Está en la página 1de 15

aleXáNder hiNcapié García*

CONSECUENCIAS PEDAGÓGICO-FORmATIVAS A
PROPÓSITO DE
UNA LECTURA DE UN BESO DE DICK

Resumen
El presente trabajo se sirve de la novela Un beso de Dick del autor –ya fallecido– Fernando Molano Vargas, para
mostrar la condición precaria de una pedagogía con fines universales; especialmente cuando se trata de comprender
la emergencia de las posiciones estético-corporales y erótico-sexuales de los sujetos estudiantes en el contexto de la
escuela. Esa precariedad se denuncia recurriendo a instrumentos y posiciones derivadas de lo que Deborah Britzman
ha llamado pedagogía queer, así como también de las incitaciones propuestas por René Schérer.

Palabras clave: Pedagogía transgresora, posiciones estético-corporales, posiciones erótico-sexuales.

CONSEQÜÊNCIAS PEDAGÓGICO-FORMATIVAS A PROPÓSITO DE UMA LECTURA DE UN


BESO DE DICK
Resumo
O artigo a seguir usa o romance Un beso de Dick, do autor —já falecido— Fernando Molano Vargas, a fim de mos-
trar a precária condição de uma pedagogia com pretensão universal, especialmente quando se tenta compreender
a emergência das posições estético/corporal e sexual/erótico dos sujeitos. A precária condição será denunciado ao
usar os instrumentos e as contribuições da pedagogia queer e os argumentos de René Schérer.

Palavras chave: Pedagogia queer, posições estética/corporal, posições sexual/erótico.

PEDAGOGICAL-FORMATIVE CONSEQUENCES RELATED TO A READING OF UN BESO DE


DICK

Abstract
The following article uses the novel “Un beso de Dick” from the author —already died— Fernando Molano Vargas in
order to show the precarious condition of a pedagogy with universal purposes, especially when we try to understand
the emergence of esthetic-corporeal and sexual-erotic positions of school individual-students. This precarious condition
is denounced by using the instruments and contributions which Deborah Britzman have named as “ Queer Pedagogy”
and the arguments of René Schérer.

Key words: Transgressor pedagogy, esthetic-corporeal positions, sexual-erotic positions.

* Psicólogo. Magíster en Psicología. Candidato a Doctor en Educación, línea de pedagogía histórica e historia de las prácticas pedagógicas,
Universidad de Antioquia. Becario de COLCIENCIAS. Miembro del “Grupo de investigación sobre formación y antropología pedagógica
e histórica” –FORMAPH.
Agradezco las valiosas sugerencias hechas por Andrés Klaus Runge, Saúl Calvo Torres y Juan David Piñeres Sús. También agradezco a
mi hermano más pequeño quien recordó que en la hora de la ducha en el colegio, después de las clases de Educación Física, el profesor
de álgebra era el primero que buscaba lugar para apreciar el espectáculo.
Correo electrónico: alexdehg@yahoo.es

Artículo recibido el 14 de abril de 2009 y aprobado el 15 de mayo de 2009

Pedagogía y Saberes N.º 28. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2008, pp. 99-109
99
En mi mano siento la botella de mi gaseosa. La miro. Leonardo ha bebido de ella… Besársela así a Leonardo: bajarle su pantalón
despacio y besársela; acariciarle con mi lengua así: mucho rato… Levanto la botella muy lento, y me entra gaseosa en la boca: como
si Leonardo se viniera en mi boca…: ¿a qué sabrá eso, Dios mío? Y me entra sensación de náusea: ¡qué estúpido: como si no lo
deseara tanto!...

Fernando Molano Vargas

BREVE PRESENTACIÓN DE LA
NOVELA Y DEL AUTOR

Un beso de Dick es una novela corta DECIR LO QUE NO HAY QUE como el momento a partir del cual la
del autor bogotano Fernando Molano DECIR Y PREGUNTAR LO QUE pedagogía puede comenzar a pensarse
Vargas. Molano estudió Lingüística y NO HAY QUE PREGUNTAR como una disciplina autónoma. Muchas
Literatura en la Universidad Pedagógi- serían las consecuencias que Comenio
ca Nacional, y Cine y Televisión en la ¿Qué pasaría si padres, madres, maes- propició para el desarrollo futuro de esta
Universidad Nacional de Colombia. Del tros y maestras no supusieran, a priori, disciplina. Scheuerl (1981) sostiene que
mismo autor en 1997 la Universidad de que todos los muchachos son/tienen Comenio acogía los ideales estoicos, los
Antioquia publicó el libro de poemas: que ser heterosexuales? ¿Qué opor- mismos que lo llevaban a reafirmarse en
Todas mis cosas en tus bolsillos. tunidades vitales para la existencia de el deseo de vivir de acuerdo a la natura-
muchos seres significaría descorrer las leza. Sin embargo, ¿qué entendía Co-
Esta novela narra la historia de Felipe y barreras que les impiden decir el nombre menio por naturaleza? Scheuerl (1981)
Leonardo (el relato es básicamente una de aquel a quien aman? Si muchos pa- menciona que la naturaleza, desde el
especie de monólogo, interrumpido por dres, madres, maestros, maestras y de- autor de la Didáctica magna, involucra
momentos en tiempo presente donde más agentes de la formación no quieren dos aspectos, a saber: en principio, una
Felipe sería algo así como el “yo” de la escuchar, si no se habla en los términos totalidad de la creación que posee un
narración): Felipe es un muchacho de que ellos esperan que se hable: ¿deben orden al cual deben ajustarse e inte-
16 años que va a la escuela, es buen los muchachos ajustar sus palabras a lo grarse las cosas; en segundo lugar, la
estudiante, fanático del fútbol (y del fut- que se espera que ellos digan? o ¿ha- naturaleza sería la designación que las
bolista Iguarán), conocedor de algunos bría que proponer una pedagogía que cosas y los seres reciben por parte del
detalles sobre automóviles (su padre es no tolere la intimidación y que fomente Creador, designación que podría ser
mecánico y con él aprende a tomarse la corrosión de los valores usados para el modo propio y peculiar que tanto la
sus primeros tragos… también con sus descalificar muchas vidas? cosa como el ser poseen por el influjo
amigos). Como todo muchacho de su de la creación y no tendría otro fin que
edad comienza a hacerse preguntas so- En adelante se retomarán brevemente corresponder a ella.
bre la vida, el amor, el sexo y las cosas algunos incidentes derivados de Come-
que le enseñan en la institución donde nio y Rosseau, no para indagar exhaus- Comenio acepta que todos los hombres
estudia. Entre lo que piensa y reflexiona tivamente en ellos, sino para mostrar, poseen y responden a la misma natu-
Felipe se hace evidente que está ena- tal vez con ellos, que la pedagogía ha raleza, por lo tanto, la diversidad de las
morado de Leonardo (aunque él no sabe tendido a articularse como proyecto uni- disposiciones en los seres no revelaría
que su amigo siente lo mismo). Felipe versalizante que implanta la normalidad nada más que desorden, anormalidad y
deja a su novia y comienza a ahondar, de los muchachos como un bien social falta de armonía con la creación. De al-
silenciosamente, en sus sentimientos que debe procurar. Posteriormente, se gún modo Comenio establece que la di-
hasta que, por fin, pueden ser puestos a plantearán los esbozos para una peda- versidad en las inclinaciones del espíritu,
prueba con los sentimientos de Leonar- gogía transgresora (queer), a partir de o lo que es lo mismo, la desviación (con
do. Un beso a escondidas entre los dos, la novela de Fernando Molano. respecto al orden que él supone instau-
no lo suficientemente oculto, evidencia rado por el creador y la creación), no
una situación homoerótica en la que Fe- sería otra cosa que una manifestación
lipe es marcado/identificado frente a las El cuerpo homosexual de la de enfermedad (por utilizar una metáfora
instancias educativas (Leonardo logra pedagogía físico/corporal). Scheuerl dirá que a Co-
escapar). De ahí en adelante se muestra menio no le interesa la proliferación de
la homofobia de la educación, la injuria 1679 es reconocido como el año en que, condiciones particulares y específicas,
que la institución educativa ejerce, la por primera vez, se publicó la Didáctica sino la normalización del individuo
dificultad del padre para comprender, magna de Comenio, obra clave para la …con arreglo a la imagen de una natu-
las lágrimas de la madre, el silencio no pedagogía, la educación y la enseñan- raleza general del hombre. El punto de
acompañante de su hermano y la volun- za, puesto que, como señala Zuluaga partida no es la plasticidad individual
tad de Felipe por amar a Leonardo. (2007); muchos historiadores lo sitúan abierta a distintos estímulos e influen-

100 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009


cias, por cuya acción podrían crearse pedagógico; también se podría oponer tituciones educativas, para la sociedad
nuevas y distintas formas y destinos a ese otra vez… un estratégico siempre y para la cultura. Si se quiere, con Co-
culturales (1981, p. 119). Comenio, para indicar que las tentativas menio se puede seguir insistiendo en
de unificación y universalización con la “necesidad” de colonizar el cuerpo
Zuluaga (2007), por su parte, insistirá en respecto a un individuo que requiere del niño para evitar los extravíos a los
la necesidad de recuperar los trabajos educación por medio de la enseñanza que ese cuerpo estaría expuesto de no
que los pedagogos clásicos han elabora- (según Comenio deberán ser todos los ajustarse a lo que la creación quiere de
do. Lectura que se hace relevante pues- individuos), es un deseo que no cesa y él. El cuerpo del niño, dicho así, sería
to que dichos pensadores produjeron que, en el caso de la pedagogía, es un el “lugar” donde los adultos ejercitan y
trabajos que respondían a la necesidad deseo continuamente reformulado. El ponen a prueba la formabilidad. Cuerpo
de superar obstáculos (probablemente eco de Comenio se convierte en una que hay que derrotar, una y otra vez,
epistemológicos) referidos a una prác- declaración radical de exterminio contra porque de esa derrota depende la for-
tica del saber (en este caso, del saber toda diferencia. Con Comenio nombrado mación y la vigencia de los proyectos
pedagógico), por lo que, según ella, se explícitamente, o con Comenio ignorado educativos.
trataría de servirse de la historia para por desconocimiento, la pedagogía mo-
observar cómo muchos de los concep- derna, como sostiene Wulf, siempre ha Pedraza (1999) ha sostenido que el ho-
tos aún vigentes tienen como condición sucumbido al deseo de establecer uni- gar y la escuela han sido los espacios
de emergencia los problemas en el or- versales y de representar las cosas tal privilegiados para educar el cuerpo. Si
den de las prácticas y el saber que, por cual son (asumiendo que lo captado por bien Foucault (2002a) denunció cómo el
ejemplo, Comenio intentó resolver. Con la representación se ajusta exactamente cuerpo es el objeto de todas las opresio-
el sugestivo título “Otra vez Comenio”, a las cosas). Al respecto: nes políticas, esas opresiones comien-
Zuluaga sostiene que es irrelevante y zan a ejercerse en los primeros ámbitos
Para la pedagogía tres son los as-
poco riguroso descalificar a un pensador de socialización humana. El cuerpo,
pectos especialmente importantes: el
atribuyéndole adjetivos como “idealista”, aquella entidad que se ha supuesto no
acceso de los individuos concretos a
“anticuado” o “metafísico”; más útil, en normas universales, la racionalización modificada por la historia, entidad que
el caso de la pedagogía y con respecto del mundo de la vida y el principio de revela la mismidad y el lugar donde se
a Comenio, será: representación (Wulf, 2004, p. 33).
… trabajar en la perspectiva de valorar
los conceptos que en el devenir de Expuesto lo anterior, se dice que “siem-
un conocimiento han representado pre Comenio”, porque en el programa
momentos de impulso, de relaciones que él pensaba para la enseñanza, la
nuevas con otros conocimientos, cam- desviación de la norma natural y uni-
bios de enfoque, rupturas con plantea- versal a todos los hombres era una
mientos anteriores, posibilidades de anomalía, y por lo mismo la prolifera-
respuesta para asuntos pendientes, ción de alternativas vitales, o como diría
reactivación de puntos de vista fecun- Scheuerl, nuevas y distintas formas y
dos, etc. (Zuluaga, 2007, p. 102). destinos culturales, no podrían constituir
nada más que lo antinatural o la anti-
Ahora bien, siguiendo a Zuluaga, habría creación que desafía el orden natural.
dos proposiciones –si se quiere– que im- El niño de Comenio, se define como
porta retomar y estudiar con respecto a una masa informe: el lugar donde la
las múltiples consecuencias de la Didác- maleabilidad –formabilidad– se ejercita,
tica magna: una en el orden del saber y es puesta a prueba y debe ser sometida
otra en el orden político. En la primera para conjurar el extravío.
se situaría la idea de Comenio referida a
la pretensión de “enseñar todo a todos”. Probablemente, más allá de si Comenio
En el orden político, referiríamos lo con- era o no un idealista, sus preguntas per- experimenta una percepción de mundo
cerniente a establecer la escuela como miten hipotetizar una posición (su posi- propia e irrepetible, es también lo que la
una institución que responde al ordena- ción con respecto al cuerpo): el cuerpo pedagogía ha tornado como su objeto
miento de la lengua materna y al método del niño como masa informe requerida pedagógico (Planella, 2006). Por lo mis-
de enseñanza. Lo que podría nombrarse de maleabilidad. Por ello, no hay pues mo, eso propio e irrepetible se convierte
como efecto de un dispositivo de saber/ mucha distancia entre sus ideas y las en lo que debe ajustarse a los dictados
poder político. Si el título del trabajo de ideas/respuestas conservadoras que de lo que una sociedad anticipa. El cuer-
Zuluaga Otra vez Comenio, sugiere des- actualmente se exhiben como contra- po, se dirá, es esa apertura al mundo
activar la búsqueda de sentido y reac- argumentos a la emergencia crítica y a que comienza como una naturaleza que
tivar una indagación histórica que sirva la crisis de representación que el cuerpo hay que conocer, pero también vigilar e
para relanzar los acontecimientos que constituye para el presente de las ins- intervenir en tanto lo que es natural pue-
posibilitaron la emergencia de un saber

Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 101


de extraviarse y causar desadaptación condiciones de una naturaleza universal
individual y social. Para Comenio, como y común, dicta también los recursos con
ya se ha dicho, ese extraviarse es la los cuales se puede marginar y excluir,
anomalía con respecto a una naturaleza puesto que las representaciones de un
universal. Replanteando a Comenio (y orden natural estable, unívoco y univer-
siguiendo a Planella), se dirá entonces sal sirven de pretexto para normalizar
que el cuerpo es el objeto de manipula- lo que supuestamente, por naturaleza,
ción y experimentación pedagógica que exige ser normalizado: ¿se entiende
se interviene con la imperiosa necesidad entonces por qué se habla de siempre
de hacerlo devenir natural y universal. Comenio?

Expuesto de esa manera, en el cuer- Si la necesidad de educación sujeta/


po la pedagogía encuentra y justifica somete a los muchachos a lo que el
un correlato positivo que garantiza su adulto conviene como lo que la natura-
lugar dentro de la sociedad. Rousseau leza quiere de ellos, y si en ese privilegio
situaría la indefensión del niño como lo del adulto Rousseau aparece para decir
que lo haría, si se quiere, sujeto/objeto que no hay que ceder al capricho de los
de la educación. Es esa condición pre- jóvenes pues hay que seguir lo que el or-
matura lo que hace que el niño carente den natural solicita como progreso de su
de educación necesite a un “otro” en el educación, basta entonces decir que la
proceso formativo de llegar a ser. Aho- naturaleza es una instancia vacía: todo
ra bien, ¿la necesidad de educación en ella sería suplementario en tanto lo
justifica y condiciona una inevitable su- que ella es… es lo que se establece con
jeción del cuerpo y la implantación de arreglo a universales invocados como
un orden socio-cultural en él1? Si dicha leyes inmutables. De lo contrario, no se
implantación es inaplazable ¿qué es lo entendería qué es lo que se vigila, qué
que justifica las restricciones culturales es lo que se cuida y qué es lo que se
que bloquean la pluralidad de imágenes educa, como si se advirtiera la fragilidad
que podrían devenir formativas en el de un orden natural y constante que,
excurso de un orden socio-cultural vi- siempre, está en riesgo de subvertirse.
gente? Por pluralidad se va a proponer Se habla aquí del cuerpo homosexual
el ejercicio de desplazar los límites de de la pedagogía como ese peligro que
lo nombrado/nombrable y de reordenar amenaza y que es el riesgo de la na-
las condiciones que hacen posible o no turaleza que la pedagogía ha venido
la circulación de otras imágenes que a enfrentar. Para el caso, el maestro/
sean propicias para los jóvenes que no maestra (adulto) constituirían, (tendrían
se experimentan heterocentrados, y que que serlo) los garantes de la naturaleza
la institución educativa, una y otra vez, y su función la vigilancia. El peligro del
margina e injuria mediante la naturali- cuerpo homosexual de la pedagogía ata-
zación y universalización de la hetero- ría al maestro/maestra a los muchachos
sexualidad2. Mientras Comenio dicta las en una relación prescrita pero sometida
permanentemente a la duda y el recelo.
Siempre puede ser que en el ejercicio de
1 Orden socio-cultural que pareciera ser separar a los muchachos de sus “amis-
el paranoide canto a lo mismo, a lo único tades particulares”, el maestro/maestra
y a lo “verdadero,” como si la sociedad
y la cultura no tuvieran oportunidad de
través de su insistente formulación. No
devenir más allá del culto monológico y
es que los hombres, necesariamente, se
monoteísta que entroniza, continuamen-
enamoren de las mujeres, sino que para
te, el llamado a la marginación de lo otro/
que la heterosexualidad pueda seguirse
la diferencia.
pensando como “naturaleza” habrá de
2 La heterosexualidad, más que una prác- repetirse, una y otra vez sin descanso,
tica sexual, en este trabajo se entiende que la heterosexualidad “es lo natural”.
como una obligación vital que se impone La “naturaleza” entonces no es lo que
y se reitera mediante la afirmación: “es “los datos descubren”, sino lo que se
lo natural”. La heterosexualidad como espera que la cultura, sin desfallecer,
“naturaleza” es un performativo que produzca/reproduzca por el bien de
se incardina social y culturalmente a todos.

102 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009


se proponga como sustituto amoroso, de manera más drástica afirmando que simbólicas, corporales y estéticas que
así como no pocas veces se propone la escuela, y esas paredes que también podrían ser una apertura a un mundo
como sustituto materno. Schérer dirá: educan, se han erigido para controlar las plural y creativo donde el destinarse no
irrupciones masturbatorias de los mu- estaría subyugado con el chantaje de
¡Esa función de espiar, de vigilar en
chachos. Reconociendo que dicha retó- heterocentrarse o padecer la violencia
todo momento, de mantener constan-
temente la infancia bajo observación, rica parece distante en el tiempo y más de la exclusión/marginación.
ese deseo de saber, de saberlo todo! próxima a las preocupaciones de Tisot y
Es por ahí, solamente, por donde la de Rousseau, podrían replantearse las
relación equívoca del preceptor con afirmaciones de Schérer y afirmar con Un beso de Dick como punto
el alumno halla la satisfacción, y por ellas que es consustancial a la escuela de partida para interrogar a la
donde se sacia su sexualidad vergon- la vigilancia y la prevención del cuerpo pedagogía
zante (1984, p. 32). homosexual. La escuela como parte de
un dispositivo mayor tendría como fin Supóngase el caso harto improbable de
Visto así, en el pretendido peligro del garantizar la heterosexualidad3. que algunos muchachos (no todos, ni
cuerpo homosexual que amenaza a los la mayoría, para no exagerar y para no
muchachos, en el peligro de ocupar ese Lo planteado hasta este punto no es molestar a la pureza heteronormativa)
cuerpo, la sexualidad del maestro/maes- para nada una declaración de la ino- se miran en la duchas mientras están
tra ha de quedar atada a la intensidad cencia de los muchachos; contrariando desnudos o semidesnudos; supóngase
de un placer difuso que se repite bajo la el eco de Rousseau, las relaciones entre que esos muchachos disfrutan lo que
imperiosa compulsión que vigila/acecha. ellos no son inocentes, porque ningu- ven; supóngase también que tanto los
El escarceo erótico del otro, que justifica na relación humana puede serlo. Y no muchachos que observan como los que
la tarea de espiar las posibles fracturas o puede serlo porque los seres humanos se saben observados transforman ese
las detenciones en el desarrollo de una no son dueños de las condiciones que instante en el instante que intensifica el
sexualidad que tiene que ser libremente los hacen devenir a la vida, al mundo y placer de asistir a la escuela. O lo que es
heterosexual, retorna como lo que hace al lenguaje. Sin embargo, inocentes o lo mismo, es el placer de ver y ser visto lo
de la sexualidad del maestro/maestra no, ¿los muchachos, necesariamente, que mueve a los muchachos a estrechar
una sexualidad primitiva e infantil (en tendrían que quedar sometidos al arbi- una relación con la escuela. De las ante-
términos freudianos), pues al vigilar/ trio del adulto que vigila y reproduce un riores suposiciones se deriva un desafío
espiar a los muchachos, para cuidarlos sometimiento propio que él supone eligió para la práctica pedagógica que resiste
del infantilismo y de la detención en el libremente por el bien de la sociedad?. al cuerpo homosexual, el desafío plan-
desarrollo que supuestamente indica el Muchas voces al unísono podrían can- tea: ¿Cuáles serían las intervenciones
cuerpo homosexual, lo que se cifra es tar que lo que autoriza al adulto es su posibles por parte del maestro/maestra?
una sexualidad mendigante (vergonzan- madurez, pero si la madurez del adulto ¿Denunciar las miradas? ¿Avergonzar
te como diría Schérer), que debe satisfa- “… no es más que una detención del a los muchachos mientras ese placer,
cerse con mirar, sin poder consumar el desarrollo que consiste en quedar some- ahora denunciado, se convierte en
placer que se niega a sí mismo, censu- tido a la tutela de las instituciones y las placer abyecto o placer en la abyec-
rando el placer de los muchachos. leyes” (Schérer, 1984, p. 51), entonces ción? ¿Denunciar que los muchachos
la madurez a la que se quiere conducir se miran desestimula las miradas o las
Podría decirse que no en todos los casos a los muchachos, mediante el rechazo promueve llamando la atención sobre
la práctica pedagógica, concretamente y la repulsión a ocupar un cuerpo ho- un punto que, a lo mejor, algunos no
la enseñanza, involucra la vigilancia mosexual, necesariamente significa una habían advertido? Si denunciar obliga
como su mecanismo; no obstante, si madurez que deplora las posibilidades a que los mismos muchachos vigilen la
se sigue a Foucault (2002a, p. 181), la emergencia del cuerpo homosexual en/
vigilancia no sería el suplemento de la entre ellos ¿podría verse esa deman-
enseñanza, sino un mecanismo que le 3 Basta recordar el sinnúmero de institu- da de vigilancia de todos y para todos
es inherente, y que multiplica su efica- ciones escolares que con el ánimo de como una incitación a mirar el cuerpo
cia. Causa extrañeza preguntarse cómo celebrar el “día de la familia”, utilizan fra- homosexual como una oportunidad –si
llegó a reclamarse con tanta devoción el ses sacadas de la Biblia para perpetuar se quiere maldita, pero oportunidad al
periódico examen del “sexo” de los mu- la idea de que Dios, indudablemente, fin y al cabo– para experimentar otras
chachos como si de prevenir epidemias sólo podría reconocer como institución formas de placer?
se tratara (¿la peste otra vez?). Seoane familiar a la pareja formada por un
(2006) se pregunta por qué el sexo de hombre y una mujer. Lo que queda claro Pásese a plantear, con la novela Un
es que, ante la ausencia del “criterio” beso de Dick, incitaciones para cues-
los muchachos dispara las alarmas de
definitivo Dios, las escuelas no están tionar la pedagogía y envenenarla hasta
la moral social. De hecho, con Foucault
por la tarea de decir que son ellas las hacerla transgresora. Fernando Molano
se puede sostener que por medio del
que no aprueban formas relacionales no Vargas ganó en 1992, con la novela an-
examen se realiza la objetivación de los heterocentradas; muy por el contrario,
sometidos. Schérer (2005) lo expondrá tes citada, el Concurso Literario Cámara
dirán que no son ellas sino Dios quien
de Comercio de Medellín. Con la publi-
así lo dispone.

Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 103


cación del trabajo, el nombre de Fer- aman, sobre qué constituye los valores Así de fuerte y así de suave son las co-
nando Molano comenzó a circular como de su familia, y acerca del valor moral sas que el amor reserva para los que lo
una promesa de la literatura nacional. Su y ético que tiene la escuela para juzgar viven. Sin embargo, lo descrito por Fer-
estilo fresco y sencillo para escribir, y la lo que no entiende ni quiere entender. nando Molano pareciera un bonito relato
misma naturalidad con que emprendía Felipe, en uno de esos momentos sen- de ficción, en tanto la vida real vivida
la tarea de mostrar a los personajes cillos e ingenuos de la novela, dirá que por los muchachos en las instituciones
en la extensión de una profundidad no no saben que es a Leonardo (el buen educativas dista de ser represiva y, por
abigarrada a manierismos y afectacio- futbolista, el ávido lector de poesía y lo mismo, las instituciones no pretenden
nes barrocas, hacía presagiar un futuro literatura… preferido por la maestra de regir las consciencias y los afectos de los
abierto a múltiples oportunidades tanto literatura de su escuela) a quien él ama. sujetos a quienes dicen formar, Héctor
para él como para sus lectores. Leonar- Leonardo, el nombre que ni sus padres, Abad Faciolince referirá en el prólogo a
do y Felipe, los héroes de Un beso de ni su hermano, ni la escuela tienen como la tercera edición de Un beso de Dick,
Dick (y se les llama héroes porque en posesión (pues no lo saben y, con múl- de qué está compuesta la reputada so-
ellos recae la fuerza transformadora de tiples intimidaciones, tratarán de que lo ciedad colombiana:
la acción) (Jambrina, 2000) conmovie- exponga para intervenirlo también), es el
Un beso de Dick circuló muy poco,
ron con un final abierto y rebosante de referente que nombra al muchacho que porque la Cámara de Comercio debía
aporías; por un lado parecían decir que Felipe ama: no lo conocen y sin embargo enviar muchos ejemplares de cortesía
una vida impredecible y fantástica sería lo odian (dirá Felipe). Lo pueden odiar a muchos mercachifles (algunos se
posible para ellos pero, por otro, también sin conocerlo, porque el odio no estaría escandalizaron con el premio, y hasta
se sugería que ellos, juntos, no podrían movido por saber quién es y qué hace enviaron rigurosas cartas de protesta
cruzar más allá del final de la última pá- Leonardo sino por el hecho de saberlo por las “vulgaridades” del libro) (2005,
gina: Leonardo pronuncia el, por todos el otro en un encuentro homosexual. p. 9).
deseado, “te amo” dirigido a Felipe, y Por todo ello, Felipe se preguntará de
este le responde que ya lo sabe, tal vez, qué vale vivir la vida si la vida es lo que Héctor Abad Faciolince fue uno de los
porque donde hay tanto amor sobran no es suyo, a la vez que su cabeza da jurados que otorgó el premio a Fer-
las frases de las telenovelas, basta con vueltas pensando por qué es tan difícil nando Molano, luego la sanción que
que ese amor se viva en todas partes aceptar que un muchacho se enamore declaraba la novela como vulgar tam-
con el sólo recuerdo de quien se ama. de otro muchacho: “Dios ¿en dónde tie- bién recaía sobre su criterio a la hora
Concluye la novela con el tiempo que nen el veneno los muchachos?” (p.111) de acercarse y juzgar una obra. Abad
no da plazos y que recuerda que Felipe se pregunta Felipe, retórico, intentando Faciolince, exdirector entonces de la
debe alejarse de ese instante que –por entender dónde reside el odio/rechazo/ revista de la Universidad de Antioquia y
siempre– lo ha cobijado con Leonardo. repulsión que sanciona que él y Leonar- reputado literato, quedaba cuestionado
Ante el pedido de Leonardo de que no do estén enamorados. en su criterio ético, literario y estético
se vaya, Felipe responde: “No me deje en torno a lo que se podría publicar y a
ir” (Molano, 1992, p 166). Después de todo, ellos no escogieron, lo que merecería algún reconocimiento.
el amor los escogió. Al respecto Felipe Pero ¿para qué llamar a engaños? No
Y en esa respuesta se cierra la última dirá: era el lenguaje franco y cotidiano lo que
página del libro. Respuesta que relan- atormentaba los pulcros ojos de quienes
Yo nunca dije «Voy a enamorarme de
za una nostalgia propia de quienes se mejor creyeron evaluar/descalificar Un
Leonardo». Yo sólo me enamoré de
aman pero que, en el caso de Un beso él… Y es tan raro eso: cómo se le va beso de Dick, tampoco la preocupación
de Dick, pareciera ser el estado anímico metiendo a uno el amor así: como a central era qué tanto el criterio de los
que define a Leonardo y Felipe, puesto escondidas, despacio: como si fuera jurados comprometía el premio: simple
que lo suyo es un amor que nadie quiere, a doler. Debe ser porque la belleza y llanamente lo que ofendía y lo que se
que todos reprochan y que la institución golpea muy duro, yo creo. De verdad: constituía en un gesto o ejemplo antifor-
educativa en su afán formador –un mar- uno está por ahí tranquilo, y de pronto mativo para los jóvenes (y para el lector
co referencial importantísimo dentro de Leonardo se para enfrente con toda en general) era que dos muchachos
la novela–, ha denunciado como un esa hermosura; y uno se queda quie- que se aman aparecieran bellamente
amor que no puede/ni debería ser; un to, sin poder mirar a otro lado: como representados en una obra, inyectando
amor que, negado por la educación, sólo muerto; y entonces con qué fuerzas su veneno a una sociedad que entroniza
puede llevar a los muchachos a practicar hubiera podido yo soportar toda esa la heterosexualidad como norma, pero
“porquerías” (como dirá el sacerdote de felicidad que se viene encima cuando que se obsesiona hasta los límites de
la escuela). Decir el nombre de quien por fin Leonardo se ha echado sobre la fascinación con la homosexualidad.
se ama, si bien parecería la acción más mi para besarme, si no lo agarrara a Entonces, no se trataba de los usos
simple y, tal vez, menos comprometi- uno el amor así de fuerte. Pero así de
del lenguaje, se trataba de conservar
da, en Un beso de Dick se transforma suave: como si nada. (Molano, 1992,
el privilegio de la ignorancia, aquel que
en una continua paradoja que arroja a p 150).
no se quiere perder estando obligados
Felipe hacia una incesante duda, sos- a aceptar la evidencia del amor de/en-
pecha e incertidumbre sobre quiénes lo

104 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009


tre los muchachos. Así que el amor que placer, sus pasiones y la posición de
no osa decir su nombre, y que así se sus cuerpos, probablemente contra sí
prefiere para tranquilidad de las cons- mismos, a medida que van creciendo y
ciencias pacatas, renuncia al silencio y adquiriendo madurez, también en ese
se dice… se dice a través de Felipe y espacio impredecible de las identifica-
Leonardo, héroes que por un momento ciones, ocupan una posición estético/
logran arrebatarle a la formación peda- corporal y erótico/sexual que funge des-
gógico-moral de Colombia el derecho a de las prácticas cotidianas mismas y no
decirse mediante sus propios términos sólo desde la prescripción pedagógico
y a partir de sus propios gestos. Si des- moral de la normalidad. Al respecto,
de Kant se aseguró que es a través de sígase a los personajes de Fernando
la educación que el ser humano llega Molano, en las duchas:
a ser lo que es, entonces la educación
Algunos comenzaron a desnudarse de
tendría que responder por la cadena de
prisa para ganar los primeros turnos en
exclusiones/marginaciones que produce las duchas: sólo hay seis chorros en
y perpetua. Dicha cadena establece, con la bañera abierta. Cuando empezaron
criterio pedagógico, los cuerpos que de- las disputas ya Leonardo estaba bajo
ben ser ocupados, las opciones vitales el agua, enjabonándose de espaldas.
disponibles y las vidas que no merecen Tato se le acercó, con la confianza que
ser vividas, y que, por lo mismo, deben uno sólo les tiene a los árboles, el muy
ser desechadas. ladino, y se lo arrimó por detrás, como
de pasada: biles” y sugestionables4. Sin embargo,
Monick (1994) sostiene que los hombres
La pedagogía envenenada es una -Ah, perdón: no me di cuenta –le dijo, y las mujeres experimentan fascinación
pedagogía transgresora y se quedó bajo el chorro. por el pene (o su figura simbólica el falo).
Leonardo se dio vuelta sin inmutarse, De hecho, es enfático sugiriendo que
Las duchas escolares, ese lugar de le pasó los ojos de arriba abajo y se los hombres, tal vez, estarían mucho
encuentro que tanto obsesionó a Wen- quedó mirándosela a Tato (la tenía tan más hechizados por el pene (falo) que
ceslao Montoya y sus propuestas de pequeñita por el frío): las mujeres, porque sobre ese deseo
higiene escolar, al punto de sugerir que se acarrea mayor sanción social5. La
-Pobre tipo –dijo como si le diera mu-
la construcción de instituciones educati- manera como ese hechizo se acentúa
cha lástima, y Tato no supo qué res-
vas acordes a la higiene (¿y a la moral?) dependerá entonces de la disposición
ponderle en medio de nuestras risas.
debían tener cierto tipo de accesos pri- personal. O de modo similar, la manera
vilegiados en las duchas, para que los Coloso estaba en la ducha de al lado y como se ocupa una posición corporal y
maestros/maestras pudieran irrumpir in- aprovechó la ocasión (Coloso siempre erótica dependerá de las cuestiones que
tempestivamente y observar qué hacen aprovecha la ocasión): entren en juego dentro de una economía
los muchachos en ellas, son un punto -¿Será que esta le sirve, Leonardito? de identificaciones. Si bien en ese jue-
privilegiado para pensar la sexualidad (1992, p 17-18) go (léase la escena de las duchas) los
en la novela de Fernando Molano. En Un
beso de Dick se juega intensamente con A lo mejor muchos estarán tentados a 4 Cosa que los discursos religiosos, mo-
la imagen de las duchas para mostrar lo suponer/negar que una escena de este ralistas, adoctrinantes y, para el caso, la
que difícilmente la pedagogía de la nor- tipo realmente ocurra en una escuela; pedagogía con fines universalizantes,
malización ha querido reconocer, o más muchos estarán tentados, con el privile- jamás harían.
bien, sobre lo que la pedagogía no ha gio de la ignorancia, a decir que dichas
querido posar sus reflexiones. Aspecto cosas no pasan… o que pasan en la 5 Esa sanción social se podría equiparar
que no es de extrañar, pues la pedago- a lo que Sedgwick (1998) ha nombrado
mente de pervertidos e inmorales: dísco-
gía, al privilegiar la normalidad, asume como “pánico homosexual”: pánico
los muchachos que truncando su natu-
la ventaja que la ignorancia proporciona exacerbado y saturado de vigilancia
raleza se observan, se miran y se miden
para sancionar a priori lo que se cons- por temor a la aparición del cuerpo
recíprocamente. O tal vez, dirán, que homosexual en la escena cotidiana. Lo
tituye mediante la negación. Se hacen esas cosas no pasan ni en las mentes paradójico de ese pánico es que sólo
jugar todas las técnicas de la vigilancia de los muchachos, si acaso pasan en las puede identificar la aparición de ese
y la amenaza de la exclusión contra los mentes depravadas de sujetos que, sin cuerpo que repudia a partir de su inevita-
que son señalados con la marca de la juicio moral y sin temor de Dios, escriben ble relación/proximidad con ese cuerpo.
anormalidad. Una vez más se reactiva sobre esas cosas para confundir a los Dicho de otra manera, porque se conoce
el dispositivo disciplinario para enfrentar más jóvenes o a las mentes más “dé- ese deseo es que se rechaza. De cierto
“la peste”. La normalidad se erige sobre modo, se trata de volver contra sí mismo
la base de un no querer saber cómo los lo que conociéndose se ha fantaseado
muchachos, si bien pueden resolver su como lo propio del otro.

Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 105


muchachos se muestran/demuestran un ademán a Carlos para que se los -Y no se le olvide besarle las güevas…:
virilidad, capacidad de penetrar y exhu- entregara (los pantaloncillos). miren al maricón este!
berancia corporal con respecto al placer, -Dijo Coloso lanzándome un golpe bajo
también se examina como posibilidad. -Tome –le dijo Carlos; pero él me los
lanzó a la cara. con su toalla.
La posibilidad de jugar, con los roces y
las miradas, a experimentar/intensificar ¡Y los pantaloncillos de Leonardo se A mi me dio sensación de risa y to-
un placer mal visto, sancionado y del quedaron pegados sobre mi frente dos vinieron a darme una zurra de
que se preferiría no saber. Schérer dirá húmeda. toallazos
que “[…] la sexualidad implica siempre -¡Téngamelo ahí, Coloso! –dijo Carlos,
En ese instante me reproché, como si
una forma determinada de relaciones y fue a recoger de nuevo los panta-
fuese mi culpa, la maldita obligación
sociales y de circunscripción del campo loncillos.
de asquearme con lo que yo más
social” (1984, p. 48). De este modo, si
quería: casi maldije mi suerte inútil. Entre cuatro me sujetaban…
los muchachos reproducen estructuras Pero ahí mismo recordé, como una
de subordinación y machismo en las revelación de Dios, las bromas de -A ver, a ver niño, cómaselos despacio
duchas (y en otros juegos que requie- hacía un momento, el juego inocente –me decía Carlos.
ren contacto físico), también se puede con todo lo que está prohibido, y me En ese instante sonó el timbre y yo
determinar en esos juegos una posición maravillé de las cosas que uno puede sentía a mi boca resecarse con los
corporal y erótica no contemplada y esconder bajo las bromas. Entonces pantaloncillos de Leonardo: casi lo
no nombrada por el plan natural de la tomé los pantaloncillos con mis manos amo al Carlos. De nuevo, sonó el
creación que Comenio, por ejemplo, y comencé a secar con ellos mi rostro: timbre y todos salieron corriendo. Vi a
defendía. despacio, como si lo hiciera con mi Coloso llevándose mi maletín y corrí
pañuelo, como si yo estuviera solo con tras él, se había ocultado junto a la
Continúese en las duchas: Coloso mi pañuelo. Sentí perfectamente cómo puerta y me lo puso de un golpe contra
presumía del tamaño de su pene ofre- todos se silenciaban mirándome; y el vientre:
ciéndoselo a Leonardo. Coloso fija su todavía me di tiempo para extenderlos
mirada en el trasero de Leonardo para sobre mis palmas, llevarlos sobre mi -¡Apúrense, o no los van a dejar entrar
nariz, y aspirar profundo como si fuese a clase! –me gritó mientras corría-.
sostener que con un trasero así no ten-
un perfume: simulando: como si no ¡Y sáquese eso de la boca, cochino!
dría que trabajar. Toda la escena se da
fuera el placer que yo sentía. (Molano, 1992: p. 20).
entre muchachos que, al parecer, se
definirán como heterosexuales pero que -¡Chanel! –dije con un suspiro de lo
Una vez termina el juego, y una vez
requieren de dichos juegos para probar/ más payaso (Molano, 1992: p. 20).
salen de las duchas, el placer abyecto
probarse ensayando la sexualidad de
que logre salir de allí no podrá nombrar-
“los otros”. Por su parte, Leonardo busca El juego no acaba allí, Felipe ha pro-
se de otra manera que como un placer
cómo resistir a Coloso, burlarlo y, proba- puesto, sin decirlo, unas nuevas condi-
“cochino”. Si los muchachos escenifican
blemente, disminuir el aprieto en el que ciones dentro de él, en las cuales todos
posiciones no contempladas, también
Coloso lo desafía a dar una respuesta deben reordenar sus posiciones: él ha
se retraen. En el juego jugado abando-
ingeniosa. En ese juego, Leonardo al- intimidado a sus compañeros y ha deci-
nan posibilidades para el placer que, tal
canza a molestarse (olvidando el juego), dido llevar el juego hasta los límites de
vez, otros muchachos retomarán como
y manifiesta su molestia… pero el juego lo permitido con un placer difuso. Leo-
su placer mirando a los ojos, de frente,
sigue vigente: en un descuido, mientras nardo “con su cara triste” mira a Felipe
a una sociedad que los sancionará por
Leonardo busca su toalla, le son arre- mientras ese juego persiste, agacha la
ello.
batados sus pantaloncillos blancos (que cabeza y Felipe parece sentir con ello un
los muchachos relacionan con la virgi- desplante, se enoja y le lanza a los pies
nidad). Juegan con los pantaloncillos ¿Qué más agregar al relato de Fernan-
los pantaloncillos que le eran tan gratos
de Leonardo que circulan de un lado do Molano? ¿Qué más se puede decir,
hace un momento. Es como si toda la
a otro, Leonardo se rinde…; mientras cuando su relato ha hecho proliferar
escenificación/dramatización de Felipe
tanto, Felipe, que no ha participado y consecuencias pedagógico-formativas
tuviera por objeto hacer que Leonardo lo
que sólo ha estado observando cómo no mediadas por el maestro/maestra,
mire a los ojos y sostenga su mirada. Sin
transcurre ese juego en el que se es- no contempladas y harto intensas como
embargo, el desdén de Leonardo (más
cenifican posiciones erótico/sexuales y para proponer que la escuela, si bien
tarde se sabrá que es más bien una pe-
lugares posibles para frecuentar el pla- dispositivo de normalización, también
queña derrota), enfurece a Felipe tanto
cer que no necesita identificarse como es el lugar donde el poder de ese dis-
como para olvidar que ante los ojos y la
heterosexual u homosexual, sale de la positivo puede ser resistido/subvertido?
mirada de Leonardo, Nastassja Kinski y
ducha humedecido: Si Fernando Molano ha producido, sin
Bette Davis palidecen. Los muchachos
querer, una pedagogía transgresora,
Cerré la llave y con las manos me
aceptan el nuevo reordenamiento del
pervertida o queer, no queda más cami-
sacudía el agua del pelo. Leonardo se juego y el juego sigue:
no que aceptar su incitación y ahondar
había colocado su camisa y le hacía -¡Pero vaya póngaselos, papi! –Me dijo en su propuesta. Felipe, el personaje de
Tato entre dientes.

106 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009


la novela sobre quien recae la reflexión a Freud para señalar el vacío en el que proliferar ambigüedad en las certezas y
de las situaciones, bien ha expuesto se cifra la pedagogía en tanto defiende ocuparse de señalar que las posiciones
que el juego, inocente (con aquellos su compromiso con la normalidad, lo que del sujeto, siendo temporales, se forjan
tabúes que la pedagogía instituye), es hace que en muchas de sus versiones más allá de los arreglos a universales,
la oportunidad para que los muchachos las reflexiones pedagógicas no sean y en estos últimos sólo encuentran
jueguen a la insubordinación, demos- capaces de elaborar tentativas para teo- posibilidad de oponerse y/o ajustarse
trando que la pedagogía, en tanto em- rizar, analizar e incorporar el conflicto. a ellos (cargando como vergüenza la
presa de normalización, normaliza pero No se trata meramente de interpretar incapacidad de ocupar completamente
con la condición de una empresa que “el conflicto social”, sino de movilizar los lugares que los universales asignan
fracasa negando su precariedad y su recursos que desajusten la lógica binaria para el sujeto).
incapacidad de contener la emergen- de lo público/privado, lo normal/anormal,
cia de posiciones estético/corporales y lo masculino/femenino y lo heterosexual/ Britzman (2005) va a sugerir que el amor
erótico/sexuales que, tal vez, negadas homosexual. En este sentido, el conflic- es la primera condición para el saber.
y sancionas por la pedagogía, devienen to está ligado a las distintas posiciones De hecho, propondrá preguntarse por la
intensificadas en el espacio escolar. Es estético/corporales y erótico/sexuales verdadera diferencia entre enamorarse
decir, la escuela, enfrentando unos pla- que la pedagogía se niega a reconocer, de alguien y enamorarse de sus ideas.
ceres descalificados, se constituye en pero que no por ello dejan de acontecer Sobre esa pregunta intentará forzar a
un espacio de “alta saturación sexual” en los espacios educativos. La misma la pedagogía y a las prácticas educa-
(Foucault, 2002b: p. 61). En una sín- Britzman dirá que la pedagogía tiende tivas para que reformulen la posición
tesis, si se prefiere fetichista, Dios, las a ignorar el carácter cotidiano de los que quieren ocupar con respecto a la
duchas, los pantaloncillos blancos (con placeres, las identificaciones y las po- sexualidad. Si amar y enamorarse es la
los que hasta Jesús es representado en siciones corporales, mientras se ocupa condición para el saber, entonces, ¿qué
la cruz), un fuego que no da tregua, la de entronizar universales en nombre de respuesta puede agenciar la pedagogía
humedad y la cercanía de unos cuerpos su compromiso con la normalidad. De para un amor/enamorarse que se da de
con otros, la desnudez, los tabúes, el este modo, una pedagogía transgresora, un estudiante por su maestro/maestra?
juego y todo lo que puede ser erotizado, pervertida o queer, intentaría movilizar ¿Qué suscita como reflexión pedagógi-
devuelven a los muchachos, como po- otros recursos para desestabilizar las ca, además de la descalificación, el he-
sibilidad no predicha, el placer negado/ prácticas opresivas. Por ejemplo, darle cho de que un maestro/maestra ame/se
repudiado6. cabida a los objetos denostados por la enamore de su estudiante? ¿No serían
pedagogía como “lo extraño”, haciendo esos amores y esos enamoramientos
Britzman (2005), ha acuñado el término de ellos su causa a defender; producir una posibilidad para que el saber se
“pedagogía queer”, para tratar la cues- relaciones y vínculos problemáticos y constituya como saber de algo? Y, ¿qué
tión problemática y desafiante que surge no canónicos; construir interpretaciones decir, pedagógicamente e incorporando
en la intersección de la pedagogía, el que muestren la tiranía del sentido y gestos formativos, frente a los mucha-
psicoanálisis y la teoría queer7. Asume su ruptura; preguntar y decir lo que no chos que se enamoran unos de otros…
se quiere responder o escuchar; hacer y que al enamorarse cobra significado
para ellos la escuela?
6 Se podrá decir entonces que habría
que clausurar las duchas escolares o
reforzar su vigilancia para que éstas no
Lo que la teoría queer (queer theory) ha Fernando Molano muestra a Felipe y
hecho se corresponde con el esfuerzo Leonardo enamorados el uno del otro,
sirvan de intercambios no predestina-
de retomar esas palabras que infringen ambos, en un principio, con la reserva
dos. Sin embargo, de nada serviría una
la injuria, apropiarlas y retornarlas al de aún no saberse correspondidos. Mu-
opción tan ingenua. El punto sobre el
campo social debilitadas en su poder chas horas se la pasa Felipe pensando
que se viene trabajando expone que la
para ofender a los homosexuales. Se qué pasaría si Leonardo supiera que él
pedagogía, si se asume como proyecto
trata, de algún modo, de hacer un ejer- lo ama. A lo mejor lo golpearía (piensa),
universalizante, sólo lo puede hacer bajo
cicio paródico desmultiplicando los usos
el signo de una precariedad que no logra pero de seguro no lo avergonzaría por-
y contradiciendo las prácticas interpreta-
destituir las formas que los muchachos que Leonardo no es así (se dice). Felipe,
tivas que regulan las designaciones uti-
encuentran para desinstitucionalizarse el personaje sobre el que se ha dicho
lizadas contra los sujetos inferiorizados
y refutar las ordenanzas de un ejercicio recae la reflexión, se ha preguntado
socialmente. La teoría queer ha luchado
brutal sobre el cuerpo. En tal caso, si ¿cómo se enamora uno de otro mucha-
contra “la camisa de fuerza” que supone
de cerrar espacios se trata, indáguese cho?, para responderse retórico: ¿cómo
la “institucionalizacion”, intentando ra-
también cómo hasta las mismas iglesias es posible aguantarse la belleza tanta de
dicalizar un “ambiguous (un)becomig”
y sus paredes sirven para la invención Leonardo? Fernando Molano dibuja, con
como esfuerzo teórico-formativo. Esto
de intercambios eróticos entre los mu- su insistencia, unos personajes movidos
ha supuesto la formación como proceso
chachos.
ambiguo: devenir sería desdevenir. Lo hacia la escuela y hacia el saber gracias
7 Queer significa “raro”, “extraño”, pero que para la pedagogía significa forma- al amor que sienten el uno por el otro
también se ha utilizado como designa- ción es forzosamente deformación. (de hecho, Leonardo dirá que el equipo
ción que devalúa a los homosexuales.

Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 107


de futbol de su escuela no tiene sentido el papel inquisidor que la pedagogía posibilidad maldita… siempre próxima y
para él si allí no está Felipe). Felipe que con arreglo a universales y la práctica que amenaza con “desbaratar” la cohe-
no sabía de literatura, ahora disfruta la educativa ejerce sobre los muchachos. sión del cuerpo social por otra cohesión
poesía por su cercanía con Leonardo, El celador, el maestro de álgebra, el no heterocentrada.
Leonardo que no sabía de pintura, ahora maestro de historia, la psicóloga y el
amplifica su lectura de la poesía a tra- sacerdote, son los personajes que Fer- Ahora bien, si el celador ocupa el lugar
vés del mundo que Felipe le muestra en nando Molano usa/denuncia como los de la enunciación que le corresponde a
los libros de pintura. ¿Podría entonces inquisidores que, una vez descubierto la muchedumbre, qué decir de los maes-
decirse que amar/enamorarse no puede Felipe como partícipe de un deseo ho- tros de historia y algebra, del sacerdote
ser el empuje hacia el saber? ¿Puede la moerótico gracias al descuido de sus y de la psicóloga que bien han hecho
pedagogía soportar que el amor por el cuadernos, asientan su marca con una circular sus sanciones contra todo lo no
saber también es un amor erótico/sexual fuerza que vuelve a insistir sobre la ne- heterocentrado. El maestro de historia
y no por ello denostable? cesidad de pedagogizar al muchacho cargará contra el rock, la moda y el pelo
y arrancarlo de las garras del cuerpo largo, de lo que él concluye hay que sos-
homosexual. pechar posibles tendencias extrañas.
A MODO DE CONCLUSIÓN: LOS El maestro de historia, furioso porque
INQUISIDORES CONTRA FELIPE Felipe y Leonardo, en una de las tardes Leonardo no se sabe los nombres de to-
en que se besaban en las gradas de la dos los presidentes del Frente Nacional,
En Un beso de Dick circulan distintos escuela, entre juegos y recuerdos de invita a sospechar, no de una historia
lugares de enunciación que se corres- días en los que soñaban con el amor del política que ha mantenido la desigual-
ponden en la escuela: esos lugares se otro, se van diciendo cómo se quieren y dad y la injusticia como una condición
denominarán inquisidores. En determi- van poniendo a prueba el significado de universal de Colombia. No. De eso no
nado momento Felipe y Leonardo que ya los recuerdos que la memoria les da; en- se trata. Se trata de avergonzar a los
se han declarado mutuamente su amor, tre tanto, el celador que los ha visto, va muchachos que no saben los nombres
son amigos, no son novios (porque se- tras ellos mientras les grita: “maricones” de los presidentes del Frente Nacional
gún Felipe eso suena “chistoso”). Sin (Molano, 1992, p. 95). Los ha visto pero y se trata de censurar, descalificar y
embargo, amigos son de la cama, de no los conoce; en un descuido, Felipe perseguir a esos “raritos”, “extraños”,
los besos furtivos en los parques, en los deja sus cuadernos y huye mientras que en últimas, son los maricones que
baños de la escuela y en los andenes de detrás la voz grita “maricones”. Decirle la muchedumbre persigue ahora con el
las casas cuando nadie les ve. Amigos maricón a alguien es injuriarlo, pero beneplácito de las “figuras formativas”.
son de un sexo que continuamente está mucho más hondo que la misma injuria La psicóloga, por su parte, en posición
renegociando las posiciones de cada es el poder que se adjudica quien grita de un saber de manual, le dice a Felipe
uno en la relación y que les plantea los maricones para activar un orden social que él está confundido (no podría ser
compromisos del amor. Si algo queda que sanciona los besos entre dos mu- de otra forma). Felipe cuenta cómo la
claro de todo ello es que Felipe y Leonar- chachos, y para establecer que quien psicóloga niega el cuerpo homosexual
do están aprendiendo: ¿no se ha dicho hace cumplir ese orden está en una decretando que se trata de una situación
en distintos discursos educativos que lo posición privilegiada desde donde puede temporal, en todo caso, una confusión
suyo es la preocupación por el aprendi- marginar, excluir o censurar. El celador, que el tiempo puede sanar. Felipe des-
zaje? ¿Cómo se podrían bloquear los que representa la voz de la muche- califica a la calificada en psicología a
prejuicios que descalifican los distintos dumbre, no puede decir nada más, no partir de sus palabras, ella le ha dicho
modos que tienen los muchachos para sabe nada más, pero tampoco necesita que con el tiempo él va a entender su
aprender unos de otros? saber o decir algo más, basta con que verdadero papel. Él piensa: “¡Tan boba!:
desde su lugar pueda hacer persistir la como si yo estuviera en una película” (p.
Balderston (2006) ha referido sobre Un descalificación que se nombra cuando 110). Si la psicóloga, con el privilegio
beso de Dick que los personajes apues- son los otros a quienes se puede tratar epistemológico que algunas (y algunos)
tan por una lucha en la que intentan como “maricones”. El término degradan- se pueden adjudicar como expertos de
resolver su condición más esencial con te (marica, raro, volteado, entre otros) la vida ajena, emite su juicio negando a
respecto al deseo y la defensa de su actúa como instrumento de cohesión Felipe y Leonardo el derecho a que lo
amor; señalando, probablemente, las entre los miembros del cuerpo social que suyo sea real, Felipe (para sí mismo)
fuerzas que los muchachos tienen que lo pronuncian o pueden pronunciarlo. invierte y resiste esa tentativa apuntando
enfrentar interiormente cuando se des- Cohesión que parece gravitar alrededor que el papel que ella supone debe ocu-
cubren amando a otro muchacho. Más de un tabú que se quiere evitar/recha- par no tiene relevancia para él… porque
allá de eso, lo que en este trabajo se ha zar. Pronunciar el término degradante él no va a participar de esa película que
buscado no es exacerbar una búsque- funciona, en apariencia, como la estra- ella reproduce en el ridículo papel del
da subjetiva de lo más propio e íntimo, tegia con la que se evita el contenido experto y que no es más que una refor-
acaso no atravesado por la educación “contagioso” que el término invoca. De mulación, en términos cientificistas, de
o la cultura: antes bien, se ha tratado de alguna manera, el tabú no hace más que viejos prejuicios morales.
plantear, a partir del cuerpo y el placer, recordar la necesidad de rechazar una

108 Pedagogía y Saberes N.º 30 2009


Pero no es suficiente que la historia y qué plaga más chismosa… Pero la que un joven no heterosexual debe
la muchedumbre se unan en un pliegue psicóloga si me mató: ”Cuéntame soportar sobre su cuerpo. Con este
que puede reírse y calificar la vida de un Felipe, ¿por qué lo estabas hacien- paisaje por horizonte, ése es el cuerpo
muchacho no heterocentrado. Tampoco do? Tranquilízate y dime. Yo soy tu que la pedagogía se toma y hace suyo
es suficiente con que la psicóloga juegue amiga” (Molano, 1992, p. 111). para ajustarlo a cánones universales y
a exponer su saber de experta negando naturales. Fernando Molano tal vez lo
el cuerpo homosexual; no es suficiente El sacerdote (prefecto) invocando las ha mostrado mejor sin proponérselo:
porque toda la institución educativa tiene porquerías, el de las matemáticas la escuela como guardiana de valores
que participar del espectáculo bochorno- buscando el problema, y la psicóloga universales y naturales no podría ser
so que se forma alrededor y contra ese que busca saberlo todo con actitud esa guardiana si no ejerce sobre los
cuerpo. Léase al respecto: insidiosa (en tanto con la simpatía cuerpos la violencia más insidiosa y
busca acorralar de manera más efi- deformante que un muchacho pueda
El prefecto me dijo: “¿Por qué anda ciente al otro), junto con el celador experimentar.
haciendo esas porquerías, Valencia?
(la muchedumbre), son para Felipe la
¿Quién es el otro?”; casi lo mato…Y
representación del espectáculo propio
el profe de álgebra: “Pero Valencia,
de una plaga chismosa (como él dirá).
¿por qué?; si usted es un buen estu-
diante. Yo no sabía que tuviera ese La escuela, entonces, deviene para un
tipo de problemas“: me da risa: los muchacho al que se ha querido formar,
matemáticos andan viendo problemas la institución que, por excelencia, hace
en todas partes. Son como güevones proliferar por doquier como una plaga,
los matemáticos. Y yo que creía que el todas las marginaciones, exclusiones,
de algebra era una lumbrera… ¡Maldi- descalificaciones, injurias y censuras
ción!: se lo contaron a todos los profes:

BIBLIOGRAFÍA

ABAD FACIOLINCE, H. (2005). “Prólogo”. FOUCAULT, M. (2002b). Historia de la SEDGWICK, E. K. (1998). Epistemología
En Un beso de Dick. Bogotá: Istmo, sexualidad. vol. I. La voluntad de saber. del armario. Barcelona: La Tempestad.
pp. 9-12. Argentina: Siglo XXI Editores.
SEOANE, J. B. (2006). El placer y la nor-
BALDERSTON, D. (2006). Baladas de la JAMBRINA, J. (2000), Sujetos queer en ma. Genealogía de la educación sexual
loca alegría: literatura queer en Colom- la Literatura cubana: hacia una (posi- en la España contemporánea. Orígenes
bia. En J. Serrano Amaya (ed.). Otros ble) genealogía de la homoerótica, [en (1800-1920). Barcelona: Octaedro.
cuerpos, otras sexualidades. Bogotá: línea] disponible en http://alocubano.
Pontificia Universidad Javeriana. Pen- com/literaturahomoeroticaenCuba.htm. SCHÉRER, R. (1984). La pedagogía per-
sar. Recuperado el 1 de mayo de 2009. vertida. Barcelona: Laertes.

BRITZMAN, D. P. (2002). La pedagogía MOLANO VARGAS, F. (1992). Un beso de SCHÉRER, R. (2005). A su disposición. En
transgresora y sus extrañas técnicas. Dick. Medellín: Cámara de Comercio Foucault, la pedagogía y la educación.
En R. Mérida Jiménez (ed.). Sexuali- de Medellín. Pensar de otro modo. Bogotá: Universi-
dades transgresoras. Una antología de dad Pedagógica Nacional y Cooperativa
estudios queer. Barcelona: Icaria, pp. MONICK, E. (1994). Phallos. Símbolo sa- Editorial Magisterio, pp. 251-274.
197-227. grado de la masculinidad. Chile: Cuatro
Vientos. SCHEUERL, H. (1981). Antropología peda-
BRITZMAN, D. P. (2005). Educación pre- gógica. Barcelona: Herder.
coz, En S. Talburt y S. R. Steinberg PEDRAZA, S. (1999). En cuerpo y alma.
(eds.). Pensando queer. Sexualidad, Visiones del progreso y la felicidad. Bo- ZULUAGA, O. (1997). Otra vez Comenio,
cultura y educación. Barcelona: Grao, gotá: Universidad de Los Andes. en Revista Educación y pedagogía. 47,
pp. 51-72. pp. 99 -118.
P LANELLA , J. (2006). Cuerpo, cultu-
FOUCAULT, M. (2002a). Vigilar y castigar. ra y educación. Bilbao: Desclée De
Nacimiento de la prisión. Argentina: Si- Brouwer.
glo XXI Editores.

Pedagogía y Saberes N.º 30 2009 109


María del pilar uNda berNal*
AROLDO GUARDIOLA IBARRA**
sOraya cONstáN MederO***
Ofelia berríO MOrelO****
MarGarita MartíNez caMachO*****

PEDAGOGÍA, INTERCULTURALIDAD Y FORmACIÓN


DE mAESTROS:ESCUELA NORmAL SUPERIOR
INDÍGENA DE URIBIA (LA GUAJIRA)******
Resumen
Este artículo resume la investigación realizada sobre un conjunto de prácticas pedagógicas que se realizan actual-
mente en la Escuela Normal Superior Indígena de Uribia, reconocidas y nombradas como pedagogía de la afirmación
cultural por la Expedición Pedagógica. El estudio identifica momentos, características, factores y acontecimientos
sociales y políticos relacionados con una forma de hacer escuela que rompe con los propósitos de invisibilización y
homogeneización de las culturas, se orienta a la valoración y fortalecimiento de la etnia wayúu y evidencia trazos de
un trabajo en perspectiva de interculturalidad.

Palabras clave: Prácticas pedagógicas, diversidad cultural, multiculturalidad, interculturalidad.

* Candidata a Doctora en el Programa de Cultura y Educación en América Latina, de la Escuela Latinoamericana de Postgrados y Políticas
Públicas, Elap, de la Universidad de Artes y Ciencias Sociales, Santiago de Chile. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional e
integrante del equipo de trabajo coordinador del Movimiento Expedición Pedagógica.Correo electrónico: pilunda@gmail.com

** Magíster en Estudios Político–económicos, Especialista en Planeación Territorial, Licenciado en Lenguas Modernas, Coordinador de la
Ruta Afrocaribe de la Expedición Pedagógica, integrante del equipo de coordinación del Movimiento Expedición Pedagógica del Caribe.
Correo electrónico: nodocaribe@yahoo.com

*** Licenciada en Etnoeducación y Proyectos Sociales, Especialista en Pedagogía de la Lengua y la Literatura, Maestra de Cultura y Lengua
en el Ciclo Complementario, Maestra anfitriona de la Ruta Escuelas Normales Región Caribe Expedición Pedagógica.Correo electrónico:
ofebemo@gmail.com

**** Licenciada en Ciencias Naturales, Especialista en Evaluación Escolar, Profesora de Investigación y Coordinadora del Ciclo Comple-
mentario de la Ensui, maestra, viajera y anfitriona de la Ruta Escuelas Normales Expedición Pedagógica.Correo electrónico: ofebemo@
gmail.com

***** Licenciada en Lenguas Modernas, Especialización en Metodología de la enseñanza de la lengua y literatura, Especialización en Orientación
Educativa y Desarrollo Humano. Maestra de Teoría Lingüística y de Didáctica de la Lengua en el Ciclo Complementario de la Escuela
Normal Superior Indígena de Uribia, expedicionaria anfitriona.Correo electrónico: ofebemo@gmail.com

******Este artículo es una síntesis de la investigación financiada por el Fondo Concursable para el Desarrollo de Proyectos de Innovación
e Investigación en Educación Inclusiva y Convivencia Democrática, organizado por la Red Innovemos de Unesco, Chile. Una versión
ampliada fue publicada en Orealc–Unesco (2008). Educación y diversidad cultural. Lecciones desde la práctica innovadora en América
Latina. Santiago de Chile. http://www.redinnovemos.org

Articulo recibido el 16 de abril de 2009 y aprobado el 24 de junio de 2009

Pedagogía y Saberes N.º 28. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2008, pp. 113-120
113

También podría gustarte