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Radiografía de los primeros PDET en el

sur de Bolívar y Arauca


País 5 ago. 2018 - 10:03 p. m.Por: Alfredo Molano Jimeno / @AlfredoMolanoJi
Más de 12.000 habitantes trabajaron por casi un año elaborando un diagnóstico de sus
problemas, las soluciones y la manera como será su región en 2028, se trata de uno de
los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) que definió el Acuerdo de Paz
entre el Gobierno y las Farc. 

En regiones como Arauca, el cultivo y producción de cacao se está fortaleciendo. / Archivo


AFP / GUILLERMO LEGARIA
El primer acuerdo que tuvieron las Farc y el Gobierno en los diálogos de La Habana
fue que la principal causa del conflicto armado en Colombia está sembrada en el
abandono histórico de los confines del mundo rural. Y este diagnóstico fue la semilla
del Acuerdo en Política de Desarrollo Rural Integral, que se firmó el 26 de mayo de 2013. 
En este punto se acordó que “en las regiones más afectadas por el conflicto y la pobreza,
con presencia de economías ilegales y mayor debilidad institucional, se pondrán en marcha
los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), con el fin de implementar
con mayor celeridad, recursos y coordinación los planes nacionales sectoriales”. Han
pasado más de cinco años desde ese día,  año y medio desde que se firmó el Acuerdo Final
en Bogotá y, por fin, este sueño dio sus primeros frutos.
La semana pasada el hasta hoy presidente, Juan Manuel Santos, firmó los dos primeros
pactos regionales. El sur de Bolívar y Arauca fueron las primeras regiones, de 16
priorizadas, en construir una hoja de ruta para cosechar el desarrollo; uno que promueva la
equidad, la inclusión y el respeto por las diferencias. Se llaman Planes de Acción para la
Transformación Regional y provienen de un intenso ejercicio colectivo, en el que la
Agencia de Renovación Territorial impulsó más de cien talleres en once municipios
del sur de Bolívar y Arauca.

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Participaron más de 12.000 personas. Campesinos, indígenas, afros, empresarios, alcaldes,


académicos y representantes de la Fuerza Pública se reunieron durante horas para discutir
los principales problemas que enfrentan, cómo solucionarlos y construir una visión común
de lo que debería ser su vereda, municipio y región en los próximos diez años. Y para
lograrlo fueron primero a las comunidades que componían las veredas. Allí, en ocho grupos
conformados por temas, establecieron un pacto comunitario, con la visión, el diagnóstico y
las lista de sus prioridades.
Luego, los representantes comunitarios se juntan para hacer una asamblea municipal, en la
que, a partir del mandato veredal, se busquen puntos de encuentro y se involucre a nuevos
actores territoriales, como las autoridades locales, los gobernadores, el sector privado o las
organizaciones de base. Este diálogo permitió que las radiografías y  propuestas maduraran
y al final se produjeron dos documentos que contienen un nuevo pacto entre las regiones 
más marginadas y el Estado. Es una nuevo intento y una oportunidad para que se salde una
vieja deuda; esa en la que los gobiernos centrales abandonaron a las regiones inhóspitas,
donde no hay agua, luz, salud ni educación. Millones de colombianos que viven en los
tiempos de la prehistoria a causa de la corrupción de las grandes ciudades industriales,
donde se maneja el poder.

Así se construyó el PDET

En un ejercicio de diálogo social entre los actores que habitan la subregión del sur de
Bolívar, se construyó el primer Plan de Acción para la Transformación Regional (PATR).
Este documento se edificó sobre la consulta a 6.637 personas, que concertaron siete pactos
comunitarios e igual número de pactos municipales. Durante casi un año, los actores del
territorio participaron en 54 reuniones de carácter veredal y siete espacios del ámbito
territorial. Al final, se suscribió un documento que define la proyección de los habitantes
para los próximos diez años, identificando una visión subregional, un diagnóstico de sus
problemas y un listado de iniciativas con su respectivo grado de prioridad. Esta es la
subregión que sueña el sur de Bolívar. 

Visión del 2028

Para el 2028 la región del sur de Bolívar y Yondó estará habitada por un pueblo
multicultural que por medio del dolor y el perdón aprendió a generar unión, convivencia,
reconciliación y paz. La región se ha convertido en un modelo de desarrollo económico,
político, social, cultural, ambiental y sostenible a escala nacional e internacional, gracias al
trabajo conjunto y participativo de los campesinos, pescadores, pequeños y medianos
mineros, pueblos étnicos, víctimas del conflicto armado, organizaciones sociales
fortalecidas y población en general, con instituciones públicas y privadas, teniendo en
cuenta el enfoque de género y diferencial. La región estará ordenada de manera integral e
incluyente, protegiendo los ecosistemas biodiversos presentes en el territorio, y generando
prácticas agromineras amigables con el medio ambiente. Contará con conectividad
tecnológica, vial y fluvial, y primarán los derechos como la seguridad ciudadana, el derecho
a la vida, la tierra y permanencia en el territorio, la soberanía alimentaria y el derecho a la
alimentación, la salud, la vivienda digna y a una educación pertinente y de calidad.

Los problemas del sur de Bolívar

El diagnóstico participativo realizado en estos municipios permite inferir que las


dificultades de esta región se relacionan con el ordenamiento del territorio, expresado en
tres problemas: 1) El ordenamiento social de la propiedad rural, manifestado en dificultades
para el acceso, formalización y seguridad jurídica de la tenencia de la propiedad rural, así
como la precariedad de los bienes públicos o colectivos que dificultan potenciar sus
capacidades. 2) El ordenamiento minero y ambiental, entendido como el obstáculo para el
acceso de la pequeña y mediana minería a un sistema de aprovechamiento ordenado y
responsable de los recursos mineros, con producción limpia y una seguridad jurídica de su
actividad. 3) El ordenamiento económico y social, que se revela en las consecuencias de las
economías ilegales presentes en la región y la escasa incidencia de la comunidad rural en
las decisiones públicas.

Los datos del PDET de Arauca

Este constituye el segundo Plan de Acción para la Transformación Regional, y el primero


en que se incluyeron pactos étnicos. Fue construido a partir de la participación de 5.256
actores del territorio y cuatro administraciones locales. Para llegar a este documento se
realizaron 44 preasambleas, que dieron como resultado cinco pactos comunitarios y 15
pactos étnicos (11 indígenas y 4 afros), lo que finalmente se tradujo en los cuatro pactos
municipales. Arauca es una zona de frontera con Venezuela. Históricamente ha sido
golpeada por la presencia de grupos armados y la proliferación de economías ilegales,
como el contrabando y el narcotráfico. Actualmente es una de las zonas con mayor
actividad por parte del Eln y grupos paramilitares; pero a pesar de esta situación, las
comunidades se dieron cita por casi un año para construir una hoja de ruta sobre la región
que sueñan para el 2028.
La región que sueñan para 2028

En el 2028 el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial de la subregión de Arauca


garantiza un territorio ordenado y conectado, con desarrollo productivo agroambiental y
agroindustrial competitivo, que privilegia la producción orgánica, la asociatividad, la
despensa, el equilibrio, la protección y recuperación ambiental; fomenta la investigación, la
innovación y la tecnología, garantiza el acceso a la propiedad de la tierra de las personas, el
acceso a los servicios, los derechos, la vida digna y el buen vivir; respeta y reconoce las
cosmovisiones y la multiculturalidad en el territorio, promueve la solidaridad, la inclusión,
reconoce la autonomía diferencial y transversal de género y protege la soberanía del
territorio. Esta meta será la base para dignificar a las comunidades rurales víctimas del
conflicto armado, superar la inequidad social y mejorar la calidad de vida con justicia
social.

Puntos críticos de los araucanos

La subregión de Arauca está conformada por los municipios Arauquita, Saravena, Fortul y
Tame, donde, según datos del DANE, se concentra el 66,6 % de la población del
departamento, que equivale a 164.992 habitantes de los 259.447. Según el Censo Nacional
Agropecuario (CNA) de 2014, el 48 % de las personas de la zona rural son pobres
multidimensionales, pues sufren de la falta de alcantarillado (99 %), acueducto (82 %) y
bajo logro educativo (87 %). El 13,5 % de las viviendas en la zona rural no cuenta con
servicio de electricidad y el grado más alto en servicios hospitalarios es el dos. La
economía regional está jalonada esencialmente por la actividad minero-energética.
Top 5 de iniciativas (Bolívar)

1. Formular e implementar planes turísticos municipales en el marco de una ruta


regional de paz en la subregión del sur de Bolívar y Yondó.
2. Construir participativamente e implementar la política pública subregional para la
garantía progresiva del derecho a la alimentación del sur de Bolívar en paz: cero
hambre para los municipios Yondó, Simití, Santa Rosa del Sur, Cantagallo, San
Pablo, Arenal y Morales.
3. Formular e implementar un plan de manejo y una planta de aprovechamiento de
residuos sólidos como mecanismo de generación de ingresos para población de la
subregión del sur de Bolívar y Yondó.
4. Acciones de ordenamiento social de la propiedad rural y uso del suelo.
5. Promover y avanzar en el proceso de declaratoria de un área protegida sobre la
Serranía de San Lucas.

Top 5 de iniciativas (Arauca)

1. Crear centros de desarrollo tecnológico que permitan el crecimiento del sector


agropecuario y forestal.
2. Proyectos participativos de restauración ecológica de los bosques de la ronda
hídrica de los caños, ríos, esteros, morichales y humedales.
3. Construcción de obras de protección, prevención y mitigación de las inundaciones
producidas por los ríos Arauca, Cravo,  Caranal,  Bojabá, Banadías, Cusa y  Ele.
4. Crear una universidad pública rural con enfoque diferencial.
5. Coordinar acciones para la implementación de los planes de vida y los planes de
salvaguarda de los pueblos indígenas.

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