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© Instituto de Literatura y Lingüística. Cuba. Todos los derechos reservados.

2017
Estudios Lingüísticos, ISBN 978-959-7152-37-8

LA RAE Y LA FALACIA DEL PANHISPANISMO:


ANÁLISIS CRÍTICO DE LA PREEMINENCIA DE ESPAÑA EN LA
VIGESIMOTERCERA EDICIÓN DEL DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA

Andre Moskowitz
Investigador independiente
andre.moskowitz1@gmail.com

Susana Rodríguez Barcia


Universidade de Vigo
susanarbarcia@gmail.com

Resumen
La noción de panhispanismo surge a finales del siglo XIX para hacer referencia a la
unión de fuerzas españolas e hispanoamericanas no solo desde el punto de vista
lingüístico, sino también a partir de lo que se consideraba un nexo “racial” y cultural.
Para algunos ideólogos, el panhispanismo materializaba la oposición frente al
imperialismo norteamericano, pero ya desde los primeros años del siglo XX recibió
fuertes críticas por parte de los que vieron en esta ideología la legitimación tácita de
la autoridad y superioridad española sobre las naciones americanas
hispanohablantes (Puig-Samper y Naranjo Orovio 1999).
A pesar de los aparentes esfuerzos de la RAE por desprenderse de la crítica
eurocentrista y abrazar el compromiso de asumir la variedad, el consenso y el
cambio, un análisis exhaustivo de sus principales pilares ortográficos, gramaticales y
lexicográficos revela una clara preeminencia de los usos españoles sobre los
americanos. Con respecto a eso, el objetivo de este estudio es analizar el
Diccionario de la lengua española de la RAE (DLE) publicado de forma impresa en
2014 y poner de manifiesto que el discurso del panhispanismo es un discurso
ideológico hegemónico (Marimón Llorca 2015) en el que los usos del español de
América adquieren una condición subsidiaria con respecto a los usos de la España
peninsular. Para ello, se ha realizado un análisis crítico del DLE (2014) y se han
clasificado los artículos lexicográficos seleccionados en cinco categorías:
1) Americanismos deficientemente marcados.
2) Españolismos que no presentan marca diatópica.
3) Voces americanas que se definen a través de remisiones a la variante del español
de España.

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4) Americanismos no lematizados: deficiencias en la macroestructura del diccionario.


5) Voces cuya definición refleja ideología imperialista/hegemónica española.
En esta ocasión, el trabajo se limitará a exponer los ejemplos pertenecientes
a la categoría de españolismos que no presentan marca diatópica y las voces cuya
definición refleja una ideología imperialista hegemónica española.
Los resultados revelan que el español de España se toma como español por
defecto, el español no marcado, aun siendo la variante minoritaria en el conjunto de
la lengua española. Por ello, es posible mostrar la falacia de la política lingüística
panhispánica, que se conforma de este modo como una fachada que fuerza la
unidad de la lengua a partir de intereses imperialistas de carácter simbólico y
comercial, contribuyendo, por tanto, a la proyección internacional de España (del
Valle 2011).

Palabras clave: panhispanismo, lexicografía, RAE, diccionario, ideología,


dialectología, variación lingüística

1. Introducción
El español es la segunda lengua del mundo en función del número de
hablantes nativos con los que cuenta. Como recoge el recurso electrónico
Ethnologue, solo estaría por debajo del chino mandarín y tendría aproximadamente
unos 437 millones de hablantes (472 según el informe de 2016 del Instituto
Cervantes). Además, si se tienen en cuenta los hablantes de esta lengua con
competencia limitada y las personas que están estudiándola en la actualidad como
lengua extranjera la cifra asciende a unos 567 millones de hablantes según el
informe El español: una lengua viva, publicado en 2016 y elaborado por el Instituto
Cervantes bajo la dirección de Víctor García de la Concha. Pensar que todos esos
millones de hablantes comparten una única “norma” resulta bastante inverosímil,
pero lo cierto es que existe la creencia de que esa norma existe y se conoce como
“español estándar culto”, el que según la RAE (2004: 9) “todos empleamos (o
aspiramos a emplear) cuando sentimos la necesidad de expresarnos con
corrección”. La RAE afirma sin más la existencia de esta supuesta norma única y
homogénea, pero las investigaciones dialectológicas sobre el uso real del español
no coinciden con el planteamiento académico.

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Uno de los pilares fundamentales que sustenta y promueve esa norma es el


diccionario, junto con la ortografía y la gramática, que tienen reflejo en las
correspondientes publicaciones de la RAE y la ASALE. El diccionario se conforma
de este modo como un elemento de importancia trascendental en la legitimación
institucionalizada del uso de la lengua española, por lo que este estudio se centra en
su análisis con el fin de conocer cómo contribuye a la consolidación y legitimación de
un “estándar culto” que privilegia una variedad del español sobre las demás, aun
bajo el amparo de una orientación pretendidamente representativa y panhispanista,
respaldada por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) 1. Como
advierte del Valle (2014), la defensa de la condición panhispánica de las obras
ortográficas, gramaticales y lexicográficas de la RAE y la ASALE es una constante
en los textos introductorios de las publicaciones académicas realizadas desde 1999,
por lo que el panhispanismo y su lema oficioso de “unidad en la diversidad” ya
suponen desde ese momento un pilar fundamental para la autorrepresentación de
las academias de la lengua española.
Álvarez de Miranda (2013) recuerda que la noción lingüística de
panhispanismo no es en absoluto nueva, aunque ciertamente se acuda a este
concepto con mayor asiduidad en los trabajos que abordan la cuestión normativa de
la lengua a partir del siglo XXI. De hecho, como advierte el investigador, la noción de
panhispanismo como idea de unión de las distintas variedades del español se
abordó con detenimiento en la Asamblea de Filología del I Congreso de Instituciones
Hispánicas, celebrada en 1963, que llevaba por título Presente y futuro de la lengua
española. Con el uso de este término se insistía en la idea de promover la unidad de
la lengua española, contrarrestar la “temida” desfragmentación de la lengua, pero
respetando todas las variedades nacionales usadas por las “personas cultas”, como
defendía Dámaso Alonso.
La noción de panhispanismo ha sido ampliamente criticada desde diferentes
perspectivas. Ortiz Fernández arremetía en 1910 (apud Puig-Samper y Naranjo
Orovio 1999) contra el panhispanismo por su condición de ideología expansionista
análoga a otras como el pangermanismo. Por otra parte, como afirma Marimón
Llorca (2015: 126), “el panhispanismo es una ideología sobre la lengua elaborada
desde y para intereses institucionales y de mercado” y señala además que

1 Para una historia completa de la ASALE v. López Morales 2016.

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“conforma un discurso ideológico hegemónico (…)”. Asimismo, del Valle (2014: 95)
señala que el panhispanismo “está asociado a la integración de España en la órbita
atlántica (OTAN) y europea (UE) de los años ochenta, a la formación de grupos
empresariales fuertes en el mismo periodo y a la proyección del capital español
hacia los liberalizados mercados latinoamericanos a partir de los noventa”. Y, como
también indica este investigador, es ese contexto el que da sentido a los esfuerzos
académicos españoles por fortalecer el vínculo con las academias americanas.
Recordemos que, como también subraya del Valle (2014: 95), “la unidad del español
es condición imprescindible para la existencia de una comunidad panhispánica”. Por
lo tanto, la unidad en la diversidad es una de las banderas académicas no tanto por
motivos altruistas, sino por los intereses anteriormente planteados.
Aquí se encuentra la motivación principal para abordar este trabajo, que esta
estrategia de respeto por la diversidad debería ir mucho más allá de la fachada; la
retórica debería reflejarse en la práctica lexicográfica. Por eso nos hemos propuesto
un análisis exhaustivo de la legitimación de las variedades americanas en las obras
ortográficas, gramaticales y lexicográficas de la RAE/ASALE. En esa línea se sitúa
justamente el estudio del DLE (2014) que se recoge en estas páginas, pues busca
en última instancia desmontar el mito del cuidado institucionalizado de la diversidad
del español y de la equidad en la representación de las variedades de la lengua
española. Frente a esto, entendemos que la RAE se dispone en un lugar claramente
preeminente frente a la ASALE y que son los usos del español peninsular los que se
toman como el español estándar culto por defecto, pese a ser usos minoritarios
dentro del conjunto de hablantes del español. Esta preeminencia ya ha sido
detectada en otras investigaciones como la de del Valle (2014), en la que se afirma,
por ejemplo, que “por mucho que se insista en la relación de igualdad entre
academias y en la autoría colectiva de todas las obras normativas, no es la ASALE
quien las firma, sino la RAE y la ASALE, indicio claro de la persistencia de una
estructura jerárquica en la que la Española ocupa un lugar superior” (del Valle 2014:
101). Esto lleva a dos reflexiones fundamentales: por un lado, el cuestionamiento de
la existencia de academias como organismos rectores en materia de norma, en
concreto la RAE, en lugar de la preferencia por instituciones que se limiten a
describir el uso real de las lenguas; en segundo lugar, y aceptando la existencia de
academias con potestad normativa, también habría que plantearse si en el caso del
español no sería pertinente detener la política de la RAE de unidad en la diversidad

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y dejar absoluta autonomía a las distintas variedades del español que podrían pasar
a gestionarse de forma autónoma y bajo una denominación nacional.

2. Objetivos
Como se advierte en las páginas iniciales, el objetivo de este estudio es
analizar el Diccionario de la lengua española de 2014 para comprobar si el discurso
del panhispanismo y del consenso es en realidad un discurso honesto y real, o se
trata por el contrario de un discurso ideológico hegemónico en el que los usos del
español de América adquieren una condición subsidiaria con respecto a los usos de
la España peninsular. En concreto, el objetivo fundamental de este estudio es
determinar si el DLE, publicado en papel en 2014 y subido a la web de la institución
en 2015, revela una representación desequilibrada de las distintas variedades del
español y si en este desajuste resulta privilegiada la variedad peninsular de la
lengua española.

3. Materiales y método
Para conseguir el objetivo propuesto se ha realizado una lectura de las 93111
entradas del DLE (2014), así como un análisis crítico del discurso lexicográfico
conjunto de este diccionario, y se han seleccionado una serie de artículos
lexicográficos en función de su capacidad para problematizar el concepto de
panhispanismo en la obra académica. En la investigación general en la que se
inscribe este trabajo se han clasificado los artículos seleccionados en cinco
categorías:

1) Americanismos deficientemente marcados.


2) Españolismos que no presentan marca diatópica.
3) Voces americanas que se definen a través de remisiones a la variante del español
de España.
4) Americanismos no lematizados: ausencias en la macroestructura del diccionario.
5) Voces cuya definición refleja ideología imperialista/hegemónica española.

Aunque la primera, tercera y cuarta categorías, la de americanismos


deficientemente marcados, la de americanismos definidos a través de remisiones, y
la de las omisiones de vocablos y usos americanos en la nomenclatura, son

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sumamente interesantes y ricas en ejemplos, precisamente debido a la gran


cantidad de temas de estas categorías hemos decidido no incluirlas en esta ocasión.
Su análisis y comentario se realizará en trabajos posteriores que en este momento
se encuentran en preparación.
Por lo tanto, el trabajo centrará sus resultados en las dos categorías
restantes, españolismos que no presentan marca diatópica que los identifique como
usos propios del español de España y voces en cuya definición se observa la
presencia de una ideología imperialista, neocolonial y que tiende a perpetuar la
hegemonía española, con el fin de exponer claramente cómo la RAE persiste en la
representación de la primacía del español de España sobre el resto de variedades
del español en su obra lexicográfica, a pesar de su política panhispánica.

4. Resultados
Una de las carencias fundamentales del DLE (2014) en cuanto a técnica
lexicográfica es la falta de rigor en la sistematización de decisiones. En el caso que
nos ocupa, los problemas de sistematización se observan en la marcación diatópica,
en concreto en la revisión de la preponderancia de la norma del español de España
sobre las variedades americanas, lo que se evidencia en la ausencia de marcación
de los usos privativos españoles y en la deficiente marcación de los usos
americanos. Esto se debe en gran medida al propio proceso de elaboración del
diccionario académico, que la RAE a través de su página web se encarga de
especificar como estrategia para manifestar e insistir en el respeto por el consenso
entre las academias americanas y la española. El órgano conocido como el “Pleno
de los académicos” es el encargado de la toma de decisiones que atañen a la
elaboración del diccionario. Este pleno está integrado por los académicos y
académicas de número. Se reúnen semanalmente, los jueves por la tarde, según
indican en la web oficial de la institución para tratar diversos asuntos, entre los que
destaca la discusión de las “papeletas”, es decir, las diferentes propuestas traídas
bien por los miembros del pleno o bien remitidas por las diferentes comisiones. Para
poder deliberar con criterio, el pleno cuenta con la colaboración del Instituto de
Lexicografía y las distintas comisiones: Comisión Delegada del Pleno y para el
Diccionario; comisiones especializadas; Académicos correspondientes; y la
Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Es
decir, el carácter subsidiario del español de América ya se observa en el hecho de

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que es solo uno de los distintos canales de información del “Pleno” el que vehicula
las propuestas americanas, en contradicción con el número de hablantes con el que
se identifican esas propuestas. Cuando las propuestas de adición, supresión o
enmienda ya pasan el filtro de las comisiones y del “Pleno”, estas se envían a las
academias americanas, que pueden presentar modificaciones antes de su
aprobación final. En este paso sí parece otorgarse a la ASALE cierto poder en el
proceso de elaboración del diccionario, pero lo cierto es que los materiales y
propuestas que valora previamente el “Pleno” son proporcionados por el Instituto de
Lexicografía formado por: Darío Villanueva (director), Santiago Muñoz Machado
(secretario), Manuel Seco, Gregorio Salvador Caja, Ignacio Bosque, Guillermo Rojo,
José Antonio Pascual, José Manuel Blecua, Salvador Gutiérrez Ordóñez, Inés
Fernández-Ordóñez y Pedro Álvarez de Miranda. Todos los miembros del Instituto
de Lexicografía son hablantes nativos de español de España, ninguno es de origen
americano, y por lo tanto, en principio, no presentan sensibilidad especial hacia las
variedades del español. Es más, el automatismo de entender la variedad del español
de España como la variedad por defecto, no marcada, puede verse justamente
impulsada por la ausencia de representación americana en este órgano académico.
Casi la misma ausencia de representación americana se observa en la
composición de la “Comisión Delegada del Pleno y para el Diccionario”, compuesta
por Darío Villanueva (director), Santiago Muñoz Machado (secretario), Gregorio
Salvador Caja, Víctor García de la Concha, Emilio Lledó, Ignacio Bosque, Margarita
Salas, Pedro Álvarez de Miranda y Francisco Javier Pérez, este último el único
americano (en concreto, venezolano). Por lo tanto y en resumen, aunque en el
proceso de elaboración y reforma del diccionario hay representación americana con
capacidad para emprender modificaciones sobre la obra, esta representación es
sumamente minoritaria con respecto a la representación española en los órganos
competentes de la RAE y la ASALE. Esto, en definitiva, crea la falta de
representación equitativa del español de América en el propio diccionario. Incluso,
que haya un miembro hispanoamericano en la Comisión no constituye ninguna
garantía de que la postura o la visión de la RAE sobre los asuntos analizados vaya a
cambiar.
Este desequilibrio motiva la necesidad, que algunas investigaciones apuntan,
de contar con un diccionario que sea realmente representativo de la condición
panhispánica del español. En este sentido, Pedraza Pedraza (2016) señala en

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cuanto al estudiantado de Español como Lengua Extranjera (ELE) que “se precisan
compendios lexicográficos que incluyan información geolectal y que incluyan voces
de las variedades americanas, si es que en realidad se quiere plantear una
verdadera política lingüística panhispánica, que responda a las necesidades de un
mundo globalizado”. Y esto parece dar sustento al poder legitimador de las
academias, en concreto de la RAE y la ASALE, cuyos textos codifican la política
lingüística de toda la comunidad de hispanohablantes. Curiosamente, sobre esta
idea se asienta una nueva estrategia de autorrepresentación de las academias,
como agentes que dan respuesta a necesidades de los hablantes, que surgen para
satisfacer la demanda “y como satisfacción de una necesidad expresada desde
abajo” (del Valle 2014: 96).
Asumidas, pues, las deficiencias técnicas y estructurales de la RAE y la
ASALE, el análisis del conjunto de artículos lexicográficos del DLE (2014) arroja los
resultados que se exponen a continuación.

4.1. Españolismos que no presentan marca diatópica


En primer lugar, es preciso aclarar el concepto de “españolismo”. Se trata de
usos privativos de la variedad de español propia de los hablantes de España, y más
concretamente de la variedad del español peninsular norteño, ya que también se
marcan diatópicamente de forma más generalizada los usos privativos meridionales
o el español de Canarias, por poner dos ejemplos. Es decir, son vocablos,
expresiones o giros propios y privativos de la lengua española hablada en España,
aunque en realidad se restrinjan a una zona más delimitada de la Península Ibérica.
La primera contradicción de la RAE y la ASALE es que permita que el DLE (2014)
defina “españolismo” por remisión a “hispanismo” y este a su vez como “Giro o modo
de hablar propio y privativo de la lengua española”, una definición vaga en la que
parece que el concepto puede comprender cualquier uso que se haga en español,
aunque eso solo tendría sentido en el contexto de una segunda lengua. Dado que
los vocablos en cuestión figuran en el DLE como usos generales de la lengua,
podríamos denominarlos más propiamente “españolismos encubiertos”.
Los españolismos “encubiertos” del DLE pueden considerarse una clase
particular o subcategoría del conjunto de usos que no están correctamente
marcados en el diccionario académico desde el punto de vista diatópico; no lo están

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porque el DLE no los señala como españolismos; es decir, las entradas no contienen
la marca regional “Esp.” que deberían tener.
Las entradas analizadas en el presente trabajo también ponen de manifiesto
el sesgo ideológico imperialista de la RAE y el carácter subsidiario que esta le
confiere al español de América con respecto al peninsular: al presentar los
españolismos sin la marca “Esp.”, y como si fueran de uso general, la RAE
demuestra que así los considera de uso general en todo el ámbito hispánico. El
carácter subsidiario del español de América frente al español de España se revela
justamente en la ausencia de marcación de los usos privativos españoles en cuanto
que se toman como parte del español no marcado o español por defecto, pese a que
son cuantitativamente minoritarios.
Con el fin de demostrar que los usos aquí analizados son efectivamente
privativos de España y que no aparecen marcados como tales en el DLE, se han
probado previamente dos aspectos:

1) Que son usos que solo se emplean habitualmente en España, para lo cual se
ha recurrido a los estudios panhispánicos sobre dialectología léxica de Andre
Moskowitz (1995-2013) basados en encuestas de personas de España y de
los 19 países hispanoamericanos y a la consulta en el CORPES XXI.
2) Que en las entradas del DLE, en las acepciones correspondientes a los usos
en cuestión, no aparece la marca diatópica “Esp.”.

Hay que aclarar que algunos de los españolismos identificados sí se recogen


en el CORPES XXI, en algunos casos no solo como usos restringidos al español de
España, sino que se ofrecen muestras de uso real en algunos países americanos,
pero se ha tenido en cuenta la frecuencia general de uso. Es decir, para determinar
si una expresión o vocablo es o no un españolismo, se ha optado por un criterio
cuantitativo. Además, también se ha observado que muchos de los casos
clasificados como propios de países americanos en el CORPES XXI son en realidad
ediciones realizadas o publicadas en España. Por ejemplo: en el caso de alubia el
CORPES XXI recoge 265 casos repartidos en 123 documentos. De esos 265 casos,
solo aparecen 47 usos extraídos de trabajos de ensayo y ficción publicados en
países americanos, por lo que se trata de un uso claramente minoritario y, muy
posiblemente, motivado por el influjo del español de España. En cualquier caso, al

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cruzar el dato del CORPES XXI con las detalladas investigaciones dialectológicas de
Moskowitz, ha sido posible determinar sin duda la adscripción de las expresiones y
vocablos analizados como “españolismos”.
La lista de voces y/o acepciones que, aun siendo españolismos no se marcan
como tales en el DLE (2014), se incluyen en la Tabla 1. Se ha optado por
organizarlos alfabéticamente para lograr una localización rápida de las formas y
facilitar los procesos de revisión de la obra académica, de ser el caso. Con todo, se
debe aclarar que los ejemplos que se recogen pertenecen a los siguientes campos
léxicos:

- Ropa, vestuario y accesorios.


- Frutas y vegetales.
- Otros alimentos (excluyendo frutas y vegetales).
- El hogar.
- El mundo infantil.
- Útiles escolares y de oficina.
- La ciudad, el dinero y la corrupción.
- Herramientas, máquinas y materiales de construcción.
- Verbos y sus derivados.
- Temas varios.

Además, se proporcionan los equivalentes más utilizados en el español de


América, así como los usos cuantitativamente más frecuentes en el conjunto del
español. La muestra recogida no es exhaustiva, pero sí representativa de algunas de
las palabras de uso más común en el español de España que se ofrecen como
formas por defecto de la globalidad del español.

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País Abreviatura empleada en la tabla


Argentina Ar
Bolivia Bo
Chile Ch
Colombia Co
Costa Rica CR
Cuba Cu
Ecuador Ec
El Salvador ES
Guatemala Gu
Honduras Ho
México Mx
Nicaragua Ni
Panamá Pa
Paraguay Py
Perú Pe
Puerto Rico PR
República Dominicana RD
Uruguay Ur
Venezuela Ve

Tabla 1. Selección de españolismos no marcados en el DLE (2014)

Españolismo Equivalentes en español de América Forma de uso


no marcado más generalizado
altavoz altoparlante (ES, Ho, Ni, CR, Ve, Co, parlante,
Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), bafle (ES, altoparlante (en
CR, Co, Bo, Py, Ur, Ar), bocina (Mx, 13/20 países, cada
Gu, ES, Ho, Pa, Cu, RD, PR), corneta uno)
(Ve), parlante (ES, Ho, Ni, CR, Ve, Co,
Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch)
alubias caraotas (Ve), frijoles (Mx, Gu, ES, Ho, frijoles (en al
Ni, CR, Pa, Cu, RD, Co, Pe, Bo), menos 11/20
fríjoles (Co), frejoles (Ec, Pe, Bo), países)
fréjoles (Ec), frisoles (Co),
habichuelas (RD, PR + España),
porotos (Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch)
americana chaqueta (Cu, PR, Ve, Co, Ec, Ch + saco (en 17/20
España), gabán (PR), paltó (Ve), saco países)
(Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, RD, Cu,
Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar), vestón
(Ch)
aparcar cuadrar (Co, Pe), estacionar (toda estacionar (en
Hispanoamérica + España), parquear 20/20 países),
(Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, Cu, RD, parquear (en
PR, Co, Ec, Bo) 13/20 países)

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apisonadora aplanadora (en toda Hispanoamérica), aplanadora (en


rodillo (Cu, Ec, Pe), rolo (PR) 19/20 países)
badén (tb. burro (Ve), despertador (Ur), lomada No existe una
baden) (Py), lomo de burro (Ur, Ar), forma de uso
mataburros (Py), muerto (CR, PR), generalizado en
policía acostado (Ni, Pa, Cu, RD, Ve, todo el ámbito
Co, Ec), policía dormido (CR), policía hispanohablante.
muerto (ES, Pa, Co), rompemuelles
(Pe, Bol), tope (Mx), túmulo (Gu, ES,
Ho)
bamba2 championes (Py, Ur), gomas (Ve), kits tenis (en 13/20
(Bo), popis (Cu), tenis (Mx, Gu, ES, países)
Ho, Ni, CR, Cu, RD, PR, Co, Ec, Bo +
España), zapatillas (Pa, Ec, Pe, Ur, Ar,
Ch + España), zapatos de caucho
(Ec), zapatos de goma (Ve), zapatos
de lona (Ec)
bañador calzoneta (Gu, ES, Ho, Ni), malla (Bo, traje de baño (en
Py, Ur, Ar), pantalón de baño (Ec), 20/20 países)
ropa de baño (Pe, Bo), terno de baño
(Ec), traje de baño (toda
Hispanoamérica + España), trusa (Cu),
vestido de baño (Ni, CR, Pa, Co)

beicon (tb. beicon (ES, Ho, Ni, Pa, Cu, PR + tocino (en 20/20
bacón) España), panceta (Ur, Ar + España), países)
tocineta (CR, Cu, RD, PR, Ve, Co),
tocino (toda Hispanoamérica + España)
bolindre(s) balitas (Py, Ar), bol(it)as (Pa, Cu, RD, bolitas (en al
Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), menos 11/20
bolinchas (CR), cachinas (Bo), países), canicas
canicas (Mx, CR, Pa, PR, Co, Ec, Pe, (en al menos 9/20
Bo + España), chibolas (ES, Ni), países)
cincos (Gu), maules o mables (Ho),
metras (Ve), mosaicos (Mx), vellugas
(RD)
braga bombachas (Bo, Py, Ur, Ar), blúmers calzón (en 13/20
(Gu, ES, Ho, Ni, CR, Cu, RD, Ve), países)
calzón (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Co,
Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ch), calzonaria
(Ec), cuadros (Ch), cucos (Co),
pantaleta (Mx, Ve), pantis (Pa, RD,
PR)
cacahuete cacahuate (Mx, ES, Ho), cacaomaní maní (en 16/20
(Ni), maní (ES, Ni, CR, Pa, Cu, RD, PR, países)
Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch),
manduví (Py), manía (Gu)

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calderilla cambiado (Bo), cambio (todos los cambio (en 20/20


países de habla hispana), feria (Mx), países)
menuda (Co), menudo (CR, Cu, RD,
PR, Co), sencillo (Gu, ES, Ho, Ni, Pa,
Ve, Co, Pe, Py, Ar, Ch), suelto (Mx, ES,
Ho, Co, Ec, Bo, Ur + España)
cartera bulto (CR, RD, PR, Ve), cartapacio maletín
(=maletín) (Ni), maletín (probablemente en todos (probablemente en
los países de habla hispana), 20/20 países),
portadocumentos (Ch), portafolios portafolios (en al
(Mx, Gu, ES, Ho, Ni, Cu, Ve, Co, Ec, menos 14/20
Bo, Py, Ur, Ar, Ch) países)
catear achicharrar (RD), bochar (Ur, Ar), No existe una
colgar (Ni, Cu, PR), dejar (Pa, Ec), forma
echarse (Ch), fracasar (Pa), jalar (Ec, generalizada en
Pe), mamar (CR), ponchar (ES, Ni, todo el ámbito
Cu), quedarse (en) (Pa), quemar (RD), hispanohablante.
rajar (Co, Ch), raspar (Ve), sonar (en)
(CR, Ur, Ar, Ch), tirar (Co, Bo), tronar
(Mx, Gu, Ho, Ni, CR)
cebolleta cebolla blanca (Ec), cebolla china cebollín (en 10
(Pe), cebolla de cambray (Mx), países)
cebolla de hoja (Py), cebolla de rabo
(Mx), cebolla de verdeo (Ur, Ar),
cebolla en hoja (Bo), cebolla junca
(Co), cebolla larga (Co), cebolla verde
(Bo), cebollín (Gu, ES, CR, RD, PR,
Ve, Ur, Ar?, Ch + España), cebollina
(Ho, Pa), cebollino (Cu)

celo (papel celotape/celoteip (Ve), cinta pegante cinta scotch/cinta


celo =cinta (Co), cinta scotch/cinta escoch escoch
adhesiva) (probablemente en toda (probablemente en
Hispanoamérica), diúrex (Mx), teip o 19/20 países)
teipe (Gu, Ho, Ni, RD, PR, Ve)
cera(s) (= cerita (Ar), crayola (Mx, ES, Ho, Ni, crayola (en al
pintura de CR, Pa, Cu, DR, PR, Co, Ec, Pe, Py, menos 14/20
ceras) Ur), crayón (Mx, Gu, ES, Ni, CR, Pa, países), crayón
DR, Ec, Pe, Bo, Ar), creyón (Cu, Ve), (en al menos
creyón de cera (Ve), lápiz de cera 11/20 países)
(Ch)
cerilla cerillo (Mx, ES), fósforo (Gu, ES, Ho, fósforo (en al
Ni, CR, Pa, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe, menos 18/20
Bo, Py, Ur, Ar, Ch) países)

chisme cachivaches (toda Hispanoamérica + cachivaches (en


(=baratija o España), cachureos (Ch), calaches 20/20 países)
cacharro) (Ni), carajadas (Ni, CR), chácharas

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(Mx), chécheres (CR, Pa, Ve, Co),


chivas (Mx), chunches (Gu, ES, Ho,
Ni, CR, Pa), corotos (Ve),
maricad(it)as (Co), pendejadas (Co),
peroles (Ve), tarantines (Ho, Ni),
tarecos (Cu), tereques (RD, PR, Ec),
tiliches (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Ec),
trastes (Cu, Ve, Co), trastos (Cu +
España), triques (Mx), volados (ES)
chincheta chinche (Mx, ES, Ho, Ni, CR, Pa, Ve, tachuela (en al
Co, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), pinche menos 17/20
(Py), tachuela (Mx, Gu, ES, Ho, CR, países), chinche
Pa, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py, (en al menos
Ur, Ar) 14/20 países)
chupachups bombón (Gu, ES, Ho, Ni, Co), paleta (en 10/20
(tb. chupachup, caramelo (Pa), carioca (Cu), países), pirulí(n)
chupa-chups, chambelona (Cu), chupachupa (CR, (en 10/20 países)
chupa-chup, Ur), chupaleta (Mx), chupeta (RD, Ve,
chupachús) Co), chupete (Gu, Ec, Pe, Bo, Ch),
chupetín (Py, Ur, Ar), colombina (Co),
loli (Ch), paleta (Mx, Gu, ES, Ho, Ni,
RD, PR, Pe, Bo, Py), pilón (RD, PR),
pirulín o pirulí (Mx, Ho, CR, Cu, Co,
Py, Ur, Ar, Ch + España), popi (CR)
comunicar (me) da ocupado (Cu, Py, Ur, Ar + está ocupado (en
(referido al España), está ocupado (toda 20/20 países),
teléfono) Hispanoamérica + España), marca suena ocupado
ocupado (Ch), (me) sale ocupado (Ni, (en al menos
CR, Pa, Cu, RD, PR, Ve, Py), (me) 16/20 países)
suena ocupado (Mx, Gu, ES, Ho, Ni,
CR, Pa, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe,
Bo, Ch)
concienciar; concientizar; concientización (en todaconcientizar;
concienciación Hispanoamérica) concientización
(en 19/20 países,
cada uno)
contrachapado compensado (Ur), contraenchapado plywood (en al
(Ve), madera compensada (Ur), menos 13/20
madera terciada (Py, Ar, Ch), plywood países)
(Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, Cu, RD,
PR, Co, Ec, Pe), triplay (Mx, Pe),
tríplex (Co, Ec), venesta (Bo)
coste costo (en toda Hispanoamérica y en costo (en 20/20
España) países)
cuarto de estar living (Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), sala sala (en 16/20
(tb. sala de (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, Cu, RD, países)
estar) PR, Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py)
desatascador bomba (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, bomba (en 14/20
Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Bo), chupa países)
(Co), chupón (Ve), desatorador (Pe),

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destapabaños (Co, Ec), destapacaños


(Mx), destapador (Gu, ES, Ho, Pa, PR,
Bo, Py), destapapoceta (Ve),
destaquiador (Ni, CR), destrancador
(Py), destupidor (Cu), sopapa (Bo, Py,
Ur, Ar), sopapo (Ur, Ch), ventosa (ES)
enchufe banca (Ur, Ar), conectes (Mx), cuello palanca
(=influencia) (Gu, ES, Ho), cuña (RD, Py, Ur, Ar, (probablemente en
Ch), enllave (RD), entronque (Ni, Ec), 19/20 países)
muñeca (Bo, Ur), pala (PR), palanca
(probablemente en toda
Hispanoamérica), pata(s) (Ni, CR),
pituto (Ch), pul (Ho, Pa), vara (Pe),
vara alta (Mx)
fregona coleto (Ve), lampazo (Ni, Ve, Ur, Ar), trapeador (en
(utensilio) mapeador (Mx), mapo (PR), mechudo 11/20 países)
(Mx), mopa (Ve), palo piso (CR), palo
de piso (Py) repasador (Py), suape
(RD), trapeador (Mx, Gu, ES, Ho, Pa,
Cu, Co, Ec, Pe, Bo, Ch), trapeadora
(Co), trapero (Co, Ch)
fuego (= disco (CR), fogón (Co), hornalla (Py, quemador (en al
hornillo) Ur, Ar), hornilla (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, menos 14/20
Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe, Bo), plato países), hornilla
(Ch), quemador (Mx, ES, Ho, Ni, CR, (en al menos
Pa, Cu, RD, PR, Co, Ec, Ar, Ch + 13/20 países)
España)
gato (como morsa chica o morsa de mano (Ur, prensa (de
utensilio de Ar), prensa (de mano) o prensa mano), prensa
carpintería) (manual) (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, (manual) (ambas
RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, variantes se usan
Ch), sargento (ES, CR, Cu, RD, PR, en al menos 18/20
Ve) países)
gorrino cerdo (toda Hispanoamérica + España), cerdo (en 20/20
chancho (ES, Ho, Ni, CR, Pa, RD, Co, países), puerco
Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), coche (Gu), (en 15/20 países),
cochino (Mx, ES, Ho, CR, Pa, Cu, PR, chancho (en
Ve, Co + España), cuche (ES, CR), 14/20 países),
cuchi (Ec, Pe, Bo), curé (Py), curro marrano (en 13/20
(Ho), macho (Cu), marrano (Mx, Gu, países), cochino
ES, Ho, CR, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, (en 10/20 países)
Pe + España), puerco (Mx, Gu, ES, Ho,
CR, Pa, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe, Bo
+ España), tunco (ES)
guindilla ají (Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), No existe una
chile (Mx, Gu, ES, Ho, Ni), ají picante forma de uso
(Pa, Cu, RD, PR), chile picante (CR) generalizado en
todo el ámbito
hispanohablante.

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grifo canilla (Py, Ur, Ar), caño (Pe), chorro llave (en 16/20
(Gu, ES, Ni, Ve), llave (Mx, Gu, ES, Ho, países)
Ni, CR, Pa, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe,
Bo, Ch), paja (Ni), pila (Cu, Bo), pluma
(Pa, Cu, RD, PR, Co), tubo (CR)
guisante alverja (Gu, ES, CR, Pa, Co, Ec, Pe, arveja (en al
Bo, Py), arveja (Gu, Ve, Co, Ec, Pe, Bo, menos 10/20
Py, Ur, Ar, Ch), chícharo (Mx, Ho, Cu), países)
petit pois (ES, Ho, Ni, Pa, Cu, RD, PR,
Ve)
hacer la pelota alcahuetear (Ur), barbear (Mx), No existe una
cepillar (Ni, Pa, Co, Ec, Py), chupar forma
las medias (CR, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), generalizada en
culebrear (Gu), echar cepillo (Co), todo el ámbito
enrollarse (ES), guataquear (Cu), hispanohablante.
hacer la barba (Mx), hacer la pata
(Ch), hacer la rosca (ES), jalar bolas
o jalar mecate (Ve), lamber el ojo
(PR), lambisconear (Mx, Ho),
lambonear (Pa, Co), pasar la brocha
(CR), sobar la leva (Gu, CR), sobar o
sobonear (Pe), tumbar el polvo (RD)
hacer novillos brillar (RD), capar (Co), capear(se) No existe una
(Gu, Ch), chacharse (Bo), comerse la forma
guásima o pelar la guásima (Cu), generalizada en el
comer jobo (PR), colgar clase (ES), ámbito
cortar clase (PR), echarse la pera hispanohablante.
(Ec), echarse la pinta (Mx), hacer la
chancha (Ch), hacer la cimarra (Ch),
hacerse la rata (Ur, Ar), hacerse la
vaca (Pe), hacerse la pava (Ec),
hacerse la pinta (Mx), hacer(se la)
rabona (Py, Ur, Ar + parte de España),
hacer pellas (ES), irse de capiuza
(Gu), irse de pinta (Mx), jubilarse (Ve),
pavearse (Pa), rabonear (Py), tirarse
la pera (Pe)
jersey abrigo (CR, Pa, Cu, RD), buzo (Ur), suéter (en 20/20
chaleco (Ch), chomba (Ch), chompa países)
(Pe, Bo), pulóver (Py, Ur, Ar), saco
(Co, Ec), suéter (toda Hispanoamérica
+ España), tricota (Py)
llave grifa llave de caño (Ar), llave de perro (PR), llave estilson o
(herramienta) llave de plomero (Py, Ar), llave de estilson (ambos
tubo(s) (Gu, Ho, Pa, Ve + España), términos se usan
llave estilson o estilson (Mx, Gu, ES, en al menos 10/20
Ho, Ni, Cu, RD, Pe, Bo, Ch), llave países)
inglesa (CR, Cu, Ve, Ec, Pe, Ur, Ar,
Ch), llave pico de loro o pico de loro
(Cu)

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matrícula chapa (Cu, Py, Ur, Ar), patente (Ar, placa (en 13/20
Ch), placa (Mx, Gu, Es, Ho, Ni, CR, Pa, países)
RD, Ve, Co, Ec, Pe, Bo), tablilla (PR)
mechero encendedor (en toda Hispanoamérica y encendedor (en
en España) 20/20 países)
monitorizar; monitorear; monitoreo (en toda monitorear;
monitorización Hispanoamérica) monitoreo (en
19/20 países, cada
uno)
noria estrella (Pa, Cu, RD, PR), rueda de rueda de Chicago
Chicago (Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, Co, (en 11/20 países)
Pe, Bo, Py, Ch), rueda de la fortuna
(Mx, Ve), rueda gigante (Ur), rueda
moscovita (Ec), viaje a la luna o luna
(Ve), vuelta al mundo (Ar)
paleta (como badilejo (Pe, Bo), bailejo (Ec), cuchara cuchara (de
utensilio de (de albañil) (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, albañil) (en 11/20
albañilería) Cu, Ve, Py, Ur, Ar), palaústre (Pa, PR), países)
palustre (Pa, Co), plana (RD, Ch)
panoja (tb. choclo (Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), mazorca (en al
panocha) elote (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR), jojoto menos 12/20
(Ve), mazorca (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, países)
Pa, Cu, RD, PR, Co + España)
astilla (Cu), baro o varo (Cu), bille (Pa, La forma más
pasta (=dinero) Pe, Ch), billulla o biyuya (Ur, Ar), generalizada es
billullo o biyuyo (Mx, Ho, Ve, Ch), dinero, pero no
billullu o biyuyu (Ho), bolas (Ho), existe una forma
bollos (Ni), cuarto (RD), chambulines coloquial para todo
(Ni), chavos (PR), chen-chen (Pa), el ámbito
chibilines o chivilines (Pe), churupos hispanohablante.
(Ve), feria (Mx), fulas (Cu), guita (Pe,
Bo, Py, Ur, Ar, Ch + España), harina
(CR), lana (Mx, Gu, Ho, Ni, CR, Co,
Ec), mangos (Ar), marmaja (Mx, Co),
morlacos (Bo, Ur, Ar, Ch), mosca (CR,
Co, ES, Pa), muna (Ve), pachocha
(Mx), palo (Pa), pirá piré (Py), pisto
(Gu, ES, Ho), reales o riales (Ni, Ve),
vento (Ur, Ar)
pendiente arete (Mx, Gu, ES, Ho, CR, Pa, Cu, RD, arete (en 13/20
Ve, Co, Ec, Pe, Bo), arito (Gu, ES, Ho, países)
RD), aro (Bo, Py, Ar, Ch), candonga
(Co), caravana (Ur), chapa (Ni),
pantalla (PR), zarcillo (Ve, Co +
España)
perrito caliente frankfúrter (Ur), hotdog o hot dog hotdog, perro
(tb. perrito) (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, RD, PR, caliente (en al
Ec, Pe, Bo, Ch), pancho (Py, Ar), perro menos 13/20
caliente (Mx, Gu, ES, Ni, CR, Pa, Cu, países, cada uno)
RD, PR, Ve, Co, Ec, Bo), vienesa (Ch)

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pijama pashama (Gu), payama (Ho, Cu, PR), piyama (en 19/20
piyama (toda Hispanoamérica) países)
piso apartamento (todos los países de apartamento (en
(=vivienda) habla hispana), departamento (Mx, 20/20 países). Hay
Gu, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch) que aclarar que,
en España,
apartamento
suele referirse a
una vivienda de
pequeño tamaño.
pitillo cigarrillo, cigarro (en toda cigarrillo (en
Hispanoamérica y en España) 20/20 países)
plumier cartuchera (Ni, CR, Cu, PR, Ve, Co, cartuchera (en al
Ec, Pe, Py, Ur, Ar), estuche (Mx, Gu, menos 11/20
ES, RD, Bo, Ch + España), lapicera países)
(Mx, Ho), lapicero (Ho, Pa),
portalápices (Mx), portalápiz (ES, Ho,
Ni, RD)
rotulador drypen/draipen (Ur), magic marker marcador (en al
(PR), marcador (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, menos 17/20
CR, Pa, Cu, RD, PR, Ve, Co, Ec, Bo, países)
Py, Ur, Ar), páilot/pilot (CR), piloto
(Pa), plumón (Mx, ES, Cu, Pe, Ch)
superviviente sobreviviente (toda Hispanoamérica) sobreviviente (en
al menos 19/20
países)
sujetador ajustador (Cu, Col), brasier (Mx, Gu, brasier (en 12/20
ES, Ho, Ni, CR, Pa, RD, PR, Ve, Co, países), sostén
Pe), corpiño (Py, Ur, Ar), sostén (Mx, (en 11/20 países)
Gu, Pa, RD, PR, Ve, Co, Ec, Pe, Bo,
Ch), sutién (Ur, Ar)
tarta bizcocho (Pa, RD, PR, Co + España), torta, cake (en
cake (ES, Ho, Ni, CR, Pa, Cu, Ec, Pe, 10/20 países, cada
Bo, Ch), dulce (Pa), panetela (Cu), uno)
panqué (Cu, Ve), pastel (Mx, Gu, ES,
Ho, Ni, CR, Pa + España), ponqué (Ve,
Co), queque (ES, Ho, Ni, CR, Pa, Cu,
Ec, Pe, Bo, Ch), torta (Ve, Co, Ec, Pe,
Bo, Py, Ur, Ar, Ch + España)
tejano/pantalón azulón (Ho, Ni), diablo fuerte (Pa), jeans (en 20/20
tejano fuerte azul (RD), jeans (toda países)
Hispanoamérica + España), mahones
(PR), pantalón de lona o lona (Gu,
ES), pantalón de mezclilla (Mx, ES,
CR), pitusa (Cu), vaqueros (Py, Ur, Ar
+ España), wanglers (Bo)
tiovivo caballitos (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, CR, Pa, carrusel
Cu, RD, PR, Ve, Pe, Ch + España), (probablemente en
calesita (Py, Ur, Ar), carrusel 20/20 países ),
(probablemente en todos los países de caballitos (en

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habla hispana), feria de caballitos 14/20 países)


(Cu), machina (PR), rueda de
caballitos (Gu, ES, Ho, Ni)
tirachinas biombo (Pa), cata o catapulta (Ec), honda (en al
cauchera (Co), charpe (Mx), china menos 15/20
(Ve), flecha (CR, Ec, Bo), gomera (Ar), países)
honda (Mx, Gu, ES, Ho, Ni, PR, Ve,
Co, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch + España),
hondilla (ES), hondita (Py), horqueta
(Ec), hulera (Mx, Ni), pailca o paica
(Ec), resortera (Mx, CR, Ec, Pe, Bo),
tiradera (Cu), tiradora (Ni),
tirapiedra(s) (Cu, RD)
trena, trullo bote (Mx, Gu, ES, Ho, CR), botellón La forma más
(Mx), cana (Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Ur, Ar), generalizada es
capacha (Ch), cuadrada (Bo), chira cárcel, pero no
(Pe), chirola (Ec), chirona (ES, Cu + existe una forma
España), chironga (ES), cholpa (CR, coloquial para todo
Ni), chorpa (CR), guandoca (Co), hoyo el ámbito
(ES), jaula (Cu), loma (Cu), mamo hispanohablante.
(Ho), tabo (CR), tajo (CR), tambo (Mx,
ES), tanque (Mx, Cu)
uve doble u (Mx, ES, Ni, CR, Pa, RD, PR, doble ve (en
doble, doble Co), doble ve (Gu, ES, Ho, Ni, Cu, PR, 15/20 países)
uve (el nombre Ve, Co, Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ar, Ch), ve
de la letra w) doble (Pe, Bo, Py)
váter excusado/escusado (Mx, ES, Ni, CR, inodoro (en al
Pa, Ec + España), inodoro (Mx, Gu, menos 17/20
ES, Ho, Ni, CR, Pa, Cu, RD, PR, Co, países)
Ec, Bo, Py, Ur, Ar + España), poceta
(Ve), sanitario (Mx, Gu, RD, Ve, Co,
Ec), servicio (Ho, Pa, Cu), servicios
(España), tóilet (PR), wáter (Mx, Ve,
Ec, Pe, Bo, Py, Ur, Ch)

4.2. Voces cuya definición refleja ideología imperialista/hegemónica española


En cuanto a las voces que recoge el DRAE (2014) en las que se pone de
manifiesto una ideología imperialista y hegemónica española, hay que precisar que
esta se vehicula lingüísticamente de un modo muy sutil. Las huellas ideológicas en
este sentido se han ido eliminando o puliendo edición tras edición hasta llegar a la
arena de lo políticamente correcto. No obstante, perviven ciertos usos que revelan la
asunción y naturalización por parte de la RAE de una serie de tradiciones de corte
imperialista en las que se exhiben de forma casi imperceptible para un público no
especializado.

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I. De la conquista al descubrimiento
Es el caso más evidente de naturalización de ideologías imperialistas, visible
por ejemplo en la información etimológica que se ofrece del término colón.

colón De C. Colón, c. 1451-1506, marino y descubridor del Nuevo Mundo, por llevar
grabada su efigie.
1. m. Unidad monetaria de Costa Rica y de El Salvador.

Según la propia definición académica “conquistar” implica “ganar, mediante


operación de guerra, un territorio, población, posición”; es decir, el término remite
directamente a procesos bélicos en los que se consigue tomar algo por la fuerza. De
este modo se consiguió, según coinciden las diferentes crónicas históricas, el
dominio español sobre los territorios americanos. Sin embargo, al hacer referencia a
Colón, la RAE opta por la denominación de “descubridor”, que encubre la toma por
las armas y la envuelve en la fantasía altamente positiva de destapar lo que estaba
oculto.

II. Cuestión de “raza”


El uso del término “raza” en la definición de indio, a es especialmente
polémico, puesto que solo debería emplearse para hacer referencia a distintas
especies, cosa que no es posible dentro de la raza humana. Asumir la división de la
raza humana en distintas especies biológicas es en sí misma una consideración
racista, por lo que no debe emplearse el término como equivalente de etnia. No
obstante, en esta definición se mantiene el par “pueblos o razas”, en el que la
información, si no es redundante, es claramente racista. Desde luego, sería
pertinente pensar en una modificación de esta definición y prescindir de un término
de tal polémica que indica, cuanto menos, una diferenciación (o, en el peor de los
casos, una opinión de superioridad subrepticia) entre los pueblos americanos y las
personas encargadas de la redacción de esta definición.

indio, a
3. adj. Dicho de una persona: De alguno de los pueblos o razas indígenas de
América. U. t. c. s.

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III. De las “virtudes” del cristianismo


Si un concepto es repetido hasta la saciedad cuando se aborda el proceso de
la conquista de América es el de la evangelización de los pueblos autóctonos de los
territorios sometidos. En este contexto, que el DLE (2014) mantenga todavía una
definición en la que destaca notablemente la modalidad valorativa a partir del uso del
hiperónimo “virtudes” llama profundamente la atención. Equivale a legitimar la
superposición de formas de culto, lo cual implica nuevamente un caso de
interpretación de la supremacía de España, y en concreto de la religión mayoritaria
de España, sobre América y su patrimonio ideológico y cultural.

evangelizar
1. tr. Predicar la fe de Jesucristo o las virtudes cristianas.

Conclusiones

Uno de los fundamentos ideológicos más profundos de la política lingüística


panhispánica es el que identifica del Valle (2014: 103) como su carácter
“paradójicamente antipolítico, su impronta erradicadora de la tensión constitutiva de
la norma lingüística y de la comunidad que en ella se pretende anclar”. Pero, lejos de
la conciliación y consenso defendidos por autores como Víctor García de la Concha
(2014), el acercamiento detenido a las obras de la RAE y la ASALE pone de
manifiesto un desequilibrio evidente entre las distintas variedades del español. El
hecho es que, como se apunta en este mismo trabajo, la elaboración de una norma
siempre tiene como origen un proceso de inclusión y exclusión, por lo que el afán
totalizador que propugnan las academias de la lengua española, en especial la RAE,
es difícilmente sostenible.
Las entradas analizadas en el presente trabajo también ponen de manifiesto
el sesgo ideológico imperialista de la RAE y el carácter subsidiario que esta le
confiere al español de América, con respecto al peninsular: al presentar los
españolismos sin la marca “Esp.”, y como si fueran de uso general, la RAE
demuestra que así los considera, de uso general y empleados en todo el ámbito
hispánico. El carácter subsidiario del español de América frente al español de
España se revela justamente en la ausencia de marcación para los usos privativos
españoles en cuanto que se toman como parte del español no marcado o español
por defecto, pese a que son usos cuantitativamente minoritarios. Aunque solo se han
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recogido 64 casos, la nómina de términos privativos del español de España que no


aparecen marcados diatópicamente es mucho mayor, por lo que continuamos
investigando en este sentido con el fin de obtener listados más completos con datos
contrastados con la investigación dialectológica. Por otro lado, y en cuanto a la
presencia de huellas de modalización discursiva que delaten la ideología
supremacista española, hemos comprobado cómo los pilares de la relación colonial
España-América siguen deslizándose en determinados artículos lexicográficos. Por
supuesto, hay que destacar que el trabajo que se está haciendo por eliminar del
diccionario académico todo rastro de ideología que ponga de manifiesto la
preeminencia española es muy importante, por lo que nos hemos limitado a ofrecer
tres ejemplos representativos.
Como se advirtió desde el inicio, también existen otros indicadores de la
preeminencia de la variedad española de España en el diccionario, como el hecho
de que multitud de voces se definan por remisión a la forma española, aun siendo
claramente la opción minoritaria. Pensemos en pares como
“sobreviviente/superviviente”, en el que sigue remitiéndose a la segunda opción,
empleada casi exclusivamente en España, para definir el término. Y, como último
indicador, también podemos sostener que existe bastante descuido en el tratamiento
de los usos americanos, que aparecen con frecuencia deficientemente marcados, si
no omitidos, lo cual constituye de nuevo una prueba del carácter secundario del
español de América en el diccionario académico.
Podría sostenerse la existencia de una realidad neocolonial en la
configuración de la norma panhispánica. Una suerte de engaño perpetrado por la
RAE a partir de la proyección de un consenso falaz y de una igualmente falaz
equidad en la representación. Este análisis realizado así lo demuestra, pero también
es posible recurrir a la observación de otras notables contradicciones de la política
panhispánica como el hecho de que se publiquen diccionarios de léxico usual propio
de distintos países americanos hispanohablantes. Por ejemplo, el Diccionario de
mexicanismos (AML, 2010) firmado por la Academia Mexicana de la Lengua, asume
el servilismo de esta academia con respecto al español de España, pues enfrenta
los usos de los mexicanos con los de esta variedad, de modo que se vuelve sobre la
“lógica centro-periferia” que sostiene el régimen normativo de la RAE y la ASALE
(del Valle 2014: 107). Lo que sí parece una necesidad es la realización de
diccionarios integrales de las distintas variedades del español que promuevan la

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idea de independencia con respecto a la RAE, al estilo de los trabajos dirigidos por
Luis Fernando Lara, el Diccionario del español usual en México (1996), y su sucesor
en línea, el Diccionario del español de México (2017).

Bibliografía

Álvarez de Miranda, P. (2013): “Panhispanismo: un congreso de 1963”. Rinconete,


julio 2013, Madrid: Instituto Cervantes.
del Valle, J. (2014): “Lo político del lenguaje y los límites de la política lingüística
panhispánica”. Boletín de Filología, Tomo XLIX, Número 2 (2014), pp. 87-112.
— (2011): “Política del lenguaje y geopolítica: España, la RAE y la población latina
de Estados Unidos”, en Silvia Senz y Montserrat Alberte (eds.) El dardo en la
Academia. Esencia y vigencia de las academias de la lengua española,
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