directo y en última instancia de referencia, es el secado en


horno a 105-110 °C.
Así, las medidas de humedad del suelo se acompañan de las fuerzas de retención
correspondientes, por ejemplo, 35% de humedad a un pF de 2,5 y un 20% a un
pF de 4,2. El estudio de la humedad de un suelo es mucho más completo si
calculamos la curva característica que relaciona gráficamente los valores de
humedades y las fuerzas de retención correspondientes. Pero esta curva no es
unívoca. Para una misma muestra de suelo la curva obtenida no es la misma en
una muestra húmeda que se va desecando (desorción) con respecto a la que se
obtiene si se parte de la muestra seca y la vamos humedeciendo (sorción). Este
distinto comportamiento del suelo según se encuentre en un periodo de
desecación o de humectación en relación con la fuerza con la que el agua está
retenida, es el fenómeno de histéresis. Para un determinado contenido de
humedad, cuando vamos desecando un suelo se necesita aplicar un pF mayor que
cuando este se va humedeciendo. Por norma internacional las medidas de
humedad y retenciones se calculan siempre desecando las muestras de suelo,
previamente humedecidas.

EL AGUA SUBTERRÁNEA

Los reservorios de agua subterránea explotables se denominan acuíferos. Una


formación saturada de este tipo es explotable si puede entregar una considerable
cantidad de agua con relativa facilidad a costos razonables. 

Elementos de un acuífero freática

Esta es una propiedad que depende del tipo de suelo y de los orígenes de la


formación. Los acuíferos se clasifican en confinados y no confinados (o nivel
freático). 
Los acuicludos corresponden a una unidad geológica incapaz de transmitir
cantidades significativas de agua bajo la acción de gradientes de carga hidráulica
ordinarios. Una formación intermedia lo constituyen los acuitardos que son lo
suficientemente permeables como para transmitir cantidades de
agua significativas para el estudio de flujos de aguas subterráneas regionales,
pero no suficientes como para permitir la implementación de pozos de
producción.

Acuífero no confinado (en 'Escorrentía Subterránea' - U. Complutense de


Madrid)

Luego de perforar un pozo que penetra un acuífero no confinado (nivel freático),


el agua aparecerá en el nivel que define la superficie piezométrica donde la
presión de flujo sea igual a la atmosférica. Estos acuíferos tienen una superficie
libre, que puede estar conectada directamente a una corriente superficial o a otras
aguas. El agua en los acuíferos freáticos proviene de recargas de precipitación
pluvial sobre el acuífero, de conexiones con aguas superficiales, y/o de otros
acuíferos.
Acuífero confinado (en 'Escorrentía Subterránea' - U. Complutense de Madrid)

Los acuíferos confinados no tienen una superficie libre. Los lechos confinantes


pueden ser completamente impermeables (acuífugos) o `llovedizos' (acuicludos).
Luego de perforar un pozo que penetra un acuífero confinado, el agua se elevará
hasta un cierto nivel, denominado altura piezométrica, que es igual a la elevación
del techo del acuífero por encima de un nivel de referencia más la presión en el
acuífero. Si esta altura se eleva por encima del nivel del suelo, entonces se tendrá
un pozo artesiano del que fluye agua espontáneamente. Estos acuíferos se
recargan a través de afloramientos (áreas donde el sistema del suelo se expone a
la superficie) o a través de acuicludos. Este tipo de recarga puede ser limitado.
Muchos acuíferos confinados poseen 'aguas fósiles' depositadas en tiempos
geológicos pasados.

Si una formación roca-suelo es un acuífero, acuífugo o acuicludo, depende


fuertemente de sus orígenes geológicos e historia. La información geológica nos
dice mucho sobre las propiedades hidráulicas críticas, tales como la
permeabilidad y la porosidad. Los acuíferos con lechos rocosos no son
generalmente muy productivos. Los depósitos de sedimentos consolidados
(arenisca o 'sandstone') son en general los mejores acuíferos potenciales.

Estos depósitos y otras rocas sedimentarias fuertemente aglutinadas son


propensos a resquebrajarse y fracturarse. Las fracturas y las grietas pueden
también desarrollarse debido a la disolución del material aglutinante. La
capacidad de retención de agua es básicamente proporcional al grado de fractura.
Las rocas sedimentarias como la dolomita y la piedra caliza pueden tener muy
poca permeabilidad intrínseca a través de sus poros, pero son propensas
a disolverse y al desarrollo de fracturas, grietas o cavidades.

Otras formaciones rocosas de estructura volcánica o cristalina tienen poca


permeabilidad inherente, pero podrían potencialmente contener y transmitir agua
a través de sus fisuras y fracturas. Otro camino de transmisión pueden ser los
contornos entre estratos de diferente origen geológico. Plegamientos, fallas y
otras fuentes de esfuerzos geológicos pueden conspirar a reducir o incrementar
las fracturas en una dada formación rocosa.
Los sedimentos no consolidados son generalmente los mejores acuíferos. Estos
depósitos son usualmente de origen fluvial o glaciar. Los sedimentos fluviales se
depositan dentro y alrededor de cursos de agua existentes o ya no existentes. Ya
que la capacidad de transportar agua depende del tamaño de las partículas, los
elementos fluviales están normalmente bien clasificados y estratificados. Esto
mejora la porosidad y la conductividad hidráulica, haciendo de estas formaciones
muy buenos acuíferos.

Relación textura - porosidad del suelo

Rangos de valores de porosidad n en suelos y rocas

Propiedades hidráulicas de suelos típicos


k = conductividad específica (en cm²)
K = permeabilidad (en cm/seg)
n = porosidad

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