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Gogui: La referencia a Clics Modernos está muy bien, en No soy un extraño Charly describe una

New York avanzada con respecto a Buenos Aires. “Dos tipos en un bar / Se toman las manos /
Prenden un grabador / Y bailan un tango /De verdad.” Esa viñeta dibuja una ciudad
progresista, que contrasta con un supuesto oscurantismo de Buenos Aires. V es una serie que
retrata a una Los Ángeles también progresista, donde personajes como Donovan o el Tyler que
muy bien describís son más comunes, y se van adentrando en los pequeños pueblos de la
América Profunda donde se ve ese contraste entre el progresismo urbano y el conservadurismo
del interior, más a tono con la época. La tercera temporada es bastante floja, todas las
críticas la matan aunque por las razones equivocadas, le señalan ser “muy telenovelera” pero
en realidad el problema es que ignoraron las reglas que se habían establecido en las primeras
dos: los aliens ya no deben usar lentes oscuros, son vulnerables a las balas comunes, la piel
humana falsa que llevan ya no es un decorado sino parte de su personalidad. Su condición
extra-humana se diluye hasta desaparecer. La serie se torna incoherente, el argumento central
en estira sin ningún destino, no hay un arco general. Sin embargo, en esa experimentación de
tramas y argumentos en la que los productores, con el afán de levantar el rating, copian a
otras series de moda entonces -como Brigada A o El auto fantástico– meten un capítulo en el
que Donovan ayuda a organizarse a la resistencia en un pequeño pueblo donde la policía había
hecho un trato con los aliens. La policía pagaba impuestos -generalmente caballos y
provisiones- y los aliens no los agredían. Y cuando Donovan llega la chica le pide que se quede
porque sólo “alguien de afuera” podía ser respetado. Esa admiración y desconfianza al mismo
tiempo del citadino, ese oscurantismo del régimen local, la institución policial como rectora de
todo, eso contrasta con una Los Ángeles que estaba dirigida por un empresario de la ciencia,
un ilustrado, y donde los policías destacan porque se rebelan ante la tiranía alienígena.
También se ve el impacto del reganismo en la ausencia total del Estado más que en alguna
mención de corte “colaboracionista”, no hay un gobierno que reaccione a la presencia de los
aliens más que con una corrupta complicidad, apenas mencionada como algo natural, obvio.
Tanto la gente común como la resistencia están a merced de los invasores, no hay mediación
de la diplomacia, del gobierno o las empresas. Estados Unidos es un país compuesto por
individualidades y, como mucho, poblados y ciudades. Esa concepción liberal del país facilita
el trabajo de la invasión, porque los visitantes tienen una estructura estatal militarizada,
sólida, muy férrea que no admite la disidencia, es un Estado de control implacable tanto con
los suyos como los humanos. Tal vez es por eso que los alienígenas, a pesar de perder todas las
batallas contra la resistencia, siempre logran mantener el control, al punto de que son
expulsados de la Tierra y logran volver y establecer dominio sin ningún problema. Es llamativo
también como Diana se convirtió en una villana por excelencia. Recuerdo que en aquellos días
la figura de Diana había causado un gran impacto en la gente, una líder despiadada, sin
escrúpulos, maquiavélica, que tiranizaba a los propios y a los humanos por igual. Durante
muchos años quedó la imagen de Diana comiéndose una rata, algo que causó un gran impacto.
Sin embargo, hoy tal vez no nos impresione tanto, será que ya no nos asustan esas cosas
propias del terror atávico y que después vimos mil veces en el cine y la TV. Creo que a la gente
de hoy les causaría horror el hecho de los extraterrestres logran que los humanos desprecien y
persigan a sus científicos a través de una propaganda anti-ciencia, y que los científicos sean
demonizados y maltratados. ¿Vos qué recordás de Diana? 

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