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INSTITUTO

FRANCISCOGALTON

La Justicia en manos de la Ciencia

ALFABETOS E HISTORIA DE LA ESCRITURA


GRAFOLOGIA FORENSE

1. ¿Qué es la grafología forense?

LA GRAFOLOGÍA Y SUS PILARES CIENTÍFICOS Es el estudio del grafismo,


mediante un método sistematizado y desde el punto de vista psicológico, para
descubrir la personalidad y el temperamento base del ser humano, por medio de la
escritura, incluyendo tendencias patológicas que pudiere sufrir el autor del escrito, sin
diagnosticar en caso alguno.
Es un test psicológico que se puede realizar sin la presencia de un profesional que
marque, verifique o determine ciertas pautas, en el momento de su toma; de allí su
objetividad en el estudio pormenorizado de un escrito.
Las divergencias conceptuales psicológicas que se pudieren encontrar en una misma
escritura, son nuevos matices de estudio que enriquecen a la grafología en forma
dinámica y constante, y no son causales de contradicción que anulen su fin. Así se
demuestra permanentemente desde el punto de vista estadístico.
En nuestro medio jurídico, la grafología NO determina autenticidad de un escrito, pero
SÍ describe la personalidad de su escritor. No obstante, los conceptos de estudio no
son diferentes, sino iguales, o similares al menos. Hasta pueden coincidir en la
sinonimia de su vocabulario.
El oscurantismo dentro de la grafología es tan anecdótico como la alquimia dentro de
la química, considerando estos conceptos desde un lugar filosófico de comparación ya
que los fines son diametralmente opuestos.
Todo escrito deberá comprender el estudio base de ORDEN, DIMENSIÓN, PRESIÓN,
DIRECCIÓN, INCLINACIÓN, VELOCIDAD o RAPIDEZ, CONTINUIDAD y FORMA, o
sea, los componentes del gesto gráfico llamados individualmente aspecto o género
gráfico, y sus aspectos, además del estudio de los trazos iniciales y finales, gesto-tipo,
letras reflejas, números y firma. Desde este punto de vista, criminalística mente
podemos decir que, si alguien quiere adoptar una personalidad que no le es propia,
deberá anular sus propios aspectos gráficos que lo distinguen y adoptar los que desea
asumir, sin dejar huella del cambio; ¿humanamente se podría lograr?, dejemos a los
criminalísticos la respuesta. Ser objetivos e inicialmente escépticos serán las
condiciones necesarias que permitan encontrar la respuesta adecuada para que este
conocimiento se ponga a disposición del hombre, en su beneficio, en los variados
campos de aplicación, no tan sólo criminal.

2. ¿Cuál fue la primera escritura que existió?


El primer alfabeto nació cuando los pictogramas se convirtieron en símbolos que
representaban sonidos y todos derivan del semítico del norte, que se creó hacia el
1700
a. C. En el mediterráneo. Dicho sistema preparó el terreno para el fenicio, que sería el
primer gran alfabeto basado en fonemas. Ello condujo al desarrollo del alfabeto
hebreo.
Los alfabetos europeos (a través del griego) y los asiáticos (a través del arameo).
El primer texto puramente grafológico es de 1622: Camilo Baldo, profesor de
Filosofía en la Universidad de Bolonia, escribió el tratado: Tratado de cómo, de una
carta, se conoce la naturaleza y la cualidad del escritor. Posteriormente, otros
autores italianos continuaron escribiendo acerca de la relación entre escritura y
personalidad: Marco Aurelio Severinus, el padre Moretti, Lombroso y Marcos
Marchesan.
El famoso filósofo alemán Leibniz escribió en 1680: “También la escritura expresa,
casi siempre, el temperamento natural, a menos que no proceda de un maestro”.

Durante el siglo XVIII hubo varios precursores de la grafología: Lavater (Suiza,


1760), Grohmann (Alemania, 1792) y Moreau de la Sarthe (Francia, 1800).

Ya en el siglo XIX, el belga Eduardo Hocquart profundizó en la relación entre


escritura y personalidad, atendiendo especialmente a la escritura como gestualidad,
y a la preeminencia de los gestos sobre el contenido de la comunicación.

La primera escuela de grafología se fundó en Francia, hacia 1830.


Max Pulver creó la Grafología Simbólica y fundó la Sociedad Grafológica de
Neuchatel. Fue el autor de “El simbolismo de la escritura” y de “El impulso criminal
en la escritura”.
1871 fue una fecha clave para la grafología: ese año, el abad Jean-Hippolyte Michon
propició la fundación de la Societé de Graphologie de París, y al año siguiente
publicó la obra sobre grafología más importante hasta nuestros días: Les mysteres
de l’escriture.
Michon fue, además, el que puso nombre a esta ciencia, la grafología, a partir de los
vocablos griegos graphe (escritura) y logos (tratado).

La aparición del francés Crepieux-Jamin supuso un fuerte empujón para la


grafología, gracias a la publicación de obras clave como Juicio de los manuscritos
(publicado en España a posteriori con el nombre “Grafología”), ABC de la Grafología
y L’escriture et le caracteres.
Ya en el siglo XX, se creó en Argentina la Sociedad Argentina de Grafología, que
más tarde se disolvió.
En España destaca la figura de Matilde Ras, quien fue discípula de Crepieux-Jamin
y escribió obras como “Estudio del carácter por la escritura” o “Historia de la
escritura y la grafología”.

En 1975 se creó la Sociedad Española de Grafología, donde destacaron Mauricio


Xandró, Silvia Ras y Augusto Vels, entre otros.

La grafología como tal existe desde hace algo más de cien años. Sin embargo, la
creencia en la relación directa entre el carácter de una persona y su escritura viene
desde tiempos muy antiguos.
En el año 120 después de Cristo, Cayo Suetonio Tranquilo escribió en su obra “De
vita Caesarum” (Las vidas de los doce césares): “No pone un guión y continúa en la
línea siguiente, aunque esto signifique tener que apretujar las letras, sino que se
limita a estrecharlas y a curvar el final de la línea de abajo”.

Incluso podemos ir más atrás en el tiempo: Kuo Jo-hsu, filósofo chino que vivió en el
siglo IV antes de Cristo, dejó escrito: “La escritura muestra indefectiblemente si
procede de una mente noble o de una persona vulgar”. No es precisamente una
muestra de la grafología más avanzada, pero sí que establece correlación entre la
“calidad” de la mente y la escritura del individuo en cuestión.

3. ¿De qué año data la escritura?


4. ¿Explique en que consiste un alfabeto?

El alfabeto o abecedario de una lengua o idioma es el conjunto ordenado de


sus letras. Es también la agrupación, que se lee con un orden determinado, de
las grafías utilizadas para representar el lenguaje que sirve de sistema de
comunicación.
El término alfabeto procede del griego ἀλφάβετον (alfábeton), derivado de las dos
primeras letras griegas ἄλφα (alfa, α) y βῆτα (beta, β), derivadas a su vez de las
letras fenicias ʾalp y bēt, que significaban ‘buey’ y ‘casa’ respectivamente. El alfabeto
griego es una adaptación del alfabeto fenicio, que también dio lugar entre otros
al hebreo y al árabe. Por su parte, el término «abecedario» proviene del latín
tardío abecedārium, también derivado del nombre de las primeras letras, en este caso
cuatro: a (a), b (be), c (ce) y d (de).
Algunas letras pueden recibir uno o varios signos diacríticos con el fin de diferenciar
los sonidos de la lengua o poder evitar las ambigüedades. De la misma forma, el
alfabeto puede ser entendido por el uso de letras suplementarias. Las evoluciones
fonéticas de una lengua se crean a un ritmo diferente de la evolución escrita. La
escritura alfabética no garantiza una correspondencia unívoca entre los fonemas y
los grafemas.
En otros ámbitos (matemáticas, y otros sistemas formales, por ejemplo),
un alfabeto es un conjunto finito y ordenado de símbolos a partir del cual se
construyen palabras y fórmulas bien formadas.

5. ¿Para qué nos sirve el alfabeto morse?


El código Morse es un sistema de escritura utilizado para transmitir mensajes telegráficosa larga
distancia. Fue desarrollado en el año 1835 por Alfred Vail y Samuel Morse durante su invención del
telégrafo eléctrico. El Código Morse consiste en rayas y puntos que representan letras y números.
El alfabeto del código Morse se basa en unas señales transmitidas por sonido que consisten en una serie
de pitidos: cortos (punto) y largos (raya). Los pitidos largos son tres veces más largos que los cortos.
Cada letra está separada por una pausa corta y cada palabra con una larga.

Para escribir en código Morse es importante que sigas las reglas mnemotécnicas. En primer lugar,cada
letra escrita en Código Morse está asignada a una palabra determinada. Normalmente esta palabra
empieza por la propia letra y posee tantas sílabas, que consisten en rayas y puntos,como tenga el código
de dicha letra. Asimismo, la palabra responde a una combinación de sílabas de una o dos letras para
denominar un punto.

Antes de la invención del Código Morse, los mensajes eran escritos a mano y su entrega se realizaba a
caballo. El Código Morse ha transformado la manera de comunicarnos entre nosotros y, en su tiempo,era
la manera más rápida de transmitir información a larga distancia.
Gracias al código Morse fue posible que los buques en el mar se pusieran en contacto a larga distancia
utilizando señales de luz. Durante la Segunda Guerra Mundial, este código tuvo una importancia vital
como herramienta para agilizar la comunicación.Los barcos de guerra fueron capaces de comunicarse
con sus bases y transmitir datos importantes entre sí.
Hoy en día el código Morse no se utiliza tanto como en el pasado. Sin embargo, existen entusiastas
radioaficionados que aún lo utilizan. El código Morse domina más en áreas de la aviación y la aeronáutica
de autoayuda para la navegación.Los radio sistemas VOR y NDB todavía utilizan el código Morse.
Además, el código Morse es una herramienta útil para personas con discapacidad para comunicar o con
la comunicación dañada a causa de un accidente cerebrovascular, ataque al corazón o parálisis. Ha
habido casos de gente con problemas comunicativos que ha sido capaz de comunicarse gracias al
movimiento de sus ojos en código Morse

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