Está en la página 1de 4

Capítulo VI: El neoliberalismo a juicio

Hazañas neoliberales

El autor indica que detrás de las crisis económicas que dejan en evidencia que el sistema
económico neoliberal tiene sus fallas, los países que saben escoger una posición segura ante
la adversidad, son los que no sufren mayores problemas, es el caso de Estados unidos y
china.
También se indica que el sistema neoliberal se ha aplicado con mayor o menor intensidad
en distintos países, por un lado, los países que lo aplican con una mayor intensidad tienen
índices de pobreza mayores, brechas sociales más amplias, es decir, la mayor cantidad de
riqueza se concentra en grupos más pequeños de personas, además de tener un bajo nivel de
crecimiento económico, por otro lado, los países que aplican un sistema neoliberal con
menos intensidad consiguen lograr menores índices de pobreza, una riqueza mejor repartida
y tasas de crecimiento mayores.
A pesar de lo anterior se insiste en que la neoliberalización a través de la globalización es la
«única alternativa». Esto se debe que En primer lugar, la volatilidad del desarrollo
geográfico desigual se ha acelerado, permitiendo a ciertos territorios avanzar de manera
espectacular (al menos durante un tiempo) a costa de otros. En segundo lugar, la
neoliberalización, en tanto que proceso y no como teoría, ha tenido un éxito arrollador
desde el punto de vista de las clases altas. O bien ha servido para restituir el poder de clase
a las clases dominantes o bien ha creado las condiciones para la formación de una clase
capitalista. Gracias al dominio de los medios de comunicación por los intereses de las
clases altas, pudo propagarse el mito de que los Estados fracasaban desde el punto de vista
económico porque no eran competitivos
El incremento de la desigualdad social dentro de un territorio era interpretado como algo
necesario para estimular el riesgo y la innovación empresariales que propiciaban el poder
competitivo e impulsaban el crecimiento. Si las condiciones de vida entre las clases más
bajas de la sociedad se deterioraban, esto se debía a su incapacidad, en general debida a
razones personales y culturales, para aumentar su capital humano. En definitiva, los
problemas concretos emergen por la falta de fuerza competitiva o por fracasos personales,
culturales y políticos.
El logro más sustantivo de la neoliberalización ha consistido en redistribuir, no en
generar, la riqueza y la renta, es decir, se han acumulado las riquezas en menos
manos.

La acumulación por desposesión tiene cuatro aspectos principales


– Privatización y mercantilización: La empresarialización, la mercantilización y la
privatización de los activos previamente públicos ha sido un rasgo distintivo del
proyecto neoliberal. Su objetivo prioritario ha consistido en abrir nuevos campos a la
acumulación de capital en dominios hasta el momento considerados más allá de los límites
establecidos para los cálculos de rentabilidad.
– Financiarización: La desregulación permitió al sistema financiero convertirse en uno de
los principales centros de actividad redistributiva a través de la especulación, la
depredación, el fraude y el robo. En otras palabras, aprovecharse se las situaciones
desventajosas de otras empresas para obtener beneficios propios.
– La gestión y la manipulación de la crisis: La creación, la gestión y la manipulación de la
crisis a escala mundial ha evolucionado hacia el fino arte de la redistribución deliberada
de la riqueza desde los países pobres hacia los ricos. Crisis de endeudamiento
estuvieron orquestadas, gestionadas y controladas tanto para racionalizar el sistema como
para efectuar una redistribución de activos. Creación deliberada de desempleo para producir
excedente de mano de obra y favorecer así una mayor acumulación, entre otros.
– Redistribuciones estatales: El Estado, una vez neoliberalizado, se convierte en el primer
agente en la aplicación de las medidas redistributivas, invirtiendo el flujo de la riqueza
desde las clases altas hacia las más bajas que se había producido durante los años del
liberalismo embridado. Ésto se lleva a cabo en primer lugar a través de la búsqueda de
modelos de privatización y de recortes de aquella parte del gasto público que constituye
el salario social. Aunque la privatización se presente como beneficiosa para las clases más
bajas, los efectos a largo plazo pueden ser negativos.

La mercantilización de todo
La mercantilización presume la existencia de derechos de propiedad sobre procesos, cosas
y relaciones sociales, que puede ponerse un precio a los mismos y que pueden ser objeto de
comercio sujeto a un contrato legal. En la práctica, naturalmente, cada sociedad establece
ciertos límites sobre dónde empieza y acaba la mercantilización. A menudo hay desacuerdo
respecto a la conveniencia de la mercantilización o respecto a quién debería ejercer los
derechos de propiedad y obtener las rentas derivadas de los mismos.
Las personas que negocian en términos satisfactorios en el mercado de trabajo piensan, en
apariencia, que existen abundantes recompensas en el mundo de la cultura de consumo
capitalista. Por desgracia, esta cultura, por más espectacular, glamorosa, y sugerente que
pueda parecer, juega perpetuamente con los deseos sin brindar jamás otras satisfacciones
que no sean la limitada sensación de identidad experimentada en los grandes centros
comerciales y de ocio, y la avidez por alcanzar un determinado estatus a través de la belleza
(en el caso de las mujeres) o de las posesiones materiales. La máxima «compro, luego
existo» sumada al individualismo posesivo, cimienta un mundo de pseudosatisfacciones,
excitante en lo superficial pero hueco en su interior.
Degradaciones medioambientales
La neoliberalización queda en muy mal papel cuando se aborda la explotación de los
recursos naturales. No hay que irse muy lejos para encontrar las razones. La preferencia por
las relaciones contractuales a corto plazo ejerce una presión sobre todos los productores
para extraer todo lo que se pueda mientras dure la vigencia del contrato. Aunque tanto
los contratos como las opciones pueden renovarse, siempre existe una incertidumbre ante el
hecho de que puedan encontrarse otros recursos. Por regla general se asume que su
agotamiento es lineal, cuando se ha demostrado que muchos sistemas ecológicos sufren
hundimientos repentinos después de que se haya dañado más allá de cierto límite a partir
del cual se abre un proceso en cascada que anula su capacidad natural para reproducirse.
Sobre los derechos
Indudablemente, la insistencia neoliberal en el individuo como el elemento fundacional de la vida
político-económica abre la puerta al activismo por los derechos individuales. Pero al concentrarse
en esos derechos en vez de en la creación o la recreación de estructuras sólidas y abiertas de
gobierno democrático, la oposición cultiva métodos que no pueden escapar al marco neoliberal.
La preocupación neoliberal por el individuo sobrepasa cualquier preocupación socialdemócrata
por la igualdad, la democracia y los vínculos de solidaridad social. Las decisiones legales tienden
a favorecer los derechos de la propiedad privada y la tasa de beneficio sobre el derecho a la
igualdad y a la justicia social. La justicia entendida en sentido positivo como un derecho ha sido,
por ejemplo, un poderoso elemento de agitación en los movimientos políticos: las luchas contra la
injusticia en ocasiones han animado movimientos a favor de la transformación de la sociedad.

Por más que deseemos que los derechos sean universales, es el Estado el que determina su
vigencia. Si el poder político no está dispuesto a velar por su cumplimiento, entonces, la noción de
los derechos permanece vacía. Vivir bajo el neoliberalismo también significa aceptar o someterse a
ese haz de derechos que resulta necesario para la acumulación de capital.

En relación a lo anterior, las luchas políticas sobre una concepción adecuada de los derechos, e
incluso de la propia libertad, ocupan un lugar central en la búsqueda de alternativas.

También podría gustarte