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FILIPENSES
25/07/2020
I. ANALISIS ESTRUCTURAL DE LA CARTA
a. Unidad, 4:1-3
b. Características de Cristo, 4:4-9
2. Pablo repite su gratitud por la ayuda de los filipenses:
3. Un típico cierre Paulino, 4:21-23
Palabras claves: Cristo, Jesús, gozo (gozarse, regocijarse), sentir (pensar unánimes),
evangelio.
Trasfondo: La iglesia de Filipos fue la primera en establecerse en Europa (ver Hechos
16:8-40). Filipenses es llamada en algunas ocasiones la "Epístola de la Experiencia
Cristiana," porque trata de la conducta personal más que de la teología. Su nota
predominante es el gozo de la vida cristiana.
Aplicación personal: Pablo exhorta a seguir su ejemplo y a “tener ánimo para hablar
la palabra de Dios sin temor.” Pablo nos exhorta a perseverar ante la persecución, a
estar “firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio.”
2.- Contexto cultural.- Aunque Filipos no era la capital de la provincia ni del distrito
(este honor le correspondía a Anfípolis), el hecho de ser un centro comercial y de estar
en buena ubicación cerca de la Vía Ignacia, la hacía la ciudad más importante del este
de Macedonia. La prosperidad se reflejaba en una arquitectura cultural particularmente
imponente respecto al tamaño del área urbana: el foro se ordenó en dos terrazas de
una parte y otra hacia la calle principal. Entre el tiempo del emperador romano Claudio
y los Antoninos, el teatro fue agrandado y dispuesto para recibir los juegos romanos.
Una abundante epigrafía latina da testimonio esta abundancia. Los filipenses, por su
cultura asociada al comercio y el intercambio, habrían tenido pocas excusas para
aventurarse a las misiones, llevando el evangelio junto con sus negocios, o bien
aprovechando los caminos y rutas marítimas para viajar a regiones aledañas. En este
sentido, compartían el mismo espíritu misionero que los macedonios de Tesalónica
(1Tes. 1.8).
3.- Contexto político.- Para el tiempo de los Hechos de los Apóstoles, la ciudad era
la más importante de la provincia romana de Macedonia, y una colonia (Hechos.
16.12). Esto es muy importante para entender el trasfondo de su sistema de
organización por Prétores, magistrados y alguaciles (Hechos.16.22, 35) y para
comprender la perspectiva de los habitantes de esta ciudad. Es entendible el temor de
los magistrados al escuchar que Pablo y Silas eran romanos, pues les habían azotado
sin un juicio y por ende habían violado sus derechos (Hechos.16.37-39). Dado que los
ciudadanos romanos en Filipos tenían derechos equivalentes a los de Italia, esta falta
era aún más grave. Igualmente con este contexto se comprende mejor el temor del
carcelero, que prefería quitarse la vida a enfrentar cargos por dejar que los presos
escaparan (Hechos.16.27).
5.- Contexto geográfico.- Filipos (Strong G5375 Φίλιπποι – Philippoi, pl. de Filipo)
era una ciudad de Tracia, en la Macedonia oriental (actualmente Grecia). Estaba
situada en una planicie rodeada por montañas, aproximadamente a 16 Kilómetros del
Mar Egeo (parte del mar Mediterráneo comprendida entre Grecia y Turquía). Cerca
había minas de oro, especialmente las de Asyla, lo cual tuvo una gran relevancia en su
desarrollo histórico durante los siglos IV y III a.C.
Esta ciudad de Filipos era tan diferente de cualquier otra que estos viajeros
habían visitado hasta entonces, que tuvieron que pasar unos cuantos días en ella para
orientarse. Luego llegó su primer día de reposo en Europa. A la salida de la ciudad por
la parte oeste había una gran arcada extendida sobre la Vía Egnacia, la cual unos
kilómetros más lejos cruzaba el rápido y estrecho río Gangites, que vertía sus aguas al
Struma. En alguna parte por los márgenes del río, los hombres encontraron un “lugar
de oración”. La palabra usada en el original se emplea a veces como sinónimo de
“sinagoga”, aunque en este caso no era realmente una sinagoga: no había hombres
presentes, ni culto formal, ni lectura de la ley y los profetas. Probablemente había
pocos judíos en Filipos. ¿Es posible que también esta colonia romana se hubiese
mostrado hostil siguiendo el espíritu de la metrópoli? El emperador Claudio (41–54
d.C.), aunque al principio se manifestó como amigo de los judíos, posteriormente
decreto su expulsión de Roma (50 d.C. o un poco después). Sea como fuere, Pablo y
sus compa-ñeros les hablaron a las mujeres que se hallaban reunidas en este lugar
de oración para celebrar sus cultos judíos
7.- Contexto Filosófico A toda la comunidad de Filipole fue otorgada la Jus Italicum ,
de manera que los habitantes de esta ciudad gozaban no sólo de privilegios
económicos, tales como la exención del tributo y el derecho a adquirir, conservar, o
transferir propiedades, sino también de ventajas políticas, como el ser independientes
de la autoridad del gobernador provincial, y el derecho y la responsabilidad de regirse
por sí mismos en los asuntos civiles. El control del gobierno de la ciudad estaba en
manos de los funcionarios que gustaban llamarse praetores duumviri , es decir, os
dos comandantes civiles , palabra traducida al griego libremente por στρατηδοί . Y
como en Roma, estos comandantes civiles o magistrados tenían sus lictores
portafasces, o sea, policías o alguaciles (ῥαβδούχοι ).Roma sabía lo que hacía
creando colonias por doquier. Las ventajas eran mutuas. No so-lamente se
beneficiaban los colonizadores con sus muchos privilegios, como ya hemos visto,
sino que también Roma se aprovechaba de estos planes en doble medida:
salvaguardando sus fronteras contra el enemigo y recompensando al mismo tiempo a
sus veteranos. Después de todo lo dicho estaremos más capacitados para entender
lo que Lucas nos cuenta en el capítulo 16 de Hechos referente al establecimiento de la
iglesia en Filipos, y (b) la epístola de Pablo a los filipenses. En cuanto a lo primero,
véase la próxima sección: La iglesia en Filipos. Y en cuanto a lo último, nótese lo
siguiente: Pablo, escribiendo desde su prisión en Roma, habla del progreso del
evangelio entre los miembros de la guardia pretoriana (1:13). Y hace mención de ella
porque sabe que sus lectores, muchos de los cuales pertenecería sin duda alguna a
familias de veteranos, sentirían un vivo interés en ello. En ninguna otra epístola
menciona esta guardia. Él dice: “Solamente continuad ejerciendo vuestra ciudadanía
de una manera digna del evangelio de Cristo” (1:27).
8. Contexto Idiomático. Filipos, pues, era una colonia romana. Era como una Roma
en miniatura, una reproducción en pequeña escala de la ciudad imperial. Sus
habitantes eran predominantemente romanos, aunque los nativos vivían junto a ellos,
y poco a poco se fueron mezclando. Naturalmente los ciudadanos de Roma sentían el
gran orgullo de ser ciudadanos romanos. Es más, gozaban de los mismos derechos
que cualquier otro ciudadano del imperio: tales como el estar exentos de ser azotados,
no poder ser arrestados, salvo en casos extremos, y el derecho de apelar al
emperador. Tenían sus nombres registrados en los archivos de Roma; su lenguaje era
el latín; y les gustaba vestirse según el estilo de Roma. Las monedas de Filipos
ostentaban inscripciones latinas. Cada veterano recibió del emperador una concesión
de tierra.
C. PARRAFOS:
A: Dejando todo atrás: Filipenses 3:12-13
B: Prosigo a la meta: Filipenses 3:14
C: Siendo ejemplo: Filipenses 3:15-17
D: Los que se desvían: Filipenses 3:18-19
E: La esperanza transformadora: Filipenses 3:20-21
No que
lo haya alcanzado ya
ni que ya sea perfecto
sino que prosigo
por ver si logro asir aquello
para lo cual fui también asido
por Cristo Jesús
Hermanos
Yo mismo
No pretendo
Haberlo ya alcanzado
pero
una cosa hago
olvidando ciertamente
lo que queda atrás
y
extendiéndome
a lo que está delante
prosigo
a
la meta
al premio
del
supremo llamamiento
de Dios
en Cristo Jesús.
Así que
todos
los que
somos perfectos
esto mismo sintamos
y
si otra cosa sentís
esto también
os
lo revelará Dios
Pero en
aquello
a que
hemos llegado
sigamos
una misma regla
sintamos
una misma cosa.
Hermanos
Sed Imitadores de mí
y
mirad
a los que así se conducen
según
el ejemplo que tenéis
en nosotros.
Porque
por ahí
andan muchos
de los cuales os dije muchas veces
y
aun ahora lo digo llorando
que
son enemigos de la cruz de Cristo
el fin
de los cuales
será perdición
cuyo dios es el vientre
y
cuya gloria
es su vergüenza
que
sólo piensan
en lo terrenal.
Mas
Nuestra ciudadanía
Está en los cielos
de donde también
esperamos al Salvador
al Señor Jesucristo
el cual
transformará el cuerpo
de la humillación nuestra
para que sea semejante
al cuerpo de la gloria suya
por el poder
con el cual
puede también sujetar
a sí mismo
todas las cosas.
Filipenses 3:20
Efesios 2;19
Filipenses 2:17
A lo largo de este tema hemos notado el gran amor que pablo tenia por esta
iglesia, pues en su contenido no expresa reprensiones por su doctrina y deja destacar
su orden de liderazgo, esta iglesia fue fundada por él y los hechos fueron registrados
en Hechos 16:12-40. Por ejemplo, fue en Filipos donde Pablo ganó su primer
convertido de Europa, la mujer comerciante Lidia. Y fue en Filipos donde lo
encarcelaron a causa del exorcismo que le hizo a una niña esclava. Fue allí también
donde el conocido carcelero filipense declaró su fe en Cristo, a causa de su asombro
por la compasión de Pablo hacia él. El ministerio de Pablo en Filipos fue tan exitoso
que incluso después de que dejo la ciudad, los cristianos filipenses apoyaron a Pablo,
enviándole varias veces regalos monetarios cuando tuvo necesidades económicas.
Filipenses 4:15-16
Pablo dice que “está tratando de agarrar aquello para lo que Cristo le agarró a
él”... Este es un pensamiento maravilloso. Pablo sentía que, cuando Cristo le detuvo
en el camino de Damasco, tenía una visión y un propósito para él; y Pablo sentía que
para toda su vida estaba obligado a proseguir adelante… Su pensamiento gira
alrededor de la idea de que toda persona que es agarrada por Cristo con algún
propósito debe proseguir durante toda su vida hasta alcanzar aquel propósito para el
que Cristo la agarró a ella. Con ese fin, Pablo hace dos cosas: olvida las cosas que va
dejando atrás y avanza en procura de las que tienen por delante de su presente…
Había otro grupo de gnósticos que mantenían una posición diferente. Argüían
que una persona no podía llegar a ser completa hasta que hubiera experimentado todo
lo que la vida puede ofrecer, tanto bueno como malo. Por tanto, decían, una persona
tenía el deber de sumergirse en las profundidades del pecado lo mismo que escalar
las alturas de la virtud.
Dentro de la Iglesia había dos clases de personas a las que se podían aplicar
estas acusaciones. Estaban los que tergiversaban el principio de la libertad cristiana,
que decían que en el Cristianismo ya no existía ninguna ley, y que el cristiano tenía
libertad para hacer lo que quisiera… Convertían la libertad cristiana en libertinaje y
presumían de dar rienda suelta a sus pasiones… Estaban los que tergiversaban la
doctrina cristiana de la gracia. Decían que, puesto que la gracia era suficientemente
amplia para cubrir cualquier pecado, uno podía pecar todo lo que quisiera sin
preocuparse; todo daba lo mismo ante un Dios que lo perdonaba todo.
Quienesquiera que fueran, Pablo les recuerda una gran verdad: “Nuestra
ciudadanía está en el Cielo”, les dice… Esa era una figura que los filipenses podían
entender. Filipos era una colonia romana. Por todas partes, en puntos militarmente
estratégicos, los romanos establecían sus colonias. En tales lugares, los ciudadanos
eran mayormente soldados que se habían licenciado después de cumplir los veintiún
años de servicio, a los que Roma recompensaba con la ciudadanía plena. La
característica principal de estas colonias era que, dondequiera que estuvieran, eran
auténticas réplicas de Roma. Se vestía en ellas a lo romano; gobernaban magistrados
romanos; se hablaba latín; se administraba justicia romana; se observaba la moral
romana. Es como si Pablo les dijera a los filipenses: “Lo mismo que los de las colonias
romanas no se olvidan nunca de que pertenecen a Roma, vosotros no debéis olvidar
nunca que sois ciudadanos del Cielo, y vuestra conducta debe corresponder a vuestra
ciudadanía”. La esperanza del cristiano es que llegará un día en que su humanidad se
transformará en nada menos que la divinidad de Cristo, y en el que la necesaria
bajeza de la mortalidad se cambiará en el esplendor esencial de la vida inmortal.
X. APLICACIONES PRACTICAS
Pablo les exhorta a estar unidos al señor y alejarse de la gente malvada que
los quiere devolver a vivir la vida de esclavitud en el judaísmo, él había cumplido todas
las cosas del Judaísmo y las tenía por basura ya que no añadían nada al verdadero
evangelio de salvación por fe en Jesucristo, La meta primordial era llegar a conocer a
Jesucristo, su sufrimiento, muerte y resurrección, sigan ustedes mi ejemplo y no vayan
tras aquellos cuyo dios es su propio apetito, como ciudadanos del cielo esperamos
que Jesucristo regrese por nosotros.
Pablo les dice que él no pretende afirmar que ya lo ha alcanzado todo, que ya
es perfecto, pero en vista de que Cristo me alcanzo primero a mí, yo sigo adelante con
la esperanza de alcanzar lo que Dios ha preparado para mí de acuerdo a buena y
santa voluntad. Deben olvidarse de lo que queda atrás y seguir firmes poniendo la
meta en lo que está delante, nuestro objetivo primordial es alcanzar la meta, terminar
la carrera y obtener el premio prometido de la salvación, ese premio es por medio de
la fe en cristo Jesús. Nosotros que hemos madurado en lo espiritual debemos pensar
de la misma forma, guiarnos por la misma norma o regla, si hay diferencias de
pensamientos en algunas cosas Dios nos los revelará a su debido tiempo, pero
debemos aferrarnos al conocimiento que ya hemos alcanzado, a lo que hasta ahora
está claro y preciso en cuanto a nuestra fe y nuestra salvación