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Papel de la educación universitaria en la escala de valores de los

profesionales.

Resumen

Los cimientos de una escala de valores de una persona es algo que se forma desde la

niñez del individuo, sin embargo, no es un proceso que culmine con una etapa, sino un

constructo que cambia y evoluciona según las experiencias por las cuales se vaya

atravesando durante la vida y que puede verse modificada de acuerdo al contexto en que

se encuentre la persona, si nos vamos al ámbito profesional hay cierta base por la que

espera se rijan esos cimientos del individuo y como la vivencia de la vida universitaria

influye en estos.

Palabras claves: ética y moral, educación superior, profesional.

Objetivo

Analizar el papel que juega la experiencia de vida universitaria, dentro en los cimientos

de la escala de principios y valores que tengan nuestras futuras generaciones de

profesionales.

Las funciones de las instituciones de educación superior no solo son educar a sus

alumnos en conocimientos direccionados a una rama específica, las universidades deben

preocuparse también por el tipo de profesional que planean entregar a la sociedad;

cuando se lee el perfil profesional de cualquier carrera a la que se considere estudiar, por
lo general siempre encontraras términos como: profesionales íntegros, hombres pro-

activos, negociadores, con capacidad de liderazgo, gestores de cambio.

Pero ¿hasta qué punto esas características se ven influenciadas por el paso de una

persona por la universidad?, y ¿de verdad puede una universidad garantizar que todos y

cada uno de sus egresados cumplen con toda esa gama de cualidades que presumen?

Citemos un ejemplo claro en la corporación universitaria del Caribe CECAR el perfil de

un profesional en Pedagogía Infantil se caracteriza por su formación integral,

responsabilidad social, competencias básicas, pedagógicas y didácticas para potenciar el

desarrollo integral y diverso de niños y niñas. Forma además emprendedores, con

calidad humana, bajo una excelencia académica, con conexión en el mundo moderno y

formación en idiomas extranjeros.

Dentro de su plan de estudios encontramos cursos como Filosofía de Valores,

Desarrollo Socioemocional, Educación Inclusiva y Modelos Flexibles, Equidad de

Género, entre otras. Asignaturas que evidencian que la institución se preocupa por

formar profesionales con criterios morales fuertes, no amoldados a un concepto

especifico, pero si una clara invitación a que sus egresados cumplan a cabalidad con las

cualidades que debe tener un egresado de esa universidad.

El docente Miquel Martínez Martín (Catedrático y director del Instituto de Ciencias de la

Educación (ICE), Universidad de Barcelona, España.2006) argumenta que una

formación universitaria de calidad no puede separar la formación profesional de la

formación ciudadana y ofrece tres razones: la primera relacionada con el concepto actual

de formación universitaria; la segunda con el objetivo de cohesión social y no sólo de

competitividad que debería tener como misión la universidad hoy; y la tercera derivada
de las investigaciones sobre desarrollo moral y aprendizaje ético. Este sostiene que una

de las funciones de la formación universitaria es de carácter ético y que no puede

entenderse una formación universitaria de calidad que no incorpore de forma sistemática

y rigurosa situaciones de aprendizaje ético y de formación ciudadana. Es sabido que hay

muchas corrientes que contradicen esta ideología, sin embargo, es un absurdo que una

institución de educación superior espere que sus profesionales presenten conductas con

cierta expectativa de moralidad sin asegurarse de ofrecerle ciertas bases por las cuales

ellos mismos forjar sus criterios. ¿Se espera que esas bases sean inculcadas desde casa?,

es cierto que es un factor demasiado influyente el entorno en que creció la persona, pero

si se tiene la expectativa de que el estudiante presente las características expuestas en su

perfil profesional debe cerciorarse que la persona las posea y no solo suponer que desde

casa se le fueron inculcadas, ya que todos y cada uno de los estudiantes tienen crianzas

diferentes, similares en muchas cosas pero opuestas en otras tantas, para poder tratarlos

con equidad se les debe cualificar de acuerdo a lo que la universidad dentro del periodo

que perteneció allí le enseñó.

Conclusión

El papel que cumple la experiencia y/o paso por la vida universitaria es primordial para

el desarrollo de la ética y la moral que presenten nuestros futuros profesionales, donde la

institución de educación superior por la cual pasaron su proceso de formación le brinde

las herramientas necesarias para cumplir con el perfil que se espera de él como egresado.
Bibliografía

 Martínez Martín, M. (2006). Formación para la ciudadanía y educación superior.

Revista Iberoamericana de Educación (OEI), 2006, num. 42, p. 85-102.

 Tomado de: https://cecar.edu.co/programas/extension-

sincelejo/pregrado/programas-modalidad-presencial/licenciatura-en-educacion-

infantil.html

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