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Lineamientos técnicos para el monitoreo de la

vegetación terrestre en los espacios de interés


ambiental del Distrito Capital

Secretaria Distrital de Ambiente


Dirección de Gestión Ambiental
Subdirección de Ecosistemas y Ruralidad

Elaborado por:
Ecól. María Alejandra Piedra León

Bogotá D.C. Noviembre 20 de 2012


INTRODUCCIÓN

De acuerdo a Rangel & Velásquez (1997), la vegetación se puede considerar como la


representación integral de los factores bióticos y abióticos, cuyo estudio ha sido abordado
desde diversas perspectivas y técnicas que comprenden desde el nivel de organización
más reducido hasta el más complejo. Al estudiar la vegetación se plantea como objetivo
principal definir patrones reales o comunidades vegetales, entendidas como el conjunto
de diferentes especies de plantas, resultado de la acción conjunta e integrada de los
factores físicos del ambiente. De igual manera, se puede evidenciar a la vegetación
como el reflejo del conjunto de interacciones de factores ambientales, y en algún sentido
puede llegar a actuar como indicadoras, siendo la comunidad relativamente uniforme en
cuanto a su estructura y composición florística (Kuchler, 1966; Matteucci & Colma 1982;
Gurevitch et al. 2002).

La composición de la vegetación se puede abordar desde la caracterización de una


comunidad vegetal, en donde se establece un recuento o una lista de las especies
existentes en ella. Esto es un procedimiento directo que permite describir y comparar las
comunidades en función de su riqueza en especies (Begon et al. 1999).

Por otro lado, se ha utilizado el concepto de estructura de la vegetación para designar el


ordenamiento espacial de la biomasa vegetal, y se ha descrito como un patrón espacial
de distribución de las plantas expresadas en formas de vida (árboles, arbustos, herbáceas,
entre otras) dentro de la comunidad, especialmente a través de la definición de su
estructura vertical y horizontal (Kuchler, 1966; Matteucci & Colma 1982; Rangel &
Velásquez 1997). En éste sentido, la estructura de la vegetación, de acuerdo con
Danserau (1957 en: Caro 2002), es un organización en el espacio de los individuos por
forma y posición, cuyos principales elementos de la estructura son las formas de
crecimiento, la estratificación y la cobertura.

Kershaw (1975) diferenció tres componentes de la estructura de la vegetación: el primero,


la estructura vertical entendida como la estratificación dentro de los estratos; el segundo,
la estructura horizontal o la distribución espacial de las poblaciones de especies e
individuos vegetales; y por último, la estratificación cuantitativa o la abundancia de cada
especie en la comunidad vegetal. Rangel & Velásquez (1997) reconocen, de acuerdo
con la estructura de la vegetación, al sentido de estructura vertical como la identificación
de los estratos; mientras que en la estructura horizontal, aparecen la densidad, el área
basal y la cobertura, entre otras.

Por consiguiente, los inventarios aplicados en el monitoreo de la vegetación terrestre, en


cuanto a su composición y estructura, se pueden desarrollar por medio de parcelas o
transectos estandarizados, los cuales permiten obtener información sobre las
características cualitativas y cuantitativas de la vegetación en los espacios de interés
ambiental, sin necesidad de estudiarlos o recorrerlos en su totalidad (Villareal et al. 2004).
A continuación se presenta un método de fácil aplicación para estos espacios que
suministrarán información concreta sobre la composición y estructura de la vegetación
presente en éstas áreas:

1. Unidad y tipo de muestreo

La unidad de muestreo a emplear para colectar y registrar todas las especies de


vegetación terrestre será el cuadrante ó parcela, siendo éste método una de las formas
más comunes de muestreo de vegetación (BOLFOR et al. 2000). La ubicación de las
parcelas será al azar, evitando la intersección de los mismos. Para marcar las parcelas se
realizará con una cuerda, marcando con estacas cada una de ellas, las cuales se
deberán ser georreferenciadas con puntos de referencia, para ubicarlas en monitoreos
futuros. Se instalarán parcelas de 2x2 (4 m2) para herbáceas, 5x5 (25 m2) para arbustos y
10x10 (100 m2) para arbolitos y árboles, como mínimo 10 parcelas por estrato, para tener
datos más representativos.

Figura 1. Representación del método de muestreo en parcelas

2. Atributos y variables evaluadas de la vegetación

Los atributos se seleccionarán de acuerdo a las categorías florísticas y fisionómico-


estructurales. Las categorías florísticas empleadas serán: familias, géneros y especies. De
igual manera, se tomarán datos del estado fenológico, nombre común, uso y estado
sanitario del individuo. Con respecto a la fisionomía, entendida como la apariencia
externa de la vegetación según se aprecia visualmente (Mateucci & Colma, 1982), se
definirán los estratos y las alturas de la vegetación muestreada.

Las variables que se tomarán en campo, las cuales describen abundancia o la


dominancia de las categorías vegetales en la comunidad (Mateucci & Colma, 1982) son
las siguientes:
Densidad: Es el número de individuos o especies (N) en un área (A) de muestreo (D =
N/A) y se estima a partir del conteo del número de individuos en un área (Mateucci &
Colma, 1982). La densidad de especies (número de especies por m2) es la medida
más comúnmente utilizada de riqueza de especies (Magurran 1989).

Altura de los individuos: La altura es uno de los principales parámetros que se miden
en la vegetación o una especie y es la medida en metros que permite conocer la
estructura vertical o estratificación de la comunidad, y se puede ilustrar en los perfiles
de vegetación (Rangel & Velásquez 1997; BOLFOR et al. 2000).

Cobertura: La cobertura de una especie es la proporción de terreno ocupado por la


proyección perpendicular de las partes aéreas de los individuos de la especie
muestreada (Mateucci & Colma, 1982). Para la cobertura de las especies arbustivas se
medirá bajo el criterio planteado por Prieto (1994 en: Rangel & Velásquez 1997), quien
asumió una forma ovalada en las copas de árboles, arbolitos y arbustos, y a partir de
las estimaciones de longitud, tanto del eje mayor como del eje perpendicular a éste,
consideró como la proyección de la copa al rombo interior definido por estos ejes
(figura 14). La cobertura de la copa (C1) se definió utilizando la siguiente fórmula:

C1 = ½ (D1* D2)

Donde: C1 = cobertura de la copa de cada individuo en m 2

De igual manera, se medirá la cobertura de las especies herbáceas, cuyo porcentaje


de cobertura será estimado bajo la fórmula planteada por Sánchez & López (2003):

C=  [¼ (D1+ D2)]2

Figura 2. Esquema para estimar la proyección de la copa de un árbol (Prieto 1994 en: Rangel &
Velásquez 1997).
DAP: Es la medición que se hace en los individuos a la altura del pecho y se utiliza una
cinta diamétrica. Para el caso de no tener la cinta, se puede tomar la circunferencia a
la altura del pecho (CAP) utilizando un metro común (siempre la medida en
centímetros) y se transforma a diámetro a la altura del pecho (DAP) por medio de la
siguiente formula (Rangel & Velásquez 1997):

DAP = CAP/

Para las plantas que presenten varios tallos o brotes basales se midieron cada uno
independiente, y para calcular el DAP total (Dt) se tuvo en cuenta la ecuación
propuesta por Franco et al. (1997):

Dt= (4At/)1/2

Donde At= ∑Ai

At = área total
Ai = área de cada brote

Los datos se registrarán en la siguiente tabla, de acuerdo a la información recolectada:

Tabla 1. Formato de Campo

Nombre Cobertura (cm) Densidad Estado Sanitario


No. Parcela Familia Género Especie Hábito DAP (cm) Altura (cm) Fenologia Uso
común x D1 (>) y D2 (<) (#ind/sp) Bueno Regular Malo

3. Métodos de análisis de datos

El análisis de los datos tiene por objetivo ordenar y organizar la información obtenida
durante los muestreos de campo.

3.1. Composición florística

El análisis de la composición de la vegetación se realizará a partir de la riqueza y


abundancia de especies encontradas en cada estadio, en donde se determinaran y
clasificaran dentro de las categorías taxonómicas de familia, género y especie, teniendo
en cuenta el sistema de clasificación de Cronquist (1981).
3.2. Estructura vertical

La estratificación vertical se obtendrá con la clasificación de los individuos dentro de los


rangos de altura y estratos propuestos por Rangel & Velásquez (1997) (Tabla 2), para los
individuos en estrato Herbáceo, Arbustivo, Arbolitos, Arbóreo inferior y Arbóreo superior.

Tabla 2. Estratos y rangos de altura propuestos por Rangel & Velásquez (1997).

Estrato Rango de altura (m)


Herbáceo (h) 0,30 – 1,5 m
Arbustivo (ar) 1,5 – 5 m
Arbolitos (Ar) 5 – 12
Arbóreo inferior (Ai) 12 – 25
Arbóreo superior (As) >25

Para el análisis de la estratificación, se realizará un diagrama estructural para cada


parcela, el cual representa de manera gráfica la cobertura (%) según los estratos
identificados (Herbáceo, Arbustivo, Arbolitos, Arbóreo inferior y Arbóreo superior),
considerando el área total del levantamiento como el 100%, se identifica el porcentaje
que ocupa cada estrato identificado con respecto al total.

3.3. Estructura horizontal

Con los datos obtenidos de altura, DAP y cobertura para cada uno de los individuos
censados en las parcelas, se procesará la información con base en las categorías de
acuerdo con los valores máximos y mínimos de cada parámetro y con el número de
individuos. Cabe aclarar que para este análisis se utilizarán los individuos con DAP mayor o
igual a 2,5 cm. Los intervalos de las categorías se establecen de acuerdo con la siguiente
fórmula (Rangel y Velásquez, 1997):

C = (Xmax – Xmin)/m
m = 1 + 3,3 (log n)

Donde: n = número total de individuos


m = número de intervalos
C = amplitud del intervalo
X = parámetro a analizar

A partir de los datos obtenidos se realizarán las tablas de distribución de frecuencias con
sus respectivas gráficas.

3.4. Descripciones fisionómico-estructurales

Se realizaran perfiles de vegetación para cada parcela, entendiendo a un perfil de


vegetación como el esquema de una franja de vegetación en donde se ilustrar el número
de estratos, su altura y cobertura (Villareal et al. 2004), tal como se muestra a
continuación:

Figura 3. Perfil de vegetación (Tomado de: Villareal et al. 2004)


BIBLIOGRAFIA

Begon, M., Harper, J. & C.R. Townsend. (1999). Ecología. Individuos, poblaciones y
comunidades. Tercera edición. Barcelona: Ediciones Omega S.A. 1148p.

BOLFOR, Mostacedo, B. & Fredericksen, T. S. (2000). Manual de Métodos Básicos de


Muestreo y Análisis en Ecología Vegetal. Santa Cruz, Bolivia: Editora El País. 87 p.

Caro, O. L. (2002). Análisis comparativo de la estructura y composición de la vegetación


entre áreas de bosque andino fragmentado y no fragmentado en el borde sur-occidental
de la Sabana de Bogotá (Cundinamarca, Colombia). Tesis (Ecología). Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana.

Cronquist, A. (1981). An integrated system of classification of flowering plants. New York:


Columbia University. 1262 p.

Franco-Roselli, P., Betancur, J y Fernandez-Alonso, J. (1997). Diversidad florística en dos


bosques subandinos del sur de Colombia. Caldasia 19(1-2): 205-234.

Gurevitch, J., Scheiner, S. M. & Fox, G. (2002). The ecology of plants. Sunderland,
Massachuset: Sinauer. 523 p.

Kershaw, K. A. (1975). Quantitative and dynamic plant ecology. London: Edward Arnold,
2a ed. 308 p.

Magurran, A. E. (1989). Diversidad ecológica y su medición. España: Ediciones Vedrá. 200


p.

Matteucci, S. & Colma, A. (1982). Metodología para el estudio de la vegetación.


Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA). Washington D.C.,
USA.

Rangel, J.O. & A. Velásquez. (1997). Métodos de estudio de la vegetación. En: Colombia –
Diversidad Biótica II. J.O. Rangel, P.D. Lowey & M. Aguilar. Bogotá.

Sánchez, A & López, L. (2003). Clasificación y ordenación de la vegetación del Norte de la


Sierra Nevada, a lo largo de un gradiente altitudinal. Anales del Instituto de Biología,
Universidad Nacional Autónoma de México. Serie Botánica 74 (1): 47-71.

Villareal, H., Álvarez, M., Córdoba, S., Escobar, F., Fagua, G., Gast, F., Mendoza, H., Ospina,
M., Umaña, A. M. (2004). Manual de métodos para el desarrollo de inventarios de
biodiversidad. Programa de Inventarios de Biodiversidad. Bogotá: Instituto de
Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. 236 p.

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