infección de una herida o por falta de riego sanguíneo llamada gangrena, las personas que están más propensas a sufrir de esa enfermedad son las que padecen de ateroesclerosis o endurecimiento de las arterias, diabetes o cáncer de colon
la señora Ligia Peñuela, de Gama
(Cundinamarca) trabajaba por días recogiendo arveja, un día salió a trabajar como normalmente lo hacía, todo iba muy bien, cuando de repente, más o menos eran las 5:30pm, sintió un dolor encima del pie, faltando 30 minutos para terminar su labor, no le puso atención al dolor y siguió trabajando, en ese momento ella debió actuar de inmediato, y no esperar a que le aumentara el dolor. Llego a casa, se acostó, se quitó los zapatos y cuando vio tenía un grano gigante que le picaba mucho, no le dio importancia a eso, y se ponía pañitos de agua tibia, se hacía masajes, pero eso no fue suficiente, la piquiña y el dolor llego a el punto donde fue insoportable, ella se aguantó esa noche, llegando el otro día, se levantó y la llevaron a el médico, ya que ella no pudo caminar más. Llegaron al hospital, la recibieron rápido ya que era un caso de emergencia, todo llego a un punto crítico donde la tuvieron que internar por 2 meses en el hospital San Francisco ubicado en Gacheta (Cundinamarca), ya que tenía mucha infección, le empezaron a poner antibiótico, le limpiaban el grano, para acabar con la infección, ella dice que, sentía un cosquilleo muy molesto, y como si se estuviera quemando, todo iba muy bien afortunadamente, los médicos tardaron demasiado en reaccionar ante esa situación, la señora se hubiera podido morir, ya que así mismo como el pie tenía la infección, las demás partes del cuerpo también podían contraerla, el 27 de Junio del 2007, cuando fueron hacer la rutina diaria, se dieron cuenta que el grano se había abierto, y se miraba los tendones y el hueso, de ahí en adelante a Ligia se le empezó a pudrir el pie, los médicos no podían parar esa infección, decidieron que era mejor emputar el pie. Los papás desesperados porque no querían que su hija quedara sin un pie, decidieron ir a Bojaca (Cundinamarca) el 30 de Julio, a pagar una promesa, ya que son muy católicos, y creen en los milagros, después de estar allá, llegar a casa de nuevo, y orar mucho, la recuperación fue muy rápida, al mes le cerro la herida, y pudo volver a casa con el pie sano, y volviendo a caminar, pero con recomendaciones de los médicos. Ella debía esperar un mes más o menos para que ya no tuviera inconvenientes con el pie, pero ella no lo quiso así, ya que debía mantener a sus hijos, porque el esposo no trabajaba, ya que años atrás en un accidente se lastimo la columna. Después de todo lo que le sucedió, pudo volver a trabajar, pero no volvió a usar zapatos, si no botas de caucho, sin saber que el calor que recibía el pie, por parte del caucho era peligroso.
Eso me queda como reflexión de que la fe si
mueve montañas, y que si tú le pides ayuda a un ser superior a ti, independientemente de la religión que creas, y si de verdad haces la petición de corazón, te pueden ayudar igualmente como dije independientemente pero esta vez de la situación, ahora cabe aclarar de que los médicos también hicieron parte de la recuperación,