Está en la página 1de 18

PARTICIPANTE:

Juana fernandez 11-3092

Andilina Peña 16-7077

Juan carlos Pereyra 13-3038

Fredy peña león 16-7797

Robinson David 17-0260

MATRICULA:

MATERIA:

DERECHO ADMINISTRATIVO

FACILITADORA:

Lic. Pedro Ecolastico


ANALIZA DOS SENTENCIAS DICTADA POR
EL TRIBUNAL SUPERIOR ADMINISTRATIVO
INTRODUCCION

La justicia dominicana amparada en una figura jurídica novedosa, contemplada


en la Constitución en al artículo 164, el que establece lo siguiente: Artículo
164.- Integración. La Jurisdicción Contencioso Administrativa estará
integrada por tribunales superiores administrativos y tribunales contenciosos
administrativos de primera instancia. Sus atribuciones, integración, ubicación,
competencia territorial y procedimientos serán determinados por la ley. Los
tribunales superiores podrán dividirse en salas y sus decisiones son
susceptibles de ser recurribles en casación.

Asimismo en el siguiente artículo, numerales 2 y 3 expresa: Artículo 165.-


Atribuciones. Son atribuciones de los tribunales superiores administrativos, sin
perjuicio de las demás dispuestas por la ley, las siguientes:

2) Conocer de los recursos contenciosos contra los actos, actuaciones y


disposiciones de autoridades administrativas contrarias al Derecho como
consecuencia de las relaciones entre la Administración del Estado y los
particulares, si éstos no son conocidos por los tribunales contenciosos
administrativos de primera instancia;

3) Conocer y resolver en primera instancia o en apelación, de conformidad con


la ley, las acciones contencioso administrativas que nazcan de los conflictos
surgidos entre la Administración Pública y sus funcionarios y empleados civiles.

Estas disposiciones constitucionales nos dan la seguridad de establecer un


breve análisis sobre la Sentencia 500-13, más o menos objetivos, pues
partiremos de los principios que emanan del instrumento legal más idóneo para
ventilar todo lo concerniente a violaciones al derecho fundamental de las
personas, desde la perspectiva del Régimen de Seguridad Social.
LA SENTENCIA 500-13

La señora MARGARITA FONTANA GONZALEZ interpuso un recurso de


amparo, por ante el Tribunal Superior Administrativo, mediante el cual solicita a
dicho estamento judicial dejar sin efecto la Resolución de la Súper Intendencia
de Pensiones (SIPEN), marcada con el número 352-13.

La acción de Amparo fue interpuesta en fecha 18 de octubre del año 2013, por
la señora MARGARITA FONTANA GONZALEZ, en cuanto a la declinatoria de
pensión, establecidas en la Resolución 352-13, de fecha 21 de julio del 2013,
por la compañía de seguros Universal, por discapacidad o por proscripción,
debidamente representada por sus abogados, quienes elevaron dicho recurso,
esgrimiendo las razones por las cuales la SIPEN y dicha compañía
aseguradora habían violado derechos consagrados en nuestro texto
Constitucional en contra de la accionante.

Como dijimos anteriormente dicha Acción de Amparo, buscaba dejar sin


efectos la resolución 322-13, ya que a juicio de los representantes chocaba de
forma directa con la Constitución y las leyes especiales del régimen de
Seguridad Social.

El inicio de este proceso viene como resultado de que en año 2010, el 30 de


diciembre elevó una instancia en la que solicitaba, de acuerdo a las
disposiciones de la 187-01, sobre el Régimen de Seguridad Sosia, a la AFP
Popular una pensión por discapacidad, ya que había sido diagnosticada con
una anomalía cardiovascular hipertensiva, arrítmica cardiaca, nefrectomía
radical post tumor y depresión crónica.

El expediente de solicitud de pensión fue remitido a la Comisión Médica de la


AFP, para su evaluación, la que posteriormente estableció mediante los
cálculos que a su juicio establece la ley 187-01, un porcentaje de discapacidad
de un 60.42%, dictamen que fue apelado por la accionante por ante la
Comisión Medica Nacional (CMN), amparada en el dictamen de la comisión
Medica Regional que, la cual mediante comunicación 0002045 de fecha 25 de
abril determinó que el porcentaje correspondiente era de un 68.28% decisión
que fue remitida a l Superintendente de Pensiones, en calidad de presidente de
la Comisión Técnica de Discapacidad.

Que después celebradas varias audiencias en dicho tribunal, y estar


depositadas las pruebas pertinentes por las partes involucradas, tanto
accionantes como accionadas, y las partes accionadas haber solicitado al
Tribunal Superior Administrativo, mediante un medio de inadmisibilidad
rechazar la Acción de Amparo, por supuestamente estar mal fundada, carente
de base legal e improcedente, el tribunal deliberó y FALLA lo siguiente:

PRIMERO: UNICO Acumula los medios de inadmisión incoados por la parte


accionada y los intervinientes forzosos para dictar Sentencia en cuanto al fondo
y así el Tribunal pueda deliberar.

Después de haber escuchado y estudiado los expedientes, el Tribunal bajo


argumentos claros y debidamente definidos por la Constitución política de la
república y esgrimiendo la protección de los derechos fundamentales de los
ciudadanos, como objeto especifico de toda normativa constitucional, y muy en
especial cuando se trata de la especie, por tratarse de derechos que protegen
la dignidad humana.

Asimismo el Tribunal plantea en cuanto al interviniente forzosa de la AFP


Popular, solicita retirar la intervención forzosa incoada por la parte accionante
por falta de derecho para actuar en su contra.
Pudimos constatar que en uno de sus considerandos el Tribunal define, según
lo establece la ley 834 del 15 de julio del 1978, de la siguiente “Constituye un
medio de inadmisibilidad todo medio que tienda a hacer declarar al adversario
inadmisible en su demanda, sin examen al fondo, por falta de derecho para
actuar, tal como la falta de calidad, la falta de interés, la prescripción, el plazo
prefijado, la cosa juzgada.

En cuanto al pedimento de la AFP Popular el Tribunal entendió como un


exceso por parte de la accionante, las pretensiones de que La Súper
Intendencia de Seguros a obligar a dicha institución a pagar una pensión que
bajo ninguna circunstancia le corresponde pagar, por lo que la demanda en
intervención forzosa contra AFP Popular es rechazada.

El TSA, dentro del marco de su jurisdicción y en consonancia con los


dictámenes de la Constitución y las leyes que rigen la materia y en la búsqueda
de establecer la razones que les permitieron abortar el fallo de dicho conflicto,
expresa que la motivación fundamental del conocimiento del caso está
únicamente basado en determinar si la Resolución 352-13, vulnera los
derechos fundamentales consagrados en nuestra carta Magna de la señora
MARGARITA FONTANA GONZALEZ.

En cuanto a las pruebas depositadas el tribunal confirma que pudo comprobar


que ciertamente los hechos esbozados por medio de las pruebas depositadas
por la señora MARGARITA FONTANA GONZALEZ, por intermedio de sus
abogados están acorde con la relación y desglose del expediente. Por lo tanto
después del análisis y la revisión de los mismos falla de la siguiente manera:
Resumen: 1ero. Rechaza los medios de inadmisión planteados por la (SIPEN),
(AFP) Popular, Seguros Universal y el Procurador General Administrativo, en
virtud de los artículos, 70-1 y 70-2 de la ley 137-11 por los motivos que
entendieran pertinentes.

Que a fin de poder analizar con más claridad dicho trabajo, colocaremos los
artículos invocados por TSA, y a así sostener nuestros argumentos con lo
expresado textualmente por dicha ley.

Artículo 70.- Causas de Inadmisibilidad. El juez apoderado de la acción de


amparo, luego de instruido el proceso, podrá dictar sentencia declarando
inadmisible la acción, sin pronunciarse sobre el fondo, en los siguientes casos:

1) Cuando existan otras vías judiciales que permitan de manera efectiva


obtener la protección del derecho fundamental invocado.

2) Cuando la reclamación no hubiese sido presentada dentro de los


sesenta días que sigan a la fecha en que el agraviado ha tenido
conocimiento del acto u omisión que le ha conculcado un derecho
fundamental.

En tal sentido el TSA, se había reservado el fallo en cuanto al planteamiento de


inadmisibilidad trazado por los accionados y resuelve en el fondo en
cumplimiento a lo estrictamente expreso en la ley Orgánica del TC.

Declara bueno y valido en cuanto a la forma, la acción de amparo incoada por


la señora MARGARITA FONTANA GONZALEZ, acoge como bueno y valido
en cuanto al fondo la acción de amparar inconstitucional por haber comprobado
la vulneración de los derechos fundamentales de la dignidad humana,
protección de las personas de la tercera edad, protección de las personas con
discapacidad y el derecho a la seguridad social en contra de la accionante.

Ordena a la SIPEN de manera inmediata confirmar la cobertura y a establecer


la pensión correspondiente y realizar un pago retroactivo que contemple las
pensiones que debieron ser otorgadas desde la fecha de la concreción de la
discapacidad a cargo de la empresa SEGUROS UNIVERSAL. SA.

IMPRESIÓN PERSONAL DEL TEMA

Atendiendo que somos un Estado signatario de convenios internacionales en


materia de derechos Humanos y que nuestra constitución les asigna rango
constitucional es preciso iniciar mis ponderaciones personales, invocando la
Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 25.

Artículo 25. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le
asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de
sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.

Considerando que el artículo 8 de nuestra constitución establece de manera


específica cual es la función del Estado dominicano “Es función esencial del
Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de su
dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma
igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y
de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los
derechos de todos y todas”.

Por tales motivos y a sabiendas de que de que la Seguridad Social es un


aspecto fundamental dentro de las funciones del Estado, por garantizar la
dignidad humana y brindar justicia social a las personas independientemente
de las edades, y status o nivel cultural defendemos el fallo del TSA en
Sentencia 500-13

Que las razones que permiten determinar a los jueces la veracidad de la


vulneración de o la conculcación de un derecho fundamental en materia de
discapacidad están contenidas en el artículo 57 de nuestra Carta Magna y
cito. “Artículo 57.- Protección de las personas de la tercera edad. La familia,
la sociedad y el Estado concurrirán para la protección y la asistencia de las
personas de la tercera edad y promoverán su integración a la vida activa y
comunitaria. El Estado garantizará los servicios de la seguridad social integral y
el subsidio alimentario en caso de indigencia”.

Que la constitución es clara y no deja espacio a la duda cando establece en su


artículo 60, sobre seguridad social lo siguiente: Artículo 60.- Derecho a la
seguridad social. Toda persona tiene derecho a la seguridad social. El Estado
estimulará el desarrollo progresivo de la seguridad social para asegurar el
acceso universal a una adecuada protección en la enfermedad, discapacidad,
desocupación y la vejez.

La claridad con que es planteado dicho artículo en referencia a la Seguridad


Social, así como también la adecuada protección en la enfermedad y
discapacidad, al parecer no fue tomado en cuenta por la SIPEN, a la hora de
emitir la Resolución que generó el conflicto entre las partes.
Tampoco ponderó las disposiciones constitucionales en cuanto a la
consagración y las garantías de los derechos fundamentales de las personas,
razón por la que se crea el constitucionalismo en la nueva legislación mundial
como muro de contención entre los poderes del Estado y las personas a fin
de que el monopolio de la violencia no conculque derechos de los ciudadanos,
la que está tácitamente expresa y descrita en el siguiente artículo.

Artículo 68.- Garantías de los derechos fundamentales. La Constitución


garantízala efectividad de los derechos fundamentales, a través de los
mecanismos de tutela y protección, que ofrecen a la persona la posibilidad de
obtener la satisfacción de sus derechos, frente a los sujetos obligados o
deudores de los mismos. Los derechos fundamentales vinculan a todos los
poderes públicos, los cuales deben garantizar su efectividad en los términos
establecidos por la presente Constitución y por la ley.

Que al emitir la resolución que crea el conflicto no fue evaluada la ley 187-01
que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social y sus modificaciones,
en su artículo 46 literales ay b,

Artículo 46. Pensión por discapacidad, total o parcial.

Se adquiere una discapacidad total cuando el afiliado acredite:

a). Sufrir una enfermedad crónica cualquiera que sea su origen. Se considera
discapacidad total, cuando se reduzca en dos tercios su capacidad productiva,
y discapacidad parcial entre un medio y dos tercios; y

b). Haber agotado su derecho a prestaciones por enfermedad no profesional o


por riesgos del trabajo de conformidad con la presente ley.
Dejando más que claro que la accionante por complejidad y delicadez de su
caso cumplen a cabalidad con todo lo referente a la pensión por discapacidad y
o enfermedad y a la petición de Acción de Amparo por parte de la accionante
ante el TSE.

Que el derecho administrativo en la legislación dominicana, así Como en todas


partes Del mundo se ha creado con el fin de regular la actividad Del Estado, en
cuanto a la función administrativa y la relación de este con los particulares y
entre los particulares y el aparato público.
LA SENTENCIA TC/0168/13

Coordinadora Del Observatorio Judicial Dominicano.

En su punto neurálgico, la sentencia dispone que los hijos de extranjeros sin


residencia legal permanente nacidos en territorio dominicano, no son titulares
de la nacionalidad de este país. Al mismo tiempo, establece un procedimiento
de “regularización” de los registros de actos del estado civil desde 1929 hasta
2007, ordenando la creación de libros-registro especiales de nacimientos de
extranjeros.
En esta coyuntura, es un hecho que resalta considerablemente la modificación
de la Carta Magna en el año 2010. Fruto de ella, en la parte relativa a la
nacionalidad fueron incorporados algunos elementos no contemplados en la
Constitución anterior1; sin embargo, el artículo 18 de la Constitución actual
permite apreciar los criterios jurídicos de jus soli y jus sanguinis al igual que la
del años 2002.
La novedad que se evidencia en la lista de excepciones relativas a la titularidad
de la nacionalidad como una consecuencia de estos criterios, se centra en que
además de los hijos de extranjeros miembros de legaciones diplomáticas y
consulares y de extranjeros en tránsito, se especificó que también quedan
exceptuados los hijos de los que residan ilegalmente en territorio dominicano.
La principal interrogante a la que ha dado lugar la decisión del TC conserva un
sentido muy práctico en estos momentos, sobre todo considerando las
múltiples reacciones de la sociedad civil y la comunidad jurídica. Lo polémico
del tema se agudiza en torno a la situación de los hijos de descendientes
haitianos, y crea un escenario propicio para reflexionar sobre la siguiente
pregunta: ¿pueden ser consideradas “personas” en tránsito aquellas con status
de residentes ilegales anterior a la Constitución del año 2010.

Miembro de la Junta Central Electoral.

Pretendiendo demostrar que las declaraciones de nacimientos deben contener


el número de Cédula Personal de Identidad de los padres y las madres de los
hijos declarados, el Tribunal Constitucional en uno de sus argumentos de la
página 32, cometió el delicado error de transcribir en perjuicio de los
descendientes de padres extranjeros, una versión del artículo 46 de la Ley 659
sobre Actos del Estado Civil, del 17 de Julio de 1944, que había sido derogada,
tal y como se demuestra en la Certificación No. 647/2013, expedida por el
Archivo General de la Nación en fecha 8 de noviembre del 2013”.
El texto incorrectamente utilizado en la sentencia reza: “Art. 46.- En el acta de
nacimiento se expresarán el día, hora y lugar en que hubiese ocurrido, el sexo
del niño, los nombres que les den, los nombres, apellidos, edad, profesión,
domicilio, y número y sello de la Cédula Personal de Identidad del padre y de la
madre, si fuere legítimo, y si fuere natural los de la madre; y los del padre, si
este se presentare personalmente a reconocerlo; los nombres, apellidos, edad,
Profesión y domicilio del declarante si hubiere lugar”.
El texto vigente y que debieron utilizar los jueces del Tribunal Constitucional es
el siguiente: “Art. 46. En el acta de nacimiento se expresarán el día, hora y
lugar en que hubiese ocurrido, el sexo del niño y los nombres que se le den: los
nombres, apellidos, edad, profesión u ocupación, domicilio y nacionalidad del
padre y de la madre si fuere legítimo, y si fuere natural los de la madre; y los
del padre, si éste se presentare personalmente a reconocerlo; los nombres,
apellidos, edad, profesión u ocupación, domicilio, nacionalidad y número, serie
y sello de la Cedula Personal de Identidad del declarante.
Con la simple lectura del texto incorrectamente utilizado por el Tribunal
Constitucional y del correcto, se aprecia que uno de los propósitos del
legislador al modificar ese artículo no fue otro que el de eliminar el requisito de
que en el acta de nacimiento tuviera que expresarse el número de la Cédula de
Identidad Personal del padre y de la madre.
El segundo error material cometido por el Tribunal Constitucional en la
sentencia 0168/13 consiste en la inobservancia de la ley 6125 sobre la cédula
de identificación personal. El Tribunal Constitucional, en la página 34 de la
sentencia, usa como criterio el párrafo II del modificado artículo 1 de dicha ley,
en el sentido de que para que un extranjero que permaneciera por más de 60
días pudiera obtener su Cédula de Identificación Personal, tendría que
presentar su pasaporte correctamente visado, su permiso de residencia original
o renovado o el certificado de exoneración, lo que rodó por el suelo con la
reforma del gobierno del Prof. Juan Bosch, que fue más lejos al decidir eliminar
ese párrafo y agregar en el párrafo II lo siguiente: “Para los fines de esta Ley,
se considerarán residentes los extranjeros que permanezcan más de sesenta
días en el país “Cómo se observa, esta ley le da categoría de residentes a los
padres de Juliana Deguis, que es una categoría legal, derribando el criterio del
TC que estableció en la página 34, letra j, “que estos no se habían provisto de
la Cédula de Identificación Personal, cuando efectuó la indicada declaración de
nacimiento de su hija.
Explica que la categoría legal de residentes de los extranjeros por el solo hecho
de permanecer por más de sesenta días en el país, tira por el suelo el criterio
del Tribunal Constitucional de que todo aquel que no tenía cédula al momento
de declarar a su hijo era ilegal.
“Además derrumba el concepto de transeúnte que sustentó la Suprema Corte
de Justicia y que no debió ser asumido jamás por el TC, debido a que además
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su sentencia del 8 de
septiembre de 2005, en el caso Yean y Bosico vs. República Dominicana había
establecido el criterio de que un extranjero que desarrolla vínculo en un Estado
no puede ser equiparado a un transeúnte o a una persona en tránsito”

Miembro de la Junta Monetaria. Periodista.

La histórica Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional trazó la “raya de


Pizarro” entre la mayoría que aspiramos a legar a las futuras generaciones una
Patria soberana, sin conflictos étnicos; y del otro lado sectores con intereses
espurios ligados a ONG; periodistas vinculados a una facción política, así como
una comunidad internacional que pretende carguemos con Haití.
La sentencia del TC viene a poner un punto final e inapelable a los aspectos de
la ciudadanía contemplados en la Constitución de 2010, la sentencia de la SCJ
de 2005, la Ley de Migración y todas las constituciones vigentes desde 1929,
aunque los opositores furibundos a la sentencia se nieguen asimilar que el
término de “extranjeros en tránsito” es equivalente a un extranjero en condición
de estadía ilegal e irregular y por tanto sus hijos no son dominicanos. En el
caso de los descendientes de haitianos, en virtud de su Constitución, son
haitianos.
La sentencia, aparte de definir de manera inequívoca a quienes corresponde la
nacionalidad dominicana, establece las respectivas responsabilidades a la JCE
y la Dirección de Migración, ordena otorgar documentos de identidad a los
extranjeros residentes, en especial a los haitianos en su mayoría
indocumentados y, lo más importante, llama la atención al Estado para que
adopte una política migratoria, cuestión que no ha estado en la agenda de los
diferentes gobiernos.

Jurista.
“El que nació antes de las 10:00 de la mañana del 26 de enero del 2010, era
dominicano bajo la Constitución del 66, para eso fue que el constituyente
reformó la Constitución, porque si no la deja igual”. Este consideró que la
decisión 168-13 del Tribunal Constitucional viene a despojar de la nacionalidad
a miles de personas.
“Entonces, es una sentencia a todas luces absurda, a todas luces con efectos,
si se quiere, inhumanos, o sea, más allá del carácter vinculante de esta
decisión hay un deber de las autoridades de hacer una aplicación favorable de
las normas constitucionales, de las normas legales.
Dijo que personas nacidas y criadas en el país desde el 1929 a la fecha, que
han echado raíces, tienen familias, son profesionales y ejercen los más
diversos oficios, es totalmente injusto que pasen por esta situación.
“Definitivamente, esta decisión va a tener efectos muy importantes con relación
a decenas de miles de dominicanos, que en virtud de los principios que ha
establecido esta Constitución, caerían en una especie de limbo jurídico puesto
que su estatus nacional ha sido puesto en entredicho por la interpretación
retroactiva que ha hecho el Tribunal Constitucional”, argumentó.
Consideró que el TC ha hecho una interpretación violatoria de lo que fue la
decisión Yean y Bosico de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos,
donde se dice que el estatus migratorio de los padres no puede traducirse en el
despojo a la nacionalidad a sus hijos. Jorge Prats entiende que a partir de este
momento la administración pública tendrá que hacer cumplir la norma más
favorable en este caso, en virtud del artículo 74.4 de la Constitución de la
República. Indicó que la Carta Magna plantea que en el caso de los derechos
fundamentales, los operadores tienen que hacer una interpretación más
favorables de las persona.
“No hay dudas que entre la sentencia del Tribunal Constitucional número 168 y
la decisión Yean y Bosico, lo más favorable para los dominicanos, los
nacionales dominicanos de ascendencia haitiana es precisamente el concepto
establecido en Yean y Bosico, enfatizo.
“Cómo va a ser que el Tribunal, que le han llevado el amparo de una persona,
aparte de que esa persona llegó siendo dominicana y salió siendo haitiana,
aparte de eso quienes no fueron parte del proceso, también le ponen una
situación de limbo jurídico, por que ordenan una auditoría forense desde el año
1929 hasta la fecha, subrayo.
Manifestó que hay que hacer una regularización de todos los extranjeros que
se encuentran en la República Dominicana y repatriar los que se encuentran de
manera ilegal, cumpliendo las normas internas y verificar los casos de manera
individual.

Jurista.
El constitucionalista Juan Miguel Castillo Pantaleón defendió la decisión del TC
y externó que resulta erróneo decir que hay retroactividad en una sentencia
que lo que hace es determinar la ley aplicable en el momento en que surge el
derecho reclamado. La sentencia no “desnacionaliza” a nadie, porque toda
persona de padres conocidos tiene derecho a la nacionalidad de sus orígenes,
según dijo.
El destacado jurista aseveró que no existe posibilidad de apátrida cuando no se
concede indiscriminadamente la nacionalidad dominicana al hijo de extranjero
en tránsito nacido en RD. También indicó que las decisiones de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no tienen efecto vinculante en el
Derecho Interno dominicano, en tanto que el Congreso no ratificó el
reconocimiento de la CIDH.
Concluyó que la sentencia ya es una realidad jurídica incontrovertible. Todos
los poderes públicos han anunciado oficialmente su acatamiento, como
corresponde en una sociedad organizada y respetuosa de la institucionalidad.
 
 
 
 

CONCLUSION
Las formalidades dominicanas en materia de justicia deben cumplirse
rigurosamente, pues de no ser así a la hora de invocar la aplicación efectiva de
la mima, por parte de un ciudadano afectado, por una u otra persona, ya sea
esta, jurídica o física podría no tener los efectos buscados.

Por consiguiente la Acción de Amparo incoada por la señora MARGARITA


FONTANA GONZALEZ, fue acogida en cuanto al fondo ya que presentaba
desde el inicio una conexión entre la primera fase para que una autoridad
competente del Estado o cualquier otro tipo, deje sin efecto un Acto
administrativo, que de cómo resultante la vulneración de un derecho
fundamental.

Debemos ser coherentes con nuestras opiniones anteriores y expresar que


ciertamente, aplaudimos la decisión tomada por el TSA, toda vez que ha
cumplido con todas las disposiciones constitucionales y legales establecidas
con el fin superior de proteger la dignidad humana ampliamente expresad en
varios artículos de nuestra Constitución.

Así que damos formal sierre a este trabajo dando lectura a una disposición
constitucional, que trata sobre las formas de cómo como debe aplicarse y
llegarse un proceso judicial a fin de no que no se les viole los derechos a las
personas.

Artículo 69.- Tutela judicial efectiva y debido proceso. Toda persona, en el


ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, tiene derecho a obtener la
tutela judicial efectiva, con respeto del debido proceso que está conformado por
las garantías mínimas que se establecen a continuación:

Numeral 10) Las normas del debido proceso se aplicarán a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas.

También podría gustarte