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PRIORIZAR LA VIDA, LOS DERECHOS Y

LA ECONOMÍA DE LAS MAYORÍAS


Hoy el Perú vive una tragedia que lo ubica entre los países del mundo con mayor
letalidad, muertes y contagios resultado de la pandemia, pero también de la extrema
precariedad y desigualdad que vive la sociedad producto de años de abandono de lo
público y saqueo del Estado en beneficio de intereses privados.

Frente a esta situación, el presidente Vizcarra optó pronto por favorecer a los grupos de
poder económicos de siempre, flexibilizando derechos laborales, permitiendo el lucro
de las clínicas privadas, destinando los recursos de la reactivación prioritariamente a
bancos y grandes empresas, desatendiendo a la agricultura familiar y negando
medidas que hubieran permitido sostener la cuarentena como un ingreso básico
universal. El nombramiento del Gabinete Cateriano ratificó esta orientación poniendo al
gobierno en manos de la CONFIEP. El objetivo que persiguen es lograr un tránsito
ordenado a una nueva gestión gubernamental, pero manteniendo las premisas de un
tipo de Estado y de modelo económico que incluso antes de la pandemia ya
evidenciaba su agotamiento.

La presentación del Gabinete ante el Congreso reafirmó la orientación conservadora y


a favor de los grupos de poder, ignorando la tragedia sanitaria, económica y social que
vivimos y la incapacidad del Estado neoliberal de responder eficientemente frente a ella,
insistiendo en que la salida es reactivar la economía recortando derechos, rebajando
estándares laborales y ambientales para sacar adelante, a toda costa, proyectos
mineros. Finalmente, bancadas con intereses subalternos y también otras de franca
oposición, decidieron denegarle la confianza, debiendo el gobierno presentar un nuevo
gabinete los próximos días.

La crisis de régimen ha sido acelerada por la emergencia sanitaria y requiere de


cambios urgentes y profundos que ni Vizcarra ni la derecha o el centro están dispuestos
a promover. Se hace más necesario que nunca impulsar la conformación de un bloque
político y social de carácter democrático, popular y ciudadano que tenga entre sus
tareas promover e implementar medidas de emergencia para encarar la crisis sanitaria
y la subsistencia de las grandes mayorías; luchar por una democracia que promueva
una “economía de la vida” y la diversificación productiva. Asimismo, de cara al próximo
proceso electoral, corresponde articular una opción política que agrupe a amplios
sectores populares y ciudadanos, así como avanzar en una salida constituyente a la
crisis.

Como Nuevo Perú, siempre estaremos dispuestos a dialogar, proponer y apoyar toda
medida que implique salvaguardar la vida, los derechos y la economía de las grandes
mayorías; estamos decididos a gestar un nuevo pacto, que permita refundar el país y
superar los momentos aciagos que vivimos.

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