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LA DIVERSIDAD DE LOS DIALECTOS LINGÜÍSTICOS ¿INEVITABLES?

El presente trabajo tendrá como principal objetivo investigar y responder el


interrogante: “¿Existe una vinculación entre el fracaso escolar y el uso de la
lengua?”. Para ello se indagará de manera íntegra los conceptos mencionados y
luego se llevará a cabo un planteo general para responder dicha incógnita.

Como punto de partida es imprescindible proceder a definir el concepto fracaso


escolar y uso de la lengua. La primera noción hace referencia a “[…] un fenómeno
asociado a situaciones de pobreza y precariedad de las condiciones de vida, pero
a ello suele sumarse, como se sabe, la existencia de diferencias culturales, que se
tornan un ‘obstáculo’ para la inclusión y el tránsito no problemático de los niños
por el sistema educativo”1. Mientras que la segunda noción hace referencia a la
sociolingüística, la cual no es más que la comparación entre los diferentes
dialectos de la sociedad, es decir que tiene por objeto de estudio la diversidad
lingüística.

Ante lo mencionado anteriormente, es pertinente nombrar a Gustavo Bombini,


quién plantea la cuestión: “¿Todos estamos en condiciones de interpretar lo
mismo?”. Siendo su respuesta un NO, porque un mismo texto puede ser
interpretado de diferentes formas; esto es así debido a la inexorable diversidad.
Por consiguiente, se hace evidente la inviabilidad de la homogeneidad.
Particularmente en este caso, la escuela es un lugar en la que convergen
diferentes culturas, es decir, es una zona heterogénea que se caracteriza por
presentar variedades lingüísticas conformadas gracias al contexto donde los
sujetos se encuentran inmersos. Por tanto, la búsqueda de homogeneidad refiere
a una utopía.

Manteniendo la perspectiva de Gustavo Bombini, éste afirma que existen modos


de leer diferenciados, diversas formas de comprensión, que son efecto de las
experiencias culturales y sociales de los individuos. A su vez recalca la
importancia de la práctica de la lectura, la cual influye en la subjetividad de los
sujetos promoviendo interpretaciones diversas sobre lo leído, que deben ser
consideradas como modos legítimos de la comprensión lectora. “No es que los
chicos no comprenden”2, sino que ejercen modos de comprensión plurales, es
decir, interpretan de diferentes maneras. Por lo tanto, ante lo mencionado, es
necesario por parte del docente una escucha atenta y comprensiva, ya que los
sujetos se apropian de los textos a partir de su singularidad; al leer se recuperan
significados culturales, subjetivos y sociales. Asimismo, no existen formas de
1
Baquero, R; Fontagnol, M; Greco, M.B; Marano, C. Fracaso escolar, educabilidad y diversidad. Fracaso
escolar en cuestión. Buenos Aires. Ediciones Novedades Educativas. 2002
2
Bombini, Gustavo. El conocimiento escolar sobre la lengua y la literatura. Reinventar la enseñanza de la
lengua y la literatura. Libros del Zorzal.
hablar mejores o peores, ningún dialecto es inferior a otro, y esto es así ya que la
lengua estándar no tiene ningún motivo lingüístico para ser seleccionado como tal,
sino que refiere más que nada a cuestiones socio-históricas, culturales o políticas.

Por otro lado, Bordieu define a la escuela como “uno de los espacios de
producción y reproducción de la lengua legítima” 3, aquella lengua oficial que
sostiene a cada Estado Nacional. Ante esta situación, el autor plantea que la
escuela propone una lengua estándar y homogénea que contrasta con las
costumbres lingüísticas de los alumnos, ocasionando el no reconocimiento o el
desprecio de los diversos usos orales de la lengua, de los diferentes estilos
expresivos. Por lo tanto, hay una desigual distribución del capital lingüístico que
traerá consecuencias en el éxito escolar, en su trayectoria profesional o en la
obtención de puestos de trabajo.

Por otra parte, Bombini hace mención sobre los saberes escolares, donde
manifiesta que éstos corren permanentemente el riesgo de perder su sentido, de
ser obsoletos, de carecer de utilidad ya que tiene la tendencia a mecanizarse y
repetirse. Ante esta situación, se debe adecuar los contenidos curriculares a las
necesidades de los alumnos, teniendo en cuenta los contextos en los que éstos se
encuentran inmersos, y procurar, a su vez, que los saberes sean significativos
para que puedan ser llevados a la vida cotidiana. En relación a esto, Bombini hace
mención de la idea de un giro epistemológico que trata básicamente de reajustar,
luego de un determinado tiempo, los conocimientos escolares para actualizarlos,
ya que éstos últimos son una versión adaptada de los conocimientos científicos de
cada época histórica.

Con respecto a la respuesta de la pregunta que se presentó en el principio del


trabajo, la misma es un “no”, ya que es verdad que actualmente hay una distancia
cultural y lingüística, pero el fracaso escolar, como se definió en el inicio, tiene que
ver más con un aspecto social, sin embargo, es necesario para que dicho
fenómeno no ocurra que se presenten condiciones adecuadas de educabilidad por
parte de la escuela, es decir, que se elabore un dispositivo pertinente para el
sujeto, el cual permita el proceso de enseñanza-aprendizaje efectivo donde se
respete y considere su lengua vernácula, es decir, la lengua que el sujeto posee
debido al contexto sociocultural en el cual éste se encuentra inmerso. En este
punto, es necesario hacer hincapié en el psicopedagogo, quién tendrá un papel
fundamental en analizar las determinadas situaciones de cada niño en situación
escolar, es decir, el campo específico en el que se insertarán los contenidos de
enseñanza, ya que las disciplinas escolares se construyen a partir de tradiciones
preexistentes. Es así que una mirada sobre el conocimiento escolar que atienda a
3
Bombini, Gustavo. El conocimiento escolar sobre la lengua y la literatura. Reinventar la enseñanza de la
lengua y la literatura. Libros del Zorzal.
las prácticas permitirá la toma de decisiones de sus recortes, a su vez que el
saber reconstruido por el alumno, llevando así, una adecuada transposición
didáctica la cual permitirá eliminar la distancia entre el objeto de saber y el objeto
de enseñanza.

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