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Memoria de trabajo

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Modelo de memoria de trabajo


La memoria de trabajo es un constructo teórico relacionado con la psicología
cognitiva que se refiere a las estructuras y procesos usados para el almacenamiento
temporal de información (memoria a corto plazo) y la elaboración de la información.

Con ello, a diferencia de la memoria a corto plazo (véase memoria humana), se


retoma teóricamente que la memoria no es un mero "cajón de recuerdos", sino que es
un proceso activo vinculado al procesamiento de la información.

Índice
1 Origen
2 Neurofisiología
2.1 Interferencia de la memoria a largo plazo y olvido
2.2 Carga cognoscitiva.
3 Referencias
4 Bibliografía
5 Véase también
Origen
El concepto fue utilizado por vez primera por Alan Baddeley y Hitch en 1974,1 y
posteriormente reformulada en parte en 1986,2 para describir la memoria temporal
“en línea” que los humanos utilizamos para realizar ciertas tareas y resolver
determinados problemas. Con este término también se introdujo la teoría de las
operaciones cognitivas relacionadas en esa forma de memoria activa llamada memoria
operativa o memoria a corto plazo.

La memoria de trabajo evolucionó a partir del concepto de memoria a corto plazo,


pero en ocasiones ambos se siguen utilizando de forma intercambiable. Sin embargo,
la memoria a corto plazo se refiere al simple almacenamiento temporal de
información. En cambio, la memoria de trabajo implica una combinación de
almacenamiento y manipulación de información3.

Baddeley4 menciona que la memoria de trabajo se refiere a un sistema cerebral que


proporciona almacenamiento temporal, además permite la manipulación de información
necesaria para tareas tan complejas como la comprensión del lenguaje, el
aprendizaje y el razonamiento. De ahí que se requiera del almacenamiento y
procesamiento simultáneo de la información. Por esta razón cuando la memoria de
trabajo es pobre, el individuo posee dificultades para retener gran cantidad de
información, para almacenarla por tiempos prolongados, incluso, se presentan
obstáculos para manipular la información retenida derivando en problemas para el
aprendizaje y la solución de problemas5

Componentes de la memoria de trabajo

La memoria de trabajo puede dividirse en un sistema que consiste en un controlador


atencional y el ejecutivo central, complementado por dos sistemas esclavos
subsidiarios6, además de un cuarto componente denominado búfer episódico (Baddeley,
2000).

El ejecutivo central: Es un sistema de control de la atención7 ubicado


biológicamente en las áreas frontales del cerebro8 . Es el componente responsable
del procesamiento ejecutivo, tal como las acciones, la supresión de información
irrelevante y acciones no deseadas, e integración de información. Además coordina
múltiples procesos cognitivos que se ejecutan paralelamente9. Es particularmente
susceptible a los efectos de la enfermedad de Alzheimer10.
El bucle articulatorio fonológico: Comprende un depósito fonológico temporal en el
que la memoria auditiva se descompone durante unos segundos, a menos que se reanude
mediante un ensayo articulatorio11. En sí, este bucle almacena y ensaya información
basada en el habla, por lo que es necesario para la adquisición de vocabulario
nativo y de segundo idioma12. Es adecuado para la retención de información
secuencial, y su función se refleja más claramente en la tarea de intervalo de
memoria13.
El búfer episódico: Comprende un sistema de capacidad limitada que proporciona
almacenamiento temporal de la información contenida en un código multimodal. Es
capaz de vincular la información de los sistemas subsidiarios y de la memoria a
largo plazo, a una representación episódica unitaria. Es episódico en el sentido de
que contiene episodios en los que la información se integra en el espacio y puede
extenderse a lo largo del tiempo14.
La agenda visoespacial: Manipula imágenes visuales15, es útil en la planificación
de movimientos y reorganización del almacén visual16. Es crítica para la retención
de la información sobre objetos en la memoria espacial. Al igual que el bucle
fonológico, existe un componente más pasivo o de almacén, y uno motor, posiblemente
a través de movimientos oculares en el caso de información de carácter espacial, de
repetición y mantenimiento.
Neurofisiología
Neurofisiológicamente, consiste en la activación de un grupo de neuronas
neocorticales que se mantienen activas en la corteza prefrontal por la información
contenida en esa red y para ser usada para una acción anticipada. El rol de la
corteza prefrontal en la memoria de trabajo es crítica pero requiere ser enfatizada
en virtud de los recientes trabajos (investigación sobre microelectrodos y
neuroimagen) que indican que ese rol está basado esencialmente en interacciones
corticales entre la corteza prefrontal y áreas de la corteza postrolándica.

En otras palabras, la memoria de trabajo requiere la activación de un circuito de


neuronas, el cual activa en sí la memoria propiamente dicha. Esta memoria, si bien
es activada desde la corteza prefrontal, requiere a su vez la activación del resto
de estructuras neuroanatómicas implicadas, como el lóbulo temporal para el
significado o el lóbulo occipital para la imagen visual.

Permite mantener activada una cantidad limitada de información necesaria para guiar
la conducta "en línea". El sujeto necesita disponer de una representación mental
tanto del objetivo como de la información relevante no sólo acerca del estado
actual sino también en relación con la situación futura. Algunos autores la
comparan con la función que desempeña la memoria RAM en las computadoras.

Según el modelo cognitivo, en resumen, la memoria tiene un "eje directivo", el cual


mantiene subordinados dos mecanismos, uno visual y otro auditivo.

Interferencia de la memoria a largo plazo y olvido


Una investigación del Columbia Medical Center sugiere que retener demasiada memoria
a largo plazo puede interferir en la memoria operativa o de trabajo. En otras
palabras el olvido parece ser un mecanismo importante para el funcionamiento normal
de la cognición y del comportamiento. «Las personas que son capaces de recordar con
facilidad y precisión fechas históricas o eventos lejanos, pueden tener más
dificultades con recordar palabras o recordar acontecimientos de actualidad del
día».

Debido a que la memoria de trabajo es muy sensible a la interferencia de la


información previamente almacenada en la memoria a largo plazo, esta dificulta la
filtración de información e interfiere en que la nueva memoria a corto plazo sea
procesada, asimilada y almacenada. Las nuevas neuronas en el hipocampo tienen roles
diferentes en los distintos tipos de memoria, y una neurogénesis excesiva puede
perjudicar la memoria operativa. «Las personas con mayor memoria de trabajo
muestran menor neurogénesis, lo que les ayuda a olvidar información vieja e inútil
pronto y poder así asimilar nueva información con mayor rapidez».17

Carga cognoscitiva.
Este tipo de carga se refiere a la cantidad de recursos mentales de la memoria de
trabajo que son necesarios para desempeñar una tarea o actividad específica.

Existen tres tipos de cargas cognitivas:

Carga cognoscitiva intrínseca. Es inevitable debido a que no se puede eliminar.


Carga cognoscitiva extraña.
Carga cognoscitiva pertinente.
Referencias
Baddeley, A. D., & Hitch, G. (1974). Working memory. Psychology of Learning and
Motivation, 8, 47–89.
Baddeley, A. D. (1986). Working memory. Oxford: Oxford University Press.
Baddeley, Alan (10 de enero de 2012). «Working Memory: Theories, Models, and
Controversies». Annual Review of Psychology (en inglés) 63 (1): 1-29. ISSN 0066-
4308. doi:10.1146/annurev-psych-120710-100422. Consultado el 6 de marzo de 2019.
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marzo de 2019.
McCloskey, G., Hartz, E.S., & Scipioni, K. (2015). «Enfoques neuropsicológicos de
la interpretación de WAIS-IV y empleo de WAIS-IV en la evolución de las
dificultades de aprendizaje.». Aplicaciones clínicas del WAIS-IV. México: Manual
Moderno. p. 195-266.
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«GUÍA PARA EL DIAGNÓSTICO NEUROPSICOLÓGICO».
Michael D. Saxe et al. (marzo de 2007). «Paradoxical influence of hippocampal
neurogenesis on working memory». ENAS 104 (11): 4642-4646.
doi:10.1073/pnas.0611718104. consultado en «Why Too Much Memory May Be A Bad
Thing». Science Daily. 2007. Consultado el 25 de octubre de 2012.
Bibliografía
Hughes, Russell, & Robbins (2004). Evidence for executive dysfunction. Rev
Neuropsychol; 32: 477-92.
Baddeley, A. (1986) Working Memory. Oxford University Press. ISBN 0-19-852133-2.
Baddeley, A. (2000). The episodic buffer: a new component of working memory? Trends
in Cognitive Sciences, 4(11), 417–423.
Baddeley, A. D., & Hitch, G. (1974). Working memory. Psychology of Learning and
Motivation, 8, 47–89.
Baddeley, Alan D.; Michael W. Eysenck, Mike Anderson (2009). Memory. Hove; New
York: Psychology Press. ISBN 9781848720008.
Cockburn, J. (1995). Task interruption in prospective memory: A frontal lobe
function. Cortex, 31, 87-97.
Véase también

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