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SEMANA 18

Área de Arte y Cultura

Día 2: La burbuja personal

PROPÓSITO: Explorar dimensiones de tu espacio personal a través del movimiento e improvisa para
crear una danza sobre la base de consignas espaciales, a fin de comunicar ideas, sentimientos y
emociones relacionadas con tu vida.

Recuerda papitos tener en cuenta el trabajo que enviará tu hijo.

• Explora movimientos para reconocer el espacio circundante al cuerpo, con y sin desplazamiento, y la
amplitud del gesto.

• Improvisa desde la danza, a partir de una estructura, para comprender cómo pueden comunicar una
idea desde la noción de espacio y acción.

• Explica el proceso que desarrollan para improvisar y hacer un registro creativo.

La danza es un arte del movimiento, una expresión del cuerpo en el espacio. Así como el pintor tiene un lienzo
para pintar, el bailarín tiene “el espacio” como el lugar donde expresa su arte. Cuando bailamos en grupo, nos
movemos en un espacio general que compartimos con los demás, al mismo tiempo que cada uno mantiene su
propio espacio. El espacio personal es el que siempre está alrededor de nosotras/ os, donde sea que nos
movamos, incluso al estar quietas/os. Así como tu cuerpo es “tuyo”, ese espacio que te rodea también lo es, y
desde la danza podemos aprender a reconocerlo y cuidarlo.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

• ¿Recuerdas situaciones en las que estuviste junto a muchas personas compartiendo un espacio
pequeño?, ¿y un espacio grande?; ¿qué sentimientos o emociones puedes reconocer en estos
recuerdos?

Propón ideas e inspírate:

Observa la imagen y responde las preguntas:

• ¿Qué ves en la imagen?

• ¿Qué sentimientos te hace evocar?

• ¿Cómo crees que se sentirá esa persona?

• ¿Qué palabras te vienen a la mente?

• Escribe 5 palabras que asocies a esta imagen: pueden ser sensaciones, ideas, recuerdos, acciones, entre otras.
El espacio general y el espacio personal

El espacio general es aquel que compartimos con otros, en el que se dan los encuentros y la posibilidad de
interacción con los demás. Cuando en una danza participan muchas personas, se comparte un espacio; pero
dentro de él, cada uno puede reconocer su propio espacio. Ese es el espacio personal, el del propio cuerpo. Se
puede representar como una gran esfera que te rodea. El tamaño y la forma de este espacio varía de persona
a persona y está relacionado con nuestra forma de percibir.

Planifica:
Delimita el espacio en el que vas a trabajar:
• Con una cinta adhesiva u otro objeto pequeño, haz una marca en el piso.
• Ubícate de pie sobre la marca y estira tus extremidades lo más que puedas en todas las direcciones. Trata de
tocar puntos imaginarios: hacia arriba, hacia abajo, hacia adelante, hacia atrás y hacia los costados. Presta
atención a esas dimensiones y a la sensación de amplitud de estos movimientos que van “hacia afuera de ti”.

• Sal de la marca y, con la cinta adhesiva (u otro objeto pequeño, como piedritas), define en el suelo un
espacio a tu medida, en el que puedas ubicarte cómodamente con los brazos extendidos.

• Siéntate un momento en el centro de este espacio y cierra los ojos. Imagina que hay una burbuja a tu
alrededor y que es de tu color favorito. ¿De qué color la imaginas?

Crea tu espacio para bailar, a partir de la burbuja que imaginaste. Para ello, sigue estas pautas:

• Elige objetos pequeños que tengas a tu disposición, tales como piedritas, muñequitos, lápices de colores,
palitos, entre otros.

• Dibuja en el piso una forma geométrica en la que entre tu cuerpo extendido y, en ella, organiza los
objetos. Para comprobar si el tamaño es suficiente, échate sobre ella.

• Realiza los ajustes necesarios a la figura dibujada para que te sientas cómoda/o al tener tu cuerpo
extendido. Considera a este espacio como tu “territorio”. Conecta con tu creatividad para diseñarla en el piso,
como si fuera “la frontera de un país o de un mundo”. Si deseas, incluye más objetos que sean significativos para
ti. Esa forma en el piso representará, en la actividad de hoy, tu espacio personal. ¿Qué forma tiene?

Prepara tu cuerpo:

Ubícate fuera del espacio delimitado y enfoca tu atención con estos ejercicios:

• Camina y percibe la sensación de tus pies. Imagina que son blandos y flexibles. Camina tratando de no
hacer ruido.

• Desplázate alrededor de tu espacio: primero, hacia un lado y, luego, hacia el otro. Acelera la marcha,
poco a poco; prueba ir más rápido hasta correr. Cambia de dirección.

• Movilízate saltando. Prueba con dos tipos de saltos: acércate saltando hacia el centro del espacio y,
luego, aléjate de la misma manera.
Explora:

• Pon la música de tu preferencia y ubícate en el centro de tu espacio.


Prueba moverte sin despegar los pies del piso.

• Prueba hacer diferentes posturas que te hagan sentir cómoda o cómodo.


Puedes echarte, pararte, sentarte, recostarte, arrodillarte, entre otras. Mantén
cada postura durante 20 segundos. Antes de cambiar de postura, recuerda la
burbuja de color que te rodea y toma una foto imaginaria de ella.

• Elige una postura o posición y empieza a moverte. Mueve los brazos y el


torso

imaginando que tienes pinceles en ambas manos y te mueves al ritmo de la


música, con la idea de pintar todo el espacio de tu alrededor con el color que
elegiste. Pinta a nivel alto, medio y bajo.

• Explora con los pies y las piernas:

- Imagina que las plantas de tus pies tienen pintura y, con ellas, puedes pintar todo el piso de manera
uniforme.

También, usa tus piernas y levántalas para “pintar” a los lados de tu espacio.

• Explora en sentido opuesto:

- Si todos estos movimientos fueron para pintar y marcar los límites de tu espacio hacia afuera, ¿qué
movimientos serían los contrarios para marcar tu espacio hacia adentro?

- Combina los dos tipos de movimiento. El reto es realizarlos sin perder la imagen de tu burbuja. Primero,
explora movimientos grandes, hacia afuera, hacia todas las direcciones; después, movimientos pequeños, hacia
adentro, hacia ti como si te pleglaras.

• Sal de tu espacio y sigue haciendo los movimientos. Observa si puedes desplazarte por el espacio
general manteniendo la imagen de la burbuja de color. Presta atención y toma distancia de los objetos y las
personas en casa. En este desplazamiento, estarás atenta/o para que tu burbuja no “choque con nada ni nadie”.

Recoge información sobre tu exploración:

• ¿En qué posturas o tipos de movimiento te has sentido más cómoda/o? ¿Qué has sentido en los
movimientos hacia afuera y en los movimientos hacia adentro?

• ¿Reconociste emociones y sensaciones durante este trabajo?

• ¿Qué sentiste al salir de tu espacio delimitado?, ¿pudiste llevar tu burbuja contigo?

La improvisación en la danza

La improvisación en la danza es una forma de creación. Al improvisar sola o solo, exploras en el espacio a
partir de alguna estructura o meta que te propongas. Al improvisar entre dos o más personas, acuerdan
una estructura y se organizan para bailar. Es similar a las reglas de un juego: definen el uso del espacio,
el tiempo, la energía y las relaciones entre las personas, los objetos y la música.

Improvisa:

Combina en un baile todo lo que has explorado hoy. Empieza con una improvisación individual. Con este fin,
toma en cuenta lo siguiente:

• Música:

Elige una música que te guste.

• Duración:

La improvisación debe durar lo mismo que la música elegida.

• Punto de partida:
Lee las 5 palabras que asociaste a la imagen de inicio de la sesión. Al lado de ellas, escribe otras que asocies a
tu espacio personal que has explorado y a la imagen de tu burbuja de color. Te servirán para orientar el sentido
de tus movimientos.

• Lugar de la improvisación:

El lugar es el espacio de la figura geométrica que diseñaste en el piso, el espacio alrededor y fuera de él (puede
ser toda tu casa).

• Estructura:

Alterna momentos de danza dentro del espacio delimitado y fuera de él.

• Baila en el sitio:

Baila dentro de tu espacio personal. Define algunos movimientos a partir de acciones cotidianas o hobbies para
“traducirlas en danza”. Por ejemplo, si te gusta pintar, podrás bailar haciendo “pinceladas” en el aire, hacer el
gesto de lanzar una pelota o trabajar una acción tranquila, recostada o recostado para hacer pequeños
movimientos.

• Baila desplazándote:

Cada cierto tiempo, sal del espacio y baila desplazándote por todos lados, ocupando el espacio general. Este
momento es libre y te permitirá correr, saltar y deslizarte como quieras al ritmo de la música.

• Inicio y fin:

Define una posición y un lugar en el espacio tanto para empezar como para terminar.

• Musica y tiempo:

¡La música es libre! La improvisación debe durar todo el tiempo que dure la música que has elegido.

El reto de la “impro” es tener el foco de atención en el espacio y tratar de imaginar que cuando bailas y te
desplazas, dejas el color de tu burbuja como un trazo en el espacio.

Comparte tu danza y regístrala:

Invita a un familiar para que vea lo que has creado y sea una espectadora o un espectador de tu improvisación.

Una vez que termines de bailar, explícale todo lo que hiciste hoy y en qué consiste una improvisación de danza,
a partir de estas preguntas:

• ¿Has notado como espectadora o espectador que mi danza contaba algo?

• ¿Puedes relacionar mi improvisación con alguna emoción o sensación que conoces?

• ¿Percibiste diferencias en los espacios?

Elabora un registro de tu experiencia durante la improvisación. Combina la escritura de ideas con palabras sueltas
y dibujos que expresen tu sentir al terminarla.

Guarda tu registro en tu portafolio.

Evalúa tu trabajo y reflexiona:

• A partir de esta experiencia, ¿cómo describirías tu espacio personal desde la danza?

• ¿Qué emociones, ideas o recuerdos puedes relacionar con el espacio general y el espacio personal que has
explorado hoy? ¿Lograste expresarlos en tu danza?

• ¿Cuáles han sido las reglas de juego para participar en esta improvisación? ¿Cómo las adaptarías para invitar
a otras/os a compartir contigo esta experiencia?

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