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Toda reflexión debe comenzar por una respiración profunda, cerrando los ojos, sentir el cuerpo el

aquí y el ahora.

Hace escasos 20 años hablar de tantra o cualquier actividad que llevara a la búsqueda interior o
hacer terapia, era algo sumamente extraño, además las condiciones de los últimos 60 años han
sido de guerras y no se ha tenido la calma y el tiempo para dedicarse al trabajo personal. De sanar
las heridas del pasado, sanar las memorias de nuestros ancestros, darnos cuenta que es un
momento de expansión de la consciencia.

El tantra es una corriente mística, y difiere de otras porque contempla e integra la sexualidad. No
ensalza la sexualidad sino que lleva la consciencia y la meditación a áreas que han sido escondidas,
juzgadas, no vistas con neutralidad.

En tiempo de religión se tomó a la sexualidad como pecado, se separó el sexo del amor, en
tiempos actuales se toma el sexo con ligereza e igualmente se separa del amor, antes era pecado
ahora pura indulgencia, extremos de la misma separación y con la misma intención. Se debe llevar
a un punto medio donde se puede observar esa energía que es tan poderosa.

Los antiguos tántricos, observaban la energía sexual y llevaban la meditación a ella, descubrían
que en ese proceso la energía sexual se utiliza además de recreación y reproducción para
expandirla hacia el sistema nervioso y así abrir dimensiones de conocimiento de uno mismo, que
permiten conectarse a niveles profundos de la propia consciencia y energía.

El tantra Surge de 2 fuentes, los “Vijnana Bhairava Tantra” libro de 112 meditaciones apuntes a la
verdad, contiene técnicas para entrar en estado de presencia y de consciencia, haciendo lo que
sea en el momento que sea, durante la vida cotidiana, en todo momento de la vida, ya que se
puede tener un espacio interno de meditación. Aún cuando hay técnicas que te llevan a un estado
de meditación no son una meditación en sí, la meditación como tal es un estado de consciencia y
no una técnica, en la cual la consciencia está armonizada e integrada con tu cuerpo, emociones y
tu mente.

Shiva y Shakti, vistos como el principio masculino y femenino, y no como dios y diosa, sino como
Shiva consciencia el observador y shakti energía lo observado, la energía se puede compartir como
como energía o como materia, dependiendo del observador, éste es el principio básico del tantra,
allá donde va Shiva va shakti. Donde penetra la consciencia despierta la energía y la vida, cuando
cobra forma, sucede el milagro de la vida .

Cuando hacemos conscientes el acto de la creación, podemos sentir la profunda energía que este
acto libera y allí notamos que tanto hombre como mujer aportan la mitad tanto biológica como
energéticamente

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