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Prueba 

Desarrolle la idea de cultura que se elabora en la Odisea a partir del modelo heroico.
Considere en su reflexión los siguientes aspectos, los cuales deben abordarse por
separado: 
I. La tradición oral y la memoria. 
II. La configuración del héroe desde el viaje, el destino, la formación y la identidad.

I. La Tradición oral y la memoria

La cultura griega que relata La Odisea es una donde la memoria juega un papel
fundamental dentro de la sociedad. El griego reafirma su propia identidad cuando se
reconoce el quién es, quién fue, de dónde viene y de quién desciende, y así mismo
reconocen a otros, como a Telémaco, al que siempre se nos presenta como el hijo de
Odiseo. Aunque Telémaco no haya hecho nada por su cuenta, el simple hecho de que su
padre es el héroe Odiseo le da una identidad antes de que él mismo se forje la suya.

En la sociedad griega que Homero nos muestra, la importancia de la identidad basada en los
hechos es el eje alrededor del que todo gira, y aquí es donde entran los cantos, cuya
principal función es contar una y otra vez lo que los griegos han hecho. Estos no se centran
en el presente, ni siquiera en un pasado reciente, sino en hazañas que pueden haber ocurrido
incluso muchos años antes, y que son rememoradas para el gozo de quienes tuvieron parte
en ella, y para quienes, por medio de ella, se sienten orgullosos del lugar de donde
provienen. Por ello los rapsodas y los aedos cumplen un rol importante dentro de su
cultura, ya que por medio de ellos se difundían dichos cantos, ya sea que los compusiesen o
los interpretasen. Ambos aportaban a que la memoria griega no cesara, sino que todas sus
historias continuaran hasta la posteridad.

Con los cantos, y con las historias que cuentan, se reviven las victorias de los tan alabados
héroes, que son otro componente recurrente e importante de la cultura griega.

II. La configuración del héroe desde el viaje, el destino, la formación y la identidad.

Luego de las invasiones Dorias y la consolidación de las polis, el griego buscaba nuevos
referentes que le indicaran cómo debía comportarse, pero sin olvidar quién fue. El modelo
del héroe nace de la necesidad de los griegos de tener un referente, alguien ‘’perfecto’’ que
cualquiera aspira a ser, pues es una figura que representa poder, fuerza, gloria y valor. En el
caso de La Odisea, el gran héroe es Odiseo.

Al principio de la obra, y en la mayor parte de esta, Odiseo se ve en una situación que roza
lo miserable: está lejos de su hogar y su familia, está preso por una diosa que, si bien lo
trata como un rey, no logra hacerlo dejar de añorar su antigua vida, cuando por fin escapa
de esta es constantemente atacado por Poseidón, termina en lugares donde él no es nadie, y
aun cuando vuelve a su tierra debe disfrazarse de un mendigo; sin embargo, en cada una de
esas difíciles circunstancias todo lo que se hace es exaltar lo ingenioso, fuerte y hábil que es
Odiseo para, prácticamente, todo.

Cada momento en el que el héroe es mencionado o actúa, muestra sus incontables virtudes
y recuerda las razones del por qué es él quien se lleva el protagonismo y no algún otro. A
nadie le interesa realmente lo que opinen o hagan los miembros de la tripulación, ninguno
de ellos cumple con el modelo heroico como lo hace Odiseo, dado que son torpes, tercos y
no piensan antes de actuar; es por eso que todo eventualmente funciona a favor del héroe,
recalcando sus habilidades y virtudes. Por el contrario, los pretendientes que habitaban su
casa son masacrados por no cumplir el modelo cultural que los haga importantes. Hay que
hablar de quienes merecen las palabras, y en este caso es Odiseo, no los pretendientes.

Aun cuando Odiseo es un modelo ‘’perfecto’’, no es alguien deshumanizado, dado que a lo


largo de su travesía, desde los sucesos posteriores a la batalla hasta el momento donde
comienza su viaje de vuelta a casa, vemos a un Odiseo que añora a los suyos, uno que se
equivoca —aunque siempre logra torcer las circunstancias a su beneficio—, y uno que sufre
y se lamenta. Todo esto se puede ver en repetidas ocasiones, cosa que no lo quiere hacer
ver débil, sino real.

La estrecha relación entre su identidad de héroe y su patria es lo que le motiva por sobre
todas las cosas a volver al lugar donde pertenece, dado que no es nadie sin su patria. Él sabe
quién es, pero no hay nadie para reafirmarlo. Odiseo sabe que batalló en Troya, pero para él
no significa nada si no obtiene el reconocimiento de su pueblo. Es ahí donde nacen sus
penas y lamentos, esa es una de las razones por las que no quiere estar con Circe, ni con
Calipso, ni con nadie que le ofrece un futuro esplendoroso. Él necesita, por una cuestión de
modelamiento cultural, retornar a su lugar de origen, porque si no vuelve pierde su
identidad, una que está repartida a lo largo de su viaje, y que va recuperando parte por parte
cada vez que avanza en la travesía. Aunque llega a Ítaca siendo lo que no es (un mendigo),
es el final de su viaje, donde logra finalmente reafirmarse como el griego que es, uno
glorioso.

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