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Paulo Freire nace en 1921 en Recife, al norte de Brasil, hijo de una familia de clase media
burguesa.
En el año 1929 una crisis económica obliga a la familia Freire a emigrar a Jaboato, con el
propósito de allí mejorar su situación. Viviendo acá (Jaboato) Paulo, experimenta lo que es el hambre y
comparte la experiencia de, los que el llama, los condenados de la tierra.
A los once años Paulo jura dedicar su vida a la lucha contra el hambre para que otros niños no
sufran lo mismo que él.
A los quince años todavía no sabe escribir bien, pero ya había leído todos los clásicos de la
lengua portuguesa.
Estudia derecho, carrera que sólo termina con calificaciones de un alumno mediocre,
posteriormente trabajó de abogado, trabajo que deja por tener que defender a los propietarios de los que
nada tienen.
Freire sentía una especial atracción por la psicología, filosofía y la pedagogía, este último,
campo en el que ejerce un fuerte trabajo social.
Trabajo por varias partes del globo terráqueo con su idea emancipadora de la educación y
recibió varios premios por su pedagogía socio-crítica.1
1
Pedagogía del Ser, Hernández J., 1990, pp.19 - 24
DE LA SOCIEDAD.
Comienzo con esta cita perteneciente a una corta carta de Paulo Freire, titulada: “Sobre el
asesinato de Galdino Jesus dos Santos, indio pataxó”, para dar a conocer la diferencia social, racial,
sexual, etc., claramente marcada en nuestra sociedad, con la cual pasamos a llevar muchas veces a los
otros, con el solo propósito de diversión, con el propósito de hacer lo que a nosotros nos divierte, sin
pensar en el que esta al lado, es como una lucha de clases, en donde el que oprime marca la clase y no
acepta al otro, y es por esto necesaria la educación social, la educación moral en nuestra sociedad, la
comunión entre los habitantes de este país llamado “planeta tierra”.
En nuestro diario vivir actuamos así “el pez mas grande se come al pequeño”, sin pensar que en
otro momento nosotros seremos el pequeño. La relación con nuestros pares muchas veces es tosca,
dura, cruda, utilizando nuestra libertad sin tomar en cuenta la libertad del otro, siendo persona o
animal, vegetal o planta, Freire dice a esto: “…el cuidado por las cosas, el gusto por la belleza, la
valoración de los sentimientos carecen en absoluto o casi de importancia” 3; o sea, nosotros solo
pensamos en lo personal y no nos abrimos a pensar en más, en admirar lo que nos rodea, ni a quienes
nos rodean, el ser humano en sí es egoísta pero debemos eliminar ese egoísmo para unirnos, y no solo
unión con los mas cercanos sino una unión de todos, para que todos juntamos vivamos en armonía,
darle el verdadero realce a quienes se lo merecen o simplemente respetar al otro por que es persona,
para esto nos sirve la educación, Freire nos dice: “Si la educación sola no transforma la sociedad, sin
ella tampoco cambia la sociedad”4, debemos ser agentes culturales, creadores, transmisores y
receptores de educación para lograr ese cambio en la sociedad, para lograr esa unión.
DE LA EDUCACIÓN
En las aulas, los educandos dice Freire “reciben entrenamiento y no formación”7, es necesario
formar con valores, educar, enseñar lograr que los educandos “aprehendan”, se apropien del
conocimiento, no sólo que absorban, sino que lo razonen, que sean capaces de recibir y transmitir, es
necesario “desafiar al educando a pensar críticamente”8, es necesario realizar este vuelco
transformador, liberador, esta libertad que nos da el poder de pensar críticamente, el hecho de poseer el
conocimiento necesario para enfrentar al mundo, pero es “libertad”, no de “libertinaje”, es necesario
además realizar ese trabajo no siempre enseñando lo que no esta prohibido, porque muchas veces lo no
prohibido no es lo correcto, quizás este trabajo transformador sea un sueño pero el autor sostiene que:
“Lo que no es posible siquiera es pensar en transformar el mundo sin un sueño, sin utopía o sin
proyecto”9. La educación es necesaria para toda acción emancipadora, es necesaria para lograr tener los
fundamentos para educar y lograr esta emancipación, esta es parte del cambio, como el nombre de una
de sus cartas “Del derecho y deber de cambiar el mundo”, por medio de esta educación logramos
6
Pedagogía de la indignación, Freire P.,2001, Pág. 40
7
Pedagogía de la indignación, Freire P.,2001, Pág. 54
8
Pedagogía de la indignación, Freire P.,2001, Pág. 54
9
Pedagogía de la indignación, Freire P.,2001, Pág. 64
adquirir conocimientos para la innovación en la educación, para esta innovación que desemboca en
emancipación, es necesario ser revolucionarios, pero una revolución reformativa, cambiar la
perspectiva de la educación, lograr que por medio de lo aprendido el campo de los educandos se
amplíe, es necesario derribar el muro que aun se mantiene, ese muro clasicista y esclavista que nos
dice que la educación es solo para unos pocos, por eso repito es necesario ser revolucionarios a lo que
Paulo Freire se refiere así: “No hay actualidad que no sea escenario de confrontaciones entre fuerzas
que reacciona contra el avance y fuerzas que luchan por él” 10, siempre habrá quienes se opongan, ya
sea sistemas políticos, grupos sociales o gente del gremio,pero es necesaria esta educación con toques
de progreso (antes usada la manoseada palabra progresistas), en cierto modo politizados (ya que es para
el bien de todos) y además con contenido ético, para avanzar, educar y respetar, por esto es necesario el
toque moralista, para no pasar a llevar a los otros.
La educación, dedicada casi específicamente a una clase social, es cosa de ver fuera de nuestro
diario recorrer en la ciudad, salir de ella y mirar a los campesinos, agricultores, obreros, etcétera, Freire
se preocupó de ellos para lograr la emancipación antes formulada, es necesario llegar a los mas
“alejados de la mano de Dios” para lograr estos cambios, Freire sostiene que: “…si los oprimidos
tuvieran la mas mínima oportunidad de adivinarlas o intuirlas (las verdades), podrían empujarlos a la
lucha”11 , o sea, es necesario la educación al alcance de todos, para poder lograr reformar el mundo,
para poseer “el derecho y deber de cambiar el mundo”, es un trabajo de todos, que debemos ser
capaces de llevar la educación a esos que no tienen educación para lograr esas reformas tan
manoseadas por algunos y que nos competen a nosotros, como la idea despótica de “todo para el
pueblo pero sin el pueblo”, idea obsoleta el pueblo tiene que ser capaz de reformarse, para eso
debemos estar al tanto de lo que ocurre, lo vulgarmente llamado “cultura general”.
Dice Freire: “Queremos una escuela pública popular, pero no populista y que, rechazando el
elitismo, no sienta rencor hacia los niños que comen y visten bien” 12 , o sea, entre todos lograr esa
unión y transformación sin rechazo (a esto quería llegar con el comentario sobre moral), sin pasar a
llevar a los otros, sino que logremos esa unión a causa de la educación para que todos recibamos una
educación, valga la redundancia, de calidad e implantar en nuestras mentes la semilla emancipadora, el
cambio pedagógico trascendente.
10
Pedagogía de la indignación, Freire P.,2001, Pág. 65
11
Pedagogía de la indignación, Freire P.,2001, Pág. 127
12
La pedagogía en la ciudad, Freire P., 1997, Pág. 49
DE LA ESPERANZA
Y para dar fin... ¿Cuál es esta esperanza? Lo he mencionado durante todo el trabajo y me he
dado vuelta en lo mismo la educación igualitaria, para lograr educar, hacer llegar cultura a todos los
rincones de la sociedad, es necesaria para lograr la Emancipación, la revolución educativa, ese cambio
trascendente de educación como entrenamiento, a la educación como espacio formativo y, recalcado
durante casi toda la comunicación, emancipatorio.
13
La pedagogía en la ciudad, Freire P., 1997, Pág. 125