Para nadie es un secreto que la naturaleza se ha venido degradando al pasar de los años gracias a

las acciones del hombre, pero ¿cómo hemos influido específicamente en esta degradación? Primero,
empecemos hablando del suelo y de su gran importancia, aquí es donde viven muchas especies que
se relacionan entre sí como el hombre y el ganado, si no tuviéramos este recurso, ¿dónde se podría
cultivar? La vida de nuestras huertas depende de todos los nutrientes en el suelo y la presencia de
los componentes abióticos, pero esto ¿qué significa? Fácil, son los recursos sin vida como agua, luz,
aire y sabemos que una semilla necesita todo esto para crecer sana. Mirando con lupa al suelo,
podemos dar las gracias al Rhizobium, una bacteria que que se encuentra en la raíces de las
legumbres y que por medio de la respiración de estas, ayuda a procesar el Nitrógeno que es un gas
que se encuentra en el aire, así brindando proteínas al suelo. Además de la gran labor que hacen las
lombrices, gracias a ellas podemos tener el abono que usamos en los cultivos, pero ¿por qué?
porque son organismos detritívoros o descomponedores pues ayudan a procesar las cáscaras de
huevo, papa, zanahoria y demás desechos de la cocina que usamos para formar ese nutriente abono
y debido a toda esta interacción, es que podemos cosechar grandes tomates y ricas hortalizas.
Dependemos enormemente de las plantas porque ellas son autótrofas, es decir, crean su propio
alimento llamado ATP, que le aporta la energía necesaria para funcionar y esta transformación la
hacen a partir de la luz solar, por un proceso llamado fotosíntesis, puede sonar muy complicado pero
es tan sencillo como esto: nosotros al levantarnos necesitamos alimento y recargar energía, por eso
tomamos un desayuno potente de pan, huevo, queso y chocolate caliente, estos alimentos provienen
del campo y este proceso lo llamamos alimentación, entonces el ATP, esos paquetes de energía que
consumen las plantas son ese desayuno que consumimos, la fuente de su energía no es el campo
sino el sol y dicho proceso de alimentación en las plantas se llama fotosíntesis, como ya lo habíamos
mencionado. Todo este proceso hace parte de un ciclo, los organismos del suelo procesan nutrientes
para las plantas, luego ellas suministran alimento a los animales como el ganado, que son fitófagos
porque se alimentan a base de materia vegetal como el pasto, y este a su vez nos sirve de alimento a
nosotros los carnívoros. Pero esta cadena se ve afectada por la inconsciencia del hombre y por su
afán por enriquecerse de manera desmedida, entonces surge la necesidad de competir contra las
grandes industrias que hacen el trabajo de la gente del campo a grandes escalas, optando por
estrategias de cosecha menos sanas pero más veloces, como el uso de pesticidas y fertilizantes
artificiales, el uso de estas herramientas se ve reflejado en todos los ecosistemas del planeta, desde
zonas montañosas de gran altitud como lo son los bosques húmedos, en estos hábitats se genera el
agua el agua que baja por la montaña y alimenta las poblaciones en su descenso, también arrastra
consigo dichos contaminantes y el exceso de agua contaminada por químicos o escorrentía,
alimentará las poblaciones montaña abajo, introduciendo en sus organismos agentes xenobióticos,
es decir, sustancias nocivas no propias de nuestro cuerpo. En conclusión, esta cadena de
contaminación es tan grave que puede ocasionar complicaciones en la salud, el crecimiento, hasta
en la gestación animal y humana, estos agentes contaminantes también son llamados agentes
teratogénicos por traer consigo problemas en la gestación. Cabe recalcar que los agentes
xenobióticos continúan el proceso hasta los océanos, los cuales son los receptores finales de toda la
contaminación que producimos y al final de todo, la llamada “evolución” nos afecta en igual medida
que beneficia.

Entonces, finalmente la invitación es, luego de entender lo importante que son los recursos naturales
para la vida en general, a comprometernos con el medio ambiente por medio de acciones más
responsables y conscientes, que lo que hacemos con nuestra tierra nos compete a todos, que si
queremos que la vida continúe su curso sin problemas, debemos tomar acciones desde casa y en
nuestro diario vivir para preservar todo lo que se nos ha heredado, que por un futuro por venir
también podamos entregar en buenas condiciones la vida sobre la tierra a las próximas
generaciones.