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Proverbios - Introducción

Al llegar a este libro de Proverbios, amigo oyente, nos


encontramos nuevamente en la sección de la Biblia que hemos
clasificado como la poesía de las Escrituras. En esta sección
tenemos los libros de Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y el
Cantar de los Cantares de Salomón. Todos estos pertenecen al
mismo grupo habiendo sido escritos en lo que es conocido como
la poesía hebrea. Pero debemos notar que el libro de Proverbios
es diferente a cualquier otro libro.
Y también debemos indicar que Salomón es el escritor de
Proverbios, Eclesiastés y del Cantar de los Cantares. Se supone
que escribió el Cantar de los Cantares en sus primeros años de
su edad adulta, Proverbios en su mediana edad y Eclesiastés,
hacia el final de su vida, reflejando la madurez de su
experiencia. Proverbios es un libro que trata de la sabiduría.
Eclesiastés, por su parte, es el libro que trata sobre la vanidad.
Y el Cantar de los Cantares de Salomón es el libro que habla del
amor. Y el amor es el término medio entre la sabiduría y la
vanidad. Y podemos decir que Salomón era un experto en estos
tres temas. La misma Palabra de Dios lo expresó con claridad en
el Primer Libro de Reyes, capítulo 4, versículo 32. Allí dice,
hablando de Salomón: "Y compuso 3.000 Proverbios, y sus
Cantares fueron 1.005". Nosotros ahora tenemos solamente uno
de esos Cantares, de los 1005 que él escribió. Y tenemos muy
pocos de sus Proverbios. Ahora, en los versículos 33 y 34, de
ese capítulo 4, del Primer Libro de Reyes se nos dice: "También
disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el
hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los
animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces.
Para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos, y
de parte de todos los reyes de los países adonde había llegado
la fama de su sabiduría."
En este libro vamos a escuchar la sabiduría de Salomón. Ahora,
nosotros nos preguntamos, ¿qué es un proverbio? "Un Proverbio
es un dicho que expresa una verdad específica de una manera
directa y concisa". También podemos compartir esta otra
definición: "Los Proverbios son frases cortas producto de una
larga experiencia". También es "una verdad que se presenta en
una forma fácil de recordar; una filosofía basada en la
experiencia y una regla para la conducta". Por lo tanto un
Proverbio es un dicho sentencioso, una máxima, un adagio, un
refrán, un epigrama.
Ahora, el versículo principal o clave en este libro de Proverbios,
podemos decir que lo encontramos en el primer capítulo,
versículo 7, donde dice, "El principio de la sabiduría es el temor
del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza".
Hay algunas características bastante fuera de lo común en este
libro de Proverbios de las cuales, quisiéramos hablar un poco en
el día de hoy.
Debemos decir que el antiguo Oriente es el hogar de los
Proverbios. Pensamos que Salomón coleccionó muchos de ellos
de diferentes fuentes. Él fue el editor de todos ellos y el autor
de algunos. Eso quiere decir que lo que tenemos aquí es el
registro inspirado de los Proverbios que son de la pluma de
Salomón o de otros autores, a los cuales Dios ha dado su
aprobación, como veremos más adelante.
El Dr. Thirtle y otros eruditos han notado que existe un cambio
de pronombres en este libro de la segunda persona a la tercera
persona. Las conclusiones a las que llegaron estos eruditos fue
que los Proverbios que usaron la segunda persona, le fueron
enseñados a Salomón por sus maestros. Y que los Proverbios
que usaron la tercera persona, fueron compuestos por Salomón
mismo.
Podemos decir que existe una diferencia entre el libro de
Proverbios y los Proverbios de otros escritos. Por ejemplo, los
griegos fueron importantes en la tarea de escribir Proverbios,
especialmente los poetas gnósticos. Uno puede apreciar más
esto al leer el griego. Eran muy inteligentes en la forma en que
se expresaban en el idioma griego y muchos de ellos eran un
juego de palabras en ese idioma.
Ahora, hay algunas características de los Proverbios que
creemos deberíamos destacar.
1. La primera de ellas es que Proverbios no tiene ninguna
declaración que no sea científica o alguna observación que sea
errónea. Por ejemplo, en el capítulo 4, de este libro de
Proverbios, versículo 23, dice: "Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón; porque de él mana la vida". Y transcurrieron
unos 2700 años antes de que Harvey descubriera que la sangre
circulaba en el cuerpo impulsada por el corazón. Como contraste
a esto, en un libro apócrifo, la carta de Bernabé, se hace
mención de la mitológica Ave Fénix, un ave fabulosa, que se
consumía en el fuego y resucitaba de sus propias cenizas,
volviendo a la vida. Pues bien, esa es una fábula que no aparece
en el libro de Proverbios ni en ninguna otra parte de la Biblia.
Ahora, es extraño que en un libro que contiene cientos de
proverbios, ninguno de ellos vaya en contra de la ciencia actual.
Creemos que eso en sí mismo debería alertar a cualquier
persona inteligente hacia el hecho de que el libro de Proverbios
ha sido inspirado por Dios.
2. Lo segundo que podemos observar de Proverbios, es que está
en un nivel moral elevado. Los dichos inmorales que aparecen
en otras obras, usted no los puede encontrar aquí. Por ejemplo,
Justino Mártir dijo que Sócrates era un cristiano antes de la
llegada de Cristo, lo que por supuesto sería una imposibilidad. Y
sus admiradores dicen que él presenta un alto concepto de
moralidad. Sin embargo, Sócrates también les dio instrucciones
a las prostitutas de cómo comportarse. Bueno, lo mejor que uno
podría decir de él es que era amoral.
3. También podemos decir que los Proverbios no se contradicen
a sí mismos, mientras que los proverbios escritos por las
personas del día de hoy, con frecuencia se contradicen entre sí.
Por ejemplo, podríamos decir: "Al que madruga, Dios le ayuda".
Pero hay otro proverbio que dice: "No por mucho madrugar,
amanece más temprano". Luego hay otro proverbio que dice:
"El agua hace mal, y el vino hace cantar". Pero hay uno que lo
contradice al decir: "El agua no enferma, ni emborracha, ni hace
mal, ni adeuda". Y también hay otro que dice: "El agua
corriente, no mata a la gente". Como podemos ver, los
proverbios humanos se contradicen porque las ideas entre las
personas difieren, a veces radicalmente. Pero no hay tales
contradicciones en el libro de los Proverbios porque, como
hemos dicho, fue inspirado por Dios y El no se contradice a sí
mismo.
En su Comentario sobre Proverbios de la Enciclopedia de
Conocimiento Bíblico, el profesor Sid Buzzell destacó las
siguientes características peculiares del libro de los Proverbios.
Muchas culturas antiguas del Medio Oriente tuvieron obras
dedicadas a la sabiduría. Aunque el libro de los Proverbios es
algo similar a dicha literatura, la sabiduría promovida por este
libro contiene un elemento que no se encuentra en esas otras
obras. La sabiduría de estos Proverbios de la Biblia contiene
sagacidad práctica, agudeza mental, y habilidad funcional, así
como también una vida moral recta e íntegra que brota
naturalmente de una correcta relación con el Señor. La frase
que encontramos en 9:10, El temor del Señor es el principio de
la sabiduría, hace que el concepto hebreo de la sabiduría sea
único. Para ser sabio en el sentido Bíblico del término, uno debe
comenzar estableciendo una relación adecuada con Dios. Temer
al Señor significa respetarle por ser quien es y responder
depositando en El nuestra confianza, rendirle nuestra adoración,
obediencia y servicio. Si Dios no es honrado y su Palabra no es
obedecida, entonces la sabiduría, tal como los sabios hebreos la
definieron, nunca puede ser alcanzada. El propósito del libro de
los Proverbios es, entonces, desarrollar en otros, especialmente
en los jóvenes, un enfoque hábil de la vida, que comienza con
estar debidamente relacionado con el Señor. Hasta aquí las
opiniones del profesor Buzzell.
Ahora, mientras que el libro de Proverbios parece ser una
colección de dichos sin ninguna intención de presentar un orden
en particular o un arreglo ordenado preconcebido, algunos de
nosotros creemos que el libro desarrolla una historia, que
percibiremos al avanzar en su estudio. En realidad lo que aquí
se relata es la imagen de un joven que comienza su vida. Y la
primera lección que él recibe se encuentra en el versículo 7 del
primer capítulo, que como ya hemos dicho es la clave de este
libro. "El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los
insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza".
El citado profesor Buzzell concluyó que, de acuerdo con 1:2-4,
podemos distinguir 5 propósitos en la escritura de este libro. (1)
Para aprender sabiduría e instrucción (o disciplina); (2) Para
conocer razones prudentes o discernir dichos profundos; (3)
Para adquirir instrucción y prudencia en una sabia conducta,
justicia, juicio y equidad; (4) Para dar sagacidad a los ingenuos;
y (5) Para dar a los jóvenes inteligencia y cordura. Estos
propósitos en realidad se centran en ayudar a los lectores a vivir
sabiamente.
Los Proverbios eran empleados por los padres para impartir
sabiduría en una forma que convertía el aprendizaje en un
desafío, en una aventura. El propósito al utilizar los proverbios
era ayudar a los jóvenes a adquirir habilidades mentales que
promovieran una vida sabia, Tanto el contenido como la
estructura de estos dichos contribuían al desarrollo de los
oyentes. Se presentaba al proceso de aprendizaje como un reto
que culminaba en una recompensa. En la literatura de la
sabiduría, tener la sabiduría de Dios implicaba tener la
capacidad de enfrentarse con las demandas de la vida de una
manera que honre a Dios. El profesor Toy, autor de un
Comentario Crítico y Exegético del libro de Proverbios, escribió
que "la sabiduría es el conocimiento de una vida recta en el
sentido más elevado."
Dijimos entonces que el libro de Proverbios nos cuenta una
historia. Y que este joven que se menciona aquí descubre que
hay dos escuelas que están en pugna tratando de lograr que él
vaya con una de ellas. Es como si él hubiera recibido los
catálogos de la universidad digamos, indicándole los beneficios
que puede recibir al asistir a una de ellas. Una de estas escuelas
es conocida como la de la sabiduría. La otra es conocida como la
escuela de los insensatos.
Bien, siguiendo adelante podemos decir que los consejos que se
presentan en este libro de Proverbios trascienden todas las
épocas del trato de Dios con los seres humanos. No hay ninguna
diferencia si usted está en el Antiguo o en el Nuevo Testamento.
Sus verdades no han dejado de serlo y es un libro provechoso
para todos.
Ahora, alguien quizás presente una objeción diciendo "Pero en
este libro no se encuentra nada acerca del evangelio". Aquel de
quien cuya sabiduría habla este libro, no es otro que el Señor
Jesucristo.
El libro de Proverbios no es una mezcolanza de declaraciones
inconexas o no relacionadas entre sí. Por el contrario, es un libro
que sí tiene mucho sentido lo cual podremos comprobar, y tiene
un plan y una disposición ordenada. Salomón tuvo algo que
decir en cuanto a su propia enseñanza. En Eclesiastés, capítulo
12, versículo 9, dijo: Cuanto más sabio fue el predicador, tanto
más enseñó sabiduría al pueblo. Escuchó, escudriñó y compuso
muchos proverbios". Otra versión tradujo: "Ponderó, investigó y
ordenó muchísimos proverbios".
Aquí hay algo que hará del libro de Proverbios una experiencia
emocionante para usted: hay en este libro un pequeño esbozo
de cada personaje de la Biblia, y vamos a sugerir algunos de
ellos. Y usted al leerlo, seguramente disfrutará descubriendo a
otros. También creemos que usted descubrirá que hay
proverbios adecuados para describir a algunos de sus amigos y
conocidos, aunque quede librado a usted evaluar la
conveniencia de informarles a ellos sobre cuál es el proverbio
que mejor les describe. Seguramente hay un proverbio
adecuado para cada uno de nosotros, y nos resultará
interesante recorrer todo este libro.
En cuanto a la estructura literaria del libro de Proverbios está
basada en estrofas formadas por dos oraciones pareadas. Las
dos oraciones de cada pareado están generalmente relacionadas
entre sí por lo que se ha llamado "paralelismo", de acuerdo con
la poesía hebrea. Es que la poesía hebrea no tiene rima o
métrica, como nuestra poesía. La poesía hebrea consiste en el
paralelismo de ideas. Pueden destacarse cuatro clases de
paralelismo:
1. Paralelismo sinónimo. En este caso, la segunda cláusula
vuelve a expresar lo dicho en la primera. Es decir, que expresa
la misma idea con diferentes palabras.
Tenemos un ejemplo: en el capítulo 19, de este libro de
Proverbios, versículo 29, leemos: "preparados hay juicios para
los insolentes y azotes para las espaldas de los necios".
Podemos ver otros ejemplos en 1:2, que dice para aprender
sabiduría e instrucción, para conocer razones prudentes. Y en
2.11, que dice La discreción te guardará, y te preservará la
inteligencia.
2. Paralelismo antitético o de contraste. En este caso, una
verdad que está expresada en la primera cláusula, en la
segunda cláusula se refuerza por contraste con la verdad
opuesta.
Tenemos un ejemplo en el capítulo 13, versículo 9: "la luz de los
justos brilla alegremente, pero se apagará la lámpara de los
malvados". Aquí podemos ver que la segunda afirmación está
exponiendo la misma verdad, pero, por contraste, desde el
punto de vista opuesto. Tenemos otros ejemplos en 10:1, que
dice El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza
de su madre. También podemos leer 11:1 que dice: El Señor
aborrece la balanza adulterada, pero la pesa cabal le agrada.
3. Paralelismo sintético. En este caso, la segunda cláusula
continúa o desarrolla el pensamiento de la primera cláusula.
Tenemos un ejemplo en el capítulo 20, de Proverbios, versículo
2, que dice: "como rugido de cachorro de león es la ira del rey;
el que lo enfurece peca contra sí mismo".
A veces la segunda línea da un resultado de la primera línea,
como podemos ver en 3:6 que dice Reconócelo en todos tus
caminos, y él hará derechas tus veredas. Y también podemos
ver el mismo caso en 16:3, que dice Encomienda al Señor tus
obras, y tus pensamientos serán afirmados. En otras ocasiones,
la segunda línea describe algo de la primera línea, como
podemos ver en 6:12 que dice El hombre malo, el hombre
depravado, es el que anda en perversidad de boca. Y también
podemos ver el mismo caso en 15:3 que dice Los ojos del Señor
están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.
A veces una línea da preferencia a lo que es citado en la otra
línea. Hay 19 de estos casos, reconocidos por las expresiones
"más vale" o "mejor es". Veamos los siguientes ejemplos: en
12:9 leemos Más vale el despreciado que tiene quien lo sirva,
que el jactancioso que carece de pan. Y en 16:16 leemos Mejor
es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale
más que la plata.
4. Paralelismo emblemático. En este caso, una línea ilumina el
significado de la otra por medio de un símil o de una metáfora.
Tenemos un ejemplo en 10:26 que dice Como el vinagre para
los dientes y el humo para los ojos, así es el perezoso para
quienes lo envían. Podemos leer otro caso en 25:12 que dice
Como pendiente de oro y adorno de oro fino es el sabio que
reprende al oído atento. Y en este mismo capítulo 25:23
tenemos otro ejemplo que dice El viento del norte trae la lluvia,
y la lengua murmuradora, el semblante airado.
Ahora conviene aclarar que no todos los versículos de Proverbios
tienen 2 líneas. Algunos tienen 3 (como podemos ver en 1:27),
unos pocos tienen 4 (como podemos ver en 30:9) y un versículo
incluso tiene 6 líneas (como es el caso en 30:4).
Vamos a presentar ahora un Bosquejo general que muestra las
pautas sobre las que está organizado el libro:
I. La sabiduría y la vanidad contrastadas, capítulos 1 al 9. Esta
sección, está encabezada por la frase "Los proverbios de
Salomón", en 1:1. Considerando que Salomón reinó del 971 al
931, los proverbios que él escribió podrían ser fechados en el
siglo 10 A.C.
II. Los Proverbios de Salomón, capítulos 10 al 24 (escritos y
organizados por él mismo.
III. Los Proverbios de Salomón, entre los capítulos 25 al 29,
ordenados por colaboradores de Ezequías. Considerando que
Ezequías reinó del 729 al 686, estos capítulos deben haber sido
registrados en ese período.
IV. El oráculo de Agur, un sabio desconocido, en el capítulo 30.
V. Los Proverbios de una madre a Lemuel, en el capítulo 31. Se
cree que era Betsabé, la madre de Salomón,
Dios mediante, en nuestro próximo estudio, vamos a comenzar
en el texto mismo de este libro. Mientras tanto, le sugerimos
que lea el primer capítulo de Proverbios para estar así
familiarizado con su contenido y pueda sacar el mayor provecho
posible de este estudio. Recordemos que este libro repite una y
otra vez el contraste entre la persona sabia, que tiene una
correcta relación con Dios, y el insensato, que es malvado o
injusto. Este contraste se resume en el Salmo 1:6, que dice: El
Señor conoce el camino de los justos, mas la senda de los malos
perecerá.

Proverbios 1:1-5
Llegamos hoy, amigo oyente, al primer capítulo del Libro de
Proverbios, y estamos seguros que usted ya lo ha comenzado a
leer. Es posible que algunos no lo consideren una historia
emocionante, pero lo es. Esperamos poder llevar el paso del
Espíritu de Dios al recorrer este libro, porque en él tenemos un
verdadero mensaje para cada uno de nosotros. Está enfocado
hacia los jóvenes de ambos sexos. Es que tiene un mensaje
especial para la juventud. En la actualidad, como en todas las
épocas, los jóvenes están buscando respuestas a los
interrogantes de la vida.
Al introducirnos en este libro deseamos que usted observe que
esta obra no ha sido preparada de manera poco sistemática, sin
una planificación previa. Tiene un mensaje concreto. Conocemos
a muchísimas personas que creen que pueden escoger unos
proverbios sueltos de diversas partes del libro. Esto se puede
hacer, por supuesto, pero la verdad es que cuando elegimos uno
de ellos y lo consideramos, lo deberíamos leer en el párrafo al
que pertenece, para examinarlo en su debido contexto. Por
ejemplo, un diamante o una esmeralda, pertenecen al marco de
oro o plata en que han sido engastados. Y en esta ocasión el
engaste o marco es el libro de los Proverbios.
Ahora, hay algunos que tienden a leer el Libro de Proverbios de
la misma manera en que un hombre dijo que leía el diccionario.
Este hombre dijo: "A mí me gusta mucho leer el diccionario.
Pero las historias son realmente breves". Bueno, estimado
oyente, quizá usted sienta lo mismo acerca de este Libro de
Proverbios, pero esperamos que al acompañarnos en su estudio,
lo vea de una manera diferente. Ahora, escuchemos lo que dice
aquí en el versículo 1:
"Los proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel"
Ahora, estas palabras identifican al mismo comienzo del Libro a
su escritor, el rey Salomón. Evidentemente Salomón reunió
muchos proverbios de otras fuentes. El fue el editor de todos los
proverbios y al autor de algunos. También se nos ha dicho que
escribió más proverbios que no aparecen en este libro.
Esta primera sección que tenemos ante nosotros presenta un
contraste entre la sabiduría y la necedad o insensatez. La
sección abarca los capítulos 1 al 9.
Leamos ahora los versículos 2 al 4, donde la idea gira alrededor
del
El niño en el hogar comenzando su vida
"Para aprender sabiduría y doctrina, para conocer razones
prudentes, para adquirir instrucción y prudencia, justicia, juicio
y equidad; para dar sagacidad a los ingenuos, y a los jóvenes
inteligencia y cordura."
Hay diez palabras que se han utilizado en esta sección que
parecen ser sinónimos y, por supuesto, están relacionadas entre
sí, pero no son iguales. Nos gustaría tomar cada una de estas
palabras y ponerlas bajo el microscopio para poder observarlas.
Y entonces comprobaremos que ellas no son simplemente
sinónimas, ni tampoco se han acumulado aquí para hacer un
comienzo impresionante. Se nos ha dicho que cada palabra de
Dios es pura así que examinemos algunas de ellas.
Aquí dice que los proverbios son para aprender sabiduría. ¿Qué
se quiere decir con sabiduría? La palabra sabiduría en la Biblia
significa "la capacidad para usar el conocimiento
correctamente". Aparece en este libro 37 veces. Es una palabra
importante en las Sagradas Escrituras. Significa la utilización
correcta del conocimiento. Hay muchas personas brillantes
intelectualmente, que tienen conocimientos, pero les falta la
sabiduría. No parecen usar su conocimiento correctamente.
Y vamos a añadir algo más. La sabiduría en el Antiguo
Testamento, para el creyente de hoy, quiere decir, Jesucristo.
En la Primera Epístola a los Corintios, capítulo 1, versículo 30,
se nos dice: Pero por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual
nos ha sido hecho por Dios sabiduría, ? y tomemos nota ?
sabiduría, justificación, santificación y redención. Observemos
que la sabiduría es el número uno. Cristo es la sabiduría para el
creyente del día de hoy. Y conocer la sabiduría es conocer a
Jesucristo. Pablo dijo en Filipenses 3:10 que su ambición era
conocerle a Él". Estimado oyente, sería ideal que la misma
ambición de conocer a Cristo pudiera apoderarse hoy de su alma
y de la mía. Realmente la necesitamos.
La sabiduría aquí, por lo tanto, es Cristo. Y es la habilidad de
poder usar el conocimiento acertadamente. Conocer a Cristo es
no actuar con insensatez, es ser una persona sabia. Estimado
oyente, puede que usted no sea alguien brillante, pero cuando
reciba a Cristo y le conozca, entonces tendrá sabiduría.
La segunda palabra que tenemos es doctrina o instrucción;
aparece unas 26 veces en este libro. Lo interesante es que a
veces la misma palabra en hebreo es traducida por la palabra
"corregir" o "castigar". Por ejemplo, podemos leer en
Proverbios, capítulo 13, versículo 24, que dice: El que no aplica
el castigo, aborrece a su hijo; el que lo ama, lo corrige a
tiempo. Así es que el "corregir" aquí, quiere decir en realidad,
"dar instrucción" Por lo tanto la palabra "instrucción" significa
enseñar por medio de la disciplina, y esta es una verdad que se
ha perdido de vista en la actualidad.
Nuestra sociedad contemporánea está verdaderamente
descentrada y no sintonizada con la Palabra de Dios. A veces se
nos dice que la única razón por la cual se pone a los criminales
en la cárcel es para disciplinarlos y para reformarlos. Ese nunca
fue el propósito en el trato con los delincuentes de acuerdo con
la Palabra de Dios. Al tratar con los criminales. El propósito era
juzgarlos y castigarlos. No se dio ninguna otra razón. Por otra
parte, cuando usted está tratando con un hijo, tiene que
disciplinarlo porque eso es parte de su instrucción. Usted tiene
que corregirle. Tiene que enseñarle por medio de la disciplina.
Su propósito no es castigarle ¿Y qué quiere decir todo esto?
Usted tiene que enseñarle a él por medio de la disciplina y no
por medio de penalidades o castigos. Escuchamos decir con
frecuencia: "Ese niño debe ser castigado". No. Ese no es el
propósito. Lo hace para enseñarle por medio de la disciplina.
Nuestros propósitos se encuentran hoy confundidos:
disciplinamos a los delincuentes y castigamos a nuestros hijos.
Necesitamos regresar a los propósitos de Dios. Y hablando de
las escuelas, con el crecimiento estado de agresividad, violencia
y abusos de alumnos contra profesores, y de alumnos entre sí,
no podemos decir en ninguna manera que los métodos actuales,
tanto en el hogar como en la escuela, son adecuados y
efectivos.
A un padre se le preguntó. ¿Les pega usted a sus hijos? "Bueno,
contestó él: solo en defensa propia". Esta expresión no es una
salida humorística sino que refleja una preocupante y creciente
realidad, como es la violencia de hijos contra padres. Parece que
se han invertido los papeles y los hijos instruyen a los padres
sobre lo que tendrían que hacer y sobre cómo deben ser
tratados. Es cierto que muchos padres necesitan recibir
lecciones sobre disciplina, y sobre lo que deberían haber hecho
en su momento, pero no precisamente de los hijos.
Recapitulando entonces, la instrucción consiste en enseñar por
medio de la disciplina. Y Dios, nuestro Padre Celestial, es
excelente en enseñarnos de esa manera. Aprendemos mucho
cuando Su mano ha ejercido sobre nosotros la disciplina.
Además se nos dice en este pasaje que los proverbios son para
conocer razones prudentes o dichos profundos. El conocer y
entender implican inteligencia. También en el día de hoy
tenemos otra palabra: "discernimiento". Hoy necesitamos
reconocer que Dios espera de nosotros, que utilicemos nuestra
inteligencia. Él espera que nosotros utilicemos el sentido común.
En el versículo 3 tenemos la palabra justicia. Implica rectitud,
un comportamiento correcto. Cierto profesor de Sociología en la
universidad, que solía enseñar a sus alumnos que lo correcto
era relativo, tenía por costumbre preguntar a sus alumnos con
una sonrisa de satisfacción: Pero bueno, ¿qué es correcto?
Bueno, podemos contestar que aunque quizá no lo conocíamos
antes, como estudiantes que éramos, lo sabemos hoy y
podemos decir que lo correcto es lo que Dios define como
correcto. Fue Dios quien separó la luz de las tinieblas. Nosotros
no podemos hacer que salga el sol o que se ponga. Solo Dios
está controlando el funcionamiento del universo. El hizo la luz y
la oscuridad. El es entonces el que declara lo que es correcto y
lo que no lo es.
Usted puede decir hoy: Bueno, ¿es correcto hacer esto? Es
correcto, está bien, estimado oyente, si Dios dice que está bien.
Alguien dirá: "Y, ¿está mal hacer esto?" Bueno, es malo si Dios
dice que lo es. Lo bueno y lo malo en el día de hoy no son
términos relativos excepto en la mente del ser humano de
nuestro tiempo.
La creencia que hoy prevalece es que la persona término medio
es la que se convierte en la norma, en el modelo de referencia.
Esa es una de las razones por las cuales hay hoy tanta
deshonestidad, inmoralidad y corrupción. Porque, el bien y el
mal se han convertido en términos relativos. Dios ha dicho que
no lo son. Y tal como la luz y la oscuridad, el bien y el mal son
términos absolutos.
Y en el versículo tres tenemos también la palabra juicio. Quiere
decir que nosotros tenemos que juzgar, que emitir juicios. Es lo
mismo que tomar una decisión. Durante su viaje por la vida el
creyente llega a encrucijadas. Y tiene que tomar decisiones
sobre qué rumbo seguir. Y cuando no sabemos qué decisión
tomar, tenemos que consultar a Dios para tomar la decisión
correcta. Y tenemos la seguridad de que el Señor nos va a
dirigir de tal manera que no tengamos dudas ni cometamos
errores.
Y en este versículo tres llegamos a la palabra equidad. Y esta
palabra se refiere al principio más que a la conducta. Creemos
que el hijo de Dios no ha sido colocado bajo ciertas reglas, pero
también creemos que se nos han dado grandes principios, y que
estos principios deberían guiarnos. Por ejemplo, cuando
estábamos estudiando la Epístola del Apóstol Pablo a los
Romanos, usted recordará que dijimos que allí se mencionaba el
gran principio. Se encuentra en 14:22 y dice Dichoso el que no
se condena a sí mismo en lo que aprueba. Otra versión lo
traduce así: dichoso aquel a quien su conciencia no lo acusa por
lo que hace. El creyente tendría que sentir entusiasmo por lo
que hace. Hay demasiada conducta cristiana que se realiza
como su uno estuviera pisando cáscaras de huevo. Muchos
cristianos dicen "bueno no sé si debería hacer esto o no".
Estimado oyente, el principio establece que si usted adopta
cierta conducta o un acto o acción concreta de una forma
entusiasta, entonces no lo debería realizar en absoluto. Lo que
hagamos, deberíamos hacerlo con una actitud de anticipación,
emoción y alegría. Deberíamos estar plenamente convencidos
de que esa es la acción correcta No tendríamos que tener
escrúpulos de conciencia después de haber actuado. Por ello es
feliz aquel que después de haber hecho algo no tiene
remordimientos de conciencia. Si usted, al mirar atrás piensa,
"ojalá no hubiera hecho esto", entonces fue un error que lo
hiciera. En asuntos dudosos en los cuales la Biblia permanece en
silencio, este es un gran principio que le guiará a usted en su
conducta. Si usted puede recordar lo que hizo ayer y sentirse
satisfecho delante de Dios por haber hecho algo o por haber
actuado de cierta manera, entonces sabrá que usted hizo lo
bueno y correcto.
Otro gran principio es que debemos compartir las debilidades,
los unos con los otros, antes que simplemente complacernos a
nosotros mismos. Deberíamos preguntarnos: ¿Esto que estoy
diciendo o haciendo es una ofensa para mi hermano o hermana
en Cristo? Esos son grandes principios de conducta que deberían
guiar al creyente. Bien, sigamos adelante ya que hemos pasado
bastante tiempo en esto.
El versículo cuatro nos continúa diciendo que los proverbios son
para dar sagacidad a los ingenuos o inexpertos. O sea, que hay
que actuar con prudencia. Implica ser sabio en lo que uno hace.
Un hijo de Dios no debería actuar con insensatez.
Algunas decisiones individuales y familiares se toman a veces
impulsivamente, imprudentemente y con el tiempo traen
consecuencias desastrosas. Es en esos momentos críticos de la
toma de decisiones donde se requiere una sabiduría que Dios
solo puede dar, debemos aplicarla a esas situaciones concretas.
Recordemos las palabras del Señor Jesucristo, pronunciadas
cuando envió a los doce apóstoles a su primera misión
evangelizadora a los judíos; palabras pronunciadas en Mateo
10:16. Dijo Jesús: Sed, pues, prudentes como serpientes, y
sencillos como palomas. Estas palabras están dirigidas también
a nosotros, para ser aplicadas en las más variadas
circunstancias.
El versículo 4 continúa diciendo que los proverbios son para dar
a los jóvenes inteligencia o conocimiento. Aquí esta inteligencia
o conocimiento consiste en información útil para un joven. En
cierto laboratorio científico de una Universidad, se había
colocado un cartel que servía como lema de los estudiantes de
ese lugar, y en el cual se leía lo siguiente: "Después del
conocimiento, lo más importante es saber dónde hallarlo". Y esa
es la razón por la cual es bueno tener la Biblia a mano y
acostumbrarse a leerla, para poder encontrar en ella lo que
desea saber sobre un determinado tema o asunto.
La última palabra que se utilizó en este versículo fue cordura o
discreción. Ahora, ¿qué es lo que quiere decir cordura? Eso
quiere decir seriedad, solicitud o consideración. Aquí se está
pensando en los jóvenes en general. Que sean descuidados en
esos aspectos del carácter. Es siempre agradable encontrar a
cristianos amables, atentos, que a veces nos sorprenden que un
detalle, con algo que ellos saben que necesitamos y que no
tenemos. Y de esa manera revelan su solicitud y su
preocupación por los demás. Son características que todos
deberíamos tener y que honran a la fe cristiana que profesamos
y, sobre todo, honran al nombre de Cristo.
Este Libro de Proverbios, como podemos comprobar, es
sumamente práctico. Y teniendo en cuenta nuestra incapacidad
natural para adquirir estas virtudes tan elevadas por nuestro
propio esfuerzo, nos instruirá sobre lo que hace falta añadir a
nuestro carácter cristiano, para que, con la ayuda del Espíritu de
Dios, estas hermosas cualidades se incorporen a nuestra vida.
Ahora vamos a leer el versículo quinto de este primer capítulo
de Proverbios, que encabeza un párrafo en el cual oiremos
hablar de aquello que constituye
El desafío
"El sabio los escucha y aumenta su saber, y el inteligente
adquiere capacidad"
Esta virtud que aquí se menciona ha sido la característica de
todos los grandes hombres. Ellos nunca llegaron a un punto en
el cual consideraron que ya habían aprendido todo.
A veces nos hemos encontrado, en todos los sectores de la
sociedad, con personas que han alcanzado la fama por haberse
destacado en el ejercicio de su profesión. Algunos de estos
personajes revelan una gran arrogancia. No aceptan la menor
sugerencia, o corrección, porque creen haber alcanzado la
totalidad del conocimiento en su área profesional. Creen saberlo
todo. Y con esa actitud, lo que demuestran es su falta de
sabiduría, y su incapacidad para asimilar nuevos conocimientos.
Algo que los caracteriza es que siempre están hablando de sí
mismos, y demuestran no saber escuchar a los demás. Por ello
este libro contiene una advertencia y nos recuerda que el que es
verdaderamente sabio, escuchará e incrementará sus
conocimientos.
Pero aquí se nos dice: Oirá el sabio, y continúa diciendo: y
aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad. Este,
estimado oyente, es el desafío, el reto que caracteriza a la
totalidad de este libro de los Proverbios. Salomón dijo que si
una persona es inteligente, escuchará lo que se está diciendo en
estos proverbios... Otra versión de este versículo 5 lo traduce de
la siguiente manera. El que es sabio e inteligente los escucha y
adquiere así más sabiduría y experiencia.
Estimado oyente, no se trata de escuchar lo que yo tengo que
decir, sino de escuchar lo que el Espíritu de Dios tiene que decir
en este Libro de Proverbios. Como estamos viendo ya desde
este primer capítulo, esta obra expone grandes verdades,
expresadas en oraciones breves. Y son verdades eminentemente
prácticas, asuntos y temas de nuestra vida diaria, y que pueden
enriquecer nuestra relación con Dios, nos enseñan a vivir con
una conciencia tranquila, nos explican cómo ser sabios y
prudentes en las decisiones importantes de la vida, y nos
explican cómo vivir en armonía con nuestra familia y con
nuestros amigos. En realidad, casi podríamos decir que estos
proverbios son como un espejo que nos revela directamente y
con sencillez, cómo somos en realidad, a la vez que nos
advierten sobre las consecuencias de la insensatez y el orgullo.
En otras palabras, nos ayudan a cumplir el propósito de Dios en
nuestro andar por esta tierra.
Por todo ello, estimado oyente, insistimos en la lectura y estudio
de la Biblia. En todos sus libros, tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento, Dios se revela de una manera directa a los
seres humanos, que se encuentran alejados de Él y controlados
por el pecado, llamándolos a establecer una relación con El por
medio del Señor Jesucristo. Le invitamos a responder a esa
revelación, a esa invitación, para que por la obra de Su Espíritu,
pueda comenzar en usted una obra de liberación y
transformación que afectará a toda su vida. Porque aunque ésta
se termine, después de la resurrección vivirá usted eternamente
en la presencia de Dios con todos aquellos que le pertenecen.

Proverbios 1:6-33
En este día, amigo oyente, regresamos al Libro de Proverbios.
En nuestro programa anterior tuvimos un estudio de palabras
que se encuentran en los versículos 1 al 5 de este capítulo 1.
Llegamos ahora a un reto, a un desafío, como pudimos ver en
nuestro programa anterior; en la primera parte del versículo 5,
hablando de los proverbios decía: El sabio los escucha y
aumenta su saber, y el inteligente adquiere capacidad. Ahora,
aquí en el versículo 6, nos dice para qué adquiere capacidad.
"Para entender los proverbios y sentencias, las palabras de los
sabios y sus enigmas."
Hay otro proverbio que expresa la misma idea, en el 25:2, que
dice: Gloria de Dios es encubrir un asunto; pero honra del rey
es investigarlo. Dios ha dado el evangelio claramente para que
pueda ser proclamado de forma pública. Pero hay mucha verdad
que se encuentra en la Palabra de Dios, que es como los
diamantes. Dios no ha esparcido diamantes sobre la tierra. Las
joyas, y todo lo que es de mucho valor, lo ha escondido, por así
decirlo, para que el hombre tenga que buscarlo y encontrarlo. El
hombre tiene que hacer un esfuerzo para hallarlo. El oro tiene
que ser extraído de las entrañas de la tierra, así como también
los diamantes y otras cosas valiosas, como en el caso del
petróleo por ejemplo, que exige una búsqueda y perforar la
tierra. ¿Por qué? Porque es así como Dios hace las cosas. Forma
parte de la gloria de Dios ocultar un asunto o tener secretos.
Ahora, la Palabra de Dios merece todo el estudio que usted
pueda dedicarle. El Señor Jesucristo dijo en Juan 5:39:
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en
ellas tenéis la vida eterna. O sea que El dijo con toda claridad
que había que estudiarlas. Usted cree que lo ha encontrado
porque aún no lo ha buscado. Quizás usted ha estado leyendo la
Biblia de una manera superficial u ocasional, y no ha encontrado
el verdadero tesoro, el mensaje que allí se encuentra. El
verdadero tesoro está allí y es Cristo. La totalidad de este
versículo de Juan 5 dice: Escudriñad las Escrituras; porque a
vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y añade, y
ellas son las que dan testimonio de mí. Estimado oyente, si
usted no ha encontrado a Cristo Jesús en la Biblia, entonces
usted no ha estado buscando los diamantes; usted no ha estado
excavando a la profundidad suficiente como para encontrarlos.
Eso es lo que se nos dice aquí en el Libro de Proverbios capítulo
1, versículo 6; leámoslo otra vez. Para entender los proverbios y
sentencias, las palabras de los sabios y sus enigmas. Es decir,
que Dios ha colocado esas grandes verdades aquí en Su libro. y
diríamos que la tragedia de nuestro tiempo es la ignorancia de
la Palabra de Dios a todos los niveles en que se supone que
debía ser leída y conocida en profundidad. Tiene que haber un
estudio serio, intenso de esa Palabra. De alguna manera existe
hoy la idea de que uno puede leer rápidamente un pasaje de la
Biblia y comprender todo lo que allí se dice. Confiamos en que
hayamos podido descubrir una cosa por lo menos en este
estudio, llegando a la conclusión de que usted no podrá
descubrir las pepitas de oro de la Palabra de Dios sin un estudio
atento y detenido de la misma.
En la localidad de Fort Myers, en el estado de Florida, en los
Estados Unidos, se encuentra el hogar y el laboratorio donde
trabajaba Thomas A. Edison, y donde también existe un museo.
Una de las cosas que él estaba buscando, tratando de descubrir,
era el caucho sintético. Edison tenía como vecinos a Firestone y
a Henry Ford, y uno ya puede darse cuenta por qué estos dos
personajes estarían tan interesados en seguir de cerca el
proyecto y estaban trabajando con él. En su laboratorio había
cientos de tubos de ensayo y probetas. Edison estaba tomando
todas los elementos que uno pueda imaginarse, y haciendo
experimentos para ver si podía obtener caucho sintético de
ellos. ¿Y sabe dónde lo consiguió al final? En esa planta que se
conoce como diente de león o amargón. Ahora, ese sería uno de
los últimos lugares donde uno buscaría caucho sintético. Pero
así era su forma de trabajar experimentando y buscando todas
las posibilidades.
Y al observar la labor que se realiza en un laboratorio de esa
clase, y los cientos de probetas que esta gente utiliza, y las
largas horas que los miembros de un equipo de investigación
tienen que pasar trabajando allí para tratar de encontrar algo,
uno no puede menos que pensar en la poca atención que le
dedicamos hoy a la Palabra de Dios, donde uno puede realizar
verdaderos experimentos y uno puede llevar a cabo verdaderos
estudios. Y en el día de hoy, estimado oyente, el desafío que
tenemos ante nosotros en el Libro de Proverbios, y frente al cual
debemos reaccionar positivamente es éste, tal como fue
elocuentemente expresado por el apóstol Pablo en 2 Timoteo
2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
Palabra de verdad. Este es el gran desafío que el autor de la
Biblia pone delante de nosotros. Leamos a continuación el
versículo 7, que nos presenta
La idea clave del libro
"El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los
insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza."
Aquí en la segunda línea o parte de este versículo tenemos un
contraste interesante. Nos explica el motivo por el cual los
insensatos o necios no salen de su ignorancia. La experiencia no
les enseña nada.
Para ilustrar esto tenemos una sencilla historia que quizá nos
ilustre esta realidad. En cierta ocasión un hombre de negocios
iba viajando por la carretera en su automóvil, y de pronto uno
de los neumáticos reventó. Tuvo que salir de la carretera y
detener su automóvil al lado de un manicomio. Del otro lado de
la cerca estaba un hombre observándolo con mucha curiosidad,
y miraba mientras este automovilista cambiaba la rueda de su
automóvil. Nunca le dijo nada a él, simplemente permaneció allí
mirándolo. El automovilista tampoco quería decirle nada, porque
no sabía en qué condiciones se encontraba ese hombre que
estaba allí internado. Así es que, cuando él quitó la rueda de su
automóvil, colocó las tuercas correspondientes en el tapacubos.
Pero inclinó accidentalmente el tapacubos y entonces las tuercas
cayeron por una alcantarilla y no las pudo recuperar. Y este
hombre se quedó allí rascándose la cabeza sin saber qué hacer.
Entonces, el hombre que le había estado observando le dijo:
"¿Por qué no quita una tuerca de cada una de las otras ruedas y
la coloca en esa que no tiene ninguna y va a la estación de
servicio, y allí podrá conseguir las otras que le faltan para fijar
la rueda?". Ante esa sugerencia, el automovilista le miró
sorprendido y le dijo: "¿Por qué no se me ocurrió a mí esta
idea?" Usted está en una institución psiquiátrica y yo estoy aquí
afuera, y sin embargo, usted es quien pensó en la solución". A
lo cual, el internado le respondió: "Bueno, yo puedo estar loco
pero no soy tonto". Bueno, en cierto sentido, este libro de los
Proverbios está intentando quitarnos a usted y a mí de una
actitud de insensatez permanente que nos impide ver cosas
evidentes de la vida diaria, que de esa manera nos pasan
desapercibidas. Es que este libro que estamos estudiando tiene
mucho que decir acerca de la necedad, la insensatez o la
estupidez, es decir, de esa torpeza para comprender las cosas.
Veamos ahora lo que nos dicen los versículos 8 y 9:
"Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no abandones la
enseñanza de tu madre, porque adorno de gracia serán en tu
cabeza, y collares en tu cuello."
Esta es una importante relación familiar. Hay muchos de
nuestros oyentes que provienen de hogares en los que tuvieron
padres piadosos. Ellos les instruyeron, les enseñaron a amar a
Dios y Su Palabra, y nunca se apartaron de las buenas cosas
que aprendieron en su hogar. Por otra parte, deseamos que
Dios tenga misericordia de los padres que no estén instruyendo
a sus hijos en las enseñanzas de Dios.
Pasaremos ahora a otro tema, Leamos el versículo 10, de este
capítulo 1, de Proverbios, donde se comienza a hablar sobre
La tentación fuera del hogar
"Hijo mío, si los pecadores intentan engañarte, no lo
consientas."
Ahora, las circunstancias se sitúan fuera del hogar. Cuando el
joven sale del hogar, ¿cuál es la primera persona con la que
hablará? Bueno, generalmente entrará en contacto con un
pecador porque la mayoría de la raza humana está formada por
pecadores que aun no han venido a Cristo. Todos nosotros
somos pecadores, pero el joven se va a encontrar con el
pecador que aun no ha sido redimido y en consecuencia su vida
está controlada por el pecado. Y entonces, ¿cuál debe ser su
actitud en cuanto a esta persona? Bueno, si esa persona intenta
engañarle, el proverbio le dice No lo consientas.
Recordemos que en la introducción al libro de los Proverbios,
mencionamos que en esta obra uno encuentra Proverbios que se
corresponden con personajes de la Biblia. Y que probablemente
uno también encontrará proverbios con los que pueda comparar
a amigos. Vamos a leer nuevamente este proverbio: Hijo mío, si
los pecadores intentan engañarte, no lo consientas. Creemos
que éste encaja con un personaje de la Biblia. ¿No le parece,
estimado oyente, que describe a José cuando fue llevado como
un esclavo a Egipto y la mujer de Potifar intentó seducirlo? Pero
él no lo consintió. Este proverbio del versículo 10 es entonces un
ejemplo positivo de su experiencia en aquella tentación.
"Si te dicen: Ven con nosotros, pongamos asechanzas para
derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente; los
tragaremos vivos, como el sepulcro, y enteros, como los que
caen en la fosa; hallaremos toda clase de riquezas, llenaremos
nuestras casas con el botín."
El pecador ya tiene un plan y un programa para obtener algo sin
pagar nada. El vive a costa de alguien y hace que alguien más
sufra para que él pueda prosperar. Ahora el versículo 14 dice:
"Ven, une tu suerte a la nuestra y hagamos una bolsa común
entre todos"
Esta es la filosofía de nuestros tiempos: "Vivamos todos del
mismo fondo común". Y por lo general, aquellos que tienen esta
forma de pensar no están haciendo nada por ellos mismos. Ellos
quieren que la gente que trabaja comparta el fruto de su
trabajo, pero ellos no tienen ninguna clase de contribución que
hacer. Esa es una filosofía falsa de la vida. Se trate de usar toda
clase de métodos, aun métodos nada honrados, para obtener
algo a cambio de nada. Esa es la forma de ver la vida de
algunos en nuestro tiempo.
(El autor de estos estudios bíblicos, el Dr. Vernon McGee
contaba que cuando su padre falleció en un accidente (él tenía
14 años de edad), su madre y su hermana lo llevaron de
regreso a la ciudad de Nashville, donde estaba su hogar. Y él
tuvo que ponerse a trabajar. No pudo continuar en la escuela
porque hacía falta dinero en la casa. Consiguió un trabajo en
una ferretería que vendía de todo al por mayor. No sólo vendían
cosas relativas a la ferretería, sino que también vendían dulces
y toda clase de artículos. Y él tuvo que trabajar en el
departamento de correspondencia con otros jóvenes. Bien, el
Dr. McGee contaba que estos jóvenes no eran muy buenos, se
habían dado cuenta que uno podía sacar de las cajas de dulces
un pequeño paquete, y que nadie se daría cuenta de ello ya que
se vendía al por mayor, y allí había por lo menos unas cincuenta
cajas. Pues bien, uno podía llenar varias de ellas por uno
mismo, y el Dr. McGee confesaba que el primer día él cooperó
con los muchachos y que luego su conciencia comenzó a
molestarle durante la noche, ya que se dio cuenta que eso no
estaba bien, porque estaba robando. Así que, al día siguiente
fue y le dijo a sus jóvenes compañeros de trabajo que él no
quería seguir tomando lo que no le pertenecía, sino dedicarse a
trabajar honradamente. Calculó que eso era lo mejor que podía
hacer. )
Ahora, debemos decir estimado oyente, que es fácil para un
joven caer en las costumbres turbias de un grupo de
holgazanes, por la presión que ejercen las malas amistades y
compañías en ciertos tipos de trabajos. Hay gente que trabaja lo
menos posible y no producen de acuerdo al pago que están
recibiendo. Y es fácil dejarse arrastrar y cooperar con esa clase
de gente. Es por tal motivo que en estos proverbios se le dan
consejos al joven para cuando salga de su hogar. En el versículo
15, leemos:
"Tú, hijo mío, no vayas en el camino con ellos, sino aparta tu
pie de sus senderos"
Esta es la clase de separación en la cual la Biblia es muy clara.
El apóstol Pablo escribió en 2 Corintios 6:17, Salid de en medio
de ellos y apartaos, dice el Señor. El apóstol se estaba refiriendo
a la idolatría, pero con toda certeza sus palabras se pueden
aplicar aquí. Es como si Salomón hubiera aconsejado a ese
joven que había salido del hogar: "líbrate de esas malas
compañías que te rodean", Ahora, en los versículos 16 al 18, de
este capítulo 1, de Proverbios, leemos:
"Porque sus pies corren hacia el mal, se apresuran a derramar
sangre. En vano es tender una red ante los ojos del ave, pero
ellos a su propia sangre ponen asechanzas, contra sí mismos
tienden la trampa."
Cuando uno se enreda en estas acciones malas o dudosas, éstas
finalmente lo llevarán a su propia destrucción. Usted quedará
atrapado en su propia red. Y el versículo 19, dice:
"Así son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual
quita la vida de sus poseedores."
Y esta es la condenación al comienzo de la codicia. Usted y yo
vivimos en una época materialista en el día de hoy. No faltan
hoy profesores de universidades que creen que esos centros de
estudio deberían apartarse de la enseñanza de un materialismo
extremo. Piensan que se debe retornar a los valores de la
religión. Es que están despertando a una realidad preocupante.
La codicia es el gran pecado de la hora actual. Y es lo que este
proverbio está condenando aquí. Leamos ahora el versículo 20,
que presenta
Una invitación a la escuela de sabiduría
"La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas"
La sabiduría está aquí recomendándole al joven que venga a su
escuela para aprender verdaderamente algo. Y luego, los
versículos 21 y 22, de este capítulo 1, de Proverbios, dicen:
"Clama en los principales lugares de reunión, a la entrada de las
puertas de la ciudad dice sus razones: ¿Hasta cuándo,
ingenuos, amaréis la ingenuidad? ¿Hasta cuándo los burlones
desearán burlarse y los insensatos aborrecerán el
conocimiento?"
La simplicidad equivale a la estupidez, a la insensatez. Fue como
si la sabiduría estuviera preguntando: "¿hasta cuándo
permaneceréis en ese estado?" Cierto joven que tendría unos 20
años decía que había estado atrapado por las drogas por tres
años. Y al hablar de su pasada condición repetía una y otra vez:
"Ah, cuán tonto, cuán insensato fui". Y nuestra pregunta va
dirigida con verdadero afecto a todos aquellos que se
encuentren en esa condición; ¿por cuánto tiempo van a
permanecer en ese estado? ¿No les parece que ha llegado el
momento de entrar en esta escuela de la sabiduría? Y el
versículo 23, continúa expresando una invitación urgente y dice:
"¡Volveos a mi reprensión!, pues ciertamente yo derramaré mi
espíritu sobre vosotros y os haré saber mis palabras."
Avancemos ahora hasta el final del capítulo 1 de Proverbios y
leamos el versículo 32, que dice:
"Porque el desvío de los ignorantes los matará, la prosperidad
de los necios los echará a perder"
Apartarse, alejarse de Cristo, el Salvador, el único que puede
restaurar las vidas de las personas, es un suicidio espiritual. Y el
último versículo de este capítulo 1, de Proverbios, el versículo
33, dice:
"Pero el que me escuche vivirá confiadamente, estará tranquilo,
sin temor del mal."
Esta es una magnífica expresión. Parece estar dirigida a
nosotros, que vivimos en la sociedad de la abundancia, aunque
dentro de la misma haya, por supuesto, grandes desigualdades.
Y en esa sociedad con frecuencia evaluamos a las personas por
la casa en que viven, por el coche o coches que tienen, por el
sueldo que suponemos que reciben, o por la cuantía que
imaginamos tienen en el banco. ¿No estaremos disfrutando de la
prosperidad de los insensatos? Cuánto necesitamos hoy
aprender a oír, a escuchar con atención la Palabra de Dios. Y no
solamente a oírla, sino también a ponerla en práctica, a
cumplirla, a obedecerla. Sólo así podremos vivir confiada y
tranquilamente, sin temor al mal, como bien dice este proverbio
del versículo 33. ¡Quiera Dios ayudarnos a alcanzar esta
sabiduría que Él quiere darnos!
Y aquí, estimado oyente, vamos a detenernos por hoy. Dios
mediante, en nuestro próximo programa, continuaremos con
este estudio de Proverbios y comenzaremos con el capítulo 2. Le
sugerimos que lo lea antes de nuestro próximo encuentro para
estar así familiarizado con su contenido. Le invitamos pues, a
acompañarnos.

Proverbios 2:1-22
Amigo oyente, volvemos hoy al Libro de Proverbios y vamos a
observar lo que dice el capítulo 2. Confiamos en que usted ya se
habrá dado cuenta que los dichos que se encuentran aquí en
Proverbios no se han reunido en este libro de una forma
descuidada o por casualidad. Aquí se cuenta una historia, cuyos
eventos están relacionados. Tenemos ante nosotros un desafío,
un reto presentado a un joven para que llegue a ser una
persona sabia. Se le recomienda que escuche, que incremente
su conocimiento. Él tiene que comenzar a aprender de su padre
y de su madre en el hogar y esa es la lección básica antes de
que entre en la escuela. Y esa primera lección básica le será de
utilidad aun cuando en el futuro adquiera conocimientos más
avanzados. Esa lección fundamental es la siguiente; "El temor
del Señor es el principio de la sabiduría" (como leímos en 1:7)
Ahora, la forma de saber acerca del Señor es `por medio de Su
Palabra. Hay muchas personas que dicen que para entender la
Palabra de Dios hay que tener un alto grado de inteligencia.
Estimado oyente, permítanos decir que nada está más alejado
de la verdad. Dios no dice que eso es lo esencial. Sin embargo,
en este capítulo donde el joven comienza, se pondrá en claro
que si él ha de conocer la voluntad y la palabra de Dios, tendrá
que estudiar. No puede entretenerse ni andar con titubeos, ni
andar recogiendo margaritas a lo largo del camino de la vida;
tendrá que aplicar su corazón a la sabiduría. En consecuencia,
tendrá que estudiar la Palabra de Dios.
Leamos ahora el versículo 1 de este capítulo 2 de Proverbios,
que comienza a hablar sobre
La fuente de la sabiduría
"Hijo mío, si recibes mis palabras y guardas en ti mis
mandamientos"
Aquí dice: hijo mío. Evidentemente este es el consejo que se le
da al joven. EL comenzó como un niño en el hogar. Luego creció
lo bastante como para hacer frente a la vida y entonces recibe
consejo de una persona sabia. Su vida en el hogar como un
muchachito, luego su crecimiento, ahora haciéndole frente a la
vida, y recibe este consejo de parte de una persona sabia en el
andar de la vida. Aparentemente ésta podría haber sido la
primera lección que él recibe en el colegio. Desgraciadamente él
no aprendería esto en algunas escuelas contemporáneas.
La frase prosigue: Hijo mío, si recibes mis palabras. Las
Palabras de Dios tienen que ser recibidas. Sus mandamientos
han de ser guardados o acumulados con las cosas más valiosas
de nuestra vida.
Cierto hombre tenía una caja de seguridad en un banco e iba allí
regularmente cada semana. Iba para contar lo que allí había
atesorado. Le agradaba ir al lugar donde se encontraban sus
riquezas. Había acumulado algunas acciones y bonos, y le
encantaba ir a mirarlos. Y hemos oído de una mujer que poseía
valiosas joyas. Le agradaba sacarlas de su alhajero y
admirarlas. Esa es la manera en que la Palabra de Dios debería
ser guardada, atesorada. Recordemos esta recomendación de
atesorar sus mandamientos.
Leamos ahora el versículo 2:
"Haciendo estar atento tú oído a la sabiduría; si inclinas tu
corazón a la prudencia"
Aquí dice inclina tu oído. O sea, mantener el oído abierto. Algo
tiene que entrar por la puerta del oído, pero su destino final es
el corazón. Cuando la Palabra de Dios llega al corazón, produce
entendimiento. Ahora, él no ha terminado con este
mandamiento, y continúa insistiendo en el desafío. Leamos el
versículo 3:
"Si invocas a la inteligencia y pides que la prudencia te asista"
Observemos lo que nos está diciendo aquí. Pedro lo expresó de
la siguiente manera en su primera carta 2:2, diciendo: desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación. Se refiere el apóstol a
la Palabra de Dios. ¿Ha visto usted, estimado oyente, alguna
vez a un bebé cuando su mamá le está dando el biberón? El
pequeño está acostado observando lo que su mamá le está
trayendo y mueve todo lo que tiene, sacude sus manos, mueve
sus pies, y su boca está deseando ansiosamente la leche de ese
biberón. Y el hijo de Dios debería igualmente actuar de esa
manera frente a la Palabra de Dios. En cuando a la situación
espiritual de los cristianos en la actualidad, diremos que allí
donde hay un movimiento de renovación, usted puede notar que
hay un renovado interés en la Palabra de Dios. Aquí dice "Si
invocas a la inteligencia", y ¿cuál es ese conocimiento o
inteligencia? Recordemos que el temor del Señor es el principio
de la sabiduría.
Y continúa diciendo el versículo 3 y pidas. Otra versión dice "si
alzas tu voz". Y otra dice "pide con todas tus fuerzas inteligencia
y buen juicio". Nos gustaría ver a jóvenes reclamando algo tan
necesario. Leamos ahora el versículo 4:
"Si la buscas como si fuera plata y la examinas como a un
tesoro"
Cuando los hombres están buscando minas de plata, no se fijan
en los sacrificios que tienen que hacer, y muchos de ellos han
encontrado la muerte tratando de descubrir el preciado metal.
Muchos han tenido que hacer viajes largos, corriendo riesgos y
realizando enormes esfuerzos, cruzando todo un país para
comercializarla. De esta manera deberíamos nosotros procurar
el conocimiento, el conocimiento de la Palabra de Dios.
Deberíamos buscarlo con la misma ansia que si estuviéramos
extrayendo ese mineral de la tierra, buscando algo de gran
valor. Y dice el versículo 5 de Proverbios 2:
"Entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el
conocimiento de Dios"
Aquí se está hablando de algo que es más que simplemente una
lectura devocional. Sabemos de personas que han estado
leyendo la Biblia para sus momentos devocionales de meditación
por años, y no han avanzado en su conocimiento del texto
Bíblico. Uno no puede aprender la Palabra de Dios simplemente
adoptando una actitud aparentemente piadosa y poniéndose a
leer unos pocos versículos de la Biblia. La verdadera forma de
aprenderla es atesorarla, leerla o escucharla con atención,
aplicarla al corazón (al centro de nuestros pensamientos y
emociones), ansiar reclamarla y recibirla como el alimento
básico y buscarla como si fuera un metal precioso o un tesoro
escondido. Cuando tenemos esa actitud hacia la Palabra divina,
entonces aprenderemos mucho de ella. Y entenderemos cuál es
el "temor reverente del Señor" y el "conocimiento de Dios" que
se mencionan en este versículo 5.
Cierto joven estaba hablando en una ocasión acerca de un
examen bastante difícil que tenía que rendir en el seminario, y
era acerca de cierto libro de Teología. Era un libro bastante
aburrido y no se parecía por lo cierto en nada a una novela de
misterio. Y uno de los jóvenes estaba quejándose acerca de eso.
Él dijo: "Profesor, este es uno de los libros más secos que yo he
leído". A lo cual, el profesor le contestó: "Entonces humedécelo
con un poco del sudor de tu frente". Y así es como son las
cosas, estimado oyente, según Dios dice, y no hay ninguna
clase de atajo o fórmula mágica para aprender los secretos de la
Palabra de Dios. No hay ninguna fórmula piadosa de aprenderla.
No hay ningún sustituto para el esfuerzo personal, como el que
realizan aquellos que trabajan para extraer de las entrañas de la
tierra un preciado tesoro. Y esa tarea no requiere una
inteligencia privilegiada. Porque además del esfuerzo que
ponemos de nuestra parte, el Espíritu de Dios nos ayuda a
comprender el mensaje de la Biblia, y a trasladar su enseñanza
a nuestra vida práctica. Bueno, escuchemos lo que se nos dice
aquí en el versículo 6, de este capítulo 2, de Proverbios; dice:
"Porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el
conocimiento y la inteligencia."
Si usted quiere sabiduría, estimado oyente, tiene que pedírsela
a Él. Recordemos lo que dijo el Apóstol Pablo, en su Primera
Epístola a los Corintios 2:9-10, Cosas que ojo no vio ni oído oyó
ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha
preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a
nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo examina, aun
lo profundo de Dios. Así que si Dios nos revela la verdad divina
por medio de Su Espíritu, quiere decir que El está aquí hoy para
ser nuestro Maestro. Y, estimado oyente, esa es la razón por la
cual muchas personas que no tienen ningún doctorado, ni han
podido estudiar teología, sin embargo tienen un conocimiento de
la Palabra de Dios que muchos otros no pueden lograr.
Un pastor nos ha contado que conoció a una anciana que no
había recibido más educación que la primaria o básica y que
asistía a su iglesia llevando una Biblia muy usada. Esa mujer era
capaz de discutir o intercambiar opiniones sobre temas Bíblicos
y revelaba un gran discernimiento espiritual. Sabía más teología
y tenía un conocimiento Bíblico mayor que muchos miembros de
la iglesia, sin haber asistido nunca a un Seminario Teológico.
Tampoco había seguido cursos formales de preparación Bíblica.
Pero pasaba cada día cierto tiempo leyendo y examinando la
Biblia y cuando tenía dudas en su estudio personal, oraba a Dios
pidiendo su dirección. Es decir que tenía un corazón abierto a la
Palabra de Dios, y la leía con verdadera ansia, dispuesta a que
el Espíritu de Dios fuera su Maestro. Realmente, Dios respondía
sus oraciones y le daba la sabiduría necesaria que ella, por las
circunstancias de su vida, no había podido adquirir por sí
misma.
Estamos viviendo ahora en días cuando no hay demasiado
interés por la Biblia. Y en realidad, nos sorprende que haya
tantas personas que quieran estudiar la Biblia siguiendo este
programa de radio. El Dr. Ironside dijo en cierta ocasión, hace
muchos años, lo siguiente: "Aun entre aquellos que dan gran
importancia y valor a las verdades preciosas de la Biblia, el
estudio diligente de la misma está disminuyendo". Y tememos
que eso sea aun verdad en círculos que han estado
tradicionalmente interesados en el uso y estudio de la Biblia.
Pero por otra parte, en sectores que han estado normalmente
apartados de la influencia de la Biblia, ha surgido un interés en
su estudio. Por eso, bien dice el proverbio de este versículo 6,
porque el Señor da la sabiduría y de su boca proceden el
conocimiento y la inteligencia. ¿Y cómo podemos escucharle
hablar? Con frecuencia solemos decir que la Biblia es la Palabra
de Dios. El nos habla por medio de este libro.
Leamos ahora los versículos 7 y 8 de este capítulo 2 de
Proverbios:
"Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los
que caminan rectamente. Él es quien guarda las sendas del
juicio y preserva el camino de sus santos."
Muchos creyentes se encuentran como si estuvieran perdidos en
la niebla y se preguntan hacia dónde dirigirse. Es evidente que
el problema consiste en que están tan alejados de la Palabra de
Dios. Aquí en este libro, en la Biblia, es donde Él está hablando.
Su Palabra es como una sirena en la niebla. Como dice este
proverbio, preserva el camino de sus santos, es decir, a quienes
le son fieles, Eso es lo que Él hará, y no lo realizará al azar,
desordenadamente, Por ello insistimos en que usted tiene que
acudir a la Palabra de Dios. El versículo 9 dice:
"Entonces comprenderás qué es justicia, juicio y equidad, y todo
buen camino."
Es triste observar en el día de hoy a tantas personas que están
ocupando cargos públicos, que rigen los destinos de las naciones
y que no están siendo guiados por el Señor. Y Él quiere guiarlos.
Ah, si ellos sólo acudieran a El buscando Su sabiduría. Para el
que tenga un profundo deseo de vivir controlado por el poder de
la verdad revelada en la Palabra de Dios, Dios será como un
escudo, porque El es un defensor de los suyos, manteniéndolos
seguros a medida que transitan por los senderos del juicio y el
discernimiento, protegiendo su camino.
Estimado oyente, escuchamos muchas veces a algunas personas
que decir que nosotros sostenemos la verdad, pero lo
verdaderamente importante es que la verdad nos sostenga y
sujete a nosotros. Usted puede notar que existe una gran
diferencia entre estas opciones. Y nos dice que en los días
finales habrá quienes engañen con su palabrería. No nos
interesa hablar con palabras ampulosas, redundantes, con
grandes palabras que no tengan mucho significado, como
tratando de dejar una buena impresión. Nadie aquí quiere
mostrar jactancia por conocimientos en diferentes áreas como,
por ejemplo, teología, conocimiento Bíblico, filosofía o
psicología. Ya hay bastante de ello por ahí. Lo que necesitamos
son personas que muestren una comprensión de justicia, juicio
y equidad, y todo buen camino como dice este versículo 9.
Leamos ahora los versículos 10 al 12, que comienzan a
hablarnos sobre
Los enemigos del joven
"Cuando la sabiduría penetre en tu corazón y el conocimiento
sea grato a tu alma, la discreción te guardará y te preservará la
inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que
hablan perversamente"
Estimado oyente, como dice el versículo 10, cuando la sabiduría
de Dios penetre en su propio corazón y el conocimiento sea
grato a su alma, usted no podrá ser engañado fácilmente. Si
usted permanece cerca de la Palabra de Dios, no será desviado
de su buen camino. Continuemos leyendo los versículos 13 al
15: El nos preservará
"De los que abandonan los caminos rectos para andar por
sendas tenebrosas, de los que disfrutan haciendo el mal y se
gozan con las perversiones del vicio, las sendas de los cuales
son torcidas, y torcidos sus caminos."
Esta ha sido nuestra oración desde el mismo principio de
nuestro ministerio y actividades de enseñanza, incluyendo los
programas de radio. Y es la oración de todos aquellos que, de
diversas maneras, enseñan y proclaman la Palabra de Dios.
Todos necesitamos ser protegidos del engaño de los malvados
que puedan acercarse inadvertidamente porque están por todas
partes. En el libro de los Proverbios se le enseña al hijo de Dios
que tiene dos clases de enemigos: la persona malvada y la
mujer extraña, ajena.
Cuando el joven comienza a transitar por el camino de la vida,
se le advierte sobre las personas malvadas. Vincularse a ellas,
constituye un peligro para él, porque pueden presionarle para
satisfacer sus propios intereses y desviarle del camino y
propósito que Dios tiene para su vida.
Veamos ahora lo que dicen los versículos 16 al 22 de este
capítulo 2, de Proverbios:
"Serás así librado de la mujer ajena, de la extraña que halaga
con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud y
se olvida del pacto de su Dios, por lo cual su casa se desliza
hacia la muerte, y sus sendas hacia los muertos. De los que a
ella se lleguen, ninguno volverá ni seguirá de nuevo los
senderos de la vida. Tú así andarás por el camino de los buenos
y seguirás las sendas de los justos; porque los rectos habitarán
la tierra y los íntegros permanecerán en ella. En cambio, los
malvados serán eliminados de la tierra, y de ella serán
desarraigados los prevaricadores."
En estos proverbios el joven es advertido aquí contra el hombre
malvado y contra la mujer extraña. Ya sabemos quién es el
hombre malvado, pero ¿quién es esta mujer extraña? En Israel,
Dios había entregado una ley que establecía que ninguna mujer
israelita podía dedicarse a la prostitución. Es posible que si
alguna mujer lo hiciera, fuera expulsada de los límites del
pueblo y clasificada junto con los pecadores, y más tarde en la
historia, con los publicanos, que serían los agentes encargados
de recaudar los impuestos. En este contexto, la extraña era la
no judía que se introducía en el pueblo, porque se daba cuenta
de que habría un lugar para que ella ejerciera su profesión. Así
que la mujer extraña era una extranjera que se introducía en
aquella sociedad israelita para ejercer la prostitución. Entonces
en estos proverbios se le advertía al joven sobre ella. Y se le
decía lo que le podría suceder y a lo que se exponía. EL
versículo 19 dice el que se enreda con ella no vuelve jamás, ni
alcanza los senderos de la vida. Aquí quiere decir que el joven
perdería su salud. En aquellos días llevaba años curarse de las
consecuencias de una enfermedad venérea y Dios advirtió a los
jóvenes sobre esos peligros.
Al despedirnos hoy, queremos hacerlo con las palabras del
Salmo 119, que dice: ¿Con qué limpiará el joven su camino?
¡Con guardar tu palabra! Y otra versión lo expresa de esta
manera: "¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra".

Proverbios 3:1-22
Al entrar al capítulo 3, de este libro de Proverbios, diremos que
los pasos del joven en el camino de la vida son pasos que
muestran una nueva responsabilidad. Él ha salido de su hogar,
disponiéndose a enfrentar la vida, en la que se está poniendo en
un contacto directo con la realidad. Se le da este consejo de que
sus pasos sean ordenados según lo que dice la Palabra de Dios.
Cuán importante es esto en el día de hoy. Es un buen consejo,
un consejo muy provechoso el que se puede encontrar aquí.
La sabiduría es aquí descrita como si fuera una mujer. Sin
embargo, para nosotros la sabiduría está personificada en el
Señor Jesucristo. Dijo el apóstol Pablo en1 Corintios 1:30, Pero
por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho
por Dios sabiduría. El joven, en realidad, necesita a Cristo.
Leamos ahora el versículo 1, en el cual se comienza a considerar
que
El joven tiene que escuchar la ley de Dios
"Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis
mandamientos"
Estos proverbios también están encabezados por la expresión
Hijo mío. Tenemos que entender que estamos en un contexto
judío. No obstante, estos consejos tienen gran importancia para
nosotros hoy.
Dice aquí que tu corazón guarde mis mandamientos. ¿No es esa
declaración algo interesante? Eso es algo más que simplemente
someterse a una obligación. Se oye tanto decir en el día de hoy
que es nuestra obligación como creyentes hacer esto o aquello.
Bueno, estimado oyente, no es nuestra obligación. Es nuestra
devoción amorosa a la voluntad de Dios. ¿Recuerda usted lo que
dijo el salmista? En mi corazón he guardado tus dichos, para no
pecar contra ti. (Salmo 119:11) ¿Y recuerda usted lo que se dijo
en Esdras 7:10 acerca de aquel joven sacerdote llamado
Esdras? Que él había preparado su corazón para buscar la ley
del Señor y para cumplirla; y enseñar en Israel los estatutos y
los juicios. Es necesario en el día en que vivimos, que exista una
preparación del corazón. Después recordemos cuando, en Juan
14, el Señor Jesucristo estaba reunido con los Suyos en el
aposento alto; ¿recuerda usted cómo habló con ellos? Lo hizo de
una manera cariñosa, íntima y personal, de cosas que Él no
había revelado antes. Y Él les dijo, según 14:23: El que me
ama, mi palabra guardará; y mi padre le amará, y vendremos a
él, y haremos morada con él. ¿Le ama usted, estimado oyente?
Si le ama, entonces, Él quiere hablar con usted. Así que no lo
consideramos una obligación. Lo que nosotros estamos haciendo
a través de la radio se debe a que le amamos, y estamos
tratando de hacer lo que El quiere que hagamos. Y El quiere que
difundamos Su Palabra. Él está sembrando la semilla; esa es la
imagen que tenemos de Él, y nosotros estamos sembrando esa
semilla bajo su dirección. Lo hacemos por amor, Y creemos que
ese es el fundamento. Porque El dijo, El que me ama, mi
palabra guardará.
Recordemos la conversación que el Señor Jesucristo tuvo con
Simón Pedro, quien le había negado antes, y ¡cuán terrible fue
esa experiencia! Después de la resurrección, cuando se
encontraba en el mar de Galilea, Cristo había preparado el
desayuno para ellos en la playa, y cuando Simón Pedro se
presentó ante El, creemos que no le quería ni siquiera mirar al
Señor Jesús a los ojos. Y el Señor no le preguntó: "¿Por qué me
has negado?" Lo que se le preguntó fue: Simón, hijo de Jonás
¿me amas? (Juan 21:17). Si usted le ama, ese sentimiento hace
que esta vida sea más brillante, enriquecedora y maravillosa.
Escuchemos ahora, lo que dice el versículo 3 de este capítulo 3,
de Proverbios, que estamos estudiando:
"Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad: átalas a tu
cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón."
Aquí se menciona la misericordia, que es compasión. Dijo Juan
que la ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la
verdad vinieron por medio del Señor Jesucristo. ¿Qué es la
misericordia? Es gracia, es más que amabilidad. Misericordia y
verdad. Aquí se le aconseja al joven Átalas a tu cuello,
escríbelas en la tabla de tu corazón. Y el versículo 4, dice:
"Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los
hombres."
El resultado de obedecer ese consejo es hermoso. Continuemos
leyendo los versículos 5 y 6, que son muy conocidos:
"Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu
propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él hará
derechas tus sendas."
Y no solo son conocidos sino también favoritos. Nos
preguntamos a veces si aquellos que están recitando esos
versículos, se dan cuenta de la rica veta de verdad de donde
proceden. Tenemos que recordar que estos versículos fueron
directamente dirigidos al que estudia concienzudamente la
Palabra de Dios. Como Pablo le dijo al joven predicador en 2
Timoteo 2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse, que
usa bien la palabra de verdad. Habiendo estudiado la Palabra de
Dios y sabiendo algo acerca de la misericordia o compasión, de
la gracia y de la verdad de Dios, y aferrándose a estas
realidades, el escritor le aconseja al joven lo que hemos leído en
estos versículos 5 y 6, que en otra versión dice: Confía en el
Señor de todo tu corazón, y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
Ahora, reflexionemos por un momento. Tenemos aquí un
consejo muy solemne; y aun así ofrece una certeza maravillosa
de guía en un camino de paz. ¡Qué contraste con Proverbios
capítulo 28, versículo 26! que dice: El que confía en su propio
corazón es necio.
Por otra parte, es una hermosa experiencia el poder confiar en
Cristo con todo el corazón, el entregarse y comprometerse
totalmente a Él. Este compromiso completo, integral, es muy
necesario en el día de hoy.
A veces nos encontramos enfrentados a situaciones que no nos
agradan, en las que nos sentimos inseguros, poco seguros o en
peligro. Aquí dice: Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te
apoyes en tu propia prudencia. Y así, Él nos ha guiado hasta
aquí, a través de circunstancias problemáticas y variadas. Y lo
seguirá haciendo.
El autor de estos estudios bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee,
contó que el reconocía que no confió plenamente en el Señor
hasta que sufrió de cáncer. Entonces aprendió a tomar los días
tal como ese presentaban. Pero cuando se dio cuenta de que
sufría de esa grave enfermedad, ya no opinó sobre la vida de
esa manera. Cada vez que amanecía un nuevo día, miraba hacia
el cielo y decía: "Señor, gracias por traerme a un nuevo día".
Quizás el cielo estaba nublado y no estaba brillando el sol, o
quizás era un día luminoso. "Pero en cualquier caso", dijo
McGee, "yo siempre le daba gracias a Dios". Y con respecto a
este último proverbio: Reconócelo en todos tus caminos y él
hará derechas tus sendas, dijo el citado profesor que le llevó
mucho tiempo aprender que significaban esas palabras en su
vida práctica.
Recordemos que el Señor Jesús, dijo en Mateo 6:22: La lámpara
del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo
estará lleno de luz. Hay un hecho sorprendente. Si usted se
entrega a Dios comprometiéndose con El, si usted se encuentra
recorriendo cierto sendero de la vida o realizando alguna
actividad, es sorprendente cómo todo lo demás ocupa su debido
lugar. Entonces todo su cuerpo está lleno de luz. La totalidad de
la vida se llena en ese momento de luz.
Ahora, en los versículos 7 y 8, de este capítulo 3, de Proverbios,
leemos:
"No seas sabio en tu propia opinión, si no teme al Señor y
apártate del mal, porque esto será medicina para tus músculos
y refrigerio para tus huesos."
Otra versión traduce el versículo 8 así: "Esto infundirá salud a tu
cuerpo y fortalecerá tu ser". Realmente, creemos que si usted
confía en el Señor, estimado oyente, mejorará su salud. Es
tranquilizador descansar y apoyarse en El, antes que en uno
mismo.
El Apóstol Pablo, escribiendo al joven Timoteo, le dijo en su
segunda carta 2:19: Apártese de maldad todo aquel que invoca
el nombre de Cristo. Esta conducta le apartará a usted del
pecado, le alejará de todas aquellas cosas que corroen no solo
la vida espiritual pero también su vida física.
Ahora leamos los versículos 9 y 10, de este capítulo 3 de
Proverbios, que consideran que
Las bendiciones materiales tienen un significado
espiritual
"Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus
frutos; entonces tus graneros estarán colmados con abundancia
y tus lagares rebosarán de mosto."
Esto representa una entrega y un compromiso total. Recuerde lo
que Dios dijo a Israel cuando Él los puso en la tierra prometida:
La tierra es mía, yo os la doy. Los israelitas tenían que dar una
décima parte, es decir un diezmo de los productos que
cosechaban y elaboraban. Y creemos que en realidad lo que
ellos daban al Señor eran tres diezmos. Al mismo comienzo de
la cosecha traían las primicias o primeros frutos. Con esa acción
reconocían que Dios era el dueño de todo. Era una evidencia de
un compromiso total con El.
Nadie puede decir que está totalmente comprometido con el
Señor hasta que usted considere que El es el dueño de todo y
obre en consecuencia. Porque Él es quien le ha dado todo.
Ahora, alguien quizá diga: "Bueno, yo he trabajado muy
duramente para conseguir todo lo que tengo". Pero ¿quién le dio
la salud para trabajar, estimado oyente? ¿Quién le dio a usted el
trabajo? ¿Quién hizo posible que usted ganara dinero? Estimado
oyente, Dios hizo todo eso por usted. Y usted tiene que
reconocerlo. Y esa es una evidencia de una entrega total.
Alguien también podrá decir que esto le suena muy material.
Pues no, esto es verdaderamente espiritual. Tenemos que decir
que la espiritualidad genuina no consiste, por ejemplo, en la
duración de sus oraciones; sino en la cantidad de sus bienes que
usted dedica al Señor en proporción con sus posibilidades. Esa
es la forma en que uno puede evaluar y determinar en nivel de
espiritualidad en una persona.
Nos hemos dado cuenta que la persona que habla más es la que
menos contribuye a la obra de Cristo. La experiencia nos ha
demostrado que esto es verdad. Y hay que decir que Dios
promete Su bendición a aquellos que le honran con los bienes
que reciben. Y no lo decimos nosotros. Lo dice la Palabra de
Dios. San Pablo dijo en 2 Corintios 9:7, Dios ama al que da con
alegría.
Leamos ahora los versículos 11 y 12 de Proverbios 3, que
hablan sobre
La corrección del Señor
"No menosprecies, hijo mío, la disciplina del Señor, no te canses
de que él te corrija, porque el Señor al que ama reprende, como
el padre al hijo a quien quiere."
Estimado oyente, si usted es Su hijo, Dios lo va a corregir, lo va
a disciplinar a través de esta vida. Dios nunca corrige a quienes
están controlados por el diablo; pero sí reprende a los Suyos.
Esta es una buena evidencia de que usted le pertenece a Él.
Recordemos que en el Libro de Job 5:17 y 18 leímos lo
siguiente: Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige;
por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.
Porque él es quien hace la herida, pero él la venda; el golpea,
pero sus manos curan. Ahora recordemos que corregir,
disciplinar, no es castigar. A veces se confunde al castigo con la
disciplina.
El criminal ha de ser castigado; pero el hijo ha de ser corregido,
es decir, reprendido, disciplinado. Y este es el método que Dios
usa para los Suyos, para aquellos que le pertenecen.
Ahora, en el versículo 13, de este capítulo 3, de Proverbios,
comenzamos a oír hablar de
La felicidad de encontrar la sabiduría
"¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la
inteligencia"
Dichosa es la persona que encuentra a Cristo. Para nosotros en
el día de hoy, el es la sabiduría de Dios. Y el versículo 14, dice:
"Porque su ganancia es más que la ganancia de la plata, sus
beneficios más que los del oro fino!"
Aquí la sabiduría es retratada como teniendo una escuela. Se la
representa como femenina porque se encuentra en contraste
con la mujer extraña. Ahora, en los versículos 15 y 16, de este
capítulo 3 de Proverbios leemos:
"Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas
desear se puede comparar con ella! Larga vida hay en su mano
derecha, y en su izquierda, riquezas y honra."
Y Dios había prometido larga vida en el Antiguo Testamento a
aquellos que le servían. Aquí se presenta a la sabiduría como
superior en valor a las cosas más deseables o codiciables de se
pueden encontrar en esta tierra, y por las que el ser humano ha
realizado los mayores sacrificios, los esfuerzos más arduos,
llegando incluso a dar su vida por ellas. O sea que la sabiduría
de Dios, Su Palabra, y el conocimiento de la misma, es el tesoro
más valioso que el ser humano puede encontrar. Estas palabras
constituyen un estímulo para que profundicemos lo más posible
nuestro estudio de la Biblia, para encontrar los tesoros
espirituales y el mensaje que Dios quiere comunicarnos. Y
después se nos dice en los versículos 17 y 18, de este capítulo
3:
"Sus caminos son caminos placenteros; todas sus sendas, paz.
Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y dichosos
son los que la retienen."
Requiere estudio, esfuerzo y tiempo asimilar la Palabra de Dios.
El Espíritu de Dios no abre la Palabra de Dios a las mentes
perezosas, sino a aquellos que están despiertos, con la mente
dispuesta, y que desean aprender y conocer la voluntad de Dios.
Uno de los grandes problemas hoy es que muchas personas no
están dispuestas a hacer el esfuerzo de estudiar la Biblia. Mucha
de esta pereza es ocultada con una jerga y tópicos piadosos.
Algunos parece que han desarrollado un vocabulario cuidado
que suena bien y oculta una gran ignorancia de la Palabra de
Dios. Es cierto que su estudio requiere trabajo, pero los caminos
de la sabiduría son caminos agradables, y todos sus senderos,
son senderos de paz.
Leamos ahora los versículos 19 y 20:
"El Señor fundó la tierra con sabiduría, afirmó los cielos con
inteligencia. Con su ciencia, los mares fueron divididos y
destilan rocío los cielos"
Usted y yo vivimos en un universo que está sumamente
ordenado. Muchos de los que trabajan en el programa espacial
son cristianos. Y nos alegra saber que muchos de ellos escuchan
este programa en otros países y lo apoyan. Nos resulta extraño
que las personas que estudian las leyes de la naturaleza y
exploran los secretos del universo no lleguen a la conclusión de
que vivimos en un universo que no pudo simplemente surgir de
la nada. Y si así fue, ¿cómo surgió y cuándo? Este universo está
tan ordenado que el hombre puede subir a una nave espacial,
pilotarla a través del espacio hasta otro planeta como la luna,
por ejemplo, y regresar. El ser humano se considera muy
inteligente, pero todo lo que ha podido hacer es descubrir
algunas leyes de Dios que mantienen a todo el universo
funcionando como un gigantesco ordenador. Estimado oyente, si
este universo surgió así de la nada, gradual o repentinamente,
no podría funcionar con tanta precisión. La gente del programa
espacial puede proyectar ese pequeño ordenador de múltiples
funciones y enviarlo en una nave al espacio en el momento más
apropiado y hacia el lugar previamente determinado, porque
Dios ha establecido leyes muy exactas. Dios creó esas leyes en
Su sabiduría. Y tenemos que reconocer la inteligencia de Dios. El
seguramente apreciaría mucho que nosotros mostráramos más
inteligencia, y un mayor conocimiento de Él y de Sus caminos. Y
eso solo podemos hacerlo en Su escuela, que es la Biblia.
Leamos ahora el versículo 21:
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la
prudencia y la discreción."
Aquí en la expresión no se aparten estas cosas de tus ojos se
refiere al conocimiento de Dios, que imprime un carácter de
calidad a la persona. Y, finalmente, por hoy, dice el versículo 22
de este capítulo 3 de Proverbios:
"Que serán vida para tu alma y adorno para tu cuello."
Esta vida para el alma proviene de la sabiduría que se adquiere
al estudiar la Palabra de Dios. Y, estimado oyente, recordemos
que la Biblia afirma que la sabiduría de Dios ha sido
personificada en el Señor Jesucristo. El es fuente de vida para el
alma, como afirma este último versículo que hemos leído. Es
fuente de vida eterna, y fuente de vida abundante aquí en la
tierra, que se revela en un carácter atractivo ante Dios, y ante
las demás personas.

Proverbios 3:23-4:9
Al entrar al capítulo 3, de este libro de Proverbios, dijimos en
nuestro programa anterior que los pasos del joven en el camino
de la vida son pasos que muestran una nueva responsabilidad.
Él ha salido de su hogar, disponiéndose a enfrentar la vida, en la
que se está poniendo en un contacto directo con la realidad. Se
le da este consejo de que sus pasos sean ordenados según lo
que dice la Palabra de Dios. Cuán importante es esto en el día
de hoy. Es un buen consejo, un consejo muy provechoso para
todos el que se puede encontrar aquí.
En este capítulo 3 hemos considerado los siguientes temas: El
joven tiene que escuchar la ley de Dios (vv. 1-8); Las
bendiciones materiales tienen un significado espiritual (vv. 9-
10); La corrección del Señor (vv. 11 y 12); y la felicidad de
encontrar la sabiduría (vv. 13 en adelante).
Para situarnos en el contexto inmediatamente anterior vamos a
considerar brevemente los versículos 21 y 22:
Leamos ahora el versículo 21:
"Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la
prudencia y la discreción."
Aquí en la expresión no se aparten estas cosas de tus ojos se
refiere al conocimiento de Dios, que imprime un carácter de
calidad a la persona. Y, finalmente, por hoy, dice el versículo 22
de este capítulo 3 de Proverbios:
"Que serán vida para tu alma y adorno para tu cuello."
Esta vida para el alma proviene de la sabiduría que se adquiere
al estudiar la Palabra de Dios. Y, estimado oyente, recordemos
que la Biblia afirma que la sabiduría de Dios ha sido
personificada en el Señor Jesucristo. El es fuente de vida para el
alma, como afirma este último versículo que hemos leído. Es
fuente de vida eterna, y fuente de vida abundante aquí en la
tierra, que se revela en un carácter atractivo ante Dios, y ante
las demás personas.
Ahora, para comentar específicamente el pasaje correspondiente
al día de hoy, vamos a leer los versículos 23 y 24 de Proverbios
3:
"Entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no
tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te
acostarás y tu sueño será grato."
El hombre tiene ciertos temores frente a la vida. Y estos
temores nos afectan a todos. ¿Y cuál es la solución? La Palabra
de Dios tiene la respuesta para todos ellos. Teniendo en cuenta
que pasamos la mayor parte del tiempo andando o acostados,
se nos da la certeza de que tendremos seguridad en nuestro
andar, y nuestro descanso será tranquilo y dulce. Es hermoso
descubrir que la verdad de Dios nos sostendrá. No es que usted
yo sostengamos la verdad, sino que la verdad nos sostendrá a
nosotros.
Continuemos leyendo los versículos 25 y 26:
"No tendrás temor de un pavor repentino ni de la ruina de los
impíos, cuando llegue, porque el Señor será tu confianza: él
evitará que tu pie quede atrapado."
Estos versículos pueden aplicarse a cualquier situación de
temor. Hay gente que experimenta temores por las noches,
otras al viajar en un avión, tienen la sensación de que el
aparato caerá en cualquier momento. A otras les asusta las
alturas, a otras la soledad, mientras que otras personas viven
permanentemente inseguras. Creemos que estos proverbios se
aplican a aquellos hijos de Dios que han confiado en Cristo y
llevan una vida de dependencia de Dios por medio del Espíritu
Santo.
Dice aquí No tendrás temor de pavor repentino No tenga temor
de lo que pueda ocurrir en el próximo minuto, estimado oyente;
Dios tiene cuidado de usted en este mismo momento y tendrá
cuidado de usted en el próximo también.
Y continúa diciendo porque el Señor será tu confianza: él evitará
que tu pie quede atrapado. Aunque uno vea peligros que
acechan a los malvados, debe sentir el poderoso brazo de Dios
rodeándole, colocando un cerco de protección. Y ahora veremos
un proverbio muy humano y muy práctico. Leamos el versículo
27 de este capítulo 3:
"Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a
quien lo necesite"
El Dr. J. Vernon McGee, autor de estos estudios bíblicos,
compartía el recuerdo que tenía de su padre. A él no le gustaba
la iglesia organizada, se oponía a ella a causa de una
experiencia amarga que había tenido en su juventud. Pero
siempre pensó que su padre tenía deseos de ser obediente a
Dios. Una de las razones para ello, era la forma en que él
actuaba. Y contaba que iban en cierta ocasión andando en uno
de esos carritos que se usaban en el campo en el pasado, y al
llegar a cierto lugar, observaron que una de las puertas o
tranqueras de una de las haciendas del lugar, estaba abierta y
que a través de ella, habían salido las vacas del vecino. Y él
decía que su padre detuvo el carrito y en ese mismo lugar, hizo
entrar a todas esas vacas a la hacienda y cerró la tranquera,
asegurándola con un alambre para que no, volviera a abrirse.
Luego, regresó al carro y continuaron su marcha sin decir nada
a nadie. Y nunca mencionó el asunto al dueño de las vacas.
McGee destacó que estos detalles y otros le hicieron pensar que
su padre conocía a Dios, probablemente mucho mejor de lo que
lo conocen algunos cristianos de hoy. Ahora, el versículo 28 de
este capítulo 3 dice:
"No digas a tu prójimo: Vete, vuelve de nuevo, mañana te daré,
cuando tengas contigo qué darle."
Cuántas personas hacen esto el día de hoy, en todas las
relaciones de la vida. Usan esa clase de excusas y además
hacen promesas para el futuro. Ellos dicen: "No le puedo ayudar
a usted en este momento, pero regrese mañana". Y podían
haberlo hecho un favor en ese mismo instante. En Romanos
13:8 se nos dice: "No debáis a nadie nada, sino el amaros unos
a otros". Esta clase de amor revela si una persona es un hijo de
Dios o no.
Todos sabemos que cuando usted y yo le debemos dinero a
alguna otra persona, ese dinero que tenemos no es nuestro, le
pertenece a la otra persona, y al utilizarlo para nuestros propios
propósitos, constituye realmente una acción deshonesta. Eso es
lo que se nos está diciendo aquí. Ahora, el versículo 29, dice:
"No intentes hacer daño a tu prójimo que vive confiado junto a
ti."
En la relación con un vecino, nunca haga algo que sea para su
propio beneficio y ventaja, y que sea desventajoso para él. No
trate de mantenerse a la par con su vecino, socavando lo que él
hace. Eso es lo que se nos dice aquí. No se debe abusar de su
confianza.
Cuán hermoso es poder tener una relación de confianza en la
que ambos pueden pedirse mutuamente favores, sabiendo que
dada uno siempre tratará de llegar más lejos en sus atenciones
y disponibilidad. Esa clase de relación le dará la oportunidad de
hablarle a su vecino de su relación con Dios de una manera
práctica. Ahora en el versículo 30, de este capítulo 3, de
Proverbios, leemos:
"No pleitees sin razón con nadie, a no ser que te hayan
agraviado."
Bajo la ley era pecado el entrar en pleito con otra persona sin
bases adecuadas. Pero bajo la gracia hoy, Dios dice que
nosotros no debemos vengarnos por nosotros mismos. En
Romanos 12:19 Dios dijo "Mía es la venganza, yo pagaré, dice
el Señor". Nosotros abandonamos el camino de la fe y de la
confianza en Dios cuando usted y yo tomamos estos asuntos en
nuestras propias manos. Si hemos sido tratados injustamente,
tendríamos que dejar el asunto en las manos de Dios, y permitir
que El se haga cargo de la situación y del individuo en cuestión.
Durante el transcurso de muchos años de ministerio y por la
experiencia, hemos aprendido que si alguien nos hace algún
daño, podemos dirigirnos a Dios y contarle que hemos sido
perjudicados. Y entonces, debemos presentar a la persona que
nos ha perjudicado ante la presencia de Dios, diciéndole:
"Señor, esta es un asunto tuyo. Tu dijiste que te harías cargo de
él". Y, estimado oyente, al observar durante el transcurso de
muchos años el desarrollo de estos problemas, puedo asegurarle
que Dios trata con esas personas de una forma directa.
Realmente estos proverbios son prácticos porque son útiles y
ciertos en estas situaciones tan delicadas de la vida. Son
provechosos no solo para los jóvenes, sino también para
hombres y mujeres de todas las edades. Se aplican a toda la
raza humana. Continuemos ahora, leyendo los versículos 31 y
32, de este capítulo 3 de Proverbios:
"No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus
caminos. Porque el Señor abomina al perverso; su comunión
íntima es con los justos."
Aquí el hombre injusto es el hombre violento. Hay ciertas
personas que desagradan extremadamente al Señor. En
realidad, más adelante en este libro de Proverbios vamos a
descubrir algunas de las cosas que Dios detesta, y las menciona
aquí en este libro que estamos estudiando. Ya llegaremos a
ellas. Ahora, nos dice aquí en el versículo 33:
"La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero
bendice la morada de los justos."
Aquí el malvado es el que rechaza toda ley. Usted recordará que
al principio de este estudio dijimos que usted encontraría un
Proverbio para cada personaje de la Biblia, y también para la
mayoría de sus amigos. Aquí creemos que tenemos uno de
estos Proverbios. Este proverbio me recuerda al rey Acab. Sin
duda alguna, Dios juzgó a la casa real de Acab. Este proverbio
está hecho a la medida para él. Y el versículo 34, dice:
"Ciertamente él se burla de los burlones y da gracia a los
humildes."
Ahora, Dios parece detestar al burlón, al vanidoso y al
arrogante. Luego se nos dice en el versículo 35, de este capítulo
3:
"Los sabios heredan la honra, pero los necios cargan con su
deshonra."
Estas palabras se adaptan a varias personas, quizás a algunas
que usted conoce.
A través de los siglos muchos han envidiado a ciertas personas
que poseyeron incalculables riquezas. Pero también muchos han
comprobado que, en su momento, Dios las juzga.
Y con esto llegamos al final del capítulo 3, de Proverbios y
llegamos a
Proverbios 4
Aunque en este relato el niño es ahora un joven que se ha
introducido en la locura del sistema del mundo, aun está
recibiendo consejos para que recuerde la enseñanza de su
padre. Leamos entonces el versículo 1:
"Escuchad, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos, para
adquirir cordura."
Aquí el término hijos incluye a los jóvenes y adultos de ambos
sexos. Continuemos leyendo los versículos 2 y 3:
"Yo os doy buena enseñanza; por eso, no descuidéis mi
instrucción. Yo también fui un hijo para mi padre, delicado y
único a los ojos de mi madre."
Hay algunos que opinan que Salomón escribió estas palabras y
estaba hablando de su propio padre. Observemos lo que dijo.
Algunos creen que el corazón del padre estaba embelesado con
su hijo Salomón. Nosotros no lo vemos así. Creemos que los
libros históricos nos cuentan que Salomón no era el favorito,
digamos, la opción preferente de David. Estamos seguros que
Salomón no era a quien David habría escogido. El joven criado
en el palacio de las mujeres, tenía gustos refinados, era más
bien vulnerable al sexo opuesto y lo podemos describir como un
hombre de mundo. David no tenía muchos gustos en común con
él. Aquí se presenta a Salomón como el niño consentido de su
madre. Sin embargo, dijo él en el versículo 4:
"Él me enseñaba, diciendo: Retén mis razones en tu corazón,
guarda mis mandamientos y vivirás."
David probablemente aconsejó mucho a este joven. Y
recordemos que cuando él fue hecho rey, David le dijo a
Salomón, actúa como hombre. Creemos que le dio este consejo
porque pensó que no era esforzado, valeroso y firme. Y
entonces le dijo: "aférrate de corazón a mis palabras, obedece
mis mandamientos, y vivirás". David había aprendido por
experiencia que era mejor obedecer al Señor. Y también
creemos que probablemente David no fue tan amable o cariñoso
al enseñarle a su hijo, como podía haber sido. Nunca hemos
pensado que David fue un éxito como padre. Desgraciadamente,
ese ha sido también el caso de muchísimos hombres famosos.
Pero la vida de David fue un ejemplo que Salomón podía
emular. Quizás usted esté pensando: "Si, pero mire usted lo que
hizo David". Ahora, los grandes pecados de David fueron
cometidos antes que Salomón naciera, y David se apartó
totalmente de esa clase de vida.
Ahora Salomón estaba aconsejando a una persona joven, y le
estaba hablando muy claro.
"Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia, no te olvides de ella
ni te apartes de las razones de mi boca; No la abandones, y ella
te guardará; Ámala, y te protegerá."
La sabiduría aquí está representada como una mujer que tiene
una escuela y envía su catálogo. Recordemos que anteriormente
el relato ya nos presentó a otra mujer, la mujer extraña, que
también estaba intentando captar el interés del joven. La
sabiduría estaba animando al joven para que viniera a su
escuela, para que pudiera llegar a ser sabio.
Observemos que dijo que la sabiduría "guardará" y "protegerá"
al joven.
La gran diferencia con muchos educadores contemporáneos se
señala con precisión en este versículo 6. ¿Aman ellos la
sabiduría? En otras palabras, ¿aman la Palabra de Dios? Fue
Pascal quien dijo que el conocimiento humano deber ser
comprendido, para ser amado. Pero el conocimiento divino,
debe ser amado para ser comprendido. Así que si usted va a
comprender la Palabra de Dios, debe acercarse a ella con amor,
y con una mente dispuesta a ser enseñada. Entonces el Espíritu
de Dios podrá abrir esas verdades para que usted las
comprenda. Es muy importante tener en cuenta esta actitud. El
versículo 6 finaliza diciendo sobre la sabiduría: ámala, y te
protegerá.
Continuemos leyendo el versículo 7 de Proverbios 4:
"Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que
posees, ¡adquiere inteligencia!"
Observemos la manera en que habla sobre la sabiduría. No es
solo conocimiento. No se trata de tener simplemente una mente
que funcione como un ordenador. Es sabiduría e inteligencia, es
decir, discernimiento para usar el conocimiento de forma
adecuada, y tener amor por él. Esto es algo que hoy necesita el
alma de las personas.
La razón por la cual la educación no resulta satisfactoria es por
la forma en que se ofrece en la actualidad. Estimado oyente, lo
que debe causarnos aquí impresión es la gran importancia de
obtener sabiduría. ¡Cuán importante es! Ahora, los versículos 8
y 9 de Proverbios 4, dicen:
"Engrandécela, y ella te engrandecerá; te honrará, si tú la
abrazas. Un adorno de gracia pondrá en tu cabeza; una corona
de belleza te entregará."
Lo interesante aquí es que la sabiduría ha de ser amada como
una mujer es amada. Y cuando lleguemos al Nuevo Testamento
esta imagen cambiará, porque Dios ha hecho a Cristo nuestra
sabiduría.
La verdadera dificultad hoy no es que haya problemas en la
Biblia. El problema real es que el ser humano no tiene amor y
anhelo por Dios, ni por las cosas de Dios. Cuando el amor está
presente en el corazón, este libro de los Proverbios, y toda la
Biblia, comienza a abrirse, porque el Espíritu de Dios se
convertirá en el Maestro. Pero cuando existe eso, entonces este
libro comenzará a abrirse, porque el Espíritu de Dios llegará a
ser nuestro Maestro.
Estimado oyente, le invitamos a dirigirse a Dios pidiéndole que,
por la obra del Espíritu Santo, El remueva todo prejuicio y
cualquier obstáculo para que usted pueda anhelar un encuentro
con Dios mismo, con Su Palabra, y con el Señor Jesucristo.

Proverbios 4:10-5:14
Hemos destacado que los pasos del joven en el camino de la
vida son pasos que muestran una nueva responsabilidad. Él ha
salido de su hogar, disponiéndose a enfrentar la vida, en la que
se está poniendo en un contacto directo con la realidad. Se le da
el consejo de que sus pasos sean ordenados según lo que dice
la Palabra de Dios. Cuán importante es esto en el día de hoy. Es
un buen consejo, un consejo muy provechoso para todos, el que
se puede encontrar aquí. Aunque en este relato el niño es ahora
un joven que se ha introducido en la locura del sistema del
mundo, aun está recibiendo consejos para que recuerde la
enseñanza de su padre.
Leamos el versículo 10 de Proverbios 4:
"Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los
años de tu vida"
Vemos que en el versículo 10, comienza diciendo: "Oye hijo
mío". Parecería como si Betsabé estuviera hablando a Salomón.
Leamos pues, los versículos 11 al 13, de este capítulo 4, de
Proverbios:
"Por el camino de la sabiduría te he encaminado, por sendas
derechas te he hecho andar. Cuando andes, no se acortarán tus
pasos; si corres, no tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la
dejes; guárdala, porque ella es tu vida."
Este es un hermoso llamado para que este joven busque la
sabiduría. Aquí dice Aférrate a la instrucción implica que se trato
de algo que debería tener la máxima prioridad. Es como decir,
"estudia todo lo que puedas". Continuemos leyendo los
versículos 14 y 15:
"No entres en la senda de los impíos ni vayas por el camino de
los malos. Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa de
largo."
Ya hemos destacado anteriormente que la advertencia de este
libro se dirige hacia el hombre malvado y la mujer extraña. La
mujer, por supuesto, se dedica a la prostitución. Y creemos ver
aquí también una aplicación espiritual. Luego, se nos dice en los
versículos 16 y 17, de este capítulo 4, de Proverbios:
"Pues ellos no duermen si no hacen el mal; pierden el sueño si
no hacen caer a alguno. Porque su comida es pan de maldad, y
su bebida, vino de violencia."
Estas palabras nos describen como viven el hombre malvado y
la mujer extraña. Ni siquiera pueden dormir si no han hecho
algo malo. A veces al escuchar las noticias sobre crímenes
decimos: "Yo no sé cómo este hombre puede hacer algo así".
"Yo no sé cómo esa mujer puede vivir esa clase de vida. ¿Cómo
pueden soportarse a sí mismos?" Estimado oyente, estas
personas no podrían estar tranquilas si no estuvieran haciendo
esas cosas. Y usted y yo no sabemos la desesperación y la
profundidad a la que puede llegar el corazón humano cuando se
hunde en el pecado. No hay ningún extremo de maldad que el
corazón y la mente humana no puedan concebir. Tenemos que
ser conscientes de que en este mundo nos estamos codeando
con muchas personas que no siempre se comportan bien. Por
supuesto que nos cruzaremos con muy buenas personas, pero
tenemos que ser cuidadosos porque muchas veces no sabemos
realmente con quién nos estamos relacionando.
Creemos que una de las cosas más importantes que nosotros
podemos hacer es comenzar nuestro día con una oración.
Podemos decirle al Señor: "Señor, hoy me voy a encontrar con
personas que no conozco. A algunas de esas personas las podré
ayudar. Otras, tratarán de perjudicarme. Ayúdame Señor a
distinguir la diferencia, para que puede poner mi brazo
alrededor de quien necesite mi ayuda, y para que puede evitar
la compañía de quien pudiera herirme por la espalda". Es
importante que nos demos cuenta de la naturaleza del mundo
en que vivimos.
Hemos aprendido que algunas de las personas que tratamos
pueden llegar a convertirse en amigos íntimos. Y damos gracias
a Dios por ellos. Muchos de ellos son hoy eficaces colaboradores
en la obra de difundir la Biblia por medio de la radio. Sin
embargo otros, aunque profesaban ser cristianos, han tratado
de perjudicarnos. Resulta difícil entender la forma de ser de
algunas personas. Verdaderamente, no se puede confiar en el
corazón humano. Debemos tener mucho cuidado; necesitamos
tener discernimiento, es decir, la capacidad de distinguir la
diferencia entre las personas con quienes nos encontramos en
nuestra vida diaria.
Continuemos leyendo el versículo 18:
"La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en
aumento hasta que el día es perfecto"
Seguramente algunas veces nos encontraremos con personas
como éstas. Pero ahora, veamos el contraste, al leer el versículo
19:
"Pero el camino de los malvados es como la oscuridad, y no
saben en qué tropiezan."
Se nos presentan aquí en contraste, dos caminos. Uno de estos
caminos es el recorrido por los justos. Es descrito como la luz de
un nuevo día, que va en aumento hasta brillar en todo su
esplendor, cuando el día alcanza su plenitud. Y luego existe otro
camino ? el de los malvados. En este camino hay una densa
oscuridad. A algunos quizás les recuerde el camino ancho del
cual habló el Señor Jesucristo. Este asunto quizás se haya
entendido mal.
Aún recuerdo que en otros tiempos se hablaba mucho acerca del
camino ancho y del camino angosto. Y si a algunos se les
hubiera preguntado por cual camino quería ir, quizás hubieran
elegido el camino ancho, por considerarlo más entretenido, más
divertido, donde uno lo puede pasar verdaderamente bien.
Desgraciadamente, esa es la impresión que a veces se ha dado.
Sin embargo esa imagen es errónea y la realidad es totalmente
diferente.
El camino ancho es un camino bastante amplio en el día de hoy.
Ahí es donde se encuentra la multitud; allí es donde
encontramos gran cantidad de gente. A lo largo de ese camino
las multitudes disfrutan de lo que podríamos llamar "una feria
de vanidades", que se parece bastante a la celebración de un
carnaval. (De paso, la palabra carnaval proviene de la palabra
carnal, que tiene que ver con nuestra naturaleza física). En ese
camino la gente satisface a su naturaleza física, y por tal motivo
se le considera una forma de vivir en libertad. Hoy se enfatiza
precisamente este aspecto. Que cada uno puede vivir como le
plazca. Y podemos decir que realmente se trata de un camino
amplio, pero ancho en su entrada. Pero observemos que, al
avanzar, el camino ancho se va haciendo cada vez más
estrecho, porque el camino de los malvados es una senda
oscura, envuelta en la oscuridad. Es cierto que en la entrada al
camino hay luces brillantes, pero adentrándose en la senda ya
no brillan las luces. Las personas ni siquiera se dan cuenta de
con qué están tropezando. Este es el camino ancho que el Señor
Jesús describió. Se parece a un embudo. La senda se estrecha
más y más, hasta que acaba en la destrucción.
Ahora, en contraste, el camino angosto comienza de otra forma.
Es muy angosto en la entrada. En Juan 14:6 vimos que el Señor
Jesucristo dijo: "Yo soy El Camino". El camino es tan estrecho
que está limitado a una persona, que es Cristo. Nadie puede ir a
Dios el Padre, si no es por medio de Cristo. Nadie podría
encontrar un camino más angosto que éste. El apóstol Pedro
dijo, según Hechos 4:12: 12Y en ningún otro hay salvación,
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres,
en que podamos ser salvos. Y en Juan 10:9, el mismo Jesucristo
dijo: 9Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará
y saldrá, y hallará pastos. Así que la entrada es angosta, pero
después, al avanzar, el camino se va haciendo cada vez más
ancho, conduciendo a una vida abundante y a la luz misma del
cielo. Estimado oyente, necesitamos entrar por el extremo
angosto de una especie de embudo, y ese extremo está
identificado como el Señor Jesucristo.
Esta es exactamente la figura que encontramos en estos
versículos de Proverbios. Hay dos caminos. Está la senda de los
justos, y la senda de los malvados. Más adelante ya oiremos
hablar nuevamente de este asunto. El camino amplio está
descrito en el capítulo 16:25, que dice: "Hay camino que al
hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la
muerte". Continuemos leyendo los versículos 20 al 22:
"Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis
razones. Que no se aparten de tus ojos; guárdalas en lo
profundo de tu corazón, porque son vida para los que las hallan
y medicina para todo su cuerpo."
Aquí cabe recordar que en el Salmo 119:11, el salmista dijo
sobre la Palabra: "En mi corazón he guardado tus dichos, para
no pecar contra ti;" Las palabras de Dios son Palabras de vida.
De los escritos de un gran hombre del pasado se ha dicho que si
sus palabras se cortaran, sangrarían. Esto puede decirse
verdaderamente de las palabras de Dios. Son palabras vivas, si
se cortaran, sangrarían. En el versículo 22 dice son vida para los
que las hayan. Le traerán a usted vida y luz. Traerán
instrucción, guía, dirección y alegría. Todo esto proviene de la
Palabra de Dios.
Ahora vamos a leer uno de los grandes versículos del libro de
los Proverbios. Leamos el versículo 23:
"Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él
mana la vida."
Otra versión lo traduce de la siguiente manera: "Por encima de
todas las cosas cuida tu corazón". Y otra lo expresa así: "Cuida
tu mente más que nada en el mundo". Es lo más importante que
podemos cuidar, porque es fuente de vida. La vida de la parte
física está en la sangre, y es el corazón el que bombea la
sangre. William Harvey, en el siglo XVIII, descubrió la
circulación de la sangre, lo cual revolucionó a la ciencia médica.
Y aquí, en el libro de Proverbios, que fue escrito unos 2.700
años antes, hay un reconocimiento de la importancia del
corazón para la conservación de la vida. Y el corazón simboliza
el centro del ser más interior, más íntimo. En Mateo 15:19, el
Señor Jesús dijo: Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad
sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Algunas
de las cosas más malvadas y perversas del mundo surgen del
corazón humano. El corazón es el asiento de la personalidad
total. Si usted quiere comprobar cuán importante es el corazón,
mire en una Concordancia Bíblica a todas las referencias al
corazón que se encuentran en la Biblia. Debemos cuidar nuestro
corazón con toda diligencia. Lo que escuchemos, es muy
importante, Lo que estudiamos también es importante, Y lo que
vemos, tiene importancia. Tendríamos que reconocer que del
corazón surgirán las cosas más importantes de nuestra vida.
No perdamos de vista el hecho de que el libro de Proverbios,
escrito muchísimo antes de que Harvey descubriera la
circulación de la sangre, presentó una declaración sobre el
corazón que, siglos más tarde, la ciencia la confirmó como
ciertas. Así que podemos reiterar que en el libro de los
Proverbios, y esto puede decirse de toda la Biblia, no encontrará
usted una observación inexacta o que vaya en contra de la
ciencia.
Leamos ahora el versículo 24 de Proverbios 6,
"Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad
de los labios."
Aquí se reafirma que las cosas a la vida provienen del corazón,
pero es la boca y los labios los que las transforman en palabras.
Alguien ha dicho que lo que hay en el pozo del corazón saldrá al
exterior por el cubo de la boca. Cuan cierto es esto, de que
tarde o temprano la boca revelará lo que hay en el corazón.
Nuestra boca nos delata. Recordemos cuando Pedro estaba
sentado en el patio, contemplando el juicio de Jesús; y alguien
se acercó y le dijo: "Verdaderamente también tú eres de ellos,
porque aun tu manera de hablar te descubre". O sea, estimado
oyente, que la boca descubre nuestro corazón ante los demás.
De modo que tenemos que el cuidado debe comenzar con el
corazón. Luego el continuó diciendo algo que se refiere a los
ojos. Leamos los versículos 25 al 27, de este capítulo 4, de
Proverbios:
"Que tus ojos miren lo recto y que tus párpados se abran a lo
que tienes delante. Examina la senda que siguen tus pies y sean
rectos todos tus caminos. No te desvíes a la derecha ni a la
izquierda; aparta tu pie del mal."
Aquí se destaca lo cuidadoso que debe ser un joven. Otra
versión traduce así el versículo 25: Pon la mirada en lo que
tienes delante, fija la vista en lo que está frente a ti. Muchos
adultos hoy recuerdan con tristeza que han arruinado su vida
por una mala decisión tomada en su juventud, y muchas de las
consecuencias se han presentado al pasar los años una y otra
vez. En algunos casos, una adicción adquirida en la juventud, ya
sea al alcohol o a las drogas, ha marcado toda una vida y a toda
una familia. ¡Cuántos están hoy destrozando sus vidas por no
haber examinado, como dice el versículo 26, la senda que
seguían sus pies!
Y ahora llegamos a
Proverbios 5
Al leer este capítulo cuidadosamente, usted encontrará que se le
aconseja al joven que viva una vida pura por el bien de su
familia. Esta es la clase de educación sexual que Dios da. Y nos
agrada más esta instrucción de Dios que la que solemos
escuchar en la actualidad, incluso en algunos círculos cristianos.
Dios estaba diciendo que había que vivir una vida pura para el
bien del hogar más adelante. Muchos de los problemas de los
hogares hoy no han comenzado con el establecimiento oficial de
la familia, sino en la vida sexual prematrimonial del individuo.
Leamos entonces los versículos 1 y 2, que comienzan a
presentarnos
La educación sexual de Dios
"Hijo mío, está atento a mi sabiduría e inclina tu oído a mi
inteligencia, para que guardes discreción y tus labios conserven
la ciencia."
Las palabras Hijo mío nos indican que el escritor se dirige
nuevamente al joven. Esta es la sabiduría que le ofrece al joven
venir a su escuela para aprender de ella. En el capítulo anterior
la advertencia se dirigía contra el hombre malvado. En este
capítulo, la advertencia va hacia la "mujer extraña",
literalmente, "la mujer extranjera", porque esa mujer procedía
de fuera de Israel. Generalmente pertenecía a otro pueblo y se
dedicaba a la prostitución. Ninguna mujer israelita se convertiría
en una prostituta, porque, de acuerdo con la ley, debía ser
apedreada, Sin embargo, cuando Israel se alejó de Dios, los
israelitas cayeron, se hundieron cada vez más en la inmoralidad.
Y así se dio el caso de que algunas israelitas se dedicaron a
ejercer la prostitución, como se indica en Proverbios 2:17,
cuando se habla de la que abandona al compañero de su
juventud y se olvida del pacto de su Dios. Pero aun en ese caso,
la mujer era considerada una extraña, una extranjera, porque
era una extraña en lo referente a su relación con Dios.
Leamos ahora los versículos 3 al 6:
"Los labios de la mujer extraña destilan miel y su paladar es
más suave que el aceite, pero su final es amargo como el
ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a
la muerte, sus pasos se dirigen al sepulcro. Sus caminos no son
firmes: no los conoce, ni considera el camino de la vida."
En una cárcel estaba recluido un famoso criminal. Uno de los
guardas de ese lugar, nos contó la historia. Y ese hombre había
contraído la sífilis, la cual no se curó a tiempo y atacó al cerebro
y causando una parálisis leve que consiste en una debilidad de
las contracciones musculares. Al final puede incluso llegar a
causar la locura. Y este guarda contaba que antes de morir ese
criminal, se había convertido en simplemente una persona
trastornada mentalmente. Luego, el guarda hizo este
comentario: "Ese criminal fue responsable de la ruina de
muchas chicas. Pero, ¿sabe una cosa? ? es interesante; esta
gente nunca puede escapar a las consecuencias. Y alguna
muchacha le contagió a él esa enfermedad". Y aquí la Palabra de
Dios advierte contra éste y otros peligros que han malogrado la
vida de tantos jóvenes.
Luego los versículos 7 al 11 de este capítulo 5 de Proverbios
dicen:
"Ahora pues, hijos, escuchadme y no os apartéis de las razones
de mi boca. Aleja de ella tu camino y no te acerques a la puerta
de su casa, no sea que des tu honor a extraños, y tus años a
alguien cruel; o no sea que los extraños se sacien de tu fuerza,
que tus trabajos queden en casa ajena y que gimas al final,
cuando se consuma tu carne y todo tu cuerpo"
Aquí vemos una solemne y elocuente advertencia al joven. Y se
nos describe la verdadera imagen de una enfermedad venérea.
Al final el escritor describe un lamento, cuando las partes del
cuerpo se consumen. En algunas regiones de la tierra estas
enfermedades y el sida adquieren proporciones epidémicas. Y
leamos ahora los versículos 12 al 14, que nos describen la
reacción de alguien que se arrepiente por no haber escuchado
un consejo:
"Y digas: "¿Cómo pude aborrecer el consejo? ¿Cómo pudo mi
corazón menospreciar la reprensión? ¡No escuché la voz de los
que me instruían, ni a los que me enseñaban incliné mi oído!
Casi en el colmo del mal he estado, en medio de la sociedad y
de la congregación."
Recordemos, estimado oyente, que Dios no puede ser burlado.
Lo que usted siembra, eso es precisamente lo que cosechará. Y
Dios describe en este pasaje cómo será el final de una vida
malograda. Creemos que nuestra sociedad actual está
cosechando lo que ha estado sembrando. La burda inmoralidad
es el resultado de la falta de enseñanza de la Palabra de Dios.
Este pasaje presenta el lamento que no tiene respuesta, el
remordimiento por no haber sabido dar importancia a los
consejos, por haberlos despreciado, por haber sido rebelde.
Estimado oyente, eso nos recuerda nuestro estudio de los libros
históricos del Antiguo Testamento, donde vimos las reiteradas
advertencias de los profetas, en cuanto a la dureza del corazón
de los israelitas, y los anuncios del castigo que se avecinaba. Al
fin, ellos también tuvieron que soportar las consecuencias
trágicas de su rebelión. Por ello vienen bien aquella solemne
advertencia del salmista en el Salmo 95:7 y 8: Si oís hoy su
voz, no endurezcáis vuestro corazón.

Proverbios 5:15-6:15
En nuestro estudio de hoy, amigo oyente, volvemos al capítulo 5
de este Libro de Proverbios que estamos estudiando. Y como
dijimos antes, vamos a comenzar con el versículo 15. Usted
recordará que en nuestro estudio anterior, en este capítulo 5, se
mencionaba que este joven estaba recibiendo una lección en
cuanto al sexo, y se le aconsejaba que viviera una vida pura por
el bien de su hogar. Destacamos que esta es la clase de
educación sexual que Dios da y por cierto la encontramos en
este libro tan práctico.
Antes de iniciar nuestra lectura de hoy a partir del versículo 15
de este capítulo 5, recordemos lo que decían los versículos 12 al
14. que nos describen la reacción de alguien que se arrepintió
por no haber escuchado un consejo:
"Y digas: "¡Cómo pude aborrecer el consejo? ¿Cómo pudo mi
corazón menospreciar la reprensión? ¡No escuché la voz de los
que me instruían, ni a los que me enseñaban incliné mi oído!
Casi en el colmo del mal he estado, en medio de la sociedad y
de la congregación."
Recordemos, estimado oyente, que Dios no puede ser burlado.
Lo que usted siembra, eso es precisamente lo que cosechará. Y
Dios describe en este pasaje cómo será el final de una vida
malograda. Creemos que nuestra sociedad actual está
cosechando lo que ha estado sembrando. La burda inmoralidad
es el resultado de la falta de enseñanza de la Palabra de Dios.
Este pasaje presenta el lamento que no tiene respuesta, el
remordimiento por no haber sabido dar importancia a los
consejos, por haberlos despreciado, por haber sido rebelde.
Estimado oyente, eso nos recuerda nuestro estudio de los libros
históricos del Antiguo Testamento, donde vimos las reiteradas
advertencias de los profetas, en cuanto a la dureza del corazón
de los israelitas, y los anuncios del castigo que se avecinaba. Al
fin, ellos también tuvieron que soportar las consecuencias
trágicas de su rebelión. Por ello viene bien aquella solemne
advertencia del salmista en el Salmo 95:7 y 8: Si oís hoy su
voz, no endurezcáis vuestro corazón.
Vamos a iniciar nuestra lectura de hoy leyendo los versículos 15
al 17, que comienzan a desarrollar el tema
La santidad del matrimonio
"Bebe el agua de tu propia cisterna, los raudales de tu propio
pozo. ¿Acaso han de derramarse tus fuentes por las calles y tus
corrientes de aguas por las plazas? Sean ellas para ti solo, no
para los extraños que estén contigo."
Es decir, que su descendencia debería venir de su propia mujer,
y no de otra. Y continúan diciendo los versículos 18 y 19:
"¡Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu
juventud, cierva amada, graciosa gacela! Que sus caricias te
satisfagan en todo tiempo y recréate siempre en su amor."
Estos versículos describen el amor en el matrimonio, y la
Palabra de Dios deja en claro que el amor físico y sexual en el
matrimonio ha de ser santificados y elevados a un nivel muy
alto. En otros tiempos estos temas se consideraban prohibidos,
como si fueran algo sucio o inmoral, incluso entre personas
casadas. ¿Ha observado como describe Dios el amor físico en el
matrimonio? Lo eleva al nivel más alto. Recordemos que el
matrimonio fue proyectado por Dios mismo y dado a la familia
humana para el bienestar y beneficio de la humanidad. Una
parte de la inmoralidad de nuestro tiempo consiste en librarse
del matrimonio.
Ahora, para el hijo de Dios, el hogar cristiano es una figura de la
relación entre Cristo y la Iglesia. Y no puede haber una relación
más elevada y santa que ésta. Es por tal motivo que resulta
alarmante ver que, de forma creciente, hasta las parejas
cristianas se están separando. Esto debería llevar a los
dirigentes y responsables de las iglesias a orar intensamente a
Dios, con un sincero deseo de averiguar qué está mal. Esta es
una indicación más de que la Palabra de Dios no está afectando
a la vida de los cristianos, no está influyendo sobre los
miembros de la iglesia.
Dice la carta a los Hebreos 13:4, Tened todos en alta estima el
matrimonio y la fidelidad conyugal, porque Dios juzgará a los
adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.
Dios considera que el matrimonio es una hermosa relación.
Tiene un carácter elevado y santo, y no debe ser tratado como
algo impuro. Pero veamos el otro lado de la imagen: Dios
juzgará a los adúlteros.
El apóstol Pedro, en su primera carta 3:7, aconsejó a los
maridos que vivieran con sus esposas sabiamente, en un
espíritu de comprensión y respeto, y les dio un motivo para ello,
diciendo: para que vuestras oraciones no tengan estorbo. Esta
era una verdadera prueba. Cuando el esposo y la esposa viven
de tal manera el uno con el otro, que tienen alegría y confianza
y pueden arrodillarse, orar juntos, y amarse, esa relación
entonces representa la relación entre Cristo y Su iglesia.
Podemos asegurarle, estimado oyente, que Dios puede
bendecir, y lo hará, a ese hogar. Esto es muy importante. Bien,
volvamos ahora al libro de Proverbios y en este capítulo 5,
versículos 20 y 21, leemos:
"¿Por qué, hijo mío, has de andar ciego con la mujer ajena y
abrazar el seno de la extraña? Los caminos del hombre están
ante los ojos del Señor, y él considera todas sus sendas."
Este es un versículo interesante. Los caminos del hombre están
ante los ojos del Señor, y él considera todas sus sendas.
Tenemos que reconocer que Dios nos está observando todo el
tiempo. Siempre estamos bajo su mirada.
Hay personas que tienen por costumbre blasfemar y maldecir
todo el tiempo, pero se reprimen cuando están ante cristianos y
si se les escapa alguna maldición, piden disculpas por el
lenguaje utilizado. Pero a esta gente se le debe decir que no se
debe preocupar por las otras personas que las están
escuchando, ya que Dios es quien les está escuchando todo el
tiempo. Otra versión traduce este versículo: "El Señor está
pendiente de la conducta del hombre, no pierde de vista
ninguno de sus pasos". Y pensamos que Él se pregunta por qué
usted actúa en la forma en que lo hace, y por las cosas que
decimos. Continuemos leyendo los últimos versículos de
Proverbios 5, el 22 y 23:
"Apresarán al malvado sus propias iniquidades, retenido será
con las ligaduras de su pecado. Él morirá por falta de disciplina
y errará por lo inmenso de su locura."
Dios dice que habrá un día para rendir cuentas, de hacer frente
a nuestra responsabilidad: el día del justo castigo. Se está
acercando el día de pago. El hombre puede pensar que en al
asunto de su pecado se está saliendo con la suya, pero no es
así. Su propia maldad, sus malas obras le aprisionarán, y
quedará sujeto por las cuerdas de sus pecados.
Y ahora, llegamos a
Proverbios 6
Este capítulo abarca muy diversos temas. Comienza con algunos
consejos apropiados para cristianos y no cristianos en el mundo
actual de los negocios. Estos son simplemente buenos principios
comerciales. Así que vemos que Dios ha dado muchos buenos
consejos para toda la humanidad, para aquellos que son salvos
y para los que no lo son. Vamos a leer entonces los versículos 1
y 2 de Proverbios 6, que comienzan a exponer estos
Buenos principios comerciales
"Hijo mío, si has salido fiador por tu amigo o le has empeñado
tu palabra a un extraño, te has enredado con las palabras de tu
boca y has quedado atrapado en los dichos de tus labios."
El escritor comenzó con dos consejos que resultan útiles en todo
tiempo. No firmar un documento a un amigo, y no ponerse en
sociedad con una persona extraña. Y el hombre que no es salvo
puede seguir este consejo, pues le resultará provechoso.
El segundo versículo indicaría que una persona se ha estado
jactando. Aparentemente, una de las razones por la cual un
hombre firmará un documento conjuntamente con otra persona,
es aparecer como una persona solvente y reconocida en el
ambiente financiero. Pues bien, aquí se nos dice que debemos
tener cuidado con estas personas. Leamos ahora el versículo 3
de Proverbios 6:
"Haz esto ahora, hijo mío, para librarte, ya que has caído en
manos de tu prójimo: Ve, humíllate, importuna a tu amigo"
Otra versión traduce la última frase de este versículo 3, "ve
corriendo y humíllate ante él, procura deshacer tu compromiso".
Es ese caso, nadie debe tener temor de dirigirse a esa persona y
resolver el problema aclarando las cosas. Asegúrese de
conservar a sus amigos, y de tener cuidado con sus enemigos.
Esto es exactamente lo que dice aquí y esto se volverá a repetir
otras veces. Continuemos leyendo los versículos 4 y 5:
"No des sueño a tus ojos ni dejes que tus párpados se cierren;
escápate como una gacela de manos del cazador, como un ave
de manos del que tiende trampas."
No se demore en tomar la decisión, aclare la situación y
resuelva el asunto. Usted es como un ave que ha sido cazada en
una trampa, si ha firmado un documento. Aquí hay una clara
advertencia.
Pero ahora se nos presenta el lado positivo de este asunto. No
solamente debería uno ser prudente en sus acciones
comerciales, así como prudente en lo que dice en el ambiente
financiero. Y deberíamos aprender algo de la sabiduría de las
hormigas. Veamos lo que nos dicen al respecto los versículos 6
al 8:
"Mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos y sé sabio:
Ella, sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el
verano su comida, recoge en el tiempo de la siega su sustento"
Nos damos cuenta que la hormiga es una buena maestra. Y ella
nos puede revelar grandes verdades. Una de las verdades es
que ella es tan diligente en los negocios como el que más. Esto
es algo que el hijo de Dios debería aprender de la pequeña
hormiga. La hormiga siempre se encuentra ocupada haciendo lo
que más importante para ella en la vida, que es, acumular
comida para el invierno, preocupándose por el futuro: y está
sumamente atareada con ello.
Creemos que uno de los grandes pecados en el día de hoy por
parte del creyente, es la pereza, incluso entre los cristianos
implicados a veces en actividades cristianas, Tendremos que
evaluar cuanto tiempo dedicamos a la lectura y el estudio de la
Palabra de Dios, haciendo provisión para nuestras necesidades
espirituales actuales y futuras. ¡Qué lección la que nos puede
enseñar hoy, una hormiguita! Y el escritor no ha finalizado con
este tema y continúa diciéndonos algo más en los versículos 9 al
11, de este capítulo 6:
"Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás
del sueño? Un poco de sueño, dormitar otro poco, y otro poco
descansar mano sobre mano: así te llegará la miseria como un
vagabundo, la pobreza como un hombre armado."
Ahora vamos a leer los versículos 12 y 13, que comienzan a
presentar otra descripción; la de
El hombre malvado
"El hombre malo, el hombre depravado, es el que anda en
perversidad de boca; que guiña los ojos, que habla con los pies,
que hace señas con los dedos."
¿Ha notado usted en algunas personas que todo lo que hacen,
todos sus gestos, tienen siempre una sugerencia grosera u
obscena? Hay cristianos que en este aspecto son casos dudosos.
Todo lo que dicen tiene un doble sentido. En sus conversaciones
todo lo que dicen tiene un doble sentido, especialmente sus
chistes, y sus observaciones. Les divierten esas frases
sugerentes y tenemos que aclarar que Dios ha hablado en
contra de esas actitudes.
Continuemos leyendo los versículos 14 y 15 de Proverbios 6:
"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en
todo tiempo; siembra las discordias. Por tanto, su calamidad
vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá
remedio."
Aquí observemos que esta persona "siembra" o provoca o
alienta discordias. Tenemos aquí una persona que se supone ser
hijo de Dios y sin embargo, cada movimiento con su cuerpo no
es claro.
A veces solemos contemplar por televisión a personas que
explotan hábilmente esa facilidad, aprovechándose de su
sentido del humor y de su capacidad para entretener a las
personas. Desafortunadamente, hay cristianos a quienes les
entretiene y causa mucha gracia escuchar a tales personajes,
hasta tal punto que les siguen semanalmente sin perder
ninguno de sus espectáculos.
Por ello, vemos a veces a cristianos pendientes de seguir los
dictados de la moda en su forma de vestir o de hablar,
utilizando las expresiones que están en boga para aparentar que
están "al día" y proyectar así una imagen supuestamente
progresista. El problema es cuando no se tiene nada positivo
que transmitir a los demás, entonces tales personas lo
disfrazan, lo maquillan, para que pueda ser aceptable en un
principio. Por otra parte, las que nosotros necesitamos en este
día, estimado oyente, son personas que vivan vidas claras,
cristalinas, nítidas; que todo lo que digan y hagan en su vida,
sea tan claro y puro como el sol del mediodía. Esa es la clase de
gente que se necesita en el día de hoy. Estas son personas
transparentes, que se revelan cual son y su presencia infunde
confianza. Al verlas, uno se da cuenta que puede confiar en
ellas. Estas son las compañías ideales para el camino de la vida,
para disfrutar de la amistad y del compañerismo cristiano. Esas
son las personas que tienen a Cristo en sus vidas y lo reflejan a
los demás.
Pero a los que tienen la forma opuesta de ser, la Biblia tiene
advertencias solemnes para ellos. La carta de San Pablo a los
Gálatas 6:7 ?8 dice: 7No os engañéis; Dios no puede ser
burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también
segará, 8porque el que siembra para agradar a su naturaleza
pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción;
pero el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu
cosechará vida eterna. De Dios nadie se burla. EL requiere una
vida santa. ¿Sabe usted por qué? Porque El es santo. Él es esa
clase de Dios, y Él va a estar interesado en esa clase de persona
y va a bendecirla. Ah, estimado oyente, usted y yo necesitamos
reconocer que estamos tratando con un Dios santo.
En este capítulo 6 del libro de Proverbios que estamos
considerando hoy, y que veremos también en nuestro próximo
estudio, al entrar en un nuevo párrafo de dicho capítulo,
examinaremos siete cosas que Dios detesta. Alguien quizá nos
diga: "¿Cómo es eso? ¿Dijo usted que Dios aborrece siete
cosas?" Así es, estimado oyente. Bueno, alguien quizá diga: "Yo
pensaba que Dios era amor, que solo tenía capacidad para
amar". Sí, claro, Él es amor. Pero El aborrece el mal y todo
aquello que el mal ha causado y está produciendo en la raza
humana.
Mientras tanto, le sugerimos que lea usted el resto de este
capítulo, para que pueda comprobar por sí mismo la forma clara
y directa en que Dios se expresa con respecto a todo aquello
que se opone a su propia naturaleza como Dios santo que es. Es
por ese motivo que Dios detesta todo elemento extraño que se
introduce en las vidas de los cristianos, porque puede alejar a
los cristianos de esa relación de comunión y compañerismo que
El quiere tener con los suyos, y porque todo aquello que sea
sucio o impuro, puede arruinar no solo sus vidas, sino también
las de aquellos que se encuentran a su alrededor.
Proverbios 6:16-23
Llegamos hoy, amigo oyente, otra vez a este capítulo 6, del
Libro de Proverbios que iniciamos en nuestro estudio anterior.
Esta sección que estamos estudiando comenzó en el versículos
12 y 13, 3n los cuales se describió al "hombre malvado" ¿Ha
notado usted en algunas personas que todo lo que hacen, todos
los gestos, tienen siempre una sugerencia grosera u obscena?
Hay cristianos que en este aspecto podríamos decir que son
casos dudosos. En sus encuentros todo lo que dicen tiene un
doble sentido, especialmente sus chistes, sus observaciones. Les
divierten esas frases sugerentes y tenemos que aclarar que Dios
ha hablado en contra de esas actitudes.
Después de estas consideraciones, en nuestro programa
anterior leímos los versículos 14 y 15, que decían:
"Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en
todo tiempo; siembra las discordias. Por tanto, su calamidad
vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá
remedio."
Aquí observemos que esta persona "siembra" o provoca o
alienta discordias. Tenemos aquí una persona que se supone ser
hijo de Dios y sin embargo cada movimiento que hace con su
cuerpo no es absolutamente claro.
A veces solemos contemplar por televisión a personas que
explotan hábilmente esa facilidad, aprovechándose de su
sentido del humor y de su capacidad para entretener a las
personas. Desafortunadamente, hay cristianos a quienes les
entretiene y les causa mucha gracia escuchar a tales
personajes, hasta tal punto que les siguen semanalmente sin
perder ninguno de sus espectáculos.
Por ello, vemos a cristianos pendientes de seguir los dictados de
la moda en su forma de vestir o de hablar, utilizando las
expresiones que están en boga para aparentar que están "al
día" y proyectar así una imagen supuestamente progresista. El
problema es cuando no se tiene nada positivo que transmitir a
los demás, entonces tales personas lo disfrazan, lo maquillan,
para que pueda ser aceptable en un principio. Por otra parte, las
que nosotros necesitamos en este día, estimado oyente, son
personas que vivan vidas claras, cristalinas, nítidas; que todo lo
que digan y hagan en su vida, sea tan claro y puro como el sol
del mediodía. Esa es la clase de gente que se necesita en el día
de hoy. Estas son personas transparentes, que se revelan tal
cual son y su presencia infunde confianza. Al verlas, una se
cuenta que puede confiar en ellas. Estas son las compañías
ideales para el camino de la vida, para disfrutar de la amistad y
del compañerismo cristiano. Esas son las personas que tienen a
Cristo en sus vidas y lo reflejan a los demás.
Pero para los que tienen la forma opuesta de ser, la Biblia tiene
advertencias solemnes. La carta de San Pablo a los Gálatas
6:7 ?8 dice: 7No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues
todo lo que el hombre siembre, eso también segará, 8porque el
que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa
misma naturaleza cosechará destrucción; pero el que siembra
para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. De
Dios nadie se burla. EL requiere una vida santa. ¿Sabe usted por
qué? Porque El es santo. Él es esa clase de Dios, y Él va a estar
interesado en esa clase de persona y va a bendecirla. Ah,
estimado oyente, usted y yo necesitamos reconocer que
estamos tratando con un Dios santo.
En este capítulo 6 del libro de Proverbios que estamos
considerando hoy, al entrar en un nuevo párrafo de dicho
capítulo, examinaremos siete cosas que Dios detesta. Alguien
quizá nos diga: "¿Cómo es eso? ¿Dijo usted que Dios aborrece
siete cosas?" Así es, estimado oyente. Bueno, alguien quizá
diga: "Yo pensaba que Dios era amor, que solo tenía capacidad
para amar". Sí, claro, Él es amor. Pero El aborrece el mal y todo
aquello que el mal ha causado y está produciendo en la raza
humana.
Después de esta introducción vamos a comenzar nuestra lectura
específica para el día de hoy con el versículo 16, para examinar
una lista de
Siete cosas que Dios detesta
A algunas personas les puede resultar increíble que Dios sea
capaz de detestar, de aborrecer. Ellas le consideran solamente
como un Dios de amor. Como saben que Dios es amor, y que el
amor es lo opuesto al odio entonces deducen que Dios no puede
odiar a nadie ni a nada. Pero ello no es cierto. Dios es amor,
pero El aborrece el mal.
Podemos ver la misma situación en un nivel puramente
humano, es decir, en las relaciones humanas normales. Por
ejemplo, alguien ama a su hijo, pero detesta a esa fiebre que le
está atormentando y consumiendo el cuerpo del niño. Alguien
ama a su hijo, pero odia también al perro feroz que entra en su
jardín e intenta morder al pequeño. Es decir, que al mismo
tiempo que siente amor por su hijo, aborrece al animal o
persona que pueda causarle daño. Mientras exista un mundo de
contrastes, un mundo en el que ha entrado el pecado,
amaremos lo bueno, lo justo, y detestaremos lo que es malo e
injusto. Aunque, por otra parte, si usted ama al pecado, a la
maldad, entonces usted detestará la bondad y la rectitud.
La Palabra de Dios nos dice que amemos lo bueno y detestemos
el mal. Cuando lleguemos al libro de Eclesiastés, veremos que
en una parte, en el 3:8 dice que hay tiempo de amar y tiempo
de aborrecer.
Ahora veremos que hay siete cosas que Dios aborrece. Aquí está
la lista. Leamos los versículos 16 al 19:
"Seis cosas aborrece el Señor, y aun siete le son abominables:
los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman
sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos,
los pies que corren presurosos al mal, el testigo falso, que dice
mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos."
Dios dijo claramente que detestaba estas cosas, y nosotros
también deberíamos incluirlas en la lista de cosas que
aborrecemos. No fue la primera vez que Dios declaró que El
detestaba algo. Si vamos al libro de Deuteronomio 16:22,
leeremos lo siguiente: ni te levantarás estatua, lo cual aborrece
el Señor tu Dios. Dios aborrece cualquier clase de ídolo, o
cualquier cosa que ocupe en nuestros corazones el lugar que
solo le corresponde a Él. Un gran salmo mesiánico, el Salmo
45:7 dice: Has amado la justicia y aborrecido la maldad. Una
sigue a la otra como la noche sigue al día. En el libro de
Apocalipsis 2:6, Dios le dijo a la iglesia primitiva: pero tienes
esto: que aborreces las obras de los nicolaitas, las cuales yo
también aborrezco. Es que, estimado oyente, Dios ama, pero
también detesta. Dios es amor pero, por el mismo motivo,
puede odiar. Y las Sagradas Escrituras presentan sus
argumentos, es decir, que exponen su caso.
El número siete en la Biblia no indica perfección sino lo que es
completo. Dios experimenta un odio completo hacia estas cosas,
que son todas obras de la naturaleza humana pecaminosa. Hay
cosas que revelan la depravación total y la degradación
completa de las especies humanas. Dios ha dejado constancia
de que odia estas cosas. Ya ha quedado atrás esa vieja
concepción de Dios como un anciano senil y sentimental que
llora pero no actúa, y de que simplemente cierra sus ojos a los
pecados de la humanidad y es tolerante con el mal, y de que
perdona porque no tiene el valor o la fortaleza para castigar el
pecado. Recordemos que Dios dice: "Yo amo" pero también
dice. "Yo detesto".
La idea de que tenemos que ser benévolos y comprensivos con
los culpables está ampliamente difundida, y los que la
propugnan no han tenido el valor de aplicar un programa severo
de castigo. Ese es uno de los problemas de la sociedad actual, y
uno de los factores que está desintegrando esta sociedad. Dios
está dispuesto a castigar a los culpables. A Dios no le afecta la
opinión pública. A Dios no le intimida ninguna apariencia que
pueda ofender al ser humano. Dios no es cobarde. Dios dijo que
de ninguna manera tendría por inocente al culpable. Sus leyes
son inviolables e inexorables.
Vamos entonces a examinar esta desagradable lista, que
aparece en la sección negativa del libro mayor de Dios:
1. Los ojos altivos. (v. 17) Este es el significado literal, los ojos
altaneros. Es la actitud de una persona que se sobrevalora a sí
misma y subestima a otras. Se trata del orgullo. Es ese
pensamiento del corazón, es esa mirada leve y al desviar la
cabeza, ese destello en la mirada expresa que una persona se
considera mejor que los demás. Dios dice "Yo detesto esa
actitud". Es la primera cosa mencionada en esta lista. Y El la
puso por delante del homicidio y la ebriedad. Dios detesta la
mirada altiva.
Es extraño que hoy en círculos cristianos o en la misma iglesia
uno puede ser aceptado o conseguir pasar inadvertido con esa
mirada altanera que revela orgullo, y nadie dirá nada al
respecto. ¿Sabía usted que el primer pecado manifiesto en el
cielo, el pecado original, fue el orgullo? Fue cuando Satanás,
Lucifer, el hijo de la mañana dijo en su corazón: Subiré al cielo.
En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en
el monte del testimonio me sentaré, en los extremos del norte;
sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al
Altísimo (Isaías 14:13-14).Y él fue el que se presentó ante el
hombre en el jardín del Edén y le dijo: seréis como dioses
(Génesis 3:5).
Es bastante interesante que más allá de los trastornos
psicológicos y la enfermedad psicosomática hay un tronco de
árbol del cual surge la anormalidad. ¿Sabe usted cuál es? La
falta de ser una personalidad completa. Es querer ser alguien
importante, tener ciertos símbolos de una posición, uno de los
cuales es la independencia de Dios. Es que una persona quiere
ser su propio dios. Es querer convertir a la pequeña criatura en
un Dios. Esa es la razón por la cual la salvación por las obras
apela al ser humano. Ese ser humano pequeño que cree que va
a conseguir su propia salvación, que la va a obtener por sí
mismo y que, por lo tanto, no necesita a Dios. Cree que no
necesita tener un Salvador que muera por él, y que cuando
llegue a Su presencia, podrá ocupar el lugar de Dios porque se
considerará tan bueno como Él, y podrá sentarse justamente
junto a Él. Estimado oyente, una salvación por las obras revela
una carencia en la personalidad. Dios resiste a los soberbios, y
tiene respeto y consideración por los humildes. Más adelante, en
este mismo libro de los Proverbios 11:2, dice: Cuando llega la
soberbia, llega también la deshonra. Y recordemos que en el
Libro de Job, en el capítulo 40, de ese libro, versículo 12, dice:
Mira a todo soberbio, y humíllalo, y destruye a los impíos donde
quiera que estén.
Recordemos que en las bienaventuranzas del Sermón del Monte,
en Mateo 5:3, el Señor Jesús dijo: Bienaventurados los pobres
en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Y esto es lo
que dijo el Salmista en el Salmo 131:1: Señor, no se ha
envanecido mi corazón ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en
grandezas, ni en cosas demasiado sublimes para mí. Estimado
oyente, necesitamos ocupar un lugar humilde y decir: "Oh, Dios,
yo soy débil, no puedo hacerlo; te necesito a Tí."
En cierta ocasión, observé a un joven que pretendía introducirse
en un grupo de jóvenes. Era grande de estatura y tenía un
aspecto jactancioso. E intentaba ser aceptado por sus colegas.
Así que se introdujo en el grupo y comenzó a maldecir como un
viejo marino y experimentado en su profesión. Y yo pensé:
pobre joven, está tratando de resultar aceptable ante los
demás. ¿Por qué simplemente no se acerca a Dios y le dice la
verdad? ¡Cuánto mejor sería decirle a Dios lo que el salmista
expresó en su poema: Señor, mi corazón no es orgulloso, ni son
altivos mis ojos; no busco grandezas desmedidas, ni proezas
que excedan a mis fuerzas. Estimado oyente, cuando usted
acude a Dios para recibir la salvación, es entonces cuando se
convierte en alguien real, en una personalidad hecha y derecha.
Escuchemos lo que Dios dijo por medio de Isaías, capítulo 66,
versículo 2. . . . pero yo miraré a aquel que es pobre y humilde
de espíritu y que tiembla a mi palabra. Así habla Dios, amigo
oyente. Y si usted está dispuesto a acercarse a Él con esa
actitud, va a ver que Dios está dispuesto a recibirle. Porque Dios
dijo que aborrece la mirada o los ojos altivos.
2. Dios aborrece la lengua mentirosa (v. 17) ¿Ha notado alguna
vez que en la Biblia se dice más acerca del uso y abuso de la
lengua, que del abuso del alcohol? El abuso de la lengua es algo
muy común en todas las razas y en todos los idiomas.
Permítanos decirle estimado oyente, que eso es algo
verdaderamente trágico.
El salmista dijo: Y dije en mi apresuramiento: Todo hombre es
mentiroso. (Sal. 116:11) El Dr. Carroll acostumbraba decir a sus
alumnos: "David en un momento de apresuramiento dijo que
todos los hombres eran mentirosos. Yo he tenido mucho tiempo
para pensar en ello y todavía estoy de acuerdo con David".
Bueno, ciertamente tenemos que admitir que estamos de
acuerdo con David. En otra ocasión el salmista, en 120:2 dijo:
Libra mi alma, Señor, del labio mentiroso, y de la lengua
fraudulenta. Y en su oración de confesión, en el Salmo 51:6, el
rey David dijo: Tu amas la verdad en lo íntimo y en lo secreto
me has hecho comprender sabiduría. Dios es el Dios de la
verdad. Y lo dijo el salmista en el Salmo 31:5, con estas
palabras: En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has
redimido, Señor, Dios de verdad. ¡Qué hermoso es esto y cuan
diferente es de una lengua mentirosa! Recordemos que la cosa
más peligrosa hoy en este mundo es la lengua. Hay muchas
personas que han sufrido el ataque por este medio de otras
personas y es como si hubiesen sufrido un asesinato a su
reputación. Así que debería estar más controlado el uso de la
lengua.
3. La tercera cosa que Dios detesta son las manos que
derraman sangre inocente (v. 17). Un asesino es especialmente
odioso e inaceptable ante Dios y los hombres. Dios dice que el
asesino debe ser castigado porque arrebató a alguien algo que
Dios dijo que era sagrado, la vida humana.
4. La cuarta cosa que Dios detesta es el corazón que maquina
pensamientos perversos, planes inicuos (v. 18) Y creemos que
todos los hombres y mujeres tienen malos pensamientos. En
Mateo 15:19 el Señor Jesús dijo: 19porque del corazón salen los
malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la
inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios, las
blasfemias. Realmente, es una camada peligrosa la que
proviene del corazón humano. Por cierto, ¿ha confesado usted
alguna vez a Dios lo que tiene en su mente y en su corazón?
Todos necesitamos hacerlo. Necesitamos ser limpiados. Dios
está en estos casos, como el médico divino, tratando la
anatomía o, mejor dicho, la patología del mal y de la maldad,
las enfermedades espirituales del ser humano, y los diferentes
síntomas que aparecen de tales enfermedades. El estudio y
análisis divino incluye ? los ojos, la lengua, las manos, el
corazón, y los pies, que veremos a continuación. Ahora, lo
próximo que se va a mencionar son los pies.
5. Así que tenemos ahora a los pies que corren presurosos al
mal. (v. 18) ¿Sabe, amigo oyente, que el corazón abre el
camino que van a recorrer los pies? Es interesante notar lo que
Isaías dijo en el capítulo 59 de su libro, versículo 7: Sus pies
corren al mal, se apresuran para derramar sangre inocente; sus
pensamientos son pensamientos perversos; destrucción y
quebrantamiento hay en sus caminos. Esta es la lista de las
cosas que Dios dice que aborrece.
6. Ahora, la sexta cosa mencionada, aparece aquí en la primera
parte del versículo 19, y es el testigo falso que dice mentiras.
Hoy en día no es raro que la gente cometa perjurio. Parece ser
uno de los pecados más comunes de nuestro tiempo. Y es algo
que Dios detesta.
7. Esta aparece aquí en la segunda parte del versículo 19 y es el
que siembra discordia entre hermanos. Existe una
bienaventuranza, pronunciada por el Señor, que mira al
problema desde el lado positivo. La encontramos en Mateo 5:9 y
dice: Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados
hijos de Dios. Hay verdaderas multitudes de personas que están
sembrando la discordia, y no están todos motivados
políticamente. Se encuentran en su propio vecindario, y hay
posibilidades de que también haya algunos en su iglesia. Quizás
tenga usted uno en su hogar o familia, y que incluso se siente
donde usted se sienta. Estimado amigo, el causar problemas
entre los miembros de la familia o entre los hermanos en Cristo
y entre sus colaboradores es algo que Dios aborrece.
Esta lista de siete pecados es como un espejo. Echamos una
mirada al espejo y nos avergonzamos, porque nos vemos a
nosotros mismos. Estimado oyente, permítame pedirle que se
dirija una buena mirada a sí mismo, en este espejo de la
Palabra de Dios. Después de que usted y yo nos veamos tal
como realmente somos, vayamos ante la presencia de Dios y
confesemos estas cosas que a El tanto le desagradan. Seamos
honestos con El y pidámosle que nos limpie.
Continuemos ahora leyendo los versículos 20 al 22 de este
capítulo 6 de Proverbios:
"Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre y no abandones
la enseñanza de tu madre. Átalos siempre a tu corazón,
enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando camines, te guardarán
cuando duermas y hablarán contigo cuando despiertes."
Aquí recordamos al joven de hace unos capítulos, que ha
crecido, que ha ido a la escuela, pero a quien se le recuerda que
no olvide las cosas que le fueron enseñadas por su padre y por
su madre. Las cosas que él ha aprendido en el hogar son muy
importantes. Las habrá de tener constantemente ante él.
Y dice el versículo 23 de este capítulo 6 de Proverbios:
"Porque el mandamiento es lámpara, la enseñanza es luz, y
camino de vida son las reprensiones que te instruyen"
Y así esta sección concluye recapitulando verdades ya
establecidas anteriormente. La instrucción paternal proporciona
guía, protección (2:11) y consejo (6:22). Esa enseñanza deberá
provenir de la Ley de Dios, porque los mandamientos de los
padres, como la Palabra de Dios, deberán ser como una lámpara
y como una luz, proveyendo guía y dirección para la conducta)
Salmo 119:105). Y la disciplina, aunque dolorosa, (Hebreos
12:11ª) ayuda a mantener a una persona en el sendero
correcto, conduciéndola por el camino de la vida.

Proverbios 6:24-8:9
Estimado oyente, volvemos hoy en este estudio del Libro de
Proverbios, al capítulo 6. Entraremos hoy en un área que ya
hemos visto antes y continuará hasta el próximo capítulo. El
nuevo párrafo se titula
Una advertencia contra los pecados sexuales
Ahora el escritor regresó al tema de un pecado ampliamente
difundido en le sociedad contemporánea; los pecados sexuales.
La advertencia al joven se refiere nuevamente a la mujer
extraña, a la prostituta. Es ella la que probablemente, puede
arruinar la vida de un joven y mucho más que cualquier otra
cosa. Los pecados sexuales, los pecados de adulterio son
grandes pecados de nuestra época. Nadie podría calcular las
vidas que se han destruido completamente a causa de ellos.
¡Cuántos matrimonios están hoy rotos por ese motivo! Podemos
ver este tema del triángulo amoroso una y otra vez en las
películas, novelas, y canciones populares. Los protagonistas son
siempre un matrimonio y una tercera persona, un hombre o una
mujer, que llega y rompe el matrimonio. El libro de los
Proverbios tiene mucho que decir sobre esta situación. Y vamos
a comenzar hoy leyendo los versículos 24 y 25, de este capítulo
6, donde dice:
"Para guardarte de la mala mujer, de la suave lengua de la
mujer extraña. No codicies su hermosura en tu corazón, ni te
prenda ella con sus ojos"
El joven no debía permitir que la belleza de aquella mujer
encendiera su pasión. Acabamos de leer en Proverbios 4:23,
Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él
mana la vida. Observemos que se le advierte al joven sobre sus
halagos, su belleza, y el parpadeo de sus ojos. El Señor Jesús
dijo en Mateo 5:27 y 28: 27»Oísteis que fue dicho: "No
cometerás adulterio". 28Pero yo os digo que cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su
corazón. Todo el pensamiento pecaminoso comienza en el
corazón humano. Continuemos leyendo el versículo 26 de
Proverbios 6:
"Porque la ramera solo pretende del hombre un bocado de pan,
pero la adúltera busca la vida del hombre."
¡Cuántas vidas se han arruinado de esta manera! Nos
sorprendería saber la cantidad de personas dispuestas a
implicarse en esas situaciones y la cantidad de gente que están
siendo objeto de chantajes a causa de haber practicado sexo
ilícito. ¿Y cómo comienza a prepararse una situación así? El
Señor dijo que el proceso comienza en el corazón y sabía lo que
decía porque El nos creó y por lo tanto nos conoce a la
perfección. El consejo es No codicies su hermosura en tu
corazón. Allí es donde se inicia la atracción y la codicia.
Después el escritor formuló unas preguntas penetrantes: leamos
el versículo 27:
"¿Pondrá el hombre fuego en su seno sin que ardan sus
vestidos?"
La respuesta a esta pregunta resulta obvia. Y dice el versículo
28:
"¿Andará el hombre sobre brasas sin que se quemen sus pies?"
Sabemos que los fanáticos son capaces de hacer esto. Pero uno
siempre se quema los pies cuando camina sobre las brasas, de
eso no hay duda. Ahora, en el versículo 29, dice:
"Así le sucede al que se llega a la mujer de su prójimo, pues no
quedará impune ninguno que la toque."
Si un hombre comete adulterio, no puede declararse inocente.
No importa lo que él diga. Y aquí se nos da una ilustración en el
versículo 30, que dice:
"No se desprecia al ladrón, si roba para saciarse cuando tiene
hambre."
Si un hombre tiene hambre y roba, sentimos simpatía por él. En
cierta ocasión un hombre fue arrestado por robar y se descubrió
que él tenía unos niños en su casa que estaban padeciendo
hambre. En un caso así, uno no le juzgaría, sino que trataría de
ayudarle. Leamos también el versículo 31, de este capítulo 6, de
Proverbios:
"Y si es sorprendido, pagará siete veces: tendrá que entregar
cuanto tiene en su casa."
Es decir, que tendrá que hipotecar su casa para devolver lo que
debe. Luego continúa diciendo en los versículos 32 y 33
"También al que comete adulterio le falta sensatez; el que tal
hace corrompe su alma. Heridas y vergüenza hallará, y su
afrenta nunca será borrada."
El cometer adulterio es algo que deja una cicatriz para toda la
vida. En algunos casos hemos visto que la parte culpable
regresa, pide perdón y es perdonada. Pero hemos seguido la
trayectoria de esos casos y la mayoría no logra reconstruir un
hogar feliz. Solo la acción del Espíritu Santo, actuando en
corazones sensibles a su obra, puede restaurar este tipo de
situaciones. El recuerdo de un adulterio no se borra fácilmente.
Así que teniendo en cuenta las consecuencias, el cometerlo
revela una falta total de conocimiento. Puede destruir una
familia, y las vidas que la componen.
Continuemos leyendo los versículos 34 y 35 de Proverbios 6:
"Porque el hombre enfurecido por los celos no perdonará en el
día de la venganza; no aceptará compensación alguna, ni
querrá perdonar aunque le aumentes el pago."
Como vemos, las advertencias y consejos terminan detallando
las trágicas consecuencias del adulterio, que hace desbordar las
pasiones humanas fuera de todo control. Llegamos ahora a
Proverbios 7
Ahora, el capítulo 7, continúa tratando este mismo tema. El
pensamiento principal que encontramos aquí es la advertencia
contra la mujer de moral ligera. Y en los primeros 4 versículos
leemos:
"Hijo mío, guarda mis razones y atesora para ti mis
mandamientos. Guarda mis mandamientos y vivirás, y guarda
mi enseñanza como a la niña de tus ojos. Átalos a tus dedos,
escríbelos en la tabla de tu corazón. Di a la sabiduría: "Tú eres
mi hermana", y llama parienta a la inteligencia"
Ahora, después de haber dicho esto, el escritor va a dirigirse a
casos concretos de la vida real. Y dice el propósito en el
versículo 5:
"Para que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que
suaviza sus palabras."
Y entonces ahora menciona casos específicos. Leamos loe
versículos 6 al 9:
"Miraba yo por la ventana de mi casa, a través de mi celosía,
cuando vi entre los ingenuos, observé entre los jóvenes, a un
joven falto de sensatez. Pasaba él por la calle, junto a la
esquina, e iba camino de la casa de ella, al atardecer, cuando
ya oscurecía y caía la oscuridad y las tinieblas de la noche."
Este joven del relato salió a caminar por la calle equivocada. Y
sigue el relato en los versículos 10 al 14:
"En esto, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera
y astucia en el corazón. Alborotadora y pendenciera, sus pies no
pueden estar en casa. Unas veces está en la calle, otras veces
en las plazas, al acecho en todas las esquinas. Se asió de él y lo
besó. Con semblante descarado le dijo: Sacrificios de paz había
prometido, y hoy he cumplido mis votos"
Observemos que la protagonista es una mujer religiosa. Le
quiere hacer creer al joven que ella se encuentra en una buena
relación con Dios. Le dice que había cumplido con sus sacrificios
de paz y reconciliación. (La persona que ofrecía el sacrificio de
reconciliación recibía una porción de carne de la víctima para
comerla con sus familiares y amigos en un banquete sacrificial.
(Lev.7). Con esta expresión la mujer está diciendo que en su
casa hay comida abundante.) Escuchemos el versículo 15:
"Por eso he salido a encontrarte, buscando con ansia tu rostro,
y te he hallado."
En otras palabras, "te he estado buscando toda mi vida y al fin
te he encontrado". Leamos los versículos 16 al 20:
"He adornado mi cama con colchas recamadas con lino de
Egipto; he perfumado mi lecho con mirra, áloes y canela. Ven,
embriaguémonos de amor hasta la mañana; disfrutemos de
amores. Porque mi marido no está en casa; se ha ido a un largo
viaje. La bolsa del dinero se llevó en la mano, y no volverá a su
casa hasta la luna llena."
Para tranquilizarle le asegura que el hombre de la casa está
ausente y no regresará hasta un día determinado. Y dicen los
versículos 21 al 23:
"Así lo rindió, con la suavidad de sus muchas palabras, y lo
sedujo con la zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras
ella, como va el buey al degolladero o como va el necio a prisión
para ser castigado; como el ave que se arroja contra la red, sin
saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su
corazón."
El lenguaje aquí es muy figurativo. Y por cierto que es un
lenguaje bastante fuerte. Ahora tenemos la advertencia; leamos
los versículos 24 al 27:
"Ahora pues, hijos, escuchadme; estad atentos a las razones de
mi boca: No se desvíe tu corazón a los caminos de ella; no
yerres en sus veredas, porque a muchos ha hecho caer heridos,
y aun los más fuertes han sido muertos por ella. Camino del
seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte."
La advertencia ha de ser tomada literalmente, y hay también
una aplicación espiritual para usted y para mí. La Biblia tiene
mucho que decir sobre el adulterio espiritual. Dios lo llamó así
cuando Su pueblo le dejó para ir tras los ídolos. Ellos resultaron
atrapados por la idolatría y fueron subyugados como pueblo. Se
apartaron del Dios vivo y verdadero. Iban a estar unidos a Él,
pero se separaron. Estaban realmente comportándose como una
ramera; estaban siendo infieles y falsos hacia El. En eso
consiste el adulterio espiritual.
El creyente deberá mantenerse alerta frente a los esfuerzos de
los promotores de ciertas sectas, que se destacan por su celo y
persistencia en aproximarse directamente a las personas. Ellos
también se presentan de una manera atractiva, con una actitud
amable, a veces con halagos, con la intención de seducir, en fin,
el objetivo de ellos es apartar al cristiano de Cristo, con el
propósito de integrarle en su sistema. Los esfuerzos por hacer
caer al cristiano en el adulterio espiritual se llevarán a cabo por
medios de difusión como radio y televisión. Por ello insistimos
en la importancia que para los cristianos tiene una relación
íntima con Cristo, una gran dependencia del Espíritu Santo y un
buen conocimiento de las Sagradas Escrituras. Solo así el
cristiano podrá mantener su libertad y la fidelidad a su Señor,
evitando ser seducido por sectas extrañas, como le sucedió al
antiguo pueblo de Israel, que fue arrastrado por la idolatría,
cayendo en el adulterio espiritual, lo que les condujo a ser
esclavizados por otros pueblos. Y así llegamos ahora
Proverbios 8:1-9
Aquí en este capítulo el joven ha estado examinando la
literatura de diferentes universidades; y el colegio de la
sabiduría y el colegio de los insensatos, rivalizan en tratar que él
se matricule en sus estudios. En este capítulo vemos que la
sabiduría le está enviando una invitación que incluye una nota
de urgencia. El joven está experimentando cierta presión. La
campana de la escuela estará pronto llamando a los alumnos a
las clases, y todos quieren que este joven se matricule.
Escuchemos lo que dice el primer versículo de este capítulo 8 de
Proverbios, en el cual
La sabiduría llama al joven
"¿Acaso no clama la Sabiduría y alza su voz la inteligencia?"
Como hemos visto el joven ha sido atraído para que deje la
escuela de la sabiduría. Créame, estimado oyente, los cultos y
sectas se encuentran por la calle llamando a las puertas.
El pueblo de Dios debería estar haciendo lo mismo. Vemos que
algunas buenas organizaciones, especialmente las que están
trabajando entre los jóvenes, están llamando a las puertas de
las casas para dar su testimonio personal. Y es positivo que
expongan breve y abiertamente lo que creen, siempre y cuando
no sean insistentes allí donde no se les quiera recibir, y actúen
con buena educación y tacto. La sabiduría y la inteligencia
deberían exponer su voz. Y luego, los versículos 2 al 4, dicen:
"Apostada en las alturas junto al camino, en las encrucijadas de
las veredas, junto a las puertas, a la entrada de la ciudad, a la
entrada de las puertas da voces: ¡A vosotros, hombres, llamo;
mi voz dirijo a los hijos de los hombres!"
Esto es lo que estamos tratando de hacer por medio de la radio.
Estamos tratando de enviar un llamado para que los jóvenes
vengan a la escuela de la sabiduría, para que lleguen a la
sabiduría por medio de la persona de Cristo. Cristo ha sido
hecho para nosotros sabiduría y debemos ir a Cristo. Leamos
ahora el versículo 5 de Proverbios 8:
"Ingenuos, aprended discreción; y vosotros, necios, entrad en
cordura."
¿Está dispuesto usted, estimado oyente, a adoptar esa posición,
de admitir que usted no es una persona adecuada? ¿Puede
usted decir que es un pecador y que en realidad no tiene ningún
problema intelectual? Es sorprendente escuchar a muchas
personas hablar así. Cierto joven vino y dijo: "Tengo un
problema intelectual con respecto a la Biblia". ¿Y sabe usted
cuál era el problema? Tenía un problema con un pecado, que no
quería dejar. Por la experiencia hemos descubierto que si una
persona tiene un problema similar con un pecado, y acude a
Cristo con ese problema, con frecuencia esos problemas
intelectuales se resuelven Y luego, los versículos 6 al 8 de este
capítulo 8 de Proverbios, dicen:
"Escuchad, porque voy a decir cosas excelentes, voy a abrir mis
labios para cosas rectas. Porque mi boca dice la verdad, y mis
labios abominan la impiedad. Justas son todas las razones de mi
boca: nada hay en ellas perverso ni torcido"
¡Qué cuadro el que tenemos aquí! Muchas personas hablan de
errores y problemas en la Biblia. Hay varios libros escritos sobre
problemas en la Biblia. Reconocemos que a algunas personas
inteligentes les pueda parecer que hay problemas en la Biblia.
Todos los que estudiamos la Biblia en algún momento,
especialmente al comenzar a estudiarla, hemos creído ver algún
problema, y aun en el día de hoy hay algunas cosas que no
entendemos. Pero el problema, realmente, no se encuentra en
la Palabra de Dios. El problema está en la mente y el corazón
del ser humano. Porque en las palabras de sabiduría no hay
nada tergiversado o perverso. Y el versículo 9 dice:
"Todas son claras para el que entiende y rectas para los que
han hallado sabiduría."
¿Se da cuenta, estimado oyente? si es verdaderamente
sabiduría va a ser algo sencillo, que apelará a las personas
sencillas. Estamos muy agradecidos a Dios que no hizo que el
evangelio resultara atractivo nada más que para personas de
suma inteligencia. Si hubiera sido así, muchas personas habrían
quedado apartadas de toda comprensión del mismo. Este es un
mensaje que puede ser comprendido por las personas sencillas.
Y es en realidad un mensaje sencillo.
Hay un pasaje muy interesante en las Sagradas Escrituras, en la
Segunda Epístola a los Corintios, y al cual hemos hecho
referencia varias veces. Creemos que es absolutamente
profundo, aunque muy sencillo. Y nos referimos al pasaje que se
encuentra en el capítulo 3 de esa Segunda epístola a los
Corintios, versículos 13 y 14; y allí dice: No como Moisés, que
ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no
fijaran la vista en el fin de aquello que había de desaparecer.
Pero el entendimiento de ellos se embotó, porque hasta el día
de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo
sin descorrer, el cual por Cristo es quitado.
Ahora, alguien podría decir: "Bueno, si no pueden comprender
porque existe un velo sobre sus ojos, entonces ellos no son
responsables". Bueno, eso es lo que muchos están diciendo en
el presente, que tienen como un velo sobre sus mentes y no
pueden comprender la Biblia. Pero veamos los versículos
siguientes, los versículos 15 y 16 de este capítulo 3, de la
Segunda epístola a los Corintios, que dicen: Y aun hasta el día
de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el
corazón de ellos. Pues, bien, aquí dice que el velo está puesto
sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el
velo será quitado. Ese velo que se encuentra en el corazón de
ellos será quitado cuando ellos se conviertan al Señor. Entonces,
podemos notar que el problema no existe en la cabeza, en la
mente ? sino que es un problema del corazón.
Hablemos directamente entonces, hagamos referencia a las
cosas que nos tocan en nuestra vida diaria. No diga que hay
problemas intelectuales que le mantienen alejado del Señor. El
problema es que hay pecado en su vida, hay cosas en su vida
que usted no quiere cambiar. Usted no quiere inclinar su cabeza
y su corazón, y acercarse a Jesucristo. Ese es su problema.
Observe que cuando el corazón se convierta al Señor, ocurrirá
algo sorprendente: el velo será quitado. Y los problemas se
resolverán.
Se ha hecho referencia a un hombre, gran intelectual de la Edad
Media que dijo: "Yo tenía muchos problemas hasta que llegué a
Cristo". Podemos decir que esos problemas son intelectuales,
pero realmente son problemas del corazón. La Palabra de Dios
es clara. El mensaje del Evangelio es tan sencillo que no puede
ser mal entendido. Pero sí puede haber una resistencia
intencionada, deliberada, al evangelio. Y ese es un problema del
corazón.
Y esa es la razón por la cual muchos utilizan la Palabra de Dios
como si fuera un contador Geiger. Un contador de ese tipo sirve
para indicarle al ser humano donde hay uranio. Y la reacción
ante la Palabra de Dios indicará donde hay un corazón que cree.
Hay algunas personas que aman la Palabra de Dios, y entonces
la aguja del contador se agitará. Sin embargo, habrá otros que
tienen una expresión muy piadosa sobre su rostro y utilizan un
vocabulario muy espiritual, que cuando se acercan a la Palabra,
no manifiestan ninguna vida ni actividad. El contador indica que
están espiritualmente muertos. En realidad, se resisten a la
Palabra de Dios.
Muchas veces ha habido personas que nos han pedido que
hablemos con gente que resiste a la Palabra de Dios. Les
decimos que nuestra tarea consiste simplemente en difundir y
enseñar la Palabra. El Señor tratará con los que se resisten u
oponen a ella. Durante muchos años en el ministerio cristiano
hemos visto como el Señor se encarga de tratar con esas
personas. El tiene formas de comunicarse, de llegar a cada
persona en su necesidad personal. Su Espíritu actúa hoy en el
mundo, y Él puede llegar hasta los rincones más escondidos del
ser humano, allí donde se encuentra el verdadero problema que
ata a muchas personas, y Cristo, por su victoria en la cruz,
puede romper toda ligadura que impide que una persona acepte
por la fe al Señor Jesucristo como su Salvador.
Proverbios 8:10-36
Este capítulo 8 había comenzado con un párrafo titulado "La
sabiduría llama al joven", que se extendía desde el versículo 1 al
11; en este programa de hoy consideraremos un párrafo
titulado "Las características de la sabiduría", que se extiende
desde el versículo 12 al 21. Finalmente, y para finalizar el
capítulo 8 veremos el párrafo titulado "la sabiduría personificada
en Cristo" que se extiende desde el versículo 22 hasta el 36.
Antes de entrar a considerar el pasaje Bíblico de hoy, que se
extiende desde el versículo 10 hasta el 36, vamos a recordar
algunas cosas que dijimos en nuestro programa anterior y que
reafirman el carácter exacto y fidedigno de la Biblia.
Cierto joven vino y dijo: "Tengo un problema intelectual con
respecto a la Biblia". ¿Y sabe usted cuál era el problema? Tenía
un problema con un pecado, que no quería dejar. Por la
experiencia hemos descubierto que si una persona tiene un
problema similar con un pecado, y acude a Cristo con ese
problema, con frecuencia esos problemas intelectuales se
resuelven
Muchas personas hablan de errores y problemas en la Biblia.
Hay varios libros escritos sobre problemas en la Biblia.
Reconocemos que a algunas personas inteligentes les pueda
parecer que hay problemas en la Biblia. Todos los que
estudiamos la Biblia en algún momento, especialmente al
comenzar a estudiarla, hemos creído ver algún problema, y aun
en el día de hoy hay algunas cosas que no entendemos. Pero
tenemos que respetar los misterios que Dios no consideran
oportuno revelar porque no las habríamos podido asimilar con
una mente en la cual está presente el pecado, o porque no las
consideró necesarias para nuestro desarrollo espiritual. Pero, en
definitiva, el problema, realmente, no se encuentra en la
Palabra de Dios. El problema está en la mente y el corazón del
ser humano. Porque en las palabras de sabiduría no hay nada
tergiversado o perverso.
"Todas son claras para el que entiende y rectas para los que
han hallado sabiduría."
¿Se da cuenta, estimado oyente? si es verdaderamente
sabiduría va a ser algo sencillo, que apelará a las personas
sencillas. Estamos muy agradecidos a Dios que no hizo que el
evangelio resultara atractivo nada más que para personas de
suma inteligencia. Si hubiera sido así, muchas personas habrían
quedado apartadas de toda comprensión del mismo. Este es un
mensaje que puede ser comprendido por las personas sencillas.
Y es en realidad un mensaje sencillo.
Hay un pasaje muy interesante en las Sagradas Escrituras, en la
Segunda epístola a los Corintios, y al cual hemos hecho
referencia varias veces. Creemos que es absolutamente
profundo, aunque muy sencillo. Y nos referimos al pasaje que se
encuentra en el capítulo 3 de esa Segunda epístola a los
Corintios, versículos 13 y 14; y allí dice: No como Moisés, que
ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no
fijaran la vista en el fin de aquello que había de desaparecer.
Pero el entendimiento de ellos se embotó, porque hasta el día
de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo
sin descorrer, el cual por Cristo es quitado.
Ahora, alguien podría decir: "Bueno, si no pueden comprender
porque existe un velo sobre sus ojos, entonces ellos no son
responsables". Bueno, eso es lo que muchos están diciendo en
el presente, que tienen como un velo sobre sus mentes y no
pueden comprender la Biblia. Pero veamos los versículos
siguientes, los versículos 15 y 16 de este capítulo 3, de la
Segunda epístola a los Corintios, que dicen: Y aun hasta el día
de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el
corazón de ellos. Pues, bien, aquí dice que el velo está puesto
sobre el corazón de ellos. Pero cuando se conviertan al Señor, el
velo será quitado. Ese velo que se encuentra en el corazón de
ellos será quitado cuando ellos se conviertan al Señor. Entonces,
podemos notar que el problema no existe en la cabeza, en la
mente ? sino que es un problema del corazón.
Hablemos directamente entonces, hagamos referencia a las
cosas que nos tocan en nuestra vida diaria. No diga que hay
problemas intelectuales que le mantienen alejado del Señor. El
problema es que hay pecado en su vida, hay cosas en su vida
que usted no quiere cambiar. Usted no quiere inclinar su cabeza
y su corazón, y acercarse a Jesucristo. Ese es su problema.
Observe que cuando el corazón se convierta al Señor, ocurrirá
algo sorprendente: el velo será quitado. Y los problemas se
resolverán.
Se ha hecho referencia a un hombre, gran intelectual de la Edad
Media que dijo: "Yo tenía muchos problemas hasta que llegué a
Cristo". Podemos decir que esos problemas son intelectuales,
pero realmente son problemas del corazón. La Palabra de Dios
es clara. El mensaje del Evangelio es tan sencillo que no puede
ser mal entendido. Pero sí puede haber una resistencia
intencionada, deliberada, al evangelio. Y ese es un problema del
corazón.
Y esa es la razón por la cual muchos utilizan la Palabra de Dios
como si fuera un contador Geiger. Un contador de ese tipo sirve
para indicarle al ser humano donde hay uranio. Y la reacción
ante la Palabra de Dios indicará donde hay un corazón que cree.
Hay algunas personas que aman la Palabra de Dios, y entonces
la aguja del contador se agitará. Sin embargo, habrá otros que
tienen una expresión muy piadosa sobre su rostro y utilizan un
vocabulario muy espiritual, que cuando se acercan a la Palabra,
no manifiestan ninguna vida ni actividad. El contador indica que
están espiritualmente muertos. En realidad, se resisten a la
Palabra de Dios.
Muchas veces ha habido personas que nos han pedido que
hablemos con gente que resiste a la Palabra de Dios. Les
decimos que nuestra tarea consiste simplemente en difundir y
enseñar la Palabra. El Señor tratará con los que se resisten u
oponen a ella. Durante muchos años en el ministerio cristiano
hemos visto como el Señor se encarga de tratar con esas
personas. El tiene formas de comunicarse, de llegar a cada
persona en su necesidad personal. Su Espíritu actúa hoy en el
mundo, y Él puede llegar hasta los rincones más escondidos del
ser humano, allí donde se encuentra el verdadero problema que
ata a muchas personas, y Cristo, por su victoria en la cruz,
puede romper toda ligadura que impide que una persona acepte
por la fe al Señor Jesucristo como su Salvador.
Leamos ahora lo que dicen aquí, los versículos 10 y 11, de este
capítulo 8, de Proverbios:
"Recibid mi enseñanza antes que la plata, y ciencia antes que el
oro puro; porque mejor es la sabiduría que las perlas, y no hay
cosa deseable que se le pueda comparar"
Cuando usted y yo llegamos a un punto, como le ocurrió a Job,
en el cual vemos nuestras prioridades en su debido lugar y
orden, cuando tenemos una evaluación correcta de las cosas de
este mundo y somos conscientes de que la sabiduría es más
valiosa que las piedras preciosas, entonces pondremos a Dios en
el primer lugar de nuestras vidas. Recordemos que en Mateo
6:33, el Señor Jesús dijo: Buscad primeramente el reino de Dios
y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Leamos
ahora el versículo 12, que comienza a hablarnos de
Las características de la sabiduría
"Yo, la Sabiduría, habito con la cordura y tengo la ciencia de los
consejos."
La Palabra de Dios nos presentará muy claramente que la
sabiduría es una persona, la persona, del Señor Jesucristo.
Ahora, el versículo 13, dice:
"El temor del Señor es aborrecer el mal: yo aborrezco la
soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa."
Esto es algo que es muy cierto en el día de hoy, estimado
oyente. Esto es algo que nos toca muy de cerca. La sabiduría se
manifiesta. Es el carácter de Dios, y ese carácter se ha
demostrado en Cristo Jesús. El mal, el orgullo, la arrogancia y la
mala conducta son cosas que Dios aborrece. Si le pertenecemos
a Él, detestaremos también esas cosas. Continuemos ahora con
los versículos 14 al 16:
"Conmigo están el consejo y el buen juicio. Yo soy la
inteligencia, y mío es el poder. Por mí reinan los reyes, y los
príncipes ejercen la justicia. Por mí dominan los príncipes, y los
gobernadores juzgan la tierra."
Hay una declaración en el Libro de Salmos que es realmente
tremenda, y en la profecía de Daniel está repetida, en el
capítulo 4, versículo 17: el Altísimo gobierna el reino de los
hombres, y que a quien él quiere lo da. ¡Cuán tremendo es ser
conscientes de que Dios gobierna aquí en los asuntos de este
mundo! Indiferentemente de cuan impía sea una nación. Dios
está en el control y Su Voluntad se está llevando a cabo. El
gobierna en el reino de los seres humanos. Y el versículo 17,
nos dice:
"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me
buscan."
Salomón descubrió esta verdad en la primera parte de su vida.
Descubrió que cuando buscó a Dios, EL le dio sabiduría, Y él
había buscado a Dios temprano, tan pronto como se convirtió en
rey. Él supo que Dios le había dado una sabiduría única. Y Dios
está preparado para darnos sabiduría si estamos dispuestos a
cumplir las condiciones: un estudio diligente y un amor por la
Palabra de Dios desde los primeros años de nuestra vida
cristiana. Y dicen los versículos 18 y 19 de Proverbios 8:
"Las riquezas y el honor me acompañan; los bienes
permanentes y la justicia. Mejor es mi fruto que el oro, que el
oro refinado; y mis beneficios mejores que la plata pura."
Este no es capital en acciones, en bonos o en bienes inmuebles,
sino hermosos dones espirituales que El concede. Dicen los
versículos 20 y 21:
"Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio,
para hacer que los que me aman tengan su heredad y que yo
llene sus tesoros."
Pasamos ahora a un párrafo titulado
La sabiduría personificada en Cristo
A partir de este punto, descubriremos que el Señor Jesús está
hablando. Leamos el versículo 22:
"El Señor me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus
obras."
Este es pues el Señor Jesucristo; esta es la sabiduría
personificada. Dice también el versículo 23:
"Eternamente tuve la primacía, desde el principio, antes de la
tierra."
Este es Aquel que sería el tema del prólogo del Evangelio de
Juan. Dice Juan 1:1-2: En el principio era el Verbo, el Verbo
estaba con Dios y el Verbo era Dios. Este estaba en el principio
con Dios. El fue engendrado, no en el sentido en que su vida
tuvo un principio, sino en el sentido de ser una naturaleza y una
sustancia con el Padre. Allá en la eternidad pasada El era Dios,
El estaba en el principio con Dios. El estuvo en un principio que
no tuvo principio, porque en el principio era el Verbo. El ya era
tiempo pasado en el tiempo del principio.
El es el Único que puede aclararnos esto. El Señor Jesús dijo, en
Mateo 11:27, nadie conoce al Hijo, sino el Padre. Nosotros no
podríamos conocer al Señor Jesús si el Padre y el Hijo no
hubieran enviado al Espíritu Santo a abrir nuestros corazones.
Una persona salva puede descansar en la persona de Cristo y
adorarla. Estamos viviendo hoy en medio de una gran
incredulidad, pero dejemos que el escéptico sea escéptico.
Estimado oyente, nuestra relación es una relación personal con
el Señor Jesucristo, y El es la Palabra, el Verbo. Recordemos
nuevamente Juan 1:1, el Verbo estaba con Dios y el Verbo era
Dios. ¡Qué grandiosa declaración!
La sabiduría es Jesucristo. Leamos ahora los versículos 24 al 27
de Proverbios 8:
"Fui engendrada antes que los abismos, antes que existieran las
fuentes de las muchas aguas. Antes que los montes fueran
formados, antes que los collados, ya había sido yo engendrada,
cuando él aún no había hecho la tierra, ni los campos, ni el
principio del polvo del mundo. Cuando formaba los cielos, allí
estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo"
Dice Juan 1:3, Todas las cosas por medio de él fueron hechas, y
sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
Observemos la frase cuando trazaba el círculo sobre la faz del
abismo. Es interesante que los científicos solían hablar de un
universo cuadrado, pero Dios siempre ha dicho que es un
círculo. Usted y yo vivimos en una tierra que es redonda, y
estamos girando alrededor de un sistema planetario. Y
pertenecemos a un sistema galáctico que es un círculo. Y todos
estos círculos están girando alrededor. Continuemos ahora
leyendo los versículos 28 y 29:
"Cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes
del abismo, cuando fijaba los límites al mar para que las aguas
no transgredieran su mandato, cuando establecía los
fundamentos de la tierra"
¿Nunca se ha detenido a observar en la playa, y se ha
preguntado por qué el agua no se sale de su lugar, no rebosa?
¿Por qué se queda donde está? El dijo: cuando fijaba los límites
del mar para que las aguas no transgredieran su mandato. Dios
ha hecho la ley que mantiene el mar en el lugar en que se
encuentra. Y dicen los versículos 30 y 31:
"Con él estaba yo ordenándolo todo. Yo era su delicia cada día y
me recreaba delante de él en todo tiempo. Me regocijaba con la
parte habitada de su tierra, pues mis delicias están con los hijos
de los hombres."
Sin el Señor Jesucristo, nada de lo que fue hecho habría sido
hecho. Todas las cosas fueron hechas por Él. Él fue el
primogénito de toda la creación. El es superior a toda la
creación. ¿Por qué? Porque por medio de Él, el Padre hizo que
todas las cosas llegaran a existir, porque Él es el Dios no
creado, y Él se recreaba, disfrutaba delante de él en todo
tiempo. Estos maravillosos deleites y alegrías llegan hasta
nosotros por medio de la asombrosa gracia de Dios. Y ahora los
versículos 32 y 33, de este capítulo 8 de Proverbios, dicen:
"Ahora pues, hijos, escuchadme: ¡Dichosos los que guardan mis
caminos! Atended el consejo, sed sabios y no lo menospreciéis."
La sabiduría hoy es Cristo, y debemos tener amor para Él.
Luego, los versículos 34 y la primera parte del versículo 35,
dicen:
"Dichoso el hombre que me escucha, velando a mis puertas
cada día, guardando los postes de mis puertas, porque el que
me halle, hallará la vida y alcanzará el favor del Señor"
¡Qué significativas son estas palabras! El que me halle, hallará
la vida. Estimado oyente, si usted tiene a Cristo, usted tiene la
vida. Y el versículo 36, último versículo de este capítulo 8 de
Proverbios, dice:
"Pero el que peca contra mí, se defrauda a sí mismo, pues todos
los que me aborrecen aman la muerte"
Estimado oyente, si usted odia o aborrece a Cristo, usted ama la
muerte. Pero, si usted ama a Cristo, entonces usted aborrece la
muerte, y será librado de la muerte eterna, porque habrá
establecido una relación con Dios al aceptar al Señor Jesucristo
como su Salvador. Entonces tendrá la vida eterna.

Proverbios 9:1-10:4
Llegamos hoy, amigo oyente, al capítulo 9 del libro de
Proverbios. El lugar donde la sabiduría ha abierto su escuela. El
joven se ha matriculado en la escuela de la sabiduría y nos
sentimos agradecidos por ello. Todo está preparado, así es que
vamos a observar a esta escuela de la sabiduría. La campana
que llama a las clases en la escuela está por sonar. Leamos los
primeros 5 versículos del capítulo 9 de Proverbios, que nos
hablarán entonces de
La escuela de la sabiduría
"La Sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas, ha
preparado su alimento, mezcló su vino y puso su mesa. Envió a
sus criadas, y sobre lo más alto de la ciudad clamó, diciendo a
todo ingenuo: «Ven acá», y a los insensatos: «Venid, comed de
mi pan y bebed del vino que he mezclado."
La sabiduría ha edificado su casa. Este es el colegio de la
sabiduría. Observemos que tiene siete columnas. Estas siete
columnas nos hablan de algo que ha sido completado. La
escuela ofrece una educación completa, desde los primeros
niveles hasta los más últimos cursos universitarios.
No minimicemos la importancia de una buena educación.
Algunos destacan que el Señor Jesucristo eligió para Sus
discípulos a doce hombres que no habían recibido una
educación. Y utilizan ese argumento para intentar la inutilidad
de usar títulos como, por ejemplo, el de Doctor. Pero debemos
decir que, cuando este título no se obtiene de forma honorífica,
representa muchos años de arduo trabajo y, por lo tanto, las
personas que se han sometido a esa disciplina para
especializarse en áreas muy concretas, tienen derecho a usarlo.
Ahora en lo que concierne a la preparación de los apóstoles,
podemos afirmar que cualquiera que hubiera pasado tres años
con el Señor Jesucristo no era una persona ignorante. Esos doce
hombres que estuvieron con Él tuvieron un gran conocimiento,
por haber sido instruidos por el mejor Maestro que el mundo ha
tenido jamás. Y, por supuesto, el apóstol Pablo había recibido
una excelente educación en las escuelas de su tiempo. Nadie
podría decir que él era un hombre ignorante. Ya hemos dicho
que la sabiduría es el Señor Jesucristo y Él, estimado oyente,
puede darle a usted una educación completa.
El versículo 2 nos dice que ella preparó un banquete, mezcló su
vino y puso la mesa. Había llegado entonces el momento de ir a
la escuela y comenzar a disfrutar de los cursos que habían sido
preparados.
El versículo 3 nos dice que la sabiduría había enviado a sus
doncellas y ahora clama desde lo más alto de la ciudad, Aquí se
nos da una imagen muy gráfica. Permítanos recordarle que
nosotros tenemos la misma invitación en esta época. Se ha
preparado una fiesta de bodas y las invitaciones son enviadas a
todos los invitados informándoles que ya está todo preparado,
Muchos de los invitados rechazaron la invitación. Entonces los
siervos fueron por los caminos y senderos invitando a las
personas que encontraran para que asistieran a la fiesta. Esta
situación fue descrita por el Señor Jesucristo en Mateo 22:1-14.
Es interesante que la sabiduría tenga que ir a los caminos para
invitar a las personas para que vengan. Y nosotros tenemos que
ir a esos caminos y senderos. Nuestro mensaje hoy es el
expresado en 2 Corintios 5:20, que dice: 20Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por
medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios. En nuestro tiempo la Palabra de Dios ha
llegado probablemente más lejos que nunca en la historia del
mundo. La invitación está siendo enviada a los confines de la
tierra para que las personas acudan a la escuela de la sabiduría,
es decir, que acudan al Señor Jesucristo. Continuemos leyendo
el versículo 6:
"Dejad vuestras ingenuidades y viviréis; y andad por el camino
de la inteligencia."
Pero, como siempre ocurre, hay quienes no van a escuchar, no
quieren escuchar. Son aquellos que se burlan. Es inútil perder el
tiempo con ellos. Resisten a la Palabra de Dios. ¿Tenemos que
continuar con insistencia proclamándoles la Palabra? No. EL
Señor Jesús, utilizando un lenguaje muy fuerte, dijo que no se
debían echar perlas a los cerdos, porque podrían pisotearlas.
Ahora observemos los tres próximos versículos. Algunos
expositores Bíblicos creen que no pertenecen a este pasaje y
que han sido insertados en él. Sin embargo, nosotros creemos
que están exactamente donde deberían estar. Leamos los
versículos 7 al 9:
"El que corrige al burlón, se acarrea afrenta; el que reprende al
malvado, atrae mancha sobre sí. No reprendas al burlón, para
que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y
será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber"
Si usted les presenta la Palabra de Dios a algunas personas, en
realidad ellas lo van a aborrecer por hacerlo. Esta es una norma
que se ha cumplido en todas las épocas. Hay personas que son
tan superficiales, vacías e ignorantes que no recibirán la Palabra
de Dios en absoluto.
Se habla mucho en estos días acerca de las personas que son
tolerantes. ¿Sabe usted que las personas que quieren
destacarse por su tolerancia y progresismo son las que quieren
eliminar la enseñanza religiosa de los colegios? Y se refieren a
los que se oponen a ello como fanáticos y retrógrados. A mí no
me molesta que se enseñe la evolución en los colegios, si nos
permiten enseñar también la Biblia. Pero los que son
supuestamente tolerantes no lo permiten. El prohibir que los
estudiantes tengan acceso a la versión Bíblica de la creación y la
historia es una muestra de ignorancia, propia de mentes
estrechas. La regla general es que cuanto menos sabe una
persona, más conocimientos cree que tiene. Y cuantos mayores
conocimientos tenga realmente una persona, más reconocerá su
ignorancia y sus limitaciones. Uno de los mayores predicadores
de la historia afirmó: "Cuanto más estudio la Biblia, más
reconozco lo ignorante que soy de la Palabra de Dios". Estimado
oyente, nadie puede estudiar la Biblia sin ser consciente de lo
ignorante que es frente a ella.
Sin embargo, el burlón no tiene interés en aprender la Palabra
de Dios. Intentar compartir la enseñanza con él, es una pérdida
de tiempo.
Bueno, volviendo a este capítulo 9 de Proverbios, notemos lo
que dice ahora en el versículo 10:
"El temor del Señor es el principio de la sabiduría; el
conocimiento del Santísimo es la inteligencia."
Alguien nos va a decir: "Ya hemos escuchado este versículo
antes en este libro". Sí, así fue. Cuando este joven era un niño y
se encontraba en su hogar, la primera lección que aprendió fue
el temor del Señor. En 1:7 leímos: El principio de la sabiduría es
el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza. Ahora ha entrado en el colegio de la vida, en el
colegio de la sabiduría, se encuentra en su primer año de la
universidad de la inteligencia, y ésta es su primera lección. El
temor del Señor es el principio de la sabiduría; el conocimiento
del Santísimo es la inteligencia. Ahí es donde todos
comenzamos. Si usted no ha comenzado allí, estimado oyente,
usted no ha comenzado. Un hombre es un insensato (que es lo
que este libro dice) por vivir sin Dios en este mundo.
En nuestra sociedad contemporánea, estamos tan preocupados
por la seguridad, en las carreteras, en el hogar, en la
ancianidad. Tenemos seguros para todas esas situaciones, y nos
aseguramos de que nuestras pólizas se paguen. Es lo más sabio
que podemos hacer. Pero, estimado oyente, ¿Qué me dice de la
eternidad? ¿Está usted haciendo planes; tiene usted un seguro
para ello? ¡Cuán insensato es vivir esta vida sin Dios!
Realmente, el temor del Señor es el principio de la sabiduría.
Ahora, en los versículos 11 y 12 de este capítulo 9, leemos:
"Porque por mí se aumentarán tus días, años de vida se te
añadirán. Si eres sabio, para ti lo eres; si eres burlón, solo tú lo
pagarás."
Si usted quiere ser sabio, inteligente, entonces hará los
preparativos necesarios de su alma, para la eternidad. Ahora, si
usted va a ser alguien que se burla y ridiculiza todas estas
cosas, entonces, estimado oyente, será juzgado. Puede que esto
suene fuerte, pero alguien debe decirlo. Usted se está dirigiendo
hacia el infierno. Dice aquí el proverbio si eres burlón, solo tu lo
pagarás. Si usted está decidido a seguir su propio camino, usted
será el perdedor.
Un hombre que se identificó como ateo nos dijo en una ocasión:
"¿Sabe una cosa? A mí, no me convence todo este asunto de la
vida eterna y lo relacionado con eso; eso de confiar en
Jesucristo. Eso está bien quizá para algunas personas. Pero a
mí, no me interesa esa clase de temas". Bueno, debemos decirle
lo siguiente. Supongamos que tiene razón y que no hay vida
eterna. Entonces usted y yo estaremos exactamente en la
misma situación e iremos a parar al mismo lugar. Pero
supongamos que nosotros tenemos razón y que usted está
equivocado. Entonces, estimado oyente, usted va a encontrarse
en una situación muy mala. Y otro ateo dijo en una ocasión, con
resentimiento: "Yo quedaría satisfecho si no fuera por lo funesto
que sería que la Biblia pudiera ser verdad". Sí, podría ser así. Y
si lo es, entonces será una realidad trágica para usted el haberle
dado la espalda a Cristo. Bueno, continuando nuestra lectura
aquí en este capítulo 9 de Proverbios, leamos el versículo 13, a
partir del cual se nos dice algo de
La escuela de la mujer insensata
"La mujer necia es alborotadora, ingenua e ignorante."
Como podemos ver, la insensatez también tiene una escuela. Y
parece que hay muchos de estas escuelas a nuestro alrededor
Luego, el versículo 14 dice:
"Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares
altos de la ciudad"
No es necesario que ella salga a los caminos a invitar a las
personas, ellos vienen a ella. Miles de personas acuden a
escuelas como ésta en la actualidad. Siguiendo adelante, leamos
los versículos 16 al 18:
"Y dice a cualquier ingenuo: «Ven acá»; y a los faltos de
cordura dice: «Las aguas robadas son dulces, y el pan comido a
escondidas es sabroso». Pero ellos no saben que allí están los
muertos, que sus convidados están en lo profundo del sepulcro"
¡Ah, estimado oyente, cuántos de aquellos hombres llamados
sabios se han dirigido hacia aquel lugar y han sufrido un trágico
final!
Byron escribió hacia el final de una vida de libertinaje: "Mis días
se encuentran en la hoja amarilla; las flores, los frutos del amor
se han ido. El gusano, la llaga y el dolor son solamente míos".
Esto fue todo lo que la escuela de la mujer insensata hizo por él.
Fue un genio y tuvo todo lo que el mundo podía ofrecer. Sin
embargo, estas palabras finales ofrecen un trágico contraste con
la vida que llevó. Y este podría ser el epitafio de multitudes de
personas que han vivido como si no existiera un Dios y otra vida
más allá de la muerte.
No hace mucho tiempo un actor de cine, muy famoso, que se
había casado con algunas de las mujeres más hermosas de este
mundo, y ya en su ancianidad, se suicidó. Dejó una nota que
decía: "Estoy aburrido de esta vida". ¡Cuán trágico es esto,
estimado oyente!
Y volvemos a decir que la insensatez tiene su escuela, y
créanos, existe una larga lista de espera de aquellos que
quieren ingresar en ella. Pero, como dice el proverbio, ellos no
saben que allí están los muertos, que sus convidados están en
lo profundo del sepulcro.
Y ahora llegamos a
Proverbios 10:1-4
Aquí comienza una sección de este libro titulada
Proverbios de Salomón, escritos y ordenados por él
mismo
Aquí comienza la segunda división importante del libro de los
Proverbios. Veremos que al joven estudiante se le dan algunas
normas para su vida. Estas son lecciones que usted y yo
también tenemos que aprender en la escuela de Cristo, Leamos
el primer versículo de este capítulo 10:
"Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero
el hijo necio es la tristeza de su madre."
Cuan cierto es. Un hijo sabio es la alegría de su padre. ¿Se ha
dado cuenta usted que en esta vida si un padre tiene un hijo
que ha ido a la universidad y ha logrado buenas calificaciones, y
después ha comenzado a destacarse y a triunfar en su
profesión, este padre no deja de jactarse y hablarle a todo el
mundo acerca de su hijo? Seguramente habrá escuchado a
algún padre hablar de esa manera. Pero supongamos que este
muchacho en lugar de triunfar de esa manera, ha resultado un
fracaso y no ha llegado a lograr nada significativo en esta vida.
Pues bien, el padre no se lo comentará a nadie y sufrirá en
silencio.
¿Pero qué diremos de un hijo insensato? En ese caso, la madre
se afligirá más. ¡Qué cuadro de los dramas de la vida en el seno
de una familia! Un hijo puede resultar un joven sabio, y otro, un
insensato. Continuemos leyendo el versículo 2 de Proverbios 10:
"Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia
libra de la muerte."
Como bien dice aquí, las riquezas mal adquiridas no sirven de
nada. Personas que han acumulado grandes fortunas, han
tenido que dejarlas aquí. No se las han podido llevar, y cuando
vivían aquí en la tierra nunca las pudieron disfrutar realmente.
El proverbio se completa diciendo que la justicia libra de la
muerte. Dios ha hecho a Cristo no solo nuestra sabiduría, sino
también nuestra justificación. Y como dijo El en Juan 3:16, lo
hizo para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que
tenga vida eterna. Y el versículo 3, dice:
"El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas
rechazará la codicia de los malvados."
Usted seguramente recordará que dijimos que en este libro hay
un proverbio para cada persona, y un proverbio que encaja con
las vidas de ciertos personajes de la Biblia. Cuando leemos este
proverbio que dice que el Señor no dejará que el justo padezca
hambre recordamos al patriarca José. El fue vendido por sus
hermanos a Egipto y debe haber pensado que el final de su vida
había llegado, y que Dios parecía encontrarse lejos de él. Sin
embargo, tuvo fe en Dios. Y nosotros sabemos que Dios no lo
abandonó, Dios dispuso las cosas para que al final el fuera
liberado de la prisión, y convertido en el primer ministro de
Egipto. Y el versículo 4, de este capítulo 10 de Proverbios, dice:
"La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes
enriquece"
¡Ah! Que grandes diferencias hay entre las personas hoy. Hay
muchos creyentes que son muy generosos, otros en cambio, no
lo son; son más bien mezquinos. Es interesante que la persona
que se ha impuesto a sí misma un presupuesto muy ajustado, y
que vive esa clase de vida, parezca nerviosa y tensa todo el
tiempo. Y en contraste, la persona generosa disfruta de una vida
plena.
¿No le parece que este versículo se corresponde con la vida de
Abraham? El era un hombre generoso. Cuando él y su sobrino
Lot tuvieron que elegir una tierra, le dijo a su sobrino: "elige la
parte de tierra que prefieras, y yo me quedaré con la otra
parte". Solo un hombre generoso podría dividir bienes
inmuebles de esa manera. Abraham tenía derecho a elegir. El
seguramente sabía que la tierra de primera calidad era la bien
irrigada llanura del río Jordán. Lot debe haber pensado que
Abraham no era muy inteligente que digamos por no haberse
trasladado allí. Pero ya que Abraham le dio a Lot la oportunidad
de elegir, éste escogió la tierra fructífera de la llanura. Y así, de
forma egoísta, eligió lo mejor para él, aunque al final, lo perdió
todo.
El proverbio termina diciendo pero la mano de los diligentes
enriquece. Tenemos que destacar que hay dos palabras en
nunca aparecerán juntas en la Biblia: las palabras "fe" y
"pereza" no se mezclan. Un cristiano perezoso no es un cristiano
que tiene una verdadera fe en Dios. El que es diligente, activo,
es el que trabajará, el que se esforzará. Este proverbio también
me recuerda al apóstol Pablo: Cuando el Señor le llamó, con
toda certeza no consiguió un individuo perezoso, sino todo lo
contrario.
Estimado oyente, sería bueno recordar algo que dijimos
anteriormente, en este mismo programa. . Dios ha hecho a
Cristo no solo nuestra sabiduría, sino también nuestra
justificación. Y como dijo El en Juan 3:16, nos demostró Su
amor para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que
tenga vida eterna.

Proverbios 10:5-11:1
Estimado oyente, en este capítulo 10 hemos entrado en la
segunda división principal de este libro aquí, que hemos titulado
"Proverbios de Salomón, escritos y ordenados por él mismo".
Dijimos que en esta sección vemos que al joven estudiante se le
dan algunas normas para su vida, que son lecciones que usted y
yo también necesitamos aprender en la escuela de Cristo. A
modo de introducción, vamos a recordar lo dicho en los
versículos 3 y 4:
"El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas
rechazará la codicia de los malvados."
Usted seguramente recordará que dijimos que en este libro hay
un proverbio para cada persona, y un proverbio que encaja con
las vidas de ciertos personajes de la Biblia. Cuando leemos este
proverbio que dice que el Señor no dejará que el justo padezca
hambre recordamos al patriarca José. El fue vendido por sus
hermanos a Egipto y debe haber pensado que el final de su vida
había llegado, y que Dios parecía encontrarse lejos de él. Sin
embargo, tuvo fe en Dios. Y nosotros sabemos que Dios no lo
abandonó, Dios dispuso las cosas para que al final el fuera
liberado de la prisión, y convertido en el primer ministro de
Egipto. Y el versículo 4 dice:
"La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes
enriquece"
¡Ah! Que grandes diferencias hay entre las personas hoy. Hay
muchos creyentes que son muy generosos, otros en cambio, no
lo son; son más bien mezquinos. Es interesante que la persona
que se ha impuesto a sí misma un presupuesto muy ajustado, y
que vive esa clase de vida, parezca nerviosa y tensa todo el
tiempo. Y en contraste, la persona generosa disfruta de una vida
plena.
¿No le parece que este versículo se corresponde con la vida de
Abraham? El era un hombre generoso. Cuando él y su sobrino
Lot tuvieron que elegir una tierra, le dijo a su sobrino: "elige la
parte de tierra que prefieras, y yo me quedaré con la otra
parte". Solo un hombre generoso podría dividir bienes
inmuebles de esa manera. Abraham tenía derecho a elegir. El
seguramente sabía que la tierra de primera calidad era la bien
irrigada llanura del río Jordán. Lot debe haber pensado que
Abraham no era muy inteligente que digamos por no haberse
trasladado allí. Pero ya que Abraham le dio a Lot la oportunidad
de elegir, éste escogió la tierra fructífera de la llanura. Y así, de
forma egoísta, eligió lo mejor para él, aunque al final, lo perdió
todo.
El proverbio termina diciendo pero la mano de los diligentes
enriquece. Tenemos que destacar que hay dos palabras que
nunca aparecerán juntas en la Biblia: las palabras "fe" y
"pereza" no se mezclan. Un cristiano perezoso no es un cristiano
que tiene una verdadera fe en Dios. El que es diligente, activo,
es el que trabajará, el que se esforzará. Este proverbio también
me recuerda al apóstol Pablo: Cuando el Señor le llamó, con
toda certeza no consiguió un individuo perezoso, sino todo lo
contrario.
Ahora, vamos a comenzar la lectura correspondiente a nuestro
programa de hoy leyendo el versículo 5, de este capítulo 10 de
Proverbios, leemos:
"El que recoge en verano es hombre sensato, pero el que
duerme en tiempo de siega, avergüenza."
Aquí tenemos otro proverbio de contraste. El joven llamado
"sabio" es el que trabaja en el verano. El joven "perezoso" es el
que duerme en el tiempo de la cosecha. Este último,
evidentemente, no va a llegar a realizar su trabajo.
Permítanos decirle, estimado oyente y amigo creyente, en
particular, que usted necesita reconocer que Dios quiere
instruirnos y formarnos. Es bueno saber aprovechar el tiempo
cuando uno es joven. Recuerde que, como dice este proverbio,
el que recoge en verano es hombre sensato.
Le aconsejamos a cualquier joven que nos esté escuchando, que
si usted quiere ser utilizado por Dios más adelante, donde
quiera que se encuentre hoy, comience a prepararse. Recuerde
lo que dice esta primera parte del versículo 5:
Estas frases del libro de los Proverbios son tremendamente
importantes, son verdades eternas. Son verdades no para
hacerle remontar el vuelo y elevarse hacia las regiones
celestiales, sino para prepararle para recorrer las aceras de su
propia ciudad. Si usted no puede usar esas grandes verdades, si
no funcionan en su vida, no es porque haya un fallo en ellas,
sino porque hay un fallo en usted. Ahora, notemos lo que dice el
versículo 6:
"Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los
malvados oculta violencia."
Qué cuadro tenemos aquí de dos personajes del Antiguo
Testamento. La frase Hay bendiciones sobre la cabeza del justo
me recuerda al profeta Samuel. Y la segunda frase, la boca de
los malvados oculta violencia me recuerda a Saul, primer rey de
Israel. Ahora, el versículo 7, dice:
"La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los
malvados se pudrirá."
Uno puede pensar sobre este proverbio en relación con ciertas
personas que eran famosas hace unos pocos años pero hoy, su
recuerdo se está desvaneciendo. Pensamos que los personajes
de esta generación serán olvidados en los próximos 50 años. Sin
embargo la memoria de otros, muchos de ellos siervos de Dios,
resiste el paso del tiempo. Así que, este es un Proverbio muy
cierto. Ahora, el versículo 8, dice:
"El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios
necios va a su ruina"
El de labios necios, aquí, podría traducirse literalmente
"charlatán". Aquel que habla sin parar. Es sabio de acuerdo con
su propia opinión. En contraste, el de sabio corazón acata las
órdenes, aceptará mandatos. Recordemos que había un rey que
se llamaba Nabucodonosor, que escuchó el consejo de Daniel y
prosperó. Luego hubo otro rey que se llamaba Belsasar. Este rey
era un necio. Un banquete real celebrado en una noche marcó el
final de su vida y de su reinado (Daniel 5) Luego, leamos el
versículo 9, de este capítulo 10 de Proverbios:
"El que camina en integridad anda confiado, pero el que
pervierte sus caminos sufrirá quebranto."
Este proverbio tiene su equivalente actual en la frase: la
honradez es la mejor política. Ahora, en el versículo 10, leemos:
"El que guiña el ojo acarrea tristeza; el de labios necios será
derribado."
Aquí tenemos un detalle interesante: que el ojo y la boca tienen
que estar de acuerdo. Cuando usted ve a alguien que dice algo
y guiña el ojo, significa que realmente no quiere decir lo que
está diciendo. Su boca y su mente no están de acuerdo y,
cuando no están de acuerdo, bueno, causarán mucho dolor.
¿A qué personaje Bíblico correspondería este proverbio? Bien,
¿qué le parece Judas? El beso de Judas fue, sin ninguna duda,
un beso de traición. Porque se supone que demostraba cariño, y
en realidad para Judas no significó ningún sentimiento, sino más
bien una señal para que los soldados pudieran identificar a Jesús
y arrestarlo. Escuchemos ahora lo que dice el versículo 13, de
este capítulo 10 de Proverbios:
"En los labios del prudente hay sabiduría, mas la vara es para
las espaldas del insensato."
Gente de todo el mundo vino para escuchar la sabiduría de
Salomón, pero la frase la vara es para las espaldas del insensato
encaja con su hijo Roboam. El no quiso escuchar los consejos de
los ancianos sabios del pueblo; sino que siguió el consejo de los
jóvenes que se habían criado con él (1 Reyes 12). En
consecuencia, este rey insensato trajo la división de la nación y
una guerra civil. Y el versículo 14, de este capítulo 10 de
Proverbios dice:
"Los sabios atesoran sabiduría, mas la boca del necio es una
calamidad cercana."
Todo el tiempo el hombre sabio está acumulando el
conocimiento; en cambio, la boca del hombre necio coloca a
éste con un pie sobre una cáscara de plátano y el otro casi en su
sepultura. Luego en el versículo 16, encontramos lo siguiente:
"La obra del justo es para vida; el fruto del malvado es para
pecado."
Este proverbio nos recuerda a Caín y Abel. La frase la obra del
justo es para vida, nos recuerda a Abel. El criaba ovejas y
ofreció un cordero como su sacrificio. Y la frase el fruto del
malvado es para pecado nos recuerda a Caín. En rebelión el
trajo el fruto de la tierra. El apóstol Pablo dijo en Romanos 8:6,
que la mentalidad pecaminosa, el ocuparse solo de lo que es
humano, lleva a la muerte, y esa advertencia fue dirigida al
cristiano. La "muerte" para él significa separación de una
relación de comunión y compañerismo con Dios. Dios no va a
tener camaradería con una persona cuya mente está
concentrada en lo humano y pecaminoso. Cuando el proverbio
dice la obra del justo es para vida significa compañerismo con
Dios. Abel fue un hombre salvo. En cambio la frase el fruto del
malvado caracterizó a Caín. Continuemos leyendo el versículo
17 de Proverbios 10:
"Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que
rechaza la reprensión, se extravía."
Esto se aplicaría a Absalón, hijo del rey David. Él no quiso
escuchar una reprobación... Y él cometió la gran equivocación
de intentar hacerse con el reino enfrentándose a su propio
padre quien era un experto en la guerra. Luego en el versículo
18, encontramos lo siguiente:
"El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la
calumnia es un necio."
¡Qué terrible es que alguien finja ser su amigo y más tarde
usted descubra que es realmente su enemigo! Esa persona es
realmente necia, porque con el tiempo usted la descubrirá. Y
todo aquel que calumnia es también un insensato.
Dios le dio una ley a Su pueblo con respecto a esto: la podemos
leer en los versículos 16 y 17, del capítulo 19 de Levítico. Allí se
nos dice: No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás
contra la vida de tu prójimo. Yo el Señor. No aborrecerás a tu
hermano en tu corazón. Reprenderás a tu prójimo, para que no
participes de su pecado. No halague a ninguna persona, cuando
en realidad la odia, pero tampoco tiene que calumniar a esa
persona.
Este proverbio describe a un personaje de la Biblia. ¿Recuerda
usted que Joab fingía ser amigo de Abner, lo engañó para que
saliera fuera de la ciudad y luego lo mató, para vengar a su
hermano Asael? Él murió como muere un necio. Eso fue lo que
David dijo al lamentar su muerte. El episodio está registrado en
2 Samuel 3. Leamos ahora el versículo 21 de Proverbios 10:
"Los labios del justo sustentan a muchos, pero los necios
mueren por falta de entendimiento."
Y nuevamente recordamos a Samuel y a Saúl ante nosotros
como ejemplos de estos proverbios. Samuel fue un gran juez de
Israel. Pero el rey Saul hizo verdaderas tonterías. Luego en el
versículo 22 leemos:
"La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza
con ella."
Hay algunos que viven en el placer y piensan que se lo están
pasando en grande, que se están dando la gran vida. Pero a
medida que se van acercando al final, encuentran que esa vida
es insoportable.
A veces hemos observado a la gente que asiste a banquetes,
banquetes que se celebran para celebrar acontecimientos o para
recaudar fondos. Al observar uno por uno los rostros de los
asistentes, mientras conversan animadamente o se cuentan
chistes, resulta interesante comprobar cuan pocos de esos
rostros revelan una verdadera felicidad.
La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza
con ella. El cristiano contemporáneo, por su indiferencia a lo que
es moral o doctrinalmente malo, y por su laxitud o falta de rigor
en su forma de vivir, está perdiendo mucho de lo que Dios tiene
para él. Y leamos ahora el versículo 23:
"Cometer maldad es una diversión para el insensato, mas la
sabiduría recrea al hombre inteligente."
Este es realmente un consejo bueno y útil para un joven. Y el
versículo 26 dice:
"Como el vinagre para los dientes y el humo para los ojos, así
es el perezoso para quienes lo envían."
¿Le tocó a usted alguna vez, enviar a un perezoso para que
hiciera algo para usted, y esperarlo, primero apoyándose en su
pie y luego, para descansar, en el otro pie? Si alguna vez le
sucede, recuerde este proverbio y compárelo con lo que sienta.
Y luego el versículo 27, nos dice:
"El temor del Señor aumenta los días, mas los años de los
malvados serán acortados."
Y eso fue cierto en los tiempos del Antiguo Testamento. Dios
había prometido larga vida a quienes le obedecieran. Y quizás
usted se pregunte: ¿No promete lo mismo hoy? No, estimado
oyente, Él nos promete vida eterna. Y esa será una vida de
mejor calidad, así como también de mayor cantidad o duración.
Luego, el versículo 30 de este capítulo 10 de Proverbios dice:
"El justo jamás será removido, pero los malvados no habitarán
la tierra."
Con estas palabras en mente, echemos una mirada a la historia.
Todos los grandes líderes mundiales han desaparecido. Los
Faraones, los Césares, Alejandro Magno, Napoleón, y tantos
otros, se han ido. Dice aquí que los malvados no habitarán la
tierra. Ningún sistema político ni forma de gobierno prevalecerá
y, curiosamente, ni siquiera la democracia, porque Dios tiene
una forma de gobierno que será una monarquía. No habrá
ninguna dictadura como la del Señor Jesucristo cuando el asuma
el gobierno de esta tierra. Y entonces se cumplirán las palabras
de este proverbio, el justo jamás será removido.
Y ahora llegamos a
Proverbios 11:1
Como hemos visto el joven está ahora en la escuela y la
sabiduría, que es Cristo, es el Maestro. La sabiduría tuvo que
salir a los caminos y senderos para conseguir alumnos, pero ella
tiene ahora una clase y está enseñando los proverbios.
La forma literaria de estos proverbios es mayormente la de
versos pareados. Las dos cláusulas de un pareado están
generalmente relacionadas entre sí por lo que se ha llamado
paralelismo, de acuerdo con la poesía Hebrea. La poesía Hebrea
se consigue por repetir o contrastar un pensamiento. Hay cuatro
tipos de paralelismo: Paralelismo Sinónimo, que consiste en
volver a exponer el pensamiento de la primera cláusula;
Paralelismo Antitético, que expone verdades en contraste;
Paralelismo Sintético, en el que la segunda cláusula desarrolla el
pensamiento de la primera; y Paralelismo Emblemático, en el
cual una línea ilumina el significado de la otra por medio de un
símil o de una metáfora.
Este capítulo verdaderamente le dará al joven alumno algunos
buenos consejos sobre los negocios y el comercio. Leamos
entonces el primer versículo de este capítulo 11 de Proverbios:
"El Señor abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada."
Dios entra a los negocios. Usted lo puede poner a Él en sociedad
con usted. Sin embargo, usted no lo puede tener a Él como
socio, si usted es una persona deshonesta. Pero si usted es
honrado, a Él le gustaría ser su socio.
El hombre de negocios cristiano ha de caracterizarse por
honestidad e integridad. Dios ha permitido que hombres y
mujeres se esfuercen en la lucha por la vida aplicando
conocimientos adquiridos con sacrificio, y trabajo realizado con
esfuerzo. Pero aparte los bienes personales que todos
tengamos, se nos pide que, tanto en abundancia como en
escasez, seamos fieles administradores al cuidado de los bienes
que Dios nos ha entregado. Y entonces El nos bendecirá. Y las
iglesias y organizaciones cristianas deberían tener siempre
presente lo que se dice en estos proverbios enseñados a los
jóvenes de la escuela de la sabiduría de este libro, para poder
evaluar hasta qué punto se aplican la honradez y la integridad
en los asuntos prácticos y materiales del reino de Dios. La
transparencia en estos asuntos es una forma más de mostrar el
poder de Dios, que por Su Espíritu transforma a las personas,
haciéndolas cada vez más semejantes a Cristo.

Proverbios 11:1-25
En nuestro programa anterior comenzamos a hablar de este
capítulo 11. Como hemos visto el joven está ahora en la escuela
y la sabiduría, que es Cristo, es el Maestro. La sabiduría tuvo
que salir a los caminos y senderos para conseguir alumnos, pero
ella tiene ahora una clase y está enseñando los proverbios.
La forma literaria de estos proverbios es mayormente la de
versos pareados. Las dos cláusulas de un pareado están
generalmente relacionadas entre sí por lo que se ha llamado
paralelismo, de acuerdo con la poesía Hebrea. La poesía Hebrea
se consigue por repetir o contrastar un pensamiento. Hay cuatro
tipos de paralelismo: Paralelismo Sinónimo, que consiste en
volver a exponer el pensamiento de la primera cláusula;
Paralelismo Antitético, que expone verdades en contraste;
Paralelismo Sintético, en el que la segunda cláusula desarrolla el
pensamiento de la primera; y Paralelismo Emblemático, en el
cual una línea ilumina el significado de la otra por medio de un
símil o de una metáfora.
Este capítulo verdaderamente le dará al joven alumno algunos
buenos consejos sobre los negocios y el comercio. Vamos a leer
y comentar nuevamente el versículo 1 de este capítulo 11 de
Proverbios, que leímos en nuestro programa anterior.
"El Señor abomina el peso falso, pero la pesa cabal le agrada."
Dios entra a los negocios. Usted lo puede poner a Él en sociedad
con usted. Sin embargo, usted no lo puede tener a Él como
socio, si usted es una persona deshonesta. Pero si usted es
honrado, a Él le gustaría ser su socio.
El hombre de negocios cristiano ha de caracterizarse por
honestidad e integridad. Dios ha permitido que hombres y
mujeres se esfuercen en la lucha por la vida aplicando
conocimientos adquiridos con sacrificio, y trabajo realizado con
esfuerzo. Pero aparte los bienes personales que todos
tengamos, se nos pide que, tanto en abundancia como en
escasez, seamos fieles administradores al cuidado de los bienes
que Dios nos ha entregado. Y entonces El nos bendecirá. Y las
iglesias y organizaciones cristianas deberían tener siempre
presente lo que se dice en estos proverbios enseñados a los
jóvenes de la escuela de la sabiduría de este libro, para poder
evaluar hasta qué punto se aplican la honradez y la integridad
en los asuntos prácticos y materiales del reino de Dios. La
transparencia en estos asuntos es una forma más de mostrar el
poder de Dios, que por Su Espíritu transforma a las personas,
haciéndolas cada vez más semejantes a Cristo.
Luego otro de los vicios actuales y dominantes es el pecado del
orgullo. Inmediatamente se le dice, entonces, a este joven en el
versículo 2:
"Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra; pero con
los humildes está la sabiduría."
El otro pecado que se acerca es el orgullo. Ya en su primer año
del curso en la escuela se le advierte inmediatamente al joven
sobre el orgullo. El proverbio contrasta el orgullo y la humildad.
Con el orgullo siempre llega la vergüenza, la deshonra. En toda
la Biblia, y especialmente en el libro de Proverbios se habla
mucho sobre el orgullo. Ahora, en el versículo 3, se nos dice lo
siguiente:
"La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los
destruye su propia perversidad."
Esto simplemente quiere decir que si una persona quiere andar
en la verdad, y ese es el deseo de su corazón, usted puede
confiar en que el Espíritu de Dios, le ayudará dándole guía y la
dirección que necesita. El contraste aquí está en la frase pero a
los pecadores o falsos los destruye su propia perversidad o
hipocresía.
En cierta ocasión un joven fue a hablar con su pastor
preguntándole ¿cómo puede uno saber cuál es la voluntad de
Dios? ¿Cómo puede uno saber el camino que debe seguir? El
Pastor le dijo que él había tenido el mismo problema. En su caso
había visto que las opciones se fueron reduciendo a un solo
camino, y entonces su elección fue más simple. Y el camino que
se abrió fue el que él podía seguir. Si una puerta está cerrada,
la cosa estaba clara. Si no tenía dinero para ir a cierta escuela,
simplemente no iría. Pero parecía que el Señor siempre abría
solo una puerta para permitirle pasar por ella. Y esto le sucedió
una y otra vez, y él siempre interpretó esa situación como una
puerta abierta por el Señor. El pastor concluyó su consejo
diciéndole al joven que si él hablaba en serio con Dios, El le
abriría una puerta. Ahora, en el versículo 4, de este capítulo 11
de Proverbios, se nos dice:
"De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia
librará de muerte."
¿No le recuerda esto, estimado oyente, la enseñanza que
presentó el Señor Jesucristo acerca del hombre rico y mendigo
llamado Lázaro? Ambos murieron, Y las riquezas que ese
hombre rico tenía no le sirvieron para nada en el día del juicio.
Sin embargo, la justicia libró al mendigo y lo llevó directamente
al reino de Dios.
Aquellos que en el día de hoy confían en las riquezas, por cierto
que tienen sus prioridades ? pero las tienen al revés. No hay
nada malo con las riquezas, estimado oyente, pero necesitamos
reconocer que tienen sus limitaciones. El dinero puede comprar
casi todo lo que se encuentra en este mundo, pero no puede
comprar nada en el mundo venidero. Ahora, en los versículos 5
al 8 de este capítulo 11 de Proverbios, podemos leer lo
siguiente:
"La justicia del perfecto endereza su camino, pero el malvado
caerá por su propia impiedad. La justicia libra a los rectos, pero
los pecadores son atrapados en su pecado. Cuando muere el
hombre malvado, perece su esperanza; la expectación de los
malos perecerá. El justo es librado de la tribulación, pero su
lugar lo ocupa el malvado."
La frase cuando muere el hombre malvado, perece su esperanza
nos recuerda a Amán, aquel siniestro personaje del libro de
Ester. En esa misma historia, Mardoqueo era el hombre justo
librado de la tribulación. Y luego en el versículo 9, de este
capítulo 11 de Proverbios, leemos:
"El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se
libran con la sabiduría."
Aquí tenemos a un hipócrita. La palabra hipócrita es una palabra
muy interesante. Proviene de dos palabras griegas que
significan "replicar, contestar". La palabra era usada por los
actores de las representaciones teatrales griegas. Un actor
recibía una palabra o indicación de parte de un apuntador, sobre
lo que tenía que decir en su representación, y él la decía. Era
simplemente actuar, hacer teatro. Decir que alguien es hipócrita
en asuntos religiosos, significa que está fingiendo, que es un
farsante. Es el que pronunciará sin sinceridad, por ejemplo,
frases de alabanza como "Aleluya, gloria al Señor". Es como un
actor que está desempeñando su papel, porque no está
realmente alabando al Señor en su corazón.
La frase el hipócrita, con la boca daña a su prójimo, advierte
que el hipócrita finge ser su amigo, pero cuando usted le dé la
espalda le herirá por detrás, en un intento por ocultar el pecado
que tiene en su propia vida. ¿No le recuerda esta actitud alguien
del Antiguo Testamento? A nosotros nos recuerda a la mujer de
Potifar y la forma en que calumnió a José. Presentó acusaciones
falsas contra José porque no lo pudo seducir y de esa manera
trató de ocultar su propio pecado. Ella era la parte culpable,
pero se ocultó acusando a José. ¿Quién creería la versión de un
esclavo ante la versión de la esposa de un oficial del Faraón?
José no necesitó ni siquiera abrir su boca, porque no tuvo la
ocasión de defenderse a sí mismo.
Desgraciadamente hay en algunos círculos cristianos, hipócritas
que calumnian a otros para protegerse a sí mismos, porque
generalmente están ocultando algo en sus propias vidas. Y el
tiempo nos ha confirmado que esta es una estimación correcta
de ese tipo de actitudes, Y este proverbio que acabamos de leer
se refiere a este tipo de hipocresía. Ahora, los versículos 10 y 11
de este capítulo 11, de Proverbios dicen:
"Con el bien de los justos se alegra la ciudad, pero cuando los
malvados perecen, se hace fiesta. Por la bendición de los rectos
la ciudad es engrandecida, pero por la boca de los malvados es
trastornada."
Junto a estos proverbios podemos colocar los nombres de David
y Saúl, Porque cuando David fue rey de Israel, Jerusalén llegó a
ser una gran ciudad; pero cuando murió el rey Saúl, no hubo
mucho luto por él en la ciudad. Ahora, el versículo 12, dice:
"El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo,
pero el hombre prudente calla."
Para mí, David también es un ejemplo de este proverbio. ¿Ha
pensado usted alguna vez en la gran influencia que la vida de
David tuvo sobre la de Salomón? Aún cuando David había
cometido un pecado con la madre de Salomón, Betsabé, la vida
de David fue buena. Esa fue la única mancha en la vida de
David. Recordemos que cuando David estaba huyendo de la
ciudad, cuando se había rebelado contra él su hijo Absalón y
también Simei, que era de la familia de Saúl, maldijo a David.
Joab, capitán del ejército de David, quería ajusticiarlo en ese
mismo lugar, pero David le dijo que no lo hiciera porque Simei,
al maldecirle, estaba hablando de su propio corazón porque ese
era el juicio de Dios para él. En esa ocasión, como dice el
proverbio, David fue el hombre prudente que calló.
En el transcurso de la vida de relación con otras personas uno
descubre, a veces, que hay gente que lo está criticando a uno. Y
lo mejor es mantenerse callado. El Señor es quien toma a su
cargo estos asuntos, así como se ocupó de esa situación que
afectó al rey David.
Hay hermosos principios en este libro, y muy adecuados para
que los jóvenes los examinen. En muchos lugares parece haber
hoy un despertar espiritual entre los jóvenes. Nos agradaría
verles estudiar el libro de los Proverbios. Les acercará a Cristo,
porque Él es el que dirige la escuela de la sabiduría, porque Dios
ha hecho a Cristo nuestra sabiduría. Este libro provee a los
jóvenes de mucho sentido común. En nuestro tiempo solemos
decir que el sentido común es el menos común de los sentidos,
o sea que el sentido común escasea. Parece que tuviéramos
altos coeficientes de inteligencia y bajos coeficientes de sentido
común. Ahora, en el versículo 13, de este capítulo 11, de
Proverbios que estamos estudiando, dice:
"El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo
guarda íntegro."
El que anda contando chismes es una persona que está tratando
de perjudicar a otra. A veces lo que está diciendo es verdad,
pero aun así no se lo debería contar a otras personas. Si él sabe
que un hermano en la fe ha pecado, debería ir a verle
personalmente para tratar el asunto en privado con él. No
debería andar por todas partes comentando el asunto con otros.
Escuchemos ahora lo que dice el versículo 14:
"Donde no hay dirección sabia, el pueblo cae; la seguridad está
en los muchos consejeros."
Estimado oyente, independientemente de cuan inteligente sea
usted, necesita buenos consejos. Recordemos que Dios le dio al
profeta Daniel la oportunidad de ser uno de los consejeros de
Nabucodonosor, y él ayudó mucho a aquel rey. Daniel también
fue consejero del rey Ciro, lo cual fue de gran ayuda para este
rey. Continuamos ahora con el versículo 15:
"La ansiedad aflige al que sale fiador de un extraño; el que
aborrece salir fiador vive seguro."
Alguien que sale como garante de un extraño acabará
perjudicado y sintiéndose dolido por haberlo hecho, y será más
inteligente después de esa experiencia. Y aprenderá la lección
de haber cometido un gran error.
Lo interesante es que esto nos enseña una gran verdad. Hubo
Alguien que se presentó como garante para un extraño. ¿Sabe
usted quien fue? Bueno, escuchemos al Apóstol Pablo en 2
Corintios 8:9: Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo,
que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que
vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos. Él se hizo cargo
de la deuda del pecado suya y mía, y tuvo que pagar un precio
tremendo precio, un terrible castigo por ello. Su experiencia fue
descrita proféticamente en el Salmo 69, versículo 4, con estas
palabras: Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza
los que me odian sin causa; se han hecho poderosos mis
enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de
pagar lo que no robé? Él pagó nuestra deuda, estimado oyente.
Y en el libro del profeta Isaías, capítulo 53, versículo 7, dice:
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como un cordero fue
llevado al matadero; como oveja delante de sus trasquiladores,
enmudeció, no abrió su boca. El castigo fue exigido, y El se hizo
responsable por él. Dice Romanos 6:23, que la paga del pecado
es muerte y Cristo la pagó por mí. ¡Cuán maravilloso es esto,
amigo oyente! Él ocupó mi lugar. Y en el versículo 16, de este
capítulo 11 de Proverbios, leemos:
"La mujer agraciada obtiene honores; los fuertes obtienen
riquezas."
Este proverbio me recuerda a Rut, en el libro que lleva su
nombre, Ella era una viuda pobre, por supuesto una mujer, y sin
embargo, ella retuvo su honor. Y, como vemos en Rut 3:11,
Booz podía decir: "Toda la gente de mi pueblo (es decir, toda la
ciudad de Belén) sabe que eres mujer virtuosa". Todas las
personas de la ciudad la conocían. No solo mantuvo su honra en
relación con el sexo opuesto, sino también en toda su conducta.
Y la segunda parte de este proverbio, los fuertes obtienen
riquezas, se aplicaría a Booz, el prometido de Rut. Y eso no solo
quiere indicar que ella no sólo mantuvo su honor en una forma
que la libró de cualquier forma de adulterio, sino en toda su
manera de vivir. Y los fuertes tendrán riquezas. Y ese era Booz
en su día.
Avanzando un poco más, queremos leer ahora los versículos 18
al 21:
"El malvado obra con falsedad; el que siembra justicia obtendrá
firme galardón. Como la justicia conduce a la vida, así el que
sigue el mal lo hace para su muerte. Abominables son para el
Señor los perversos de corazón, pero los perfectos de camino le
son agradables. Tarde o temprano, el malo será castigado, pero
la descendencia de los justos se librará."
Aquí podemos ver un gran contraste entre el pecado y la
justicia. El engaño y la desobediencia van a ser juzgadas. No
hay escape de esto. Eso es algo que se nos presenta con toda
claridad aquí. Y la justicia que un creyente tiene es la justicia de
Cristo. A causa de ello, los cristianos no seremos juzgados sino
que, como dice Juan 5:24, pasaremos de muerte a vida.
Ahora aquí tenemos un proverbio escogido. Leamos el versículo
22:
"Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer
hermosa pero falta de sentido."
Desgraciadamente hay muchas mujeres hermosas que no tienen
ni prudencia ni discreción. Una versión aquí traduce la segunda
frase como "la mujer bella de poco cerebro".
Luego, el versículo 23, nos dice:
"El deseo de los justos es solamente el bien; la esperanza de los
malvados, el enojo."
La única forma en que uno puede tener alegría y paz es tener
una relación correcta con Cristo. En los versículos 24 y 25 dice:
"Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes
retienen más de lo justo y acaban en la miseria. El alma
generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será
saciado."
Aquí tenemos una paradoja. Bunyan, con su rima singular, lo
expresó de la siguiente manera: "Hubo un hombre de quien
algunos pensaban que había perdido el juicio; mientras más
daba, más tenía. El que da sus bienes a los pobres, tendrá
mucho más, y diez veces más".
Esta verdad, esta realidad nos recuerda el hecho de lo que el
Señor Jesucristo mismo dijo, según lo cito Pablo en 2 Corintios
9:6, que el que siembra escasamente, escasamente cosechará.
Y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. Este
es un gran principio general, es decir, de amplias aplicaciones. Y
con toda seguridad también se aplica a lo que damos para la
obra del Señor.
Y el mismo Señor fue un ejemplo de esta ley de siembra y
cosecha. Por ello, el mismo dijo, hablando de Sí mismo en Juan
12:24, Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda él
solo, pero si muere, produce mucho fruto. Porque El descendió
del cielo a la tierra, se entregó completamente por nosotros,
muriendo en una cruz. Fue sepultado en esta tierra, pero
resucitó. Y la cosecha abundante de todos aquellos que tienen
vida eterna gracias a Su obra en la cruz, continúa creciendo día
a día. ¿No querrá ser usted uno de ellos?

Proverbios 11:26-12:22
Volvemos hoy estimado oyente, al libro de Proverbios, al
capítulo 11, y vamos a comenzar con el versículo 26. Nos
encontramos en una sección muy importante, por la sencilla
razón que ahora nosotros podemos ver a este joven que ha
entrado a la escuela de la sabiduría, realizando el curso de
primer año. Esos cursos son siempre importantes, y a él le
están enseñando algunas cosas muy prácticas. Lo más
importante, por supuesto, la verdad fundamental es que el
temor del Señor es el comienzo de la sabiduría. Y esa es la
primera lección que tiene que aprender. De allí en adelante, se
le advierte que tiene que ser honrado. La honestidad y la
integridad deben caracterizar al hijo de Dios. Este tiene que
librarse del orgullo en su vida. Y ahora, en el versículo 26, de
este capítulo 11, nos dice:
"Al que acapara el grano, el pueblo lo maldice, pero bendición
cubre la cabeza del que lo vende."
Este versículo me recuerda al patriarca José en Egipto. El no
acaparó el trigo. Lo recogió fielmente durante siete años y
entonces pudo alimentar al mundo, incluyendo a su propio
padre, a sus hermanos y a sus familias.
La frase el que acapara el grano me recuerda a otro personaje
que se llamaba Nabal, y Nabal quiere decir "insensato". Él
estaba casado con una mujer muy hermosa llamada Abigail. Ella
era una mujer de mucho tacto, una persona muy agradable por
cierto. Y nos preguntamos: ¿Por qué se casó con un hombre
como este? Bueno, no lo sabemos, excepto que era un hombre
rico. Y hallamos en la lectura de la Biblia que David, durante
aquellos años en que se estaba escondiendo del rey Saul, había
cuidado las ovejas de Nabal y le había ayudado en muchas
ocasiones. Así que cuando David y sus hombres tuvieron
hambre, le pidieron ayuda a Nabal. Nabal, sin embargo, se negó
rotundamente a hacer nada por ellos. En realidad, él insultó a
los mensajeros que David había enviado. David no podía
soportar esa humillación y, furioso, fue a buscarlo. Por
supuesto, usted recordará que entonces, la mujer de Nabal se
encontró con David y le entregó una ofrenda de paz, evitando
así que David le hiciera daño alguno a Nabal. Por ello decimos
que este proverbio encaja perfectamente con Nabal.
También creemos que podríamos dar a este proverbio una
aplicación espiritual. El trigo es la Palabra de Dios. Sería
lamentable que algunos predicadores estuvieran reteniendo el
trigo. Podría darse el caso que predicaran sobre temas políticos
y sociales, en vez de enseñar la Palabra de Dios. Si hubiera
casos así, deseamos que Dios tenga compasión de quienes
retengan para sí mismos el trigo, en una época de hambre
espiritual.
Pero esta advertencia no es solo para predicadores. Todos los
que ocupamos otras posiciones, ¿no estaremos alguna vez
reteniendo el trigo espiritual, el pan de vida, de aquellos que
nos rodean? Usted podría dar un gran impulso a la enseñanza
de la Palabra de Dios en el área en que vive. No olvidemos este
proverbio: Al que acapara el grano, el pueblo lo maldice. Pero
¡qué emocionante es que alguien se acerque a darle las gracias
por haberle entregado la Palabra de vida! Por ello este proverbio
también dice que bendición cubre la cabeza del que lo vende, lo
cual trasladado al terreno espiritual también significa que Dios
bendice a aquel que entrega Su Palabra gratuitamente, sin
ponerle un precio. Continuemos leyendo ahora el versículo 27
de Proverbios 11:
"El que procura el bien obtendrá favor, pero al que busca el
mal, el mal le sobrevendrá."
Es decir, como escribió San Pablo a los Gálatas 6:7, "todo lo que
el hombre siembre, eso también segará". Y el versículo 28 de
Proverbios 11, dice:
"El que confía en sus riquezas caerá, pero los justos
reverdecerán como el follaje."
Cuando el Señor Jesucristo presentó las parábolas, que creemos
las observó en la vida real, habló acerca de un hombre que
había recogido una cosecha tan abundante que decidió derribar
sus graneros para edificar otros aun mayores. Y concentró toda
su vida en esa tarea. No había nada malo en edificar graneros
más grandes, pero el Señor dijo que él era un necio, un
insensato, porque estaba tan interesado en construir esos
enormes graneros aquí en esta vida, que no pensó para nada en
edificar algo para después de esta vida, para la eternidad. Ese
es el peligro de las riquezas. Nadie puede comprar su entrada al
cielo. El que confía en sus riquezas ? dice aquí ? caerá. Y el
versículo 30, dice:
"El fruto del justo es árbol de vida; el que gana almas es sabio."
Aquellos padres que aman a Dios y le honran con su vida,
siembran en sus hijos la semilla de Su Palabra y pueden ir
viendo sus vidas los frutos de la siembra realizada en oración y
dependencia del Señor. Muchos hijos de destacados siervos de
Dios se han destacado en la vida pública como gobernantes,
científicos, y en una gran variedad de profesiones. El Salmo 128
nos muestra la imagen que proyecta este proverbio, del hombre
justo, al decir: tu mujer será como vid que lleva fruto a los
lados de tu casa; tus hijos, como plantas de olivo alrededor de
tu mesa. Así será bendecido el hombre que teme al Señor.
Hay cursos sobre cómo lograr la armonía en el hogar. Pero
necesitamos algo más que tener algunas nociones sobre este
tema, para poder ir más allá de la capa de barniz que suele
aplicarse a ciertas situaciones familiares. Un breve curso en
psicología acerca de cómo ser dulce y amable en el hogar no es
la respuesta. Necesitamos experimentar un retorno a la Palabra
de Dios y a una vida santa en el hogar, por la acción del Espíritu
Santo. Muchos de nuestros problemas familiares se
desvanecerían si los habitantes de la casa, que han sido
declarados justos por la obra de Cristo, reflejaran esa justicia de
Cristo. Recordemos a este proverbio que declara que El fruto del
justo es árbol de vida.
Y el proverbio continúa diciendo: Y el que gana almas es sabio.
Se le está dando mucha atención hoy al testimonio personal, y
creemos que eso es bueno. Creemos que es una de las mejores
cosas que está teniendo lugar en nuestro día y en nuestra
generación. La Palabra de Dios lo ha estado diciendo siempre, el
que gana almas es sabio. Y el versículo 31, último versículo de
este capítulo 11, de Proverbios dice:
"Ciertamente el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el
malvado y el pecador!"
No hay ninguna duda que el juicio se está acercando. Seguimos
avanzando en la lectura de los Proverbios y ahora pasamos a
Proverbios 12
En la escuela de la sabiduría, el joven se encuentra aun en su
primer año de universidad, pero la instrucción que recibe es ya
muy importante. Leamos el primer versículo de este capítulo 12:
"El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la
reprensión es un ignorante."
El hombre que ama la instrucción es una persona que tiene una
estimación real de la máxima prioridad, y de lo que en realidad
es de un valor superior. Eso quiere decir que esa persona
escuchará la instrucción. Sin embargo, debe decir que después
de conseguir que las personas escuchen la Palabra de Dios, uno
de los mayores problemas es lograr que obedezcan lo que la
Palabra dice. Y la obediencia es absolutamente esencial.
Notemos ahora lo que dice el versículo 2 de este capítulo 12:
"El bueno alcanza el favor del Señor, pero el Señor condena al
hombre de malos pensamientos."
El Salmo 1:5 dice: No se levantarán los malos en el juicio, ni los
pecadores en la congregación de los justos. Indiferentemente de
la fama, riquezas, o de una elevada posición ante la estimación
de las personas. El malvado llegará a un final triste y
lamentable. Con toda seguridad, Dios va a juzgar a tales
personas. Por eso dice aquí que el Señor condena al hombre de
malos pensamientos o designios. Continuemos leyendo el
versículo 3 de este capítulo 12:
"El hombre no se afirma por medio de la maldad, pero la raíz de
los justos no será removida."
El Señor dio una parábola que trata sobre este asunto. En el
Sermón del Monte contó sobre un hombre que edificó su casa
sobre la roca, mientras que otro edificó la suya en la arena.
(Mateo 7:24-27). La roca, por supuesto, simboliza a Cristo, el
fundamento sólido de la Palabra de Dios. Ahora, en este primer
año de estudios universitarios, el joven recibe consejos en
cuanto a elegir una esposa. El versículo 4, de este capítulo 12,
dice:
"La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la mala es
como carcoma en sus huesos."
Aquí podemos recordar a las maravillosas esposas que se
mencionan en el Antiguo Testamento. Eva debe haber sido una
persona encantadora, a pesar del hecho de que ella escuchó a la
serpiente. Creemos que también Sara fue una esposa modelo,
de acuerdo con 1 Pedro 3:6. Y Jocabed, la madre de Moisés, fue
sin duda una mujer extraordinaria.
Pero hubo otras que no fueron tan buenas, y podrían ser
descritas como "carcoma de huesos". La esposa de Job, por
ejemplo, no fue de mucha ayuda para él. Es interesante ver que
Satanás le quitó a Job todo aquello en lo cual él se apoyaba, con
excepción de su esposa, de lo cual podemos deducir que
Satanás supo que ella no sería de mucho apoyo para Job. Debe
significar que ella no tendría que haber sido de mucha ayuda
para Job. Y luego, por supuesto, tenemos a Atalía, una mujer
sanguinaria, cuya madre era la malvada Jezabel. Así podemos
ver que en la Biblia hay muchas ilustraciones de este proverbio.
Escuchemos lo que escribió Ogden Nash: "Para mantener su
matrimonio como una copa rebosando de amor, siempre que
esté equivocado, admítalo; y cuanto tenga razón, permanezca
en silencio". Sigamos adelante ahora en el libro de Proverbios
leyendo los versículos 5 al 7, de este capítulo 12:
"Los pensamientos de los justos son rectitud; los consejos de
los malvados, engaño. Las palabras de los malvados son como
emboscadas para derramar sangre, pero a los rectos los libra su
propia boca. Dios trastorna a los malvados y dejan de existir,
pero la casa de los justos permanece firme"
Podemos decir que Dios cree en la ley y en el orden. Y tiene
mucho que decir contra el hombre sin ley. El tiene mucho que
decir sobre los que se rebelan a Su autoridad. Ahora, el
versículo 8, dice:
"Por su sabiduría es alabado el hombre, pero el perverso de
corazón es despreciado."
Al leer estas palabras pensamos en Gedeón y en su hijo:
Gedeón debe ser elogiado por su sabiduría, y Abimelec, su hijo,
tiene que quedar expuesto al desprecio. Luego, el versículo 9
dice:
"Más vale el despreciado que tiene quien lo sirva, que el
jactancioso que carece de pan."
Parece como que se está haciendo un contraste, diciendo que es
mejor ser envidiado, que aquel que se deleita en hacer una
ostentación vacía, mientras que al mismo tiempo no tiene pan
que comer. Otra traducción lo expresa así: "Más vale
menospreciado pero servido, que reverenciado pero mal
comido"
Ahora, notemos lo que dice el versículo 10, de este capítulo 12,
de Proverbios:
"El justo cuida de la vida de su ganado, pero el corazón de los
malvados es cruel."
Aunque ya hemos mencionado esto en otra oportunidad vamos
a volver a repetirlo. Es acerca de la muerte del padre del autor
de estos estudios bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee. El padre del
Dr. McGee murió en un accidente en una desmotadora de
algodón cuando el Dr. McGee tenía solamente 14 años de edad,
cuando el muchachito pensaba que su papá era un héroe. Y él
decía que nunca había podido superar esa experiencia. Pero ya
hemos mencionado cómo en cierta ocasión él se detuvo cuando
vio que un ranchero vecino había dejado abierta la puerta del
corral y el ganado estaba saliendo y esparciéndose por el
campo. Él descendió de su carro y después de hacer regresar a
todos los animales, cerró la tranquera. Volvió a su carro y nunca
le dijo nada a nadie acerca de esto.
También ? el Dr. McGee ? recordaba otra historia cuando
estaban haciendo cierto viaje con su padre, y en aquellos días
sólo había caminos de tierra, transitados por coches antiguos
tirados por caballos. Adelante de ellos pues, iba un hombre que
estaba ebrio y estaba golpeando demasiado a su caballo. Como
el otro carro bloqueaba el camino, el padre del Dr. McGee se
bajó de su carro y fue a conversar con el hombre acerca de la
forma en que estaba tratando a su animal. Este hombre, fuera
de control por su estado de ebriedad, se ofendió y se bajo de su
carro y quiso golpear al padre del Dr. McGee. Él pudo esquivar
ese golpe y el Sr. McGee le dio otro golpe y lo hizo caer a tierra;
le dijo que regresara a su carro y que no volviera a golpear a su
caballo, y al decir eso le quitó el látigo con el cual estaba
castigando al animal. Ahora, el Dr. McGee contaba que eso le
impresionó mucho y al recordar ese incidente, le gustaba mucho
aquel versículo, este Proverbio de la Escritura que dice: El justo
cuida de la vida de su ganado... Alguien que tenía varios perros
dijo una vez que juzgaba a las personas por la reacción de sus
animales hacia ellas. Los perros parecen conocer el carácter de
la persona y saben si van a ser maltratados o no por ella. Es
muy interesante ver que un animal parece conocer el carácter
humano, quizás mejor que nosotros mismos. Continuemos con
el versículo 11, de este capítulo 12, de Proverbios:
"El que labra sus tierras se saciará de pan, pero el que se une a
vagabundos carece de entendimiento."
Aquí se aconseja al joven estudiante a permanecer en su
trabajo, a mantenerse ocupado, y no andar de un lado para otro
ocupándose en cosas vanas, perdiendo el tiempo. Podemos ver
que por todo este capítulo tenemos contrastes como éste. Al
seguir adelante ahora en este maravilloso capítulo 12, de
Proverbios, veamos lo que nos dice el versículo 12:
"Codicia el malvado la red de los malvados, pero la raíz de los
justos da fruto."
En esta sección observamos que hay repetición para un mayor
énfasis. Después de todo, la repetición es la mejor clase de
enseñanza, si usted es capaz de persistir en el sistema. Si usted
continúa repitiendo una cosa, su alumno nunca lo olvidará. Pues
bien, en el versículo 15, tenemos lo siguiente:
"Opina el necio que su camino es derecho, pero el sabio
obedece el consejo."
Es posible que al oírlo usted recuerde a quien correspondería
este proverbio. Nos referimos a Roboam, el hijo de Salomón. El
rechazó el consejo sabio de los ancianos del reino, lo cual
precipitó su propia caída y una guerra civil en su nación. Leamos
ahora los versículos 17 y 18, de este capítulo 12, de Proverbios:
"El que dice la verdad proclama justicia, pero el testigo falso,
engaño. Hay hombres cuyas palabras son como golpes de
espada, pero la lengua de los sabios es medicina."
Si usted escucha alguna vez un mensaje que expone la Palabra
de Dios, habrá veces en que sentiría como si una espada le
tocara el corazón. Y si usted no está dispuesto a aceptar esa
verdad, recuerde la actitud del hipócrita, que se oculta tras el
odio y la amargura. Por tal motivo, a veces nos preocupa
cuando alguien reacciona con mucha crítica ante un predicador y
su mensaje, aunque no abiertamente, sino más bien a sus
espaldas.
Continuemos leyendo los versículos 19 al 21:
"El labio veraz permanece para siempre; la lengua mentirosa,
solo por un momento. Engaño hay en el corazón de los que
maquinan el mal, pero alegría en el de quienes aconsejan el
bien. Ninguna adversidad le acontecerá al justo, pero los
malvados serán colmados de males."
Todos estos proverbios tienen que ver con la lengua, la lengua
mentirosa y la lengua veraz. Están en contraste. La Palabra de
Dios tiene más que decir sobre la lengua, más juicio sobre los
abusos de la lengua, que lo que tiene que decir sobre el uso y el
abuso del alcohol. Sin embargo resulta interesante que una
lengua engañosa y chismes pueden introducirse hoy en algunos
círculos cristianos, mientras que una persona ebria sería
rechazada.
Y, finalmente por hoy, leamos el versículo 22 de proverbios 12:
"Los labios mentirosos son abominables para el Señor, pero le
complacen quienes actúan con verdad."
Una de las virtudes que debería caracterizar al hijo de Dios es
su amor a la veracidad. Y esto es algo que cae por su propio
peso. Porque una persona se convierte en un hijo de Dios por
haber dado el paso de fe de aceptar la gracia de Dios, es decir,
el don gratuito de la vida eterna, expresado en la obra
redentora del Señor Jesucristo en la cruz. Así que, aquel que
dijo Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre
sino por mí. O sea, que estamos hablando de personas que han
llegado a Dios por el camino que es Jesucristo, y han recibido la
vida eterna por haber creído en la verdad, que es Cristo. ¿Cómo
entonces no van a amar al Señor Jesucristo? ¿Cómo no van a
amar la verdad? ¿Cómo no van a practicar la verdad?

Proverbios 12:22-13:25
Continuamos hoy, estimado oyente, en el Libro de Proverbios y
nos encontramos en el capítulo 12. En el programa anterior,
usted recordará, quedamos en el versículo 22. Y permítanos
repetirlo hoy; así que vamos a leerlo en este capítulo 12 de
Proverbios. El versículo 22 dice:
"Los labios mentirosos son abominables para al Señor, pero le
complacen quienes actúan con verdad."
Una de las virtudes que debería caracterizar al hijo de Dios es
su amor a la veracidad. Y ahora continuemos leyendo el
versículo 23:
"El hombre prudente encubre su saber, pero el corazón de los
necios pregona su necedad."
El hombre que es prudente y cuerdo no dice cosas que puedan
herir a otra persona. Usted quizá se ha encontrado alguna vez
en un grupo de personas y dentro del mismo ver presente a una
persona necia, de esas que nunca dejan de hablar, y que
pronuncia una crítica contra otra persona que, por supuesto, no
está presente allí. El hombre prudente no dice cosas hirientes,
pero el corazón del necio, hará gala de su necedad. Ahora, en el
versículo 24 leemos:
"La mano de los diligentes dominará, pero la negligencia será
subyugada."
Creemos que nuestra sociedad contemporánea ha invertido
ciertos valores. Las personas diligentes no son siempre las
elegidas para ocupar cargos responsabilidad, y no estamos
seguros que los negligentes sean los que paguen los impuestos.
Pero, hemos estudiado estos Proverbios y lo hemos hecho en
oración; le hemos pedido a Dios que nos ilumine al hacerlo. Y
hemos llegado a la conclusión de que algunos de estos
Proverbios deben ser considerados a la luz de la eternidad. Creo
que la vara para medir este proverbio es la eternidad, antes que
la situación local. ¿Y no se nos dice acaso que un día nosotros
vamos a reinar con Cristo? Pero la Biblia no enseña que todos
los creyentes van a reinar en el mismo nivel: habrá diferentes
grados o niveles. Y personalmente me sentiría muy cohibido si
me encontrara en el mismo nivel que los apóstoles, y sentado,
por ejemplo, junto al Apóstol Pablo. No creo que ese fuera mi
lugar. Sin embargo, sí creo que los diligentes son los que
reinarán con Él. Por otra parte, muchos otros proverbios se
aplican, como también estamos viendo, a la vida diaria.
Escuchemos lo que dice ahora el versículo 25 de este capítulo
12 de Proverbios:
"La congoja abate el corazón del hombre; la buena palabra lo
alegra."
Recordemos lo que Job les dijo a sus amigos en 6:25: "¡Cuán
provechosas son las palabras rectas!" Estas palabras amables
pueden traer ánimo, alegría y estímulo a aquellos que están
tristes, sufriendo, que están teniendo pasando por algún
problema o amargura. Uno no golpea a una persona que está
soportando dificultades. Luego, el versículo 26 nos dice:
"El justo es guía para su prójimo, pero el camino de los
malvados los hace errar."
Es decir, el hombre justo quiere ayudar a su prójimo, mientras
que el malvado tratará de perjudicarle. La realidad es que si el
hombre justo se da cuenta que su prójimo está equivocado, él
irá a conversar con él acerca de ese problema. Es lo más útil y
positivo que puede hacer.
El profeta Natán era el mejor amigo que tenía David y sin
embargo fue Natán quien tuvo el valor de acusarle y decirle: Tú
eres aquel hombre. (2 Samuel 12:7) Cuando en nuestra vida
hay cosas que deben ser corregidas, es hermoso tener un buen
amigo que nos reprenderá con cariño.
Un Pastor cuenta que cuando él comenzó el ministerio, el Señor
le concedió el privilegio de ser el Pastor de una Iglesia que había
sido su propia congregación antes, donde la gente le amaba y le
mostraba mucha simpatía. En cierto sentido se sentía inexperto
para estar a cargo del pastorado de una Iglesia tan grande y de
tanta importancia. Pero la gente de ese lugar, era bastante
buena con él. Y en cierta ocasión, este joven Pastor escuchó a
un hombre muy famoso predicar en una conferencia, y a partir
de ese momento, trató de imitarlo; hasta trataba de imitar el
acento con el cual este hombre hablaba. Y los miembros de su
iglesia se dieron cuenta, pero se limitaron a escucharle, a
sonreír y muy pocos hicieron algún comentario al respecto. Pero
un hombre que había ayudado a este Pastor a través de sus
estudios lo invitó a comer en cierta ocasión y le dijo algo que
este joven Pastor nunca olvidó. "Pastor, nosotros preferimos
tener un Pastor genuino, antes que una imitación de otra
persona". Eso fue todo lo que dijo, y todo lo que necesitaba
decirle. Desde ese momento ese Pastor volvió a ser una persona
genuina. ¡Qué fuerza tienen las palabras rectas y sinceras de un
consejo dado con ánimo constructivo! Como dice este proverbio,
el justo sale en busca de su prójimo. Ayuda a su prójimo. Pero
el malvado, le induce a equivocarse; va hablar con su prójimo,
le anima y después, cuando aquel le da la espalda, le critica.
Estimado oyente, podemos darnos cuenta cómo estos
proverbios ponen su dedo en la llaga, por decirlo así, y señalan
conductas concretas e individuales que a veces se observan
entre cristianos. Continuemos leyendo el versículo 27 de
Proverbios 12:
"El indolente ni aun asará lo que ha cazado; ¡precioso bien del
hombre es la diligencia!"
Hay algunos Proverbios que demuestran alguna característica
humorística.
Este hombre salió y pudo cazar un animal, pero era demasiado
perezoso para despedazarlo, asar su carne y comerlo. Uno tiene
que ser un cazador muy perezoso para actuar de esa manera.
Sería como un pescador que ha pescado, pero no quiere pasar
por el trabajo de limpiar el pescado para comerlo.
Observemos la frase ¡precioso bien del hombre es la diligencia!
En otras palabras, él se ocupa, se hace cargo de lo que tiene.
Recordemos cuando Rut fue a espigar al campo, y Booz fue tan
generoso con ella que al final recogió una gran cantidad de
espigas; entonces se puso a desgranar las espigas que había
recogido. Ella podía haber regresado a casa, entregándole a
Noemí las espigas que había recogido en todo un día de trabajo,
pidiéndolo que las desgranara. Pero no lo hizo. Esta actitud nos
revela la clase de espíritu servicio y de responsabilidad que ella
tenía, que es todo un ejemplo para nosotros. Continuamos
ahora con el versículo 28 de este capítulo 12 de Proverbios:
"En el camino de la justicia está la vida; en sus sendas no hay
muerte."
¡Qué panorama más hermoso el que se presenta al hijo de Dios!
Ahora, la muerte física está ante nosotros si el Señor demora Su
venida, pero más allá de la muerte se encuentra la vida eterna.
Y así llegamos ahora a
Proverbios 13
Continuamos en esta sección en la que estamos aprendiendo
algunos de los grandes principios de la vida. Leamos el versículo
1 de este capítulo 13, que dice:
"El hijo sabio recibe el consejo del padre, pero el insolente no
escucha las reprensiones."
Aunque Salomón no fue el hijo favorito de David, Salomón al
menos escuchó lo que David tenía que decirle, y así fue un
ejemplo del hijo sabio que recibe el consejo del padre. Por otra
parte la segunda parte de este proverbio encaja bien con
Roboam, el hijo de Salomón, que fue un ejemplo del insolente
que no hace caso de las reprensiones. El fue un ejemplo del lado
oscuro o negativo, que encontramos en muchos de estos
proverbios. Leamos ahora los versículos 2 y 3:
"Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el alma de
los prevaricadores hallará el mal. El que guarda su boca guarda
su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre."
En el día de hoy existe una clase de conversación que consiste
en chismes y es verdaderamente insensata, como ya hemos
visto anteriormente. Se expresan cosas que tienen un doble
sentido. Los chistes basados en equívocos o frases ambiguas se
introducen hoy a veces incluso en círculos cristianos. Y cuando
lo hacen, parecen girar alrededor del sexo.
Estas conversaciones son el resultado de conductas dudosas.
Estos proverbios reflejan estas advertencias que se le hacen al
joven estudiante, para que sepa cuidarse al respecto. Ahora, en
el versículo 4 de este capítulo 13 leemos:
"El perezoso desea y nada alcanza, mas los diligentes serán
prosperados."
Recordemos que al apóstol Pablo les habló con toda claridad a
los Tesalonicenses en 2 Tesalonicenes 3:10. Algunos muy
devotos habían dejado de trabajar porque decían esperar la
venida del Señor. Y Pablo les escribió: si alguno no quiere
trabajar, tampoco coma. En realidad, la expectativa de la venida
del Señor debiera convertir a cada creyente en un trabajador
activo. Ahora, dice en los versículos 5 y 6 del capítulo 13:
"El justo aborrece la palabra mentirosa; el malvado se hace
odioso e infame. La justicia protege al perfecto de camino, pero
la impiedad trastorna al pecador"
Esto se refiere a la verdad de las partes interiores del ser
humano. Este es el antecedente de la justicia práctica. Dios
detesta lo que es falso; no lo puede tolerar. El hijo de Dios tiene
que ser capaz de reconocer y tratar con cualquier pecado que se
presente en su vida. Nuestra vieja naturaleza tiene la tendencia
a mentir. Para nosotros el mentir es algo muy natural. Y como
Dios lo detesta, tendrá que ocuparse de ese tipo de conducta.
Luego, el versículo 7 dice:
"Hay quienes presumen de ricos y no tienen nada, y hay
quienes pasan por pobres y tienen muchas riquezas."
Aquí tenemos otro ejemplo de esta vieja naturaleza que usted y
yo tenemos. Es común ver que muchos que tienen pocos
recursos tratan de aparentar que los tienen, para parecerse o
superar a otros. Fingimos y aparentamos tener más que lo que
realmente tenemos. A veces tenemos en posesión cosas, como
por ejemplo coche, ropa o vivienda, que no nos podemos
permitir. Pero tenemos esa tendencia a aparentar, para
impresionar a los demás o bien para no quedar fuera de
determinados círculos...
Por otra parte, hay gente que verdaderamente tiene abundantes
recursos, pero siempre se están quejando de que no tienen lo
suficiente, de cómo suben los precios y de los grandes gastos
que tienen.
Dios detesta ambas actitudes porque cada una de ellas revela
hipocresía. Es colocarse una fachada que no necesitamos poner.
Deberíamos presentarnos ante los demás tal como somos.
Luego, en el versículo 9 de este capítulo 13, leemos:
"La luz de los justos brilla alegremente, pero se apagará la
lámpara de los malvados."
En el estudio que hemos realizado sobre los reyes de Israel,
hemos llamado la atención hacia este principio de trabajo. Un
linaje o descendencia después de otro llegaron a ser reyes en el
reino del Norte. Y entonces, sus reinados fueron interrumpidos,
con frecuencia de manera violenta, por asesinato. Y eso es lo
que Dios dijo aquí en este proverbio: Pero se apagará la
lámpara de los malvados. Ha sucedido en la historia del mundo
una y otra vez. Nombres de personajes tristemente célebres
acabaron perdiendo la vida a causa de la violencia con que
consiguieron el poder, vivieron, y actuaron con sus semejantes.
Luego, el versículo 10, de este capítulo 13, dice:
"Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los
prudentes está la sabiduría."
Cuando usted encuentra disensiones en un grupo, en un
vecindario, en una congregación cristiano o en cualquier grupo
de una iglesia, al final se verá que la base de toda esa tensión
es el orgullo. Siempre será así. Alguien ha dicho: "Hacen falta
dos personas para comenzar una pelea". Luego en el versículo
11, leemos:
"Las riquezas de vanidad disminuyen; el que recoge con mano
laboriosa las aumenta."
Aquí tenemos otro de estos Proverbios que deben ser
considerados bajo la luz de la eternidad; esa es la medida que
uno tiene que utilizar en este caso. Porque muchos hombres
adinerados saben que tienen descendientes muy insensatos, así
que han establecido fondos fiduciarios o de fideicomiso, y han
puesto trabas legales alrededor de sus posesiones para que sus
descendientes no puedan obtenerlas. Tal arreglo permite que
sus descendientes puedan vivir del interés que produzcan esas
posesiones, e impide que ellos puedan tocar dichas posesiones.
Como resultado, hay muchos hijos ricos hoy en el mundo, que
nunca han ganado un centavo en su vida, y que no sabrían
trabajar para ganarse la vida. Y sin embargo, son herederos de
inmensas fortunas. Pero con esas disposiciones han sido
protegidos para que no puedan disponer de lo principal de sus
posesiones. Si pudieran, lo gastarían todo y se quedarían sin
nada.
Por ello hemos dicho que este proverbio debe ser examinado a
la luz de la eternidad. ¿Cuáles son las verdaderas riquezas?
¿Qué es realmente la riqueza? ¿Es poseer acciones y bonos? En
fin, las personas algún día perderán esas riquezas. La muerte se
las arrebató al propietario original. Nadie vino y simplemente las
robó. Fue el propietario quien se escabulló sigilosamente. Se
marchó y las dejó. Y eso mismo es lo que les sucederá a
aquellos que poseen riquezas materiales. Ahora, el versículo 12
dice:
"La esperanza que se demora es tormento del corazón; árbol de
vida es el deseo cumplido."
Todos seguramente habremos experimentado este proverbio en
varias ocasiones. Uno simplemente continúa esperando algo que
no acaba de suceder, y la espera que se prolonga aflige el
corazón. Por tal motivo, en la vida deberíamos llevar "el paso"
de la voluntad de Dios, porque a veces esperamos muchísimas
cosas que no se harán realidad en absoluto en nuestras vidas.
Cuánto mejor es aceptar la realidad de la situación en la que
Dios nos ha colocado. Continuemos leyendo ahora los versículos
13 al 15:
"El que menosprecia el precepto se perderá; el que teme el
mandamiento será recompensado. La instrucción del sabio es
manantial de vida para librar de los lazos de la muerte. El buen
juicio o entendimiento da gracia, favor; el camino de los
transgresores es duro."
Por todo el libro de Proverbios hay un contraste entre la justicia
y la maldad. Dios detesta el orgullo; aborrece la rebelión; Él
detesta la hipocresía. Para El no tienen utilidad ese tipo de
sentimientos o actitudes que surgen de nuestra naturaleza
humana. Es por esa razón que Dios no aceptará nada que
hagamos bajo el control de nuestra vieja naturaleza
pecaminosa. Solo lo que podamos realizar por medio de nuestra
nueva naturaleza es aceptable para El. Hay una cosa que es
segura: Él no va a llevar nuestra vieja naturaleza al cielo, y
nosotros nos alegraremos de librarnos de ella. En el cielo usted
y yo seremos separados para siempre de esa vieja naturaleza
que produce todos los pecados que son inherentes en cada uno
de nosotros.
Dios dijo con toda claridad lo que El quiere hacer en Isaías,
capítulo 66, versículo 2: Mi mano hizo todas estas cosas, así
todas ellas llegaron a ser, dice el Señor. Pero yo miraré a aquel
que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi palabra.
Esta es la manera en que todos debemos acercarnos a Dios si
deseamos ser aceptados por El. No podemos aproximarnos con
orgullo. Y no deberíamos atrevernos a despreciar Su Palabra ni
sus mandamientos. Ahora el versículo 17 dice:
"El mal mensajero acarrea desgracia; el mensajero fiel acarrea
salud"
Ha habido personas que han ocupado cargos de importancia en
los gobiernos de naciones, por lo cual han tenido acceso a
secretos relacionados con la política y la seguridad nacional e
internacional. Esos funcionarios tenían ciertas debilidades en su
conducta personal, que fue descubierta por agentes enemigos.
En consecuencia tales funcionarios fueron objeto de chantaje y
utilizados para revelar secretos que comprometieron la defensa
de esas naciones. Qué importante es para una nación tener
hombres íntegros que la sirvan. Y el versículo 24 dice:
"El que no aplica el castigo aborrece a su hijo; el que lo ama, lo
corrige a tiempo."
Y a propósito, esta es verdadera psicología infantil. Al hijo de
Dios en el día de hoy, se le dice lo mismo, Se les dice a los
hijos: obedeced a vuestros padres, pero al padre se le dice que
"no provoque a su hijo a ira", es decir, que lo irrite. (Efe. 6:1 y
4). Es decir, que no hay que castigarlos o disciplinarlos cuando
uno está demasiado enojado, o cuando uno está hablando en
alta voz, sin controlar debidamente sus reacciones. Es mejor
que el padre espere un tiempo, hasta que él mismo se haya
calmado y pueda sentarse con ellos para explicarles por que
están siendo disciplinados. Pensamos que eso es muy
importante. El autor de estos estudios contaba que estaba
agradecido por haber recibido de su padre esa misma disciplina.
Cuando había hecho alguna travesura, el padre no se lo decía
hasta que pasara, quizás, un día. Incluso el niño a veces
pensaba que se había salido con la suya; pero luego descubría
que no había sido así. Entonces su padre, con mucha calma
hablaba con él, y el niño sabía que su padre no le estaba
castigando para descargar su enojo con él.
Así hemos podido ver como estos proverbios contienen la
sabiduría de Dios mismo, quien desea para sus hijos vidas de
calidad humana y espiritual, a nivel individual, para que los hijos
puedan formarse en un hogar caracterizado por el control, la
paz y la armonía.

Proverbios 14:1-34
Estimado oyente, regresamos hoy al Libro de Proverbios, y nos
corresponde el capítulo 14. Aquí tenemos la sabiduría de Dios
concentrada en frases pequeñas. También hemos visto que los
proverbios encajan con personajes que son mencionados en la
Biblia. Y como también hemos dicho encajan además con
personas que conocemos en el día de hoy, y con cada uno de
nosotros. Bueno, en el versículo 1 de este capítulo 14 de
Proverbios, leemos:
"La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la
derriba."
No creemos que se esté hablando aquí de la estructura física del
edificio. En la primera parte de este versículo leemos: La mujer
sabia edifica su casa. Podemos pensar en varias mujeres
mencionadas en la Palabra de Dios. Creemos que Sara fue un
ejemplo de una mujer que edificó su casa. Era la esposa de un
patriarca y edificó la casa de Israel. También podríamos incluir
aquí a la madre de Moisés ? Jocabed. Recordemos que aunque
era una esclava en un país extranjero, para salvara a su hijo lo
escondió, lo vigiló y finalmente se convirtió en su nodriza al
servicio de la hija de Faraón. Ella fue la que le enseñó a él
acerca del Señor y de las promesas del Señor a Israel. Fue una
madre maravillosa, y así edificó su casa.
Luego, en la segunda parte de este versículo se nos dice: pero
la necia con sus manos la derriba. Y hay varias mujeres
mencionadas en las Escrituras, que actuaron de esta manera. A
causa de su maldad, la casa que ellas edificaron fue destruida.
Permítanos mencionar un ejemplo en particular que
encontramos en el Segundo Libro de Crónicas, capítulo 22,
versículos 2 y 3; y allí dice: Cuando Ocozías comenzó a reinar
tenía cuarenta y dos años de edad, y reinó un año en Jerusalén.
El nombre de su madre era Atalía, hija de Omri. También él
anduvo en los caminos de la casa de Acab, pues su madre le
aconsejaba que actuara impíamente El consejo de su madre
realmente hizo descender a la casa de Acab a lugares muy
bajos. Este es verdaderamente un proverbio confirmado en la
experiencia histórica. Usted puede colocar estos proverbios en el
laboratorio de la vida y ver como se cumplen incluso hoy.
Conocemos varios ejemplos de mujeres cuyos pecados
personales han destruido sus hogares. Ahora, en el versículo 2
de este capítulo 14 leemos:
"El que camina rectamente teme al Señor, pero el de caminos
pervertidos lo menosprecia."
Esto nos dice que nuestra forma de vivir revelará nuestra
relación con Dios. En la Primera Epístola del apóstol Juan,
capítulo 2, versículo 6, leemos: El que dice que permanece en
él, debe andar como él anduvo. Es decir, que nosotros debemos
vivir una vida de obediencia a Dios, tal como vivió el Señor
Jesucristo.
Recordemos que Samuel presentó este asunto delante del rey
Saúl, cuando le dijo: Mejor es obedecer que sacrificar; prestar
atención mejor es que la grasa de los carneros. (1 Samuel
15:22) Así que la obediencia al Señor es lo verdaderamente
importante. Ahora, el versículo 3 dice:
"En la boca del necio está la vara de su soberbia; a los sabios,
sus labios los protegen."
El necio por lo general se descubre a sí mismo por lo que dice.
Esto nos recuerda a David y Goliat (1 Samuel 17:41-49). La
frase en la boca del necio está la vara de su soberbia es una
figura del gigante Goliat. El se enorgulleció mucho por
considerarse el campeón de los filisteos. Cuando David se
ofreció como voluntario para luchar contra él, Goliat reaccionó
diciendo: ¿Soy yo un perro, para que vengas contra mí con
palos? Y maldijo a David invocando sus dioses. Dijo luego el
filisteo a David: Ven hacia mí y daré tu carne a las aves del cielo
y a las bestias del campo. (1 Samuel 17:43-44).
Por otra parte este proverbio dice: a los sabios, sus labios los
protegen. Observemos la respuesta de David: Tú vienes contra
mí con espada, lanza y jabalina; pero yo voy contra ti en el
nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de
Israel, a quien tú has provocado. Ahora, continuemos leyendo el
versículo 4:
"Sin bueyes, el granero está vacío; por la fuerza del buey hay
abundancia de pan."
Este es un proverbio muy interesante. En varias partes de la
Biblia el buey es utilizado como un ejemplo para nosotros; y el
buey era también una bestia que se utilizaba para el sacrificio, y
nos habla del sacrificio que realizó Cristo.
El buey era un animal fuerte. En realidad era el tractor y el
automóvil de la familia de aquellos días. Ellos usaban el buey
para hacer el viaje al mercado o a la ciudad, y también usaban
el mismo buey para arar en el campo. Ahora, el buey era un
animal un poco sucio, y sus dueños tenían que limpiar el
pesebre, lo cual era una tarea desagradable por tratarse de un
animal grande. Por supuesto, la única forma de librarse de
limpiar el pesebre, era librándose de los bueyes. Uno tendría así
un pesebre limpio, pero entonces la gente se privaba de lo que
este proverbio califica como la fuerza del buey.
Aquí pues, tenemos una lección espiritual aplicable hoy. A
veces, en una comunidad o congregación cristiana se producen
divisiones, porque grupos tienen diferentes enfoques del trabajo
a realizar. Por ejemplo, algunos son más activistas, incluso caen
en un activismo extremo, y otros insisten más en el estudio de
la Biblia. En estos casos, los líderes espirituales pueden querer
prescindir de algunas personas. Pero tendrán que ser prudentes
en sus decisiones, para evitar prescindir de quiénes son
realmente los que impulsan el avance de la obra. No sea que
por proceder a una "limpieza del pesebre" (siguiendo con la
imagen del buey) se priven de la colaboración de personas
valiosas para el avance misionero el crecimiento de la obra
cristiana y el apoyo financiero necesario para la marcha de esa
comunidad. Es necesario, pues, evaluar quienes representan la
fuerza del buey en la obra del Señor. Escuchemos ahora lo que
dice el versículo 5:
"El testigo verdadero no miente; el testigo falso dice mentiras."
El Señor Jesucristo ha sido llamado el testigo fiel y verdadero
(Ap. 3:14). Y es así como deben ser los testigos.
Escuchamos hoy a muchas personas hablar acerca de ser
"testigos de Cristo". Y es bueno seguir un curso sobre cómo ser
un buen testigo de Cristo. Pero recordemos que hay dos clases
de testigos: el falso y el verdadero. Cuando usted le dice a
alguien que Jesús salva, y guarda y satisface, ¿está usted
diciendo la verdad? Su respuesta será: "Por supuesto, esa es la
verdad". Pues sí, claro que lo es. ¿Pero es esa verdad una
realidad en su propia vida? ¿O es usted un testigo falso? Leamos
ahora el versículo 9 de este capítulo 14 de Proverbios:
"Los necios se burlan del pecado, pero entre los rectos hay
buena voluntad."
La frase Los necios se burlan del pecado, nos recuerda a
Jezabel, personaje tristemente célebre de la Biblia, cuya propia
vida fue una burla constante del pecado y la maldad, Nosotros
no debemos que tener nada que ver con tales personas. Y el
versículo 10 dice:
"El corazón conoce sus íntimas amarguras, y ningún extraño
comparte su alegría."
Cada corazón tiene una alegría o una amargura secreta, que
nadie puede compartir. Nadie. Podríamos tratar de compartir
esas vivencias, pero no seríamos comprendidos. El autor de
estos estudios, el profesor McGee contaba que en una ocasión
algunas personas le pidieron que les contara las experiencias
vividas en relación a su operación de cáncer. EL entonces les
contó que cuando se encontraba en el hospital, experimentó
como un renovado encuentro con el Señor, sintiendo Su
presencia de una forma real. Pero después de contarlo, él
percibió que no lo entendieron bien, o no lo apreciaron como
algo realmente importante. Entonces, más tarde pensó que esa
experiencia era como un secreto que no podía compartir con
nadie más. ¿Ha tenido usted alguna vez una experiencia
maravillosa y usted trató de contárselo a alguien, incluso a sus
seres queridos? Normalmente, uno queda defraudado al ver que
los demás no comparten la emoción, el sentimiento, o el interés
con que uno cuenta esas experiencias y las revive al contarlas.
Y, estimado oyente, hay algunas otras cosas que uno aprende
en la vida, que no puede compartir con los demás, y otras, sí las
puede compartir. Ahora, el versículo 12 dice:
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino
que lleva a la muerte."
Este es un versículo que debería colocarse en los lugares donde
se realizan sesiones de sectas supuestamente religiosas.
Algunas de ellas proyectan una imagen razonable y atractiva.
Hace poco un amigo nos preguntó: "¿por qué tal secta crece tan
rápidamente?" Le respondimos que su crecimiento se debía a
que apelaba a la vieja naturaleza humana, a la parte física, y les
dice a las personas lo que quieren oír, y que en el fondo son
buenas personas, y que si siguen ciertas reglas, tendrán éxito
en la vida. Pero recordemos la advertencia de este proverbio.
Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino
que lleva a la muerte. Y lo peor es la muerte espiritual. El final
consiste en una separación eterna de Dios. ¡Qué importante es
encontrarse en el camino recto! Recordemos las palabras de
Jesús en Juan 14:6, Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie
viene al Padre sino por mi. Leamos ahora los versículos 15 al 18
de Proverbios 14:
"El ingenuo todo lo cree; el prudente mide bien sus pasos. El
sabio teme y se aparta del mal; el insensato es insolente y
confiado. El que fácilmente se enoja comete locuras; y el
hombre perverso es aborrecido. Los ingenuos heredarán
necedad, mas los prudentes se coronarán de sabiduría."
El punto de vista general hoy es que un cristiano comprometido
con la Palabra de Dios es una persona que tiene un coeficiente
intelectual bajo, ingenua, y que se lo cree todo. Ahora, un
verdadero hijo de Dios en el día de hoy (y existe solo una clase
de hijo de Dios), no tiene una mentalidad simple en ese sentido.
No cree cada palabra que se le dice.
¿Ha notado usted que los apóstoles estaban constantemente
haciéndole preguntas al Señor Jesucristo? Uno de ellos, Tomás,
se destacó por sus preguntas. Y Simón Pedro también hizo
muchas presuntas: Por ejemplo, le preguntó: Señor, ¿por qué
no te puedo seguir ahora? Mi vida daré por ti. Y también Felipe,
un hombre muy callado, sin embargo le dijo a Jesús: Señor,
muéstranos el Padre y nos basta. "Eso es todo lo que
necesitamos". Y luego Judas, no el Iscariote, le dijo a Jesús:
Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al
mundo? Estas preguntas están registradas en Juan 13 y 14.
Realmente, aquellos hombres estaban siempre haciendo
preguntas.
Y si usted es un verdadero hijo de Dios no será un crédulo, que
se cree todo lo que oiga. La fe no es un salto en la oscuridad,
estimado oyente. Fe no es el arriesgar su vida por cualquier
causa. ((La fe no es como la definió una niña que dijo: "fe es
creer lo que usted sabe que no es")). La fe descansa sobre una
base sólida, y Dios dijo que si no era un fundamento sólido, que
no creyera. El ingenuo todo lo cree dice el proverbio, pero el
hombre de bien, aquel que es sabio y prudente, mide sus pasos,
es decir, que se fija por donde va, y comprueba todo lo que oye.
Esa es pues la característica del hombre prudente. El temor del
Señor le impulsa a comprobar la veracidad de lo que oye. No se
dejará engañar. No creerá todo lo que diga un predicador solo
porque lo diga él, sino que lo contrastará con la Palabra de Dios.
Y lo que nosotros decimos también se somete a la prueba, al
examen de la Palabra de Dios. Estimado oyente, no se crea todo
lo que oiga. Compruébelo con la Palabra de Dios. Ahora, en el
versículo 20 de este capítulo 14 de Proverbios leemos:
"El pobre resulta odioso aun a su amigo, pero muchos son los
que aman al rico."
¡Cuán cierto es esto! ¿Verdad? El que tiene pocos recursos
difícilmente puede aspirar a cargos de importancia. Y luego, el
versículo 21 dice:
"Peca el que menosprecia a su prójimo, pero el que tiene
misericordia de los pobres es dichoso"
¿Cómo se siente usted con respecto a aquellos que no pueden
devolverle un favor que usted les ha hecho? ¿Hace usted algo
por ellos? Esta es una pregunta crítica para que un cristiano se
evalúe a sí mismo, para comprobar el grado de compromiso que
tiene con su Señor. Y luego, el versículo 23 dice:
"Toda labor da su fruto; mas las vanas palabras empobrecen."
Hay algunas personas que simplemente hablan; nunca hacen
nada. Eso es todo lo que uno recibe de esas personas. El
quedarse solo en palabras lleva a una vida infructuosa. Ahora, el
versículo 24 dice:
"Las riquezas de los sabios son su corona; la insensatez de los
necios es locura."
Las riquezas aquí no son necesariamente riquezas materiales.
Hay muchas personas felices que son ricas, no en los recursos
materiales de esta vida, sino en aquellos valores que son
espirituales. Esta riqueza es la más importante de todas. Y el
versículo 25 dice:
"El testigo veraz salva las vidas; el falso dice mentiras."
Aquí recordamos que el Señor Jesucristo dijo: Si el ciego guía al
ciego ambos caerán en un hoyo. (Mt. 15:14) Y luego, el
versículo 27 de este capítulo 14 de Proverbios dice:
"El temor del Señor es manantial de vida que aparta de los
lazos de la muerte."
Este proverbio nos recuerda que la enseñanza del temor
reverente del Señor, con todas sus implicaciones prácticas, fue
el objetivo del Espíritu Santo a través de todo este libro de los
Proverbios. El versículo 30 dice:
"El corazón apacible es vida para el cuerpo; la envidia es
carcoma de los huesos."
¡Cuán cierta es esta afirmación! La envidia no solo privará al
cristiano de toda su alegría y relación de compañerismo y
comunión con el Señor, sino que también afectará al resto de su
ser, a la salud psíquica y a la salud física. Solo la acción del
Espíritu Santo, manifestada en una sumisión a Su control,
puede liberar al ser humano de esta pasión que destruye
nuestro ser, comenzando por la parte interior. Y el versículo 34
de este capítulo 14 de Proverbios dice:
"La justicia engrandece a la nación; el pecado es afrenta,
deshonra de las naciones."
Cómo nos hubiera gustado ver este versículo en el edificio de la
sede de las Naciones Unidas, en lugar de aquel en el que se dice
que las espadas se convertirán en arados. Esta esperanza de
paz y de destrucción de las armas de guerra, no se hará
realidad hasta que Cristo venga a reinar a la tierra. Y entonces
los seres humanos descubrirán que la justicia engrandece a la
nación. Pero en el día de hoy no lo creen. Es decir, están
buscando la paz y la justicia construida por seres en los cuales
habita de forma natural la injusticia y la maldad. De ahí, el
ímpetu incontenible de la carrera armamentista, y de los
esfuerzos enormes que personas guiadas por los más diversos
intereses hacen simplemente para controlarla. Es que, así como
las personas desconfían unas de otras en la lucha por la
supervivencia individual y familiar, las sociedades, las naciones
desconfían entre sí mientras buscan un aumento de su poderío
con el pretexto de defenderse de otras naciones. Además, hoy
los pueblos no creen realmente que la justicia los enaltezca.
Pero la historia da testimonio y prueba de ello. Las páginas de
esa historia nos muestran los restos, los escombros, las ruinas
de naciones e imperios que no siguieron este principio. ¿Quedan
aun dudas sobre los resultados de los proyectos humanos que
prescinden de Dios y Su justicia?
Verdaderamente, la situación actual del mundo y las
perspectivas futuras no hacen más que continuar confirmando la
frase que concluye este proverbio: el pecado es afrenta,
deshonra de las naciones. No olvidemos las palabras del Señor
Jesucristo, siempre actuales, en Mateo 6:33; Buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia.
Proverbios 15:1-33
Este capítulo, estimado oyente, contrasta la bondad y la
maldad, y enfatiza el papel de la lengua, y luego, del corazón.
Para comenzar este estudio, leamos el primer versículo, que nos
inicia al tema de
La lengua
"La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace
subir el furor."
Estamos seguros que al leer este proverbio uno recuerda dos
personajes bíblicos: Abigail y Nabal. Ya hemos visto varios
proverbios que se aplican a ellos. Abigail, una mujer muy
hermosa, una esposa amante. Y Nabal, su esposo, un insensato,
pero un hombre que tenía grandes riquezas.
Alguien ha escrito un libro llamado, "La Bella y La Bestia". Y es
la historia de Nabal y Abigail. O diríamos que Abigail era la Bella
y que Nabal era la Bestia. Recordemos que cuando Abigail oyó
que su esposo había enviado una respuesta insultante a David,
quien había cuidado sus rebaños con dedicación, hizo que sus
siervos prepararan apresuradamente una gran cantidad de
comida para David. Después salió a recibirle y se postró ante él.
Ella lo reconoció como el futuro rey diciéndole: tu vida será
atada al haz de los que viven delante del Señor tu Dios; esa fue
una hermosa forma de expresarle que su vida estaría protegida
por Dios. Ella dio una respuesta suave que aplacó la ira de
David. Y en este proverbio también se nos dice, pero la palabra
áspera hace subir el furor. Ese furor de David había sido
provocado por las palabras ásperas de Nabal.
Uno encuentra muchas ilustraciones de este principio al recorrer
las páginas de la Biblia. Y encontramos que el Señor Jesucristo
mismo usó el lenguaje más duro y severo de la Escritura en su
denuncia a los fariseos, en Mateo 23. Ahora, hay un momento
adecuado en el cual hay que decir las cosas como son, y el
Señor Jesús sin duda alguna pudo hacerlo. Pero observemos
que compasivo fue con aquellos que necesitaban la gracia de
Dios. A esa pobre mujer que había sido descubierta cometiendo
un pecado, le dijo: ni yo te condeno. Y añadió: vete y no peques
más. (Juan 8:11). ¡Qué bondadosas fueron Sus palabras! Así
que encontramos ilustraciones de este proverbio una y otra vez
en los relatos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Hay un
momento para pronunciar las palabras suaves, compasivas, y
hay también un momento cuando la respuesta tiene que ser
severa. El versículo 2 de este capítulo 15 dice:
"La lengua de los sabios adorna la sabiduría, pero la boca de los
necios dice sandeces."
Nuevamente nos encontramos aquí con los asuntos de la
lengua. Y quisiéramos repetir algo que ya hemos dicho
anteriormente, y es que en la Biblia se dice mucho más acerca
del abuso de la lengua, que del abuso del alcohol. Con esto no
queremos decir que estamos minimizando las consecuencias del
abuso del alcohol, A veces se señala con el dedo acusador a las
personas que son adictas a las drogas, pero se disculpa o tolera
al alcohólico, considerándole como una víctima de las
circunstancias, que necesita ayuda. ¡Y por cierto que lo es! La
Biblia condena la ebriedad, pero, incluso con mayor severidad,
condena los abusos y carácter destructivo de la lengua. Este
pequeño órgano del cuerpo le revelará a la gente lo que
realmente somos, y nos delatará. Ahora, el versículo 3 de este
capítulo 15 de Proverbios dice:
"Los ojos del Señor están en todo lugar, mirando a los malos y
a los buenos."
Usted puede mirar a la derecha y a la izquierda y llegar a la
conclusión de que nadie le está mirando. Sin embargo, estimado
oyente, Dios lo está observando.
Recordemos la ocasión en que Moisés vio a un egipcio
maltratando a uno de sus hermanos de raza que era un esclavo
y mirando a su alrededor, pensando erróneamente que nadie le
veía, mató al egipcio. Sin embargo, se olvidó de mirar hacia
arriba. Dios lo sabía. Y alguien más también le había visto.
Tenemos que darnos cuenta que su vida y la mía son como un
libro abierto ante Dios. Y lo que puede ser un pecado secreto
aquí en la tierra, es un escándalo abierto en el cielo.
Recordemos este proverbio. Los ojos del Señor están en todo
lugar, mirando a los malos y a los buenos. Luego tenemos el
versículo 4 que nos dice:
"La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella
es quebrantamiento de espíritu."
Nuevamente se nos menciona aquí la lengua, que nos puede
meter en muchos problemas, o también nos puede librar de
problemas o ayudarnos a salir de ellos. Puede ser una bendición
o puede ser una maldición para usted. El versículo 5 dice:
"El necio menosprecia el consejo de su padre; el prudente
acepta la corrección."
Ya hemos visto que se dice mucho en el libro de Proverbios
acerca de escuchar el consejo y la instrucción. Se ha dicho que
usted no puede decirle cualquier cosa a un insensato. Bueno,
usted puede decirle lo que quiera, pero no se lo podrá hacer
entender por la muy sencilla razón de que el no estará
escuchando consejos ni enseñanzas. Luego, en el versículo 6
leemos:
"En la casa del justo hay gran provisión, pero turbación hay en
las ganancias del malvado."
Este contraste no se refiere a las riquezas materiales. Esta
provisión y abundancia que hay en la casa del justo consiste en
vivencias tales como alegría, paz, amor, consuelo, compasión;
todas ellas tienen gran valor, son grandes tesoros en esta vida.
El contraste es con las ganancias del malvado, que consisten en
grandes problemas y turbación. Leamos el versículo 7:
"La boca de los sabios siembra sabiduría; no así el corazón de
los necios."
En este proverbio se cambia la palabra, de "lengua" a "boca" o
"labios", pero el significado sigue siendo el mismo. El sabio,
esparce, siembra sabiduría. Luego, el versículo 8, dice:
"El sacrificio que ofrecen los malvados es abominable para el
Señor; la oración de los rectos es su alegría"
Este es un principio fundamental. Los malvados no pueden
hacer el bien, ni pensar correctamente. Es imposible para ellos
hacerlo. Escuchemos lo que dice el versículo 26 de este mismo
capítulo 15: Abominación son para el Señor los pensamientos
del malo, pero las expresiones de los puros son limpias. El
Señor no soporta los pensamientos de los malvados, ni los
sacrificios que ofrece o obras que el realiza.
Y esa es la razón por la que son insoportables es esas personas
están mal, mal por dentro, y mal por fuera. Están en una mala
condición y todo lo que hacen, está mal. Por lo tanto, el
problema que tienen es que no han aprendido a acercarse a
Cristo en humildad, reconociendo su condición perdida, para
obtener la salvación. Alguien ha dicho: "Una persona que confía,
aunque sea en lo más mínimo, en sus obras para lograr la
salvación, es un alma perdida". Y eso es cierto, estimado
oyente. Dice este proverbio que hemos leído: el sacrificio que
ofrecen los malvados es abominable para el Señor. Una persona
puede ser religiosa. Quizás vaya a la iglesia y cumpla con ciertas
formalidades, pero en lo que respecta a Dios, eso no es
suficiente, no tiene valor. Es difícil entender por qué la gente
cree que realizando ciertos actos religiosos, ello les coloca en
una relación correcta con Dios. El corazón humano debe ser
cambiado. Dios realiza una decoración interior, antes de que El
pueda hacer una decoración exterior. Y Él no está interesado en
su decoración exterior, hasta que El lleve a cabo una obra de
decoración interior de su vida. Ahora, en el versículo 9 leemos:
"Abominable es para el Señor el camino del malvado; él ama al
que sigue la justicia."
Hemos visto lo que Dios piensa de los sacrificios ofrecidos por
los malvados, y de los pensamientos de los malvados; ahora
vemos que la conducta de los malvados también le resulta
insoportable al Señor. Pero El ama a la persona que vive una
vida recta, una vida de justicia. Recordemos que en 1ª Corintios
1:30 se nos dice que Dios ha hecho que Cristo sea nuestra
justificación. En el versículo 10 leemos:
"La disciplina severa es molesta al que deja el camino; el que
aborrece la reprensión morirá."
A ninguna persona le gusta que se le diga que ha cometido un
error. Hay algunos que no aceptarán ninguna clase de consejo o
reconvención. Después de haber considerado los problemas de
la lengua, leamos ahora el versículo 11, que comienza a
hablarnos de
El corazón
"El sepulcro y la destrucción están delante del Señor, ¡cuánto
más los corazones de los hombres!"
En relación con este proverbio, recordemos lo que dice Hebreos
4:13: Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las
cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a
quien tenemos que dar cuenta. Y Dios discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón. El mundo invisible,
que ninguno de nosotros ha visto, y sobre cuya existencia el
hombre del mundo no cree, está abierto ante Dios.
Solo Dios puede hacer que ese mundo invisible sea real para el
hijo de Dios, el cual le dará a él una perspectiva verdadera de
esta vida. El hombre que vive con la idea de que esta vida es
todo lo que existe, tiene un sistema de valores diferente al que
el hijo de Dios tiene, así como también, una lista diferente de
prioridades. Cuando hablamos con gente que no son hijos de
Dios, es importante comprender su perspectiva de la vida, para
entender como es su forma de pensar. Pero solo Dios puede
revelar lo que hay en el otro lado del mundo invisible. Usted y
yo no podemos hacerlo. Solo el Espíritu de Dios puede tomar las
cosas de Cristo y convertirlas en una realidad para nosotros y
para ellos.
Jesucristo anduvo en esta tierra de forma corporal hace más de
2000 años. Y Él cruzó por la puerta de la muerte y fue
resucitado al tercer día. Y por cuarenta días Él se reveló a Sus
discípulos. Y, luego, Él regresó a la gloria y nos envió el Espíritu
Santo. Y sólo el Espíritu de Dios, estimado oyente, puede hacer
que Él sea real para nosotros. Como dijo en Juan 16:15, el
Señor Jesucristo prometió: el tomará de lo mío y os lo hará
saber. Es muy importante que seamos conscientes de esta
realidad. Luego, en el versículo 13 de este capítulo 15 de
Proverbios, leemos:
"El corazón alegre embellece el rostro, pero el dolor del corazón
abate el espíritu."
Es bien sabido que la risa, el buen ánimo y la alegría en realidad
añaden algo positivo a la salud del hombre y también a la
duración de su vida. Traen a la vida a una dimensión
maravillosa que no puede estar allí si nosotros vivimos en
aflicción, amargados, y en el pesimismo, Avanzando algo más,
el versículo 14 dice:
"El corazón inteligente busca la sabiduría, pero la boca de los
necios se alimenta de necedades."
Aquí el escritor está enfatizando el corazón, antes que la cabeza
del ser humano. Está hablando no tanto de acumular ciertos
hechos, sino de discernimiento espiritual o, como alguien lo ha
expresado, de "un sentido común santificado". Y, estimado
oyente, usted sabe que hace mucha falta eso. Existe una gran
escasez en la tierra en el día de hoy, es decir, una enorme
carencia de ese discernimiento espiritual, Veamos ahora lo que
nos dicen los versículos 16 y 17 de este capítulo 15 de
Proverbios:
"Mejor es lo poco con el temor del Señor, que un gran tesoro
donde hay turbación. Mejor es comida de legumbres donde hay
amor, que de buey engordado donde hay odio."
Una buena ilustración de esto la podemos encontrar en la vida
de Daniel. Recordemos que, cuando era joven, él fue llevado
como esclavo a Babilonia. Él demostró tener una notable
capacidad, así que fue colocado con los hombres sabios para ser
entrenado para el servicio en el gobierno. Se le dispuso una
cierta dieta que él se negó a comer, porque estaba prohibida
por las leyes de Dios. En lugar de la misma, pidió una dieta de
cereales. Lo hizo por su temor reverente de la voluntad del
Señor. Él quería servir a Dios. ¡Y cómo honró Dios a aquel
hombre! Le convirtió en el primer ministro de Nabucodonosor, el
primer gobernante mundial. Cuando los Persas asumieron el
poder, Dios hizo nuevamente que Daniel se convirtiera en el
primer ministro de Ciro el Grande, segundo gobernante mundial.
Así es que Dios honró a su siervo. Y ahora, en el versículo 18 de
este capítulo 15, leemos:
"El hombre iracundo promueve contiendas; el que tarda en
airarse apacigua la rencilla."
Y eso nos refiere una vez más, al primer versículo que leímos en
este capítulo. La persona que es grosera y agresiva en su
manera de tratar a los demás siempre va a promover conflictos.
Sin embargo, también es cierto que la predicación de la Palabra
de Dios suscitará conflictos. Recordemos que el Señor Jesucristo
fue la persona más controversial que ha vivido en este mundo.
Allí donde se predique la verdad, los conflictos y discusiones
serán el resultado, porque habrá personas que no quieran
escucharla. Recordemos el ejemplo que pusimos, de que la
Palabra de Dios funciona como un detector especial, que si uno
lo pone frente a una congregación, usted puede saber quién es
un cristiano genuino y quién no.
En el campo, cuando uno sale a alimentar a los animales por la
noche, uno utiliza una luz o una linterna. En el momento en que
uno abre la puerta del granero, se ilumina su interior; entonces
puede ver que las ratas huyen para refugiarse en un lugar y las
aves que se encuentran posadas en el techo comienzan a
cantar. O sea que la luz produce dos efectos muy diferentes. Y
cuando la Palabra de Dios es predicada, usted verá que algunos
huyen buscando refugio y otros se alegran y demuestran su
alegría.
Recordemos que no tenemos que exagerar la ofensa que implica
la cruz, sino que debemos limitarlos a proclamarla. Ahora, el
versículo 20 de este capítulo 15 de Proverbios, nos dice:
"El hijo sabio alegra al padre; el hombre necio menosprecia a su
madre."
Y estimado oyente, el padre se jacta si su hijo tiene éxito en la
vida. Pero si él está fracasando, su actitud será diferente.
Leamos, ahora el versículo 23:
"El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a
su tiempo, ¡cuán buena es!"
Lo importante no es lo que uno dice sino cuando lo dice. A
veces, la palabra correcta pronunciada a tiempo da buen
resultado. Muchos de nosotros podríamos dar testimonio hoy
que la Palabra apropiada en el tiempo apropiado cambió todo el
curso de nuestras vidas. Y ahora, el versículo 26 dice:
"Abominables son para el Señor los pensamientos del malo,
pero las expresiones de los puros son limpias."
Ya hemos visto esto antes que los sacrificios de los malvados,
los caminos o la conducta del malvado y los pensamientos de
los malvados, resultan insoportables al Señor. El malvado tiene
que apartarse de sus malos caminos, y tiene que volverse hacia
Dios. Pasando ahora, al versículo 29 leemos:
"El Señor está lejos de los malvados, pero escucha la oración de
los justos."
El Apóstol Pedro escribió lo mismo. Dijo que Dios oye la oración,
y esto es interesante ? la oración de los justos. Pero Él cierra
sus oídos a la oración de los malvados (1Pedro 3:12). Dice el
versículos 30 de Proverbios 15:
"La luz de los ojos alegra el corazón; la buena noticia conforta
los huesos."
Una persona positiva eleva el ánimo. Esta es una realidad; la
buena salud emocional contribuye a la salud y al bienestar
físico. Finalmente leamos el versículo 33, último versículo de
Proverbios 15:
"El temor del Señor es enseñanza de sabiduría, y a la honra
precede la humildad."
La lección importante que las personas tienen que aprender es
acercarse a Dios con una actitud de humildad, para aprender de
Él. Todos necesitamos pasar por esa lección. Al recorrer la Biblia
con la ayuda del Espíritu Santo, tenemos un encuentro con la
Palabra de Dios, con el Dios de la Palabra, y con el Señor
Jesucristo.

Proverbios 16
Nos encontramos en una sección de gran riqueza e importancia,
en la cual encontramos frases cortas extraídas de una larga
experiencia, probadas en el crisol del tiempo y del sufrimiento;
palabras que se enriquecen y se hacen reales para nosotros por
el poder del Espíritu Santo. Los Proverbios son para todas las
épocas, aunque fueron escritos específicamente para un joven
que era un israelita que vivía bajo la ley de Moisés. Sin
embargo, se amplían y hablan a todos nuestros corazones de
una manera muy concreta; son aptos para ricos y pobres,
hombres y mujeres de todas las razas. Bueno, en el versículo 1
de este capítulo 16 que vamos a considerar hoy dice:
"Del hombre es hacer planes en el corazón; del Señor es poner
la respuesta en la lengua."
Creemos que tenemos un proverbio humano que puede ir
paralelamente junto con este, el cual dice: "El hombre propone
y Dios dispone". Otra versión lo traduce así: Los planes son del
hombre; la palabra final la tiene el Señor. Como dice la Palabra
de Dios en Jeremías 10:23, el hombre no es señor de su
camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
Usted y yo podemos planificar y arreglar las cosas, pero,
estimado oyente, cuando llega el tiempo de hablar o de actuar,
Dios es quien tiene la última palabra. De Él proviene la
respuesta. Nosotros podemos jactarnos mucho, pero solamente
Dios nos puede dar la respuesta final. El versículo 2 dice:
"Todos los caminos del hombre son limpios en su propia
opinión, pero el Señor es quien pesa los espíritus."
Habíamos visto la misma idea en el capítulo 14, versículo 12,
donde dice: Hay camino que al hombre le parece derecho; pero
es camino que lleva a la muerte.
Si usted ha estado en contacto con personas que están perdidas
y les ha hablado de su salvación, o si usted ha sido un
predicador o un maestro, usted sabe que, si ellas creen en Dios,
la respuesta que uno recibe la mayoría de las veces es: "Yo no
necesito ser salvo, yo estoy bien. Estoy dispuesto a presentarme
ante Dios. Soy una persona honesta". Si esas personas no creen
en Dios, usted recibirá una gran variedad de respuestas.
Incluso hay muchísimos cristianos que creen que su conducta es
perfecta delante de Dios. Todo este asunto lo encontramos
condensado en la Primera carta del apóstol Juan, capítulo 1,
versículo 7, donde dice: Pero si andamos en luz, como él está
en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de
Jesucristo, su hijo, nos limpia de todo pecado. Tenemos que
sostener el espejo de la Palabra de Dios y mirarnos en él; y nos
revelará cosas que no están muy bien, y que no estamos a la
altura de las normas de Dios. Quizá usted puede estar a la
altura de los requisitos de diversas organizaciones humanas, o a
la altura de lo que la iglesia, sus amigos, sus vecinos esperen de
usted e incluso, que le consideren una muy buena persona.
Pero, estimado oyente, cuando usted se vea a la luz de la
Palabra de Dios, entonces verá que tiene una necesidad, y que
hay ciertas manchas en su vida. Podrá comprobar que no llega a
alcanzar la gloria de Dios. Puede que usted se vea limpio según
su propia opinión, pero no es así ante la mirada de Dios. Dice 1
Juan 1:6, si decimos que tenemos comunión con Él y andamos
en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad: Y el apóstol
Juan se estaba dirigiendo a los creyentes. Creemos que hay
muchas personas que están hoy sentadas cómodamente en un
banco en la Iglesia, que cuando escuchan alguna indicación de
la Palabra de Dios, piensan que va dirigida a los demás, incluso
a personas concretas, porque ellas mismas no tienen nada que
corregir en su propia conducta. Y hasta se atreven a ocupar el
lugar de Dios juzgando a otros cristianos.
Así que la forma humana de pensar hace que a cada uno le
parezca bueno lo que hace, a cada uno le parece correcto su
proceder. Pero el Señor considera el espíritu de la persona. Dios
examina al individuo. ¿Ha visto usted alguna balanza que pese a
espíritus? Pues, la palabra de Dios cumple esa función. Es un
espejo. Y además es un conjunto de balanzas que le pesarán, y
le indicarán que usted no puede cumplir los requisitos que Dios
requiere, que no está a la altura de ellos.
Hay algunos que, cuando estudiamos la carta a los Gálatas,
quizás interpretaron que la ley mosaica no era buena para hoy,
que era inoperante. Pero lo que dijimos fue que la ley no podía
salvar. La ley es buena; Pablo dijo que era buena. Es un espejo.
Le revela a usted que se encuentra alejado de la presencia
gloriosa de Dios. Estimado oyente, si usted mira a la Ley de
Dios y aun sigue creyendo que usted está a la altura de lo que
ella requiere, entonces, usted aun no ha visto la Ley. Y usted no
sabe realmente lo que la Ley dice. La Ley requiere perfección, y
usted y yo no podemos producirla. Por lo tanto, necesitamos a
un Salvador. Esto es lo que la Ley hace; es un maestro que nos
conduce a Cristo. Lo toma a usted de la mano y lo lleva a la cruz
y le dice: "Amigo, lo que usted necesita es un Salvador". La ley
es buena, pero no le salvará, Si usted toma la posición escrita
aquí en Proverbios, de que todos los caminos del hombre son
limpios en su propia opinión;" aun frente a la Palabra de Dios
ante usted, entonces debemos decirle, estimado oyente, que no
hay peor ciego que el que no quiere ver, Porque hay que
recordar que el Señor evalúa el espíritu, la parte espiritual.
Ahora, el versículo 3 de este capítulo 16 dice:
"Encomienda al Señor tus obras y tus pensamientos serán
afirmados."
Esta palabra que encontramos aquí encomienda es una palabra
interesante. La podríamos considerar como "entregar". Podemos
entregar todos nuestros asuntos al Señor, y Él se hará cargo de
ellos. Eso es lo que sucede con la persona que descubre que ha
pecado; se da cuenta que su conciencia le está molestando.
Dios no está enojado con ella. Él llevó sus pecados. Luego
alguien le explica que necesita ser justificada por la fe y que así
podrá lograr paz con Dios. Así es que el pecador, entrega y
coloca sus pecados sobre Cristo. También puede dejar otras
cargas sobre El y disfrutar de la paz que El solo puede dar. Esto
es entonces lo que el cristiano puede hacer: encomendar al
Señor sus obras, dejarlas en las manos del Señor. Hay muchos
que nos escuchan en este momento que están muy ocupados
acerca del día de mañana, de la próxima semana, del año
próximo, y sobre el futuro en general. ¿Qué nos ocurrirá, y
cómo nos irán las cosas? Bueno, ¿por qué no entregar todo eso
al Señor? Bien, ahora el versículo 4 dice:
"Todas las cosas ha hecho el Señor para sus propios fines,
incluso al malvado, para el día malo."
Estimado oyente, aquí tenemos una medicina bastante fuerte.
Es como tomar una píldora que le enviará a uno de viaje. Un
viaje alucinante. Todas las cosas ha hecho el Señor para sí
mismo. ¿Se ha preguntado usted alguna vez por qué es salado
el océano? ¿Y por qué existe una marea? Usted podría
responder que es el resultado de ciertas leyes de la naturaleza.
Pero ¿quién hizo esas leyes? ¿Por qué es salado el océano? Es
porque Dios quiso que así fuera. El Señor Jesús fue el Creador y
Él quiso que todo ocurriera de esa manera. Ahora, alguien quizá
diga: "Bueno, lo de la sal en el mar es porque hay sal en la
tierra que se ha filtrado por el agua del océano. Y por cierto, y
en primer lugar, ¿quién puso la sal en la tierra?
No importa aquí su actitud hacia la evolución o por cuánto
tiempo la ha aceptado, finalmente usted llega a un lugar en el
cual alguien tuvo que hacer algo para que todo el acto creativo
comenzara. Y ¿sabe usted quién comenzó todo esto? Dios lo
hizo estimado oyente, y no sólo eso. El Señor ha creado todo
con un propósito.
¿Cuál es el propósito principal del hombre? Bueno, eso lo
aprendimos en un capítulo del catecismo hace mucho tiempo y
la respuesta es buena; El propósito principal del hombre es el de
glorificar a Dios y de disfrutarle para siempre. Ahora, no
interesa quién sea usted o dónde se encuentre, Dios lo ha
creado a usted para Su propia gloria. Ahora, quizá alguien va a
decirnos: "Y, ¿qué me dice entonces del que está tirado ebrio en
la calle? Y, ¿qué acerca del criminal? ¿Qué pasa con ese hombre
perdido? ¿Ha sido creado para la gloria de Dios? Esto es algo
bastante fuerte para asimilar, nos referimos a aceptar que todo
eso es para la gloria de Dios. Alguien nos puede decir: "A mí no
me gusta esa idea". No recordamos que Dios le haya
preguntado a usted alguna vez, estimado oyente, si le gustaba
esto o no.
Y, francamente hablando, hay ciertas cosas que yo no
comprendo, y podría hacerle algunas buenas sugerencias al
Señor. Pero el Señor me diría: "Yo no he hecho el universo para
ti. Este universo existe para Mí y tú existes para Mí. Y tú vas a
ser para Mi gloria, seas bueno o malo, seas perdido o salvado".
Dios está hoy logrando su propósito, amigo oyente. ¿No le
parece a usted que es hora de que usted se ponga a andar al
paso de Dios? Él es quien está a cargo de todas las cosas.
Hay muchas personas que quieren estar seguras de que estén
de acuerdo con la mayoría, con aquello que es popular, con
aquello que va a dar resultado. Estimado oyente, yo no sé cómo
van a resultar las cosas en este mundo, pero esto sí sé: al final,
todo va a ser para la gloria de Dios. Incluso el malvado para el
día malo, como dice este proverbio. Según el Salmo 76:10, Dios
hará que la furia del hombre se convierta en su alabanza.
¿Cómo va a lograrlo? No sabemos. Tendremos que esperar.
Algún día El nos lo mostrará. ¿Está usted dispuesto a confiar en
Él, a encomendarle a Él su camino y a andar paso a paso con
Él?
Lo más maravilloso es que Dios está haciendo funcionar este
universo según Su plan y Su propósito. Hay un refrán griego
que dice: "Los dados de los dioses están cargados". Y eso es
exactamente lo que Dios está diciendo en este proverbio, Le
guste o no, Dios le está diciendo a usted que no juegue con Él.
No actúe como si Él no existiera. Si usted actúa como si Él no
existiera, como si este fuera su universo, obrando a su propia
manera, El quiere que usted sepa que si juega con El, va a
perder. Porque éste es el universo de Dios y, utilizando el dicho
griego como ilustración, Él hace que los dados salgan de la
forma en que Él quiere que salgan, no de la manera que usted
espera que salgan. Así que la actitud que nos queda es
ponernos al paso con Dios en el camino de la vida.
Las Sagradas Escrituras dicen que el hombre que vive sin Dios
es un insensato, un necio. El Salmo 14:1 dice: Dice el necio en
su corazón: No hay Dios. (Sal. 14:1) Y Hebreos 11:6, dice:
Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que el
existe, y que recompensa a los que le buscan. Esto es como una
píldora difícil de tragar, algo muy difícil de creer y aceptar para
el hombre. Bueno, sigamos adelante en este libro de Proverbios
y observemos lo que nos dice este versículo 7 del capítulo 16
que estamos estudiando:
"Cuando los caminos del hombre son agradables al Señor, aun a
sus enemigos los pone en paz con él."
Tenemos varias opiniones en cuanto a este versículo. La
realidad es que hemos buscado lo que otros han dicho sobre él y
es muy interesante. ¿Quiere decir aquí que si su vida complace
al Señor entonces usted no va a tener un enemigo? Bueno, si
eso fuera cierto, entonces Dios no tendría ni un sólo enemigo,
pero sí tiene un enemigo.
Nuestra interpretación es que si sus caminos complacen al
Señor, entonces sus enemigos pueden aborrecerle; por cierto,
seguramente le aborrecerán. Lo interesante de esto es que,
cuando llega el momento de la verdad, sus enemigos admitirán
que Dios le está usando a usted. Esto es lo importante.
Y el versículo 11 de este capítulo 16 dice:
"Las balanzas y el peso justos son del Señor; obra suya son
todas las pesas de la bolsa."
Este es un proverbio para el carnicero, el panadero, y para
todos aquellos que venden pesando los artículos que venden. Y
el versículo 18 dice:
"Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la
altivez de espíritu."
Este proverbio lo tenemos subrayado en nuestra Biblia. Lo que
dice, tarde o temprano, se cumple inexorablemente, Ahora
leamos el versículo 19:
"Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir el
botín con los soberbios."
Aquí tenemos un ataque contra lo que Dios aborrece - el orgullo.
El orgullo está primero en la lista de cosas que Dios detesta
(Prov. 6:16-19). Eso fue lo que hizo caer a ese arcángel que hoy
conocemos como Satanás, o Lucifer, hijo de la mañana.
Probablemente era criatura más elevada que Dios haya creado,
hasta que se halló pecado en él. ¿Cuál fue su pecado? El orgullo.
Él trató de elevarse a sí mismo por encima de la posición que
ocupaba Dios, porque él era una criatura de gran importancia
que Dios había creado, y le había dado poder de libre albedrío,
de elegir libremente.
La libertad de elegir fue un arma muy peligrosa que Dios puso
en la mano de algunas de sus criaturas. Algunas de esas
criaturas siguen su instinto. Por ejemplo, podemos mencionar a
los gansos; estas aves se dirigen por instinto. Cuando llega el
invierno, abandonan los lugares del Canadá y vuelan hacia
América del Sur. Y durante el verano regresan al Canadá, y así
van de un lugar a otro. Hacen esto motivados por su instinto.
Pero el hombre tiene una voluntad libre. Un hombre podría
quedarse en cualquier país todo el tiempo que quisiera. Tiene
libertad de hacer cualquier cosa. Pero, cuando hay una voluntad
libre, también existe la posibilidad de que aparezca el orgullo y
la rebelión contra Dios.
Hay muchos personajes en las Sagradas Escrituras que ilustran
este asunto del orgullo. Esto fue lo que causó la ruina de Aman
en el reino de Ester. Y Absalón, ¡imaginémonosle rebelándose
contra su padre, David! Hay otros casos como Goliat, el gigante,
por ejemplo, presumía de su orgullo. Y el rey Acab, también
estaba lleno de orgullo. Ahora, el versículo 24 de este capítulo
16 dice:
"Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y
medicina para los huesos."
Aquí se habla de las palabras amables. A todos nos agrada
escuchar algo agradable. ¿No es cierto? .Cuando leemos los
periódicos siempre nos enteramos de malas noticias. Es una
pena que más personas no lean la Biblia, que es un libro que
está lleno de buenas noticias. Y en esto consiste precisamente el
Evangelio, en buenas noticias.
Además, deberíamos aprender a comunicarlo con palabras
amables ahora, en vez de tratar de decirlo en un lenguaje
florido cuando ya sea demasiado tarde. Ahora, el versículo 25
dice:
"Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino
que lleva a la muerte"
Seguramente usted recordará que hemos leído este proverbio
antes (en 14:12). Entonces, ¿por qué habrá sido repetido? Es
que el Señor no quiere que perdamos de vista este proverbio.
La repetición revela su importancia. Luego pasando al versículo
27, leemos:
"El hombre perverso cava en busca del mal; en sus labios hay
como una llama de fuego."
Probablemente todos conocemos a alguien que encaje con este
proverbio. Personas que transmiten chismes, a quienes les
gusta cotillear. ¿Y qué diremos del nivel espiritual de estas
personas? No las podemos juzgar. Pero tenemos que guardar
nuestra propia lengua y labios para que no hagan lo mismo.
Continuemos leyendo el versículo 28:
"El hombre perverso promueve contienda, y el chismoso separa
a los mejores amigos."
Anteriormente dijimos que algunas personas creen cualquier
cosa que se les susurre al oído. Y hay quienes se dedicar a ir por
ahí contando cosas, y separando amigos. Y el versículo 31 dice:
"La cabeza canosa es corona de gloria, y se encuentra en el
camino de la justicia."
Este es un buen lema para una persona anciana. Y el versículo
33, último de este capítulo 16 de Proverbios dice:
"Las suertes se echan en el regazo, pero la decisión es del
Señor."
Como pudimos leer en el libro de Ester, en su orgullo, Amán
echó suertes para determinar el día de la destrucción del pueblo
judío. Pero Dios intervino y liberó a Su Pueblo; y la fiesta judía
de Purim (que significa "suertes") es la celebración de aquel día
providencial.
Pero, nuevamente debemos repetir aquí que, como decían los
griegos, los dados de los dioses están cargados. No se puede
jugar con Dios. No juegue a la posibilidad de ganarle. Recuerde
que éste es el universo de Dios y El lo ha creado para Su gloria
y para el cumplimiento de Sus propósitos. Ahora, ¿quiere usted
cooperar y andar al paso de Dios o continuar en rebelión?
Recuerde, estimado oyente, que no será su voluntad, sino la
voluntad de Dios la que prevalecerá. Ah, qué hermoso sería que
usted y yo, en el camino de la vida, nos pusiéramos a andar al
paso de Dios, disfrutando de una relación de paz con El, siendo
justificados por la fe.

Proverbios 17:1-28
Estimado oyente, llegamos hoy, una vez más a este Libro de
Proverbios, y vamos a comenzar a considerar el capítulo 17.
En este capítulo queremos destacar una característica. Cada uno
de los versículos 1 al 20 está relacionado estrechamente o en
términos generales, con conflictos, o con la paz. Lo cual
confirma la vigencia de este libro de la Biblia, que retrató sin
mencionarlos a tantos personajes de las Sagradas Escrituras,
como a personas que nos rodean en la vida real y también, ¿Por
qué no decirlo? nos describen a nosotros mismos.
Avanzamos rápidamente en lo que nos correspondió considerar
en nuestro programa anterior, y probablemente sigamos
progresando de esa manera de aquí en adelante. En este
capítulo 17, leamos entonces el versículo 1:
"Mejor es un bocado seco y en paz que una casa de contiendas
llena de provisiones.
Este versículo es muy similar en la idea al Proverbios 15:17, que
decía Mejor es comida de legumbres donde hay amor, que de
buey engordado donde hay odio. La última parte del versículo
ilustra una escena de actividad religiosa, pero la actividad no
siempre denota el actuar de Dios. Una iglesia puede celebrar
muchas reuniones, tener una gran organización, y desarrollar
una gran cantidad de actividad, pero todas estas cosas pueden
causar mucha confusión y frustración.
Esto nos recuerda al profeta Elías en la corte de Acab y Jezabel.
Y seguramente había mucha actividad en aquel lugar,
incluyendo muchas prácticas religiosas, pero nada de ello estaba
relacionado con Dios. Elías se presentó allí para anunciar que no
iba a llover hasta que Dios lo dijera, y no estaba muy inclinado a
decirlo. Entonces él salió de la presencia del rey y se fue. Ahora,
¿adónde fue? Se dirigió lejos, hacia el arroyo de Querit, donde
pasó un largo tiempo con Dios. Dios le estaba preparando en la
quietud del desierto. A aquella situación se le podría aplicar la
primera parte de este proverbio "Mejor es un bocado seco, y en
paz".
Dios sacó a Moisés del palacio de Faraón, otra escena de gran
actividad y de organización religiosa y lo llevó al desierto de
Madián, y allí le instruyó preparándole para la misión que le
esperaba. Así que tanto Elías como Moisés tuvieron su "bocado
seco y en paz".
Es bueno a veces salir y aislarse, para reencontrarse con uno
mismo. Y esto es común en personas que tienen grandes
responsabilidades, y que experimentan a causa de ellas una
gran presión. El retirarse por un tiempo, ya breve o largo, para
descansar, relajarse, y pasar tiempo en oración y lectura de la
Biblia ante la presencia de Dios es de gran bendición. Leamos
ahora el versículo 2 de este capítulo 17:
"El siervo prudente se impondrá al hijo indigno, y con los
hermanos compartirá la herencia."
Un siervo fiel es mucho mejor que un hijo que no es fiel. Es
mejor tener un siervo en quien usted puede tener confianza,
que un hijo en el que no puede confiar.
Y también en el tiempo antiguo encontramos ejemplos;
recordemos a Abraham, y a su fiel siervo Eliécer, y a David y a
su hijo Absalón. Abraham le dijo al Señor que Eliécer era su
único heredero y que quería tener un hijo (Génesis 15:2). El
pensó que era mucho mejor tener un hijo, y Dios accedió a su
pedido. Pero si un hijo no resulta fiable, si va a ser como
Absalón, el hijo de David, que se rebeló abiertamente contra su
padre, entonces es mejor tener un siervo bueno y fiel. Y el rey
David tuvo varios hombres fieles que permanecieron a su lado.
Ahora, leamos el versículo 3 de este capítulo 17 de Proverbios,
que dice:
"El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el Señor
es quien prueba los corazones."
Para obtener plata pura, cuando se saca de la mina, hay que
ponerla en el crisol para que sea calentada hasta que se derrita,
para que puedan ser removidas las impurezas y entonces lo que
queda es la plata pura. Lo mismo se puede decir acerca del oro.
Uno lo coloca en el horno y todas las impurezas se quitan por
medio del fuego. Y el Señor Jesucristo pone a sus siervos en el
fuego, por así decirlo, para poder obtener cierto desarrollo de
ellos. Él prueba nuestros corazones para fortalecernos. El quiere
producir mejores hijos e hijas para poder utilizarlos.
Nosotros somos más valiosos para Dios que el oro o la plata. Por
lo tanto, no deberíamos desanimarnos cuando somos probados.
El Apóstol Pedro, dijo en su primera epístola capítulo 1,
versículos 6 y 7 lo siguiente: "Por lo cual vosotros os alegráis,
aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis
que ser afligidos en diversas pruebas, para que, sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual,
aunque perecedero, se prueba con fuego), sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo". Así
que Dios usa este método.
Dios tuvo cierto propósito al hacer pasar a Job por el horno de la
aflicción. Dios tuvo cierto propósito al dar a Pablo un aguijón en
su cuerpo. Dios tuvo un propósito al permitir ese periodo de
martirio que sufrió la iglesia ¿Sabía usted amigo oyente, que ese
período le dio forma a la Iglesia? ¿Y que la Iglesia nunca ha sido
tan rica espiritualmente como lo fue durante ese periodo?
Diríamos que hoy uno de los problemas que encontramos entre
los creyentes de algunos países es que viven en la sociedad de
la abundancia. Este fue uno de los problemas de Israel. Moisés
lo describió en Deuteronomio 32:15, que dice: Pero engordó
Jesurún, y tiró coces (engordaste, te cubriste de grasa);
entonces abandonó al Dios que lo hizo y menospreció la Roca de
su salvación. Nos tememos que muchos se encuentran hoy en
esta situación. Porque hay una gran diferencia entre engordar y
desarrollarse, incluso en el área espiritual. Hay creyentes que
tienen de todo, y sin embargo son quejosos, criticones.
Realmente, no son de ninguna ayuda para la causa de Cristo.
Así Dios tiene que poner a los creyentes que va a utilizar en el
horno, con el propósito de desarrollarlos, para poder después
utilizarlos.
En cierta ocasión alguien contaba que había orado al Señor
pidiéndole que Él le permitiera conocer al Señor Jesucristo
mejor, para poder así crecer en gracia, en el conocimiento de Él.
Ahora, ¿qué fue lo que hizo el Señor? Le permitió a esa persona
que contrajera el cáncer. Ahora, alguien quizá diga: "Bueno,
pero esa no es la forma de hacer las cosas" Sin embargo, amigo
oyente, esa es la forma en la que obra Dios en algunas
ocasiones. Hay veces que el Señor permite que nos acosen
ciertas enfermedades, y debemos decir que sabemos por qué
Dios lo hace. Él no lo hace porque quiera perjudicarnos. Dios lo
hace amigo oyente, porque quiere enseñarnos una lección. Y
Dios hace las cosas con amor, danto al mismo tiempo la
fortaleza espiritual para soportar la prueba.
Vamos a leer ahora el versículo 6, de este capítulo 17 de
Proverbios;
"Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus
padres."
Esta seguros que muchos apreciarán este proverbio. Es un
versículo para los abuelos. Dice aquí que la honra de los hijos
son sus padres. Ahora, los hijos siempre miran a sus padres. A
mí siempre me ha agradado que mis hijos me amen y me
respeten como padre. Y siempre he tenido la oportunidad de
comunicarme con ellos. Ellos, en muchas maneras reflejan el
temperamento que nosotros tenemos. Y cuando nuestros hijos
crecen, nos proveen los nietos que son lo que describe la
primera parte de este versículo 6: "Corona de los viejos son los
nietos". Ahora, hay veces que los abuelos pueden llegar a
ponerse un poquito pesados contando las cosas que hacen los
nietos.
Quizá usted ha escuchado la historia de un anciano que le decía
algo a otro viejito: "Oiga: ¿le he contado a usted alguna vez
acerca de mi nieto y le he mostrado las fotos que tengo de él?"
A lo cual, el otro anciano respondió: "No, usted no lo ha hecho y
por ello le estoy muy agradecido". Bueno, amigo oyente, la
primera parte del versículo 6 dice, y lo vamos a repetir otra vez:
"Corona de los viejos son los nietos". Este versículo es
maravilloso ya que los miembros de diferentes generaciones
refuerzan la unidad familiar. El hijo mira hacia el padre, pero el
abuelo mira hacia el nieto. Allí es donde está el centro mismo
del afecto. Veamos ahora lo que dice el versículo 10, de este
capítulo 117:
"La reprensión aprovecha al inteligente más que cien azotes al
necio."
Alguien quizás diga: "Mire usted, aquel creyente, es una
persona buena, encantadora, un fiel hijo de Dios y mire los
problemas que tiene". Dios reprueba a los suyos, a veces,
enviándoles problemas o aflicción. Dios los está preparando,
porque son hombres y mujeres sabios. Y los sabios, escuchan la
reprensión.
El necio, el insensato, no escucha la reprensión. Es obstinado.
Incluso aunque Dios le diera cien azotes, ello no le haría ningún
bien. Cuando usted vea a alguna persona malvada que
prospera, la razón de su situación puede deberse a que no
importa lo que Dios le haga, ella no cambiaría. Recordemos que
el Señor Jesucristo dijo acerca de ese hombre rico que se
enriquecía cada día más, y que decía que iba a derribar sus
graneros para edificar otros nuevos y mayores para guardar sus
cosechas, porque estaba prosperando y necesitaba más espacio
para almacenar el grano. Y debemos decir, estimado oyente,
que no había nada malo en edificar nuevos graneros. El
problema de él era ser un insensato, un necio. Y no porque lo
digamos nosotros. El Señor Jesucristo mismo lo dijo. ¿Por qué?
Porque este hombre no estaba haciendo ningún preparativo
para la eternidad, no se estaba preocupando por su alma, y si el
Señor lo hubiera castigado solo un poco, nada en él habría
cambiado. Durante el período de la Gran Tribulación, ese
sufrimiento y juicio tremendo por el cual pasará el mundo,
mucha gente sufrirá tanto que se morderán su propia lengua.
Pero, ¿cree usted que acudirán a Dios? No, estimado oyente.
Esta gente no va a volverse a Dios. ¿Por qué? Como bien dice el
último proverbio que hemos leído, cien azotes no causarán
ningún efecto a un necio, a un obstinado.
Es por eso que decimos una y otra vez, que hay algo malo en
cuanto a la filosofía de las prisiones en el día de hoy. Las
prisiones no han sido establecidas con el propósito de
desarrollar los hombres y de hacerlos regresar a la sociedad.
Eso quizás tenga sentido en cierto lugar. Pero ese no es el
propósito central de una prisión. El propósito es el del castigo.
Ahora, tampoco es el de la disciplina. La disciplina es para los
niños, para su propio hijo. Pero el castigo es para aquellos que
han cometido un crimen. Nosotros tenemos una noción
equivocada en cuanto a esto en el día de hoy.))) Pero, bien,
sigamos adelante. Destaquemos algunos versículos que son
importantes. Pasemos ahora al versículo 16:
"¿De qué sirve el dinero en la mano del necio para comprar
sabiduría, si no tiene entendimiento?"
Hay muchos jóvenes estudiantes que van a la universidad
simplemente porque sus padres tienen dinero. Y la verdad es
que nunca deberían haber ido a la universidad, ya que su
corazón no está en esas cosas; No es que estos jóvenes no sean
capaces de aprobar esos cursos sino que no quieren hacerlo, no
tienen una motivación para someterse a la disciplina de
estudiar. Veamos ahora, lo que dice aquí el versículo 17 de este
capítulo 17 de Proverbios que estamos considerando:
"En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo
de angustia."
Este proverbio nos recuerda a Jonatán, que tuvo una gran
amistad con David. Y así como el proverbio dice en todo tiempo
ama el amigo Jonatán amó a David cuando éste estaba
interpretando su música, en el palacio, y también cuando estaba
escondiéndose para salvar su vida, tratando de escapar del rey
Saul. Aunque Jonatán era el hijo de Saul y heredero al trono,
fue un leal amigo de David.
Y ¡qué cosa más maravillosa es poder tener un amigo así! Si
alguien no te ama en todos los momentos o circunstancias, esa
persona no es tu amigo, tu amiga. Una de las desilusiones de la
vida es tener a alguien que te profese su cariño y afecto, cuando
llega el momento de la verdad, cuando las cosas no van bien,
uno descubre que realmente ese cariño no existía; y esa
persona era como un Judas Iscariote o un Absalón, porque nos
ha traicionado. Ahora, pasando al versículo 21 de este capítulo
17, leemos:
"El que engendra a un insensato, para su tristeza lo engendra;
el padre del necio no tiene alegría."
Esta idea se ha repetido varias veces en los Proverbios. Aquel
padre que tiene un hijo que está progresando mucho, se siente
alegre, satisfecho. Habla constantemente de su hijo. Por el
contrario, si el muchacho no ha resultado muy bueno, el padre
prefiere permanecer en silencio y nadie sabe nada del hijo. Y,
ahora, el versículo 22 dice:
"El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste
seca los huesos."
Hay muchas personas que están enfermas con una enfermedad
del corazón. Pero no se trata de un problema cardíaco. Es una
enfermedad no física que afecta a los sentimientos, y produce
falta de alegría. Y esto es una realidad en la vida de muchos
creyentes en la actualidad.
"El corazón alegre", dice aquí. Estimado oyente, Dios quiere que
usted tenga un corazón feliz, que lo pase bien. Nuestra vida de
relación con la iglesia debería ser una experiencia feliz.
Deberíamos disfrutar de esa alegría cuando vamos a la iglesia y
alabamos al Señor. Simplemente somos rígidos, duros, y poco
naturales cuando nos encontramos en la iglesia.
Leamos ahora el versículo 23 de Proverbios 17:
"El malvado acepta en secreto el soborno para pervertir las
sendas de la justicia."
Como vemos, en este libro se mencionan todas las formas de
corrupción, el cual es un tema de palpitante actualidad. Aquí se
habla del soborno. Y como sabemos, en nuestra época hay
muchas formas encubiertas de practicarlo. Finalmente, leamos
ahora el versículos 27 de este capítulo 17 de Proverbios.
"El que ahorra palabras tiene sabiduría; prudente de espíritu es
el hombre inteligente."
Otra versión del versículo 27 lo traduce así: "El que es
entendido refrena sus palabras; el que es prudente controla sus
impulsos". Y otra versión, destacando otros aspectos dice. "Es
de sabios hablar poco, y de inteligentes mantener la calma".
Realmente, aquel que se ha acercado al Señor Jesucristo y le ha
recibido como su Salvador, ha entrado en contacto con la
sabiduría de Dios. Recordemos que en 1ª Corintios 1:30, como
ya mencionamos en otro programa, Dios ha hecho a Cristo
nuestra sabiduría. Dios le muestra al creyente Su voluntad por
medio de Su Espíritu y el Espíritu le va controlando para
adecuarlo al propósito para el que fue creado. O sea que el
"sabio" "prudente" e "inteligente" del versículo 27, es una
persona que ha adecuado su paso por el sendero de esta vida,
al paso de Dios. Es una persona que paulatinamente va
aprendiendo a ver al mundo como Dios lo ve. En medio de las
situaciones más tensas a las que pueda verse sometido, a nivel
personal, consigo mismo, en la vida de relación con otras
personas, y por las circunstancias de trabajo, puede mantener
una actitud sabia y prudente, actitud que se manifiesta también
al depender de la voluntad de Dios para tomar las decisiones
más importantes de la vida. Leamos ahora el versículo 28,
último versículo de este capítulo 17 del libro de los Proverbios:
"Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra
sus labios es inteligente"
Otra versión de este proverbio lo traduce así: "Hasta un necio
pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente si
cierra la boca". Este versículo tiene una chispa de humor. Nos
está diciendo que a las personas descritas como necias,
insensatas, les compensa tener la boca cerrada. El problema es
que a estas personas generalmente les cuesta mucho trabajo
callar y guardar silencio.
El Señor Jesús, en un incidente relatado en Mateo 12, se
expresó con gran severidad contra los fariseos. En una ocasión,
en que le habían provocado con una pregunta, el leyó sus
pensamientos y, entre otras cosas les dijo: ¿Cómo podéis hablar
lo bueno, siendo malos?, porque de la abundancia del corazón
habla la boca. Por ese motivo, en tiempos en que las personas
consideran su apariencia exterior, su aspecto y su forma física,
como algo de gran importancia, que requiere atención y
disciplina, Dios examina el interior de los seres humanos, lo que
la Biblia llama "el corazón". Y estimado oyente, el quiere
transformar ese corazón por la obra del Espíritu Santo, en
aquellos que estén dispuestos a acercarse a Él, reconociendo su
profunda necesidad espiritual, para recibir el don de la salvación
que Dios mismo proveyó al enviar a Jesucristo a morir en una
cruz. El quiere transformar a una persona por dentro, sabiendo
que de la abundancia de ese corazón transformado brotará una
vida de hermosos frutos, una vida abundante, una vida de
calidad, que se proyectará después de esta vida, en la vida
eterna.

Proverbios 18:1-24
Continuamos hoy, estimado oyente viajando por este Libro de
Proverbios, y llegamos al capítulo 18. Pensamos que este joven
que ha entrado a la escuela de la sabiduría está progresando
adecuadamente. Y sería deseable que nosotros también
estemos acompañándole en el aprendizaje de muchas verdades
espirituales que se encuentran en estos Proverbios. Ahora, en el
versículo 1 del capítulo 18 que vamos a considerar hoy, dice:
"Su propio deseo busca el que se aparta y se entremete en todo
negocio."
Permítanos expresar este versículo de otra manera y creemos
que será de ayuda. "El hombre que se ha aislado para su propio
placer, se enfurece contra toda sana sabiduría". Y otra versión lo
traduce así: "El egoísta busca su propio bien; contra todo sano
juicio se rebela". Lo importante aquí es el tema de la
separación. Esta es la clase equivocada, digamos, de
separación. La gran división de la familia humana es entre las
personas salvas y las perdidas. Estas son las divisiones que Dios
ve. El no hace divisiones como nosotros las hacemos, en
categorías, por ejemplo, raciales. Ahora, hay que reconocer que
la Biblia enseña una separación de la gente que se salva y de la
que se pierde. En 2 Corintios 6:17, leemos: Por lo cual, "Salid
de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo
impuro; y yo os recibiré" Dios ha dejado bien en claro que Su
pueblo ha de separarse de todo aquello que sea impuro. El se
estaba refiriendo particularmente a la idolatría, la inmoralidad, y
a las conversaciones obscenas de los no creyentes. Debe haber,
pues, una separación de estas acciones. Por cierto, tiene que
haber una verdadera separación, una separación del mal. Y esto
es importante. Hay muchas personas salvas que enfatizan la
separación y forman sus propios grupos que practican una
forma errónea de separación. Ellos establecen sus propios
pequeños mandamientos, que no se encuentran realmente en la
Biblia. Pero estos creyentes los siguen y creen que deberían
separarse de otros creyentes, pensando que esta actitud les
convierte en un pueblo especial ante la mirada del Señor. Se
creen superiores. Pero generalmente no lo son. Más bien,
manifiestan muchas evidencias de la vieja naturaleza humana
carnal actuando en sus vidas. Esta es una clase equivocada de
separación.
Ahora, existe otro grupo que enfatiza fuertemente la separación,
y sus componentes se encuentran entre los que no son salvos.
Encontramos que de eso es de lo que se habla aquí en este
proverbio. Aquí se trata de un hombre que se ha apartado a sí
mismo para su propio placer. No está dispuesto a escuchar nada
que sea sabio. El apóstol Judas habló de esta gente como
apóstatas y dijo en el versículo 19 de su carta: "Estos son los
que causan divisiones; viven sensualmente y no tienen al
Espíritu". Lo que ellos hacen es apartarse de cualquier grupo de
personas, o de algún individuo que los pueda reprender, y
comienzan su propio grupo pequeño y adoptan actitudes que les
conviertan en personas muy detestables. Y por lo general son
apóstatas: se apartan a sí mismos de la verdad. Por cierto que
esta clase de personas causa mucho dolor en los círculos en que
actúan. Ahora, en el versículo 2 de este capítulo 18, podemos
leer lo siguiente:
"No se complace el necio en la inteligencia, sino en manifestar
su propia opinión."
Esto es algo que ya hemos visto antes. Pero, este profesor del
cual ya hemos hecho mención, y quien nos ha enviado una
colección de Proverbios contemporáneos que son muy
interesantes, nos menciona entre otros el siguiente: "Si me
detengo a pensar antes de hablar, no tendré que preocuparme
después de lo que he dicho antes". Y esto, estimado oyente, es
cierto. Ahora, en el versículo 3 de este capítulo 18 de
Proverbios, continuamos leyendo:
"Con el malvado viene también el menosprecio, y con el que
deshonra, la afrenta."
Esta clase de gente en el día de hoy trae mucho pesar al
mundo. En realidad, todo lo que aquí se menciona es así.
Nuevamente queremos mencionar otro de los Proverbios que
nos envió este profesor, que hemos mencionado antes, que
dice: "Hay personas que causan felicidad donde quiera que
vayan; otros, cuando se van". Y creemos que ese es un
Proverbio muy actual. Luego, en el versículo 4, tenemos lo
siguiente:
"Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y
arroyo que rebosa es la fuente de la sabiduría."
Cada verdadero creyente tiene en sí mismo morando al Espíritu
Santo. Recordemos que el Señor Jesucristo se puso en pie en el
templo, cuando el agua estaba siendo derramada en la fiesta de
los tabernáculos y dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba". (Juan 7:37) Y luego continuó diciendo: "El que cree en
mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua
viva". (Juan 7:38) Luego, Juan interpretó estas palabras para
nosotros y dijo: "Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los
que creyeran en él, pues aun no había venido el Espíritu Santo,
porque Jesús no había sido aun glorificado". (Juan 7:39) El hijo
de Dios tendría que aprender a hablar en el poder del Espíritu
Santo. Esto es muy importante al presentar la Palabra de Dios y
al hablar a los demás acerca de las cosas de Dios. Luego, el
versículo 5 de este capítulo 18, dice:
"Tener respeto a la persona del malvado para pervertir el
derecho del justo, no es bueno."
No trate de llegar a un arreglo con una persona mala o que no
tiene principios para perjudicar o dejar de lado los derechos de
una persona justa. Esto se puede aplicar a cada uno
individualmente, así como también a cada país como nación.
Estos son grandes Proverbios, que son muy prácticos, y que
pueden ser aplicados de forma directa a nuestras actividades
diarias. Se nos dice en los versículos 6 al 8, de este capítulo 18:
"Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes
llama. La boca del necio le acarrea quebranto; sus labios son
trampas para su propia vida. Las palabras del chismoso son
como bocados suaves que penetran hasta las entrañas."
Aquí se reconoce que las palabras del chismoso, del que susurra
comentarios en los oídos de los demás, son como bocados
delicados que penetran en lo profundo del alma. Recordemos
que el Señor Jesús nos ha dicho que no debíamos llamar a nadie
"necio" ni insultar a nadie. Sin embargo Dios llama necias a
ciertas personas porque las conoce.
Aquí también encontramos otra vez el reconocimiento de que el
necio o insensato es una fuente de problemas. Es la persona
que siempre está provocando conflictos, pronunciando quejas y
encontrando fallos en los demás.
Permítanos ahora presentar otro de esos Proverbios
contemporáneos que nos envió un profesor. Creemos que este
es apropiado para los proverbios que acabamos de leer. "Sea
considerado con los demás. La mayoría de la gente sabe cómo
expresar una queja, pero pocos son los que pueden dirigir una
frase de cortesía, felicitación o estímulo. Muy pocas veces se le
agradece a la abeja por hacer la miel; pero se la critica mucho
por su picadura". Esto es cierto.
Y quisiéramos ahora seguir adelante con el versículo 10 de este
capítulo 18 de Proverbios, que dice lo siguiente:
"Fuerte torre es el nombre de Jehová; a ella corre el justo y se
siente seguro."
Ahora, el nombre de Jehová es también el nombre del Señor
Jesucristo, EL fue llamado Jesús porque Él ha salva a Su pueblo
de sus pecados. y Él es llamado Cristo porque Él es el Ungido. Él
es el Señor de nuestra vida y nuestra salvación. El Señor
Jesucristo es Torre Fuerte, inexpugnable. A Él puede dirigirse
usted y entonces se encontrará completamente seguro. Este es
un proverbio que muchos han usado al hablar a los niños, y
muchos de nosotros lo hemos aplicado lo hemos aplicado a
nuestra experiencia personal y lo hemos encontrado muy
efectivo. Es que nos habla sobre seguridad y nos recuerda que
nadie puede arrebatarnos de las manos del Señor. Este
versículo, pues, nos ofrece una imagen consoladora. Luego, en
el versículo 11, podemos leer:
"Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; como un muro
defensivo se las imagina."
Hay diferencias básicas entre Israel y la iglesia, que tendríamos
que reconocer. La riqueza material fue una de las promesas de
Dios a Su pueblo Israel, pero El no nos prometió a nosotros esas
riquezas. Dios les prometió a ellos abundancia y cumplió Su
Palabra. Y también les dijo que les retiraría su riqueza como un
acto de juicio. La iglesia no es una continuación de Israel, no es
el grado siguiente por encima del judaísmo. Uno puede hacer
una comparación, por supuesto, y encontrará muchas
semejanzas. Los contrastes, sin embargo, son mayores. A la
iglesia no se le han prometido bendiciones materiales. A los
creyentes, Dios nos ha bendecido en las regiones celestiales con
toda bendición espiritual en Cristo (Efesios 1:3). Ahora el hijo de
Dios necesita ser fortificado. Necesita introducirse en esa torre
fortificada. Necesita estar en la ciudad fortificada, protegida por
una alta muralla alrededor. ¿Y cuál es ese muro? Bien, es la
Palabra de Dios, el conocimiento de la Palabra de Dios. Lo que
nosotros debemos reconocer es que estamos hoy viviendo en
una época difícil y estamos siendo probados. ¡Cuán importante
es el conocimiento de la Palabra de Dios! No se trata de
sustituirla por cursillos que enseñen sobre como testificar de la
fe, o de cómo tener un hogar feliz. Estos cursillos tienen su
valor, pero al dirigirse con la necesaria brevedad a temas
puntuales, solo abarcan la parte superficial de los temas, En
realidad, no existe nada que pueda sustituir la acción de
profundizar en la Biblia, como los excavadores que penetran en
las profundidades de la tierra para encontrar los minerales
`preciosos. Es necesario aprender a leer la Palabra de Dios. Si
en una primera lectura usted no entiende algo, léalo otra vez. Y
si en una tercera lectura aun hay cosas que no comprende,
entonces algo anda mal y usted puede dirigirse al Señor en
oración para exponerle sus dudas. Pídale que EL le ayude. El
espíritu de Dios es nuestro maestro. Podemos decirle esto con
convicción porque El nunca nos ha defraudado en este asunto
de entender Su Palabra. Siguiendo ahora, con este capítulo 18
de Proverbios, leemos el versículo 13, que dice:
"Al que responde sin haber escuchado, la palabra le es fatuidad
y vergüenza."
Hay muchas personas que, con frecuencia, tratan hoy de juzgar
a ciertas otras personas aún cuando ellos no conocen a la
persona, al problema o la situación en la que esa persona se
encuentra. ¡Cuán importante es conocer todos los factores antes
de expresar una opinión! Ahora, el versículo 14 dice:
"El ánimo del hombre le sostendrá en su enfermedad, pero
¿quién sostendrá a un ánimo angustiado"
Estimado oyente, usted puede fracturarse una pierna y
recuperarse de ello, superando esa circunstancia. Pero si su
espíritu está quebrantado, entonces usted mismo está
completamente quebrantado. Y sólo Dios puede animarle a
usted a recuperarse de esa situación. Recordemos que en el
tiempo en que Nehemías era el gobernador del pueblo de Israel,
e incluso después de haber reedificado las murallas, los
israelitas aun no habían escuchado la voz de Dios. Cuando la
Palabra de Dios les fue leída, fueron conscientes de cuanto se
habían alejado de Dios y entonces comenzaron entonces a
llorar. Y Nehemías les dijo, como podemos ver en Nehemías
8:10, No os entristezcáis, porque el gozo del Señor es vuestra
fuerza. ¡Cuán importante es que sepamos que la alegría del
Señor es la fuente de nuestra fortaleza! Recordamos haber visto
en el despacho de un pastor de una iglesia, el siguiente lema
colocado en la pared: "La alegría es la bandera que ondea en el
corazón cuando el Maestro está residiendo en él". Cuando el
Señor Jesucristo llega a ser la primera elección de su vida,
cuando se convierte en la principal prioridad, entonces,
estimado oyente, usted no va a tener el espíritu quebrantado
del cual se escucha hablar tanto en el día de hoy. Dele a Dios la
preferencia". Dele de su tiempo, de su esfuerzo, de sus
pensamientos, de su compañerismo y de su dinero, y luego verá
lo que ocurre. ¿Ha probado usted eso alguna vez? Leamos ahora
el versículo 16 de este capítulo 18 de Proverbios:
"Los regalos de un hombre le abren el camino que lleva a la
presencia de los grandes."
Esperamos que usted estimado oyente, tenga a este Proverbio
bien en cuenta. Algunos críticos han comparado este versículo
con Proverbios 25:14, y lo han destacado como una aparente
contradicción en la Biblia; sin embargo, cuando lleguemos a ese
capítulo, veremos que se trata de u contraste y que de ninguna
manera es una contradicción.
Este versículo habla de dones y, como hemos mencionado en
estudios anteriores, creemos que cada creyente en Cristo tiene
un don. Bien, leamos ahora el versículo 21 de este capítulo 18
de Proverbios:
"La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama,
comerá de sus frutos."
Pensemos en esto. La muerte y la vida están en poder de la
lengua. Su lengua puede ser usada para proclamar el Evangelio,
ý esta acción traerá vida. También la lengua puede ser usada
para decir cosas que aparten a la gente de Dios; y eso la
convierte en un instrumento de muerte. Este pequeño órgano
del cuerpo es el arma más potente y peligrosa del mundo, La
Biblia tiene mucho que decir sobre la lengua, y encontramos
este tema muy desarrollado en el libro de Proverbios. Pero
leamos ahora el siguiente versículo, el versículo 22 de
Proverbios, capítulo 18:
"El que encuentra esposa encuentra el bien y alcanza la
benevolencia del Señor."
Muchas veces no he podido evitar el sonreír ante el hecho de
que estos 2 versículos estén uno al lado del otro en la Biblia. El
Espíritu Santo los ha colocado juntos. La lengua se usa cuando
un hombre propone matrimonio a una mujer, y esa es la
manera adecuada de hacerlo. Y recordemos aquí que la muerte
y la vida están en poder de la lengua. Quizá después de un
tiempo algunos habrán deseado haberse mordido la lengua
antes de formular esta pregunta, que quizás les habrá resultado
fatal. Pero otros, seguramente, conservarán un grato recuerdo
del momento en el que hicieron la pregunta que cambiaría para
bien el curso de sus vidas, vidas que previamente habían
encomendado al cuidado y protección del Señor. Porque el
proverbio del versículo 18 nos recuerda que el que halla esposa
halla el bien, y alcanza la benevolencia del Señor. Y esa ha sido
la experiencia de muchos hogares, que Dios ha bendecido con
Su presencia, Y en el versículo 24, que es el último versículo de
este capítulo 18, leemos:
"El hombre que tiene amigos debe ser amistoso, y amigos hay
más unidos que un hermano."
Bueno, usted seguramente ya sabe que si tiene amigos, tendrá
que honrar esa amistad mostrándose amistoso, correspondiendo
a ese sentimiento de cariño. Por cierto, no estaría demás
plantear una pregunta: ¿es usted amigo de sus amigos? Porque
a veces damos por sentado que los demás tienen que ser
amigos nuestros, independientemente de nuestra actitud hacia
ellos.
Dice aquí y amigos hay más unidos que un hermano. Y, ¿sabe
usted quien es él? Bueno, Él es el está más unido a usted de lo
que puede estar un hermano. Él es Jesús, y El dijo "Vosotros
sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando". (Juan 15:14) A
veces cantamos verdades Bíblicas que no vivimos como, por
ejemplo, canciones en cuya letra al cantar decimos que Jesús es
nuestro amigo. Pero en esos casos cada uno de nosotros
debería preguntarse: "¿estoy obedeciendo Sus mandamientos?"
Porque Jesús puso esa condición a nuestra amistad con Él
cuando dijo, vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os
mando. Si usted o yo no le estamos obedeciendo, entonces
tendremos que examinarnos en qué le hemos fallado, porque lo
que estamos cantando no refleja nuestra realidad personal y tal
amistad con Jesús, entonces, no existe, y si existía, se ha
distanciado.
Pero Jesús es un amigo más cercano y más fiel que un
hermano. Él es nuestro Salvador. Él nos amó hasta tal punto
que se entregó para morir por nosotros, Y El es el que nos dijo
en Mateo 28:20, Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Y también nos dijo en Hebreos 13:5: No te
desampararé ni te dejaré. Y además, nos ha dado la siguiente
promesa, en Juan 14:3: 3Y si me voy y os preparo lugar, vendré
otra vez para llevaros conmigo, para que donde yo esté,
vosotros también estéis. Estimado oyente, no hay nada que
usted pueda hacer para mejorar esa clase de arreglo. Si usted
ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador, usted
tiene, como yo, un amigo más cercano y más fiel que un
hermano.

Proverbios 19:1-29
Llegamos hoy, estimado oyente, en nuestro recorrido por este
Libro de Proverbios, al capítulo 19. Y vamos a comenzar leyendo
el primer versículo:
"Mejor es el pobre que camina en integridad que el fatuo de
labios perversos."
El Señor nos ha prohibido llamar a alguna persona necia o fatua,
pero el Espíritu de Dios realmente ha venido usando esa
palabra. Aparentemente, hay muchas personas así en la familia
humana. Ahora, los versículos 2 y 3 dicen:
"El alma sin ciencia no es buena, y aquel que se precipita, peca.
La insensatez del hombre tuerce su camino y luego se irrita su
corazón contra el Señor."
En todos estos proverbios podemos observar un paralelismo
antitético o por contraste. Aquí tenemos un contraste entre
aquellos que son los hijos de Dios y aquellos que no lo son. Los
unos están en el sendero de la verdad; y a los otros, en el
sendero de la voluntad propia y la ignorancia, Dios los llama
necios o insensatos.
Estamos seguros que usted habrá escuchado un Proverbio
secular que dice que "donde la ignorancia es bendición, es una
tontería el ser sabio". Bien, ese es un Proverbio falso. Y hay a
veces personas, incluso gente que colabora en iglesias, que se
enorgullecen de su ignorancia de la Biblia.
Permítanos mencionar otro de esos dichos o Proverbios que nos
envió ese profesor del cual hemos hablado anteriormente, y que
dice: "Nadie es inculto si conoce la Biblia, y nadie es
verdaderamente educado, si es ignorante de sus enseñanzas".
Aunque el mundo no acepte esto, creo que es cierto. No creo
que alguien pueda ser verdaderamente culto y educado, si
desconoce la Biblia. Y con toda seguridad, uno no puede ser un
cristiano maduro si desconoce la Biblia. El conocimiento de la
Biblia debería ser una característica del hijo de Dios. En el
versículo 4 de este capítulo 19 continuamos leyendo lo
siguiente:
"Las riquezas atraen muchos amigos, pero el pobre, hasta de su
amigo es apartado."
Las personas adineradas, siempre van a tener muchos amigos.
Sus casas están llenas de huéspedes mientras la nevera esté
llena de alimentos, el bar esté bien provisto de bebidas, y haya
música y entretenimiento para mantener una vida social activa.
Pero es interesante ver que la Palabra de Dios aconseja al hijo
de Dios buscar a la gente sin recursos. Recordemos que el
apóstol Santiago, de una forma práctica, les habló de la
siguiente situación: Si en vuestra congregación entra un hombre
con anillo de oro y ropa espléndida, y también entra un pobre
con vestido andrajoso, 3y miráis con agrado al que trae la ropa
espléndida y le decís: «Siéntate tú aquí, en buen lugar», y decís
al pobre: «Quédate tú allí de pie», o «Siéntate aquí en el suelo»
Desgraciadamente, es cierto que en algunos países y culturas
un hombre pobre de recursos tiene problemas en algunas
iglesias, las cuales son a veces un reflejo de la desigualdad,
tensión social o lingüística que caracteriza a esa población.
La naturaleza humana no ha cambiado a través de los siglos. La
vieja naturaleza controlada por el pecado, aun evidencia su
presencia. Hay personas que asisten a la iglesia, que se mueven
dentro de grupos afines a su posición social, y en los cuales se
ve actuar esa naturaleza humana normal que mencionábamos.
Se ve precisamente en actitudes de distanciamiento con
respecto a personas o familias de condición modesta. En este
sentido, en la Biblia Dios habla con claridad también sobre estos
asuntos de discriminación social. Dice aquí el proverbio que
hemos leído, el pobre, hasta de su amigo es apartado. Hay
grupos en los que cuando descubren que alguien tiene pocos
recursos, no le quieren en su círculo de amistades. Ahora, el
versículo 5 dice:
"El testigo falso no quedará sin castigo, y el que dice mentiras
no escapará."
Bueno, si usted avanza un poco en la lectura y lee el versículo 9
de este mismo capítulo, encontrará casi la misma declaración,
que parecería ser una repetición de lo que acabamos de leer. En
la primera parte dice: El testigo falso no quedará sin castigo
(tanto en el versículo 5 como en el 9) En el versículo 5, el
proverbio finaliza diciendo: y el que dice mentiras no escapará,
mientras que el versículo 9 finaliza diciendo, y el que dice
mentiras perecerá. Lo que ambos proverbios están diciendo es
lo siguiente: Que el falso testigo no va a poder escapar. Será
descubierto. Tendrá que rendir cuentas por lo que ha dicho. Y
no sólo eso, esta persona también perecerá, Dios se encargará
de eso. Él lo aclaró en Apocalipsis 21:8, donde se habla del final
de una serie de personas que se rebelaron y persistieron en sus
pecados.
Recordemos lo que ocurrió con Acab (rey de Samaria), y
Jezabel, en relación con la viña de Nabot. EL registro histórico
se encuentra en 1 Reyes 21 y 22. Como Nabot no estaba
dispuesto a entregar su viña al rey, se organizó una parodia con
testigos falsos, que presentaron un cargo falso contra Nabot y,
en consecuencia, él fue apedreado hasta la muerte. El rey Acab
pensó que se había salido con la suya con este crimen, pero el
profeta Elías se encontró con él y le anunció que allí donde la
sangre inocente de Nabor había sido derramada, los perros
lamerían la misma sangre del rey Acab. Lo que sucedió fue lo
siguiente: Acab fue a luchar en una batalla contra Siria, aliado
con el rey Josafat. Acab colocó al rey Josafat en el frente de la
batalla usando sus ropas reales, mientras que el propio Acab se
disfrazó como un soldado común para pasar desapercibido. Pero
un soldado del bando enemigo con ganas de disparar tensó su
arco y disparó una flecha a la ventura: él no sabía a quien
estaba apuntando, pero todo sucedió como si esa vieja flecha
tuviera escrito en ella el nombre de Acab, porque se dirigió
directamente hacia él rey, hiriéndolo de muerte. Y él le dijo al
cochero que guiaba su carro, da la vuelta, y sácame del campo,
pues estoy herido. Y este hombre le obedeció. Y ¿sabe a dónde
le llevó? ¡Precisamente a la viña de Nabot! El quizás pensaba
ocultarse en ese lugar, pero allí fue donde murió. , Entonces el
rey fue traído a Samaria y lo sepultaron allí. 38Lavaron el carro
en el estanque de Samaria y los perros lamían su sangre
(también las rameras se lavaban allí), conforme a la palabra que
el Señor había dicho. (1 Reyes 22:34). Ahora, usted opinará,
como nosotros, que aquello fue algo espantoso. Y así fue. Pero,
estimado oyente, el mentir, el ser un falso testigo, el ser
chismoso ante los ojos de Dios es algo también espantoso y
Dios lo detesta. Él dijo que así sería y aquel rey malvado fue
advertido de su final, pero persistió en su odio y rebelión y no se
arrepintió. ¡Qué cuadro pues, el que tenemos aquí! Como bien
dijo este proverbio, El testigo falso no quedará sin castigo.
Luego, el versículo 6 de este capítulo 19 de Proverbios dice:
"Muchos buscan el favor del generoso, y todos son amigos del
hombre que da."
Podríamos transferir esta actitud al mundo de la política, ¿no le
parece? En la cual a veces se intercambian favores,
principalmente relacionados con asuntos económicos
particulares. Hoy se habla mucho de la corrupción y todos
estamos bien familiarizados con el tema y todas sus
derivaciones. Bien dice aquí todos son amigos del hombre que
da y todos sabemos que esta afirmación es cierta, y que esa
amistad se prolongará mientras tal persona siga dando y esté
satisfecha con las contrapartidas recibidas, porque en ciertos
ambientes nadie da nada desinteresadamente. Bien, sigamos
adelante en este capítulo y notemos lo que dice el versículo 7:
"Si todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¡cuánto más sus
amigos se alejarán de él! Buscará una palabra y no la hallará."
Esto es algo muy cierto. Los hermanos del pobre le aborrecen,
no en el sentido que usted y yo pudiéramos pensar, sino que,
en realidad, no quieren tener que ver nada con él. Prefieren
ignorarlo. Una vez que ellos han prosperado económicamente,
optan por eludir su trato lo más posible.
También estamos familiarizados con las promesas electorales
dirigidas hacia los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Se prometen subvenciones, rebajas de impuestos, mejor
asistencia social y mejor cobertura para todas las necesidades
sanitaria. Muchas veces estas promesas son hechas de buena
fe, por personas sinceramente bien intencionadas que tienen
una motivación sincera para mejorar las condiciones sociales de
todos los ciudadanos. Pero el problema es que, luego, en el
ejercicio del poder intervienen otros factores condicionantes y
complicaciones que superan a las personas, y nadie es
realmente capaz de resolver los complejos problemas del mundo
actual.
¿Sabe usted estimado oyente, lo que necesitamos? Necesitamos
a personas implicadas en la actividad política que nos hagan
regresar a Dios. Personas que reconozcan que no tienen la
respuesta y que la única opción que queda es recurrir a Dios,
estar dispuestos a establecer una relación con El, a servirle, y a
clamar en oración, reconociendo que han tratado por todos los
medios de resolver los problemas humanos y que la única salida
es reconocer la suficiencia y el poder de Dios para intervenir en
la historia y detener el deterioro creciente de la situación. Y
creemos que sería mucho mejor el escucharlo a Él, que escuchar
todos los tópicos y utopías que se oyen, pronunciadas ya, y todo
hay que decirlo, con poca convicción. Bueno, continuemos ahora
con este capítulo 19 de Proverbios, y leamos el versículo 13:
"Dolor es para el padre un hijo necio y gotera continua las
contiendas de la mujer."
Nuestro último proverbio sobre este tema, en nuestro programa
anterior, nos decía que el que encuentra una esposa, encuentra
buena cosa. Es decir, que encuentra la otra mitad de sí mismo,
la que le completa. Y ella es una compañera apropiada para él.
Ella no tiene por qué ser su sierva. ¿De dónde habrán sacado
algunos la idea de que la esposa tiene que obedecer al marido?
Las únicas instrucciones que se encuentran en el Nuevo
testamento sobre la sumisión, son aplicables a una situación
concreta en el hogar cristiano. La esposa ha de someterse a un
marido cristiano, que a su vez se someta a Cristo, y que la ame
simplemente como Cristo ama a la iglesia. Cuando la esposa
tiene esa clase de marido, puede haber una armoniosa relación
de sumisión mutua.
Este proverbio casi lo haría reír a uno si no fuera porque se
refiere en realidad a una situación trágica. Piense usted en el
pobre hombre que tiene un hijo insensato y quien también tiene
una mujer conflictiva. Usted se puede imaginar la clase de hogar
en que vive esa persona. Por tal motivo enfatizamos la gran
calidad de vida de una pareja unida según el proyecto de Dios,
que incluye también a los hijos. Y entonces sí que vemos un
contraste enorme con la situación que describe este proverbio.
Luego, el versículo 14 de este capítulo 19 de Proverbios dice:
"La casa y las riquezas son herencia de los padres, pero don del
Señor es la mujer prudente."
Ahora, si usted tiene una buena esposa, usted estimado oyente,
la ha obtenido de parte del Señor y, por cierto, tiene que darle
gracias al Señor por ella. ¿Ha hecho eso alguna vez?
Y amigo joven que nos escucha, estas situaciones que plantea el
libro de los proverbios deberían decirle algo a usted también.
¿Quiere tener una buena esposa, la esposa apropiada para
usted? Entonces, diríjase a Aquel que puede proveerle a usted
su otra mitad. No nos referimos a los padres de esta tierra a
quienes, por supuesto, les agradaría encontrar un buen marido
para chicas buenas que desean formar un hogar cristiano. Pero
no basta que una esposa sea buena, es decir, llena de
cualidades, sino que sea aquella que a los ojos de Dios, que es
el Creador, es la más adecuada para formar una pareja con
usted. Tenga usted la seguridad que El desea para Sus hijos un
hogar feliz. Así que este proverbio que acabamos de leer, es
muy práctico, y aunque nos presenta un caso negativo, nos
orienta a otros pasajes de la Biblia que nos ofrecen el caso
positivo, es decir, el hogar y la familia que Dios aprueba.
Pasando ahora al versículo 18, leemos lo siguiente:
"Castiga a tu hijo mientras haya esperanza, pero no se excite tu
ánimo hasta destruirlo"
Comience a disciplinar a su hijo en la infancia. No espere hasta
que sea demasiado tarde. Es posible demorarse tanto que luego
pasa el momento oportuno. Cierto hombre que recibió la
salvación en Cristo cuando ya era una persona madura dijo: "Mi
esposa y yo hemos sido salvos recientemente, y le estamos
dando gracias a Dios por ello, pero, ? dijo, con tristeza ? hemos
perdido a todos nuestros hijos. Porque habíamos formado un
hogar que poco a poco comenzó a deteriorarse hasta
desembocar en situaciones caóticas. Y ahora, vemos ese
ambiente reflejado en nuestros hijos". Como usted ve, estimado
oyente, esa pareja esperó hasta que ya era demasiado tarde.
Uno debiera comenzar con una disciplina controlada por el
amor, es decir, que además del amor humano refleje el amor de
Dios. desde la infancia y pasando luego por la compleja etapa
de la adolescencia. Por supuesto que este proverbio excluye los
castigos brutales, que destruirán su espíritu y el respeto en la
relación con los padres, Incluso las leyes civiles se ocupan de
prevenir tales castigos brutales y vejatorios, que parece que aun
no han sido superados por la sociedad supuestamente avanzada
en que vivimos.
Dios ha dado mandamientos concretos para los cristianos,
instruyendo a los hijos a obedecer a los padres (Efesios 6:1).
Pero después les dice a los padres en el mismo 6:4, 4Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina e instrucción del Señor. Ningún padre
debería arremeter contra ellos cuando estando enfadado, como
dando rienda suelta a su rabia. Los hijos de dan cuenta cuando
los padres están desahogando en ellos su enojo y frustración.
En ese estado, los padres actuarán fuera de control y se
excederán en su castigo. No olvidemos que esta disciplina se
ejerce de parte del Señor, y bajo en control del Señor. Ahora,
leamos el versículo 21 de este capítulo 19 de Proverbios:
"Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el
consejo del Señor es el que permanece."
El ser humano puede intentar aportar muchas explicaciones.
Muchas soluciones. Pero Dios es el único que puede darle el
mejor consejo, el consejo personalizado. También los
ordenadores, las computadoras pueden dar soluciones, pero
solo Dios puede poner el sentido, la motivación que una vida
creada por El necesita. El consejo que Dios da, como dice este
proverbio, es el que permanece, es decir, que no necesita ser
cambiado, ni corregido con el paso del tiempo. Ahora, el
versículo 22 de este capítulo 19 de Proverbios dice:
"Una satisfacción es para el hombre hacer misericordia, y mejor
es un pobre que un mentiroso."
Otra versión comienza este proverbio diciendo: "lo que es
deseable en un hombre es su bondad". ¿Cuántas personas
conoce usted con este carácter? Nos referimos a personas
generosas, amables, afectuosas. Después el proverbio nos lleva
nuevamente al hombre pobre, que con todas sus desventajas
familiares y sociales, para su familia acomodada, siempre es
preferible a un mentiroso. Leamos ahora el versículo 23 de
Proverbios 19:
"El temor del Señor lleva a la vida: con él vive del todo tranquilo
el hombre y no es visitado por el mal."
El temor del Señor es todo lo opuesto a vivir avergonzado,
viviendo con una constante sensación de pavor, con temor. El
proverbio pone en claro que el verdadero temor reverente de
Dios significa que usted puede descansar satisfecho. Quiere
decir que usted le reconoce, que le ha mirado por la fe, que le
ha aceptado y que quiere seguirle. De esa manera, usted puede
descansar tranquilo, confiado y satisfecho.
Leamos ahora el versículo 24 de este capítulo 19 de Proverbios:
"El perezoso mete su mano en el plato, pero ni aun es capaz de
llevársela a la boca."
Aquí tenemos otro proverbio que tiene cierto sentido del humor.
Nos presenta a un hombre tan perezoso, que puede poner su
mano en el plato con la intención de comer, pero que es
demasiado perezoso para llevar el alimento a su boca. Cuando
alguien llega a ese extremo, ¡realmente es perezoso!
Desgraciadamente vemos esa imagen con frecuencia en el
ámbito espiritual. La Palabra de Dios es nuestro alimento.
Conocemos a cristianos que tendrán la Biblia en sus manos,
pero son demasiado perezosos como para leerla.
Y ahora leamos el versículo 29, último versículo de este capítulo
19 de Proverbios:
"Preparados hay juicios para los insolentes y azotes para las
espaldas de los necios."
La afirmación Bíblica de que el juicio se acerca, bastante
evidente por la situación y perspectivas del mundo que la misma
Biblia describe, nos recuerda que Dios no será indulgente con
los culpables. Los placeres del pecado y la maldad tienen su
período limitado, pero la paga del pecado durará por toda la
eternidad. Y estimado oyente, ¿cómo afrontará usted esa
eternidad? ¿Lo hará con Dios, salvo por Cristo, en su reino
eterno? ¿o lo hará sin Dios, sin Cristo y sin esperanza?

Proverbios 20
En este día, amigo oyente, llegamos al capítulo 20 del libro de
Proverbios, y al hacerlo podemos ver que en esta sección nos
presenta la sabiduría de Salomón. Y aunque de hecho está
dirigida en particular hacia el hombre joven, en realidad se
aplica a todos los creyentes. En realidad, los que no son
creyentes también pueden aprender mucho de estos proverbios.
Creemos que la lectura y el estudio de la Palabra de Dios
tendrán un efecto muy definido sobre la vida de cualquier
persona. O le llevará a usted a Dios, o le alejará de Él. Estimado
oyente, su reacción a la Palabra de Dios no le permitirá ser
neutral.
Esta es la primera vez que hay una advertencia con respecto al
alcohol y los excesos de la bebida. Se supone que el alcohol ha
destruido más hogares y vidas individuales que ningún otro
factor individual. Leamos ahora el versículo 1 de este capítulo
20 de Proverbios.
"El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora; ninguno que por
su causa yerre es sabio."
Siempre ha habido una controversia sobre si el vino del Nuevo
Testamento era una bebida que podía embriagar. Creemos que
el Señor Jesús no hizo ese tipo de vino en la boda de Caná de
Galilea. Hay algunos que argumentan que en el clima cálido de
Israel todo lo que uno tenía que hacer era poner el zumo de uva
en un odre y con el tiempo fermentaría. Sin embargo en el
milagro de Caná el Señor Jesús comenzó con agua, y en unos
pocos segundos obtuvo vino. En esa ocasión el líquido no habría
tenido tiempo para fermentar. Y tenemos que recordar que la
boda de Caná era un servicio religioso, y todo aquello que tenía
que ver con levadura (que implicaba fermentación) estaba
prohibido. Fue por esta razón que en la época de la Pascua y en
la institución de la Cena del Señor, el vino no pudo haber estado
fermentado. Y en el pan, la fermentación era la obra de la
levadura, y la levadura estaba prohibida en el pan y en todo lo
demás. Las bebidas embriagantes fueron censuradas por la
Biblia y en este primer versículo lo hemos comprobado. Otra
versión de Proverbios 20:1, dice, "El vino lleva a la insolencia, y
la bebida embriagante, al escándalo; nadie bajo sus efectos se
comporta sabiamente".
Es imposible dejar de destacar los daños que el alcoholismo
causa a nuestra sociedad. Los efectos destructivos para la salud
son hechos públicos y reconocidos por las autoridades
sanitarias. Resulta alarmante la popularidad que las bebidas
alcohólicas está teniendo en las reuniones juveniles, en las que
los jóvenes parecen no tener conciencia de los males que esa
ingestión incontrolada causa a su salud, y de las consecuencias
irreversibles que tendrá en su futuro. Por otra parte, hablando
de los males sociales, las estadísticas del número de accidentes
causados por personas bajo la influencia del alcohol habla por sí
misma. También son evidentes los esfuerzos y las restricciones
de las autoridades de tráfico para evitar las tragedias que se
están produciendo. Pero, bien, sigamos adelante; leamos ahora
el versículo 3, de este capítulo 20, de Proverbios:
"Honra es del hombre abandonar la contienda, pero cualquier
insensato se enreda en ella."
Una de las marcas del cristiano debería ser el no prolongar la
tensión y los conflictos. Alguien ha dicho que las únicas
personas con las que tenemos que cuidar nuestras relaciones y
arreglar los malos entendidos son aquellas que nos han
ayudado. En otras palabras, que tenemos que devolver bien por
bien. Pero no debemos tratar de arreglar las cuentas con
nuestros enemigos. No tenemos que responder a malas
acciones, con malas acciones. En cambio, debemos entregarnos
a nosotros mismos y al problema en manos de Dios. En
Romanos 12:19, el Señor dijo: Mía es la venganza, yo pagaré.
En base a ello, Dios nos dice que no nos venguemos de nadie.
EL intentar de llevar un asunto con nuestras propias manos
constituye un abandono del sendero de la fe. Dios puede
ocuparse de nuestro problema mucho mejor que nosotros
mismos.
El hijo de Dios tendría que recordar lo que el Apóstol Pablo dijo
en su carta a los Filipenses, capítulo 4, versículo 5: Vuestra
gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está
cerca. Y el señor Matthew Arnold tradujo la "gentileza" como
una cortesía dulce, amable. Este es el significado de este
proverbio. Honra es del hombre abandonar la contienda. ¡Cuán
importante es tener esta actitud! Ahora, el versículo 4, de este
capítulo 20, dice:
"El perezoso no ara a causa del invierno; luego, cuando llegue
la siega, pedirá y no hallará."
Israel tenía un clima moderado, y el invierno era la estación
para preparar la tierra para la siembra de la primavera. Pero el
haragán, el perezoso, diría que hacía demasiado frío, y que
entonces él esperaría al abrigo del calor, a que el tiempo
mejorara y estuviera más templado. El problema era que
cuando el tiempo fuera más cálido ya era demasiado tarde para
arar la tierra. Ese sería precisamente el momento para sembrar.
Hay una cierta nota de humor en este versículo.
Nos recuerda al hombre que tenía un problema en el techo de
su casa que goteaba cuando llovía. Nunca terminaba de
arreglarlo porque cuando estaba lloviendo, no quería trabajar en
él, y cuando no estaba lloviendo, creía que no necesitaba
arreglarlo.
Llegamos ahora a un grupo de Proverbios y que, a primera vista
parecen no estar relacionados entre sí. Sin embargo, parece
haber una relación entre ellos basada en palabras que hablan
sobre la bondad o principios morales. Vamos a leer, pues, toda
esta sección aquí y tener esto en mente. Y vamos a enfatizar las
palabras que creemos necesitan énfasis al hacer nuestra lectura.
Se encuentran prácticamente en cada uno de estos Proverbios.
Y el versículo 6, dice:
"Muchos hay que proclaman su propia bondad, pero un hombre
de verdad, ¿quién lo hallará?"
La palabra que deseamos destacar aquí, es la palabra bondad. Y
luego el versículo 7 dice:
"Camina en su integridad el justo y sus hijos son dichosos
después de él."
Integridad es aquí la palabra. Y veamos el versículo 8:
"El rey, al sentarse en el trono para juzgar, con su mirada
descubre todo mal."
Y aquí, no solamente hay una palabra, sino tres palabras:
descubre todo mal, que implican purificar o quitar todo lo
indecente del reino. Luego, el versículo 9:
"¿Quién puede decir: «Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy
de mi pecado»?"
La palabra que podemos destacar aquí es "limpio". Y luego, en
el versículo 10, leemos:
"Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son detestables para el
Señor."
Aquí vemos que la falsedad está contrastada con la bondad, Y
luego, en el versículo 11 tenemos:
"Aun el niño es conocido por sus hechos, si su conducta es
limpia y recta."
El énfasis aquí está en la bondad, incluso entre los niños. Y
luego, en el versículo 12, leemos:
"El oído que oye y el ojo que ve, ambos igualmente ha hecho el
Señor."
El pensamiento de este versículo es que uno debe usar su
cabeza. Dios le ha dado a usted ojos, le ha dado a usted oídos.
Escuche y mire. Eso no es sólo un buen consejo antes de cruzar
una calle, sino que también es bueno cuando uno tiene que
enfrentarse con la vida todos los días.
A través de todo este grupo de proverbios, vemos dos grandes
principios. En primer lugar el versículo 9, que decía: ¿Quién
puede decir? Yo he limpiado mi corazón. Limpio estoy de mi
pecado. Bien, ¿puede usted, estimado oyente, decir esto? Estoy
seguro que ni usted ni yo podemos decirlo. Incluso los niños
más pequeños revelan tener su propio temperamento, con
reacciones que incluso nos sorprenden por la naturalidad con
que manifiestan su carácter. Y así, poco a poco, al crecer, van
mostrando las características de sus mayores, y los efectos de
la depravación total de la raza humana. Si usted quiere culminar
su viaje en el cielo, primero tendrá que ser renacido por Dios.
Como le dijo el Señor a un hombre bueno y religioso, en Juan
3:3, El que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Así
es que nadie puede considerarse a sí mismo como bueno, puro,
limpio y justo, hasta que haya venido a Cristo para recibir la
salvación, y se haya revestido de la justicia de Cristo. Entonces
esa persona será aceptada como hija de Dios. Pero aun
entonces persistirá en nosotros esa vieja naturaleza
pecaminosa, hasta que entremos en la gloria celestial.
Pero en el libro de los Proverbios podemos ver que la bondad y
la integridad tienen valor y le importan a Dios. La pureza tiene
valor para Dios. Y el hijo de Dios debe vivir de una manera tal
que realce el evangelio de la gracia de Dios.
Aquí tenemos una buena pregunta que nos han formulado
muchas veces: "Si en un país donde se niega a Dios y al
cristianismo, usted fuera arrestado por ser un cristiano, ¿habría
la suficiente evidencia como para condenarlo?" Supongamos que
si usted fuera conducido ante un juzgado acusado de ser
cristiano, ¿encontraría el juez la suficiente evidencia como para
condenarle? ¿O podría usted ser declarado inocente y puesto en
libertad? ¿Podrían sus acusadores mirar a su vida y descubrir
que usted no está viviendo como un cristiano debería vivir?
¿Considerarían que usted no lleva una vida de integridad?
¿Podrían no encontrar bondad, ni el deseo de ser puro?
El segundo pensamiento o principio que encontramos en estos
proverbios es el siguiente: Dios le ha dado a usted ojos para ver
y oídos para oír. Entonces, utilícelos. Deténgase, mire y
escuche. No camine a ciegas a través de la vida, viendo pero,
en realidad, no viendo. Utilice su vista, abra sus oídos. Dios le
ha dado una cierta medida de sentido común e iniciativa.
Escuche las noticias que Dios tiene para usted. Usted no puede
hacerse a sí mismo puro. Solo Dios puede purificarle. Dios
puede darle una posición ante El que remueva toda la culpa de
su pecado y le capacite para vivir con integridad en este mundo.
Ahora, el versículo 13, de este capítulo 20 de Proverbios, dice:
"No ames el sueño, para no empobrecerte; abre tus ojos y te
saciarás de pan."
Estas palabras son un estímulo para trabajar. Encontramos la
misma idea en las palabras de Pablo en 2 Tesalonicenses 3:10,
donde les dijo que si alguien no trabajaba, que tampoco
comiera. Aquellos cristianos estaban tan entusiasmados con la
posibilidad del regreso del Señor, que se limitaban a esperarle.
Es hermoso vivir la anticipación de Su regreso y esperarle, Pero
ello no implica que la manera de esperarle sea simplemente
sentarse y ponerse a contemplar el espacio. Una auténtica
anticipación de la venida del Señor debería motivar a una
persona a dedicarse al trabajo con mayor intensidad. Ahora,
aquí tenemos otro Proverbio que podemos leer el versículo 14:
"El comprador dice: «¡Malo, malo!», pero cuando se va, se jacta
por la compra."
Este proverbio revela cierto sentido del humor. Una persona va
a comprar un artículo, y al observarlo le dice al vendedor que no
le gusta, comienza a destacar sus defectos y comienza a
regatear, ofreciendo pagar un precio inferior por el citado
artículo; y el vendedor, finalmente, accede a vendérselo.
Después, el comprador les muestra el artículo a sus familiares y
conocidos y se jacta de la buena compra que ha hecho. Así es la
naturaleza humana, ¿no es así? Ahora leamos el versículo 15:
"Hay oro y multitud de piedras preciosas, pero joya más
preciosa son los labios prudentes."
El sentido de valores de la actualidad está totalmente
equivocado. A la persona, en general y en la vida de relación
social, se la valora según sus posesiones materiales, antes que
por los conocimientos que posea. Luego, el versículo 16, dice:
"Quítale su ropa al que salió fiador de un extraño; tómale
prenda al que se fió de desconocidos."
Al tratar con ciertas personas, es mejor exigirles una garantía
subsidiaria. Si no lo hace, podría ser engañado. Luego, en el
versículo 17, de este capítulo 20, leemos:
"Sabroso le es al hombre el pan obtenido con falsedad, pero
después se le llena la boca de arena."
Una persona puede pensar que se está saliendo con la suya al
proceder con engaño, y ello podrá resultarle agradable. Pero no
se saldrá con la suya y Dios se ocupará de que así sea. Luego,
el versículo 19, dice:
"El que anda con chismes descubre los secretos: no te
entremetas, pues, con el suelto de lengua."
La persona que lo halaga cuando está con usted, y luego cuando
se aparta, se dedica a chismorrear sobre su persona, es alguien
de quien usted debe cuidarse mucho, aunque tenga cierta
relación con usted. Tendrá que observarla con mucha atención.
Avanzando un poco más, el versículo 20, dice:
"Al que maldice a su padre o a su madre se le apagará su
lámpara en la más profunda oscuridad."
Si usted tiene un padre y una madre de quienes puede
enorgullecerse, entonces, hágalo. Pero si usted no tiene nada
bueno que decir acerca de ellos (y hay muchos que no lo
pueden hacer) entonces es mejor que no diga nada. Esto es lo
que nos está diciendo este proverbio.
Recordemos la situación que se produjo entre Noé y sus hijos.
Noé se emborrachó, y Cam cometió una equivocación al poner
al descubierto la desnudez de su padre. Él debería haber
permanecido en silencio. Después de todo se trataba de su
propio padre y él debería haber protegido su intimidad. Luego,
en el versículo 24, de este capítulo 20, leemos lo siguiente:
"Del Señor son los pasos del hombre, ¿cómo, pues, entenderá el
hombre su camino?"
¿Cómo puede el ser humano entender su propio camino?
Nosotros no hemos recorrido antes este camino, y solo el
Espíritu de Dios puede guiarnos. Dios le dijo a Moisés que
necesitaba la guía divina. Y usted y yo necesitamos también Su
guía. Yo necesito guiarte. Y luego el versículo 25 dice:
"Una trampa es para el hombre hacer apresuradamente voto de
consagración y reflexionar después de haberlo hecho."
Nadie debería hacer ningún voto de consagración hasta estar
seguro de que puede cumplirlo. No dedique públicamente su
vida a Dios hasta que lo haya pensado bien. Dios no desea esa
clase de decisión basada en impulsos o sentimientos de un
momento. Nos tememos que en la actualidad hay muchas
decisiones de este tipo. Luego se nos dice en el versículo 27:
"Lámpara del Señor es el espíritu del hombre, la cual escudriña
lo más profundo del corazón."
Observemos que aquí se habla de la lámpara, y no de la luz del
Señor. El espíritu humano es solo la lámpara, el recipiente que
contiene la luz. Así que la persona es solamente la lámpara, y
hasta que estemos llenos de Espíritu Santo, no nos convertimos
en una luz. Recordemos la parábola de las diez vírgenes: cinco
de ellas eran sabias, y las otras cinco, insensatas. Ellas eran
solo lámparas. Sin el aceite, no podían dar luz. Ahora, antes de
finalizar leeremos el versículo 29, que dice:
"La gloria de los jóvenes es su fuerza; la belleza de los
ancianos, su vejez."
Lo que este proverbio está diciendo es que cada uno debe
comportarse de acuerdo con su edad. El joven puede actuar en
la plenitud de su fuerza física, mientras que el anciano no
deberá intentar comportarse como si fuera joven, porque podría
hacer el ridículo y revelaría tener poca sabiduría. Deberá actuar
conforme a su edad, revelando así la sabiduría y experiencia
acumuladas a través de los años y visibles en sus sienes
encanecidas.
Pero la vida tiene, para jóvenes y ancianos una perspectiva
espiritual, que también debería ser evaluada, y ante la cual
deberíamos reflexionar. Dijo el profeta Isaías en 40:30 y 31; Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;
más los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas,
levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán,
caminarán y no se fatigarán. Estimado oyente, le invitamos a
recibir al Salvador y al Señor en su vida, para poder disfrutar de
esta realidad.

Proverbios 21:1-22
Llegamos hoy estimado oyente, al capítulo 21 de este Libro de
Proverbios. Y este es uno de los grandes capítulos de
Proverbios. En realidad, debemos reconocer que todos exponen
grandes verdades, pero éste tiene una gran importancia, según
creemos nosotros, y creemos que usted lo podrá apreciar al
entrar a considerar los temas que se tratan. El primer versículo
de este capítulo 21, dice:
"Como aguas que se reparten es el corazón del rey en la mano
del Señor: él lo inclina hacia todo lo que quiere."
No importa cuán poderoso sea un hombre hoy. Esta persona
podría haber sido el Faraón en Egipto o quizá el rey de
Babilonia. También podía haber sido el César de Roma, o
Alejandro Magno o aún Napoleón o cualquier otro gran
gobernante del futuro. Indiferentemente de cuan poderosos
hayan podido ser políticamente, puede establecerse como un
axioma la verdad de que nadie puede actuar
independientemente de Dios. Muchos de aquellos gobernantes
pensaron que podrían actuar prescindiendo de Dios, y los seres
humanos creen aun que pueden hacerlo. Pero la verdad es que
ninguna persona está libre de Dios. Nadie puede actuar
independientemente. Estimado oyente, nosotros no podemos
librarnos de Dios; no podemos actuar en forma independiente;
como bien dice este proverbio, el corazón del rey está en la
mano del Señor". Y Dios va a dirigirlo así como dirige el curso
de un pequeño arroyo que murmura y desciende por la ladera
de una montaña. Él lo inclina a todo lo que quiere, es decir, que
el rey sigue el curso que el Señor le ha trazado. O sea que
ningún gobernante, rey o individuo puede actuar con
independencia de Dios.
¡Cómo nos agradaría ver en nuestras naciones hombres que
ocupan cargos de importancia que expresaran su dependencia
de Dios, lo demostraran en sus vidas, y que de una vez por
todas dejaran de decirnos que ellos tienen la solución para todos
los problemas de este mundo! Porque no la tienen, y sería una
falsedad decirlo. Nadie es independiente del Dios Todopoderoso
y debemos reconocer nuestra dependencia de Él. Sería deseable
que los pueblos y naciones puedan regresar a una actitud de
dependencia de Dios antes que sea demasiado tarde.
Necesitamos una declaración, no de independencia, sino de
dependencia del Dios Todopoderoso. Y la única manera en que
tal cambio podría producirse sería si el pueblo de una nación
volviera a la Palabra de Dios. Es por tal motivo que resulta tan
importante para nosotros proclamar la Palabra de Dios. Bueno,
siguiendo adelante leamos ahora el versículo 2, de este capítulo
21 de Proverbios:
"Todo camino del hombre es recto en su propia opinión, pero el
Señor juzga los corazones."
Y aquí tenemos nuevamente el asunto de la justicia propia del
hombre. El hombre hoy racionaliza, y Dios escudriña. Dios mira
al corazón y nosotros intentamos pintar la superficie para que la
parte exterior aparezca atractiva. Muchos nos enorgullecemos al
decir: "Soy miembro de una Iglesia, ayudo en la enseñanza de
la Biblia y en otras actividades". Todo ello puede ser cierto y
está bien. Pero Dios juzga los corazones. El profeta Jeremías, en
17:9, dijo: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá? ¿Se ha acercado usted al Señor
Jesucristo y ha hablado con Él acerca de su condición
desesperada? Él es el gran médico; Él es un especialista del
corazón. Él fue quien por primera vez se ocupó del trasplante de
corazones; El puede darle un corazón que sea obediente a Él.
Ahora, el versículo 3, de este capítulo 21, dice:
"Hacer justicia y juicio es para el Señor más agradable que el
sacrificio."
Nuevamente tenemos ante nosotros esa gran verdad
nuevamente establecida para nosotros de que no hay valor en
simplemente pasar por un rito religioso. Recordemos que los
sacrificios del Antiguo Testamento fueron dados porque
señalaban hacia el Señor Jesucristo. Nadie fue más fiel en
cumplir estos rituales que los Fariseos, que eran los dirigentes
religiosos del tiempo de Jesús. Pero El los denunció con un
lenguaje tajante. El les hizo palidecer y enrojecerse. Les dijo
que exteriormente se parecían a hermosos monumentos, pero
por dentro estaban llenos de huesos de cadáveres. ¿Por qué?
Porque los sacrificios y las ofrendas no eran agradables para el
Señor, cuando faltaba la justicia. El dijo que quería compasión,
misericordia, y no sacrificios.
Los ritos religiosos pueden sugerir que usted está confiando en
Cristo, cuando en realidad usted no está confiando en El. Una
verdadera aceptación del sacrificio de Cristo transformará de tal
manera a una persona que ésta producirá buenas obras. Estas
palabras llegan hasta la médula de nuestros huesos, a lo más
profundo de nuestra alma. Y repetimos nuevamente la pregunta
que formulamos anteriormente en nuestro estudio: ¿si usted
fuera detenido por ser cristiano, habría suficiente evidencia para
declararle culpable? Ahora, el versículo 4, de este capítulo 21,
dice:
"Los ojos altivos, el corazón orgulloso y el pensamiento de los
malvados, todo es pecado."
Aquí se mencionan los ojos altivos. Quizá en alguna oportunidad
usted entra a un lugar donde se encuentra un grupo de gente y
al ver a ciertas personas desvía la cabeza para no tener que
dirigirles la palabra. Esa sería una mirada altiva, que quizás
pase desapercibida para algunas personas, pero no para Dios.
Dios la ve y la considera un pecado. Ante su mirada es un
pecado tan grave como cualquier otro, aunque nosotros lo
evaluemos de diferente manera. Nosotros consideramos a un
pecado como grave y, sin embargo, a la actitud orgullosa y a la
mirada altanera no le damos mayor importancia.
Y ahora prestemos atención a la frase: y el pensamiento de los
malvados, todo es pecado. Este es un proverbio interesante.
Uno puede ver a un hombre arando su campo y pensar: "este
debe ser un hombre muy trabajador; debería ser recompensado
por ello". Dios dice que cuando un hombre malo, con un corazón
malvado, esté haciendo cualquier cosa, incluso realizando un
trabajo como el arar la tierra, por ejemplo, éste no será
aceptable para Dios en cuanto a su relación con El. Esto significa
que un pecador no puede entregarle nada a Dios. No puede
realizar una obra buena para establecer una relación con El. No
solo es pecado tener una mirada altiva y un corazón orgulloso y
pecador, pero todo aquello que de otra manera podría resultar
meritorio, constituye un pecado en una persona que esté en
rebelión contra Dios. No creemos que Dios pueda bendecir
ningún regalo que proceda de una persona que no es salva.
Observemos lo que el apóstol Pablo le escribió a la nación de
Israel en Romanos 10:1-3: 1Hermanos, ciertamente el anhelo
de mi corazón, y mi oración a Dios es por la salvación de Israel,
2porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no
conforme al verdadero conocimiento. 3Ignorando la justicia de
Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado
a la justicia de Dios, Cuando una persona se dispone a
establecer su propia justicia, Dios la considera pecado. Los actos
de justicia del ser humano son ante Dios como trapos de
inmundicia, como dijo el profeta Isaías. Ahora, los versículos 5
hasta el 7, de este capítulo 21 de Proverbios dicen
"Los planes del diligente ciertamente tienden a la abundancia,
pero todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la
pobreza. Amontonar tesoros por medio de la mentira es fugaz
ilusión de aquellos que buscan la muerte. La rapiña de los
malvados los destruirá, por cuanto no quisieron actuar conforme
a derecho."
Dios puede utilizar las riquezas que se han acumulado de una
manera honesta. No es ningún pecado el tener riquezas. Lo
importante es la forma en que el dinero ha sido acumulado. Si
las riquezas han sido obtenidas por medio de la mentira y el
robo, Dios se ocupará de que tales riquezas no sean disfrutadas.
¿No tiene usted la impresión de que hay algunas personas
adineradas hoy que no lo están pasando realmente bien? Sus
bienes materiales no son todo lo que ellas necesitan.
Se cuenta la historia de un árabe que se perdió en el desierto.
Ya no tenía comida ni tampoco agua y estaba a punto de morir.
El pobre hombre vio un paquete que se había caído de una
caravana que había pasado por el lugar y pensaba: "Aquí,
probablemente, encuentre algo de comida, e incluso algo para
beber". Levantó ese paquete con mucha ansiedad, y lo abrió
rápidamente para mirar lo que contenía; y luego lo arrojó al
suelo muy desilusionado y ¿sabe usted lo que dijo? ¡Son sólo
perlas! Por supuesto que valían una inmensa fortuna, pero eso
no era lo que él necesitaba.
Estimado oyente, Dios dice que usted puede llegar a ser rico,
pero esas riquezas no le harán ningún bien a menos que usted
obtenga sus riquezas de una manera correcta y las utilice para
la honra y gloria de Dios. Ahora, el versículo 8, de este capítulo
21, dice:
"El camino del hombre perverso es torcido y extraño, pero los
hechos del que es puro son rectos."
Es decir, que su vida demostrará qué clase de persona es usted
en realidad. Si usted tiene una buena relación con Dios, ello
será revelado en su propia vida. Ahora, el versículo 9, dice:
"Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer
pendenciera en casa espaciosa."
Este podría ser el caso de una pareja que no supo cuál era la
verdadera felicidad hasta que se casó, y entonces ya fue
demasiado tarde.
Tenemos algunas ilustraciones en este sentido en la Biblia. A
Job, por ejemplo, no le fue muy bien con su esposa. Y David,
usted recordará que estaba casado con la hija de Saúl. No
creemos que hubiera una relación de camaradería o un amor
verdadero en aquel matrimonio. Ella ridiculizó a David cuando
éste trajo alegremente el arca de la alianza a Jerusalén. Le dijo
que se había puesto en ridículo al bailar delante del arca. Dijo
que su comportamiento había sido vergonzoso. Y, estimado
oyente, cuando usted demuestra un poco de entusiasmo por
Dios, habrá muchas personas que se sentirán avergonzadas y
de seguro le criticarán o quizá se burlarán de usted. Y es trágico
cuando la persona que se siente avergonzada es el esposo o la
esposa. Pasando ahora, al versículo 11, leemos:
"Cuando el insolente es castigado, el simple se hace sabio;
cuando se amonesta al sabio, aprende ciencia."
Es importante tener en cuenta estas cosas, para que
aprendamos lecciones de las personas que nos rodean. Ahora, el
versículo 13, dice:
"El que cierra su oído al clamor del pobre tampoco será oído
cuando clame."
Esto es lo que Dios ha dicho. Esto es verdad, o no lo es.
Creemos que es verdad, y pensamos que `podemos encontrar
ilustraciones de este proverbio en la vida pública de nuestro
tiempo. Pasemos al versículo 14, de este capítulo 21 de
Proverbios:
"La dádiva en secreto calma el enojo; el regalo discreto, la
fuerte ira."
Recordemos que cuando Jacob estaba regresando a su hogar
después de los años que había pasado en Harán, sabía que tenía
que enfrentarse con su hermano Esaú por primera vez después
de haberle engañado en al asunto del derecho de su
primogenitura y de su bendición paternal. Así que le envió
anticipadamente regalos para pacificarle. Pero no necesitaba
hacerlo porque Dios ya se había ocupado de la actitud de Esaú.
Pero las personas siguen pensando que, a veces, un buen regalo
puede apaciguar la ira.
Uno puede caer fácilmente en esta forma de pensar. De ser
generoso con alguien para que nos perdone, o de que vamos a
perdonar a alguien porque si lo hacemos, nos sentiremos mejor.
Un breve poema escrito por Jane Mershon ilustra lo que estamos
diciendo. "Si yo perdono un agravio porque el resentimiento me
va a envenenar, puede que me sienta noble; quizá pueda
sentirme espléndido, pero esa no fue exactamente la intención
de Cristo".
Es que esa no fue la intención de Cristo. Nosotros tenemos que
perdonar porque Dios nos ha perdonado por medio del sacrificio
de Cristo. Es por tal motivo que tenemos que ser bondadosos,
compasivos y perdonadores. Nuestro motivo para perdonar no
es el de hacernos sentir mejor. Ahora, en los versículos 15 y 16,
de este capítulo 21, de Proverbios leemos:
"Alegría es para el justo practicar la justicia, pero un desastre
para los que cometen iniquidad. El hombre que se aparta del
camino de la sabiduría vendrá a parar en la compañía de los
muertos."
Nuestra interpretación es que Dios dice que uno no puede
rehabilitar verdaderamente a los criminales, porque ellos
necesitan ser regenerados. Estas personas necesitan la acción
de la Palabra de Dios sobre sus vidas. Necesitamos ir a aquellas
zonas donde se suelen cometer delitos para proclamar allí la
Palabra de Dios. Debemos abordar estos problemas de la
delincuencia desde la perspectiva de la Palabra de Dios. Leamos
ahora el versículo 17, de este capítulo 21 de Proverbios, que
dice:
"Caerá en la pobreza el hombre que ama los placeres; y el que
ama el vino y los perfumes no se enriquecerá."
En nuestra sociedad contemporánea algunos artistas,
deportistas o figuras del espectáculo en general, ocupan un
lugar de gran influencia y algunos grandes principios morales
han quedado sustituidos y aceptados en sentido contrario.
Impulsadas por la admiración, las personas las convierten en
sus ídolos y suelen imitarlas, convirtiendo sus defectos en
virtudes. Muchos de esos ídolos populares no viven realmente
una vida feliz. La curiosidad de algunos medios de difusión se
ensaña con sus vidas privadas, que no reflejan precisamente la
alegría de vivir, y el disfrute de los medios materiales que les
rodean. Con el tiempo, muchos de ellos piensan que el
aburrimiento es la tónica general de sus vidas, y que ese tipo de
vida no merece la pena ser vivido. Otra versión de este versículo
dice: "El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que
ama el vino y los perfumes jamás será ricos". Ahora
continuemos leyendo el versículo 18:
"Rescate por el justo será el malvado, y por los rectos, el
prevaricador."
La justicia demanda el castigo de los culpables para que los
inocentes puedan ser liberados. Pero, por la gracia de Dios,
Jesucristo, el Justo, se convirtió en rescate por los malvados. El
es el recto, el íntegro, y usted y yo somos los transgresores. No
hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (como bien
dice el Sal. 14:3) Notemos lo que dice el versículo 22, ahora:
"Tomó el sabio la ciudad de los fuertes y derribó la fuerza en
que ella confiaba."
El escritor estaba diciendo que la sabiduría es superior a la
fuerza bruta. Un ser humano puede construir una fortaleza
aparentemente inexpugnable, pero vendrá alguien que será lo
suficientemente inteligente como para encontrar la forma de
invadirla. La antigua ciudad de Babilonia fue un ejemplo clásico.
El rey Belsasar se encontraba sentado en su trono pensando que
se encontraba perfectamente seguro. En realidad, había una
muralla interior alrededor de su palacio. El tenía la certeza de
que nadie podría atravesar las murallas de Babilonia y, por
supuesto, había guardias apostados a lo largo de toda la
muralla. Pero el general del ejército enemigo utilizó su sabiduría
y descubrió una manera de penetrar en la ciudad. Un brazo del
río Eufrates atravesaba la ciudad como una especia de canal. El
general del ejército de los medos y los persas ordenó desviar el
agua de dicho canal hacia el curso principal del río y de esa
forma pudo avanzar con su ejército por el lecho del río, por
debajo de la muralla, por donde el agua fluía anteriormente. Y
así, el ejército Medo-Persa se desplegó por la ciudad, que fue
conquistada antes de que los babilonios supieran lo que estaba
ocurriendo.
Fue Napoleón el que dijo que Dios estaba de parte de los
batallones más grandes. Pero estaba equivocado. El tendría que
haber vencido en la batalla de Waterloo. Era un general
brillante, pero para algunas cosas, no fue lo suficientemente
inteligente. Tenía la aptitud para hacer mover la artillería con
rapidez, pero se quedó empantanado en el barro, en su camino
hacia Varsovia. Y la caballería tropezó con las piezas de artillería
que se encontraban atrapadas en el lodo. Y así quedó colapsado
su ejército. Este proverbio está diciendo que los seres humanos
pueden depender de las riquezas o de la fuerza bruta, pero
ninguna de ellas constituirá una protección suficiente.
Estimado oyente, la historia nos ha dejado muchos ejemplos
más de la aparente fortaleza humana y de la verdadera
fragilidad humana. Por ello, nosotros, como bien dijo San Pablo
en 1ª. Corintios 1, predicamos a Cristo, que es en Sí mismo el
poder de Dios y la sabiduría de Dios. Aquel que, reconociendo
su debilidad e impotencia para salir de su situación de
alejamiento de Dios, crea en el Señor y le acepte como su
Salvador, se convertirá en un hijo de Dios, y a la cual el Espíritu
Santo regenerará y en la cual actuará, transformando su
perdición en salvación eterna, y su debilidad en esta tierra en
una vida plena de significado y calidad.

Proverbios 21:23-22:15
Comenzamos hoy nuestro programa leyendo nuevamente el
versículo 22, de Proverbios, donde terminamos nuestro
programa anterior, que dice:
"Tomó el sabio la ciudad de los fuertes y derribó la fuerza en
que ella confiaba."
El escritor estaba diciendo que la sabiduría es superior a la
fuerza bruta. Un ser humano puede construir una fortaleza
aparentemente inexpugnable, pero vendrá alguien que será lo
suficientemente inteligente como para encontrar la forma de
invadirla. La antigua ciudad de Babilonia fue un ejemplo clásico.
El rey Belsasar se encontraba sentado en su trono pensando que
se encontraba perfectamente seguro. En realidad, había una
muralla interior alrededor de su palacio. El tenía la certeza de
que nadie podría atravesar las murallas de Babilonia y, por
supuesto, había guardias apostados a lo largo de toda la
muralla. Pero el general del ejército enemigo utilizó su sabiduría
y descubrió una manera de penetrar en la ciudad. Un brazo del
río Éufrates atravesaba la ciudad como una especie de canal. El
general del ejército de los medos y los persas ordenó desviar el
agua de dicho canal hacia el curso principal del río y de esa
forma pudo avanzar con su ejército por el lecho del río, por
debajo de la muralla, por donde el agua fluía anteriormente. Y
así, el ejército Medo-Persa se desplegó por la ciudad, que fue
conquistada antes de que los babilonios supieran lo que estaba
ocurriendo.
Fue Napoleón el que dijo que Dios estaba de parte de los
batallones más grandes. Pero estaba equivocado. El tendría que
haber vencido en la batalla de Varsovia. Era un general
brillante, pero para algunas cosas, no fue lo suficientemente
inteligente. Tenía la aptitud para hacer mover la artillería con
rapidez, pero se quedó empantanado en el barro, en su camino
hacia Varsovia. Y la caballería tropezó con las piezas de artillería
que se encontraban atrapadas en el lodo. Y así quedó colapsado
su ejército. Este proverbio está diciendo que los seres humanos
pueden depender de las riquezas o de la fuerza bruta, pero
ninguna de ellas constituirá una protección suficiente.
Ahora, en el versículo 23, de este capítulo 21 de Proverbios,
dice:
"El que guarda su boca y su lengua, su vida guarda de
angustias."
Nuevamente se menciona aquí este asunto de usar bien la
lengua. El escritor ya ha dicho, como usted bien sabe, que si
usted desea tener amigos, tiene que comportarse
amistosamente. Eso quiere decir que usted tiene que hablar,
que ser conversador. Pero también tiene que tener cuidado con
lo que dice. Y todos necesitamos amigos, y el libro de los
Proverbios tiene mucho que decir sobre los amigos y los
enemigos. Emerson dijo lo siguiente: "Aquel que tiene mil
amigos, no tiene un amigo de más. Y aquel que tiene un
enemigo, lo encontrará en todas partes". Tenemos que
reconocer que esto es muy cierto. Ahora, el versículo 24, dice:
"Insolente es el nombre del soberbio y presuntuoso que actúa
con la insolencia de su presunción."
¿Ha observado usted que hay dos temas que se mencionan una
y otra vez? Uno es el uso y abuso de la lengua. El otro es el
orgullo. Dicho de otra manera, la lengua incontrolada, la lengua
mentirosa, la lengua chismosa, y la mirada altiva. Dios dice que
detesta todas estas cosas. Ahora, el versículo 25, dice:
"El deseo del perezoso lo mata, porque sus manos no quieren
trabajar."
Se dice bastante aquí sobre la codicia del hombre negligente y
perezoso. Ahora, el versículo 26, dice:
"El codicioso codicia todo el día; mientras que el justo da y nada
retiene."
Y ese hombre perezoso pasa su tiempo codiciando y tratando de
usar medios dudosos para obtener dinero sin tener que trabajar.
Y por supuesto que hay muchas personas que actúan de esta
manera. En contraste, el hombre justo no está pensando tanto
en recibir como en dar y, por ello, Dios le bendecirá. Este es el
pensamiento principal de este proverbio. Ahora, leamos el
versículo 27:
"El sacrificio de los malvados es abominable, ¡tanto más
ofreciéndolo con maldad!"
El malvado es aquí el que se rebela contra Dios y sus leyes. Es
alguien que no se ha inclinado ante Dios y que no vive de la
manera que Dios quiere que viva. Hay camino que al hombre le
parece derecho. (Prov. 16:25) Y este hombre es el rebelde. Él
sigue por su propio camino, ignorando el camino de Dios. En
realidad, el repudia a Dios. Esto no quiere decir que esa persona
no pueda ser una persona religiosa. Aun, puede ser miembro de
una Iglesia, asistir a ella con regularidad, cantar los himnos y
canciones, y tener una fachada de religiosidad. Incluso puede
que de ofrendas o donativos, pero con una motivación egoísta.
Por ello este proverbio dice que el sacrificio de los malvados es
detestable. Leamos ahora los versículos 28 y 29:
"El testigo falso perecerá, pero el hombre que escucha, siempre
podrá responder. El hombre malvado muestra audacia en su
rostro, pero el recto ordena sus caminos."
Recordemos que había testigos falsos en el juicio del Señor
Jesús. ¿Y no detestaría usted el haber sido usted uno de esos
testigos falsos? Permítanos leer en el capítulo 26 del evangelio
según San Mateo, los versículos 59 y 60, que dicen: Y los
principales sacerdotes, los ancianos y todo el concilio, buscaban
falso testimonio contra Jesús para entregarle a la muerte, pero
no lo hallaron, aunque se presentaron muchos testigos falsos.
Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Este dijo:
"Puedo derribar el Templo de Dios y en tres días derribarlo". Los
otros testigos falsos, presentaron un testimonio, pero que no
era pertinente a este caso; pero estos dos últimos que se
mencionan, mintieron realmente. La respuesta de Jesús figura
en el capítulo siguiente. Veamos entonces lo que dice el capítulo
27 de Mateo, en los versículos 11 al 14: Jesús, pues, estaba en
pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres
tú el Rey de los judíos? Jesús le dijo: Tú lo dices. Y siendo
acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada
respondió. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas
testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra,
de tal manera que el gobernador estaba muy asombrado.
Recordemos que el relato de Juan nos cuenta que Pilato llevó al
Señor Jesucristo a un lugar aparte dentro del palacio y en
privado le pidió su cooperación para poder dejarlo en libertad.
Pero este hombre era demasiado político como para liberar a
Jesús en contra de los deseos de los judíos. Finalmente, se dio
por vencido ante la presión de la multitud. Pero durante todo
ese tiempo él se dio cuenta de que los testigos presentados
contra Jesús eran falsos.
Este juicio permanece en las páginas de la historia como una de
las mayores afrentas a la justicia. Como preguntamos antes,
¿no detestaría usted haber sido uno de aquellos falsos testigos?
Aquí en este proverbio que hemos leído en el versículo 28, dice
que el testigo falso perecerá. Ahora, el versículo 30, de este
capítulo 21, de Proverbios que estamos considerando, dice:
"No hay sabiduría ni inteligencia ni consejo contra el Señor."
Este es un versículo destacado de las Sagradas Escrituras. Es
tan notable que queremos colocarlo junto a un versículo del
Nuevo Testamento que quizás usted haya pasado por alto. Nos
referimos a 2ª Corintios 13:8, que dice: Porque nada podemos
contra la verdad, sino a favor de la verdad. Y aquí en Proverbios
dice: No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra el
Señor.
A veces nosotros nos preocupamos demasiado de cosas como
éstas, y pensamos que deberíamos levantarnos para defender la
Palabra de Dios. Pero, entonces nos llama la atención este
versículo en Proverbios que dice que no hay sabiduría, ni
inteligencia, ni consejo, contra el Señor. Y nos damos cuenta de
que la Palabra de Dios puede defenderse a sí misma, y de que
Dios puede defender Su Palabra. Y esta idea es ratificada por el
versículo del Nuevo Testamento que dice que nada podemos
contra la verdad, sino a favor de la verdad. Entonces, si
queremos hacer algo, deberíamos actuar positivamente, es
decir, acentuando lo positivo, y dejando de lado lo negativo. No
necesitamos defender la Biblia; todo lo que El nos ha pedido
hacer, es que la proclamemos.
La experiencia nos ha mostrado que si una persona se vuelve a
Cristo, si quiere liberarse de su pecado, si realmente desea
tener un Salvador, resulta sorprendente ver como los problemas
que a esa persona tanto le preocupan sobre la Biblia, se
suavizan o pierden importancia. Luego dice en el versículo 31,
versículo final de este capítulo 21, de Proverbios:
"El caballo se apareja para el día de la batalla, pero el Señor es
quien da la victoria."
David aprendió esta lección y dijo en el Salmo 27:3, Aunque un
ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque
contra mí se levante guerra, yo estaré confiado. El rey Asa
también aprendió esta lección: en el Segundo Libro de Crónicas,
capítulo 14, versículo 11, leemos: Y clamó Asa al Señor su Dios,
y dijo: "¡Señor, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al
poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, Señor, Dios
nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre
marchamos contra este ejército. Señor, tú eres nuestro Dios; no
prevalezca contra ti el hombre". ¡Qué maravilloso es confiar en
Dios!
Pero esto no quiere decir que no tenemos que estar preparados.
Jesús dijo que cuando un hombre fuerte y bien armado cuida su
hacienda, sus bienes están seguros. Pero el Señor es quien da la
victoria. Usted tiene que estar listo, pero asegúrese de que su fe
esté en el Señor Jesucristo, y que usted está descansando en El.
Bien, llegamos ahora a
Proverbios 22:1-15
Salomón, que tenía todo lo que el dinero podía comprar, colocó
las riquezas materiales en su verdadera perspectiva. En el
primer versículo, leemos:
"Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena
fama vale más que la plata y el oro."
Se nos habla aquí de un buen nombre. No se trata del nombre
que nos han dado nuestros padres al nacer, sino el nombre que
uno se labra por la clase de persona que es.
Sabemos que David tenía un grupo de hombres conocido como
sus valientes. Eran hombres extraordinarios. Se habían ganado
un nombre por sí mismos. Por ejemplo, escuchemos lo que se
dijo de Benaía, hijo de Joiada, uno de aquellos valientes, en 2
Samuel 23:20: Benaía, hijo de Joiada, hijo de un varón
esforzado, grande en proezas, de Cabseel. . . mató a dos leones
de Moab; él mismo descendió y mató a un león en medio de un
foso cuando estaba nevando. Y más adelante, en el versículo 22
de este capítulo 23 de 2 Samuel dice: Esto hizo Benaía hijo de
Joiada, y ganó renombre entre los tres valientes de David.
Benaía estaba en una clase aparte con estos tres que estaban
en el nivel más alto entre los hombres más valientes de David.
Así, que él se había labrado un buen nombre, lo cual como dice
este proverbio, tiene más valor que las muchas riquezas. Ahora,
en el versículo 2, de este capítulo 22, de Proverbios, leemos:
"El rico y el pobre tienen en común que a ambos los hizo el
Señor."
Esto quiere decir que ante Dios todos los hombres se
encuentran en el mismo nivel. Pero si usted quiere hablar acerca
de una fraternidad universal del hombre, tendría que ser
cuidadoso con lo quiere decir. Porque la Biblia no nos enseña
eso. La Biblia sí nos enseña que todos nosotros somos
miembros de la misma familia humana y que todos tenemos
una naturaleza depravada; una naturaleza que está alejada,
apartada de Dios. Incluso nos tenemos que proteger unos de
otros, porque no somos fiables, dignos de confianza. Y la Biblia
también nos informa que en Hechos 17:26, el apóstol Pablo
dijo: De una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres para
que habiten sobre toda la faz de la tierra. Y en base a ello, todos
los seres humanos estamos en la misma condición ante El. Pero
nos convertimos en hijos de Dios, no solo porque somos
humanos, sino por la fe en Jesucristo. En Juan 8:44 vemos que
el Señor Jesús les dijo a los dirigentes religiosos de su tiempo:
Vosotros sois de vuestro padre el diablo. Así es que, en realidad,
en la actualidad hay dos familias en este mundo; los hijos de
Dios, y los que no lo son. Obviamente, la paternidad universal
de Dios no existe.
Ahora observemos lo que dice este proverbio: a ambos los hizo
el Señor. Somos criaturas suyas por la creación. Dios es el
Creador de todos, pero no el Padre de todos. Ahora, en el
versículo 3, de este capítulo 22, de Proverbios se nos dice:
"El prudente ve el mal y se esconde, pero los ingenuos pasan y
reciben el daño."
¿Usted quiere ser una persona sabia, inteligente? Entonces, lo
mejor es que haga preparativos para el futuro. Hay muchas
personas hoy dispuestas a ayudarle a hacer arreglos para el
futuro. Hay muchas compañías de seguros e instituciones que
ofrecen planes de ahorro y jubilación, protección familiar, y para
casos de accidentes graves o mortales. Todo ello está bien. Pero
pensamos en el paso siguiente. ¿Qué puede decirnos sobre el
futuro eterno, después de la muerte? La Biblia llama insensata a
la persona que no se ha preparado para la eternidad.
Creemos que una historia que tuvo lugar hace mucho tiempo
puede ilustrar esto muy bien. Había dos jóvenes que
pertenecían a familias de grandes recursos económicos. Y en
cierta ocasión estos jóvenes anunciaron su compromiso
matrimonial y más adelante llegaron a casarse. El
acontecimiento tuvo una gran resonancia social, y la noticia
apareció en un periódico. Ellos compraron una hermosa casa y
la amueblaron con muebles de estilo antiguo. Se casaron y
fueron a su viaje de luna de miel. Pero para llegar al lugar
donde iban a pasar su luna de miel tenían que viajar por una
zona montañosa, donde tuvieron un accidente; chocaron con
otro automóvil y su automóvil fue a parar a un precipicio donde
se incendió y ambos murieron. Muchos años después, esta casa
que había sido preparada con tanto interés y cariño por esta
pareja, aun no se había ocupado. Y uno al pasar por ese lugar,
puede pensar en todas las preparativos que la pareja hizo para
vivir aquí en este mundo, pero nunca llegaron a vivir en aquella
casa ni una hora, ni siquiera un minuto. Sin embargo, fueron a
la eternidad, sin estar preparados para presentarse ante Dios.
Lo mismo les ha sucedido a tantas personas, que dieron la
prioridad absoluta a la lucha por la vida, o a prosperar
materialmente, pero dejaron de lado completamente el tema
fundamental de su relación con Dios. El versículo 6, ahora dice:
"Instruye al niño en su camino, y ni aun de viejo se apartará de
él."
Tenemos que entrenar a un niño en el camino que debería
seguir. Lo que aquí se está diciendo es que Dios tiene un camino
por el cual El quiere que el niño vaya, y los padres tienen que
encontrarlo, que descubrir ese camino bajo la guía del Espíritu
Santo. No deberían educarle de la manera en que ellos creen
que tendría que ser formado, sino en el camino por el cual Dios
quiere que siga. En el versículo 13 leemos:
"Dice el perezoso: Ahí fuera hay un león: me matará en la
calle."
Aquí tenemos nuevamente al perezoso. Este también tiene su
sentido del humor. En otra ocasión, hacía mucho frío y no podía
salir a arar. En este proverbio le vemos presentar una nueva
excusa, probablemente una excusa falsa. Finalmente leamos el
versículo 15 de este capítulo 22 de Proverbios:
"La necedad está ligada al corazón del muchacho, pero la vara
de la corrección la alejará de él."
Estas instrucciones para la educación del niño son repetidas con
énfasis. Los niños necesitan disciplina. La disciplina apropiada
no irritará, no provocará la ira del niño. Tampoco será
simplemente el desahogo del enojo de los padres. La disciplina
adecuada ayudará al niño a superar su insensatez. Cuando los
padres tienen una relación con Dios, el Espíritu Santo les puede
guiar y controlar en la educación de sus hijos. Un hogar donde
el Señor Jesucristo es el Salvador y el Señor, proporciona la
atmósfera adecuada para promover la madurez de los padres, y
la formación integral, es decir, humana y espiritual de los niños.

Proverbios 22:28-23:35
En este día, estimado oyente, finalizaremos nuestro estudio del
capítulo 22 de Proverbios. En el versículo 28 del capítulo 22,
leemos:
"No remuevas los linderos antiguos que pusieron tus padres."
Cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto, les proporcionó una
tierra. Y a veces nos olvidamos que Él también le dio a cada
tribu en particular una sección en esa zona. Y le dio también a
cada familia de cada tribu una parcela de tierra. Ellos tenían que
poner ciertos linderos para delimitar su propia parcela de tierra.
Por lo general estos linderos estaban formados por montones de
rocas.
Dios le dio a Israel instrucciones específicas con respecto a sus
linderos. En el libro de Deuteronomio, capítulo 19, y versículo
14 dice: En la heredad que poseas en la tierra que el Señor, tu
Dios, te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu
prójimo que fijaron los antiguos. Así, estos linderos pasaron de
generación en generación y eran muy importantes. Cuando un
hombre llegaba a la ancianidad, se sentía débil y su vista
comenzaba a fallarle, su vecino podía haber aprovechado para
correr la roca un poco, para ampliar su propia parcela de tierra.
Dios nos dijo aquí que esa acción estaba prohibida. Por
supuesto, que era un acto deshonesto.
Pero hoy podemos utilizar esa situación como una aplicación
espiritual. Creemos que hemos visto los límites de la fe cristiana
cambiados de lugar, Algunos, han intentado actualizar el
mensaje de la Biblia. Pero una cosa es explicar dicho mensaje
en términos que las personas puedan comprenderlo, y otra es
remover sus fundamentos, o sus límites. En vez de avanzar y
remover mojones, tendríamos que comenzar a regresar para
recuperar el límite marcado por algunos de los antiguos
linderos. Nos referimos a linderos de valores morales, de
verdades espirituales, y a los fundamentos Bíblicos del mensaje
cristiano. Esos linderos han sido removidos de su lugar.
Por todas partes se oyen soluciones al problema de la situación
del ser humano. Se presentan explicaciones psicológicas y
sociológicas. Y pocos se atreven a reivindicar el lugar de las
explicaciones y soluciones bíblicas, espirituales. Por ello
insistimos en la necesidad de regresar. No se trata de
retroceder, sino de regresar para recuperar el terreno perdido
de una parcela cuyos límites han sido removidos o aparecen
como irreconocibles. Algunos que adoptan con frecuencia e
título de "progresistas" podrían pensar que la nuestra es una
actitud retrógrada. Pero queremos enfatizar claramente que no
hay mayor actitud retrógrada que la de buscar soluciones en
sistemas humanos que han renovado sus fracasos generación
tras generación.
Luego el capítulo 22, finaliza con una hermosa palabra de
encomio al hombre que es diligente en su tarea. Dice el
versículo 29:
"¿Has visto un hombre cuidadoso en su trabajo? Delante de los
reyes estará, no delante de gente sin importancia."
Es decir que, Dios está diciendo aquí que Él recompensará a la
persona diligente. Recordemos que el Señor Jesucristo dijo que
en la eternidad sus palabras de elogio, serían, como lo expresó
en Mateo 25:21, destacó esto y también encomiará a los
hombres por esto en la eternidad. Él dijo: "Bien, buen siervo y
fiel". Su encomio no estará basado en la cantidad de trabajo que
usted haya realizado, o en el número de personas a quienes
usted haya dado testimonio de su fe, o en la intensidad y
laboriosidad de su trabajo, sino en la fidelidad con la que usted
haya llevado a cabo su tarea que el Señor le ha encomendado.
Quizá esa responsabilidad consista simplemente en lo que una
madre hace por su hijo pequeño en el hogar. Por ejemplo, la
madre de Moisés fue fiel en esa tarea, y su nombre quedó
registrado en la Biblia. O sea, que frente a todo lo demás, la
fidelidad recibirá la recompensa. Dios recompensará al siervo o
sierva que ha sido fiel a la tarea que El les encargó.
El apóstol Pablo lo expresó de esta manera en su epístola a los
Romanos, capítulo 12, versículos 10 y 11, y que leeremos de
otra versión de la Biblia: Amaos los unos a los otros con amor
fraternal, respetándoos y honrándoos mutuamente. Nunca
dejéis de ser diligentes, antes bien, servid al Señor con el fervor
que da el Espíritu. Todo esto significa y da como resultado ser
fieles a Dios, y así es como nosotros deberíamos ser.
Bien, llegamos ahora a
Proverbios 23
Debemos decir, a propósito, que el joven que estamos siguiendo
en las páginas de este libro ha estado asistiendo a la escuela de
la sabiduría por algún tiempo, y está listo para recibir su título.
Y creemos que tendremos la ceremonia de graduación cuando
lleguemos al final del capítulo 24. Pero aquí, en el capítulo 23,
podemos leer lo siguiente en los primeros tres versículos:
"Cuando te sientes a comer con algún señor, considera bien lo
que está delante de ti. Si eres dado a la glotonería, domina tu
apetito. No codicies sus manjares delicados, porque es pan
engañoso."
Lo que aquí se presentan son consejos para ejercer el
autocontrol en las comidas, especialmente para aquellos que por
su glotonería comen en exceso, con un ansia insaciable. Es
sabido que algunos comen no porque en realidad sientan
hambre, sino por factores psicológicos. Comen cuando están
tensos, nerviosos. El consejo es comer relajados y disfrutar de
nuestras comidas comiendo con moderación. Como podemos
ver, se trata de indicaciones muy prácticas, y que constituyen
un llamado a la moderación, a la sobriedad, a la continencia.
Ahora, los versículos 4 y 5 dicen:
"No te afanes por hacerte rico: sé prudente y desiste. ¿Has de
poner tus ojos en las riquezas, que son nada? De cierto se
hacen alas como de águila, y vuelan al cielo."
El pensamiento que encontramos destacado en este lugar es
que no es malo ser rico, ni en trabajar para serlo. Sin embargo
ello no debe ser el objetivo de la vida. Las riquezas no deberían
ser la meta de nuestros corazones. Algunos tienen un ansia, una
codicia por acumular dinero hasta el punto en que éste se
convierte en un dios. Y convierten esa ansiedad en una lucha,
en la máxima prioridad de sus vidas. Un hijo de Dios no debe
caer en esas pasiones incontroladas. Y si se enfrenta a ese tipo
de tentación, puede expresárselo a Dios en oración, mostrando
su disposición a dejarse controlar por el Espíritu Santo.
En cierta ocasión un cristiano de grandes recursos económicos
dijo lo siguiente: "Yo no hago dinero por amor al dinero. Hago
dinero por lo que éste puede lograr". Y, luego, continuó
diciendo: al principio yo buscaba dinero por lo que éste podía
hacer por mí. Ahora lo obtengo por lo que puede hacer por
Dios". Por ello decimos que el problema no consiste en acumular
riquezas. El problema surge cuando el corazón humano tiene un
deseo irrefrenable por ganar dinero. En ese caso estamos frente
a la codicia que es, en realidad, una forma contemporánea de
idolatría. Y es de la codicia que nos habla este proverbio.
Aquellos que adoran el dinero están adorando a un dios falso, y
ese dios falso es como un águila que remontará el vuelo en
cualquier momento.
"No comas pan con el avaro ni codicies sus manjares, porque
cuales son sus pensamientos íntimos, tal es él. Come y bebe, te
dirá, pero su corazón no está contigo. Vomitarás el bocado que
comiste y habrás malgastado tus suaves palabras."
A veces cuando uno es invitado a comer a la casa de alguien, se
encuentra muy contento y relajado por la hospitalidad, la
compañía, la comida y el ambiente agradable que le rodea, y
muchas veces dice cosas que quizás no diría en otras ocasiones.
Y lo que uno dice puede ser malinterpretado, o mal transmitido
por quienes le están escuchando, cuando en el futuro hablen
con quienes están ausentes. Y el escritor del Libro de Proverbios
nos advierte aquí que cuando uno recibe una invitación a comer,
tiene que estar seguro de conocer bien a esa persona porque
quizá esa persona no resulte tan amistosa como usted piensa
que es. Leamos ahora el versículo 10:
"No remuevas el lindero antiguo ni entres en la heredad de los
huérfanos"
Aquí tenemos nuevamente esa declaración acerca del lindero
antiguo. Si usted ha perdido su fe, no conviene que ese estado
pase a sus propios hijos, porque, entonces, ellos deberán sufrir
las consecuencias. Quizá usted haya tenido buenos
antecedentes, pero con usted ahora, ellos no tendrán esos
buenos antecedentes y padres cristianos, pero sus hijos no
tendrán una formación que los proteja.
Nuestra generación es responsable por la nueva generación, a la
cual se acusa de muchas cosas. Y creemos que tenemos, al
menos, parte de la culpa. (Nosotros somos los responsables por
enseñar a nuestros hijos, y debemos aceptar esa
responsabilidad.). Bueno, sigamos adelante ahora, con la lectura
del versículo 13, de este capítulo 23, de Proverbios:
"No rehúses corregir al muchacho, porque si lo castigas con
vara, no morirá."
Ya hemos hablado de este tema anteriormente; y debemos
recordar nuevamente que el Apóstol Pablo añadió a este
consejo, que el padre no debe corregir a su hijo cuando se
encuentre experimentando un arranque de cólera. La corrección
debe ser una disciplina, no un castigo. Si la disciplina no ayuda
a desarrollar el carácter del hijo, no es buena.
No deberíamos decir a nuestros hijos que los estamos
castigando. Sería mejor explicarles que los estamos
disciplinando. El apóstol Pablo escribió en Efesios 6:4, que no se
debe hacer enojar o irritar a los hijos sino que tenemos que
criarlos según la disciplina e instrucción del Señor. Debemos
recordar siempre que la disciplina que aplicamos, es la disciplina
e instrucción del Señor, es decir, que la acción disciplinaria debe
estar controlada por el Señor. Esto es lo verdaderamente
importante. El escritor continúa hablando aquí en el Libro de
Proverbios al joven. En los versículos 19 al 21, dice:
"Escucha, hijo mío, y sé sabio: endereza tu corazón al buen
camino. No te juntes con los bebedores de vino ni con los
comilones de carne, porque el bebedor y el comilón se
empobrecerán, y el mucho dormir los hará vestir de harapos."
Aquí tenemos una advertencia para tener cuidado con las
compañías. Las malas compañías corrompen las buenas
costumbres. Esta advertencia está especialmente dirigida a la
juventud. Muchas vidas que estaban en un principio bien
orientadas, se malograron por causa de amistades que las
arrastraron en la dirección opuesta. Y dice el versículo 22.
"Escucha a tu padre, que te engendró; y cuando tu madre
envejezca, no la menosprecies."
El escritor de Proverbios aconseja nuevamente al joven que está
listo para graduarse de la escuela de la sabiduría. Sus padres
están entrando en la ancianidad. Quizás su padre ya está algo
senil, pero aun así, sus padres tienen más sentido común y
experiencia que el joven.
Y usted vería un ejemplo de esto si solo pudiera hablar hoy con
Absalón, Él creyó que podría vencer en una rebelión contra su
padre, el rey David. Pero David era un soldado experimentado.
Cuando los rebeldes salieron al campo de batalla cometieron un
error. Nunca deberían haber salido de Jerusalén porque David
conocía bien la guerra en el campo de batalla y ello resultó fatal
para el joven Absalón. Continuemos leyendo el versículo 23:
"Compra la verdad y no la vendas; y la sabiduría, la enseñanza
y la inteligencia."
Usted y yo no necesitamos comprar la verdad. La verdad está
disponible para nosotros sin dinero y sin precio. El profeta Isaías
dijo en 55:1, ¡Venid, todos los sedientos, venid a las aguas!
Aunque no tengáis dinero, ¡venid, comprad y comed! ¡Venid,
comprad sin dinero y sin pagar, vino y leche! Cristo es todo esto
para el hijo de Dios. El es la verdad, la sabiduría y el
conocimiento. Azulo, el joven y brillante Fariseo, que más tarde
conoceríamos como el apóstol Pablo, nos habló de ello en 1ª
Corintios 1:30, Pero gracias a él vosotros estáis unidos a Cristo
Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, --es decir,
nuestra justificación, santificación y redención--. Luego en el
versículo 26, de este capítulo 23, de Proverbios leemos:
"Dame, hijo mío, tu corazón y miren tus ojos mis caminos."
Ahora, alguien quizá nos diga: "Pero, yo los he escuchado a
ustedes decir que Dios no quiere nuestros viejos e impuros
corazones". Y así es, estimado oyente, el no puede usarlos. Pero
cuando Él dice: Dame hijo mío tu corazón Él no está hablando a
la persona que no es salva. Él está hablando a Su hijo, le está
hablando a alguien a quién La ha dado un corazón nuevo, una
naturaleza nueva, alguien que ha experimentado un nuevo
nacimiento espiritual. Así es que le dice entonces al joven: "Yo
quiero que tú vengas a Mí, y quiero que tú te sometas a Mí".
Como dijo Jesús, "Si me amas, guarda mis mandamientos". Si
usted ha sido redimido por la sangre de Cristo, entonces es un
hijo de Dios y puede ofrecerle su corazón y su amor. Luego, en
el versículo 27, leemos:
"Porque abismo profundo es la ramera, pozo profundo la
extraña."
Si alguien hubiera pensado que nosotros estábamos
equivocados antes al decir que la extraña era una ramera, aquí
tenemos un paralelismo que muestra que los dos términos son
sinónimos. Luego, en el versículo 28, de este capítulo 23 de
Proverbios, leemos:
"También ella, como un ladrón, acecha, y multiplica entre los
hombres los prevaricadores."
Las vidas de dos hombres ilustran esta afirmación. Está la
historia de Judo en el libro del Génesis, en un capítulo
lamentable que nos relata le historia de cuando él acudió a una
prostituta. Y después está la historia de Sansón. Si él estuviera
aquí hoy, desde su experiencia nos diría que la ramera era
traicionera, capaz de traicionar sin ningún escrúpulo.
Continuemos leyendo los versículos 29 y 30:
"¿Para quién serán los lamentos? ¿Para quién el dolor? ¿Para
quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las
heridas sin razón? ¿Para quién los ojos enrojecidos? Para los
que no dejan el vino, para los que van probando mezclas."
Nuevamente tenemos aquí una advertencia contra la ebriedad,
que se completa con los versículos 31 al 35, de este capítulo 23
de Proverbios, leemos:
"¡No mire el vino cuando rojea, cuándo resplandece su color en
la copa! Se entra suavemente, pero al fin muerde como una
serpiente, causa dolor como un áspid. Tus ojos verán cosas
extrañas y tu corazón dirá cosas perversas. Será como si
yacieras en medio del mar o como si yacieras en la punta de un
mástil. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; me azotaron,
pero no lo sentí; cuando despierte, volveré en busca de más."
Y así concluimos nuestro estudio de este capítulo 23 de
Proverbios. Dios mediante, en nuestro próximo programa,
comenzaremos nuestro estudio del capítulo 24, y esperamos
que usted nos acompañe. Una vez más, permítanos recordarle
que es bueno, que es aconsejable que usted lea todo este
capítulo 24, antes de llegar a nuestro próximo estudio, para que
se familiarice con su contenido. Al despedirnos, dejamos con
usted esta petición del Señor que leímos en el versículo 26, que
en otra versión nos lo expresa de esta manera: Dame, hijo mío,
tu corazón, y no pierdas de vista mis caminos. Estimado oyente,
este es un llamado a todos aquellos que habiendo comenzado su
vida cristiana, aun no distinguen claramente la dirección que
tendrían que seguir en la vida. Si usted se dirige a Él en oración
con un corazón sincero, con una mente dispuesta y sensible a la
Palabra de Dios y a la guía de Su Espíritu, El le guiará por los
mejores senderos de la vida, que son los caminos que Dios ha
preparado para los que le aman.

Proverbios 24
Llegamos hoy, amigo oyente, en nuestro viaje por este Libro de
Proverbios, al capítulo 24. Y este es el último capítulo de los
Proverbios que escribió y arregló el mismo Salomón. A partir de
este programa, vamos a ver Proverbios que fueron copiados por
los hombres de Ezequías. Evidentemente, Salomón escribió
muchísimos proverbios. Sin embargo, solo tenemos un
porcentaje muy pequeño del número total. Estos contienen
grandes verdades que han sido colocadas en un espacio
pequeño. Ellas pueden sostener y dirigir nuestras vidas. Vamos
a leer entonces, los primeros dos versículos de este capítulo 24
de Proverbios:
"No tengas envidia de los hombres malos ni desees juntarte con
ellos, porque su corazón trama violencias e iniquidad hablan sus
labios."
Ya hemos visto esto con anterioridad. Podemos ver que en el
libro de los Proverbios se repiten los temas que son
importantes. Por ejemplo, se ha escrito mucho sobre el uso de
la lengua, sobre el orgullo, y acerca de la persona insensata.
Hay asuntos que son enfatizados constantemente, porque son
traducidos a la vida práctica. Uno puede encontrar las personas
descritas en este libro por las aceras de nuestras propias
ciudades. Esa es la razón por la cual hemos dicho que usted
encontrará un proverbio adecuado para cada persona que usted
conoce. Y también hemos encontrado muchos proverbios que se
pueden aplicar a diferentes personajes de la Biblia.
El Salmo 74, escrito por Asaf, trata el mismo tema de estos
versículos que inician el capítulo 24 de Proverbios. En el Salmo
73:3-9 Asaf escribió frases como éstas: porque tuve envidia de
los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos. . . No pasan
trabajos como los otros mortales, ni son azotados como los
demás hombres. . . "Ponen su boca contra el cielo, y su lengua
pasea la tierra". Y Asaf estaba molesto por estas situaciones de
la vida. Pensamos que usted, estimado oyente, también se ha
sentido molesto por las mismas cosas. Yo, personalmente, he
experimentado estos sentimientos. Recuerdo en mi vida de
estudiante, haber tenido compañeros pobres, que comenzaban a
estudiar trabajando al mismo tiempo, porque tenían un ardiente
deseo de estudiar para labrarse un futuro digno en la sociedad,
y finalmente tenían que abandonar sus estudios por la falta de
tiempo para estudiar, mientras que otros compañeros, que
disfrutaban de una vida de abundancia, dejaban de estudiar
porque simplemente les aburría el programa académico. Esta
situación me planteaba preguntas inquietantes.
Pero, aquí en el Libro de Proverbios, estimado oyente, Salomón
se enfrentó con este tema en el versículo 1 al decir: No tengas
envidia de los hombres malos, ni desees juntarte con ellos. ¿Por
qué? Porque llegará el día en que tendrán que rendir cuentas.
Asaf dijo que no podía entender porque los malvados
prosperaban. Pero en el mismo Salmo 73:17 nos contó su
experiencia final, diciendo: hasta que, entrando en el santuario
de Dios, comprendí el fin de ellos. El salmista concluyó que Dios
mismo se ocuparía de ellos algún día.
Al mirar al mundo de nuestro tiempo podemos ver muchas
injusticias, y usted y yo podemos hacer muy poco al respecto.
Vivimos en una generación que ha protestado prácticamente
sobre todo. Se han tratado de igualar los contrastes,
equiparando la situación de las personas para promover la
justicia social. Pero aunque se han logrado grandes avances en
las prestaciones sociales en algunos países de la tierra, los
contrastes y las injusticias prevalecen. Y en otros países, la
situación se hace cada vez más precaria, hasta el extremo de
carecer de los bienes indispensables para subsistir. Es que el
problema reside en el corazón humano, Es el corazón de las
personas el que necesita ser cambiado. Dios es el único que
igualará la situación de los seres humanos algún día. Podemos
confiar en que El solucionará las injusticias de la sociedad
humana.
Creemos que usted y yo, estimado oyente, necesitamos
reconocer nuestro lugar en esta vida. Nos convertiremos en
personas más felices si usted y yo somos conscientes de que
Dios nos ha colocado a cada uno de nosotros en un lugar en
particular para cumplir un determinado propósito en la tierra. Y
a la distancia podemos observar a los malvados y verles
prosperar, y no lo entendemos. Muchas veces le habremos dicho
a Dios que no comprendemos esas situaciones. Y ni usted ni yo
debemos temer por decírselo a Dios, tal como lo hizo Asaf. Lo
importante es que continuemos confiando en que Dios un día
pondrá a las personas y a las cosas en su lugar, y solucionará
todo aquello que nos inquieta.
Tenemos que aprender a mirar a las cosas desde el punto de
vista de Dios. La Biblia está llena de ejemplos de hombres
impíos que han llegado a un terrible fin. En el mismo comienzo
de la Biblia, podemos ver a Caín. Luego, al continuar leyendo
encontramos a otro hombre llamado Lot y éste, aunque era un
hombre salvo, escogió vivir en la ciudad de Sodoma, en la cual
prosperó, pero llegó un día cuando él deseó no haberse
trasladado a Sodoma. Había cometido un gran error al hacerlo.
Y así, si usted recorre la Biblia, se encontrará con personas que
prosperaron por un tiempo, pero después verá como el juicio
vino sobre ellas una y otra vez. Con todo, es muy importante
que nosotros comprendamos este problema. Continuando
ahora, con nuestra lectura en el capítulo 24 de Proverbios,
vemos que los versículos 3 y 4 nos dicen:
"Con sabiduría se edifica la casa, con prudencia se afirma y con
ciencia se llenan las cámaras de todo bien preciado y
agradable."
Este es un hermoso cuadro de lo que usted y yo debemos hacer.
Un hombre edifica su hogar y luego llena la casa adornándola
con muebles, con hermosos cuadros, tapices, y con valiosos
objetos personales. Es un placer para la vista contemplar una
casa como ésta, amueblada con tan buen gusto.
Estimado oyente, usted y yo deberíamos estar edificándonos
una casa aquí en la tierra, un hogar de sabiduría, una casa llena
de conocimiento. Deberíamos comenzar por acumular en
nuestras mentes y corazones toda clase de muebles hermosos,
jarrones, cuadros y maravillosos adornos. Y eso es lo que el
Apóstol Pablo le aconsejó al joven Timoteo en su segunda carta
2:15: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la
Palabra de verdad. Usted y yo deberíamos estar llenando
nuestros corazones y nuestras vidas con la Palabra de Dios.
Estimado oyente, construyamos una hermosa mansión, y no nos
conformemos con una casucha en ruinas.
En algunos lugares, especialmente alrededor de grandes
ciudades, viven personas que son muy pobres, y sus hogares
han sido construidos de cosas que se encuentran por la calle.
Pedazos de madera, de chapas, y otros restos. Uno entra a esos
lugares y encuentra que a veces no tienen ni donde sentarse. Al
observar sus habitaciones uno puede darse cuenta de que ni
siquiera tienen camas, y tienen que dormir en un rincón con un
colchón y algunas mantas. Y para cocinar tienen que hacerlo
afuera. Y uno se da cuenta de lo trágico que es vivir en esas
condiciones. Mirando esta situación desde un punto de vista
espiritual, diremos que hay muchos creyentes que deberían
haber pasado su vida edificando un hermoso hogar, un hogar
espiritual. Y deberían haberlo llenado con los maravillosos
tesoros que encontramos en la Palabra de Dios, y que les
habrían proporcionado una gran calidad de vida. En cambio,
todo lo que tienen es una casa miserable. Y al mirar esa casa
por dentro, uno comprueba que está prácticamente vacía, no
hay nada. Todo lo que hay allí es una gran ignorancia y miseria
espiritual.
Hay muchos que se denominan a sí mismos como cristianos, e
incluso puede que estén formalmente vinculados a alguna
iglesia, cuyas vidas e ignorancia espiritual se parecen a esas
humildes casas casi vacías, que son una viva descripción de la
miseria. Y esto es una verdadera tragedia. Recordemos el gran
contraste con la descripción que hemos leído en estos versículos
3 y 4 de Proverbios y que ahora repetimos leyéndolos de otra
versión que dice: "Con sabiduría se construye la casa; con
inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio se llenan
sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros". Ahora leamos
los versículos 5 y 6, de este capítulo 24:
"El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el que tiene
ciencia. Porque con ingenio harás la guerra, y en los muchos
consejeros está la victoria."
Hoy hay muchos recursos a nuestra disposición. No solamente
hay personas a las que podemos recurrir para recibir consejo,
sino que también tenemos la Palabra de Dios. No creemos en
este método que tienen algunos de simplemente abrir la Biblia y
buscar un versículo cuando necesitan tomar alguna decisión.
Eso no es bueno. La Palabra de Dios no es como una ruleta,
digamos, que uno puede hacer girar y esperar que se detenga
en el lugar preciso. Tenemos que saber lo que la totalidad de la
Biblia dice. Necesitamos leer a Moisés, a Josué, a Samuel, a
David, a Miqueas y Zacarías, y lo que también escribieron
Mateo, Pablo y Juan. Todos ellos son nuestros consejeros y
podemos recurrir a ellos cuando tengamos que tomar una
decisión. Pasemos ahora al versículo 10, de este capítulo 24:
"Si flaqueas en día de adversidad, tu fuerza quedará reducida."
Aquí se está diciendo algo importante. Dios utiliza estos
períodos difíciles de tensión y pruebas para desarrollar nuestro
carácter espiritual. Esa es la manera en la que El nos capacita
para crecer. Es en la hora de las pruebas cuando usted y yo
demostramos la fortaleza espiritual que tenemos.
Es de gran consuelo saber que hubo muchos de los hombres de
Dios, que cuando llegó la hora de prueba, dieron media vuelta y
huyeron. Usted recordará por ejemplo, que Elías demostró tanto
valor allá en el Monte Carmelo, pero al saber que Jezabel le
perseguía con la intención de matarlo, emprendió la huida y
corrió por el desierto hasta que llegó a Beerseba. Allí dejó a su
criado, continuó su camino por el desierto y al fin, se sentó
debajo de un enebro y dijo: "Señor, quítame la vida". (1 Reyes
19:4)
Cuando David fue perseguido por el rey Saúl no tuvo ningún
momento de paz. Llegó a decir que estaba siendo perseguido
como una perdiz por las montañas, y que cualquier día le
atraparían y le darían muerte. Y en esa condición estaba muy
desanimado. Pero estos dos hombres descubrieron que en esos
momentos el Señor les daría la fuerza que necesitaban y,
efectivamente, así fue. Ahora, los versículos 11 y 12, nos dicen:
"Libra a los que son llevados a la muerte, salva a los que tienen
su vida en peligro. Porque si dices: «Lo cierto es que no lo
supimos», ¿acaso no lo considerará el que pesa los corazones?
El que mira por tu alma, él lo conocerá, y él pagará al hombre
según sus obras."
Hay alguien a quien usted podría ayudar, y usted lo sabe. Hay
alguien a quién usted podría dar testimonio de Cristo, y usted
podría ser el único o la única a quien esa persona escuchara.
Cierto hombre dijo en una ocasión, que él se sentía responsable
por el suicidio de un ser querido y creía que debería haber
hecho algo por él. Bueno, pensamos que lo tenía que haber
hecho, pero no lo hizo. Una persona puede sentir un gran
remordimiento por haber desaprovechado la ocasión de hacer
algo en un momento en que debería haberlo hecho.
Y Dios es Aquel que sopesa, que examina con atención los
corazones. En esos casos en los cuales sabemos que no hemos
hecho algo que deberíamos haber hecho, lo único que nos
queda es dirigirnos al Señor diciéndole: "Señor, perdóname. He
fracasado. Vengo a ti para que me fortalezcas y me ayudes". Y
el Señor escuchará esa clase de oración. El puede librar a una
persona de sentirse abrumada por el dolor y la culpa de su
fracaso.
Haremos bien en recalcar la importancia de este proverbio y
acerquémonos a aquellas personas que necesitan nuestra
ayuda.
Ahora el versículo 16 dice:
"Porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse,
pero los malvados caerán en el mal."
En la Biblia el siete es el número que representa a algo
completo. Quiere decir que el ser humano continúa cayendo.
Pero la persona justa se levantará otra vez. ¿Conoce usted
alguna persona así? ¿Una persona que continúa levantándose?
Bueno, tenemos el caso de Simón Pedro. Pero este versículo 16
continúa diciendo que los malvados caerán en el mal. Ese fue el
caso de Judas. Este proverbio ilustra perfectamente a esos dos
discípulos del Señor. Pedro era un hombre que estaba
constantemente cayendo. Podemos decir que fracasó cuando
intentó caminar sobre el agua. No creo personalmente que haya
fracasado porque él realmente caminó sobre las aguas. El
caminó sobre el agua para dirigirse hacia Jesús, pero cuando
apartó sus ojos de Jesús y miró a aquellas olas agitadas,
comenzó a hundirse. Pero recordemos que el Señor lo rescató y
el regresó caminando hacia el bote con Jesús. Pero Pedro
verdaderamente fracasó aquella noche en que Jesús fue
arrestado. El negó conocer a Jesús tres veces. Una y otra vez
Pedro le falló al Señor. Pero siempre se levantó y continuó con
su Señor.
Cierto hombre dijo en una ocasión: "¿Sabe usted? ? he
fracasado tantas veces que hasta tengo vergüenza de ir al
Señor y decirle a Él nuevamente que he fracasado y que quiero
comenzar de nuevo". Estimado oyente, usted puede sentirse
avergonzado, pero el Señor no lo está. Él está dispuesto a
ayudarle para comenzar una vez más". Este hombre dijo:
"¿Cuántas veces puede un hombre fracasar y ser restaurado
nuevamente?" Bueno, no lo sabemos. Nosotros hemos
fracasado muchas veces, pero todavía nos acercamos a Él. Y
creemos, estimado oyente, que eso es lo importante ? que
nosotros regresemos a nuestro Padre celestial y le digamos a Él
que hemos tropezado y que nos hemos ensuciado nuevamente y
pedirle que Él nos ayude a regresar una vez más al servicio de
Él. ¡Cuán maravilloso es tener un Padre celestial así!)) Ahora, el
versículo 17, de este capítulo 24, dice:
"No te regocijes cuando caiga tu enemigo, ni cuando él tropiece
se alegre tu corazón"
No podemos negar que cuando algo malo le ha sucedido a
alguien que no nos agrada, o que consideramos un adversario,
hemos experimentado cierta satisfacción, la hayamos expresado
o no. Porque la naturaleza humana reacciona de esa manera.
Dios nos dice que no debemos alegrarnos de la desgracia del
enemigo. Esa actitud nuestra no resuelve el problema. ¿Por
qué? Leamos el versículo 18:
"No sea que el Señor lo vea y le desagrade, y aparte de sobre él
su enojo."
Si usted se alegra de la caída de un enemigo, el Señor podría
entonces comenzar a prosperar a esa persona. En ese caso,
usted se sentiría abatido. Así que hay al menos una razón
práctica para no alegrarse del mal que haya caído sobre un
enemigo. Luego, el versículo 19, de este capítulo 24, dice:
"No té impacientes a causa de los malignos ni envidies a los
malvados"
Alguien quizá nos diga: "Ya hemos leído esto". Sí, es la misma
idea que encontramos en el versículo 1 de este capítulo.
Entonces, por qué se repite. Bueno, el propósito es mostrarnos
lo importante que es.
¿Ha observado usted que algunas de las parábolas y ciertos
milagros de nuestro Señor aparecen repetidos en el relato
Bíblico? Por ejemplo, la alimentación de los 5.000 quedó
registrada en los 4 evangelios. Cada uno de los autores de los
Evangelios añadió detalles que son peculiares a ese Evangelio. Y
el citado milagro fue considerado de tal importancia que fue
registrado para nosotros cuatro veces. Y la enseñanza de este
proverbio necesita ser repetida debido a su importancia.
Desde el versículo 23 hasta el final del capítulo hay una especie
de apéndice, que fue introducido por las palabras: "También
estos son dichos de los sabios". Leamos entonces el versículo
23:
"También estos son dichos de los sabios: Hacer distinción de
personas en el juicio no es bueno."
Aquí tenemos algo más que el joven necesitaba aprender antes
de graduarse. No era bueno hacer distinción de personas en un
juicio.
Esto es algo muy importante y necesario para tener en cuenta
en la vida diaria por parte de las personas que se desempeñan
en la gestión pública. Los que desempeñan cargos directivos,
que están en una posición de autoridad, necesitan recordar esta
norma. No debería existir ningún sistema de privilegios para
personas favoritas, sino que la administración de justicia tendría
que ser igual para todos. Y luego, el versículo 24, nos dice:
"A quien diga al malo: «Tú eres justo», los pueblos lo
maldecirán y lo detestarán las naciones"
Existe mucho de esto en el día de hoy. Los hombres malvados
son elogiados. Con frecuencia el malvado es llamado justo y el
culpable declarado inocente. Es una de las peores cosas que
podría ocurrir. Continuemos leyendo el versículo 29:
"No digas: «Haré con él como él hizo conmigo; pagaré a ese
hombre según merece su obra»."
Esto repite lo que hemos estado diciendo una y otra vez. Es el
mismo mensaje que el apóstol Pablo escribió a los Romanos, en
12:19, cuando dijo: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el
Señor. Finalmente por hoy, leamos los versículos 33 y 34 de
este capítulo 24 de Proverbios:
"Un poco de sueño, dormitar otro poco y otro poco descansar
mano sobre mano: así te llegará la miseria como un vagabundo,
la pobreza como un hombre armado."
Este joven que recibía estas enseñanzas se iba a graduar de la
escuela de la sabiduría. Podía tener muchos conocimientos y
otras cualidades buenas, pero si era perezoso, descubriría que
esa disposición sería el mayor obstáculo y desventaja que podría
tener en la vida.
Estimado oyente, esa pereza, ese desgano pueden ser una
indicación de una vida que se está viviendo fuera de la voluntad
de Dios, Dios tiene un propósito para Sus hijos, y por Su
Espíritu puede imprimirles una fuerza renovadora que les
impulse a vivir una vida de acción, de lucha ilusionada por
alcanzar les metas del propósito de Dios. Si usted siente esa
sensación de apatía, e incluso dudas de que la vida merezca la
pena ser vivida, le invitamos a acudir a Dios, para examinar cuál
es su situación ante El. Quizás la pregunta clave para que usted
se formule sea: ¿Tengo yo una relación personal con Dios?

Proverbios 25
Continuamos hoy nuestro estudio de este Libro de Proverbios y
llegamos al capítulo 25. Ahora, este capítulo nos lleva a una
nueva sección, a una división nueva en el Libro de Proverbios.
Estos son aun Proverbios de Salomón, pero fueron reunidos y
organizados por los hombres de Ezequías, La Septuaginta,
versión griega del Antiguo Testamento, los llama "los amigos de
Ezequías". Leamos los dos primeros versículos de este capítulo
25 de Proverbios:
"También estos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron
los varones de Ezequías, rey de Judá: Gloria de Dios es encubrir
un asunto, pero honra del rey es investigarlo."
Esta es la manera en que el proverbio declara lo que Jesús dijo
en Juan 5:39, Escudriñad las Escrituras. Y el Apóstol Pablo,
escribió lo mismo en 2 Timoteo 2:15: Procura con diligencia
presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de que
avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
El versículo 2 habla investigar un asunto. Pero incluso en ese
caso, tenemos que reconocer que hay muchas cosas que Dios
no nos ha revelado en absoluto, y dudo que fuéramos capaces
de entenderlas si El nos las hubiera revelado. Son cosas
inescrutables; están más allá de toda comprensión humana.
Como Dios mismo lo hizo claro cuando dijo en Isaías 55:9,
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos.
Sin embargo, lo que Dios nos ha revelado, deberíamos
estudiarlo. Deberíamos considerarlo. Es importante que
reconozcamos nuestra necesidad de examinar la Palabra de Dios
y de estudiarla. Ahora, el versículo 3, de este capítulo 25 de
Proverbios, dice:
"Para la altura de los cielos, para la profundidad de la tierra y
para el corazón de los reyes, no hay investigación."
A veces no entendemos lo que hacen nuestros gobernantes,
Ellos probablemente tienen una justificación para ello, porque
conocen cosas que nosotros no sabemos. Tampoco podemos
comprender los caminos de Dios. Pero no debemos ponernos a
juzgar lo que Dios hace, porque todo lo que Dios hace es bueno
y apropiado. Veamos ahora lo que dicen los versículos 4 y 5:
"Quita la escoria de la plata y saldrá una alhaja para el fundidor.
Aparta al malvado de la presencia del rey, y su trono se
afirmará en justicia."
De paso debemos decir que una de las peores cosas, según
nuestra opinión, que le puede ocurrir a una persona, es tener un
mal consejero, alguien que lo meta a uno en dificultades,
problemas y pecados. Y luego, es bueno encontrar a alguien que
le pueda ayudar a uno a salir de esa situación. Y podemos
pensar en lo que esto puede significar para un hombre que se
encuentra en un alto cargo. Un hombre que toma decisiones
comerciales que pueden afectar a gran número de sus
empleados, o un gobernante cuya decisión afectaría a una gran
parte de la población, necesitan tener a su lado al consejero
apropiado. Ahora, en los versículos 6 y 7, de este capítulo 25,
leemos:
"No te alabes delante del rey ni te pongas en el lugar de los
grandes, porque mejor es que se te diga: Sube acá, y no que
seas humillado delante del príncipe a quien tus ojos han visto"
EL principio del versículo 6 podría traducirse "No hagas
ostentación" o "No te des importancia". Recordemos que el
Señor Jesucristo presentó una parábola para ilustrar esta gran
verdad, y lo hizo porque los guías religiosos de Su día no
estaban prestando ninguna atención a este proverbio. Cuando
un hombre importante invitó a muchos de sus amigos a una
cena, había reservado algunos lugares para ciertos invitados
que quería honrar. Pero cuando sonó la campana que anunciaba
el comienzo de la cena todos se precipitaron para conseguir los
mejores lugares de la mesa con tanta prisa que casi
desordenaron todo lo que estaba arreglado, en su afán por
ocupar los lugares de mayor honor. El Señor Jesucristo estaba
presente allí en ese día y aparentemente Él esperó hasta que
todos hubieron entrado. Y entonces les dijo lo siguiente para
corregirles. Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te
sientes en el lugar de honor, no sea que haya algún invitado
más distinguido que tu. Si es así, el que los invitó a los dos
vendrá y te dirá: "Cédele tu asiento a este hombre" Entonces,
avergonzado, tendrás que ocupar el último asiento. Más bien,
cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que cuando
venga el que te invitó, te diga: "Amigo, pasa más adelante a un
lugar mejor". Así recibirás honor en presencia de todos los
demás invitados. Este relato se encuentra en Lucas 14:17-10.
Hay personas hoy a quienes llamamos avasalladores,
prepotentes, que se cuelan, que se introducen donde sea por
cualquier medio, incluso en algunos círculos cristianos. Son
ambiciosos. Quieren destacarse sobre los demás y ello es muy
lamentable. Quizá uno podría criticar a alguien en el mundo de
los negocios por tratar de progresar de esa manera, pero en la
obra cristiana esto no debería suceder. Ahora, el versículo 8
dice:
"No entres apresuradamente en pleito, no sea que no sepas qué
hacer luego, cuando tu prójimo te haya avergonzado."
En cuanto a este tema el Señor Jesucristo presentó también una
parábola relatada en Lucas 14:31-32. EL dijo en esa ocasión:
qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta
primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que
viene contra él con veinte mil? 32Y si no puede, cuando el otro
está todavía lejos le envía una embajada y le pide condiciones
de paz.
Tenemos un ejemplo de esto en la vida de un personaje del
Antiguo Testamento, el rey Josías. Él fue un gran rey y dirigió el
último gran movimiento de reforma que experimentó Judá. Bajo
su liderazgo hubo un gran retorno a Dios, pero también cometió
un gran error. A veces simplemente un defecto estropea la vida
de quien, por otra parte, fue un gran hombre. Porque Josías fue
realmente un gran hombre y un siervo sobresaliente de Dios,
pero cometió una lamentable equivocación. Recordemos que el
faraón Necao, rey de Egipto, vino a hacer la guerra no contra
Josías, sino contra un enemigo completamente diferente. Pero
cuando Josías salió a luchar contra él, el faraón Necao le dijo a
Josías: "Yo no he venido a luchar contra ti, sino contra la casa
que me hace la guerra". Pero este hombre Josías, que era un
hombre joven, salió sin embargo a la lucha. Pensamos que él
creyó que esa era la voluntad de Dios para él. (Aquí podemos
añadir que muchos de nosotros culpamos al Señor por los
errores que cometemos en nuestras decisiones). Y así fue que
Josías se metió en graves dificultades y perdió la batalla. En
realidad, él resultó muerto en esa batalla en Megido, donde
tendrá lugar también en el futuro la batalla de Armagedón.
Josías cometió el gran error de entrometerse en una situación
en la que no debería haberse implicado. El relato de este triste
episodio se encuentra en 2 Reyes 23:28-30. Esta es, pues, la
lección que el Señor quiere que veamos en este proverbio.
Luego, encontramos en los versículos 9 y 10, de este capítulo
25 de Proverbios, lo siguiente:
"Trata tu causa con tu compañero y no descubras el secreto a
otro, no sea que te deshonre el que lo oiga y tu infamia no
pueda repararse."
Usted puede crearse muchos problemas si critica a su
compañero ante una persona ajena al asunto. Si su compañero
o vecino tiene defectos, vaya y hable con él personalmente.
Ahora, leamos el versículo 11, de este capítulo 25:
"Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como
conviene."
¿No es cierto que es un hermoso símil? "Manzanas de oro".
Aparentemente la fruta a la cual se refiere el escritor aquí es la
naranja. La naranja, como otras frutas cítricas, era algo común
y original de Israel. Allí se cultivan en el día de hoy algunas de
las mejores naranjas del mundo.
Al recorrer la Biblia encontramos que ciertos individuos
pronunciaron la palabra apropiada en el momento adecuado. A
veces fue una palabra de aprobación, otras, de reprensión. Pero
esas palabras fueron necesarias y fueron expresadas
correctamente. Fueron las palabras apropiadas para la situación,
lo que correspondía decir en cada caso.
Este es un asunto sobre el cual la mayoría de nosotros debería
orar: el qué decir, y el momento apropiado para decirlo.
Tenemos que reconocer que muchas veces podemos decir la
palabra equivocada en el momento correcto, u otras veces
tenemos la habilidad de decir la palabra correcta en el momento
equivocado. Y hay ocasiones en las que, probablemente, no
deberíamos abrir la boca en absoluto.
Seguramente usted conoce a un hijo de Dios que tiene la
reputación de ser capaz de decir la palabra conveniente en el
momento oportuno; como dice este proverbio del versículo 11,
la palabra dicha como conviene. Y como el mismo proverbio
dice, es como ver naranjas enmarcadas en plata. Las naranjas
doradas y el marco de plata, como todos sabemos, armonizan,
muy bien.
Ahora, el versículo 12, de este capítulo 25, dice:
"Como pendiente de oro y adorno de oro fino es el que reprende
al sabio que tiene oído dócil."
Todos podemos ver los hermosos pendientes que utilizan las
mujeres. Esto describe el efecto de alguien que reprende con
sabiduría a un oído obediente. Hay ocasiones en las que una
persona debería ser reprendida. Vivimos en tiempos en los
cuales si reprobamos a alguien, especialmente si lo hacemos en
público, la gente piensa que hemos perdido a tal persona y que
nunca podremos recuperarla. Estimado oyente, si es una buena
persona, de todas formas, usted podrá recuperar su amistad.
Así es que hay oportunidades en las que no hay más remedio
que reprender a una persona. Ahora, el versículo 13, dice:
"Como frío de nieve en tiempo de siega, así es el mensajero fiel
a quienes lo envían, pues reconforta el alma de su señor."
En aquellos días hacía realmente calor en el tiempo de la
cosecha. Y al llegar el día, subían al Monte Herman, recogían
algo de nieve y la bajaban de allí. Y era realmente buena,
refrescante, con un sabor maravilloso. Y eso es un mensajero
fiel. No es extraño que el Señor vaya a decirles a algunos: Bien,
buen siervo y fiel (Mateo 25:21.
A todos nos gusta estar rodeados de personas fieles. Un hombre
quiere tener una esposa fiel, y una esposa, un marido fiel. Y
ambos quieren tener hijos fieles. Y un ejecutivo o jefe de oficina
quiere tener empleados fieles. Un pastor de una iglesia desea
tener un equipo de fieles colaboradores, o una congregación fiel.
Y la iglesia quiere tener un fiel pastor. La fidelidad es una
hermosa cualidad. Tener a nuestro lado a alguien fiel es, como
ilustra nuestro proverbio, como una bebida fresca en un día
caluroso. Continuemos leyendo el versículo 14, que dice:
"Como nubes y vientos sin lluvia, así es el tacaño que se jacta
de su generosidad."
A algunas personas les gusta enorgullecerse de dones o
capacidades que no tienen. Esta es una figura de los apostatas
en los últimos días. El apóstol Judas (12 y 13) los describió en
un lenguaje muy vivo. Los describió como nubes sin agua,
llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin
fruto, Y añadió, Son fieras ondas del mar, que arrojan como
espuma su propia vergüenza. ¡Qué cuadro descriptivo el que
tenemos aquí! Luego, pasando al versículo 16 de este capítulo
25 de Proverbios, leemos:
"¿Hallaste miel? Come solo lo necesario, no sea que harto de
ella la vomites."
Debemos decir aquí que en el Antiguo Testamento la miel ilustró
la dulzura natural. No se permitía usar la miel en el pan o en la
carne del sacrificio; porque ese sacrificio nos habla de Jesucristo
en su humanidad. Y no había una dulzura natural en Él.
¿Se ha encontrado usted estimado oyente, con personas que
son tan dulces, que dicen palabras tan dulces, que hasta
resultan empalagosas, molestas? Observemos que aquí se nos
dice que no comamos miel, porque la mucha miel provoca
nauseas. Y el versículo 17, es algo muy bueno también; escuche
usted:
"No pongas con exceso tu pie en la casa de tu vecino, no sea
que, harto de ti, te aborrezca."
Aquí se contiene un buen consejo para conservar una amistad,
advirtiendo sobre el abuso de la hospitalidad, la educación y el
tacto. Luego, en el versículo 19, leemos:
"Como diente roto y pie descoyuntado es confiar en un
prevaricador en momentos de angustia."
El confiar en gente desleal en momentos de angustia, nos
recuerda al personaje Judas Iscariote. Seguramente usted habrá
conocido personas de esta clase a lo largo de su vida. Luego,
leemos en los versículos 21 y 22, de este capítulo 25, de
Proverbios, lo siguiente:
"Si el que te aborrece tiene hambre, dale de comer pan, y si
tiene sed, dale de beber agua; pues, haciendo esto, harás que
le arda la cara de vergüenza, y el Señor te recompensará."
Recordemos que el Señor Jesucristo repitió este principio, y lo
mismo hizo el apóstol Pablo. Es un principio importante. Es algo
muy importante, debemos decirlo. Luego, el versículo 24, dice:
"Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer
pendenciera en casa espaciosa."
Esta consideración ya la hemos visto con anterioridad. El rey
Salomón, que tuvo tantas esposas, debe haber tenido muchos
problemas con algunas de ellas. Es posible que esta sea la razón
por la cual este tema se menciona con tanta frecuencia.
Siguiendo adelante, leamos ahora el versículo 25, que dice:
"Como el agua fría para el sediento, así son las buenas noticias
de lejanas tierras."
Y a propósito, estimado oyente, ¿ha recibido usted noticias
recientes de su familia? O, ¿le ha escrito usted a algún ser
querido? Esto es algo muy importante. Pero en este versículo
hay algo mucho más grande, que llama la atención.
Han llegado noticias de un país lejano. El Señor Jesús dijo, en
Juan 16:28: Salí del Padre y he venido al mundo; Otra vez dejo
el mundo y regreso al Padre. Pero en ese breve período de
tiempo, como dijo Juan Wesley: "Dios fue reducido a un
instante: y El trajo su salvación, estimado oyente, y la mía
también". Esas son las buenas nuevas que nos han llegado de
tierras lejanas. Por cierto, estimado oyente, permítanos
preguntarle: ¿Le ha recibido usted ya a Él? ¿Le ha aceptado ya
como su único y suficiente Salvador? El es el Agua de la Vida. El
es agua fría para un alma sedienta. Leamos ahora el versículo
26:
"Como fuente turbia y manantial sucio es el justo que cede ante
el malvado."
Esta es la comparación que se hace con la persona justa, una
persona que ha sido fiel a la verdad, pero que finalmente cede
ante el malvado. Esto sucede muchas veces en el área de los
negocios. También suele suceder en el ámbito de la política,
cuando una persona íntegra, para poder acceder a un cargo de
poder e influencia, flaquea ante aquel que no tiene escrúpulos. Y
el ver estos casos trae tristeza y sufrimiento; es como llegar a
una fuente cuando uno está sediento, y la encuentra cubierta de
espuma y sustancias contaminantes. Este versículo es bastante
descriptivo. Leamos ahora el versículo 27:
"Comer mucha miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es
gloria."
Un poco de miel es buena, pero si no se abusa de la cantidad
que uno coma. Para un ser humano ambicionar su propia gloria,
especialmente en el ministerio para Dios, es muy dañino
espiritualmente... Algunos cristianos podrían caer en ese tipo de
ambición desmedida y perjudicar mucho espiritualmente a los
demás. Finalmente por hoy, leamos el versículo 28 de
Proverbios 25:
"Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no
pone freno a su espíritu."
Este se refiere a un hombre o a una mujer que no puede
controlar sus emociones, que carece de autocontrol. Y usted
sabe que el autocontrol es un fruto del Espíritu Santo. Ahora,
hay momentos en que una persona tiene que defender algo,
denunciar algo con gran emoción. Pero, estimado oyente,
tenemos que reconocer nuestra necesidad de controlar nuestro
espíritu. Para ello, los hijos de Dios, es decir, los que hemos
confiado en el Señor Jesucristo como nuestro Salvador,
confiamos en la acción del Espíritu Santo, que habita en los
creyentes, y obra en aquellos que se dejan controlar por El.

Proverbios 25:24-26:28
Antes de entrar a considerar el capítulo 26 de Proverbios, vamos
a recapitular sobre los últimos versículos del capítulo anterior, el
capitulo 25. Vamos a comenzar entonces nuestra lectura en el
versículo 24 de Proverbios 25:
"Mejor es estar en un rincón del terrado que con mujer
pendenciera en casa espaciosa."
Esta consideración ya la hemos visto con anterioridad. El rey
Salomón, que tuvo tantas esposas, debe haber tenido muchos
problemas con algunas de ellas. Es posible que esta sea la razón
por la cual este tema se menciona con tanta frecuencia.
Siguiendo adelante y leamos ahora el versículo 25, que dice:
"Como el agua fría para el sediento, así son las buenas noticias
de lejanas tierras."
Y a propósito, estimado oyente, ¿ha recibido usted noticias
recientes de su familia? O, ¿le ha escrito usted a algún ser
querido? Esto es algo muy importante. Pero en este versículo
hay algo mucho más grande, que llama la atención.
Han llegado noticias de un país lejano. El Señor Jesús dijo, en
Juan 16:28: Salí del Padre y he venido al mundo; Otra vez dejo
el mundo y regreso al Padre. Pero en ese breve período de
tiempo, como dijo Juan Wesley: "Dios fue reducido a un
instante: y El trajo su salvación, estimado oyente, y la mía
también". Esas son las buenas nuevas que nos han llegado de
tierras lejanas. Por cierto, estimado oyente, permítanos
preguntarle: ¿Le ha recibido usted ya a Él? ¿Le ha aceptado ya
como su único y suficiente Salvador? El es el Agua de la Vida. El
es agua fría para un alma sedienta. Leamos ahora el versículo
26:
"Como fuente turbia y manantial sucio es el justo que cede ante
el malvado."
Esta es la comparación que se hace con la persona justa, una
persona que ha sido fiel a la verdad, pero que finalmente cede
ante el malvado. Esto sucede muchas veces en el área de los
negocios. También suele suceder en el ámbito de la política,
cuando una persona íntegra, para poder acceder a un cargo de
poder e influencia, flaquea ante aquel que no tiene escrúpulos. Y
el ver estos casos trae tristeza y sufrimiento; es como llegar a
una fuente cuando uno está sediento, y la encuentra cubierta de
espuma y sustancias contaminantes. Este versículo es bastante
descriptivo. Leamos ahora el versículo 27:
"Comer mucha miel no es bueno, ni el buscar la propia gloria es
gloria."
Un poco de miel es buena, pero no así abusar de la cantidad que
uno coma. Para un ser humano ambicionar su propia gloria,
especialmente en el ministerio para Dios, es muy dañino
espiritualmente... Algunos cristianos podrían caer en ese tipo de
ambición desmedida y perjudicar mucho espiritualmente a los
demás. Finalmente por hoy, leamos el versículo 28 de
Proverbios 25:
"Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no
pone freno a su espíritu."
Este se refiere a un hombre o a una mujer que no puede
controlar sus emociones, que carece de autocontrol. Y usted
sabe que el autocontrol es un fruto del Espíritu Santo. Ahora,
hay momentos en que una persona tiene que defender algo,
denunciar algo con gran emoción. Pero, estimado oyente,
tenemos que reconocer nuestra necesidad de controlar nuestro
espíritu. Para ello, los hijos de Dios, es decir, los que hemos
confiado en el Señor Jesucristo como nuestro Salvador,
confiamos en la acción del Espíritu Santo, que habita en los
creyentes, y obra en aquellos que se dejan controlar por El.
Y así llegamos a
Proverbios 26
La primera sección trata sobre el insensato. La Biblia,
especialmente el libro de los Proverbios, tiene mucho que decir
sobre el insensato. Y este término no se refiere a una persona
que tiene una deficiencia mental. Dios no está hablando a un
individuo con una mentalidad simple o que padece de una
aberración mental. El insensato a quien Dios está hablando
puede incluso ser una persona brillante y tener un título
académico.
El rey David escribió en el Salmo 14:1, Dice el necio en su
corazón: "No hay Dios", Una persona falta de sensatez, aunque
sea brillante intelectualmente, y con ideales elevados, es una
persona atea. Al usar el término insensato, Dios se está
refiriendo a alguien que le ha rechazado. Leamos el primer
versículo de este capítulo 26 de Proverbios.
"Como no le sienta la nieve al verano ni la lluvia a la siega,
tampoco le sientan los honores al necio."
Una de las características de un insensato es que no le importa
sacrificar su honor. Francamente, es como si no le importara ser
alguien. Y dice el versículo 2:
"Como gorrión que vaga o golondrina en vuelo, así la maldición
nunca viene sin causa."
Las predicciones de cosas que supuestamente van a suceder, no
siempre ocurren. Por cierto, hoy algunos se llaman a sí mismo
profetas y persisten en anunciar lo que va a suceder en los
próximos años. Algunos eventos anunciados, puede que
ocurran. Pero ellos no están obteniendo su información de Dios,
porque a veces se equivocan, y un profeta de Dios nunca se
equivoca. (ver Dt. 18:20-22). Leamos
Ahora el versículo 3:
"El látigo para el caballo, el cabestro para el asno y la vara para
la espalda del necio."
Esta es una realidad. El caballo y el asno pueden ser entrenados
y responderán a lo que han aprendido. Y el insensato, a lo único
que puede responder es a la verdadera disciplina. Dicen los
versículos 4 y 5:
"Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que
no seas tú también como él; responde al necio como merece su
necedad, para que no se tenga por sabio en su propia opinión."
Estos dos proverbios no se contradicen sino que nos presentan
dos líneas posibles de conducta para hacer frente a un
insensato. Tenemos que determinar si debemos responder a sus
argumentos o no. Leamos ahora el versículo 6:
"Como cortarse los pies o beber algo en daño propio es enviar
un mensaje por medio de un necio."
O sea que constituye un grave error enviar un mensaje por
medio del individuo equivocado. Y el versículo 7 dice:
"Como las piernas del cojo, que cuelgan inútiles, es el proverbio
en la boca del necio."
Se podría extender esta afirmación a la interpretación de las
parábolas. Hay algunas interpretaciones que se han hecho de
parábolas de la Biblia que nos recuerdan la última parte de este
proverbio. Y el versículo 8 añade:
"Como atar la piedra a la honda es rendir honores al necio."
Aquí quiere decir que dar honor a un insensato es simplemente
proporcionarle munición, es decir, argumentos. Leamos el
versículo 9:
"Como espina clavada en la mano de un borracho es el
proverbio en la boca de los necios."
Una espina en la mano de un borracho probablemente le herirá
no solo a él sino también a los demás. Lo mismo le sucede a un
insensato que ejerza como profesor la función de la enseñanza.
Se lastimará a sí mismo y a aquellos que le escuchan. Y el
versículo 10 agrega lo siguiente:
"Como arquero que a todos hiere es el que contrata a
insensatos y vagabundos."
Podemos estar completamente seguros de las consecuencias e
influencia del depender de la ayuda o el trabajo de esas
personas. Y observemos lo que dice el versículo 11:
"Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite su
necedad."
No podemos pensar en una declaración más fuerte. Incluso
pensar en ello es repulsivo y nauseabundo. Este es el punto de
vista que el apóstol Pedro nos presentó sobre el hipócrita. En su
segunda carta 2:22 escribió: 22Pero les ha acontecido lo que
con verdad dice el proverbio: «El perro vuelve a su vómito, y la
puerca lavada a revolcarse en el cieno».
Recordemos que cuando el hijo pródigo se encontraba en la
pocilga, sabía que estaba en el lugar equivocado, que no le
correspondía, y entonces regresó a su hogar. Supongamos que
al regresar al hogar, hubiera traído con él uno de los cerdos de
la pocilga. El pequeño cerdo no habría disfrutado de la casa del
padre, y finalmente se habría dirigido a la pocilga. Con el
tiempo, todos los hipócritas que se hayan refugiado bajo la
apariencia de cristianos, es decir, que simulan ser cristianos e
hijos de Dios, serán descubiertos.
A algunas personas no les agrada que se mencionen estos
temas en círculos cristianos. Lo cierto es que la Biblia enseña
que hay seguridad para el creyente, y también que hay
inseguridad para el que simula ser creyente. Así que el
proverbio se refiere al hipócrita. Continuemos leyendo el
versículo 12:
"¿Has visto a un hombre que se tiene por sabio? ¡Pues más
puede esperarse de un necio que de él!"
Hay algo peor que un insensato, y es un ególatra, alguien que
tiene una elevada opinión de sí mismo. Y dice el versículo 20:
"Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso cesa la
contienda."
En ciertos grupos se provoca repetidamente la amargura,
porque ciertas personas que forman parte de ellos, continúan
añadiendo un poco de leña al fuego. Si nadie estuviera
alimentando, el fuego se extinguiría. Es decir, que los conflictos
cesarían. El versículo 21 dice:
"Como el carbón para las brasas y la leña para el fuego es el
hombre pendenciero para encender contienda."
Hay ciertas personas que causan conflictos, apenas comienzan a
asistir a una iglesia o se hacen miembros de ella. Y usted los
encontrará hoy en el servicio cristiano. Son conflictivas, con
problemas de convivencia y agitan el ambiente continuamente.
Nunca están realmente interesados en la palabra de Dios,
aunque simulan estarlo. Leamos ahora el versículo 22:
"Las palabras del chismoso son como bocados suaves que
penetran hasta las entrañas."
Otra versión lo traduce así: "Los chismes son como ricos
bocados: se deslizan hasta las entrañas". A la gente le encanta
escuchar esas pequeñas y selectas dosis de cotilleo. Les gusta
oírlas, pero esas dosis son difíciles de digerir y finalmente les
harán daño. Un verdadero hijo de Dios no desea oír cosas
desagradables.
Ahora, aquí tenemos una de las secciones más extensas y
sólidas contra la hipocresía, y se refiere a la hipocresía entre el
pueblo de Dios. Leamos entonces los versículos 23 al 28 de
Proverbios 26:
"Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y
el mal corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en
su interior maquina engaño; por más que hable amigablemente,
no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón.
Aunque con disimulo encubra su odio, su maldad será
descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en
ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua
falsa atormenta al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a
la ruina."
Hay personas que hacen una profesión de fe en Jesucristo, pero
que no son realmente hijos de Dios. Los llamamos hipócritas
porque fingen ser lo que no son. Ahora ellos no deberían
molestar o afectar a aquellos que se encuentran dentro o fuera
de la iglesia por el mismo hecho que una falsificación necesita
un original genuino y valioso. Por lo que sabemos, nadie falsifica
monedas o billetes de los valores mínimos. Solo se falsifican
billetes a partir de cierto valor. Así que no deberíamos
sorprendernos los cristianos falsos. Este grupo de Proverbios
describe al que es falso y advierte contra él. Él le halagará, sin
embargo en su corazón le detestará.
Fue Tácito el que hizo la siguiente declaración. "Es normal que
los hombres odien a quienes han herido". El Dr. Ironside lo
expresó de la siguiente manera: "Consciente de haber agraviado
a otro, y decidido a no confesarlo, el que finge guardará en su
corazón el odio contra el objeto de su injusticia. Para ocultar sus
sentimientos miserables, tal persona halagará con sus labios,
mientras esté todo el tiempo conspirando para destruir a su
víctima."
Un ejemplo de halagos e hipocresía de la Biblia lo tenemos en
Amán, personaje que estudiamos en el libro de Esther.
Recordemos cómo él pronunciaba sus halagos. Este hombre
estaba conspirando para destruir a todo un pueblo, incluyendo a
la reina que se sentaba en el trono. Era un malvado. Halagó al
rey y, sin embargo, era obvio que estaba tratando de derrocar
al rey.
La hipocresía puede estar presente en algunos círculos
cristianos, y necesitamos reconocerlo. No vale la pena ocultarlo.
A veces tratamos de actuar en la iglesia o en círculos cristianos,
como si allí no hubiera nada malo. Y creemos que podemos
ignorarlo. Pensamos que si lo ignoramos, desaparecerá. Nos
sentimos como derrotados si alguien menciona la presencia de
la hipocresía. Nos sentimos vencidos nosotros mismos si
reconocemos que, incluso en nuestros corazones hay, a veces,
esa raíz de amargura. Los cristianos tenemos que enfrentar a
estos pecados, y los proverbios son buenos para ayudarnos a
afrontarlos.
Constituyen una palabra de advertencia para aquellos que han
hecho una profesión de fe, declarándose cristianos, y, sin haber
experimentado en sus corazones la acción regeneradora del
Espíritu Santo, se mueven en los ambientes cristianos fingiendo
una fe que, en realidad, no existe. Tarde o temprano, la
ausencia de fruto en la vida de esas personas pone en evidencia
que no tienen una relación con Dios, que no han aceptado la
obra del Señor Jesucristo en la cruz. Estos proverbios que
hemos citado también constituyen una palabra de advertencia
para los cristianos, en quienes la fuerza de su vieja naturaleza
humana les lleva a comportarse fingiendo afectos en sus
relaciones con los demás, sin sinceridad, y con doblez. Esas
actitudes revelan una pobre condición espiritual, que pone en
evidencia que no tienen una relación íntima de comunión con
Dios. En ese sentido, viene bien recordar las palabras del
apóstol Santiago, que escribió otro libro muy práctico del Nuevo
Testamento que, como el libro de los Proverbios, advierte
directamente contra ciertos pecados muy comunes en las
relaciones humanas, Dijo el apóstol Santiago en su carta, 3:17,
Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después
pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de
buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Estas palabras
retratan todo lo que debe caracterizar la vida de un verdadero
cristiano y nos ofrecen la imagen de una persona transparente,
que revela el fruto del Espíritu de Dios hecho realidad en la vida
diaria, una persona que confía en Dios y goza de la confianza de
todos los que la tratan. Este es, pues, el milagro que Dios puede
hacer en las personas que por medio del Señor Jesucristo se
acercan a Él para recibir la vida eterna, y que se entregan a El
incondicionalmente para que El las transforme.

Proverbios 26:23-27:24
Antes de entrar de lleno al estudio del capítulo 27, vamos a
volver un poco al capítulo 26, y vamos a estudiar una vez más,
o a ampliar lo que dijimos con respecto a la última parte, que
constituye una de las secciones más extensas y sólidas contra la
hipocresía,
Leamos entonces los versículos 23 al 28 de Proverbios 26:
"Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y
el mal corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en
su interior maquina engaño; por más que hable amigablemente,
no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón.
Aunque con disimulo encubra su odio, su maldad será
descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en
ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua
falsa atormenta al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a
la ruina."
Hay personas que hacen una profesión de fe en Jesucristo, pero
que no son realmente hijos de Dios. Los llamamos hipócritas
porque fingen ser lo que no son. Ahora ellos no deberían
molestar o afectar a aquellos que se encuentran dentro o fuera
de la iglesia por el mismo hecho que una falsificación necesita
un original genuino y valioso. Por lo que sabemos, nadie falsifica
monedas o billetes de los valores mínimos. Solo se falsifican
billetes a partir de cierto valor. Así que no deberíamos
sorprendernos ante cristianos falsos. Este grupo de Proverbios
describe al que es falso y advierte contra él. Él le halagará, sin
embargo en su corazón le detestará.
Fue Tácito el que hizo la siguiente declaración. "Es normal que
los hombres odien a quienes han herido". El Dr. Ironside lo
expresó de la siguiente manera: "Consciente de haber agraviado
a otro, y decidido a no confesarlo, el que finge guardará en su
corazón el odio contra el objeto de su injusticia. Para ocultar sus
sentimientos miserables, tal persona halagará con sus labios,
mientras esté todo el tiempo conspirando para destruir a su
víctima."
Un ejemplo de halagos e hipocresía de la Biblia lo tenemos en
Amán, personaje que estudiamos en el libro de Esther.
Recordemos cómo él pronunciaba sus halagos. Este hombre
estaba conspirando para destruir a todo un pueblo, incluyendo a
la reina que se sentaba en el trono. Era un malvado. Halagó al
rey y, sin embargo, era obvio que estaba tratando de derrocar
al rey.
La hipocresía puede estar presente en algunos círculos
cristianos, y necesitamos reconocerlo. No vale la pena ocultarlo.
A veces tratamos de actuar en la iglesia o en círculos cristianos,
como si allí no hubiera nada malo. Y creemos que podemos
ignorarlo. Pensamos que si lo ignoramos, desaparecerá. Nos
sentimos como derrotados si alguien menciona la presencia de
la hipocresía. Nos sentimos vencidos nosotros mismos si
reconocemos que, incluso en nuestros corazones hay, a veces,
esa raíz de amargura. Los cristianos tenemos que enfrentar a
estos pecados, y los proverbios son buenos para ayudarnos a
afrontarlos.
Bien, llegamos ahora a
Proverbios 27
Este capítulo trata el tema de la amistad. Leamos el primer
versículo de este capítulo 27:
"No te jactes del día de mañana porque no sabes qué dará de sí
el día."
Hay una filosofía de la indecisión, de la falta de resolución, que
nos resulta muy familiar. Posterga para el día de mañana lo que
no se puede hacer hoy. Hay un Proverbio que dice: "El camino
del mañana, termina en la casa de nunca". Y podemos agregar
otro Proverbio que dice: "La indecisión es el ladrón del tiempo".
Y otro más que nos dice: "El tiempo perdido no se recupera
jamás". Sin embargo, la Palabra de Dios dice: Si oís hoy su voz,
no endurezcáis vuestros corazones. (He. 4:7) Y también dice:
Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación. (2
Co. 6:2) También en el Antiguo Testamento la Escritura nos dice
en Isaías 1:18: Venid ahora, y razonemos --dice el Señor. La
tendencia humana es la de esperar hasta otra ocasión.
Recordemos que el gobernador Félix tembló cuando escuchó el
evangelio que le predicó el apóstol Pablo. Pablo, aun siendo un
prisionero, le habló sobre la salvación de su alma, y Félix le
respondió, como leemos en Hechos 24:25; Ahora vete, y cuando
tenga oportunidad, te llamaré. Según la información que
tenemos en la Palabra de Dios, esa otra oportunidad nunca se le
llegó a presentar a Félix. También podemos recordar a Faraón
en Egipto, que siempre prometía dejar salir a los israelitas, no
en el día en que se lo pedían, sino al día siguiente. Finalmente,
sus repetidos aplazamientos le costaron la vida de su hijo mayor
y de todos los hijos mayores de Egipto.
El día de hoy es siempre el día de salvación. Nadie sabe lo que
nos deparará el día de mañana. Veamos ahora lo que dice el
versículo 2 del capítulo 27 de Proverbios:
"Alábete el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios
tuyos."
Goliat tendría que haber escuchado este proverbio. El desfilaba
cada día delante del ejército de Israel, flexionaba sus músculos,
les decía cuán grande era y que banda de cobardes eran ellos.
Finalmente, se metió en problemas cuando se enfrentó a un
joven llamado David. Ahora, en el versículo 3, de este capítulo
27 de Proverbios, leemos:
"Pesada es la piedra y la arena pesa, pero más pesada que
ambas es la ira del necio."
Si un necio está enojado con usted, estimado oyente, entonces
usted puede tener problemas, porque un necio no tiene
discreción. Dirá y hará cualquier cosa. Luego, el versículo 4,
dice:
"Cruel es la ira e impetuoso el furor, pero ¿quién podrá
sostenerse delante de la envidia?"
Los celos son una expresión de la envidia. Dice Cantares 8:6,
duros como el sepulcro los celos. Sus brasas son brasas de
fuego, potente llama.
Y recordemos también lo que los celos causaron en la vida de
Jacob. Los hermanos vendieron a José como esclavo a causa de
sus intensos celos. Luego, los versículos 5 y 6, de este capítulo
27, nos dicen:
"Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Leales son las
heridas que causa el que ama, pero falsos los besos del que
aborrece."
Este es un contraste del cual tenemos muchos ejemplos en la
Biblia. El apóstol Pablo reprendió a Simón Pedro cuando dejó de
comer con los no judíos. Pedro necesitaba esa reprensión, la
aceptó del apóstol Pablo y entre ellos no hubo rencor ni
hostilidad. Es maravilloso el tener un amigo que puede
llamarnos la atención en cuanto a nuestras faltas y corregirnos
así.
El contraste de este proverbio, cuando dice que son falsos los
besos del que aborrece, está bien ejemplificado en Judas
Iscariote, que traicionó a Jesús con un beso. Ahora, el versículo
7, dice:
"El hombre saciado desprecia el panal de miel, pero al
hambriento, aun lo amargo le resulta dulce."
Esta es la razón por la cual en algunos lugares de la tierra
existen comidas tan elaboradas. Las personas están mimadas,
tan acostumbradas a la buena comida que los alimentos tienen
que ser preparados de maneras poco corrientes; incluso tienen
que ser exóticas para estimular el apetito. Pensamos que esa es
la causa por la cual la comida en algunos países haya llegado a
alcanzar tal grado de perfección, porque las clases pudientes del
pasado tuvieron de todo y se cansaron simplemente de comer
una comida sencilla; por tanto los cocineros de la época tuvieron
que inventar, ? si se nos permite la expresión, ? comidas
diferentes y que tuvieran un sabor distinto.
Pero frente a esa imagen de abundancia, tenemos el contraste
del hombre hambriento. Y ello nos recuerda el hambre que
padecen millones de personas en vastas regiones de la tierra.
Para el hambriento, cualquier comida tiene un buen sabor.
Esto también lo podemos aplicar a la Palabra de Dios. Tenemos
que alimentarnos espiritualmente de ella, comerla, masticarla,
rumiarla. Esto es lo que significa meditar en la Palabra de Dios.
Que Dios nos de ese apetito, esa hambre por Su Palabra. Ahora,
el versículo 8, de este capítulo 27 de Proverbios, dice:
"Cual ave errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de
su hogar."
Existen personas en iglesias y círculos cristianos que no
encuentran como encajar en un lugar adecuado para ellas. Y esa
es la razón por la cual Dios ha dado a cada creyente un don. Eso
lo vimos ya cuando estudiamos la Primera Epístola a los
Corintios, capítulo 12, versículo 18, donde el apóstol Pablo dijo.
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el
bien de todos. Y Dios tiene un lugar particular para que cada
creyente ejercite el don que le ha sido dado. También dijo Pablo
en el versículo 18 de este mismo capítulo: 18Pero ahora Dios ha
colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como él quiso.
Cada uno de nosotros debería ocupar precisamente ese lugar y
poner en práctica nuestro propio don. En el Nuevo Testamento
tenemos ejemplos de personas que aparentemente no utilizaron
sus dones. Por ejemplo, el Apóstol Pablo nos habló de un
hombre llamado Demas; en su Segunda Epístola a Timoteo,
capítulo 4, versículo 10, leemos: porque Demas me ha
desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. O
sea que, ese hombre regresó nuevamente al mundo. Por lo que
sabemos, nunca se adaptó al lugar que Dios tenía para él.
Leamos ahora, los versículos 9 y 10, de este capítulo 27 de
Proverbios:
"Los aceites y perfumes alegran el corazón, y el cordial consejo
del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo ni al amigo de tu
padre, ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu
aflicción: mejor es un vecino cerca que un hermano lejos."
A veces cuando una persona se traslada de un lugar a otro, de
una ciudad a otra, deja a todos sus parientes y tiene que hacer
nuevos amigos. Algunos no logran hacer nuevos amigos y pasan
una vida bastante solitaria. Y aquí se nos dice que mejor es el
vecino cerca que el hermano lejos. Quizá los amigos y parientes
de uno residan muy lejos de nosotros Así, es bueno tener
vecinos amigos, personas próximas a nosotros que se interesen
en uno. Pasamos ahora al versículo 12:
"El prudente ve el mal y se esconde, pero los incautos pasan y
se llevan el daño."
Uno de los grandes beneficios del estudio de la profecía. es que
sabemos lo que vendrá. Sinceramente hablando, yo me sentiría
muy desanimado y pesimista si tuviera que contar con que las
personas resolvieran nuestros problemas actuales. No creo que
el ser humano tenga la solución. Según las apariencias, nos
movemos hacia una crisis y una catástrofe. No hay ninguna
duda en cuanto a esto. Sería un error que cualquier persona
pensara que el hombre puede resolver los crecientes problemas
que están surgiendo día a día. La Palabra de Dios deja bien en
claro que los problemas se incrementarán y que Dios juzgará a
este mundo.
Este proverbio nos aconseja hacer planes para nuestro futuro.
Dice aquí, El prudente ve el mal y se esconde, es decir, que lo
evita. O sea, que él se prepara para el día que vendrá. Hay
personas que opinan que uno no debe prepararse para sus
necesidades futuras, que no debe tener ninguna clase de seguro
y dan una respuesta piadosa, diciendo: "Usted debe confiar en
el Señor". Bueno, el Señor ha provisto estos seguros, planes de
ahorro y jubilación para nosotros y debemos aprovecharnos de
ellos. Ya hemos dicho en alguna oportunidad que la fe no está
reñida con el sentido común. Ahora, el versículo 14, de este
capítulo 27 de Proverbios, nos dice:
"A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por
maldición se le contará."
Hay mucha ironía en estas palabras. Hay aquellos que hacen tal
declaración de amor y afecto, que uno siempre piensa que quizá
hay algo detrás de semejantes declaraciones. Uno debe tener
cuidado con aquellos que nos están elogiando más de lo que en
realidad merecemos.
Una ilustración de la Biblia de este asunto es la manera en que
Absalón se ganó los corazones de los hombres de Israel (2
Samuel 15:1-6). Se levantaba temprano por la mañana, se
situaba en la puerta de la ciudad para hablar con los hombres
que iban a ver al rey para exponerle un problema. Entonces,
Absalón los halagaba, simulaba mostrarles afecto y se mostraba
interesado en sus casos. Pero su verdadero interés era ganar su
apoyo para cuando él se apoderara del trono. (El había
escuchado lo que los hombres de Israel decían, ese grupo de
jóvenes que le habían rodeado y que le alababan y le dijeron
que él debería ser el rey en lugar de su padre. Él no tendría que
haber escuchado los elogios de esa gente. ) Hay que tener
mucho cuidado con este asunto de los halagos, y de las
alabanzas de los demás. Hay un proverbio moderno que dice
algo así: "El halago es como el `perfume, la idea es olerlo, pero
no tragarlo". Leamos ahora el versículo 17 de Proverbios 27:
"El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su
amigo."
Es positivo tener un amigo con quien enriquecer la propia
mente, Uno puede discutir ciertos temas espirituales con él y
obtener un beneficio de su experiencia. Y al final de la
conversación, uno siempre sale animado, con más fuerzas y
siempre logra aprender algo.
Pasemos ahora al versículo 19:
"Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre
se refleja en el corazón del hombre."
Es magnífico tener un amigo al cual uno puede abrir su corazón
sabiendo que éste no lo va a traicionar. Un amigo es alguien
que lo conoce a uno y aun así, lo aprecia. (Este es un gran
capítulo sobre la amistad, como podemos ver.) Luego, el
versículo 20, dice:
"Como el sepulcro y la muerte nunca se sacian, así los ojos del
hombre nunca están satisfechos."
Nunca vemos lo suficiente. Siempre queremos continuar viendo,
observando, conociendo gente y nuevas culturas. Es por ello
que a algunos nos gusta viajar alrededor del mundo. Como dice
el proverbio, los ojos del hombre, nunca están satisfechos.
Luego, el versículo 21 dice:
"En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre
la boca del que le alaba."
Como ya hemos dicho, tengamos cuidado con las alabanzas y
elogios. Asegúrese de que producen en usted un efecto bueno,
apropiado. El Dr. Ironside, en su libro "Notas sobre el Libro de
Proverbios" (pp. 390-391), incluyó el siguiente comentario. "No
hay crisol más caliente para probar a un hombre, que cuando se
le hace pasar por el fuego de la alabanza y la adulación. El pasar
por la maledicencia, aferrándose al Señor y contando con Él
para recuperar la honra, es comparativamente fácil, aunque
muchos flaquean en tales circunstancias; pero que alguien
continúe humildemente su camino normal y habitual con firmeza
y estabilidad, sin ser afectado ni resultar envanecido por el
aplauso y los halagos, señala a una persona como alguien que
verdaderamente vive cerca de Dios. Ahora, el versículo 24, nos
dice:
"Porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona es
para generaciones perpetuas."
Las riquezas no son eternas. Esto es algo que en nuestra era
materialista debemos reconocer. Uno no se puede llevar nada
consigo cuando muere. Es de público conocimiento que la
mortaja no tiene bolsillos.
Las casas reales, las dinastías, surgen y decaen en un mundo
cambiante. Dios es el único en quien podemos depender. El es
el único amigo inmutable.
Este ha sido realmente un capítulo con un énfasis en la amistad,
Por eso, estimado oyente, le invitamos a confiar su vida a Dios.
Si usted deposita su fe en el Señor Jesucristo como su Salvador,
usted puede hoy mismo pasar de una situación de alejamiento,
a comenzar una relación de amistad con El.
Proverbios 28:1-29:4
Nos encontramos hoy, amigo oyente, en el capítulo 28 del Libro
de Proverbios. Nos quedan dos estudios más en este libro; al
menos esperamos poder completarlo en ese período. El
versículo 1 de este capítulo 28, nos dice lo siguiente:
"Huye el malvado sin que nadie lo persiga, pero el justo está
confiado como un león."
El pecado, estimado oyente, indiferentemente del punto de vista
que pueda tener el hombre acerca de él, coloca a las personas
en un estado de temor permanente y de inculparse a sí mismas.
En cierta ocasión se encontraba un joven escuchando a un
predicador que explicaba la Biblia. Por la forma en que él se
estaba defendiendo, el predicador se dio cuenta que este joven
estaba viviendo en pecado con una chica. El comenzó a
defender lo que estaba haciendo, aun antes de que alguien le
acusara por ello. El predicador no había dicho nada de lo que
este joven estaba haciendo, pero la conciencia de él, de una
forma u otra, lo impulsaba a defenderse a sí mismo. Y aquí
leemos: Huye el malvado sin que nadie lo persiga. Nadie se
había puesto a señalar a este joven, ya que el predicador ni
sabía quién era él. Nadie le había señalado con el dedo, sin
embargo este joven se sintió aludido y pensó que debía
defenderse. Si él no hubiera reaccionado así, el predicador ni se
hubiera enterado de su situación. Porque la discusión se centró
en el pecado en general, y no sobre un pecado en particular.
Hay un término psicológico que se suele utilizar: "complejo de
culpa". Cierto psicólogo cristiano nos dijo en una ocasión, "todos
tenemos un complejo de culpa. Forma parte de nosotros tanto
como nuestro brazo derecho. Y nadie puede librarse de ese
complejo simplemente por medio de ilusiones o de desearlo". Y
continuó diciendo algo aun más interesante: "nosotros los
psicólogos solemos mover el complejo de culpa de un lado a
otro, pero no podemos eliminarlo".
Y el proverbio termina diciendo, pero el justo está confiado
como un león. Cuando una persona no es culpable, no se siente
culpable, puede ponerse en pie y decir lo que piensa. Si su
propia mente está libre de culpa, no tiene temor a los
pensamientos y mentes de los demás.
Bueno, vamos a destacar algunos de los puntos sobresalientes
de este capítulo 28 de Proverbios y vamos a leer ahora, el
versículo 9:
"Incluso la oración le es abominable al que aparta su oído para
no escuchar la Ley."
La Ley aquí se refiere a la Palabra de Dios. Aquí incluye todo lo
que había sido escrito hasta el tiempo de Salomón, es decir, el
Pentateuco (o sea, Génesis, Exodo, Levítico, Números y
Deuteronomio) y además, Josué, Jueces y muchos de los
Salmos.
Lo que Dios está diciendo en este versículo es muy importante.
Si usted quiere que Dios le oiga, usted debe primero escucharle
a Él. El ha dejado bien en claro que no escucha la oración de los
malvados. Hablar de las oraciones de los malvados o de los que
están alejados de Dios siendo contestadas en tiempos de
dificultad, constituye una apreciación sentimental. Hay algunos
que opinan que cuando dichas personas se encuentran en
dificultades, porque algún hijo está enfermo, pueden volcar sus
sentimientos a Dios y pedirle que ayude a su hijo o a su hija a
recobrar su salud. En esos casos sería mejor que este hombre
buscara a un amigo que fuera cristiano, quien al tener una
relación con Dios, podría orar al Señor por esa criatura. Porque
Dios no escuchará la oración de alguien que no cree en El, y que
no tiene ninguna relación con El. El así lo ha dicho. El apóstol
San Pedro en su primera carta, 3:12, nos dijo: Porque los ojos
del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus
oraciones, pero el rostro del Señor está contra aquellos que
hacen el mal. Aquí en Proverbios dice la oración del malvado es,
en realidad, algo detestable ante Dios. Ahora, el versículo 10, de
este capítulo 28, nos dice:
"El que hace errar a los rectos por el mal camino caerá en su
propia fosa, pero los perfectos heredarán el bien."
Esta es una ley de Dios que opera en este mundo. Y usted
puede descubrir eso una y otra vez al leer las páginas de la
Palabra de Dios. Por ejemplo, David, por su pecado trajo un
escándalo a su propia familia y a su propio hogar. Y en el
versículo 11, ahora nos dice:
"El hombre rico es sabio en su propia opinión, mas el pobre e
inteligente lo escudriña."
Las riquezas alimentarán el orgullo y la vanidad. Parecen ir
siempre asociadas, de forma natural. Continuemos leyendo el
versículo 13:
"El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los
confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia."
Este es un gran proverbio. El que los cristianos intenten ocultar
sus pecados parece ser hoy una práctica común. Ni les agrada
hablar de ello: en realidad, no admiten su existencia. Les gusta
pensar que están bien como están. Pero aquí dice el que los
confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia. Y tenemos
la versión de este proverbio en el Nuevo Testamento en 1 Juan
1:9, que dice, 9Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda
maldad.
Esto no se refiere a una confesión pública de pecado; la
confesión tiene lugar entre usted y el Señor, y el pecado debe
ser tratado. El tratar de aparecer impecable ante los demás es
un gran error. Si usted confiesa y abandona su pecado, usted
alcanzará la misericordia. Esta es una hermosa verdad de las
Sagradas Escrituras. Ahora, el versículo 14, dice:
"Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios, pero el
que endurece su corazón caerá en el mal."
Esto es lo que significa caminar o vivir en el temor reverente del
Señor. Recordemos aquel proverbio en 9:10, El temor del Señor
es el principio de la sabiduría. Quiere decir que nuestros
corazones están abiertos hacia Dios todo el tiempo. Es lo
opuesto al otro tipo de persona, como también dice este
proverbio, el que endurece su corazón. El hombre que teme a
Dios es un hombre que está escuchando a Dios. Es una persona
que está tratando de vivir una vida que sea agradable a Dios. Es
alguien que está viviendo en humildad ante el Señor. Que vive
reconociendo sus debilidades y es consciente de su dependencia
total de Dios. Esto es lo que significa la frase el temor del Señor
es el principio de la sabiduría.
Es así que, teniendo en cuenta la situación que se observa entre
los que profesan ser creyentes, y en la sociedad en general,
nosotros estamos tratando de enseñar la Palabra de Dios
aplicándola en todas las direcciones. En una situación como
esta, todos necesitamos estímulo y la Biblia tiene mucho que
decir para animar al verdadero creyente. Nunca atacamos a
ninguna institución sino que nos concentramos en la necesidad
espiritual de las personas. Nos referimos a la iglesia local
cuando la Palabra de Dios deja bien en claro que se está
hablando de personas que solo hacen una profesión externa de
ser cristianos y, al no tener al Salvador y al Señor en sus vidas,
actúan únicamente impulsados por su naturaleza humana. Bien
dice el refrán que "hombre prevenido vale por dos". Es que
muchas personas dentro y fuera de la iglesia se desaniman
mucho por lo que ven en algunos que profesan ser cristianos y,
como resultado, se apartan de toda apariencia de religión. Pero
hay que tener en cuenta, que también hay cristianos auténticos,
que han tenido una experiencia transformadora del Espíritu de
Dios, y que reflejan en sus vidas, en su conducta, en su actitud
hacia los demás, y en sus palabras, la realidad de la acción de
Dios. Esos cristianos son, realmente, personas dignas de
confianza.
También hay que decir que el que escribió estos Proverbios no
nos perdonó a ninguno de nosotros. Muchos de ellos nos quedan
a nosotros mismos como un traje hecho a medida. Siguiendo
ahora adelante, pasemos al versículo 17, que dice:
"El hombre cargado con la sangre de otro huirá hasta el
sepulcro sin que nadie le detenga."
Es decir, que un hombre que está consciente de haber cometido
un crimen, tiene que llevar en su conciencia una carga terrible
que, con frecuencia, puede llevarlo a cometer suicidio.
Desgraciadamente tenemos muchos casos como estos. El
principal ejemplo que podemos destacar en la Biblia es el de
Judas Iscariote, que fue impulsado a cometer suicido debido al
terrible crimen que cometió.
Un oficial de la policía dijo en cierta ocasión: "En algunas
ocasiones un crimen queda sin resolver por muchos años, y la
policía no tiene la menor evidencia de indicios, ni ninguna
indicación sobre cómo llegar al culpable. Pero de pronto,
aparece un hombre o una mujer que quiere confesar el crimen
que ha cometido. A veces estas personas ya se encuentran en la
cárcel por otro crimen que habían cometido ¿Por qué? Porque el
terrible acto que cometieron pesa en el corazón y en la mente
de la persona de manera insoportable. Uno no puede escapar a
ese sentimiento. Dios nos creó de esa forma, como un medio de
hacernos volver a Él. Ahora, el versículo 24, de este capítulo 28
de Proverbios, dice:
"El que roba a su padre o a su madre y dice: «Esto no es malo»,
se hace compañero del criminal."
Un joven podía pensar "Bueno, después de todo, yo voy a
heredar lo que tienen mis padres, así que puedo apropiarme de
estas cosas ahora mismo". Esto sería un crimen ante los ojos de
Dios. Y a propósito, fue por eso que el Señor Jesucristo
reprendió a los líderes religiosos de su día, porque ellos habían
creado una tradición. En el Evangelio según San Marcos,
capítulo 7, versículos 10 al 13, el Señor Jesús hablando a los
fariseos y los escribas les dijo: Por ejemplo, Moisés dijo: "Honra
a tu padre y a tu madre" y: "el que maldiga a su padre o a su
madre, será condenado a muerte". Vosotros, en cambio,
enseñáis que un hijo puede decirle a su padre o a su madre:
"Cualquier ayuda que pudiera haberte dado es corbán" (es
decir, ofrenda dedicada a Dios). En ese caso, el tal hijo ya no
está obligado a hacer nada por su padre ni por su madre. Así,
por la tradición que transmitís entre vosotros, anuláis la palabra
de Dios. Y hacéis muchas cosas parecidas. De esa manera, si un
hombre simplemente decía, "corbán" a sus padres, por tal acto
consagraba todo a Dios y quedaba libre de utilizarlo en beneficio
de sus padres. Jesús declaró que esta acción era contraria al
mandamiento de Dios. Es que resulta tan fácil a causa de una
relación negar apoyo a alguien, o apropiarse de algo que no nos
pertenece. Y eso es lo que nuestro Señor condenó.
Llegamos ahora a
Proverbios 29
Vamos a considerar algunos versículos de este capítulo. El
versículo 1, dice:
"El hombre que, al ser reprendido, se vuelve terco, de repente y
sin remedio será quebrantado."
Dios tiene muchas formas de reprender a una persona: sin
embargo, esa persona puede continuar en su pecado. En
nuestra experiencia, hemos conocido a muchas personas que
fueron advertidas antes de que el juicio cayera sobre ellas.
Ignoraron la advertencia, no hicieron caso de ella, y el castigo o
juicio cayó sobre ellas en esta vida.
En cierta ocasión ocurrió un terrible accidente de tráfico y un
estudiante nos contó la siguiente historia. Ese automóvil había
sido ocupado por un estudiante de secundaria y su novia. Estos
habían ido a buscar a otra amiga para que saliera con ellos,
pero ella les dijo que no quería salir porque iba a asistir a una
clase bíblica. Sin embargo, ellos insistieron en que ella les
acompañara; pero esta joven volvió a negarse diciendo que
tenía que ir a esa clase bíblica, e incluso invitó a estos jóvenes
para que la acompañaran a ella a dicho encuentro Bíblico. Ellos
accedieron a llevarla pero le dijeron que la dejarían allí y que no
asistirían a esa clase. Así fue que llevaron a esta joven y en el
camino ella les presentó a Cristo, explicándoles lo que el Señor
significaba para ella. Finalmente les dijo: "sabéis una cosa, yo
he aceptado a Cristo como mi Salvador en esta clase bíblica y
vosotros lo necesitáis también". Pero estos jóvenes simplemente
se rieron, dejaron a esta joven en la clase bíblica y cinco
minutos después avanzando a gran velocidad por la calle fueron
embestidos por un autobús y ambos fallecieron
instantáneamente.
Hay muchos ejemplos de estas actitudes en la Biblia.
Recordamos a Coré, Datán y Abirán, el rey Belsasar, Jezabel y
otros personajes, que ya hemos estudiado en este programa,
que fueron oportunamente advertidos, pero ignoraron todo
consejo y acabaron trágicamente sus vidas. Ahora, el versículo
2, de este capítulo 29, dice:
"Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; cuando
domina el malvado, el pueblo gime."
Ya hemos visto anteriormente que cuando los malvados están
en el poder, nunca resuelven ningún problema. Pero un hombre
justo es capaz de traer bendición a una nación. Y eso es lo que
se necesita en nuestras naciones en la actualidad. No
necesitamos que nos digan que alguien tiene la solución para
todos los problemas, porque sabemos que nadie tiene la
solución para los problemas, para los problemas de este mundo.
Y si alguien lo dijera, seguramente lo diría con ironía. Lo que
necesitamos hoy, son personas justas que se mantengan firmes
por lo que es correcto a cualquier precio. Y creemos que un
hombre así es mucho mejor que todo un partido,
indiferentemente de cuál sea ese partido.
Es que cuando, en cualquier nación de la tierra, un malvado
ejerce el poder, todos los ciudadanos lo sufren. Ahora, el
versículo 4, de este capítulo 29, dice:
"El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige
tributos, lo destruye."
David fue un buen rey. Fue un gobernante justo en su trato con
sus súbditos, un hombre de estado que tenía un temor
reverente de Dios. Sin embargo, el rey David fue consciente
que, por sus propias fuerzas, su propia casa no estaba firme,
bien establecida, sana. Podemos leer estas declaraciones
directamente, en el Segundo libro de Samuel, capítulo 23,
versículo 3: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que
gobierne en el temor de Dios. Y en el versículo 5 de este mismo
capítulo 23 de 2 Samuel. Añadió: Por eso mi casa está firme en
Dios; pues ha hecho conmigo un pacto eterno, bien ordenado en
todo y bien seguro, aunque todavía no haya hecho él florecer
toda mi salvación y mi deseo. Volviendo al proverbio que hemos
leído en este capítulo 29: 4 se nos ha hablado del rey que con
justicia afirma el país. . Solo Cristo es el rey que por medio del
juicio establecerá su reino en la tierra. Y esa es la razón para la
venida de Cristo a esta tierra; Su regreso es la única esperanza
que tiene el mundo en el día de hoy. Gracias al Señor que la
Iglesia va a partir de esta tierra antes de que Él venga aquí. Esa
es la promesa que Él nos ha dado.
Observemos la segunda frase de este proverbio del versículo 4,
que dice, el que solo exige tributos, lo destruye. Estas palabras
nos recuerdan la conducta del rey Roboam, hijo de Salomón.
Cuando él asumió el trono, como podemos ver en el relato de 1
Reyes 12, algunos de los súbditos más destacados se
entrevistaron con él y le expresaron sus quejas diciéndole (v. 4)
Tu padre agravó nuestro yugo. Alivia tú ahora algo de la dura
servidumbre de tu padre y del pesado yugo que nos impuso, y
te serviremos. El inexperto rey les pidió tres días para efectuar
consultas. Los ancianos de su reino le dijeron que si respondía al
pueblo con amabilidad, poniéndose a su servicio, ellos le
servirían para siempre. Pero Roboam rechazó el consejo de los
ancianos y consultó más bien con los jóvenes que se habían
criado con él y que estaban a su servicio. Ellos le aconsejaron
todo lo contrario y entonces el rey respondió a sus súbditos de
la siguiente manera, (como leemos en el versículo 11): mi padre
os cargó con un pesado yugo, pero yo lo haré más pesado aún;
De esta manera Roboam estaba anunciando un endurecimiento
de sus condiciones de trabajo, y de los impuestos que tendrían
que pagar. En consecuencia, el pueblo se rebeló y asesinó al
funcionario que estaba encargado de recaudar los tributos. Y el
rey tuvo que huir. Esos graves acontecimientos provocaron la
división del reino de Israel y Roboam quedó reinando en
Jerusalén para las tribus de Judá y Benjamín, y el resto del
pueblo de Israel nombró a Jeroboam como su rey. El triste
epílogo de esa historia fue, como dice el versículo 19, Así se
apartó Israel de la casa de David. Y a partir de ese momento la
historia Bíblica nos muestra la trayectoria de ambos reinos, que
ya no volverían a unirse y como, en diferentes momentos,
fueron llevados cautivos. Un reino dividido, no podría subsistir y
sus enemigos provocaron su caída.
De esa manera, vemos un cumplimiento en la segunda parte de
este proverbio del versículo 4 del capítulo 29 de Proverbios; de
cómo un rey que comenzó exigiendo tributos, acabó destruido.
Así hemos podido ver hoy, nuevamente, la unidad de las
diferentes partes de la Biblia. Ya en la introducción a este libro
adelantamos que los proverbios no solo ofrecen consejos,
advertencias y soluciones prácticas para los problemas de la
vida diaria, sino que también retratan la conducta de muchos
personajes destacados de la historia Bíblica. Y además, muchos
de ellos nos retratan a nosotros mismos. De esa manera, la
Biblia confirma que no solo es la Revelación de Dios para todos
los seres humanos, sino que también es un espejo donde cada
uno de nosotros puede contemplar su naturaleza humana, lo
cual nos recuerda constantemente nuestra necesidad de
establecer una relación con Dios. Y solo el Señor Jesucristo es el
camino que, con su victoria en la cruz, conduce a todos aquellos
que le acepten a esa relación con Dios.

Proverbios 29:5-30:19
En este día amigo oyente, continuamos nuestro viaje por el
Libro de Proverbios y volvemos al capítulo 29. Vamos a leer en
primer lugar, el versículo 5; y aquí dice:
"El hombre que lisonjea a su prójimo le tiende una red delante
de sus pasos."
El elogio y el aplauso para la persona que está realizando una
buena tarea es algo que corresponde hacer. Los méritos deben
ser reconocidos. Creemos en que hay ocasiones cuando es
bueno ponerse en pie y ovacionar a una persona. Pero cuando
se usan los halagos, es como la sobredosis de miel acerca de la
cual hemos leído en este libro de Proverbios. Parece que hay
personas dedicadas a pronunciar elogios, y no dicen realmente
lo que tienen en el corazón.
Algunas personas que quieren pedir favores, lo primero que
hacen es comenzar a hablar bien de uno, y a elogiarlo. Mientras
más lo lisonjean a uno, más grande es lo que ellos van a pedir.
Podemos darnos cuenta entonces que el halagar es algo
peligroso, porque hay personas que pueden creer lo que se les
dice, y es trágico cuando uno se cree los halagos que le dirigen.
Veamos ahora lo que dice el versículo 10, de este capítulo 29:
"Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro, pero los rectos
procuran agradarle."
Este proverbio lo podríamos traducir así. "Los hombres
sanguinarios odian al intachable, pero los rectos se preocupan
por su alma". Las personas sanguinarias tienen el deseo de
muerte y odio en su corazón. EL Señor Jesucristo dijo que si
usted odia a su hermano, es culpable de muerte.
Caín fue culpable de asesinato y el crimen comenzó en su
corazón. Nos muestra cuán lejos y cuan rápidamente cayó el ser
humano. Recordemos que Dios había creado a Adán y Eva,
perfectos. Y cuando ellos cayeron, y lo único que ellos pudieron
traer a este mundo fue a un pecador. Ellos engendraron hijos e
hijas a su imagen y semejanza. Y Caín fue uno de ellos. Este
joven nació con el deseo de muerte en su corazón. El odiaba a
su hermano. ¡Qué cuadro pues, el que tenemos aquí! Ahora, el
versículo 11 nos dice:
"El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la
apacigua."
Cuando uno habla con un insensato, esta persona le contará a
uno de todo. Pero el hombre sabio se controla. El será es una
persona cuidadosa con lo que va a decir. Ahora, el versículo 12,
dice:
"Si un gobernante hace caso a la mentira, todos sus servidores
serán malvados."
Los padres necesitan disciplinar fielmente a sus hijos y ser un
ejemplo para ellos, porque un niño imitará a sus padres. Y los
ciudadanos imitarán a sus gobernantes y a los que ocupan
posiciones elevadas. La conducta de un gobernante se reflejará
en los que se encuentran bajo su control. Esta es la imagen que
nos ofrece este proverbio. Veamos ahora lo que nos dice el
versículo 17:
"Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma."
Nuevamente tenemos aquí la importancia de la disciplina. Y el
versículo 18 dice:
"Cuando falta la profecía, el pueblo se desenfrena, pero el que
guarda la Ley es dichoso."
Otra versión dice: "cuando no hay visión, el pueblo se
desenfrena". La "visión" es realmente comprensión,
entendimiento espiritual. Es la obra del Espíritu Santo en la vida
del creyente para darle una comprensión de la Palabra de Dios.
En el Primer libro de Samuel, capítulo 3, versículo 1, leemos: El
joven Samuel servía al Señor en presencia de Elí; en aquellos
días escaseaba la palabra del Señor y no eran frecuentes las
visiones. En aquellos días no había entendimiento o
comprensión de la Palabra de Dios; y por lo tanto era
considerada algo de gran valor. Dios levantó a Samuel, un
vidente, para hacer frente a esa necesidad.
Recordemos que Josué se preocupó porque algunos de los
hombres profetizaron en el campamento. Pero vemos que en
Números 11:29 Moisés dijo: Ojalá todo el pueblo del Señor
fuera profeta, y que el Señor pusiera su espíritu sobre ellos.
El discernimiento espiritual es uno de los dones que Dios ha
dado a la Iglesia, es decir, una comprensión de la Palabra de
Dios.
Este capítulo concluye la colección de Proverbios que fueron
copiados por los hombres de Ezequías. Concluye todos los
proverbios que fueron atribuidos al rey Salomón. Sin embargo,
creemos que el capítulo final del libro de los Proverbios también
fue escrito por Salomón, y que él mismo es el rey Lemuel. Y así
llegamos entonces a
Proverbios 30:1-19
En este capítulo hay proverbios escritos por un sabio
desconocido, llamado Agur. Leamos el primer versículo de este
capítulo 30 de Proverbios, que nos cuenta todo lo que sabemos
sobre su familia.
"Palabras de Agur hijo de Jaqué. La profecía que dijo el varón a
Itiel, a Itiel y a Ucal."
No conocemos a ninguna de las personas aquí mencionadas.
Agur fue un vidente y un escritor desconocido. Los nombres
propios aquí son como todos los nombres Hebreos en el sentido
en que tienen un significado. Agur significa "recopilador" y
Jaque, "piadoso". Algunas versiones traducen estos términos
como nombres comunes, de esta manera: "las palabras de un
recopilador, hijo de un hombre piadoso". El versículo 4, de este
capítulo 30, es algo interesante, escuche usted:
"¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién encerró los vientos
en sus puños? ¿Quién recogió las aguas en un paño? ¿Quién
afirmó todos los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el
nombre de su hijo, si es que lo sabes?"
Resulta interesante observar que éstas son algunas de las
preguntas que Dios le hizo a Job. ¿Quién sería capaz de
contestar estas preguntas? Con respecto a la primera pregunta
que dice: ¿Quién subió al cielo y descendió? Diremos que el
Señor Jesús dijo en Juan 3:13: Nadie subió al cielo, sino el que
descendió del cielo, el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Esa
es la razón por la cual decimos constantemente que el Señor
Jesucristo es la única autoridad en este asunto de la creación y
el origen del Universo. Hablando con toda sinceridad,
reconocemos que ninguno de nosotros tiene una explicación
correcta sobre el origen del universo. No creemos que la ciencia
la tenga. El hecho de que se insista en la teoría de la evolución
indica que ellos no tienen la respuesta en cuanto al origen del
mundo. Y también es la razón por la cual se gasta tanto dinero
en viajar a otros planetas y conseguir algunas rocas para tratar
de hallar indicios acerca del origen del Universo. El primer
versículo del Génesis nos cuenta que en el principio Dios creó
los cielos y la tierra. Así es como comenzó todo. Pero entonces
leemos el segundo versículo, que dice: La tierra estaba
desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas;
algunos consideran que estas palabras describen el acto de la
creación. Estimado oyente, yo creo que Dios no nos ha indicado
nada acerca de cómo llevó a cabo la creación. El autor de estos
estudios creía que este versículo sugería la teoría del intervalo;
es decir, que Dios creó los cielos y la tierra; que después siguió
un período, un espacio de tiempo, y que algo le sucedió a
aquella creación original. Porque la condición de la tierra fue
descrita en este pasaje como desordenada y vacía. El Dr. McGee
reconocía que esa teoría había sido mayormente abandonada,
pero él mismo la continuaba aceptando, a pesar de las críticas
que sobre ella se habían escrito. El argumento del Dr. McGee
era que Dios no le había revelado a los seres humanos cómo
había realizado la creación. No lo había revelado ni a los
científicos ni a los teólogos. Nos agrada la pregunta que Dios le
formuló a Job en 38:4, ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la
tierra? Esa es una pregunta que Dios puede hacerle a cada
individuo. Y nadie tiene la respuesta.
También nos agrada la pregunta formulada por Agur: "¿Quién
encerró los vientos en sus puños?" Pensemos en esto. Dios tiene
en Sus manos el viento, de la misma manera en que nosotros
podemos tener algún objeto en nuestra propia mano. ¡Qué
cuadro tenemos aquí! El ser humano conoce muy poco acerca
de estas cosas. En ese mismo pasaje en el que el Señor
Jesucristo dijo que Él es quien descendió del cielo, Él también
dijo en Juan 3:8: El viento sopla de donde quiere, y oyes su
sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo
aquel que nace del Espíritu. Este es en realidad un pensamiento
profundo. Y el versículo 5, dice:
"Toda palabra de Dios es limpia; él es escudo para los que en él
esperan."
Nadie le puede limpiar a usted como la palabra de Dios. Cada
Palabra de Dios es pura. Es más efectiva que cualquier elemento
limpiador. Es una sustancia purificadora milagrosa. Y dice el
versículo 6:
"No añadas a sus palabras, para que no te reprenda y seas
hallado mentiroso."
Esto debería hacernos cautelosos y prudentes al tratar con la
Palabra de Dios. A Dios no le importa llamar a una persona
mentirosa, si realmente lo es. Continuemos leyendo los
versículos 7 al 9:
"Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera:
Vanidad y mentira aparta de mí, y no me des pobreza ni
riquezas, sino susténtame con el pan necesario, no sea que,
una vez saciado, te niegue y diga: «¿Quién es el Señor?», o
que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi
Dios."
La frase vanidad y mentira aparta de mí significa que yo no
quiero vivir entre aquellos que son vanos, que están halagando
y mintiendo. Vivir con gente así es como vivir en un nido de
víboras. Y después el escritor dice no me des pobreza ni
riquezas. Es decir, "déjame andar por el medio del camino". No
quiero estar en ninguno de los dos extremos. Y dice el versículo
12:
"Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha
limpiado de su impureza."
Hay muchas personas, aún algunos que desde un punto de vista
formal son miembros de la Iglesia que pueden decir cosas así.
Son puros ante sus propios ojos. Piensan que no necesitan un
Salvador. Son simplemente religiosos.
Y luego tenemos a aquellos que ocupan altas posiciones en los
negocios y en la política, que piensan que son puros, que no son
culpables de ninguna mala acción. Incluso los indigentes y
vagabundos pueden ser puros en su propia opinión. Pero
ninguno de ellos se ha purificado de su impureza. La única
forma en que cualquiera de nosotros puede quedar limpio y
puro es siendo lavado por la sangre de Jesucristo. Y dice el
versículo 15:
"La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: « ¡Dame! ¡Dame!».
Tres cosas hay que nunca están hartas, y aun la cuarta nunca
dice: « ¡Basta!»:"
Y ahora el escritor continúa enumerando las cuatro cosas que
nunca se sacian. Leamos el versículo 16:
"El sepulcro, la matriz estéril, la tierra, que no se sacia de agua,
y el fuego, que jamás dice: «¡Basta!»."
En primer lugar "el sepulcro". Usted y yo vivimos en una
procesión de un funeral. Todos estamos en esa situación.
Comenzó fuera del jardín del Edén, ya ha estado continuando a
través de los siglos. Este viejo mundo en el cual vivimos es
como un gran cementerio. Las tumbas nunca están satisfechas.
En segundo lugar se menciona "la matriz estéril". Hay muchas
mujeres que no pueden tener hijos por uno u otro motivo.
(Creemos que serían excelentes madres de hijos adoptivos).
Nunca está satisfecha. Esa mujer quiere tener a un niño
precioso para rodear su cuello con sus brazos, y que la llame
mamá. Y el mismo deseo tienen los padres.
En tercer lugar se menciona a la tierra, que no se sacia de agua.
En muchos países la tierra no recibe suficiente agua y necesitan
urgentemente lluvias.
Y en cuarto lugar se menciona al fuego, que jamás dice basta.
Hay demasiados incendios, y la lluvia es insuficiente. Es un
fenómeno que se repite cada vez con mayor frecuencia.
Luego, pasando al versículo 17, leemos:
"El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de
la madre, sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las
crías del águila."
Se pronuncian juicios terribles contra aquellos que se ponen en
contra de su padre y de su madre. Que Dios tenga misericordia
del joven que en el día de hoy se ha puesto en contra de su
padre y su madre, especialmente si ellos son creyentes en
Cristo. Luego, los versículos 18 y 19 dicen:
"Tres cosas me son ocultas, y una cuarta tampoco conozco: el
rastro del águila en el aire, el rastro de la culebra sobre la peña,
el rastro de la nave en medio del mar y el rastro del hombre en
la mujer."
Agur, el escritor, no entendía esas cosas, y nosotros tampoco.
¿Ha pensado usted en esto cuando ha observado a un águila
volar? ¿Ha estado usted intrigado al ver la serpiente sobre una
roca? Y después está la estela que deja el barco en el mar, que
nos deja pensando en cómo puede flotar un hotel gigante de
metal como ese. Y con respecto a la frase "el rastro del hombre
en la mujer". Esta expresión no se refiere a lo que el hombre
hace para enamorar a la mujer, sino al misterio mismo del
matrimonio y la procreación.
Agur no podía entender esos misterios y debemos reconocer
que en ellos siempre hay algo que escapa a la comprensión
humana. Los primeros dos ejemplos que presentó este escritor
se refieran a hermosas criaturas de Dios disfrutando, cada una
de ellas, de su medio ambiente natural, en toda su libertad, en
toda su belleza, revelando la sabiduría y la estética del creador.
El tercer ejemplo nos habla de los avances de la técnica que
hacen posible que el ser humano surque los mares en un
ambiente de comodidad y lujo. Y el cuarto ejemplo, se refiere a
la obra cumbre de la creación de Dios, el hombre y la mujer, y a
la forma en que Dios ha dispuesto la perpetuación de la especie.
Y vamos a tener que dejar nuestra exposición aquí en el día de
hoy, pero finalizaremos este Libro de los Proverbios en la
próxima oportunidad y continuaremos con algunos detalles
interesantes que se mencionan aquí en este capítulo. Será como
si visitáramos una parte de un zoológico para ver algunos de los
animales que se encuentran allí. ¿Sabía usted que los animales
tienen un mensaje para nosotros? Dios los creó a ellos para
cumplir con sus muchos propósitos. En muchos casos,
constituyen todo un ejemplo para nosotros, por su organización,
por su actitud de solidaridad y defensa y por la forma de
afrontar el futuro.
Y luego, en el capítulo 31, el último de este libro de los
Proverbios, veremos el énfasis y la importancia que el escritor
coloca sobre la mujer en general, así como en su papel de
esposa y madre. Le invitamos, pues, a que nos acompañe. Y
usted, estimado oyente, también puede leer este capítulo con
anticipación, antes de llegar a nuestro próximo estudio, para
comparar sus conclusiones, enriquecidas con las experiencias
propias de su vida y con las experiencias de sus familiares y
amigos, con las conclusiones de la Biblia. Y antes de
despedirnos, dejamos con usted este hermoso Proverbio, que
dice: Toda Palabra de Dios es limpia; Él es escudo para los que
en Él esperan. ¡Que esta gran verdad bíblica sea para usted una
experiencia persona, que limpie y fortalezca su vida como
cristiano, y que pueda compartirla con otros, es nuestra
ferviente oración!

Proverbios 30:20-31:31
En el día de hoy, amigo oyente, volvemos a nuestro estudio de
este Libro de Proverbios y vamos a continuar con el capítulo 30.
Leamos, pues, el versículo 20, del capítulo 30, de Proverbios:
"La mujer adúltera procede así: come, se limpia la boca y dice:
«No he hecho ningún mal»."
Hemos llegado a una época en la que esto está ocurriendo en
todas partes. Hay personas que están viviendo controladas por
el pecado y presentan argumentos para negar que el pecado es
una realidad en sus vidas. Y Dios desde las Sagradas Escrituras
continúa señalando a los pecados específicamente, por su
nombre. Él no ha cambiado Su modo de pensar, Estamos
convencidos que Dios no necesitaba aprender nada de esta
generación. Él ya conocía los pecados que nuestra generación
cometería y ya había escrito acerca de ellos en el libro de
Proverbios. Y en los versículos 21 y 22, dice:
"Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta que no puede
sufrir: por el siervo llegado a rey, por el necio saciado de pan"
La frase por el siervo llegado a rey nos habla de Jeroboam,
quien era un siervo, y llegó a ser el primer rey en el reino del
norte de Israel.
La frase que habla del necio saciado de pan es ilustrada por
aquel rico insensato que construyó graneros más grandes. Con
tales éxitos financieros, le sobraba comida pero continuaba
siendo un insensato. Luego la tercera cosa insoportable y que
hace temblar a una sociedad, según el versículo 21, la
encontramos a continuación en el versículo 23, que dice:
"Por la mujer aborrecida, cuando se casa, y por la sierva cuando
suplanta a su señora."
Ahora, esta segunda parte del versículo 23, se refiere a una
mujer muy pobre, que ha pasado por sufrimientos y
humillaciones y de pronto se convierte en una persona rica. Y
difícilmente haya una persona que sea más difícil de soportar
que esa.
Y ahora la lectura nos lleva a visitar un zoológico para
contemplar a algunos animales. ¿Sabía usted que ellos tienen
un mensaje para nosotros? Dios los creó con muchos
propósitos. Y uno de ellos, es enseñarnos algo. Leamos el
versículo 24:
"Cuatro de las cosas más pequeñas de la tierra son más sabias
que los sabios:"
Dios dice que podemos aprender del mundo animal. El primer
grupo está formado por animales pequeños. En realidad, el
primero es un insecto: la hormiga. Leamos ahora el versículo
25:
"Las hormigas, pueblo que no es fuerte, pero en verano
preparan su comida"
El texto nos va a mencionar dos grupos de animales. El primero
es una ilustración del camino a Dios para el pecador. El
segundo, es una ilustración de la vida de los creyentes ante
Dios.
Las hormigas son sabias y nosotros podemos aprender de ellas.
Ya habíamos visto algo sobre ellas en el capítulo 6, de este
mismo Libro de Proverbios, en los versículos 6 al 8, que dicen:
Mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos y sé sabio. Ella,
sin tener capitán, gobernador ni señor, prepara en el verano su
comida, recoge en el tiempo de la siega su sustento. Podemos
decir de paso que las hormigas recogen y guardan el grano. Eso
es lo que hacen en muchas partes del mundo y también en
Palestina. Seguramente habremos visto en alguna ocasión a una
pequeña hormiga llevar una carga mayor que la propia hormiga.
Ellas almacenan alimentos durante esos días breves y soleados
de la cosecha. La hormiga es, pues, un ejemplo de sabiduría
para nosotros al prepararse para el futuro en las cosas
materiales.
Ahora, algunas personas piensan que los cristianos no deberían
prepararse para cubrir sus necesidades materiales del futuro,
porque para ello deberían confiar en el Señor. . Pero creemos
que si el Señor nos ha provisto de medios para hacer frente a
las necesidades futuras (y todos estamos familiarizados con los
planes de ahorro y pensión) deberíamos aprovecharnos de ellos
para prevenir las necesidades del futuro propias y de nuestra
familia. Esto es la que la hormiga nos enseña, asegurándose
para su futuro al almacenar alimentos en la época de la
cosecha.
Pero aquí tenemos un mensaje aún más profundo. Hay muchas
personas que no hacen ningún arreglo para después de la
muerte, o algunos gestionan anticipadamente sus arreglos con
una sociedad o con la funeraria para el día de la muerte. Pero al
hablar de los preparativos para después de la muerte, nos
referimos a la eternidad. Estamos en esta vida sólo por unos
breves y fugaces momentos de tiempo, pero después vendrá la
época interminable de la eternidad. ¿No es una insensatez
preocuparnos por el cuerpo físico y descuidar el alma,
descuidando toda preparación para la eternidad?
Se dice que cuando el emperador de Roma, Adriano, se
encontraba en su lecho de muerte hizo la siguiente declaración:
"No habrá más corona para esta cabeza. No habrá más
hermosura para estos ojos. No habrá más música para estos
oídos, ni más comida para este estómago mío. Pero mi alma, ?
oh, mi alma, ¿qué sucederá contigo?" Y la Palabra de Dios nos
dice en Hebreos 9:27: Está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio. Usted puede
vivir solamente para esta vida, para disfrutar de la comida,
bebida y de las alegrías de esta vida, porque en el futuro nos
espera la muerte. Una persona puede dedicar todo su tiempo a
aumentar sus riquezas y posesiones, pero Dios nos dice que
tenemos que estar preparados para presentarnos ante El. Bien,
veamos lo que nos dice el versículo 26, de este capítulo 30 de
Proverbios:
"Los tejones, pueblo que no es vigoroso, pero hacen su casa en
la piedra"
Estos son animales muy débiles y vulnerables. No son capaces
de esconderse cavando un pozo en la tierra. Así que se
esconden en las rocas para encontrar allí un lugar seguro. En el
libro de Levítico están incluidos entre los animales impuros.
Este pequeño y frágil animal tiene un mensaje para el ser
humano. Como él, nosotros somos espiritualmente pobres,
indefensos e impuros. Somos pecadores y tenemos que
reconocer nuestra lamentable y grave situación. Por tal motivo
el rey David escribió en el Salmo 61:2, Llévame a la roca que es
más alta que yo. Y esa Roca, sabemos que es el Señor
Jesucristo mismo. Ahora, continuando con este capítulo 30 de
Proverbios, leemos en el versículo 27:
"Las langostas, que no tienen rey, pero salen todas por
cuadrillas"
Las langostas: son criaturas de destrucción. El profeta Joel tuvo
mucho que decir acerca de las plagas de langostas. Y también
encontramos a las langostas mencionadas en el libro de
Apocalipsis. Destruyen las hojas de los árboles y toda la
vegetación. Cuando avanzan en grupo, destruyen todo lo que
encuentran a su paso.
Ahora, notemos lo que nos dice aquí el Proverbio: Las langostas,
que no tienen rey. Ellas no tienen un líder visible, y sin embargo
avanzan como soldados con sus respectivos regimientos. Se
mueven tan metódicamente que parecen estar actuando bajo
instrucciones concretas y una disciplina estricta.
Para nosotros los creyentes, son un ejemplo de sometimiento
entre nosotros mismos y también hacia Cristo, que es la cabeza
invisible en el cielo. Para el mundo, el conjunto de los cristianos
deben parecer como grupos de personas no muy relacionadas
entre sí, fragmentados y desorganizados, que no tienen un líder
concreto ni un vínculo de unión. Pero estimado oyente, sí,
tenemos un líder. Cristo es la cabeza invisible de la iglesia. En la
Primera Epístola a los Corintios, capítulo 3, versículo 3, el
Apóstol Pablo escribió: pues aún sois inmaduros. Mientras haya
entre vosotros celos y contiendas, ¿no seréis inmaduros? ¿Acaso
no os estáis comportando según criterios meramente humanos?
No solo es Cristo la Cabeza de todos aquellos que han sido
redimidos por la sangre de Cristo, pero el Espíritu Santo habita
en cada creyente, uniéndonos en una gran familia espiritual. Por
ello San Pablo dijo en Romanos 12:5, que cada miembro de esa
familia está unido a todos los demás. Y esto es lo que la
langosta nos enseña. Leamos ahora el versículo 28:
"La lagartija, que la atrapas con la mano, pero está en los
palacios reales."
De una u otra manera, la lagartija entra en las casas, y tiene
cierta afinidad por la tapicería fina y casas señoriales. Tiene
unas patas como abanico, de las cuales sale una sustancia
pegajosa que le permite andar sobre superficies muy lisas como
el mármol y sobre techos decorados con mosaicos.
Esto nos habla de la fe, la fe que se adhiere a las promesas de
Dios; la fe que penetra en las regiones celestiales y se apropia
del hecho de que el Espíritu de Dios mismo da testimonio a
nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Es la fe capaz de
expresarse como el Apóstol Pablo, que escribió en su Segunda
Epístola a Timoteo, capítulo 1, versículo 12: yo sé en quién he
creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta
aquel día lo que le he confiado. Y el mismo Apóstol Pablo, en el
capítulo 1, versículo 6, de su carta a los Filipenses, afirmó:
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la
buena obra la irá perfeccionando hasta el día de Jesucristo
Llegamos ahora, al segundo grupo de animales; leamos los
versículos 29 y 30, de este capítulo 30 de Proverbios; leemos:
"Tres cosas hay de hermoso andar, y una cuarta que pasea con
elegancia: El león, fuerte entre todos los animales, que no
retrocede ante nada"
El león siempre sigue hacia adelante, no se desvía para nada.
No les teme a los pequeños animales del vecindario. Es conocido
por su gran audacia, la cual debería caracterizar al cristiano al
proclamar su fe. Recordemos que el Apóstol Pablo, en medio de
sufrimientos y persecución pudo decir, como leemos en los
Hechos 20:24: 24Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo
preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera
con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar
testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Se dijo una vez de un gran político que no conocía el miedo.
Cuando se le preguntó al respecto dijo: "He aprendido que
cuando uno teme a Dios, no le queda hombre a quien temer". Y
así tiene que ser la actitud del creyente. Luego, el versículo 31,
continúa diciendo:
"El gallo altivo, y también el macho cabrío, y el rey, a quien
nadie resiste."
Y esta es una referencia al creyente que debe correr con
paciencia la carrera que está delante de él, con sus ojos puestos
en Jesucristo, el autor y consumador de la fe, como dijo en
escritor a los Hebreos 12.
El otro animal mencionado en este versículo es el macho cabrío.
Esa clase de animal vive en las montañas y anda por sitios
elevados. Allí encuentra placer y seguridad.
La lección es evidente. El creyente, que vive en los lugares
elevados, como hizo el profeta Habacuc, 3:17-19, podrá
alegrarse incluso en los días difíciles. El profeta pudo decir Yo
me gozaré en el Dios de mi salvación. . . El es mi fortaleza. El
me dé pies como de ciervas y me hace caminar por las alturas.
Y llegamos ahora a
Proverbios 31
Dice aquí en el versículo 1:
"Palabras del rey Lemuel: profecía con que lo instruyó su
madre."
Creemos que este capítulo fue escrito por Salomón. No hubo
ningún rey llamado Lemuel. Es interesante notar que el nombre
que Dios le dio a Salomón fue Jedidías, que quiere decir,
"amado del Señor".(2 Samuel 12:25). El nombre Lemuel, quiere
decir, "dedicado al Señor". Y creemos que ese era
probablemente el nombre cariñoso con el cual Betsabé llamaba
a Salomón.
Aquí tenemos pues, el consejo de esta madre para su hijo. Aquí,
por cierto, encontramos un buen sermón para el "Día de la
Madre". Y el versículo 2 de este capítulo 31, nos dice,
"¡Qué decirte, hijo mío, hijo de mi vientre! ¿Qué decirte, hijo de
mis anhelos?"
Betsabé necesitaba decirle algo a su hijo, porque vio en este
joven Salomón algunas de las características de su padre David.
Ella recordaba bien el pecado de David. No creemos que había
sido el pecado de ella. El pecado había sido de David. En San
Mateo 1:6, se lee: "El rey David engendró, de la que fue mujer
de Urías, a Salomón". El nombre de Betsabé ni siquiera se
mencionó. Dios estaba en que la responsabilidad del pecado
había sido de David. Ella conocía bien a David, pudo ver la
tentación a la que Salomón estaba enfrentando y entonces le
dio estos consejos a un hijo a quien había dedicado a Dios. Y
veamos pues, lo que dice aquí en los versículos 3 al 5:
"No des tu fuerza a las mujeres, ni tus caminos a las que
destruyen a los reyes. No es digno de reyes, Lemuel, no es
digno de reyes beber vino, ni de príncipes darse a la sidra; pues
quizá bebiendo olviden la Ley y perviertan el derecho de todos
los afligidos."
Aquí estaba criticando los peligros de los excesos de la bebida
por parte de aquellos que tenían la responsabilidad de aplicar
las leyes con justicia. Leamos los versículos 6 hasta el 9, de este
capítulo 31 de Proverbios:
"Dad la sidra al desfallecido y el vino al de ánimo amargado:
que beban, que se olviden de su necesidad y no se acuerden
más de su miseria. Abre tu boca en favor del mudo en el juicio
de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia y
defiende la causa del pobre y del menesteroso."
Aquí vemos que le estaba sugiriendo que utilizara la bebida
alcohólica como medicina. Le aconsejó que fuera bueno, justo y
equitativo. Y le instruyó sobre cómo elegir a una esposa. Y este
fue un buen consejo. Fue un consejo de Dios. Leamos ahora el
versículo 10:
"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Su valor sobrepasa
largamente al de las piedras preciosas."
Por virtuosa aquí se indica una mujer de carácter, de fortaleza,
una mujer con una verdadera capacidad. No una persona débil,
inmovilizada por la inercia de no hacer nada. En la actualidad las
madres son personas sumamente ocupadas, en su hogar y en
su profesión. Y esa es la imagen que aquí tenemos. La de una
mujer activa. Y dice el versículo 11:
"El corazón de su marido confía en ella y no carecerá de
ganancias."
Ella será una mujer fiel. No será una derrochadora del dinero
familiar. Será una verdadera compañera para su marido. Dios
nunca tuvo la intención de que la mujer fuera una sierva del
hombre. Cuando Dios hizo a Eva para que fuera una compañera,
creo la otra mitad de Adán. Adán solo fue un hombre a medias,
hasta que Dios le entregó a Eva. Entonces, ya pudo ser un
hombre completo. Ahora, leamos el versículo 12, de este
capítulo 31,
"De ella recibe el bien y no el mal todos los días de su vida."
O sea, que es una verdadera compañera. Luego, el versículo 13,
dice:
"Ella busca la lana y el lino, y trabaja gustosamente con sus
manos."
Y a esa compañera le agrada trabajar. Luego, el versículo 14,
dice:
"Es como la nave del mercader, que trae su pan desde lejos."
Vemos aquí una mujer activa que busca las rebajas para gastar
su dinero sabiamente. Leamos el versículo 15, de este capítulo
31 de Proverbios:
"Siendo aún de noche, se levanta para dar la comida a su
familia y la ración a sus criadas."
Esta mujer sabe cómo administrar y controlar una casa. Hace
turnos de noche y es una madre maravillosa. De nuestra
infancia podemos recordar que cuando nos levantábamos por la
mañana, nuestra madre ya se había levantado antes, y tenía el
desayuno preparado sobre la mesa. Y los versículos 16 y 17
destacan otras cualidades:
"Considera el valor de un campo y lo compra, y con sus propias
manos planta una viña. Se ciñe firmemente la cintura y esfuerza
sus brazos."
Esta evidentemente una mujer capaz que controla eficazmente
todas las actividades de la familia. Y el versículo 18 continúa
diciendo:
"Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de
noche."
Según esta descripción, la tarea del hombre es desde la salida
del sol hasta que se pone el sol, pero la tarea de la esposa
nunca se acaba. Ahora, los versículos 19 y 20, continúan
poniendo en alto a esta mujer virtuosa;
"Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso.
Alarga su mano al pobre; extiende sus manos al menesteroso."
Ella es una persona generosa, como podemos apreciar. Otra de
las cualidades de esta mujer previsora, la encontramos en el
versículo 21, de este capítulo 31 de Proverbios;
"No teme por su familia cuando nieva, porque toda su familia va
vestida de ropas abrigadas."
Como podemos ver, esta mujer vela por la salud de su familia.
Veamos ahora lo que dice el versículo 26:
"Abre su boca con sabiduría y la ley de la clemencia está en su
lengua."
Cuando esta mujer instruye, lo hace con amor, con bondad. Y
ahora notemos lo que nos dice el versículo 30, de este capítulo
31 de Proverbios:
"Engañosa es la gracia y vana la hermosura, pero la mujer que
teme al Señor, esa será alabada."
El consejo para el joven es que debería a escoger a una mujer
cristiana que viviera con un temor reverente a su Señor. Y por
supuesto, el joven se sentirá atraído por una que sea hermosa,
teniendo en cuenta la importancia de la hermosura del carácter,
que realza enormemente el atractivo de una mujer. Luego nos
dice el último versículo, el versículo 31:
"¡Ofrecedle del fruto de sus manos, y que en las puertas de la
ciudad la alaben sus hechos!»."
Y así, estimado oyente, concluimos nuestro estudio de este
importante libro de Proverbios, pensando que Dios puede salvar
y transformar a las personas que creen en el Señor Jesucristo,
tanto a la mujer como al hombre: y su relación con ellos,
mediante la obra del Espíritu Santo, puede embellecer su
personalidad y su carácter, así como también controlar sus
relaciones con los demás. Dios mediante, en nuestro próximo
programa, volveremos al Nuevo Testamento, para comenzar
nuestro estudio de la epístola del Apóstol Pablo a los Filipenses,
y esperamos que usted nos acompañe.

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