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películas norteamericanas, para iniciar el personaje de Catalina Creel. Después escribió el libro
"Cuna de Lobos", donde el protagonismo de Leonora Navarro es total y el final es distinto al de
la telenovela. Después Carlos Téllez, el productor, decidió hablar con Olmos para crear la
versión para la televisión; ambos ya habían trabajado antes en producciones. Carlos Téllez
también escribía algunas escenas con Olmos, y según entrevistas con el elenco, tenían un
humor ácido y negro a tal grado de reírse de cómo escribían las escenas de muerte y drama. 3
Pedro Plascencia Salinas, quien también había trabajado en producciones de Téllez, fue el
encargado de componer e interpretar la música de Cuna de Lobos. Este trío de personas
(Olmos, Téllez y Plascencia) trabajaron juntos antes y después de la telenovela, y, como es
costumbre de los tres, la historia y música fueron compuestos mucho antes de grabar la
producción en proyecto, en este caso la novela.
La encargada del vestuario fue Cecilia García Molinero, quien también era amiga de Téllez. Ella
fue la encargada de hacer todos los vestuarios, incluyendo los parches multicolores de Catalina
Creel. Según una entrevista con Cecilia, Téllez, Olmos y ella misma se dedicaban a elegir un
color especial para las escenas importantes de Catalina dependiendo de la situación. 4
Fue una telenovela de trascendencia mundial que traspasó la ficción para convertirse en tema
del día a día. No tuvo horario estelar porque no se pretendía mucho con la producción, pero el
resultado rebasó expectativas en México y en toda América.
El tema principal de esta telenovela se centra en las cosas impresionantes y a veces terribles
que se pueden hacer por un hijo, empezando por los asesinatos cometidos por Catalina Creel
en favor de su hijo Alejandro; pasando por el crimen de Vilma y Alejandro por obtener un hijo
y al mismo tiempo una herencia y terminando por el matrimonio que Leonora utiliza para
recuperar a su hijo. Todo esto sigue el principio y el lema de la familia Larios-Creel: "La casta es
lo primero". Antes que el amor, los valores morales y la opinión de la gente, va la casta; pero,
de alguna forma, la casta siempre va ligada de estas tres cosas.
Entendiendo esto, es fácil entender un poco más la psicología de Catalina. De igual forma, es
más fácil entender la historia, la trama y las grandes líneas escritas para esta telenovela. Otra
idea principal es el antagonismo de Catalina, el cual ha sido confundido con protagonismo por
el gran impacto que provoca. Esto se puede desmentir pues los sucesos giran alrededor de
Leonora, aunque Catalina sea la que "provoca" esos sucesos.
Argumento[editar]
Los esposos Catalina Creel (María Rubio) y Carlos Larios (Raúl Meraz) eran dueños del
gigantesco consorcio farmacéutico llamado Lar-Creel. Catalina le había hecho creer a todo el
mundo que José Carlos (Gonzalo Vega), su hijo mayor (pero quien realmente es su hijastro), le
había arrancado el ojo derecho con un trompo jugando cuando era niño, pero es mentira. Esto
lo hizo para que Carlos tomara preferencia por Alejandro (Alejandro Camacho), único hijo de
su matrimonio con Catalina Creel; asimismo, logró destruir la autoestima de José Carlos.
Para resguardar su secreto, Catalina siempre lleva un parche cubriendo su ojo derecho
haciendo creer a todos que le pusieron un ojo de vidrio inmóvil tapado con una gasa y encima
el parche, el cual combina con su color de ropa. Pero un día, Carlos descubrió a Catalina sin el
parche y decide cambiar su testamento y divorciarse, pero muere envenenado por su esposa.
Reynaldo Gutiérrez (Carlos Cámara), un importante funcionario de Lar-Creel, descubre que
Catalina asesinó a su jefe, pero ella lo amenaza con culparlo del crimen y él se ve obligado a
guardar silencio y por ello es ascendido a vicepresidente de Lar-Creel. El testamento especifica
que las empresas de la familia sólo pasarían a sus hijos, Alejandro y José Carlos, si éstos a su
vez engendraban hijos. De esta forma, se buscaba la perpetuidad de la casta.
Al acercarse la fecha del parto, Leonora es trasladada a una clínica de maternidad falsa de
propiedad del Dr. Syndel y de Rosalía en San Miguel de Allende. Doña Esperanza, por su parte,
es abandonada en un asilo para ancianos, sin poder decir la verdad debido a su estado.
También Vilma, quien sigue fingiendo su embarazo, es internada en la misma clínica que
Leonora, para así fingir su parto. Contra todo lo planeado, ambas mujeres se encuentran y
Vilma se da cuenta de que Leonora es una mujer enamorada que vive engañada.
Casi al mismo tiempo, Mario Escudero (Jorge Fegan), el joyero de la familia, descubre a
Catalina en Nueva York sin su típico parche y con un ojo completamente sano. Previamente
Escudero había hecho por encargo del fallecido Carlos Larios una joya en forma de prendedor
con un ojo de vidrio barato en el centro para Catalina, como indirecta por su engaño. El
hombre trata de revelar la verdad a José Carlos y a Alejandro siendo chantajeado por Catalina
quien jura tomar represalias. Escudero cita por teléfono en un estacionamiento a José Carlos
para revelarle toda la verdad, de modo que pueda despojarse de su culpa. Pero dicha llamada
es interceptada por Catalina, quien acude antes que José Carlos a la cita, matando a sangre fría
a Escudero. José Carlos es acusado de dicho crimen y arrestado, tomándole casi un año en
solucionar sus problemas con la justicia.
Catalina ofrece dinero al Dr. Terán por su silencio, y le revela el lugar donde puede encontrar a
Doña Esperanza. Así, el Dr. Terán puede encargarse de que la anciana reciba un tratamiento
adecuado. También se ve obligado a internar a Leonora en una clínica psiquiátrica, ya que por
todo lo ocurrido sufre un colapso nervioso.
Por otra parte, Bertha (Rosa María Bianchi), la secretaria personal de Catalina, quien sabe que
su jefa es la asesina de Escudero y de Gutiérrez (a quien trata de advertir vanamente de las
intenciones de Catalina), descubre en la mansión Larios a Catalina con el disfraz con el que ha
cometido los asesinatos. Como consecuencia, Catalina le revela a Bertha toda la verdad,
incluyendo el secreto de su ojo. Bertha, quien desde ese momento recibe diversos favores de
Catalina, jura guardar silencio, principalmente por temor de la mujer a quien ahora identifica
como una psicópata.
Poco a poco, Leonora descubre que ama a José Carlos y que es una persona noble, totalmente
ajena a las maldades que ocurren a su alrededor. Leonora, una vez instalada en la casa de los
Larios, convence a José Carlos de tomar parte activa en los negocios de la familia, y empieza a
investigar en todo lo posible a Catalina y Alejandro. Vilma siente aversión por Leonora, pues
ésta aprovecha cada momento posible para estar en compañía de quien realmente es su hijo.
Poco después, Leonora entra en contacto con Bertha cuando sospecha que ésta guarda
algunos secretos incómodos. Así, Bertha descubre que Catalina ha recluido a la abuela de
Bertha en la clínica del Dr. Syndel y Rosalía (ahora marido y mujer), que ahora funciona como
una clínica para ancianos. De esta forma, Catalina busca extorsionar a Bertha (quien espantada
por los asesinatos trata de renunciar sin éxito) y obligarla a guardar silencio.
Una vez enterada del lugar donde está su abuela, Bertha decide viajar a la clínica del Dr. Syndel
y llevarla a un lugar seguro. Pero Syndel se siente atraído por Bertha, ante los celos de Rosalía.
Por órdenes de Catalina, Rosalía provoca un incendio en la clínica a fin de matar a Bertha, más
aún tras observar que su esposo la había ultrajado. En el incendio mueren un número
indeterminado de personas, incluyendo la abuela de Bertha y el propio Dr. Syndel.
No pasa mucho tiempo hasta que Leonora empieza a seguir la pista de las muertes de
Escudero y Gutiérrez. La joven encuentra a Bertha, quien logró escapar del incendio muy
malherida, y esta le revela todo lo que sabe sobre Catalina, ante el espanto de Leonora y Doña
Esperanza. Por su parte, Catalina empieza a manipular a sus hijos para que Leonora quede en
situaciones incómodas y demostrarle que la guerra continúa.
Leonora, ahora conocedora del secreto de Catalina, convence a Elvia (Josefina Echánove)(ama
de llaves de la mansión Larios) para que le facilite la entrada a la habitación de Catalina para
buscar el prendedor con el ojo de vidrio. La joven es atacada por Catalina, quien intenta
asesinarla, por lo que Leonora le advierte que si le pasa algo Bertha aparecerá.
Rosalía es llevada a vivir por Catalina a la mansión Larios, pero la policía descubre pronto que
fue la enfermera la que provocó el incendio de la clínica, por lo que Catalina maquina la huida
de Rosalía vistiéndola con el disfraz de asesina y entregándole un arma. Rosalía termina siendo
abatida en la Estación de Buenavista por la policía al oponer resistencia para ser capturada.
Catalina, al ser interrogada por el Comandante Luna (Wally Barrón), asegura que fue Rosalía
quien asesinó a Escudero y Gutiérrez.
Ante esto, los agentes de la policía empiezan a sospechar de Catalina Creel como responsable
de los asesinatos, pero les faltan pruebas contundentes para poder llevarla ante la justicia. A
medida que los agentes se acercan a la verdad, Catalina tiene que recurrir a numerosas
artimañas para ocultar pistas que pudieran demostrar su culpabilidad. Para tener cómplices,
aunque ella lo justifica como "tener aliados", Catalina les dice la verdad a Alejandro y a Vilma,
quienes quedan horrorizados ante la verdad detrás del parche.
En una ocasión, Catalina celebra su cumpleaños y decide hacer una fiesta de disfraces, a la que
llega Leonora disfrazada con las prendas que utilizaba Catalina para sus asesinatos. Esto desata
la ira de Catalina, quien ordena a Alejandro la lleve a su habitación. Leonora le confiesa a
Alejandro, en ese momento, que Catalina también asesinó a Carlos Larios. Cuando Alejandro le
cuestiona esto a Catalina, ella lo confirma, por lo que Alejandro se empieza a alejar de su
madre e incluso manda al pequeño Edgar con sus suegros.
Poco después, Catalina descubre el paradero de Bertha, así que decide asesinarla. Sin embargo
Bertha llevada por el pánico de sus recuerdos y el miedo a "los lobos", y decide escapar.
Leonora se ve forzada a contarle la verdad a José Carlos, pues los lobos se han llevado al
pequeño Edgar a Estados Unidos. El amor de ambos llega un punto máximo de tensión cuando
la verdad se descubre, y José Carlos termina golpeando a Alejandro. La sed de verdad de José
Carlos, a quien todos siempre le mandan indirectas, se ve saciada con los falsos testimonios de
Vilma, Alejandro y Catalina quienes afirman que Leonora les había vendido el bebé. Sin
embargo, José Carlos consulta a Leonora al no creer esas mentiras de su esposa. Leonora,
ofendida con José Carlos por dudar de ella, decide irse de la casa Larios con una venganza que
estaba dispuesta a terminar. Poco después, Leonora descubre que está esperando un hijo de
José Carlos. Vilma, quien también ha tenido algunos malestares, también descubre que está
embarazada. Leonora informa a los padres de Vilma de lo que le hizo Alejandro y ellos tras
confirmar la verdad le exigen a su hija que devuelva la criatura.