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Departamento de Posgrado
TESIS
Presenta
Director de Tesis
1
Resumen
Abstract
This thesis addresses the problem of verifying the thermodynamic self-consistency of several
equations of state commonly used to model the behavior of some gases, ie to check their con-
sistency with the first and second laws of thermodynamics. This analysis does not involve the
affinity with the third law of thermodynamics, since it is not expected that those state equa-
tions describe the gas until the region of zero temperature. If a thermodynamic consistency
is found then we’ll explore the possibility of finding inversion temperatures, ie temperatures
to which the gas expanding adiabatically free present an increase of its temperature if the
temperature at the beginning of the expansion is greater than the inversion temperature and
a decrease in temperature if it was originally under that temperature, in this way it has been
obtained the inversion temperatures for some light hydrocarbon gases which have not been
reported previously. This kind of analysis has been done for simple real gases as H2 , He, N e,
Ar and Kr but had not been done for hydrocarbon. The calculation of these temperatures
depends on the interaction forces between the the gases’ particles and reported temperatures
vary in the range from hundreds to a few thousand Kelvin. Another issue addressed in this
thesis is to find the inversion temperature for a gas of nucleons, it is the first time that this
statistical treatment is applied to internucleon forces and the temperatures obtained vary in
the range from1013 − 1015 K.
Agradecimientos
Los dos años de maestría que resultaron en unos muy breves no hubieran
sido los mismos sin mis estimados amigos de quienes aprendí bastante y que han
dejado una huella permanente, entre ellos Jennifer, Galaxia, Sandybell, Mario,
Luisel, José Francisco (el Tun), Jesús, Didier, Sergio, Axinia, el Champi, Maki,
Toño y Alfonso.
Y sobre todo le dedico esta tesis a José Clemente y a María de los Ángeles,
a Minerva y a Héctor mis muy queridos padres y hermanos, y al Capulín que
siempre me pone de buenas.
Índice general
Introducción vi
Notación ix
1. Expansión de Joule 1
iv
ÍNDICE GENERAL v
4. Conclusiones 49
Apéndices 51
Bibliografía 69
Introducción
Las ecuaciones de estado son ecuaciones constitutivas para sistemas hidrostáticos que des-
criben el estado de agregación de la materia como una relación matemática entre la tem-
peratura, la presión, el volumen u otro conjunto de variables (los sistemas p, V , T son los
más comunes), sin embargo, aún no se ha encontrado una ecuación de estado que describa a
alguna sustancia para cualquier combinación de presión, volumen ó temperatura, y muchas
veces estas ecuaciones provienen de leyes empíricas o ajustes realizados en un laboratorio
mediante parámetros para hacer coincidir el modelo con la realidad y por ello es que cada
ecuación tiene un rango de validez. Así pues, estas relaciones de carácter empírico no siempre
son validadas como verdaderas relaciones físicas al demandar que éstas cumplan con las leyes
de la termodinámica. En el año de 1972 fue publicado un trabajo[6] en el cual se establece
un criterio que afirma lo siguiente:
Si una ecuación de la presión para un gas del tipo p = p (T, V ) es consistente con la primera
y segunda ley de la termodinámica, entonces ésta debe de poder expresarse de la siguiente
forma
RT = [p + ξ (T, V )] φ (V ) , (1)
donde
ˆ
∂U
ξ (T, V ) = −T T −2
dT, (2)
∂V T
vi
INTRODUCCIÓN vii
∂T
J≡ , (3)
∂V U
de aquí que cuando V aumenta y T decrece J < 0 y si T crece J > 0, la temperatura para
la cual J=0 es la llamada temperatura de inversión, que como se demuestra en el Apéndice
B, si existe, es única.
A partir de 1993 las aportaciones en el tema han sido mas bien pocas y sin embargo creemos
que estos procesos podrían jugar un papel muy importante por ejemplo en refrigeradores, en
máquinas que utilizaran este incremento de temperatura para mejorar su eficiencia, e incluso
en procesos cosmológicos como mecanismo separador o segregador de materia con distintas
temperaturas de inversión. En el año de 2009 Erik Albarran Zavala y Fernando Angulo Brown
[10] demostraron que una mezcla de sustancias tienden a segregarse cuando se realiza una
expansión libre adiabática a una temperatura intermedia entre las temperaturas de inversión
de cada sustancia. Este fenómeno de acuerdo a ese trabajo podría utilizarse para abordar el
problema de la asimetría entre partículas y antipartículas en nuestra región del Universo.
A continuación se dedicará una pequeña sección para mostrar la notación de la que se hará
uso a lo largo de la tesis, algunas más aparecerán en el texto y se definirán en el mismo, sin
embargo, para darle mayor continuidad a la lectura aquí se presenta el grueso de ellas, es la
notación usual y más utilizada.
T temperatura.
V volumen.
v volumen molar
p presión.
S entropía.
J coeficiente de Joule.
µ potencial químico.
N número de partículas.
n número de moles.
ix
x Notación
V (→
−
r ) energía potencial como función de la posición.
H función hamiltoniana.
El efecto Joule o expansión de Joule hace referencia a la expansión libre adiabática que realiza
un gas en el vacío. Esta expansión es un proceso irreversible (el cambio en la entropía del
sistema no es cero) y como los estados inicial y final están en equilibrio, se puede tratar
termodinámicamente. Una medida del cambio de la temperatura respecto al cambio en el
volumen está dada mediante el coeficiente de Joule. A continuación se presentarán dos formas
análogas de encontrar el coeficiente de Joule, una de ellas se construye con principios de
la termodinámica clásica y la otra desde fundamentos de la mecánica estadística, ambos
desarrollos llevan (con algunas suposiciones) al mismo resultado.
∂T
J≡ .
∂V U
Comúnmente es más conveniente expresar este coeficiente como función de la presión, que es
más fácil de medir en la práctica, para ello se trabajará un poco la expresión arriba mostrada.
Primero se utiliza la relación cíclica con las variables U , T y V y se despeja la parcial de la
temperatura respecto al volumen,
1
2 CAPÍTULO 1. EXPANSIÓN DE JOULE
∂U
∂T
=− ∂V T
∂U
, (1.1)
∂V U ∂T V
dU = T dS − pdV, (1.2)
∂U ∂S
=T − p, (1.3)
∂V T ∂V T
1 ∂p
J =− T −p . (1.4)
CV ∂T V
Este resultado es bastante práctico cuando se conoce la ecuación de estado del gas real. Sin
embargo, en ocasiones lo que se conoce es la fuerza de interacción entre las moléculas. Es más
deseable expresar la ecuación anterior de otra manera, para ello se hace lo siguiente: como es
bien sabido, para un gas real es posible expresar la presión en términos de un desarrollo en
serie de potencias del inverso del volumen V , llamado desarrollo virial
nRT B (T ) C (T )
p= 1+ + + ... , (1.5)
V V V2
donde B (T ), C (T ), etc. reciben el nombre de segundo coeficiente del virial, tercer coeficiente
del virial y así sucesivamente. Si se conocen las fuerzas de interacción intermoleculares del gas
es posible obtener la forma matemática de estos coeficientes a partir de la mecánica estadís-
tica; B (T ) corresponde a las interacciones entre pares de moléculas, C (T ) a las interacciones
entre tercias de moléculas y así sucesivamente.
A bajas densidades los dos primeros términos del virial son los que dominan pues las in-
teracciones binarias predominan por probabilidad sobre interacciones entre más elementos
1.1. COEFICIENTE DE JOULE 3
(podemos comparar esta analogía con una mesa de billar, la probabilidad de que dos bolas
colisionen es mucho más grande que la probabilidad de que tres lo hagan en un instante dado,
sobre todo si la trayectoria libre media es grande, es decir, cuando hay una baja densidad de
bolas). Entonces sustituyendo la Ec. (1.5) en la Ec. (1.4) se encuentra que
n2 RT 2 dB
J =− , (1.6)
CV V 2 dT
donde
˚
NA V (→
−
r)
B (T ) = 1−e − kT
d3 r, (1.7)
2 V
Ya obtuvimos que
1 ∂U
J =− , (1.8)
CV ∂V T
U (T, V, N ) =< H (→
−
q ,→
−
p ) >= H (→
−
q ,→
−
p ),
entonces
1 ∂H
J =− ,
CV ∂V T
donde →−q y→−p son las coordenadas y momentos generalizados para cada partícula, es decir,
en el caso en el que tenemos j grados de libertad y N partículas
(→
−
q1 , ..., −
q→
N ) = (q11 , q21 , ..., qj1 , q12 , ..., qj2 , ..., qjN ) ,
4 CAPÍTULO 1. EXPANSIÓN DE JOULE
de igual manera para →−p . H es la hamiltoniana para el sistema de N partículas, los braquets
y la barra superior indican promedio. Identificando a H = N 2m~2
p
+ V (→
−
r ), entonces
˚ ˚ ˚ ˚
1 p~ 2 1 N (N − 1)
H = 3N N ρ (r, p) d3 rd3 p + 3N V (→
−
r ) ρ (r, p) d3 rd3 p,
h Vp V 2m h 2 Vp V
con
H
e− kT
ρ (r, p) = ˝ ~2 ˝
p V (→
−
r)
,
1
h3N Vp e− 2mkT V e− kT d3 rd3 p
−→2
como P2m que es la energía cinética de una partícula depende únicamente de la temperatura,
entonces, la derivada respecto al volumen no contribuye al coeficiente de Joule; V (→
−
r ) que
es la energía potencial entre las partículas del gas será la única que contribuya,
∂V (→
− ∂V (→
−
2
! ! !
p
~
∂H ∂N 2m r) r)
= + = .
∂V T ∂V ∂V ∂V
T T T
˝ →
− p
~ 2
− 2mkT
V(r)
− kT 3
˝ →
−
→
− 1 N (N − 1) p e d p V V ( r ) e d3 r
V ( r ) = 3N ˝ − p~ 2 ˝ − V (→ −
r)
h 2 1
e 3
2mkT d p e kT d3 r
h3N p V
˝ →
− V(r)
− kT
→
−
N (N − 1) V V ( r ) e d3 r
= ˝ − V (→ −r)
. (1.9)
2 3
V e
kT d r
Donde el término N (N2−1) indica que se están tomando las interacciones entre parejas y no
se está sobre-contando en la energía. Como el rango donde V (→ −r ) no es despreciable es
mucho muy pequeño comparado con el volumen que contiene al gas (a lo mucho del orden
de nanómetros para moléculas sencillas como hidrógeno y helio por ejemplo, en el caso de
1.1. COEFICIENTE DE JOULE 5
˚
N2 V(r) →
−
V (→
−
r)= V (→
−
r ) e− kT d3 r, (1.10)
2V V
˚
N2 V(r) →
−
J =− 2 V (→
−
r ) e− kT d3 r. (1.11)
2V CV V
Como
˚
dB d NA V (→
−
r)
−
= 1−e kT d3 r
dT dT 2 V
˚
NA ∂ V (→
−
r)
= 1 − e− kT d3 r
2 V ∂T
˚
NA V (→
−
r ) − V (→
−
r)
=− e kT d3 r.
2 V kT 2
˚ →
−
NA 1 V(r)
=− 2 V (→
−
r ) e− kT d3 r, (1.12)
kT 2 V
k = NRA y N = nNA , por lo que de las Ecs. (1.11) y (1.12) se obtiene la expresión siguiente
para el coeficiente de Joule
N 2 kT 2 dB n2 RT 2 dB
J =− = − ,
NA CV V 2 dT CV V 2 dT
que es la misma que la Ec. (1.6), obtenida mediante argumentos puramente termodinámicos.
Ahora se verá cómo a partir de este coeficiente se calculan las temperaturas de inversión.
6 CAPÍTULO 1. EXPANSIÓN DE JOULE
V
V ( r )e d3 r = 0.
Como los campos de fuerzas entre pares de partículas son campos centrales (campos de fuerzas
conservativos) entonces la energía potencial entre partículas sólo depende de la distancia
entre ellas y podemos cambiar de coordenadas cartesianas a coordenadas esféricas e integrar
la parte angular
˚ →
−
ˆ ∞
V(r)
V (→
− V (r)
r ) e− kT d3 r = 4π V (r) e− kT r2 dr. (1.13)
V 0
1. J < 0 ∀T y en tal caso no existe una temperatura de inversión (caso gas ideal y Van
der Waals por ejemplo).
2. Sólo existe una temperatura de inversión, como se demuestra en [5] (ver Apéndice B).
Capítulo 2
Sobre las ecuaciones de estado
De acuerdo a un artículo publicado por Tykodi y Hummel [6], para que una ecuación de estado
de la presión p = p (T, V ) sea consistente con la primera y segunda leyes de la termodinámica,
ésta debe poder expresarse de la siguiente forma
ˆ
∂U
ξ (T, V ) ≡ −T T −2
dT, (2.2)
∂V T
En adición a la restricción anterior (Ec. (2.1)), también se requieren dos condiciones (ver
Apéndice A)
V
lim = 1, (2.3)
V →∞ φ (V )
7
8 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
lo cual garantiza que en el límite cuando el volumen es muy grande la ecuación de estado se
convierte en la del gas ideal.
Lo que sigue ahora es a partir de la Ec. (2.1) obtener otra expresión para el coeficiente de
Joule. De la Ec. (1.4), el coeficiente de Joule es
1 ∂p
J =− T −p ,
CV ∂T V
RT
p= − ξ (T, V ) , (2.5)
φ (V )
luego entonces
1 R ∂ξ (T, V ) RT
J =− T − − + ξ (T, V )
CV φ (V ) ∂T V φ (V )
1 ∂ξ (T, V )
=− −T + ξ (T, V )
CV ∂T V
1 ∂ξ (T, V )
⇒ J= T − ξ (T, V ) . (2.6)
CV ∂T V
ˆ ˆ
1 ∂ −2 ∂U −2 ∂U
J= T −T T dT +T T dT
CV ∂T ∂V T V
∂V T
ˆ ˆ ˆ
1 −2 ∂U 2 ∂ −2 ∂U −2 ∂U
= −T T dT − T T dT +T T dT
CV ∂V T ∂T ∂V T V
∂V T
ˆ
1 2 ∂ −2 ∂U
=− T T dT ,
CV ∂T ∂V T V
2.1. ECUACIÓN DE CALLENDAR 9
ˆ
1 2 d −2 ∂U
=− T T dT
CV dT ∂V T V
1 2 −2 ∂U
=− T T
CV ∂V T
1 ∂U
⇒ J =−
CV ∂V T
Ahora se analizarán algunas ecuaciones de estado que son comunes en la literatura [1, 2, 3,
4, 13, 16, 20]. Se comprobará si son ecuaciones de estado válidas y se determinará si tienen
temperaturas de inversión.
Es bien sabido que la ecuación del gas ideal y la ecuación de Van der Waals no producen
temperaturas de inversión [5, 7, 8], sin embargo, para algunas otras ecuaciones de estado esto
no ha sido probado.
ap
p(v − b) = RT − , (2.7)
Tr
o bien,
RT
p= a ,
v−b+ Tr
donde a, b y r son constantes [1, 4, 17], esta ecuación es una ecuación empírica que se
utiliza para describir con bastante precisión las propiedades del vapor de agua por encima
10 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
del punto de ebullición a una presión dada pero menor que la temperatura crítica1 . En este
caso podemos calcular el coeficiente J a partir de las Ecs. (1.4) y (2.6).
1 ∂p 1 ∂ RT RT
J =− T −p =− T a − a
CV ∂T V CV ∂T v − b + Tr V
v−b+ Tr
1 RT 2 ∂ 1 RT
=− a + RT a − a
CV v−b+ Tr
∂T v − b + Tr V
v−b+ Tr
ra
RT 2 RarT −r+1
(2.8)
T r+1
= =
CV v − b + ar 2 a 2
T
C V v − b + T r
de aquí que el signo de J depende de r y a, es claro que no puede haber un cambio de signo en
el coeficiente por lo cual las expansiones de Joule serán en todo caso siempre frías o siempre
calientes.
1 ∂ξ (T, v)
J= T − ξ (T, v) ,
CV ∂T V
como
ˆ
−2 ∂U
ξ (T, v) ≡ −T T dT,
∂V T
sabemos que ∂U ∂p
− p, por lo cual,
∂V T
=T ∂T V
ˆ
∂p
ξ (T, v) = −T T −2
T − p dT, (2.9)
∂T V
ˆ
−2 2 ∂ 1
= −T T RT a dT,
∂T v − b + Tr V
1
Se denomina temperatura crítica a la temperatura límite por encima de la cual un gas no puede ser
licuado por compresión. Por encima de esta temperatura no es posible condensar un gas aumentando la
presión
2.1. ECUACIÓN DE CALLENDAR 11
ˆ
∂ 1
= −RT a dT,
∂T v − b + Tr V
− RT a = −p
v−b+ r
ξ (T, v) = T
, (2.10)
TR
r
(v−b)((v−b) Ta +1)
si sustituimos en la Ec. (2.1), [p + ξ (T, v)] φ (v) = RT , el primer resultado no puede ser el
correcto, así que se considerará el segundo valor,
" #
TR
RT = p + r φ (v) , (2.11)
(v − b) (v − b) Ta + 1
" #
RT v − b + Tar v − b + Tar
p= a − r
(v − b) (v − b) Ta + 1
v−b+ Tr
φ (v)
" #
RT v − b + Tar v − b + Tar RT
= a − r = a
v−b+ Tr
φ (v) (v − b) Ta v − b + a
Tr
v−b+ Tr
por lo cual,
v − b + Tar 1
− r = 1,
φ (v) (v − b) Ta
es decir,
v − b + Tar 1 v − b + Tar
=1+ r = ,
φ (v) (v − b) Ta v−b
y entonces φ (v) = v − b.
12 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
Nótese que para cualquiera de los dos posibles valores de ξ obtenidos el coeficiente de Joule
(Ec. (2.6)) es
RarT −r+1
1 ∂ξ (T, v)
J= T − ξ (T, v) = 2 .
CV ∂T V CV v − b + Tar
En concordancia con el cálculo realizado con la presión (Ec. (2.8)). Y por último, ya obtenidas
las funciones ξ y φ podemos determinar si la ecuación de Callendar es consistente con la
termodinámica. Se ha comprobado que dicha ecuación se puede llevar a la forma de Ec.
(2.1), falta corroborar que se reduce a la ecuación de gas ideal en el límite cuando v → ∞
(ver apéndice A).
vT R
lim vξ (T, v) = lim r = 0,
v→∞ v→∞ (v − b) (v − b) T + 1
a
v v
lim = lim = 1,
v→∞ φ (v) v→∞ (v − b)
RT a
p= − , (2.12)
v − b v (v − b) T 12
2 2.5
donde a = 0.4748 R pTcc y b = 0.08664 RT pc
c
, Tc y pc son la temperatura crítica y la presión
crítica [4, 17]. La ecuación se puede reescribir como
!
a
RT = (v − b) p + 1 ,
v (v − b) T 2
a
ξ (T, v) = 1 , (2.13)
v (v − b) T 2
φ (v) = v − b, (2.14)
v
lim = 1,
v→∞ v − b
va
lim vξ (T, v) = lim 1 = 0,
v→∞ v→∞ v (v − b) T 2
concluyéndose que esta ecuación es compatible con la primera y segunda leyes de la termo-
dinámica. Para calcular el coeficiente de Joule utilizamos nuevamente la Ec. (2.6)
" ! #
1 ∂ a a
J= T −
CV ∂T v (v − b) T 21 v (v − b) T 2
1
" ! #
1 − 21 a a
= T 3 − 1
CV v (v − b) T 2 v (v − b) T 2
V
− 23 a
CV J = 1 < 0, (2.15)
v (v − b) T 2
lo que significa que siempre se tienen expansiones frías con esta ecuación de estado.
RT aα
P = − , (2.16)
v − b v (v − b)
q
0.42747R2 Tc2
donde a = Pc
,
b = 0.08664RT
Pc
c
, α = 1 + (0.48508 + 1.55171w − 0.15613w 2
) 1 − T
Tc
sat
y w = −1 − log PPc cuando TTc = 0.7 y se le conoce como factor acéntrico [4, 17]. Esta
14 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
aα
RT = (v − b) P + ,
v (v − b)
aα
ξ (T, v) = , (2.17)
v (v − b)
φ (v) = v − b, (2.18)
v
lim = 1,
v→∞ v −b
vaα
lim vξ (T, v) = lim = 0,
v→∞ v→∞ v (v − b)
con lo cual esta ecuación de estado es consistente con la termodinámica. Ahora bien,
1 ∂ξ (T, V )
J= T − ξ (T, V )
CV ∂T V
a ∂α
CV J = T −α . (2.19)
v (v − b) ∂T V
Este coeficiente presenta una región positiva y una negativa, por lo cual es posible obtener
temperaturas de inversión. Se presentan algunos ejemplos para esta ecuación de estado:
2.3. ECUACIÓN DE SOAVE 15
Tabla 2.1: Temperaturas de Inversión para algunos gases obtenidas para la ecuación de estado
de Soave [18, 19, 20].
Compuesto w Tc Ti
Benceno 0.212 561.80 2816.67
n-Butano 0.193 425.16 2218.14
Etano 0.098 305.50 2022.82
n-Pentano 0.251 469.70 2184.21
Propano 0.152 369.99 2120.59
Dióxido de azufre 0.251 430.75 2003.09
Dióxido de carbono 0.225 304.19 1485.96
Monóxido de carbono 0.049 132.92 1029.74
Oxido Nítrico 0.607 180.25 539.61
Figura 2.1: T ∂α
− α vs T .
∂T V
Las temperaturas de inversión presentadas en la Tabla 2.1 corresponden a los ceros de las
curvas mostradas en la Fig. 2.1 y es la primera vez que se reportan para estas sustancias.
Introducida en 1976, da unos resultados similares a la de Soave, aunque es bastante mejor para
predecir las densidades de muchos compuestos en fase líquida, especialmente los apolares.
RT aα
P = − 2 , (2.20)
v − b v + 2vb − b2
0.4572R2 Tc2
a= Pc
, b= 0.0778RTc
Pc
, α es la misma que para Soave y w es el factor acéntrico [4, 17].
aα
RT = (v − b) P + 2 ,
v + 2vb − b2
aα
ξ (T, v) = ,
v2 + 2vb − b2
φ (v) = v − b
v
lim = 1,
v→∞ v − b
y
2.5. ECUACIÓN DE BENEDICT-WEBB-RUBIN 17
vaα
lim vξ (T, v) = lim = 0,
v→∞ v→∞ v 2 + 2vb − b2
1 ∂ξ (T, V )
J= T − ξ (T, V )
CV ∂T V
a ∂α
CV J = 2 T −α . (2.21)
v + 2vb − b2 ∂T V
que presenta temperaturas de inversión, es más, éstas serán las mismas que para Soave, ver
Ec. (2.19).
RT C 1 bRT − a αa c γ − γ2
p= + BRT − A − 2 + + 6 + 3 2 1+ 2 e v , (2.22)
v T v2 v3 v v T v
1 A C a αa c γ − γ2
RT = 1 B b
p+ + + − 6 − 3 2 1+ 2 e v ,
v
+ v2
+ v3
v2 T 2v2 v3 v v T v
luego entonces,
A C a αa c γ − γ2
ξ (T, v) = 2 + 2 2 + 3 − 6 − 3 2 1 + 2 e v , (2.23)
v T v v v v T v
18 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
1
φ (v) = 1 B b
, (2.24)
v
+ v2
+ v3
1 B b
lim v + 2+ 3 = 1,
v→∞ v v v
A C a αa c γ − γ2
lim vξ (T, v) = lim v + + − 6 − 3 2 1+ 2 e v = 0,
v→∞ v→∞ v2 T 2v2 v3 v v T v
por lo cual, esta ecuación sí es compatible con la primera y segunda leyes de la termodinámi-
ca, nótese que en esta ecuación se encuentran ilustradas de mejor manera las propiedades
atribuidas a las funciones ξ (T, v) y φ (v) en el apéndice A.
A a αa 3C 3c γ − γ2
CV J = + − + − 1 + e v . (2.25)
v2 v3 v6 T 2v2 v3T 2 v2
s γ
3C
− 3c
1 + vγ2 e− v2
Ti = T 2 v2
αa
v3 T 2
, (2.26)
v6
− vA2 − va3
esta temperatura depende del volumen molar, a diferencia del caso de Soave y Peng-Robinson.
A continuación se presentan los valores de las constantes de esta ecuación para algunas
sustancias.
2.5. ECUACIÓN DE BENEDICT-WEBB-RUBIN 19
Tabla 2.2: Constantes del modelo de Benedict-Webb-Rubin para algunas sustancias [16].
Gas A B C a b c α γ
Nitrógeno 1.192 0.0458 5889.07 0.0149 0.00198154 548.064 2.91545E-4 0.0075
Metano 1.855 0.0426 22570 0.494 0.00338004 2545 1.24359E-4 0.006
Etileno 3.33958 0.0556833 131140 0.259 0.0086 21120 1.78E-4 0.00923
Etano 4.15556 0.0627724 179592 0.34516 0.011122 32767 2.43389E-4 0.0118
Propileno 6.1122 0.0850647 439182 0.774056 0.0187059 102611 4.55696E-4 0.01829
Propano 6.87225 0.097313 508256 0.9477 0.0225 129000 6.07175E-5 0.022
i-Butano 10.23264 0.137544 849943 1.93763 0.0424352 286010 1.07408E-3 0.034
i-Butileno 8.95325 0.116025 927280 1.6227 0.0348156 274920 9.10889E-4 0.0295945
n-Butano 10.0847 0.124361 992830 1.88231 0.0399983 316400 1.10132E-3 0.034
i-Pentano 12.7959 0.160053 1746320 3.7562 0.066812 695000 1.7E-3 0.0463
n-Pentano 12.1794 0.156751 2121210 4.0748 0.06681 824171 1.81E-3 0.0475
n-Hexano 14.4373 0.177813 3319350 7.11671 0.109131 1512700 2.81086E-3 0.0666849
n-Heptano 17.5206 0.199005 4745740 10.3647 0.151954 2470000 4.651E-3 0.09
Las curvas que representan los ceros de este coeficiente están presentadas en las siguientes
figuras, se muestran las curvas para todos los compuestos de la Tabla (2.2).
20 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
Figura 2.3: T vs v que reproducen la condición J = 0. Las curvas que aparecen en cada
gráfica son todas las posibles combinaciones de temperaturas y volúmenes a los cuales se
tiene una temperatura de inversión, la diferencia con las encontradas en la ecuación de Soave
radica en la dependencia con el volumen.
(a) Nitrógeno (b) Metano
(m) n-Heptano
2.6. ECUACIÓN DE BEATTIE-BRIDGEMAN 23
A0 1 − av
RT c b
p= 2 1− v + B0 1 − − , (2.27)
v vT 3 v v2
RT c A
p= 2
1 − 3
(v + B) − 2 , (2.28)
v vT v
De la Ec. (2.9)
ˆ
−2 ∂p
ξ (T, v) = −T T T − p dT
∂T V
ˆ
−2 ∂ RT c A RT c A
= −T T T 1− (v + B) − 2 − 2 1− (v + B) + 2 dT
∂T v2 vT 3 v V v vT 3 v
ˆ
−2 RT ∂ c RT c A
= −T T (v + B) T 1− − 2 1− (v + B) + 2 dT
v2 ∂T vT 3 V v vT 3 v
ˆ
RT 2
−2 ∂ c A
= −T T (v + B) 1− + 2 dT
v2 ∂T vT 3 V v
ˆ ˆ
RT ∂ c AT
= − 2 (v + B) − 3 dT + 2 T −2 dT
v ∂T vT V v
24 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
RT c A
= 2
(v + B) 3 + 2
v vT v
RT
= −p + (v + B)
v2
luego entonces,
RT
⇒ RT = (v + B) φ (v) ,
v2
lo cual nos indica que esta ecuación de estado no es compatible con la primera y segunda
leyes de la termodinámica.
a
p (v − b) = RT e− RT v . (2.29)
En el año de 1899 Dieterici propuso su ecuación de estado, que si bien permitía obtener
factores críticos de compresibilidad más exactos que los obtenidos por la ecuación de Van der
Waals propuesta en 1873 [13], a diferencia de ésta, la ecuación de Dieterici no ha proporciona-
do grandes contribuciones en el desarrollo de ecuaciones de estado modernas [14]. Muchos
modelos alternativos han sido propuestos, sin embargo, una de las formas más simples pero
mejor comportadas es la propuesta por Carnahan y Starling [15] que es la siguiente
RT (1 + y + y 2 − y 3 ) − a
p= e RT v (2.30)
v (1 − y)3
2.7. ECUACIÓN DE DIETERICI GENERALIZADA 25
donde y = b/4v y que ha sido probada como buena aproximación cerca del punto crítico para
diversos gases como el argón, xenon, kriptón, neón, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, n-octano,
n-pentano, propano, etano, metano, y moléculas poliatómicas como el agua H2 O, dióxido de
carbono CO2 , N H3 , SF6 , O2 y Cl2 [14].
Para abarcar esta modificación a la ecuación de Dieterici y otras más, se propondrá una
forma más general de esta ecuación de la siguiente manera:
RT − an
p= e vT ,
f (v)
ˆ
−2 ∂p
ξ (T, v) = −T T T − p dT
∂T V
ˆ
−2 RT − an naRT − an RT − an
= −T T e vT + e vT − e vT dT
f (v) f (v) vT n f (v)
ˆ
naR a
= −T n+1
e− vT n dT
f (v) vT
ˆ a
naRT e− vT n
=− dT,
f (v) vT n+1 T n+1
ˆ
RT
ξ (T, v) = e−χ dχ
f (v)
RT −χ
=− e = −p
f (v)
luego entonces, tenemos que una ecuación de este estilo tampoco es compatible con la primera
y segunda leyes de la termodinámica.
26 CAPÍTULO 2. SOBRE LAS ECUACIONES DE ESTADO
Por último se trabajará el caso más sencillo (después de la ecuación de gas ideal) [1, 2, 3,
4, 13] con la finalidad de mostrar una aparente insuficiencia de las primeras dos leyes de la
termodinámica para concluir si una ecuación de estado es real.
RT a
P = − 2, (2.31)
v−b v
a
RT = p + 2 (v − b) , (2.32)
v
a
ξ (T, v) = , (2.33)
v2
v
lim = 1,
v→∞ v − b
va
lim vξ (T, v) = lim = 0,
v→∞ v→∞ v 2
1 ∂ξ (T, V )
J= T − ξ (T, V ) ,
CV ∂T V
2.8. ECUACIÓN DE VAN DER WAALS 27
a
1 ∂ v2 a
J= T − 2 ,
CV ∂T V v
a
J =− ,
v2C V
que asegura que siempre habrá expansiones libres frías. Es bien sabido que las ecuaciones
de estado hoy por hoy no describen a las sustancias en un rango infinito de temperaturas y
presiones, y sin embargo esta limitante no se ha visto reflejada en el análisis anterior, es decir,
no ha surgido alguna condicionante que sujete la validez de tales ecuaciones a un dominio
restringido, y se toma como ejemplo al gas de Van der Waals que como bien se sabe, sirve a
lo mucho para descripciones cualitativas [2], pues falla al reproducir las isotermas aplanadas
presentes en los puntos críticos de los gases a bajas densidades (a altas densidades no existe
una ecuación de Van der Waals pues para su construcción se han despreciado interacciones
de más de dos partículas y esto influye fuertemente a grandes densidades). Y sin embargo,
en los resultados arrojados arriba, pareciera que la descripción ofrecida por la ecuación de
Van der Waals es correcta en todo el rango de temperaturas y volúmenes.
Si nos preguntáramos acerca de la posible contribución que pudiera ofrecer la tercera ley de
la termodinámica a este análisis, nos llevaría a tener una relación entre la función ξ (T, v) y
φ (v)(ver apéndice A), sin embargo difícilmente se le pide a una ecuación de estado que sea
válida hasta una temperatura de cero Kelvin, nótese que en el rango cercano a las temperat-
uras críticas, la tercera ley de la termodinámica no juega un papel decisivo.
Mecanismos de optimización han sido considerados por varios autores a lo largo del tiempo,
por ejemplo, principios de maximización de funciones como la función ecológica [23] han
resultado prósperos candidatos para explicar el régimen de trabajo en el cual la naturaleza
se ha especializado para un buen número de procesos, pero siguen sin establecerse como
principios de la termodinámica.
Capítulo 3
Temperatura de inversión de un gas de
nucleones
La búsqueda por develar los misterios dentro del núcleo atómico ha resultado en una emo-
cionante empresa en la cual muchas mentes brillantes han depositado su dedicación, convir-
tiéndose en una industria muy productiva y que nos ha llevado a la frontera tecnológica en
la física de altas energías.
La física nuclear ha sido mejor entendida mediante modelos consistentes de protones y neu-
trones moviéndose a velocidades mucho menores que la de la luz. Por otro lado, desde el
punto de vista de la QCD ambas partículas están constituidas de cuarks y gluones que se
mueven a velocidades cercanas a la de la luz. Estas partículas constituyentes básicas tienen
una carga denominada color, están agrupadas en arreglos de al menos tres cuarks que en
conjunto tienen color neutro.
Existen varias preguntas que saltan a relucir: ¿por qué los distintos arreglos no se unen en
un solo arreglo?, ¿qué propiedad hace que los nucleones se agrupen pero no se mezclen de
manera más íntima?.
De manera empírica la respuesta ha estado presente por décadas. La fuerza fuerte nuclear
es importante en la región de algunos femtómetros ó fermis (10−15 m). Esta interacción tiene
29
30 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
tres partes: la región de largo alcance (r & 2f m) es ligeramente atractiva, está bien entendida
y está dominada por la interacción de un mesón π. Debajo de eso está la región de medio
alcance (1f m . r . 2f m), en esta parte la interacción atractiva es más fuerte, recibe
importantes contribuciones del intercambio de múltipiones y mesones más pesados. Y por
último la región de corto alcance (r . 1f m) que es fuertemente repulsiva y cuyo origen no
entendemos todavía.
Las tres regiones en conjunto evitan que se mezclen los elementos constituyentes del núcleo y
lo mantienen unido. La parte repulsiva es importante para describir los datos experimentales
de la dispersión NN (nucleón-nucleón), la estabilidad y saturación del núcleo, para determinar
la masa máxima de las estrellas de neutrones, entre otras cosas.
Demostrar que esta interacción tiene sus fundamentos teóricos en la descripción de la fuerza
fuerte como originalmente propuso Hideki Yukawa en 1935 es una cuestión aún pendiente. En
principio las ecuaciones de la QCD contienen toda la física de la fuerza fuerte internuclear,
pero en la práctica resulta una tarea demasiado difícil el resolverlas.
Hasta el año de 2007 [26, 28] fue posible demostrar mediante métodos computacionales que
dicho comportamiento proviene de primeros principios fundamentados en la interacción fuerte
entre los cuarks que componen los nucleones.
Por otra parte, algunos potenciales han sido reportados como buenas aproximaciones a la
interacción nuclear fuerte, algunos de ellos pueden observarse en la Figura 3.1.
En realidad el potencial NN VN N es más complicado que una interacción central del tipo
V (r), con muchos más términos, como se muestra a continuación
→
− → −
VN N = VC (r) + VT (r) S12 + VLS (r) L · S + O ∇2
que en principio contiene acoplamientos entre espines, espines con momentos angulares, una
parte del potencial central, etc.
VC (r) = VC1 (r) + VCσ (r) ~σ1 · ~σ2 + VCτ (r) ~τ1 · ~τ2 + VCστ (r) (~σ1 · ~σ2 ) (~τ1 · ~τ2 )
donde ~σ1 , ~σ2 , ~τ1 y ~τ2 son los espines e isospines de las partículas 1 y 2 respectivamente y VT
es el potencial tensorial. El potencial central VC (r) está descompuesto en varios canales de
espines e isospines, donde los acoplamientos de espines e isospines juegan un papel importante.
Sin embargo, lo que usualmente se hace en física nuclear es considerar los llamados canales
1
S0 y 3 S1 (los canales de singulete y triplete de espín), recuérdese que en espectroscopia la
notación es:
2s+1
lj
donde s es el espín, j el momento angular total y l el momento angular orbital. Por lo tanto
1
S0 corresponde a una partícula con espín 21 y momento angular orbital cero. En este caso la
única componente que sobrevive del potencial es la del potencial central VC (r).
Figura 3.1: Tres ejemplos de potenciales centrales nucleón-nucleón modernos [30, 31, 32]
32 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
Como ya se ha dicho, la región de largo alcance está bien descrita mediante el potencial
propuesto por Yukawa [27], este potencial tiene la forma siguiente
2 mπ c2
g 2 (~σ1 · ~σ2 ) (~τ1 · ~τ2 ) e− r
mπ ~c
VCπ (r) = πN . (3.1)
4π 3 2mN r
g2
De acuerdo a las simulaciones realizadas por Ishii et al. [28] se toman valores para 4π
πN
2
gπN
que es la constante de acoplamiento entre el nucleón y el pión de 4π ' 14, además se
consideró mπ ' 9.448 × 10−28 kg y mN ' 2.388766 × 10−27 kg (por motivos computacionales
se tomaron estos parámetros) y demostraron mediante simulaciones numéricas que la QCD
es la responsable del centro repulsivo del núcleo.
En el estudio que a continuación se realizará no vamos a tomar en cuenta los aspectos más
finos de estos potenciales, sino que tomaremos un potencial que cumpla con que sea un
potencial tipo Yukawa a largas distancias que se ajuste a los valores esperados y a éste le
sumaremos un potencial repulsivo.
2 mπ c2
e− r
mπ ~c
VY ukawa = −A , (3.2)
2mN r
2
mπ 1 m0 mπ c2
VRepulsivo = B − e− ~c
r
, (3.3)
2mN r 2mπ
Un potencial como el repulsivo que hemos propuesto ha surgido de algo conocido como
potenciales fantasma [28], no abordaremos más en el tema por carecer de importancia en
este análisis.
Cabe aclarar en este punto que no esperamos que este potencial represente en forma alguna
el potencial real de interacción entre nucleones, sino que se ha propuesto para obtener un
comportamiento cualitativo adecuado.
Figura 3.2: Las líneas tenues son los potenciales reportados (cercanos a los reales), las líneas
fuertes son nuestros ajustes
(a) A = 26.7, B = 98 y m0 = 8.6 × 10−28 kg (b) A = 25, B = 60 y m0 = 7.72 × 10−28 kg
Ahora se procederá a calcular la temperatura de inversión para estas interacciones. Para ello,
debemos integrar la Ec. (1.13), igualarla a cero y despejar la temperatura.
ˆ ∞
V (r)
V (r) e− kT r2 dr = 0,
0
34 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
donde
2
B − A Bm0 mπ mπ c 2
V (r) = − e− ~c
r
, (3.4)
r 2mπ 2mN
es decir,
2 ˆ Bm0 mπ
2
2 − mπ c r
∞ [ B−A
r − 2mπ ]( 2mN )
mπ B − A Bm0 − m~c
2
πc r
e ~c
− e e − kT r2 dr = 0. (3.5)
2mN 0 r 2mπ
Debido a la compleja forma del integrando no fue posible obtener la integración exacta. Así
que se analizó el comportamiento del integrando y se buscó la temperatura a la cual el área
bajo la curva se anula.
2
Bm0 mπ 2 − mπ c r
h i
− m~c
2
πc r
[ B−A
r − 2mπ ]( 2mN )e ~c
Es posible observar que la temperatura de inversión está próxima a 1015 K. Para los 4 ajustes
36 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
(Fig. 3.2) mostrados las temperaturas de inversión caen en el mismo rango. Temperaturas
tan altas como las encontradas no son fáciles de conseguir. Hoy día se han podido alcanzar
temperaturas cercanas a 1013 K en los laboratorios y se ha observado que los hadrones se
rompen en sus elementos constituyentes produciendo el llamado plasma de cuark-gluón, es
decir, los cuarks se comportan como “casi” libres (se rompe el confinamiento de los cuarks).
Sin duda a estas temperaturas es difícil pensar que los resultados obtenidos mediante este
cálculo clásico albergaran algún grado de validez.
Ahora bien, se sabe que que más del 75 % de la materia visible del universo está compuesta
por hidrógeno en lo que respecta a masa y más del 90 % en número de átomos. En la Tierra
no es posible aislar los átomos de hidrógeno y a temperaturas y presiones normales de la
Tierra éste se encuentra en su estado molecular H2 , que es la forma en la que se encuentra
también en las nubes moleculares de H2 .
calentarlos más los átomos se comienzan a ionizar convirtiendo el gas en plasma. El plasma
es por mucho el estado más común de la materia en el universo, tanto por masa como por
volumen, usualmente se dice que el plasma representa más del 99 % de la materia del universo
visible [38, 39]. El hidrógeno puede encontrarse en 3 formas (ó isótopos) en la naturaleza,
el protio cuyo núcleo está compuesto por un solo protón, tiene una abundancia de más del
99.98 %, el deuterio, que tiene en su núcleo un protón y un neutrón tiene una abundancia
del 0,0026 % o el 0,0184 %, y el tritio que está compuesto por un protón y dos neutrones
que tiene la restante. Así pues considerar un universo cuya componente bariónica (materia
formada por cuarks) esté conformada principalmente por nucleones aislados no es una mala
primera aproximación.
Figura 3.4: Abundancia del Hidrógeno, la mayor parte se encuentra en su estado monoatómico
Para los plasmas encontrados en el espacio exterior las densidades medias van desde 1 partı́cula/m3
para el medio intergaláctico hasta 1030 particulas/m3 en los núcleos de estrellas [38, 39]. Las
temperaturas varían de los 100K para las auroras por ejemplo, hasta los 107 K para los inte-
riores solares. Para calcular la longitud de onda de de Broglie necesitamos el momento lineal,
las partículas al considerarse no relativistas tienen momento p = mv, con una velocidad
conocida como velocidad térmica, que proviene de igualar la energía cinética y la energía
térmica, es decir
1 3
Ecinética = mN v 2 = kT (3.6)
2 2
el 3
2
proviene de que estamos considerando un gas de partículas mono-atómicas, así pues
r
3kT
v= (3.7)
mN
38 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
por lo tanto
h
λdB = √ (3.8)
3mN kT
dando como resultado λdB ' 2.5 × 10−10 m para los plasmas más fríos hasta longitudes del
orden de λdB ' 7.96 × 10−13 m para los más calientes. Las distancias medias se calculan
tomando las densidades de partículas,
#partı́culas
n=
m3
1
d= 1 (3.9)
n3
entonces se tienen distancias medias de recorrido que van desde 1m para medio extragaláctico
hasta 10−10 m para el plasma en el núcleo de las estrellas. En todos los casos es evidente que
d λdB , por lo tanto se tratan de sistemas que se pueden describir con termodinámica
clásica. Por otra parte si se tratara de electrones, λdB ' 6 × 10−11 m que comparada con
10−10 m (que es la separación media entre partículas) indica que un tratamiento cuántico es
necesario.
3.1. EL UNIVERSO PRIMORDIAL 39
Figura 3.5: La materia en estado de plasma representa más del 99 % de la materia visible.
La mayor parte del hidrógeno se encuentra en su forma monoatómica y además ionizado, en
forma de plasma. Un plasma de protones se puede considerar en la mayoría de los casos de
manera clásica.
En este panorama, se verifica que las condiciones son las adecuadas para poder realizar un
tratamiento clásico y así podemos afirmar que para el Universo actual (groso modo) nuestro
modelo es aplicable.
Ahora nos dirigiremos atrás en el tiempo, al límite en el cual la temperatura del Universo
permitió que existieran los primeros nucleones. Con la finalidad de entender de manera global
el panorama deberemos introducir una breve explicación de las condiciones del universo en
etapas tempranas de su desarrollo.
La historia del universo está dividida en tres eras: la era de radiación, la era de materia y
la era de energía oscura, denotadas así de acuerdo a la densidad de energía que domina en
el universo en determinado tiempo (son las dominantes, más no las únicas). En la primera,
la densidad que domina es la de radiación y materia relativista, en la segunda domina la de
la materia no relativista y en la tercera, en la que nos encontramos, se caracteriza por el
dominio de una energía de origen desconocido que acelera la expansión del Universo. Cada
una de estas eras se subdivide en épocas delimitadas por acontecimientos cruciales, como la
40 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
Inicio: 0 s.
Final: 4 × 10−44 s.
Composición: Espuma cuántica 10-dimensional de microagujeros negros con masas del orden
de la masa de Planck.
Dado que la física que permitiría estudiar los primeros instantes del universo, la super-
unificación, además de ser compleja no se encuentra bien establecida en la actualidad, no es
posible abordar de manera simple ni rigurosa lo que sucedió entonces. Por estos motivos en
algunos textos se prescinde del universo primordial y se aborda directamente el temprano.
Se define la época de Planck como la que se desarrolla desde el origen del tiempo cosmológico
hasta el momento en que se separa la interacción gravitatoria y se pierde la super-unificación.
Inicio: 4 × 10−44 s.
Final: 10−36 s.
Inicio: 10−36 s.
Final: 10−10 s.
Se supone además que entre el final de la época de Planck y el final de esta época se dio un
fenómeno de expansión exponencial que duró muy poco tiempo llamado periodo inflacionario,
aumentando en muchos órdenes de magnitud el factor de escala del universo.
Inicio: 10−10 s.
Descripción: La época termina con el confinamiento de los cuarks para formar hadrones.
Ya todas las interacciones están separadas y las partículas tienen masa, sin embargo, debido
a la alta energía del universo, los cuarks no están confinados formando hadrones. El universo
se compone de la mezcla de un plasma de cuark-gluón y leptones, con propiedades inciertas.
Hasta hace poco se pensaba que este plasma existiría como un gas, sin embargo en el año
2005 en el Brookhaven National Laboratory’s Relativistic Heavy Ion Collider (RHIC) se
obtuvieron los primeros plasmas de cuarks-gluones, donde se ha ido corroborando que más
bien se comportan como un líquido perfecto. Al final la interacción fuerte termina su dominio
en el universo al formarse los primeros hadrones,.
Después del confinamiento de los cuarks el universo está poblado por partículas como las que
conocemos hoy día, las fuerzas están separadas y no es de extrañar que el universo temprano
no sea tan incierto como el primordial.
En cosmología se definen distintos tipos de métricas, una de ellas, la que más resultados
ha proporcionado es la métrica de Friedmann-Robertson-Walker que se define simplemente
considerando un universo isotrópico y homogéneo, utilizando un factor de escala a y una
3.2. EL UNIVERSO TEMPRANO 43
e− + γ ←→ e− + 2γ
e− + p ←→ e− + p + γ
o reacciones como
e− + p ←→ νe + n,
entre otras, que permitirán que todas las partículas involucradas siguieran una distribución
(ya sea de Fermi-Dirac o Bose-Einstein) a una misma temperatura, que será la temperatura
característica de los fotones (un baño térmico a temperaturas del orden de 1010 K) las veloci-
dades de los nucleones son del orden de 9 × 107 m/s, es decir, están en el límite no relativista
(una buena aproximación es cuando se considera que vc < 10 1
, aquí tenemos que vale ' 33 1
),
entonces la energía en reposo domina sobre la energía cinética (E = p2 c2 + m2N c4 ≈ mN c2 ).
p
Final: 5 × 10−5 s.
Descripción: Es una época muy breve en la que dominan las interacciones fuertes entre piones.
Inicio: 5 × 10−5 s.
Final: 4 s.
Para nuestro análisis es suficiente considerar hasta este punto, en la siguiente Figura se en-
cuentra una relación a escala log10 de diferentes cantidades, como la temperatura, la densidad
de materia y el tiempo, de la cual podemos obtener las densidades de materia del universo
(también se considera la radiación, convirtiendo su energía en masa), de ahí partimos para
calcular la distancia media de los nucleones y con la temperatura obtener la longitud de onda
de de Broglie para estas partículas.
3.2. EL UNIVERSO TEMPRANO 45
Figura 3.6: Esquema de la evolución de varias cantidades relacionadas con el universo visible
[41].
A partir de esta figura podemos tomar las densidades y calcular las distancias medias entre
partículas. Para calcular las densidades se ha realizado un ajuste entre la densidad y la
temperatura, este ajuste da como resultado
T 4 kg
ρrad = 32 4 3 , (3.10)
10 K m
para el periodo de tiempo que nos interesa (10−12 s hasta 1010 s ∼ 500 años).
T 3 kg
ρmat = , (3.11)
1027 K 3 m3
Estos ajustes muestran el hecho de que para un universo dominado por radiación la densidad
46 CAPÍTULO 3. TEMPERATURA DE INVERSIÓN DE UN GAS DE NUCLEONES
Para hacer un cálculo rápido podemos suponer que la densidad consiste únicamente de los
protones y neutrones, que en un principio tenían un número de partículas similar1 , y puede
considerarse como un límite superior para la densidad de nucleones 2 . Si transformamos estas
densidades en número de nucleones por volumen nN y considerando que ρrad > ρN en esta
época,
NN mN ρN ρrad
nN = · = < ≈ 6 × 10−6 T 4 m−3 (3.12)
V mN mN mN
entonces
4
d > 55.032 T − 3 (3.13)
la densidad ajustada para tiempos mayores a 103 s da como resultado una densidad de nu-
cleones acotada por
por lo tanto
d > 1.187 T −1 (3.15)
Para T = 2.725 que es la temperatura actual da una densidad de nN < 11.75 m−3 , siendo la
densidad real para la materia bariónica de nbariónica = 0.22 m−3 [37].
h 1
λdB = √ = 2.5174 × 10−9 T − 2 (3.16)
3mN kT
1
Eventualmente los protones dominarían rápidamente sobre el número de neutrones conforme la tempe-
ratura del universo decrece, cabe destacar que el tiempo de vida medio de un neutrón libre es de aproximada-
mente 885 segundos, es cuando se encuentra ligado a un protón cuando es estable y no decae
2
Como ya se ha dicho anteriormente, en épocas tempranas éstos representan la minoría de las partículas.
3.2. EL UNIVERSO TEMPRANO 47
pues nos encontramos aún en el límite no relativista y el gas sigue siendo monoatómico. En
la siguiente Figura se muestra la gráfica logarítmica comparativa entre las distancias libres
medias y las longitudes de onda de de Broglie.
Figura 3.7: Longitud de de Broglie vs distancia media a partir de las densidades para épocas
tempranas y más tardías.
La línea verde si bien nos indica que el tratamiento debería se cuántico a temperaturas del
orden de 1011 K, la que más cerca debe estar de la densidad real de nucleones es la linea
roja, y en cuyo caso es correcto decir que el tratamiento clásico está bien empleado.
No es posible obtener temperaturas mayores a 1013 K para un gas de nucleones, pues a los
nucleones (que son hadrones) se separan en sus partículas constituyentes formando el plasma
de cuarks-gluones.
que el resultado obtenido y los modelos cosmológicos (en particular el modelo estándar)
actuales son compatibles.
A manera de epílogo de este capítulo se puede agregar algo más. Como se ha dicho anterior-
mente, en algún momento un mecanismo desconocido produjo una asimetría entre materia y
antimateria, esta asimetría dio como resultado que por cada 10 000 anti-partículas hubieran
10 001 partículas. Por otra parte en algún otro trabajo [10], se ha encontrado que la mezcla de
dos gases con temperaturas de inversión distintas y sometidas a una expansión libre adiabáti-
ca a una temperatura que se encuentre entre ambas temperaturas de inversión, provocará una
segregación de ambos gases, el que se expande frío se acumulara en el centro y el que se ex-
pande caliente se dispersará hacia la periferia, entonces cabe la pregunta: es el potencial N N
el mismo que el potencial N N (anti-nucleón-anti-nucleón)?, sabemos ahora que al potencial
NN proviene fundamentalmente de las interacciones fuertes, recientemente ha comenzado a
revelarse que existe una diferencia de masas entre los cuarks y sus antipartículas, y dado
que los potenciales dependen directamente de las masas, no sería extraño encontrar que los
potenciales sean ligeramente distintos, dando temperaturas en el mejor de los casos inferiores
a 1013 K y podríamos decir que posiblemente estamos en una región del universo donde la
materia tuvo una expansión fría y que la antimateria al expandirse de manera caliente se
segregó hacia la “periferia del universo”, quizá eventualmente ésta pudo enfriarse al entrar
en equilibrio con el baño térmico y hubiera podido formar estructura a gran escala pero de
antimateria.
ap
Callendar p(v − b) = RT − Tr Si
RT a
Redlich-Kwong p= v−b − 1 Si
v(v−b)T 2
RT aα
Soave P = v−b − v(v−b) Si
RT aα
Peng-Robinson P = v−b − v 2 +2vb−b2 Si
− γ2
RT C 1 bRT −a αa c γ
Benedict-Webb-Rubin p= v
+ BRT − A − T2 v2
+ v3
+ v6
+ v3 T 2
1+ v2
e v Si
RT c
b
A0 (1− a
v)
Beattie-Bridgeman p= v2 1− vT 3 v + B0 1 − v − v2 No
RT − vTan
Dieterici p= (v−b) e No
2 3
RT (1+y+y −y ) a
Dieterici-Carnahan-Starling p= v(1−y)3
e− RT v No
Se buscó la temperatura de inversión de las ecuaciones de estado que han sido probadas
como termodinámicamente consistentes, los resultados de esta búsqueda se resumen en
49
50 CAPÍTULO 4. CONCLUSIONES
la Tabla 4.2. Estos valores no habían sido calculados anteriormente. Las temperaturas
obtenidas están en un rango de valores en el cual no parece haber registros de mediciones
experimentales.
ap
Callendar p(v − b) = RT − Tr No
RT a
Redlich-Kwong p= v−b − 1 No
v(v−b)T 2
RT aα
Soave P = v−b − v(v−b) Si
RT aα
Peng-Robinson P = v−b − v 2 +2vb−b2 Si
− γ2
RT C 1 bRT −a αa c γ
Benedict-Webb-Rubin p= v
+ BRT − A − T2 v2
+ v3
+ v6
+ v3 T 2
1+ v2
e v Si
RT a
Van der Waals P = v−b − v2 No
Se realizó un análisis sobre la aplicabilidad del resultado obtenido con la teoría clásica,
obteniendo que el modelo sí es aplicable, pues un gas de nucleones libres es una razo-
nablemente buena primera aproximación como componente predominante del universo.
La comparación de la longitud de onda de de Broglie con la distancia media de recorrido
entre los elementos de este gas nos sugiere que el tratamiento clásico es el adecuado.
51
Las temperaturas de inversión encontradas con nuestro modelo simple está en concor-
dancia con el modelo de evolución cosmológico estándar en el sentido de que no altera
el proceso de evolución que se espera hubiera tenido el universo. Una temperatura de
inversión menor hubiera representado un panorama completamente distinto toda vez
que una expansión caliente hubiera impedido la formación de los primeros átomos es-
tables y las demás estructuras subsecuentes, ó al menos retrasando el momento en el
cual estas estructuras hubieran aparecido. Las implicaciones en este panorama distinto
serían importantes, por ejemplo en las abundancias de los elementos producidos durante
la nucleosíntesis primordial, ó incluso un cambio en la radiación de fondo producto del
desacoplo de materia y radiación, por citar algunas posibles consecuencias.
52
Apéndice A
Compatibilidad: Termodinámica y
ecuaciones de estado
En el artículo “On the Equation of State for Gases” (1972) R. J. Tykodi y Edward P. Hummel
remarcan la ausencia de una adecuada manera de deducir leyes empíricas de ecuaciones de
estado.
∂U ∂p
=T − p, (A.1)
∂V T ∂T V
∂H ∂V
− =T − V, (A.2)
∂P T ∂T P
∂U ∂H 2 ∂p ∂V
P+ V − =T
∂V T ∂p T ∂T V ∂T p
= T (Cp − CV ) , (A.3)
53
54APÉNDICE A. COMPATIBILIDAD: TERMODINÁMICA Y ECUACIONES DE ESTADO
Nótese que
∂ Tp
∂p 2
T −p=T ,
∂T V ∂T V
!
∂ VT
∂V
T − V = T2 ,
∂T p ∂T
p
∂ Tp
∂U
T −2
= , (A.4)
∂V T ∂T V
y de igual manera
!
∂ VT
∂H
− T −2 = , (A.5)
∂p T ∂T
p
ˆ
p ∂U
= T −2
dT + f 0 (V ) , (A.6)
T ∂V T
ˆ
RT f 0 (V )
∂U
p−T T −2
dT = = RT f (V ) , (A.7)
∂V T R
´
donde se ha redefinido a f 0 (V ) como Rf (V ), y definiendo ξ (V, T ) = −T T −2 ∂U
dT y
∂V T
φ (v) = 1/f (V ) se llega a la Ec. (2.1).
ˆ
V ∂H
=− T −2
dT + g 0 (p) , (A.9)
T ∂P T
ˆ
∂H
V +T T −2
dT = RT g (p) , (A.10)
∂P T
´
si definimos χ (T, p) = −T T −2 ∂H
dT y ψ (p) = 1/g (V ) se llega a la relación siguiente,
∂P T
Se puede ahondar un poco más en la Ec. (A.15) si además se le pide a la ecuación de estado
que en el límite cuando V → ∞, ésta se reduzca a la ecuación de los gases ideales
pV
lim = 1, (A.12)
V →∞ RT
lim V f (V ) = 1, (A.13)
V →∞
f (V ) = V −1 + ..., (A.15)
y
56APÉNDICE A. COMPATIBILIDAD: TERMODINÁMICA Y ECUACIONES DE ESTADO
RT
p= − ξ (T, V )
φ (V )
∞
X
= RT V −1
+ RT Ci V −i , (A.17)
i=2
˚
N2 V(r) →
−
J= V (→
−
r ) e− kT d3 r,
2V 2 CV V
entonces el calentamiento o enfriamiento de un gas en una expansión libre depende del signo
de la integral arriba mostrada; como la derivada del integrando es siempre positiva,
V (→
−
→
−
2
d V(r) r ) − V (→
−
r)
V (→
−
r ) e− kT = e kT > 0 ∀ V (→
−
r ) 6= 0
dT kT 2
˚ →
−
ˆ ∞
V(r)
V (→
− V (r)
r ) e− kT d3 r = 4π V (r) e− kT r2 dr
V 0
si definimos a A como
ˆ r V (r 0 )
A (r) = V (r0 ) e− kT r02 dr0
0
57
58 APÉNDICE B. SOBRE LA UNICIDAD DE LA TEMPERATURA DE INVERSIÓN.
En este artículo [25] se presentó una demostración alternativa del llamado lema g de la
termodinámica de tiempos finitos, el cual establece que para un ciclo de Curzon- Ahlborn
[21] (ver Figura 7.1) existe una relación entre la potencia P y la producción de entropía σ
por ciclo y establece que dadas dos leyes de transferencia de calor, la función g = P/σ no
depende de la función de transferencia de calor sino de las temperaturas de los almacenes de
calor externos y la eficiencia de la máquina de la siguiente forma:
Ya en artículos anteriores [24] se ha demostrado que la cantidad g (η) que liga la producción
de entropía σ y la producción de potencia P por ciclo es una función independiente de la
59
60 APÉNDICE C. LEMA G DE LA TERMODINÁMICA DE TIEMPOS FINITOS.
ley de transferencia de calor que se utilice en los acoplamientos entre la máquina de Carnot
interna y los alrededores, a esto se le conoce como lema g de la termodinámica de tiempos
finitos.
En la literatura se suelen utilizar leyes de transferencia de calor del tipo Q1,2 = α1,2 T1,2w
k k
− T1w,2
donde α1,2 son las conductancias térmicas entre los almacenes T1 → T1w y T2w → T2 y k toma
distintos valores dependiendo de la ley de calor (k = 1 Newton, k = 4 Stefan-Boltzmann) o
bien leyes del tipo Q1,2 = α1,2 (T1,2w − T1w,2 )k donde k = 5/4 es para el caso de Dulong-Petit,
sin embargo, leyes de calor del tipo Q = αlnT /Tw o Q = α(senhT − senhTw ) no se utilizan,
así pues, podría cuestionarse si este tipo de leyes cumplirían con el lema g y si éste pudiera
convertirse en algún discriminante para proponer leyes de calor válidas en procesos reales.
Se presentan algunos casos de leyes de calor que cumplen con la segunda ley de la termod-
inámica y que no han sido consideradas como leyes de transferencia de calor en procesos
reales.
T1
Q1 = αln ,
T1w
T2w
Q2 = βln , (C.1)
T2
Q1 Q2
= , (C.2)
T1w T2w
61
por lo cual
T1w T2w T1
γ ln = ln , (C.3)
T2w T2 T1w
T2w
η =1− . (C.4)
T1w
γ T2w T1
ln = ln ,
1−η T2 T1w
γ
1−η
T2w T1
⇒ = , (C.5)
T2 T1w
así pues
T2w
P (η) = αlnT1 /T1w − βln
T2
γ T2w
=α lnT2 w/T2 − βln
1−η T2
γ T2w
= α − β ln
1−η T2
1 T2w
=β − 1 ln
1−η T2
η T2w
=β ln , (C.6)
(1 − η) T2
y
62 APÉNDICE C. LEMA G DE LA TERMODINÁMICA DE TIEMPOS FINITOS.
T1 T2w
αln T1w
βln T2
σ (η) = − +
T1 T2
αγ
β
1−η T2w
= (− + )ln
T1 T2 T2
β T2 T2w
= − + 1 − η ln . (C.7)
T2 (1 − η) T1 T2
η
β 1−η
T2
g (η) = β
− +1−η
T2 (1−η)
T1
T1 T2 η η
= = T2 , (C.8)
(1 − η) T1 − T2 ηc − η
T1
Q1 = αsenh −1
T1w
y
T2w
Q2 = βsenh −1 . (C.9)
T2
De la HER:
γ T2w T1
senh − 1 = senh −1 , (C.10)
1−η T2 T1w
así pues,
β T2w
P (η) = ( − β)senh −1 , (C.11)
1−η T2
63
β β T2w
σ (η) = (− + )senh −1 . (C.12)
T1 (1 − η) T2 T2
Entonces se obtiene nuevamente que
η
1−η
g (η) = −T2 /T1 +1−η
T2 (1−η)
T1 T2 η
= .
(1 − η) T1 − T2
Ahora veamos qué sucede si aplicamos dos leyes de transferencia de calor distintas (ya cono-
cidas) en los acoplamientos con los almacenes.
Q1 = α(T1k − T1w
k
),
Q2 = β(T2w − T2 )m . (C.13)
η
P (η) = β (T2w − T2 )m , (C.14)
1−η
y
(1 − η) T1 − T2
σ (η) = β (T2w − T2 )m , (C.15)
(1 − η) T1 T2
entonces,
P (η) T1 T2 η η
gη = = = .
σ (η) (1 − η) T1 − T2 (ηc − η) T2
64 APÉNDICE C. LEMA G DE LA TERMODINÁMICA DE TIEMPOS FINITOS.
y
Q2 = βf2 (T2 , T2w ) . (C.16)
Q1 Q2
= ,
T1w T2w
T2w
η =1− .
T1w
T1w
γ f2 (T2 , T2w ) = f1 (T1 , T1w ) , (C.17)
T2w
donde γ = β/α. Despejando T1w /T2w de la Ec. (C.4) se llega a la relación:
γ
f2 (T2 , T2w ) = f1 (T1 , T1w ) . (C.18)
(1 − η)
La producción de potencia P y la producción de entropía σ por ciclo están definidas como
sigue [22]
P = |Q1 | − |Q2 |,
C.1. DEMOSTRACIÓN ALTERNATIVA DEL LEMA G 65
y
Q1 Q2
σ=− + , (C.19)
T1 T2
entonces
αγ
P (η) = − β f2 (T2 , T2w )
1−η
η
=β f2 (T2 , T2w ) , (C.20)
1−η
y
αγ β
σ = σ (η) = − + f2 (T2 , T2w )
(1 − η) T1 T2
(1 − η) T1 − T2
=β f2 (T2 , T2w ) , (C.21)
(1 − η) T1 T2
por lo cual se llega al resultado deseado, obtenido en [24],
T1 T2 η
g (η) = P (η) /σ (η) = .
(1 − η) T1 − T2
Así pues, el valor de g (η) no depende de la forma particular de f1 (T1 , T1w ) y f2 (T2 , T2w ).
Q1 = α T1k − T1w
k
,
Q2 = β (T2w − T2 )m . (C.22)
Es decir, diferentes leyes en los acoplamientos inferior y superior, al aplicar directamente las
Ecs. (C.20) y (C.21),
βη
P (η) = (T2w − T2 )m , (C.23)
(1 − η)
(1 − η) T1 − T2
σ (η) = β (T2w − T2 )m , (C.24)
(1 − η) T1 T2
se llega rápidamente a
66 APÉNDICE C. LEMA G DE LA TERMODINÁMICA DE TIEMPOS FINITOS.
P (η) T1 T2 η η
g (η) = = = .
σ (η) (1 − η) T1 − T2 (ηc − η) T2
que es la función g (η), cumpliéndose el lema g. A partir de las Ecs. (C.23) y (C.24) uno
podría pensar que se es libre de elegir T1w dentro del intervalo (T2 ,T1 ) (ver Figura 7.1); sin
embargo, de la HER, se impone una condición necesaria para T1w y T2w ,
γT1w k k
m = T1 − T1w ,
T2w (T2w − T2 )
cuyas soluciones se grafican en la Figura 4.2. Nótese que algunos valores de T1w y T2w que son
solución a la HER son tales que T1w < T2w ó T1 < T1w ó T2w < T2 que no son deseables, sin
embargo al restringir que T1w y T2w cumplen con que la eficiencia de la máquina interna es la
de Carnot, se obtiene un resultado físico. El triángulo sombreado en la Figura 7.2 representa
el límite impuesto por la tercera ley de la termodinámica, y por lo tanto, la región donde T1w
y T2w pueden tomar valores; la esquina inferior derecha del triángulo corresponde al límite
cuando la máquina C.A. es una máquina de Carnot, es decir, η = 1 − T2 ⁄T1 y los puntos que
pasan por la hipotenusa corresponden a eficiencia cero.
Figura C.1: Solución a la HER y se gráfica η = 1 − T2w ⁄T1w para η = 0.35, T1 = 400,
T2 = 200, k = 1.7, m = 2 y γ = 1.
C.1. DEMOSTRACIÓN ALTERNATIVA DEL LEMA G 67
Entonces como puede verse en este último caso (en los otros ejemplos también ocurre la
misma situación), la tercera ley de la termodinámica restringirá los valores que pudieran
tomar las temperaturas de los acoplamientos, sin embargo sigue sin proponernos un criterio
claro que omita leyes del tipo senh que hasta hoy en día no se ha visto que describa un
fenómeno de transporte real.
Los autores de este trabajo creemos que posiblemente algún criterio de eficiencia ya sea en la
producción de entropía, energía o de alguna otra función como la función ecológica [23] que
en este aspecto ha resultado preferida (como función a optimizar) en procesos naturales tal
es el caso de la fotosíntesis por citar un ejemplo.
68 APÉNDICE C. LEMA G DE LA TERMODINÁMICA DE TIEMPOS FINITOS.
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