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Administración - Manual de Dirección Financiera 144p PDF
Administración - Manual de Dirección Financiera 144p PDF
de Dirección
Financiera,
Planificación y
Control
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Manual de Dirección Financiera, Planificación
y Control
Indice General
3. Financiación
• 3.1.1 Introducción
• 3.1.2 La autofinanciación
• 3.1.3 La amortización y la ampliación de fondos propios
• 3.1.4 Recursos híbridos entre financiación propia y ajena
• 3.2.1 Introducción
• 3.2.2 Emisión de valores negociables
• 3.2.3 Financiación a través de intermediarios financieros
• 3.2.4 El crédito interempresarial
• 3.2.5 Otras modalidades de financiación ajena
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1. Decisiones financieras en la empresa
Hoy en día, un analista, un director financiero, debe analizar, además de los estados
patrimoniales de la empresa, la situación económica general para poder vislumbrar e incluso
predecir la evolución futura de los mismos y las consecuencias que en su negocio puedan dar
lugar, con el fin de planificar y resolver cuantas incertidumbres se puedan plantear desde
una situación de conocimiento de la coyuntura.
Hay que pasar desde una concepción interna de la empresa a una visión más amplia de la
función financiera como papel mediador entre las operaciones reales de la empresa, de
carácter interno, y los mercados financieros externos (véase figura 1).
Figura 1-1
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Este papel mediador del director financiero es la base de lo que en un sentido más amplio se
denomina actividad financiera o mecanismo existente en el sistema financiero que posibilita a
transferencia de recursos de las unidades con exceso de liquidez a las unidades con
necesidad de liquidez (Véase el capítulo 1 de: López Domínguez, Ignacio (1997) "Manual
Práctico de los Mercados Financieros". Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias.
Madrid).
Como mercados financieros no sólo se conoce el lugar donde se realizan las transacciones,
sino también los mecanismos y procedimientos mediante los cuales se intercambian los
activos financieros y se fijan los precios de los mismos. El lugar físico de los mercados
financieros ya no resulta una característica importante, pues se ha dado paso a la
compraventa de activos a través de redes informáticas cuyas terminales se encuentran en
manos de los intermediarios financieros.
Las funciones que se atribuyen a los mercados financieros son las de:
Respecto a las características que todo mercado financiero debe tener, podemos agruparlas
de la siguiente forma:
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• Flexibilidad: Un mercado es flexible cuando ante cualquier variación en el precio
de un activo, por pequeña que ésta sea, aparecen rápidamente nuevas órdenes de
compra y de venta.
Figura 1-2
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Mercado de comisionistas (brokers): Existen agentes especializados que ponen en
contacto oferentes y demandantes, por cuya función cobran una comisión. La
existencia de estos agentes se da por el gran volumen de operaciones de algunos
mercados que hace que se produzcan economías de escala. Mercados donde pueden
darse estos agentes son los mercados de divisas y los interbancarios.
Mercado de mediadores (dealers): El mediador compra el activo y lo vende a otro
agente, es decir, toma posiciones por cuenta propia. Su beneficio radica en el margen
que obtiene entre el precio de compra y el precio de venta. Su presencia en los
mercados proporciona liquidez y profundidad. Cuando los mediadores se
comprometen a cotizar de forma permanente precios de compra y de venta para un
determinado activo se les denomina creadores de mercado (market makers). La
tendencia actual de los mercados financieros es la de convertirse en mercados de
mediadores, ya que no eliminan la presencia de comisionistas y su existencia es
beneficiosa para el sistema, mejorando el nivel de eficiencia de los mercados. Esto se
puede comprobar en la reforma de la Bolsa española, por ejemplo, en la que al
margen de otras cuestiones se introdujo la figura de los mediadores para aumentar su
liquidez.
Mercado de subasta: El precio se determina en un proceso único y común sin la
presencia de mediadores. Normalmente este tipo de mercados se encuentran
centralizados y cuentan con mecanismos de amplia difusión de órdenes.
Mercados primarios: Se trata del mercado en el que tiene lugar la colocación de los
activos primarios del emisor al inversor a cambio de los fondos con los que
financiarse. Por lo tanto, un activo financiero es objeto de una única negociación en
un mercado primario. Una vez emitidos, estos activos pueden ser objeto de
compraventa en el mercado secundario, si cumplen la característica de ser
negociables legalmente.
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Cuadro 1-1
Mercados secundarios: En este mercado, los adquirentes de los títulos los compran
a sus propietarios y no al emisor como ocurría en el mercado primario.
Indudablemente, en este mercado no existe ninguna nueva financiación, no hay
transferencia de recursos hacia la inversión productiva.
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Mercados no organizados (over the counter, OTC): Se trata de aquellos mercados
en los que no existen reglas y normas de intercambio y las características de las
compraventas de los activos son fijadas libremente por las partes.
La transformación que el sistema financiero español está viviendo a partir de los años
setenta, motivada principalmente por la necesidad de homologarse a los sistemas de países
más desarrollados, sigue en estos momentos. La profundización financiera de la economía, la
apertura al exterior, el proceso de desintermediación financiera, la institucionalización de la
inversión y la transformación del sistema bancario son los rasgos que caracterizan las dos
últimas décadas de cambios en nuestro sistema financiero. Aunque en capítulos posteriores
desarrollaremos más ampliamente cada uno de estos aspectos, a continuación vamos a
adelantar las tendencias que presentan en general los mercados financieros:
Cuadro 1-2
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Figura 1-3
Esta tendencia obliga a las empresas a mejorar sus sistemas informativos sobre los
mercados extranjeros y a plantearse sus estrategias en dos sentidos:
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De todas formas, lo que intentan realizar las autoridades en este sentido es centrar la
regulación en la garantía de la solvencia de las entidades y en la protección del cliente. Es
por ello que mucha gente habla de nueva regulación en vez de desregulación. El sector
financiero es muy importante en la actividad real, por lo que siempre estará regulado en
mayor o menor medida.
Respecto a este proceso existen dos posturas enfrentadas en cuanto a su justificación. Para
la primera, la innovación financiera es un proceso fragmentado y oportunista que sólo intenta
aprovechar lagunas fiscales y de regulación. Frente a ella se encuentra el enfoque opuesto
por el que la innovación produce nuevos instrumentos con los que aumentar las posibilidades
de transferencia de fondos y de riesgos, aumentando así su eficacia.
En este sentido, podríamos identificar la innovación financiera como la actividad que provoca
alguna de las siguientes situaciones:
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1.2. La función del Director Financiero
Desde una primera concepción como un conjunto de simples tareas administrativas que se
quedaban en un mero conocimiento de los mercados y las instituciones que los componían,
la función financiera ha ido involucrándose cada vez más en la gestión de la empresa,
pasando, en primer lugar, al análisis de las inversiones decididas por la dirección de la
compañía; posteriormente, a la búsqueda de los recursos financieros necesarios y más
económicos para hacer frente a dichos proyectos de inversión. Estudios sobre la estructura
financiera óptima, la liquidez empresarial, el aumento de la información financiera y el
establecimiento del presupuesto y la planificación financiera han sido otras de las tareas de
las que se ha ido encargando al departamento financiero de las empresas.
De esta forma, vemos cómo el papel de la función financiera ha evolucionado hasta fundirse
en la consecución del objetivo de la empresa, que no es otro que el de aumentar su valor,
esto es, maximizar la riqueza de los accionistas.
Figura 1-4
Para ello, se hace necesario que el departamento financiero tome las decisiones oportunas
que conduzcan al logro de dicho objetivo, lo que se concreta, de forma simple, en tomar
decisiones de inversión (presupuesto de capital), sobre el proyecto o proyectos de mayor
conveniencia para la empresa teniendo en cuenta las características de rentabilidad-riesgo de
cada uno de ellos; decisiones de financiación en el sentido de elegir, entre las fuentes
financieras, disponibles aquélla o una combinación de aquéllas, que resulte más interesante
para la empresa; y, finalmente, una decisión sobre la política de dividendos más adecuada a
llevar a cabo —no hay que olvidar, como se comentará más tarde, la distinción entre fuentes
de financiación propias y ajenas— para la consecución del objetivo empresarial: maximizar el
valor de la empresa y con ello la riqueza de los accionistas.
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Existen además otras tareas encomendadas al director financiero que, en el caso de
empresas de mayor tamaño y junto a las anteriores, son asignadas a otras personas como
pueden ser el tesorero, el controller, el contable, etc. Dichas funciones son:
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1.3. Decisiones de inversión
Podemos realizar una clasificación de las decisiones que afectan al apartado de inversión de
la empresa en función del plazo. Así tendremos decisiones de inversión a corto plazo,
relacionadas con tesorería, inventarios, clientes, etc., y decisiones de inversión a largo plazo,
en cuyo modelo de gestión influyen especialmente los cambios del entorno y, por tanto, han
de tener presente otras consideraciones de estabilidad que las decisiones de corto plazo.
Es evidente que las diferentes fuentes de financiación pueden dar lugar a planteamientos
distintos para evaluar la rentabilidad de la inversión, pero en cualquier caso se debe estimar
un coste del capital. Se pueden elegir diferentes métodos para llegar a un valor comparable
en diferentes alternativas. Los más simples son los que determinan el valor actual neto
(VAN) mediante una tasa de descuento, muy frecuentemente el tipo de interés de mercado
previsto para el espacio temporal que abarque la inversión y sus flujos de retorno, y el
método de cálculo de la tasa interna de retorno (TIR). De ambos métodos se derivan otros
que tratan de corregir carencias que los hacen inaplicables a ciertos planteamientos de
inversiones, especialmente cuando son diversos los proyectos entre los que hay que
seleccionar o cuando ciertas condiciones específicas de una inversión hacen que los
resultados de los cálculos no tengan validez.
Cuadro 1-3
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Pero existen, además, factores que amplían la demanda de modelos de cálculo del valor de
una inversión y de su rentabilidad. Esos factores tienen su origen en la incertidumbre
intrínseca a planificar el futuro, pero es evidente que esa incertidumbre se puede racionalizar
y evaluar con grado aceptable de certidumbre la variabilidad de los distintos componentes
que deciden los valores que han de determinar la bondad de una decisión de inversión, es
decir, que en la práctica se concreta el problema en la medición de un riesgo, compuesto por
las probabilidades de que se produzcan determinados sucesos que influyan en los
parámetros que conducen al valor de la inversión. Por lo tanto, se pueden establecer los
presupuestos sobre costes e ingresos estimados en condiciones de certidumbre total o
estimando el riesgo.
Parece claro que la certidumbre absoluta carece de racionalidad, pero las técnicas de
evaluación en tales condiciones son esencialmente las del cálculo del VAN y del TIR a las que
antes nos referimos y son, como veremos más adelante de modo más detallado, simples y
suficientes en muchos casos, porque la finalidad primordial es la elección entre varias
alternativas. Por otra parte, la introducción de factores de riesgo o probabilidad puede ser
considerada por diferentes procedimientos que dan lugar a modelos derivados de los básicos
a que antes hemos hecho mención.
Este valor se refiere al rendimiento actualizado de los flujos positivos y negativos originados
por una inversión. Presupone por consiguiente que se ha de fijar un tipo o tasa de descuento
para la determinación de ese valor capital o valor actual neto, que no es otra cosa que la
diferencia entre el valor actual de todos los flujos positivos y el valor actual de todos los
flujos negativos, descontados a la tasa elegida, por los tiempos que van desde el origen o
momento cero de la evaluación y los vencimientos de cada uno de los flujos. Bajo el
supuesto de que se realice un desembolso inicial, esto es una salida de capital, la igualdad
que proporciona el VAN se puede escribir así:
En donde:
En segundo lugar hemos de establecer un convenio sobre la aplicación de los signos a los
flujos. Por simetría con el concepto de desembolso que implica una salida de capital y a la
que se aplica el signo negativo, todos los flujos que representen una salida de capital
tendrán el signo negativo, en tanto que los que constituyen ingresos o entradas de capital
tendrán signo positivo.
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Figura 1-5
Con dicha convención, si el VAN resulta positivo significa que el valor actualizado de entradas
y salidas de capital de una inversión proporciona un beneficio que queda expresado por el
valor actualizado neto (diferencia entre las entradas y las salidas) a la fecha de origen o
inicial, al tipo de coste o rendimiento exigido empleado. Ahora bien, si resulta negativo,
significa que a ese tipo de coste se produce una pérdida de la cuantía que exprese el VAN,
pero naturalmente esa pérdida pudiera no darse si se toma un tipo de descuento más
reducido.
La tendencia natural del VAN con un saldo neto o beneficio de la inversión al vencimiento
final de la misma, aplicando tipo de descuento cero, o lo que es lo mismo, un saldo formado
por la suma algebraica de todos los flujos incluido, si lo hay, el desembolso inicial, es a
aumentar cuando se reduzca el tipo de descuento y a disminuir si se aumenta el tipo de
descuento, pero esa tendencia se puede invertir por la estructura de vencimientos y signo de
los flujos. Así, por ejemplo, en una inversión con saldo final positivo y fuertes desembolsos
en los primeros períodos de vida y beneficios tardíos, el VAN será menor a igualdad de tipo
de descuento que el que resulta para otro flujo en el que el saldo final con tipo de descuento
cero es el mismo, pero en el que los flujos de ingresos pesan más en los primeros períodos
que las salidas de capital. En una estructura como la primera puede incluso que se llegue a
un VAN negativo, pese a existir un superávit final sin aplicar tasa de descuento y viceversa,
pese a existir déficit final de capitales puede obtenerse un VAN positivo si los flujos de
ingresos en los períodos más próximos al origen pesan lo suficiente y las salidas que
producen el saldo negativo final de la inversión se sitúan en los últimos períodos.
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discutible. Pese a ello, la utilidad del método del VAN es reconocida por la generalidad de los
expertos para la evaluación de inversiones en condiciones de certeza o estimación
fundamentada.
La tasa de descuento del VAN se aplica a los flujos positivos y negativos para obtener su
valor actualizado neto y ello implica que esa es también la tasa de reinversión de los flujos
hasta la liquidación de la operación que proporcionará un valor final neto de la inversión
(VFN), ya que es la única que aplicada a ese valor final daría el mismo VAN:
Se denomina tasa interna de retorno, tipo interno de retorno (TIR), o bien tasa de
rendimiento interno (TRI), al tipo de descuento que iguala el valor de los flujos de entrada y
salida de una inversión a la fecha inicial de la misma. Por consiguiente, el tipo de retorno
interno, si se toma como tipo de coste de capital o tipo de descuento de los flujos netos de
caja, hace que el valor actualizado de estos flujos se iguale al valor inicial de la inversión y,
consiguientemente, produce un valor actualizado neto cero:
En donde:
La determinación del TIR de una inversión y de los flujos netos de caja que origina o de un
conjunto de flujos de caja de entradas y salidas puede tener diferentes finalidades, pero no
en todos los casos el resultado tendrá un significado estimable, e incluso puede que no sea
posible obtener un resultado coherente o bien se obtengan varios resultados.
El cálculo del TIR requiere el uso de software específicamente desarrollado para resolver esta
función, ya que sólo es posible realizarlo mediante iteraciones sucesivas en las que hay que
prever una precisión suficiente para obtener resultados útiles y es necesario que se
identifiquen los casos en los que se obtiene más de un TIR, debiendo conocer el valor de
cada uno.
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invariables a lo largo de la vida de muchas inversiones. Ahora bien, en principio se pueden
obtener algunas conclusiones:
En cualquier caso, es el responsable del análisis del proyecto quien tendrá que decidir el
alcance como elemento evaluador del TIR obtenido de cualquier operación de inversión sea
de producción o financiera o como elemento de calificación de la inversión, en conjunción con
otros procedimientos de evaluación que puedan realizarse conforme a las técnicas de análisis
y selección de inversiones.
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El índice de rentabilidad no permite ver por sí solo el volumen cuantitativo del rendimiento
de una inversión. Por consiguiente, este índice como elemento comparativo debe ser
estimado con los resultados de otros métodos de evaluación. Es evidente que dos inversiones
de muy diferente tamaño pueden tener el mismo índice de rentabilidad e incluso la de
volumen menor tener un índice más elevado. Será en cada análisis comparativo concreto
donde se podrá valorar el índice que resulta de diferentes alternativas. Es fácil pensar que si
dos inversiones tienen el mismo volumen y plazo, la que tiene un VAN mayor tiene un IR
mayor y, por lo tanto, cualquiera de los dos resultados permitirá llegar a idéntica conclusión,
pero si se estudian operaciones en las que el volumen de inversión no es coincidente, el
índice permite apreciar el valor añadido a cada inversión, mostrando la intensidad de
rendimiento, lo que tiene interés cuando los fondos disponibles están limitados, pero no la
cuantía de ese valor añadido, para lo que deberá tomarse en cuenta el VAN
Figura 1-6
18
denomina plazo de recuperación del capital o de la inversión y en inglés payback, pero
igualmente es identificado como paycash, payout o payoff.
Ahora bien, la definición dada en el párrafo anterior no es suficientemente clara, puesto que
si se alternan saldos positivos y negativos, cuando la inversión da lugar a desembolsos
sucesivos que se intercalan en el tiempo con los flujos netos positivos producidos por la
inversión, el momento de la recuperación queda impreciso o al menos no es muy correcto
fijarlo en el momento en que ya no se produce ningún saldo negativo. Por otra parte, la no
consideración del valor de los flujos en función del tiempo en que origina cada uno un saldo
positivo o negativo puede desvirtuar el problema, ya que daría la misma valoración a
inversiones en las que el momento de recuperación es igual, pero los flujos con los que se
llega a esa igualdad mantienen durante muy diferente tiempo saldos negativos. Esto tiene
influencia en la calificación de un riesgo de inversión y, por lo tanto, ha de utilizarse un
procedimiento más afinado para determinar el momento de recuperación de un capital.
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Figura 1-7
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1.4. Decisiones de financiación
Aunque en otros capítulos de esta obra se tratarán en mayor profundidad las fuentes de
financiación disponibles para las empresas distinguiendo entre fondos propios y ajenos, en
las decisiones de financiación que vamos a comentar a continuación se analizará la
controversia existente, precisamente por la elección entre uno u otro recurso, en cuanto a si
es posible construir una estructura financiera óptima en función de diferentes parámetros
como son el endeudamiento, el coste financiero del capital y el riesgo financiero.
q
Caso 1-1
Existe una mayor rentabilidad en la empresa B, pero hay que tener en cuenta que también
conlleva una mayor riesgo por la existencia de la deuda en su estructura financiera. Siempre
que la rentabilidad sea superior al coste de la deuda, cuanto más nos endeudemos mejor
será para los accionistas. Pero también deben tenerse en cuenta las consideraciones de
riesgo: Rentabilidad ⇒ Riesgo.
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Siempre que la rentabilidad (R), medida por el cociente entre el beneficio antes de intereses
e impuestos y el activo total, sea mayor que el coste de capital (ki), el endeudamiento será
positivo para los accionistas.
Donde:
Una estructura financiera óptima será aquella que minimice el coste medio ponderado de
capital (ko) o coste de capital propiamente dicho.
Enfoque Tradicional
La posición tradicional afirma la existencia de una estructura financiera óptima para la que el
valor del coste del capital (ko) es mínimo y el valor de la empresa (V) es máximo.
Cuando se mantienen constantes los demás factores, el valor de mercado de las acciones
aumenta si también lo hace el nivel de apalancamiento, pero sólo hasta cierto nivel (L) a
partir del cual el alto riesgo produce un efecto nulo en el valor de mercado.
Enfoque Modigliani-Miller
Al contrario que la tesis tradicional, Modigliani y Miller sostienen que el coste de capital (ko) y
el valor de la empresa (V) son independientes del grado de apalancamiento existente, por lo
tanto, no existe una estructura óptima de la empresa.
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Figura 1-8
Figura 1-9
23
Modigliani y Miller se basan en su afirmación en una serie de hipótesis:
x = Beneficios esperados.
V = Valor de mercado de la empresa.
ko = Coste de capital.
2ª. La tasa esperada de rentabilidad de las acciones es función lineal del endeudamiento:
3ª. Dadas las decisiones de inversión, a los inversores les es indiferente la estructura
financiera de la empresa. Da igual la forma de financiarse:
V=S+D
El 10% de la empresa B vale en el mercado 4.250. Vendemos acciones por 4.250 ptas. y nos
endeudamos por 4.000 pts. para reproducir exactamente la estructura financiera de la
empresa. Si compramos 8.250 pts. en acciones de la empresa A, tendríamos el 13,20% de
su valor.
Con estas acciones se tendría derecho al 13,20% de los beneficios esperados y pagaría unos
intereses del 8% por el endeudamiento: 1.320 - 320 = 1.000 ptas. netas; mientras que en B
sólo tendría derecho a percibir 680 ptas. (ke: 30,22%). Por lo tanto, los operadores
realizarían arbitraje con las acciones de ambas empresas.
Una de las críticas que se realizan a la tesis de M-M es la no consideración de los impuestos.
En una revisión posterior se plantearon la introducción de los impuestos corporativos (los
que gravan a las compañías). De forma gráfica:
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Caso 1-2
El segundo sumando del segundo miembro es el valor actual de los ahorros fiscales de la
deuda.
Según M-M, la estructura financiera no genera valor si se cumplen sus hipótesis, y aunque no
se cumplan, el valor añadido es muy pequeño.
Figura 1-10
25
Figura 1-11
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2. Organización del departamento financiero
Ofrecer una definición sencilla de función financiera no es una cuestión fácil. La multiplicidad
de tareas de las que debe encargarse el responsable financiero, y que se pusieron de
manifiesto en el capítulo introductorio, es tan grande, que preferimos entrar directamente en
materia sobre estas funciones que debe realizar para comprobar la verdad de esta
aseveración.
La persona o equipo que desarrolla la función financiera en las empresas asume una serie de
responsabilidades o áreas de intervención que se representan sintéticamente en la figura 1.
Figura 2-1
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Estas responsabilidades configuran su papel dentro de la empresa. Sus principales funciones
se pueden resumir del siguiente modo:
28
2.2. Evolución del departamento financiero
Hoy en día conviven diferentes estructuras que asumen las funciones y organización de lo
que podría denominarse un departamento financiero, atendiendo a diferentes factores.
Podemos citar dos condicionantes que a nuestro juicio determinan cómo estará constituido el
departamento financiero.
Cultura de la empresa. Hay que recordar que en España muchas empresas son familiares,
lo que provoca un determinado estilo de hacer las cosas y, sobre todo, una tendencia al
control de la gestión por parte de los propietarios de forma directa, que en algunos casos
tiende a la concentración o acumulación de funciones en una sola persona. Esto es a menudo
incompatible con el desarrollo de estructuras propias en los departamentos financieros, que
suelen tener poca capacidad de decisión y se limitan a realizar la gestión del día a día y,
sobre todo, de tipo contable, participando menos en las grandes decisiones estratégicas. No
obstante, la modernización de nuestras empresas está dando como fruto que cada vez se
aprecie más por parte de los empresarios la necesidad y los resultados que se obtienen de
una estructura más profesionalizada.
Conviven, pues, muy diferentes estructuras y modelos organizativos en los que descansa la
función financiera, más complejos evidentemente cuanto mayor es el desarrollo y tamaño de
la empresa. A continuación vamos a ver los principales modelos en los que coinciden casi
todos los autores y que se pueden observar en la realidad.
29
Cuadro 2-1
30
Una empresa en desarrollo precisará incidir en los siguientes factores:
Planificar toda su actividad, pero crear también presupuestos financieros, para lo que
tendrá que reforzar el departamento.
Mejorar la comunicación entre las diferentes áreas del negocio, de forma que la
función financiera pueda desarrollarse de forma coordinada con el área comercial y la
producción. Para ello, se exige una mayor dignidad y nivel funcional para quien
desarrolle la función financiera.
Cuanto mayor es el volumen de negocio mayores pueden ser los gaps financieros, que
deben ser previstos, para lo que se requiere examinar la evolución del negocio y el
cumplimiento presupuestario con rigor, lo que exige evidentemente una mayor
estructuración del incipiente departamento administrativo.
Las exigencias de inversión requerirán el estudio de las diferentes alternativas de
financiación necesarias con profesionalidad y objetividad, lo que en ocasiones la
dirección general o propiedad no es capaz de desarrollar, constituyendo otra de las
razones por las cuales las empresas en crecimiento pueden ver reducidas las
posibilidades de aumentar su rendimiento en condiciones óptimas.
Evidentemente, no existe una suficiente homogeneidad entre las diferentes empresas que
pueden observarse como para constatar que en todos los casos las características y
funciones son exactamente las descritas, pero muchas empresas responden a ese esquema
general que irá siendo tanto o más sofisticado cuanto mayor sea su dimensión.
Este modelo tiene unas limitaciones que pueden enunciarse en estos tres aspectos:
31
Cuadro 2-2
Figura 2-2
32
3. El departamento financiero desarrollado. Las grandes organizaciones. En el
departamento financiero de las grandes organizaciones, también denominado
económico-financiero, se pueden identificar todas las funciones y responsabilidades
que le son inherentes (véase el cuadro 3 adjunto).
Cuadro 2-3
33
2.3. Las funciones del departamento financiero
El departamento financiero ejerce tres funciones principales reconocidas por todos los
autores:
La planificación
Figura 2-3
34
Control
35
2.4. Organización del departamento financiero
Como quiera que el departamento financiero tiene encomendadas tanto las funciones
típicamente financieras como las puramente económicas, puede organizarse en virtud de
estas dos grandes áreas que agrupan dos subdepartamentos específicos.
Gestión financiera.
Control de gestión.
Esta subdivisión favorece la especialización funcional de cada una de estas áreas y redunda
en una mayor eficacia en el desarrollo de sus cometidos. Al frente de estas funciones se
encuentran el responsable de control de gestión o controller, y el responsable de recursos
financieros o tesorero.
Cuadro 2-4
36
inventario de los elementos que típicamente constituyen el ámbito de responsabilidad de
cada uno de estos puestos.
Figura 2-5
Otras funciones que pueden asumirse son las de auditoría interna o informática. En las
organizaciones más desarrolladas el departamento financiero tendrá su propia estructura de
sistemas de información.
• Tesorería (tesorero).
• Cuentas a cobrar (credit manager).
• Cuentas a pagar (debit manager).
Tesorería
La tesorería se encarga de la gestión de los recursos financieros de la empresa. Está muy
ligada al corto plazo y capitaliza las relaciones con las entidades bancarias. El tesorero
analiza la posición diaria y las previsiones de liquidez, con objeto de asegurar el
cumplimiento de las obligaciones de pago en su momento. Para ello dispondrá de las
herramientas adecuadas de integración de la información con objeto de fundamentar sus
decisiones en la realidad y en las previsiones más próximas a la realidad posibles.
El tesorero, por tanto, debe prestar atención preferente a los siguientes aspectos:
1. Examen de la posición.
2. Previsión de las necesidades de financiación de circulante.
3. Acometer una adecuada política de inversión de excedentes.
4. Conseguir las mejores condiciones en el mercado financiero en las operaciones que se
hayan de contratar.
5. Considerar los riesgos contraídos, evaluarlos y cubrirlos.
37
Cuadro 2-5
1. Examen de la posición
El examen de la posición exige realizar una serie de tareas, entre las que cabe enumerar:
38
si se dispone de previsiones fiables, no voluntaristas, se pueden acometer políticas
coherentes de financiación o inversión.
• El tesorero debe establecer la política de medios de cobro y pago a adoptar, en
coordinación tanto con el credit manager, el debit manager, el departamento
comercial y el resto de la organización. Este punto es crítico, pues los medios de pago
están íntimamente relacionados con los costes que genera su tramitación, algo que
debe evaluar el tesorero para mejorar los beneficios que reporte su gestión. En este
punto y como experto en la materia, su asesoramiento al resto de directivos es
fundamental, pues una mala gestión de medios de cobro y pago puede entrañar los
siguientes riesgos:
• El tesorero, ni que decir tiene que deberá realizar un análisis diario de la coyuntura
financiera que le mantenga al tanto de las incidencias de los mercados financieros.
• La posición de tesorería se deberá obtener en fecha valor, ya que ésta es la que
determinará el pago o cobro de intereses por nuestra parte. También prestará
atención a la disponibilidad efectiva de los fondos o la realización efectiva de los
cobros por transacciones como transferencias internacionales y aquéllas en las que la
disposición depende de gestiones de terceros en algunas ocasiones sin una fecha fija
de resolución por examen de documentos o por actuaciones que escapan a unas
normas rígidas y, por tanto, de nuestro control rutinario. Suele ponerse todo el
énfasis en la gestión en fecha valor, lo que es muy importante, pero más importante
es disponer de fondos, que debe ser la primera preocupación del tesorero.
39
pretenda obtener, mayores serán los riesgos en que se tendrá que incurrir, no siendo
la asunción de riesgo, sino antes bien su mitigación y cobertura racional, uno de los
trabajos de los financieros.
Para conseguir estos propósitos, existen una serie de mecanismos que facilitan esta labor:
• Realización de fichas de condiciones bancarias aplicadas y pactadas con cada una
de las entidades.
• Apoyarse en los modelos de balance banco-empresa u otros, como la TAYa bancaria
(método aplicado por los consultores de Tormo, Aynat y Asociados, que está
informatizado), que ofrecen una serie de resultados comparativos entre las
condiciones aplicadas por las diferentes entidades.
• En los casos en que no se disponga de métodos automatizados para la verificación
de las operaciones bancarias, se podrá seguir el criterio de realizar muestreos, es
decir, ante la imposibilidad de hacer liquidaciones paralelas de todas las liquidaciones,
comprobar todas las valoraciones aplicadas en las que se tengan condiciones
especiales, etc., lo que se puede hacer es, en base a una muestra,. comprobar una
parte de las mismas.
El tesorero deberá realizar una serie de funciones adicionales, algunas de contenido más
burocrático, pero que son imprescindibles para llevar a cabo los objetivos anteriores:
• Se elegirán, en concordancia con los intereses y compromisos de la empresa, las
entidades bancarias con las que se trabajará. En ocasiones, estas decisiones no son
del todo neutras, por vinculaciones de grupo, vinculaciones por operaciones en curso
o acuerdos de más alcance que la propia negociación de condiciones. Se abrirán, por
tanto, las cuentas bancarias que sea preciso, estudiando las alternativas que suponen
una mayor racionalidad.
• La negociación de las compensaciones con los bancos. El caso más claro son las
liquidaciones fiscales que provocan un beneficio directo a la entidad bancaria que
puede ser estimado. Es un arma de negociación conocida por ambas partes. También
se vigilará y cuantificará el negocio cedido a cada banco, con objeto de comprobar si
40
se cumplen posibles compromisos adquiridos o el volumen justifica la negociación de
una mejora de condiciones aplicables.
Racionalizar la recepción de documentación recibida de los bancos, ya sea en papel
como de forma electrónica. Para ello se adoptarán los software de banca electrónica
que se precisen, en su caso. Son de todos conocidos los programas de conexión
bancaria que descargan los extractos informáticos a primera hora de la mañana, con
objeto de realizar la integración de los mismos en los sistemas antes del comienzo de
la jornada.
Cuadro 2-6
41
Cuadro 2-7
Cuadro 2-8
42
No hay que olvidarse de que una de las funciones del gerente de crédito es la de recobrar los
créditos morosos. Se ha puesto de manifiesto que los créditos comerciales morosos, además
de ser una lacra en la actividad empresarial que ha llevado al traste a muchas compañías,
requieren una actuación eficaz y profesional para obtener buenos resultados de recobro, en
muchas ocasiones sin necesidad de suspender las operaciones comerciales con el afectado,
pero realizando un seguimiento riguroso y sistemático.
• Llevar las cuentas con clientes y deudores, aportando a la tesorería las previsiones
de cobro.
• Con arreglo a la política de crédito establecida, asignará los límites de crédito a los
clientes, realizando el correspondiente seguimiento del cumplimiento de las
obligaciones por parte de los mismas.
• Controlar los impagados y ejecutar los procedimientos y los protocolos adecuados
de recobro, atendiendo a cada caso concreto. Para ello, se deberá realizar una
valoración pormenorizada de la incidencia producida y las consecuencias que se está
dispuesto a soportar por el impago.
• El gerente de crédito, evaluará los incentivos o descuentos a clientes, según los
distintos aplazamientos de pago.
Cuadro 2-9
La función del gerente de cuentas a pagar es menos popular y está menos implantada que la
del gerente de crédito, en parte porque es una figura que lo que tiende a mejorar
43
fundamentalmente es la gestión interna de algo que suele considerarse, erróneamente,
burocrático. Por otra parte, las grandes organizaciones pueden llegar a ampararse en una
compleja estructura de autorización y conformidad de facturas para legitimar unos pagos con
retraso. Quien tiene que cobrar una factura en ocasiones pasa un calvario sólo para
averiguar quién es el responsable último de pagarla. Un gerente de cuentas a pagar rompería
esta dinámica y al tiempo que supondría una mejora y mayor agilidad en los pagos a
realizar, también proporcionaría mejor información a la tesorería.
Entre las funciones del gerente de cuentas a pagar, pueden citarse como más relevantes:
Esta gerencia, dependiente de la dirección financiera, aportará mucho más orden a la gestión
y una mejor imagen de cara a los proveedores y acreedores en general, que dispondrán de
un interlocutor específico dentro de la organización para tratar los problemas de cobro que
puedan presentarse.
Figura 2-6
Ya vimos que las funciones principales del área o departamento de control de gestión serán:
contabilidad, presupuestos, planificación de inversiones y control de gestión. También tiene
encomendada la función de mantener cauces de información a la dirección sobre la obtención
de resultados del negocio.
44
2.5. Sistemas informáticos
Los sistemas integrados de gestión se imponen en el mercado por ofrecer soluciones más
racionales para el conjunto de la compañía, basadas en la utilización de las mismas bases de
datos por los diferentes departamentos y aplicaciones específicas para que cada uno se sirva
y aporte la información que precisa. En este sentido, el departamento financiero recogerá
para presupuestos, contabilidad, tesorería, etc., toda la información disponible en el sistema.
Con estos sistemas, se evitan los procesos de migración de ficheros desde otras aplicaciones
de la organización para ser aprovechados parcialmente por el departamento financiero, sino
que éste utiliza las bases de datos generadas por el sistema y que recogen la información
aportada por otros departamentos de la empresa (ver figura 7).
Como paso final de integración, debe tenerse en cuenta que los proveedores pueden ser
integrados como unos contribuidores de información al sistema, y así ocurre en
determinadas empresas, que colocan terminales conectados con sus ordenadores a los
proveedores o realizan conexiones vía modem con ellos, con objeto de incluirlos en los
circuitos de información de la empresa sin nuevas capturas de datos.
Uno de los problemas con los que se suele tropezar a la hora de implantar estas soluciones,
si no son programadas a medida, es el proceso de BPR o reingeniería que hay que acometer,
ya que no suelen existir aplicaciones lo suficientemente flexibles para adaptarse a cualquier
organización de negocio. Es frecuente que los gastos de consultoría y formación de personal
supongan una cifra muy importante de la inversión que hay que realizar para implantar un
sistema integrado de gestión. Por otra parte, muchas veces se denomina reingeniería a lo
que no es más que adaptar la empresa al programa porque el programa no hay forma de
que se adapte a la empresa y sería mucho más costoso producir un programa específico que
45
adaptar la organización a una solución más estándar. Esto puede ser o no una virtud,
depende del resultado final y del coste.
Figura 2-7
Para ofrecer una visión más práctica, nos vamos a centrar en los sistemas que se refieren a
la gestión financiera, obviando los sistemas informáticos contables y otros cuyas
características son más conocidas.
La gestión financiera ya hemos visto que descansa en el tesorero principalmente, siendo los
sistemas de gestión de tesorería los que apoyan su trabajo diario. Estos sistemas deben
estar interconectados con el resto de sistemas de información de la empresa, pero en
particular con la contabilidad.
46
• La posición de tesorería.
• El análisis de las desviaciones presupuestarias.
• La comprobación de las condiciones bancarias.
Cuadro 2-10
• La conexión a la banca electrónica de cada una de las entidades con las que
trabajemos, realizando la operación de captura de movimientos manual y su descarga
a su vez manual en el programa.
• La utilización de productos informáticos empaquetados de conexión multibancaria,
que conectan con las entidades a primera hora de la mañana, descargando en el
sistema los ficheros normalizados.
Existe una tercera opción que es confeccionar a cargo de la informática de la propia empresa
un sistema que realice la última tarea, pero es muy costoso y prácticamente nadie acomete
47
esa tarea existiendo productos en el mercado que con mayor o menor éxito y abarcando más
o menos entidades posibles de realizar la conexión, ofrecen una solución de funcionamiento
contrastado.
Los próximos desarrollos en cuanto al EDI financiero deben mejorar las posibilidades de
transmitir y recibir información de las entidades de crédito. El EDI no termina de implantarse
por una indecisión en la resolución de la normalización que lleva años en estudio.
Los extractos bancarios, una vez integrados en el sistema, sirven a diversos propósitos que
pueden automatizarse:
Comprobar que las condiciones de valoración son las correctamente imputadas. Esta
cualidad es más teórica que real, ya que de todos los apuntes sólo se podrán
comprobar algunos, es decir, aquellos cuya valoración sea una suma de días sobre la
fecha de contabilización por el banco, lo que no ocurre en todos los casos, como en
las transferencias recibidas o los cheques cargados en cuenta, pues la valoración no
gira sobre la fecha contable, sino sobre una tercera fecha que es la de origen del
apunte. Se puede afirmar que el control totalmente automatizado de las valoraciones
en cuenta en nuestra opinión es muy difícil y exige una coherencia y disposición de
datos que, en general, no es posible.
Los sistemas de tesorería en sí son sencillos como concepto, pero para que sean realmente
útiles deben incorporar automatismos como:
Además del sistema de tesorería o cash management, existen otros sistemas de apoyo a la
gestión como los de gestión de riesgos, principalmente de crédito a clientes.
48
tiempo real o con una demora mínima son importantes en aquellas organizaciones que
actúen en los mercados de capitales.
La banca electrónica es sumamente útil para los clientes corporativos de las entidades
financieras y el desarrollo de la banca a través de Internet augura nuevos logros y mejora de
la información disponible por las empresas. También está haciendo descender los costes, al
tiempo que la oferta y posibilidades son muy atractivas. No obstante, al gran cliente la banca
electrónica le resulta insuficiente, pues no le ofrece las soluciones globales que precisa. Sólo
el desarrollo de más ágiles mecanismos de comunicación banco-empresa, como el EDI,
mejorarán los flujos de información de forma decidida.
Los problemas de seguridad son más importantes cuando estemos operando en redes
públicas de comunicaciones. Por tanto, la vulnerabilidad de estas aplicaciones puede residir
precisamente en los módulos de conexión con otros centros o con entidades bancarias. Éstas
últimas han previsto ya todas estas incidencias, de tal suerte que han protegido tanto sus
aplicaciones como la información enviada con diferentes medios como, claves de acceso,
encriptación de la información transmitida y cortafuegos para evitar la vulnerabilidad de sus
propios sistemas.
49
Actualmente la banca electrónica ofrece un nivel de seguridad muy alto que unido a una
correcta administración del sistema por parte del usuario proporciona altas cotas de fiabilidad
como medio de canalizar operaciones entre las entidades financieras y las empresas.
Internet como soporte a la banca electrónica plantea nuevos retos de seguridad, aunque se
están estableciendo protocolos que hacen de Internet un camino seguro también para el
tráfico de información privada.
50
3. Financiación
3.1.1. Introducción
Existen múltiples criterios de clasificación de las fuentes de financiación de que disponen las
empresas. Desde el plazo de los citados recursos —financiación a corto y a largo plazo—,
hasta el origen los mismos —financiación propia y financiación ajena. Será precisamente este
último criterio el que utilicemos para estudiar, en este y el siguiente capítulo, las diferentes
alternativas con que cuentan las empresas, y los directores financieros como responsables
últimos, a la hora de decidir cúal es la mejor estructura de capital para su tipo de negocio.
Las empresas de cierta importancia que estén constituidas como sociedades anónimas
disponen de todas las fórmulas de emisión que hemos contemplado. Las sociedades
colectivas o limitadas no pueden emitir acciones. Las empresas individuales aún tienen más
restringido el abanico de procedimientos de financiación, como por ejemplo las fórmulas de
emisiones, obtención de recursos propios por asociación o comandita, créditos participativos,
etc. En las grandes y medianas empresas que pueden acudir al mercado de capitales
51
mediante emisiones, las decisiones para seleccionar una u otra forma de financiación en cada
caso, han de estar basadas en análisis de los costes y de la rentabilidad de los proyectos de
inversión, así como de su volumen y tiempo de maduración, considerando la situación de
estos mercados, los aspectos fiscales y las cargas financieras que impliquen los recursos
obtenidos, además de la evaluación del marco económico-social y de su proyección futura,
que es decisiva para acometer nuevas inversiones y adquirir compromisos financieros. Por
otra parte, en la captación de recursos, tanto propios como ajenos, en los mercados de
capitales, es fundamental la selección de la modalidad de captación, la divisa o divisas en
que se denomine la emisión, los mercados y las fechas de lanzamiento de las emisiones.
La elección entre fuentes de recursos propios o ajenos vendrá determinada por el efecto de
leverage (apalancamiento) y la estructura de los recursos. Si tanto uno como otra son
favorables, indiscutiblemente el uso de recursos ajenos aumentará la rentabilidad de los
propios. Si uno de estos condicionantes no es favorable, habrá que seleccionar el medio más
adecuado de financiación con recursos propios.
Desde el punto de vista de los instrumentos o valores concretos en que se materializan estas
formas de financiación, ya sean propias o ajenas, en el siguiente esquema se recogen, sin
ánimo de exhaustividad, los principales productos que existen en el mercado de obtención de
fondos.
52
Figura 3-1
53
3.1.2. La autofinanciación
Los recursos o fuentes de financiación propias están constituidos por los recursos financieros
aportados, tanto inicial como sucesivamente a través de ampliaciones de capital, más los
recursos generados por la propia empresa que permanecen en su poder. Los componentes
de esta financiación propia son: el capital, las reservas, las provisiones de pasivo y los
resultados pendientes de aplicación. De todos estos elementos, sólo las provisiones de pasivo
tienen carácter de exigible, mientras que el resto son no exigibles.
Cuadro 3-1
54
La autofinanciación de mantenimiento está constituida por aquellos fondos que garantizan
una continuidad en la cantidad de Patrimonio Neto o Activo Neto de la empresa, es decir,
mantienen intacto el valor real de la empresa. Como es lógico, esos fondos de
mantenimiento son los creados por las dotaciones a amortizaciones, las provisiones y
cualquier otra cuenta de correcciones de valoración.
Figura 3-2
Por tanto, las reservas constituyen los beneficios retenidos y acumulados en la empresa,
configurándose como una fuente de financiación interna. Sin embargo, existen múltiples
clases de reservas, algunas correspondientes a otra procedencia distinta de la retención de
beneficios, y así tendríamos las reservas motivadas por operaciones de capital, como pueden
ser las procedentes de ampliaciones de capital, o por revalorización de activos y
minusvaloración de pasivos.
Sin entrar en detalle en cada uno de los tipos de reservas que existen, a continuación
presentamos esquemáticamente una clasificación de las mismas.
Sobre los conceptos de coste de capital de los recursos propios, coste de la deuda y
estructura financiera óptima ya se habló en el capítulo 1, en el apartado dedicado a las
decisiones de financiación, por lo que aquí no realizaremos mayores comentarios sobre dicha
55
materia. Además, sobre la estructura financiera de las empresas españolas y su coste
financiero hablaremos en el apartado introductorio del próximo capítulo. Por todo ello, para
finalizar este epígrafe sólo efectuaremos unos breves comentarios sobre la elección entre
fuentes de financiación internas y fuentes de financiación externas.
Se trata ésta de una disyuntiva típica en finanzas por parte de los teóricos, pero que se
produce igualmente en la práctica. No existe una respuesta general, y serán las
circunstancias concretas de cada caso las que determinen la elección entre una u otra
alternativa o, lo más lógico y normal, una combinación de ambas.
Muchas empresas ni siquiera tendrán esa posibilidad de elección, pues al acceso al crédito
externo viene proporcionado, la mayor parte de las veces, por la capacidad de pago y la
solvencia de la empresa que lo requiere. De esta forma, las empresas pequeñas se
encuentran muy mediatizadas a la hora de acudir, por ejemplo, al banco para pedir un
préstamo, pues son múltiples las condiciones y requisitos que deben cumplir, y que dan
buena fe algunos de los capítulos de que consta esta obra, por lo que, en su caso, el acudir a
la financiación propia es, además de más fácil, menos oneroso, puesto que, precisamente su
escasa solvencia provoca un coste superior en las fuentes ajenas.
Todo lo contrario ocurre con las empresas de gran tamaño, seguramente presentes en los
mercados de valores, que han de remunerar adecuadamente a sus accionistas a través del
reparto de dividendos, por lo que la autofinanciación de la que pueden disponer es escasa.
Adicionalmente, su enorme estructura empresarial les proporciona una solvencia que provoca
una disminución en el coste de la financiación ajena, haciendo decantarse mayoritariamente
por esta fuente por las dos razones apuntadas.
Entre estos dos extremos se encontrarán múltiples posibilidades, debiendo en cada caso
valorar el coste de cada una de las fuentes de fondos disponibles, lo que vendrá determinado
por la solvencia de la empresa; así como la capacidad de crédito de que se dispone.
Cuadro 3-2
56
3.1.3. La amortización y la ampliación de fondos propios
Los elementos que forman parte de la estructura permanente de la empresa, esto es, el
inmovilizado, están sujetos a una pérdida de valor, ya sea por su utilización en el proceso
productivo, por el simple transcurso del tiempo o, incluso, por la variación en las condiciones
de la demanda que reducen la eficiencia económica de estos elementos. Esta pérdida de
valor es lo que se denomina depreciación.
Podemos definir la amortización tal y como lo hace el Plan General Contable, como "la
expresión de la depreciación sistemática anual efectiva sufrida por el inmovilizado inmaterial
y material, por su aplicación al proceso productivo".
En este sentido, cabe señalar una prudencia lógica en cuanto a los recursos proporcionados
por la amortización, puesto que si, en el momento de la renovación del equipo fijo
amortizado, esos fondos no se encuentran en el activo en valores seguros y de fácil
realización, la financiación de esta reposición se verá amenazada.
57
Cuadro 3-3
Permanentes o irreversibles:
Precisamente esa incorporación gradual a los productos no es igual para todos los elementos
del inmovilizado. Es por ello que no es posible formular un mismo plan de amortización para
todos los activos de una empresa, puesto que las expectativas empresariales, las diferentes
duraciones de cada elemento, la aparición de mejoras tecnológicas, etc., hacen imposible
dicha generalización.
Existen elementos patrimoniales que se deprecian en mayor medida durante los primeros
años de su vida útil, mientras que otros siguen un proceso inverso. Incluso habrá elementos
58
cuya depreciación sea uniforme a lo largo de los períodos en que se encuentran en
funcionamiento.
Antes de pasar al estudio de los diferentes sistemas de amortización, veamos los factores
que determinan el método más conveniente a utilizar en cada caso, así como su
denominación.
Con estos elementos y de acuerdo a las necesidades de la empresa, así como con las
características propias del activo, se puede llegar a escoger alguna de las funciones o
sistemas de amortización a los que nos referimos a continuación.
Sistemas de amortización
En una primera aproximación, podemos distinguir entre sistemas de amortización financieros
y no financieros. La diferencia entre ambos estriba en que en los primeros, los financieros, se
tiene en cuenta el tipo de interés que se obtiene al invertir las sucesivas cuotas de
amortización hasta que llegue el momento de reposición del elemento de inmovilizado, frente
a su no consideración por los segundos, los no financieros.
En cualquier caso, los sistemas más utilizados en la práctica son estos últimos, siendo por los
que comenzaremos nuestra explicación:
59
Sistemas de amortización no financieros
60
Cuadro 3-4
Siendo:
ks = Número de kilómetros que recorre en el ejercicio considerado.
K = Número de kilómetros que recorre a lo largo de su vida útil.
61
El cuadro de amortización resultante de aplicar este método sería:
Cuadro 3-5
Verificándose que:
Puesto que el porcentaje fijo se aplica sobre una base decreciente, esto es, los valores
pendientes de amortizar.
62
Igualmente, los valores pendientes de amortizar se pueden calcular actuando de la misma
forma, y así tenemos que:
Expresión esta última que corresponde al valor residual, puesto que se trata del valor que
permanece sin amortizar al finalizar el período n. Precisamente de esta expresión se puede
obtener el tanto t, ya que, operando, tenemos:
Este método asigna unas cuotas de amortización menores en los primeros años y mayores
en los últimos, pero también se puede proceder al contrario, simplemente asignando los
dígitos a cada período en forma decreciente, lo que nos producirá mayores cuotas de
amortización para los primeros años, con las ventajas que ello supone de recuperar la
63
inversión en mayor medida al principio de la vida útil, cuando el bien cumple con su función
de mejor manera y tener menor riesgo de obsolescencia, además de poder disponer de esos
fondos líquidos para invertir hasta que llegue el momento de la reposición del activo
amortizado.
64
Donde sn¬i es el valor final de una renta temporal unitaria pospagable, cuyo valor se
encuentra tabulado en tablas financieras para diferentes valores de n e i.
Ampliación de capital
Se trata de la operación mediante la cual, la sociedad incrementa su cifra de capital social.
Este aumento puede realizarse de dos formas diferentes, mediante la emisión de nuevas
acciones o a través del incremento del valor nominal de las ya existentes, lo que puede dar
lugar, bien al incremento del patrimonio social, bien al mantenimiento de esta cifra pero
variando su composición.
Es por esta circunstancia por la que se diferencian las distintas modalidades de aumento de
capital, según las clases de contravalor, como se puede comprobar en el cuadro siguiente.
Cuadro 3-6
En cualquier caso, la ampliación de capital implica una modificación estatutaria, por lo que
deberá adoptarse el acuerdo cumpliendo los requisitos establecidos en la Ley de Sociedades
Anónimas: elaboración por los administradores de un informe justificativo del aumento de
capital; expresión en la convocatoria de la junta general de los extremos que han de
modificarse; puesta en conocimiento a los accionistas de su derecho a examinar en el
domicilio social y a pedir el envío gratuito del texto de la modificación estatutaria; adopción
del acuerdo con los requisitos de quórum y mayorías reforzadas, de acuerdo con lo
establecido en la propia Ley, e inscripción del acuerdo en el Registro Mercantil.
Además, cuando la ampliación se haga por aumento del valor nominal de las acciones, será
preciso el consentimiento de todos los accionistas, salvo que el aumento sea íntegramente
con cargo a reservas o beneficios.
65
3.1.4. Recursos híbridos entre financiación propia y ajena
En este apartado analizaremos las subvenciones de capital, que pueden considerarse como
componentes de los fondos propios, tal y como se puede comprobar en la figura 1 de este
mismo capítulo, así como ciertos instrumentos financieros que se sitúan a medio camino
entre las acciones (títulos representativos del capital propio de una sociedad) y los valores
negociables resultantes de una emisión de deuda, que serán objeto de estudio en el próximo
capítulo, como son los títulos convertibles y los warrants.
Dada la extensión y las finalidades de esta obra, no podemos abarcar aquí la temática de las
ayudas de toda índole programadas por las Administraciones Públicas. Sin embargo,
considerando que entre ellas se encuentran las que inciden fundamentalmente en la
financiación, sí debemos dejar constancia de los aspectos esenciales, tras un intento de
resumir los conceptos fundamentales.
En primer lugar, puede distinguirse entre ayuda y subvención, aunque podremos comprobar
que estos términos son utilizados en muchos casos indistintamente. Evidentemente toda
subvención es una ayuda, pero no toda ayuda es una subvención en sentido estricto. Ni en el
Tratado de la Unión Europea, ni en la normativa española se diferencian claramente estos
conceptos, aunque el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad estima que el concepto
de ayuda "es más general que la noción de subvención porque comprende no solamente
prestaciones positivas como las subvenciones, sino igualmente intervenciones que, bajo
formas diversas aligeren las cargas que normalmente gravan el presupuesto de una empresa
y que por ello, sin ser subvenciones en el sentido estricto de la política, son de una idéntica
naturaleza y tiene efectos idénticos". Quizás tenga más importancia la diferenciación que
proporciona la concesión de ayudas sectoriales o a colectivos de empresas o agentes
económicos, en las que la condición esencial y única para acceder a ellas es la de pertenencia
al sector o colectivo, de aquellas otras en las que la concesión exige el cumplimiento
individualizado de condiciones objetivas y subjetivas específicas para una determinada
ayuda.
Una cuestión siempre debatida, tanto en la política nacional como en el ámbito internacional,
es que las ayudas y subvenciones públicas distorsionan la competencia y son una forma
clarísima de intervencionismo de los poderes políticos en la Economía, sin que, en muchas
ocasiones, los objetivos pretendidos estén científica ni técnicamente planificados para
alcanzarlos con eficacia y equidad, como lo demuestra la permanencia de muchos problemas.
Un caso muy típico es la infinidad de programas que a lo largo del presente siglo se han
ideado para ayudar a las PYMES en todos los sectores y que hoy son preocupación esencial
de las acciones emprendidas por la Unión Europea. Además, estas ayudas públicas implican
riesgos de tráfico de influencias. Por todo ello, tanto la Comunidad Europea como el GATT
mantienen posiciones de lucha constante para eliminar toda clase de políticas proteccionistas
y de dumping. Por otra parte, en el derecho interno se promulgan leyes que tratan de
proteger la competencia, pero al mismo tiempo se otorgan subvenciones o ayudas cuya
aplicación objetiva resulta muy difícil. En España la Ley 16/1989, de 17 de julio, de Defensa
de la Competencia dedica un solo artículo a las ayudas públicas, con el siguiente contenido:
A la vista del dictamen del Tribunal, el Ministro podrá proponer a los poderes
públicos la supresión o la modificación de ayudas, así como, en su caso, las
66
demás medidas conducentes al mantenimiento o al restablecimiento de la
competencia.
Como vemos, las medidas para vigilar el deterioro de la competencia por la acción pública
son muy pobres, lo que da idea de la persistencia a través de los regímenes autoritarios y
democráticos en España de prácticas de intervencionismo económico, propias del Despotismo
Ilustrado, que van asumiendo quienes sucesivamente ocupan el poder. Y naturalmente se
originan perversiones. Por esa razón se desarrolla una normativa muy estricta para la
verificación de la correcta aplicación de las ayudas, y se exigen responsabilidades a las
empresas y sus administradores si se comprueba alguna irregularidad en el uso de los
fondos.
Es difícil valorar si todas las acciones que se emprenden en este sentido son constitucionales,
en virtud de la controversia que surge por el alcance contradictorio del art. 38 versus arts.
128 y 131 de la Constitución, así como por constituir medios poderosos que suponen un
acicate para el llamado "tráfico de influencias" y para obtener privilegios y ventajas
económicas por parte de quienes ostentan las facultades de decisión o pueden influir en este
tipo de ayudas, como demuestran los escándalos que con gran frecuencia saltan a la luz
pública sobre esta materia, e incluso sin que se produzca dicho tráfico proporcionan ventajas
considerables a las empresas beneficiarias y, en muchos casos, originan el efecto de
expulsión de competidores en determinados mercados. Es por todo ello que la mayoría de los
grandes economistas de todos los tiempos más pragmáticos y no cargados de maximalismos
ideológicos, hayan estado siempre en contra de un intervencionismo directo de los poderes
públicos en el funcionamiento del mercado, con independencia de la necesaria actividad
cautelar para evitar actividades abusivas o las acciones para promover la elevación del nivel
de rentas en las regiones más retrasadas.
67
devolución —que además de ser más largos suelen tener también un
período de carencia—.
Concretando sobre los tipos de ayuda que en materia crediticia existen, generalmente se han
utilizado para las mismas los siguientes procedimientos:
O bien combinaciones de las tres fórmulas indicadas, al margen de que estas ayudas pueden
formar parte de un plan más amplio en el que pueden incluirse dotaciones de capital o
subvenciones a fondo perdido, exenciones fiscales, concesión de terrenos públicos, etc.
68
Cuadro 3-7
Todas estas ayudas para que cumplan las normas del Tratado de la Comunidad y los
principios de nuestra Constitución tienen que ser transparentes, es decir, deben estar
financiadas con consignaciones en los Presupuestos del Estado o de las diferentes
Administraciones y Organismos públicos, y su cuantificación y asignación individualizada
debe ser perfectamente identificable y accesible a la verificación. Por otra parte, estas
ayudas públicas al crédito implican dos niveles en la gestión, uno el que corresponde a la
calificación subjetiva para obtener la ayuda por parte de una persona o empresa y otro el de
la concesión del préstamo o aval finalista por una entidad pública o privada que esté
autorizada o tenga convenio para tal concesión, bien actuando como mediadora o bien
financiándolo con sus fondos.
Los warrants, por su parte, son certificados opcionales por los que el suscriptor de bonos u
obligaciones tiene la posibilidad de adquirir un determinado número de acciones a un precio
determinado de antemano, haciendo la emisión más atractiva para el suscriptor. En
definitiva, se trata de una opción de compra americana sobre un número de acciones de una
empresa.
Ambos instrumentos híbridos nacen para combinar las ventajas de la financiación propia y de
la ajena. Intentan solventar el gasto del tipo de interés a pagar que suele acarrear la emisión
de títulos de deuda, posibilitando la incorporación al capital propio de la empresa y
aprovecharse de las posibles ganancias de capital.
El convertible nace como una deuda, pero con la posibilidad de convertirse en una acción.
Según el sistema desarrollado en el mercado internacional, el precio de conversión se
establece con antelación, de acuerdo con la cotización existente en una fecha dada más una
prima. Sin embargo, en el mercado español, la relación de conversión se fija un poco antes
de su realización, a través de la cotización media de un período anterior determinado.
69
Mediante esta actuación, el emisor consigue un tipo de interés menor y reduce sus costes
financieros.
En este caso, la opción de convertibilidad no es separable del título de deuda en sí. Cuando
llega el momento de la realización, el suscriptor, o se convierte en accionista, o sigue siendo
simplemente acreedor.
Desde principios de los años ochenta, el incremento de las necesidades financieras por parte
de las empresas ha provocado la aparición de valores atípicos o híbridos, como es el caso de
los títulos convertibles o warrants objeto de estudio en este apartado.
Sería el Real Decreto 291/1992 el que regularía el carácter de valor negociable y el régimen
aplicable a este tipo de títulos.
Cuadro 3-8
70
El artículo 2 del citado Real Decreto establece que warrant es "todo derecho de contenido
patrimonial, cualquiera que sea la denominación que se le dé, que por su configuración
jurídica propia y régimen de transmisión, sea susceptible de tráfico generalizado e
impersonal en un mercado de índole financiera".
La decisión de convertir o no los títulos por parte del inversor depende de algunos factores
como los que a continuación se detallan.
El precio de conversión es la cantidad que pagar por la suscripción de una acción ordinaria de
la empresa emisora de los títulos convertibles. Esta relación se puede expresar mediante la
siguiente fórmula:
La razón de conversión es el número de acciones recibidas por cada título convertible, con lo
que, a través de la anterior fórmula, tenemos que:
71
Excedente de conversión = Valor de conversión del título – Valor de mercado del título en el
momento de la conversión
Las emisiones de títulos convertibles en nuestro país suelen fijar varias fechas para que los
suscriptores puedan acudir a la conversión, no siendo normal el posibilitar la misma en
cualquier momento de la vida de los títulos, como sí ocurre sobre todo en los mercados
americanos (compárese esta posibilidad con las opciones de tipo americano, con lo que se
demuestra que este tipo de títulos no son más que opciones).
Cuadro 3-9
También es posible la inclusión de una cláusula por parte de la entidad emisora por la que
puede exigir la conversión en el momento en que estime oportuno, esto es una cláusula de
amortización anticipada. Aunque también se prevé el valor de reembolso en el caso de que el
inversor decida no acudir a la conversión y opte por amortizar sus títulos.
Deuda perpetua
Aunque se trata de una de las fórmulas de financiación y captación de recursos del Estado,
vamos a comentar muy brevemente las características de esta modalidad a efectos
ilustrativos.
72
La deuda perpetua es la deuda pública consolidada, es decir, aquélla en la que el suscriptor
percibirá los intereses pactados pero no recuperará el nominal suscrito. Por su permanencia,
se considera una fuente de financiación híbrida entre recursos propios y ajenos, pues si bien
su origen es externo, la duración de la misma hace que se pueda asimilar a los fondos
propios.
Créditos participativos
El Real Decreto Ley 8/1983, de 30 de noviembre, de Reconversión e Industrialización, incluía
entre las medidas financieras la concesión de este tipo de créditos en el siguiente artículo:
«Art. 11
1. Las Entidades públicas o privadas podrán conceder préstamos de carácter participativo
en los que, con independencia del pacto de intereses, se acuerde la participación del
acreedor en el beneficio neto del deudor.
c) Los préstamos participativos se deberán inscribir en una línea especial del balance del
prestamista y del prestatario, y tendrán la consideración de fondos propios para apreciar la
solvencia financiera de la empresa deudora; si bien, los intereses de los mismos, así como la
participación prevista en el apartado a), se considerarán partida deducible, a efectos de la
base imponible del Impuesto sobre Sociedades.
73
mismo que no fueran precisas para otros fines, a conceder créditos participativos que
determinase la Comisión delegada del Gobierno.
Los créditos otorgados por las entidades de depósito eran computables en el coeficiente de
inversión que desapareció en diciembre de 1992. Naturalmente, dejaron de tener efectividad
desde el punto de vista de la posibilidad de cobertura de coeficientes estos créditos que
desde hace tiempo no son realizados, por lo que cuando las empresas entran en procesos de
reconversión, los acreedores bancarios, o bien optan por acudir a instar la suspensión de
pagos o la quiebra, si no es posible obtener ayudas públicas, o bien llegan a acuerdos de
reconversión de las deudas, pero sin sujetarse a condicionamientos como los que establecían
las normas reproducidas, aunque sí pueden tener alguno de ellos características esenciales
de los créditos participativos.
74
3.2. Fuentes de financiación ajena
3.2.1. Introducción
Existen factores no controlables por las entidades de crédito ni por su clientela y que influyen
de modo notable en el coste del dinero para financiación de las empresas, y en esencia son:
la situación presente y previsiones de endeudamiento de las Administraciones públicas y la
política de su financiación, así como de las empresas públicas; la instrumentación de la
política monetaria interior y de cambio de la peseta, así como las medidas económicas y el
comportamiento de gasto e inversión de los agentes sociales, que determinan la evolución de
la inversión, el empleo y la tasa de inflación. Finalmente, la política fiscal y de financiación de
la seguridad social.
En conjunto, el comportamiento de todos los factores a los que nos hemos referido en el
párrafo anterior no ha sido favorable durante muchos años en nuestro país para una
reducción sustancial de los costes financieros de las empresas. Es bien conocido que en 1993
se inició un cambio de tendencia muy importante con bajadas considerables de los tipos de
interés directores del mercado de dinero y de otros tipos influyentes en el coste del crédito.
Pero el descenso de tipos no ha se ha producido con la misma intensidad en las operaciones
bancarias que en los tipos básicos de los mercados de dinero y deuda.
La prima de riesgo está influenciada, en el caso del crédito a las empresas, además de por la
solvencia patrimonial, por su capacidad de generar valor añadido y conseguir un
apalancamiento financiero positivo, señal de que se ha producido la cobertura de todos los
costes, amortizaciones e impuestos, incluido el coste financiero de los recursos ajenos, y ha
quedado un superávit para remunerar los recursos propios. Como veremos más adelante,
éste no ha sido el caso de las empresas españolas en numerosos años.
No obstante, entendemos que en 1997 los tipos de interés del crédito bancario a las
empresas serán aún más reducidos en promedio que los de 1996, y el riesgo de morosidad
ha mejorado de modo, por lo que es factible una mayor demanda de crédito para inversión y
un aumento de la actividad acorde con las previsiones macroeconómicas.
75
Es evidente que la posibilidad de reconversión o tecnificación de numerosas actividades que
tienen un componente intensivo en mano de obra resulta mínima o exige un período de
adaptación muy largo (por ejemplo, la agricultura, el comercio, la manufactura textil, la del
calzado, por citar sólo algunas), sin que por otra parte pueda impedirse la competencia de
productos importados de terceros países de rápido desarrollo o el traslado de la demanda a
los mismos, como es el caso del turismo, que de todas formas se está viendo beneficiado en
los últimos años de situaciones exógenas a la capacidad competitiva intrínsecamente
empresarial.
Por todo ello, debe tenerse muy presente que la concesión de crédito bancario,
especialmente para coadyuvar a financiar inversiones de ampliación o mejora de la actividad
productiva o la implantación de nuevas empresas, va precedida de una valoración de la
eficiencia a medio y largo plazo de los objetivos empresariales.
Las entidades de crédito han tenido que incorporar a su gestión del crédito sistemas más
rigurosos y nuevas estrategias en sus inversiones, y por otra parte, las empresas en volumen
apreciable han buscado nuevas fuentes de financiación, aunque especialmente las pequeñas
y medianas siguen encontrando dificultades para obtener recursos alternativos al crédito
bancario y en éste encuentran menor receptividad a sus demandas por cuanto hemos
indicado. Sólo en parte reducida se eliminan los inconvenientes apuntados mediante
programas de subvenciones de tipos de interés para créditos a PYME y la aportación de
garantías por sociedades de garantía recíproca.
Ahora bien, la competencia tendrá que incrementarse en este segmento de clientela, puesto
que los productos para los clientes personales tienen un nexo muy fuerte cuando éstos son a
su vez empresarios.
A continuación analizaremos los costes financieros de las empresas con datos del Análisis
Económico-Financiero de las Empresas efectuado por la Central de Balances del Banco de
España, con comparaciones que permiten apreciar más la influencia de los costes financieros
en relación con otros datos de la cuenta de explotación y del balance.
Cuadro 3-10
76
El tanto de coste financiero sobre ventas, que aparece en la serie A2, es bastante elevado,
muy superior al de los principales países. Durante varios años, esta tasa ha estado
creciendo, pero en 1994 y 1995 los descensos son muy importantes y esta tendencia se
mantendrá en 1996. De todas formas, el apalancamiento todavía es pobre y su principal
significado cuando la reducción del coste ya no puede ser muy grande es que hay que
aumentar la eficiencia de las empresas, haciendo crecer su volumen de negocio por cada
unidad de recursos empleados.
En la serie A4, lo primero que se aprecia es el sesgo a la baja de los denominados gastos
financieros en relación con el coste de la financiación bancaria, por la inclusión de otros
procedimientos de obtención de recursos ajenos. Además de un desglose significativo del
coste de recursos ajenos por grandes sectores de actividad económica, en este cuadro se
incluye este ratio con desagregación por empresas pequeñas (menos de 100 trabajadores),
medianas (desde 100 trabajadores hasta menos de 500) y grandes (desde 500 trabajadores)
desglosándose estas últimas en públicas y privadas.
Cuadro 3-11
En todos los años se aprecia la notable diferencia entre el ratio de costes para las pequeñas
empresas en relación con los otros segmentos: un 33% superior al ratio de las grandes y un
23% por encima del de las medianas. Es también significativo el menor coste para la gran
empresa pública, favorecida por la consideración del riesgo frente a la empresa privada, pese
a que su morosidad es igual o superior.
La relación que permite esa observación es la que compara los dos pasivos (PT=pasivo total;
PR=pasivo remunerado) con el patrimonio neto (PN) de las empresas (series B1 y B2) y a su
77
vez los dos ratios entre sí (serie B3) para mostrar, por diferencia, el porcentaje que
representa la deuda no remunerada, formada principalmente por crédito comercial, con el
pasivo total, y que como puede verse ha repuntado de nuevo de modo notable en los años
94 y 95. En algunos sectores, como el de las grandes superficies y otros de elevada
concentración productiva, se está incrementando a niveles insoportables para los
proveedores la financiación de éstos, vía un alargamiento en los plazos de pago, lo que está
siendo objeto de debate por las dificultades de conseguir una fórmula que evite los efectos
nocivos de posiciones dominantes.
El incremento del patrimonio neto en relación con pasivo remunerado en los dos últimos años
y que continúa en 1996 influye lógicamente en los costes financieros y si además estos son
más baratos la presión de este gasto sobre el resultado bruto disminuye. En los tres
primeros trimestres de 1996, la Central de Balances del Banco de España estima que la
variación sobre 1995 de los gastos financieros es de –12,1%, distribuyéndose en –5,9% por
el descenso de los tipos de interés y en un –6,2% por el descenso del endeudamiento
remunerado. Es evidente que si la rentabilidad sobre recursos totales crece y es, como lo
viene siendo en 1995 y 1996, superior al coste de la financiación ajena, el apalancamiento
sería mayor aún si se mantuviera la relación recursos propios/ajenos retribuidos. Esto
naturalmente sólo tiene significado cuando la solvencia y estructura patrimonial se prestase
a un mayor endeudamiento que permitiera un volumen de actividad mayor o nuevas
inversiones con rendimientos marginales iguales o mejores. Veremos a continuación la
evolución del apalancamiento sobre el activo neto, junto con otros ratios significativos.
Cuadro 3-12
78
R.4 = Apalancamiento financiero antes de impuestos:
Como anteriormente indicamos, para 1996 los ratios de rentabilidad serán más favorables,
pero ello ya hemos visto que tiene su origen tanto en una disminución de la tasa de
financiación ajena como de la reducción del endeudamiento. Pero es muy probable que la
tendencia de esos parámetros a la baja no continúe o lo haga de modo más pausado, por lo
que los resultados finales pudieran empeorarse si se producen incrementos de los costes de
personal no compensados por incremento de resultados con origen en un mayor volumen de
actividad.
La variación de la proporción que los costes financieros representan sobre el total de la renta
empresarial generada no está causada por la cuantía de dichos costes o el volumen de la
financiación exclusivamente, sino por el comportamiento de todos los elementos en que se
reparte la renta y el volumen de ésta. De la observación de las cifras de la serie C se deduce
que hasta 1993 la relación costes financieros/valor añadido se venía deteriorando,
invirtiéndose la tendencia en 1994 que continúa en 1995, como también en las estimaciones
para 1996, pero más en este último año por un mayor descenso de los costes financieros que
por un crecimiento del valor añadido.
79
Cuadro 3-13
Cuadro 3-14
80
Cuadro 3-15
Cuadro 3-16
81
3.2.2 Emisión de valores negociables
En España, como en los principales países, las operaciones de mercado primario han ido
evolucionando a medida que ha sido preciso diversificar la oferta para adaptarse mejor a la
volatilidad de los mercados. Hace algunos años la inmensa mayoría de las emisiones eran,
salvo algunas convertibles, las denominadas clásicas, esto es, emisiones de acciones a la par
o con prima y emisión de obligaciones, bonos y cédulas como títulos valores representativos
de una parte alícuota del total de la emisión. Actualmente, las emisiones de renta variable y
fija comprenden una amplia gama de características alternativas, especialmente en las
emisiones de deuda y en las ampliaciones de capital, que en muchas ocasiones se ligan a
ofertas de títulos convertibles.
Sin posibilidad de abarcar toda la variedad de valores que se ofrecen en los mercados
organizados, vamos a enumerar los más usuales:
82
intereses en función de la actividad productiva, como por ejemplo el
volumen de negocios o los beneficios, bien en su totalidad o añadidos a
un tipo fijo mínimo, quedando los poseedores de estos títulos como
acreedores de último rango, es decir, que percibirán su deuda en caso
de liquidación después de los acreedores comunes y antes que los
accionistas. Pueden tener vencimiento fijo o adoptar la modalidad de
perpetuos o cualquier otra fórmula de amortización a medio o más
usualmente a largo plazo.
h. Ofertas públicas de adquisición de acciones, destinadas a tomar la
totalidad o una parte importante de las acciones de una sociedad de
forma que se obtenga el control de la misma o una posición dominante.
i. Emisión pública de pagarés u otros activos financieros con rendimiento
implícito, que no se ajusten a las normas que definen las obligaciones.
Estas emisiones son públicas cuando desde el origen no está restringida
su adquisición a un inversor institucional.
Valores negociables
La Ley 24/1988, de 28 de julio, en adelante (L24), gira en torno al concepto de valores
negociables del que intenta una definición en su preámbulo, y que con mayor claridad viene
determinado en el art. 2 del RD 291/1992, de 27 de marzo, en adelante (RD291), y que a
efectos clarificadores reproducimos a continuación:
83
apartado las participaciones o derechos negociables que se
refieran a valores o créditos.
Cuadro 3-17
84
Cuadro 3-18
Algunas emisiones están exentas total o parcialmente del cumplimiento de estos requisitos
tales como las realizadas por el Estado, Comunidades Autónomas, organismos autónomos,
Banco de España, y otras emisiones de escasa cuantía o de restringido número de inversores
(art. 30 L24; arts. 6 y 7 RD291).
85
3.2.3 Financiación a través de intermediarios financieros
De todas las fórmulas de financiación vistas tanto en el anterior capítulo como en siguientes
epígrafes del presente, desde el punto de vista empresarial, la financiación ajena mediante la
captación de recursos de las entidades financieras es la más importante. Baste para
comprobarlo el pequeño estudio realizado en el apartado introductorio de este mismo
capítulo.
Dentro de esta financiación bancaria, aunque bajo este término vamos a englobar la
procedente de todos los intermediarios financieros, generalmente suele distinguirse entre:
La demanda de financiación a largo plazo ha ido creciendo en los últimos tiempos. Para las
empresas, la financiación sigue paralela a la evolución de sus decisiones de inversión y las
posibilidades de obtener otras fuentes alternativas de financiación más ventajosas. Desde
1989 que comenzó a declinar el volumen de inversión, que había conocido un volumen
espectacular desde 1985, y por el crecimiento de otras fuentes de financiación, la demanda
de crédito bancario a largo plazo de las empresas se ha ido reduciendo (véase en este
sentido el apartado 1 de este capítulo).
86
utilización del mismo, que puede realizarse total o parcialmente, a lo largo de la duración de
la póliza, admitiéndose tanto reintegros como abonos a la misma.
Cuadro 3-19
Préstamos
El contrato de préstamo es aquel por el que la entidad financiera (prestamista) entrega al
cliente (prestatario) una determinada cantidad de dinero estableciéndose contractualmente
la forma en que habrá de restituirse el capital y abonar los intereses remuneratorios,
generalmente en unos vencimientos prefijados en el cuadro de amortización que acompaña
al contrato. Se trata de un contrato real pues la entrega del dinero es un elemento esencial
para que exista el contrato y, a partir de ese momento, se generan obligaciones para el
prestatario. Entre las obligaciones del prestatario pueden citarse: pagar todos los gastos que
pueda ocasionar la formalización del préstamo; abonar las comisiones devengadas por la
operación; realizar las amortizaciones del capital en los plazos convenidos; pagar los
intereses remuneratorios del capital en los plazos convenidos, así como los posibles intereses
de demora que puedan generarse por su retraso en la amortización. En cualquier caso, al
término del plazo de la operación, el prestatario ha debido restituir la totalidad del nominal
entregado, cantidad a la que se habrán sumado, lógicamente, los intereses y comisiones
devengados.
87
Los contratos de préstamo suelen instrumentarse en póliza intervenida por Corredor de
Comercio, aunque cuando existen garantías hipotecarias se instrumentan en escritura pública
autorizada por Notario, pudiendo también los préstamos documentarse mediante letras
financieras. Atendiendo a las disposiciones establecidas en la Circular 8/1990, del Banco de
España sobre transparencia de las operaciones y protección a la clientela, en los contratos de
las operaciones de préstamo deberán indicarse, entre otros, los siguientes extremos:
88
posible, se facilitará un método de cálculo o una estimación lo más
realista posible.
En los casos en que la operación dé lugar únicamente a pagos
periódicos prefijados, la entrega de los sucesivos documentos de
liquidación podrá sustituirse por la inclusión en el contrato de una tabla
con todos los pagos o amortizaciones, con sus respectivas fechas, sin
perjuicio de la entrega de los justificantes de cada pago. En caso de
modificación de cualquiera de los datos de la tabla deberá entregarse
un nuevo documento íntegro que incorpore los nuevos datos.
En los préstamos a largo plazo con liquidaciones periódicas y de igual
cuantía, los documentos de liquidación que correspondan a períodos
inferiores al año podrán sustituirse por otro único de carácter anual que
los resuma.
Descuento bancario
El descuento es un contrato por el cual la entidad bancaria (descontante) anticipa al cliente
(cedente) el importe de un crédito aún vencido que éste tiene frente a un tercero, mediante
la cesión a la entidad del crédito salvo buen fin y previa la deducción por ésta de un interés
que se corresponde con el tiempo que media entre el momento del anticipo y el vencimiento
del crédito. Esta movilización de los créditos permite al cliente la obtención de su importe, lo
que mejora su liquidez, a cambio, claro está, de la deducción de un interés.
Descuento comercial
El descuento comercial bancario es el que realizan las entidades de crédito, bancos y cajas, a
sus clientes sobre los efectos de comercio en poder de éstos últimos para resarcirse del
importe de sus ventas de bienes, suministros o servicios antes del vencimiento, con el
objetivo fundamental de obtener liquidez mediante esta movilización de los créditos. El
descuento comercial bancario puede ser:
89
Cuadro 3-20
El Banco de España considera crédito comercial "el descuento, por las entidades de crédito,
mediante libramiento o endoso a su nombre, de efectos comerciales, letras, pagarés u otros
efectos aptos para la función de giro, creados para movilizar el precio de las operaciones de
compraventa de bienes o prestación de servicios, y también los anticipos sobre efectos
comerciales, certificaciones y otra clase de efectos". En los últimos años su peso como medio
de financiación del circulante ha decaído. No obstante, todavía tiene una considerable
importancia y es posiblemente el medio más fácil para que la pequeña y mediana empresa
movilice sus créditos comerciales, aunque los costes son muy considerables y la posibilidad
de sufrir limitaciones coyunturales en los límites de riesgo en curso es muy elevado, porque
es una de las formas de financiación en donde con mayor prontitud puede aplicarse una
restricción de la política monetaria o una disminución del volumen de los activos para que
una determinada entidad refuerce su liquidez.
Créditos de firma
Los créditos de firma son créditos que no implican un desembolso efectivo por parte del
banco, sino un compromiso de pago de una deuda en lugar del deudor principal, es decir, el
90
banco no entrega ni pone a disposición del cliente dinero en efectivo sino que, con su propia
firma avala o garantiza al cliente el buen fin de su operación con un tercero, basado claro
está en la credibilidad y confianza que la firma de la entidad financiera proporciona. Se
encuadran en esta categoría de créditos de firma las fianzas, avales, créditos documentarios
confirmados, aceptaciones, etc. Los créditos de firma de las entidades de crédito son todos
aquellos que se contabilizan fuera del balance de valores efectivos, se registran en cuentas
de orden, pues son operaciones que garantizan o avalan obligaciones de pago contraídas por
un cliente u obligaciones de cumplimiento de contratos de suministros, obras o servicios.
Estos créditos de firma exigen un análisis del riesgo en dos vertientes diferentes, Por un
lado, requieren el examen de la solvencia y garantías generales o específicas que ofrece el
cliente al que se concede el crédito de firma y, por otro, debe analizarse el condicionado del
contrato de aval, afianzamiento o garantía a suscribir por la entidad, tanto en su aspecto
formal como en la factibilidad del cumplimiento de las condiciones exigidas al obligado
principal en el contrato causal del aval o garantía, más el grado de complejidad que incluyan
factores adicionales de inseguridad o demora en la devolución de la fianza o cancelación del
aval. Estas operaciones como cualquier otra de riesgo se pueden conceder con la garantía
personal del cliente avalado o exigirse la cobertura del riesgo mediante garantía prendaria o
avales de terceros.
91
3.2.4. El crédito interempresarial
En la estructura del balance de una empresa, los activos constituidos por los saldos de
clientes forman parte del activo circulante, en tanto que los proveedores son parte del pasivo
circulante. Ambos son componentes de signo opuesto del llamado crédito comercial o
financiación interempresarial y a las familias, pues en el crédito concedido se engloba
estadísticamente también el otorgado a las economías domésticas, entidades sin ánimo de
lucro y administraciones públicas, si bien sería de sumo interés desagregar esta información,
y por supuesto a nivel de la empresa es necesario que se haga. Tanto el crédito concedido
como el recibido forman parte, respectivamente, de los activos circulantes sin rendimiento y
pasivos circulantes sin coste, aunque en los precios en bastantes casos se incluya un interés
implícito como consecuencia de los usos de aplazamiento, excepto en los sectores en que las
ventas son realizadas estrictamente al contado.
Una estructura aproximada global de las empresas españolas, basada en datos de la Central
de Balances del Banco de España de 1991, es la que aparece en la figura 1 siguiente.
Figura 3-3
92
Cuadro 3-21
La figura anterior constata la realidad del ejercicio 1991 sobre un total de 4.702 empresas.
No tiene más valor que el meramente informativo y como consecuencia de un desequilibrio
en la representación de los distintos segmentos empresariales (empresas públicas, grandes
empresas privadas y PYME) e incluso en el ámbito sectorial, puesto de relieve por la propia
Central de Balances del Banco de España, la proporción media representada puede estar
sesgada en relación con la que corresponda para el conjunto total de las empresas
españolas. Pero por otra parte, incluso la media real sólo tendría un valor de referencia
macroeconómica, porque para cada sector o incluso para cada empresa, la composición de
los grandes grupos de valores patrimoniales será diferente en función de su actividad
específica, su estructura de capital y su política financiera. Los usos en materia de crédito
comercial y de financiación de las compras y las ventas difieren, evidentemente, de un país a
otro, y ello da lugar a las diferencias tan significativas que se observan en el denominado
"crédito comercial" del cuadro siguiente, diferencias que se suavizan notablemente si se
incluyen los "otros créditos". El conjunto indudablemente son derechos de cobro a corto
plazo del activo circulante.
En cualquier caso, vamos a comentar en los párrafos siguientes la posición del crédito
interempresarial y el concedido a las familias que se aprecia en la figura anterior.
En primer lugar debemos aclarar porqué englobamos los conceptos de cliente y otros
deudores de la explotación. Bajo el concepto de "otros deudores explotación" se incluyen
toda clase de deudores no clientes con origen en las operaciones de las actividades típicas
del objeto de la empresa, como igualmente en el concepto del pasivo "otros acreedores
comerciales" están incluidos todos los acreedores no proveedores, pero cuyos créditos tienen
su origen en el tráfico típico de la empresa. En parte, constituyen crédito interempresarial no
diferenciado en las estadísticas globales de la Central de Balances, como son los anticipos a
proveedores en el activo y los anticipos de clientes en el pasivo y otros deudores y
acreedores por conceptos de explotación distintos de compras y ventas, aunque también se
incluyen los débitos de y a las diferentes administraciones públicas y la seguridad social. Es
93
evidente que todo este volumen de deudores en el activo está sujeto al riesgo de impago o
morosidad. Ahora bien, en las estadísticas y examen de la evolución del crédito
interempresarial nos basaremos en los saldos de clientes y proveedores que son los datos
con los que es posible realizar algunas comparaciones.
Se observa con los datos de la Central de Balances que el crédito a clientes supera
notablemente al crédito recibido de proveedores. Sin embargo, la diferencia no refleja la
realidad porque habría que consolidar la totalidad de los balances empresariales, incluyendo
los empresarios individuales, para determinar en qué parte el saldo de clientes correspondía
a las familias (economías domésticas y entidades sin ánimo de lucro) o incluso
administraciones públicas adquirentes de bienes y servicios, que consolidadas todas las
empresas debería ser la única diferencia entre el crédito concedido y el recibido.
También las empresas refinancian su crédito a clientes con el que ellas reciben de los
proveedores, y según los sectores y el tamaño de las empresas esta forma de refinanciación
puede cubrir el total de los saldos deudores de clientes. Esta modalidad se ve sujeta a
fuertes tensiones que provienen de las empresas dominantes en cada sector, especialmente
respecto de sus suministradores o proveedores. En efecto, las grandes empresas que
proporcionan pedidos importantes a empresas auxiliares o productoras de elementos o
bienes acabados tienen un elevado poder en la negociación de las condiciones de venta,
tanto en cuanto a aquilatar los precios como a ampliar los plazos de pago. En los últimos
años esta perversión del crédito interempresarial de carácter comercial se ha agudizado,
provocando que las empresas de menor tamaño o capacidad de negociación concedan de
hecho bajo la apariencia de crédito comercial un verdadero crédito financiero a las empresas
a las que suministran, crédito que no es remunerado, porque el afinamiento de los precios
incluso acompaña a estas transacciones, pese a aumentarse el plazo de pago. La propia
Comisión de las Comunidades Europeas está estudiando la forma de evitar prácticas abusivas
en materia de aplazamientos de pago. En España, este problema está incidiendo de forma
muy negativa en la pequeña y mediana empresa y en los suministradores de productos para
las grandes superficies de venta y grandes complejos industriales. Es evidente que la única
salida para las PYME es endeudarse más con el sector bancario, lo que origina costes
financieros elevados e imposibilidad de utilizar su capacidad de crédito para fines de
inversión y desarrollo.
94
3.2.5. Otras modalidades de financiación ajena
Leasing
Por consiguiente, la compañía de leasing adquiere en propiedad los bienes objeto del
contrato y simultáneamente cede su uso al arrendatario durante un tiempo convenido por un
precio distribuido en cuotas periódicas. Al cumplirse el plazo de vigencia establecido, y según
la modalidad de leasing, se cancelará el arrendamiento, se renovará o el arrendatario
ejercerá la opción de compra, que es lo más habitual.
Las operaciones de leasing pueden ser muy complejas y diversas, siendo las principales
modalidades las que a continuación se señalan:
95
subpartes, la correspondiente a la amortización de la edificación y la del
suelo, considerándose que, al menos, el 15 por 100 de esa cuota de
amortización corresponde al valor del terreno que no tiene carácter
amortizable y, por tanto, no resulta desgravable fiscalmente.
Leasing financiero. El arrendamiento financiero en el que el objetivo
final del contrato es ejercer la opción de compra, adquiriendo el
arrendatario la propiedad del bien arrendado abonando el valor
residual.
Leasing operativo. Es el arrendamiento de bienes con o sin opción de
compra en el que se garantiza por el arrendador el funcionamiento y
mantenimiento. Se emplea sobre todo en equipos informáticos,
vehículos, etc.
Retroleasing (lease-back). En esta modalidad de leasing el propietario
de un bien lo vende a una entidad de leasing con el compromiso
asumido por ésta de que de forma inmediata se lo arriende mediante
un contrato de leasing financiero. Así pues esta modalidad operativa
esconde dos tipos de operaciones, de un lado la venta del bien por el
particular a la sociedad de leasing y, de otro, el contrato de leasing
mediante el cual la entidad, ya propietaria del bien, se lo arrienda al
cliente. La utilidad de esta operación puede ser diversa, por ejemplo, la
conveniencia de transformar deuda a corto plazo en deuda a largo
plazo, por lo que también se conoce como leasing cosmético, porque
con los fondos obtenidos por el arrendatario éste cancela toda o parte
de su deuda a corto plazo. También esta operación permite obtener una
mayor rapidez de amortización así como una liquidez inmediata.
Arrendamiento financiero industrial (big ticket). Esta forma comprende
leasing inmobiliario y mobiliario, puesto que se trata de operaciones
complejas de arrendamiento de instalaciones industriales llave en
mano, utilizadas muy frecuentemente con fórmulas de leasing
sindicado, puesto que por su volumen los fondos son aportados por un
sindicato de entidades de crédito. En ocasiones se combinan también
con operaciones de leasing internacional, al que se denomina "cross
border leasing", ya que es frecuente que las entidades que realizan
instalaciones industriales en otros países ofrezcan las fórmulas de
financiación de leasing, entre otras, para estas grandes inversiones, con
entidades financieras del país del proveedor, teniendo en cuenta que,
además, éste traslada su riesgo de cobro.
Arrendamiento financiero apalancado (leveraged lease). En esta
operación interviene además de la entidad que negocia y contrata la
operación de leasing, terceros suministradores de fondos y ligados a la
operación por reconocerles derechos de garantía sobre el cobro de los
alquileres y los bienes arrendados. Suelen utilizarse en operaciones de
importes muy elevados que precisan la combinación del leasing
tradicional y otra forma de financiación.
Factoring
El factoring es un contrato en virtud del cual una de las partes (cedente) cede a la otra
(factor o empresa de factoring) sus créditos comerciales o facturas frente a un tercero al
objeto de que la sociedad de factoring realice todos o alguno de los siguientes servicios:
gestión de cobro, administración de cuentas, cobertura de riesgos y financiación. La
financiación mediante la fórmula de factoring se formaliza mediante la cesión a una entidad
de crédito especializada en factoring, por parte de una empresa, de créditos comerciales
contra sus clientes, a cambio de un importe convenido en términos relativos en el contrato,
con o sin unos márgenes de variación (un descuento sobre el nominal de los créditos, en
función de las características, más una retención sobre el volumen de crédito vivo en algunas
modalidades), o disposición discrecional hasta un límite en función de los créditos cedidos.
Los servicios prestados, aislada o conjuntamente por la entidad de factoring son:
96
Gestión de cobro. La empresa de factoring se encargará de cobrar a su
vencimiento los créditos cedidos. El cedente no garantiza la solvencia
del deudor, pero sí responde ante el factor de la legitimidad del crédito
cedido. Por su parte, la entidad de factoring asume la titularidad de los
créditos, sustituyendo la figura del cedente. Por su puesto, el cedente
deberá comunicar a sus proveedores la existencia del contrato de
factoring indicándoles a quién deberán efectuar los pagos de los
créditos y facturas, lo que suele hacerse en las propias facturas,
contratos, notas de pedido o bien en una comunicación de vigencia
indefinida.
Administración de cuentas. La sociedad de factoring facilitará al cliente
toda la información relativa a la situación de los créditos y facturas
cedidos: fecha de cesión, fecha de vencimiento, impago de facturas,
estado contable de la cuenta en la que se asientan las deudas y
créditos recíprocos, etc.
Cobertura de riesgo. La empresa de factoring, previo estudio y
calificación crediticia de los proveedores del cedente, acuerda la
cobertura, hasta un porcentaje previamente pactado, del impago
originado exclusivamente por riesgo de insolvencia, esto es, no incluye
los impagos por motivos comerciales ajenos a la insolvencia. Esta
cobertura del riesgo de insolvencia puede abarcar tanto la declarada
legalmente (concurso de acreedores, quiebra, suspensión de pagos,
etc.), como la derivada del impago en un lapso de tiempo prefijado,
siendo práctica general de las entidades de factoring el garantizar el
pago en un plazo de noventa días desde la fecha del vencimiento
(margen de cobro).
Financiación. El cliente puede disponer de anticipos sobre los créditos
cedidos, en función de un porcentaje especificado en el contrato.
La cesión de créditos a la empresa de factoring puede realizarse con o sin recurso, lo cual da
lugar a la distinción entre:
El factoring con cesión de créditos sin recurso no significa que el crédito se abone al cien por
cien al cedente o que se conceda un anticipo cualquiera en firme, sin posibilidad de
recuperación del cedente en todo caso, puesto que si se produce un impago por el deudor,
97
total o parcialmente, por causas derivadas de defectos en la calidad o cantidad de las
mercancías, trabajos o servicios, devoluciones, etc., la empresa de factoring no soporta el
impago, si se prueba que éste no procede por insolvencia o simple dejación o mala fe del
deudor. Todos estos condicionamientos constan en los contratos de factoring, que
necesariamente son hechos a la medida, aun cuando incluyan una serie de condiciones
generales típicas de estas operaciones, contratos y condiciones que están sometidos a las
normas sobre transparencia de las operaciones y protección de la clientela. La gestión y los
servicios, abarcan desde el análisis y evaluación de la capacidad de riesgo admisible de los
deudores comerciales propuestos, hasta las tareas de control contable y administrativo de las
operaciones, incluyendo emisión de facturas y documentos, si así se conviene, intercambios
de información, gestión dinámica y permanente de los niveles de riesgos con cada deudor y
su comportamiento respecto del cumplimiento de obligaciones.
Los efectos del factoring sobre la estructura financiera del balance de la empresa son
distintos según la modalidad operativa del factoring. En el descuento comercial bancario la
cesión del crédito se realiza "pro solvendo" y según el Plan General Contable, en el activo del
balance se registrarán estas deudas de clientes mientras que en el pasivo figurará la
financiación recibida en la cuenta de préstamos a corto plazo, causando baja en las
respectivas cuentas a medida que vencen los efectos. Por el contrario, el factoring con cesión
sin recurso para el tomador y cobro inmediato y anticipado al vencimiento de las deudas,
produce el efecto sobre el balance de mantener un grado de liquidez permanente más
elevado.
En cuanto a los costes de las operaciones de factoring, debe tenerse en cuenta que las
condiciones de tipos de interés y comisiones son libres, y aunque en términos relativos
puede afirmarse que resultan bastante elevados, cabe la posibilidad de negociación con la
entidad de factoring. Naturalmente, dichas empresas de factoring sólo aceptan operaciones
cuando se establece un contrato de cesión de cartera de cobro a clientes con un volumen que
justifique los trabajos iniciales de evaluación de los riesgos de los clientes del cedente, en la
modalidad de cesión con financiación sin recurso.
98
4. Planificación financiera y presupuestos
Previo al comienzo del proceso de planificación es necesario definir cuáles son las
características de actuación de la empresa, es decir, cuáles son esos rasgos que permiten
diferenciar la personalidad de la empresa en el mercado. A estos rasgos característicos se les
denomina Política. Dicho de otra forma, la primera necesidad de una organización es "saber
lo que se es, dónde está, cuál es su misión y a dónde quiere llegar".
Habrá que definir pues esas políticas en todos los aspectos de la vida de la empresa, como
por ejemplo:
• Política de Personal.
• Política de Inversiones.
• Política de Financiaciones.
• Política Comercial.
• Política de Dividendos.
• Política de Amortizaciones, etc.
Por otra parte, al estar tratando con situaciones futuras, las predicciones y auscultaciones de
la posible evolución del mercado y de su incidencia en la empresa son fundamentales en el
proceso de planificación, pues informa al planificador de cómo puede presentarse el futuro.
De esta forma, los responsables de la empresa podrán disponer de una información más
completa y certera, en base a la cual tomen las decisiones específicas que corrijan la
evolución no deseada de la empresa y la conduzcan a los fines preestablecidos.
99
Es ahora, al establecer la situación de la que partimos, cuando hemos de fijar los objetivos a
conseguir; este establecimiento de objetivos representa la concreción de la política de la
empresa. Tales objetivos deben tener unas características básicas:
• Ser racionales.
• Ser asequibles para la empresa.
• Ser aceptados por todos los implicados en ellos.
• Estar coordinados entre sí evitando el conflicto entre objetivos.
De una forma sintética, podríamos establecer que las diversas etapas que componen el
proceso de planificación son:
Las cinco primeras etapas componen el llamado "diseño de la estrategia", mientras que las
dos restantes conforman su implantación.
En este proceso entendemos por "PLAN DE LA EMPRESA" a la expresión cualitativa de la
estrategia empresarial, y por "PRESUPUESTO" la expresión cuantitativa del plan.
El Plan Financiero, como instrumento de la planificación financiera, distingue dos niveles de
actuación, que podemos observar en la figura, en función del tipo de ciclo temporal referido:
Debe ser integrado, coherente y que contemple todas las posibles incidencias en los distintos
sectores de la empresa: es decir, puesto que la Planificación Total de la empresa está
formada por una serie de "planes" particulares referentes a los diferentes ámbitos de la
empresa (productivo, comercial, financiero, patrimonial, económico, etc.), estos "planes"
particulares no deben desarrollarse independientemente unos de otros, sino que deben
integrarse.
100
ser caprichosas, sino que obedezcan a modificaciones sustanciales en el
entorno de la empresa y/o en su ámbito interno.
Figura 4-1
101
Una vez formulada y especificada la Planificación General de la empresa (dentro de la cual se
encuentra la Planificación Financiera, cuyo instrumento operativo es el denominado "Plan
Financiero"), el paso siguiente será el de su puesta en marcha. Para que ello conduzca a los
resultados apetecidos, el proceso ha de ser controlado periódicamente y con mucho rigor. De
forma que en el momento que exista cualquier desviación sobre lo planificado, ésta sea
detectada inmediatamente y, con la misma celeridad, tomar las medidas precisas para que
tales desviaciones desaparezcan y la planificación conduzca al objetivo deseado.
102
4.2. Fundamentación y logística inicial. El plan a largo plazo
Hoy por hoy, la empresa está inmersa en un contexto sumamente competitivo en el que las
posibilidades de inversión se estrechan, así como los posibles márgenes a obtener de ellas. A
ello se suma la puesta en marcha del mercado único europeo que aumenta y aumentará más
la competitividad y paralelamente la necesidad de afinar al máximo en las técnicas
empresariales de gestión, planificación y presupuestación para acceder a una posición
"estable" en el mercado. Se hará necesario, pues, el canalizar, coordinar, utilizar de forma
óptima y controlar todos y cada uno de los recursos de la empresa para alcanzar esa posición
competitiva en el mismo.
Una empresa nace para hacer frente a una demanda insatisfecha. Ahora bien, para hacer
frente a esa demanda se necesita hacer inversiones en bienes de equipo, naves industriales,
activo circulante, etc., pero a su vez dichas inversiones no pueden llevarse a cabo si no se
dispone de recursos financieros.
Pero falta una partida básica que, si bien no pertenece a la estructura fija de la empresa, sí
tiene carácter de permanencia, siendo la que pone en marcha y mantiene en funcionamiento
al inmovilizado de explotación de la empresa. Nos estamos refiriendo obviamente al «Capital
Circulante Real», que tiene su correspondiente partida en el pasivo denominado «Fondo de
Rotación Real», también llamado Fondo de Maniobra Real (FMR). El CCR viene determinado
por la composición y duración del ciclo corto empresarial.
Hasta ahora nos hemos referido a las inversiones necesarias para satisfacer la demanda
objetivo de la empresa. Falta, por tanto, el buscar los fondos necesarios para llevar a cabo
tales inversiones reflejados en el Pasivo o Estructura Financiera de la entidad. Básicamente
está formada por tres fuentes, por una parte la Autofinanciación originada en la propia
empresa y que no tiene carácter de exigibilidad, por otro lado la Financiación Externa, la cual
es exigible al no ser recursos generados por la empresa o no aportados por los propietarios
y, por último, los denominados Recursos extraordinarios, que por su carácter contienen
partidas que no son normales en el funcionamiento diario de la entidad.
Por último y dependiendo del nivel de servicio deseado, de las circunstancias del mercado y
de la posición que se ocupe en él, la empresa tendrá además una inversión a corto plazo
denominada Activo Circulante, financiada por su correspondiente Pasivo Circulante y que
ambos, junto con el CCR y FRR, conformarán el día a día de la gestión empresarial. Lo
anteriormente especificado lo podemos visualizar en el cuadro 1.
103
Cuadro 4-1
Siendo más rigurosos en la definición de Presupuesto de Capital, entenderemos por tal "el
tratamiento cuantitativo de las cifras provisionales que determinan la estructura permanente
de la empresa, tanto del activo como del pasivo".
Así pues, el Presupuesto de Capital estará compuesto por dos presupuestos parciales, a
saber:
Pues bien, para una empresa con unas perspectivas futuras de inversión, diversificación o
expansión el esquema es el mismo. Es decir, se partirá de una formulación de objetivos para
seguir con un análisis de posibles escenarios, análisis, valoración y selección de alternativas
para terminar en la formulación de planes y elaboración de presupuestos. Es necesario
insistir en que todo este trabajo está enmarcado dentro del Análisis Provisional.
Particularizando a los orígenes de los recursos necesarios para la realización de los proyectos
futuros, sintéticamente podemos decir que éstos se pueden conseguir:
De forma complementada tales recursos tienen, así mismo, dos posibles empleos:
104
Las posibles desviaciones que impiden tal igualdad se irán acumulando en los denominados
"superávit" o "déficit" del presupuesto.
Por su parte, los orígenes o recursos para llevar a cabo las anteriores aplicaciones provienen
fundamentalmente de cuatro fuentes:
Cuadro 4-2
Todo lo anterior es posible resumirlo en el cuadro 2 representativo del Presupuesto de
Capital.
105
4.3. Cuantificación de los componentes del plan
Una vez esquematizada la composición del Presupuesto a Largo Plazo o de Capital, vamos a
dar un paso más y desglosar cada una de sus partidas.
Veamos ahora con más detalle (véanse cuadros 2 y 3) los componentes del Presupuesto de
Inversiones:
Cuadro 4-2
1) GASTOS DE INVERSIÓN
Entendemos por gastos de inversión a la adquisición de activos (más todos los gastos
necesarios para su puesta en marcha) que forman parte, generalmente la más importante,
de la estructura económica fija y que tiene como misión la producción, o ayudar a la misma,
de bienes o servicios. Su horizonte temporal es el largo plazo, por tanto amortizables o
recuperables con la venta de dichos bienes y/o servicios. Podemos desglosarlos en:
106
1.1) Saldo de Programas anteriores, pues en condiciones normales puede haber
solapamientos de planes y presupuestos parciales de la empresa, cuyo inicio tuvo lugar en
fechas anteriores y que aún no han finalizado por distintas razones. La inclusión de esta
partida en el presupuesto de capital presente obedece a la necesidad de mantener un
equilibrio financiero global en la empresa y no dividirlo en partes que perjudiquen la
coordinación y el control de los mismos. La composición de estos saldos, que pueden
contener partidas semejantes a la del programa que comenzamos, pueden ser entre otras:
• Construcciones,
• Adquisición de equipos,
Es por ello que la empresa se ve en la necesidad de realizar este tipo de inversiones que,
como en las demás, antes de llevarlas a cabo deberán ser sometidas a un proceso de
valoración y selección previo.
• Etc.
107
Cuadro 4-3
108
produzca sus "output". Tales inversiones no son otras que aquéllas que mueven el ciclo corto
o de explotación de la empresa. Para ello serán necesarios, tomando como base una típica
empresa industrial, materias primas para la elaboración de los productos que la empresa
ofrezca al mercado, una mano de obra que dé vida al proceso productivo y administrativo y
unos gastos generales para satisfacer una serie de necesidades accesorias y
complementarias para obtener el servicio deseado.
En suma, necesita unas inversiones adicionales a corto plazo pero con carácter de
permanencia, pues son las que mantienen una continuidad en el funcionamiento de las
empresas. Una continuidad en dos líneas: una en mantener el activo fijo en funcionamiento y
otra en poder hacer frente a los pagos que en cualquier momento se puedan producir. Es por
ello por lo que tales inversiones han de ser financiadas con fondos a largo plazo. En base a
ello, es definido el Fondo de Rotación o de Maniobra Necesario (FRN) como "aquella parte de
los capitales permanentes que financian en su totalidad este tipo de activos y que son los
necesarios (a priori) para desarrollar la actividad de la empresa, en concordancia con los
objetivos y estrategias marcadas por la misma.
Pero como quiera que la empresa ya parte de un Fondo de Rotación Real (FRR), que no tiene
que coincidir con el necesario, se define una nueva variante de Fondo de Maniobra a la que
vamos a denominar Necesidad Neta de Fondo de Rotación o de Maniobra (NNFR), es decir, la
que necesitamos de Fondos a LIP para que la empresa cumpla con los objetivos establecidos.
Esta magnitud (NNFR) puede tomar valores tanto positivos (empleo financiero) como
negativos (fuente financiera), siendo los primeros los que se den con más asiduidad.
Las magnitudes que componen las NNFR se pueden tabular para hacerlas más operativas,
obteniendo así el cuadro de Necesidades Netas de Fondo de Rotación (cuadro 4).
Cuadro 4-4
109
3) AMORTIZACIONES FINANCIERAS
Vamos a entender por amortización financiera a la devolución parcial o total del pasivo de la
empresa. Es una partida típica en el Presupuesto de Capital, sobre todo en lo referente a la
devolución de los capitales ajenos, pues es inusual la amortización financiera de los capitales
propios.
Son partidas que por su carácter influyen decisivamente en la tesorería de las empresas en
ciertos momentos del tiempo, hasta el punto que a veces se hace necesario recurrir a nuevos
créditos a medio y largo plazo para poder hacer frente a ellas.
Por análogas razones, la empresa tiene que habilitar con cierta frecuencia los fondos
dedicados a Amortizaciones Técnicas para amortizar financieramente, lo cual trae consigo la
necesidad de establecer un equilibrio entre ambos tipos de amortización, pues ambas
persiguen objetivos contrapuestos: la técnica pretende mantener productivo el activo,
mientras que la financiera provoca la paulatina desaparición de la empresa.
Un caso particular de las inversiones que estamos tratando son las que vamos a denominar
"Inversiones Especulativas". El espíritu empresarial, visto en su sentido amplio, lleva con
cierta frecuencia a mantener una cierta propensión al aprovechamiento de las oportunidades
de inversión, con perspectivas de obtención de beneficios que les ofrece el mercado. Estas
oportunidades no tienen por qué estar relacionadas con el tráfico habitual de la empresa,
sino que, por el contrario, pueden enmarcarse en contextos muy distintos, en otros sectores.
Estas situaciones particulares, que en nada o casi nada tiene que ver con la gestión habitual
de la empresa y con las cuales se persigue únicamente sacar un provecho o ganancia, se les
suele denominar "inversiones especulativas", y como tales es necesario contemplarlas en el
Presupuesto de Capital, si bien no aparecen con normalidad.
Una vez vistos los componentes del Presupuesto de Inversiones vamos a detallar ahora los
componentes del Presupuesto Financiero (véanse cuadros 2 y 5).
Como en el caso de las posibles inversiones a realizar por la empresa, las fuentes financieras
han de ser sometidas a un proceso de selección, mediante el cual se seleccionen aquellas
fuentes que mejor se adapten a las características de las inversiones a realizar por la
empresa y que ofrezcan el menor coste posible. En suma, seleccionar aquéllas que
contribuyan más a los objetivos perseguidos por la empresa.
110
Siguiendo la enumeración de los cuadros anteriores tenemos las siguientes fuentes
financieras:
6) AUTOFINANCIACIÓN
Es aquella financiación que se genera dentro de la propia empresa. Pero este tipo de
financiación puede provenir de la actividad normal de la empresa (Autofinanciación de
Explotación), o de actividades puntuales que nada o poco tiene que ver con ella
(Autofinanciación Extraordinaria). Veamos ambas:
6.1) Autofinanciación de Explotación. Son los recursos generados por la actividad que da
nombre a la empresa, es decir, por su ciclo de explotación. Su cuantía ha de tener origen en
los ingresos obtenidos por la empresa por las ventas de los bienes y/o servicios producidos
por la empresa, deducidos los gastos necesarios para obtener tales ingresos, en otras
palabras el "coste de ventas", (obviamente el criterio que seguimos es el "criterio del
devengo"). A esta diferencia se le denomina "cash-flow bruto" en su acepción de RENTA
GENERADA, no tesorería, en cuyo caso se hubieran utilizado cobros y pagos en vez de
ingresos y gastos, denominándose entonces Cash-Flow de TESORERÍA, el cual no nos
interesa ahora.
Cuadro 4-5
111
Pues bien, una vez obtenido el cash-flow bruto, éste deberá hacer frente en su
descomposición y antes del pago de los impuestos a:
Si deducimos del Cash-flow bruto estas partidas nos queda los que denominamos "Beneficio
Antes de Impuestos" (BAT):
Este BAT es gravado por el Impuesto sobre Sociedades, quedando, una vez deducido el
impuesto, el Beneficio con el cual se retribuye a los capitales propios y a la empresa en
forma de reservas:
112
Cuadro 4-6
Siguiendo el contexto temporal del Presupuesto de Capital, el largo plazo, y dentro de los
recursos permanentes de la empresa se encuentran los que tienen su origen o han sido
aportados por personas físicas y/o jurídicas ajenas a la empresa. A estos recursos se les
suele denominar genéricamente "Financiación Externa" o, en el ámbito contable,
"Financiación Básica Ajena".
Es necesario matizar que nosotros vamos a incluir en este epígrafe a la posible financiación
obtenida por ampliaciones de capital (financiación propia), considerando la distinción entre
propiedad y administración de la empresa. No obstante, la financiación en forma de
ampliación de capital efectiva, en la mayoría de los casos suele ser insuficiente para llevar a
cabo el plan de la empresa, es por lo que nos decantamos más por el detalle de la
financiación propiamente ajena.
Con frecuencia, estos recursos ajenos han sido contratados a un plazo mayor de un año y
contienen un plan de devoluciones o amortización específico y que ha de ser adecuado a la
113
inversión que está financiando. En base a las distintas características de las diferentes
fuentes de financiación ajena a largo plazo, podemos establecer los siguientes tipos:
Pero, como en partidas presupuestadas anteriores, estas partidas han de sufrir un proceso
de selección, aunque a veces ocurre que no existen opciones de elección de fuentes
financieras por circunstancias de estrechez del mercado de capitales. Ello nos induciría a
replantear nuestro plan de inversiones para adecuarlo al tipo de financiación al que tenemos
acceso.
Ni que decir tiene que para mantener o seguir manteniendo un equilibrio empresarial
coherente, ha de existir un equilibrio entre las inversiones y la financiación que las hace
posibles, tanto en cuantía como en duración y, por supuesto, en coste. Asimismo, mantener
un equilibrio entre la financiación propia y ajena, para evitar la posible acumulación de
riesgos y el que la empresa, en realidad, pertenezca o dependa de personas ajenas a la
misma.
Como en las demás partidas, el principio a seguir en la contabilización de estas partidas será
el del devengo, de forma que una vez concertadas las cuantías de cada una de las partidas
de financiación ajena las incluiremos en el Presupuesto de Capital, al margen del momento
de su(s) desembolso(s).
8) DESINVERSIONES
Esta fuente financiera hace referencia a los fondos obtenidos por la venta o conversión en
disponibilidades de activos, que conforman parte de la estructura económica fija de la
empresa. Son, por tanto, fondos generados dentro de la empresa pero que no constituyen
autofinanciación, sólo un cambio dentro del activo empresarial.
Así pues, el pasivo permanece inalterable ante este cambio, no así el equilibrio entre la
estructura económica y financiera de la empresa que puede verse afectada y que puede ser
uno de los orígenes de la consecución de estas fuentes financieras. De otra forma, es posible
que el objetivo perseguido con las desinversiones sea el de la adaptación a la estructura
óptima del sector, cuando ésta sea de menor cuantía, más eficiente y competitiva. Puede
haber otras muchas causas y/o objetivos perseguidos con la desinversión en la empresa
como:
• Necesidades de amortizaciones financieras.
• Mejora de la rentabilidad del activo (= BAIT/ACTIVO).
• Política productiva.
• Objetivos de Tesorería, etc.
114
La desinversión constituye para la empresa una fuente financiera interna y que puede tener
como base una política previa o bien puede obedecer a circunstancias coyunturales. Suele
ocurrir que la generación de estas fuentes con cierta frecuencia van ligadas a necesidades
urgentes de tesorería.
9) RECURSOS EXTRAORDINARIOS
Hace referencia a los fondos obtenidos por la empresa que no se han incluido en los
epígrafes anteriores y que tiene un carácter especial por su origen, por su exigibilidad y por
su contexto temporal. Este tipo de fuentes son básicamente aquellos ingresos que son
distribuibles en varios ejercicios y con carácter de largo plazo, como son las Subvenciones de
Capital, que suelen ser fondos obtenidos de la Administración del Estado o de entidades
privadas. Su periodicidad puede ser variable, siendo concedidas normalmente al principio de
la vida de la empresa y para la adquisición de inmovilizado, contratación por un período de
tiempo de profesionales cualificados, etc. En general, no suelen cubrir todas las necesidades,
sino que tiene un carácter de ayuda. Estas partidas, por último, suelen ser de carácter NO
exigible, si bien no siempre ocurre así. En general, podemos incluir dentro de este epígrafe
cualquier otro tipo de fuente financiera a largo plazo que no ha sido incluida en las
anteriores.
115
4.4. Secuencia temporal de la planificación financiera
Política de Inversiones.
Política de Fuentes Financieras.
C) Establecimiento de la ESTRATEGIA FINANCIERA, en su triple vertiente:
Lo deseable sería que la empresa ya tenga previstas una serie de alternativas posibles de
inversión, que les va a llevar a cumplir holgada o suficientemente sus objetivos. Sin
embargo, el problema que se va a encontrar es la dificultad de encontrar una financiación
adecuada a los activos previstos. Es muy posible que esta restricción decida el tipo de
inversión a llevar a cabo.
116
Así pues, lo más probable es que el Presupuesto de Capital comience por la financiación
disponible, si bien es también muy probable que sean los gastos de inversión los que, en
otros muchos casos, mediaticen el comienzo y desarrollo del presupuesto. Son muchas las
causas que pueden inducir al cambio de orden en la elaboración del presupuesto, sin que por
eso deje de ser un orden lógico.
Vamos a exponer una secuencia lógica de actuación cara a obtener el Presupuesto de Capital
y otros estados financieros provisionales:
• Dividendos
• Impuestos a pagar
En este nivel, y para completar el Presupuesto, nos queda por cuantificar las partidas de
Inversiones Financieras, Desinversiones y Recursos Extraordinarios. Tales partidas vendrán
explicitadas en la Estrategia de Capital.
117
Podemos ya elaborar, con los datos obtenidos hasta ahora, el Presupuesto de Tesorería, cuyo
modelo funcional se desarrolla en el cuadro 7, en el que comprobaremos cómo la tesorería
neta habrá de coincidir necesariamente con la suma de la tesorería objetivo y los
superávit/déficit acumulados.
7. Así, con la ayuda de las previsiones, así como de las variaciones en los saldos de
clientes y proveedores (del cuadro de NNFM), determinaríamos la Tesorería de
explotación.
8. El Presupuesto de Capital nos determina la Tesorería por operaciones de Capital.
9. Por último, el Cuadro de Cash-Flow nos determina la retribución a los recursos
financieros, intereses y dividendos, así como los impuestos. Puede ya estimarse la
Tesorería Neta Previsional de la empresa.
Como comprobación de los realizado hasta el momento, se confirmará que esta tesorería
neta coincide con la suma del objetivo de Tesorería y los superávit/déficit acumulados en el
Presupuesto de Capital.
NOTA: Es siempre aconsejable que, antes de empezar a elaborar los estados contables
presupuestarios, se comience por elaborar "cuadros auxiliares" al objeto de ordenar y
facilitar el proceso.
118
Cuadro 4-7
119
4.5. Alcance y efectos del presupuesto de capital
Una vez llevado a cabo el Presupuesto de Capital, éste habrá incidido de forma notable en la
estructura económico-financiera inicial de la empresa, por todo cuanto ha sido especificado
anteriormente. Es importante subrayar cuáles han sido estos efectos.
Ni que decir tiene que, una vez tenidos en cuenta todos los posibles efectos, ha de seguir
manteniéndose la igualdad contable patrimonial entre Activo y Pasivo. Las relaciones
existentes entre una situación patrimonial inicial y una final no es más que la especificación
de un Estado de Origen y Aplicación de Fondos (EOAF) entre ambos momentos del tiempo, si
bien en el trabajo que desarrollamos es necesario tener en cuenta algunas consideraciones
adicionales.
Siendo :
+Gastos de Inversión
+Inversiones Financieras
+Inversiones especulativas
- Desinversiones
+ Variaciones residuales
+ Autofinanciación
+ Amortizaciones Técnicas
+ Provisiones
+ Reservas
- Amortizaciones Financieras
+ Recursos extraordinarios
120
4.6. Viabilidad del presupuesto de capital
Concluimos que el equilibrio en el presupuesto es necesario obtenerlo, por lo que nos obliga
a encontrar un perfil presupuestario cercano a cero, para el cual orígenes y aplicaciones se
igualen o tiendan a ello con un mínimo de variación. El aceptar la necesidad de un equilibrio
perfecto sería un camino erróneo, por lo que se hace necesario considerar un cierto margen
de flexibilidad, tanto por exceso como por defecto respecto al saldo final cero.
El aceptar un margen de flexibilidad nos obliga, asimismo, a definir los márgenes a que
estamos dispuestos a aceptar un presupuesto como definitivo o bien los criterios para ello.
Una condición necesaria para conseguir el equilibrio buscado sería la consecución de un
"saldo final próximo a cero". El alejamiento de este punto de referencia alteraría el equilibrio
del presupuesto, inflando (sobre-financiación del circulante), o reduciendo en su caso
(necesidad de financiación de circulante), el fondo de maniobra en balance.
121
4.7. El control del plan
4. ¿Qué se controla?
Control significa "lograr mantener las características o el valor de una variable dentro de los
límites previamente fijados". Dicho de otra forma, el control significa "hacer que los procesos
se ajusten a los deseos o al plan del que lo ejerce". El control es, por tanto, un requisito de la
empresa en general, en caso contrario los recursos serán infrautilizados y difícilmente se
alcanzarán los objetivos.
Es claro, por otra parte, que el partir de un presupuesto viable, con un pequeño superávit y
con un perfil próximo a cero, da garantías para el cumplimiento de los objetivos establecidos,
pero no todas. Ello es así porque no todas las bases y objetivos establecidos lo están de una
forma precisa y definitiva, sino con márgenes de flexibilidad, a veces muy amplios, lo que
afecta al presupuesto y éste lo refleja numéricamente. Ello hemos de analizarlo antes de que
se ponga en marcha definitivamente.
• Control a priori.
• Control a posteriori.
• Estrategia Financiera.
• Estrategia de Capital.
• Política de Circulante.
122
En cuanto a la Estrategia Financiera, ésta nos informaba sobre la descomposición del
Cash-Flow recursos generados, es decir, sobre la política de amortizaciones técnicas, de
reservas de dividendos, si bien las cargas financieras reflejaban, en su caso, una
consecuencia de la política de endeudamiento. Así pues, aplicaremos ratios que nos informen
de ello. Teniendo como base la totalidad del Cash-flow y sin tener en cuenta los impuestos:
Q = CF+D + CAT+R
* Ratio de Crecimiento = R / Q
* Ratio de Rentabilidad = D / Q
* Ratio de Mantenimiento = CAT / Q
* Ratio Residual = CF / Q
Siendo:
1. Ratios económicos. Es posible utilizar varios ratios en este contexto con sólo
subdividir el Activo fijo en las partidas que lo componen y hacer una distribución de
los beneficios obtenidos con cada uno de ellos; pero podría ser en un segundo análisis
si es necesario. Es más importante y fácil de visualizar tomando en un primer
momento la relación entre el beneficio obtenido y la inversión total necesaria para
obtenerlo. Así, tenemos que el ratio a utilizar en un principio será:
Siendo :
BAIT = Pv x V - (mp + mo + gg + CAT)
AT = Activo Total Neto
Es posible y aconsejable utilizar como otra aproximación la variable anterior pero neta de
impuestos, es decir el Beneficio antes de intereses o BAI.
123
No obstante, puede hacerse necesario entrar en detalle de "composición" del Cash-flow; nos
referimos al control de seguimiento de algunos de los componentes del coste de las Ventas,
como puede ser, debido a su importancia, los costes de personal, gastos de viajes,
arrendamiento, publicidad y propaganda, etc. En este caso se tomarán las relaciones o ratios
necesarios para tal control y seguimiento.
CA = Capitales ajenos
CP = Capitales propios
El coste efectivo de cada fuente financiera se calculará aplicando el criterio del Tanto Interno
de Rendimiento al proyecto de financiación contratado para cada fuente financiera. De la
misma forma se procederá a la hora de calcular el coste efectivo global de la empresa.
Política de Circulante. Sería analizada en base ratios que informaran sobre la solvencia,
liquidez en sus distintos grados, así como analizar la parte de circulante que tiene carácter
de permanencia, o sea, el Fondo de Rotación Real.
Es importante matizar que el tiempo que transcurra desde que se van obteniendo resultados
hasta que se lleva su correspondiente análisis a posteriori ha de ser lo más corto posible para
que, en caso de desviaciones importantes, se tomen las medidas correctoras
correspondientes y el presupuesto vuelva a su cauce previsto.
124
4.8. Caso práctico
Tomamos como punto de partida para el planteamiento presupuestario el final del ejercicio
fiscal de la empresa en el año 1992, es decir, el día 31 de Marzo de 1992. Así pues, el
desarrollo se hace para el quinquenio [31.Marzo.93 a 31.Marzo.97]. Hemos de hacer notar
que el planteamiento aquí presentado es una síntesis muy escueta del trabajo original. Ello
obedece a que nuestro objetivo es mostrar un ejemplo de aplicación "real".
En primer lugar, vamos a hacer una breve reseña histórica acompañada de un resumen de la
situación económica de la empresa a 31. Marzo. 92, a la que denominaremos "XSA".
Sin embargo, derivado del "boom" de los electrodomésticos en los años 60, muchas
empresas entraron en el sector provocando más tarde una atomización excesiva. Ello
desembocaría en una reducción de márgenes, tal que multitud de empresas (sobre todo
pequeñas) desaparecieron al no poder o no saber hacer frente a las nuevas exigencias del
mercado y, sobre todo, a esas grandes superficies que competían en costes, en ofertas y en
servicios, a precios claramente inferiores.
En el sector que nos ocupa como punto a destacar está el hecho de que el mercado de
electrodomésticos llegaba a su saturación y estabilización, por lo cual la década de los 90 se
presentaba con una decisiva tarjeta de visita, la competencia. Esta competencia tendrá como
principal arma los precios (a costa de los márgenes) para conseguir mayores cuotas de
mercado (para otros mantenerlas) y, por otra parte, mayor poder para así mejorar
condiciones en todo tipo de gastos, pero sobre todo en las compras, seguido de los costes de
personal y financieros.
Estos factores han sorprendido por su pujanza y rapidez de implantación, no dando tiempo a
los comerciantes tradicionales a tomar las medidas para entrar en competencia leal y
equilibrada. Todo lo contrario, ha cogido al comercio tradicional por sorpresa, con escasa
preparación, formación y estructura.
125
El resultado ha sido determinante, el comercio tradicional ha estado al borde del colapso. Así
es, como ocurre con XSA, la rápida pérdida de cuota de mercado ha desencadenado en la
empresa una serie de medidas tendentes primero a analizar la situación actual de la empresa
en comparación con el sector, a analizar la evolución del mercado y después a tomar las
medidas para, al menos, subsistir en el mismo.
Su evolución financiera durante los años 1988 a 1992 (no recogida en este capítulo) no
dejaba lugar a dudas. Mencionemos algunos de sus puntos más relevantes.
Contexto Patrimonial
• Como era de esperar al analizar las existencias, las compras han disminuido
progresivamente hasta superar el 43% desde el ejercicio 88/89.
• Las ventas netas tienen una tendencia clara a la baja, acusada en el ejercicio 91/92
con un descenso de 503 millones de pesetas.
126
• Caída del Margen Comercial Bruto a partir del ejercicio 89/90. A pesar de ello, es
superior a la obtenida por el sector.
• En referencia a los datos del sector, se deduce que el Margen Bruto es netamente
mayor en XSA. Ello indica que los problemas de la empresa están en los excesivos
gastos de explotación y que, si bien en todos los demás gastos también se supera a
las empresas del sector, esto ocurre fundamentalmente en la partida de Gastos de
Personal, para la cual XSA supera el 13%, mientras que para el sector no llega al 5%.
Contexto financiero
La conclusión final, comparada la rentabilidad del activo con el coste del pasivo, es la
obtención de una Rentabilidad Neta negativa lo que supone que la empresa NO es rentable.
En lo que sigue, nuestro objetivo será el estudiar, analizar y proponer una(s) vía(s) de salida
a la situación referida en base al modelo presupuestario propuesto y con un horizonte
temporal de 5 años, marcado por la suspensión de pagos a la que se vio obligada la
empresa.
En el "activo" cuenta con una marca de los años de antigüedad e implantación, con una
buena cobertura de puntos de venta, y el acceso a unos costes de compra competitivos. En
el "pasivo" se sitúa una estructura financiera, en la que tienen un peso excesivo el
endeudamiento a corto plazo, un ciclo de explotación que genera unos costes inadecuados y
una capacidad de gestión necesitada de mejoras.
Dentro del sector, XSA se define como una empresa situada en el punto medio de la oferta,
capaz de dar la relación calidad-precio de las grandes superficies, así como el producto de
mayor nivel de la tienda especializada.
127
Ante este contexto se plantean los siguientes objetivos generales:
Sin embargo, con las medidas a tomar se pretenden frenar y estabilizar la tendencia en torno
a los 800 millones de pesetas. Así, la estimación para los siguientes ejercicios es subjetiva,
quedando como sigue:
• Gastos de Personal. Se fija un nuevo ajuste de plantilla con una situación final de
42 empleados, con una futura tendencia a la baja de un 30% acumulado en los tres
próximos años. Se identificarán las necesidades de profesionales especializados en
128
cada una de las áreas. La política de remuneraciones estará basada en los conceptos
de salario-nivel ajustados al máximo, primas por cobertura de objetivos y calidad o
cantidad de trabajo.
• Suministros. Tendrán una disminución sensible en el ejercicio 92/93 para
mantenerse en los dos siguientes. La razón de ello está en la previsible disminución
de los metros cuadrados dedicados a la venta, lo que afectará al consumo de
Electricidad. El hecho de que los repartidores pasen a un régimen de trabajadores
autónomos hará que el consumo de Combustibles se reduzca a cifras despreciables.
Por su parte, las Comunicaciones también se verán recortadas en un 60%
aproximadamente, pues se va a llevar a cabo la supresión de seis de las ocho líneas
telefónicas de que disponía la centralita de la empresa, amén de suprimir también las
líneas internas. Agua y Basuras apenas tendrán movimiento, salvo el clásico aumento
anual.
• Promoción Ventas. Sus previsiones se simplifican al máximo dada la coyuntura de
la empresa: 2% de las ventas netas.
• Otras Cargas. La partida de Arrendamientos es clara y prefijada con un aumento
anual igual al IPC. Las Reparaciones y Conservación disminuirán en la parte
correspondiente a los elementos de transporte dedicados al reparto. Además, tendrá
otro componente que no es otro que el mero descenso en las ventas, pues éste
llevará consigo menos desgaste y, por consiguiente, menos reparaciones.
• Servicios Profesionales. Partida con cifras futuras claras y contratadas. Su aumento
vendrá dado por el IPC.
• Transportes y Fletes. Tiene tres componentes principales: aumento por
contratación de transportes a autónomos; disminución por la práctica anulación del
reparto propio de la empresa, disminución por el previsible descenso de las ventas.
Se espera que el efecto conjunto sea el descenso de la cifra expresiva del gasto en
transportes y fletes.
• Primas de Seguros. Al estar la prima fundamentalmente en función del stock de
existencias en cada una de las tiendas y este tender a su disminución, las primas por
seguros disminuirán en los próximos años, a pesar del aumento por inflación.
• Tributos. Se verá reducido en más de un 50% por el efecto del nuevo Impuesto
sobre Actividades Económicas en la empresa.
• Otras Cargas. Existirán cambios en el presente ejercicio, pues se va a implantar
una política de contención del gasto que se espera que posibilite la reducción de la
cifra de ejercicios anteriores. Para ello, se establecerá un control administrativo y de
gestión de tales gastos.
• Gastos financieros de venta. Habrá cambios aún en su estructura por la
potenciación de la nueva Tarjeta de Compras XSA, lo que disminuirá el volumen del
papel, así como los costes y riesgos generados en su negociación. Por otro lado,
aparecerán los costes propios de implantación de la citada tarjeta, que en su conjunto
no superarán a los clásicos del descuento de papel.
Más concretamente, el TAE medio aproximado contratado con el banco es del 2,7%
de las ventas a crédito (y que en ningún caso superará el 3%). Esta cifra es
equivalente al 1,6% de las ventas totales, que aparece en las cuentas de explotación.
En cuanto a su evolución, será paralela a la de las ventas, es decir, con tendencia a la
baja en una proporción similar a las ventas: en cuantía disminuirá, pero en términos
relativos se mantendrá en la misma proporción.
• Gastos Financieros del Capital Ajeno. Serán NULOS debido a la aprobación de la
"Suspensión de Pagos" presentada en su momento. En ella se especifica que el
acuerdo al que se llegó con los acreedores era:
129
pago de cada 25% será de un año comenzando el 23.Junio. 93 (el primer pago
estará comprendido, pues, entre el 23.Junio.93 y el 23.Junio. 94, y así
sucesivamente).
3. Los citados plazos se irán distribuyendo entre los acreedores en proporción a
sus respectivos créditos.
Respecto a los gastos financieros de cobro, están referidos exclusivamente a las pólizas de
crédito. Es previsible su disminución por la mejora de los saldos de clientes por la
implantación y potenciación de la nueva tarjeta de compras.
Asimismo, una por una disminución de los stocks como consecuencia de la implantación del
"catálogo de producto" y del nuevo modelo de "gestión de compras-almacenes".
Política de stocks. Estará basada fundamentalmente en dos aspectos, por una parte
la redefinición y concreción de la oferta. Se pretende redefinir las líneas de productos
y servicios a ofertar, así como seleccionar las marcas y artículos más competitivos,
limitando e incluso eliminando las líneas de producto que no contribuyan a conseguir
la rentabilidad suficiente. Se constituye un "Comité de producto", que velará por la
actualización y mantenimiento de las distintas líneas de productos.
130
4.8.2.3. Escenario y Política de Inversión
Las inversiones se limitarán a las indispensables para desarrollar este plan, siendo su
financiación mediante leasing a 3 años, a partir del ejercicio 93/94.
En cuanto a las amortizaciones, la política a llevar a cabo será la seguida hasta ahora,
basada únicamente en el criterio fiscal.
Las posibles desinversiones vendrían por las siguientes vías. En primer lugar, por los
"Derechos de Traspaso" derivados del posible traspaso, valga la redundancia, de algunos de
los locales donde actualmente se encuentran ubicadas las tiendas. En el peor de los casos,
esta operación se llevaría a cabo para todas las tiendas salvo para dos de ellas, puesto que
están ubicadas en el edificio central de la empresa, con lo que en él se concentraría todo el
negocio; además este edificio tiene nueve plantas, siendo su valor prohibitivo para un
supuesto traspaso rápido e interesante, dadas las actuales circunstancias del mercado.
131
Y, en segundo lugar, la venta de parte de las "Instalaciones Generales". En posterior
valoración a la presentación de la suspensión de pagos, realizada por una empresa de
consulting, el precio de mercado total actual es de 263,7 millones de pesetas y el de
reposición de 365,7 millones.
4.8.2.5. Alternativas
Los objetivos a perseguir han quedado claros. Lo fundamental es la recuperación de la
iniciativa y la agresividad en el mercado para la recuperación de las ventas, o como mínimo
para su sostenimiento, y de esta forma hacer frente a los futuros compromisos de pago con
ciertas garantías, recurriendo, en la menor medida posible, a la desinversión de activos. Es
claro que este objetivo primario no se va a obtener en un corto horizonte temporal, sino
pasados algunos años y dependiendo de la efectividad de las medidas que antes se han
planificado previamente. En este sentido, el horizonte temporal a tomar será el derivado del
acuerdo con los acreedores en el marco de la suspensión de pagos, es decir cinco años.
Las posibles alternativas de futuro para la empresa están en que las medidas a tomar NO
surtan el efecto deseado en el mercado y NO provoquen la estabilización deseada. Lo que sí
parece claro es que éstas no aumentarán, sino que disminuirán y, en el mejor de los casos,
se estabilizarán.
Las ventas previstas inicialmente (Opción General) provenían de una estimación lineal para
los tres próximos ejercicios y una subjetiva para los dos siguientes. Sin embargo, la situación
de recesión, de saturación del mercado, del acentuado y creciente efecto de las grandes
superficies, del proceso de desaceleración y reestructuración que sufre actualmente la
empresa, hace que nos planteemos que las ventas sigan una evolución más pesimista que la
inicialmente expuesta. Así pues, nos estamos moviendo en un contexto con un grado
considerable de incertidumbre. Por ello, y en concordancia con lo antes expuesto, hemos
creído conveniente hacer una estimación de ventas basada en los modelos que tratan
estadísticamente la incertidumbre.
Las estimaciones que nosotros vamos a considerar, dado el contexto tan incierto en el que
nos movemos, son tres: estimación optimista, estimación pesimista y estimación más
probable. De esta forma podremos asignarle dos tipos de funciones de densidad: la Función
Triangular y la Función Beta-simplificada.
• Función Triangular:
E(V) = (Vp + Vmp + Vo) / 3
Varianza = [(Vo - VP) - (Vo - Vmp) X (Vmp - Vp)] / 18
• Función Beta-simplificada:
E(V) = (Vp + 4 x Vmp + Vo) / 6
Varianza = (Vo - Vp)2 / 36
132
Siendo :
E(V) = la esperanza matemática de las ventas
Vp = estimación pesimista de las ventas
Vmp = estimación mas probable de las ventas
Vo = estimación optimista de las ventas
Cuadro 4-8
133
260 millones de pesetas, para la totalidad de los locales que utiliza la empresa en régimen de
arrendamiento. Por otra, aumentar el valor de las "Instalaciones Generales" hasta un total de
263.675.000 pesetas, valoración llevada a cabo por la A.A.E., S.A., a instancias de la
dirección de la empresa y que refleja el valor actual de mercado de tales instalaciones. Y, por
último, crear una cuenta de pasivo que compense el incremento de activo anterior. Esta
cuenta la denominaremos "Reservas de Regularización" por una cuantía de 370.351.000
pesetas.
Figura 4-2
En el cuadro se reflejan ambos balances: el de cierre del ejercicio 91/92 y el balance inicial
de salida, siendo este último el que en definitiva tomaremos como base para la elaboración
del presupuesto. De la comparación de ambos (y centrándonos en el balance de salida)
sobresalen dos aspectos de vital importancia: primero el Exigible a C/P es cero por el efecto
de la suspensión de pagos (pues todo pasa a largo plazo), lo cual provoca que el Fondo de
Maniobra de partida coincida con el montante del Activo Circulante. Y, segundo, la inclusión
de la cuenta "Reservas de Regularización" hace que los Fondos Propios "NETOS" no sean
negativos, partiendo de un saldo positivo de 264.111.000 pesetas, con lo que la situación de
quiebra desaparece.
134
Cuadro 4-9
135
Notas al cuadro de Cash-Flow Previsional: Alternativa-2:
Gastos de Personal. Por convenio colectivo existe un aumento anual de 7,5%. Sin
embargo, está ya previsto y acordado una reducción de personal derivada de la
inversión en terminales punto de venta (TPV). Esta reducción llevará consigo una
reducción de los Sueldos y Salarios y Seguridad Social en los próximos ejercicios.
Pero a partir del ejercicio 92/93 se llevará a cabo otra reducción de personal con
motivo de una medida prevista y ya descrita, pues se cerrarán cuatro puntos de
ventas que provocarán tal reducción adicional y su consiguiente indemnización en el
ejercicio 93/94.
Gastos Financieros de Cobro. Son los derivados del contrato de factoring y que
asciende aproximadamente al 1,6% de las ventas netas.
En términos generales, los gastos se reducirán a partir del ejercicio 93/94 un 57%
aproximadamente.
136
Cuadro 4-10
El resultado final es que las NNFM son negativas, lo que significa que no existe tal necesidad,
sino que, por el contrario, se convierte en una fuente financiera a incluir en el presupuesto
de capital, teniendo sobre él un efecto importantísimo pues va a determinar el
superávit/déficit del período presente y de los siguientes. Asimismo, su efecto también será
determinante en el Presupuesto de Tesorería. Obsérvese que la desinversión de circulante se
realiza toda en el ejercicio 92/93, dejando los stocks en 46 millones y la tesorería objetivo en
10 millones.
137
Cuadro 4-11
138
Cuadro 4-12
139
desinversión previstos para el ejercicio 93/94 y de los cobros de los créditos a corto plazo del
ejercicio 92/93, si bien esto es común para las tres alternativas. De todas formas, el
Presupuesto de Tesorería sigue siendo inviable para esta alternativa y en mayor proporción
para las otras. Nótese, además, como ya existen problemas en la "Tesorería de Explotación".
Cuadro 4-13
En el activo lo fundamental recae sobre el circulante neto, el cual a partir del ejercicio 95/96
se hace negativo, debido a que la tesorería es incapaz de hacer frente a todas las
obligaciones de pago vencidas. En los ejercicios sucesivos la situación empeora radicalmente
hasta hacerse insostenible, pues es claro que esa tesorería negativa no va a estar respaldada
ni por pólizas de crédito ni por descubiertos en cuenta corriente, dada su situación.
140
Quizás la única solución posible vendría dada por nuevas aportaciones de los propietarios de
la empresa, sin embargo éstas tienen una cuantía muy elevada, en comparación con el
patrimonio de los mismos.
El pasivo viene caracterizado por la acumulación de pérdidas hasta superar la cuantía de los
Fondos Propios, lo que indica la vuelta al estado de quiebra. Por otra parte, es observable la
paulatina disminución del Exigible a L/P, por cuanto se puede hacer frente a las obligaciones
derivadas de la devolución del 25% de la deuda suspendida y de las cuotas de leasing. En
este punto es necesario matizar que la parte de tal deuda que pasaba a ser Exigible a C/P
(p.e. el 25% de la deuda suspendida que vence al siguiente ejercicio) no se ha trasladado a
esta masa patrimonial, en aras de dejar claro que esa deuda era parcialmente a largo plazo y
que la empresa NO ha conseguido financiación a corto plazo.
Obsérvese para esta última alternativa como la empresa, a pesar de no ser rentable y estar
acumulando pérdidas, SÍ tiene la liquidez suficiente para hacer frente a tres de las cuatro
cuotas de amortización financiera de la deuda suspendida. La razón está en que las medidas
tomadas han resuelto la mayor parte del problema de la liquidez, es decir, en los cuatro
primeros ejercicios presupuestados el flujo de ingresos (cobros) generados por el activo es
compatible con la exigibilidad del pasivo.
141
4.8.4. Conclusiones
La alternativa seleccionada aporta alguna solución, pues es capaz de hacer frente a tres de
las cuatro cuotas de amortización financiera derivadas de la suspensión de pagos y
manteniendo, además, una tesorería positiva hasta el ejercicio 95/96, quedando la última
cuota sin pagar.
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Cuadro 4-14 y 4-14c
Nótese como la empresa, a pesar de no ser rentable, sí mantiene un buen grado de liquidez
con el que hace frente a todos sus pagos, salvo para el último ejercicio del horizonte
temporal definido. Este aspecto puede ser el que, en condiciones favorables, dé ciertas
perspectivas de salvación, pues los acreedores de la empresa, al ver el esfuerzo de la misma
por satisfacer sus deudas, pueden darle un voto de confianza y apoyarla crediticiamente para
intentar hacerla definitivamente viable.
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