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traducción
ROSA ANA DOM1NGUEZ
PENSAR AL REVÉS
Trabajo y organización
en la empresa japonesa
por
BENJAMIN CORIAT
ganz1912
ÍNDICE
siglo x x i editores, s. a. de c. v.
CERRO DEL AGUA 248, ROMERO DE TERREROS, 04310, MEXICO, O F.
s i g Jo x x i e d i t o r e s , s. a. PRÓLOGO 9
TUCIJMAN 1621 , 7 N, C 1 O 5 O A A G, BUENOS AIRES, ARGENTINA INTRODUCCIÓN 13
siglo x x i de españa editores, s. a. l. " EL ESPfRITU TOYITTA" 19
MENÉNOEZ PIDAL 3 B 1S • 2 8 O 3 6 , MADRID , ESPAÑA 1. El texto: soledad de Ohno, 19; n. Orígenes y condiciones de
formación del sistema, 27
1 Tcnd1é desde luego oponunidacl de prcci<1ar más su contenido, pero sin eluda es
per1inen1c indi c 1r <lesde el principio que el con cp10 de innovadó11 rút la organizacián se
cn1icndc ;tquí corno "'cu3 Jquicr morlific,ción de la or 'ltnización que s · traduzca en una
ava11u1da de conceptos nuevo en uno o "~ríos de los ámbitos conexos que co nslÍlU)'Cri
la 1éc11iG1s de la lngística. la plmii[icarión tú /a.s Jnhnau:iones, la asignacián de tartas ei\ los
pues1n< etc trabajo" . Es1a dc!inidón . .:xlraída de nuc>lra obra ( 1990). servir{• de puntó de
partida p:ir:.' h\ inve:ttigación que K' llc-Yit a catx> en e te libro.
INTRODUCCIÓN
IS
Cómo se parece
EllirW
A su sombra en el agua.·
• Todos los poemas en exergo en los capítulos de este libro se tomaron de Matsuo
Basho, Cent cinq llai/l.ai, traducido del japonés al f~s por Kumiko Muraoka y Fouad
El-Etr, París, Ed. La Délirante, 1979.
(19)
20 "EL ESPÍRITU TOYOTA..
Para quien sepa leer, en estas pocas lineas está dicho lo esencial
Para Ohno, la esencia del sistema -determinado por su "intención~
2 Precisemos ac¡ui y <le una ve7. por 1odas que el sislema , inici;1lmen1c con cbido
para producciones pcquei1as de procluclos variado . podrá conserv;ir sus propied;,dcs
cuando se trate de producir "en maSll" produclos difercnics. Cf sobre ese punlo Mo nden
( 1983) -sin duda el mejor libro cons.,grado al análisis del método-, quien rkdica
numerosas página s a exponer las técnicas que ¡><::nnilen "pulir la producáón" y fabric;ir
en volúmenes muy grandes, conservan<lo b .-eni;oja d., la "Ocxibilidad" de la lineas
productivas.
, ! lay c¡ue reco rdar que los con tructores • poncscs llcg¡iron mu y larde a un
"EL ESP1RITU TOYOTA·
Prñnnns descubrimientos
~Iado firmememe conquistado por empresas que se contaban entre las más poderos.~s
uc mundo.
"EL ESl'tRITU TOYOT A" 23
1. La 'Jábrica mínima".
El primer descubrimiento de Ohno, aunque en un primer
análisis parezca una perogrullada, está lleno de consecuencias.
Concierne simplemente a la proposición de que detrás de las
existencias están -necesariamente- aquellas y aquellos que contri-
buyeron a producirlas; dicho de otra manera: detrás de las existencias
está el "sobreejectivo", el exceso de hombres empleados en relación
con el nivel de la demanda solvente y efectivamente despachada.
Asimismo, y necesariamente si las existencias son permanentes,
detrás de las existencias está el sobreequipo. Así pues, primer descubri-
miento de principio: partir de las existencias y de los insumos
generados por la producción indica y localiza las vías y los puntos
de aplicación en los que se puede obtener ganancias de productivi-
dad: eliminando las existencias también se elimina el exceso de
personal y de equipo.
Así pues, se dibuja en filigrana lo que estaríamos tentados a
designar como "la fábrica mínima", la fábrica reducida a las fun-
ciones, los equipos y el personal estrictamente requeridos para
satisfacer la demanda diaria o semanal. Con la precisión también
de que, en el espiritu de Ohno, la fábrica mínima es primero y ante
la fábrica con "efectivo mínimo"
Ohno es perfe lamente claro al respecto. Dice:
~ Ha'j que scña\:\r <'qu\ que \·~ s existencias, ?Or paradójico que pueda -p;\Teccr ~
primera vista, conslituycn una ttcnir.a dt protección contra los imprevistos. Di sponer de
"EL ESP1RJTU TOYOTA"
25
6
Se trnLa ele que en est.., époc., comienza a introducirse en los supcm1crcados de
EsLados Unidos un principio totalmente nuevo de administración de las existencias. El
pedido de los productos de remplazo se hace a partir de los productos vendidos en las
c.'ljas. De CSL'l manera , las ventas efectivas "piden" directamente lo• abastecimientos.
30 ·a ESP1RITU TOYOT A"
7 Indiquemos a modo de comparación -lo cual nos dará también una idea de la
c.'lpacid:id de la industria japanes:1 de esa época- que en 1955, Esiados Unidos produce
y vende ya 9 200 000 :iutomóvilc:s, la RFA 909 000 y Francia 725 000. Señalemos t.'lmbi én
que el volumen de producción jap<>nés en 1955 es más bajo (40 000) que el de la Ford
Motor Company antes del lanzamiento del famoso modelo T, en 1912 (if. cuadro 1.1).
En ténninos más generales, para la histo1ia del automóvil japonés, la referencia el: si ca
es: Cmumano (1985).
32 "EL ESPllUTU TOYOTA"
CUADRO l l
E\'OLUCIÓ.' DEL OFERTAJAPO. ESA DE. EHiCULOS
DE MOTOR j,\UL§
'ú•no tú
AIÚOl!Om. nuevas ftrctuÚ> F.xpm1aci611 %
~ciim lWÜIJIO % ..atricuüu intnüw %
19 .J.fi 15 -24.I
19H 11 0. 1 -24 . 1 0 .002
19 4 20 0 .:-1 7'J.9 0 .007 2!:i0.0
1!149 29 1.1 40.9 0 .5 6 742.0
1950 32 1.5 JO. l 32 1.9 5.5 1 O!i0. 1
1951 !18 3.6 21. !!(; 4 12.5 6 .7 22.3
1952 39 4.8 l.i 39 5 8 .3 0 .9 -87.l
1953 50 8 .7 27.7 46 8 17.!l 1.1 21UI
1954 70 14 40. 61 13 32 .6 1.0 -JO.O
195!"> 69 20 -1.G 6!"> 20 6.6 1.2 24 .6
19!".16 111 32 61 1 107 32 ft4 .(i 2 .4 98.8
1957 182 47 G3.8 161 44 50.5 6 .6 lfi7.8
1958 51 03.5 17 1 49 G.2 10 5G.3
1\159 26'.'I 7'J :-19 .6 238 73 :-19.2 18 75.0
1%0 482 165 83.2 408 145 71.1 22 21.8
l!lGI 8H 250 69.0 734 2~1 82. 1 57 llil.:l
19ú2 991 2ú9 21.7 933 259 25 .6 (i7 16.9
1%3 1 284 408 29.6 1 211 371 29.7 99 47.8
1%4 1 702 ~ :12.G 1 '19-t 494 23.4 150 [12.6
1965 1 76 696 10.2 1 67!:i 586 12.1 Hl4 2\l.1
19Gú 2 286 21.9 2 oc.o 740 23 .0 256 ~1.7
1%7 '.'! 146 1 '.'176 37.6 2 il5 1 131 3 1.8 %2 41.6
1%8 4 OSG 2 OJG 29.9 3 308 1 569 21.9 f>l 2 G9. I
1%9 4 975 2(j11 21. 3 ~!) 2 037 15.!l 8!:.8 40. 1
1970 52 3 179 OC.3 4 100 2 379 6 .9 1 087 2 C..7
~Vf.NTF. "E ladí ÚGls anualn del m11om6víl", Asociación ele la lrulu .'\lii:l Aulnm o triz
.Japoncs.1. ITAMI ( 19 ), p . 5 .
H Sobre el papel industrializador del MITI, hay que leer la obra excelente Ysiempre
actual de C. Johnson {1982). . M f: · S stem"
v T b. • ~cmos añadir que por medio del "Amencan anu_ac 1~nng Y
am 1en r"-· - . d ontnbuaon~s de esta
(e/ Houn schell [1984.J pa"'. una. exposición;el conJ~~;ºTa~o~ y Ford- de una sólida
corriente) Estados Urudo s disponta ya -y mu o .ant~s .' n serie
experiencia en materia de cstandarir,ición y técmcas de producaon e .
"EL ESPfRJTU TOYOTA"
2. Las fantasías del método DEKA SCHO. La cuestión de las exiJtencia~ )'
la amenaza financiera de 1949.
Episodio poco conocido por ello aún relativamente oscuro, el
año de 1949 parece haber desempeñado un papel muy importante
en el empico por parte de Toyota de métodos nuevos y decidida-
mente innovadores. En efecto, en 1949 Toyota se encontró frente
a gravísimas dificultades financieras y estuvo muy cerca de la quie-
bra. EL origen de esas dificullade fue una fuerte baja de la
demanda , provo ada por la vigorosa política de austeridad que
implantó el gobierno nipón durante el afio anterior.
Toyota tuvo entonces que pasar por las voluntades de un grupo
bancario (dentro del cual el Banco del japón -tan escéptico como
hemos visto en cuanto al futuro de una industria automotriz
japone a- ocupaba un lugar central) al que se pidió auxilio. Entre
las disposiciones impuesta por el grupo bancario, tras un draco-
rtlano plan de recuperación, ha C!Ue señalar las siguientes:
l] Creación de una "sociedad de distribución" autónoma y distinta
de la sociedad de producción de los vehícu los de motor: de esa
manera, en Toyota se impuso el principio de la separación de la
fabricación y de Ja distribución.
2] Reducción importante del per onal.
3] Aju te de las cantidades de automóviles producidos con las
efectivamente vendidas por la sociedad de distribución (ej. Toyota,
1967).
Dicho de otra manera, desde 1949 la sociedad Toyota se
vio conminada a cumplir un principio de adaptación de su produc-
ción a sus ventas y sufrir así la primada de lo comercial (disposi-
ciones 1 y 2). reduciendo sus efectivos (disposición 3). Lo que se
convertirá en una de las claves del método "producir justo las
cantidades vendidas, y producirlas justo a tiempo" surge así a
comienzos de los años cincuenta como una condición impuesta a
"'EL ESP(RJTU TOYOT A" 35
, .
caractensucos del mercado laboral y de las
mtlu:~i214~ en \a posguerra y en los, años cinc~enta. 1:-ª_
[)(lea!Plld!e ~IEtiIUtSde las dimensiones mas centrales y cruoa
e ello. .
. entes elementos deben esta~ s1~m~re
- - - ,, v. ~Ln-en pretenda \nte~retar e\ -:.1gmf1cado
10
Obscl>'emos que durante ese conílicto, Ohno, que habla come nzarlo a introducir
sus técnicas propias de administració n de la producción. fue consJdcrado un promo1or
esencial de la irllc:nsilicaci6n del trabajo, y fue por ello uno de los blancos de los aU1ques
del sindicato. Identidad de destino también en este punto con su predecesor Taylor quien,
· lod d "da tal como Jo confiesa él mismo, debla tornar todos los días
en aert~S fl"~ 05 e SU VI ' a la yjO'ilancia de los obreros calificados que qucrfan
un amono diíercnte para escapar o· .
sorprenderlo en algún rincón aislado de la oudad. · ·
-S. ESPfRrru TOYOTA-
37
11
Sobre lod eso puntos, cf. c:api 3, donde se hace un análisis minucioso.
'"Desde comicn.o de los años >e""nta. las mutaciones ya han tomado cuerpo pues,
adcm~s. en 1962, fttn1t a b liberali7..ación de la impon:aáón de automóvi~s extranjeros,
"EL ESPfRITU TOYOTA"
38
la "cooperación" que había tenido lugar en los cincuenta se expresa de mancr.1 especia·
cular. Para hacer frente al peligro de la competencia extranjera, el sindicato y la direc.-ción
firmaron una "Declaración de cooperación", cuyo contenido esencial es que el sindicato
y la dirección se comprometen a colaborar mediante un esfuerzo común para L~
prosperidad de la empresa.
1962: rccordcmo que es precisamente a partir de esta íccha cuando se gencrali1.a
el sistema Kan-Ban en todos lo depart:unento de las fábricas Toyola hasta que enionces
lo habían eludido, al tiempo que el sistema comienza a pcnctnlr en los subcontratistas.
La inteligencia de la admini tración de empresas japonesa puede verificarse aqul una vez
más: sólo sabe hacer una guerra a la veL Tras una fase de duro enfrentamiento con el
sindicalismo en los cuarenta, a comienzo de los scscni.a se da por el contrario una fase
de cooperación con el sindicalismo comprometido, con miras a hacer la guerra a la
competencia extranjera...
_ PRI rcIPIOS, REGI.AS, PROTOCOLOS
nte todo hay que profundi7.ar en lo que Ohno presenta como los
verdaderos "pilares" del sistema: la autoactivación por un lado , y
el método justo a tiempo por el otro. En el sentido de los grandes
discursos del método de los teóricos de la organización, se trata
aquí del enunciado <le los principios fundadores y organizadores.
Unidos, a pri ncipio de .siglo, sea en la indusiria alimentaria (la de conservas, para ser
precisos) donde nace la banda transporraclora que posteriormente se introducirá en la
industda automo1.ri.L
40 PRINCIPIOS, REGLAS, PROTOCOLOS
Fue en este contexto (el del brutal aumento de los pedidos, provocado por
la guerra ~e C.Orea-BC) cuando .. . decidí poner en marcha la experiencia
que consiste en reagrupar máquinas en los mismos lugares. Así, cada
ope~ador ~ .encargaba de tres o cuatro máquinas, cada una de las cuales
rea.hzaba. diferentes operaciones de la gama. EJ cambio era radical y la
res1stenc1a del terreno evidentemente fue muy fuerte . . . Lo que sucede es
que en aquella época los obreros de calificación superior tenían un firme
temperamento de obrero-artesano. Por esto se resistieron con fuerza al
cambio. (Ohno, 1978-1989, p. 24.)
PRI CIPIOS, REGLAS, PROTOCOLOS
42
2. Una conceptualizacWn.
Si nos limitamos a lo estrictamente esencial, todo cabe en las
siguientes proposiciones: 7
1] Tres innovaciones básicas en la organización.
a] En cuanto al fondo, el Kan-Ban se presenta ante todo como
una revolución en las técnicas de pianijuación y optimiwción M la
puesta en marcha dt las fabricaciones. En comparaáón con la lógica
'En cuanto a los Ka~Ban propiamente dichos (en el sentido liberal de "carteles"),
ya se utilizaba un prototipo de é stos en 1951 , pero en ese entonces no era sino un medio
para facilitar el control de los supcrvi so rca sobre los o bre ros. Se fij aba un cartel ante un
puesto de trabajo en el que se indic..ba la cantidad , el tiempo de producción y el estándar
de la operación. Combinad o con el sistema de supermercado, eslc cartel se cmple•ba
como un medio de trasmisión de las informaciones.
6 El párrafo que sigue retoma brevemente algunos de los elementos de análisis
" Ese punto se ad:irará infra (sección 111 de e te mísmo opilllio, dedicido ~ las
modilicacionc en la dhui6n/uncionnl riel rr..bajo que introduce el ohni mo).
48 PRINCIPIOS, REGLAS, PROTOCOLOS
9 Denominados en nuestro libro ( 1990) "c:fectos Arrow", c:n referencia a los estudio
clá$icos del autor sobre los efectos de aprendiuje. ef. Arrow (1962).
10 Entre los más didáctico . consultaremos especialmente Bcranger ( 1987).
49
CUADRO . -1
TIPO! O '"L rr RJIWI.<~"\(~ Q 'E HAY QUE PROSCRIBIR
Lo tres La ·91~cula ponen de manifiesto los línútes de la
fordiana ("tiempos asignados" y
~tiem pos im:i~~os -)
ten calcular por oposición la apor-
Lación del prino.ps.o cJCI -cmpo compartido" que aporta Ohno (if.
cuadro 2 .
A ~
~
o
.
"O
·~
©-----0
Tomo
1
~pio: un hombre/ varias máquinas que corresponden a operaciones 3 uccsivas.
Lmutes: acumulación de existencia en cada i lote; pérdida de transferencias y de
Lenaci6n de islote a islote.
11
Aquí hay que volver a partir de la caractcrizaci6n que se ha dado de la f;íbri c\
ohniana como fábrica "tensa" . Dado que esta fábrica reali7.a una reconciliaci ó n (o en 1odo
caso busca un punlO de equilibrio cspccialmcme sutil) entre productividad y llexibilidatl.
se puede exponer b id"" de <)llC b fábrica ten>.'\ es productiva porque es llcxible. O para
decirlo más crud,.mc:n1c aún, qu ·su productividad está condicionada y determinada por
su Ocxibilidad. La recomendación de linealizaci6 n opera muy precisamente en cst.'"\
intcñallC de la productividad con la ílcxibilidad.
12 Como oc habr.i •K.Jtado, esta fonna se critica y se rccha7.a en nombre de los
-KlftllS. REGLAS. PROTOCOLOS 53
princ:ipius 1>1ylorianos d1tsicos de ahorro de tiempo . l-'\ apreciación gene ral de la eficacia
de una forma daruo (aqul la fonna •en jaulas de p:í.jaros") se basa, ya no en el tiempo
consumido -consumado por la ~ación de fabricació n de un semi producto dado dentro
de esta forma , sino mucho más globalmenle integrando los tiempos "indirectos" consu-
midos por esta forma si consideramos ti proaso más general de fabricación de bienes en
s1~ conjunto. Encontramos aquí una conceptualización que ya había indicado Shingo
(1983) cuando oponía •operaciones" y "procesos", para indicar que son los procesos de
conjuntos los que hay que intentar optimizar y no las operaciones elementales, ~ pena
de que las ganancias de tiempo en cada una de las operaciones elementales se traduzcan
final 11n::11lc en enormes consumos eKeesivos de tiempo global, provocados porlos tiempos
de espcrn o de concatenaci6n entre upcracioncs elementales separadas y aisL-.das unas de
OU-lt.S .
Por el contrario, hay que cultivar "el arte de pasar la estafeta", dice
Ohno, recordando Ja importancia de la cooperación informal que
se da en el "paso de la estafeta" en las carreras de relevos. Más lejos,
mencionando el paralelo 38, que separa Ja dos Coreas, Ohno
escribe:
Me decía que jamás deberían haber trazado esta línea, que era una tragedia
para una nación que lo hubieran hecho. Lo mLmo sucede en el caso del
trabajo. Es impensable delimitar con un paralelo 3 hu zona de trabajo
de cada obrero. (Ohno, id., p. 37.)
14 Evidentemente son los lr:tb~jadores con contratos temporal lo• c¡uc pagan lns
PRINCIPIOS, REGLAS, PROTOCOLOS
.56
CUADR02.2
LINF.ARJDAD DE LA PRODUCCIÓ
Y PRINCIPIO DEL "TIEMPO COMPARTIDO~
• • • • •
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1
e
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Tiempo decido• 1 mu por unidad
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• 1
•
Ticm1>0 ~ciclo• 2 mn por unidad
Número tlc trab.""lj.""tdof"C1': 6 fXf'fOnas
ruF.l'rF- las gráficas se Lo maron de Monden (1983) y les añadimos nuestros propios
con1c:ntarios.
62 PRINCCPJOS, REGLAS, PROTOCOLOS
17
Entre los trabajos recientes declicados a la historia del fayolismo, consult."lremos
especialmente el magistral estudio rle sínte ·is de D. Reíd ( 19 ). en un número reciente
ele la Rnmt FraTl(,aist tk Gtstion.
PRINCIPIOS, REGLAS, PROTOCOLOS
~
sindicalismo de empresa
Con respecto a la historia de la formación del sistema del Kan-Ban,
habíamos recordado que la inven0ón e introducción del método
on coextensivos y contemporáneos de una mutación fundamental
en la estructura y la composición del sindicalismo. De sindicalismo
de "industria", marcado por una tradición y una voluntad de
enfrentamiento abierto con los patronos y sus representantes, el
sindicalismo, después de derrotas capitales, tuvo que aceptar su trans-
fo rmación en sindicato de empresa, al tiempo que se vio obligado
a pasar de prácúcas de enfrentamiento a formas cada vez más
evidentes de concertación y basta de cooperación con los repre-
e ntantes de los intereses del capital.
No podríamos dar cuenta· de la historia -evidentemente muy
compleja- de esta mutación .~ Sin embargo, el hecho es que -y
nosotros partiremos de este hecho- desde los años setenta y
aunque el conflicto y la huelga están lejos de haber desaparecido,4
una importante singularidad del sistema de las relaciones industria-
Por encima de todo,jamás hay que perder de vista que si esta forma
de sindicalismo "cooperativo" ha podido establecerse durante un
largo período, mantenerse y desarrollarse, es porque el sistem~ de
relaciones industriales, constituido sobre estas bases tan parucu-
lares (y singulares en comparación con la tradición de la mayoría
de los otros grandes países industrializados), se ha mostrado histó-
ricamente capaz de garantizar mejoras continuas y sustanciales en
las condiciones de vida de los asalariados. Sobre todo en lo refe-
rente a los niveles de empleo y La evolución del salario real. (Cf
cuadros 3.3 y 3.4.)
Al igual que a la forma, hay que referirse y dedicarse al conteni-
do. Encontramos entonces las dos grandes series de disposiciones
que tradicionalmente se evocan para caracterizar las relaciones
Para precisar el sentido verdadero del principio del empleo d.e por
vida, hemos de reunir y movilizar una compleja serie de elementos.
Como origen del sistema, ante lodo, hay que recordar siempre
este hecho central en cualquier lústoria del trabajo en el Japón
contemporáneo: después de la guerra, la economía japonesa en su
totalidad se caracterizaba por una fuerte escasez de mano de obra,
sobre lodo en el grupo de edad de los hombres adultos y experi-
mentados (desde luego, la causa principal fue la enorme sangría
provocada por la guerra); en cambio, la situación se caracterizaba
por una abundancia relativa de mano de obra (ej. cuadro 3.1).
CUADRO 3-1
FSfRUCTURA POR EDAD DE LA MANO DE OBRA
PARA LOS AÑOS ELEGIDOS
FVf.mr" Olicin.'\ del Primer Minisu-o, Rndoryoky Chosa (investigación sobre la fucrt.a de
trabajo).
Dalos reunidos por H . Shimada( l 981).
El "salario a la antigüedad"
CUAOR0~2
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'°
14
f\JEHT<: MinisLcrio del Trabajo, &lric Survey on Wago< S#ucJure, Tokio, J 986.
CIONES INDUSTIUALES Y RELAClÓN SALARIAL 75
· úvos nuevos, como la reducción de la duración del trabajo, con re specto a los cuales
asalariados japoneses han acumulado un retraso importante en relación con los países
.:>narrollados de Occidente.
78 RE.LAOON'ES INDUSTIUALES Y RELACIÓN SALARIAL
wCumo 5C hace en~ negociación colecúva a la est<IClunidense ; sobre este punto, cf.,
por ejemplu, nuestro libro ( 1990). .
9 I.a rcciemc privatiz.'lción de los krrocarrilcs japoneses acaba de modificar las cosas.
Dado que el sindicali mo se ha debilitado considerabk:menlc en ese sector, hay .muy pocas
po ibilidades de que los ícrn.>Otrriles conserven u pilpcl pi loto. Sobre el senudo de esta
priv:.úzaci6 n , hay que leer a M. H'u>a<b ( 1
79
CUADR03-3
JAPÓN (1946-1986)
INOJCADORES ECONÓMICOS DE LARGO PLAZO
~
1970 7.6 7.3 19.9 8.7 18.5 10.4
1970 ll 798 34.8 I.8
1971 5.0 5.9 ·197¡ 14.6 8.1 16.9 4.3
l l.] 11 889 34.3 1.5
1972 9.2 5.7 1972 16.0 11 .0 15.3
12 098 33. 1 1.3 -<
8.7 20. 1 17.7
~o
1973 4.5 15.6 1973 21.5 2.7
. 2.2 -0.6 12 462 33.9
1974 0.4 20.9 1974 27.2 32.9
12 590 34.4 2.2
1975 3.9 10.4 }4.8 2.7 13. l -3.9
1975 0.9
1976 4.6 9.5 1976 12.5 2.9 8.8 12.2 12 509 33.7
0.4
~
12 437 33.3
1977 5.3 0.5 8.8 5.1 "'
~~
6.9 1977 8.5 32.6 0.4
2.5 5.8 8.6 12 383
1978 5.2 3.8 1978 6.4 0.2
ll.0 12 309 31.6
1979 5.3 4.8 1979 6.0 2.3 6.0
12 369 30.8 0.3
1980 4.0 7.6 6.3 l.6 6.74 6.3
1980 12 471 30.8 O. l
19Sl 3.3 4.0 5.3 0.4 7.68 2.4
1981 12 526 30.5 0. 1
1982 3.2 2.6 1982 4.5 1.7 7.01 1.0
12 520 29.7 0.1
1983 3.7 1.9 3.5 l.6 4.40 4.5
1983 12 464 29. l O.l
1984 5.1 2.2 1984 4.5 2.3 4.46 9.9
12 418 28.9 0.1
1985 4.3 1.9 l.5 5.03 4.2
1986 3.6
12 343 28.2 0. 1
1986 2.6 o.o 1986 3. 1 3.1 4.55 2.2
~
RE.LACONES INDUSTRw..ES Y RELAClÓN SALARIAL
CUADR03-4
AUMENTO DE ,\UJUO, lNDlCE DE PRECIOS Y PRODUCTIVIDAD
JAPÓ (195G-l
Fig. l. Evolución relativa del índice de precios y del aumento del salario
•
•
ID -G-Ín<l. precios cons.
-- /\umcnlo sal. neg. %
10
-
Años
11
La definición más comúnmente admitida de los mercados internos que propor-
cionan Ooeringer y Piorc (1971) es la siguieulc: un mercado interno es. . • "una unidad
administr.itiva en cuyo interior la remuneración y la asignación del trabajo catán deter-
mi nadas por un conjunto de reglas y procedimientos administrativos". Sobre este lema
a:mbié n consultaremos la excelente revisión y organización de los trabajos y de las tesis
efectuó O. Favereau (1989).
12
Diferentes estudios históricos, de carácter monográfico sobre todo, permiten
1Uponer que la práctica de los mercados internos es relaúvamente anúgua en japón. La
encontramos en numerosas "casas" tradicionales, que a menudo son los antepuados de
grandes compaiiías de hoy. Sobre este punto, K. N~kagawa ( 1979) ha recopilado y
publicado estudi o muy úúlcs. Uno de ellos, propuesto por T. Kanase y dedicado al estudio
84 RELACIONES INDUSTRIALES Y RELACIÓN SALARIAL
1
• Señalemos que esta misma proposición se puede invertir perfectamente. Diremos
m tonces que el modo ordinario (pues es el ampliamente dominante) de adquisición de
los conocimientos prácticos origina la formación de los mercados internos.
86 RELAOONES lNDUSTRlALES Y RELACIÓN SALARIAL
•ADRO 3-5
turhr.cir1t1
---~ (Ht.,,......UHia ti('
'LU(Jll.!t"".-W•rt'I
.. 1orui:;ani1·.._. '"Tl.n<ttlr.'-Cio
l)rcpantllH _.. tk de t ,d1fic , ltl: MllM><o¡
p:~dt.·Wk.·1
~OllllACIUll(h,
("l. lll{"(t-.l ""IK."'11.tlr
l'1111tcfli ¡1;u11·
Notm
1. Ésta es una versión simplificada del organigrnma del sisl<:ma de fnnnación interna ele
una gr:in empresa si dcrúr¡.:ica.
2. En la clasific:1ció11 csta tUL'\na , "I)" sib'Tlilica Director, •p• Adlllinisu-adurcs pnnÓp.'\lcs,
y•/\", Admi11istn1dorcs. El uso de tocios los ténninos y de su tr:\cluc ión wn dcci,.jón del
autor y en moclu alguno representan h1s expresiones de la empre ·1.
C ORO 3-5
Fc 11 111:,df1nrlcl
i.litccmr de dwi:;u'm
.. 11111~ '
Pº·1 '"'''4-\Una d
""P"·-'1'\'¡.,.,~
~I H"UIOtClÚll
14----t 1m 1b,...U1 tti.A 1k
Jl: k."" tk'-"'1k:1
17 Coino L.1..I vez haya noLado d lec::lur. c!Uc "círculo vi rtuoso " es una (le.: bs v:.ri:lntes
po iblc -<.:n lo que c.:onciemc a sus fundamemos mi crocconó micos- del modelo ele
. . •pu '''01 <l1'·•" 110 " • contenido en las úllimas págin;1s .de l'/\ltlier
acumu 1ac1on rli " ¡, RolK1I li(El
o
ele R. Bo cr 1989). De manera más gi:ncral, un n .'Ocn1c csru o compara v
ILllleryt~ro/Xli) 11~
•
r dy b(' b é >ida de la on>t:• ~6" a b conclusión de que
· 1 macona~ e1ec1Ua o '\)<' 1 g •
csf<: Upo rle
rttlfC~cn humérusos /J;ÚSC:S UJduslJ1a 1. .0iuO~.
. . Ji ·•
•nodeJo
1n est.:i en gcsUdn -.."\u11qt 1e en r .
rn1ni;1 ,.¡ tfif4e
OONES INDUSTRIALES Y RELJ.CIÓN SALARIAL 91
l. Inversión en 2. Polivalencia
recursos humanos plurifuncionalidad
4. Productividad/ 3. Automalización
Calidad/ Diferenciación y Juslo a Tiempo
to Aeste respecto, véanse los trabajos pioneros de B. Klein (1986) y los ele Cohcn y
Zysman l\9 7), así como los planteamientos que nos hemos esíom1do por aportar en
nuestra obra ( \ 990).
ACIONES LNDU5'TRLALF.S Y RELACIÓN SALARIAL 93
%\ H ~y que recordar que el periodo de los cincue n ta, marcado por una fuerte
nfbó6n y un imporurnte desempleo, fue un periodo d e luchas sociales intensas y a veces
particularmente violcn~s.
\!4 Es muy espe cialmente el a1so del empico {casi) total {y del empleo d e por vida,
que es su forma particular en I~ empresa), pero en cie rta medí~ , ~mbié n ~el caso de
los aumentos de sa lario, siempre y cu:ulclo éstos dependan de una negoci rión anual y
de nu me rosos ele mentos cs~blcci dos de manera relaüvamcnte ruscrecional: primas,
bonos. . .
t!I Pa~ una rcílexión de la misma naturale za concerniente a la búsqueda de los
modos de implic."lció n de los asalariados, véase A. Llpieu {19 ).
U ~•., .,.;: y RELACIÓN SALARIAL
RfLAOONES lND => 1 ~
96
. . d . tauración de la "fl eXl'b'lidadi
lograr a través de las pracu~alie in_s, mulúfuncionalidad, etc.)
. (desespeo z.aoon , .
interna~ del tra b. ªJº decirlo de otra manera y dar un giro
qu e hemo analizado. Para . e desde el momento en
· · , diremos qu .
,as teórico a la propos1oon. . . . 6n del trabaJO (en
m . d smcta prescnpo
que:: d régiIY?"~n ta •\onano _e ~ ueda abolido para ceder el lugar
tareas repeuuvas parcel'.":1as dq 1 . "indivisión" de las tareas,
. d ciaoon e re auva u· li
a un régimen t! reaso ., xi e y requiere esta imp ca-
cl buen ele arrollo de la produc?~º e ~ "indivisión" de las tareas,
ción" de \os asalariados. Ealan~dreguns ene~os :ctos de producción es la
. · · n de \os as na o
la mterveno~ 'bl d la calidad de \os productos entregados.
única garanua pos1 e e , . d d
También es la raz.ón por l~ c~al . e~ejante reo~:;de~~~~e~~~
. ~ura "1notauva ' cuyas n ·~·
ión supone una e su-uc, • ·
~arse co n re pecto a aque llas que fueron eficaces en un regimen
de ·pre cripci ón es tricta de tareas . Y a u:vé~ del em~leo de por
·d ¡ s~ lario a la an tigu.. edad la pracuca de los mercados
v1 a, e . " . · d
interno , la empre a japo ne a ha procedido ~ ese up~ e renov~-
ción de conjunto. aunque, y el señalamiento llene una 1mportanaa
crucial, en o tros contextos ociales la misma flexibilidad interna se
. . 26
ha obtenido po r m edios acuer d os totalm ente d 1suntos.
Para concluir o bre es le punto, diremos que en el caso japonés
la calificación de impli cació n incitada hace referencia a la mutación
conjunta qu e in taura el ohnismo: paso de la división del trabajo
de un régimen de prescripción a un régimen de indivisión por un
lado, po r el otro, modificación de los procedimientos de incita-
ción que se traducen en el hecho de que todo el dispositivo de
control social sobre el trabajo "y de contrapartidas concedidas a
cambio de la implicación " se encuentra a la vez marcado por reglas
esenciales de condi.cionalidad 7 extendido a dimensiones general-
:i.. sí pue • siguiendo en ello sobre lodo las inluiáonc de Streecl<. ( 1988), intenta·
mos mo lrar que en el caso alc:mi.n (pero pueden darse ejemplos a nálogos a propósito
de Surca), se: ha bu<.0<lo la miYna Clcxibilidad imema y al me nos en parte, se ha obtcrúc\o
sobre la base de acuerdos aplíalos. te OOnlr<1cl11ali1.ados. El caso .,\emán
pc m lÍlC a Í contra t.ar fo~ dt para dislinguirlas de \as formas
ele impli caoón tnot.ada a la P. ~ral. nos rderiremos al cuadro
gene ral que realiza R. Bo er n una present.ación minuciosa ele
las modi!icacionc s conjuntas de b dt la producción y de las contrapartidas
que se co nceden al sector asabn en d cuno de la últi ma década en los países de la
ncnF..
'll A este respecto, podemos precisa r miis aún las cosas se ñabndo que. asi como el
Fi vc Dollars Day se presen1'<ba como un di spositivo co mplejo de organización del lrabajo
CIONES INDUSTRIALES Y RELACIÓN SALARIAL
1Aqui etc nu~ c:s .OYJ>Rl>Ckmt con el tle tino de Taylor y del u ylorismo
y nn no. qu da más que ra-prb. En deao. como recordamos, tras una intensa
campaiia de lucha realizada por los - O< de oí100 contra el "cronometraje preteo-
cl1cl,1111c111e acntifico", Ta lur foe acusado ;ante la Cámara de Representantes de los
[,1adns U1u<los F.n "' alegato -<¡ue sm duda Ohno no rechazaría-, Taylo r defe ndió el
l'."1110 de '·ism de. que "cualesquiera que sean las dificultades con las que tropieza, un
sistema que pcrn111e obtener ganancias de productiviclad siempre termina por imponer-
se". F.I s1 tema de Taylor fue condenado y su difusión proscrita. Sin embargo , con el
dcscnca<lenam1ento de la guerra, fue el propio gobiemo estad u ni dense e.I que reab1ió las
puertas de los talleres. en e••e caso sus arsenales: había que producir rápidamente y en
ma. a annas para la guerra. Conocemos el resto ...
[981
99
SUl3CONTllATISMO y "RENTAS RELACIONALES-
Una relación a Largo pi.azo CU)'G duración está determinada por el "ciclo
de vida" de /.os productos
de vid<1 es supcri0r " los cu<1tro años ele\ ciclo 1~n<.br -es d caso por ejemplo de
motores o de las transmisiones, que 1><•:.cc11 uiit duración de vida de unos diez anos-,
cuntrato es válido par.t la duraci ón ele vicia de h1 unidad o d ·I ubconjun10 con siderndo.
7 t::n el caso de la inelu st1fa cléctri c.'l, donde numerosos productos poseen un ciclo
,;da muy corto (del orden del año), la gar:mtfa no se modifica y sigue siendo la del
ado de vida del producto ciuc "" considere. /\. lo sumo, este ·ctor parúcular en el que
mnov:1ción es muy rápida en compar.ic:ión con la industria ;iutomotri7. se e1rncteriza,
runa situadón en la que hay una c.'lnÚd<1d mayor de subcontraústas especializado
oda uno de ellos goza de un;i g;iramía ele compra cuya duración e la del producto que
compi le por fabricar .
• Y, como veremos, de un pmccso de competencia entre diíe.rentes cmpres:\s
pntcndientcs.
•Cuando se buscan determinantes "económicas", la cxi tencia de esta modalidaelcs
de 2S<>Óaciones p«rticula res (cnlre otorgantes y subcomraústas) se explica en general por
otructurn del capital (lo cual sucede cuando la casa mauh posee títulos de pn>pk-dad
e las empresas de sus suhco ntra ústas) y por algunas practicas que se derivan de ella
rcbcionadas on la movilidad del personal (se trata del hecho frecuente de que la casa
uiz cnvie administradores a sus empresas subcon1r.11isw).
st.'BCONTRATISMO Y "RENTAS RELACIONALES" 103
de vida es superior " los cua l ro añus del ciclo estándar -es el Cll o por ejemplo de
to res 0 de l~s ir:msmisiones, que poseen uñ:-l-d ur.lción de vida de unos diez años-.
lr.llo es v~lido para la durnción ele vida de la unidad o del subconjunto considerado.
En el a\so dt: la inc..lu-:;l1ia eléctÓa\ , donctc numerosos produclos poseen un delo
onda muy corto (del orden del ;oño), la garnntía no se modif.ica y sigue siendo la del
de vida del producto que se considere. A lo sumo, este sector particular en el que
vación es muy r.ípida en co111par.ldón con la indu tria au1omotriz se carncterii.a,
una situación en 13 que hay un3 cantidad mayor de ubcontralistas cspcciali1.ados y
uno de ellos go2:.1 de una g;1r.1111ia de compra cuya duración es la del producto que
pite por fabricar .
Y, como veremos, de un proceso de compctt:ncia entre diferentes empre s
dientes.
' Cuanrlu se buSC\n determinantes .. económicas•. la cxislencia de C:Sl..,_s modalidades
:nodaciones p;.rticulares (entre o torg;>nles y subcontraústas) se explica en general por
cstructura el.el <:apila! (lo cual sucede cu;mdo la casa matriz posee títulos de propied~d
WJbr-c \as empresas de sus subcontraúslas) y por algunas prácticas que se derivan de ella
· onadas con la mov;lidad dd peo sonal (se trata del hecho frecuente de que la casa
uiz envíe admi nistradores a sus cmprcS."lS subconlraústas).
NTRATlSMO Y "REITTAS RELACIO Al.ES• 103
de vid" es superi<,r a los cuatro ;iños del ciclo C$l;índar -es el caso por ejemplo de
motores o de la s transmisiones, que poseen un.~ duración de vida de unos diez años-,
con1r.1to es válido par:i la duración de vida de 1;1 unidad o del ubconjunlO considerado.
7 En el caso de la industria cléct rica , cloncl ·numerosos productos poseen un ciclo
vida muy corto (del orden clel año), l:i garantía no se modifica sigue siendo la del
odo de vida del producto que se considere. A lo sumo, e le :cto panicular en el que
mnovación es muy r;ípida en compar:tciún con la indu tria automotnz se ar:ictcrira,
r un~• situación en la r¡ue hay un~ C.'ltHidarl mayor de subcontratist.as f!Spccialindo
oda uno de ellos go•-" ele una g:trrlntía de compr" cuya duración es b del producto que
mm pi te por fabric«r.
H Y, como veremos, de un proceso de competencia entre diferente empresa
P'etcndien tes.
9 Cuando se buscan determinantes "econ<)micas", 1" existencia de esta modalid. des
10
Como veremos en un momento, la existencia de esta larga relación eslá dict.,da
por consideraciones muy clisúnta que se derivan de la voluntad de construir y preservar,
a mediano o largo plazo, un conocimiento práctico especifico en materia de organización
que permita tanto a las empresas matrices como a los subcontratistas mejorar su cficaaa'.
:BCONTRATISMO Y "RENTAS RELACIONALES" 105
11 L:l principal distinción que hace Asa numa en inglés consiste en oponer ras
nidadcs y productos tipo "design approved" a las unidades ªdcsign oífen:d·. Las ªdwgn
approved" son las unidades que concebidas el proveedor que la CllS;\mb\adora aprueba .
Las "d · ·ign Olfcred" son las que la pro pia e mpresa matriz.concibe cuya ejecución con!ia
a los subconLraú st.as. De manera análoga y a otro nÍ\'el. el autor di üngue los productos
· comprados" (tradtd good.I) de los productos "pedidos" (orcúr~d goods). El uso que hace el
autor de cst.as categorfas se precisara progresivamente a lo largo del capitulo.
106 SUBO)ITT'RATISMO Y "REm' AS RELACIONALES"
1• q. sccdón 11
para \a discusió n del carácter "incitaúYO" de lu fórmulas que se
?31\.
O y-Rf,ITTAS RELACIONALES-
SUBCOITTRATlsM
108
diferencias de categoría están clara-
asoáadas"' las distinciones
d 15
1nente marca a ·
CUADR04-1
PRO EEDORES
PRODLCTO
CE.NfllALf-<;
CO. tPR:\DO 26.5%
30.5~ SUBCONTRATIST i\S
ORDl ARIOS
73,Stift 23.0%
15
Las "sociedades asociadas•, espccialmen\C vinculadas a la casa ma1rh, aon .. qucllas
en las que esta última detenta par1 ... impvrtantes del capital social.
CONTRATISMO Y .. RENTAS RELACIO ALES" 109
16
Y he mos \Íslo (cf extracto de la declaración parlamentaria citada al oomien>.o del
capítulo) que. por lo menos e n los ai,os seLent."l. est."\ relaciones podían no e tar cxcnt.'ls
oerLo vigor ...
110 SUBCONrRATISMO Y "RENTAS RELACIONALES""
A partir de esta fórmula de base que rige los precios de cesi :mes
de los productos fabricados por las empresas subcontrati la , todo
dependerá del valor que se atribuya al parámetro (11 ). e prevén
tres casos:
11 = O: en este caso p=b; el contrato que se !irma e un contrato
de precios fijos , lo cual signifi ca que la empresa ubcontraú ta
a ume y se hace responsable (se;m positivos o negati,·o ) de la
totalidad de los imprevistos y de \os riesgos que e corre;
~ = 1: en ese caso p=c; el precio de cesión e tá alineado con e\
de los costos de producción que se han comprobado efectivamente
durante el período (y no con el que se " estima~ en el momento de
la firma del contrato); la empresa subcontraú ta e ·cubre~ · la
empresa matriz asume la totalidad del riesgo·
O < µ < 1 el riesgo es compartido, de manera más o meno igual
egún se acerque o se aleje del valor 0.5, que ignilica compartir
de manera igual los riesgos y los beneficio por parte de lo do
contratantes. 17
cstim."do•) no c_o ....trolablc• por la empresa subcontratistas, tales como el costo de sus
pro. p1os abastco miemos en materia prima o cncnria co los sala · 1 di d
· · d . ·o· • na es eta os por las
neg<>c1ac1ones e pnmavera, etcétera.;
- el S<.1,"Un<lu, por e l contrnrio, está constituido por las innovaciones que la
s~l.ic_ontraust.1 es =paz d., introducir en el curso de su a rendi~·e . empresa
lccmca> y procedimientos de fabricación. P ~ progresivo en las
Así pue • la empresa subcontratistas rivil · ·
up1andu por 1111 contrnto de u·po """'(cnto p e_giara uno u otro de estos elementos,
. ,.. - nces piensa que · · . ,
nesgo c¡ue se corre sobre los costos no co111rolables o su_s innovaaones cubnr-An el
beneficio de sus innovaciones por . ' , ) de llpo pab (entonces cede el
enoa 1C• a c:11ub10 de una cob t
empres:t matriz por los imprevisto• que pueda r cr ura por parle de la
costo). na celar lus elementos no controlables del
tn Caífard (1990) hay una sutil discusión del . . ¡¡ d
procedimientos. ••gru •ca o de estos diferentes
113
SUBCONTRAT!SMO y "RENTAS RELACIONALES"
_\u nque de nuevo sea en el nivel más aparente, vale la pena explicar
n poco la prudente dosificación de cooperación y ele competencia
le la relación entre empr·esas en la sociedad japonesa.
En efecto, en todas las etapas y en prácticamente todas las
dimensiones de la relación, se puede poner de manifiesto esta
coexistencia entre cooperación y competencia.
O La ubicuidad se da desde la fase inaugural del procedimiento,
' de la elección y selección de los subcontratistas que pretenden
entrar en relación con una empresa matriz pues además, esta fase
comienza con un proceso de competencia de lo subc:ont.ratistas
potenciales. Sin embargo, a la inversa, una vez elecrionada la
empresa, se garantiza su existencia por partida d be. En primer
lugar, en el sentido de que la empresa abe que b elección no e
pondrá en tela de juicio durante el ciclo de \ida del produclo que
e trate, y segundo, porque formalmente e firma un contrato de
referencia que implica el compromiso de la empresa otorgante.
O su vez, el período d e ejecución del contrato mezcla coope-
1
" Tan "íccunda" que el enfoque inicial (en términos de eo tos de 1r.1nsacción) de
Coasc-Williamson se tra<lttio en una proíunda renovación de la LeOria neoclásie<1 ctr la
empresa. f~H<t un resumen claro y preciso del enfoque •. \'é-.lsc e pccial M. Raí nclti ( 19 9).
Pan una revisió n riúca extensiva de estas tcsi , \'bsc E. Brousscau (19 . ).
114 SUBCO!rrRATISMO Y " RENTAS RELACIONALES"
numa insiste sobre este punto-, este análisis aporta una nueva
demostración de la fecundidad de la vía que consiste en leer e
mterpretar la economía japonesa en términos de innovacione
ciales o de organización, más que como un efecto de misteriosas
prácticas "culturales".
116 ,
. muchas veces esta cons (IU}'e
J
depende mucho de la pnmera porql u~ y enriquecerse- consti-
la hace evo uaonar . . .
el elemento clave que d minar un "conoorruento
A urna propone eno T " ara
wyen lo que san., " ·r.cado también de "espec1 ico ' P•
pníctico de Ja relaaon ' cali trecha y dependiente a los
. dicar que éste vincula de manera e
tll t!l ..
dos contratantes. . . , d tipo de conocmuento
d esta de ignaoon e 1 l
Lo importante e . d 1 .. )ación" es que insiste en e
. , e denomina e a re l
prácuco que aqui s ... . l" e tá constituido, como e
_, que mu 1n1natena . .
hecho ue que, aun. · .
t · cmco prop1·ainente dicho ' por proced1-
conocimiento pracuco e ' e\ un aprendizaje y que con10
. . dorninio está someu 0 ª - (i "
iT1wntos cu) O l bles Asimismo la caracteriwción. de "especí tco
tales on acumu a · ' . di
i:iilica claramente que la acumulación. si~ue siendo depen ente
del mantenimiento de la rclac..ión detennmada con un otorgante
dado . En otros ténninos , la idea que quiere subrayar Asam~m~ es
que. si bien la relación e objeto de un proceso de ~prendi~J~ Y
acumulación (que mejora progresivamente su cficac1a), no es m-
mediatamente transferible. Cambiar cie ubcontratista o de empre-
sa matriz es destruir un capital de conocimientos prác~icos actm~u
lados. y finalmente, no hay duda de que en esto reside I~ :azon
última de Jos c;1racteres p¡¡rticulares que reviste la relacto? de
subcontnitismo japonesa: duración, cominuidad, acuerdo rectpro-
cos ... : tocio esto se explica por la voluntad de preservar y desarro-
llar un capital inmaterial pacientemente acumulado.~º
De e ta manera - llegamos a una nueva conclusión de conjunto
concerniente a la escuela japonesa de administración de produc-
ción-. parece que una de las contribuciones esenciales de esta
e cucl:l es que a la · inno\-acionc que conciernen a la organización
interna ele la produ cción (ju to a tiempo, autonomatización, linea-
lización, etc.), ha sabido añadir innon1cioncs ( los conjuntos de
conocimientos prácúcos -de Ja relación ~ que trae consigo) que
conciernen a las relacione de intercambios de productos entre
empresas. La innovación en la orgaiúz.ación intraempresas se ha
duplicado con una innovación en la organización de las relaciones
intcrcmpresas, reforzando cada una de ellas Ja eficacia de la otra.
1" l."1 expresión inglesa que uúlin Asanuma es ºrdaúon spccilic skill".
c., Podemos ai1adir que cles<le .-! momento en que un 70% de la proclucción está
su h cont r.ll:ufa , la empre.a ·m. Ln2 sulo puccle compensar la vulnerabilidad en L"I que se
h~ colocado con una f uenc calid."ld y estabilidad de la relación contractual de subcontra-
1hmo.
117
SUBCONTRATISMO Y "RENTAS RELACIONALES"
~lado
22
• .A?ki ha de dar una descripción formalizada de esta "incomparable
~liacnaa •nfonruiuca" que se manifiesla en las rclaóoncs contractuales entre Ja~ empresas
Japonesas. Entonces hay .que co ntemplar la descripción de las relaóones contractuales
entre empresas en térnunos de "árbol" o de "cuasi árbol". Véase Aoki (1988)
generalmente Caffard (1990) d d Y más
. .
análi.1s. • o n e "" exponen con detalle estas dim cns1ones
· de
1
SUBCONTRAT!SMO Y "REm'AS RELACIONALES- 119
menie) van a aícctar las modalidad ·s del reparto y 1~ disuibució11 ele la renta de la rclatión
son las si~ient ·s:
- L.~ prime ra seiic tie11c que ver co n el c:irácter trivializado o por el contrario
evolutivo)' especifico del producto que proporciona la empresa subcon11.,.Lista. En otros
Lém1ino~ , Asanuma introduce aquí un criterio de gr.1do de •madurez" del producto
proporaon.,do , de acuerdo con el ciclo de vida del producto que se considere.
- La segunda . serie está en relación con el gr.1do de dominio de que dispone la
emp~esa sub~ontrau s ta en la concepción y el diseño del producto que ofrece a la empresa
~atn7_ ~qui . hemos de recordar (cf. sección 1 de este mismo capítulo) que As.,numa
di su:1guia cu1dadosa~ente. van,,as categorias de productos, si eran simplernente "adquiri-
dos {lraded g<".'4') ~ pe~r~os (ordertd goods), y dentro de esta úhima c 1tegoría, si los
producto ~ h , b1an srdo disenados y concebidos por el propio otorgante (dt.sign supplitd)
o, conc~~1dos .Yclcs.,rrollados por la empresa subcomratista (dt.sign apprllVed) con base a
htS espcaficaaones de la empresa matriz.
SUBCOITTRATISMO Y "REITTAS RELACIONALES" 121
1
1
' PIEZAS ·cOMPRAOAS"
Pll7-"5 "l'EDIDAS"
ProdlKM» 1 II V
- t: deP"nde de la cantidad
•uiri;úDdoa"
t'" o O< t< I de okrcnlcs
- F.xislcncia de nna
g:tnancia de la empresa
subcontrati.sta
Prodoelos m IV VI
•no - 1 depende de la cantidacl
O< l < l l "' l de oferentes
trimlizados"
- JC es elevado
Ttxúr. Tes un indicador de rcl. ción de fuerza entre la empresa subco ntralista y la
empresa matriz; si T tiende a i, la emprC$i1 subconuatista está en una situación de
monopolio de oferta.
-1, ll, lll y IV representan ' tuaciones lipo de la relación otorgante/ subcontratista
y condjciones de formación del parámetro t.
- En l:u situaciones V y VI, es una ganancia (señalada por) y no una renta la que
corresponde al subcontratisr:a, depende de la relación de íuen:a L
que imrodujo el oh.nismo. Una di l!CUsión completa de las tesis d e Aoki exigi rla plantea-
mientos distintos a los que a qul proponemos.
LA F.MPRf.SA l Al'ONESA
il6 í la
.. , del trabaio es flexible, as como
rinápio \a di\,,s1on :J
J,renovación
par P '
de i.areas
, de [unciones. lid d 1
siderada en su tata a , a
• En el ni"·el de la cmpr~e~~n_ erárquico de reparto de la
oposición e da cnrrc un m di"!ruentos flexibles y "transfun-
ºdad empre a E) los proce
auton ., resa J)
cionales" de coordinaaon emp . . \a ºPosición es entre la
• En \a relación de ubcontran roo, .
. .. . . da caracteristica de la empresa fordiana y la carac-
mt~':1ºº ngi manera ·a nesa por diversas formas de descon-
tenzaa?~ de la . J ~n. Procedimientos particulares de fi~
cent.raoon de cen~ quí también la flexibilidad y autonom1a
ma de conrrato garanuzan ª
de los diferentes coconu-atante · . . .
Sobre la base de esta oposición Aok1, 1ns1ste en dos puntos en
.' 2
esta e~pa de su re f1 eXJon.
El primero tiene que ver con el hecho de_que -más ª.\lá de .l~s
diferencias que acaban de indicarse y que uenen una d1mens10n
aún ampliamente desaiptiva- la verdadera oposición, si se formula
en términos teóricos, se refiere a la "esuuccura de intercambio de in-
formaciones- implícitas en los dos modelos de empresa. Según este
criterio · este ¡ntróo central, la diferencia es la que hay en una
estructura de intercambio de informaciones "vertical" y "jerárqui-
ca" (caso de la empresa E y una estructura "horizontal", ·en la cual
el prinápio jerárquico se pone en práctica a través de Jos sutiles
procedinúemos de incicaaón a la realización de los contratos im-
plícitos o explícitos e se~ entre los diferente tipos de agen-
tes que participan en b ttaliz:xión de los objetivos de la empresa.
El segundo p lO en d - te Ao · es qlle, en un universo
-horizontal" de la empresa J es
empresa E. Esta última, adaptada a la
u,m'nlCUJIIXn esundarizad.a para mercados crecien-
con 1~Ddies ~dillia:lll3dcs pan alcanzar sus objetivos en
tes permanentes en universos
' Más adelante se verá el resultado g.:neral de la reflexión que realiza Aoki, pero
habla que señalar esLos dos puntos primero.
127
EMPRESA JAPONESA
. re:aimde
'En el b~l:mce genernl que un grupo de expertos del Mrr ~ac . -da de com
la economfa estadunidcnsc ur i:'.t ~e
l<>s caus~
esel ncialcs de suta~u:~e::"si
se toman:
· osamentc que a empresa es •
úúvidad que se '."enoona es!~idad ue pesan sobre ella, dispone de un "horiwntc
cuent.'\ l~s pres1m11:s tU nnl . qd ""' ~rmiair que se adapte eficaz
.. . "d · dc.ma»'-=" o corto OQmn p .-- --- .
tcn... piora\ que ac co~ ~ c-ra ··• d \o c:ados. La e1upre~ Japiouesa., po•~ el conu...._.._no.
mcnlc ~ 14' u-.-.n~funn:aaun 4'.C\U..._. e s 1nC1 Le
dispondría del horizonte temporal suficiente. Sobre ~te punto, rf. Dertouz.os, . ster Y
· nanto lo puntos de vtsta que
So\ow ( \ 989). Este libro confinna en aspecto ampo
formularon ante Coben 1. man (1 9 7).
LA EMPRESA JAPONESA
128
•Se trat« de 11ncapitulo de Au\a publicado en \.'\obra !\Obre el Japón que compilaron
K.. 'útmamur.1 y Y. Yasuba (\987); e le 1rabajo de ;\oki es inmeclbu.mcnle posterior a su
arliculu ( 19 6) y a su obra Th• Coopmuivt GamL Thtqry oftht Firm ( 1984).
LA EMPRESA JAPONESA 129
' Así pues, hemos visto (cf. nota anterior) que la p ráctica de los despidos autorita-
~-amcnte decididos por la dirección se presenta como re sultado de un contrato implícito.
Sm embargo, podían darse muchas olras ilustraciones de la extraordin."lria "comodidad"
que ofrece el uso de la tcoria de los "conlratos implicitos" para el leórico de las relaciones
industriales.
EMPRESA JAPONESA 133
138 .
. rcados internos que no dependen estnct~-
p romoaonal.es· y de roe- ' de puestos e
d traba,io De manera mas
:i •
mente de la liberao~n . s son a uellos cuyos contenidos he-
gencral, estos proccdioucnto d\ implicación incitada, cuya
mos d escn· t o al definir
. el concepto
mb. compromisos contractua1es
especificidad cons1~te ;n c; . ~s" que pemúten mantener la
expllcitos y benefio~ con 0
°
"tensión" en el trabajo.
o Como h emos vis. to (cf.· capítulo 4) ' estas. nuevas nonnas
extienden a las relaciones entre emp.resas y se' maten zan en
·ali
se
•~Sin entrar aqul en argumentos detallados, recordemos que, según Cbandler, !!a
tres elementos que permiten caracterizar il la cmp~sa "moderna" (llamada de forma M:
b existencia de una jerarquía de ejecutivos asalariados pcnru.nenle1 y cspeáalizados en
las tareas de administración. una csuiéta separación funcional de las tareas y una
organización de tipo multidivisionaria (cada "división" se especiali1'.' en una linea parti·
cular de producto y funciona como un centro autónomo de ganancia).
LA EMPRESA JAPONESA
\40
, Chandler se refiere aquí ante todo a la
Como se habra notado, , d l eación1<i para explicar la
f ormación de nuevos metodos e p an
tral d l paso a la empresa ·
M
primera determinante ce~ . e f nnas de "planeación" han
. d elemento· s1 bien e tas o .. d
O Segun o . . li ción de algunas funciones o actlVl a-
dcmostrado que la i.ntema ~ . de coniunto que las fonnas
, me•or rendimiento :.i (i . .
des o fr ea.a un :.i dl . . te en que la mayor e 1c1cnaa
. das clásicas Chan er ms1s d
externa \iza • . table sólo a los "costos e
de los métodos nuevo no es unpu l ganano' as de productivi-
., T b', ti en que ver as
transacaon · am ~en ~ d , . no y Chandler escr;bc con
·d más clásico e1 temu
dad en e 1 seno o " que se agrupaban en sus
"f d dones de empresas
respecto a e era . d abastecimiento e intentar
com ras para reduor los costos e su .,
com~etir así con la gran empresa en formaoon:
. has federaciones han sido capaces de disminuir ligeramente
Amenu do, d ic od'd d' · · los costos
costo de
el tas transaccione , pero no han p 1 o 1srrumur
mediante el incremento de la productividad. (Id., P· 8.)
16 Sobre ese tema nos referiremos al clásico Saumol, Panzar y Willis ( 1982), así como
a la revisión crítica de E. Baylc: ( J982). Por nuestra parte, en ial 1;1Jler industrial y el robot
habíamos intcniado mostrar que a partir del tipo de uso que hacen de las nu~vas
tecnologías, las empresas japonesas se han vucllO imesuas en el arte de combinar
economías de escala y economias de variedad-
LA EMPRESA JAPONESA lC