Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DE EDUARDO GRILLI
PERSONAJES
FENICIA
LINDA
SARITA
SARITA: Tiene razón la pulposa. Mientras estemos acá dentro, musa… como
dicen ustedes.
FENICIA: Te entendí, cara de lagarto en celo. ¿En Cuba son todos así, medios
retrograditos?... Después de Fidel y del Che, la nada misma ¿no?
SARITA: Yo no soy de Cuba. Soy de Miami. De Boca Ratón, pa’ que te enterés.
FENICIA: ¿¡Y por qué no te quedaste usando esa bocota con tus yanquisitos de
mierda, que nos venís a sacar el laburo acá, eh!? ¡Yo te voy a bloquear esa
carota! (Se interpone LINDA)
SARITA: En Miami está lleno de puticas. ¿Qué más tú quieres saber, eh?... Por
eso me vine a trabajar a tu paisito.
FENICIA: Con vos no estoy hablando. Cerrá esa boca ratón o en serio te la cierro
de una piña.
FENICIA: Que sos una retrogradita, exiliada, y con un olor a chivo que mata; que
por eso te habrán rajado de Cuba. Eso sos. Y que te viniste acá para que te
enseñemos como se coge de verdad.(Ríe)
SARITA: ¡¡Que no soy cubana!! (A LINDA) ¿Le puedes hacer tú entender esto a
tu amigota?
SARITA: ¿Tú también me tomás pal churrete? Creí que a ti te caía un poquitico
más simpatiquita, mi amor.
FENICIA: (A LINDA) VIgilá que no venga nadie. (Se le abalanza a SARITA con
intenciones de ahorcarla) ¿¡¡Vos querés saber!!? ¡¡Yo te voy a contar!!
LINDA: Los del barrio viejo. Una familia famosa que se dedica a la trata. Y que se
ramificó por todo el mundo.
LINDA: (Sigue)… que cada tanto son noticia internacional y la Interpol los tiene
bajo la lupa.
SARITA: Ni idea.
FENICIA: (A SARITA, igual)Si no soy puta, qué puedo llegar a ser. Decime que
me interesa saber.
LINDA: (Igual)… y que el otro día vi en el Miami Herald una foto de ese clan y
había una que se parecía mucho a vos.
SARITA: Porque ahora me vino así como a la memoria. En Cuba somos cultores
del “sin prisa pero sin pausa”. Y mi mente tranquilica y en silencio siguió
trabajando una vez que nombraste a los Goncalvez. Y sí que los conozco pues.
Unos jueputas malparidos.
SARITA:(Por FENICIA)Lo que dijo esta violenta hace un rato es así. Me vine a tu
país pa’ que me enseñen a coger de verdad. Ustedes sí tienen fama de saber
coger. Coger como Diosito manda. Coger con todos los sentidos. Coger abiertica a
lo que pueda venir. Sin bloqueos de sensaciones. Con ritmo. Con sabor. Sin
límites del placer, chica… En Cuba le decimos “echarse un buen palo”.
LINDA:Entonces eso no habla muy bien de ustedes los cubanos. Tú que tantos
los defiendes.
SARITA:Ahora sí. Por ese camino llegamo’ a la Havana - otra frase popular que
tenemo’ allá en Cuba - Ahora nos entendemo’. Yo no dije “nunca”. Dije “aprender a
coger de verdá”
FENICIA:Hay una sola forma de coger. Con ganas o sin ganas. Mirá que sencillo.
SARITA:Lo único que pretendo saber es… es… (Le da vergüenza decirlo. Se
vuelve dulce. Suena una bolero romántico) es… es cómo poder coger por
amor, chica… Que yo soy una cubana digna de merecer ser amada. Todos los
que hicimos la revolución nos merecemos ser amados de verda’… ¿Ustedes qué
piensan? (FENICIA y LINDA están confundidas, no saben qué decir)
LINDA:Sacate la ropa.
SARITA:(A LINDA) ¡Pero qué tú te has pensaó! ¡¡¡Que yo soy una cubana digna y
quiero que un buen porteñico argentino me enseñe a echarme un buen palo de
verdad, no tú!!!
LINDA:Ni Silvio Rodriguez te va a tratar con la dulzura que te voy a tratar yo. Y te
voy a hacer conocer al verdadero Unicornio. (La enfrenta, se levanta la pollera y
denota que es un travesti)
SARITA:A medias. Soy la que no sabe coger, pero no soy la cornuda. Entre José
y yo no hay secreticos. Y yo le permití que tuviera experiencias con mujercicas
como ustedes para ver si podíamos mejorar nuestra vida sexual. Pero nunca me
imaginé esto (Mirándola a LINDA, que esta, junto a FENICIA, se van tentando
de risa)
LINDA:Ni ahí. Ya me olvidé lo que era eso de estar caliente con alguien.
FENICIA:Digo… Se me hace como que son gente que ponen siempre delante la
causa por sobre el placer.
FENICIA:Bueno… coger, coger… Una tijereta violenta nada más para ver como
reaccionaba… (Pausa)
LINDA: Che, Fenicia… mirá si esta habla con el marido y nos dejan acá dentro por
una temporada larga…
LINDA:Y comida…
FENICIA:También… Y comida… (Bajan las luces lentamente hasta oscuro)
Personajes
HOMBRE, el cliente
RAMÓN, el mozo
En un bar.
HOMBRE: Quince años que vengo a este bar ¿no?... ¿Y me va a decir que no sé
interpretar los gestos de todos y cada uno de los mozos que laburan acá?
RAMÓN: Mi rictus puede estar diciendo, ente otras cosas, que usted no se
merece a esa mujer… De ahí la adustez en mi rostro.
RAMÓN:La verdad, estaba pensando justo eso, que ya no va a venir. Por eso digo
que usted tendría que pensar en otra mujer… Mirese sino… La estampa del
desahuciado…
RAMÓN: ¿Perdón?
HOMBRE: No me joda, Ramón. ¿Me va a decir que nunca se arrodilló por una
damisela?
HOMBRE: Tome y llame de una vez. ¿Usted no se habrá creído esa canción que
dice (Canta) “Dicen que los hombres no deben llorar, por una mujer
larailaralaaa…”
RAMÓN: Ponga en la balanza cuánto hace bien y cuánto hace mal el amor… Sin
ir más lejos, mírese(Lo imita burlonamente) “llámela y dígale que tengo un
ACV”… ¡¡“llámela y dígale que tengo un ACV”!! … Insisto. Lamentable.
RAMÓN: No me diga. Yo pensaba que era todo pan y cebolla, como dice el refrán.
HOMBRE: ¿Qué carajo dice? ¡En mi vida tuve hipo! Esa no se lo va a creer…
RAMÓN: ¡Ay Dios! Un día va a estar teniendo un ACV en serio y va a pensar que
le cayeron mal unos ravioles!
RAMÓN: Será porque tengo la santa paciencia que tienen los padres.
HOMBRE: Y seguro también tiene el entendimiento. O sea que aunque se haga el
difícil, me está entendiendo. Dele, marque… quince…
RAMÓN: No insista. No voy a ser su cómplice. Menos con una mentira. Si quiere,
y muy a mi pesar, la llamo para contarle la verdad y que está arrepentido.
Compórtese como un macho.
HOMBRE: Nadie dijo corriendo… Aparte usted opina por olfato, porque tanto tanto
no la conoce.
HOMBRE: Okey. La voy a llamar yo. Pero metase bien dentro de esa cabezota
que está dejando a un hombre desesperado por amor, a la deriva… Siempre
sospeché que los mozos parecen una cosa y terminan siendo otra totalmente
distinta.
HOMBRE: ¡Lo agarré! Usted odia el amor y me va a decir en este momento a qué
se debe. Se acaban de invertir los roles, y ahora el que va a asumir el papel de
asesor sentimental voy a ser yo... Y de paso, si no lo toma a mal, me va a servir
para dejar de pensar todo el tiempo en Isabel.
RAMÓN: O sea que no lo haría exclusivamente para darme una mano… Si es que
fuese como usted dice que yo odio el amor…
RAMÓN: ¿Usted no odiaría, por ejemplo, a una mujer que le es esquiva? No digo
a la persona, digo a la circunstancia. Bueno, esa cosita loca llamada amor, a mí
siempre me fue esquiva.
RAMÓN: ¿¿¿Eh???
HOMBRE:¡Digame en qué momento le quise contar esa novela que usted dice!
RAMÓN: No hace falta que lo exprese totalmente con palabras. Su postura, lo que
deja trascender con sus gestos, sus tonos… Lo más parecido a una novelucha
clase B de las tres de la tarde.
HOMBRE: Claro… El señor me larga (Lo imita, exagerando)“Nunca estuve
enamorado”, y Alberto Migré ahora vengo a ser yo
RAMÓN: Si se va a ir a otro bar, avise con tiempo porque la mesa seis, siempre
me la piden y uno se cansa de repetir que está reservada.
RAMÓN: ¡¡Si vamos a hablar de sexo, ahí sí le puedo brindar una conferencia de
veinticinco mil horas y con lujo de detalles!!
HOMBRE: ¡¡¡Pasa que para mí estar enamorado es mirar a Dios a los ojos; y para
usted mirarle la cara a Dios es cogerse a una mina!!!... La vulgaridad más
manifiesta de esa frase tan trillada. Me decepciona, Ramón. Jamás lo hubiera
pensado. Estamos discutiendo hace rato y llegamos a la conclusión de que
estamos hablando de dos cosas distintas. Amor y o sexo.
HOMBRE: Lo más triste es que eso ya lo sabía, pero tenía una pequeña
esperanza que por un rato no lo fuera… Se trata de mi mujer, Ramón. Podría
haber hecho una excepción (suena su celular)Hola… (A RAMON)Isabel (Al
celular)Hola mi amor, antes que nada, una consulta. Ponele que yo quiera utilizar
una metáfora para describir el hecho de hacer el amor, y digo “mirarle la cara a
Dios” en vez de coger ¿Vos interpretarías que estoy queriendo introducir el tema
de la religión en medio de una conversación? (…) ¿Eh? (…) A nadie, mi amor, no
me quiero coger a nadie, estoy discutiendo con … (…) Pará que te paso así me
creés (La pasa el celular a RAMON pero este lo rechaza) ¡Ramón, agarre este
teléfono y diga nada más “hola”(RAMON lo agarra y dice hola pero al aire, no al
micrófono)¡A ella! ¡Pongase al habla y dígale hola a ella!
RAMÓN: Hola ¿Con quién tengo el gusto? (…) Conmigo, su marido está conmigo
(…) No, no hay ninguna mujer acá. O mejor dicho, hay pero no acá con nosotros,
sino en otras mesas (…) ¿Y si no me cree para qué pidió hablar con el mozo? (…)
Es verdad, fue su marido. Aprovecho que la tengo ahí para una consulta ¿Pongale
que su marido quiera utilizar una metáfora para describir el hecho de hacer el
amor, y dice “mirarle la cara a Dios” en vez de coger ¿Usted no interpretaría que
su marido está queriendo introducir el tema de la religión en medio de una
conversación? (…) (A HOMBRE)Dice que lo que me va a introducir en el culo si le
seguimos tomando el pelo es… (HOMBRE toma el celular)
HOMBRE: ¿Mi amor, te convenciste ahora que estoy hablando con Ramón, el
mozo? (…) Me cortó.(Pausa prolongada)
RAMÓN: ¿Se convenció ahora que no es una mujer para usted? Una mujer sin
humor es una mujer sin amor….Aplauda mi lingüística comparativa, por favor.
HOMBRE: Sabe qué… (Se levanta, toma el último sorbo de whisky)Lo que
tendría ganas de aplaudirle hoy sería la cara, pero tengo miedo que le revuelva
todas las palabras que tiene todavía en la boca y siga escupiendo boludeces como
lo hizo hoy hasta recién. Arrivederchi. (Sale. RAMON lo observa irse)
HOMBRE:(Reingresando) Insisto que recién usted quiso traer a Dios a esta mesa
de discusión... Bueno, que el Barba se lo pague (Sale)
Personajes
SONIA
DENISSE
Parte 1. Habitación. SONIA está pensativa, ingresa DENISSE con una hoja de
papel en su mano; tiene un parche tipo pirata que cubre uno de sus ojos y
luce un delantal blanco; tiene como tic, tocarse la entre pierna a cada rato.
Hablan castellano neutro.
SONIA: Bonito.
DENISSE: Uno de esos días donde las amapolas parecieran regalarnos con esos
colores tan intensos un…
SONIA: ¿Denisse, has estado bebiendo?... ¿Te han puesto alguna burundanga en
el mate?... Lo tuyo fue el acto de amor más precioso que la amistad entre dos
personas puede generar ¿y ahora me vienes con esto?... Hasta has llegado a
vender uno de tus sex-shops para costear el trasplante… ¡Denisse, hay algo de ti
en mí, que me ha hecho ver la vida de una forma diferente y…!
SONIA: Lo tuyo ha sido casi un acto de salvajismo. Mira si tocabas algún órgano
sensible y me dejabas ciega del todo.
DENISSE: Estarías desarrollando los otros sentidos. Toda causa tiene su efecto
positivo, amiga.
SONIA: Me hubieras dicho de un principio que lo tuyo era un acto de amor con
fecha de vencimiento. Hubiera sido más noble.
DENISSE: ¡Te doné el órgano porque ya había dejado de creer en el amor, Sonia
Mónica! Pero ahora Julián ha llegado a mis costas, y necesito disfrutar de lo que la
vida me está regalando en toda su dimensión (Se quedan mirando) ¿Qué es lo
que piensas?, cabeza en estado putrefacto.
SONIA: ¡¡Te hubieras visto la cara de zopenca cuando dijiste “en toda su
dimensión”, Denisse María!! ¡Y puedes dejar de andar tocándote todo el tiempo!
(DENISSE saca su Smartphone y busca algo) ¿Qué buscas?
Parte 3. SONIA vuelve a estar sin el parche en el ojo. DENISSE está sentada
de espaldas al público.
SONIA: Lo máximo que pude despellejar en mi vida fue un pollo, y solo pude
porque estaba drogada. Me descompone ver sangre.
DENISSE: (Se levanta los anteojos) Mírame… ¡Mírame! (Se ponen cara a cara)
SONIA: Ver esas dos cosas que tienes como ojos también me descomponen,
Denisse María… (Le baja los anteojos)
DENISSE: ¿¡Somos amigas o qué somos?... Quiero las córneas de Julián en mis
ojos y tú me vas a ayudar.
DENISSE: ¡¡Te vuelvo a arrancar mis dos ojos y ahora sin anestesia!!...
Desagradecida. (Mira hacia un costado de SONIA)
SONIA: ¡¡Me puedes mirar cuando me hablas!!... Ok, perdón, me olvido que no
puedes ver. ¿Qué pasa si se nos muere en la operación?
SONIA: ¿¿¡¡Quéee??!!
DENISSE: Sería una bella forma de pagarme mis córneas; las que hoy iluminan tu
existir.
Parte 5. Sonia está sentada con una cabeza de telgopor en sus manos y un
cutex. Denisse camina a su alrededor.
SONIA: Ya está.
DENISSE: Ahora con la yema del pulgar presionas con mucho cuidado ese
parpado hacia adentro
DENISSE: Ahora con la pinza esa que parece una de depilar, extraes un pedacito
de telgopor que quedó debajo de la parte hundida y que vendría a ser una de las
córneas del malparido de Julian.
SONIA: ¡Es que no puedo hacerlo, amiga! Me da impresión verlo así tan blanquito
y peladito, me recuerda al abuelo Lucio (DENISSE encuentra la cara de SONIA y
le pone enfrente a la cabeza de telgopor)
SONIA: Todo bien, pero mi abuelo Lucio todavía está vivo. Te comento. (Pausa)
DENISSE: La poronga.
DENISSE: ¡Me doy cuenta que fue todo inútil! Siento como que estoy siendo
controlada por él. Que mis ojos son solo un medio para mirar lo que Julián quiere
estar mirando... ¡Mira con que deseos es que te estoy mirando esos pechos,
Sonia!
SONIA: ¡¡Eres tú misma, Denisse María Cienfuegos!! ¿¡O ya te olvidas que eres
una ninfómana?! ¿¡Quieres mis tetas?! ¡Pues toma mis tetas y has de ellas lo que
te plazca! (Pausa)
DENISSE: Me voy a arrancar los ojos, y luego te voy a pedir que me devuelvas - y
esta vez en forma definitiva - mis córneas. Quiero volver a ser yo.
SONIA: Toda historia culmina con una buena comida ¿ya te has olvidado? Lo
decíamos cuando la vida era como un parque de diversiones para nosotras. Y solo
nos importaba coronar nuestras locuras empachándonos en los Mc Donalds…
DENISSE: Así lo has querido. Pero ahora TÚ recuerda que voy a estar siempre
observando tu interior. Voy a deambular por tus entrañas; controlándote,
vigilándote… En una palabra, voy a estar siempre cerca de ti... Como una amiga
que siempre estuvo y estará… A pesar de lo que has hecho… Sonia Mónica.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
----
“DIFERENCIAS”
de Eduardo Grilli
PERSONAJES.
Leyla.
Yiyita.
YIYITA: ¿Cómo pódes pensar eso sin siquiera estar metida en mi cabeza?
LEYLA: ¡Ay Ruth! ¿Me querés hacer gastar saliva o te divierte hacerme calentar?
¡Te estoy abriendo los ojos!… ¿O que querés, que yo sea otra vez una cómplice
de tu nuevo cuentito de Cenicienta y el Príncipe Azul?... Ahora, si me decís que te
dedicaras a disfrutar el mientras tanto y no te empezaras a hacer la peliculita de la
Susanita de Mafalda, todo bien. Ahí te felicito y te aplaudo. Pero nena, vos ya
sabés quién tiene que bancarse después tus depresiones amorosas ¿no?
YIYITA: Por lo menos tengo siempre alguna historia que contar… (LEYLA la
observa seria)
YIYITA: Decime la verdad. ¿A vos te parece que así como estoy, otra vez voy a
terminar obsesionándome con el Gorompo?
LEYLA:… que ya estás obsesionada, querida amiga. Me corrijo, sos una obsesión
con patas y sin cura… ¡Y encima con ese nabo del Gorompo! Cerrame la 4 y sin
café… ¡Ay Dios!
YIYITA:Yo creo que sos una genia haciendo diagnósticos sobre los demás pero
nunca se te ocurre aportar una puta solución.
YIYITA: ¡Te lo digo en serio Leyla! ¡Te falta un escritorio, que te quedés
mirándome por sobre unos anteojos chiquitos, y después de una larga pausa
peguntarme con tono académico “¿de chiquita le pegaban?”… Pero una solución,
jamás.
YIYITA:Boluda.
LEYLA:Te cagás de risa pero ahí puede estar el origen de tu patología. Idealizar a
un hombre que te rescate de tus traumas infantiles no resueltos. Pero ahí
entraríamos otra vez en una discusión de tono psicológico que no creo que estés
en condiciones de afrontar. Me arrepiento de haber llevado la charla a ese
terreno…
YIYITA:Un sicario.
LEYLA:Ahá… Pero mirá que están caros. Tendrías que averiguar alguno que
acepte tarjetas… O tentarlo con luncheon tickets…(Empieza a guardar sus
cosas) Pagá y vamos porque ya escuche más boludeces que en lo de Tinelli
(YIYITA saca un revolver de su cartera)¿Qué es eso?
LEYLA:Una escena… (la observa unos segundos)Genial idea. ¿Le vas a decir
que te querés suicidar?
YIYITA:¿Genial, no?
YIYITA:Terrible.
LEYLA:Utilicé la técnica del espejo para que reacciones. Te das cuenta lo patética
e inútil que es la imagen de alguien que se quiere boletear ¿no?
YIYITA:¡Terrible las patitas de gallo que ya no puedo disimular! ¿De qué técnica
del espejo me hablás? Yo si le hago esta escena al Gorompo van a pasar dos
cosas. Una: que se dé cuenta lo que siento por él y caiga rendido a mis
bombachas…
LEYLA:Y la otra…
LEYLA:Preguntémosle.
FIN DE “DIFERENCIAS”
EFECTO COOLIDGE
de Eduardo Grilli
Personajes
Termo.
Titina.
TITINA: Pará, pará. Repetime esa boludez de antes, porque si yo no escuche mal,
en ningún momento se menciona que es un síndrome.
TERMO:Retractate con eso de boludez. Es ciencia pura. Y yo no lo veo tan
alejado de la realidad.
TITINA: ¿¡Para sentir cosas nuevas hiciste que me disfrace hasta de Gatubela
porque me dijiste que tenías como una obsesión con Batman, y ahora me venís
con que tenés el efecto o el no sé qué síndrome de Rita Coolidge!?
TITINA: Lo que no metermina de quedar claro es… ¿te vendrían más ganas si hay
alguien mirando?... “Ante la presencia de nuevos compañeros”, dijiste… O sea,
solo la presencia… Que estén vichando ahí cómo lo hacemos...
TITINA: Probemos. Plural (se señala a ambos)“En menor medida las hembras”
dice tu discurso. No es mi estilo pero si es por el bien de la causa…
TERMO: Pero el que está con falta de deseo soy… O vos también no… Nunca me
dijiste nada…
TERMO:Si lo analizás de esa forma, entones minga de Efecto Coolidge para vos...
TITINA: O sea, yo tendría que bancarme que, por ejemplo, vos me llames cuando
salís de la oficina desde un puterío, diciéndome que estás en medio de una sesión
de terapia sexual… A eso es a lo que me tengo que atener…
TERMO: Estás a medio paso de que tome lo que dijiste como una agresión, y a un
paso de que me ofenda. Retractate.
TERMO:Sabés que soy una persona que le gusta sostener las opiniones con
argumentos sólidos… Y me gusta ponerle nombre a los problemas… Vengo de
una formación donde lo intrínseco de una situación se soluciona cuando
escarbamos en las profundidades de ese infortunio… Y escarbando en casos
similares, ahora que sabemos que problemáticas como la mía se podrían
encuadrar dentro de lo que se llama el Efecto Coolidge, digo que investigando en
esos casos vamos a llegar más rápido a la curación. ¿Tan difícil de entender?
TERMO: Hablo de lo mental. El Viagra, tal vez, podrá hacerme funcionar mejor
que el Negro Macumba, pero la parte emocional seguiría estando disfuncional.
TITINA: ¿Y?
TERMO: Nada.
TITINA: Okey. Nada de Viagra, que aparte te puede joder el bobo… ¿Entonces?...
¿La solución es probar con otra mujer, quedamos así?
TITINA:Okey. Si después esa otra mujer te hace renacer las ganas y te terminás
enamorando de ella, te puedo pegar un tiro en la cabeza ¿no?
TERMO:(Dramático)Lo que más lamento es que por ignorancia nos hacemos los
distraídos ante los descubrimientos de la ciencia.
TERMO:Nos están dando las armas para salvarnos del naufragio y la señora lo
que hace es solo pensar en un divorcio. La solución rápida y fácil…
TITINA:Esta bien, está bien, después si tengo tiempo busco en internet esa
historieta. Pero te adelanto que aunque te traigas toda la hinchada gallina de River
para hacer que te vuelvan las ganas de coger conmigo, eso conmigo no va.
(Pausa. Empieza a decaer la tensión)
TERMO:Que pena… tal vez esto hubiese funcionado… Y tal vez hubiese sido el
comienzo de una segunda primavera entre nosotros.
TERMO:Ni otoños…
TITINA:Otoños puede que sí… ¿Te acordás cuando se nos inundó el baño porque
las hojas taparon las cañerías?
TITINA:Me hiciste acordar al Flaco Spinetta… Ese sí que sabía hacer cantar al
pájaro hasta morir…
EL CABALLO DE TROYA
de Eduardo Grilli
PERSONAJES
NORMA
LAETITA
LAETITA:Cuando todo hacía suponer que ya estaba todo perdido, hubo algo que
nos hizo ver la luz.(NORMA enciende un encendedor)Pero antes hubo una
historia.
NORMA: ¿Te diste cuenta? Hice casi como una inversión de lo que es habitual.
Porque la gente, en su mayoría, saca un cigarrillo y pide fuego. Lo mío fue al
revés. ¿Nos estará queriendo decir algo esto que pasó?
NORMA: ¿Por?
LAETITA: Nada.
LAETITA: Algo que no nos haga acordar que no sabemos ni dónde estamos ni
quién nos trajo hasta acá.(Si prestarle mucha atención, está investigando el
espacio)
NORMA: ¿Te interesa saber sobre la vida secreta de las algas marinas en el Mar
de Bering?
LAETITA: No. Sigamos con mitología griega. ¿Cuánto medía el caballo, contame?
NORMA: Ni idea.
LAETITA:El primer paso fue hacerle creer que no estaba loca. Que todo en ella
era normal. Debía tranquilizarla. No tendría tiempo también para ocuparme de su
salud mental. – Nada. Me pareció que estábamos hablando del caballo de Troya y
además… -
NORMA:O las dos cosas a la vez. (Pausa) Pensaba que ya te habías dado
cuenta...(Pausa) Estamos muertas, Laetita.(Tensión)
LAETITA:Por primera vez sentí miedo. Norma había logrado invertir la carga.
Pero… y si realmente era lo que ella decía.
NORMA: No hicieron a tiempo para salvarnos. El tiempo nos jugó en contra. Por lo
menos antes que sucediera, mientras agonizábamos, pudehacerte ver que todo
fue culpa tuya; traidora.
NORMA: Y que sos un mono con navaja. Bah, “que ERAS un mono con navaja”.
Salir a manejar a la ruta con esa tormenta…
LAETITA: Me dijiste que hoy era el día. Que Arpíades tiene como un magnetismo
con las descargas eléctricas y que hoy sería el día ideal para que lo parta un rayo.
– Arpíades era su prometido, y nos tenía que esperar en el medio de la ruta. Ella
se cree que él la estaba engañando... Y cree bien -
NORMA: ¿Sos tonta? Te dije que puedo escuchar lo que estás pensando...
Definime “Y cree bien”
NORMA: Si querés te digo que estamos en una habitación del Hilton, esperando
que Brad Pitt nos venga a hacer un cunnilingus. ¿Por qué dijiste “ella cree bien”?
LAETITA:-Norma sabe bien que jamás me hubiera atrevida a hacerle algo así.
Porque la quiero como a una hermana- (NORMA la observa con suficiencia)
LAETITA: Okey. Te diste cuenta. ¿También vas a cuestionar que te quiero como
a una hermana?
NORMA: Para nada. Cuestiono eso de “Jamás te atreverías a hacerme algo así”.
LAETITA: Okey, nuevamente. Pensá lo que quieras. Total, según vos, estamos
muertas.
LAETITA: ¿Te creés que no pasé de salita rosa? ¡La sé la historia del Caballo,
Norma!
NORMA: Hay una segunda versión no revelada dentro de esa mitología y es que
ese caballo no se dirigía a Troya sino al mismísimo Infierno. Y los que iban dentro
de ese caballo no eran soldados sino pecadores penitentes.
LAETITA:Yo también siempre te conté todo. Y vos tampoco fuiste una santa
conmigo.
NORMA:¡¡¡ Y desde que él te retrucó “Cuando Norma vea que un Pluto se les
cruza en el camino, del susto se va a quedar frita como un omelette de jamón y
queso”!!! … ¡¡¡Todo quiero que confieses, Laetita!!!
LAETITA:¡Según vos estamos muertas! ¿¡Para qué querés saber la verdad, para
masoquearte!?
LAETITA:Norma… hice cosas mucho peores que alguna vez robarte un noviecito.
LAETITA:Nada que ver. Arpíades solo quería que te vuelvas loca para internarte
en un loquero. Por eso pensamos en el disfraz de Pluto para que se te apareciera
en el medio de la ruta. Si hubieramos querido que te mueras de un infarto,
hubiéramos usado un disfraz de Tribilín, que… (NORMA pega un grito
desgarrador)
NORMA:¡¡No sigas!!
LAETITA:Por eso… Borrá la palabra “asesinato”. Sé que estuve, que estuvimos
mal; pero nunca habría llegado a ese extremo que estás insinuando.
LAETITA: ¿Estás hablando con alguien? ¿Qué son esos gestos? ¿Con quién
hablás?¿Con Dios? ¿Estás pensando en voz alta? ¿Y por qué yo no puedo
escuchar lo que vos estás pesando como hacés vos conmigo?
NORMA: ¡Porque seguro, Dios me concedió ese don al ser la menos pecadora
entre nosotras dos!
NORMA:¿Por qué mirás hacia el techo? ¿Nunca te contaron que Dios está en
todas partes?
LAETITA: ¡¡Porque te das cuenta que TODO es una mentira!!... ¡Todo!... Desde
que te dije probemos estas cositas que me trajeron ayer de Holanda. Desde ese
mismo momento, la química ingreso en nuestro cerebro y nos imaginamos todo lo
que está pasando y lo que estuvimos diciendo desde entonces, Norma… Yo ya
estoy regresando, creo. Hola.
LAETITA: Bueno, tampoco puedo saber tooooodo. No soy una experta en drogas.
(Se detienen de golpe)
NORMA:Te das cuenta que alguien nos está escuchando e hizo que todo se
detuviera. Ni una duda tengo que es Dios.
NORMA:¿Estamos vivas?
LAETITA: ¿Cuál era el pecado que tenías confesar y que yo no me podía enterar?
(Norma se le acerca y le dice algo al oído)Pero es solo un pensamiento eso…
Todos a veces tenemos ganas de matar a alguien. Eso no es un pecado, Norma.
NORMA:Ponele… Salvo que todavía no sabemos con toda certeza, si esto está
pasando en realidad. Esa sería tu única esperanza. Que sigamos en el viaje.
Dentro del caballo.
LAETITA:Entonces…
LAETITA:Entonces nada.
NORMA:¿Qué pasó?
Personajes
LISANDRO
STELLA
STELLA: Totito.
STELLA: Por si no te diste cuenta te acabo de decir cagón; pero para vos parece
que es más importante la Picolina esa que te parió y no sé qué otra cosa.
(LISANDRO cierra su libro. Se levanta y empieza a deambular por el espacio,
meditabundo, mientras STELLA juguetea con el muñeco como si fuera un
bebé real)
LISANDRO: Habrás leído, supongo, en algún lado, con toda la cultura esa que
tenés, lo contraproducente y el efecto contrario que produce todo aquello que se
realiza bajo presión ¿no?
LISANDRO: Dale… decime otra vez cagón… (STELLA se sienta con el muñeco
y hace como si lo estuviera amamantando)
STELLA: ¡No es un muñeco chupando una teta! ¡Es la síntesis más hermosa con
que se puede graficar el amor, Lisandro!(LISANDRO se sienta y compone una
figura que lo muestra a él como queriéndose ahorcar)
LISANDRO:¿Qué ves?
STELLA: ...
LISANDRO: La síntesis más hermosa con que se puede graficar a un tipo que
estaba a punto de enterarse si a Lady Picolina la iban a mandar a tocar el arpa, y
justo en ese momento es interrumpido por…
STELLA: Ay pero cortala… Cuando te conocí por lo menos sabías contar algún
que otro chiste para hacerme reír un poco.
STELLA: Si. Ya lo creo (Sin soltar nunca el muñeco, comienza como a buscar
algo en su Smartphone)
STELLA: (Al celu) Hola… ¿Palo? (…) Cómo va. Escuchame, tenemos que
charlar. ¿Te acordás lo que hablamos la vez pasada? Lo del (…) Sí, eso; bueno,
me parece que llego la hora. (…) Sí. El cántaro tiene un poquito de miedo de ir a la
fuente, viste; y no sabe que tarde o temprano, vaya o no vaya, la fuente se va a
romper. Bueno, dale, venite que te contamos (…) Beso.
LISANDRO: Vos estás peor de lo que parece. Lo que hablamos aquella vez era
una utópica posibilidad en el caso de que…
STELLA: Por eso. Antes de llegar a eso le vamos a pedir a Palomeque que nos
provea un par de espermas pulentas para… ¡¡Quiero ser mamá, Lisandro!! ¡Qué
vamos a esperar, a tener un nieto en vez de un hijo!!
LISANDRO: ¡Hay una pequeña gran diferencia entre tu deseo de ser mamá y que
me quieras insinuar que no soy capaz de dejarte embarazada!
LISANDRO: ¿¡¡Solo porque pienso que no es este el mejor momento para ser
padres, tenés que salir con esa pelotudez!!?
STELLA: Aparte Palomeque es bastante parecido a vos, nadie ni lo va a saber ni
se va a dar cuenta. En lo único que difieren es en que él no es tan cagón.
STELLA: ¡Encima con esos bóxer ridículos que te pusiste! ¡Me la baja mal,
Lisandro! Ya de solo mirarte, las trompas se me deben estar cerrando como una
ostra en retirada.(Tiempo. Así como está. LISANDRO se vuelve a sentar y a
hacer como que sigue leyendo el libro)
LISANDRO: (Sin mirarla) Habría que revisar quién es el temeroso acá ¿no?
STELLA: ¡Te querés subir esos pantalones!... Y no me vengas a correr por ese
lado. A mí no, eh(Toma el muñeco, se sienta sobre un costado, como
resignada) Se parece bastante a vos… Palomeque, digo… Bastante…
LISANDRO: No solo que ya me lo estás volviendo a insinuar, sino que: UNA vez
más, escuchá bien, UNA vez más que me volvés a tratar de cagón y no me ves
más un pelo.
LISANDRO:Respondeme.
STELLA: ¡Los Pelmer tienen 16 hijos, 5 gatos, 1 ovejero alemán, dos canarios y
ayer los vi en la veterinaria que estaban averiguando el precio por una tortuga!
LISANDRO: …
STELLA: Palomeque.
STELLA: ¡No solo te escucha sino que también te está mirando! (Lo enfoca con
el Smartphone. Al celu)¡¿Palomeque, te das cuenta cuando te digo que es un
tema sin solución este?!
STELLA: Sos un tierno. Yo sabía que algo, algo, allá bien en el fondo de tu
resistencia, había un padre en potencia.
STELLA: ¿Te cabe alguna duda? Con el glamour que ambos dos tenemos te
parece que puede salir de nosotros algo que no responda a nuestra belleza, a
nuestra clase?
STELLA:¿De quién?
STELLA: No… Lo que hay que escuchar… (Le saca el muñeco, y lo coloca en
el suelo mirando contra la pared. Apaga la luz de la habitación. En la
penumbra se logra adivinar que se le sentó encima a LISANDRO)Vamos a
escribir nuestra propia versión del Principito, ¿dale?
LISANDRO:¿Estás segura que no es de García Lorca? (APAGÓN)
PERSONAJES
PANDORA
LITO
LITO: Es que no hay nada que entender. Nada más le estoy poniendo el título o el
“diagnóstico”, ponele, a algo que tal vez un día nos puede llegar a suceder.
LITO: Okey. Todo porque uno quiere crecer un poco cada día con los
conocimientos. Cultivarse. Entender los orígenes de las cosas… Transmitir eso
mismo que uno aprende a los demás ¿y?... Resulta que lo que queda de todo eso
es que estoy nerviosito. Okey.
PANDORA: No sé, vos sabrás… A veces nuestro inconsciente habla por nosotros.
Ubica palabras donde no debían ser ubicadas… También hay algo que se llama
acto fallido…
PANDORA:¡Que me querés meter los cuernos con Francesca! Mirá que poder de
síntesis que tengo.(Pausa)
LITO: O sea que si yo quisiera meterte los cuernos con Francesca, tendría que
recurrir a una explicación analítica y psicológica, ponele, para que no te sea tan
dolorosa la noticia cuando te enterases. ¿Vamos por ahí?
PANDORA: No tendrías que recurrir a nada porque de la piña que te metería ante
la mínima sospecha que me estás por cornear…
LITO: ¿Qué querés que siga? Tampoco te puedo desarrollar una tesis sobre los
fundamentos y antecedentes históricos de la metonimia del deseo. Puede que
esté yoen una etapa en la que estaría necesitando interiorizarme sobre los
causales de las conductas humanas,pero recién estoy empezando…
PANDORA: ¿¿¿¡¡¡Todo eso para decirme que tal vez un día podrías haber visto
una mina con un culo y unas tetas que me superen en calidad y dimensiones, y
aunque estuvieses saliendo conmigo igual te la querrías garchar!!!???
LITO: Pero…
PANDORA: Pero nada. Lo mío no pasaría de ahí. De una fantasía... Porque te
quiero… Aunque no puedas controlar tus flatulencias en la cama.
LITO: No te iba a recriminar nada. Te iba a contestar que me estás dando la razón
al final. Clarísimo. En vos funciona perfectamente la metonimia del deseo.(Pausa)
PANDORA: ¡¡Es que es horrible eso de desear a otro cuando ya estás con
alguien!!
LITO:(Hace como que habla por teléfono con una de las pesas) Hola…
¿Dios?... Sí que tal, de acá abajo, de la Tierra… Sí, mire Dios, acá al lado mío
tengo una amiga que no estaría muy de acuerdo con su creación… No, la
naturaleza todo bien.De los seres humanos se está quejando… ¿Podría tachar,
así, con un cruz bien grande, la metonimia del deseo?... ¿Eso de tener ganas de
cepillarse a alguien cuando uno ya tiene un huesito para rascarse?... ¿Puede,
maestro?
PANDORA: Brad Pitt vive a diez mil kilómetros y Francesca vive acá a la vuelta.
LITO: A ver… (Hace como que le barre la cabeza) Fuera, fuera… fuera
pensamientos negativos. Concentrate. Hay algo que no se puede detener, y es el
deseo. Escuchá: si yo paso por una vidriera donde están fabricando chocolate en
rama a la vista del público, es imposible que reprima el deseo y las ganas de
comerme uno de esos chocolates. Pero no implica que voy a romper el vidrio y
agarrar y devorarme todo el chocolate. ¿Se entiende?
LITO: ¡Es una metáfora! Puse el ejemplo del vidrio para representar el peligro y lo
prohibido. Porque seguramente me cortaría todo si hago eso. El vidrio, la vidriera,
estaría marcando el límite entre el deseo y lo prohibido. Pero ese mismo objeto, o
sea el vidrio, no podría impedir el impulso natural de querer comerme el chocolate.
PANDORA: ¿Qué?... ¿Tenés algún otro chocolate que también te querrías coger?
LITO: El vidrio…
PANDORA: Y…
LITO: Ese negro que de vez en cuando te darían ganas de atornillarlo contra una
pared, sería el objeto por el cual en vos se cumple perfectamente esto de lo que
estamos hablando… Esto creo que ya te lo dije hace cinco minutos pero si hace
falta que lo repita hasta el hartazgo lo hago, eh… No tengo ningún problema.
LITO: Es que no vas a ver nada, mi amor. Salvo que tengas poderes para leer las
mentes y enterarte qué es lo que estamos pensando mientras cenamos.
PANDORA: ¿Tenés miedo?
LITO: ¿Qué miedo?... Ya te dije que Francesca es como el chocolate del negocio.
Zona prohibida.
PANDORA:(Algo triste) Todo porque tiene más tetas que yo… (LITO la
observa) Dijiste que te gustaba. Está dicho y de eso no se vuelve.
PANDORA: ¿Y qué podría enterarme si pudiera leer las mentes, eh? Contame.
LITO: Lo mismo que podría enterarme yo, qué es lo que harías si tuvieras en la
cama a ese negro pata sucia. Pero ojo, todo bajo el ala protectora de la metonimia
del deseo, eh… Y mejor terminemos con este tema y… Te propongo que nos
peguemos una duchita juntos ¿te va?
LITO:(Sensual) ¿Me disfrazo de plomero?... ¿Si te digo que con todo lo que
estuvimos hablando lo que menos necesitaría es agua caliente, sino un balde de
agua helada por la calentura que me apareció así como de repente, me creés?
LITO: ¡¡¡Cualquiera!!!... ¿¡Y qué más daría que estuviese pensando en Francesca
o en la Reina del Congo si el chocolate que me estuviese comiendo en la ducha
serías vos!? (Silencio. Conciliador)Y el chocolate que te estarías comiendo vos
sería yo…
MATADEROS
De Eduardo Grilli
Personajes
HOMBRE
MUJER
Hombre y Mujer. Ambos están sentados en el banco de una rivera del río.
Nadie se anima a hablar, hasta que Hombre, después de toser varias veces y
contemplar con la mirada perdida el horizonte, larga la primera frase que
romperá un poco lo estática de la situación.
H:Hermoso este vientito del río ¿no?... (Pausa) Si lo que estás elaborando en tus
pensamientos te llevan a la decisión de darme el primer beso, adelante. El campo está
fértil... Esta última es como una metáfora que traducida estaría queriendo decir algo
así como… estoy regalado.
H: Con la boca.
M: No te hagás…
M: Bueno, tampoco…
H: Estupendo.
H: ¿Sí?
H: Sí… El beso.
H: ¿Besar? Te enseño.
M: La sincera. La que te sale del corazón. La que te sale del alma. Sería un buen
comienzo para comenzar una relación. ¿Tengo “inocent face” yo, decime?…
(HOMBRE la observa)Practico inglés mientras dialogo. Un consejo de mi teacher.
H: ¿Perdón?
M: ¿Un telo?
M:(Seductora)El cristal ya se rompió. ¿No te das cuenta que soy como una
manojo de vidrios buscándo herirte?
H: ¿¿¿A mí???
H: ¡¿¿¿Eh???!
M: Por mí.
M: No es por vos. Recién hace una semana que te conozco. Vos casi que no
“esistis, casi”… Me puse triste por mí. Por mi poca espontaneidad… Por nunca
saber cómo actuar frente a la posibilidad de una nueva relación amorosa.
M: No te regixtro.
M: Me cuesta pronunciar las X donde van las X, no en otro lugar de las palabras.
M: No, algo tiene que ver. Porque me pusiste como ejemplo el tema de la culpa. Y
no creo que lo hayas hecho de forma inocente. Me querés culpar de algo y no te
atreves… Me querés hacer culpable de que lo nuestro no está teniendo futuro,
pareciera…
H: ¿Si sabés interpretar tan bien lo que no se dice, para qué estamos haciendo
tan largo esto?
H: ¿Querés o no?
H: Ahora no. Ya perdió la gracia y estoy como corrido el eje. Vamosdirecto a los
bifes.
H:Así porque sí. Dale, decidite que en tres horas empieza Chicago – Tigre.
M: Vivía. Tiempo pasado. Ahora Avenida de los Corrales, frente a la feria, justo en
diagonal al puestito ese de los cabezones africanos tocando la pandereta…
H: ¡Ese es mi puesto!
M: Chocolate. (Saca y le muestra unas fotos)Y estas son las fotos que te saco
con zoom desde mi ventana… ¿Viste esa que tiene la bandera de Chicago todo el
día colgada?
H:(Tierno) Siempre soñé en conocer a esa mujer que se asoma cada 5 minutos
por esa ventana de la bandera…
M:… y estabas en lo cierto, los dos queremos lo mismo en este momento. Con el
tren hasta Barrancas y el 80 en una hora llegamos. Vamos que hoy quedamos
punteros.
H: En el viaje te cuento las cosas que hice y que deje de hacer por nuestro
glorioso Nueva Chicago. ¡¡Vamos ya!! (Riendo, salen disparados los dos de
escena)
FIN DE MATADEROS
MI SUEÑO, NUESTRO SUEÑO
de Eduardo Grilli
PERSONAJES:
OLGA
DANA
OLGA:A esta altura ya deberías haber aprendido que los silencios hablan.
DANA:Bueno, decile a los silencios que hablen un poco más fuerte porque encima me
estoy quedando sorda, viste. ¿Tomaste la medicación? ¿Estás bien?
DANA:Ah bueno… Si este es el tono del diálogo, me avisás y me voy a la mierda, eh.
(Pausa)
DANA:Olguita querida de mi alma. ¿Te pusiste a pensar que una vez muerta, todo se
termina?
OLGA:Jodeme.
DANA:Que una vez dentro del cajón, ponele que se dé el caso que te enterraron por
error, el corazón te vuelve a funcionar, querés salir, empezás a rasguñar la madera y no
te podría escuchar ni el loro.
OLGA:¡Ni siquiera me escuchaste cuando te dije que quiero que hagan cenizas de mi
cuerpo y las desparramen sobre la tumbita de Leopoldo. Ni eso.
DANA:¡¡Leopoldo era un gato sarnoso que en este momento debe estar ocupando el
cuerpo de algún otro gato!! No es joda lo de las siete vidas, amor.
OLGA: Te pensás que con el humor me vas a hacer cambiar de opinión… ¿Qué es ese
ruido?(DANA está nerviosamente tipeando algo en su laptop)
DANA:Nada…. Y humorista sos vos que metiste lo de Victor Sueiro, así que no me jodas.
OLGA:¡Generalizá!... ¡Dale, generalizá!... Toda una vida juntas levantando las banderas
del feminismo y la mina me dice “como en los hombres”… Me tendrías que haber dicho
“Tanto en los animales como en los seres humanes” ¡Lenguaje inclusivo, Dana!...
¿¡Sabés de qué estoy hablando!?
DANA:¡No te escuché bien! ¿¡Dijiste algo de Facundo Manes?!... Te hubiera venido bien
leer un poco de neurociencias de vez en cuando. Ahí te habrías dado cuenta que la finitud
de las cosas es uno de los componentes de este dilema que llamamos vida. Principio,
desarrollo y final.
OLGA:No de esta forma. No de la forma en que sucedieron ESAS cosas.
OLGA:¿¡No murió?!
OLGA:¡Dana!
DANA:O mejor dicho, lo salvé. Llegué justo… Tu amiga lo salvó (Largo silencio)
OLGA:Las estadísticas no mienten… Nunca muere alguien que se cae de un primer piso;
a menos que esté borracho o drogado. Soy una boluda.
DANA:Testifiqué a tu favor. Te salvé por lo menos de diez años de cárcel si… Te cuento
que me salió unos buenos pesos pagarle a un cuervo. Suerte que vos sabés el password
de la cuenta de…
OLGA:¡Si te hubiera hecho caso, lo podría haber ahogado cuando hicimos el paseo por el
Nahuel Huapi… Un empujoncito y chau. No había un alma y lo único que sabía hacer él
para flotar era el estilo perrito. Pero con el agua congelada no iba a durar ni dos minutos.
DANA:Hablemos.
OLGA:Con Alexander aún vivo, ahora ya no sé si vale la pena dejar este mundo.
DANA:¿Entendés?
OLGA:Salvo que salga de acá dentro, me vaya a la Suizo, me haga pasar por una
enfermera, me meta en la habitación de Alexander y le inyecte quinientos miligramos de
pentotal. Y una vez finalizado el plan, me asome por la ventana, te busque, y una vez que
te encuentre te empiece a gritar: ¡¡Dana!! ¡¡¡Danaaaa!!! ¡¡¡Danaaaa!!!... (Mientras OLGA
sigue gritando, y con el acompañamiento de luces y sonidos que refuerzan una
translación e inversión de situación, a un ritmo muy lento, OLGA y DANA van
ocupando respectivamente el espacio donde se hallaba la otra, quedando DANA en
esa supuesta habitación, encerrada. Se van a repetir, invirtiendo los roles, los
primeros textos de esta historia. La intencionalidad de los gritos de OLGA – que
fueron el nexo-unión de ambos cuadros - cambiarán su fundamento)
DANA:A esta altura ya deberías haber aprendido que los silencios hablan.
OLGA: Bueno, decile a los silencios que hablen un poco más fuerte porque encima me
estoy quedando sorda, viste. ¿Estás bien?
OLGA: ¿¿Yo, matarlo??... Hay mucho olor a gas ¿Qué hiciste Dana?
DANA:Me maté.
DANA:Me querés hacer creer que estoy loca para de esa forma quedarte vos con
Alexander, y después, vos solita, llevar a cabo el plan… Okey, no estoy muerta. ¿Pero
cómo sabemos que esto es un sueño?
OLGA: (Por decir algo) Volvió porque quiere terminar de irse en paz. Parece.
DANA: ¡Pero entonces lo maté. Le dije que se asomara por el balcón, que se fijara quién
es el que nos tira los preservativos usados desde arriba, y ahí nomás lo empujé, cayó al
vació y lo maté!
OLGA: Nadie que cae de un primer piso se mata salvo que esté borracho o drogado,
Dana.
OLGA: Te estoy diciendo que no murió. Está en una zona de transición – ponele que le
dicen limbo - y volvió un toque para que le digas el password para entrar a su cuenta.
OLGA: En la vida real sí. Pero acordate que te dije que estamos en un sueño. En tu
sueño.
OLGA: Puede ser. Pero también puede ser que no. Estamos en una metarealidad y un
sector de nuestro cerebro mantiene la información precisa. Aún en un sueño… ¡¡Largá el
número del password, hija de puta!!
OLGA: Estamos en tu sueño. Yo hago lo que vos ordenas. No te estoy puteando yo, es tu
inconsciente que está actuando sobre mi forma de expresarme. (Pequeña pausa) Forra.
DANA: Okey. Si Yo domino lo que está pasando, quiero que en este momento le claves
un chuchillo en los riñones a Alexander.
DANA: Mirá que estoy obsesiva con ese tema, eh. Voy a ver si puedo cambiar el ángulo
del sueño… ¿Cuánta harina le ponés vos a los redonditos de ricota?
OLGA:Empezaba con triple siete ¿no? Una vez hiciste una joda con ese tema, ¿te
acordás?
DANA:¿¿¡¡¡Tan obsesionada estoy que no puedo desinstalar del sueño el tema del
password!!!??… ¿Se murió bien muerto el desgraciado?
OLGA: Mirá amiga, si no me querés decir ese dato, todo bien, pero de este tipo que tengo
acáal lado te vas a tener que hacer cargo vos solita… (Pausa) Y el tema del password no
lo podés desinstalar porque se nota que es algo que tenés que sacar afuera, y no lo
podés hacer mientras estás despierta. Y ahora hacés como que coqueteas con el mismo
tema. Que lo digo, que no lo digo…
DANA:¡Y terminemos con esto que creo que es una farsa!... ¡Que yo sepa en los sueños
se pueden ver a las personas!… Así, medio difusas, pero las puedo ver… ¿A quién
querés engañar, amiga?(OLGA, discretamente, y con el refuerzo de algún efecto
sonoro y lumínico se instala en el espacio de DANA. Tensión y sorpresa general)¡Te
puedo ver!
OLGA:Convertirme en holograma me salía unos pesos. Así que sí, soy yo… Y seguimos
soñando.
DANA:¿Seguimos?
OLGA:Bueno… ya hace un rato que estoy en tu sueño. Me puedo adjudicar este derecho
¿no?... El password.
DANA: Ni en pedo.
OLGA:Eeeeh… nada… ¿Qué que?... Habrá sido todo un sueño y ninguna de las dos se
va a acordar de nada. Porque viste que pasa eso cuando te despertás ¿no? Te olvidas de
los detalles.
OLGA:¡¡¡Te repito que no soy yo la que lo está pidiendo!!! Yo soy solo un personaje extra
que vos invitaste a participar de TU sueño. Y sos vos que por alguna razón - que seguro
VOS solo sabés - me estás utilizando para que sea la puerta de salida de eso que tenés
adentro y estando lúcida no lo podés sacar. Por algo tenés ganas de decir ese número.
¡Capaz que hasta vos misma te olvidaste el número y estás utilizando este espacio onírico
para recordarlo! Hacelo y después, cuando despiertes, con los resabios de esto que
estuviste soñando, puede que se desate el nudo de algo que tu inconsciente todavía no
se anima o no puede descifrar... Que justamente es esto que te estoy tratando de
aclarar…
Personajes
MILVA
MILTON
MILVA: (Sin modificar su postura y con los ojos cerrados) Lo único que pudiera, mínimamente y en parte,
exonerarte ante lo que acabás de hacer, sería: Uno, que con esa plata te me vengas con dos Pan Dulce
recién hechos de Plaza Mayor; dos, que de paso aproveches y copies la lista de compras para el super que
está escrita en el pizarrón de la cocina y las hagas; tres, que pases por Telefónica y saldes la deuda del
teléfono que tenemos; cuatro, que vayas al administrador y adelantes dos meses de expensas así cuando
estamos de vacaciones no nos rompen las pelotas como todos los años, cinco… Dejame pensar mientras me
despabilo un poco.
MILVA: (Igual) No. Duermo. Y descubrí que mientras duermo me acuerdo de cosas que mientras estoy
despierta me olvido… Me acordé de la quinta cosa: buscá el número de Roberto Cildañez, el abogado, que lo
voy a llamar para abrir una causa acusándote que me robás la plata mientras duermo. Y si te queda resto, un
kilo de Freddo; frambuesa, sambayón, pistacho y chocolate con almendras.
MILVA: (Abriendo los ojos) Hace cinco años que si los dieciséis de octubre no te hago acordar antes que te
vayas al hipódromo, que es mi cumpleaños, el único regalo que recibo de parte tuya es la ignorancia y el
olvido absoluto, Milton.
MILTON: Hoy tengo la fija, amor. Estos papelitos los voy a multiplicar por cientos y vas a tener el regalo que
te merecés. ¡Vas a tener un regalo que cuando lo veas te vas a caer de orto de la sorpresa! (MILVA se
incorpora ya acostumbrada a estas salidas de su marido; se despereza y se queda observándolo unos
segundos con gesto de agotamiento y resignación)
MILVA: Estás enfermo, Milton. (MILTON la observa un segundo, sale de escena y vuelve a ingresar al
instante)
MILTON: La humanidad está enferma. La sociedad. Y yo formo parte de esa sociedad. Y vos. Y todos.
MILVA: ¡¡No quiero descolocar nada!! Lo que único que quiero es que vuelvas a colocar en mi soutien lo que
acabás de robarme. (Pausa. Se incorpora, estira su corpiño y le hace señas para que vuelva a colocar los
billetes dentro del mismo. Milton después de dudar, lo hace) Todo… (MILTON coloca los últimos billetes.
Pausa.)
MILTON: Te comento que la vida no se resume ni se resuelve toda en unos papelitos con las caripelas de San
Martín, Roca, Belgrano y demás…
MILVA: Los próceres fueron, Milton. Ahora ponen animales autóctonos en los billetes.
MILVA: ¿Querés que no te cambié de tema, ok? (Toma unas cajas de zapatos, las abre y las da vuelta para
graficar que están vacías; hace lo mismo con otros objetos de donde se desprende que escondía dinero, e
igual; hasta terminar con un chanchito alcancía, zarandeándolo para lo mismo) Ni las monedas me dejaste
(MILTON comienza a sentirse mal) ¿Y ahora qué te pasa?
MILVA: Si se te diera vuelta todo se te estarían cayendo del pantalón hasta las monedas que me afanás.
MILVA: Vivo presionada porque hago lo imposible por tratar de descubrir siempre si me amás un poco, y
nunca lo logro… ¿Ya se te pasó?
MILTON: No se me pasó nada pero voy a hacer como que sí, porque veo que no te importa si me quedó frito
acá mismo.
MILTON: ¿Ya, así, tan de repente querés restarle importancia a mis síntomas?... Por lo menos dame el
beneficio de unos minutos para que se me pase y pueda volver a entrar en situación.
MILVA: Te ibas otra vez a los burros ¿no? (Tiempo. MILTON, ya recuperado, comienza a deponer una
actitud confrontadora y se lo nota más cariñoso. Se le sienta al lado)
MILTON: ¿Vos entendés que todo esto lo hago por vos?... ¿Que si me dejo atrapar por las garras del vicio,
que YO SÉ que no es el mejor camino y solo es el atajo más perfecto para terminar en la perdición total, todo
esto es por vos?... ¿Por el amor que te profeso y para poder brindarte cosas que con lo que ganamos ni
locos podemos pretender alcanzar?
MILVA: Una vez sola ganaste en las carreras.
MILTON: ¡¡¿Y te acordás lo que fue esa noche?!! ¡No nos privamos de nada! ¡Hasta dos kilos de helado nos
mandamos!
MILTON: No concibo al amor sin esos momentos de locura descontrolada como la que vivimos esa noche…
Digo, como una pausa a lo que es la monotonía de la rutina cotidiana, Milva. A ver si me hago entender…
MILVA: ¡Nunca me gustó hacer tríos!... Me pareció asqueroso aquella noche. Pero una por amor hace
cualquier pelotudez… Encima aquella trola toda chivada…
MILVA: Me pedís que me acuerde y ese día teníamos más alcohol en la sangre que todas las bodegas de
Mendoza juntas.
MILTON: Entonces no sé cómo hacés para acordarte que aquella noche te pareció repugnante lo que
hicimos.
MILTON: Lo que sea. Estás negando una realidad. Te estás reprimiendo un deseo que esa noche quedó en
evidencia que te hizo sentir de mil millones de maravillas. Y todo para llevarme la contra. Y en cierto modo
estás queriendo borrar de un plumazo uno de los momentos de nuestra historia amorosa en donde yo sentí,
acá, adentro del corazón, que estaba haciendo algo realmente por amor… Yo jamás en mi vida había
participado de un trío… Es más, como vos, pensaba que era algo espurio, asqueroso, pecaminoso… Pero me
arriesgué a dar ese paso… A cruzar esa línea. Solo por amor a vos… Porque intuía que a vos te gustaba…
(Pausa. MILVA lo observa) Un día te escuché que estabas hablando por teléfono con alguna amiga y le
comentabas “¡lo que debe ser los tres juntitos en la cama… muero porque algún día suceda eso!”
MILVA: (Tranquila) Hablaba con Flora… Y estábamos hablando de un sueño que todavía hasta el día de hoy
no pude cumplir. Y es que no veo el día que se me dé la felicidad total de una mañana despertarnos en
nuestra cama vos, yo y el fruto de nuestro amor, Milton… Nuestro hijito. (Tiempo)
MILTON: Estás muy equivocada si pensás que el día que llegue Miltoncito Junior, voy a permitir que duerma
con los padres… ¡Así salen después!
MILTON: Lo tiré así por tirar… Como se llame… Nuestro hijo va a tener su espacio. Desde el minuto uno que
haga su aparición en este mundo vamos a respetar su independencia. Él va a decidir si, en alguna noche de
fuertes tormentas, PONELE, tiene ganas de venir a la pieza de los padres…. Pero nada de empezar a mimarlo
y malcriarlo trayéndolo a dormir (con tono muy burlón) al lado de la mamiiiita… Habrase visto (MILVA lo
observa y lo comienza a olfatear)
MILVA: (Un poco asombrada) No tenés olor a alcohol. Estás hablando en serio.
MILVA: ¿Y vos?
MILVA: ¿Vos tenés idea qué significa el círculo del amor en una pareja?
MILTON: ¿El círculo del amor?... Mira, así como soy un tipo recatado, a veces se me pudre la cabeza y los
ratones afloran; así que no me incites a pensar qué es lo que estás insinuando con eso del círculo del amor…
MILVA: (Dibuja un círculo sin cerrar del todo en el aire) El círculo del amor es esto. Se cierra ese círculo
cuando se terminan de unir los dos extremos, y en ese punto, ese segmento que falta para cerrarlo, lo
completa el fruto de la unión de esos dos extremos… ¿Me seguís?
MILTON: No.
MILVA: Ese segmento que falta para completarlo es nuestro hijo. El fruto de nuestro amor. O de nuestra
unión, como te guste llamarlo.
MILTON: O sea que nosotros estaríamos siendo como un círculo incompleto. Un semicírculo. No sé si eso
estaría hablando muy bien de nosotros…
MILVA: Bue… tampoco un semicírculo, un semicírculo… ¿Vos viste el dibujo que yo hice en el aire? (Lo
repite, dibujando en el aire un círculo sin cerrar) Acá no hay un semicírculo. Hay un casi círculo. Faltaría la
parte esta de acá. Que sería… (Espera expectante en vano que él complete el concepto) Que sería… (Igual)
¡Te lo acabo de dar a entender hace un minuto! ¿Me estás escuchando o estás pensando en el caballo que
te iba a hacer perder hasta los últimos ahorros que teníamos, Milton Alfonso Larramendi?
MILTON: Sabés que tengo una colección de defectos pero si hay algo que se me destaca es que no sé
mentir.
MILTON: (Como avergonzado) Cuando hiciste ese círculo no pude evitar pensar en la pista de Palermo o San
Isidro. No lo pude evitar. (Pequeña pausa)
MILVA: ¿Qué te vi? ¿Qué es lo que te vi. Milton? ¿Me podés explicar?
MILTON: ¿Desde cuándo el amor se explica, cariño?
MILVA: (Después de unos instantes, explota) ¡¡¡Me querés correr que te ibas a tirar la plata al hipódromo
por el amor que me profesas! ¡Pero vos te pensás que soy tan boluda!
MILTON: Milva, te pido por favor que mires el lado positivo de las cosas… Cuando a veces me pongo como
un pingo en la cama – y vos sabes bien a que me refiero – esa cosa de potro indomable que te ofrezco en
algunas noches de pasión ¿de dónde te pensás que me sale toda esa energía sexual?
MILTON: La potencia. La libido y todo ese deseo animal tan relacionado a los pura sangre, a esos equinos
divinos, todo eso se hace carne en mí. Y eso se debe a que hago como una simbiosis con todo ese hábitat
ecuestre. De tantas tardes habiendo estado inmerso en ese mundo.
MILTON: Exacto. Amor animal. Amor desenfrenado. Con excesos. Sin límites. ¡Amor lo que se dice amor
animal! Grrrr!!
MILVA: ¡Te estoy diciendo amor, animal. Amor, coma, animal. Amor es lo que necesito. Amor de verdad.
Animal te digo a vos por nunca entender nada! Reciprocidad del amor que yo siento por vos. Nada más que
eso necesito. Lo que vos estás tratando de comentar es la exacerbación de una calentura. Lo único que
faltaría es que también me digas que cuando me haces el amor estás pensando en la potranca que ganó el
último Carlos Pellegrini! (MILTON se queda observándola con cara neutra, sin decir nada, ella le sostiene la
mirada unos instantes tratando de interpretar lo que él le está insinuando. Quiebra su postura y se
apresta a salir. MILTON la frena)
MILTON: ¡Espera!... Estás confundida. Creo que después de tantos años, todavía no llegamos a conocernos.
Que yo haya utilizado esa metáfora de los caballos no implica nada más que eso. Si aún así no logras sentir lo
que me pasa con vos, estaría siendo tiempo de replantearnos nuestra relación (Pausa)
MILVA: Yo haría cualquier cosa por tratar de salvar nuestro amor. ¿Y vos?... ¿Qué es lo que harías por lo
mismo, eh?
MILTON: Ah bueeeee…
MILVA: ¡Miltón!
MILTON: Ya no ir a Palermo es el acto de entrega más profundo y sincero que te puedo ofrecer para
demostrarte mi amor. Pero que también incluyas San Isidro, que ya de por sí implica un sacrificio extra
llegar… Dos colectivos, subte, tren… ¡Tené un poco de consideración, Milva!
MILVA: Te estaría evitando ese sacrificio… Mucho más tiempo para estar juntitos…
MILTON: Ojo que también mucho tiempo juntos puede ser el camino directo al aburrimiento. A la
monotonía. Lo más sano en una pareja es que cada parte tenga su porcentaje de intimidad.
MILVA: Te estoy hablando en serio; y tomalo como un ultimátum. No más Palermo, ni San Isidro, ni ninguna
otra carrera de galgos, que descubrí hace poco que también tenés ese vicio.
MILTON: ¿Y vos no tenés el vicio por los helados, acaso?... (Piensa) Sabias lo de la carrera de galgos… Me
espías… Me controlas mis actos, que es algo que yo jamás me atrevería a hacer con vos.
MILVA: ¡Un día!... Un solo día en mi vida me gustaría que investigues que es lo que estoy haciendo. Lo que
me está pasando. Aunque sea hoy que es mi cumpleaños
MILTON: Exagerás.
MILVA: Hasta cuando dijiste que hoy era mi cumpleaños estoy segura que te tiraste un pleno para zafar
porque no estabas seguro. ¿Te recuerdo la escena?
MILVA: (Imitándolo, con la voz de él) ¿Qué fecha es hoy? (Como ella) Dieciséis de octubre (Como él) ¿Y
quién cumple los años el Dieciséis de octubre?... (Termina la parodia) ¿¡Te das cuenta?! Hiciste una
pregunta retorica porque ni estabas seguro que era mi cumple; y la hiciste para que yo te lo confirmara.
MILVA: No te entendí.
MILTON: ¡Bueno, basta!... (Melodramático) Si la discusión sobre el amor que yo siento por vos la vas a
mensurar en base a si sé qué día cumplís los años y cuantos cumplís, lo nuestro no sería amor sino más bien
un compendio de estadísticas… Que a su vez sería el paso previo al aburguesamiento y al comienzo del final
de una historia (Pausa prolongada)
MILVA: ¿Vos, por ahí, no se te da por pensar, por alguna de esas casualidades, que todo este desgaste de
energía de mi parte al sostener esta ridícula discusión, es porque todavía siento algo por vos?
MILTON: (Se vuelve cariñoso otra vez) Yo también siento algo por vos, zonza… ¡Cerrá los ojos! Dale, cerralos
que quiero darte una sorpresa por tu cumpleaños (MILVA los cierra) Contá hasta veinte y después volvelos a
abrir (MILTON muy sigilosamente se le acerca y con un cuidado extremo intenta sacarle los billetes del
corpiño. En plena acción MILVA abre los ojos y lo descubre antes que se los saque. Queda esa fotografía
caricaturesca unos segundos, los dos mirándose fijamente. MILTON, manteniendo el gesto de sorpresa,
comienza a retroceder hacia la salida, caminando para atrás como si fuera una cinta que se está
rebobinando. Gira dándole la espalda ya para salir y MILVA le grita)
MILVA: ¡Miltón! (MILTON se frena antes de salir y ella saca unos billetes de su corpiño y estirando el brazo
se los ofrece) Frambuesa, sambayón, pistacho y chocolate con almendras. Un kilo… Voy a hacer de cuenta
como que fue idea tuya. Y cuando vuelvas, lo quiero envuelto en papel regalo y que me los des diciéndome
feliz cumpleaños amor de mi vida.
MILTON: Si te digo que me leíste el pensamiento y que con la plata iba a hacer exactamente eso, no me vas
a creer ¿no? (Apagón)
OBJETIVO MODIGLIANI
De Eduardo Grilli
Personajes
SHEILA
KENDRA
Situación: Vereda apenas iluminada de una mansión en un barrio cerrado.
Encontramos a SHEILA vestida completamente de negro, y con un
pasamontañas a medio poner.
SHEILA: Hora 23. 03. La oportunidad es hoy. Decidimos que este era el día. En
realidad lo decidí yo, porque Kendra es una persona que adolece de esa cualidad.
Ella solo es un medio para que yo – ya dije dos veces “yo” en el término de 10
segundos, lo que no habla muy bien de mí – decía que solo la voy a utilizar a ella
para apoderarme de una obra que me obsesiona. Que nos obsesiona. A Rupert y
a mí. Un original de Modigliani que está dentro de esta propiedad. Kendra no
piensa. Solo actúa. Es una experta en al arte del robo. Sin darnos cuenta, un día
formamos como una sociedad.Lo más extraño es que ella no lo hace por ambición
sino por placer. El placer de robar(Ingresa KENDRA)
KENDRA: Eso es lo que ella piensa. Sheila tiene el defecto de creer conocer a las
personas en su totalidad. Nos conocimos en New York hace unos años. En una
galería de arte. Ella miraba embelesada un grabado de Warhol y a mí esa
fascinación me despertó una curiosidad enorme sobre cómo un papel así de chico
con un rostro que parecía coloreado por mí sobrinito, podía producir semejante
efecto a un ser humano que lo estuviese contemplando. Me le acerqué.
SHEILA: Y me dijo.
KENDRA: ¿Qué darías por que fuera tuyo?... Sheila se dio vuelta, me estudió de
arriba abajo, y restándole importancia a mi pregunta comenzó a alejarse.
SHEILA: No había dado dos pasos cuando siento una mano que agarra mi brazo.
KENDRA: “Camina unos diez pasos y hacé como que te desmayás”… Una
persona normal hubiera, mínimamente, haber tratado de demente o de psicópata
a alguien que se le acerca, sin conocerla, y le dice lo que yo le dije en ese
momento. Pero los ojos de Sheila esa tarde, y a través de nuestro primer cruce de
miradas, me estaban indicando algo y me impulsaron a hacer lo que finalmente
hicimos.
SHEILA: Sin entender nada, hice lo que me pidió, y una hora después del revuelo
que se produjo con mi falso desmayo, no me pregunten tampoco cómo,
estábamos en el cuarto de mi hotel en pleno Manhattan, desenrollando un
grabado original de Andy Warhol.
SHEILA: “Hermosa. Pero lo que esta noche nos ocupa tiene la firma de otro
artista. ¿Trajiste todo?”(Pausa)
SHEILA: Yo presentía esa noche cuál podría ser el real objetivo de Kendra. Pero
por el momento no decía nada. La dejé hacer, por las dudas.
SHEILA: “Modigliani pintaba los rostros así. Flacos. Con ojos casi muertos… Vos
tampoco sos la perfección de mujer”
KENDRA: Fue la primera señal que me indicaba que algo no andaba bien con
ella. Me le acerqué y le subí el pasamontaña hasta dejar su rostro descubierto. ..
“¿Te parece que mi rostro no es bello?”
KENDRA: Desconcertar a la gente era una de las pocas virtudes que tenía Sheila,
aparte de acumular obras de arte. Horrores me costaba descifrar cuando me
hablaba en serio y cuándo no. Ignoré su insinuación. Encendí un encendedor y lo
acerqué a pocos milímetros deRetrato de mujer con corbata negra, la obra que
nos convocaba.
KENDRA: ¡Estupida! ¡Me podés pegar en una arteria, la femoral por ejemplo, y la
sangre salpicaría para todos lados. Incluso sobre tu famoso “Retrato de mujer con
corbata negra”¿Tenés idea la cantidad enorme de sangre que circula
constantemente por una arteria femoral?
SHEILA: Me puso contra la espada y la pared. Tendría que ser muy precisa en
que parte del cuerpo dispararle. Pero yo de anatomía no sabía un carajo. Y no me
hubiera perdonado arruinar esa obra maestra con manchas de sangre. Estaba
casi segura que se iban a fugar con Rupert llevándose el Modigliani… ¡Kendra
¿me escuchas?!
SHEILA: “Te voy a disparar al ombligo. Ahora decime que de ahí salen cataratas
de sangre para arriba también. El tema es que seguramente te mate y ese no
estaría siendo mí objetivo final. ¿Te parece que vale la pena morir, socia?”
SHEILA: “¡Okey, entonces te voy a llamar “sucia”! ¡Solo una sucia como vos pudo
haberse animado a hacer lo que me hiciste!”
KENDRA: “¿Te pensabas que era una persona sin sentimientos? ¿Qué nunca
me podría llegar a enamorar?”
KENDRA: “¡Rupert no solo se deslumbraba con los cuadros que vos le llevabas
como una cierva obediente. Rupert siempre estuvo fascinado con mis habilidades.
Lo supe desde el primer día!”
KENDRA:“Pero no me diste lo que más quería. Por eso te lo tuve que robar.”
SHEILA:“Salvo que con ese robo, te fue la vida. Te dejo que reces una oración
antes de irte a conocer a Modigliani en persona. Decile cuando lo encuentres que
su fama se multiplicó mil veces después de muerto. Adiós.”
SHEILA:“¡Es lo que se dice en estos casos, según los relatos de suspenso. Pero
okey, dale, rezá un Padre Nuestro. Rápido!”
KENDRA:Y del cual yo también me enamoré. Pero lo había hecho por la única
razón de la sensación que me produciría robarle algo y que ella se sienta robada.
SHEILA: Y cuando desde uno de esos antiguos relojes de pared, un terrible gong
anunciaba que eran las doce de la noche…
SHEILA: “No. Fue otra cosa lo que escuché”…Desde el costado inverso al que
nos habíamos quedado ambas dos observando ese viejo Cu-cú, unos pasos se
hicieron más audibles y la figura de un hombre se nos aparecía en el medio de la
penumbra. (Las dos dirigen sus miradas hacia un costado donde
supuestamente estaría esa figura. Ambas exclaman)
KENDRA y SHEILA: “¡¡¡¿Rupert,sos vos, qué haces acá?!!!... Luego supimos que
nos estuvo siguiendo sin que nos demos cuenta.
KENDRA: “¡Sos vos la que más tiempo convivió con él! ¡Deberías saber
interpretarlo a esta altura!”
SHEILA: “Pasa que no veo muy bien (Observa al supuesto Rupert) ¡¡¿Qué?!!
¡Ni loca!... ¡Nos está pidiendo que dejemos el Modigliani en el piso y que nos
tomemos el palo!
KENDRA: “¡¡No pudo haber dicho todo eso si hizo solo 2 o 3 gestos con una
mano!!”
SHEILA: “¿Quién es la que sabe el lenguaje de señas, vos o yo?... (Hacia afuera)
¡Rupert ¿no te parece que estás grande para hacer esos chistes?! … (A
KENDRA)Dice que no es ningún chiste y porque te estima no te dijo todo lo que
realmente piensa de vos.”
SHEILA: “Dice que sí, y que le pases el revólver, que adivinaste su intención…
(Hacia afuera) ¡¿Pero vos te pensás que nacimos ayer y que te vamos a pasar el
revólver?!… (A KENDRA)“¿Qué es lo que tiene en la mano?”
KENDRA:“No estaría muy segura, pero apostaría a que son sus dedos”
SHEILA:“La piel no brilla, Kendra, y ese reflejo parecería que es de algún objeto
metálico”… ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¿Estás viendo lo mismo que yo?!!(Se escuchan dos
disparos. En cámara muy lenta y coreográficamente, como en slow motión,
ambas caen al piso, heridas de muerte)Kendra… Kendra… ¿me… escuchás?
(Las dos, a partir de este momento, hablan como en cámara lenta)
SHEILA:“Ah, okey… ¿Y por qué estamos hablando como en… cámara lenta?”
KENDRA: “No es cámara lenta… Es… porque nos queda… poco… aire… Es por
eso…”
SHEILA: “Ah, okey… ¿Lo podés ver a Rupert?... ¿Qué hace?... Hacele señas que
si… nos llama a una ambulancia, le dejamos que… se… quede con el Modigliani”
SHEILA:“¿Qué te dijo?”
KENDRA: “Me hizo una seña, pero la que entiende de… señas sos vos… Juraría
que… me mandó a… cagar. Vos y tus… ideas”
SHEILA: Y esas fueron las últimas palabras de Kendra. Veinte segundos después,
yo también dejaría de respirar… (Se levanta del suelo) Pero solo por otros veinte
segundos más, para después seguir viviendo… Mi bala había tenido un orificio de
salida y no había comprometido ninguna zona vital. Rupert seguía parado en la
oscuridad, como contemplando su obra. Ni se inmutó al ver que yo solo estaba
herida y me incorporaba.Le grité: “¡¿Bien, y ahora cómo sigue esto’!”… Con su
lenguaje de señas me indicó que levantara el Modigliani del piso y se lo
pasara.“¡Te lo pasó con la condición que me llevés a un hospital. Me estoy
desangrando y puedo fenecer en cuestión de minutos!”… Me hizo este gesto
(Dedo de fuckyou) y yo lo interpreté como que no lo estaría convenciendo con mi
oferta. Entonces, mientras recogía el cuadro del suelo acatando su orden, el
destino quiso que nuestro revólver había quedado debajo del Modigliani. Y con un
rápido y disimulado movimiento, tomé ambos objetos con una sola mano, giré, lo
enfrenté a Rupert y le ofrecí el cuadro; con la salvedad que por debajo del mismo,
con mi otra mano apuntaba amenazante al desgraciado… “Acá está tu Retrato de
Mujer con corbata negra… ¡Y con revólver debajo de su ropa!”… Los ojos de
Rupert, desorbitados, viendo como el caño de mí 9 milímetros, iba a ser la última
imagen que quedaría como epitafio visual de su deleznable existencia, fueron a su
vez, la última foto que me quedó de la persona que había tenido la osadía de
interponerse entre Kendra y yo… Observé a modo despedida los dos cuerpos
yacientes en el living de esa mansión; y antes de irme de ese lugar, arrojé un beso
afectuoso al aire que fue a depositarse en el rostro de quién había sido mi
compañera de aventuras por muchos años… Verifiqué que el cuadro no hubiese
sufrido ningún daño, intentando, a su vez, comenzar a cambiar el chip de mi
película… Una vez que hube ganado la calle, comprobé que la noche transitaba
aún sus tiempos de calmas y silencios. Solo una brisa que aliviaba en parte el
fuego que sentía en la herida, me animo a seguir marchando… Eran más de las 3
de la mañana y lo que menos me importaba era que estaba caminando con 20
millones de dólares debajo de un brazo, y que se materializaban a través de una
mujer flaca con cara de salmón… recién afeitado…
Personajes
NACHO.
CLARA.
Se encuentran en el interior de una mina de carbón, cientos de metros bajo tierra, iluminados
por una lámpara. Observamos una silla hacia un costado y unos pedazos de carbón como únicos
objetos visibles.
NACHO: Trabajo para mantener a tus hijos no para no para aprenderme los beneficios y contras de
la oscuridad sobre las propiedades del carbón.
SELVA: ¿Y qué te hizo pensar que un paseo por esta cueva malolienta me iba a llegar a
deslumbrar?
NACHO: Siempre te quejas que en tus reuniones de Té-Canasta nunca llevás un tema de
conversación. Mirá si no es una flor de experiencia esta.
SELVA:(Irónica) Si, porque tengo tantos paisajes para describirles… Pará que me saco una selfie
con el fondo de esa grieta en la pared…
SELVA:Ajá. ¿Y lo metafísico?
NACHO: ¿Un cadáver cuando lo entierran, sabés a cuantos metros abajo está?... A dos metros
como mucho…
SELVA: Me está empezando a faltar el aire… Si me hablás un poco para que te entienda vas a hacer
que me sienta algo mejor.
NACHO:Estamos casi ochocientas veces más lejos de la vida que un cadáver. Este es un lugar
donde se empiezan a poner en juego otras sensaciones que están lejos de lo racional
¿entendés?.Un lugar donde casi dejamos de ser lo que somos para pasar a ser algo distinto, hasta
indescifrable... Por ahí viene lo metafísico.
SELVA: Lo que va a estar en juego es mi vejiga, porque me estoy pillando y no sé acá abajo dónde
están los baños.
NACHO: Vivís preocupándote por todo, Selva. Disfruta de este espacio onírico, y libera la mente y
los sentidos por un rato. Lo vas a necesitar, yo sé lo que te digo…
NACHO:(Titubea un poco) Digo que… si fueras claustrofóbica no te hubiera traído a conocer las
minas.
SELVA: ¿Yo soy la que baja a esta tumba por primera vez y el aire te falta a voz que casi vivís acá
dentro?
SELVA: ¿Eh?
NACHO: A matar. Ahorcar… Te traje acá abajo para ahorcarte y que nadie más te encuentre.
NACHO: No. No me animaba a hacerlo en la superficie. Acá abajo es como que se liberan más las
culpas.
SELVA:Llevame arriba ya, que entre tus chistes y este tren fantasma ya me estoy empezando a
poner nerviosita(NACHO saca de un bolsillo una cuerda)¿Qué es eso?
NACHO:Una tira de asado ¿No ves que es una cuerda? Es más rápido y no vas a sufrir casi nada.
Para que no te vayas de este mundo con la imagen de que soy una bestia sanguinaria.
NACHO: Hagamos las cosas sencilla, Selva. Después tengo que enterrarte, dejar todo limpio… Eso
lleva un tiempo.
SELVA: Nachito, sé que a veces soy un poco cruel con vos, pero de ahí a que me quieras asesinar
en una mina de carbón…
NACHO: Quise hacerlo reservando una habitación en el Ritz, pero después qué iba hacer… ¿Le iba
a pedir a una mucama que me ayude a meterte en una valija? Sentate en esa silla, dale.
SELVA: ¡¿¿Y qué le vas a decir a tus hijos??! ¿¿¿Qué me dejaste olvidada en la mina???
NACHO: Esa opción no la había pensado, y no está mal… A ver, otra que se te pueda ocurrir…
SELVA: Te me llegás a acercar y vas a conocer lo que soy capaz de hacer con mis brazos.
NACHO: Planchar como el orto. Cocinar como si lo estuvieras haciendo para un comedor de
refugiados. Agarrar las frazadas y destaparme en invierno… Esperá que preparé una lista que te
iba a leer antes de la ejecución (Saca un papel)
NACHO: Te leí las más livianas, pero sintetizo y te leo la final y la que catapultó mi decisión: Con
esos brazos abrazaste y te entregaste a los brazos del Negro Carulo, mi compadre.
SELVA: ¿¿Quién te dijo que fui al hotel Eros con el Negro Carulo?? (Se da cuenta de su error)
NACHO: Que ganas de responderte con una rima, pero me urgen las ganas de ver como esta
cuerda se retuerce en el cuello de una mujer infiel.
SELVA: Bueno, sí. Estuve en un telo, pero no con el Negro Carulo sino con Palmisiano.
SELVA: Nada de “también”. Estuve con Palmisiano pero no con el Negro Carulo, te acabo de decir.
NACHO: Me llegó por Facebook una foto en la que estás entrando al hotel con el Negro Carulo
SELVA:¡Ese fue Palmisiano que es un maestro con el Photoshop, y lo hizo para vengarse y
mandarlo al frente al Negro, ya que se la tiene jurada porque el Negro Carulo en una fiesta de fin
de año del Sindicato,se encerró con la mujer de Palmisiano en un baño. Sé yo más que vos de la
vida privadade tus amigos.
NACHO: ¿¿¿Y por qué Palmisianono se vengó encamándose con la mujer de Carulo en vez de
sopletearme a mí mujer, eh???
NACHO:Mirá, sea con Palimisiano, con Montotoo con Carulo, me rompiste la ilusión. ¡Yo me casé
con la ilusión de tener una mujer para toda la vida, entendés!
SELVA: Tuvimos que encontrarnos con Palmisiano en un telo para planear bien la venganza para
Carulo. Necesitábamos un lugar ultra seguro para que nadie se entere. Me preguntó si no le hacía
la gamba y mirá si no lo voy a ayudar con lo amigo que somos. Que era solamente para entrar al
hotel, registrar esa imagen para luego photoshopearla y nada más. Te juro que no pasó nada más.
SELVA:¡Nosos boludo pero estás a punto de convertirte en un asesino por no confiar en tu mujer!
NACHO: ¡Si tuviera señal en el teléfono lo estaría llamando ahora mismo a Palmisiano para sacarle
mentira a verdad sobre lo que estás inventando!
SELVA: Subamos.
NACHO:Así te me escapás. Ja.Te dije que en la superficie no me iba a animar a hacerlo. Sentate en
esa silla así terminamos con esto de una buena vez.
SELVA:¡Nacho recapacitá! ¡No sos el primero ni vas a ser el último hombre que iba a ser
abandonado por una mujer!
NACHO:¡¿Encima tenías pensado dejarme?!
SELVA: Porque como ya me imaginaba, vos no ibas a creerme la historia de Palmisiano y el Negro
Carulo. ¿Cómo te pensás que podrías seguir viviendo al lado de una persona que no confía en
uno?
NACHO:Me terminaste de convencer. ¿Querés agregar algo más antes de irte a develar el misterio
de qué pasa cuando nos morimos?
SELVA: Sí. Que ya sospechaba que algo raro pasaba cuando me invitaste a conocer estas tumbas. Y
por lo tanto le dije a Martincito que si a la noche hoy mamá no estaba en casa para dormir, que
avise a la policía y le comente que su papá había llevado a su mamá a visitar las minas donde
trabaja.
NACHO:¡Te dije que era un secreto, que no le digas a nadie y me dijiste okey! ¡Te das cuenta que
no me equivoco cuando digo soy yo el que nunca pudo confiar en vos!
NACHO:(Después de una pausa donde finge arrepentimiento) ¿En serio pensaste que podía llegar
a hacer algo así como querer matarte?
NACHO:Sí. Mejor subamos porque igualmente esto no va a quedar acá. Mejor dicho esto recién
empieza…(Pausa) Habrás dejado algo para cenar por lo menos ¿no?
SELVA: Ayer me dijiste que hoy a la noche te ibas a… A mandar flor de asado para festejar…
SELVA:Y que si no querías que te acompañe a la mina para ayudarte a subir un poco y de paso
conocerla…… Ahora entiendo(Irónica) Casi que no hay diferencias entre vos y Hitchcock…
NACHO:Pensá lo que quieras. La verdad es que, como toda la vida, jamás me hubiera atrevido a
hacer algo para dañarte… Subí vos primero, que mientras yo junto un poco de carbón para el
asado… (Sale SELVA. Espera unos segundos y luego hacia donde salió ella)¡¡Y decile a Martincito
que si papá no está para prender el fuego, que mamá se lo dejó olvidado en la mina!!... ¡¡Y a
Palmisiano, decile también!!... ¡¡¡Y a Carulo!!! (Empieza lentamente a juntar algunos trozos de
carbón)
OFF SELVA:¡¡¡Nachooo!!!... ¿¿¿¡¡¡Qué Carulo!!!??? (Nacho se detiene. Observa a público con
gesto neutro. Apagón)
PASSIONNEL
de Eduardo Grilli
PERSONAJES:
HUGO
MARIANNE / SELVA. Son gemelas; lo interpreta la misma actriz en base a un ligero pero
muy marcado detalle que modifique su identidad sobre la marcha. MARIANNE es
tranquila, pensante. SELVA es todo lo contrario.
------O-----
< Paris. En un hotel >
MARIANNE: Je suis trés hereux que nous avons retourné por avoir une conversation. Ya se
estaba haciendo demasiado largo esto.
HUGO: Yo también estoy feliz. Hace rato que teníamos que tener esta conversación.
¿Dijiste eso, no?
SELVA:Esto de vivir esperando me agota un poco. Vos y tus métodos. Sos una mierda.
Pero a pesar de todo confío en vos.
HUGO: La ahogué. La invite a pasear por el Sena. Bajamos por las catacumbas, bordeando
esos canales. Le ofrecí un Gitanes. Me dijo no fumo. Y me miró con esa mirada que
pareciera ser solo propiedad de los sentenciados a muerte. Como si presintiera su final.
SELVA: No quise decir que vos sos una mierda. La vida misma es una mierda. Pero así son
las cosas. Lo bueno es que tomaste una decisión y la cumpliste… (Ironiza) Y te perdono.
Yo, Selva Locatti, te perdono. No te rías. No dije nada para que te rieras.(Ella es la que se
ríe)
HUGO: ¿Vos te pensás que se resistió? Cuando caía al agua, por un instante me pareció
ver hasta un dejo de placer en su rostro.
HUGO: Como si supiera que por fin se iba a librar de vos… Ahora que te vuelvo a ver
después de estar con ella, noto que no son tan dos gotas de agua. (SELVA se acerca y lo
abraza)
SELVA: ¿El corazón poético o el de verdad?... Y sabés que las metáforas me rompen bien
las pelotas. Sos más interesante cuando sos práctico. Como lo que acabás de hacer.
HUGO:En algún momento vamos a tener que hablar. Dar alguna explicación, ¿no te
parece?
MARIANNE: La odio. Así de simple. Tanto o más de lo que ella me odia a mí.
MARIANNE: Que no hay lugar para las dos. Que los gemelos son un error de la naturaleza.
Elle est fou. ¡Loquísima!
HUGO: En tu nueva vida me gustaría que te llamaras Clémence. A veces sueño que me
caso con una princesa que se llama Clémence, y un apellido así, como medio de la
realeza… Sommerville… o… Rochetieux…
MARIANNE: Primero matala. Después nos ocupamos de las boludeces. Je t’en prie.
HUGO: Así sí me gusta. Cuando terminás las frases en francés. No te entiendo un carajo,
pero suena a glamour y supongo que es lo menos importante de lo que me estás diciendo.
MARIANNE: Je t’enprie quiere decir “te lo ruego”. Te ruego que hasta que no termines lo
que tenés que hacer te reserves los comentarios que no agregan nada.
HUGO:Si se descubre lo que queremos hacer, a vos te van a prender fuego como a Maria
Antonieta y a mí me van a decapitar como a Juana de Arco
MARIANNE:A vos te van a hacer tragar un libro con la historia de Francia, hoja por hoja, y
ahí te vas a morir ahogado en tu ignorancia. Bestia. (Transc.) Me gustaría que vivamos en
las afueras de París, después. Je t’en prie.
HUGO: Vos sabés que yo nunca maté a nadie ¿no?(Mata un mosquito que se posó en su
brazo)
HUGO: ¿Lo podés hacer vos si tanta fantasía te despierta? Es tu hermana gemela.Y lo que
a mí sí, siempre me despertó curiosidad es la historia de Caín y Abel. ¿Lo harías?
MARIANNE: ¡Cést suffit! No estoy para sermones filosóficos. Y cuando vos entrás en esa,
te sale tu parte insegura. Te hice una pregunta nada más… ¿Querés un trago? (Se sirve un
cognac)
MARIANNE:Esa misma noche tenía que tomar un tren a Burdeos, donde habíamos
quedado reunirnos. Él se iba a comunicar conmigo cuando todo estuviera resuelto.
Cuando le pregunté si Selva sospechaba, es por qué la conozco. Prácticamente desde que
nací (Sonríe) Pero la realidad es que sospecho más de él que de ella… No de que lo
pudiera hacer. Sino de el por qué realmente lo quiere hacer.
SELVA: ¿Novedades?
HUGO:El cuerpo no aparece.
HUGO: ¿Qué parte no entendés de “tengo que resolver algo más”? (SELVA se lo queda
mirando un largo instante que parece infinito. Se le acerca y se le pone cara a cara,
neutra. Prende un cigarrillo. Arroja el humo a un costado de la cara de él)
MARIANNE: Camino a la estación la vi. Estaba sentada en un bar. Sobre el Boulevard Saint
Germain. En una de esas mesitas ubicadas en la vereda. Al principio me corrió un
escalofrío por el cuerpo. Me vi a mí misma, ahí, en esa mesa. Como si lo que estaba
observando fuera solo una proyecciónde mi mente y no una persona real. O como si mi
cuerpo se estuviese desdoblando para hacerme sentir lo misma que ella estaba sintiendo
en ese momento. No resistí la tentación y me bajé del taxi. Me quedé mirándola desde
una distancia prudencial para que no me viera. Parecía nerviosa. Fumaba dando pitadas a
un promedio de una cada dos segundos. Tres, ponele. Tan distintas y tan parecidas, ella y
yo. Y en ese instante me terminé de convencer – por si aún hubiera hecho falta – que una
de las dos estaba de más. No solo en la vida de Hugo. En la vida misma. Este pensamiento
me sirvió, además de para odiarla un poco más, también para comenzar a acelerar las
cosas… El día estaba tan gris en París que el mismo escenario natural lo estaba pidiendo a
gritos. Como si uno de aquellos directores de cine diera la orden de ¡acción!… Saqué mi
celular y lo llamé… A su vez cierta confusión se instaló en mi cerebro.
HUGO:¿Perdiste el tren? (…) ¿Y ahora? (…) No, el otro sale dentro de cinco horas, creo.
¿Por qué lo perdiste, qué te paso? (…) ¿Pensar qué? ¿Qué tenés que pensar? (…) ¿Y dónde
estás ahora? (…) Paseando… Pensando y paseando…. Te quedaste callada, ¿estás ahí?...
Hola… Hola… Marianne…
HUGO:¿Observada?
SELVA:Sí, no sé…. ¡¡¡Tenía ganas de levantarme de ese bar y empezar a gritar qué mierda
están mirando!!!... (Pausa) Y vos que no sé qué estás esperando… ¿Ya hiciste lo que te
faltaba hacer?... ¿¡¡¡Ya fuiste al museo a robarte un cuadro, o el Santo Grial, o la pirámide
del Louvre, o la concha de tu hermana?!!!
HUGO:¡¡¡¿Te calmás?!!!
SELVA:¡¡Me pareció como si el fantasma de Marianne estuviese rondando ahí, cerca mio!!
¡¿Te lo digo más claro, Hugo?!... Ya sé que es una sugestión, pero cuanto más tiempo nos
quedemos, más locos nos vamos a volver.
SELVA: Ya estoy más tranquila. París es mágica, no hay dudas. Hay algo en esta ciudad que
lo transforma todo. Hasta las cosas más increíbles…
HUGO:¿Qué boludez estás diciendo? ¿Te vas dos minutos a un bar y ya volvés colocada…
o alcoholizada?... Volviste rápido otra vez, y te dije que tenía que terminar de hacer algo.
SELVA:Por eso vine. Para ayudarte a terminarlo. (HUGO, sin comprender, la estudia unos
segundos)
HUGO:¿Sabés que cuando te da por mezclar palabas en francés te entiendo más que
cuando te querés hacer la enigmática como ahora?
SELVA: (Interrumpiendo) Sabía que confiar en vos era el error más grande… Y ahora no
me vengas a contar estupideces. J t én prie
HUGO: ¿Je t’en prie, dijiste?(SELVA se saca el detalle que la convertía en su hermana
gemela y se rebela que es MARIANNE)
MARIANNE:Cuando uno no se decide alguien tiene que tomar la posta y hacerlo por esa
persona que no se decidió ¿Me seguís?(HUGO no sale de su asombro)
MARIANNE:Juana de Arco que vuelve de la hoguera. O si querés María Antonieta que se salvó de
la guillotina porque no estaba muy afilada... Pero mejor es que sea Marianne Locatti. La última
Locatti que quedó con vida en esta Tierra, y que tiene dos pasajes a Burdeos en primera clase para
esta noche a las 23.55… Aunque no sé si me estaría sobrando uno…
HUGO:¿La última Locatti con vida? Me estás diciendo…
MARIANNE:No lo ibas a hacer nunca ¿no?... Todavía no sé cómo te atreviste a matar a aquel
mosquito que te estaba picando… Pero está todo bien… Por lo menos sé que si un día lo pensás
hacer conmigo, tampoco te vas a atrever
HUGO:¿Cómo lo hiciste?
MARIANNE: (Comienza a invadir la escena algo que se venía insinuando en los últimos
parlamentos, y es una tensión sexual entre ambos personajes ya casi imposible de contenery
que va a ir in crescendo) ¿Cómo lo hice?... ¿Estás seguro que querés saber?... ¿Pero seguro,
seguro…?
MARIANNE: Voy a tratar de ser lo más explícita posible… (Con actitud muy sensual y
sugestiva comienza a quitarse la camisa o remera, quedando en corpiño y del mismo
modo, quita la prenda de HUGO, dejándolo con el torso desnudo, dando inicio a los
juegos previos al acto sexual. Tras unos instantes, el llanto desgarrador de un bebé
proveniente de otra habitación y que se mantendrá hasta el final, interrumpe el clima
creado, volviéndolos a ambos a una realidad de la que solo por unos minutos habían
logrado evadirse. Se quedan observándose, neutros)
FIN DE “PASSIONNEL”
POMPEYA Y SINIESTRA
de Eduardo Grilli
PERSONAJES:
SINIESTRA
POMPEYA
POMPEYA:Acá nadie niega nada. Solo que los relatores no quiero que digan: gol
de Etelvina Suarez del Corral. Por eso me puse Pompeya.
POMPEYA:Pelota.
POMPEYA:(A público)En el fondo con esa acción lo que quise hacer fue,YO
hacerme cargo del crimen de ese muñeco. Épocas en que una por una amiguita
hacía cualquier cosa.
SINIESTRA:Nunca me lo habías aclarado eso.(Se emociona)
SINIESTRA: ¡Nosotras dos vimos en esa cabeza una pelota de fútbol ¿está mal?!
POMPEYA: ¡¡Hice jueguito con esa cabecita pelada y la tuve sin que se me caiga
al piso como un minuto ese día!! Y vos…
SINIESTRA: Yo también la tuve como un minuto en el aire pero con el detalle que
yo ya le decía“pelota”, no la sigo pensando como una “cabecita”. ¿Entendés la
diferencia? Para mí ya era una pe-lo-ta.Para vos era y es la cabecita decapitada
de este Chucki… Yo ya tenía el fútbol recorriendo mis venas un poco antes que
vos.
SINIESTRA:Hija de puta.
SINIESTRA:Falsa.
POMPEYA:¡¡¿Siniestra, con ocho añitos y con un bebé alemán decapitado en
nuestros prontuarios, nos le paramos de manos a un adulto como lo era tu
padrastro para demostrarle hasta dónde llegaba nuestro amor por el fútbol; y
ahora vos pretendés arriar las banderas que nos orgullecieron hasta el día de hoy;
las de sostener nuestras creencias y nuestras preferencias.Y lo querés tirar todo
por la borda solo por querer cogerte a un negro, que, entre paréntesis, te cuento,
tampoco es ooohhh… lo que vos te imaginás?!!
SINIESTRA: Eso es lo que ella creyó. Por dentro estallaba de placer por haber
provocado este conflicto entre ellos. Soy mala y me gusta serlo.
POMPEYA:De tan amigas que somos, no hacíafalta ni mirarnos para saber quées
lo que una estaba pensando de la otra.
SINIESTRA:Le contestó que qué le pasaba a esa loca que lo estaba increpando.
Le saqué otra vez el Smartphone a Pompeya y yo misma le contesté: Soy yo, la
que te querés coger pero no te atrevés a decírmelo, Mogumba. ¿Y querés saber
qué es lo que me pasa?
POMPEYA:Decime una cosa, Negrín… ¿en Madagascar son todos tan pelotudos
como vos, o vos sos la famosa excepción a la regla?
SINIESTRA: Y le cortó.
POMPEYA:No era oooohh, pero había veces que era ¡¡Uuuuuhhhh!!,Siniestra. Era
Uuuuuhhh…(Pausa)Y sabés lo que cuesta hoy en día encontrar a algún tipo de
vez en cuando te haga sentir un ¡¡Uuuuuuhhhh!!!... ¿eh? (Pausa)
POMPEYA:¿Eeehh?
SINIESTRA:Ooohh…
Julio 2018