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Ensayo exegético de Amós 2:6-16

Marcos David Jiménez Castañeda

Milton Alfonso Acosta Benítez, PhD

Fundación Universitaria Seminario Bíblico de Colombia

Teología

Medellín

Noviembre 5 del 2019


Introducción

El presente ensayo aborda la denuncia del profeta Amós contra la nación de Israel en

2:6-16. Esta nación es la última en los oráculos del libro de Amós, se ubica allí con el

propósito retórico de evidenciar que el pecado de Israel es completo y contra su propio

pueblo. Para entender la situación en que se da este oráculo se hace una exégesis del pasaje

en tres secciones, la primera donde se acusa a Israel (2:6-8), la segunda una ampliación de

la acusación que recuerda los beneficios de Dios en el pasado (2:9-12) y tercero el anuncio

del juicio de Dios contra Israel (2:13-16). Además, se propone una contextualización a la

realidad colombiana teniendo en mente la desigualdad de la nación.

En contexto

Antes de llegar al texto de Amós 2:6-16 se encuentran los oráculos contra siete

naciones vecinas y luego se da inicio a los oráculos contra Israel.1 Como es característico

en el oráculo comienza con la fórmula “así dijo el Señor” y anuncia desgracia sobre Israel.2

Todos los oráculos en conjunto dejan ver la crueldad de la guerra y el fenómeno de la

esclavitud, acciones que pueden se pueden describir como homo homini lupus (el hombre

es un lobo para el hombre).3 Esta imagen de una persona o un grupo de personas que hace

todo lo que esté a su alcance para devorar a otros, no solo es bastante fuerte, sino que es

justo lo que está pasando en Israel y lo que hace detonar el juicio de Dios.4

Acusación de los pecados de Israel (2:6-8)

1
Jesús M Asurmendi, Amós y Oseas, cuadernos bíblicos n° 64, trad. de Nicolás Darrícal (Navarra: Verbo
Divino, 1989), 12. 
2
Jacques Vermeylen, “Los géneros literarios proféticos”, Introducción al Antiguo Testamento ed. Thomas
Römer et. al. (Bilbao: Desclée Brouwer, 2008), 314 cf. Washington Padilla, Comentario bíblico
hispanoamericano: Amós y Abdías (Miami: Caribe, 1993), 64.
3
José Luis Sicre Díaz, Con los pobres de la tierra: La justicia social en los profetas de Israel (Madrid:
Cristiandad, 1984), 101.
4
Padilla, Amós y Abdías, 64.
La acusación contra Israel, al igual que con las demás naciones, comienza con el

patrón numérico “por tres pecados y por cuatro” (1:3, 6, 9, 11, 13; 2:1, 4, 6).5 Este patrón es

conocido en la literatura de sabiduría como un paralelismo donde A presenta un número y

B añade uno más.6 Sin embargo, en el texto no se enumeran cuatro pecados, sino siete en

total. Este número se usaba para representar que algo era completo, por eso se interpreta

que Israel ha pecado a sus anchas.7

La clase dominante de Israel estaba cometiendo crímenes contra su propio pueblo,8

específicamente contra los ‫ ּדַ ִּ֔לים‬,‫ ֶאבְיֹון‬,‫ צַּדִ֔ יק‬y ‫ ֲענ ִָו֖ים‬que representaban los estratos sociales

más bajos.9 El primer y segundo crimen están en 2:6b y hacen relucir la compra de jueces

para condenar a deudores pobres, incluso muchas veces, los poderosos los vendían como

esclavos para poder cobrar deudas tan ínfimas como un par de zapatos.10 El tercer, cuarto y

quinto crimen se encuentran en 2:7; estos tratan de la humillación del pobre, del camino

que tuerce la clase alta para devastar la economía del débil y arrastrarlo a vicios, robos o

asesinatos y, el abuso sexual ejercido por los hombres de una casa a la criada que les sirve,

respectivamente.11 El sexto y séptimo crimen se encuentran en 2:8 y giran en torno a la

opresión del humilde y la práctica de un culto hipócrita.12 Todos estos crímenes son

5
Meir Weiss, "The Pattern of Numerical Sequence in Amos 1-2: A Re-Examination.", Journal of Biblical
Literature 86, no. 4 (1967): 416 cf. Jonathan A. Partlow, “Amos’s Use of Rhetorical Entrapment as a Means
for Climatic Preaching in Amos 1:3-2:16.”, Restoration Quarterly 49, no. 1 (2007): 25.
6
Lynell Zogbo and Ernst Wendland, La poesía del Antiguo Testamento: pautas para su traducción (Miami:
Sociedades Bíblicas Unidas, 2001), 34. Ejemplo, Proverbios 6:16
7
Weiss, “The Pattern of Numerical”, 420 cf. John H. Hayes, "Amos's Oracles against the Nations (1:2-
2:16)", Review & Expositor 92, n.° 2 (1995): 163.
8
Partlow, “Amos’s Use of Rhetorical”, 28.
9
José Luis Sicre Díaz, Los dioses olvidados: poder y riqueza en los profetas preexílicos (Madrid: Cristiandad,
1979), 115.
10
J.A. Motyer, Amós: el día del León, el mensaje de justicia del profeta Amós, trad. de Adam F. Sosa
(Barcelona: Andamio, 2009), 61.
11
Padilla, Amós y Abdías, 65. Se descarta que se trate de prostitución sagrada porque en pasajes como Dt
23:18 y Os 4:14 se usa el término ‫ קְ דֵ ׁשָה‬que significa prostituta sagrada, mientras que el término que usa
Amós es ‫ נַע ֲָרה‬que significa joven, muchacha, doncella.
12
Jeremy M Hutton, “Amos 1:3–2:8 and the International Economy of Iron Age II Israel.”, Harvard
Theological Review 107, no. 1 (2014): 110-112.
ofensivos para Dios, ellos lo sabían, pero decidieron ignorar que “quien oprime al pobre

ofende a su Creador” (Pr 14:31, NVI).13

Ampliación de la acusación: recordar los beneficios de Dios (9-12)

Mientras en los oráculos anteriores se pasa de la acusación al castigo, en este, justo en

medio, se le recuerda a Israel los beneficios que ha recibido de parte de Dios.14 El Señor los

libró de los amorreos, los sacó de Egipto, caminó con ellos por el desierto y levantó

profetas y nazareos. Pero la actitud de la clase dominante de Israel tiende a apartarse del

Señor, a la ingratitud y a olvidar los actos de gracia que Dios hizo en el pasado.15 En 2: 10-

11, el profeta usa los verbos ‫ וָאֹו ֵ֨לְך‬,‫ ֶהעֱלֵ ֥יתִ י‬,‫ ָו ַאׁש ִ ְ֤מיד‬,‫ ִהׁש ַ ְ֤מדְ ּתִ י‬y ‫ָָאקים‬
֤ ִ ‫ ו‬para recordar que todo lo

ha hecho Dios y no el pueblo.16

Dios había mostrado su gracia en esas situaciones para que ellos también mostraran

gracia con los que sufren,17 pero el deseo de riqueza a toda costa y la opresión a los pobres

han ocupado el lugar que debía tener el ver al otro con dignidad, tener compasión del pobre

y buscar el bienestar de los necesitados.18 Además, estaban silenciando a los voceros de

Dios, profetas y nazareos, situación que unida a todo lo demás los deja sin excusa ante el

Señor. Esto se hace evidente en la pregunta retórica que se encuentra en el centro del

quiasmo en 2:11-12, “¿acaso no es así hijos de Israel?”.19

Anuncio del juicio de Dios contra Israel (13-16)

13
Padilla, Amós y Abdías, 65.
14
José Luis Sicre Díaz, Introducción al profetismo bíblico (Navarra: Verbo Divino, 2013), 115 -116.
15
Hayes, “Amos’s Oracles”, 164 cf. Wallace Eugene March, “Amos 1:3-2:16: The Exegesis of a Tradition.”,
Austin Seminary Bulletin 90, n° 6 (1975): 13.
16
Motyer, Amós, 66-67.
17
M. Daniel Carroll Rodas, “Amós” en Comentario Bíblico Contemporáneo: Estudio de toda la Biblia desde
América Latina, ed. René Padilla (Buenos Aires, Certeza, 2019), 1101.
18
Motyer, Amós, 67
19
Carroll, “Amós”, 1101. La estructura del quiasmo es esta: profetas – nazareos – ¿acaso no es así hijos de
Israel? – nazareos – profetas.
En el 2:6 aparece la afirmación “no revocaré su castigo”, esta declaración unida a

2:13-16 indica que Israel no tiene escapatoria. Con el uso del pronombre “,10 ,2:9( ”‫ָאנֹכִי‬

)13 el profeta muestra que el Dios de la victoria también es el Dios de la hostilidad.20 Por

esto la clase dominante de Israel se verá en completa indefensión, nadie podrá defenderlos

y serán aplastados como un carro lleno de grano hunde el suelo.21 Así como Israel ha

cometido siete pecados, así también sus consecuencias serán siete (2:14-16).22 En esta

porción se usa seis veces la partícula negativa “‫ ”ֹלא‬con el fin de enfatizar que nada podrá

salvarlos.23 Así como el pecado de Israel ha sido completo (siete pecados), el castigo de

Dios también será completo (siete consecuencias).24

En conclusión, el profeta no se siente admirado por la riqueza o el lujo de los

espléndidos palacios, más bien se siente horrorizado al ver que estos han sido edificados a

costa de la opresión de los pobres y de mecanismos criminales que hacen que la

desigualdad, la violencia y la esclavitud se enquisten en la sociedad israelita y procede a

denunciar esas atrocidades y a pronunciar un castigo.

Contextualización

Retomando la frase de homo homini lupus, la desigualdad es ese lobo que devora a

los pobres en Colombia. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística

(Dane) en su boletín técnico sobre pobreza monetaria en Colombia, la pobreza en el

territorio nacional alcanza a un 27% de la población de los cuales el 7,2% se encuentra en

20
Motyer, Amós, 66.
21
Hayes, “Amos’s Oracles”, 165 cf. Padilla, Amós y Abdías, 80.
22
James Limburg, “Sevenfold Structures in the Book of Amos.”, Journal of Biblical Literature 106, n° 2
(1987): 219.
23
Paul Shalom M., Amos: A Commentary on the Book of Amos, Hermeneia-A Critical and Historical
Commentary on the Bible (Minneapolis: Fortress Press, 1991), 95.
24
Partlow, “Amos’s Use of Rhetorical”, 28.
la pobreza extrema.25 Nada más el año pasado ingresaron 190.000 personas a inflar esta

cifra, pero más se tardó en salir este dato que el director del Dane para decir que eso no era

algo significativo, incluso afirmó que la causa del aumento era la migración venezolana.26

Ante esto se podría levantar la pregunta ¿no es significativo para quién? ¿Están logrando

que las personas miren la tragedia de otra nación y se alegren porque todavía no llegan a

ese extremo?

Regresando a las estadísticas hay que reconocer que la pobreza a menguado según los

datos del Dane y se nota un leve progreso, pero en niveles absolutos, la desigualdad sigue

siendo muy alta.27 De hecho, según el coeficiente Gini, Colombia se ubicaba como el

segundo país más desigual de la región con índice de 50,8%.28 Y por si fuera poco se afirma

que una persona que nace en una familia de bajos ingresos en Colombia podría tardar once

generaciones para alcanzar un ingreso medio en la sociedad.29

Frente a este panorama la equidad no solo es deseable, sino que es necesaria para

lograr un país más próspero. Sin embargo, existen trampas que hacen que la desigualdad se

sostenga, una de estas es que los sistemas políticos intentan proteger sus intereses

individuales y al hacerlo evitan el desarrollo social y económico del país;30 otra trampa es

25
Según este informe la pobreza monetaria se da cuando una persona gana menos de $257.433 pesos
mensuales y de pobreza extrema cuando el ingreso mensual no supera los $117.605 pesos.
26
Pobreza, “Por estas razones crecieron los niveles de pobreza en Colombia”, Dinero,
https://www.dinero.com/pais/articulo/crecen-los-niveles-de-pobreza-en-colombia/270504, último acceso 1 de
noviembre de 2019.
27
Francisco H.G. Ferreira y Marcela Meléndez, “Desigualdad de resultados y oportunidades en Colombia:
1997 - 2010”, Serie Documentos Cede 40 (2012): 1,
https://economia.uniandes.edu.co/component/booklibrary/478/showCategory/46/Documentos%20CEDE?
subcatid=51
28
Banco Mundial, “Poverty & Equity Brief”, Grupo Banco Mundial,
https://databank.worldbank.org/data/download/poverty/33EF03BB-9722-4AE2-ABC7-
AA2972D68AFE/Global_POVEQ_COL.pdf, último acceso 16 de septiembre de 2019. Este índice tiene una
escala de 0 a 100, siendo el primero la igualdad más alta y el último la desigualdad máxima.
29
OCDE, A broken social elevator? how to promote social mobility (Paris: OCDE, 2018), 27,
https://doi.org/10.1787/9789264301085-en
30
Ferreira, Desigualdad en Colombia, 4.
que no hay igualdad de oportunidades porque ellas dependen de etnia, región de residencia

o abolengo, condiciones sobre las que una persona no tiene influencia.31 Esta desigualdad

produce efectos como restricciones al desarrollo y crecimiento económico, problemas de

criminalidad y violencia, mayor polarización y menor cohesión social, dificultades en el

sistema de salud, fragilidades institucionales y cuestionamientos al orden social.32 Parece

que en Colombia al igual que sucedía en Israel los poderosos se han encargado de

obstaculizar cualquier oportunidad de avance que tenga una persona pobre.

Por ejemplo, el ingreso en los hogares más ricos es 25 veces mayor que el ingreso de

los hogares más pobres; entre el 2002 y 2010 el número de empleados disminuyó un 6% al

mismo tiempo que la industria creció un 30%.33 Es decir, los pobres se hicieron más pobres

y los ricos más ricos. Frente a la realidad de esas estadísticas se han realizado estudios para

determinar cuáles son las características personales y del hogar que más influencia tienen

en la desigualdad, encontrando que el factor más preponderante es el nivel educativo.34

Pareciera que la educación se presenta como una estrategia que pueden usar las

personas en Colombia para moverse de un nivel socioeconómico a otro. Pero en realidad

esta movilidad social es más compleja de lo que parece porque la desigualdad de

oportunidades condiciona su posibilidad de avanzar.35 Esto se expresa claramente cuando se

afirma que los estudiantes de estratos altos fuera de obtener una mejor educación, también

obtienen con mayor probabilidad las mejores ofertas del mercado laboral debido a

dinámicas sociales que manejan sus familias, en consecuencia, reciben mejores ingresos.
31
Ferreira, Desigualdad en Colombia, 4 cf. Jairo Núñez et. al. Esfuerzos y herencias sociales en la
desigualdad de ingresos en Colombia, Estudios y perspectivas, vol. 12 (Santiago de Chile: Cepal Naciones
Unidas, 2006), 12.
32
Roberto Mauricio Sánchez Torres, “Desigualdad del ingreso en Colombia: un estudio por departamentos”,
Cuadernos de economía 36, n° 72 (2017): 142.
33
Amylkar Acosta Medina, "Colombia: escenario de las desigualdades”, Tendencias 14, n° 1 (2013): 12.
34
Sánchez, “Desigualdad en Colombia”, 144.
35
Luis Armando Galvis-Aponte y Adolfo Meisel-Roca, “Aspectos regionales de la movilidad social y la
igualdad de oportunidades en Colombia”, Revista de Economía del Rosario, vol. 17, n° 2 (2014), 288.
Según se puede señalar que la educación secundaria y superior no están contribuyendo a

reducir estas barreras socioeconómicas.36

Finalmente, parece que el sistema de desigualdad maquinado por los intereses

individuales de unos pocos, se opone a que el pobre prospere, lo zapatea y lo pone a girar

en un círculo de pobreza del que es difícil salir. La falta de oportunidades infla la

estadística de pobreza y llena los bolsillos de quienes tienen los “contactos”, mientras los

ricos prosperan, los que aguantan hambre y violencia son considerados una cifra

insignificante.

Bibliografía

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Asurmendi, Jesús M. Amós y Oseas. cuadernos bíblicos n° 64. Trad. de Nicolás Darrícal.

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36
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