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DERECHO CONSUETUDINARIO
Y PLURALISMO JURÍDICO
©2002,
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Guatemala, Guatemala C.A.
Primera Parte
Sociedad, Historia, Cultura Y Sistemas Normativos
q Cultura y Derecho
1. Pluralismo y Políticas Para las Diferencias ................................................................................................ q u 27
2. Los Sistemas de Normas, Autoridad y Poder como Sectores de la Cultura ..................................... q Q 31
3. Los Sistemas de Normas como Sistemas de Conocimientos ............................................................... q R 34
4. La Pluralidad y el Sentido de lo Jurídico. Las Perspectivas de C. Geertz y M. Foucault .............. q Y 36
w Oralidad y Sistemas Normativos
1. Las Sociedades de Tradición Oral. La Oralidad ....................................................................................... q O 39
2. X. Albo: La Oralidad Base para un Entendimiento Intercultural ...................................................... w i 48
3. E. Esquit: Oralidad y Transmisión de Sistemas Normativos ................................................................ w p 50
4. Perla Petrich: Literatura Oral y Micro Historia ......................................................................................... w Q 51
5. Liliana Goldin: Variaciones Sub Regionales y Culturales ....................................................................... w W 52
Tercera Parte
Instituciones, Poder Y Tradiciones Políticas Locales
p La Administración de las Formas Democráticas
1. J. Habermas: La Democracia como Principio de Diálogo y Deliberación ....................................... o e 183
2. Las Formas de Comunidad en el Mundo Contemporáneo .................................................................. o t 185
3. El Municipio y el Sistema Municipal .......................................................................................................... o o 189
4. J. García-Ruíz: Función y Misión de la Autoridad en la Representación K’iche’ ........................... o T 195
Cuarta Parte
Pluralismo y Resolución de Conflictos
R Conflictos entre Ordenes Jurídicos
1. F. y K. von Benda-Beckmann, J. Spiertz: El Derecho (Consuetudinario,
Local o Estatal) y las Prácticas Sociales Reales ........................................................................................ W u 257
2. Rachel Sieder: Las Transformaciones del Derecho Consuetudinario.
La Violencia y los Poderes Locales .............................................................................................................W I 258
3. Laura Nader: La Relación con dos Sistemas de Autoridad Judicial .................................................. W O 259
4. Juez P. J. Messitt:e. El Derecho Consuetudinario Anglosajón y el Derecho
Basado en la Tradicion Romana ...................................................................................................................E P 260
T El Estado y su Relación con los Sistemas Locales
1. R. A. Buss: Manejo Participativo de Áreas Protegidas:
La Reserva de la Biosfera Bosawas, Nicaragua ........................................................................................ E e 263
2. H. Díaz-Polanco: Autonomía. El Debate en Chiapas ............................................................................ E t 265
3. Descentralización: Distinciones Analíticas ............................................................................................... E y 266
4. A. Willemsen Díaz: El Derecho A La Participación Popular. La Consulta .................................... E i 268
Bibliografía
1. Bibliografía General ........................................................................................................................................ Y q 321
2. Bibliografía Latinoamericana ........................................................................................................................Y t 325
3. Bibliografía en Guatemala .............................................................................................................................Y p 330
4. Tesis Universitarias (Guatemala) .................................................................................................................Y I 338
5. Declaraciones, Estudios Internacionales y Documentos Indígenas .................................................. U P 340
6. Obras Generales ............................................................................................................................................... U e 343
7. Bibliografía sobre las Tierras Altas Mayas ................................................................................................ U W 352
Cuadros
1 Unidades de Poblamiento en San Bartolo Aguas Calientes .................................................................. w O 59
2 El Sistema de Naciones Unidas de Derechos Humanos ....................................................................... y r 124
3 Formas de Selección de Autoridades en la Cuenca Alta del Río Samalá .......................................... p o 209
4 Autoridades y Ancianos .................................................................................................................................. p E 213
5 Alcaldías Comunales y otras Autoridades en la Cuenca Alta del Río Samalá .................................. p I 218
6 Atribuciones de Autoridades Comunitarias .............................................................................................. W E 253
7 Instancias de Mediación en Conflictos Locales 1991-93 ...................................................................... R R 294
8 Universo de las Homologías k’iche´. Ch’o’j, el Conflicto .................................................................... R T 295
9 Posibilidades de Intervención en una Relación Social ........................................................................... T T 315
Gráficas
1 El Sistema de Alcaldías ................................................................................................................................... o O 199
2 La Alcaldía Indígena de Sololá ..................................................................................................................... p r 204
3 La Carrera de Servicio Comunal en Tres Municipios ............................................................................ p W 212
4 Cargos Comunitarios en el Municipio de Totonicapán ......................................................................... Q q 221
5 La Noción K’iche de Conflicto ....................................................................................................................R T 295
6 Procedimientos de solución de Conflictos en Cobán ............................................................................ T Y 316
R 14 Derecho Consuetudinario
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I 18 Derecho Consuetudinario
I NTERVIENEN :
OA Oscar Azmitia (pedagogo)
CAZ Raymundo Caz Tzub, (abogado)
CCP Carlos Cumatz Pecher, (internacionalista)
COY Edgar Coy Pop, (abogado)
JGR Jesús García Ruiz, (antropólogo)
FOG Carlos Ochoa García, (antropólogo)
RJP René Juárez Poroj, (abogado)
JS Julia Serech, (abogada)
JST José Serech Tzen (antropólogo)
MAV Miguel Ángel Velasco, (comunicador social)
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q P 20 Derecho Consuetudinario
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q w 22 Derecho Consuetudinario
q e
2 Estas posiciones han sido realmente uno de los temas controvertidos en las negociaciones de Paz en
Guatemala (Rosada, 1998) así como en varias de las comisiones encargadas de dar cumplimiento a los
Acuerdos de Paz de Guatemala. Díaz Castillo (1999:62) afirma que este debate fue superable al grado que,
en el diseño de la propuesta de reforma educativa, están presentes ambos conceptos: multi e
interculturalidad.
3 Una interpretación de esta política en: Guía sobre interculturalidad. 2000. Primera Parte. Guatemala: Co-
lección Cuadernos Q’anil.
4 Will Kimlycka (1996:36) explica los términos cultura y multiculturalismo como sinónimos de nación o pue-
blo, es decir, como comunidad intergeneracional, más o menos completa institucionalmente, que ocupa
un territorio y comparte una historia y un lenguaje específicos. El mismo Kimlycka agrega que definir
multiculturalismo en términos de diferencias étnicas y nacionales puede llevar a desatender a otros grupos
mas desfavorecidos, (pág. 37, Nota 10).
q y 26 Derecho Consuetudinario
Pluralismo Jurídico 27 qu
q i 28 Derecho Consuetudinario
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5 De acuerdo a Cardoso de Oliveira (1993) la ética abriga el deber como el valor más alto de una persona, la
ética es el espacio en el que hábitos concretos de la vida abrigan deberes -y con ellos la esfera de las
responsabilidades-, en tanto la moralidad, involucra el problema de lo que se considera igualmente bueno
para todos, que subyace en nuestras ideas sobre el bien vivir.
q p 30 Derecho Consuetudinario
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Clifford Geertz (1983) al describir la com- Lo local desarrolla su propia sensibilidad, allí
plejidad jurídica de Indonesia y especialmente se determina cuáles eventos e interpretaciones
de Java, subraya las diferentes continuidades son incluidos como hechos legales.
culturales. En 1952 Geertz va a Java con el pro- En Geertz (2000:184) la ley representa una
yecto de describir sus identidades históricas y concepción de la justicia, se afirma en una or-
como ellas aparecen o caben en el presente. ganización social propia que dispone de sus
Desde que llegaron los primeros austronesios propios guardianes, que se adapta a sus circuns-
a las numerosas y diferentes invasiones a las que tancias propias y, además, se expresa en una
han estado expuestos y cada una con diferente sen- lógica interna de símbolos locales.
tido y sensibilidades de la ley (pág. 226 ss.). En una
visión retrospectiva, Geertz (1999) subraya que Contextualización es el nombre del juego,
lo importante es descubrir como se piensa la afirma Geertz, y con ello enfrenta dos proble-
gente a sí misma, como es que ellos piensan lo mas capitales: el de la complejidad y el de la
que están haciendo y con qué fin se piensa que pluralidad; que son centrales al pluralismo jurí-
se hace. Para ello es necesario alcanzar cierta dico hoy. La crítica más importante que se le
familiaridad con el cuadro general de significa- ha hecho a Geertz radica en la siguiente pre-
dos que ellos le dan a sus vidas. gunta: ¿Deberíamos centrarnos en los signifi-
cados culturales de la ley o en las diferencias de
Así, no sorprende que Geertz (2000) poder en una sociedad?
conceptualizara a la ley como un código cultural
para interpretar el mundo, y como otra forma que tiene La perspectiva y las técnicas sugeridas por
la sociedad de imaginar la realidad... (pág. 184). Con Geertz son sujetas a una crítica desde los si-
este interpretivismo, al señalar que la ley debe guientes puntos:
ser vista como un sistema cultural, es decir, i) Haber puesto poca atención en las relacio-
como sistemas de símbolos que vinculan signi- nes de poder y la economía política;
ficados y como sistemas conceptuales y de co- ii) No haber hecho una teoría de la acción o
nocimientos, Geertz urgió a entender el siste- de la práctica, o del efecto de los símbolos
ma de símbolos y conocimientos de la ley para en la práctica;
poder explicarla. iii) Por inspirar la búsqueda de sistemas que
Geertz rescata lo émico (el punto de vista quieren ser hipercoherentes y que no de-
de la gente misma), y lo local (el contexto, es- jan espacio a las contradic-ciones.
pacial y temporal, donde estos sistemas se co- Hay un surco amplio para la crítica entre
munican, imponen, comparten y reproducen). la noción de sensibilidad legal de Geertz y la afir-
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q U
6 Por ejemplo, el k’amal b’e que asegura la alianza familiar y el matrimonio (Ajpacajá Tun, 2001; Esquit, A.
1994); el sistema de testigos que brinda seguridad jurídica a la compra-venta de tierras (Ochoa, 1995); el
sistema de padrinos que asegura el cumplimiento de un compromiso entre partes en conflicto (COPMAGUA,
1999); los procedimientos a deliberativos del q’atb’al tzij o alcalde (Suk B’anik, 1999)
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7 Petrich (1998) señala al respecto que, “...igualmente, el trabajo de materiales y textos orales no debe des-
cartar el acceso a formas escritas. Disponer de una información previa sobre la comunidad, sobre las
personas a entrevistar, las consultas bibliográficas y de los archivos locales. … cuando no existen como
apoyo los documentos escritos y sólo se escucha a los actores sociales nos encontramos confrontados a la
singularidad de discursos que cambian y se adaptan a cada circunstancia. En ese caso es necesario aceptar
que las relaciones personales constituyen los mecanismos básicos del trabajo de campo de un antropólogo
y que sobre ese material, frágil y con frecuencia contradictorio, trabaja y saca conclusiones; (pág. 12 ss.)”
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w r 44 Derecho Consuetudinario
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En medio de variantes que son propias a logo entre los individuos reunidos para discu-
todo contexto cultural, el derecho consuetudi- tir y decidir sobre un asunto. La oralidad suele
nario presenta una serie de rasgos comunes, funcionar a niveles locales y directos, porque
entre ellos, ser oral lo cual permite o es la base en ese espacio es donde la gente se conoce bien.
de que sea muy flexible en el tiempo y el espa- A diferencia del derecho positivo, el dere-
cio. Esta característica constituye una de las cho consuetudinario no es una norma fija, dada
bases para un entendimiento intercultural con de una vez por todas y que exige un pesado
los Pueblos originarios. procedimiento para ser modificada. De ahí tam-
Fundamentalmente oral, no significa que bién la gran flexibilidad de los tiempos, los ac-
lo sea exclusivamente. La fórmula de la oralidad tores y el manejo de las situaciones.
puede actuar en conjunto con la escritura, en En definitiva esta relación hace distinta,
el sentido de que no la excluye. Se trata de una no contradictoria, pero sí complementarias la
oralidad básica que puede funcionar con for- oralidad y la escritura. Pero hace diferentes a
mas complementarias, como libros de actas. las dos fuentes de derecho.
Esta flexibilidad y adaptabilidad permanente es
base de todo el sistema. Puede haber una cons- La oralidad tiene sus ventajas pero tam-
tancia escrita que se invoque para dar certeza a bién tiene riesgos. Si hay grupos de poder en
lo que oralmente se expresa pero en el caso del posiciones dominantes puede implicar sus ries-
libro de actas, esto no significa que se deba gos. Cuando se trata de resolver un problema
demostrar que se tiene una organización a tra- esto implicaría flexibilidad, lo cual es una vir-
vés de la presentación de un libro de actas. Va- tud y un defecto, pues significa que el sistema
rios pueblos han empezado a escribir o pue- está permanentemente expuesto a influencias
den tener cosas escritas como argumento. Pero ajenas. No pocos son los casos en que la termi-
la lógica del término escrito no es que una vez nología que designan a las autoridades o prác-
escrito esto genera una especie de jurispruden- ticas indígenas son de origen colonial (vara,
cia a la manera inglesa; predomina en su lugar resguardo). Esto dice algo sobre la presencia
la fuerza de un sentido común propio y del diá- de un cambio constante, lo cual no significa que
sea bueno o malo.
8 Albo es antropólogo boliviano que ha escrito extensamente sobre derecho consuetudinario. Este texto
está tomado de su intervención en XII Congreso Internacional de Derecho Consuetudinario y Pluralismo
Legal. Arica, Chile, en marzo de 2000.
w y 46 Derecho Consuetudinario
El estudio del carácter oral de un sistema oralidad permite, por medio de sus agentes e
normativo atrae varios centros de interés, en- instituciones, la transmisión y el depósito sis-
tre ellos sus formas de transmisión. Esquit en- temático y organizado de valores, símbolos y
tiende la oralidad como un sistema de infor- explicaciones, sin los cuales el funcionamiento
mación que forma parte y es a la vez una prác- de la sociedad se torna caótica o sin esperanza
tica y un elemento de la organización social. La de continuidad. En este sistema oral, el proce-
9 En: Esquit Choy E. y Ochoa García. (Eds.),1995. El Respeto a la Palabra. Guatemala: CECMA. Ver tam-
bién: Esquit Choy e Ivan García.1998. Derecho Consuetudinario. Guatemala: FLACSO
Pluralismo Jurídico 47 w u
Como cualquier sociedad, las mayas son los cambios es casi imposible, en todo caso, se-
sociedades en plena mutación. Pero especial- guramente incierto.
mente en los últimos cuarenta años algunas re- Perla Petrich ha seguido la historia regio-
giones en Mesoamérica han sufrido cambios nal de Atitlán desde la micro historia y desde la
que han hecho que ciertas situaciones difieran literatura oral.10 La obra publicada pone de re-
de un Pueblo a otro o hayan marcados con- lieve el carácter problemático de la interpreta-
trastes. Un balance general sobre las causas de ción de los acontecimientos que se remontan
10 Petrich, P. Historias, Historia del lago Atitlán. CAEL-Muni-k’at, Guatemala. 1998 La colección CAEL
Atitlán de la cual Petrich es directora científica, publicó 16 títulos sobre literatura oral, bilingües en espa-
ñol y tres idiomas mayas, entre 1994-99
w i 48 Derecho Consuetudinario
Pluralismo Jurídico 49 w o
11 Goldin, Liliana R. An expression of cultural change: invisible converts to Protestantism among highland
Guatemala Mayas. Ethnology pág. 325-337. Goldin, L. y B. Rosenbaum. Culture and History: subregional
variation among the Maya. En: Comparative studies in society and history. Vol 35 (1). January 1993
Cambridge University Press. Brenda Rosenbaum & Liliana R. Goldin. New Exchange processes in the
international market: The re-making of the maya artisan production in Guatemala. Museum Anthropology.
Vol 21, Nº 2, Fall 1997 AAA
12 Señor de la tierra es una noción entre los mayas que se refiere a la divinidad como propietaria de, dueña de,
en este caso de la tierra, los animales y del agua.
w p 50 Derecho Consuetudinario
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La noción de territorio es nueva en el re- 15 del Convenio 169 de la OIT. En estos artí-
pertorio conceptual a partir del cual se culos el Convenio señala que la utilización del
problematizan en la actualidad los asuntos in- término tierras deberá incluir el concepto de
dígenas. En la medida que esta noción ha for- territorios, y esto se puede interpretar como cu-
talecido su estatuto, particularmente a causa de briendo la totalidad del hábitat de las regiones
los trabajos científicos y de las luchas indíge- que los Pueblos interesados ocupan o utilizan
nas, la noción se ha ido distinguiendo cada vez de alguna otra manera. Sintéticamente, los de-
con mayor claridad de conceptos vecinos como rechos que el Convenio 169 consagra con rela-
el de tierra, y de otros menos próximos como ción a las tierras y territorios indígenas así defini-
el de recursos, propiedad, espacio, hábitat, que dos son:
orbitan también la discusión acerca de los terri- Derecho de ... propiedad y de posesión sobre
torios indígenas. las tierras que tradicionalmente ocupan los Pue-
Con la puesta en plaza de legislaciones es- blos Indígenas (Art. 14, Nº 1).
peciales en materia indígena en varios países, Derecho a ... utilizar tierras que no estén ex-
que consideran diferentes formas de definición, clusivamente ocupadas por ellos (los Pueblos In-
demarcación, titulación, otorgamiento y/o re- dígenas), pero a las que hayan tenido
conocimiento de territorios indígenas, se empieza tradicionalmente acceso para sus actividades tra-
a configurar una nueva cartografía que está cam- dicionales y de subsistencia (Art. 14, Nº 1).
biando la fisonomía geopolítica, administrati-
Derecho a los recursos naturales existen-
va de los Estados y Pueblos Indígenas
concernidos. tes en sus tierras. Estos derechos comprenden
el derecho de esos pueblos a participar en la utili-
La noción de territorio tiene la ambición de zación, administración y conservación de dichos
designar un sistema que incluiría no sólo las recursos (Art. 15, Nº 1).
nociones de tierras o suelo sino también de recur-
Derecho de los Pueblos Indígenas a ser
sos naturales en general y de recursos del subsuelo
en particular, a los que hace referencia el Art. consultados por los Gobiernos ... antes de
w E
w R 54 Derecho Consuetudinario
Sánchez Botero (2000) señala que la no- usada la fuerza para llegar a la decisión (el
ción de jurisdicción territorial debe ser enten- imperium).
dida dentro de la especificidad cultural de cada Tras analizar jurisprudencia de la Corte
Pueblo Indígena, este es un derecho de grupo, Constitucional de Colombia, Sánchez Botero
con sus alcances y con sus límites. concluye en que las tres facultades citadas, la
La forma específica que adquirirán cada notio, el indicium y el imperium, tienen, sin em-
uno de los elementos de la jurisdicción (la teo- bargo, factores que las limitan.
ría clásica del derecho procesal coincide en se- En 1991 la constituyente colombiana es-
ñalar como elementos de la jurisdicción la notio, tableció el Art. 246 Constitucional (Capítulo
el indicium y el imperium;), los cuales también quinto del título VIII De la Rama Judicial), don-
pasan a ser constitutivos de la jurisdicción es- de señaló explícitamente la facultad de admi-
pecial indígena. Sin embargo, en su forma final nistrar justicia que se reconoce a las autorida-
dependerán de las características de cada uno des indígenas:
de los Pueblos, según sus usos y costumbres.
Las autoridades indígenas podrán ejercer funcio-
Usos y costumbres determinarán los con- nes jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de
flictos de conocimiento de la autoridad judi- conformidad con sus propias normas y procedimientos,
cial (notio). Los procedimientos que deben ade- siempre que no sean contrarios a la Constitución y Le-
lantarse para llegar a una decisión, la forma de yes de la República.
la decisión o el indicium; y la manera en que será
La ley establecerá las formas de coordinación de esta
jurisdicción especial con el sistema judicial nacional.
14 No se puede hacer énfasis sobre la territorialización y lo local en esta época. El siglo XXI encontrará,
sociedades y culturas cuya integración pasará cada vez menos por una territorialización, bajo efectos de la
globalización. Las sociedades mayas también están experimentando desterritorializaciones, un desplaza-
miento y una movilidad de sus individuos a otros contextos, a otros países.
Pluralismo Jurídico 55 w T
w Y 56 Derecho Consuetudinario
CUADRO 1
Unidades de Poblamiento San Bartolo Aguas Calientes
Unidades 1962 1984 1995
Aldeas 6 6 6
Caseríos 7 35 35
Parajes 6 21 30
Fuente: Elaboración de Base de Censos Nacionales y Municipales
La trayectoria del estatuto político administrativo de una unidad comunitaria se puede definir
como un permanente movimiento dentro de un continuum que va del paraje o caserío, al cantón, la
15 A las funciones complejas del municipio Quemé Chay, (1998) suma el ser una unidad a la que primero el
sistema colonial y su heredero natural, el Estado-Nación, han recurrido en permanencia para representar
sus intereses. En: Boletín del Instituto Muni-k’at, Nº 2, Quetzaltenango, Guatemala, julio 1998.
16 Aunque la población de Guatemala se ha duplicado durante el siglo XX, la población rural sigue siendo
mayoritaria y se le sitúa en 61.6% y una densidad de 89 habitantes por kilómetro cuadrado.
Pluralismo Jurídico 57 w U
17 La terminología K’iche’ que designa a estas categorías territoriales es la siguiente: tinamit: laj komon: paraje,
komon: cantón, tinamit: pueblo. Carmack (1979:182) refiere que antes de la colonización se llamaba tinamit
a los centros políticos y amaq’ a los caseríos rurales. El término chinamit designa a una unidad territorial y
sus individuos miembros, Carmack indica que este último término suele ser confundido con linaje.
18 El Código Municipal (1987) guatemalteco, Art. 3º reconoce que la autonomía municipal, faculta a las
municipalidades a disponer sobre el ordenamiento territorial de su jurisdicción. Es decir, el ordenamiento
municipal, la modificación del estatuto de las comunidades, es de su completa responsabilidad; en la
práctica significa que el Estado se desresponsabiliza de los conflictos territoriales intermunicipales. El
Capág. II, Art. 13 enumera los requisitos. El cambio de estatuto es publicado en el diario de Centro
América (oficial). ver por ejemplo el 12 de septiembre de 2001, Acuerdo que eleva a categoría de Aldea el
Caserío denominado El Naranjo, en el Municipio de la Libertad, departamento de Petén. La aldea más
recientemente reconocida como de municipio fue La Tinta, en el departamento de Alta Verapáz, en 1999.
19 Cf. Mulhare Eileen M. Barrio matters: toward an ethnology of Mesoamerican customary social units.
Ethnology, vol 35, Nº 2, Spring 1996, 93-106
20 El etnográfo privilegia la información sobre los procesos contemporáneos a partir de una observación
prolongada. Lo que se entiende por etnografía y por supuesto lo que se espera del etnógrafo, tiene que ver
con su papel como testigo, observador y analista de la vida cotidiana de un grupo social.
w I 58 Derecho Consuetudinario
21 La teoría que subyace en esta perspectiva es conocida como organización segmentaria de linajes.Fue desarrollada
en el marco de la antropología inglesa. Evans-Pritchard (1940), en su estudio sobre los Nuer, describe la
interrelación de segmentos territoriales con otros sistemas sociales y como grupos de personas que viven o
comparten áreas espaciales bien definidas, desarrollan una identidad y conciencia de su exclusividad.
22 Piel (1989) en su estudio sobre San Andrés Sajcabajá Piel (1989), también identificó que a las unidades más
extensas o un grupo de linajes, vinculados matrimonialmente, se les denominaban calpul. Los calpules mante-
nían derechos privativos sobre la tierra. Carrasco (1963 y 1964) estudia al molab’, que es equivalente al azteca
calpulli. En Totonicapán el término kalpul, [K’iche’] hace referencia al linaje, al apellido. kal: hijos (as), des-
cendencia, pul: algo que al hervir sobrepasa la capacidad de su recipiente). ¿jas akalpul?: ¿cuál es tú apellido?
23 Carmack (1995) refiere que se llamaba tinamit a los centros políticos y amaq’ a los caseríos rurales. Hay que
advertir, dice Carmack, que esta noción de chinamital ha sido frecuentemente confundida con linaje. El término
tinamit es de origen nahuatl y significa “muro”, defensa. La palabra chinamital y su versión colonial la parcialidad,
es un término cuyo uso tendió a expandirse y hacerse un concepto más abierto, actualmente se usa para designar
las tierras de un grupo familiar y con él también se identifica a las parcialidades en Totonicapán.
24 El término con que actualmente se designa a una comunidad es komon [K’iche’, Momostenango], komon:
noción de unidad, unión, amarrar. komon tyox: fieles, ; ximon: estar amarrado; kamon: agarrarse de la mano,
estar unidos; kamon uk’ux: literalmente haber encontrado un corazón, congeniar, designa el parentesco
por afinidad; kamon uwach: parentesco por consaguinidad.
25 Ver: Shelton Davis. La tierra de nuestros antepasados. CIRMA, 1997. 62 ss
Pluralismo Jurídico 59 w O
26 La política oficial a partir de la promulgación de las Leyes Nuevas (año de 1542), y que originó la mayor
parte de pueblos de Guatemala. Los escritos de Bartolomé de Las Casas (1474-1566) fueron sin duda una
contribución enorme para detener las masacres, ofrecen una crónica de la violencia que ejercieron los
españoles del Siglo XVI en América. Ver: La Brevísima Relación de la Destrucción (denuncia de los críme-
nes cometidos por los españoles); la Apologética Historia Sumaria (sobre las capacidades de los indios) y
su tratado sobre la conquista evangélica: De Unico Vocationis Modo.
27 La política oficial a partir de la promulgación de las Leyes Nuevas (año de 1542), y que originó la mayor
parte de pueblos de Guatemala pero el siglo XVI también conoció el proyecto colonizador de de Las
Casas, o proyecto de Tezulutlán y de la Vera Paz, la verdadera paz, por oposición a la verdadera guerra,
aunque negaba al indio derechos preexistentes e impulsando un proyecto de conversión, de Las Casas no
admitió la esclavitud, redujo el tributo y organizó las reducciones de diferente manera.
28 Evidentemente, los pueblos no asumieron el papel de siervo que cronistas del sistema colonial como
Ximénes y Cortez y Larraz proclaman cuando refieren que el maya aceptó la colonización y el bautismo.
Julio Pinto Soria (1997) nos recuerda que, de acuerdo al cronista Remesal, un pueblo conquistado es el que
absorbe los valores e idioma de los conquistadores. Los motines fueron el ambiente político del sistema
colonial.La cofradía, por ejemplo, se desarrolló no solo como unidad religiosa, también como forma de
organización para oponerse al cura y al sistema colonial y rearticular sistemas de creencias.
e P 60 Derecho Consuetudinario
29 En la redacción de este capítulo agradezco el aporte de Isabel Rodas, Gema Celigueta, Edgar Mérida y
José Chaclán, quienes abordaron el tema en los cursos de CIDEMAYA, Quetzaltenango, 1998.
30 Este sería el caso de la monogamia, que predomina en las sociedades mayas. La poliginia, el tener mas de
una esposa, es generalmente un privilegio provocado por el dinero, por el poder o de incapacidades como
la de procrear, también observables en las sociedades mayas. La poliandria, el término que designa la rela-
ción de género opuesto, el tener mas de un esposo, no ha sido observado.
Pluralismo Jurídico 61 e q
31 Las tipologías de parentesco determinantes incluyen las relaciones matrilineal, patrilineal y bilineal; las
relaciones secundarias básicas comprenden a primos, tíos, abuelos, etcétera.
32 Wachalib’: lit. la cara de mis suegros; con este término también se designa a los padrinos; walib’: mi suegro
(dicho por la mujer); ji’atz: suegro (dicho por el hombre); alib’atz: nuera.
33 En k’iche’s de Totonicapán Mérida (1998) encontró que aquellos kapules que logran constituirse como
fuertes unidades familiares se hacen representar en consejos de ancianos, donde éstos existen.
34 Son sistemas elementales del parentesco la endogamia y la exogamia (casarse y vivir afuera del grupo o,
adentro del grupo). Al normar el acceso a las tierras las sociedades k’iches se regularán por la endogamia.
e w 62 Derecho Consuetudinario
35 La noción de interlegalidad, planteada por De Souza Santos, alude a situaciones que se generan en sociedades
multiculturales, donde encontramos una diversidad de sistemas jurídicos, y por tanto de lenguajes y normas,
definidos desde lógicas culturales que se cruzan y tensionan en determinados campos sociales. sin embargo,
es necesario advertir aquí la diferencia entre las nociones de ley y normas. Los sistemas de derecho propio,
indígenas, generalmente no disponen de leyes, es decir del aparato especializado de que dispone el estado
para producir la ley.
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e r 64 Derecho Consuetudinario
36 Gluckman escribió extensamente sobre el tema, las referencias de esta sección , a menos que se indiquen
otras, son tomadas de:Concepts in the comparative study of tribal law. En: Law in Culture and society.
Laura Nader.Ed. University of California Press. 2da. Ed. 1997. pág. 349-373.
Pluralismo Jurídico 65 e t
e y 66 Derecho Consuetudinario
“La siguiente es una clasificación del reino animal: Ésta ha sido atribuida a una antigua enciclopedia
china titulada: Imperio Celestial y Conocimiento Benevolente. En estas remotas páginas está escrito
que los animales están divididos en: a) aquellos que pertenecen al emperador, b) los que están embal-
samados; c) aquellos que están entrenados; d) los lechones; e) mermanidos; f) los animales fabulo-
sos; g) los perros de la calle; h) aquellos que están incluidos en esta clasificación; i) aquellos que
tiemblan como si estuvieran furiosos; j) los que son innumerables k) aquellos que se dibujan con un
delicado pelo de camello; l) otros; m) aquellos que han quebrado un florero; n) aquellos que parecen
volar desde la distancia”
(J.L. Borges, Otras Inquisiciones: 1937)
Lo más importante de esta ficticia tipología construida por Borges y señalada por Rosch
(1999:189), es que resulta útil para mostrar que una clasificación de tal naturaleza carece de senti-
do. Rosch subraya que las clasificaciones, tipologías, o simplemente categorizaciones, están dirigi-
das a producir un orden, siguiendo diferentes principios y circunstancias.
La investigación orientada al pluralismo jurídico, invariablemente, conduce a fijar la atención
en los conceptos que caracterizarán a los sistemas jurídicos y a ser precisos en su uso. Podemos
aprender la terminología de uso corriente que identifica fenómenos normativos y esto en sí mis-
mo ya es un esfuerzo de dimensión considerable pero no suficiente. Se requiere un esfuerzo adi-
cional, poner los términos en relación unos con otros para hacer evidentes las categorías que los
unen. La preocupación por la terminología, señalada por Durkheim y Maus en Las Clasificaciones
Primitivas,37 implica estar permanentemente consciente de las características por las cuales los con-
ceptos y las cosas que se ensamblan a una categoría son reconocidas y gracias a ello son diferencia-
das (en otras palabras, el género y la diferencia específica). Llegamos a conocer un sistema de clasifi-
cación cuando hemos podido identificar las fuerzas que inducen a una sociedad a dividir, organizar
y agrupar sus nociones en campos de significado. Una clasificación es una categoría analítica que
conduce a formular los conjuntos de hábitos mentales en virtud de los cuales un grupo concibe las cosas y los hechos,
la forma de coordinarlos o jerarquizarlos, (Johnson-Laird, 1988:7). Clasificar implica identificar cada
término y sus relaciones con otros.
Desde la perspectiva de la llamada teoría de los modelos mentales se considera que, dado que un
idioma cuenta con un gran número de palabras, una sociedad organiza su léxico por campos semánticos
distintos unos de otros según la naturaleza del fenómeno que quiere denotarse. La característica
37 Durkheim al proceder a clasificar recurre a la búsqueda de “afinidades”, otro concepto analítico, que a su
vez le permitirá determinar la lógica división o clasificación de las cosas. Ver: Durkheim E. & M. Mauss.
1967. Primitive Classification. University of Chicago Press. [originalmente publicado en 190. París].
Pluralismo Jurídico 67 e u
38 Una síntesis de esta teoría, en: Johnson-Laird. 1988. La representación mental del significado. Revista
Internacional de Ciencias Sociales N.153. Marzo. París. Ver también: Margolis E. & Stephen Laurence.
1999. Concepts. Core Readings. MIT. Cambridge Mass.
e i 68 Derecho Consuetudinario
39 En: Borges, El Memorioso. Tierra Firme. EFE. 1983. México. pág. 169-170
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40 La noción de sembrar, tik, connota también las ideas de plantar, clavar, estar derecho (de aquí se forma tikaal:
poco a poco[K’iche’]). La percepción de la forma en que se transmiten y desarrolla las normas en el indivi-
duo, en definitiva, significa “llevar sembrado en el interior lo que las madres y padres le enseñaron a uno”.
41 La noción de orden aparece indicada en el termino [K’iche’] ucholaaj (u-: pos. 3ra. sing.; cho: pozo; laaj: super-
lativo); término que hace referencia a la profundidad de algo, a sus hondas dimensiones y orígenes: Se trata
de un universo semántico que cuando hace referencia a lo normativo lo percibe como el conocimiento de
procedmientos que es poseído por el grupo y por el cual se organiza el comportamiento de la persona.
e p 70 Derecho Consuetudinario
42 Por ejemplo, el término ajyuq’: lit. pastor de ovejas, también se aplica a los hermanos mayores que cuidan
de sus hermanitos.
Pluralismo Jurídico 71 e Q
43 Los relatos sobre historias de vida ilustran bien como la sociedad atribuye deberes a las personas, ver
sobre este particular: Vida de las mujeres del lago Atitlán (1998), Vida de los hombres del lago Atitlán
(1997), Vida de los ancianos (as) del lago Atitlán (1998). Los tres editados por Perla Petrich. Instituto
Muni-k’at y la Casa de Estudios de los Pueblos del Lago. Guatemala: Cholsamaj.
e W 72 Derecho Consuetudinario
44 Los ajk’un, (curanderos), los ajtzamanel (pedidores), y en general cualquier otro especialista, manejará su
propia lista de awases, los cuales representan la sabiduría de su profesión.
45 La “Semana Santa” es traducida como “awas q’ij” (q’ij: día), o “días de guardar”.
46 A esto hace referencia la expresión xek’o chu ak’ux, literalmente “para que tenga corazón”; además los
términos: kak´uxanik: término que designa al maíz “rendidor”; k’uxlab’ aliento; suspiro, aire.
47 La expresión ruk’ux k’aj, ruk’ux ulew, “corazón del cielo, corazón de la tierra”, es una invocación clásica en el
Popol Wuj y en el Rabinal Achi, donde aparece asociada al inicio de un ritual o de un relato.
Pluralismo Jurídico 73 e E
48 García-Ruiz, Jesús (1992) Historias de nuestra historia. La construcción social de las identificaciones en
las sociedades Mayas. Guatemala:IRIPAZ & CNRS. Ver también: (1990) El Defensor y el Defendido,
Dialéctica de la Agresión entre los Mochó. Tradiciones de Guatemala. 17-18. Guatemala: CEFOL.
e R 74 Derecho Consuetudinario
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e Y 76 Derecho Consuetudinario
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49 Lawrence R.. 1992. The anthropologists as experts witness. En: P. Sack y Aleck. Anthropology and law.
MIT. pág. 55
e I 78 Derecho Consuetudinario
50 Sanchez Botero, E. 1985. El Peritazgo Antropológico otra forma de conocimiento. En: El Otro Derecho.
Bogotá: IISA.
Pluralismo Jurídico 79 e O
51 El problema empieza a atenderse por las universidades del país. La Universidad Rafael Landivar creó la
carrera para la formación de intérpretes (1998) y ha publicado Glosarios de Términos Jurídicos en lenguas
mayas. El Centro Universitario de Occidente, de la Universidad de San Carlos, ofreció en 1999 un curso
de especialización en Justicia Bilingüe.
r P 80 Derecho Consuetudinario
52 Yolanda Pérez. 1999. Magistrada guatemalteca. Uso de la lengua materna, un derecho humano vigente.
Mim. Guatemala.
Pluralismo Jurídico 81 r q
53 El Código Procesal Penal, en vigencia el 1 de julio de 1994, el Art. 142, establece que cuando las personas
no hablan el idioma oficial, “los actos procesales deberán también realizarse en idioma indígena y traduci-
dos al español simultáneamente. En este caso, las actas y resoluciones se redactarán en ambos idiomas”.
El Art. 547 de ese mismo Código, en el párrafo cuarto, dispone: “Para los efectos de los idiomas mayenses
a que se refiere el Art. 142 de este Código, el Organismo Judicial deberá organizar en un plazo de dos años
la implementación de los mecanismos necesarios para su funcionamiento”.
r w 82 Derecho Consuetudinario
Pluralismo Jurídico 83 r e
54 Yuri Escalante Betancourt: La Supresión de la Diversidad Lingüística en los Procesos Judiciales. En: Me-
moria. N. 143. 2000. Publicación mensual del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista.
México. Director: Héctor Díaz-Polanco
r r 84 Derecho Consuetudinario
55 La “primacía referencial” o la traducción palabra por palabra, consiste en una premisa lógica en donde X
quiere decir Y, por tanto X igual a Y. Esta fórmula es una falacia desde el punto de vista lingüístico, ya que las
palabras o frases extraídas del contexto de su enunciación podrán ser traducidas, pero con ello no se traduce
el contexto. Lo que la justicia logra con su traducción palabra por palabra es otorgar un estatus de legitimi-
dad a la traducción, un aire de neutralidad cientificista (León, 1999: 70: citado por Escalante, pág. 27).
56 Por ende, las nociones seudocientíficas de la justicia evaden el gran dilema de todo análisis lingüístico, a
saber, al situarse en un campo de interacción los hablantes poseen competencias y dominios determina-
dos, y lo que se produce no se reduce a un mero intercambio verbal, la situación expresa también la
situación social de los hablantes en una estructura de relaciones de poder. (una economía de los intercam-
bios lingüísticos, como plantea Bourdieu), En otras palabras, la participación democrática de las partes
que intervienen en el proceso judicial.
Pluralismo Jurídico 85 r t
EL ESTADO, EL DERECHO
Y EL PLURALISMO JURÍDICO
ru
57 Rigoberta Menchú hizo eco de una nueva visión de nación en su discurso de Oslo en 1992: “Será induda-
blemente algo nuevo, inédito, con una fisonomía que en este momento no podemos formular. Pero res-
ponderá auténticamente a la historia y a las características que debe comprender una verdadera nacionalidad
guatemalteca. A su verdadero perfil por tanto tiempo desfigurado.” “Discurso de Rigoberta Menchú en la
recepción del Premio Nóbel de la Paz”. Oslo, 10 diciembre de 1992. En: Revista USAC. N.2 1996. Guate-
mala. pág. 118
r o
58 La declaración de Quito (1990) demandaba, en el literal 6., un reconocimiento como pueblo en el marco
del derecho internacional y exigía de que éste fuera incorporado en las respectivas legislaciones naciona-
les. “Declaración de Quito”. Encuentro Continental 500 años de resistencia india. Quito Ecuador, 17-21 de julio.
En: INCEPÁG. Panorama Centroamericano. Temas N.5-6/93. Guatemala. 320-359
59 Marzal, Manuel. (1981) Historia de la antropología indigenista: México y el Perú. Pontificia Universidad
Católica del Perú. Lima. Irigoyen, Raquel. (1999) Tratamiento jurídico-político del Derecho Indígena en la
historia guatemalteca”, en: Pautas de coordinación entre el derecho indígena y el derecho estatal. Funda-
ción Myrna Mack. Guatemala. 46-47.
r p 90 Derecho Consuetudinario
60 En Motolinia [aprox. 1541] darles a entender la religión a los indios se resolvía por la sustitución de
idolatrías, de símbolos y de obediencias. Esta noción de obediencia del siglo XVI se equiparaba a la noción
de costumbre, y ambas tenían por referencia el mundo del diablo. Toribio de Benavente o Motolinia. Histo-
ria de los Indios de la Nueva España. (Edición, prólogo, apéndice y notas de Edmundo O’Gorman). 1995.
Tratado I, capítulo 12. México: Editorial Porrúa. pág. 50 ss.
61 Jesús García Ruiz (1992) hace la observación de que para los españoles del siglo XVI las funciones de
gobernar, curar o administrar lo religioso, se vinculaban a universos separados, “los grupos indígenas son
concentrados en un espacio preciso [los pueblos de indios] donde es posible el desarrollo de políticas
efectivas de control de la mano de obra, de la producción, del pago del tributo y de las conciencias a través
de la evangelización” (pág. 308) El misionero en su función de predicar, evangelizar y convertir (cuya
responsabilidad para estos nuevos territorios caía en las manos del Consejo de Indias), fue una pieza clave
en una estrategia, total, de modalidades de intervención en los pueblos colonizados.
Pluralismo Jurídico 91 r Q
62- Las políticas de los sistemas coloniales frente a los sistemas normativos locales se repiten con diferencias
notables, por una parte, se deja de lado la noción de costumbre como referente del mundo del diablo, y se
adopta el argumento de que la costumbre es la fuente de la ley primitiva, el derecho del imperio se asimila a
la noción de modernización. La idea de “mundo del diablo” cederá paso al “mundo de la barbarie”, luego al
“mundo de la tradición”, como después ante “mundo de la incultura”. Sally Falk Moore (1986) describe
como, en 1886 cuando Alemania y Gran Bretaña dividieron su influencia en África del Este, el colonialismo
alemán al mismo tiempo que abolía y trataba de discontinuar, en el Kilimanjaro, algunos de los sistemas que
encontraron (como sistemas militares y sistemas de mercado) ellos aceptaron y alentaron sistemas de cortes
y audiencias bajo la jurisdicción de jueces locales (Falk Moore, 1986 pág. 103. ss). A esta condición, colonial,
de reconocimiento bajo un sistema de tutela, control y subordinación, le llamó pluralismo jurídico clásico.
63 Grandin (2000) reproduce, íntegramente, una petición escrita en 1894, por 107 principales k’iches’ de la
ciudad de Quetzaltenango, en que ellos exigen una mayor representación política en el gobierno municipal
de esa ciudad. Su definición de ciudadanía, la noción de etnicidad, la visión de su papel en el sistema
económico y el papel de la nación en el rejuvenecimiento de su cultura, su exigencia de un juez para
indígenas que sea indígena; son “nociones que hacen de esta petición un documento extraordinario que
refleja la conciencia indígena en el siglo XIX”. En. Grandin, Greg. The blood of Guatemala. A history of race
and nation. 2000. Duke University Press. pág. 139.
r W 92 Derecho Consuetudinario
4. E L P ROYECTO I NTEGRACIONISTA
Aunque todo intento de clasificación suele siempre dejar de lado varias cosas, las relaciones
que mantiene el Estado con sus grupos sociales son muy precisas: individuos, gobierno, territorio
y legislación, marcan los tipos de relación jurídica con el Estado. Después de todo, éstos son los
componentes fundadores del Estado.
¿Qué fue lo que transformó la llegada del siglo XXI latinoamericano y que tan lejos estará del
modelo de relación Estado-Pueblos Indígenas que predominó en el siglo XIX? Se transformó la
teoría del modelo clásico del paradigma monolítico, según el cual el derecho se movería hacia una
estandarización y todo el sistema hacia una racionalidad estatal y a una cultura nacional. Ni lo uno ni
lo otro se cumplieron. Se transformó también la retórica jurídica, el discurso oficial según el cual
el derecho es producido solamente por el Estado de acuerdo a procedimientos pre-establecidos:
El Estado crea el derecho. Sus órganos cumplen funciones diversas, el legislativo genera las leyes,
el judicial las aplica, etcétera.
El siglo XX transcurre regido por el integracionismo y el desarrollismo. Se trata de políticas
continentales que se instalan desde mediados del siglo XX, cuando los Pueblos Indígenas apare-
cen en las constituciones pero tratados como problema nacional. La voluminosa legislación indigenista,
recopilada a lo largo de América Latina por los Institutos Indigenistas latinoamericanos da entera
cuenta de ello, desde que se suscribió en 1947 la Convención de Pátzcuaro.65
64 Taracena, A. (2000:91 ss.) demuestra que el enunciado constitucional de 1879, guatemalteco, declaraba la
igualdad constitucional de todos los guatemaltecos al mismo tiempo que plantea la homegenización como
proyecto nacional. Esta ley mayor fue rápidamente acompañada por una serie de leyes secundarias,
segregacionistas, y que eran explícitas en la exclusión de las mujeres, los indígenas y los pobres. Leyes que
les afectaba como ciudadanos (voto), dominio de la propiedad, leyes laborales, conscripción militar, con-
ducción municipal y celebración de festividades religiosas.
65 El integracionismo se hace explícito en el Perú ya desde 1920 pero se hizo dotar de instituciones específi-
ca hasta después de la Convención de Patzcuaro, convocada por Lázaro Cárdenas en Villa Herendida,
México (1947). Este proyecto integracionista alcanzó uno de sus puntos culminantes en Guatemala, con la
Constitución de 1965, no por original ni exitosa sino por tardía.
Pluralismo Jurídico 93 r E
66 Ver al respecto los Arts. Nos. 5, 8 y 9 de la Constitución Guatemalteca de 1945, relativos a la cultura
nacional, la misión de la universidad, y su distinción entre lo popular y lo indígena.
67 Antonio Pena Jumpa, La otra justicia: a propósito del Art. 149 de la Constitución peruana. En: Desfaciendo
Entuertos. Nº 3-4, Publicación del Instituto Peruano de Resolución de Conflictos, Negociación y Media-
ción. 1999.
r R 94 Derecho Consuetudinario
68 Raquel Yrigoyen Fajardo (1999) afirma en este sentido que, en el marco del monismo jurídico, la “costum-
bre” es un término que el Estado define en oposición a la ley escrita y general producida por él. La doctrina
distinguirá tres tipos de “costumbres” con relación a la ley: a) a falta de ley, b) conforme a ella, c) contra ella.
La ley permite a las costumbres de los dos primeros tipos que puedan constituir fuente del derecho (este es
el caso de la legislación guatemalteca). En cambio, si una práctica jurídica o costumbre es contra legem incluso
puede configurar delito y ser castigada. pág. 17-18.
69 Esta división ha prevalecido en los Acuerdos de Paz de Guatemala. El Acuerdo indígena habla de “ade-
cuar lo normativo y lo cultural a la especificidad multiétnica, pluricultural y multilingüe de la sociedad
guatemalteca” (Rosada 1998:102) El Acuerdo también reflejó la idea de que el plurilingüismo en regiones
indígenas encaja en una variación de número pero esto no siempre expresa variaciones culturales (Zalazar
Tetzaguic, M., comunicación personal, mayo 1997).
70 Una preocupación preponderantemente individualista ante el indígena ha estado presente en diversas
formas, desde el interés derivado de su ignorancia e incomprensión de la ley a su condición jurídica en
cuanto a sus derechos individuales. Afirmar que se trata de pueblos como sujeto colectivo de derechos,
permite prever un futuro en que mucho del interés vaya dirigido a formalizar el derecho al desarrollo, los
derechos lingüísticos, los derechos culturales con efectos múltiples sobre la consulta, el territorio, la des-
centralización, la ciudadanía y la justicia.
Pluralismo Jurídico 95 r T
“[Yo] Silvestre Grave, “El Congreso Constitu- “Artículo 110. -El Es- “I.4 se reconoce la iden-
indio natural del pueblo yente del Estado de tado fomentará una po- tidad del pueblo Maya
de Rabinal de la Corona Guatemala, consideran- lítica que tienda al me- así como las identidades
real, declaro que necesi- do que debe ser uno el joramiento socio - eco- de los pueblos Garífuna
to un terreno de ganade- idioma nacional, y que nómico de los grupos y Xinca dentro de la uni-
ría a fin de poner caba- mientras sean tan diver- indígenas para su inte- dad de la nación gua-
llos en el territorio de sos como escasos é im- gración a la cultura na- temalteca.
dicho pueblo y que hay perfectos los que aún cional.” IV.F.9.i [promover] el
la posibilidad de acor- conservan los primeros desarrollo de normas le-
(año de 1965)
darme gracia de tal te- indígenas, no son igua- gales que reconozcan a
rreno en la planicie lla- les y comunes los me- Constitución
las comunidades indíge-
mada Tzaquichaqaq, ad- dios de ilustrar a los de Guatemala
nas la adminis-tración
yacente a las estancias de pueblos, ni de perfeccio- de sus tierras de acuer-
Marcos Larios y de Don nar la civilización en do con sus normas con-
Domingo de Ávila, go- aquella apreciable por-
suetudinarias.”
bernador del pueblo. ción del Estado, ha te-
Declaro que dicho terre- nido a bien decretar y (marzo de 1995)
no es baldío y realengo en decreta: Acuerdo sobre Identi-
consecuencia de lo cual 1. -Los párrocos de dad y Derechos de los
pido y suplico a Vuestra acuerdo con las munici- Pueblos Indígenas
Gracia iniciar el proce- palidades, procurarán
dimiento ordinario… yo por los medios más aná-
pagando el justo precio logos, prudentes y efica-
de esta composición.” ces extinguir el idioma
(año de 1606) de los primeros indíge-
Archivo General nas.
de Centroamérica 2.-Se tendrá como el
Exp. 51947, leg. 5938. mérito más relevante en
[En: Piel 1989:114] la provisión de curatos
el cumplimiento de este
decreto.”
(año de 1824)
Decreto Leg. N.14
[En: Pineda Mont T/
III, p.32]
r Y 96 Derecho Consuetudinario
71 Henry Sumner Maine. 1999 [1861] Ancient Law (Ley Antigua). The University of Arizona Press.
Pluralismo Jurídico 97 r U
72 En los años sesenta se puso mucho énfasis en las diferencias entre Marx y Weber, calificados el primero
como materialista y el segundo como idealista. Se trataba de debates sobre la práctica social, la conciencia
de sí y las formas de creación de derechos. La gran actualidad de estos problemas ha relanzado otra vez a
Weber en nuevos terrenos como el de la legitimidad o la eficacia. La perspectiva marxista tampoco ha sido
dejada de lado, ver: Weber M. Sobre la Ley. En: Economía y Sociedad [1954]. Fitzpatrick, Peter. “Marxism
and Legal Pluralism” in Australian Journal of Law and Society 1 (1982-3): 2.
73 Snyder Francis. 1981. Anthropology. Discsute. pág. 73
r I 98 Derecho Consuetudinario
74 Según Geertz (1988:83) Malinowski proyectó un modo de investigación y redacción que virtualmente
borraba toda distancia entre lo observado y el observador y en un estilo de análisis que en el límite volvía
o pretendía esta distancia como absoluta.
75 Sally F. More. 1986. Social facts and fabrications. Customary law on Kilimanjaro 1880-1980. Cambridge
University Press.
Pluralismo Jurídico 99 r O
76 Nader, Laura.1965. The Anthropological study of law. American Anthropologist. Vol 67, (6) 2. pág. 8
77 José Carlos Moreira Alves. 1996. O Direito Consuetudinario. En: Noticia do Direito Brasileiro. Nº.2, 2
semestre. 15-36. [Consúltese este artículo para toda referencia]
Crimen y Costumbre, publicado por esta definición una igualdad, entre ley y cos-
Malinowski (1884-1942) por primera vez en tumbre. Pero asumir aquí una igualdad condu-
1926, es un libro clásico para la antropología ce a una confusión y a un debate. Si ley y cos-
jurídica. Malinowski demostró, con sus exten- tumbre son una a la vez, el factor cultural se
sas investigaciones sobre las Islas Trobriand hace difuso, argumenta Laura Nader (1965:4).
(Melanesia), que ningún estudio serio de la ley Si costumbre significa cultura, la conducta con-
puede basarse en un ligero trabajo de campo. suetudinaria o la norma social contiene o im-
Radical e innovador, vio la necesidad de enfati- plica el deber ser o ideal en términos cultura-
zar la función antes que la forma, pero sobre les. Esto fue el inicio de un debate para definir
todo, que debía darse prioridad a entender las que es ley y que es costumbre, pero éste fue tan
categorías culturales e ideológicas de las socie- agotador que mostró carecer de sentido. Los
dades a estudiar. antropólogos, actualmente, ya no se preocupan
Malinowski consiguió situar a la ley en su más en probar la presencia o ausencia de ley, o
contexto sociocultural y demostrar que ésta no la costumbre, en una sociedad.
puede ser tratada aisladamente de otras formas En posteriores investigadores la posición
de control social. De hecho, está fue la crítica de Malinowski condujo a un paradigma que se
hecha por Malinowski a La vía Cheyene, de Llevelin llamo estructural funcionalismo, que en dere-
y Hoebbel. Malinowski marcó su distanciamien- cho llegó a preocuparse más por aquello que
to de lo que él mismo llama pre concepciones mantenía el orden social, lo que equivalía a iden-
legalistas en el análisis y en esto jugó un papel vi- tificar la ley con el orden social.
tal su definición de la ley en un sentido amplio Radcliffe-Brown, desde una definición de
y su demostración de que hay toda una maqui- la ley que se ha considerado estrecha, arguyó
naria social de fuerzas vinculantes que hacen que hay sociedades donde no hay derecho. ¿Qué
imposible para la persona evadir su responsa- es la ley? Radcliffe-Brow, y sus adherentes, la
bilidad sin sufrir por ello en el futuro. La defi- definió a la luz de los procedimientos: el control
nición de ley en Malinowski es un tema princi- social a través de la aplicación sistemática de la fuerza
pal, es un conjunto de obligaciones vinculantes senti- (fisica) de una sociedad políticamente organizada
das y miradas como una obligación por una de las par- (1933:202); en consecuencia, llama usos y cos-
tes y reconocidas como un derecho por la otra, (en: Una tumbres a las convenciones no producidas por
Definición Antropológica de la Ley. Cap. XI) el Estado. Una perspectiva compatible con
Por su sentido amplio esta definición tiene el Hobbs, para quien no existe derecho sin una
mérito de asumir que todas las sociedades dis- organización política Estatal.
ponen o se dotan de una ley. Muchos vieron en
78 Sally Falk More. 1978. Law as process. An athropological approach. Boston: Routledge & Kegan Paul.
1986. Social facts and fabrications. Customary law on Kilimanjaro 1880-1980-Cambridge University Press.
Ver también: Greenhouse, C. J. 2000. Le droit, le temps et l’anthropologie: le dossier ethnographique de
Sally Falk Moore. Revue Droit et Cultures - Anthropologie et histoire. Sommaire N° 40. 9-73.
79 Guevara y Thome (1992:291) indican que aquí, en este papel central que Moore concede al Estado y
además, a la distinción que hace entre ley estatal y espacios no estatales de producción y sanción de
normas, radica la crítica más severa que se la ha hecho a Moore pues esto conduce a una especie de
centralismo que atribuye al derecho del Estado el más alto grado de inclusión.
80 Es importante destacar que la noción de pluralismo jurídico de Griffiths parte de un rechazo a la noción
de un centralismo jurídico, que necesariamente sería el del Estado y administrado por sus instituciones.
Griffiths Jhon. 1986. What is legal pluralism. En: Journal of legal pluralism and unofficial law: Fundation
for the Journal of Legal Pluralism (24). pág. 4
81 Sally Engle Merri. Legal Pluralism. Law and Society, volumen 22. Number 5 (1988).
82 Sousa. Santos. 1987. On modes of production of social power and law (1985). International Journal of
Sociology of Law. 13. Pág. 299. 1987. Law: A map of misreading. Toward a posmodern conception of law.
Journal of Law and Society, vol. 14 (3) Autumn.
83 Louis Assier Andrieu. 1987. Le juridique des anthropologues [Lo Jurídico De Los Antropólogos]. Droit et
Societé. 5. pág. 91-110. Las citas provienen de este artículo. Ver también: Simmons Roberts. 1978. Do we
need an Anthropology of law? Royal Anthropological Institute News, 25. pág. 4-7.
Para Max Weber la sociología jurídica tiene por Weber diferenció entre orden jurídico,
objeto comprender el comportamiento significativo de los convencionalismos y costumbre Las regularida-
miembros relativo a una agrupación de leyes en vigor y des observables en las relaciones sociales pue-
de determinar el sentido de la creencia y su validez o el den provenir de una lenta costumbre, pero ellas
orden que ellas han establecido86 también pueden provenir de factores comple-
Observando la frase agrupación de leyes en mentarios, los convencionalismos y el derecho.
vigor, a Weber se le ha reprochado haber subor- Al igual que en Durkheim, es la naturaleza de
dinado la sociología del derecho a la dogmáti- la sanción la que permite diferenciar entre cos-
ca jurídica, a las sistematizaciones dogmático- tumbre, derecho consuetudinario y
costruc-tivistas de los juristas, a la técnica jurí- convencionalismos e identificar las fuentes de
dica (frecuentemente a la zaga) de la realidad legitimidad.
social múltiple y dinámica. Este reproche tiene Weber no se remite a las fuentes de dere-
que ver con un debate más amplio: ¿Dónde cho -vistas como imperativos de un orden jurí-
están las fronteras que dividen a los juristas de dico-, sino a la acción social. Es decir, a dos
los sociólogos? Se trata de una querella que con- ángulos principales: la acción humana y los ti-
cierne también a antropólogos, historiadores, pos de pensamiento jurídico posibles. Además,
entre otros, pues el punto es: ¿Hay que conce- Weber no intenta medir el grado de evolución
derle a los juristas un monopolio de lo jurídi- de las normas, o peor aun de las civilizaciones,
co? sino de desarrollar las diferencias con base en
La sociología se interesa en medir las trans- indicadores de influencia, del complejo de
formaciones del derecho y de investigar las cau- motivos que movilizan y orientan la acción
sas posibles; y la posición de Weber, poseedor humana y que provienen de la práctica moral,
de enorme cultura o conocimiento jurídico, ha religiosa, política y económica. Se podría llegar
sido malin-terpretada, según LasCoumes y a determinar si un comportamiento es produc-
Serverein. Weber es poseedor de un cuadro to de una costumbre, una norma jurídica o de
epis-temológico original para el análisis de las un convencionalismo observando las conductas
actividades jurídicas.
85 Pierre LasCoumes y Eveyn Serverein. 1988. El derecho como actividad social. Por una aproximación
sociológica weberiana a las actividades jurídicas Dossier Max Weber. Driot et Societe (9). 171-180.
86 Weber. M. 1971. Economía y sociedad. Planeta. pág. 321
88 La literatura sobre derechos humanos y derechos indígenas es numerosa, tres fuentes que ofrecen una
perspectiva general en relación a los pueblos indígenas son: Stavenhagen, Rodolfo (1998) El Sistema
Internacional de Los Derechos Indígenas. En: Autonomías étnicas y Estados Nacionales, M. Bartolomé y
A. Barrabas (Coords). México: Conaculta. pág. 49-72; Ochoa García C. y Armando Pacay Cú (1995).
Derechos Humanos y Derechos Indígenas. Universidad Para la Paz, NNUU, San José Costa Rica. El sitio
web oficial de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Ginebra, http: //
www.unhchr.ch.
89 El sistema de protección de las minorías de la Liga de las Naciones casi se extinguió con la segunda
guerra mundial. Además, tuvo una limitada esfera de aplicación. Cf El Estudio de Capotorti, 1979 pág.
25 Nº 128 ss.
90 El ECOSOC cuenta con varias comisiones de trabajo, entre ellas la Comisión de Derechos Humanos -
CDU- establecida en 1946, fue en su seno que se elaboró la Carta Internacional de Derechos Humanos .
91 Las reuniones de la Comisión se desarrollan normalmente entre febrero y marzo de cada año. Ver el
Calendario anual de reuniones de las Naciones Unidas sobre derechos humanos en: http://www.unhchr.ch/
spanish/html/meeting_spág.htm
92 La Subcomisión se integra por personas seleccionadas por la Comisión de Derechos Humanos quienes
prestan sus servicios a título personal y no como representantes de Estados.
95 Esta opción preferencial por los derechos individuales representó, históricamente, apartarse de una tradi-
ción, cultivada en el siglo XIX, relativa a los derechos de los pueblos. Esta noción “derechos de los
pueblos” reaparecerá en el contexto de la descolonización y la hallamos en los Pactos de 1966 y más
explícita, en la llamada “Carta de Argel sobre Derechos de los Pueblos” (1976).
96 Carlos Castillo Castillo. Procurador Adjunto de Derechos Humanos, Guatemala. Exposición en el Curso
de Especialización en Derecho Consuetudinario, Quetzaltenango, CIDEMAYA, 24/8/98.
99 Ambos Pactos fueron adoptados, abiertos a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en
su Resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Ambos entraron en vigor en 1976.
100 Informe sobre la situación de los derechos humanos de un sector de la población nicaragüense de origen
miskito. OAS. Doc. /Ser. L/V/II.62, doc. 26 (1984) Caso Nº 7964 (Nicaragua) Véase también Revista
IIDH. Nº 26, julio-diciembre 1997. Ver, Yrigoyen Fajardo R. 1999. pág. 55.
101 Esta Declaración (1992) es el único instrumento de las Naciones Unidas que aborda por separado los
derechos particulares de las minorías y provee una definición. Aprobada por la Asamblea General el 18 de
diciembre de 1992 (resolución 47/135 de la Asamblea General).
La Auto identificación
Naciones Unidas ha definido a los Pueblos Indígenas de acuerdo a la definición más amplia-
mente aceptada y que proviene del Informe del Relator Especial J. Martínez-Cobo.107 En su repor-
107 La Subcomisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas recomendó en 1971 la elaboración de este
estudio y el Sr. José R. Martínez Cobo (Ecuador) fue nombrado Relator Especial. Entre otros objetivos
estaba el de sugerir medidas a nivel nacional e internacional a fin de eliminar la discriminación. El informe
final fue sometido a la Subcomisión entre los años 1981- 1984.
108 Estudio del Problema de la Discriminación Contra las Poblaciones Indígenas, 1979. Naciones Unidas. E/
CN.4/Sub.2/1986/7/Add.4. Nos. 379 y 380.
109 La definición de genocidio, en la Convención votada en 1948, es la siguiente: Art. II: En la presente Conven-
ción, se entiende por genocidio cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir,
total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal: (a) Matanza de miembros del grupo; (b)
Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; (c) Sometimiento intencional del
grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; (d) Medidas
destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; (e) Traslado por fuerza de niños del grupo a
otro grupo.
110 El análisis del concepto de genocidio contemplado en la Convención muestra un alcance restringido. En
los debates que condujeron a la adopción de la Convención algunos miembros de la ONU deseaban
ampliar la definición, incluyendo la eliminación de grupos culturales o económicos. Sin embargo, por
expresa acción de los delegados soviéticos, las razones políticas, económicas y culturales quedaron margi-
nadas, argumentando que “su inclusión iría en contra de la definición ‘científica’ de genocidio y atentaría
contra la efectividad de la Convención”. El Monitor On Line de la Corte Penal Internacional: http://
www.iccnow.org /html/. enero 2001.Ver también: Prevenir Genocidio International. http://
www.preventgenocide.org/es/derecho convencion/. enero 2001.
111 El Monitor On Line de la Corte Penal Internacional: http://www.iccnow.org/html/monitorspanish04h.html
112 Ver el texto completo del fallo sobre las diligencias sobre Guatemala en: http://listas3.rcpág.net.pe/
pipermail/cecpi/2000-December/000062.html
113 Ratificación: Este término se usa para indicar un acto que obliga al Estado a cumplir las disposiciones del
instrumento pertinente, sea éste un acto de ratificación propiamente dicho, o de “accesión” “notifica-
ción” de sucesión”, “aceptación” o “firma definitiva”, según el caso.
114 Adopción. El C169 tiene como fecha de adopción el 27/06/1989. que corresponde a la Sesión de la
Conferencia Nº 76 de la OIT. Ha entrado en vigor con fecha de 05 de septiembre de 1991. atificaciones.
A comienzos del 2001, la Argentina depositó el instrumento de ratificación del C169 en la oficina de la
OIT en Ginebra y dentro de un plazo de 12 meses a contar de esa fecha, comenzará a regir plenamente en
este país. El C169 ha sido ratificado por 13 Estados, 9 de ellos latinoamericanos. Mientras tanto el C157
aún continúa vigente para 27 Estados que aún no ratifican el C169; 14 de ellos son latinoamericanos. El
C169 ha sido ratificado y entrado en vigencia, un año después de su ratificación, en los Estados de Bolivia
(11.12.91), Colombia (07.08.91), Costa Rica (01.04.93), Ecuador (15.05.98), Guatemala (05.06.96), Hon-
duras (28.03.95), México (05.09.90), Paraguay (02.02.94), y Perú (02.02.94). Ver sitio web de la Organiza-
ción Internacional del Trabajo http://www.ilo.org/public/spanish/sitemapág.htm
117 En lo relativo a tierras, la Agenda de Río, o Agenda 21, (1992), reconoce que “Las poblaciones indígenas
y sus comunidades han establecido una relación histórica con sus tierras y suelen ser, en general, descen-
dientes de los habitantes originales de esas tierras. En el contexto del presente capítulo, se sobreentiende
que el término “tierras” abarca el medio ambiente de las zonas que esas poblaciones ocupan tradicional-
mente. [Bases para la acción 26.1]
118 Los Convenios relacionados con la biodiversidad, comprenden, el Convenio sobre Diversidad Biológica
(CDB) mas el Protocolo de Cartagena adoptado en enero de 2000; el Convenio sobre el Comercio Inter-
nacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES); el Convenio sobre Especies
Migratorias (CEM); el Convenio sobre Humedales (RAMSAR); y el Convenio sobre Patrimonio de la
Humanidad (PH). En: http://www.biodiv.org
119 El Convenio sobre Diversidad Biológica y la Agenda 21 son dos de los cinco documentos suscritos en la
Cumbre de la Tierra, que se celebró en junio de 1992, en Río de Janeiro (Brasil). Asistieron a esta reunión,
organizada durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, los
jefes o los más altos representantes de los Gobiernos de 179 países. La Sección III: Fortalecimiento del
papel de los grupos sociales, Literal 26. Hace referencia a: Poblaciones indígenas y sus comunidades “(iii)
El reconocimiento de sus valores, sus conocimientos tradicionales y sus prácticas de ordenación de los recur-
sos, con miras a promover un desarrollo ecológicamente racional y sostenible”; [Objetivos 26.3. ]
En el apartado Actividades contempla:
(a) Examinar la posibilidad de ratificar y aplicar los convenios internacionales vigentes relativos a las
poblaciones indígenas y a sus comunidades (donde no se haya hecho todavía), y apoyar la aprobación por
la Asamblea General de una declaración sobre los derechos de las poblaciones indígenas;
(b) Adoptar o reafirmar políticas o instrumentos jurídicos apropiados que protejan la propiedad intelectual
y cultural indígena y el derecho de las poblaciones indígenas a preservar sistemas y prácticas consuetudina-
rios y administrativos. [Actividades 26.4.] Ver: http://www.rolac.unepág.mx/agenda21/esp/ag21inde.htm
120 En las últimas dos décadas el movimiento de solidaridad internacional indígena ha crecido sobre dos
pilares: las organizaciones no gubernamentales y el sistema de Naciones Unidas. Algunas de estas organi-
zaciones son tan antiguas como la Sociedad Anti Esclavista (1839), o la Sociedad Para la Protección de los
Aborígenes (1837). Hay 15 organizaciones de Pueblos Indígenas (marzo de 1997) que han sido reconoci-
das como entidades consultivas por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC).
La calidad de entidades consultivas les da derecho a asistir a una amplia gama de conferencias internacio-
nales e intergubernamentales y a intervenir en sus deliberaciones. Esas organizaciones son: Asociación
Cultural Sejekto de Costa Rica, Asociación Indígena Mundial, la Asociación Kumas Unidos por Nabguana,
Comisión para Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres, Conferencia Inuit Circumpolar, el Consejo
de los Cuatro Vientos, Consejo Indio de Sudamérica, Consejo Internacional de Tratados Indios, el Conse-
jo Mundial de Pueblos Indígenas, Consejo Nacional de Jóvenes Indígenas, Consejo Sami, el Gran Consejo
de los Crees (de Quebec), Indian Law Resource Centre, International Organization of Indigenous Resources
Development, y la Secretaría Nacional de Servicios Jurídicos Aborígenes e Isleños.
123 En la elaboración del presente esquema descriptivo se distingue entre, i) el cambio en la caracterización
del Estado y la nación, ii) la fórmula de reconocimiento del Derecho Indígena y consuetudinario, iii) el
objeto de reconocimiento, iv) el sujeto titular del derecho, y las competencias v) territorial, vi) material o
temática, vii) personal, viii) el límite al reconocimiento, ix) la ley de desarrollo constitucional, o de
compatibilización. Aquí ha sido de mucha ayuda el esquema que traza Yrigoyen (1999:363, cuadro II). Se
ha recurrido a las bases de datos constitucionales de las Universidades de Georgetown [http: //
www.georgetown.edu/pdba/Constitutions] y Autónoma de México (Instituto de Investigaciones Jurídi-
cas), [http://info.jurídicas.unam.mx/cnsinfo/I] y de la Comisión Andina de Juristas [http://
www.cajpe.org.pe/RIJ/bases/derint/].
124 Díaz Polanco, Héctor. Estatuto de Autonomía de las Regiones de La Costa Atlántica de Nicaragua. En:
Boletín de Antropología Americana. 17 de julio de 1998. Instituto Panamericano de Geografía e Historia
125 Cuninhan, Mirna. 1988. La autonomía regional multiétnica en la Costa Atlántica de Nicaragua. En: Auto-
nomías étnicas y estados nacionales. Bartolomé y A. Barrabas Coords. Conaculta. 275-307.
126 Mendoza Acosta, J. (1996) “La Constitución política y los derechos de los pueblos indígenas en Panamá.
En: Derechos de los pueblos indígenas en las constituciones de América Latina. Sánchez E. (Compág.) 1996. Colom-
bia: Disloque Editores. pág. 163. Assies 1994:53, Morales, Ascario. 1995. Estudio jurídico político de las
comarcas indígenas en el derecho positivo nacional. En: América Indígena N.4. Vol. LV pág. 137-152.
127 José Martínez Cruz. “El derecho consuetudinario de los pueblos indígenas en Morelos”. Ponencia en el
Foro de Consulta sobre los Derechos Indígenas”. Comisión Independiente de Derechos Humanos de
Morelos. Centro Botánico de Acapantzingo del INAH. 17 Novbre. de 1995. Ver también: Velásques Zepeda.
M. 1999. Fronteras de gobernabilidad municipal en Oaxaca, México. El reconocimiento jurídico de los
“usos y costumbres” en la renovación de los ayuntamientos indígenas. En: Assies, 1999:289-314 Ver el
sitio web del Instituto Electoral del estado de Oaxaca en: http://www.oaxaca.gob.mx//iee/
ext.municipal.htm. Ver también López Barcenas, 1998.
128 Ver: N. Rodríguez Mejía, “Ideas acerca del contenido de un ante-proyecto de Ley sobre las minorías étnicas
y la creación del Instituto Nacional Étnico”, 1989. CAHDEA, Tegucigalpa. en: Barahona, Marvin. Estado e
indígenas en Honduras: de la invisibilización de los pueblos autóctonos al Convenio 169 de la OIT
129 Para una panorámica general y plural de este intento de reforma remitimos a publicaciones específicas, en:
Arnson Cyntia. Ed. La Consulta Popular y el futuro del proceso de paz en Guatemala. 1999.Working Paper Series.
Latin American. Washington: Woodrow Wilson International Center For Scholars.
130 En Bolivia y hasta 1838, la negación de la ciudadanía a los sectores populares y particularmente a la
población indígena se formalizó mediante la exigencia de requisitos de ocupación, de renta económica y
de propiedad inmueble como condición para ser ciudadano y el requisito de grado de instrucción escolar
(suprimido en 1961). Cf. Vadillo, Alcides. Constituciones y comunidades indígenas en Bolivia. En: Dere-
chos de los pueblos indígenas en las constituciones de América Latina. Sánchez E. Compág. 1886. Colombia: Dislo-
que Editores. pág. 28.
131 En Guatemala se intentó también la aprobación de un anteproyecto de ley indígena que fue elaborada por
el mismo Fondo de Desarrollo Indígena, desde 1997. Se trataba de desarrollar el Art. 70 de la Constitu-
ción de 1985; este anteproyecto no tuvo éxito en atravesar el proceso de creación. Tenía la extrema debi-
lidad de no tener prioridades y tenía una carencia de sentido del momento histórico. Era en realidad una
oferta para encapsular los asuntos indígenas cuya negociación hubiese sido agotadora, no solo ante el
Estado, también para conseguir apoyo en los niveles locales.
132 Guillermo Davinsón Pacheco. El Estado Chileno y su relación con los Pueblos Indígenas. 2000. Universi-
dad de la Frontera. Temuco. Chile.
133 Este problema lo encontramos esbozado ya en el Estudio Martínez Cobo, (1987) quien distinguió entre
los criterios de fuero personal y el criterio hegemónico puro, según el cual se reconoce vigencia a las
normas consuetudinarias que no sean contrarias a la ley nacional. (literal 156).
134 María Teresa Sierra. “Los indios en el Brasil de hoy”. En: Etnia y nación en América Latina. H. Díaz Polanco.
(Compág.) 1995. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México. pág. 337-363. Ver también: Silvio
Cohelo dos Santos. “Pueblos indígenas de Brasil: derechos constitucionales, tierras y luchas presentes”.
En: Autonomías étnicas y estados nacionales. Bartolomé M. y S. Barrabás (coords.) 1998. Conaculta. pág. 215-
229. Mares, Carlos F. 1996. “El Brasil Constitucional y los indios”. En: Derechos de los pueblos indígenas en las
constituciones de América Latina. págs. 37 -53
135 Rigoberta Menchú hizo eco de la visión de nación en su discurso de Oslo en 1992: “Será indudablemente
algo nuevo, inédito, con una fisonomía que en este momento no podemos formular. Pero responderá
auténticamente a la historia y a las características que debe comprender una verdadera nacionalidad
guatemalteca. A su verdadero perfil por tanto tiempo desfigurado.” “Discurso de Rigoberta Menchú en la
recepción del Premio Nóbel de la Paz”, Oslo, 10 diciembre de 1992. En: Revista USAC. N.2 1996. Guate-
mala. pág. 118
136 A esta compleja visión contemporánea de la ciudadanía es a lo que hace referencia el Art. 32 del Proyecto
de Declaración Universal de Derechos Indígenas: “Los pueblos indígenas tienen el derecho colectivo de
determinar su propia ciudadanía conforme a sus costumbres y tradiciones. La ciudadanía indígena no
menoscaba el derecho de las personas indígenas a obtener la ciudadanía de los Estados en que viven.”
Convenio 169-OIT [Arts. 8.1, 8.2,9.1] rancia, desuso, costumbre o práctica en con-
Pacto Internacional de Derechos Civiles y trario
Políticos [Art. 27 -Derecho a la vida cultu- Código Procesal Penal [Decreto 51-92]. Art.
ral] 552 Bis. [Juzgados de Paz Comunitarios].
Constitución Política [1985] Además, el Código prevé como forma
delictiva la usurpación de funciones, abuso
Artículo 203-. La justicia se imparte de con- de autoridad y otras.-
formidad con la Constitución y las leyes de
la República. Corresponde a los tribunales Código Municipal [Decreto 12-2002](*) Art.
de justicia la potestad de juzgar y promover 8. Elementos del municipio. Integran el mu-
la ejecución de los juzgados... La función ju- nicipio los siguientes elementos básicos: .../
risdiccional se ejerce, con exclusividad abso- f) El ordenamiento jurídico municipal y el
luta, por la Corte Suprema de Justicia y por derecho consuetudinario del lugar
los demás tribunales que la ley establezca. Artículo 20. Comunidades de los pueblos
[Potestad de juzgar] indígenas. Las comunidades de los pueblos
Artículo 46: Reconoce el rango superior de indígenas son formas de cohesión social y
normas y convenios internacionales de de- natural y como tales tienen el derecho al re-
rechos humanos. conocimiento de su personalidad jurídica,
debiendo inscribirse en el registro civil de la
Ley del Organismo Judicial (Decreto 2-89,
comunidad correspondiente, con respecto de
Ref. 11-93)
su organización y administración interna que
Artículo 2: Fuentes del Derecho. La ley es la se rige de conformidad con sus normas va-
fuente del ordenamiento jurídico. La juris- lores y procedimientos propios, con sus res-
prudencia la complementa. La Costumbre pectivas autoridades tradicionales recono-
regirá solo en defecto de la ley aplicable o cidas y respetadas por el Estado, de acuerdo
por delegación de la ley, siempre que no sea a disposiciones constitucionales vigentes.
contraria a la moral o al orden público y que Artículo 56. Alcaldías comunitarias o alcal-
resulte probada. días auxiliares. El consejo municipal, de
Artículo 3: Primacía de la ley: Contra la ob- acuerdo a los usos, normas, y tradiciones de
servancia de la ley no puede alegarse igno- las comunidades, reconocerá a las alcaldías
u O
137 Para una evaluación del proceso de paz, ver: Rosada (1999), sobre los informes de trabajo de las Comisio-
nes establecidas por los acuerdos ver Díaz Castillo (1999), el Informe de la Comisión para el Esclareciemto
Historico, Guatemala: Memoria del Silencio. el Informe del Proyecto REMHI, Guatemala: Nunca Más.
138 Alvaro Pop, exposición en el Curso de Cidemaya, 10 de diciembre de 1998.
139 Acuerdo de Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, AIDPI marzo, 1995 [en Anexo].
140 Rosada, H. 1998. pág. 102 ss.
141 García Ruiz. J. 1998. Hacia un Nación pluricultural en Guatemala. Acercamiento a los implícitos concep-
tuales del Acuerdo sobre Identidad y Derechos Indígenas. Guatemala: Centro de Documentación e Inves-
tigación Maya.pág. 16.
142 Ver el contenido de este referéndum en: Reformas Constitucionales, 1998, MINUGUA. Guatemala. Una vi-
sión amplia del contexto y análisis de sus resultados en: The popular referendum and the future of peace process in
Guatemala, 2000, Woodrow Wilson International Center For Scholars, Washington, D.C. Ver también:
Irigoyen Fajardo, Pautas de Coordinación (1999.pág. 71 ss.)
143 El referéndum contenía varias reformas relevantes al derecho consuetudinario pero concentraba en el Art.
203 el reconocimiento, en donde también establecía sus límites, sujetando su ejercicio a la voluntariedad de
las partes, a que no se violen derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional y por trata-
dos y convenios internacionales y a que no se afecten intereses de terceros.
144 La opinión pública criticó la fórmula señalada por el Art. 203, entre otras razones, por pulverizar el
sistema jurídico indígena en componentes aislados (normas, principios valores, procedimientos, tradicio-
nes y costumbres), y no haber modificado el párrafo 2º. Del 203, sobre la exclusividad de la función
jurisdiccional. Ver: Díaz 1999, Ferrigno 2,000, Sam Colop (2000), Willemsen,Yrigoyen 1999.
145 Sam Colop pág. Ucha’xik. ¡No nos engañemos! (II). La interrelación entre los nuevos Arts. 66 y el 203 no
amplía, sino supedita el ejercicio de un derecho ya reconocido en el Convenio 169. Prensa libre, 21 y 30 de
abril de 1999.
146 Efectivamente, en el marco de un abstencionismo del 82%, el NO fue favorecido con 56%; el SI obtuvo,
sin embargo, claro apoyo en los departamentos de mayoritaria población indígena.
147 Este Art. fue agregado por el Art. 50 del Decreto 79-97 del Congreso de la República Publicado en el
Diario Oficial el 15 de octubre de 1997, en vigencia desde el 23 de octubre de 1997.
148 El 22 de diciembre se giró la orden legislativa de implementación y los Juzgados dieron inicio el 22 de
enero de 1998.
149 Jorge Murga Armas “Efectos de la nueva Legislación Procesal Penal para los Pueblos Indígenas de Guate-
mala (Los Juzgados de Paz Comunitarios)”. Ponencia al II Congreso Internacional sobre Administración
de Justicia y Pueblos Indígenas. Guatemala 21-24 de septiembre de 1998.
150 Murga Armas hace notar que en realidad el Art. 552 Bis del Código Procesal Penal entra en contradicción
con el Art. 2 de la Ley del Organismo Judicial que dice que “la costumbre regirá solo en defecto de ley
aplicable o por delegación de la ley siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte
probada”
151 Sobre los Juzgados de Paz Comunitarios ver también: Ferrigno (2000), Romero Marroquín (1999),
IDIES(1998).
152 La Comisión de Fortalecimiento de la Justicia se constituyó por Acuerdo Gubernativo Nº 221-97. Según
lo previsto en el Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral (1996). Su mandato fue el
de producir, mediante un debate amplio en torno al sistema de justicia, un informe y un conjunto de
recomendaciones susceptibles de ser puestas en práctica con la mayor brevedad. La comisión se integró
por doce personas no representando a ningún sector o institución.
153 Reconocimiento de la Pluralidad Jurídica. En: Informe Final de la Comisión de Fortalecimiento de la
Justicia, Una nueva Justicia para la paz” Guatemala 1998. pág. 17-134.
154 Díaz Castillo, Roberto. 1999. Breve reseña histórica del trabajo de las Comisiones de Paz. PNUD.
Guatemala.pág. 91
155 Para conocer su situación remitimos a dos informes recientes, el Informe de la Comisión de Fortaleci-
miento de la Justicia de Guatemala (1998), titulado, Una Nueva Justicia para la Paz. y, La Universidad, las
universidades. La situación de la educación universitaria en Guatemala al Final del siglo. Ochoa García, V.
Álvarez y Cumatz Pecher. (Eds.) 1999. Guatemala: AMEU.
156 Severo Martínez Peláez. Racismo y el análisis histórico en la definición del indio guatemalteco. En: Críti-
ca. Revista de la Universidad Autónoma de Puebla. Nº 13, 1982. USAC varias Reimpresiones.
157 La cuestión terminológica no era un problema nuevo, Hernández Sifontes (1965), un honesto observador,
se mueve sin problemas usando indistintamente, en el mismo capítulo, [Nuestras escuelas de derecho, pág.
332 ss.], un rango variadísimo de designaciones: “orden jurídico indígena”, “derecho prehispánico”, “cos-
tumbre”, “derecho clásico consuetudinario”, “ley”, “norma consuetudinaria”, “tradición jurídica indíge-
na”, “derecho precolonial”. Ésta era la época del llamado “problema indígena”, problema que, en términos
jurídicos, se sintetiza en las preguntas: ¿Quién debe acercarse a quien? ¿La legislación al indígena, o, el
indígena a la legislación?
158 Instituto de investigaciones económicas y sociales de la Universidad R. Landivar publica cinco volúmenes:
“Sistema Jurídico “Ixil”, “K’iche’”, “Mam”, “Poqomchi’” y un título que se presenta como síntesis gene-
ral: “El sistema jurídico maya una aproximación”. COPMAGUA publica cinco volúmenes, cuatro de ellos
bilingües: “Derecho Indígena Tz’utujiil-K’iche’. Los hechos sagrados”; “Fundamento de las ideas y nor-
mas del pueblo Q’eqchi’”; “Derecho Indígena Mam”; “Derecho Indígena Multiétnica Ixcan y Petén”; y un
título que se presenta como síntesis de resultados: “Derecho Indígena. Mas allá de la costumbre: Cosmos
orden y equilibrio. El derecho del pueblo maya de Guatemala”. Defensoría Maya dos volúmenes:
“Subk’b’anik. Administración de Justicia Maya. Experiencias de Defensoría Maya”; “Ri Quetamb’al che ri
Suk’b’anik. Experiencias de aplicación y administración de justicia”.
i O
o q
159 Recuérdese que en 1936 se publica el conocido “Memorandum for the Study of acculturation”, escrito por
Robert Redfield, Ralf Linton y Melville Herskovits el cual influiría decisivamente en Caso.
160 Zúñiga N., Gerardo. 1999. Significación y naturaleza de los procesos de Constitución de “ territorios
indígenas ” en América Latina. En: Territorios y poblaciones indígenas. Estudios Nº 13. Quetzaltenango,
Guatemala: M UNI -K ’AT- UNESCO , DANIDA.
161 En obras de reciente aparición ver: Carmack (1988), Gálvez et al (1989), Smith (1990), Flores Alvarado
(1993), Carlson (1997), Davis (1997), Esquit y Rodas (1998), Adams (1998), Taracena (1998), Piel y Litlle-
Siebold (1999), Cook (2000), Granding (2000), Pinto Soria (2000).
162 El procedimiento de creación de un municipio se formaliza ante el ministerio del interior y ha permaneci-
do invariable desde 1947 (ley de Municipalidades). En ejercicio de su autonomía municipal, las municipa-
lidades pueden hacer pocos cambios, El Art. 35, b) del Código Municipal (Decreto 12-2002) se refiere a la
facultad del Concejo Municipal de disponer sobre el ordenamiento territorial de su jurisdicción (es decir,
la modificación del estatuto de las comunidades rurales es de su completa responsabilidad); en el Art. 25
sobre la facultad de decidir, en coordinación con las autoridades de las comunidades implicadas, sobre los
conflictos de límites jurisdiccionales entre comunidades (es decir que el Estado se desresponsabiliza de
los conflictos locales). La aldea más reciente elevada a categoría de municipio fue La Tinta, en el departa-
mento de Alta Verapaz, en 1999.
163 La definición de lo rural y urbano, de uso legal en Guatemala, se sustenta en un acuerdo gubernativo del
7 de abril de 1938 que establece el procedimiento para elevar de categoría ciudades, villas, pueblos, aldeas,
caseríos, parajes y otras categorías como monterías, salinas, fincas, molino, chácaras, labores, haciendas
etcétera; la definición tiene efectos censales pues si se usara otra definición muchas aldeas y caseríos
pasarían a ser barrios de centros urbanos.
164 Informe de Desarrollo Humano 1989. Guatemala: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.pág.
129. Ver también Censo Urbano 2000. Municipalidad de Quetzaltenango.
La terminología K’iche’ relacionada con el dente moral reconocido. Con este térmi-
poder describe, al mismo tiempo, la función, la no pueden ser designados ciertos ajq’ij o
significación de la misma y las condiciones-cua- principales que, además de tener una autori-
lidades- para ejercerlo. En efecto, existen va- dad política, tienen sobre todo una auto-
rios niveles de intervención que corresponde a ridad a nivel ético, moral y religioso. Este
una tipología bien definida-. Un término gené- tipo de autoridad no suele ser patrimonio
rico para designar a la autoridad es kab’anke cuya de una sino de varias personas que han
raíz b’an significa: hacer, llevar a cabo, realizar, mostrado compromiso, identificación y
y que equivaldría al que hace o realiza lo que se servicio.
ha decidido. Se trata de un término que denota - Existen también una serie de términos cla-
un nivel de autoridad intermedia cuya función sificatorios que marcan aspectos específi-
es la de hacer las cosas, y que está cercana a la cos de la función de autoridad. La
noción de ejecutores. No implica una autori- autoridad ética, demostrada a lo largo de
dad moral aunque en ciertos casos la persona la vida, que hace a una persona confiable
puede poseerla, pero esta posesión no es la fun- porque ha demostrado que lleva sembra-
ción de kab’anke quien se la otorga sino otros do adentro de él todos aquellos deberes
atributos o funciones. Éste es el rango en el que le enseñaron su madre y padre y que
que también se hallarían los alcaldes auxiliares, ha podido llevar las responsabilidades que
los comités, y ciertos cargos específicos como la comunidad le ha encargado (la expre-
los alguaciles, los encargados del agua, del ce- sión maya, éste no tuvo padre, no tuvo madre
menterio, del camino, de los bosques. Estas son hace referencia a que no tuvo quien le en-
misiones que se le confían a quienes ya están señara a un individuo como comportarse).
casados, los que han mostrado cierta responsa-
- Otro término importante es q’atal tzij. Se
bilidad pero que están en formación,
trata del tipo de autoridad central en el
- Un término significativo es el de k’amal b’e ejercicio de la autoridad directa y es el mis-
(k’am: significa llevar, agarrar, recibir, to- mo que articula la noción de juzgar; con
mar; al es el marcador de forma abstracta; este término es designada aquella persona
b’e que significa camino, dirección, etc.). que tradicionalmente rinde la justicia en la
Esta terminología está asociada estrecha- comunidad. Por extensión designa la fun-
mente al prestigio y a la autoridad moral: ción de juez, (en K’ich’e: q’atal tzij: juez.
el que lleva por el camino o el que dirige hacia un Q’at: cortar, dividir, detener, sostener, se-
camino, es generalmente una persona ma- parar, obstaculizar, dirigir, orientar; b’al:
yor, de experiencia y que tiene un ascen- instrumental; tzij: palabra). Con este tér-
1 E L S ISTEMA DE A LCALDÍAS
165 El morfema b’al que interviene como sufijo de verbos tanto activos como pasivos, denota la función
instrumental (cuando en el discurso se quiere dar a entender un instrumento), e indica el lugar donde lo
designado por el verbo se realiza o se hace.
166 Cf. Diccionario de Motul (ms. 381); y, Saens de Santa Maria, 1940pág. 314-315
167 En en b’elejeb’ tz’i’, de San Francisco El Alto, hay un complejo de altares que incluye los siguientes: Alcalde
Mundo, Corte Mundo; Licenciado Mundo, Cárcel Mundo; Policía Mundo.
El Sistema de Alcaldías
Q’atb’al Tzij
a
Alcaldía de CofrAdía Alcaldía Auxiliar Alcaldía Indígena Calendario Maya Alcaldía Municipal
(Días Alcalde)
Segundo Alcalde Setgundo Alcalde Segundo Alcalde Día Iq’ Concejal Segundo
[regidor/cabezante
cabecera]
Fontanero
Ajpatan Guardabosque
Custodio
etcétera
- ajk’axk’olib’ es una noción de autoridad que hace referencia a las responsabilidades de carácter
general para con la comunidad que se asumen como un servicio voluntario y un sufrimiento.
Además, su cumplimiento está expuesto a la crítica y censura de la gente. Toda necesidad y
problema de la comunidad se observa y se resuelve con dolor y sufrimiento pues los servido-
res salen del hogar para cumplir funciones, descuidando a la familia y haciéndola sufrir. El servicio públi-
co es una función que se presta con diferentes grados de responsabilidad y siguiendo un
proceso de iniciación y formación
- reqalb’al (r-: posesivo, 3a.sing.; eq: carga) es un genérico que literalmente identifica una posi-
ción en la jerarquía (aweq’elen pa le komon: tu cargo en la comunidad). El concepto nuclear aquí
es keqlen (k’eq: cargar, elen: agente).
A LCALDÍAS I NDÍGENAS
La alcaldía indígena es un órgano de integración y coordinación de los alcaldes comunales del
municipio. Se trata, por tanto, de una institución de “segundo nivel”. Las alcaldías indígenas se
caracterizan por funcionar a partir de un sistema propio de cargos cuya misión incluye una amplia
gama de responsabilidades individuales que se prestan como servicio comunitario, con competen-
cia sobre asuntos de diverso orden, donde quedan incluidos la administración de intereses y bienes
públicos y justicia local.
En dos ciudades, cabeceras departamentales, Sololá y Totonicapán (cuyos departamentos tie-
nen más de 90% de población indígena), han sido documentadas las llamadas Municipalidades o
Alcaldías Indígenas (Tzaquitzal, Ixchiu y Tiú, 2000, Cumatz Pecher, 1998). Estas son instituciones
que perduran del antiguo sistema de municipalidad dual o coexistencia de una municipalidad para
indígenas y una para ladinos, sistema formalmente abolido por Ubico en 1932. Esta prolongada
coexistencia de sistemas duales de alcaldías es descrita por Silvert (1969), Hosting (1991), Barrios
(1996), Pinto (1997), Concocha Ch’et (1997), entre otros.
Aunque el sistema de alcaldía dual fue formalmente abolido en 1932, no fue sino después de
1945 que se empezaron a marcar los cambios notables y que luego alcanzarían al sistema municipal
en su conjunto. Entre otras transformaciones, la ruptura del eje cofradía-municipalidad y la intro-
ducción del sistema de partidos políticos, la progresiva ruptura del sistema de cargos y del servicio
comunitario a nivel de municipio fueron circunstancias que distanciaron y diferenciaron aún más
a ambas alcaldías. Por supuesto, tal coexistencia de alcaldías daba lugar a tensión en múltiples
áreas, una de ellas era precisamente la jurisdicción sobre la justicia local. Hasta 1985, tanto el
alcalde de la alcaldía oficial, al igual que el de la alcaldía indígena, conservaba competencia recono-
A UXILIATURAS M UNICIPALES
El término “auxiliatura” deriva de la terminología legal oficial. Con el término “auxiliar” se
designó, hasta el 2002, a los alcaldes comunales. Las auxiliaturas municipales, al igual que las alcal-
días indígenas, tienen como característica común ser instancias de integración y coordinación de
los alcaldes comunales del municipio. Si seguimos esta característica encontramos que la auxiliatura
municipal sería una institución equivalente, en muchos aspectos, a la alcaldía indígena. La diferencia
más notable, si la hay, entre ambas sería que las “auxiliaturas” funcionan en municipios de pobla-
ción mayoritariamente indígena, en muchos de los cuales nunca se estableció municipalidad ladi-
na. En todo caso, en cuanto a la designación “auxiliatura” se refiere, estas también se conocen
localmente como “alcaldías indígenas” y existen en la mayor parte de municipios mayas en Guate-
mala. Evidentemente, estas intituciones han viabilizado la articulación de los gobiernos comuna-
les al gobierno del municipio, por tanto funcionan con menor autonomía, al grado que, muchas se
hallan incorporadas como anexas o como un apéndice de la alcaldía municipal. Los mismos proce-
sos que han transformado el sistema municipal (ruptura del eje cofradía-municipalidad, introduc-
ción del sistema de partidos políticos, ruptura del sistema de cargos y del servicio comunitario a
nivel municipal) también han operado sobre las “auxiliaturas municipales” creando crecientes ni-
veles de tensión con las alcaldías municipales.
Una “auxiliatura municipal”, también llamada alcaldía indígena y juzgado auxiliar, integra al
conjunto de los alcaldes comunales de un municipio. Es claramente una institución de segundo
nivel que dispone de una distribución de responsabilidades que le es propia aunque esto no signi-
168 Los Regidores, figura aún existente en aldeas pero extinta a nivel municipal, al juzgar se sientan en fila
jerárquica junto al Alcalde. Jesús Nazareno es la imagen que en muchos pueblos identificó a los miembros
de la municipalidad y su imagen era depositada en la casa del alcalde. Para la resolución de un problema de
justicia se acude e invoca a esta imagen que se identifica con la misión de impartir justicia.
169 Los alcaldes municipales en Guatemala ejercieron hasta 1985 competencia en materia administrativa y en
materia judicial; desde 1944 esta doble jurisdicción se entendió como una competencia de grado en el
orden judicial, pero desapareció con los nuevos criterios de descentralización derivados de la Constitu-
ción de 1985 y la Reforma de la Ley del Organismo Judicial, (en vigor desde 1987) y que entonces creó
Juzgados Comarcales con jurisdicción para atender a dos o más municipios.
170 González Jacobo (2000:122 ss.) reporta que la municipalidad de Sololá ofrecía, en ese año, un aliciente
anual de Q.150.00 para cada alcalde auxiliar del municipio; en la comunidad de El Tablón (Sololá) encon-
tró que los vecinos mayores aportan entre $.0.50 y $0.75 mensuales para sufragar los gastos de la Auxiliatura
o Alcaldía Comunal.
171 Centro Pluricultural para la Democracia. 2000. La alcaldía Auxiliar en la Cuenca alta del río Samalá. Movi-
miento Tzuk kim Pop-Diakonía. Ver también Informes de gobierno municipal de Quetzaltenango. Muni-
cipalidad de Quetzaltenango. 1998, 1999 y 200l. Lopez, Marta J (1997).
Mientras los alcaldes comunales son elegidos en las aldeas del municipio alrededor del mes de
septiembre, para la fiesta de San Martín, la elección del Alcalde Indígena se realiza en noviembre o
diciembre. La alcaldía indígena administra bienes y asuntos comunitarios, festividades religiosas, al
mismo tiempo que la justicia y la mediación; persigue la reconciliación, el diálogo y la resolución
de conflictos. J. Cumatz Pecher (1998) hace una descripción172 de la alcaldía indígena de Sololá e
172 Cumatz Pecher, Julian. 1998. Autoridad y Gobierno Kaqchikel de Sololá. Autoridad y Gobierno Kaqchikel
de Sololá. Coordinadora de Organizaciones Mayas de Sololá. Guatemala: Cholsamaj. El diagrama de la
alcaldía se basa en los cuadros de las pág. 38 ss.
173 Tzaquitzal E. PÁG. Ixchiú y R. Tiú. 2000. Alcaldes Comunales de Totonicapán. Guatemala: Serviprensa.
174 Las reuniones destinadas a escoger autoridades pueden durar hasta una mañana y la gente debatirá sobre
el grupo de nominados para el año siguiente, normalmente para cada puesto se seleccionarán finalmente
a dos de los candidatos nominados, que no son muchos. (CODa 2000:47:ss; Tzaquitzal, Ixchiú y Tiú 1999:
73 siguientes).
175 Encontramos descripciones de estas ceremonias para Momostenango (Xiloj Ajtún 1998), Colotenango
(Valladares 1968), Cajolá (Cupil:1999); esta petición consta de una serie de momentos que se conocen con
distinto nombre en cada pueblo, como ceremonia de la flor en Momostenango y consta de: 1) el aviso de la
flor, 2) llamada de la flor, y 3) tercera de la flor o confirmación. La petición es dirigida por los principales
y autoridades en funciones, se realiza en el día Kej entre los meses de agosto y septiembre. Finalmente la
ceremonia contempla un reconocimiento, o acto por el que, el mismo día de la elección, el alcalde saliente
lleva a la casa del sucesor un ramo de flores y en esto es imitado por quienes le acompañan.
En el aviso de la flor (1), se colocará una flor, puede ser también una rama de ciprés o una rosa, en la
puerta de la casa de la persona seleccionada y ésta, si recibe la flor al momento que la descubre estará, por
lo tanto, aceptando la designación; entonces colocará la flor en el altar de su casa, o bien la llevará a la
iglesia para pedir protección durante el ciclo anual de servicio. Si decide devolver la flor al alcalde, estará
indicando que no acepta el cargo.
176 En el calendario maya, a una autoridad se le escoge durante un día Kej (venado). Este día tiene como
significado principal la sensibilidad, la autoridad, la capacidad intuitiva, orientadora y la solidaridad al
servicio de los demás. (León Chic 1999).
Totonicapán 40 — — —
San Cristóbal Tot. 8 — 2 1
San Andrés Xecul 4 1 — —
San Francisco el Alto 10 — 2 —
Salcaja 3 — — 1
San Francisco la Unión 1 — — 2
Total 66 1 4 4
La asamblea comunitaria, como tradición política y jurídica, ha sido reportada casi invaria-
blemente por quienes han hecho etnografía de gobiernos comunitarios en Guatemala, durante la
pasada década, entre ellos López (1997:36 ss.), Gómez (2001:147), González Jacobo (2000:123). Al
respecto, “hay una amplia gama de diversidad inter e intra municipal- municipal, hay desde modificaciones
parciales o graduales hasta cambios drásticos como la pérdida y recuperación) (González Jacobo, 2000:123). El
aspecto más relevante de la cuestión es la postura, mantenida hasta el año 2002, (Ver Código
Municipal, 14-2002, Art. 57, 61) no sólo por el Estado guatemalteco sino por el sistema municipal,
en cuanto a no reconocer estas formas democráticas locales.
La asamblea comunitaria distribuye cargos, funciones, renova mandatos y otorga nuevas mi-
siones a cada nueva autoridad. El término consigna designa las indicaciones que se dan a quienes
entran a ocupar un cargo de esta naturaleza, por ejemplo, consigna es preocuparse por el agua
potable, por el centro urbano, por un altar maya, preocuparse por una montaña en peligro inme-
diato, etcétera. Tzaquitzal, Ixchiú y Tiú (1999: 60-72) recopilan en Totonicapán una extensa lista
de consignas y las presentan clasificadas por áreas de trabajo, indicando que se trata de una tradición
que se transmite también de autoridad a autoridad, en forma oral. Estas consignas son órdenes,
reflexiones, instrucciones y obligaciones que dan los lineamientos para la administración del pue-
blo. Tienen además una característica peculiar: Su alcance es general, de manera que lo mismo son
respetadas y cumplidas por las autoridades que por todos los comunitarios. Las consignas deben ser
177 Eddy M. Cupil. 1999. El Derecho maya. Tesis del curso de especialización en derecho consuetudinario.
presentada en CIDEMAYA.pág. 28
178 El referente familiar actúa a diversos niveles, por una parte, su liderazgo dentro del grupo familiar, su
situación conyugal (aquí incluida su relación con la familia de su esposa), y porque una autoridad debe ser
ejemplo: no beber licor, no pelear, robar, ni abandonar a su esposa.
179 Para Clastres (1984) este hecho tiene el efecto de mantener separados jefatura de poder.En su obligación de ser buen
orador, la autoridad queda encerrada en el lenguaje, en el discurso que pronuncia y las palabras que emplea. Atado, como queda
a la visión del mundo y el sistema ético, la naturaleza del discurso de la autoridad rural, le vincula con la filosofía política de su
sociedad. Pierre Clastres entrevistado. 1984. en: Civilización. Cadal. Nº 2 México: UAM.pág. 205
Comité de Desarrollo
El término principal no siempre ha tenido una definición precisa (gossner, 1991:96). Eviden-
temente no significaba lo mismo en el siglo XV donde implicaba nobleza, durante el dominio
colonial, donde implicaba cacicazgo, o en el siglo XIX donde implican a cabezas de patrilinaje.
Carmack (1995:324) observa que con la desaparición de los cacicazgos, la autoridad política fue
asumida por individuos que ganaron el cargo de principal a raíz de su ejercicio como alcaldes,
regidores y cofrades. Una perspectiva similar es desarrollada por otros observadores como la
Defensoría Maya (1999:92ss). El estudio de IIES (1998:61 ss.) hace referencia a los ancianos deno-
minándolos dignidades, argumentando que, aunque no tienen la función de impartir justicia en for-
ma directa, sin embargo tienen influencia sobre el sistema de derecho consuetudinario a múltiples
niveles. Evidentemente, las personas que rinden este tipo de servicios a la comunidad siguiendo la
tradición (chuch qajaw, k’amal b’e, ajq’ijab’, tata’ib’, nana’ib’) asumen posiciones con autoridad moral.
Esta noción de autoridad moral tiene una relevancia a varios niveles. Los ancianos frecuentemente
no se insertan directamente en mecanismos institucionales, pero disponen de un capital simbólico
que puede ser usado para sancionar moralmente.
Cuadro Nº 4
Autoridades y Ancianos
Tipos de Autoridades Actores Su Papel en la Comunidad
180 Yoq’b’al es el término que significa al mismo tiempo criticar e insultar (kna yoq’ kanol: me estás insultando.
kb’an yoq’b’al rech ri tata: le están criticando al señor). Sin duda alguna, la función de los principales es
central para la estabilidad psicológica de una autoridad en un contexto donde administrar la crítica es un
componente central de su función pues se trata de una estrategia de control social sobre las autoridades.
El Alcalde Comunal
Este cargo puede hallarse compartido entre dos personas. Actualmente, en muchas comuni-
dades se nombran dos alcaldes, los cuales se alternan por periodos que pueden variar de comuni-
dad en comunidad (semanal, quincenal, mensual e incluso diariamente). Junto al Alcalde asumen el
cargo el conjunto de los otros servidores comunitarios, el primer día del primer mes de cada año.
A los alcaldes comunales se les considera como individuos en fase de aprendizaje. Se les considera
pues ejecutores. A los alcaldes se les pide que salgan siempre con su vara. La vara hace referencia al
bastón, distintivo que porta la autoridad. La entrega de varas es el nombre con que se designa a la
ceremonia de toma de posesión y entrega de cargos públicos. En algunas comunidades, San An-
drés apóstol, que es el santo patrono de los Alcaldes, es una imagen que luce siempre acompañada
de una vara, y que permanece en casa del alcalde.
La primera misión de un alcalde está definida por la noción de ver (il), que hace referencia a lo
que se considera una responsabilidad primaria de una autoridad y que consiste en vigilar, cuidar y
ver por las necesidades de la comunidad. Se trata de una misión vital que simbólicamente está
representada por el sol, le q’ij kuya kaqil chike ri winaq, “el sol que da su mirada a las gentes”.
Otra misión también atribuida al alcalde comunal es la de administrar justicia local. De hecho,
el término K’ich’e’, q’atb’al tzij, usada actualmente para designar al alcalde, En el siglo XVI q’atb’al
Fuente: Centro Pluricultural para la Democracia. 2000. La alcaldía Auxiliar en la Cuenca alta
del río Samalá. Movimiento Tzukim Pop-Diakonía. pág. 45-46.
Los alguaciles están disponibles durante las 24 horas del día y sin ningún costo para los impli-
cados o necesitados de sus servicios. Los alguaciles trabajan para la alcaldía, informan a la pobla-
ción sobre actividades importantes mediante el tradicional pregón y rondan en las calles del pueblo
durante la noche para cuidarlo, además cumplen órdenes de captura ordenadas por el Juez jurisdic-
cional.
El cuadro anterior (6) muestra que un alcalde comunal se desempeña junto a decenas de
individuos. Marta Juana López (1998), ex integrante de la Comisión de Reforma y Participación,
Comisión derivada de los Acuerdos de Paz, es de la opinión de que el Código Municipal solo
reconoce a “los alcaldes auxiliares” en tanto individuos, se limita a identificar el término alguacil y
cita los términos pero no los desarrolla. En otras palabras, el Código Municipal “no reconoce a las
instituciones comunales” como tales. Una reforma legal en esta materia no alcanzaría solamente al
Código Municipal, requiere un reconocimiento en el Código Civil y en el código penal. En su
propuesta (1999) la Comisión de Reforma y Participación también propuso eliminar el servicio
gratuito y la posibilidad de atribuirle más funciones por parte del Estado, (ver también González
Jacobo, recomendaciones y propuestas, 2000:141 ss., CALDH, 2001). La ley iguala la noción de
servicios y la de servidumbre, además, suma a los deberes de los alcaldes comunales el mandato de
181 El Código Municipal [Decreto 14-2002] reconoce como entidades representativas de las comunidades a la
institución de la Alcaldía Indígena (Art.55) y a la Alcaldía Comunutaria (Art.56), y sus formas propias de
funcionamiento administrativo (Art. 57).
182 Un ejemplo de políticas de fortalecimiento de las alcaldías auxiliares se observa en el municipio de
Quetzaltenango. La política persigue romper el aislamiento de las alcaldías y estructurar un sistema de
consulta y establecer, a partir de ellos, un sistema que permita convertirlos en agentes del desarrollo
comunitario. Esta política Se basa en un diagnóstico de su situación, capacitación para los alcaldes y sus
adjuntos en la elaboración de proyectos, guiarlos y darles mayores capacidades para tramitar asuntos mu-
nicipales y tratar con las instituciones del Estado. Ver: informes bienales de la administración Municipal
de R. Quemé Chay, 1998, 2000 y 2001, Cardona, 1999..
183 Un ejemplo, extraordinario, de este sistema de servicio comunal es San Bartolo Aguas Calientes
(Totonicapán), donde servir un cargo, desde los niveles cantonales hasta municipales, incluido el alcalde
municipal, se hace sin percibir salario. El alcalde municipal es sustituido cada dos años y es fizcalizado por
sistemas locales.
PARCIALIDADES 7
TRIBUNAL DE HONOR 1
COMITÉS 12
CONSERJE 1
REGIDOR 7
REGISTRADOR CIVIL 5
ASOCIACIONES 1
DELEGADOS DE BAÑOS 44
COMITÉ DE BAÑOS 14
COMITÉ DE CAMINOS 16
COMITÉ DE PADRES 29
COMITÉ DE CANTÓN 7
COMITÉ DE BOSQUES 1
CUSTODIO 25
SECRETARIO 17
GUADABOSQUES 58
PREGONERO 11
FONTANEROS 94
ALGUACILES 74
MIEMBROS 9
CONSEJALES 6
PRINCIPALES 53
ESCOLARES 131
ALCADE REGIDOR 73
Fuente: Gráfico elaborado con base en: Tzaquitzal, Ixchiú y Tiú, (1999). Alcaldes comunales de
Totonicapán. Guatemala. serviprensa.
184 Hasta 1998 cualquier asociación civil no lucrativa debía inscribirse ante el Ministerio de Gobernación.
Éste era un efecto directo de las políticas de contrainsurgencia en Guatemala. La Ley del Organismo
Ejecutivo, (Decreto 114-97, Art.53) permite la adquisición de la personería jurídica ante el Registro Civil
del municipio en donde se constituyan las asociaciones civiles. El Código Municipal (14-2002, Art. 20),
reafirma esta disposición.
Q e
Análisis de caso
Caso: Robo
Localización: San Juan Comalapa
Relator y Conciliador: Baldomero Sanic Bal (alcalde municipal interino)
Afectados: Rodrigo y Martina
Nombre del culpable: No se reveló.
Lugar y año en que se resolvió: En la municipalidad, año de 1991
Exposición del caso: En altas horas de la noche los afectados oyeron que caminaba alguien en el techo de su
casa, pidieron auxilio y salieron todos los vecinos y ayudaron a bajar al ladrón del techo aunque este amenazó
con lanzar bombas si lo hacían. Los vecinos lo bajaron del techo con jalones de pelo y luego lo amarraron y lo
llevaron a un sitio de un vecino de los afectados y los mismos vecinos que intervinieron lo cuidaron hasta
amanecer. Después algunos sugirieron llevarlo al tribunal de Chimaltenango al siguiente día pero muy tempra-
no llegaron los hermanos, tíos y vecinos del ladrón a pedir que no lo mandaran a la cárcel. Sin embargo, lo
condujeron a la municipalidad. Se llegó a un acuerdo que consistía en responsabilizar al ladrón sobre cualquier
cosa que le sucediera a la familia afectada. Se levantó una acta que el ladrón firmó, el alcalde le dio consejos y
luego lo soltaron. Después, se hizo un almuerzo para los que ayudaron a atrapar al ladrón y para los testigos.
Don Baldomero, el relator, comentó que la familia acudió a la alcaldía porque el alcalde es indígena y por ese
motivo existía confianza, (López Godínez, 1997, pág. 31).
En el análisis e interpretación de este caso y en lo relativo a las consecuencias o sanciones,
López Godínez observa que estas son constitutivas de aspectos morales (regaños, llamadas de
atención) y muy raras veces multas (por ejemplo, se acuerdan cuando hay que reparar daños). No
hay amenazas de privación de libertad. El último recurso generalmente consiste en pasar el caso a
los tribunales oficiales, y esto cuando no hay conciliación entre las partes, y porque es una presión
185 Marcel Maus. 1997. Manuel d’ethnographie. París: Payot.pág. 135. Ver también: Sociedad y Ciencias Socia-
les. 1972. (III) Madrid: Barral.pág. 322
186 Las ideas de Durkheim sobre la ley tienen su más extenso tratamiento en La división del trabajo social [1893].
El texto de este capítulo se basa en: Cotterrell, Roger. 1999. Emile Durkheim: Law in a Moral Domain.
Standford University Press. Ver también: Luckes, S y A. Scull. 1983. Durkheim and the Rule of Law. New
York: St. Martin Press.
187 Ver: Buscando la Equidad. Concepciones sobre Justicia y Equidad en el Riego Campesino. 1988. Rutgerd
Boelens y Gloria Dávila (Ed.). Países Bajos: Van Gorcum Publishers
188 Dirección General de Estadística. III Censo Nacional Agropecuario 1979, Vol I, Tomo IIpág. 61 ver
también: Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 1998-1999
189 Ochoa García, C. (Ed.). 1999. Geografía del Lago Atitlán. Quetzaltenango, Guatemala: Cael-Muni-K’at.
2ª edición. Hosting, R. A. Hosting y José Velázquez. 1994. Etnobotánica Mam. Quetzaltenango, Guatema-
la: Centro de Capacitación Campesina-PEMBI. Para este tema ver: Gossen. 1974, Vogt (1981).
190 En Guatemala la toponimia está contemplada en el Acuerdo de Paz sobre la Identidad y Derechos de los
Pueblos Indígenas, inciso B, con el compromiso de carácter jurídico legal según el cual el gobierno reafir-
ma el pleno derecho “al registro de nombres, apellidos y toponimias indígenas. Las comunidades tienen el
pleno derecho a cambiar (y guardar) los nombres de los lugares donde residen”.
191 Por ejemplo, entre los mayas un símbolo específico para demarcar el espacio es la cruz (ambas, la cruz
maya clásica y la cruz cristiana) por la referencia que hacen a los cuatro puntos cardinales y de dirigirse
hacia el centro. La cruz asocia ideas que hacen de la divinidad la protectora y dueña del entorno y de la
propiedad.
192 “Este deber de cuidar, que en el Popol Wuj determina la relación fundamental de las personas con la
naturaleza, es la percepción valorativa que considera que tanto los árboles o el maíz tienen una forma de
vida equivalente a uno, y atentar contra ellos implica una transgresión. Las transgresiones “atan a las
personas, obstaculizan su desarrollo y sus oportunidades. Por lo tanto si se hace algo malo sobrevendrán
problemas y desequilibrios para los transgresores y porque pagar por lo que se hace conduce al dolor
invariablemente. Es la divinidad, lo sagrado, quien castiga. En este contexto valorativo, las normas liberan
y dan paso al éxito” Miguel Matías, comunicación en CIDEMAYA, Quetzaltenango, 9 de octubre de 1998.
197 Proyecto de Fortalecimiento Forestal Municipal y Comunal (BOSCOM) del Instituto Nacional de Bos-
ques (INAB). Estos datos son citados por Secaira 2000:20 ss).
198 En: Godoy y Cardona (1996:anexos), citado por Dardón Sosa (1999) Sustentabilidad, Política y Región: El
Altiplano Occidental de Guatemala. Guatemala: Centro Pluricultural para la Democracia.pág. 54
199 La información aquí expuesta fue proporcionada por el Comité Central de Bosques Comunales, Totonicapán
(1999). Su presidente Israel Juárez y Secretario Rufino Zapeta. Hay también materiales publicados sobre
esta organización en: Bosques Comunitarios en Totonicapán. 1998. Guatemala: Green Peace.
W E
W T
200 Los libros de Laura. Nader son numerosos, las fuentes de este tema son: Harmony Ideology. Justice and
control in a Zapotec mountain village. [Ideología armónica. Justicia y control en una villa de las montaña
zapoteca]. Stanford University Press. CA. 1990 Little injustice: Laura Nader looks at the law. Odissey
Series. PBS Film, 1983.
201 En: Juez Peter J. Messitte El Derecho Consuetudinario y el Derecho Basado en la Tradición Romana
http://usinfo.state.gov/journals/itdhr/0999/ijds/messitte.htm (diciembre 2001)
203 Tomado de: Revista Memoria. NN. 144. En: http://www.memoria.com.mx/144/ México, junio de 2001.
204 Willemsen Díaz, Augusto. Ámbito y ejercicio eficaz de la autonomía interna y el autogobierno para los
pueblos indígenas. Revista del IRIPAZ. (4),7. 1993. 127-169. Originalmente fue presentado en: Meeting
of Experts, Nuuk, Greenland, 24-28 September 1991. (E/CN.4/199/42/Add.1).
E L D ERECHO A LA C ONSULTA
El principio en que se basa la consulta se dirige a que las políticas públicas deben diseñarse
con la participación de los ciudadanos y pueblos afectados. De esta manera, el diálogo, el entendi-
miento mutuo y los acuerdos fomentan una nueva forma de relación del Estado, especialmente
con los Pueblos Indígenas. Este concepto de consulta ha sido incorporado a políticas oficiales de
gobiernos nacionales, entidades mundiales y organizaciones no gubernamentales. La consulta tam-
bién es requisito legal para los gobiernos municipales y cualquier otra instancia política en el Có-
digo Municipal (Decreto 14-2002, Arts. 63 al 66)
El derecho a la consulta se contempla en los Arts. 8 y 7 del Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (adoptado en 1989 y en vigor internacional desde 1991). Este Convenio
internacional manda definir las prioridades de los Pueblos Indígenas en lo que atañe al proceso de
desarrollo, en consulta y con participación de ellos y con los medios y los procedimientos apropia-
dos.
La Consulta tiene dos peculiaridades: a) Oír y darle valor a la opinión emitida por los sectores
consultados; b) usar los medios apropiados para realizar la consulta, respetando los procedimien-
tos y formas de expresión que libremente elijan los sectores consultados. Precisamente en estas
dos peculiaridades radica el espíritu de la Consulta: el debate, los procedimientos y los medios a
emplear son tan importantes como los resultados esperados. Para evitar dudas sobre la autentici-
dad de una Consulta, su calidad técnica o su inmediatez, es necesario lograr la participación de los
propios Pueblos Indígenas a través de sus formas de organización e instituciones, locales, regiona-
les o nacionales y respetar sus tiempos y ritmos propios de diálogo y deliberación. En el futuro
para que la institución de la Consulta se afirme y se mejoren sus procesos, es decisivo que le sean
reconocidas, especialmente a los Pueblos Indígenas, las competencias necesarias y se desarrolle
jurídicamente la figura de la opinión consultiva y reconocimiento de los procedimientos que los mis-
mos grupos consultados estimen apropiados.
La Consulta tiene efectos saludables para la buena comunicación, la trasparencia y la efectivi-
dad de las políticas públicas. Otro aspecto no menos significativo de la Consulta es que abre
espacios de reflexión y debate entre los distintos sectores de la sociedad Todo esto trae como
consecuencia más y mejor democracia, mayor responsabilidad y más aporte social. No solamente
hacen falta muchos procesos de consulta sino la construcción de una cultura política gubernamen-
tal, nacional y municipal sobre ella y que contribuya a canalizar la opinión ciudadana en países
pluriculturales.
205 Esther Sánchez Botero, Isabel C. Jaramillo Sierra. 2000. La Jurisdicción Especial Indígena. Colombia:
Procuraduría General De La Nación.
206 J.R. Martínez Cobo. Estudio del problema de la discriminación contra las poblaciones indígenas. 1987.
Naciones Unidas. Nueva York. E/CN.4/Sub.2/1986/7/Add.4. Volumen V. Conclusiones, Propuestas y
Recomendaciones. El informe original es de 1,982.
207 En: Yrigoyen Fajardo, R. Pautas de Coordinación entre el Derecho Indígena y el Derecho Estatal. 1999.
Guatemala: Fundación Myrna Mack. Esta sección se cita integramente con permiso de la autora.
R w
R e
208 Rosario García. en: ILSA. Boletín sobre Administración de Justicia. Número 5. http://www.ilsa.org.co/
justicia/BDJ5-R_Garcia-3.html. Colombia, f ebrero de 2000.
R t
209 Víctor Ferrigno. 2000. Derecho Indígena: ¿debate jurídico o controversia política? En: Pluralidad Jurídica
en el umbral del siglo. Solares, J. (Coord). FLACSO, Guatemala.
Fuente: Ochoa García, Los contextos actuales del poder local. F. Ebert 1993 pág. 143.
Cuadro Nº 8
Universos de Fonosimbolismos K’iche’s
210 Candelaria López Ixcoy llama lenguaje afectivo a este campo y le asigna la función de reforzar la expresi-
vidad que se usa en el lenguaje corriente. Este es un campo donde se desintegran las estructuras normales
de la lengua. El icono o signo puede ser universal o específico para ciertos idiomas y culturas. Durant
indica que no hay una teoría general sobre el simbolismo de los sonidos y porque en ciertos idiomas se
hace un uso más abundante de ellos. Ver. Lopéz Ixcoy, C. 1994. Ri ukemik ri tzib’anik pa k’ichee’ Cha’ab’al.
{Manual de Redacción k’iche’}Guatemala: Cholsamaj. Durant, A. 1997. Linguistic anthropology. University
of California Press.pág. 205
Gráfica Nº 5
La Noción K’iche’ de Conflicto
El conflicto ( Ch’o’j ) una modalidad de la relación social
Ch’o’j, o sus variantes fonológicas locales, basa la relación significante en los sonidos que emi-
ten los ratones al pelear entre sí. El ratón es el ícono de referencia. De los ratones lo que se señala
son los sonidos que estos emiten o provocan al corroer algo o al pelear entre sí. Se trata de sonidos
agudos, que son percibidos como ruido, es decir algo progresivamente desagradable e interferente
y por lo tanto, se le connota negativamente. Los K’iche’s traducen ch’o’j como pelea. Pero si esta
homología presenta al conflicto como asociado a la pelea, no alude al hecho de golpearse211 ni a la
211 No habiendo marcador plural la referencia al ratón debe leerse en 3ª. persona del singular. D. Xiloj Ajtún
es de la opinión que ch’o’j significa literalmente nosotros como ratones. En: García Ruiz, J. Historias de Nues-
tra Historia. 1991. Guatemala: IRIPAZ.pág. 171.
212 El término ch’ey: golpear, pegar, maltratar; identificará a la violencia física. ch’uqab’: S. violencia, la fuerza
(Braseur, 1969). Esta noción de violencia se construye por una referencia en el cuerpo humano al codo. En
el Rabinal Achi el toponimico: B’elejeb’ Moqoj-B’elejeb’ Chumay: Nueve Coyunturas, Nueve codos designa el lugar
de una pelea y se referiría, según Reynaud, a una matanza allí acaecida. Rabinal Achi, Versión de Georges
Reynaud (1953), sexta edición, Nota 55. Breton (1994), refiere que la expresión andar dando de codo, signifi-
ca maltratar, golpear. En: Alain Breton (1994), Rabinal Achi. Líneas 275, 1815, y pág. 176, 177, 273 y 328.
Ver también Ximenes, 1985, pág. 483.
213 El término ch’o’j suele usarse actualmente para hacer referencia también al conflicto armado recién con-
cluido en Guatemala; sin embargo la guerra se designaba antiguamente con el términolab’al, en el Título
de los Señores de Totonicapán (Carmack, 1983) ver también en los diccionarios de Alonso (pág. 129);
Angel (pág. 83), Basseta (pág. 175), Tirado (pág. 8v) Varea (pág. 104), Vico (pág. 114) Villacañas (pág.
125). Brasseur lo analiza así: lab’ aguero, sueño; al: abst.; lab’aj v. agorar, guerrear; lab’alij: guerrear, comba-
tir (Brasseur. Gramática de la lengua Quiche. 1969, pág. 208. Nota Nº 117,pág. 221). En el Rabinal Achi
(Breton, 1994) la diferencia entre las nociones de guerra, conflicto y enojo es evidente. (Líneas 79, 80,
100, 101, 102, 103). Aquí también el término tzala. aparece como sinónimo de lab’lij (pág.161). Carmack
(1973) traduce en el Título C’oyoi, la expresión Tzala tun, como: “Danza de la guerra. De iagual manera
Basseta (pág. 224v), Coto (pág. 99), Tirado (pág. 46), Varea (pág. 292), Vico (pág. 114). (Carmack, 1983).
Título de los Señores de Totonicapán. Folio 11r Nº 4. UNAM.pág. 83).
214 Lo carcomido por un ratón es designado con la expresión: kuxul ruwach’ulew (kux: corroer, ul: derrumbe; r:
pos. 3a. sing.; uwach ulew: mundo. Literalmente: no ir dejando nada). Esta expresión también designa a una
persona que acapara las cosas, que oprime y explota a la gente, se extiende para designar al que fía y no
paga y al miserable. Todos estos sentidos tienen en común el designar al que es incapáz de dar, de devolver
o de dejar algo para los demás.
215 El ratón aparece en el Popol Wuj en una situación muy precisa: Jun Ajpu’, Ixb’alanke deciden vigilar su
milpa que estaba siendo robada y destruida y en esta tarea sorprende al ratón; el cual al verse descubierto
y atrapado cambia su libertad a cambio de indicarles donde están los instrumentos del juego de pelota,
que la abuela escondió; amenazado accede a guiar a Jun Ajpu’ e Ixb’alanke hasta estos instrumentos, pero,
a fin de que la abuela no los descubra, los héroes siguen al ratón a travéz de su reflejo en el chilmol. Pop
Wuj. Ed. A.I. Chavez. 1979.pág. 42.a
216 Pop Wuj. Traducción y notas de Chavez A. I. Ediciones de la Casa Chata. México. 1979. pág. 41a
217 Sahagun expone las ideas Nahuatl en torno a los ratones e indica que, “a los que espían y escuchan lo que
se dice y hace en otras casas para irlo a decir en otra parte, y a éstos se les llama ratonelos”. Sahagun
también refiere que “al alcahuete se le compara al ratón porque anda a escondidas engañando a las muje-
res y para engañarlas tiene linda plática, con muchos halagos y engaños, con que parece que embauca a las
mujeres.” (X Capág. viii). Sahagún, Bernardino de, Historia General de las Cosas de Nueva España. Intro-
ducción, paleografía, glosario y notas de Josefina García Q. y Alfredo López Austin. CONACIT. México.
1989. Tomo II pág. 599 y 689 ss.
218 Motolinia también subraya que “a los espías que enviaban delante [los nahuatls] los llamaban ratones, que
andan de noche o escondidas y a hurtadillas.” Entre los mexicas el término quimichtin (lit. ratones), desig-
naba a los agentes secretos que prestaban servicio de espionaje para el imperio; se vestían y peinaban
como las gentes del país y además hablaban su lengua. Cf. Motolinia, T. Memoriales. Edición de E.
O’Gorman. UNAM - IIH. 1971. Capág. 12. pág. 346. Ver también: Sousstelle. 1994. La vida cotidiana
entre los aztecas en vísperas de la conquista. México: FCE. Diccionario Nahuatl. 1993. México: FCE.
219 Torquemada indica que quimilli: envoltorio también significa lio. (Capág. II, Nº 2) Monarquía. UNAM. 1983.
220 La oposición entre lo humano y lo animal, de fuerte tradición en la tradición occidental, se basa, dice
Burggat (1997), en una línea de demarcación entre lo humano y lo animal y que se traza a partir del don de
la palabra. Esto crea una mentalidad que pone a todos los seres vivientes a disposición total de aquel que
posee este don, el hombre. En esta humillación del animal subyace, además, el origen de los crímenes
contra la humanidad, pues basta designar a aquel que no es hombre o no es igual, para sentir el derecho de
exterminarlo. Proust (1997) se pregunta si acaso tambien no fue necesaria la invención del alma para demar-
car allí la diferencia entre los hombres y los animales. Ver: Burgat, Florence. 1997. Animal, mon prochaine.
París: Odile Jacob. También: Joëlle Proust. 1997. Comment l’esprit vient aux bétes. Essai sur la
representation. París:Gallimard.
221 Sobre las nociones de enfermedad y de falta ver: García Ruiz J. 1991. Guatemala: IRIPAZ. pág. 328
222 En el drama del Rabinal Achí, al final del Primer Acto, Rabinal Achí reclama a Kiche´Achi el rapto de sus
hijos y en consecuencia le desafía del siguiente modo: “quiera el cielo, quiera la tierra, que yo desordene al cielo,
que yo desordene a la tierra;” a este desafío Rabinal Achi reitera: “Si tu no dejas ir a mi gobernador, mi hombre, quiera
el cielo, quiera la tierra, que yo desordene al cielo, que yo desordene la tierra, que yo recorra el cielo, que yo recorra la tierra;”
ciertamente, el texto puede leerse como poner al mundo en completo desorden, como anota Reynau (1972),
aquí debe leerse, evidentemente, una amenaza y una declaración de guerra. El contexto indica que se da
por admitida la existencia de un conflicto y rehusarse a dialogar. Breton (1994) traduce el término kantziloj
como remover, no como desordenar (línea 861,862, Nota 140, pág. 214 & 215), adoptando así el sentido
que le da Ximenez (1985, pág. 647), como: menear, bullir, remover. En cualquiera de los casos, tzil, revomer
algo, designa o hace referencia a un tipo específico de problema resultado de lograr un desorden, posible-
mente al hacer mover o tambalear (tzal) algo que se haya ordenado o estable.
223 Ver: Diccionario K’iche’. PLFM, 1996, pág. 427. Cf. nota #32 y pág. 144 ss.
224 En la práctica esto significa que al dejar un conflicto librado al espacio del desorden éste se expresará
destructivamente, haría de la violencia su principal componente, lo cual atenta contra el grupo social. En
consecuencia, si un orden implica espacios sociales estructurados, organizados y ocupados por sistemas
de autoridad, pero sobre todo espacios sociales normados, para regular y mediar en las relaciones sociales.
Los k’iche’s dicen , hay que llevar u orientar a las partes a donde sea más rápido y más fácil arreglar su
problema; es decir a un espacio social donde impere un campo normativo.
225 Uno de los sectores donde la memoria social se hace evidente es la toponimia. Registramos en el pueblo
K’iche’ de Santa Clara la Laguna el siguiente término toponímico: Chuwa xkich’o, (chuwa: frente; x: tiempo
pasado; ki: ellos; ch’o: ratón, pelea. Lit. Frente al lugar donde se pelearon). Este toponímico es dado a una
planicie situada sobre una cumbre; la tradición oral refiere que allí tuvo lugar un enfrentamiento en torno
a la ubicación de los límites de las tierras municipales clareñas. Cf. Nuestra Geografía del Lago Atitlán.
Muni-k’at/Cael. Guatemala. 1997. pág. 77. En el Rabinal Achi el toponímico B’elejeb’ Moqoj-B’elejeb’ Chumay:
Nueve Coyunturas, Nueve codos designa el lugar de una pelea. En: Rabinal Achi, Versión de Georges Reynaud
(1953), sexta edición, Nota 55A.
226 Considérese que jin es una noción polisémica que puede significar, el verbo aborrecer, retumbar, hacer
ruido, tronar, aviso, señal, advertencia.
227 En una evidente similitud , Sahagún, al referir los agüeros nahualt del S. XVI, registró que ciertos ratones, que
tienen unos chillidos distintos de los otros ratones y desasosiegan la casa, significaban que los de la casa habrían de tener
persecución y malquerencia de parte de algún envidioso, sus destrozos son señal de adulterio y aquel que comía lo que el ratón
había roído, sería sujeto de algún falso testimonio. Sahagún, Historia General, pág. 294, 302 ss.
228 Las analogías entre el comportamiento humano y el animal alcanzan una expresión clara en autores como
Konrad Lorenz (On Agression, 1966), y Robert Audrey, (The Territorial Imperative, 1966); en cuyas obras
prevalece una analogía de la agresividad. Se trata de percibir una naturaleza humana en la tradición inte-
lectual del darwinismo social y del pensamiento Hobbesoano. Una lectura comparativa de estas analogías
en: Man and Agression. Ed. M.F. Ashley Montagu. Oxford University Press. 1968; allí mismo: S.A. Barnet.
On the hazards of analogies pág. 18-26; y Keneth Bouilding. I Am a Man or a Mouse-or Both? pág. 83-90.
229 En el pensamiento de las sociedades Mayas encontraremos de manera dominante una lógica analógica.
Saussure observa que todo hecho analógico es un drama de tres estados y cuyo fin es el transito de la
forma transmitida a una forma nueva, así: 1. el tipo transmitido, legítimo, hereditario; 2. el competidor; 3.
un personaje colectivo constituido por las formas que ha creado ese competidor. Saussure Ferdinand de,
1989. Curso de Lingüística General. Editorial Planeta Agostin. Barcelona. pág. 22.
230 Los conflictos entran a una relación social y ello está indicado en la expresión: xoq che taq ch’o’j, “comenzaron
a entrar los problemas”. Obsérvese que este mismo direccional también se aplica a términos como tzij, la
palabra, (la palabra entra en uno, porque ella tiene capacidad transformadora) y a yawab’, la enfermedad.
231 Medardo Nicolás, comunicación personal 2001. Ver también Diccionario del idioma Q’anjob’al. Pro-
yecto Lingüístico Francisco Marroquín. 1996. Guatemala. Esqui, E. & C. Ochoa. El respeto a la pala-
bra. El orden jurídico del pueblo Maya. Centro de Estudios de la Cultura Maya. Guatemala. 1995 II
Parte, Santa Eulalia.
232 Breton (1994), nota 22, indica que en Achí el primer sentido de eyow, es cólera, pero este término y sus
derivados dan cuenta de todas las expresiones de la cólera: descontento, rabia furor, impaciencia, coraje,
bravura; etcétera. En cualquier caso, en K’ichee’ hay una distinción entre, enojo, cólera, fuerza y conflicto.
233 La noción de prohibición la encontraremos asociada a la noción de conflicto: ch’o’j rij: una cosa prohibida;
(rij: su espalda, su cáscara). ch’o’j rij nab’an k’atik: prohibido hacer incendios; ch’o’j rij alq’: prohibido robar.
234 Taq’ij: taq: voz que homologa el sonido de algo que choca violentamente contra el suelo; ‘ij: detrás.
La palabra es representada como un puente entre tiempo y espacio en los complejos ideológi-
cos mayas, Petrich P. (1985) en su estudio sobre los Mochó, indica que la palabra es concebida
como capaz de informar sobre la realidad y al mismo tiempo de afectar directamente el estado de
lo existente. Entre los K’iche’-maya también se observan indicadores de este tipo, en la tradición
oral:
- Por ejemplo, se dice que cuando uno siente un ligero temblor en los párpados, esto señala que
en algún lugar, en ese preciso momento, hay gente que está hablando de uno, pero este signo
no informa si lo que se dice es bueno, si le están recordando o si le están insultando.
- Cuando a uno se le calienta la oreja con certeza se conoce que están circulando malas palabras
alrededor de uno; y en ocasiones cuando las orejas se ponen muy rojas, indica que las palabras
fueron dichas por los enemigos de uno y que con ellas se burlan y le insultan a uno.
- La palabra puede detener el mal y la enfermedad: La comadreja, que es un animal pequeño
como una ardilla, puede mirarlo a uno fijamente sin que uno pueda percatarse y tiempo des-
pués le sobreviene a uno un dolor fuerte en el muslo y que le hará difícil caminar; la palabra
puede prevenir o revertir este proceso, sí, entonces, al ver a la comadreja, cruzando el camino,
dice: comadreja, comadreja y dicho así, a uno no le pasará nada, y con seguridad la enfermedad
no aparecerá.
235 Ch’awib’al: lit. indica la manera de hablar, peculiar del habla de un idioma en un determinado lugar. pa
ch’ab’al K’iche’: en la lengua k’iche’.
236 La buena fe, que aparece indicada en la expresión nuk’ux, -Lit. mi corazón, (nu-: pos. 1ª sing. k’ux: centro
de, corazón), hace referencia a la buena voluntad con que alguien quiere proceder, a los buenos deseos; en
definitiva se trata de una medida para construir confianza, algo esencial a un proceso de mediación y que
en la lengua K’iche’ se expresa en frases como vengo con un solo corazón...
L OS A GENTES DE LA M EDIACIÓN
Los principales corrientemente son personas que son llamadas por el alcalde comunal para
que determinen lo que procede hacer, para resolver un conflicto que al alcalde no le ha sido posi-
ble arreglar, pero sobre todo, son llamados para que den ideas, opinen o para que sugieran como
identificar las culpas y reparar daños. En la comunidad las personas que son catalogadas como princi-
pales, como chuch qajaw y concentran un tipo de autoridad moral cuya misión gira en torno a los
mecanismos locales del consentimiento; también se les atribuye la función de aconsejar, aunque
salvo petición expresa, esto lo hacen mediante acercamientos indirectos o en momentos específi-
cos, por ejemplo en ceremonias o fiestas, donde como personas mayores formulan su interven-
ción en forma de consejos o en forma de peticiones.237
El alcalde, q’atb’al tzij o ajkalte’
Con el término alcalde se designa tanto el responsable de la cofradía como a la máxima auto-
ridad del municipio o de la comunidad (alcalde municipal y alcalde comunal). La primera misión
de un alcalde está definida por la misión de ver, vigilar y cuidar de que no haya conflictos y proble-
mas en la comunidad. Esta capacidad de acción pública se considera una responsabilidad primaria
de una autoridad. Se le reconoce capacidad para administrar jursticia pero, careciendo de un poder
con recursos coercitivos, el alcalde debe recurrir fundamentalmente al procedimiento de la persua-
sión entre otros muchos medios disponibles.
237 Yoq’b’al es el término que significa al mismo tiempo criticar e insultar. Sin duda alguna la función de los
principales es central para la estabilidad sicológica de las partes en conflicto en un contexto donde admi-
nistrar la crítica es un componente de la estrategia de control sobre ellas.
238 Kecheb’exik: convocatoria, llamado, petición, chab’elke: es la persona que es comisionada para presentar la
petición. ch: inst.; b’e: raíz de decir; x:c.e. ik: pte. continuo.
239 Taat significa padre, naan significa madre. tatita-nanita término cariñoso para designar a los ancianos del
pueblo. En algunos pueblos se daba este nombre al grupo de cofrades que han pasado a ser principales
consejeros de una familia o de actividades dentro del pueblo
Cuadro 8
Posibilidades de intervención en una relación social
1) Fase 1: Primeramente, las partes acuden a cualquiera de las siguientes personas: sacerdote
maya, ancianos, cofradía, hermandades, comisionados militares, promotores, maes-
tros, catequistas, iglesia, pastores, patrullas de autodefensa civil.
2) Fase 2: Si ellos no resuelven el problema las personas van a la alcaldía auxiliar de su aldea o
cantón, al comité, principalmente al Comité Pro mejoramiento de la comunidad;
3) Fase 3: Si tampoco allí se resuelve, las personas van a cualquiera de los lugares indicados en
la fase cuatro; si ninguna de estas instancias logra resolver el problema se va a los
tribunales.
-Ancianos
-Sacerdote Maya -Gobernación
-Confradía Departamental
Alcaldías
-Hermandades Auxiliares -Alcaldía
-Comisionados Municipal
Individuos militares -INTA
y/o -Promotores Organismo
-Maestros -Derechos
Grupos en Humanos Judicial
Conflicto -Catequistas
-Iglesias Comités -Abogados
-Pastores de la Particulares
-Patrullas de Comunidad
Autodefensa Civil
T Y
T U
T O
2. B IBLIOGRAFÍA L ATINOAMERICANA
Academia Mexicana De Derechos Humanos
1989 Manual de documentos para la defensa de los derechos indígenas. México: Academia Mexicana
de Derechos Humanos.
Adams D. P.
1990 Conflictos por tierras en el Valle de Oaxaca. INI - CNCA. México
Albo, Xavier et al
2000 Oralidad y escritura. En: Universidad de Chile (ed.) XII Congreso Internacional de la Comisión
de Derecho Consuetudinario y Pluralismo Legal – Derecho Consuetudinario y Pluralismo Legal:
Desafíos en el Tercer Milenio. Santiago/Arica. 394-407.
1999 Ojotas en el poder local. Cuatro años después. Experiencia de lideres indígenas en el gobierno
municipal. La Paz, Bolivia: CIPCA - PADER.
1995 Votos y Wiphalas: campesinos y pueblos originarios en democracia. La Paz: Fundación Milenio:
Centro de Investigación y Promoción del Campesinado.
A RGENTINA
Constitución Nacional de 1853, revisión de 1994
Capítulo IV. Atribuciones del Congreso
Artículo 75. -Corresponde al Congreso:
17. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los Pueblos Indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural;
reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedades comunitarias
de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para
el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de
gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos
naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer
concurrentemente estas atribuciones.
B OLIVIA
Constitución Política de 1967 con reformas de 1994
Artículo 1. -Bolivia, libre, independiente, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en
República unitaria, adopta para su gobierno la forma democrática representativa, fundada en la
unidad y la solidaridad de todos los bolivianos.
Artículo 171. -I. Se reconocen, respetan y protegen en el marco de la ley, los derechos sociales,
económicos y culturales de los Pueblos Indígenas que habitan en el territorio nacional,
especialmente los relativos a sus tierras comunitarias de origen garantizando del u so y
aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, a su identidad, valores, lenguas y
costumbres e instituciones.
II. El Estado reconoce la personalidad jurídica de las comunidades indígenas y campesinas y de las
asociaciones y sindicatos campesinos.
III. Las autoridades naturales de las comunidades indígenas y campesinas podrán ejercer funciones
de administración y aplicación de normas propias como solución alternativa de conflictos, en
conformidad a sus costumbres y procedimientos, siempre que no sea no contrarias a esta Cons-
titución y las leyes. La Ley compatibilizará estas funciones con las atribuciones de los poderes del
Estado.
E CUADOR
Constitución de 1992, revisión de 1998
Capítulo 5 De los derechos colectivos - Sección primera. De los Pueblos Indígenas y negros o
afroecuatorianos
G UATEMALA
Constitución del 31 de Mayo de 1985
Sección Segunda Cultura
Artículo 58. -Identidad cultural. Se reconoce el derecho de las personas y de las comunidades a
su identidad cultural de acuerdo a sus valores, su lengua y sus costumbres
Capítulo II, Sección Tercera, Comunidades Indígenas
Artículo 66. -Protección a grupos étnicos. Guatemala está formada por diversos grupos étnicos
entre los que figuran los grupos indígenas de ascendencia maya. El Estado reconoce, respeta y
promueve sus formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organización social, el uso
del traje indígena en hombres y mujeres, idiomas y dialectos.
Artículo 7. - Protección de las tierras y las cooperativas agrícolas indígenas. Las tierras de las
cooperativas, comunidades indígenas o cualesquiera otras formas de tenencia comunal o
colectivas de propiedad agraria, así como el patrimonio familiar y vivienda popular, gozarán de
protección especial del Estado, de asistencia crediticia y de técnica preferencial, que garanticen
su posesión y desarrollo, a fin de asegurar a todos los habitantes una mejor calidad de vida.
Las comunidades indígenas y otras que tengan tierras que históricamente les pertenecen y que
tradicionalmente han administrado en forma especial, mantendrán ese sistema.
M ÉXICO
Constitución de febrero de 1995
Artículo 4. -La nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente
en sus Pueblos Indígenas. La ley protegerá y promover el desarrollo de sus lenguas, culturas,
usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social, y garantizará a sus
integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del estado. En los juicios y procedimientos
agrarios en que aquellos sean parte, se tomarán en cuenta sus prácticas y costumbres jurídicas
en los términos que establezca la ley. El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá
la organización y el desarrollo de la familia.
N ICARAGUA
Constitución de Enero de 1987
Preámbulo. NOSOTROS, Representantes del Pueblo de Nicaragua, reunidos en Asamblea
Nacional Constituyente,
EVOCANDO la lucha de nuestros antepasados indígenas.
Artículo 8.- El pueblo de Nicaragua es de naturaleza multiétnica y parte integrante de la nación
centroamericana.
Artículo 11.- El español es el idioma oficial del Estado. Las lenguas de las Comunidades de la
Costa Atlántica de Nicaragua también atendrán uso oficial en los casos que establezca la ley.
Artículo 89. -Las Comunidades de la Costa Atlántica son parte indisoluble del pueblo
nicaragüense y como tal gozan de los mismos derechos y tienen las mismas obligaciones.
Las Comunidades de la Costa Atlántica tienen el derecho de preservar y desarrollar su
identidad cultural en la unidad nacional; dotarse de sus propias formas de organización social y
administrar sus asuntos locales conforme a sus tradiciones.
P ANAMÁ
Constitución Política de la República de Panamá De 1972
Reformada Por Los Actos Reformatorios De 1978, Por El Acto Constitucional De 1983 Y Los
Actos Legislativos De 1 De 1993 Y 2 De 1994
Articulo 5: El territorio del Estado panameño se divide políticamente en Provincias, éstas a su
vez en Distritos y los Distritos en Corregimientos.
La Ley podrá crear otras divisiones políticas, ya sea para sujetarlas a regímenes especiales o por
razones de conveniencia administrativa o de servicio público.
Artículo 84. -Las lenguas aborígenes serán objeto de especial estudio, conservación y
divulgación y el Estado promoverá programas de alfabetización bilingüe en las comunidades
indígenas.
Artículo 86. -El Estado reconoce y respeta la identidad étnica de las comunidades indígenas
nacionales, realizará programas tendientes a desarrollar los valores materiales, sociales y
espirituales propios de cada uno de sus culturas y creará una institución para el estudio,
conservación, divulgación de las mismas y de sus lenguas, así como la promoción del desarrollo
integral de dichos grupos humanos.
P ARAGUAY
Constitución de junio de 1992
Artículo 62. -DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y GRUPOS ÉTNICOS
Esta Constitución reconoce la existencia de los Pueblos Indígenas, definidos como grupos de
cultura anteriores a la formación y organización del Estado paraguayo.
Artículo 63. -DE LA IDENTIDAD ÉTNICA
Queda reconocido y garantizado el derecho de los Pueblos Indígenas a preservar y a
desarrollar su identidad étnica en el respectivo hábitat. Tienen derecho, asimismo, a aplicar
libremente sus sistemas de organización política, social, económica, cultural y religiosa, al igual
que la voluntaria sujeción a sus normas consuetudinarias para la regulación de la convivencia
interior siempre que ellas no atenten contra los derechos fundamentales establecidos en esta
Constitución. En los conflictos jurisdiccionales se tendrá en cuenta el derecho consuetudinario
indígena.
Artículo 64.- DE LA PROPIEDAD COMUNITARIA
Los Pueblos Indígenas tienen derecho a la propiedad comunitaria de la tierra, en extensión y
calidad suficientes para la conservación y el desarrollo de sus formas peculiares de vida. El
Estado les proveerá gratuitamente de estas tierras, las cuales serán inembargables, indivisibles,
intransferibles, imprescriptibles, no susceptibles, no susceptibles de garantizar obligaciones
contractuales ni de ser arrendadas; asimismo, estarán exentas de tributo.
Se prohibe la remoción o traslado de su hábitat sin el expreso consentimiento de los
mismos.
Artículo 65. -DEL DERECHO A LA PARTICIPACIÓN
Se garantiza a los Pueblos Indígenas el derecho a participar en la vida económica, social,
política y cultural del país, de acuerdo con sus usos consuetudinarios, ésta Constitución y las
leyes nacionales.
P ERÚ
Constitución de 1993
Artículo 48. Son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo
son el quechua, el Aimara y las demás lenguas aborígenes, según la ley.
Artículo 89. -Las Comunidades Campesinas y las Nativas tienen existencia legal y son personas
jurídicas.
Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y la libre disposición de
sus tierras, así como en lo económico y administrativo, dentro del marco que la ley establece.
La propiedad de sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono previsto en el
artículo anterior.
El Estado respeta la identidad cultural de las Comunidades Campesinas y Nativas.
Artículo 149. -Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las
Rondas Campesinas, pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito
territorial de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen de
conformidad son el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos
fundamentales de la persona. La ley establece las formas de coordinación de dicha jurisdicción
especial con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder Judicial.
V ENEZUELA
Constitución de 1999
Capítulo VIII De los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Artículo 119. -El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su
organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones,
así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente
ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al
Parte 2. Conciliación
Artículo 1. - Se creará una comisión de conciliación a solicitud de una de las partes en la
controversia. Esa comisión, a menos que las partes acuerden otra cosa, estará integrada por
cinco miembros, dos de ellos nombrados por cada parte interesada y un presidente elegido
conjuntamente por esos miembros.
Artículo 2. - En las controversias entre más de dos partes, aquellas que compartan un mismo
interés nombrarán de común acuerdo sus miembros en la comisión. Cuando dos o más partes
tengan intereses distintos o haya desacuerdo en cuanto a las partes que tengan el mismo
interés, nombrarán sus miembros por separado.
Artículo 3. - Si en un plazo de dos meses a partir de la fecha de la solicitud de crear una
comisión de conciliación, las partes no han nombrado los miembros de la comisión, el
Secretario General de las Naciones Unidas, a instancia de la parte que haya hecho la solicitud,
procederá a su nombramiento en un nuevo plazo de dos meses.
Artículo 4. - Si el presidente de la comisión de conciliación no hubiera sido designado dentro
de los dos meses siguientes al nombramiento de los últimos miembros de la comisión, el
Secretario General de las Naciones Unidas, a instancia de una parte, procederá a su designación
en un nuevo plazo de dos meses.
Artículo 5. - La comisión de conciliación tomará sus decisiones por mayoría de sus miembros.
A menos que las partes en la controversia decidan otra cosa, determinará su propio
procedimiento. La comisión adoptará una propuesta de resolución de la controversia que las
partes examinarán de buena fe.
Artículo 6. -Cualquier desacuerdo en cuanto a la competencia de la comisión de conciliación
será decidido por la comisión.
214, 215, 216, 217, 230, 232, 296, 297, ASSIES 317
I U
Ixchiú Justiniano
31, 210, 223 106, 263
Radcliffe Roesch
100, 101, 109 310, 311
Reconocimiento Rondinelly
84, 147, 226, 257, 275, 280 269, 270
reconocimiento Rosada
13, 18, 28, 31, 44, 55, 56, 57, 58, 73, 18
traducción Venezuela
67, 74, 76, 84, 86, 87, 121, 170, 198 355, 360, 369
tutela Vogt
93, 278, 279, 290 248
tyox W
74, 76, 77 Weber
Tzaquitzal 99, 100, 118, 119
31, 179, 198, 202, 207, 210, 223 Weblen
U 178
Iximulew
W B’aqtun, O K’atun, o Tun,
i Winaq, e Q’ij, e Aq’ab’al
O T