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AMOR A LA CUBANA

DE EDUARDO GRILLI

PERSONAJES
FENICIA
LINDA
SARITA

Alguien, empujándolas, las introduce a las tres en una celda.

FENICIA: (Gritando hacia afuera) ¡¡¡¿Quién les enseño modales, eh?!!...


Conchisuma… Porque somos mujeres nos tratan como si fuéramos una bolsa de
basura… ¡¡Ya vamos a salir, y tu carita me quedó grabada acá, eh!!... ¡Registrame
bien porque después vas a soñar con esta carucha!... Vas a ver…

LINDA: No los hagas calentar más. ¿Sos boluda vos, sos?

FENICIA: ¡Mirá la otra!

SARITA: Tiene razón la pulposa. Mientras estemos acá dentro, musa… como
dicen ustedes.

FENICIA: Y vos háblame de comer, encima que se me parte el estómago del


hambre. Una peor que la otra son.

SARITA: Musa de que tú te quedés en el moldecico, chica. Eso decía.

FENICIA: Te entendí, cara de lagarto en celo. ¿En Cuba son todos así, medios
retrograditos?... Después de Fidel y del Che, la nada misma ¿no?

SARITA: Yo no soy de Cuba. Soy de Miami. De Boca Ratón, pa’ que te enterés.

FENICIA: ¿¡Y por qué no te quedaste usando esa bocota con tus yanquisitos de
mierda, que nos venís a sacar el laburo acá, eh!? ¡Yo te voy a bloquear esa
carota! (Se interpone LINDA)

LINDA: ¡Para Fenicia, cortala!... Y pará de hacerle bulin, querés.


FENICIA: ¿Qué?... ¿Te está gustando la cubanita?... Dale, cogetela acá dentro
que no nos ve nadie. Dale... Por eso no la rajabas de nuestra esquina. Te calienta
¿no?Seguro que si te toco estás toda empapada.(LINDA le hace “fuck you”)

SARITA: En Miami está lleno de puticas. ¿Qué más tú quieres saber, eh?... Por
eso me vine a trabajar a tu paisito.

FENICIA: Con vos no estoy hablando. Cerrá esa boca ratón o en serio te la cierro
de una piña.

SARITA:…yentonces como se piensan que soy cubana, después de coger me


quieren arreglar con dos dólares. Que los cubanos son unos muerticos de hambre,
y que si no los acepto me denuncian y me amenazan con deportarme, y que la
mar en carro y qué sé yo... Y me cansé de toda esa manga de jueputas
capitalistas malparidos.

LINDA: Pero no sos cubana ¿Por qué te preocupas?

SARITA: Si tú me escuchas hablar ¿qué dices que soy?

FENICIA: Que sos una retrogradita, exiliada, y con un olor a chivo que mata; que
por eso te habrán rajado de Cuba. Eso sos. Y que te viniste acá para que te
enseñemos como se coge de verdad.(Ríe)

SARITA: ¡¡Que no soy cubana!! (A LINDA) ¿Le puedes hacer tú entender esto a
tu amigota?

LINDA: ¿Nos podemos tranquilizar?... (Pausa. A SARITA) ¿De qué parte de


Cuba eres?

SARITA: ¿Tú también me tomás pal churrete? Creí que a ti te caía un poquitico
más simpatiquita, mi amor.

FENICIA: (Saca de entre su ropa un documento se lo arroja en la cara a


SARITA)¡Vos a nosotras nos estás queriendo tomar pal churrete y para la
conchituma! Sos más cubana que Juan Valdez vos. Confesá que viniste a hacer a
mi país.

SARITA: ¿¡Cuándo tú me has robao’ mi documento!?

LINDA: (A FENICIA) ¿¿Juan Valdez??


FENICIA: El del café. ¿No era cubano ese?

LINDA: Creo que no. (A SARITA) ¿Era cubano?

SARITA: (“Ofendida”) No sé de qué mierdica hablan. Lo que sí sé es que en


Cuba somos dignos, no andamos hurtando los documentos y la identidad de la
gente. Tenemos dignidad. Somos cubanos, con todo lo que eso significa… Y
empezamos mal...(Pausa) Vine a hacer un estudio sociológica de las puticas, acá,
en Buenos Aires. (Pausa. Piensa) Y si están hablandodel Juan Valdez que yo
pienso, el del café, ese era colombiano. Los cubanos somos gente culta y
sabemos de todo. Pregúntenme quién inventó las balsas con motor a bordo. Dale,
chica. Preguntame.

FENICIA: (A LINDA) ¿Yo escuché bien?

LINDA: (A SARITA) ¿¿¿Que viniste a hacer qué???

SARITA: Un estudio sexológico y socio-cultural de cómo son las puticas porteñas.


¿Por qué lo hacen? ¿Cómo lo hacen? ¿Cada cuánto lo hacen?... O sea, por qué
cogen por platica esas muheres… O sea, ustedes. ¿Por qué se rebajan tantico?
Con todo respeto, por supuesto.

FENICIA: (A LINDA) VIgilá que no venga nadie. (Se le abalanza a SARITA con
intenciones de ahorcarla) ¿¡¡Vos querés saber!!? ¡¡Yo te voy a contar!!

LINDA: ¡Pará, largala! Oigo pasos… (FENICIA suelta a SARITA, y se quedan


las tres en el molde como si no hubiera pasado nada. Con sus vistas siguen
un teórico recorrido de un guardiacárcel que pasa delante de su celda)

FENICIA: (Hacia afuera, al supuesto guardiacárcel)¿¡Qué mirás!?... ¡Nunca


habrás visto tanta carne fresca junta en tu vida ¿no?... ¡Sonreíte nomás que ya se
les está acabando el patriarcado y después van a venir a pedirle la teta a mamita,
van a venir!
(A SARITA)¿Qué mierda es lo que querés saber de nosotras? Largá.

SARITA:Así no. Tú me intimidas... Y no te veo a ti como una fiel exponente de las


puticas porteñas. Tú andas en algo raro. Me la juego como que me llamo Sara
Goncalvez Goncalvez.

FENICIA: (Ya tranquila. A SARITA)En qué ando. Contame.


LINDA: ¿Algo que ver con los Goncalvez de la Havana?

SARITA: (Rectifica) Goncalvez Goncalvez. Doble apellido yo. No sé a qué


Goncalvez tú te refieres.

LINDA: Los del barrio viejo. Una familia famosa que se dedica a la trata. Y que se
ramificó por todo el mundo.

SARITA: No sé de qué hablas. No entiendo tu léxico.

FENICIA: (A LINDA) Te está gastando (A SARITA, igual)A ver, cara de qué


tengo yo. Contame.

LINDA: (Sigue)… que cada tanto son noticia internacional y la Interpol los tiene
bajo la lupa.

SARITA: Ni idea.

FENICIA: (A SARITA, igual)Si no soy puta, qué puedo llegar a ser. Decime que
me interesa saber.

LINDA: (Igual)… y que el otro día vi en el Miami Herald una foto de ese clan y
había una que se parecía mucho a vos.

SARITA: Así no puedo. Me están matando a pregunticas. Soy una profesional.


Una estudiosa de las conductas humanas. Una de las mejores profesionales que
salió de esa gran isla libre llamada Cuba. Una cubana digna y no estoy para
responder sandeces… (A LINDA)¿Y tú por el tonito y esa caritica que estás
poniedo me estás queriendo insinuar que yo pertenezco a esa famosa familia
cubana, que viven en la región de San Román, que son como 8 hermanos – uno
más churrico que el otro - y que se dedican a reclutar puticas por el mundo?

LINDA: Dijiste que no los conocías.

SARITA: Porque ahora me vino así como a la memoria. En Cuba somos cultores
del “sin prisa pero sin pausa”. Y mi mente tranquilica y en silencio siguió
trabajando una vez que nombraste a los Goncalvez. Y sí que los conozco pues.
Unos jueputas malparidos.

FENICIA:(La revisa a SARITA y le vuelve a sacar el documento, lee)Acá dice


Sara Goncalvez. No Goncalvez Goncalvez. Un Goncalvez solo. Como los
mafiosos.

SARITA:Porque en mi país ahorramos hasta en la tinta. ¿De dónde piensan sino


que salió esa cultura de la resistencia al aislamiento, al que mi pueblo fue
sometido durante décadas, eh? Del ahorro hasta en los más mínimos detalles. De
ahí salió. Mi apellido es Goncalvez Goncalvez… Y premitanme decirles que me
siento un poco desilusionada. Pensaba que la Argentina y Cuba eran dos pueblos
hermanos, pero con sus desconfianzas…

LINDA:¡Tu hermana te va a salvar ahora! Y ahora me dejaste de caer simpática.


Sostenela. (FENICIA la inmoviliza a SARITA y LINDA la revisa toda. Le saca
un papel de entre sus ropas. Lee.)Es una del Clan Goncalvez… ¿A quién de las
dos te pensabas llevar?

SARITA:(Soltándose)Okey, me descubrieron. Soy una del Clan. Pero soy una


Goncalvez en rebeldía. Me cansé de pertenecer a ese grupico que, entre
paréntesis, no son cubanos de sangre, son cubanos descendientes de albaneses.
Que los cubanos de verdad somos gente digna y…

LINDA:Y dale con el discurso revolucionario…¿Qué significa un cubano en


rebeldía?

SARITA:Uncubano, no. Una Goncalvez en rebeldía. ¿Qué tú tienes en esas


orejicas?

FENICIA:(A LINDA)¿Me dejás darle una piña?

SARITA:(Por FENICIA)Lo que dijo esta violenta hace un rato es así. Me vine a tu
país pa’ que me enseñen a coger de verdad. Ustedes sí tienen fama de saber
coger. Coger como Diosito manda. Coger con todos los sentidos. Coger abiertica a
lo que pueda venir. Sin bloqueos de sensaciones. Con ritmo. Con sabor. Sin
límites del placer, chica… En Cuba le decimos “echarse un buen palo”.

LINDA:Entonces eso no habla muy bien de ustedes los cubanos. Tú que tantos
los defiendes.

SARITA:Las cubanas, no generalices. Los hombres son más despiertos allá. Y no


todas las cubanas. La mayoría. O si no tendrías que haber dicho “les cubanes”.
Lenguaje inclusivo. Lo aprendí esto la semana pasada.¡Hasta en eso son unos
adelantados ustedes! ¡Ni me imagino lo que deben ser a la hora de coger!...
¿¡Cómo tú te piensas que no me iban a dar ganas de abrirme de esos jueputas y
venirme a tu paisito a disfrutar de verdad la vida, eh?!

FENICIA:Esta no sabe dónde se metió.

SARITA: ¿Quién de las dos es la que mejor me puede enseñar a echarme un


buen palo, cuando salgamos de acá?(Pausa)

FENICIA:(A LINDA)¿Vos le creés?

LINDA:Hicieron la revolución. No me los veo como gente que ande en el boludeo.

FENICIA:Tienen una red de trata en la isla.


LINDA:Son andorrences.

SARITA:Albaneses. Descendientes de primer grado influidos y contaminados por


esos europeos jueputas. Los cubanos somos gente digna y…

FENICIA:¡Cortala! (A LINDA)Te preguntaba si le creés cuando dice que no


garcha.

SARITA:¿Qué tú quieres decir con garchar?

LINDA:Echarse un… ¿un palo, era?

SARITA:Correcto. Me llena de orgullo que les pueda ir transmitiendo algo de


nuestra cultura. Cultura digna, como el pueblo cubano.

FENICIA:(A SARITA)¿Es verdad que nunca garchaste?

SARITA:¿Quién dijo eso?

FENICIA:(A LINDA)Y vos no me dejas que le meta un trompazo…

LINDA:¿¿¿¡¡¡Es verdad que nunca te echaste un buen palo!!!???

SARITA:Ahora sí. Por ese camino llegamo’ a la Havana - otra frase popular que
tenemo’ allá en Cuba - Ahora nos entendemo’. Yo no dije “nunca”. Dije “aprender a
coger de verdá”

FENICIA:Hay una sola forma de coger. Con ganas o sin ganas. Mirá que sencillo.

SARITA:¡Pero me cago en tu pinga! – otra frase cubana -. Entonces tú me estás


hablando de DOS formas.Una: con ganitas, dos: sin ganitas.

LINDA:(A FENICIA)Ahí te cagó.

SARITA:Lo único que pretendo saber es… es… (Le da vergüenza decirlo. Se
vuelve dulce. Suena una bolero romántico) es… es cómo poder coger por
amor, chica… Que yo soy una cubana digna de merecer ser amada. Todos los
que hicimos la revolución nos merecemos ser amados de verda’… ¿Ustedes qué
piensan? (FENICIA y LINDA están confundidas, no saben qué decir)

LINDA:¿Pero por qué te pensás vos que nosotras te podemos enseñar?

FENICIA:A mí me agotó. (Hacia afuera)¡¡¡¡Guardias!!!! ¡¡¡Guardias, a mí!!!... ¡¡¡Si


no vienen en diez segundos, acá dentro se va a generar un conflicto
internacional!!!
SARITA:¡Claaaaroo!... ¡¿Cómo si en Cuba, toda la vida nos hubiéramos llevado
de perlas con el resto del mundo, no?!

LINDA: (Cortante)Yo te puedo enseñar.

SARITA:(A FENICIA) Has visto. Ella me puede enseñar.

LINDA:Sacate la ropa.

SARITA:¿¿¿Lo que qué???

FENICIA: (Tentada) Confraternizá vos, nomás. Se notaba a la legua que te


calentaba la zurdita.

SARITA:(A LINDA) ¡Pero qué tú te has pensaó! ¡¡¡Que yo soy una cubana digna y
quiero que un buen porteñico argentino me enseñe a echarme un buen palo de
verdad, no tú!!!

LINDA:Ni Silvio Rodriguez te va a tratar con la dulzura que te voy a tratar yo. Y te
voy a hacer conocer al verdadero Unicornio. (La enfrenta, se levanta la pollera y
denota que es un travesti)

SARITA:¡¡¡Mamasita!!!... ¡¡O mejor dicho, papasito!!... Eh… eh… es que en la isla


no estamos acostumbrados a esto… no, no, no…

FENICIA:Bienvenida al primer mundo. Y así como la ves, nadie sabe hacer el


amor con la dulzura con que lo hace mi compañera. Doy fe… Puedo participar
¿no?

SARITA:(Se pone a resguardo)¡Paren!... Hagamos un trato. Ustedes no me


tocan un pelico y yo cuando salga de acá no digo nada sobre quienes son
ustedes.

FENICIA:(Se miran con LINDA. A SARITA)¿Y quiénes somos nosotras?

SARITA:(Se saca una peluca y algo de maquillaje) ¡¡Las putas de mi marido!!


¡José Alvarez Formoso, el embajador! José me dijo que si un día ustedes
hablaban las hacían boleticas (Sorpresa general)

LINDA:¿¿¿Vos sos la famosa cornuda???

FENICIA:¿¿La que no sabe coger de verdad??

SARITA:A medias. Soy la que no sabe coger, pero no soy la cornuda. Entre José
y yo no hay secreticos. Y yo le permití que tuviera experiencias con mujercicas
como ustedes para ver si podíamos mejorar nuestra vida sexual. Pero nunca me
imaginé esto (Mirándola a LINDA, que esta, junto a FENICIA, se van tentando
de risa)

LINDA: ¿Pero vos nunca investigaste… por ahí…?

SARITA:Él nunca me lo permitió. Me dice que es una zona prohibida. Que el


capitalismo global quiere arrasar con todo, y que él todavía tiene su zona de
resistencia. Su culo es sagrado, dice… Me mezcla todo, como siempre. (Se
escucha voz en off, llamando: “¡¡Sara Alvarez Formoso, prepare sus cosas
que sale!!”. SARA recoge algunas cosas, las observa con una mezcla de
desprecio y nostalgia, y se apresta a salir)
Y no se olviden que en Cuba, por lo menos las mujeres, tenemos dignidad (Sale.
La ven irse. Breve Pausa)

LINDA: Dignidad dice la muy zorra…

FENICIA:(Hacia afuera)¡¡Andáaa!!... ¡¡¡¡Y decile a tu dorima que la próxima vez


que nos levante la yuta, no solo vamos a hablar, sino que no va a encontrar
cirujano que se lo repare, decile!!!! (Pausa. Queda una foto de ambas algo
desconcertadas y tristes)

LINDA:Hay que estar medio loca, eh…

FENICIA:Te calentaba ¿no?

LINDA:Ni ahí. Ya me olvidé lo que era eso de estar caliente con alguien.

FENICIA:A mí sabés que sí… No sé… Siempre me pasó algo con el


comunismo…

LINDA:¿Qué tiene que ver?

FENICIA:Digo… Se me hace como que son gente que ponen siempre delante la
causa por sobre el placer.

LINDA:Y por eso te la querías coger

FENICIA:Bueno… coger, coger… Una tijereta violenta nada más para ver como
reaccionaba… (Pausa)

LINDA: Che, Fenicia… mirá si esta habla con el marido y nos dejan acá dentro por
una temporada larga…

FENICIA:¿Te parece?... Y… se está viniendo el invierno… Por lo menos vamos a


tener un techo…

LINDA:Y comida…
FENICIA:También… Y comida… (Bajan las luces lentamente hasta oscuro)

FIN DE “AMOR A LA CUBANA”

CONFUSO DIÁLOGO EN LA MESA SEIS


de Eduardo Grilli

Personajes
HOMBRE, el cliente
RAMÓN, el mozo

En un bar.

HOMBRE: ¿Tengo que leer lo que está diciendo su rictus?... Yo sé que me


aprecia pero podría disimular…

RAMÓN: Usted está leyendo en mi cara su propia ansiedad, es solo eso.

HOMBRE: Quince años que vengo a este bar ¿no?... ¿Y me va a decir que no sé
interpretar los gestos de todos y cada uno de los mozos que laburan acá?

RAMÓN: Mi rictus puede estar diciendo, ente otras cosas, que usted no se
merece a esa mujer… De ahí la adustez en mi rostro.

HOMBRE: Yo juraría que estaba pensando que ya no viene. Y que estaba


sintiendo lástima por mí… Tráigame otra medida. Y dígale al gallego que no me lo
rebaje con agua como hace siempre.(Pausa)

RAMÓN:La verdad, estaba pensando justo eso, que ya no va a venir. Por eso digo
que usted tendría que pensar en otra mujer… Mirese sino… La estampa del
desahuciado…

HOMBRE:Ya le conté que estoy perdidamente enamorado de esta mujer (Le


pasa un celular) Llamela. Tome.

RAMÓN: ¿Perdón?

HOMBRE:Digale que estoy teniendo un ACV.


RAMÓN: Es una de las cosas más denigrantes que jamás me han pedido.

HOMBRE: ¿Qué le pasa?

RAMÓN: Me siento ofendido en mi calidad de representante del género


masculino.

HOMBRE: No me joda, Ramón. ¿Me va a decir que nunca se arrodilló por una
damisela?

RAMÓN: Fingir un ACV… Lamentable…

HOMBRE: ¿Y qué quiere que le diga? ¿Que me explotaron las hemorroides?

RAMÓN: ¿Tiene hemorroides? Con razón está acomodándoseen la silla a cada


rato. Pomada hemorroidal porque va a gastar la madera y no estamos para
cambiar sillas a cada rato… Un chiste para que relaje…

HOMBRE: Tome y llame de una vez. ¿Usted no se habrá creído esa canción que
dice (Canta) “Dicen que los hombres no deben llorar, por una mujer
larailaralaaa…”

RAMÓN:Arrastrado y encima desafinado… Una cosa es llorar y otra lustrar el piso


con las rodillas.

HOMBRE: No es arrodillarse, es tender puentes de diálogo. No se olvide que


estoy un poco en falta con Isabel…

RAMÓN: No llame. Reprima el impulso. Adjudíquese el valor de la resistencia…


Después de todo, es solamente amor.

HOMBRE:(Lo estudia un poco) Usted no estará proyectando por alguna mala


experiencia vivida en temas del corazón ¿no?... (Lo imita) “es solamente amor”

RAMÓN: Ponga en la balanza cuánto hace bien y cuánto hace mal el amor… Sin
ir más lejos, mírese(Lo imita burlonamente) “llámela y dígale que tengo un
ACV”… ¡¡“llámela y dígale que tengo un ACV”!! … Insisto. Lamentable.

HOMBRE: Estar enamorado es un estado de gracia que nos regala la vida.


RAMÓN: No escuché bien. ¿De desgracia, dijo?

HOMBRE: Bueno. ¿La va a llamar o no la va a llamar? ¿O me está obligando a


pensar en otra estrategia de reconciliación?

RAMÓN: ¿Pero usted se escucha?... ¡Estrategia!... Lo más parecido a una


guerra… ¿¡A eso lo llama amor!?... O sí, es como digo yo. El amor es una
desgracia. Como las guerras.

HOMBRE: ¡Todas las cosas tienen su lado A y su lado B, Ramón!... El amor a


veces también tiene que doler para que sea verdadero amor.

RAMÓN: No me diga. Yo pensaba que era todo pan y cebolla, como dice el refrán.

HOMBRE:(Lo observa unos segundos) Cuenteme. En serio. Se nota que tiene


algo que sacar afuera en temas amorosos. Dele, cuénteme con confianza.

RAMÓN: Usted es el tema acá. No me involucre en sus rollos.

HOMBRE: Mi tema es un caso cerrado. Estoy enamorado. Punto… Y usted


parece que minimizara mis sentimientos.

RAMÓN: Querer ayudarlo es minimizar sus sentimientos. Okey… Le traigo otro


whisky entonces.

HOMBRE:Que no esté rebajado con agua.Cuando vuelve la llama. Le dice que


me bajó la presión.

RAMÓN: Bue… De a poco veo que se va curando. De un ACV a una hipotensión.

HOMBRE: ¿Qué carajo dice? ¡En mi vida tuve hipo! Esa no se lo va a creer…

RAMÓN: ¡Ay Dios! Un día va a estar teniendo un ACV en serio y va a pensar que
le cayeron mal unos ravioles!

HOMBRE:(Pausa) Nunca se lo dije, pero usted un poco me hace acordar a mi


viejo.

RAMÓN: Será porque tengo la santa paciencia que tienen los padres.
HOMBRE: Y seguro también tiene el entendimiento. O sea que aunque se haga el
difícil, me está entendiendo. Dele, marque… quince…

RAMÓN: No insista. No voy a ser su cómplice. Menos con una mentira. Si quiere,
y muy a mi pesar, la llamo para contarle la verdad y que está arrepentido.
Compórtese como un macho.

HOMBRE:A ver… Un dolor de cabeza, dígale. Un dolor de cabeza puedo estar


teniendo. Digale eso y no le va a estar mintiendo.

RAMÓN: ¿Y usted se piensa que por un dolor de cabeza se va a venir corriendo


hacia acá?

HOMBRE: Nadie dijo corriendo… Aparte usted opina por olfato, porque tanto tanto
no la conoce.

RAMÓN:(Irónico) Intuición de padre.

HOMBRE: Okey. La voy a llamar yo. Pero metase bien dentro de esa cabezota
que está dejando a un hombre desesperado por amor, a la deriva… Siempre
sospeché que los mozos parecen una cosa y terminan siendo otra totalmente
distinta.

RAMÓN: Que tenga suerte. (Sale RAMON. Pausa. Regresa)

HOMBRE: No logré conmoverlo ni por un segundo ¿No?

RAMÓN:No. La fortaleza de convicción que yo tengo es lo que usted tendría que


tener para no caer en esos estúpidos estados de enamoramiento.

HOMBRE: ¡Lo agarré! Usted odia el amor y me va a decir en este momento a qué
se debe. Se acaban de invertir los roles, y ahora el que va a asumir el papel de
asesor sentimental voy a ser yo... Y de paso, si no lo toma a mal, me va a servir
para dejar de pensar todo el tiempo en Isabel.

RAMÓN: O sea que no lo haría exclusivamente para darme una mano… Si es que
fuese como usted dice que yo odio el amor…

HOMBRE: Lo estoy jodiendo, Ramón,usted sabe que olvidarme de ella, aunque


sea solo por un minuto, sería una utopía. Y es de una crueldad supina que me
obligue a que se lo repita a cada instante.
RAMÓN:Pero ya que insiste se lo voy a decir. Nunca estuve enamorado. (Pausa
larga)

HOMBRE: Entonces no sé de dónde le nace ese resentimiento hacia el amor… Y


a los que sí estamos enamorados.

RAMÓN: ¿Usted no odiaría, por ejemplo, a una mujer que le es esquiva? No digo
a la persona, digo a la circunstancia. Bueno, esa cosita loca llamada amor, a mí
siempre me fue esquiva.

HOMBRE: Como a Fredie Mercury…

RAMÓN: ¿¿¿Eh???

HOMBRE: Un chiste musical, pero usted, me olvido que se quedó en Gardel.

RAMÓN: Me esquiva la pregunta. (Melodramático) Lo mismo que el amor hace


conmigo, que se la pasa evitándome.

HOMBRE: No me haga un melodrama. Le contesto. Primero que la palabra odio


no existe en mi diccionario. Segundo, si algo me es esquivo, primero me
preguntaría yo mismo por qué me es esquivo. ¿Me sigue?

RAMÓN: Si puede sintetizar, porque tengo que ir a atender otras mesas.

HOMBRE:Vayase al carajo, Ramón. Me pide que le conteste. No me da una


mano con mi chica. No me escucha cuando lo quiero hacer que se amigue con el
amor… Al final un día me voy a cansar y me voy a cambiar de Bar. Hace rato que
lo estoy pensando.

RAMÓN: Vaya y encuentre otro donde un mozo se quede quince minutos


escuchando cómo un émulo de Alberto Migré le quiere contar una novela con el
tema del amor…

HOMBRE:¡Digame en qué momento le quise contar esa novela que usted dice!

RAMÓN: No hace falta que lo exprese totalmente con palabras. Su postura, lo que
deja trascender con sus gestos, sus tonos… Lo más parecido a una novelucha
clase B de las tres de la tarde.
HOMBRE: Claro… El señor me larga (Lo imita, exagerando)“Nunca estuve
enamorado”, y Alberto Migré ahora vengo a ser yo

RAMÓN: Si se va a ir a otro bar, avise con tiempo porque la mesa seis, siempre
me la piden y uno se cansa de repetir que está reservada.

HOMBRE:Mirá como me esquiva el tema. Usted también, gran “esquivador”


resultó.

RAMÓN: Yo simplemente le dije “nunca estuve enamorado”. Nunca intenté


desarrollar una tesis sobre las personas como yo, que desconocemos ese estado
absurdo.

HOMBRE: ¡¡¡Pero le repito, cómo puede calificar de absurdo al milagro de estar


enamorado si nunca tuvo oportunidad de mirar a Dios cara a cara!!!

RAMÓN: ¡¡Si vamos a hablar de sexo, ahí sí le puedo brindar una conferencia de
veinticinco mil horas y con lujo de detalles!!

HOMBRE: ¡¡¡Pasa que para mí estar enamorado es mirar a Dios a los ojos; y para
usted mirarle la cara a Dios es cogerse a una mina!!!... La vulgaridad más
manifiesta de esa frase tan trillada. Me decepciona, Ramón. Jamás lo hubiera
pensado. Estamos discutiendo hace rato y llegamos a la conclusión de que
estamos hablando de dos cosas distintas. Amor y o sexo.

RAMÓN: Usted metió la religión en el medio y terminó de enquilombar todo.

HOMBRE: ¿De qué religión me está hablando?

RAMÓN: Deje a Dios tranquilo que ya demasiados problemas tiene.

HOMBRE:(Después de un instante de observarlo) Sabe qué… Si hoy decidía


encerrarme en mis cosas y no hablar con nadie, iba a poder disfrutar mejor este
whisky y pensar cómo hacer para que Isabel me perdone y…

RAMÓN: Los mozos no tenemos la obligación de ser un compendio de soluciones


para clientes enamorados. Solamente hablamos para que se nos pase más rápido
la jornada laboral.

HOMBRE: Lo más triste es que eso ya lo sabía, pero tenía una pequeña
esperanza que por un rato no lo fuera… Se trata de mi mujer, Ramón. Podría
haber hecho una excepción (suena su celular)Hola… (A RAMON)Isabel (Al
celular)Hola mi amor, antes que nada, una consulta. Ponele que yo quiera utilizar
una metáfora para describir el hecho de hacer el amor, y digo “mirarle la cara a
Dios” en vez de coger ¿Vos interpretarías que estoy queriendo introducir el tema
de la religión en medio de una conversación? (…) ¿Eh? (…) A nadie, mi amor, no
me quiero coger a nadie, estoy discutiendo con … (…) Pará que te paso así me
creés (La pasa el celular a RAMON pero este lo rechaza) ¡Ramón, agarre este
teléfono y diga nada más “hola”(RAMON lo agarra y dice hola pero al aire, no al
micrófono)¡A ella! ¡Pongase al habla y dígale hola a ella!

RAMÓN: Hola ¿Con quién tengo el gusto? (…) Conmigo, su marido está conmigo
(…) No, no hay ninguna mujer acá. O mejor dicho, hay pero no acá con nosotros,
sino en otras mesas (…) ¿Y si no me cree para qué pidió hablar con el mozo? (…)
Es verdad, fue su marido. Aprovecho que la tengo ahí para una consulta ¿Pongale
que su marido quiera utilizar una metáfora para describir el hecho de hacer el
amor, y dice “mirarle la cara a Dios” en vez de coger ¿Usted no interpretaría que
su marido está queriendo introducir el tema de la religión en medio de una
conversación? (…) (A HOMBRE)Dice que lo que me va a introducir en el culo si le
seguimos tomando el pelo es… (HOMBRE toma el celular)

HOMBRE: ¿Mi amor, te convenciste ahora que estoy hablando con Ramón, el
mozo? (…) Me cortó.(Pausa prolongada)

RAMÓN: ¿Se convenció ahora que no es una mujer para usted? Una mujer sin
humor es una mujer sin amor….Aplauda mi lingüística comparativa, por favor.

HOMBRE: Sabe qué… (Se levanta, toma el último sorbo de whisky)Lo que
tendría ganas de aplaudirle hoy sería la cara, pero tengo miedo que le revuelva
todas las palabras que tiene todavía en la boca y siga escupiendo boludeces como
lo hizo hoy hasta recién. Arrivederchi. (Sale. RAMON lo observa irse)

RAMÓN: (Hacia la salida) ¡¡El whisky… se fue sin…!!

HOMBRE:(Reingresando) Insisto que recién usted quiso traer a Dios a esta mesa
de discusión... Bueno, que el Barba se lo pague (Sale)

FIN DE “CONFUSO DIALOGO EN LA MESA SEIS”


DENISSE MARÍA CIENFUEGOS
de Eduardo Grilli

Personajes
SONIA
DENISSE

Parte 1. Habitación. SONIA está pensativa, ingresa DENISSE con una hoja de
papel en su mano; tiene un parche tipo pirata que cubre uno de sus ojos y
luce un delantal blanco; tiene como tic, tocarse la entre pierna a cada rato.
Hablan castellano neutro.

DENISSE: Hola Sonia. Bonito día, ¿no?

SONIA: Bonito.

DENISSE: Uno de esos días donde las amapolas parecieran regalarnos con esos
colores tan intensos un…

SONIA: (Interrumpe) Denisse María, Me da miedo cuando comienzas con un


preámbulo florido. ¿Con que te vienes ahora?

DENISSE: Me hubieras dejado terminar. Media hora estuve pensando la frase en


el consultorio (Pausa) Hoy es el día en que finalmente he tomado una decisión,
Sonia Mónica.

SONIA: Vas a depilarte. (Tiempo)

DENISSE: Sonia Mónica, he venido a reclamar lo que me pertenece. (SONIA la


observa) No me mires así, sabes bien de qué hablo.

SONIA: ¿Me está hablando la Denisse amiga o la Denisse que ha extraviado su


cordura?

DENISSE: Lo siento, amiga... (Tiempo) He venido por mi córnea.

SONIA: ¿Denisse, has estado bebiendo?... ¿Te han puesto alguna burundanga en
el mate?... Lo tuyo fue el acto de amor más precioso que la amistad entre dos
personas puede generar ¿y ahora me vienes con esto?... Hasta has llegado a
vender uno de tus sex-shops para costear el trasplante… ¡Denisse, hay algo de ti
en mí, que me ha hecho ver la vida de una forma diferente y…!

DENISSE: (Interrumpe) ¡Precisamente es eso lo que necesito yo ahora! Ver de


una forma diferente la vida. Firma el consentimiento de la intervención y no
hagamos de esto un melodrama venezolano.

SONIA: Si quieres tu bendita córnea me la vas a tener que venir a arrancar.

DENISSE: Pruébame, amiga. (Apagón breve)

Parte 2. SONIA ahora tiene el parche en un ojo. DENISSE se está mirando en


un espejo

SONIA: Lo tuyo ha sido casi un acto de salvajismo. Mira si tocabas algún órgano
sensible y me dejabas ciega del todo.

DENISSE: Estarías desarrollando los otros sentidos. Toda causa tiene su efecto
positivo, amiga.

SONIA: Me hubieras dicho de un principio que lo tuyo era un acto de amor con
fecha de vencimiento. Hubiera sido más noble.

DENISSE: ¡Te doné el órgano porque ya había dejado de creer en el amor, Sonia
Mónica! Pero ahora Julián ha llegado a mis costas, y necesito disfrutar de lo que la
vida me está regalando en toda su dimensión (Se quedan mirando) ¿Qué es lo
que piensas?, cabeza en estado putrefacto.

SONIA: ¡¡Que yo para hacer el amor no necesito los dos ojos!!

DENISSE: ¡¡Aquí nadie ha hablado de coger!!

SONIA: ¡¡Te hubieras visto la cara de zopenca cuando dijiste “en toda su
dimensión”, Denisse María!! ¡Y puedes dejar de andar tocándote todo el tiempo!
(DENISSE saca su Smartphone y busca algo) ¿Qué buscas?

DENISSE: El significado de zopenca… ¡Acá está! Zopenco significa bruto, torpe, y


la cara que habré puesto, seguramente sería cara de ninfómana, Sonia Mónica!...
¡Me has hecho que finalmente te lo tenga que reconocer!! Eres un renacuajo
tuerto.
SONIA: Tú lo has reconocido. No yo… Y… ¿¿Es el Julián que yo conozco??
(Apagón breve)

Parte 3. SONIA vuelve a estar sin el parche en el ojo. DENISSE está sentada
de espaldas al público.

SONIA: No te castigues más. Julián es el único responsable. Alguien que no tenía


el menor conocimiento sobre cómo tratar a una mujer… Y gracias por devolverme
la córnea. Me molesta un poco pero debe ser porque las córneas sufren a la par
de los ojos que las han alojado ¿no? ¡Y tú vaya que has sufrido, amiga, por culpa
de ese Julián! No sé si en parte te lo merecías. No se dona un órgano así porque
sí y a los seis meses se lo reclama como si nada. ¿Te piensas que los órganos no
sienten? ¿No tienen vida propia?... Mi cachula es casi independiente de mí y yo
me transformo casi en su esclava. Te lo digo así por poner un ejemplo sobre la
vida que no conocemos de nuestros órganos. Mi cachula se pone triste, así como
se pone alegre y yo tengo que estar atenta a estos cambios de estado de ánimo
de mi cachula. .. ¡Uff, es inevitable! Estar cerca de ti me hace siempre pensar en
sexo. Debe ser porque ahora tengo tus dos córneas en mi organismo. Dos partes
de tu engranaje actúan como si yo fuera tú misma. Y tú te has pasado la vida
pensando en sexo. Y así estamos… Yo noto como que algo ha cambiado en mí
desde que estoy viendo la vida pasar a través de tus ojos. Veo todo como… ¡¡Me
estoy convirtiendo casi en una ninfómana como tú, Denisse!! ¿Así era tu vida?
¿Así era tu sentir?... Nunca me habías comentado que tu único horizonte era
coger, coger, coger y estar todo el día cogiendo… ¿En qué peldaño de la Amistad
estaba parada nuestra relación, eh?... Si hubiéramos hablado, tal vez yo te
hubiera podido ayudar… Porque yo SÍ me considero tu amiga… (DENISSE se da
vuelta, y, con sus ojos en blanco o extraviados, denota que está ciega)

DENISSE: Si en realidad te consideras mi amiga, llegó la hora de que me lo


demuestres. (Apagón breve)

Parte 4. DENISSE, ciega, está usando anteojos negros y tiene instrumental


quirúrgico en sus manos.

SONIA: Es una locura, Denisse.

DENISSE: Yo te voy a guiar. No existe cirujana en el mundo como Denisse María


Cienfuegos. ¿Confías o no confías en mí? He hecho mil de estos trasplantes.

SONIA: Lo máximo que pude despellejar en mi vida fue un pollo, y solo pude
porque estaba drogada. Me descompone ver sangre.
DENISSE: (Se levanta los anteojos) Mírame… ¡Mírame! (Se ponen cara a cara)

SONIA: Ver esas dos cosas que tienes como ojos también me descomponen,
Denisse María… (Le baja los anteojos)

DENISSE: ¿¡Somos amigas o qué somos?... Quiero las córneas de Julián en mis
ojos y tú me vas a ayudar.

SONIA: ¡Virgencita Santísima!... ¡Mira a lo que te lleva una obsesión!

DENISSE: ¡No es obsesión, es venganza!

SONIA: ¡Venganza obsesiva! ¿Qué pasa si digo que no?

DENISSE: ¡¡Te vuelvo a arrancar mis dos ojos y ahora sin anestesia!!...
Desagradecida. (Mira hacia un costado de SONIA)

SONIA: ¡¡Me puedes mirar cuando me hablas!!... Ok, perdón, me olvido que no
puedes ver. ¿Qué pasa si se nos muere en la operación?

DENISSE: ¿Qué pasa si la terminas con tu pesimismo?... Si se nos muere habrá


sido mala praxis y tu terminarás lavando bombachas en una cárcel.

SONIA: ¿¿¡¡Quéee??!!

DENISSE: Te estoy cachando, niña boba. Nunca se me murió un paciente en una


cirugía… Se me han muerto después pero esa es otra novela…

SONIA: No estarás tramando todo esto para que sea yo y no tú la asesina de


quien destruyó tu vida ¿no?

DENISSE: Sería una bella forma de pagarme mis córneas; las que hoy iluminan tu
existir.

SONIA: Me sigues cachando. Tú te has querido deshacer de las mismas para no


ver lo nefasto y decadente en que se había convertido tu existencia (DENISSE la
mira seria y amenazante, pero nunca pega en dónde está) Estoy acá, Denisse
María…
DENISSE: Si has terminado ya de hundir el cuchillo en mi carne, prepárate, que
ha llegado la hora de comenzar a usar el cuchillo de verdad. (Apagón breve)

Parte 5. Sonia está sentada con una cabeza de telgopor en sus manos y un
cutex. Denisse camina a su alrededor.

DENISSE: Me lo he robado de un local del Once en donde venden maniquíes. Me


han corrido hasta la Av. Córdoba; iba esquivando gente con el bastón blanco
como podía; ¡Y ahora tú me dices que no quieres practicar!

SONIA: Es que me da impresión. Hasta ya parece ciego este pobre cristiano.


¡Mira esos ojos blancos!... Bueno, te imaginarás esos ojos blancos, muertos…
Y deja ya de mirar a los costados cuando te hablo.

DENISSE: Lo hago para no recibir en forma directa tu mal aliento. Y basta ya de


chacharás. Has ya una leve incisión, pero muy leve sobre uno de los párpados
(SONIA no hace nada de lo que le dice)

SONIA: Ya está.

DENISSE: No escuché el ruido.

SONIA: Me dijiste muy leve.

DENISSE: Has otra más.

SONIA: Gggjjjjjjjjj… (Imita el sonido)

DENISSE: Ahora con la yema del pulgar presionas con mucho cuidado ese
parpado hacia adentro

SONIA: (No sabe qué sonido hacer) Eeeehh… ¡Bloup!... iiggjjjjjj…

DENISSE: Ahora con la pinza esa que parece una de depilar, extraes un pedacito
de telgopor que quedó debajo de la parte hundida y que vendría a ser una de las
córneas del malparido de Julian.

SONIA: Cuich… Cuich… Cuich

DENISSE: ¿Qué es ese ruido?


SONIA: Eeeehh… que estaba un poco trabada esta córnea (DENISSE se detiene
dudando, la busca con el brazo, SONIA la va esquivando hasta que es
descubierta, DENISSE tantea la cabeza de telgopor)

DENISSE: ¿¿¡Me has estado pelotudeando, Sonia Mónica!??

SONIA: ¡Es que no puedo hacerlo, amiga! Me da impresión verlo así tan blanquito
y peladito, me recuerda al abuelo Lucio (DENISSE encuentra la cara de SONIA y
le pone enfrente a la cabeza de telgopor)

DENISSE: ¡Entonces háblale cara a cara a tú abuelo Lucio y dile lo siguiente:


Abuelo Lucio, hoy voy a ayudar a mi amiga Denisse María Cienfuegos, a lavar su
honor, arrancándole las córneas a quien ha hecho de su vida un verdadero
infierno. Te pido que me ilumines desde el cielo y hagas que esta operación que
voy a realizar esta noche sirva para sellar y confirmar definitivamente que no hay
nada más leal en el mundo que la amistad entre dos seres humanos, y que esto
que me ha sido encomendado es nada más y nada menos que la prueba de ello.
Te dejo seguir descansando en paz.

SONIA: Todo bien, pero mi abuelo Lucio todavía está vivo. Te comento. (Pausa)

DENISSE: Levántate y vamos. Lo vas a hacer sin practicar, pues. (Apagón


breve)

PARTE 6. SONIA relata. DENISSE con la cabeza de telgopor en sus manos,


va intentando traducir a público cual si fuera una traductora de TV, con
gestos ridículos, lo que su amiga va relatando.

SONIA: Llegamos tipo una de la mañana. Julián estaba plácidamente leyendo un


libro. Denisse se le acercó, le dio un beso en la boca, pero dentro de la misma
ocultaba una pastilla de cloroformo que en el intercambio de lenguas aprovechó
para introducirla en la boca del malparido. Tomó de los pelos su cabeza y la
sacudió, luchando contra la resistencia de Julián. Al cabo de unos segundos la
pastilla ingreso en su organismo y la víctima comenzó un dulce y temporal letargo.
Lo recostamos en su cama. Desnudo. Con ella a mi lado indicándome, di
comienzo a la intervención. Finalmente fue más fácil de lo que parecía. Denisse es
una experta en esos temas y me supo guiar a la perfección. Utilicé unos anteojos
especiales que modifican los colores pero no la luz. Por lo cual pude soportar ver
como la sangre brotaba desde esos ojos, pero al observar los colores cambiados,
el rojo había cambiado su tonalidad por un color casi cristalino, parecido al agua.
Imaginé que lo que fluía de los ojos del desgraciado eran torrentes de lágrimas.
Lágrimas de arrepentimiento por hacer sufrir a mi amiga. No sentí pena, ni
satisfacción. No obstante ver ese cuerpo penitente ahí, dejado o librado al
sometimiento de lo que nosotras quisiéramos hacer con él, me despertó un deseo
incontrolable casi animal de acrecentar la venganza. Sentí que el bisturí en mi
mano cobraba vida y me exigía terminar de sellar lo que estábamos llevando a
cabo. Observé el filo del instrumento; observé el miembro de Julián que dormía
ajeno a todo lo que estaba viviendo su dueño – no obstante, dormido y todo, su
dimensión se nos ofrecía amorosamente para que el filo del bisturí lo comenzara a
separar del resto de la humanidad de Julián. Temí de estar convirtiéndome en una
sanguinaria. Por eso dirigí mi mirada a Denisse buscando su aprobación. Me
acordé que aún seguía ciega. Entonces tuve que hablar:

SONIA: Trabajo terminado. Tengo ambas córneas en mis manos… ¿Sabés


Denisse María qué es lo que además estoy observando en este momento de este
inmundo ser?

DENISSE: La poronga.

SONIA: (Sigue el relato) Lo dijo sin titubear. No me sorprendió, y un poco y sin


darme cuenta se me hizo agua la boca. Reconocí que a esta altura ya no podía
ocultar más que yo también tengo rasgos de ninfómana. Le pregunté si quería
completar su obra. Dudó. Se acercó al cuerpo y quiso manosear. La detuve
porque el contacto con el falo que hasta no hacía mucho era el justificativo de su
existir, podría haber revertido el deseo e impedirme que yo proceda a cortar ese
pedazo de carne, terminando de rubricar su venganza. Esperé solo unos
segundos y su indecisión ante mi solicitud, terminó de convencerme que no. Que
ya no hacía falta. Que lo más importante ya estaba hecho. Y que si Diosito
querría, mi amiga Denisse María Cienfuegos, mañana volvería a ver otra vez… Y,
en parte yo, habría saldado mi deuda ante el enorme gesto que ella tuvo aquella
vez, donándome su córnea. (Apagón breve)

PARTE 7 y final. DENISSE, ya sin los anteojos negros, intentando


desesperadamente arrancarse los ojos.

SONIA: ¡¡Te puedes tranquilizar!! ¿¡Cuántos trasplantes crees que pueden


soportar tus ojos?!

DENISSE: ¡Me doy cuenta que fue todo inútil! Siento como que estoy siendo
controlada por él. Que mis ojos son solo un medio para mirar lo que Julián quiere
estar mirando... ¡Mira con que deseos es que te estoy mirando esos pechos,
Sonia!
SONIA: ¡¡Eres tú misma, Denisse María Cienfuegos!! ¿¡O ya te olvidas que eres
una ninfómana?! ¿¡Quieres mis tetas?! ¡Pues toma mis tetas y has de ellas lo que
te plazca! (Pausa)

DENISSE: Me voy a arrancar los ojos, y luego te voy a pedir que me devuelvas - y
esta vez en forma definitiva - mis córneas. Quiero volver a ser yo.

SONIA: (Seria y sorprendida) ¿Después de todo lo que he hecho por ti?

DENISSE: ¿¡Tú has hecho por mí?! … La primera demostración de amistad; de


amor desinteresado hacia ti, ha nacido de esta personita que tienes ahora en
frente tuyo. Así que no me vengas…

SONIA: ¿Me piensas dejar ciega?

DENISSE: Te trasplantaré las córneas de Julián. Siempre me has envidiado los


hombres y sobre todo a Julián. Te estoy ofreciendo una parte de lo que tú nunca
has podido ni podrás tener. Es tómalo o déjalo.

SONIA se le acerca lentamente. Se ponen cara a cara y le acaricia


delicadamente y con mucho amor su rostro. Luego se retira unos pasos, se
da vuelta y comienza a arrancarse un ojo. Lo logra y se lo ofrece
extendiendo su brazo.

SONIA: Aquí tienes.

DENISSE: Te he dicho las dos córneas.

SONIA: Hazlo tú misma con la otra. El hecho dramático de yo misma haberme


arrancado mi propio ojo y ofrecértelo, fue como una metáfora del despojo más
malvado que alguien que se considera amiga, está acometiendo contra aquella
otra persona a quien dice querer y respetar como tal.

DENISSE: Repite lo que siguió después de “hecho dramático” porque me agarró


así como sueño… (Pequeña pausa)

SONIA: ¿Sabes también hacer cirugías de estómagos?

DENISSE: Gastroenterología la aprobé porque tuve sexo con el titular de cátedra.


Así que no. No sé. (SONIA le muestra el “ojo” arrancado – que puede ser un
merenguito blanco – se lo pasa por el rostro y luego con un rápido
movimiento se lo traga. Exclamaciones) ¿¿¡Qué has hecho Sonia Mónica, qué
has hecho!?? ¡¡¡Te has tragado mi ojo!!!

SONIA: Toda historia culmina con una buena comida ¿ya te has olvidado? Lo
decíamos cuando la vida era como un parque de diversiones para nosotras. Y solo
nos importaba coronar nuestras locuras empachándonos en los Mc Donalds…

DENISSE: Así lo has querido. Pero ahora TÚ recuerda que voy a estar siempre
observando tu interior. Voy a deambular por tus entrañas; controlándote,
vigilándote… En una palabra, voy a estar siempre cerca de ti... Como una amiga
que siempre estuvo y estará… A pesar de lo que has hecho… Sonia Mónica.

SONIA: A pesar de lo que AMBAS hemos hecho… Denisse María Cienfuegos.

FIN DE “DENISSE MARÍA CIENFUEGOS”

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“DIFERENCIAS”
de Eduardo Grilli
PERSONAJES.
Leyla.
Yiyita.

Ambas tomando un café en un bar.

LEYLA:Tenés que empezar a comprender que no estás enamorada de él, sino de


LA IDEA de estar enamorada de él, que es algo bien distinto. Esto, te digo, es más
viejo que el Universo y que uno no se da cuenta hasta que aparece alguien de
afuera para que le abra los ojos. En este caso, muá.

YIYITA: ¿Cómo pódes pensar eso sin siquiera estar metida en mi cabeza?

LEYLA: Porque te conozco hace 10 minutos ¿no?


YIYITA: Okey, me conocés antes de que la Gorda me pariera. Pero eso de que
me la psicoanalices a la situación, me parece de mala amiga. Hablame de frente.

LEYLA:(Se le pone cara a cara y le señala los ojos) Te lo digo de frente y


mirándote a los ojos: Estás idealizando un sentimiento.

YIYITA:Hablame de frente, mirándome a los ojos, y si no te jode, háblame para


que te entienda.

LEYLA: ¡Ay Ruth! ¿Me querés hacer gastar saliva o te divierte hacerme calentar?
¡Te estoy abriendo los ojos!… ¿O que querés, que yo sea otra vez una cómplice
de tu nuevo cuentito de Cenicienta y el Príncipe Azul?... Ahora, si me decís que te
dedicaras a disfrutar el mientras tanto y no te empezaras a hacer la peliculita de la
Susanita de Mafalda, todo bien. Ahí te felicito y te aplaudo. Pero nena, vos ya
sabés quién tiene que bancarse después tus depresiones amorosas ¿no?

YIYITA: Por lo menos tengo siempre alguna historia que contar… (LEYLA la
observa seria)

LEYLA:¿Golpes bajos? Sabés que conmigo no fucionan¿O te tengo que explicar


por enésima vez la diferencia entra la libertad y el ser esclava de una obsesión?

YIYITA: Decime la verdad. ¿A vos te parece que así como estoy, otra vez voy a
terminar obsesionándome con el Gorompo?

LEYLA: ¿¿Terminar?? (Esboza una sonrisa)Sos tan tierna e inocente a veces


que yo no sé si me estás haciendo una escena de teatro o me lo decís en serio…

YIYITA: Me estás queriendo decir...

LEYLA:… que ya estás obsesionada, querida amiga. Me corrijo, sos una obsesión
con patas y sin cura… ¡Y encima con ese nabo del Gorompo! Cerrame la 4 y sin
café… ¡Ay Dios!

YIYITA:Yo creo que sos una genia haciendo diagnósticos sobre los demás pero
nunca se te ocurre aportar una puta solución.

LEYLA:Estás a una palabra de que me ofenda y te mande a la conchituma. El


solo hecho que esté acá sentada escuchándote y opinando sobre tus dramas ya
es una posibilidad para que después vos tranquilita con tu mente encuentres una
solución. O si querés probá de quedarte solita tirada en la cama hablándole al
techo a ver si te tira alguna respuesta mágica… Desagradecida…

YIYITA: ¡Te lo digo en serio Leyla! ¡Te falta un escritorio, que te quedés
mirándome por sobre unos anteojos chiquitos, y después de una larga pausa
peguntarme con tono académico “¿de chiquita le pegaban?”… Pero una solución,
jamás.

LEYLA:(Después de una breve pausa)¿De chiquita te pegaban?

YIYITA:Boluda.

LEYLA:Te cagás de risa pero ahí puede estar el origen de tu patología. Idealizar a
un hombre que te rescate de tus traumas infantiles no resueltos. Pero ahí
entraríamos otra vez en una discusión de tono psicológico que no creo que estés
en condiciones de afrontar. Me arrepiento de haber llevado la charla a ese
terreno…

YIYITA:¡Lo que faltaba! Que también me pongas una etiqueta de analfabeta.

LEYLA:Digo que en ESTE momento no podrías porque estás como ciega. Ya sé


que no sos una analfabeta… Un poco mongui a veces, nada más.

YIYITA:¡No hubieras empezado con la perorata de “la idea”, y la idealización, y


que estoy enamorada de un ideal, y que el Gorompo no sé qué mierda!... Vos
empezaste a querer llevar mi sufrimiento a un tema de diván, y ahora me tirás que
no la podría analizar a la situación porque estoy ciega. Ponete de acuerdo porque
estoy empezando a pensar que la que tiene los patitos desaliñados sos vos.

LEYLA:Es que vos siempre me llevás a un terreno confuso. Por un lado me


gustaría poder ayudarte y por otro lado me tengo que contener para no surtirte a
sopapos para que te despabiles.

YIYITA:¿Y si lo mato? (LEYLA queda varios segundos observándola.


Estudiándola)No me la sigas psicoanalizando. Decime qué te parece.

LEYLA:¿Y lo harías solita? ¿Veneno… un tiro? (YIYITA duda si la está tomando


en serio)

YIYITA:Un sicario.
LEYLA:Ahá… Pero mirá que están caros. Tendrías que averiguar alguno que
acepte tarjetas… O tentarlo con luncheon tickets…(Empieza a guardar sus
cosas) Pagá y vamos porque ya escuche más boludeces que en lo de Tinelli
(YIYITA saca un revolver de su cartera)¿Qué es eso?

YIYITA:Una multiprocesadora eléctrica. ¿No ves lo qué es?

LEYLA:Aaah, pero esto ya es más grave de lo que pensaba… ¡Y dejá de


apuntarme, querés!

YIYITA:(Dispara y solo sale un ruidito “click”)Es de juguete. Le pienso hacer


una escena al Gorompo.

LEYLA:Una escena… (la observa unos segundos)Genial idea. ¿Le vas a decir
que te querés suicidar?

YIYITA:¿Genial, no?

LEYLA:Mirame a la cara. Ahora ponete el revólver en la sien como si te fueras a


disparar. (YIYITA obedece. Hacia alguien del bar que supuestamente está
observando) ¡Es de juguete, sigan con sus cosas! (Toma su celular y le saca
una foto. Se la muestra)¿Qué te produce?

YIYITA:Terrible.

LEYLA:Utilicé la técnica del espejo para que reacciones. Te das cuenta lo patética
e inútil que es la imagen de alguien que se quiere boletear ¿no?

YIYITA:¡Terrible las patitas de gallo que ya no puedo disimular! ¿De qué técnica
del espejo me hablás? Yo si le hago esta escena al Gorompo van a pasar dos
cosas. Una: que se dé cuenta lo que siento por él y caiga rendido a mis
bombachas…

LEYLA:Y la otra…

YIYITA:(Explotando en llanto)¡¡¡¡Que se vaya a la mierda, Leyla, que se vaya al


carajo y no lo vea nunca más!!!!

LEYLA:Estás peor de lo que pensaba, mamita...

YIYITA:Decime qué hacer porque te juro que me compró una jeringa…


LEYLA:Las drogas tampoco son un escape…

YIYITA:Ma qué drogas, me inyecto veneno para no manchar la alfombra


pegándome un tiro. Quiero que quede una imagen limpia de lo que fui.

LEYLA:Mañana te presento a Firuleigon. Se terminó.

YIYITA:Que nombre… ¿Esta bueno?

LEYLA:No es un chongo. Es el mejor psiquiatra del país.

YIYITA:¡Esta! ¡No voy a permitir que la química destruya mi capacidad de amar!

LEYLA:¡Te va a curar, loca! (Silencio, se observan) Perdoname. “Loca” en el


buen sentido de la palabra… Cariñoso, de afecto…

YIYITA:Ya veo que estoy sola…

LEYLA: (Melancólica) Te confieso que estoy en tu otro extremo, pero en el fondo


un poco te envidio. Mi vida se torna muy racional a veces…

YIYITA:Cambiemos de silla. (YIYITA se sienta en la silla de LEYLA y


viceversa)¿Qué es lo que te pasa Leyla, contame?

LEYLA:(Ríe)¡Eso es lo que te va a salvar, el sentido del humor! Pagá que esta


noche salimos y nos comemos a los dos primeros chongos que se nos crucen.
¡¡Mozo!! (Ambas miran hacia donde estaría el mozo, quedando como
hipnotizadas observando ese punto fijo y hablando casi sin pestañar ni
gestualizar)¿Vos estás viendo lo mismo que yo?

YIYITA:Chongazo… ¿Le gustarán las depresivas como yo o las racionales como


vos?

LEYLA:Preguntémosle.

YIYITA:¿Vos estás viendo como se le marca todo?

LEYLA:Es una metáfora de la existencia. La imposibilidad de contener lo


incontenible. El deseo superfluo de exhibición de lo interno, sobre la futilidad y la
comodidad de mostrar solo lo externo.
YIYITA:(Observándola)¿Vas a seguir racionalizando y analizando todo?

LEYLA:Es verdad. Comportémonos como dos mujeres normales. (Después de


observarse entre ellas, vuelven sus miradas hacia el mozo, y luego de unos
segundos gritan al unísono desesperadamente, casi desquiciadas:
¡¡¡¡¡Mozoooooooo!!!!!)

FIN DE “DIFERENCIAS”

EFECTO COOLIDGE
de Eduardo Grilli

Personajes
Termo.
Titina.

TERMO:Escuchá bien, porque de leerlo tantas veces ya me lo aprendí de


memoria: El Efecto Coolidge describe un fenómeno observado en la mayoría de
los mamíferos, en virtud del cual tanto machos, como en menor medida hembras,
muestran un aumento de la disposición a mantener relaciones sexuales ante la
presencia de nuevos compañeros receptivos...¿Escuchaste?

TITINA: ¿O sea que lo de los disfraces no va más?

TERMO: Cumplieron una etapa, Titina… Yo ya me imaginaba que lo mío podría


estar relacionado al Síndrome de Coolidge. Lo sospechaba…

TITINA: Pará, pará. Repetime esa boludez de antes, porque si yo no escuche mal,
en ningún momento se menciona que es un síndrome.
TERMO:Retractate con eso de boludez. Es ciencia pura. Y yo no lo veo tan
alejado de la realidad.

TITINA: ¿¡Para sentir cosas nuevas hiciste que me disfrace hasta de Gatubela
porque me dijiste que tenías como una obsesión con Batman, y ahora me venís
con que tenés el efecto o el no sé qué síndrome de Rita Coolidge!?

TERMO: ¿Vas a negar a la ciencia? Repito ¿vas a negar a la ciencia?

TITINA: Lo que no metermina de quedar claro es… ¿te vendrían más ganas si hay
alguien mirando?... “Ante la presencia de nuevos compañeros”, dijiste… O sea,
solo la presencia… Que estén vichando ahí cómo lo hacemos...

TERMO: No. Lo que dije fue “Compañeros re-cep-ti-vos”. De recibir, no de mirar.


Clarísimo como el agua mineral. No me obligues a que sea más explícito porque a
mí, así y todo, no deja de provocarme cierto rubor.

TITINA: Un rubor báaarbaroo… Yo pensaba que al yo meterme dentro de esos


disfraces ridículos que me hacías poner, ya te estaba satisfaciendo en parte ese
deseo de la “cosa nueva”. Pero ahora resulta que la “cosa nueva” es una persona
de carne y hueso. O sea, otra persona que no soy yo.

TERMO: Con probar no perdemos nada…

TITINA: Ok. Probemos.

TERMO: Probemos. “Pruebo” será.

TITINA: Probemos. Plural (se señala a ambos)“En menor medida las hembras”
dice tu discurso. No es mi estilo pero si es por el bien de la causa…

TERMO: Pero el que está con falta de deseo soy… O vos también no… Nunca me
dijiste nada…

TITINA: ¿Cómo se mide la falta de deseo? ¿En base a qué parámetros? No te


puedo decir si lo mío es falta de deseo o una disminución del mismo, acorde al
tiempo que hace que estamos juntos.

TERMO:Si lo analizás de esa forma, entones minga de Efecto Coolidge para vos...

TITINA: Minga las pelotas. Reglas parejas o seguimos como estamos.


TERMO:¡Pero el del problema soy yo. Vos aprovechaste la volteada y te
acoplaste!

TITINA: ¿Te pensás que no tengo fantasías yo también?

TERMO:A ver… Lo mío no es un tema de fantasías ni de ratonearse ni de


voyeurismo, ni de perversión, ni nada de eso. Es como un tratamiento médico que
iniciaría… O psicológico si querés…

TITINA: O sea, yo tendría que bancarme que, por ejemplo, vos me llames cuando
salís de la oficina desde un puterío, diciéndome que estás en medio de una sesión
de terapia sexual… A eso es a lo que me tengo que atener…

TERMO: No me voy a traer a una dama para hacerlo en la terraza ¿no?... ¿Y


aparte, quién habló de puteríos?

TITINA: Salvo yo,quién te va a dar bola a vos si no es pagando una trabajadora


del sexo…

TERMO: Estás a medio paso de que tome lo que dijiste como una agresión, y a un
paso de que me ofenda. Retractate.

TITINA: ¿Podemos calmarnos?... Jamás pensé que para exponer un problema de


pareja tuvieras que recurrir a una pseudo argumentación “científica”… Efecto
Coolidge… ¿Y la confianza dónde quedó?... ¿No podríamos haber hablado como
dos personas adultas y buscarle una solución ADULTA a lo que te está pasando?

TERMO:Sabés que soy una persona que le gusta sostener las opiniones con
argumentos sólidos… Y me gusta ponerle nombre a los problemas… Vengo de
una formación donde lo intrínseco de una situación se soluciona cuando
escarbamos en las profundidades de ese infortunio… Y escarbando en casos
similares, ahora que sabemos que problemáticas como la mía se podrían
encuadrar dentro de lo que se llama el Efecto Coolidge, digo que investigando en
esos casos vamos a llegar más rápido a la curación. ¿Tan difícil de entender?

TITINA: Vos porque no querés comprarte Viagra.

TERMO: Yo… en tu lugar… Mirá, no me gusta decírtelo, pero yo tendría que


levantarme la autoestima con un cricket si tuviera que pedirle a mi pareja que use
Viagra para funcionar.
TITINA: Yo, en mi lugar, sería la mujer más feliz del mundo si te metieras el
orgullo en el… bolsillo, y te decidieras a usar Viagra…

TERMO: Me parece que no entendiste que esto va más allá de un tema


estrictamente orgánico.

TITINA: ¿El pito no es un órgano?

TERMO: Hablo de lo mental. El Viagra, tal vez, podrá hacerme funcionar mejor
que el Negro Macumba, pero la parte emocional seguiría estando disfuncional.

TITINA: Me estás empezando a enquilombar la cabeza… ¿Y quién carajo es el


Negro Macumba?

TERMO: Antes de enterarme que existía el Efecto Coolidge, empecé a probar


para motivarme con el cine porno.

TITINA: ¿Y?

TERMO: Nada.

TITINA: ¿No te motivabas?... ¿No te venían ganas?

TERMO: Me deprimía más...Comparandome con el Negro Macumba…

TITINA: Okey. Nada de Viagra, que aparte te puede joder el bobo… ¿Entonces?...
¿La solución es probar con otra mujer, quedamos así?

TERMO:Todo sea por salvar nuestra relación.

TITINA:Okey. Si después esa otra mujer te hace renacer las ganas y te terminás
enamorando de ella, te puedo pegar un tiro en la cabeza ¿no?

TERMO:¡¡Pero así no funcionan las cosas!! Ya me estás metiendo presión… ¿O


es una maniobra maquiavélica que te estás mandando, esto de amenazarme, para
ponerme nervioso y hacerme fracasar en mi tratamiento?

TITINA:¡Tratamiento lo llama el caradura!... Stop. Hasta acá te seguí la corriente,


pero basta. Si ya conmigo no funcionás es que nos estamos acercando al lenguaje
tan temido de los cuerpos. Son los cuerpos los que están hablando y mandando
mensajes… Y hay que aceptarlo sin dramas. Los cuerpos nos están diciendo “ya
no me gustás, ya no me calentás”… Efecto Coolidge las tarlipes… Empecemos a
hablar de cosas serias en serio… Yandá evaluando la posibilidad de un divorcio.

TERMO:(Dramático)Lo que más lamento es que por ignorancia nos hacemos los
distraídos ante los descubrimientos de la ciencia.

TITINA:El último descubrimiento importante fue el de Colón. Lo demás, en temas


de pareja y sobre todo sexuales, informate mi querido cabeza de termo, fue casi
todo literatura…

TERMO:Nos están dando las armas para salvarnos del naufragio y la señora lo
que hace es solo pensar en un divorcio. La solución rápida y fácil…

TITINA:Ese fue siempre tu problema. Que lo llevás todo a la categoría de


catástrofe… Armas, naufragio… te faltó decir apocalipsisnow… Un divorcio es…

TERMO:¡¡¡Diez gallinas pusieron en el recinto!!! (TITINA lo observa curiosa)Diez


gallinas alrededor de un gallo para que tenga relaciones con todas y cada una de
ellas, y luego prestar atención al momento de agotamiento del pobre cristiano para
ver cuáles eran las causas reales de la desmotivación. El gallo miraba a cada una
de las gallinitas y no quería saber más nada… Y así como estaba la situación,
tomaron otra gallina de otra jaula, se la pusieron delante al gallo y este se le
abalanzó como si recién empezara el traka traka, y empezó a darle… Y ahí se
comprobó el efecto de la novedad… Que lo llamaron Efecto Coolidge porque…

TITINA:Esta bien, está bien, después si tengo tiempo busco en internet esa
historieta. Pero te adelanto que aunque te traigas toda la hinchada gallina de River
para hacer que te vuelvan las ganas de coger conmigo, eso conmigo no va.
(Pausa. Empieza a decaer la tensión)

TERMO:Que pena… tal vez esto hubiese funcionado… Y tal vez hubiese sido el
comienzo de una segunda primavera entre nosotros.

TITINA:Nuestra vida fue siempre un pasar de invierno a verano y de verano a


invierno. Fuego pasión a Polo Norte, Polo Norte a fuego pasión… Nunca hubo una
primavera entre nosotros…

TERMO:Ni otoños…
TITINA:Otoños puede que sí… ¿Te acordás cuando se nos inundó el baño porque
las hojas taparon las cañerías?

TERMO:Pse… ¿Fue en otoño eso?

TITINA:¿En qué estación caen las hojas?

TERMO:¿Las de los arboles?... Porque las hojas de la buena memoria caen


cuando se cae el amigo… (Se mira los genitales)

TITINA:Me hiciste acordar al Flaco Spinetta… Ese sí que sabía hacer cantar al
pájaro hasta morir…

TERMO:Pse… Aunque también se hizo famoso por “Plegaria para un niño


dormido” (Se vuelve a mirar los genitales)

TITINA: Se me viene la hora de mi clase de badmington. ¿Algo más para hablar?

TERMO:Ni siquiera te interesó saber de dónde provenía el término Efecto


Coolidge… No sé para qué me maté con la explicaciones…Voy a continuar con mi
duelo…

TITINA:Tampoco de eso me enteré... Ya me parecía que estos días, a alguien me


tocaba enterrar y no me acordaba…

TERMO:¿¿Enterrar dijiste? (Apagón)

FIN DE “EFECTO COOLIDGE”

EL CABALLO DE TROYA
de Eduardo Grilli

PERSONAJES
NORMA
LAETITA

Un ambiente absolutamente vacío. La luz, escasa, es apenas la


indispensable para reconocer las figuras.
(Los textos en cursiva son “apartes”, a público.)

LAETITA:Cuando todo hacía suponer que ya estaba todo perdido, hubo algo que
nos hizo ver la luz.(NORMA enciende un encendedor)Pero antes hubo una
historia.

NORMA: ¿Tenés un cigarrillo?

LAETITA: Llevábamos horas encerradas. No sabíamos dónde estábamos. Si es


que estábamos en algún lado. Tal vez éramos las protagonistas de una fantasía.
Algo que estaba sucediendo muy por sobre lo que era nuestra capacidad de
comprensión. Hacía mucho calor. Y nos empezaba a faltar el aire.

NORMA: ¿Te diste cuenta? Hice casi como una inversión de lo que es habitual.
Porque la gente, en su mayoría, saca un cigarrillo y pide fuego. Lo mío fue al
revés. ¿Nos estará queriendo decir algo esto que pasó?

LAETITA:Norma estaba empezando a volverse loca. Me fui dando cuenta a


través de sus comentarios. Eso, más mi ansiedad, estaban a punto de meterme
también a mí dentro de esa locura. Pero era más fuerte el deseo de saber qué era
lo que estaba pasando y eso era lo que me mantenía firme y segura. - No sos la
primera que saca un encendedor y luego pide un cigarrillo. ¿Te sentís bien? -

NORMA: ¿Por?

LAETITA: Nada.

NORMA: No,nada no.Me estás insinuando algo. ¿Qué me estás insinuando


Laetita? ¿Te creés que no me doy cuenta del peso de las palabras, de los tonos?
¿Qué te hace suponer que no estoy bien? ¿Cuántos soldados iban en el caballo
de Troya? (LAETITA la observa sorprendida) Te estoy probando, tonta. ¿Te
creés que no me doy cuenta que saber o no saber cuántos soldados iban dentro
del caballo de Troya es lo menos importante en este momento?

LAETITA:Mis dudas se terminaron de disipar. Norma estaba loca. O por lo menos


había entrado en una psicosis delirante originada por la situación. Ahora yo debía
manejarme con inteligencia para no contagiarme de su estado. – No te creas.
Preguntar boludeces es también un método de subsistencia. De no pensar. -
NORMA: Cincuenta y seis soldados había. Hablemos boludeces entonces. ¿Qué
otra cosa querés saber?

LAETITA: Algo que no nos haga acordar que no sabemos ni dónde estamos ni
quién nos trajo hasta acá.(Si prestarle mucha atención, está investigando el
espacio)

NORMA: ¿Te interesa saber sobre la vida secreta de las algas marinas en el Mar
de Bering?

LAETITA: No. Sigamos con mitología griega. ¿Cuánto medía el caballo, contame?

NORMA: ¿Qué caballo?

LAETITA: ¿De qué caballo estamos hablando?

NORMA: Ni idea.

LAETITA:El primer paso fue hacerle creer que no estaba loca. Que todo en ella
era normal. Debía tranquilizarla. No tendría tiempo también para ocuparme de su
salud mental. – Nada. Me pareció que estábamos hablando del caballo de Troya y
además… -

NORMA: Te escuché todo y te estoy jodiendo, tontina. Estás pensando en voz


alta, Laetita. ¿Vos me querés hacer creer que estoy loca?

LAETITA:¿Cómo pudo haber escuchado lo que estoy pensando?

NORMA:(Imitándola) ¿Cómo pudo haber escuchado lo que estoy pensando?...


Es lo que acabás de “pensar”.

LAETITA: ¿Vos podés saber lo que estoy pensando?

NORMA: Solo cuando lo decís en voz alta.

LAETITA:Había algo que no me estaba cerrando. Empecé a creer que la que se


estaba volviendo loca era yo.Tal vez yo me creía que estaba pensando y
simplemente estaba hablando en voz alta.

NORMA:O las dos cosas a la vez. (Pausa) Pensaba que ya te habías dado
cuenta...(Pausa) Estamos muertas, Laetita.(Tensión)
LAETITA:Por primera vez sentí miedo. Norma había logrado invertir la carga.
Pero… y si realmente era lo que ella decía.

NORMA: No hicieron a tiempo para salvarnos. El tiempo nos jugó en contra. Por lo
menos antes que sucediera, mientras agonizábamos, pudehacerte ver que todo
fue culpa tuya; traidora.

LAETITA:¿¿¡¡Que estamos muertas me estás diciendo!!??

NORMA: Y que sos un mono con navaja. Bah, “que ERAS un mono con navaja”.
Salir a manejar a la ruta con esa tormenta…

LAETITA: Me dijiste que hoy era el día. Que Arpíades tiene como un magnetismo
con las descargas eléctricas y que hoy sería el día ideal para que lo parta un rayo.
– Arpíades era su prometido, y nos tenía que esperar en el medio de la ruta. Ella
se cree que él la estaba engañando... Y cree bien -

NORMA: ¿Sos tonta? Te dije que puedo escuchar lo que estás pensando...
Definime “Y cree bien”

LAETITA:Demostrame primero que estamos muertas.

NORMA: Si querés te digo que estamos en una habitación del Hilton, esperando
que Brad Pitt nos venga a hacer un cunnilingus. ¿Por qué dijiste “ella cree bien”?

LAETITA:Sabés lo que siempre pensé de Arpíades.

NORMA:No. No lo sé. ¿Te lo cogías? Estamos muertas, Laetita. Podés


confesarlo.

LAETITA:-Norma sabe bien que jamás me hubiera atrevida a hacerle algo así.
Porque la quiero como a una hermana- (NORMA la observa con suficiencia)

NORMA: Yo también te quiero como a una hermana. Con la diferencia que yo no


haría esta boludez de hacer como que estoy pensando para… ¡¡Te dije que
puedo escuchar lo que “pensás”!! ¿¿¿¡Sos o te hacés!???

LAETITA: Okey. Te diste cuenta. ¿También vas a cuestionar que te quiero como
a una hermana?
NORMA: Para nada. Cuestiono eso de “Jamás te atreverías a hacerme algo así”.

LAETITA: Okey, nuevamente. Pensá lo que quieras. Total, según vos, estamos
muertas.

NORMA:Todavia tenemos una posibilidad. ¿Escuchaste hablar del Caballo de


Troya?

LAETITA:Lo nombramos hace cinco minutos ¿O estoy loca?

NORMA: De la historia de Caballo de Troya. Mitología griega. El Caballo de


Troyafue un artilugio con forma de enorme caballo de madera que se menciona en
la historia de la guerra de Troya y que según este relato fue usado por los griegos
como una estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de...

LAETITA: ¿Te creés que no pasé de salita rosa? ¡La sé la historia del Caballo,
Norma!

NORMA: Hay una segunda versión no revelada dentro de esa mitología y es que
ese caballo no se dirigía a Troya sino al mismísimo Infierno. Y los que iban dentro
de ese caballo no eran soldados sino pecadores penitentes.

LAETITA:Ajá. Y la marca de calefones que pateaba mi abuela también estaba


bajo un manto de sospecha sobre cuál era en realidad.¡Me querés decir qué tiene
que ver ese fucking caballo con nosotras!

NORMA:¡Estamos en una especie de caballo de Troya en este momento! Y


estamos a punto de ir a cocinarnos al mismísimo Infierno. Salvo que confesemos
ahora, acá mismo, nuestros pecados… Empezá. (Silencio largo. LAETITA está
confundida. Vuelve a examinar el espacio)

LAETITA:¿Qué querés que confiese?

NORMA:Todo. Desde el mismo momento en que Arpíades te dijo “el domingo


salgan con el auto, llueva o truene salgan con mi coche, tomen la ruta hasta Areco
que yo las voy a interceptar a mitad de camino y ahí vamos a terminar la situación”

LAETITA:No estaría entendiendo mucho.


NORMA:Desde que vos le dijiste “Confío en vos pero no en tus métodos.
Disfrazarte de Pluto no creo que sea el mejor plan”… (Triste)¿Para eso te confesé
mi trauma infantil con Pluto?

LAETITA:Yo también siempre te conté todo. Y vos tampoco fuiste una santa
conmigo.

NORMA:¡¡¡ Y desde que él te retrucó “Cuando Norma vea que un Pluto se les
cruza en el camino, del susto se va a quedar frita como un omelette de jamón y
queso”!!! … ¡¡¡Todo quiero que confieses, Laetita!!!

LAETITA:¡Según vos estamos muertas! ¿¡Para qué querés saber la verdad, para
masoquearte!?

NORMA:¡¡¡Este caballo en el que estamos metidas lo está guiando Dios,


entendes!! ¡Dios, el Barba, el Creador del Universo! Estamos en una especie de
limbo y Dios desea que todos sus hijos a la hora del juicio final lleguen libres de
todo pecado!! ¿¡Y cómo se logra todo eso!? ¡A través de la confesión!... Ya te
olvidaste de cuando íbamos a catecismo ¿no? Pero claro, a vos te chupaba un
huevo todo lo que decía la hermana Ildefonsa y solo te importaba hacerle caritas a
Marianito, mi noviecito de tercer grado. Ya desde esa época eras una roba-
hombres. Lo que nunca imaginaste es que llegaríamos a este momento, Laetita.
(Pausa)

LAETITA:Norma… hice cosas mucho peores que alguna vez robarte un noviecito.

NORMA:Como por ejemplo planear un asesinato. (Pausa)

LAETITA:Nada que ver. Arpíades solo quería que te vuelvas loca para internarte
en un loquero. Por eso pensamos en el disfraz de Pluto para que se te apareciera
en el medio de la ruta. Si hubieramos querido que te mueras de un infarto,
hubiéramos usado un disfraz de Tribilín, que… (NORMA pega un grito
desgarrador)

NORMA:¡¡¡Aaaaarrggghhh!!! ¡No lo vuelvas a nombrar!

LAETITA:Nunca le conté a Arpíades que tu padrastro, en su perversión, cuando


eras una niña, se te aparecía en tu cuarto disfrazado de Tribilín para…

NORMA:¡¡No sigas!!
LAETITA:Por eso… Borrá la palabra “asesinato”. Sé que estuve, que estuvimos
mal; pero nunca habría llegado a ese extremo que estás insinuando.

NORMA:¿Y vos te pensás que encerrada en un loquero, iba a aguantar mucho


tiempo?... Me estarían matando en forma lenta, amiga… No sé por qué te sigo
diciendo “amiga”, todavía.

LAETITA:¿Dios estuvo escuchando este diálogo?

NORMA:Se supone. Es su deseo. Que hablemos.

LAETITA:Entonces se supone que ahora te toca a vos. Confesá tus pecados.

NORMA:Yo estoy limpia. No tengo nada que confesar.-En realidad tenía un


pecado en mi haber, pero no lo podía saber nadie, y menos Laetita–

LAETITA: ¿Estás hablando con alguien? ¿Qué son esos gestos? ¿Con quién
hablás?¿Con Dios? ¿Estás pensando en voz alta? ¿Y por qué yo no puedo
escuchar lo que vos estás pesando como hacés vos conmigo?

NORMA: ¡Porque seguro, Dios me concedió ese don al ser la menos pecadora
entre nosotras dos!

LAETITA: ¿¡Me estas queriendo vender una versión distorsionada de Dios!?...


(Hacia el techo)¡¡¿Dios, me escuchás?!!... ¡Si sos tan justo como todos dicen que
sos, es una tremenda injusticia que hagas esta diferencia entre Norma y yo!
¿Ois?... ¿Cuál estaría siendo la razón de esta desigualdad para con dos de tus
hijas amadas, eh?

NORMA:¿Por qué mirás hacia el techo? ¿Nunca te contaron que Dios está en
todas partes?

LAETITA: ¡¡¡¿Dónde carajo está la salida de este caballo de mierda?!!!


(Comienza a investigar el espacio desesperadamente)¡No te creo nada de lo
que me estás contando! Nada... (Como reaccionando) Pará…. ¡¡Ahora que
recuerdo estuvimos consumiendo!!… Mezclamos sustancias… Eso… Estamos en
el medio de un viaje, Norma. Lo único que tenemos que hacer es tranquilizarnos y
esperar. Nos pegó re-mal pero es cuestión de relajarnos… ¡Estamos vivas, amiga!
¡La puta que lo parió, que vale la pena estar vivo!(Repentinamente ambas
empiezan a bambolearse, como perdiendo equilibrio. Se escuchan sonidos
de tambores)
NORMA: ¿Y esto, eh?... ¿También es parte del efecto?... ¡¡Es el caballo que se
está moviendo!! ¡Estamos llegando a las puertas del Averno! ¡Vos porque nunca
sufris el calor, no te estarías dando cuenta!

LAETITA:(Irónica) Dijiste que tenías un pecado que no podías confesar; que ni yo


podía saberlo. Contalo y a lo mejor nos salvamos. ¡¡Es el deseo de Dios!! (Ríe)

NORMA: Seguí tomándome en joda ¡¡Entonces me escuchaste; y habías


dichoque no podías saber lo que estaba pensando!! ¡Que por eso lo llegaste a
intimar al mismísimo Creador del Universo! ¡Me mentiste!

LAETITA: ¡¡Porque te das cuenta que TODO es una mentira!!... ¡Todo!... Desde
que te dije probemos estas cositas que me trajeron ayer de Holanda. Desde ese
mismo momento, la química ingreso en nuestro cerebro y nos imaginamos todo lo
que está pasando y lo que estuvimos diciendo desde entonces, Norma… Yo ya
estoy regresando, creo. Hola.

NORMA:¿Y por qué nos seguimos moviendo, entonces, eh?

LAETITA: Bueno, tampoco puedo saber tooooodo. No soy una experta en drogas.
(Se detienen de golpe)

NORMA:Te das cuenta que alguien nos está escuchando e hizo que todo se
detuviera. Ni una duda tengo que es Dios.

LAETITA: Habrá sido su deseo… De paso me vino bien porque ya me estaba


mareando…¿Estás bien vos?

NORMA:¿Estamos vivas?

LAETITA: ¿Cuál era el pecado que tenías confesar y que yo no me podía enterar?
(Norma se le acerca y le dice algo al oído)Pero es solo un pensamiento eso…
Todos a veces tenemos ganas de matar a alguien. Eso no es un pecado, Norma.

NORMA:Pasa que cuando ese deseo se materializa se convierte en el peor de los


pecados.(Saca un spray, se lo muestra y le apunta)Gas pimienta mezclado con
cianuro. Decime chau… Drogadas, dormidas o locas, siempre en esos estados se
dice la verdad. Y vos lo contaste todo.
LAETITA:¡En esos estados también te dije que te quería como a una hermana! …
¿Igual me vas a matar?

NORMA:Ponele… Salvo que todavía no sabemos con toda certeza, si esto está
pasando en realidad. Esa sería tu única esperanza. Que sigamos en el viaje.
Dentro del caballo.

LAETITA:Entonces…

NORMA:Entonces nada… (Le arroja el spray en la cara. LAETITA ni se


inmuta. Intenta un par de veces más. Nada.)

LAETITA:Entonces nada.

NORMA:¿Qué pasó?

LAETITA:Dios. No nos quiere todavía cerca suyo… Habrá sido su deseo.(Se


sientan ambas en el suelo, como relajándose un poco)

NORMA: ¿Laetita… nosotras vamos a ir al cielo?

LAETITA:Cuando se nos termine de pasar el efecto te contesto… Ahora dormí.


(Las dos quedan con los ojos bien abiertos, casi desorbitados, observando
un punto fijo. Bajan las luces hasta oscuro)

FIN DE “EL CABALLO DE TROYA”

EN EL NOMBRE DEL PADRE


de Eduardo Grilli

Personajes
LISANDRO
STELLA

Un ambiente pequeño. LISANDRO está tranquilamente leyendo un libro;


concentradísimo y murmurando a media voz algunas de las líneas que lee.
Por atrás se le acerca sigilosamente STELLA y lo asusta poniéndole delante
de su nariz un muñeco bebé, los clásicos peladitos.

LISANDRO: ¡¡¡Aaaaargghhh!!!... ¿Qué es eso? (Ambos se quedan


observándose unos segundos sin decir palabra)

STELLA: Totito.

LISANDRO: No respetás ni mis momentos de descanso. ¿Me querés decir qué es


esa cosa?

STELLA: ¿Cosa?... ¿Cosa?... ¿”Esa cosa” también le vas a decir a tu hijo?

LISANDRO: No empecemos, Stella. El día que me toque ser padre volveremos a


hablar del tema. Ahora, si no te jode, me gustaría enterarme quién es el asesino
en la novela que estoy leyendo.

STELLA: Vos te la pasas asesinando mi ilusión y nuestro futuro (Pausa) Cagón.


(LISANDRO la mira serio. Piensa. Mira su libro y lee direccionando su voz
hacia ella)

LISANDRO:“Lord Valentine , inmerso en una dualidad de emociones que lo


incitaban, tanto a realizar lo que después de mucho tiempo se había convencido
que era lo mejor para con su amante, como la otra posibilidad, la de huir sin más
remedio del lugar, ingresó en la sala de Lady Picolina, tomó un estilete que
reposaba amenazante en un rincón, y decidido”… En este punto de la historia me
pusiste a ese bicho entre mi cara y el libro. Enterate.

STELLA: Por si no te diste cuenta te acabo de decir cagón; pero para vos parece
que es más importante la Picolina esa que te parió y no sé qué otra cosa.
(LISANDRO cierra su libro. Se levanta y empieza a deambular por el espacio,
meditabundo, mientras STELLA juguetea con el muñeco como si fuera un
bebé real)

LISANDRO: Habrás leído, supongo, en algún lado, con toda la cultura esa que
tenés, lo contraproducente y el efecto contrario que produce todo aquello que se
realiza bajo presión ¿no?

STELLA: No leí nada… Cagón.


LISANDRO:¡Y si insistís con que tengamos un hijo, tengamos un hijo, tengamos
un hijo, lo único que vas a lograr es que me haga un nudo en el pito y…!

STELLA: Sería lo único que te faltaría… Cagón.

LISANDRO: Dale… decime otra vez cagón… (STELLA se sienta con el muñeco
y hace como si lo estuviera amamantando)

STELLA:Mirá bien. Prestá atención. ¿Qué ves?

LISANDRO: La imagen de un leve desequilibrio emocional, golpeando las puertas


de la locura.

STELLA: ¡¡¡¿No te produce ternura?!!!

LISANDRO: ¡¿Un muñeco chupando una teta?!

STELLA: ¡No es un muñeco chupando una teta! ¡Es la síntesis más hermosa con
que se puede graficar el amor, Lisandro!(LISANDRO se sienta y compone una
figura que lo muestra a él como queriéndose ahorcar)

LISANDRO:¿Qué ves?

STELLA: ...

LISANDRO: La síntesis más hermosa con que se puede graficar a un tipo que
estaba a punto de enterarse si a Lady Picolina la iban a mandar a tocar el arpa, y
justo en ese momento es interrumpido por…

STELLA: Ay pero cortala… Cuando te conocí por lo menos sabías contar algún
que otro chiste para hacerme reír un poco.

LISANDRO: Cuando te conocí me inspirabas.

STELLA: Si. Ya lo creo (Sin soltar nunca el muñeco, comienza como a buscar
algo en su Smartphone)

LISANDRO: Eras como un vergel. Como un prado fértil siempre dispuesto a


regalarme motivos para que de mi nazcan las ocurrencias más geniales que jamás
se me habrían ocurrido.
STELLA: Fertíl estoy ahora, Lisandro. Más fértil que Maru Botana, si me apurás.

LISANDRO: Que comparación burda… ¿Qué estás buscando, a quién llamas?


(STELLA le hace señas que se calle)

STELLA: (Al celu) Hola… ¿Palo? (…) Cómo va. Escuchame, tenemos que
charlar. ¿Te acordás lo que hablamos la vez pasada? Lo del (…) Sí, eso; bueno,
me parece que llego la hora. (…) Sí. El cántaro tiene un poquito de miedo de ir a la
fuente, viste; y no sabe que tarde o temprano, vaya o no vaya, la fuente se va a
romper. Bueno, dale, venite que te contamos (…) Beso.

LISANDRO: ¿¿Llamaste a Palomeque??

STELLA: El mismo. Vamos a reflotar lo que tratamos la vez pasada. Teneme un


poco a Totito. (Le pasa al muñeco)

LISANDRO: Vos estás peor de lo que parece. Lo que hablamos aquella vez era
una utópica posibilidad en el caso de que…

STELLA: ¡¡Estoy empezando a pensar que no es que no querés sino que no


podés!!

LISANDRO: (Al muñeco) ¡Escuchá lo que dice! (A STELLA) Sabés que


corriéndome por eso lado lo único que vas a lograr es provocarme una esterilidad
psicológica ¿no?

STELLA: Por eso. Antes de llegar a eso le vamos a pedir a Palomeque que nos
provea un par de espermas pulentas para… ¡¡Quiero ser mamá, Lisandro!! ¡Qué
vamos a esperar, a tener un nieto en vez de un hijo!!

LISANDRO: ¡Hay una pequeña gran diferencia entre tu deseo de ser mamá y que
me quieras insinuar que no soy capaz de dejarte embarazada!

STELLA: Como si fuera culpa tuya… Es la naturaleza que a veces no es tan


perfecta como parece. No te tortures. Tengo un primo que aparte de ser estéril,
adoptó un chimpancé y dos ñandúes. Mira los estragos que hasta en la mente de
las personas, hace la naturaleza.

LISANDRO: ¿¡¡Solo porque pienso que no es este el mejor momento para ser
padres, tenés que salir con esa pelotudez!!?
STELLA: Aparte Palomeque es bastante parecido a vos, nadie ni lo va a saber ni
se va a dar cuenta. En lo único que difieren es en que él no es tan cagón.

LISANDRO: (Enojado, deja el libro y el muñeco sobre un costado; comienza


a bajarse los pantalones) ¡Desnudate!... (Da vuelta al muñeco, mirando contra
la pared para que no observe) Dale, desnúdate.

STELLA: Asi tiene olor a violación esto, Lisandro. Así no va a funcionar.

LISANDRO: ¿¿¿¿Querés probar o no querés probar????

STELLA: ¡Encima con esos bóxer ridículos que te pusiste! ¡Me la baja mal,
Lisandro! Ya de solo mirarte, las trompas se me deben estar cerrando como una
ostra en retirada.(Tiempo. Así como está. LISANDRO se vuelve a sentar y a
hacer como que sigue leyendo el libro)

LISANDRO: (Sin mirarla) Habría que revisar quién es el temeroso acá ¿no?

STELLA: ¡Te querés subir esos pantalones!... Y no me vengas a correr por ese
lado. A mí no, eh(Toma el muñeco, se sienta sobre un costado, como
resignada) Se parece bastante a vos… Palomeque, digo… Bastante…

LISANDRO: Cortala.(Tiempo. Transc.) Okey. En algo tenés razón lo que dijiste el


otro día. Tal vez no nací para pasar a un segundo plano… Y ser padre un poco
significa eso. No creo estar preparado.

STELLA: Te lo dije para pincharte. Y generalmente no se sabe lo que no se


intenta. Y generalmente no se intenta por una razón… No me hagás que te lo
vuelva a insinuar

LISANDRO: No solo que ya me lo estás volviendo a insinuar, sino que: UNA vez
más, escuchá bien, UNA vez más que me volvés a tratar de cagón y no me ves
más un pelo.

STELLA: Si te vas, llévate la cama pero déjame el colchón.

LISANDRO: Tomame en joda…

STELLA: No tiene donde caerse muerto y me amenaza…


LISANDRO: ¿A vos te parece que con nuestros sueldos nos podemos dar el lujo
de traer otro González al mundo?

STELLA: Uno más en la guía ¿Cuál sería el drama?

LISANDRO:Respondeme.

STELLA: Además sería González Fisherman, por si te pensás que resignaría mi


apellido.

LISANDRO: No se habla más. Comprobado. La cagona, LA RE-CAGONA, sos


vos… Te hablo en serio y me respondés con chistes. Psicología pura. Una de las
formas más sutiles y cobardes de evadirse de las verdades más certeras.

STELLA: ¿Te creés que lo del doble apellido es un chiste?

LISANDRO: ¡¡Respondeme a la pregunta si te parece que con lo que ganamos,


podemos arriesgarnos a criar un hijo!!

STELLA: ¡Los Pelmer tienen 16 hijos, 5 gatos, 1 ovejero alemán, dos canarios y
ayer los vi en la veterinaria que estaban averiguando el precio por una tortuga!

LISANDRO: …

STELLA: Y él labura de mozo y ella atiende un Laverap. (LISANDRO la mira.


Piensa. Siempre quedó con los pantalones bajo. Toma el muñeco, se lo
pasa. Saca un pañuelo de un bolsillo y se lo da)

LISANDRO: A ver... cambiale los pañales.

STELLA: ¿Con un pañuelo llenos de mocos?

LISANDRO: (Le saca el pañuelo) No estamos preparados, Stella. Reconocelo. A


los dos nos pasa lo mismo… Queremos justificar que hacemos todo para empezar
a ser padres cuando la realidad es que ambos tendríamos pánico de llegar a serlo
y de cómo hacerlo. Y ese llamado a Palomeque, estoy seguro que no existió.
(Suena el celu de STELLA. Esta se fija quién es. Se lo muestra)

STELLA: Palomeque.

LISANDRO: ¿¿¿Lo llamaste en serio a Palomeque???


STELLA: ¡¡¡No trates más de proyectar lo que A VOS te pasa, Lisandro!!! ¡Sos
vos el que entra en pánico apenas ve algo parecido a esto! (Le muestra el
muñeco y luego se la arroja con violencia)

LISANDRO: (Le grita al Smartphone) ¡Palomeque estás escuchando ¿no?!


¡Estoy siendo víctima de la violencia de género!

STELLA: ¡No solo te escucha sino que también te está mirando! (Lo enfoca con
el Smartphone. Al celu)¡¿Palomeque, te das cuenta cuando te digo que es un
tema sin solución este?!

LISANDRO: (Le saca el Smartphone)¡Palomeque , te agradecemos la intención


pero con tus espermas fíjate si te podés hacer bien un licuado de banana, gracias
por todo, chau! (Tiempo. Bajó la tensión)

STELLA: Un licuado de banana… Sos patético…(Tiempo. Sale sin que


LISANDRO lo note)

LISANDRO: (Sentado, con el libro) Te dije… La hicieron pelota a Lady Picolina.


(Se da cuenta que STELLA salió. Deja el libro. Piensa. Descubre al muñeco,
lo observa un instante y va en su búsqueda. Lo levanta y luego se sienta con
el mismo. Lo estudia. Tras cartón se lo ubica como si lo estuviera meciendo,
dulcemente. Reingresa STELLA sin que él se dé cuenta. Saca su
Smartphone le toma una foto desde atrás, con el motivo de él acariciando al
muñeco. Acciona el aparato y se deduce que le está mandando la foto
sacada. Espera. Suena el Smartphone de LISANDRO y este se fija)
¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaarghhhhh!!!!!!! (Se da vuelta y la descubre) ¿¡Este soy yo?!
(STELLA queda unos segundos como petrificada, como no pudiendo creer
la espamentosa reacción de él)

STELLA: Sos un tierno. Yo sabía que algo, algo, allá bien en el fondo de tu
resistencia, había un padre en potencia.

LISANDRO: ¿Vos viste el grito que pegué?

STELLA: Nadie escribió que la paternidad estaba exenta de temores, Lisandro…

LISANDRO: ¿Temores?... ¡Acabo de reaccionar como si hubiera visto a Satanás!


STELLA:Habrá sido porque la imagen de ese muñeco es medio así como feíto,
amor. Nuestro Totito va a ser un principito

LISANDRO: ¿Vos decís?

STELLA: ¿Te cabe alguna duda? Con el glamour que ambos dos tenemos te
parece que puede salir de nosotros algo que no responda a nuestra belleza, a
nuestra clase?

LISANDRO: Me acabás de arrojar el bebé por la cabeza, glamour.

STELLA: Un arranque generado por la situación. Lo esencial es invisible a los


ojos.

LISANDRO: Me gustó lo de “principito”… No me voy a poner colorado por


reconocerlo.

STELLA: (Como recitando) “Conozco un planeta donde vive un señor muy


colorado, que nunca ha olido una flor, ni ha mirado una estrella y que jamás ha
querido a nadie. En toda su vida no ha hecho más que sumas. Y todo el día se lo
pasa repitiendo como tú: “¡Yo soy un hombre serio, yo soy un hombre serio!”… Al
parecer esto le llena de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo”

LISANDRO: (Queda mirándola con cara de nada, extrañado) Un hongo…

STELLA:El Principito. Me sé el libro de memoria. Escucha esta otra: “Es una


locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar…

LISANDRO:¡Está bien, está bien…!Que me haya gustado la comparación no


implica que me empiece a hacer fan de García Lorca.

STELLA:¿De quién?

LISANDRO:El autor del Principito… ¿no?... (Ahora la que se queda mirándolo


con cara de nada es ella. Luego se le acerca y le da un besopiadoso en la
frente)

STELLA: No… Lo que hay que escuchar… (Le saca el muñeco, y lo coloca en
el suelo mirando contra la pared. Apaga la luz de la habitación. En la
penumbra se logra adivinar que se le sentó encima a LISANDRO)Vamos a
escribir nuestra propia versión del Principito, ¿dale?
LISANDRO:¿Estás segura que no es de García Lorca? (APAGÓN)

Fin de EN EL NOMBRE DEL PADRE

LA METONIMIA DEL DESEO


de Eduardo Grilli

PERSONAJES
PANDORA
LITO

Ambos en un ambiente realizando ejercicios físicos. LITO con unas


pequeñas pesas de mando y PANDORA trabajando la espalda.

PANDORA: ¿Metro qué?

LITO: Meto, meto… Metonimia del deseo. Eso es lo que sucede.

PANDORA: Vos me estás queriendo decir algo…

LITO: Aplausos. Te diste cuenta.

PANDORA: Entonces háblame para que te entienda.

LITO: Es que no hay nada que entender. Nada más le estoy poniendo el título o el
“diagnóstico”, ponele, a algo que tal vez un día nos puede llegar a suceder.

PANDORA:Ajá. Que me quieras meter los cuernos se va a llamar… ¿me… me…


me cómo?

LITO: ¿Que te comes qué?

PANDORA: ¿¡¡Metro cómo era eso que decis!!?

LITO: Metonimia… Me-to-ni-mia. Metonimia del deseo. Es como una pulsión


inconsciente… ¿Te explico también lo que quiere decir pulsión?
PANDORA: A vos te estoy notando medio nerviosito últimamente…

LITO: Okey. Todo porque uno quiere crecer un poco cada día con los
conocimientos. Cultivarse. Entender los orígenes de las cosas… Transmitir eso
mismo que uno aprende a los demás ¿y?... Resulta que lo que queda de todo eso
es que estoy nerviosito. Okey.

PANDORA: Justo hoy, ahora, en este momento en que salió el tema de


Francesca, vos me venís a explicar que cuando alguien le quiere meter las
guampas a otro es por culpa de la… de la…

LITO: Metonimia del deseo… Y no es para justificar nada, vos…

PANDORA: ¿Justificar?... Acá nadie mencionó la palabra justificar… ¿Vos tenés


que justificar algo?

LITO: ¿Yo?... ¿Qué querés que justifique?

PANDORA: No sé, vos sabrás… A veces nuestro inconsciente habla por nosotros.
Ubica palabras donde no debían ser ubicadas… También hay algo que se llama
acto fallido…

LITO:(La observa) Dejame elaborar una respuesta acorde a tu mala intención.

PANDORA: Ninguna mala intención.

LITO: Te conozco, Pandora. Me querés hacer decir que yo saqué el tema de la


metonimia del deseo para tratar de justificar no sé qué cosa.

PANDORA:¡Que me querés meter los cuernos con Francesca! Mirá que poder de
síntesis que tengo.(Pausa)

LITO: O sea que si yo quisiera meterte los cuernos con Francesca, tendría que
recurrir a una explicación analítica y psicológica, ponele, para que no te sea tan
dolorosa la noticia cuando te enterases. ¿Vamos por ahí?

PANDORA: No tendrías que recurrir a nada porque de la piña que te metería ante
la mínima sospecha que me estás por cornear…

LITO:Aaaah, muy femenino lo suyo…


PANDORA: Te lo puedo hacer con más glamour envenenándote la comida. O
poniéndote clorhidrato de arsénico en la pasta dental. O…

LITO: Okey. Nos olvidamos de la metonimia y pasamos a otro tema. Hacé de


cuenta que no dije nada.

PANDORA: No. Ahora seguís porque me despertó curiosidad.

LITO: ¿Qué querés que siga? Tampoco te puedo desarrollar una tesis sobre los
fundamentos y antecedentes históricos de la metonimia del deseo. Puede que
esté yoen una etapa en la que estaría necesitando interiorizarme sobre los
causales de las conductas humanas,pero recién estoy empezando…

PANDORA: Como siempre. Todo a medias.

LITO: Aparte si te digo que la metonimia del deseo es la resultante lógica de


respuestas psico-orgánicas causadas por el incremento inusual de serotonina en
el hipocampo del cerebro, en determinadas etapas de nuestras vidas, te voy a
confundir más… ¿Para qué?

PANDORA: ¿¿¿¡¡¡Todo eso para decirme que tal vez un día podrías haber visto
una mina con un culo y unas tetas que me superen en calidad y dimensiones, y
aunque estuvieses saliendo conmigo igual te la querrías garchar!!!???

LITO: No todo es tan sencillo, no quieras simplificar todo. (Pausa)

PANDORA:Quedate tranquilo que a mí también me pasa eso de querer


metronimiarme un negro de tanto en tanto.

LITO: ¿¿Un negro?? ¿Un blackman?

PANDORA: Lo puse como un modelo supremo de las fantasías ocultas


femeninas. Pero ponele que también me pudiera o pudiese pasarcon cualquier
otro habitante del planeta que logre el milagro de moverme la estantería. Porque a
esta altura me parece que ya me está ganando la desmotivación erótica in my life,
Lito.

LITO: Pero…
PANDORA: Pero nada. Lo mío no pasaría de ahí. De una fantasía... Porque te
quiero… Aunque no puedas controlar tus flatulencias en la cama.

LITO: No te iba a recriminar nada. Te iba a contestar que me estás dando la razón
al final. Clarísimo. En vos funciona perfectamente la metonimia del deseo.(Pausa)

PANDORA: Es muy rebuscado todo. Hubiera preferido nacer avestruz o…


O alguna otra ave tropical, y no estar discutiendo estas pelotudeces…

LITO: No, lo que pasa es que…

PANDORA: ¡¡Callate que estoy tratando de componerme una realidad paralela


para evadirme por un rato de ESTA realidad de mierda!! (Pausa algo
prolongada)

LITO: No sé qué es lo que tratás de componer, pero allá vos.(Pausa)

PANDORA: ¿Y los que sufren de metonimia cómo se los llama, decime?


¿Metonómanos, metonímicos, metómanos?… ¿Hijos de puta, quizás?

LITO:¡Ese es tu problema! Que llevás todo a un extremo… ¡Sufrir, dice!... ¿¡Por


qué decís “los que sufren de”!?... ¿No hay un espacio en tu cabecita loca para
razonar que la metonimia del deseo es una consecuencia lógica y hasta casi
involuntaria que ya viene incorporada al ser humano?... No se piensa, no se
analiza. Sucede, Pandora, sucede.

PANDORA: ¡¡Es que es horrible eso de desear a otro cuando ya estás con
alguien!!

LITO:(Hace como que habla por teléfono con una de las pesas) Hola…
¿Dios?... Sí que tal, de acá abajo, de la Tierra… Sí, mire Dios, acá al lado mío
tengo una amiga que no estaría muy de acuerdo con su creación… No, la
naturaleza todo bien.De los seres humanos se está quejando… ¿Podría tachar,
así, con un cruz bien grande, la metonimia del deseo?... ¿Eso de tener ganas de
cepillarse a alguien cuando uno ya tiene un huesito para rascarse?... ¿Puede,
maestro?

PANDORA:Pasamelo a Dios… ¿Hola, Dios?... ¿Usted me podría confirmar que


me casé con un pelotudo?

LITO: Ah, bueno…


PANDORA: ¡Le dijiste “Acá al lado estoy con una amiga”! ¡Una amiga le dijiste!
¡Yo, tu mujer, es una amiga! ¿Sos o no sos un pelotudo?

LITO: Te detenés en detalles porque no entendiste la ironía. Me supera. Estoy por


darme por vencido. Crucifíquenme ya.¡Dios, voy a comprender tu sufrimiento!¡Voy
a saber lo que es estar clavado a un madero…!

PANDORA:(Toma su celular) La voy a llamar a Francesca y le voy a preguntar si


ella también sufre de metonimia (LITO Se sienta y la observa si decir nada,
esperando) La llamo eh (LITO Igual) Pero la llamo en serio eh (LITO igual.
PANDORA guarda el celular. Pausa) ¿Te gusta Francesca?

LITO:¿Conversamos como adultos?... Me gusta Francesca (PANDORA reprime


un impulso) Pregunto yo ¿te gusta Brad Pitt?(PANDORA no contesta)
¿Entendes?

PANDORA: Brad Pitt vive a diez mil kilómetros y Francesca vive acá a la vuelta.

LITO: Pero te lo cepillarías con gusto.

PANDORA: Lo que se deduce que vos te cepillarías con gusto a Francesca.

LITO: A ver… (Hace como que le barre la cabeza) Fuera, fuera… fuera
pensamientos negativos. Concentrate. Hay algo que no se puede detener, y es el
deseo. Escuchá: si yo paso por una vidriera donde están fabricando chocolate en
rama a la vista del público, es imposible que reprima el deseo y las ganas de
comerme uno de esos chocolates. Pero no implica que voy a romper el vidrio y
agarrar y devorarme todo el chocolate. ¿Se entiende?

PANDORA:Podés entrar al negocio y comprar el chocolate. ¿Para qué romper el


vidrio?

LITO: ¡Es una metáfora! Puse el ejemplo del vidrio para representar el peligro y lo
prohibido. Porque seguramente me cortaría todo si hago eso. El vidrio, la vidriera,
estaría marcando el límite entre el deseo y lo prohibido. Pero ese mismo objeto, o
sea el vidrio, no podría impedir el impulso natural de querer comerme el chocolate.

PANDORA: Me estás enquilombandotodo en vez de aclararme. A ver ¿quién


sería el vidrio entre vos, yo y Francesca?
LITO: ¿Podemos sacar a Francesca del ejemplo?

PANDORA: ¿Qué?... ¿Tenés algún otro chocolate que también te querrías coger?

LITO:(Aceptando) Pongamos a Francesca.

PANDORA: ¿Quién sería el vidrio?

LITO: El vidrio…

PANDORA: Ves que ni sabés lo que querés explicar.

LITO: Pero repito que te estás deteniendo en detalles. Lo menos importante es el


vidrio, Pandora. Quiero que te concentres en la situación global. Voy de vuelta. ¡Es
inevitable que no tenga deseos de comerme el chocolate, lo que no implica que
me lo voy a comer!

PANDORA: Queda claro que yo sería el vidrio. No te gastes.

LITO: Bueno, okey, vos serías el vidrio… o la vidriera.

PANDORA: Soy lo que hay entre vos y el chocolate. El impedimento.

LITO: El impedimento… ¿Pero entendiste cómo funciona la metonimia del deseo?


¿Te hago un mapa del cerebro demostrándote cómo y cuánto dependemos del
poder escaso que tenemos de controlar nuestras emociones?

PANDORA: Y…

LITO: Ese negro que de vez en cuando te darían ganas de atornillarlo contra una
pared, sería el objeto por el cual en vos se cumple perfectamente esto de lo que
estamos hablando… Esto creo que ya te lo dije hace cinco minutos pero si hace
falta que lo repita hasta el hartazgo lo hago, eh… No tengo ningún problema.

PANDORA: Bueno, okey. Hoy vamos a cenar afuera y le decimos a Francesca


que venga como invitada. Quiero presenciar in situ esa situación y ver cómo
funcionacon los actores en el escenario la famosa metonimia del deseo.

LITO: Es que no vas a ver nada, mi amor. Salvo que tengas poderes para leer las
mentes y enterarte qué es lo que estamos pensando mientras cenamos.
PANDORA: ¿Tenés miedo?

LITO: ¿Qué miedo?... Ya te dije que Francesca es como el chocolate del negocio.
Zona prohibida.

PANDORA:(Algo triste) Todo porque tiene más tetas que yo… (LITO la
observa) Dijiste que te gustaba. Está dicho y de eso no se vuelve.

LITO: Como tu fantasía con el negro. De eso tampoco se vuelve… Y lo peor es


que nunca me lo habías dicho que te calentaban los negros. Juraba que tus
fantasías ocultas pasaban por los plomeros…(Pausa)

PANDORA: ¿Y qué podría enterarme si pudiera leer las mentes, eh? Contame.

LITO: Lo mismo que podría enterarme yo, qué es lo que harías si tuvieras en la
cama a ese negro pata sucia. Pero ojo, todo bajo el ala protectora de la metonimia
del deseo, eh… Y mejor terminemos con este tema y… Te propongo que nos
peguemos una duchita juntos ¿te va?

PANDORA: Me olvide de decirte que se rompió la canilla de agua caliente.

LITO:(Sensual) ¿Me disfrazo de plomero?... ¿Si te digo que con todo lo que
estuvimos hablando lo que menos necesitaría es agua caliente, sino un balde de
agua helada por la calentura que me apareció así como de repente, me creés?

PANDORA:(Piensa un instante) ¡¡¡Porque seguro te quedaste pensando en


Francesca, salí de mi vista traidor!!

LITO: ¡¡¡Cualquiera!!!... ¿¡Y qué más daría que estuviese pensando en Francesca
o en la Reina del Congo si el chocolate que me estuviese comiendo en la ducha
serías vos!? (Silencio. Conciliador)Y el chocolate que te estarías comiendo vos
sería yo…

PANDORA: A veces de tan patético te volvés simpático…. Me voy a hacer footing


para despejar un poco porque por hoy fue suficiente… (Se apresta a salir) Y si te
cruzás con la Reina del Congo, si le sobra algún mulato en la corte, ya sabés que
dirección le tenés que dar ¿okey? (Sale. Vuelve a entrar) Y quedate tranquilo que
YO voy a estar pensando en vos. Pero de paso, el negro ese va a tener para que
tenga, archive y lo publique en las redes con fotito y video. By... Metonimia ¡pst!
(Sale)
FIN DE “LA METONIMIA DEL DESEO”

MATADEROS
De Eduardo Grilli

Personajes
HOMBRE
MUJER

Hombre y Mujer. Ambos están sentados en el banco de una rivera del río.
Nadie se anima a hablar, hasta que Hombre, después de toser varias veces y
contemplar con la mirada perdida el horizonte, larga la primera frase que
romperá un poco lo estática de la situación.

H:Hermoso este vientito del río ¿no?... (Pausa) Si lo que estás elaborando en tus
pensamientos te llevan a la decisión de darme el primer beso, adelante. El campo está
fértil... Esta última es como una metáfora que traducida estaría queriendo decir algo
así como… estoy regalado.

M: ¿Cómo decís eso?

H: Con la boca.

M: No te hagás…

H: No me hago. Ya estoy hecho. Hecho de piedra… Perdón, tal vez me


desubiqué.
M: Cuando digo “como decís eso”, lo digo por cómo es que se te ocurrió ese
pensamiento tan elaborado para tratar de convencerme para que te bese.

H: ¿Entonces me estas queriendo decir que estuve genial?

M: Bueno, tampoco…

H: Estupendo.

M:Bue, estupendo, estupeeeendo… Ponele “orginal”, si te hace sentir bien…


(Silencio)

H: ¿Sí?

M: ¿Si?... ¿Si, qué?

H: Sí… El beso.

M: Ah… el beso. (HOMBRE la observa, y su boca se va transformando


lentamente hasta dejarla en trompita. Cierra los ojos esperando un supuesto
beso.) Es que no sé…

H: ¿Besar? Te enseño.

M:Psst… ¿Tengo cara de inocente?

H: Me estoy empezando a confundir y no sabría qué responderte. ¿Cuál estaría


siendo la respuesta correcta?

M: La sincera. La que te sale del corazón. La que te sale del alma. Sería un buen
comienzo para comenzar una relación. ¿Tengo “inocent face” yo, decime?…
(HOMBRE la observa)Practico inglés mientras dialogo. Un consejo de mi teacher.

H:Tenés cara de inocente pero creo que no lo sos.

M:Hmmm… ¿Y eso sería bueno o malo?

H: ¿También tengo que responderte eso desde el alma, desde el corazón?

M:Puton. (HOMBRE la mira serio y asombrado) Quiere decir “ponele” en inglés.


H:Te pongo. A propósito, tengo unas ganas de cogerte que no aguanto más.
(Silencio)

M: Esta fresco ¿no?

H:Volvamos. Te voy a explicar ago. Existe un punto en que el cristal se rompe. La


dialéctica pasa a un segundo plano y lo que cobra sentido es la emoción
espontanea. La sinceridad bruta entierra la ambigüedad de lo no dicho. O de lo
dicho a medias. O de lo… Si yo te expresé mis ganas de cogerte, así, tan
directo…

M:(Corta) ¿Tu casa o la mía? (Hombre queda descolocado)

H: ¿Perdón?

M: ¿Un telo?

H:¡No es tu casa o la mía, o un telo, o arriba de una palmera! No es así el asunto.


Me interrumpiste de medio de la fundamentación que te estaba desarrollando... Y
te estás perdiendo de conocer lo bi-facetico de mi persona. O sea, te muestro que
puedo llegar a ser la furia animal y la intelectualidad absoluta en una misma
situación. Una excelsa combinación de macho tierno.

M:(Seductora)El cristal ya se rompió. ¿No te das cuenta que soy como una
manojo de vidrios buscándo herirte?

H: ¿¿¿A mí???

M:(Igual)Hacerte sangrar de pasión (HOMBRE la observa)… Una metáfora.

H: Ahora no sé qué responderte. Me das un poco de miedo.

M: Nunca sabés que responderme. Si me hago la inocente, te descoloco. Si te tiro


indirectas, te descoloco. Si utilizo metáforas poéticas, te descoloco… Me estoy
replanteando si esta relación que queremos empezar tiene algún futuro…

H: Es que yo estaría necesitando un poco de resistencia de tu parte para alimentar


la pasión… y… y… el deseo… No me tomés por loco. Tengo como un protocolo
de desarrollo para situaciones de levante que si me lo corren del eje, me
desoriento.

M:(Hace como que actúa, dramatiza exageradamente)¡¡Oh buen señor, qué es


lo que usted me está insinuando con esa fraseología!!

H: ¡¿¿¿Eh???!

M:(Igual) ¡No se haga el que no entendió, vizconde! Me ofended con vuestra


propuesta. ¡Al fin y al cabo está hablando con una cortesana usted!

H: Dije que necesitaba un poco de resistencia, no que me hagás un soneto de


Shakespeare (MUJER empieza a hacer puchero) ¿Te pusiste triste ahora?

M: Por mí.

H: No quise hacerte sentir mal.

M: No es por vos. Recién hace una semana que te conozco. Vos casi que no
“esistis, casi”… Me puse triste por mí. Por mi poca espontaneidad… Por nunca
saber cómo actuar frente a la posibilidad de una nueva relación amorosa.

H:(Después de observarla un instante) ¿¿¡No “esistis”!??

M: Casi… ¿Cuánto puedo llegar a conocerte en una semana?

H: No hablo del tiempo. Hablo del vocabulario cabeza que usaste.

M: Me cuesta pronunciar las “X”, ¿qué?

H: Me hubieras dicho “no te registro”… qué sé yo…

M: No te regixtro.

H: Ahí pronunciaste la “x”.

M: Me cuesta pronunciar las X donde van las X, no en otro lugar de las palabras.

H: Algo así como poner la culpa donde no va la culpa.

M: ¿Qué tiene que ver?


H: Nada, pero te quería traer otra vez al reino de los diálogos en serio, adultos, y
olvidarnos por un rato tus problemas de dislexia… Si no te jode…

M: No, algo tiene que ver. Porque me pusiste como ejemplo el tema de la culpa. Y
no creo que lo hayas hecho de forma inocente. Me querés culpar de algo y no te
atreves… Me querés hacer culpable de que lo nuestro no está teniendo futuro,
pareciera…

H: ¿Si sabés interpretar tan bien lo que no se dice, para qué estamos haciendo
tan largo esto?

M:(Lo observa un instante) Esperame que te interpreto…

H: No me interpretes. Te ahorro el trabajo. Quiero decir ¿para qué nos vamos en


palabras si los dos estamos queriendo lo mismo?

M: ¡Porque me dijiste que necesitabas un poco de resistencia de mi parte,


Filiberto! ¡Y yo ya no sé qué inventar para hacerme la que me resisto y alimentar
tu pasión y tu deseo y no sé más qué mierda!

H:Primero: tedije por chat que odiaba que me digan Filiberto.Segundo: No me


dijiste que tenías problemas con las “x”.Y tercero: ¿Querés coger o no querés
coger?

M: Ya veo cuál es tu orden de prioridades. Primero tus traumas; segundo:


laseñalización de los defectos en el otro – en este caso, en esta potra que tenés
frente a tus ojos -, y tercero y allá lejos: el placer.

H: ¿Querés o no?

M: ¿Me resisto, me hago la difícil?

H: Ahora no. Ya perdió la gracia y estoy como corrido el eje. Vamosdirecto a los
bifes.

M: ¿Así porque sí, tan fácil?

H:Así porque sí. Dale, decidite que en tres horas empieza Chicago – Tigre.

M:Juegan en Mataderos, ya sé.


H:(Sorprendido)No me digas que… (MUJER se abre la blusa y asoma la
camiseta de Nueva Chicago)Me dijiste que vivías en San Isidro…

M: Vivía. Tiempo pasado. Ahora Avenida de los Corrales, frente a la feria, justo en
diagonal al puestito ese de los cabezones africanos tocando la pandereta…

H: ¡Ese es mi puesto!

M: Chocolate. (Saca y le muestra unas fotos)Y estas son las fotos que te saco
con zoom desde mi ventana… ¿Viste esa que tiene la bandera de Chicago todo el
día colgada?

H:(Tierno) Siempre soñé en conocer a esa mujer que se asoma cada 5 minutos
por esa ventana de la bandera…

M:… y estabas en lo cierto, los dos queremos lo mismo en este momento. Con el
tren hasta Barrancas y el 80 en una hora llegamos. Vamos que hoy quedamos
punteros.

H: Entonces..de(hace gesto de coger)... ni hablar ¿no?

M: ¿Nunca lo hiciste en el entretiempo en el baño de la platea? (HOMBRE la


toma del brazo, la abraza)

H: En el viaje te cuento las cosas que hice y que deje de hacer por nuestro
glorioso Nueva Chicago. ¡¡Vamos ya!! (Riendo, salen disparados los dos de
escena)

FIN DE MATADEROS
MI SUEÑO, NUESTRO SUEÑO
de Eduardo Grilli

PERSONAJES:
OLGA
DANA

Un espacio dividido en dos, simétricamente. La separación del mismo queda a


criterio del director, el recurso a utilizar. Puede ser una división imaginaria o a
través de algo material (Una cortina transparente) Ellas no se pueden ver de todas
formas. Un sector correspondería a una cocina y el otro, indistintamente, puede
significar una habitación contigua o la medianera de ese espacio. OLGA al
comienzo se ubicaría en la cocina y DANA en el otro sector; esta última tiene una
laptop en sus manos.

DANA: ¡¡¿Olga me escuchás?!!... ¡Olga!... ¡¡¿Olga me escuchás?!!... Lo único que falta es


que se haya quedado dormida… (Buscando algo en la laptop) 777, cómo catzo era ese
número…¡Olga me…

OLGA:¿Tenés necesidad de gritar?

DANA:¿¡Pero vos sos o te hacés?!... ¡¿Me querés matar de un infarto?!

OLGA:A esta altura ya deberías haber aprendido que los silencios hablan.

DANA:Bueno, decile a los silencios que hablen un poco más fuerte porque encima me
estoy quedando sorda, viste. ¿Tomaste la medicación? ¿Estás bien?

OLGA:Mejor sería la envidia del barrio. ¿Algo más?

DANA:Ah bueno… Si este es el tono del diálogo, me avisás y me voy a la mierda, eh.
(Pausa)

OLGA:Voy a abrir la llave. (Silencio)

DANA: ¿Estás segura?

OLGA:No. Lo dije porque te estoy probando. Analizando tu reacción ante lo inevitable.


(Silencio)¿Dana, estás ahí?... ¿Dana?... Voy abrir la llave, dije… Okey. Ya veo el nivel de
amistad entre nosotras hasta dónde llega.

DANA:Vas a abrir la llave. ¿Y después?


OLGA:Me hacés la psicológica y te juro que me dan ganas de salir e ir a darte dos
cachetadas. No estoy jodiendo Dana. Esperá que empieces a sentir el olor a gas y
entonces…

DANA:Olguita querida de mi alma. ¿Te pusiste a pensar que una vez muerta, todo se
termina?

OLGA:Jodeme.

DANA:Que no hay segundas oportunidades.

OLGA:Victor Sueiro fue y volvió.

DANA:Que una vez dentro del cajón, ponele que se dé el caso que te enterraron por
error, el corazón te vuelve a funcionar, querés salir, empezás a rasguñar la madera y no
te podría escuchar ni el loro.

OLGA:¡Ni siquiera me escuchaste cuando te dije que quiero que hagan cenizas de mi
cuerpo y las desparramen sobre la tumbita de Leopoldo. Ni eso.

DANA:¡¡Leopoldo era un gato sarnoso que en este momento debe estar ocupando el
cuerpo de algún otro gato!! No es joda lo de las siete vidas, amor.

OLGA: Te pensás que con el humor me vas a hacer cambiar de opinión… ¿Qué es ese
ruido?(DANA está nerviosamente tipeando algo en su laptop)

DANA:Nada…. Y humorista sos vos que metiste lo de Victor Sueiro, así que no me jodas.

OLGA:¿Qué es ese ruido, Dana?

DANA:Leopoldo, que maullando me está dando la razón. ¡Ningún ruido! Estás


alucinando. Una de las últimas etapas en la mente de un suicida es imaginar sonidos. Lo
pasaron en Animal Planet. Tanto pasa en los animales como en los hombres.

OLGA:¡Generalizá!... ¡Dale, generalizá!... Toda una vida juntas levantando las banderas
del feminismo y la mina me dice “como en los hombres”… Me tendrías que haber dicho
“Tanto en los animales como en los seres humanes” ¡Lenguaje inclusivo, Dana!...
¿¡Sabés de qué estoy hablando!?

DANA:¡No te escuché bien! ¿¡Dijiste algo de Facundo Manes?!... Te hubiera venido bien
leer un poco de neurociencias de vez en cuando. Ahí te habrías dado cuenta que la finitud
de las cosas es uno de los componentes de este dilema que llamamos vida. Principio,
desarrollo y final.
OLGA:No de esta forma. No de la forma en que sucedieron ESAS cosas.

DANA:Te lo llamo a Alexander ¿querés?

OLGA:¿¡No murió?!

DANA:Se salvó. Está en la Suizo recuperándose.

OLGA:¡Dana!

DANA:O mejor dicho, lo salvé. Llegué justo… Tu amiga lo salvó (Largo silencio)

OLGA:Las estadísticas no mienten… Nunca muere alguien que se cae de un primer piso;
a menos que esté borracho o drogado. Soy una boluda.

DANA:Testifiqué a tu favor. Te salvé por lo menos de diez años de cárcel si… Te cuento
que me salió unos buenos pesos pagarle a un cuervo. Suerte que vos sabés el password
de la cuenta de…

OLGA:¡Si te hubiera hecho caso, lo podría haber ahogado cuando hicimos el paseo por el
Nahuel Huapi… Un empujoncito y chau. No había un alma y lo único que sabía hacer él
para flotar era el estilo perrito. Pero con el agua congelada no iba a durar ni dos minutos.

DANA:¿Siempre tomándote todo lo que te digo al pie de la letra?… (Va a ir in crescendo


su comentario) ¡¡¡¿Cómo te pensabas que te hablaba en serio cuando te decía que
tenías que deshacerte de él para quedarte con todas sus propiedades y su patrimonio, y
después, con él finado, nos iba a quedar el mundo todo para nosotras dos y vivirlo como
Dios manda, sin nunca más tener que andar pidiéndole permiso al nabo de Alexander
cada vez que se nos ocurría hacernos los viernes de soltera y empezar a recorrer todos
los clubes nocturnos de Barrio Norte para refregarnos con esas protuberancias adorables
que emergen de los strippers, y luego borrachas hasta más no poder… y… y… y!!! …
¿Cómo te pensás que te lo decía en serio? (Silencio)

OLGA:Estoy en una dualidad emocional, Dana.

DANA:Hablemos.

OLGA:Con Alexander aún vivo, ahora ya no sé si vale la pena dejar este mundo.

DANA:¿Entendés?

OLGA:Salvo que salga de acá dentro, me vaya a la Suizo, me haga pasar por una
enfermera, me meta en la habitación de Alexander y le inyecte quinientos miligramos de
pentotal. Y una vez finalizado el plan, me asome por la ventana, te busque, y una vez que
te encuentre te empiece a gritar: ¡¡Dana!! ¡¡¡Danaaaa!!! ¡¡¡Danaaaa!!!... (Mientras OLGA
sigue gritando, y con el acompañamiento de luces y sonidos que refuerzan una
translación e inversión de situación, a un ritmo muy lento, OLGA y DANA van
ocupando respectivamente el espacio donde se hallaba la otra, quedando DANA en
esa supuesta habitación, encerrada. Se van a repetir, invirtiendo los roles, los
primeros textos de esta historia. La intencionalidad de los gritos de OLGA – que
fueron el nexo-unión de ambos cuadros - cambiarán su fundamento)

OLGA: ¡¡¿Dana me escuchás?!!... ¡Dana!... ¡¡¿Dana me escuchás?!!... Lo único que falta


es que se haya quedado dormida… ¡Dana me…

DANA:¿Tenés necesidad de gritar?

OLGA: ¿¡Pero vos sos o te hacés?!... ¡¿Me querés matar de un infarto?!

DANA:A esta altura ya deberías haber aprendido que los silencios hablan.

OLGA: Bueno, decile a los silencios que hablen un poco más fuerte porque encima me
estoy quedando sorda, viste. ¿Estás bien?

DANA:Soñé que yo eras vos.

OLGA: Contestame ¿estás bien?

DANA:En ese sueño asesinabas a Alexander. Lo tirabas por el balcón.

OLGA: ¿Vas a salir de una vez?

DANA:Y que yo la salvaba y lo llevaba a la Suizo. Pero después vos te caías en el


sanatorio con medio litro de pentotal, se lo inyectabas en el suero y lo terminabas de
matar.

OLGA: ¿¿Yo, matarlo??... Hay mucho olor a gas ¿Qué hiciste Dana?

DANA:Me maté.

OLGA:Ajá… ¿Cómo lo hiciste?

DANA:(No puede creer la pregunta)Le encargué por internet un misil al presidente


coreano, me lo metí en el culo y lo hice estallar… ¿¡¡No te dice nada el olor a gas!!?
¡Cada pregunta hacés!
OLGA: Te das cuenta que únicamente podés estar hablando conmigo estando muerta,
solo por una razón ¿no?... Seguis soñando. Estoy metida ahora en tu sueño, amiga; pero
como yo misma.

DANA:Me querés hacer creer que estoy loca para de esa forma quedarte vos con
Alexander, y después, vos solita, llevar a cabo el plan… Okey, no estoy muerta. ¿Pero
cómo sabemos que esto es un sueño?

OLGA: Porque estoy con Alexander acá al lado mío.

DANA:¿¡¡Qué hacés ahí con ese hijo de puta!!?

OLGA: (Por decir algo) Volvió porque quiere terminar de irse en paz. Parece.

DANA: ¡Pero entonces lo maté. Le dije que se asomara por el balcón, que se fijara quién
es el que nos tira los preservativos usados desde arriba, y ahí nomás lo empujé, cayó al
vació y lo maté!

OLGA: Nadie que cae de un primer piso se mata salvo que esté borracho o drogado,
Dana.

DANA:¿Y cómo murió?

OLGA: Te estoy diciendo que no murió. Está en una zona de transición – ponele que le
dicen limbo - y volvió un toque para que le digas el password para entrar a su cuenta.

DANA:¿¡Y él no lo sabe!?... Si es SU cuenta.

OLGA: En la vida real sí. Pero acordate que te dije que estamos en un sueño. En tu
sueño.

DANA:Entonces te puedo llegar a decir cualquier cosa, Olga.

OLGA: Puede ser. Pero también puede ser que no. Estamos en una metarealidad y un
sector de nuestro cerebro mantiene la información precisa. Aún en un sueño… ¡¡Largá el
número del password, hija de puta!!

DANA:¿¡Olga, sos mi amiga!?

OLGA: Estamos en tu sueño. Yo hago lo que vos ordenas. No te estoy puteando yo, es tu
inconsciente que está actuando sobre mi forma de expresarme. (Pequeña pausa) Forra.

DANA:¿Qué puedo hacer para despertarme?


OLGA: No te vas a despertar sin decirme ese password, la puta que te pario… ¡Que
boquita para una soñadora, eh!

DANA: Okey. Si Yo domino lo que está pasando, quiero que en este momento le claves
un chuchillo en los riñones a Alexander.

OLGA: ¿En cuál de los dos?

DANA:¿Eh?... No sé en el que tengas más cerca.

OLGA: Ya está. Fue al corazón que lo tenía más a mano.

DANA:¿Por qué no gritó?

OLGA: Porque tu inconsciente no quiso que grite. En el fondo todavía un poco lo


querés… Largá el password.

DANA: Mirá que estoy obsesiva con ese tema, eh. Voy a ver si puedo cambiar el ángulo
del sueño… ¿Cuánta harina le ponés vos a los redonditos de ricota?

OLGA:Empezaba con triple siete ¿no? Una vez hiciste una joda con ese tema, ¿te
acordás?

DANA:¿Setecientos gramos de harina?... ¿Y de leche cuánto?

OLGA: ¡La combinación, boluda!... Empezaba 777, ¿y qué más?

DANA:¿¿¡¡¡Tan obsesionada estoy que no puedo desinstalar del sueño el tema del
password!!!??… ¿Se murió bien muerto el desgraciado?

OLGA: Mirá amiga, si no me querés decir ese dato, todo bien, pero de este tipo que tengo
acáal lado te vas a tener que hacer cargo vos solita… (Pausa) Y el tema del password no
lo podés desinstalar porque se nota que es algo que tenés que sacar afuera, y no lo
podés hacer mientras estás despierta. Y ahora hacés como que coqueteas con el mismo
tema. Que lo digo, que no lo digo…

DANA:Pasa que los passwords no se pasan a nadie. Ni a una amiga.

OLGA:¡¡Ah bueno!!... Ponele que estuviésemos en la vida real y vos te hubieras


boleteado en serio. Alexander está en terapia y no sabemos si zafa. ¿Qué pasa si nadie
reclama esa cuenta? ¡La absorbe el Banco!
DANA:¡Y ahí está!... Con los dos finados, que esa guita se pudra. Si nosotros no vamos a
estar. (Se produce un gran silencio donde cada una, con motivos diferentes, espera
que la otra diga algo, como para poder continuar)

OLGA:Aaah… Nada… Yo pensaba…

DANA:Que eras mi amiga. Y lo sos.

OLGA:No, claro… La guita que se pudra…

DANA:Sería toda guita de Alexander. Si te paso el password ¿no te produciría nada


andar viviendo con la guita de esa persona que las dos odiamos…?

OLGA:Pero por su pueeeeestooo… Yo– de última - imaginaba de darle un sentido


benéfico a esa fortuna…

DANA:¡Y terminemos con esto que creo que es una farsa!... ¡Que yo sepa en los sueños
se pueden ver a las personas!… Así, medio difusas, pero las puedo ver… ¿A quién
querés engañar, amiga?(OLGA, discretamente, y con el refuerzo de algún efecto
sonoro y lumínico se instala en el espacio de DANA. Tensión y sorpresa general)¡Te
puedo ver!

OLGA:Convertirme en holograma me salía unos pesos. Así que sí, soy yo… Y seguimos
soñando.

DANA:¿Seguimos?

OLGA:Bueno… ya hace un rato que estoy en tu sueño. Me puedo adjudicar este derecho
¿no?... El password.

DANA: Ni en pedo.

OLGA:Soy tu mejor amiga.

DANA:¿Y cuándo nos despertemos qué?

OLGA:Eeeeh… nada… ¿Qué que?... Habrá sido todo un sueño y ninguna de las dos se
va a acordar de nada. Porque viste que pasa eso cuando te despertás ¿no? Te olvidas de
los detalles.

DANA:¡Entonces para qué insistís con que te pase ese número!

OLGA:¡¡¡Te repito que no soy yo la que lo está pidiendo!!! Yo soy solo un personaje extra
que vos invitaste a participar de TU sueño. Y sos vos que por alguna razón - que seguro
VOS solo sabés - me estás utilizando para que sea la puerta de salida de eso que tenés
adentro y estando lúcida no lo podés sacar. Por algo tenés ganas de decir ese número.
¡Capaz que hasta vos misma te olvidaste el número y estás utilizando este espacio onírico
para recordarlo! Hacelo y después, cuando despiertes, con los resabios de esto que
estuviste soñando, puede que se desate el nudo de algo que tu inconsciente todavía no
se anima o no puede descifrar... Que justamente es esto que te estoy tratando de
aclarar…

DANA: (Observándola con un dejo de desconfianza)777875984059436.

OLGA:Repetime despacio (DANA le repite y OLGA anota e su laptop)Me colma de


felicidad que puedas seguir confiando en tu amiga… Aunque esto no sea algo más que un
sueño. Y aunque tal vez… (Mira hacia una luz en el techo)Está amaneciendo ¿lo
notas?... Pronto todo este sueño se… (Repentinamente su cuerpo comienza a
contorsionarse muy lentamente, desplazándose hacia atrás, regresando a su
sector; como si cambiara de dimensión espacial. DANA observó en silencio ese
movimiento hasta que se da a entender que la pierde de vista. Nuevamente, cada
una en un espacio distinto, y sin poder verse)

DANA: ¡¡Olga!!... ¡¡¿Olga me escuchás?!!... (OLGA, sin contestar, está sentada en el


piso en su espacio, concentrada y tipiando frenéticamente algo en la laptop) Olga
creo que algo me olvidé. El password creo era alfanumérico y yo solo te pasé números.
Las letras no me las acuerdo bien… Pero igual tampoco me hagas mucho caso porque
puede ser todo producto de mi sueño… de nuestro sueño… Forra.

Olga no contesta, deja de escribir y con cara de incredulidad queda observando al


público. DANA, sentada también en el suelo, y ubicada casi simétricamente a su
amiga pero en su sector, pareciera esbozar una apenas imperceptible sonrisa.
Queda esa fotografía de ambas observando a público. Bajan las luces lentamente
hasta oscuro.

FIN DE “MI SUEÑO, NUESTRO SUEÑO”

MILVA LOVES MILTON


De Eduardo Grilli

Personajes
MILVA
MILTON

MILVA se encuentra durmiendo plácidamente. Sigilosamente y en actitud sospechosa ingresa MILTON y


con mucho cuidado le saca unos billetes que MILVA guarda en su corpiño. Se apresta a salir.

MILVA: (Sin modificar su postura y con los ojos cerrados) Lo único que pudiera, mínimamente y en parte,
exonerarte ante lo que acabás de hacer, sería: Uno, que con esa plata te me vengas con dos Pan Dulce
recién hechos de Plaza Mayor; dos, que de paso aproveches y copies la lista de compras para el super que
está escrita en el pizarrón de la cocina y las hagas; tres, que pases por Telefónica y saldes la deuda del
teléfono que tenemos; cuatro, que vayas al administrador y adelantes dos meses de expensas así cuando
estamos de vacaciones no nos rompen las pelotas como todos los años, cinco… Dejame pensar mientras me
despabilo un poco.

MILTON: ¿Estabas despierta?

MILVA: (Igual) No. Duermo. Y descubrí que mientras duermo me acuerdo de cosas que mientras estoy
despierta me olvido… Me acordé de la quinta cosa: buscá el número de Roberto Cildañez, el abogado, que lo
voy a llamar para abrir una causa acusándote que me robás la plata mientras duermo. Y si te queda resto, un
kilo de Freddo; frambuesa, sambayón, pistacho y chocolate con almendras.

MILTON: ¿Qué fecha es hoy?

MILVA: Dieciséis de octubre.

MILTON: ¿Y quién cumple los años el dieciséis de octubre?

MILVA: (Abriendo los ojos) Hace cinco años que si los dieciséis de octubre no te hago acordar antes que te
vayas al hipódromo, que es mi cumpleaños, el único regalo que recibo de parte tuya es la ignorancia y el
olvido absoluto, Milton.

MILTON: Hoy tengo la fija, amor. Estos papelitos los voy a multiplicar por cientos y vas a tener el regalo que
te merecés. ¡Vas a tener un regalo que cuando lo veas te vas a caer de orto de la sorpresa! (MILVA se
incorpora ya acostumbrada a estas salidas de su marido; se despereza y se queda observándolo unos
segundos con gesto de agotamiento y resignación)

MILVA: Estás enfermo, Milton. (MILTON la observa un segundo, sale de escena y vuelve a ingresar al
instante)

MILTON: La humanidad está enferma. La sociedad. Y yo formo parte de esa sociedad. Y vos. Y todos.

MILVA: Ajá… ¿Entonces?


MILTON: ¿Entonces qué?... ¿Te tiro así, como una máxima, y me querés poner en conflicto con un
comentario cuyo único propósito es tratar de descolocarme, pretendiendo que te desarrolle algo que te dije
y que está más que claro su significado? ¿Eso pretendés?

MILVA: ¡¡No quiero descolocar nada!! Lo que único que quiero es que vuelvas a colocar en mi soutien lo que
acabás de robarme. (Pausa. Se incorpora, estira su corpiño y le hace señas para que vuelva a colocar los
billetes dentro del mismo. Milton después de dudar, lo hace) Todo… (MILTON coloca los últimos billetes.
Pausa.)

MILTON: Te comento que la vida no se resume ni se resuelve toda en unos papelitos con las caripelas de San
Martín, Roca, Belgrano y demás…

MILVA: Los próceres fueron, Milton. Ahora ponen animales autóctonos en los billetes.

MILTON: Cambiame de tema, dale.

MILVA: ¿Querés que no te cambié de tema, ok? (Toma unas cajas de zapatos, las abre y las da vuelta para
graficar que están vacías; hace lo mismo con otros objetos de donde se desprende que escondía dinero, e
igual; hasta terminar con un chanchito alcancía, zarandeándolo para lo mismo) Ni las monedas me dejaste
(MILTON comienza a sentirse mal) ¿Y ahora qué te pasa?

MILTON: Se me da vuelta todo…

MILVA: Si se te diera vuelta todo se te estarían cayendo del pantalón hasta las monedas que me afanás.

MILTON: Tené un poco de consideración. ¿Nunca te bajó la presión a vos?

MILVA: Vivo presionada porque hago lo imposible por tratar de descubrir siempre si me amás un poco, y
nunca lo logro… ¿Ya se te pasó?

MILTON: No se me pasó nada pero voy a hacer como que sí, porque veo que no te importa si me quedó frito
acá mismo.

MILVA: ¿Adónde ibas?

MILTON: ¿Ya, así, tan de repente querés restarle importancia a mis síntomas?... Por lo menos dame el
beneficio de unos minutos para que se me pase y pueda volver a entrar en situación.

MILVA: Te ibas otra vez a los burros ¿no? (Tiempo. MILTON, ya recuperado, comienza a deponer una
actitud confrontadora y se lo nota más cariñoso. Se le sienta al lado)

MILTON: ¿Vos entendés que todo esto lo hago por vos?... ¿Que si me dejo atrapar por las garras del vicio,
que YO SÉ que no es el mejor camino y solo es el atajo más perfecto para terminar en la perdición total, todo
esto es por vos?... ¿Por el amor que te profeso y para poder brindarte cosas que con lo que ganamos ni
locos podemos pretender alcanzar?
MILVA: Una vez sola ganaste en las carreras.

MILTON: ¡¡¿Y te acordás lo que fue esa noche?!! ¡No nos privamos de nada! ¡Hasta dos kilos de helado nos
mandamos!

MILVA: El amor es otra cosa, Milton.

MILTON: No concibo al amor sin esos momentos de locura descontrolada como la que vivimos esa noche…
Digo, como una pausa a lo que es la monotonía de la rutina cotidiana, Milva. A ver si me hago entender…

MILVA: ¡Nunca me gustó hacer tríos!... Me pareció asqueroso aquella noche. Pero una por amor hace
cualquier pelotudez… Encima aquella trola toda chivada…

MILTON: Lo re disfrutaste. Acordate bien.

MILVA: Me pedís que me acuerde y ese día teníamos más alcohol en la sangre que todas las bodegas de
Mendoza juntas.

MILTON: Entonces no sé cómo hacés para acordarte que aquella noche te pareció repugnante lo que
hicimos.

MILVA: Dije asqueroso.

MILTON: Lo que sea. Estás negando una realidad. Te estás reprimiendo un deseo que esa noche quedó en
evidencia que te hizo sentir de mil millones de maravillas. Y todo para llevarme la contra. Y en cierto modo
estás queriendo borrar de un plumazo uno de los momentos de nuestra historia amorosa en donde yo sentí,
acá, adentro del corazón, que estaba haciendo algo realmente por amor… Yo jamás en mi vida había
participado de un trío… Es más, como vos, pensaba que era algo espurio, asqueroso, pecaminoso… Pero me
arriesgué a dar ese paso… A cruzar esa línea. Solo por amor a vos… Porque intuía que a vos te gustaba…
(Pausa. MILVA lo observa) Un día te escuché que estabas hablando por teléfono con alguna amiga y le
comentabas “¡lo que debe ser los tres juntitos en la cama… muero porque algún día suceda eso!”

MILVA: (Tranquila) Hablaba con Flora… Y estábamos hablando de un sueño que todavía hasta el día de hoy
no pude cumplir. Y es que no veo el día que se me dé la felicidad total de una mañana despertarnos en
nuestra cama vos, yo y el fruto de nuestro amor, Milton… Nuestro hijito. (Tiempo)

MILTON: Estás muy equivocada si pensás que el día que llegue Miltoncito Junior, voy a permitir que duerma
con los padres… ¡Así salen después!

MILVA: ¿¡Milton qué?!

MILTON: Lo tiré así por tirar… Como se llame… Nuestro hijo va a tener su espacio. Desde el minuto uno que
haga su aparición en este mundo vamos a respetar su independencia. Él va a decidir si, en alguna noche de
fuertes tormentas, PONELE, tiene ganas de venir a la pieza de los padres…. Pero nada de empezar a mimarlo
y malcriarlo trayéndolo a dormir (con tono muy burlón) al lado de la mamiiiita… Habrase visto (MILVA lo
observa y lo comienza a olfatear)
MILVA: (Un poco asombrada) No tenés olor a alcohol. Estás hablando en serio.

MILTON: Y sigo hablando en serio... ¿Vos querés un hijo?

MILVA: No. Un orangután quiero.

MILTON: ¿Estás preparada?

MILVA: ¿Y vos?

MILTON: Yo pregunté primero.

MILVA: ¿Vos tenés idea qué significa el círculo del amor en una pareja?

MILTON: ¿El círculo del amor?... Mira, así como soy un tipo recatado, a veces se me pudre la cabeza y los
ratones afloran; así que no me incites a pensar qué es lo que estás insinuando con eso del círculo del amor…

MILVA: (Dibuja un círculo sin cerrar del todo en el aire) El círculo del amor es esto. Se cierra ese círculo
cuando se terminan de unir los dos extremos, y en ese punto, ese segmento que falta para cerrarlo, lo
completa el fruto de la unión de esos dos extremos… ¿Me seguís?

MILTON: No.

MILVA: Ese segmento que falta para completarlo es nuestro hijo. El fruto de nuestro amor. O de nuestra
unión, como te guste llamarlo.

MILTON: O sea que nosotros estaríamos siendo como un círculo incompleto. Un semicírculo. No sé si eso
estaría hablando muy bien de nosotros…

MILVA: Bue… tampoco un semicírculo, un semicírculo… ¿Vos viste el dibujo que yo hice en el aire? (Lo
repite, dibujando en el aire un círculo sin cerrar) Acá no hay un semicírculo. Hay un casi círculo. Faltaría la
parte esta de acá. Que sería… (Espera expectante en vano que él complete el concepto) Que sería… (Igual)
¡Te lo acabo de dar a entender hace un minuto! ¿Me estás escuchando o estás pensando en el caballo que
te iba a hacer perder hasta los últimos ahorros que teníamos, Milton Alfonso Larramendi?

MILTON: Sabés que tengo una colección de defectos pero si hay algo que se me destaca es que no sé
mentir.

MILVA: (Como resignada) Estás pensando en los burros…

MILTON: (Como avergonzado) Cuando hiciste ese círculo no pude evitar pensar en la pista de Palermo o San
Isidro. No lo pude evitar. (Pequeña pausa)

MILVA: ¿Qué te vi? ¿Qué es lo que te vi. Milton? ¿Me podés explicar?
MILTON: ¿Desde cuándo el amor se explica, cariño?

MILVA: (Después de unos instantes, explota) ¡¡¡Me querés correr que te ibas a tirar la plata al hipódromo
por el amor que me profesas! ¡Pero vos te pensás que soy tan boluda!

MILTON: Milva, te pido por favor que mires el lado positivo de las cosas… Cuando a veces me pongo como
un pingo en la cama – y vos sabes bien a que me refiero – esa cosa de potro indomable que te ofrezco en
algunas noches de pasión ¿de dónde te pensás que me sale toda esa energía sexual?

MILVA: … (Lo mira como no pudiendo creer lo que está escuchando)

MILTON: La potencia. La libido y todo ese deseo animal tan relacionado a los pura sangre, a esos equinos
divinos, todo eso se hace carne en mí. Y eso se debe a que hago como una simbiosis con todo ese hábitat
ecuestre. De tantas tardes habiendo estado inmerso en ese mundo.

MILVA: Amor, animal…

MILTON: Exacto. Amor animal. Amor desenfrenado. Con excesos. Sin límites. ¡Amor lo que se dice amor
animal! Grrrr!!

MILVA: ¡Te estoy diciendo amor, animal. Amor, coma, animal. Amor es lo que necesito. Amor de verdad.
Animal te digo a vos por nunca entender nada! Reciprocidad del amor que yo siento por vos. Nada más que
eso necesito. Lo que vos estás tratando de comentar es la exacerbación de una calentura. Lo único que
faltaría es que también me digas que cuando me haces el amor estás pensando en la potranca que ganó el
último Carlos Pellegrini! (MILTON se queda observándola con cara neutra, sin decir nada, ella le sostiene la
mirada unos instantes tratando de interpretar lo que él le está insinuando. Quiebra su postura y se
apresta a salir. MILTON la frena)

MILTON: ¡Espera!... Estás confundida. Creo que después de tantos años, todavía no llegamos a conocernos.
Que yo haya utilizado esa metáfora de los caballos no implica nada más que eso. Si aún así no logras sentir lo
que me pasa con vos, estaría siendo tiempo de replantearnos nuestra relación (Pausa)

MILVA: Yo haría cualquier cosa por tratar de salvar nuestro amor. ¿Y vos?... ¿Qué es lo que harías por lo
mismo, eh?

MILTON: Cualquier cosa haría

MILVA: ¿Cualquier cosa?

MILTON: ¿Hablo en arameo?

MILVA: Nunca más pisas Palermo.

MILTON: Ok. Nunca más piso el hipódromo de Palermo.

MILVA: Lo estarías haciendo por amor.


MILTON: Lo VOY a hacer por amor.

MILVA: Ni San Isidro.

MILTON: Ah bueeeee…

MILVA: ¡Miltón!

MILTON: Ya no ir a Palermo es el acto de entrega más profundo y sincero que te puedo ofrecer para
demostrarte mi amor. Pero que también incluyas San Isidro, que ya de por sí implica un sacrificio extra
llegar… Dos colectivos, subte, tren… ¡Tené un poco de consideración, Milva!

MILVA: Te estaría evitando ese sacrificio… Mucho más tiempo para estar juntitos…

MILTON: Ojo que también mucho tiempo juntos puede ser el camino directo al aburrimiento. A la
monotonía. Lo más sano en una pareja es que cada parte tenga su porcentaje de intimidad.

MILVA: Te estoy hablando en serio; y tomalo como un ultimátum. No más Palermo, ni San Isidro, ni ninguna
otra carrera de galgos, que descubrí hace poco que también tenés ese vicio.

MILTON: ¿Y vos no tenés el vicio por los helados, acaso?... (Piensa) Sabias lo de la carrera de galgos… Me
espías… Me controlas mis actos, que es algo que yo jamás me atrevería a hacer con vos.

MILVA: ¡Un día!... Un solo día en mi vida me gustaría que investigues que es lo que estoy haciendo. Lo que
me está pasando. Aunque sea hoy que es mi cumpleaños

MILTON: Es muy feo lo que estás insinuando…

MILVA: ¿¡Insinuando?!... Te lo estoy diciendo directamente. No sabés nada de mí.

MILTON: Exagerás.

MILVA: Hasta cuando dijiste que hoy era mi cumpleaños estoy segura que te tiraste un pleno para zafar
porque no estabas seguro. ¿Te recuerdo la escena?

MILTON: Ufff. A ver, dale…

MILVA: (Imitándolo, con la voz de él) ¿Qué fecha es hoy? (Como ella) Dieciséis de octubre (Como él) ¿Y
quién cumple los años el Dieciséis de octubre?... (Termina la parodia) ¿¡Te das cuenta?! Hiciste una
pregunta retorica porque ni estabas seguro que era mi cumple; y la hiciste para que yo te lo confirmara.

MILTON: ¿¡Cómo podés pensar eso, Milva!?

MILVA: ¿¿Cuántos años cumplo??


MILTON: Aaaay, dale… ¿Por qué no me hacés una pregunta más difícil?

MILVA: ¿Cuántos años cumplo, Milton?

MILTON: Trumñoquinceos (Dice algo inentendible entre dientes)

MILVA: No te entendí.

MILTON: ¡Bueno, basta!... (Melodramático) Si la discusión sobre el amor que yo siento por vos la vas a
mensurar en base a si sé qué día cumplís los años y cuantos cumplís, lo nuestro no sería amor sino más bien
un compendio de estadísticas… Que a su vez sería el paso previo al aburguesamiento y al comienzo del final
de una historia (Pausa prolongada)

MILVA: ¿Vos, por ahí, no se te da por pensar, por alguna de esas casualidades, que todo este desgaste de
energía de mi parte al sostener esta ridícula discusión, es porque todavía siento algo por vos?

MILTON: (Se vuelve cariñoso otra vez) Yo también siento algo por vos, zonza… ¡Cerrá los ojos! Dale, cerralos
que quiero darte una sorpresa por tu cumpleaños (MILVA los cierra) Contá hasta veinte y después volvelos a
abrir (MILTON muy sigilosamente se le acerca y con un cuidado extremo intenta sacarle los billetes del
corpiño. En plena acción MILVA abre los ojos y lo descubre antes que se los saque. Queda esa fotografía
caricaturesca unos segundos, los dos mirándose fijamente. MILTON, manteniendo el gesto de sorpresa,
comienza a retroceder hacia la salida, caminando para atrás como si fuera una cinta que se está
rebobinando. Gira dándole la espalda ya para salir y MILVA le grita)

MILVA: ¡Miltón! (MILTON se frena antes de salir y ella saca unos billetes de su corpiño y estirando el brazo
se los ofrece) Frambuesa, sambayón, pistacho y chocolate con almendras. Un kilo… Voy a hacer de cuenta
como que fue idea tuya. Y cuando vuelvas, lo quiero envuelto en papel regalo y que me los des diciéndome
feliz cumpleaños amor de mi vida.

MILTON: Si te digo que me leíste el pensamiento y que con la plata iba a hacer exactamente eso, no me vas
a creer ¿no? (Apagón)

FIN DE “MILVA LOVES MILTON”

OBJETIVO MODIGLIANI
De Eduardo Grilli

Personajes
SHEILA
KENDRA
Situación: Vereda apenas iluminada de una mansión en un barrio cerrado.
Encontramos a SHEILA vestida completamente de negro, y con un
pasamontañas a medio poner.

SHEILA: Hora 23. 03. La oportunidad es hoy. Decidimos que este era el día. En
realidad lo decidí yo, porque Kendra es una persona que adolece de esa cualidad.
Ella solo es un medio para que yo – ya dije dos veces “yo” en el término de 10
segundos, lo que no habla muy bien de mí – decía que solo la voy a utilizar a ella
para apoderarme de una obra que me obsesiona. Que nos obsesiona. A Rupert y
a mí. Un original de Modigliani que está dentro de esta propiedad. Kendra no
piensa. Solo actúa. Es una experta en al arte del robo. Sin darnos cuenta, un día
formamos como una sociedad.Lo más extraño es que ella no lo hace por ambición
sino por placer. El placer de robar(Ingresa KENDRA)

KENDRA: Eso es lo que ella piensa. Sheila tiene el defecto de creer conocer a las
personas en su totalidad. Nos conocimos en New York hace unos años. En una
galería de arte. Ella miraba embelesada un grabado de Warhol y a mí esa
fascinación me despertó una curiosidad enorme sobre cómo un papel así de chico
con un rostro que parecía coloreado por mí sobrinito, podía producir semejante
efecto a un ser humano que lo estuviese contemplando. Me le acerqué.

SHEILA: Y me dijo.

KENDRA: ¿Qué darías por que fuera tuyo?... Sheila se dio vuelta, me estudió de
arriba abajo, y restándole importancia a mi pregunta comenzó a alejarse.

SHEILA: No había dado dos pasos cuando siento una mano que agarra mi brazo.

KENDRA: “Si te digo que es tu día de suerte qué me dirías”.

SHEILA: El Warhol estaba sin protección, sobre un atril. Tentador. Como


ofreciéndoseme. Kendra se me acercó aún más. Apoyó sus labios en mi oído y
susurró.

KENDRA: “Camina unos diez pasos y hacé como que te desmayás”… Una
persona normal hubiera, mínimamente, haber tratado de demente o de psicópata
a alguien que se le acerca, sin conocerla, y le dice lo que yo le dije en ese
momento. Pero los ojos de Sheila esa tarde, y a través de nuestro primer cruce de
miradas, me estaban indicando algo y me impulsaron a hacer lo que finalmente
hicimos.
SHEILA: Sin entender nada, hice lo que me pidió, y una hora después del revuelo
que se produjo con mi falso desmayo, no me pregunten tampoco cómo,
estábamos en el cuarto de mi hotel en pleno Manhattan, desenrollando un
grabado original de Andy Warhol.

KENDRA: “Hermosa anécdota ¿no?”

SHEILA: “Hermosa. Pero lo que esta noche nos ocupa tiene la firma de otro
artista. ¿Trajiste todo?”(Pausa)

KENDRA: Nos paramos frente a la mansión, y luego de una breve inspección


visual y a través de mi experiencia en ingresar fácilmente a cualquier tipo de
propiedad, terminamos de ajustarnos los pasamontañas negros y enfilamos hacia
nuestro destino.

SHEILA: Yo presentía esa noche cuál podría ser el real objetivo de Kendra. Pero
por el momento no decía nada. La dejé hacer, por las dudas.

KENDRA: Una vez dentro de la mansión y frente a la obra, se la señalé yle


comenté a mi socia que era el cuadro más horrible que había visto en mi vida. Una
verdadera degradación de la belleza femenina.

SHEILA: “Modigliani pintaba los rostros así. Flacos. Con ojos casi muertos… Vos
tampoco sos la perfección de mujer”

KENDRA: Fue la primera señal que me indicaba que algo no andaba bien con
ella. Me le acerqué y le subí el pasamontaña hasta dejar su rostro descubierto. ..
“¿Te parece que mi rostro no es bello?”

SHEILA:No supe si fue adrede su actitud, pero me formuló la pregunta con su


pasamontaña puesto. Por lo que deduje que me estaba dando la razón… “Así,
con tu cara cubierta, irradiás un halo de misterio que te hace atractiva.De esa
forma sí, sos hermosa.”…Me miró fijo y amenazante; o supuse que esa intención
es lo que se escondía debajo de esa lana azabache…“Te estoy haciendo una
broma, tonta. ¿Hoy toca pelea?”

KENDRA: Desconcertar a la gente era una de las pocas virtudes que tenía Sheila,
aparte de acumular obras de arte. Horrores me costaba descifrar cuando me
hablaba en serio y cuándo no. Ignoré su insinuación. Encendí un encendedor y lo
acerqué a pocos milímetros deRetrato de mujer con corbata negra, la obra que
nos convocaba.

SHEILA: “Acercalo un poco más y en vez de un Modigliani nos vamos a llevar


carbón para el asado del domingo”…Kendra comenzaba a jugar con fuego. Y no
me refería a lo peligroso de su acción sino al intrínseco significado de la frase…
“¿Lo embalamos?”

KENDRA: “Todavía no. Estoy pensando algo.”

SHEILA: “Sé que hoy me vas a cagar. Y no me mires como si hubieras


escuchado a Jesús desenmascarando a Judas. Hoy se piensan escapar con
Rupert”… No puedo decir que se sorprendió del todo con mi afirmación, pero sí,
creo, con el momento en que lo dije. Las dos sin expresarlo sabíamos que
nuestro juego estaba llegando a su fin.

KENDRA: Pero yo esperaba que el desenlace se produjera fuera de esta casa. En


dos segundos intenté interpretar sus palabras… “¿Si lo sabías porque dejaste que
el juego llegara hasta acá?”

SHEILA: Saqué un revolver y le apunté:“¡Porque me gusta verte


trabajar!”….Kendra, en una rápida maniobra tomó el cuadro de Modigliani y se lo
puso delante de ella. El mismo la cubría desde la cabeza hasta la mitad de su
pecho

KENDRA: ¡¡Dispara zorra!!¡¡Disparale ahora a esta flaca pelotuda con cara de


salmón recién afeitado, a ver si te animás!!

SHEILA: Otra vez, no terminaba de entender si la descripción hacía referencia a


ella o al retrato que íbamos a robar… ¡Sabés muy bien que nunca arruinaría una
obra de arte que me obsesiona! ¡Te puedo disparar a las piernas ¿no evaluaste
esa posibilidad?!

KENDRA: ¡Estupida! ¡Me podés pegar en una arteria, la femoral por ejemplo, y la
sangre salpicaría para todos lados. Incluso sobre tu famoso “Retrato de mujer con
corbata negra”¿Tenés idea la cantidad enorme de sangre que circula
constantemente por una arteria femoral?

SHEILA: Me puso contra la espada y la pared. Tendría que ser muy precisa en
que parte del cuerpo dispararle. Pero yo de anatomía no sabía un carajo. Y no me
hubiera perdonado arruinar esa obra maestra con manchas de sangre. Estaba
casi segura que se iban a fugar con Rupert llevándose el Modigliani… ¡Kendra
¿me escuchas?!

KENDRA: “No, si estoy en Uganda. Obvio que te escucho.”

SHEILA: “Te voy a disparar al ombligo. Ahora decime que de ahí salen cataratas
de sangre para arriba también. El tema es que seguramente te mate y ese no
estaría siendo mí objetivo final. ¿Te parece que vale la pena morir, socia?”

KENDRA: “¡¡¡No me llames más “socia”!!!”

SHEILA: “¡Okey, entonces te voy a llamar “sucia”! ¡Solo una sucia como vos pudo
haberse animado a hacer lo que me hiciste!”

KENDRA: “¿Te pensabas que era una persona sin sentimientos? ¿Qué nunca
me podría llegar a enamorar?”

SHEILA: “¡Miramela! ¡Ladrona de corazones ahora, también! Dame ese cuadro y


terminemos la historieta”

KENDRA: “¡Rupert no solo se deslumbraba con los cuadros que vos le llevabas
como una cierva obediente. Rupert siempre estuvo fascinado con mis habilidades.
Lo supe desde el primer día!”

SHEILA: “¿¡¡Podés dejar de hablarme desde atrás del Modigliani!!? Me da


impresión estar hablando con una pintura”

KENDRA: “¿Bajaste ese revolver? Hacelo y hablamos.”

SHEILA: “Ya lo baje”(Miente, le apunta directo a la cara. Kendra baja el


cuadro y se encuentra con la pistola frente a sus ojos. Queda esa foto unos
instantes)

KENDRA:“¿Cuántos años llevamos como sociedad?”

SHEILA:(Siempre apuntándola) “No me vas a correr por el lado del


sentimentalismo. Lo hubieras pensado antes de Icardiarme a Rupert. Ahora sí, de
repente, me agarraron como ganas de liquidarte”

KENDRA:“Rupert nunca te quiso. Solo le importaba la fortuna que hacía a través


de tus cuadros.”
SHEILA:“¿Y vos? ¿Alguna vez te falto algo? Ya sé que nunca te importó el dinero
sino la adrenalina que te generaba robar, pero siempre te dimos lo que por tu
trabajo merecías. Incluso hasta te sirvió para hacerte la depilación definitiva. Todo
te dimos”

KENDRA:“Pero no me diste lo que más quería. Por eso te lo tuve que robar.”

SHEILA:“Salvo que con ese robo, te fue la vida. Te dejo que reces una oración
antes de irte a conocer a Modigliani en persona. Decile cuando lo encuentres que
su fama se multiplicó mil veces después de muerto. Adiós.”

KENDRA:“¡¡Esperá!! ¿¿No me dabas tiempo para rezar una oración??”

SHEILA:“¡Es lo que se dice en estos casos, según los relatos de suspenso. Pero
okey, dale, rezá un Padre Nuestro. Rápido!”

KENDRA:“Soy devota de la Virgen de Guadalupe. Voy a rezar un Ave María”...


(Pausa)Y así seguimos un rato, confrontando nuestras emociones. Caminando
por la cornisa. Pero Sheila sabía que no iba a apretar ese gatillo tanto como lo
sabía yo. Por eso nos permitimos jugar a ponernos en una situación límite sin
saber muy bien qué es lo que realmente pretendíamos hacer con nuestras vidas.
Lo de Rupert era verdad, pero nada ameritaba una ruptura o algo que pudiese
poner en riesgo esta sociedad que habíamos forjado con los años. Ni siquiera un
hombre.

SHEILA:Rupert era ese hombre del cual yo creí estar enamorada.

KENDRA:Y del cual yo también me enamoré. Pero lo había hecho por la única
razón de la sensación que me produciría robarle algo y que ella se sienta robada.

SHEILA: Sí. En Kendra la locura llegaba a parámetros fuera de lo normal.(Pausa


breve)

KENDRA:Pasó un tiempo en que las dos asumimos lo de Rupert, y en el


transcurso de algunos meses, el hombre desapareció de nuestras vidas.

SHEILA: O mejor dicho, creímos haberlo desaparecido.(Pausa)Hasta que


desembocamos en esta noche.
KENDRA: Cuando estábamos terminando de embalar cuidadosamente el
Modigliani…

SHEILA: Y cuando desde uno de esos antiguos relojes de pared, un terrible gong
anunciaba que eran las doce de la noche…

KENDRA: Algo sucedió.

SHEILA: “¿Qué fue ese ruido?”

KENDRA: “Aquél reloj. Nunca había visto un reloj tan antiguo”

SHEILA: “No. Fue otra cosa lo que escuché”…Desde el costado inverso al que
nos habíamos quedado ambas dos observando ese viejo Cu-cú, unos pasos se
hicieron más audibles y la figura de un hombre se nos aparecía en el medio de la
penumbra. (Las dos dirigen sus miradas hacia un costado donde
supuestamente estaría esa figura. Ambas exclaman)

KENDRA y SHEILA: “¡¡¡¿Rupert,sos vos, qué haces acá?!!!... Luego supimos que
nos estuvo siguiendo sin que nos demos cuenta.

KENDRA: Silencio. Rupert era mudo. No obstante el lenguaje de señas lo


manejaba a la perfección.

SHEILA:“¿¡Qué está diciendo!?”

KENDRA: “¡Sos vos la que más tiempo convivió con él! ¡Deberías saber
interpretarlo a esta altura!”

SHEILA: “Pasa que no veo muy bien (Observa al supuesto Rupert) ¡¡¿Qué?!!
¡Ni loca!... ¡Nos está pidiendo que dejemos el Modigliani en el piso y que nos
tomemos el palo!

KENDRA: (Le saca el revólver y apunta al sector donde estaría Rupert)¡El


que se está por tomar el palo sos vos; y ahora me termino de convencer que lo
nuestro fue un error! Yo pensaba que algo, siquiera algo, te importaba, Rupert;
pero lo único que te importa es el cuadro de esta flaca pelotuda con cara de
salmón recién afeitado… (A SHEILA) ¿Qué dice?

SHEILA: No me animo a decírtelo.


KENDRA: ¡Decimelo!

SHEILA:“Que vos también deberías haber sido modelo de Modigliani porque


tenés más cara de boluda que la mujer del cuadro”

KENDRA: “¡¡No pudo haber dicho todo eso si hizo solo 2 o 3 gestos con una
mano!!”

SHEILA: “¿Quién es la que sabe el lenguaje de señas, vos o yo?... (Hacia afuera)
¡Rupert ¿no te parece que estás grande para hacer esos chistes?! … (A
KENDRA)Dice que no es ningún chiste y porque te estima no te dijo todo lo que
realmente piensa de vos.”

KENDRA:“Hizo solo este gesto con la mano, no me jodas” (Hace un gesto


mínimo con una mano)

SHEILA: “Está usando el método abreviado.”

KENDRA: (Hacia afuera) “¿Sabés lo que no me termina de cerrar, Rupert? Que


no tomés conciencia que este revolver en esta mano está determinando quién
tiene el control de la situación. Salvo que inconscientemente estás buscando
suicidarte”

SHEILA: “Dice que sí, y que le pases el revólver, que adivinaste su intención…
(Hacia afuera) ¡¿Pero vos te pensás que nacimos ayer y que te vamos a pasar el
revólver?!… (A KENDRA)“¿Qué es lo que tiene en la mano?”

KENDRA:“No estaría muy segura, pero apostaría a que son sus dedos”

SHEILA:“La piel no brilla, Kendra, y ese reflejo parecería que es de algún objeto
metálico”… ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¿Estás viendo lo mismo que yo?!!(Se escuchan dos
disparos. En cámara muy lenta y coreográficamente, como en slow motión,
ambas caen al piso, heridas de muerte)Kendra… Kendra… ¿me… escuchás?
(Las dos, a partir de este momento, hablan como en cámara lenta)

KENDRA: “No… si estoy… en… Uganda… Obvio que te… escucho”

SHEILA: “Fue hermoso conocerte… Te voy a… extrañar.”


KENDRA: “Fue hermoso… Pero yo no te voy… a… extrañar. Porque voy… a…
estar muerta… Y generalmente los muertos no extrañan… Simplemente se
mueren…”

SHEILA:“Ah, okey… ¿Y por qué estamos hablando como en… cámara lenta?”

KENDRA: “No es cámara lenta… Es… porque nos queda… poco… aire… Es por
eso…”

SHEILA: “Ah, okey… ¿Lo podés ver a Rupert?... ¿Qué hace?... Hacele señas que
si… nos llama a una ambulancia, le dejamos que… se… quede con el Modigliani”

KENDRA: (Hacia afuera)“Rupert, escuchaste… Si llamás a una… ambulancia,


dejamos que… te quedes con el cuadro… ¿Eh?... Que te recontra… puto”

SHEILA:“¿Qué te dijo?”

KENDRA: “Me hizo una seña, pero la que entiende de… señas sos vos… Juraría
que… me mandó a… cagar. Vos y tus… ideas”

SHEILA: Y esas fueron las últimas palabras de Kendra. Veinte segundos después,
yo también dejaría de respirar… (Se levanta del suelo) Pero solo por otros veinte
segundos más, para después seguir viviendo… Mi bala había tenido un orificio de
salida y no había comprometido ninguna zona vital. Rupert seguía parado en la
oscuridad, como contemplando su obra. Ni se inmutó al ver que yo solo estaba
herida y me incorporaba.Le grité: “¡¿Bien, y ahora cómo sigue esto’!”… Con su
lenguaje de señas me indicó que levantara el Modigliani del piso y se lo
pasara.“¡Te lo pasó con la condición que me llevés a un hospital. Me estoy
desangrando y puedo fenecer en cuestión de minutos!”… Me hizo este gesto
(Dedo de fuckyou) y yo lo interpreté como que no lo estaría convenciendo con mi
oferta. Entonces, mientras recogía el cuadro del suelo acatando su orden, el
destino quiso que nuestro revólver había quedado debajo del Modigliani. Y con un
rápido y disimulado movimiento, tomé ambos objetos con una sola mano, giré, lo
enfrenté a Rupert y le ofrecí el cuadro; con la salvedad que por debajo del mismo,
con mi otra mano apuntaba amenazante al desgraciado… “Acá está tu Retrato de
Mujer con corbata negra… ¡Y con revólver debajo de su ropa!”… Los ojos de
Rupert, desorbitados, viendo como el caño de mí 9 milímetros, iba a ser la última
imagen que quedaría como epitafio visual de su deleznable existencia, fueron a su
vez, la última foto que me quedó de la persona que había tenido la osadía de
interponerse entre Kendra y yo… Observé a modo despedida los dos cuerpos
yacientes en el living de esa mansión; y antes de irme de ese lugar, arrojé un beso
afectuoso al aire que fue a depositarse en el rostro de quién había sido mi
compañera de aventuras por muchos años… Verifiqué que el cuadro no hubiese
sufrido ningún daño, intentando, a su vez, comenzar a cambiar el chip de mi
película… Una vez que hube ganado la calle, comprobé que la noche transitaba
aún sus tiempos de calmas y silencios. Solo una brisa que aliviaba en parte el
fuego que sentía en la herida, me animo a seguir marchando… Eran más de las 3
de la mañana y lo que menos me importaba era que estaba caminando con 20
millones de dólares debajo de un brazo, y que se materializaban a través de una
mujer flaca con cara de salmón… recién afeitado…

FIN DE “OBJETIVO MODIGLIANI”

OCHOCIENTOS CUARENTA Y TRES METROS ABAJO


de Eduardo Grilli

Personajes
NACHO.
CLARA.

Se encuentran en el interior de una mina de carbón, cientos de metros bajo tierra, iluminados
por una lámpara. Observamos una silla hacia un costado y unos pedazos de carbón como únicos
objetos visibles.

SELVA: Nunca me dijiste que era tan oscuro esto.

NACHO: Generalmente la minas de carbón son tirando a oscuras. Son ideales…

SELVA: ¿Ideales para qué?... Para tomar sombra…

NACHO: Ideales para… para… para los minerales y todo eso…


SELVA: Trabajas ocho horas por día en esta tumba y no sabés por qué este ambiente lúgubre es
ideal para algo…

NACHO: Trabajo para mantener a tus hijos no para no para aprenderme los beneficios y contras de
la oscuridad sobre las propiedades del carbón.

SELVA: ¿Y qué te hizo pensar que un paseo por esta cueva malolienta me iba a llegar a
deslumbrar?

NACHO: Siempre te quejas que en tus reuniones de Té-Canasta nunca llevás un tema de
conversación. Mirá si no es una flor de experiencia esta.

SELVA:(Irónica) Si, porque tengo tantos paisajes para describirles… Pará que me saco una selfie
con el fondo de esa grieta en la pared…

NACHO: Te hablo de una experiencia casi metafísica.

SELVA: Te sigo, a ver…

NACHO: ¿Sabés a cuantos metros bajo tierra estamos?

SELVA: Un poco más abajo que el subte de la línea B, seguro.

NACHO: ¡Ochocientos cuarenta y tres metros!

SELVA:Ajá. ¿Y lo metafísico?

NACHO: ¿Un cadáver cuando lo entierran, sabés a cuantos metros abajo está?... A dos metros
como mucho…

SELVA: Me está empezando a faltar el aire… Si me hablás un poco para que te entienda vas a hacer
que me sienta algo mejor.

NACHO:Estamos casi ochocientas veces más lejos de la vida que un cadáver. Este es un lugar
donde se empiezan a poner en juego otras sensaciones que están lejos de lo racional
¿entendés?.Un lugar donde casi dejamos de ser lo que somos para pasar a ser algo distinto, hasta
indescifrable... Por ahí viene lo metafísico.

SELVA: Lo que va a estar en juego es mi vejiga, porque me estoy pillando y no sé acá abajo dónde
están los baños.

NACHO:Podés hacer en cualquier lado. Hoy no hay nadie trabajando acá.


SELVA: ¡Como para que nos pase una emergencia! Me hubieras traído un día que hubiera un
médico de guardia por lo menos. ¿Cuándo trabajan, hay alguien acá con conocimientos de
medicina en algún momento por si te pasa algo?

NACHO: Vivís preocupándote por todo, Selva. Disfruta de este espacio onírico, y libera la mente y
los sentidos por un rato. Lo vas a necesitar, yo sé lo que te digo…

SELVA: ¿Sabés que si fuera claustrofóbica ya me estarías enterrando, no?

NACHO: Todavía no.

SELVA: ¿Todavía no, qué?

NACHO:(Titubea un poco) Digo que… si fueras claustrofóbica no te hubiera traído a conocer las
minas.

SELVA:Todavía no, dijiste…

NACHO: ¿“Todavía” dije?... No sé, estaría pensando en otra cosa…

SELVA: Me estarías enterrando si fuese claustrofóbica, te dije, y me dijiste todavía no.

NACHO: Habré querido decir que todavía no sos… claustrofóbica… no sé…

SELVA: Estás pálido ¿te sentís bien?

NACHO: Me agarró de repente así, como que me falta el aire un poco…

SELVA: ¿Yo soy la que baja a esta tumba por primera vez y el aire te falta a voz que casi vivís acá
dentro?

NACHO:(Tranquilo) Te voy a matar.

SELVA: ¿Eh?

NACHO: A matar. Ahorcar… Te traje acá abajo para ahorcarte y que nadie más te encuentre.

SELVA: ¿¿Cómo que me vas a matar??

NACHO:Ahorcandote ¿sos sorda?


SELVA: ¡No de “cómo” vas a hacerlo! ¿¡Como de “Por qué” me vas a matar?! ¿Me estás jodiendo
Nacho?

NACHO: No. No me animaba a hacerlo en la superficie. Acá abajo es como que se liberan más las
culpas.

SELVA:Llevame arriba ya, que entre tus chistes y este tren fantasma ya me estoy empezando a
poner nerviosita(NACHO saca de un bolsillo una cuerda)¿Qué es eso?

NACHO:Una tira de asado ¿No ves que es una cuerda? Es más rápido y no vas a sufrir casi nada.
Para que no te vayas de este mundo con la imagen de que soy una bestia sanguinaria.

SELVA:Nacho… Te aviso que voy a gritar… ¡¡¡Auxiliooooooo!!!

NACHO: Hagamos las cosas sencilla, Selva. Después tengo que enterrarte, dejar todo limpio… Eso
lleva un tiempo.

SELVA: Nachito, sé que a veces soy un poco cruel con vos, pero de ahí a que me quieras asesinar
en una mina de carbón…

NACHO: Quise hacerlo reservando una habitación en el Ritz, pero después qué iba hacer… ¿Le iba
a pedir a una mucama que me ayude a meterte en una valija? Sentate en esa silla, dale.

SELVA: ¡¿¿Y qué le vas a decir a tus hijos??! ¿¿¿Qué me dejaste olvidada en la mina???

NACHO: Esa opción no la había pensado, y no está mal… A ver, otra que se te pueda ocurrir…

SELVA: Te me llegás a acercar y vas a conocer lo que soy capaz de hacer con mis brazos.

NACHO: Planchar como el orto. Cocinar como si lo estuvieras haciendo para un comedor de
refugiados. Agarrar las frazadas y destaparme en invierno… Esperá que preparé una lista que te
iba a leer antes de la ejecución (Saca un papel)

SELVA:Claaaarrooo, porque el señor es el Duque de York y es la perfección de marido.

NACHO: Te leí las más livianas, pero sintetizo y te leo la final y la que catapultó mi decisión: Con
esos brazos abrazaste y te entregaste a los brazos del Negro Carulo, mi compadre.

SELVA: ¿¿Quién te dijo que fui al hotel Eros con el Negro Carulo?? (Se da cuenta de su error)

NACHO: Que ganas de responderte con una rima, pero me urgen las ganas de ver como esta
cuerda se retuerce en el cuello de una mujer infiel.
SELVA: Bueno, sí. Estuve en un telo, pero no con el Negro Carulo sino con Palmisiano.

NACHO: ¿¿Con el tano también??

SELVA: Nada de “también”. Estuve con Palmisiano pero no con el Negro Carulo, te acabo de decir.

NACHO: Me llegó por Facebook una foto en la que estás entrando al hotel con el Negro Carulo

SELVA:¡Ese fue Palmisiano que es un maestro con el Photoshop, y lo hizo para vengarse y
mandarlo al frente al Negro, ya que se la tiene jurada porque el Negro Carulo en una fiesta de fin
de año del Sindicato,se encerró con la mujer de Palmisiano en un baño. Sé yo más que vos de la
vida privadade tus amigos.

NACHO: ¿¿¿Y por qué Palmisianono se vengó encamándose con la mujer de Carulo en vez de
sopletearme a mí mujer, eh???

SELVA:Si me dejás que te explique…

NACHO:Mirá, sea con Palimisiano, con Montotoo con Carulo, me rompiste la ilusión. ¡Yo me casé
con la ilusión de tener una mujer para toda la vida, entendés!

SELVA: Tuvimos que encontrarnos con Palmisiano en un telo para planear bien la venganza para
Carulo. Necesitábamos un lugar ultra seguro para que nadie se entere. Me preguntó si no le hacía
la gamba y mirá si no lo voy a ayudar con lo amigo que somos. Que era solamente para entrar al
hotel, registrar esa imagen para luego photoshopearla y nada más. Te juro que no pasó nada más.

NACHO: ¿Además de cornudo te pensás que soy boludo?

SELVA:¡Nosos boludo pero estás a punto de convertirte en un asesino por no confiar en tu mujer!

NACHO: ¡Si tuviera señal en el teléfono lo estaría llamando ahora mismo a Palmisiano para sacarle
mentira a verdad sobre lo que estás inventando!

SELVA: Subamos.

NACHO:Así te me escapás. Ja.Te dije que en la superficie no me iba a animar a hacerlo. Sentate en
esa silla así terminamos con esto de una buena vez.

SELVA:¡Nacho recapacitá! ¡No sos el primero ni vas a ser el último hombre que iba a ser
abandonado por una mujer!
NACHO:¡¿Encima tenías pensado dejarme?!

SELVA: Porque como ya me imaginaba, vos no ibas a creerme la historia de Palmisiano y el Negro
Carulo. ¿Cómo te pensás que podrías seguir viviendo al lado de una persona que no confía en
uno?

NACHO:Me terminaste de convencer. ¿Querés agregar algo más antes de irte a develar el misterio
de qué pasa cuando nos morimos?

SELVA: Sí. Que ya sospechaba que algo raro pasaba cuando me invitaste a conocer estas tumbas. Y
por lo tanto le dije a Martincito que si a la noche hoy mamá no estaba en casa para dormir, que
avise a la policía y le comente que su papá había llevado a su mamá a visitar las minas donde
trabaja.

NACHO:¡Te dije que era un secreto, que no le digas a nadie y me dijiste okey! ¡Te das cuenta que
no me equivoco cuando digo soy yo el que nunca pudo confiar en vos!

SELVA: ¡¡Estaba en jugo mi vida, por si te interesa darte cuenta!!

NACHO:(Después de una pausa donde finge arrepentimiento) ¿En serio pensaste que podía llegar
a hacer algo así como querer matarte?

SELVA:Tengo el instinto femenino hiper desarrollado. Ahora no te me vengas a mandar una


actuación como que me estabas haciendo una broma, eh. Subamos, que si no ponés ninguna traba
para el divorcio, esto que pasó acá, queda enterrado como pensabas hacerlo vos conmigo.

NACHO:Sí. Mejor subamos porque igualmente esto no va a quedar acá. Mejor dicho esto recién
empieza…(Pausa) Habrás dejado algo para cenar por lo menos ¿no?

SELVA: Ayer me dijiste que hoy a la noche te ibas a… A mandar flor de asado para festejar…

NACHO:Que lo que me faltaba era el carbón…

SELVA:Y que si no querías que te acompañe a la mina para ayudarte a subir un poco y de paso
conocerla…… Ahora entiendo(Irónica) Casi que no hay diferencias entre vos y Hitchcock…

NACHO:Pensá lo que quieras. La verdad es que, como toda la vida, jamás me hubiera atrevido a
hacer algo para dañarte… Subí vos primero, que mientras yo junto un poco de carbón para el
asado… (Sale SELVA. Espera unos segundos y luego hacia donde salió ella)¡¡Y decile a Martincito
que si papá no está para prender el fuego, que mamá se lo dejó olvidado en la mina!!... ¡¡Y a
Palmisiano, decile también!!... ¡¡¡Y a Carulo!!! (Empieza lentamente a juntar algunos trozos de
carbón)
OFF SELVA:¡¡¡Nachooo!!!... ¿¿¿¡¡¡Qué Carulo!!!??? (Nacho se detiene. Observa a público con
gesto neutro. Apagón)

FIN DE “OCHOCIENTOS CUARENTA Y TRES METROS ABAJO”

PASSIONNEL
de Eduardo Grilli

PERSONAJES:
HUGO
MARIANNE / SELVA. Son gemelas; lo interpreta la misma actriz en base a un ligero pero
muy marcado detalle que modifique su identidad sobre la marcha. MARIANNE es
tranquila, pensante. SELVA es todo lo contrario.

------O-----
< Paris. En un hotel >

MARIANNE: Je suis trés hereux que nous avons retourné por avoir une conversation. Ya se
estaba haciendo demasiado largo esto.

HUGO: Yo también estoy feliz. Hace rato que teníamos que tener esta conversación.
¿Dijiste eso, no?

MARIANNE: Oui. ¿Aimez-vous Paris?

HUGO:Solo cuando llueve. Hablemos en mi lengua si no te jode.


MARIANNE: La verdad, no extraño nada Buenos Aires

HUGO: París no es Buenos Aires… Como vos no sos Selva.

<HUGO y SELVA, en otro lugar >

SELVA:Esto de vivir esperando me agota un poco. Vos y tus métodos. Sos una mierda.
Pero a pesar de todo confío en vos.

HUGO: La ahogué. La invite a pasear por el Sena. Bajamos por las catacumbas, bordeando
esos canales. Le ofrecí un Gitanes. Me dijo no fumo. Y me miró con esa mirada que
pareciera ser solo propiedad de los sentenciados a muerte. Como si presintiera su final.

SELVA: No quise decir que vos sos una mierda. La vida misma es una mierda. Pero así son
las cosas. Lo bueno es que tomaste una decisión y la cumpliste… (Ironiza) Y te perdono.
Yo, Selva Locatti, te perdono. No te rías. No dije nada para que te rieras.(Ella es la que se
ríe)

HUGO: ¿Vos te pensás que se resistió? Cuando caía al agua, por un instante me pareció
ver hasta un dejo de placer en su rostro.

SELVA: ¿Cómo si morir en el Sena hubiese sido su destino? ¿Cómo si lo anhelara?

HUGO: Como si supiera que por fin se iba a librar de vos… Ahora que te vuelvo a ver
después de estar con ella, noto que no son tan dos gotas de agua. (SELVA se acerca y lo
abraza)

SELVA:¿Qué diferencia encontrás?

HUGO: El corazón. Dudo que vos tengas uno.

SELVA: ¿El corazón poético o el de verdad?... Y sabés que las metáforas me rompen bien
las pelotas. Sos más interesante cuando sos práctico. Como lo que acabás de hacer.

HUGO: “Como lo que ACABAMOS”


SELVA:(Se señala) La parte intelectual de una operación no aplica tanto, pero si te
gusta,okey,“Lo que acabamos de hacer”… Si no fuera que estamos cortos de tiempo te
estaría dando un beso francés.

HUGO: Guardá la lengua para cuando tengas que hablar.

SELVA: ¿¿Cuándo tenga que hablar??

HUGO:En algún momento vamos a tener que hablar. Dar alguna explicación, ¿no te
parece?

<MARIANNE y HUGO, en el hotel >

MARIANNE: La odio. Así de simple. Tanto o más de lo que ella me odia a mí.

HUGO: Ella dice que…

MARIANNE: Que no hay lugar para las dos. Que los gemelos son un error de la naturaleza.
Elle est fou. ¡Loquísima!

HUGO: En tu nueva vida me gustaría que te llamaras Clémence. A veces sueño que me
caso con una princesa que se llama Clémence, y un apellido así, como medio de la
realeza… Sommerville… o… Rochetieux…

MARIANNE: Primero matala. Después nos ocupamos de las boludeces. Je t’en prie.

HUGO: Así sí me gusta. Cuando terminás las frases en francés. No te entiendo un carajo,
pero suena a glamour y supongo que es lo menos importante de lo que me estás diciendo.

MARIANNE: Je t’enprie quiere decir “te lo ruego”. Te ruego que hasta que no termines lo
que tenés que hacer te reserves los comentarios que no agregan nada.

HUGO:Si se descubre lo que queremos hacer, a vos te van a prender fuego como a Maria
Antonieta y a mí me van a decapitar como a Juana de Arco

MARIANNE:A vos te van a hacer tragar un libro con la historia de Francia, hoja por hoja, y
ahí te vas a morir ahogado en tu ignorancia. Bestia. (Transc.) Me gustaría que vivamos en
las afueras de París, después. Je t’en prie.
HUGO: Vos sabés que yo nunca maté a nadie ¿no?(Mata un mosquito que se posó en su
brazo)

MARIANNE:No difiere mucho de lo que acabás de hacer… ¿No te seduce ser el


protagonista de un crimen pasional? A mí sí. Siempre me pregunté cómo sería. Qué se
siente. Matar por amor… por celos… Debería existir una ley que contemple cuando uno
mata por amor… Por amor verdadero, digo… ¡Trés romantique!

HUGO: ¿Lo podés hacer vos si tanta fantasía te despierta? Es tu hermana gemela.Y lo que
a mí sí, siempre me despertó curiosidad es la historia de Caín y Abel. ¿Lo harías?

MARIANNE:Je le ferais avec plaisi rmais je suis imressionné par la sang.

HUGO:¿Eso es un sí o un no? Dijisite algo de la sangre ¿no?

MARIANNE:Me impresiona la sangre, dije… ¿Sospechará ella algo?

HUGO:Es lo menos importante si sospecha. Cuando uno deja de respirar, entramos en un


plano donde todo lo que nos estuvo pasando…

MARIANNE: ¡Cést suffit! No estoy para sermones filosóficos. Y cuando vos entrás en esa,
te sale tu parte insegura. Te hice una pregunta nada más… ¿Querés un trago? (Se sirve un
cognac)

HUGO:No… ¿A qué hora sale tu tren?

<MARIANNE, sola >

MARIANNE:Esa misma noche tenía que tomar un tren a Burdeos, donde habíamos
quedado reunirnos. Él se iba a comunicar conmigo cuando todo estuviera resuelto.
Cuando le pregunté si Selva sospechaba, es por qué la conozco. Prácticamente desde que
nací (Sonríe) Pero la realidad es que sospecho más de él que de ella… No de que lo
pudiera hacer. Sino de el por qué realmente lo quiere hacer.

< HUGO y SELVA, en algún lugar >

SELVA: ¿Novedades?
HUGO:El cuerpo no aparece.

SELVA:Crimen perfecto. Volvamos a Buenos Aires.

HUGO:No todavía. Tengo que resolver algo más.

SELVA:¿Qué? ¿Te querés ir a robar La Gioconda al Louvre? Dejate de joder y preparemos


el regreso. Odio los franceses. Odio Francia. Y odio este puto barrio en que vivió mi
hermana.

HUGO: ¿Qué parte no entendés de “tengo que resolver algo más”? (SELVA se lo queda
mirando un largo instante que parece infinito. Se le acerca y se le pone cara a cara,
neutra. Prende un cigarrillo. Arroja el humo a un costado de la cara de él)

SELVA: Estoy en el bar de le esquina (Sale)

< MARIANNE, sola >

MARIANNE: Camino a la estación la vi. Estaba sentada en un bar. Sobre el Boulevard Saint
Germain. En una de esas mesitas ubicadas en la vereda. Al principio me corrió un
escalofrío por el cuerpo. Me vi a mí misma, ahí, en esa mesa. Como si lo que estaba
observando fuera solo una proyecciónde mi mente y no una persona real. O como si mi
cuerpo se estuviese desdoblando para hacerme sentir lo misma que ella estaba sintiendo
en ese momento. No resistí la tentación y me bajé del taxi. Me quedé mirándola desde
una distancia prudencial para que no me viera. Parecía nerviosa. Fumaba dando pitadas a
un promedio de una cada dos segundos. Tres, ponele. Tan distintas y tan parecidas, ella y
yo. Y en ese instante me terminé de convencer – por si aún hubiera hecho falta – que una
de las dos estaba de más. No solo en la vida de Hugo. En la vida misma. Este pensamiento
me sirvió, además de para odiarla un poco más, también para comenzar a acelerar las
cosas… El día estaba tan gris en París que el mismo escenario natural lo estaba pidiendo a
gritos. Como si uno de aquellos directores de cine diera la orden de ¡acción!… Saqué mi
celular y lo llamé… A su vez cierta confusión se instaló en mi cerebro.

< HUGO, solo. Suena su celular>

HUGO:¿Perdiste el tren? (…) ¿Y ahora? (…) No, el otro sale dentro de cinco horas, creo.
¿Por qué lo perdiste, qué te paso? (…) ¿Pensar qué? ¿Qué tenés que pensar? (…) ¿Y dónde
estás ahora? (…) Paseando… Pensando y paseando…. Te quedaste callada, ¿estás ahí?...
Hola… Hola… Marianne…

< HUGO y SELVA, en algún lugar>

HUGO:¿Observada?

SELVA:Sí, no sé…. ¡¡¡Tenía ganas de levantarme de ese bar y empezar a gritar qué mierda
están mirando!!!... (Pausa) Y vos que no sé qué estás esperando… ¿Ya hiciste lo que te
faltaba hacer?... ¿¡¡¡Ya fuiste al museo a robarte un cuadro, o el Santo Grial, o la pirámide
del Louvre, o la concha de tu hermana?!!!

HUGO:¡¡¡¿Te calmás?!!!

SELVA:¡¡Me pareció como si el fantasma de Marianne estuviese rondando ahí, cerca mio!!
¡¿Te lo digo más claro, Hugo?!... Ya sé que es una sugestión, pero cuanto más tiempo nos
quedemos, más locos nos vamos a volver.

HUGO: Volvete al bar. En un par de horas te alcanzo y empezamos a planear bien la


vuelta.

< MARIANNE, sola >

MARIANNE:Como una fuerza que me empujara, ajena a mi voluntad, me empecé a


acercar hacia donde estaba ella. Y como si ella lo presintiera se levantó y se alejó de ese
bar antes que yo llegara. Me senté en una mesa cerca de donde ella había estado y me
pedí un cognac. Mientras hojeaba Le Monde, a los quince minutos más o menos, pasó lo
que no tenía que pasar… O mejor dicho, lo que él nunca pensó que podía pasar… La figura
de alguien que conozco por demás, se me empezó a hacer visible… Acercándose.

< SELVA y HUGO, en el hotel >

SELVA: Ya estoy más tranquila. París es mágica, no hay dudas. Hay algo en esta ciudad que
lo transforma todo. Hasta las cosas más increíbles…

HUGO:(Irónico) ¿Ya desapareció esa manía persecutoria? ¿Se te volvió a aparecer el


fantasmita de tu hermanita gemela? Contame cómo estaba. Tendría ese perfume tan
característico de las cloacas del Sena ¿no?
SELVA:Parecía más viva que nunca. Como que no bastó matarla una sola vez. Cuando
volví al bar estaba ahí, sentada en una mesa y como esperándome... Me contó todo…
Cómo lo hiciste… El miedo en tu cara… Eso no me lo habías dicho vos. Que parecía que el
pánico te estaba dominando.

HUGO:¿Qué boludez estás diciendo? ¿Te vas dos minutos a un bar y ya volvés colocada…
o alcoholizada?... Volviste rápido otra vez, y te dije que tenía que terminar de hacer algo.

SELVA:Por eso vine. Para ayudarte a terminarlo. (HUGO, sin comprender, la estudia unos
segundos)

HUGO:¿Sabés que cuando te da por mezclar palabas en francés te entiendo más que
cuando te querés hacer la enigmática como ahora?

SELVA: Nunca me explicaste bien cómo lo ibas a hacer…

HUGO:¿Lo que me falta hacer?

SELVA:Lo de deshacerte de Marianne.

HUGO:Te dije que la ahogué en…

SELVA: (Interrumpiendo) Sabía que confiar en vos era el error más grande… Y ahora no
me vengas a contar estupideces. J t én prie

HUGO: ¿Je t’en prie, dijiste?(SELVA se saca el detalle que la convertía en su hermana
gemela y se rebela que es MARIANNE)

MARIANNE:Cuando uno no se decide alguien tiene que tomar la posta y hacerlo por esa
persona que no se decidió ¿Me seguís?(HUGO no sale de su asombro)

HUGO: ¿Quién sos de las dos?

MARIANNE:Juana de Arco que vuelve de la hoguera. O si querés María Antonieta que se salvó de
la guillotina porque no estaba muy afilada... Pero mejor es que sea Marianne Locatti. La última
Locatti que quedó con vida en esta Tierra, y que tiene dos pasajes a Burdeos en primera clase para
esta noche a las 23.55… Aunque no sé si me estaría sobrando uno…
HUGO:¿La última Locatti con vida? Me estás diciendo…

MARIANNE:Fue más sencillo de lo que pensaba… ¿Vos me habías preguntado si me atrevería a


hacerlo?... Lo que no me estaría terminando de quedar en claro - ya que mucho esa historia no la
conozco - es si yo en este caso vendría a ser Caín o Abel

HUGO:Caín era el malo.(Pausa)

MARIANNE:No lo ibas a hacer nunca ¿no?... Todavía no sé cómo te atreviste a matar a aquel
mosquito que te estaba picando… Pero está todo bien… Por lo menos sé que si un día lo pensás
hacer conmigo, tampoco te vas a atrever

HUGO:Matar no es algo que se decide en un minuto.

MARIANNE:Es verdad. Yo me habré demorado unos cinco, más o menos

HUGO:¿Cómo lo hiciste?

MARIANNE: (Comienza a invadir la escena algo que se venía insinuando en los últimos
parlamentos, y es una tensión sexual entre ambos personajes ya casi imposible de contenery
que va a ir in crescendo) ¿Cómo lo hice?... ¿Estás seguro que querés saber?... ¿Pero seguro,
seguro…?

HUGO:Con detalles, por favor…

MARIANNE: Voy a tratar de ser lo más explícita posible… (Con actitud muy sensual y
sugestiva comienza a quitarse la camisa o remera, quedando en corpiño y del mismo
modo, quita la prenda de HUGO, dejándolo con el torso desnudo, dando inicio a los
juegos previos al acto sexual. Tras unos instantes, el llanto desgarrador de un bebé
proveniente de otra habitación y que se mantendrá hasta el final, interrumpe el clima
creado, volviéndolos a ambos a una realidad de la que solo por unos minutos habían
logrado evadirse. Se quedan observándose, neutros)

HUGO: A pesar de todo salió bien ¿no?... Casi lo logramos

MARIANNE:¡Lo logramos!... Lo pude sentir… No me gustó mucho como me salió la


francesa ¿no?
HUGO:Pse… te salió medio una francesa de Fuerte Apache, pero fue lo de menos. Lo que
más me calentó fue la intriga que pudimos crear. Lo excitante de ese doble juego tuyo…
Todavía estoy re caliente…. ¿Te ocupás vos hoy de Coquito?

MARIANNE:Me ocupo, mon amour… Me ocupo. (Apagón)

FIN DE “PASSIONNEL”

Buenos Aires, marzo de 2018

POMPEYA Y SINIESTRA
de Eduardo Grilli

PERSONAJES:
SINIESTRA
POMPEYA

Habitación. SINIESTRA tiene entre sus manos uno de esos muñecos


bebotes de plástico, peladitos y sin ropa. Se lo van pasando por el aire con
POMPEYA, cual si fuera una pelota.

SINIESTRA: El Mundial de fútbol femenino se juega cada dos años en Kuala


Lumpur. Para esta oportunidad, el puesto de número 10 de la selección se lo
disputan dos de las mejores goleadores que han salido de estas tierras: Quien les
habla: Siniestra Perezlinda, y…

POMPEYA: Pompeya,a secas. Nacida en Barracas pero negacionistade


nacimiento.
SINIESTRA:Negar tu lugar de origen no te suma ni te agrega nada.

POMPEYA:Acá nadie niega nada. Solo que los relatores no quiero que digan: gol
de Etelvina Suarez del Corral. Por eso me puse Pompeya.

SINIESTRA:Pse… Porque “gol de Barracas” se prestaría a confusión. ¿Hay un


club de fútbol Barracas, no?

POMPEYA: Igual… nadie gritará nuestros goles. El fútbol femenino no interesa en


este país.

SINIESTRA:Pasa que Pompeya me da a riachuelo… el puente ese… olor a


mierda…

POMPEYA: ¿De qué hablás?

SINIESTRA:¡Del sobrenombre! ¿Por qué no te pusiste Palermo? Por lo menos te


relacionarían con… con Palermo… el goleador.

POMPEYA:(A público) Cuando Siniestra empieza con el boludeo es porque


esconde algo. Quiere decir algo y no le sale. Tiene miedo que yo sea la elegida.
Pero no se imagina que yo deseo que sea ella la que vaya al mundial y no yo. Se
lo merece. Nos conocemos desde que éramos así de bajitas y nuestras amigas no
paraban de hacernos bulling – en esa época no existía esa palabra – digo que nos
maltrataban porque nosotras preferíamos jugar a la pelota antes que estar
amamantando y meciendo a un extraterrestre peladito de plástico que,
teóricamente, hacía las veces de… “bebé”.

SINIESTRA:(A público)Al mío lo habían bautizado con el indigno nombre de


Patricio. Porque estos alienígenas amorfos y con ojos brillando cual anticristo
reencarnado de película de terror tipo Chucki, ya nos llegaban con su identidad
impresa en esas cajas multifloridas infantiles. Un asco. Ni el nombre les podíamos
poner…

POMPEYA:(A público)No estoy segura si lo de ella fue una decapitación. Pero se


le pareció bastante.

SINIESTRA:(A público)Habla de que tiré de la cabeza de Patricio,(lo hace con el


muñeco) la separé de esa especie de matambre rosado que eran su cuerpito
desnudo, y el ver y notar la redondez perfecta que era esa cabeza pelada…
POMPEYA: (A público)… le vinieron ganas de hacer jueguito con la misma, como
si fuera la pelota de fútbol más hermosa jamás creada.

SINIESTRA:Me rompe soberanamente las pelotas que te metas en mis recuerdos.

POMPEYA: … que en parte son los míos¿O te olvidás?

SINIESTRA:Nadie te obligó que estuvieras justo en el momento de la


decapitación.

POMPEYA:Éramos amigas… Inseparables.

SINIESTRA:Somos… (Sigue)Cuando Albino entró, no podía creer lo que veía


Empezó a gritar. No supe en ese momento si por estar viendo a un bebe sin
cabeza o por la película que se habrá hecho acerca del comportamiento infantil,
pero sanguinario, de su hija.

POMPEYA: (A público) Albinode su madre era el concubino - me salió con versito


- Pero la quería a Siniestra como a una hija propia.

SINIESTRA:Si estoy diciendo “comportamiento infantil sanguinario de SU hija”, lo


estoy dando por entendido ¿no?... ¿Estás nerviosa por algo?

POMPEYA:(A público)Con este comentario lo que está haciendo mi amiga es


proyectar. Un tema de terapia. Porque la que está carcomida por los nervios es
ella. Siniestra muere por ir a ese Mundial.

SINIESTRA:(A público)Albino lo primero que hizo al ver la escena fue mirarnos


fijo a las dos. Nosotras desde nuestra inocencia solo atinamos a cruzarnos de
brazos y devolverle la mirada. Sosteniéndosela un rato mientras Pompeya,
después de un instante, me sacaba de las manos la cabecita decapitada del
bebé(lo hace), se la enseñaba al concubino de mi madre y le decía…

POMPEYA:Pelota.

SINIESTRA:(A público)Así. Con la frescura y la seguridad que nos daba el hecho


de saber que todas esas boludeces de las muñecas, no eran lo nuestro.

POMPEYA:(A público)En el fondo con esa acción lo que quise hacer fue,YO
hacerme cargo del crimen de ese muñeco. Épocas en que una por una amiguita
hacía cualquier cosa.
SINIESTRA:Nunca me lo habías aclarado eso.(Se emociona)

POMPEYA:Lo que se hace por los amigos no se ventila. No se publica. Se percibe


o no se percibe… (También se emociona)Creí que ese día te habías dado
cuenta… (Sigue)Lo primero que hizo Albino, desoyendo mi autoincriminación en
el caso, fue sacarme de un tirón esa cabeza, tomar el resto del cuerpito
decapitado e intentar volver a la vida - juntando ambas partes -al extraterrestre de
Patricio.

SINIESTRA:Recordamos que Patricio es el nombre del muñeco bebé que me


habían regalado.

POMPEYA:¿Vas a aclarar y a subtitular todo lo que relato?(Pausa)

SINIESTRA: (Recrean el pasado) ¡¡¡¡¿Papá, qué hacés?!!!! – fue mi primera


reacción, enfrentando a Albino.

POMPEYA:(En el rol del padre, agravando la voz)¡No! ¿Qué hacen ustedes


dos, mocosas?

SINIESTRA:¡Ponemos en práctica nuestro derecho a decidir!

POMPEYA:(Igual)¡A los 8 años no se decide nada!... ¡Y menos se decapita a un


infante!

SINIESTRA:(Saliendo del personaje) No dijo “infante” pero no importa, sigamos.

POMPEYA:(Igual)¡Y menos se decapita a un… a un… a un muñeco que me salió


un ojo de la cara comprártelo. Me lo trajeron importado de Alemania, Catalina!

SINIESTRA: ¡Nosotras dos vimos en esa cabeza una pelota de fútbol ¿está mal?!

POMPEYA: (Igual, siempre sosteniendo al muñeco)¡¡¡Una pelota de fútbol no


tiene estos ojitos tan cristalinos como el mar Mediterráneo!!! ¡No tiene estos
mofletitos rosados que te inspiran la candidez más hermosa que una nena linda
como vos puede apreciar! ¡No tiene este cuerpito virginal, que si le apretás un
poco la pancita mirá lo que dice: “hola me llamo Patricio ¿querés ser mi mamá?”…
¡No tiene nada de eso una apestosa pelota de fútbol!(Ahora actuando a
POMPEYA niña)Y ahí, me metí yo y le dije: ¡pero con una pelota de fútbol podés
hacer feliz a millones de personas! ¡Usted porque nunca sintió la emoción de
hacer un gol y ver las caritas de felicidad de todos los hinchas! Y me contesta
Albino :¡¿Ustedes sí?!... A lo cual respondí: ¡¡¡No, pero los niños tenemos el poder
de imaginación que ustedes los grandes no tienen!!!

SINIESTRA: Sabés que de esa parte no me acordaba…(Pausa, como volviendo


al presente, al tema del Mundial)

POMPEYA:Si querés ir vos al Mundial, anda vos. Yo me abro. Me hago la


lesionada.

SINIESTRA: De lástima no. Si me toca será porque me lo habré merecido

POMPEYA:¿¡Lástima!?... ¿¡Cuando me hice cargo de la decapitación de ese


muñeco para que Albino no te castigara, te parece que fue de lástima!?

SINIESTRA: Al margen… Siempre fui mejor jugadora de fútbol que vos.

POMPEYA: ¡¡Hice jueguito con esa cabecita pelada y la tuve sin que se me caiga
al piso como un minuto ese día!! Y vos…

SINIESTRA: Yo también la tuve como un minuto en el aire pero con el detalle que
yo ya le decía“pelota”, no la sigo pensando como una “cabecita”. ¿Entendés la
diferencia? Para mí ya era una pe-lo-ta.Para vos era y es la cabecita decapitada
de este Chucki… Yo ya tenía el fútbol recorriendo mis venas un poco antes que
vos.

POMPEYA:¡¡¡¡¡Hace dos minutos recordaste el momento que yo le mostraba la


cabecita del muñeco a tu padrastro ¿y qué le decía?: PELOTA!!!! ¿De qué carajo
me estás hablando? (Pausa)

SINIESTRA:(Desentendiéndose) ¿¡¡¡Por qué querés que vaya yo a ese Mundial


y no vos!!!?

POMPEYA:Para que quede en evidencia quién es mejor de las dos. O sea… (Y


se señala orgullosa)

SINIESTRA:Hija de puta.

POMPEYA: Es un acto de amor, ¿no lo reconoces? ¿no lo valorás? Me abro. Te


dejo el campo fértil. Sembralo con tu talento... Que no alcanzará a ser lo que es el
mío, pero…
SINIESTRA:Pero me hacés reír, Pompeya. Lo tuyo es miedo. Más claro no te lo
puedo decir. Miedo a la exposición. A reconocer que estás en decadencia.
(POMPEYA saca su Smartphone, lo enciende y le hace leer la pantalla)¿Qué
es eso?

POMPEYA:La nota que me hicieron y sale mañana en Crónica: “Pompeya, la


esperanza albiceleste para el mundial de Kuala Lumpur”

SINIESTRA:Me estás mostrando la foto de un negro en bolas. (POMPEYA,


apurada, observa la pantalla)

POMPEYO: Perdón, se colgó. Era Silvestre. Después te cuento.

SINIESTRA:¿¿¡¡El nuevo preparador físico!!?? ¡¿Te comiste al negro y no me


dijiste nada?!

POMPEYO: No me cambiés de tema.

SINIESTRA:¡¿Yo te cambio de tema?!

POMPEYO: (Buscando en el Smartphone) ¡Puta, no encuentro la nota que me


hicieron!

SINIESTRA:¡¡Me importa tres pitos la nota!!... ¡Hablemos de amistad!

POMPEYO:¿De qué hablamos cuando hablamos de amistad?

SINIESTRA:¿Querés saberlo? ¡¡De que nunca pude cumplir mi fantasía de


acostarme con un negro y vos sabías de mi obsesión!! Así y todo te me
adelantaste y te lo comiste al nuevo preparador físico… Que justo ayer me enteré
que no va a haber presupuesto para que viajen todos al mundial, y entre los que
se quedan acá está, ca-sual-men-te, Silvestre Mogumba, el negro ese.

POMPEYO:Mirá el vaso medio lleno, amiguita. Yo me como a Mogumba y te dejo


la posibilidad que vos seas la figura del mundial. Superame un gesto de amistad
como ese.

SINIESTRA:Falsa.
POMPEYA:¡¡¿Siniestra, con ocho añitos y con un bebé alemán decapitado en
nuestros prontuarios, nos le paramos de manos a un adulto como lo era tu
padrastro para demostrarle hasta dónde llegaba nuestro amor por el fútbol; y
ahora vos pretendés arriar las banderas que nos orgullecieron hasta el día de hoy;
las de sostener nuestras creencias y nuestras preferencias.Y lo querés tirar todo
por la borda solo por querer cogerte a un negro, que, entre paréntesis, te cuento,
tampoco es ooohhh… lo que vos te imaginás?!!

SINIESTRA:¿Cómo sé que me decís la verdad?

POMPEYA:Porque soy tu amiga

SINIESTRA:¿Y cómo sé que sos mi amiga… después de esto?

POMPEYA:¿¿¿Un madagascareño musculoso va a poder más que nuestra


amistad???

SINIESTRA:LLamalo y decile esto mismo

POMPEYA: Me ofendés. Si me pedís y necesitas que haga eso, directamente me


ofendés. Sabelo.

SINIESTRA:Ofendete pero llámalo.

POMPEYA:Ni en pedo. (SINIESTRA le saca el Smartphone, busca el número y


marca)¿Silvestre Mogumba? (…) Te van a hablar ahora (…) ¿Eh?, Siniestra
habla, la número 10 de la selección (…) Claaaro, como no soy de hablar mucho
todavía no me reconocés la vos (…) Ah, me la reconociste ¿entonces para que
dijiste “quién habla”? (…) Ajá… para darte tiempo a ver si tenías ganas y tiempo
de contestarme, ajá (…) No, pará, pará, contéstame otra cosa: ¿en Madagascar
son todos tan pelotudos como vos, o vos sos la famosa excepción a la regla?
(POMPEYA le saca violentamente el smartphone; SINIESTRA queda
gritando)¡¡¡¡Andáaaa, sabés dónde te podés meter todos esos tríceps hechos con
anabólicos, gilastrún!!!!

POMPEYA: ¿Hola, Negrín?

SINIESTRA:¡¡Negrín, le dice!!... ¡¡Decile Obama también, o Martín Luther King si


querés!!
POMPEYA: Cortó. (Silencio. Se observan)¿Satisfecha…?(Silencio. Relatan
ambas los textos que siguen)Siniestra se quedó observándome unos segundos
y en su mirada había una mezcla de satisfacción y arrepentimiento. Al mismo
tiempo, y por conocerla demasiado, sé que esperaba alguna señal de mi parte.
Algo que le dijera que estaba todo bien.

SINIESTRA: Eso es lo que ella creyó. Por dentro estallaba de placer por haber
provocado este conflicto entre ellos. Soy mala y me gusta serlo.

POMPEYA:De tan amigas que somos, no hacíafalta ni mirarnos para saber quées
lo que una estaba pensando de la otra.

SINIESTRA:Me lo imaginé al Negro Silvestre con una gran confusión en su


cabeza.

POMPEYA:Y me lo imaginé al Negro Silvestre con una gran confusión en su


cabeza…Por eso lo volví a llamar peguntándole por qué me había cortado.

SINIESTRA:Le contestó que qué le pasaba a esa loca que lo estaba increpando.
Le saqué otra vez el Smartphone a Pompeya y yo misma le contesté: Soy yo, la
que te querés coger pero no te atrevés a decírmelo, Mogumba. ¿Y querés saber
qué es lo que me pasa?

POMPEYA:Volví a agarrar el teléfono y le pregunté: ¿¡Es cierto que te la querés


coger!?Me contestó: ¿Es cierto que Dios creó el Universo, o es todo producto de
nuestra imaginación? Es la misma duda que tenés vos en este momento,
Pompeya… Tarde tres segundos en tratar de interpretar lo que me quería decir.

SINIESTRA:Como no pudo, al cuarto segundo le repitió la misma pegunta que le


había formulado yo instantes atrás.

POMPEYA:Decime una cosa, Negrín… ¿en Madagascar son todos tan pelotudos
como vos, o vos sos la famosa excepción a la regla?

SINIESTRA: Y le cortó.

POMPEYA:Y le corté (Terminan los relatos. Silencio. Pausa)

SINIESTRA:¿Es verdad que aquella vez te hiciste cargo de la decapitación del


muñeco para que Albino no me castigara?
POMPEYA:Por los amigos a veces uno hace cada estupidez…

SINIESTRA:¿Qué?... ¿Ahora te arrepentís?

POMPEYA:¿¡Vos te diste cuenta cómo me hiciste quedar con el Negrín!?

SINIESTRA:Tampoco era ooohhh, según vos…

POMPEYA:No era oooohh, pero había veces que era ¡¡Uuuuuhhhh!!,Siniestra. Era
Uuuuuhhh…(Pausa)Y sabés lo que cuesta hoy en día encontrar a algún tipo de
vez en cuando te haga sentir un ¡¡Uuuuuuhhhh!!!... ¿eh? (Pausa)

SINIESTRA:(Muy tímida, poco audible)Ooohhh…

POMPEYA:¿Eeehh?

SINIESTRA:Ooohh…

POMPEYA:Aaaahh… (Se miran un instante; luego a público, a dúo)

POMPEYA y SINIESTRA: ¡¡¡¡¡Uuuuuuhhhhh!!!!! (Apagón)

FIN DE “POMPEYA Y SINIESTRA”

Julio 2018

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