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Relación entre la autonomía de los estudiantes y el desempeño del

docente

Resumen

La capacidad de un alumno de alcanzar la autonomía en el aprendizaje se basa en el

proceso por el cual el alumno se ve incentivado o estimulado a adquirir sus propias

estrategias y métodos de estudio de tal manera que sienta de forma personal el deseo de

aprender, y en ese sentido el docente tendrá la necesidad de saciar esa sed de

conocimiento y el deber de ofrecer las herramientas necesarias para no ser

imprescindible en la vida académica de sus alumnos. “El trabajo del maestro consiste

tanto en enseñar todo lo aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el

conocimiento.” John Locke.

Palabras clave: autonomía, alumnos, maestros.

Objetivo

Analizar la relación que existe entre la estimulación del docente para fortalecer la

autonomía en sus estudiantes y como esto se ve reflejado en su labor.

Desarrollo

La autonomía en los estudiantes se entiende como la capacidad de estos de estudiar y/o

adquirir conocimientos con cierto grado de autodisciplina y mucha disposición, es decir,

que sean ellos los que tengan sed de conocimiento por iniciativa propia y que hasta

cierto punto se sientan con las capacidades de estudiar y/o realizar sus labores
(educativas) sin la presencia de un apoyo continuo, ya sean compañeros, tutores, los

padres o el maestro.

Una vez los estudiantes se encuentran motivados por la adquisión de conocimiento por

su propia cuenta, el trabajo del docente se dará con más fluidez y se verá reflejado en el

rendimiento del mismo estudiante; la labor de estimular la autonomía en los estudiantes

es una acción que beneficia indudablemente a ambas caras de la educación, inculcando

en ellos una mentalidad proactiva hacia si proceso educativo y de esta manera dinamizar

su aprendizaje. Sin embargo, esta idea en teoría parece un plan sin fallas, pero al

momento de llevarlo a cabo no es tan sencillo como parece, ¿por qué?, no hay una forma

de incentivar la autonomía en un salón de clases completo (aproximadamente 30

estudiantes), no hay un molde por el cual todos se puedan regir y funcione de la manera

esperada, ya que cada persona tiene su proceso de aprendizaje de una manera particular,

se podría decir que el aprendizaje de cada persona es como una huella dactilar, única e

intransferible.

El estudiante autónomo, como sujeto activo de su propio aprendizaje, se formula metas,

organiza el conocimiento, construye significados, utiliza estrategias adecuadas y elige

los momentos que considera pertinentes para adquirir, desarrollar y generalizar lo

aprendido.

Y para el área docente el que los alumnos muestren mayor compromiso en su proceso de

aprendizaje supone una gran fuente de satisfacción lo cual puede verse reflejado en una

programación de las materias con más dinamismo haciendo que el proceso educativo sea

un compartir de conocimiento por ambas caras de la relación maestro-estudiante.


Conclusión

Dada la importancia que tiene la educación en la sociedad actual no solo como base de

conocimiento, sino como acompañante en periodos fundamentales dentro la vida de

cualquier persona; los maestros tienen un papel fundamental dentro de procesos de

aprendizaje, autoconocimiento, apoyo y/o ejemplo en la creación de valores y principios

de una persona, entre muchos otros aspectos, se debería dar más relevancia a realización

y motivación de nuestros educadores, y como educadores a las herramientas y

metodologías que estamos utilizando para instruir a nuestras futuras generaciones, un

alumno con amor por el conocimiento hace a un maestro orgulloso de su labor.

Bibliografía

 Quiles, M. R., Moreno-Murcia, J. A., & Lacárcel, J. A. V. (2015). Del soporte de

autonomía y la motivación autodeterminada a la satisfacción docente. European

Journal of Education and Psychology, 8(2), 68-75.


 Fraile, C. L. (2006). Estudio y trabajo autónomos del estudiante. Estilo capítulo

de libro), en Metodologías de enseñanza y.

 Valdez Ulloa, D. K. (2017). La autonomia y la estimulacion de la confianza en el

niño y niña de 5 a 6 años.

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