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INDICE

INTRODUCCION.......................................................................................................................................1
II.- MARCO TEORICO................................................................................................................................2
La emoción tiene tres funciones principales:......................................................................................3
a) Funciones adaptativas:................................................................................................................4
b) Funciones sociales :.....................................................................................................................4
c) Funciones motivacionales:..........................................................................................................5
Clasificación de las Emociones:...........................................................................................................6
Emociones Positivas:...........................................................................................................................6
Emociones Negativas:.........................................................................................................................6
Emociones Neutras:............................................................................................................................6
Emociones y Salud emocional:............................................................................................................7
La Educación emocional :....................................................................................................................9
La Salud Emocional Positiva:.............................................................................................................10
Inteligencia Emocional:.....................................................................................................................12
III MPORTANCIA....................................................................................................................................13
IV CONCLUCIONES.................................................................................................................................14
V REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS..........................................................................................................16

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INTRODUCCION

El presente trabajo evidencia la realidad de la salud emocional que acontece nuestro


medio social más cercano. Me entusiasma el hecho de que mi trabajo se ha tomado
en cuenta para el desarrollo práctico de una posible vía para el camino de la
felicidad, la paz y el amor que es la verdadera cura a la humanidad entera.

Así mi trabajo plasmado en una monografía, está dividido en un marco teórico que
evidencia la funcionalidad e importancia de las emociones positivas en el Ser
humano, así como las negativas que tanto daño hacen.

Y es que Tal vez las personas reconocen una paradoja fundamental: La ciencia nos
ha ayudado a tener un control increíble sobre nuestro mundo exterior, pero hemos
avanzado poco en tener el control de nuestros mundos internos, emocionales. Por
ejemplo, podemos viajar por todo el mundo en menos de un día, pero no parece que
se haga mucho más en el progreso en la reducción de la violencia, el racismo, el
asesinato y el suicidio. Si miramos con honestidad en la condición humana, debemos
admitir que la falta de salud emocional y sobre todo de inteligencia emocional (IE)
está en todas partes. La gente puede estar mirando a la IE, tal vez con la esperanza
de que les ayudará a obtener el control de su vida.

"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si
corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado
en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos".

Agustín de Hipona.

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II.- MARCO TEORICO

Liébana (2011, p 77) cita a Sosa (2008). Quien expresa que la emoción ha sido un
continuo tema reflexivo para el hombre a lo largo de la historia. Diferentes filósofos
han intentado ahondar en el tema de las emociones. Aristóteles, Juan Luis Vives,
Descartes, Hume y Kant entre otros, reconocen distintas emociones y hablan de los
estados afectivos que las caracterizan. Biólogos como Darwin han profundizado en el
estudio de las emociones y resaltan el papel adaptativo de las mismas. También
James, formado en el campo de la fisiología, desarrolla la teoría de las emociones
donde concede una gran importancia a las respuestas fisiológicas del organismo, o
Walter Cannon, que profundiza en la teoría psico-fisiológica de James, llegó a
formular su propio modelo, en el que estudia los circuitos neuronales que se activan
durante el proceso emocional. En 1968 Lang propuso la existencia de tres sistemas
de respuesta emocional, cognitivo, fisiológico y motor. Este modelo es hoy
comúnmente aceptado y se conoce como la teoría de los tres sistemas de respuesta
emocional. En los años 60 y 70 otras teorías han dado explicaciones en base a una
serie de procesos cognitivos, teorías cognitivistas, o como consecuencias de un
feed-back de la expresión facial, teorías del feed back facial.

Piqueras, Ramos, Martínez y Oblitas (2009). Refieren que las emociones son
reacciones psicofisiológicas de las personas ante situaciones relevantes desde un
punto de vista adaptativo, tales como aquellas que implican peligro, amenaza, daño,
pérdida, éxito, novedad, etc. Estas reacciones son de carácter universal, bastante
independientes de la cultura, producen cambios en la experiencia afectiva (dimensión
cognitivo-subjetiva), en la activación fisiológica (dimensión fisiológica-adaptativa) y en
la conducta expresiva (dimensión conductual-expresiva).

Piqueras et al. ( 2009,p.85-112) citan a Vindel y Tobal ( 2001) quien concluye que
desde un punto de vista psicológico, emociones tales como la alegría, el miedo, la
ansiedad o la ira son emociones básicas que se dan en todos los individuos de las
más diversas culturas, poseen un sustrato biológico considerable, son esencialmente

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agradables o desagradables, nos activan y forman parte de la comunicación con los
demás y a su vez, pueden actuar como poderosos motivos de la conducta.

En tal sentido desde un punto de vista de relación Rodríguez (2013). Expresa


claramente que Emoción, afecto, sentimiento, estado de ánimo, incluso pasión
desde la ontología relacional (externalista, anticartesiana) se puede afirmar que la
emoción   y sus conceptos asociados ‐ nunca es un fenómeno puramente individual
sino una comunicación entre dos o más personas y el lugar en el que hay que
analizarla, por tanto es en el contexto de la conducta comunicativa y su significado.   
El núcleo del razonamiento al que me adhiero advierte que si partimos de una
concepción de las emociones como fenómenos del individuo, con una vertiente
privada, eso siempre nos va a llevar al error. Cuando se piensa que las emociones
se localizan en la persona – su cuerpo o su mente – se llega a la conclusión de que
la forma de analizarlas es fisiológica o cognitiva. Y al considerarlas como algo
privado se considera que su expresión deriva de una sensación interna. Pero,
aunque el proceso de las emociones supone procesamiento cognitivo y respuestas
fisiológicas, el factor organizador procede de consideraciones sociales.

Por lo mismo, se dice también que las emociones tienen su propia funcionalidad.

Chóliz (2005) cita a Reeve (1994) quien evidencia que todas las emociones tienen
alguna función que les confiere utilidad y permite que el sujeto ejecute con eficacia
las reacciones conductuales apropiadas y ello con independencia de la cualidad
hedónica que generen. Incluso las emociones más desagradables tienen funciones
importantes en la adaptación social y el ajuste personal.

La emoción tiene tres funciones principales:

a. Funciones adaptativas.

b. Funciones sociales.

c. Funciones motivacionales.

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Chóliz (2005) cita a Plutchik (1980) para referirse a las funciones adaptativas.

a) Funciones adaptativas: Quizá una de las funciones más importantes de la


emoción sea la de preparar al organismo para que ejecute eficazmente la
conducta exigida por las condiciones ambientales, movilizando la energía
necesaria para ello, así como dirigiendo la conducta (acercando o alejando)
hacia un objetivo determinado. destaca ocho funciones principales de las
emociones y aboga por establecer un lenguaje funcional que identifique cada
una de dichas reacciones con la función adaptativa que le corresponde. De
esta manera será más fácil operativizar este proceso y poder aplicar
convenientemente el método experimental para la investigación en la
emoción. La correspondencia entre la emoción y su función se refleja en el
siguiente cuadro:

Chóliz (2005) cita a Plutchik (1980)

Tabla 1: Funciones de las emociones (tomado de Plutchik, 1980)

LENGUAJE
LENGUAJE FUNCIONAL
SUBJETIVO
Miedo Protección
Ira Destrucción
Alegría Reproducción
tristeza Reintegración
Confianza Afiliación
Asco Rechazo
Anticipación Exploración
Sorpresa Exploración

Chóliz (2005) cita a Izard (1989) para referirse a las:

b) Funciones sociales : Puesto que una de las funciones principales de las


emociones es facilitar la aparición de las conductas apropiadas, la expresión

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de las emociones permite a los demás predecir el comportamiento asociado
con las mismas, lo cual tiene un indudable valor en los procesos de relación
interpersonal. Izard (1989) destaca varias funciones sociales de las
emociones, como son las de facilitar la interacción social, controlar la conducta
de los demás, permitir la comunicación de los estados afectivos, o promover la
conducta prosocial. Emociones como la felicidad favorecen los vínculos
sociales y relaciones interpersonales, mientras que la ira pueden generar
repuestas de evitación o de confrontación. De cualquier manera, la expresión
de las emociones puede considerarse como una serie de estímulos
discriminativos que facilitan la realización de las conductas apropiadas por
parte de los demás.

Chóliz (2005) cita a Pennebaker (1993) para referirse que la propia represión de las
emociones también tiene una evidente función social. En un principio se trata de un
proceso claramente adaptativo, por cuanto que es socialmente necesaria la inhibición
de ciertas reacciones emocionales que podrían alterar las relaciones sociales y
afectar incluso a la propia estructura y funcionamiento de grupos y cualquier otro
sistema de organización social. No obstante, en algunos casos, la expresión de las
emociones puede inducir el los demás altruismo y conducta prosocial, mientras que
la inhibición de otras puede producir malos entendidos y reacciones indeseables que
no se hubieran producido en el caso de que los demás hubieran conocido el estado
emocional en el que se encontraba.

Chóliz (2005) cita a Reeve (1994) para hablar de las:

c) Funciones motivacionales: La relación entre emoción y motivación es íntima,


ya que se trata de una experiencia presente en cualquier tipo de actividad que
posee las dos principales características de la conducta motivada, dirección e
intensidad. La emoción energiza la conducta motivada. Una conducta
"cargada" emocionalmente se realiza de forma más vigorosa. Como hemos
comentado, la emoción tiene la función adaptativa de facilitar la ejecución
eficaz de la conducta necesaria en cada exigencia. Así, la cólera facilita las
reacciones defensivas, la alegría la atracción interpersonal, la sorpresa la

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atención ante estímulos novedosos, etc. Por otro, dirige la conducta, en el
sentido que facilita el acercamiento o la evitación del objetivo de la conducta
motivada en función de las características alguedónicas de la emoción

La función motivacional de la emoción sería congruente con lo que hemos


comentado anteriormente, de la existencia de las dos dimensiones principales de la
emoción: dimensión de agrado-desagrado e intensidad de la reacción afectiva. La
relación entre motivación y emoción no se limitan al hecho de que en toda conducta
motivada se producen reacciones emocionales, sino que una emoción puede
determinar la aparición de la propia conducta motivada, dirigirla hacia determinado
objetivo y hacer que se ejecute con intensidad. Podemos decir que toda conducta
motivada produce una reacción emocional y a su vez la emoción facilita la aparición
de unas conductas motivadas y no otras.

Para entender la amplia gama de emociones que afecta al ser humano muchos
autores han realizado una clasificación, así:

Liébana, C. (2011) citando a Fernández y Abascal (2001) Expresan que existen


múltiples criterios en función de los cuáles se puede realizar una clasificación de las
emociones, así se describirán las emociones positivas, negativas, neutras.

Clasificación de las Emociones:

Emociones Positivas: Son aquellas que implican sentimientos agradables, valoración


de la situación como beneficiosa, tienen una duración temporal muy corta y movilizan
escasos recursos para su afrontamiento. Las más relevantes son: felicidad, amor,
cariño y humor

Emociones Negativas: Son aquellas que implican sentimientos desagradables,


valoración de la situación como dañina y movilización de diversos recursos para su
afrontamiento. De ellas las más importantes son: miedo, ansiedad, ira, hostilidad,
tristeza y asco.

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Emociones Neutras: No son agradables ni desagradables, es decir, ni positivas ni
negativas, pero comparten características de ambas, se asemejan a las positivas en
su brevedad temporal y a las negativas en la cantidad de recursos que movilizan.
Tienen la finalidad de facilitar la aparición de posteriores estados emocionales. La
emoción neutra por excelencia es la sorpresa. El estudio del proceso emocional ha
seguido dos direcciones distintas a la hora de investigar cómo se organizan las
emociones, estos enfoques corresponden con el estudio dimensional y el estudio de
las emociones discretas o específicas.

Siguiendo esta dirección, y teniendo en claro la evolución del concepto emoción así
como el amplio espectro que involucra, pasaremos a buscar la relación que existe
entre la emoción y el bienestar, así:

Santiago (n.d) cita a Martínez y Fernández. (1994) que expresa que la relación
existente entre emociones humanas y salud ha sido investigada desde diversas
disciplinas, como psicología, medicina o biología a lo largo de la historia.

Emociones y Salud emocional:

La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés. (n.d.) da testimonio


que tener salud depende de la interacción de varios factores: Biológicos: genética,
alteraciones del organismo, etc. Psicológicos: emociones, pensamientos, conductas,
estilo de vida, etc. Sociales: apoyo social, relaciones familiares, amistades, etc.

Tanto las emociones positivas (alegría, amor, etc.) como las negativas (miedo,
ansiedad, ira, etc.) son necesarias ya que nos ayudan a adaptarnos a las situaciones
importantes. Sin embargo, cuando las emociones negativas son excesivamente
intensas o duraderas pueden perjudicar nuestra salud, pues al activarnos en exceso,
nos hacen más vulnerables a contraer enfermedades. En cambio, las positivas
favorecen nuestra salud.

Ante grandes problemas (económicos, divorcio, etc.) o estresores cotidianos


(sobrecarga familiar, discusiones, exámenes, etc.) podemos sentir agobio, ansiedad
y tristeza. Nuestro cuerpo reacciona y se produce la “respuesta de estrés” que a la

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larga puede causar alteraciones en nuestro cuerpo (herpes, problemas intestinales,
cefaleas, resfriados, etc.) y malos hábitos (fumar, beber, dejar de hacer ejercicio,
etc.), que también perjudican nuestra salud. No obstante, las investigaciones revelan
que no son los acontecimientos estresantes en sí los que nos producen problemas,
sino la valoración y el afrontamiento que hacemos de ellos. No todas las personas se
toman igual lo que les sucede.

Fernández y Edo (1994). Refieren al respecto que las emociones no influyen en la


salud a través de un único mecanismo, sino que pueden ejercer esta influencia de
varias maneras distintas que, además, Emociones y salud inciden en diferentes
momentos del proceso de enfermar. Vamos a exponer, ahora, algunas de estas vías
de influencia que han pasado de ser meras suposiciones a hechos comprobados,
dando preferencia a las investigaciones realizadas en nuestro medio cultural más
inmediato.

Fernández y Edo (1994) citan a Selyé (1956) quien dice que posiblemente, la vía de
acción de las emociones sobre la salud más conocida es el Síndrome General de
Adaptación, descubierto por Selye, normalmente conocido como estrés. A partir de
los trabajos pioneros de Selyé, se han ido descubriendo los mecanismos
neuroendocrinos que se ponen en funcionamiento ante diversos tipos de agresiones
y amenazas para el individuo, tanto físicas como psicológicas. El desarrollo de este
síndrome, cuando se convierte en crónico, representa un aumento de la
vulnerabilidad, entendida de una manera inespecífica, ante las enfermedades.

Fernández y Edo (1994) citan Bayés, Borras, Casas, Roldan y Cuchillo (1988)
quienes evidencian que La aparición, a principios de la pasada década, de la
psiconeuroinmunología ha aportado nuevos datos que confirman que las situaciones
ambientales y sociales capaces de inducir estrés tienen un impacto apreciable en la
competencia del sistema inmune de las personas que experimenten estados
emocionales crónicos de carácter negativo.

Moreno, Gálvez, Rodríguez, Garroza (2009). Dicen que un manejo inadecuado de las
emociones de la vida en general, y en el ámbito laboral en particular, supone un

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riesgo para la salud física y mental de la persona. En general, parece que un
excesivo control de las emociones negativas está asociado a sintomatología física,
de forma especial, a patologías cardiovasculares.

En tal camino de aventura es importante desarrollar en las personas y así mismo una
adecuada educación emocional para favorecer una salud óptima.

La Educación emocional :

Bosque, Espelt, Juárez, Ramos, Bartroli (2015) refieren que la educación emocional
se entiende como “un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende
potenciar el desarrollo emocional como complemento del desarrollo cognitivo. Para
ello se propone el desarrollo de conocimientos y habilidades sobre las emociones
con el objetivo de capacitar al individuo para afrontar mejor los retos que se plantean
en la vida cotidiana con el fin de aumentar su bienestar personal y social”

Las competencias emocionales que se pueden fomentar mediante la educación


emocional se pueden dividir en cinco bloques temáticos, que están interrelacionados
y se trabajan de forma conjunta:

1) Conciencia emocional, que es la capacidad para tomar conciencia de las propias


emociones y las de los demás.

2) Regulación emocional, que es la capacidad para manejar las emociones


desagradables de forma apropiada y potenciar las agradables.

3) Autonomía emocional (autogestión), relacionada con la autoestima y la capacidad


de automotivarse y mantener una actitud positiva ante la vida.

4) Competencia social, relacionada con la capacidad para mantener relaciones sanas


y positivas con otras personas.

5) Habilidades de vida y bienestar, relacionadas con la capacidad para adoptar


comportamientos apropiados y responsables de solución de problemas personales,
familiares, profesionales y sociales, de cara a potenciar el bienestar personal y

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social, así como con la capacidad de gozar conscientemente y de generar
experiencias positivas en los distintos ámbitos de la propia vida

Las personas que son emocionalmente sanas tienen el control de sus pensamientos,
sentimientos y comportamientos. Incluso las personas que tienen una buena salud
emocional en ocasiones pueden tener problemas emocionales o alguna enfermedad
mental. Las enfermedades mentales a menudo tienen una causa física, como un
desequilibrio químico en el cerebro. El estrés y los problemas familiares, escolares o
laborales a veces pueden provocar la aparición de enfermedades mentales o incluso
empeorarlas. Sin embargo, las personas sanas desde el aspecto emocional han
aprendido a sobrellevar el estrés y los problemas. Saben cuándo deben visitar a su
médico o un terapeuta para obtener ayuda.

La Salud Emocional Positiva:

Páez (2015). Expresa que la Salud emocional positiva se basa en lo siguiente

Entendida como un conjunto de criterios asociados en gran medida a la dimensión


crecimiento.

a) Auto-aceptación o Valoración o Actitud positiva de Sí mismo: Las personas altas


en aceptación del yo tienen una actitud positiva hacia sí mismos, reconocen y
aceptan los múltiples aspectos de su yo, incluyendo las buenas y malas cualidades,
se sienten satisfechas de su pasado. Las personas con baja auto-aceptación se
sienten insatisfechas consigo mismo y con su pasado, preocupadas sobre algunos
de sus atributos y desearían cambiar de forma de ser. Indicador: Escala de Auto-
estima.

b) Capacidad de Trabajo y Control del Medio: Las personas con alto nivel de dominio
del entorno tienen un sentido de control y manejo del medio, controlan formas
complejas de actividad; utilizan las oportunidades que surgen, son capaces de elegir
o crear ambientes que satisfagan sus valores y necesidades. Las personas
deficitarias en este criterio de salud mental tiene dificultades para manejar la vida
cotidiana, se sienten incapaces de cambiar o mejorar los contextos ni de aprovechar

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las oportunidades de cambio, tienen una falta de control sobre el medio externo.
Indicadores: Rendimiento Académico, Laboral y Percepción de Control - Escala de
“Locus de Control” de Rotter-.

c) Capacidad de Establecer Relaciones Íntimas y Sociales: Las personas con alto


nivel de relaciones positivas con otros tienen relaciones cálidas, satisfactorias y de
confianza con otras personas, se preocupan del bienestar, son capaces de sentir
afecto ser empáticas y demostrar intimidad. Las personas deficitarias tienen pocas
relaciones de cercanía y confianza con otras, les es difícil ser abiertos, cálidos y
preocupados por otras, se sienten aislados y frustrados en sus relaciones
interpersonales, no quieren hacer compromisos para mantener lazos importantes con
otros. Indicadores: Escala de Relaciones positivas con otro de Ryff.

d) Propósito o sentido de coherencia en la vida asociada a Visión positiva de Sí, del


Mundo y del Futuro. Las personas con alto sentido de propósito en la vida tienen
metas, objetivos y un sentido de dirección y orientación vital, sienten que hay su
presente y pasado tienen un sentido o significado, comparten creencias ideológicas o
religiosas que le dan un sentido a la vida. A las personas deficitarias en este criterio
de salud mental les falta encontrarle un sentido a la vida, tienen pocas metas y
objetivos, les falta una orientación vital, no ven sentido en su pasado, no tienen
creencias que le den un sentido a la vida. Indicadores: Bienestar y Satisfacción Vital,
ausencia de Depresión y Ansiedad en áreas cognitivas y motivacionales.
Indicadores: Escala de Significado de Seligman y escala sentido de la vida Ryff.

e) Autonomía o desarrollo hacia una mayor independencia. Las personas que


cumplen este criterio de salud mental se auto-determinan y son independientes, son
capaces de resistir a la presión social, regulan su conducta por pautas personales y
se evalúan a sí mismas por criterios internos. Las personas deficitarias se preocupan
mucho por las expectativas y evaluaciones de otras personas, les es difícil ser
abiertos, cálidos y preocupados por otras, se basan en las opiniones de otros para
tomar decisiones importantes, son conformistas.

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f) Crecimiento Personal. Las personas que cumplen este criterio de salud mental
tienen un sentimiento de desarrollo continuo, se perciben en proceso de crecimiento
y expansión, están abiertas a nuevas experiencias, tienen la sensación de estar
realizando su potencial, ven mejoras en su yo y su conducta a lo largo del tiempo,
perciben que personalidad cambia de forma que mejora el conocimiento de sí mismo
y su eficacia. Las personas deficitarias tienen un sentido de estancamiento personal,
les falta un sentido de mejora temporal, se sienten aburridos y desinteresados en la
vida, se sienten incapaces de aprender nuevas actitudes y conductas.

Surth (2011). Dice que por ello, para estar saludable no sólo hace falta tener un
cuerpo sano. Es necesario sentirse conforme y feliz dentro de ese cuerpo, llevar una
vida colmada de actividades que permitan la satisfacción plena de los anhelos y
sueños que atesoramos en lo más íntimo de nuestro ser. Sentirse saludable y
equilibrado además tiene que ver con sentirnos útil, ser de ayuda para otros y
encontrarle sentido a nuestra propia existencia.

Inteligencia Emocional:

Goleman (1998) expresa claramente que las conclusiones de las investigaciones


realizadas independientemente por decenas de expertos en cerca de quinientas
empresas, agencias gubernamentales y organizaciones no lucrativas de todo el
mundo, parecen coincidir en subrayar el papel determinante que juega la inteligencia
emocional en el desempeño óptimo de cualquier tipo de trabajo, conclusiones que
son especialmente convincentes porque evitan los sesgos y limitaciones inherentes
al trabajo con un solo individuo o grupo. Pero, a decir verdad, estas ideas no son
nuevas, porque el tipo de relación que mantienen las personas consigo mismas y con
quienes les rodean constituye un tema central de muchas teorías clásicas de la
gestión empresarial. Lo que resulta novedoso, en nuestro caso, son los datos, unos
datos acumulados durante veinticinco años de estudios empíricos que confirman, con
una precisión desconocida hasta la fecha, la importancia de la inteligencia emocional
para el éxito profesional. También debo decir que, en las décadas posteriores a mi
propia investigación en el campo de la psicobiología, he tratado de mantenerme al

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tanto de los nuevos hallazgos científicos, algo que me ha permitido elaborar un
modelo neurobiológico acerca del funcionamiento de la inteligencia emocional. Y,
aunque muchos hombres de negocios se muestren tradicionalmente escépticos ante
los datos presentados por la psicología "blanda" y desconfíen de las teorías de moda
que acaban esfumándose tan rápidamente como aparecen, la neurociencia nos
permite explicar por qué resulta tan decisiva la inteligencia emocional. Los centros
cerebrales primitivos de la emoción albergan las habilidades necesarias tanto para
gobernamos adecuadamente a nosotros mismos como para desarrollar nuestras
aptitudes sociales, habilidades, todas ellas, que constituyen una parte muy
importante del legado evolutivo que ha permitido la supervivencia y adaptación del
ser humano.

III MPORTANCIA

En la sociedad actual, donde las prisas y el “esto es para ayer”, se han impuesto,
pocas veces nos concedemos el tiempo necesario para pensar a dónde vamos, y
menos aún, a dónde queremos ir. La mayor parte de las veces vamos detrás de los
imprevistos, apagando fuegos, que probablemente podríamos haber evitado, y nos
sentimos frustrados, estresados, y pensando que nos crecen los enanos. Sin
embargo, la base de un sólido crecimiento personal y profesional pasa
inevitablemente por conocernos bien a nosotros mismos, por conocer nuestros
valores y si éstos están alineados con los de la organización para la que trabajamos
y con la vida que llevamos, por saber lo que queremos y lo que no queremos, por
identificar lo que nos diferencia del resto, y lo que nos queda por aprender. Y sólo
cuando hayamos prestado atención a todo esto, seremos capaces de identificar
realmente nuestras metas y los recursos de que disponemos para alcanzarlas, de la
manera más adecuada, ecológica, y exitosa posible. Pero hay algo más, si queremos
llegar a la meta, no nos basta con conocer el camino, además debemos recorrerlo. Y
mejor hacerlo con un buen calzado, una brújula en la mano, agua para apagar la sed,
una mochila con provisiones, y ropa de abrigo, por lo que pudiera pasar. ¿O acaso
saldrías desnudo a recorrer las montañas? Y comenzamos el camino, ¿qué ocurre

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entonces? Una vez que comenzamos a andar, debemos saber gestionar el cambio
que queremos llevar a cabo para alcanzar nuestra meta. Medir nuestras fuerzas,
definir las etapas, conocer a nuestros compañeros de viaje, sortear los diversos
obstáculos que iremos encontrando. Para hacer realidad todo esto y que nuestro
viaje se convierta en un placer y no en una tortura, es básico aprender a regular
nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras acciones, en definitiva a
tener salud emocional, de manera que se conviertan en facilitadores de dicho
proceso de cambio, en lugar de en obstáculos.

IV CONCLUCIONES

La salud emocional juega un papel importante y trascendental en la vida de todo ser


humano y sobre todo en la vida nuestra; la estudiantil, pudiendo hacer del estudiante
una persona con un alto grado de bienestar y éxito en su perspectiva socioemocional
y en un futuro próximo en su actividad profesional, o a su vez una persona con un
grado alto de desadaptación.

Enríquez (2011) cita a Barragan a Lewis y a Palacios (2007) expresando que los
jóvenes universitarios se enfrentan a cargas personales, socioeconómicas y
académicas que muchas veces pasan desapercibidas por el contexto que los rodea.

Enríquez (2011) cita a Salanova a Breso y a Schaufeli (2005) refiriendo que Diversas
investigaciones muestran que los problemas psicológicos que padecen los
estudiantes están relacionados con trastornos de ansiedad estrés, ansiedad estado
rasgo, como también temor a la evaluación.

Las maneras en que las emociones afectan a los estudiantes pueden ser múltiples y
variadas, de manera positiva o negativa, pueden impulsar la motivación para mejorar
su desempeño académico y ser personas proactivas, asertivas y dinámicas, o de lo
contrario, alejarlos del propósito educativo y en su extremo perder el sentido de vida.
No son pocos los problemas u obstáculos a los que se enfrentan los estudiantes en
su cometido diario, inmersos en un proceso lleno de tensiones por los compromisos
contraídos en su formación profesional y por otro lado, en una sociedad en la que

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parece ser que los factores de riesgo sociales se intensifican al transcurrir los años
estudiantiles, que son aspectos que en muchos casos van en detrimento de la
inteligencia emocional y por ende en la inestabilidad propia del individuo.

Finalmente, la sociedad aspira a que sus jóvenes sean en el futuro ciudadanos


morales, respetuosos y responsables, además de productivos. Todas estas
esperanzas y proyectos de la sociedad exigen a la escuela una educación integral
del individuo más allá de lo tradicionalmente exigido por la escuela: conocimiento y
habilidades académicas.

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V REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Bosque, M.; Espelt, A.; Juárez, O.; Ramos, P.; Bartroli, M. (2015) Educación
Emocional y Salud Pública. Porto Alegre, v. 46, n. 4, pp. 409-411.

Chóliz,M.(2005).Psicología de la emoción: el proceso emocional. Valencia:


Universidad de Valencia.

Durán Rodríguez, E. y Basabe de Quintale, M. (2013). Salud mental y expresión de


las emociones en el Facebook. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación
Social "Disertaciones". Volumen 6, Número 2.

Enríquez. (2011).Inteligencia Emocional plena: hacia un Programa de Regulación


Emocional basado en la Conciencia Plena. Málaga: Universidad de Málaga, Facultad
de Psicología, Tesis Doctoral.

Fernández, J. y Edo, S. (1994). Emociones y salud. Anuario de Psicología 1994, no


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Goleman, D. (1998). La práctica de la Inteligencia Emocional. España:


RomanváAVills. S.A., Verdaguer.

Liébana, C. (2011).Salud emocional en estudiantes universitarios de enfermería y


fisioterapia de castilla y león. España. : Servicio de Publicaciones de la Universidad
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Moreno,B.;Galvez,M.;Rodriguez,R.;Garroza, E. (2009). Emociones y salud en el


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Piqueras,J.A;Ramos,V;Martinez,A y Oblitas,L. (2009). Emociones negativas y su


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16
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salud por que todo cuenta. España. : Autor.

Santiago, M. (n.d.). Intervención psicológica en algunas Patologías relacionadas con


la alimentación. Sevilla: Instituto de Ciencias de la Conducta, SCP.

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