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Psicopatología
Psicopatología De La Atención
Presenta
Jeimy Paola Andrade Ortiz
000597505
Mayra Fernanda Camayo Molina
000601577
Katerin Fernández Rojas
000607184
Docente
Gina Paola Vergara
NRC:
Se ha utilizado como si su significado fuera evidente por sí mismo, lo que ha originado que se
vuelva un concepto muy escurridizo .sea como fuere, lo cierto es que de atención no es no es, en
absoluto un concepto unitario, sino que pueda aludir a distintas características y propiedades, en
este sentido es definible tanto por sus modalidades como por los efectos que produce en el
procesamiento de la información. Por ello no es extraño que existan diferentes teorías o modelos
que intenten explicar que es la atención. Ya sea de selectividad, de la capacidad, de la
concentración, o de la alerta entre otras. Sino que además guardan una estrecha relación con el
mismo de venir temporal que ha tenido el concepto de atención dentro de la historia de
psicología.
3. INVESTIGAR LOS MODELOS DE FILTRO.
A) Modelo de Filtro Rígido – BROADBENT. Según la teoría del Filtro Rígido de Broadbent
los seres humanos procesamos la información de manera serial (en serie, consecutivamente) en
oposición a la otra posibilidad, que sería procesarla en paralelo (simultáneamente). Nuestra
memoria estaría estructurada de forma a repartirse las tareas de la forma más eficiente posible
siendo tres las estructuras presentes en la llamada Teoría Multialmacén: la memoria sensorial,
que almacena recuerdos relacionados con sensaciones y experiencias íntimamente relacionadas
con el funcionamiento del propio cuerpo y los sentidos. La memoria a corto plazo, donde se
almacena la información a la que se ha tenido acceso recientemente para usar con cierta
brevedad antes de que desaparezca –análogamente a la memoria caché en términos
informáticos-. Y la memoria a largo plazo, donde se inscriben con mayor firmeza los datos y de
donde difícilmente desaparecen en circunstancias ordinarias. En la teoría de Broadbent el filtro
encuentra su posición entre la memoria sensorial y la memoria a corto plazo y se encarga de
hacer llegar a ésta la información relevante así como de despachar la que no sirve. Este filtro
vendría moldeado en función de: · Las propiedades o circunstancias del sujeto. · La intensidad,
novedad o frecuencia del estímulo.
· La motivación del sujeto. Para investigar dentro de esta área es muy visual el resultado que
aporta la experiencia en el campo de la Escucha Dicótica que consiste en la presentación
simultánea de dos estímulos auditivos y que nos conduce a observar que existe una mayor
facilidad a asimilar el contenido que llega por uno de los dos oídos que no ambos
simultáneamente. De aquí que Broadbent concluyera que el procesamiento es de tipo serial y
sólo podemos atender a un canal de información por vez. La principal crítica a esta conclusión es
que el hecho de que sea difícil asimilar y reproducir dos mensajes simultáneos no implica
forzosamente que no hayan sido procesados ambos sino que sólo uno de ellos ha sido atendido
como corresponde.
Está claro que los planteamientos clásicos de la psicopatología atencional no nos dejan en
absoluto satisfechos no solo con lo que entendemos que significa la atención, sino también con
las propias anomalías que se incluyen en ese apartado. Pensamos que una de las formas más
convenientes para hacer una clasificación de estos trastornos es partiendo de los conocimientos
que la psicología nos ofrece sobre este tema. Sin embargo hoy por hoy no contamos con una
teoría que sea capaz de integrar todos los aspectos de la atención. Por ello mantener estos
aspectos separados por el momento, favorece el análisis de los mismos. Por tal razón hemos
optado por exponer las anomalías de la atención en función de aquel aspecto de la atención con
el que estén relacionadas, la división que ofrece Reed: atención como concentración, atención
como selección, atención como activación, atención como vigilancia, atención como
expectativas.
Atención como concentración: Se incluyen todas las alteraciones que están de algún modo
relacionadas con la fijación (o su ausencia o alteración) de la atención sobre estímulos, objetos o
situaciones. Este problema está presente en una gran variedad de trastornos psiquiátricos y en
otras muchas condiciones, como fatiga extrema, necesidad de dormir, estados de desnutrición,
etc. Además de esa sintomatología inespecífica de falta de concentración, nos encontramos con
dos alteraciones relevantes: la ausencia mental y la laguna temporal. La ausencia mental alude a
un tipo de experiencia que, por lo general, se considera como anómalo, extravagante e inusual,
pero no como patológico. Reed explica que, en la ausencia mental el individuo esta tan
preocupado por sus propios pensamientos que deja fuera gran cantidad de información externa
que le es habitualmente accesible, y por tanto no responde al feedback respecto a los cambios en
su rutina; es decir, sus acciones son mecánicas y no ajusta los detalles de sus conducta habitual
sobre la marcha de acuerdo con las demandas ambientales, aunque sí que es capaz de atender
correctamente a cualquier actividad externa relacionada con los pensamientos a los que está tan
atento. Se podría considerar que la ausencia mental es un fenómeno de umbral: el nivel de
atención es bajo para aquellos estímulos que le resultan distractores (todos aquellos que no se
relacionan con sus pensamientos); es decir, las disminuciones del nivel atencional esta
inversamente relacionada con el grado de preocupación por sus pensamientos. Por lo que
respecta a la laguna temporal, tampoco se puede considerar una experiencia mórbida. Es más,
seguro que no debemos esforzarnos mucho para recordar alguna experiencia similar. El sujeto
presenta una laguna en el tiempo de la que no puede recordar nada, pero sin embargo, él estaba
realizando una tarea o actividad. Este tipo de experiencia suele ser descrita por quien la padece
como un espacio en blanco en la consciencia temporal. Aunque el sujeto nos diga que no
recuerda, no es un problema de amnesia. A diferencia de la amnesia, aquí no se presenta
desorientación persistente espaciotemporal, ni tampoco se presentan otras características típicas
de la amnesia. En cierto modo, el sujeto no recuerda porque en realidad no ha ocurrido nada que
se deba recordar. Atención como selección: Por atención selectiva se entiende la habilidad o
capacidad para separar los estímulos relevantes de los irrelevantes. Este fenómeno no es en
absoluto patológico. Se trataría de la capacidad para seguir una fuente de información cuando
hay otras muchas que compiten por atraer la atención. La atención es una espada de dos filos.
Por un lado nos proporciona una característica deseable al permitirnos seguir un conjunto de
acontecimientos que son de interés entre muchos otros que ocurren simultáneamente, aun cuando
se mezclan todos entre sí, pero por otro lado, la atención limita nuestra capacidad para seguir a
todos los acontecimientos que ocurren. Con frecuencia se desea atender a varias cosas al mismo
tiempo. Aun cuando solo tenga interés en un conjunto de acontecimientos, no es deseable
seguirlos con tal concentración que no nos demos cuenta de que ocurren otros acontecimientos.
Lo que se pretende es concentrarnos en un acontecimiento, excluyendo a los demás solo hasta
que ocurra algo más importante que nos interrumpa de la concentración. En psicopatología, el
problema de la atención selectiva se puede encontrar presente en muchos y diversos trastornos.
De hecho, la distraibilidad es un síntoma frecuente en una amplia variedad de trastornos, que
puede ir desde los episodios maniacos a los trastornos de ansiedad o a los cuadros crepusculares.
Sin embargo, la esquizofrenia es, el trastorno en el que con más profundidad se ha investigado.
Los individuos esquizofrénicos no diferencian bien entre estímulos relevantes e irrelevantes.
Atención como activación: La activación está relacionada con la focalización de la atención y
con el grado o intensidad de la misma. Desde esta perspectiva, la psicopatología está interesada,
fundamentalmente, en los cambios en la atención como respuesta al estrés. A niveles
atencionales, el foco de la atención se extrema y se restringe. Las características de la amenaza
demandan toda nuestra atención, y por tanto abandonamos las demás señales. Una aclaración, las
situaciones estresantes no tienen por qué implicar sólo peligro o amenaza física. También
consideramos como estresantes otras situaciones sociales que pueden amenazar a nuestra
autoestima, o que implican ciertas demandas sociales, etc. Por un lado, la activación varía de
unos individuos a otros e incluso varía en un mismo individuo según la etapa de su vida y las
situaciones. Atención como vigilancia: Clásicamente, el termino vigilancia se utilizaba para
designar un estado de alta receptividad o hipersensibilidad hacia el medio o hacia porciones del
medio. Actualmente, el término también se utiliza para indicar un tipo de dedicación atencional
definido por la propia tarea, sin prejuzgar la actitud o estado del sujeto, denominándose como
tareas de vigilancia a aquellas de larga duración en las que el sujeto debe detectar y/o identificar
un estímulo de aparición infrecuente. La investigación aquí se centra en dos aspectos:
A) Estudio del nivel general de vigilancia: Afectada por diversos factores, uno de ellos es la
activación tónica.
B) Estudio de la disminución de la vigilancia a lo largo de una tarea: Afectada también por la
activación tónica y la personalidad. En las tareas de vigilancia de detección de señales ocurre un
deterioro en la ejecución: por un lado, la sensibilidad disminuye, por otro, el criterio se eleva. El
individuo a veces da la respuesta aunque el estímulo no se presente, y otras veces no da la
respuesta pedida cuando aparece el estímulo. Este tipo de déficit se ha encontrado en pacientes
esquizofrénicos. Por otro lado, la vigilancia excesiva o hipervigilancia se ha estudiado en
pacientes con ansiedad generalizada y en sujetos normales con puntuaciones altas de ansiedad-
rasgo. Eysenck mantiene que el funcionamiento atencional (hipervigilante) de los pacientes
ansiosos y de los individuos altos en ansiedad-rasgo es similar. La hipervigilancia se puede
manifestar de diversos modos:
A) Hipervigilancia general.
B) Una tasa de escudriñamiento ambiental.
C) Hipervigilancia especifica.
D) Un ensanchamiento de la atención antes de la detección de un estímulo sobresaliente.
E) Un estrechamiento de la atención cuando se procesa el estímulo sobresaliente.
Las alteraciones atencionales, en y por sí mismas, nunca han sido consideradas como signo o
síntoma de importancia a la hora del diagnóstico de las enfermedades mentales. En el estudio de
la esquizofrenia, la atención no fue considerada como una característica excitante de esta
enfermedad hasta los años 50-60, ya que las anomalías atencionales son manifestaciones
tolerables de la enfermedad. Sin embargo, y a pesar de que como síntoma puede que no juegue
un papel central dentro de la psicopatología, lo cierto es que cada vez se está teniendo más en
cuenta este constructo a la hora de describir y explicar desde un punto de vista psicológico
ciertos trastornos mentales. Nos referiremos aquí exclusivamente a la esquizofrenia, la depresión
y los trastornos de ansiedad, McGhie y Chapman realizaron un estudio con pacientes
esquizofrénicos, y encontraron que las quejas más típicas eran las siguientes: “Las cosas entran
demasiado deprisa. No consigo atraparlas y me pierdo”, “atiendo a todo al mismo tiempo y como
resultado no atiendo a nada”. Las propuestas para explicar el déficit atencional de la
esquizofrenia no son, hoy por hoy, concluyentes. Por lo que respecta a la depresión, es frecuente
encontrar que estos pacientes se quejan de falta de concentración y de distraibilidad. Por lo que
se refiere a las tareas de vigilancia destaca la investigación de Byrne, quien ha encontrado
patrones de ejecución diferentes entre depresivos neuróticos y depresivos psicóticos. Los
segundos muestran un nivel general de ejecución peor en este tipo de tareas, realizando menos
detecciones correctas, y este deterioro se va haciendo progresivamente más marcados lo largo del
tiempo. Por su parte, los deprimidos neuróticos, aunque también realizan mal la tarea, presentan
una ejecución sensiblemente mejor, y la mayoría de sus errores se engloba dentro de la categoría
de falsos positivos. Sprock, Braff, Saccuzzo y Atkinson han encontrado que aunque los sujetos
deprimidos no difieren de los sujetos normales en cuanto al tiempo de exposición necesario para
identificar correctamente un estímulo, sin embargo, cuando el estímulo se enmascara
retroactivamente los deprimidos muestran un patrón distinto de los normales. Estos autores
concluyeron que la explicación a este hecho reside en que los deprimidos necesitan más tiempo
que los normales para formar una representación del estímulo, aunque no para registrarla. Son
necesarias muchas más investigaciones para poder determinar si existen déficit atencionales en la
depresión, y si es así, de que tipo son y cómo operan. Duval y Wicklund fueron los primeros en
proponer una teoría de la autoconciencia (self-awareness), según la cual cuando un individuo
focaliza la atención sobre sí mismo (lo que se denomina atención autofocalizada) se produce un
incremento en la consciencia de aquellos aspectos del sí mismo que son más notables o
sobresalientes en ese momento o circunstancia. Carver y Schier han integrado esta teoría dentro
de un modelo cibernético de autorregulación, concibiendo la atención autofocalizada como una
parte de un ciclo de feedback negativo, cuyo propósito es mantener al organismo en el camino
para conseguir sus metas. De este modo, focalizar la atención sobre uno mismo promueve la
activación de un sistema de feedback de la conducta, de tal modo que se perciben y corrigen las
discrepancias entre los criterios ideales y la conducta actual. Se podría decir que las
consecuencias más importantes de la autofocalización de la atención son:
A) Una tendencia auto evaluativa incrementada y autoestima disminuida.
B) Afecto negativo intensificado.
C) Un incremento de la tendencia a hacer atribuciones internas para resultados negativos.
D) Autoinformes particularmente adecuados.
E) Una tendencia a la retirada de tareas después de una experiencia inicial de fracaso.
F) Una amplia repercusión de los efectos de las expectativas de resultado sobre la motivación y
ejecución subsiguientes.