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Habilidades Motrices en niños de 6 a 8 años

En esta etapa los niños encuentran en su cuerpo y en el movimiento las principales vías
para entrar en contacto con toda la realidad que los rodea y de esta manera logran adquirir
los principales conocimientos que necesitan reconocer del mundo mediante van creciendo y
desarrollándose. El cuerpo es el medio en el cual se logra tener sensaciones, la exploración
de las posibilidades de acción y funciones corporales, constituirán experiencias necesarias
sobre las que se irá construyendo el pensamiento infantil. Asimismo, las relaciones
afectivas establecidas en situaciones de actividad motriz, y en particular mediante el juego,
serán fundamentales para el crecimiento emocional. Desde un primer momento se debe
adentrar en los orígenes del termino y así mismo su evolución en el paso del tiempo, para
lograr así comprender la problemática desde las diferentes perspectivas. Desde un principio
las ciencias humanas se regían por un paradigma dicotómico, que comprendían al hombre
como resultado de una suma de dos elementos, es decir cuerpo/espíritu o soma/psique, en
donde la disputa del docente en educación física era que su objeto de estudio le incumbía
exclusivamente la parte material, el cuerpo o el soma. Después en Francia, desde el ámbito
de la medicina primero y desde la psicología después, surgieron aportaciones diversas bajo
el apelativo genérico de “psicomotricidad”, por medio del médico francés Ernest Dupré
introdujo el término, cuando estudiaba la debilidad motora en los enfermos mentales. Las
ideas de Dupré en torno a los trastornos psicomotores cayeron en el terreno fértil de
diversos campos de la ciencia como la psicología genética, la psiquiatría infantil y la
pedago, entre otras disciplinas. (Madrona et al., 2008)
Tras este término se acogen multitud de concepciones, que muchas veces no son más que
distintos enfoques teóricos sobre un mismo compromiso central. Como señala Pradillo
(1994), es muy frecuente encontrarnos con cuerpos de doctrina semejante bajo
denominaciones muy variadas que sustituyen al término de educación física por: educación
psicomotriz, psicomotricidad educativa, educación psicomotora, motricidad, educación
vivencial, expresión dinámica, expresión corporal, educación motriz, motricidad relacional,
psicocinética o educación por el movimiento, educación física de base, etc. Junto a esta
renovación se revisan los objetivos, los recursos y, como consecuencia, la praxis
pedagógica y los procedimientos de intervención. Pero luego de un tiempo todo parecía
indicar que surgen nuevos planteamientos con los que se llega al siglo XXI, los cuales se
interesan más por una perspectiva holística, global, integral y conductual, llámese
motricidad o actividad física, abandonando las perspectivas analíticas.
En este momento se hablará de diferentes autores que se adentraron en el estudio de las
habilidades motrices y que fueron fundamentales para que el estudio de este sea integral,
uno de ellos es Ruiz-Pérez desde el año 1995 al 2004, el cual habla que uno de los objetivos
fundamentales de la educación física, es el desarrollo de la competencia motriz, el cual esta está
estrechamente ligada al dominio y control de las habilidades motrices básicas (HMB),
especialmente en las edades más tempranas. Este autor da cuenta de cómo la escuela debe
garantizar un nivel adecuado de competencia motriz en los alumnos, la cual implica que los
alumnos dispongan del suficiente control de las HMB en situaciones estables y sencillas; y,
también, que disponga de un rango de variabilidad de respuestas suficiente para poder resolver
adecuadamente problemas motrices relativamente complejos. Igualmente, el trabajo de las HMB
resulta imprescindible para poder incidir en el desarrollo de otras capacidades y ámbitos de la
motricidad. La interdependencia entre las habilidades motrices y las diferentes capacidades motrices
pone de manifiesto que el acceso al desarrollo de estas últimas sólo es posible a través de las
primeras. (López, 2013)

Por otro lado, López (2003), habla de que las habilidades motrices no pueden ser solo
vistos hacia el fortalecimiento de los músculos, órganos o sistemas, sino, también está
relacionado directamente en las tareas dirigidas al hombre como la esencia, como ser
social, a la interrelación dialéctica de los conocimientos, las capacidades físicas y las
cualidades psíquica, que exprese el desarrollo de la conciencia, el carácter y la conducta, en
relación con el contexto en que vive. Ver al hombre como ser social, a partir de este
enfoque, es dirigir en su desarrollo la integración de los aspectos cognoscitivos, socio
afectivos y motrices, suficientes para el disfrute de su ejecución, dominio y expresión
personal, sirviendo para su auto-ejercitación en el desarrollo de sus tradiciones y valores
autóctonos en la propia transformación de la comunidad. Así permitiendo plantear como
concepciones teóricas metodológicas para la integración de los aspectos cognoscitivos,
socio afectivo y motriz desde el desarrollo de las habilidades motrices en la Educación
Física Escolar. (Pérez & Beleño, 2013)
Por otro lado, los estudios sobre el desarrollo humano nos muestran la gran importancia que
adquiere el papel de la motricidad en la construcción de la personalidad del niño. Los
trabajos de Piaget (1968, 1969), Wallon (1980), Gesell (1958), Freud (1968), Bruner
(1979), Guilmain (1981), Ajuriaguerra (1978), Le Boulch (1981), Vayer (1973), Da
Fonseca (1984, 1988 y 1996), Cratty (1990), Gallahue y McClenaghan (1985), y Lapierre y
Aucouturier (1995), que hablan sobre la conducta infantil, los cuales han contribuido a la
explicación de cómo a través de la motricidad se van estructurando la personalidad y la
conducta. Así mismo, los estudios que realizaron muestran que la conducta humana está
constituida por una serie de ámbitos o dominios, ninguno de los cuales puede contemplarse
sin la interacción con los otros: aquí se halla el dominio afectivo, relativo a los afectos,
sentimientos y emociones, el dominio social, que considera el efecto de la sociedad, su
relación con el ambiente, con sus compañeros y el adulto, instituciones y grupos en el
desarrollo de la personalidad, proceso por el cual cada niño se va convirtiendo en adulto de
su sociedad, el dominio cognoscitivo, relacionado con el conocimiento, los procesos del
pensamiento y el lenguaje y el dominio psicomotor, que alude a los movimientos
corporales, su concienciación y control. Un autor que cabe resaltar es Piaget ya que sus
estudios se centrar particularmente en la etapa infantil en el cual habla que mediante la
actividad corporal el niño piensa, aprende, crea y afronta sus problemas, lo que lleva a
Arnaiz (1994, pp. 43-62) a decir que esta etapa es un período de globalidad irrepetible y
que debe ser aprovechada por planteamientos educativos de tipo psicomotor, debiendo ser
este, una acción pedagógica y psicológica que utiliza la acción corporal con el fin de
mejorar o normalizar el comportamiento general del niño facilitando el desarrollo de todos
los aspectos de la personalidad. (Madrona et al., 2008)
Referencias
Madrona, P., Contreras, O. R, & Gómez, I. (2008). Habilidades Motrices En La Infancia Y
Su Desarrollo Desde Una Educación Física Animada. Revista Iberoamericana De
Educación, (47), 71–96. Recuperado de
https://rieoei.org/historico/documentos/rie47a04.pdf
López, V. (2013). Las habilidades motrices básicas en educación primaria: Aspectos de su
desarrollo. Tándem:Didáctica de la Educación Física, (43), 89–96. Recuperado de
https://dugi-doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/10619/habilidades-motrices.pdf?
sequence=1n
Pérez, G., & Beleño, M. (2013). El desarrollo de las habilidades motrices en la Educación
Física Escolar. OLIMPIA. Revista de la Facultad de Cultura Física de Granma, 5(33), 57–
70. Recuperado de https://dugi-doc.udg.edu/bitstream/handle/10256/10619/habilidades-
motrices.pdf?sequence=1n

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