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Es así que la suspensión de actividades presenciales requirió la puesta en marcha
de la transformación de cursos presenciales en no presenciales así como en los aspectos
pedagógicos y metodológicos asociados con el empleo actividades que median en espacio
y tiempo la propuesta de enseñanza.
2. Encuadre normativo
En línea con lo anterior, la Universidad dictó la Ord. Cs 174, por la cual cuenta
con elementos normativos para encuadrar el desarrollo de actividades de enseñanza y
aprendizaje en entornos virtuales. Así, los art. 15, 16 y 17 admiten la posibilidad de
desarrollar actividades no presenciales mediante soportes virtuales sin que ello cambie su
carácter presencial. En particular, si la carga horaria virtual no supera el 30% de la carga
horaria total de la carrera.
Por su parte, los art. 40, 41, 42 y 43 de la mencionada Ordenanza indican que
“Respecto de la evaluación y acreditación de los estudiantes, y en consonancia con el
resguardo de la igualdad y calidad que sustenta la norma, la definición de aspectos
reglamentarios como los requisitos para acreditar el examen de una unidad curricular, no
varía respecto de la forma presencial. Y por lo cual es deseable que las consignas
evaluativas propendan hacia aprendizajes que den cuenta de la apropiación de contenidos,
basado en la producción creativa, novedosa, reflexiva y singular”. Asimismo, recomienda
la combinación de producciones escritas con intercambios orales a través de recursos
interactivos, lo que posibilita combinar actividades de tipo sincrónico con actividades de
tipo asincrónico siempre en el marco de las disponibilidades y condiciones de los
estudiantes y de los docentes. No obstante, en cualquier caso resulta expresa la necesidad
de que los profesores hagan conocer a los estudiantes el tipo de instrumentos de
evaluación y los criterios de evaluación que emplearán.
3. La evaluación en conceptos
Evaluar es decidir el valor de algo, que se expresa en un juicio, para lo cual se
mide, se sopesa, se pondera. Es apreciar el grado de apropiación de los contenidos desde
un enfoque retrospectivo, esto es, desde que inició el proceso hasta que culminó. Lo que
supone comprender circunstancias, procesos, significados. Supone un acto de
ponderación que se construye en base a dos fuentes valiosas para la construcción de ese
juicio, que son los datos que recogemos extraídos de las diversas actuaciones del alumno
y los significados que utilizamos para explicar los datos recolectados.
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En términos de una práctica evaluativa, los datos que recogemos se refieren a las
diversas actuaciones de los alumnos frente a una consigna evaluativa, cuyo lugar es un
instrumento de evaluación. Los significados, por su parte, refieren a las valoraciones y
explicaciones que asignamos a estos datos recogidos. Esta asignación de significados
viene dada por marcos referenciales, que se expresan – para el caso de las prácticas
evaluativas – en los criterios de evaluación. Entonces, a partir de unos datos recogidos
mediante instrumentos, se nos presentan las actuaciones visibles de los alumnos, que
interpretamos desde esos criterios. Los criterios de evaluación son entonces parámetros
de referencia conceptuales que nos permiten asignar significado a los datos recogidos
referidos a los aprendizajes de los alumnos.
Desde lo expuesto, entendemos entonces a la evaluación como un proceso
formativo, ya que supone pensarla como fuente para saber cómo seguir aprendiendo, lo
que se expresa en los criterios de evaluación. Esto es que los criterios dejan entrever lo
que el docente reconoce como importante en ese contenido. Supone también que
evaluemos no solamente en una instancia formal, sino que la trasciende y reconoce
distintos momentos en el proceso de aprendizaje, durante el cual las actuaciones de los
estudiantes irán expresando claramente esos criterios, transitando cada vez hacia formas
más elaboradas. Por lo cual, el acto de evaluar no comienza y se cierra exclusivamente ni
necesariamente en una instancia de evaluación final o formal.
La evaluación formativa, así definida, supone poner en ejercicio el pensamiento
en la resolución de problemas propios de la disciplina. Por tanto promueve la generación
de consignas evaluativas que supongan la adquisición, interpretación, organización y
comunicación de la información, la reflexión, el análisis, entre otros, que no se someten
a una evaluación de tipo formal, situada en un determinado momento del proceso de
enseñanza, sino en distintos momentos del proceso de aprendizaje Este modo de concebir
la construcción de conocimientos en el aprendizaje es compatible con la evaluación no
presencial. ¿Porqué? Por varias razones; la primera es que el uso del pensamiento requiere
tiempos de reflexión graduales en el tiempo. La segunda es porque posibilita que se pueda
apelar a otros recursos disponibles. Esto es, de alguna manera, que el aprendizaje
mediante sitios virtuales inscribe la actividad escolar en sitios en internet con las
consecuencias culturales que ya sabemos que ello acarrea.
La evaluación formativa requiere que valoremos, por un lado, las instancias
intermedias también, evitando así reducir la evaluación al momento final de proceso. Y
compromete el uso contextualizado de diferentes herramientas. Para ello, es menester
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integrar en nuestros criterios de evaluación aspectos intermedios del proceso, anteriores
a la producción final.
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es una copia debido a la escasa posibilidad de chequear y contrastar con fuentes
diversas. El problema sería si el criterio de evaluación fuera el valor de la información
en sí; sin embargo si los criterios de evaluación son el análisis y la producción de
conclusiones personales, es posible que nuestra vara observe otros indicadores en los
trabajos de los estudiantes.
Estas instancias:
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- que presenten situaciones problemáticas en relación al campo de
conocimiento y que en lo posible se vinculen al quehacer profesional, en tanto
se sitúan en un contexto formativo universitario;
- que incluyan análisis de los aciertos y dificultades personales en la resolución
de las consignas evaluativas;
- que incluyan una escala de calificación que haga mas transparente a los
estudiantes la valoración de cada consigna en tanto ella se relaciona con el
lugar del dominio de ese contenido en la disciplina;
- que la escala de calificación permita agregar comentarios ampliatorios, si
fuese posible;
- que se vinculen a las actividades de aprendizaje que han resultado
“convencionales” en la asignatura, evitando el factor sorpresa;
- que supongan el uso de internet de una manera estratégica, esto es, sirviendo
para la búsqueda de información en sitios específicos que sirvan de soporte a
la resolución del problema y no de copia;
- que integren los contenidos sustantivos de la unidad temática;
- que las correcciones a los trabajos se realicen a través del campus virtual, de
modo tal de establecer claridad respecto de las trayectorias en torno a los
resultados obtenidos.
Una nota importante es reconocer el múltiple choice como herramienta válida, no
solo para situaciones de masividad y por su practicidad para corregir, sino porque cuando
las consignas suponen la integración de saberes para dar respuesta a una consigna el azar
gana menos espacios.
- Cuestionarios en Moodle
El cuestionario nos permite diseñar y plantear preguntas tipo opción múltiple,
verdadero/falso, coincidencia, respuesta corta y respuesta numérica. Se puede permitir
que se resuelva varias veces, con las preguntas ordenadas o seleccionadas aleatoriamente
del banco de preguntas. Se puede establecer un tiempo límite. Cada intento se califica
automáticamente, con la excepción de las preguntas de tipo "ensayo", y el resultado se
guarda en el libro de calificaciones. En términos didácticos, es un instrumento adecuado
para sistematizar conocimientos en los estudiantes.
Las precisiones técnicas acerca de su elaboración se encuentran en los siguientes
enlaces:
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https://drive.google.com/file/d/1TACEOvZwjc7XyBp23sd63oGsGl-
mMPID/view?usp=sharing
https://drive.google.com/file/d/1JFtjNFxy4h2_NhiWGp7zOViAKegBDXH2/view?
usp=sharing
- Tareas en Moodle
Este instrumento permite evaluar el aprendizaje de los alumnos mediante la creación de
una tarea a realizar que luego revisará, valorará, calificará y a la que podrá dar
retroalimentación. Alternativamente, o como complemento, la tarea puede requerir que
los estudiantes escriban texto directamente en un campo utilizando el editor de texto. Una
tarea también puede ser utilizada para recordar a los estudiantes tareas del "mundo real"
que necesitan realizar y que no requieren la entrega de ningún tipo de contenido digital.
De igual modo, nos permitirá entonces editar archivos de tipo documentos, hojas
de cálculo y presentaciones, incluso si alguien más está editando el mismo archivo.
Gracias a sus servidores veloces, la simultaneidad de edición no es problema para que se
pueda trabajar de manera fluida en el archivo. Un ejemplo de esta herramienta es el
documento compartido. Permite así la producción de ideas, la resolución de problemas,
la elaboración de ensayos o la escritura de un informe.
Dejamos aquí un enlace para su consulta sobre procedimiento técnico:
https://drive.google.com/file/d/1d92tC2K4MhV81D_EOteRDAawId0Ym2Wp/v
iew?usp=sharing
- Portafolios
Es un instrumento que sirve para guardar las producciones de los estudiantes
durante el proceso de aprendizaje. Es un claro ejemplo de una práctica de evaluación
formativa. Permite que se atienda a la progresión en el estudio y apropiación de los
contenidos.
Dejamos aquí un enlace a una opción de portafolio para desarrollar en Moodle.
https://drive.google.com/file/d/13fXbkOdAEwMLQpMncQuEj4WQG3NZWs9J/view?
usp=sharing
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https://drive.google.com/file/d/1qnwZXRlSiaRHYAP0mgp8PYB7i_yDOdWw/view?us
p=sharing