Está en la página 1de 33

CAPíTULO I

La modernidad y los diversos


nacionalismos

No hubo un primer nacionalista. Tampoco ningún momen-


to único en el que gente que no tenía una idea de nación
ni aspiraciones políticas o preferencias ideológicas hacia
su propio país comenzara de pronto a pensar en términos
nacionalistas. Por el contrario, varios hilos diversos de
cambio histórico convergen para producir el nacionalismo
moderno. Es un ejercicio yermo intentar "explicar" el na-
cionalismo (y sus ideas asociadas, como nación e identidad
nacional) buscando el primer ejemplo y estudiando luego
la difusión de terminología o prácticas. El término "na-
ción" es antiguo (aunque "nacionalismo" es relativamente
nuevo) pero antes de la era moderna sólo significaba "gen-
te unida por lugar de nacimiento y cultura:". Nada señala-
ba acerca de la relación de dicha identidad con respecto
a agrupamientos más grandes o más pequeños; tampoco
implicaba connotaciones políticas explícitas. Los primeros
ejemplos de nacionalismo moderno han sido diversamente
identificados en las tensiones que llevaron a la Guerra Civil
Inglesa (Greenfeld, 1992),los movimientos de independen-
2---
"Natio en la lengua cotidiana significaba originalmente un grupo de hom-
bres ligados por lugar de nacimiento, en mayor número que una familia,
pero en menor que un clan o un pueblo [...] El término se aplicaba particu-
larmente a una comunidad de extranjeros" (Kedourie, 1993: 5).
26 27
~~o~ _

cia latinoamericanos (Anderson, 1991), la Revolución Fran-


cesa (Alter, 1989; Best, 1988) y en la reacción y el Roman- l de las n aciones es importante, no puede., explicarlas
ttJra 1 t La formación estatal ha SIdo el factor mas
ticismo Alemán. Estas diferencias no pueden ser resueltas comp e o. 1 id
por t en la transformación de la forma y e senti o
en forma empírica; reflejan definiciones que varían sutil- 'mportan e ., d 1
1 'aciones culturales (aunque la extensión e as
mente. Para nuestros propósitos, bastará con indicar que de las van bi
. de producción y de mercado tam ien tomaron
hacia fines del siglo XVIII, durante la Revolución Francesa relacIOnes . da la exi
) La formación del Estado trajo apareja a a existen-
y su gestación, la formación discursiva estaba en pleno P.arte.
d n eJ'ército formado por ciudadanos, una crecien e
. t
uso. Cuánto hacía que esto ocurría continuará siendo un era e u ., d . 1
objeto de disputa, aunque antes de la era moderna no hay UnIifiica ción administrativa '. la construcción e carrunos,
. a
t darización lingüística, los SIstemas educativos popu-
punto alguno en que estas dimensiones hayan sido simul- els asn ocasiones para la participación política popular y
táneamente importantes. La mayoría de las dimensiones, o are, d . ,
otros muchos cambios que ayudaron a pro ucir una nueva
hilos en la trama del discurso nacionalista, tienen una lar- conciencia de identidad nacional. Pero no basta tener Es-
ga historia propia y, por supuesto, algunos países moder-
tado para crear una nación. .,
nos tienen historias previas al discurso del nacionalismo, Sería un error entrar en el debate acerca de SIson mas
aunque éstas son sólo constituidas retrospectivamente en importantes los factores culturales o los mate.rial.es:Ambos
historias nacionales (Armstrong, 1982). La nación inglesa, han sido cruciales y aparecieron de modo indistinto. De
por ejemplo, tiene sus raíces en la historia anglosajona y hecho, como han subrayado JoOOMeyer ~ sus ~ol~gas: ,la
está moldeada por la conquista normanda. Los conflictos forma moderna del Estado es en sí misma una institución
entre Inglaterra, Escocia y Gales ayudaron a que cada uno cultural en su naturaleza" (Thomas y Meyer, 1984: 461). In-
de estos pueblos tuviera una identidad distintiva. Pero la novaciones como el ejército de ciudadanos y la ed,:cación
Inglaterra (no la Gran Bretaña, a pesar de que los galeses estatal, el sistema de prestaciones sociales o los SIstemas
y los escoceses también lucharon) que Enrique V llevó a la impositivos son ideas que pueden ser compart~das en un
guerra con Francia se convirtió en objeto de un discurso flujo cultural global tanto como patrones matenales de ac-
realmente nacionalista con las reivindicaciones posteriores tividad. El discurso nacionalista es uno de los elementos
a la.memoria de Agincourt, en nuevos contextos políticos y más importantes de este flujo cultural global y ha tra.n~for-
sociales. Fueron Shakespeare y los historiadores posterio- mado los patrones culturales y la definición de etru~Idad
res quienes hicieron del "Rey Enrique" un nacionalista, y así como moldeado el proceso de formación estatal rrusmo.
aún así lo hicieron de modo incompleto.
No es que la identidad nacional, sencillamente, haya es-
El nacionalismo y el sentido moderno de nación no tado disponible para darles a los Estados ~us fro~teras,o
se pueden comprender sólo en términos del carácter cul- ser usada por los líderes políticos. Aunque tiene ~~ICesmas
turalmente distintivo de varias naciones, ni de los estados antiguas, fue moldeada por el proceso de formación estatal
modernos que le han dado al nacionalismo su sízníñcacíón -incluyendo las guerras- así como por la infra~struc~ura de
política más característica. Patrones culturales de larga Comunicación y transporte y el mercado. Al mIs.mo t~empo,
~ata han contribuido a la identidad nacional, pero el sen- el desarrollo y la propagación del discurso na.c~onahs.tano
tido y la forma de esos patrones culturales han sido trans- es reducible a la formación de Estados o manipulaciones
formados en la era moderna. Aunque el "contenido" cul- Políticas. Posee un sentido propio, aparece en arenas cul-
28 CRAIG CALHOUN ~~O~ 29
_

turales que no están directamente definidas por proyectos , eocupados por tener un público "nacional", y no
de construcción estatal y a menudo ha orientado la acción esten .pr stos lectores tienen poder estatal. El naciona . uismo
or SI e . l. .
popular para reformar o resistir ciertos patrones de cons- Pde los hinchas de fútbol tiene algunafs veces lml?lCancLlas
trucción estatal. La clave reside en considerar la nación líti s pero no deriva del todo de uentes po iticas. os
po 1 tea , , . . l.
como una "forma" y no meramente como el "contenido" aborígenes pueden utilizar la retonca naciona ista
de las diversas identidades nacionales. grupo~dO un tipo especial de reconocimiento, pero sin bus-
La cultura de un país en particular puede mostrar una
b usca
formación de un Estado
.
propIO o
1
a
.,
secesión
d
- e a-
e
mayor o menor continuidad a lo largo del tiempo, y puede car 1a . E· bri
da Brasil o Sudáfrica-. ¿Por qué excluirlos? sta im n-
ser más o menos integrada y uniforme, pero el nacionalis- na a, 1 . l·
cación más general en nuestras vidas l.e da ~ naciona ismo
mo es una manera de construir identidades que no interro- parte de su poder político. Somos naClona;lstas er: nuestro
ga mucho las variaciones, ya que simplemente supone la orgullo y en nuestro~ d~seos m.otivados solo parc~almente
profundidad temporal e integración interna. El historiador por cuestiones econorrucas (mientras nuestr? pals. ven?e
intelectual Elie Kedourie se acercó a este enfoque con su ya en el exterior). La gente responde al mensaje nacionalis-
clásica definición de nacionalismo: ta -desde banderas y ceremonias hasta convocatorias ex-
plícitas a tomar las armas y matar en nombre de. nuestros
El nacionalismo es una doctrina inventada en Europa a comien- países- por razones más profundas que las doctnnas. E~to
zos del siglo XIX. La misma pretende proporcionar un criterio es también porque el nacionalismo no pierde su fuerza -In-
para la determinación de la unidad poblacional apropiada para
cluso en los tribunales- sólo porque los investigadores sean
disfrutar de un gobierno exclusivamente propio, para el ejercicio
legítimo de poder en el Estado y la organización justa de una capaces de mostrar que no cumple adecuadamente como
sociedad de Estados. Esta doctrina, para ser breves, sostiene que doctrina las tareas que Kedourie describe, formando y ex-
la humanidad está naturalmente dividida entre naciones, que las pandiendo conflictos entre nacionalismos rivales en vez de
mismas pueden conocerse por ciertas características que pueden resolverIos de modo objetivo. El nacionalismo, como modo
ser descubiertas y que el único tipo de gobierno legítimo es el de imaginar comunidades -en palabras de Anderson- y de
auto-gobierno nacional (Kedourie, 1993: 1). dar forma, en consecuencia, a las identidades colectivas,
puede ser problemático o engañoso, pero esto no está bien
Sin embargo, el nacionalismo no es sólo una doctrina, o mal más que lo que pueden estarIo el ir;dividualismo, la
sino un modo básico de hablar, pensar y actuar. Limitar el ascendencia bilateral o el uso de dinero. Estos son los mo-
nacionalismo a una doctrina política -o, como dice Gellner dos de construir la realidad social en la que vivimos, y po-
(1983: S, 1988: 13) en su conciso resumen, a "un principio demos lamentarnos o compararIos desfavorablemente con
político que sostiene que debe haber congruencia entre la otras posibilidades, o desear cambiarIos, pero no admiten
unidad nacional y la política"- es limitar demasiado nuestra la simpleza de los juicios correcto/incorrecto.
visión. No le hace justicia al grado en que el nacionalismo Es cierta la afirmación de Kedourie de que el naciona-
y las identidades nacionales moldean nuestras vidas más lismo es moderno (aunque podríamos argüir acerca de las
allá de las preocupaciones explícitamente políticas -y, en fechas precisas). No sólo es un fenómeno reciente: es una
especial, más allá de la disputa acerca de la estructuración de las características definitorias de la era moderna. Es ésta
de las fronteras del Estado-. Los escritores probablemente Una era en la que el discurso del nacionalismo se ha con-
30 ~N.ALlS~MO~ _ 31
~

vertido en ~asi universal y ha sido ligado al poder práctico ara los viajeros, mostrando los caminos entre ciudades
sP
nelos
y las capacidades administrativas del Estado (tanto como mojones natura 1es, como 1as montanas;
- ofrecí
reClan una
es la era del capitalismo, la interconexión global y la in- y presentación mucho más difusa de quién vivía dónde,
novac~ón t~cnológica). Pero es fundamental reconocer que ~in pretender definir las fronteras de modo preciso. Los in-
el nacionalismo funciona, en parte, porque las identidades tentos por representar el mundo como un todo fueron po-
nacionales y toda la retórica del nacionalismo por lo gene- cos, aunque existieron esfuerzos precursores por parte de
ral aparecen como preexistentes, como antiguas o incluso algunos griegos en la era del Imperio Romano. Los mapas
como algo natural. tendían a mirar hacia las afueras desde los centros de poder;
fuera éste Roma o la antigua capital china de Xi'an.
El diseño de mapas declinó de forma dramática en
Trazando el mapa de la modernidad' Europa occidental luego de la caída del Imperio Romano.
Bizancio y algunas partes del mundo árabe retuvieron el
La mayor parte del tiempo pensamos a las naciones conocimiento de la antigua habilidad de los griegos y la re-
como dadas. Tenemos una imagen del mundo como divi- introdujeron en Europa occidental durante el Renacimien-
dido en distintos pueblos, cada uno de los cuales tiene su to. Los avances en las técnicas cartográficas se renovaron
propia identidad cultural y su propio país (aunque sabe- durante el siglo XV,incitados por el redescubrimiento de la
mos que alguna gente vive fuera de su país nativo o "na- geometría Ptolomeica y el desarrollo de nuevas técnicas de
tural"). Esta imagen se refuerza cuando viajamos: mostra- proyección de curvas en superficies planas. La idea de que
mos pasaportes y cruzamos puestos inmigratorios; cuando la Tierra era redonda ganaba credibilidad. Los mapas del
pagamos en la aduana y completamos los formularios que Renacimiento representaban nuevamente el mundo como
nos preguntan por nuestra nacionalidad. Incluso cuando un todo, comprendiendo mucho mejor las relaciones de
nos quedamos en casa, la idea de naciones es básica para los continentes con los océanos. Ayudados y estimulados
nuestra imagen del mundo como mapa. por los viajes de exploración, los mapas europeos ofrecían
Pero el globo no siempre estuvo dividido en el patch- un conocimiento mejorado, no sólo de la geografía física
work de países coloreados que hoy vemos en los mapas. sino también de la ubicación de los diferentes pueblos e
Este ~azado de mapas, con fronteras marcadas entre países imperios. El diseño de mapas se perfeccionó para ayudar
?' el"mtento de ~~ mirada desde arriba, "a vuelo de pá- a los navegantes y para informar de sus descubrimientos.
Jar~ , es una practica moderna'. La mayoría de los mapas Pero los mapas modernos también reflejaron una transfor-
solían ser locales -como los planos de la ciudad o los gráfi- mación tanto en la comprensión del mundo como en la or-
cos de la costa- o bien intentaban proporcionar instruccio- ganización social del poder.
En los siglos XVII Y XVIII, los mapas comenzaron a
En el original, el autor juega con el doble sentido del compuesto Mapping representar el mundo como dividido de modo preciso, con
Moderlllly tant? como una cartografía de la modernidad como un predica. territorios con fronteras claras en vez de límites difusos.
do de la capacidad para realizar mapas del período histórico-cultural (N.
del T.). ~sto reflejaba no sólo la pasión iluminista por la claridad
Para una ~istoria general del trazado de mapas, ver Thrower (1996).Una Sino también la división creciente del mundo en los diver-
breve y estImulante discusión sobre la relación entre mapas y nacionalismo sos Estados europeos y la consecuente politización, e inclu-
puede encontrarse en Anderson (1991:cap. 10).
32 CRAIG CALHOUN 33
., 'IONALlSM~O ------------------=":"
~
so militarización, de las fronteras. Fue fundamental para do estos Estados buscaron complementar su.
Segu n ,
esta transformación la idea de un mundo dividido natural- m ilitar con el desarrollo de la capacidad adrni-
mente en naciones discretas, cada una de ellas ligada a un po. d ert'va '
en el plano doméstico. Esta comenzaba por a
1
nlStra 1 f
estado o una unidad política distintiva. recaudación de impuestos que -en~re .~tras cosals- m.a~-
Primero y principal, los Estados europeos se hicier- . b las Guerras e incluía la conscnpcion para e serVICIO
Cla a o , . f ., , .
on más fuertes. Fueron ganando poder político y militar, militar4.Los líderes quenan m ormacion mas pre~Isa acer-
y 10 usaron en conflictos que tanto unificaban los terri- ca de los países que controlaban. En consecuencia, .parro-
.
torios bajo su control como creaban oposiciones relati- cinaron estudios que apuntaban a obtener un conocirruen-
vamente estables con los países vecinos. Aquellos man- to más preciso de la distribución de la tierra y su ~1~0.Los
datarios que movilizaban ejércitos de ciudadanos (en obiernos británicos fueron pioneros en ello, utilizando
vez de mercenarios) fortalecían el sentimiento de iden- ~apas catastrales -diseñados par.a mostrar pat~ones de
tidad común así como las distinciones con respecto a los utilización de la tierra y los registros de propiedad, a
países vecinos. La cartografía y el nacionalismo refle- menudo junto a otros factores de relevancia económica
jaron tanto la nueva unidad interna como la precisión en y administrativa- ya en el siglo XVI,.para contribuir ~ la
la demarcación de fronteras. El punto culminante tuvo colonización de Irlanda. Desde el siglo XVIII, especial-
lugar durante las guerras napoleónicas. Napoleón no mente, la integración doméstica de los Estados-nación
intentó adquirir territorio al modo de las dinastías gue- por medio del mercado, el transporte y.la inte~sificación
rreras tradicionales: buscó transformar la organización centralizadora y administrativa del gobIerno hIZOdel uso
política y social de los países conquistados. Al comien- de los mapas catastrales un creciente lugar común. Esta
zo fue un apóstol del Republicanismo de la Revolución iniciativa creció junto al desarrollo del censo y de esfuer-
Francesa. Luego se declaró Emperador, pero aún así con- zos relacionados para contar y describir a los habitantes, y
sideró que su influencia era modernizante y no simple- junto a la construcción de mejores caminos -luego líneas
mente" galianizante". Uno de los temas centrales que la ferroviarias-, y mejores sistemas de comunicación (que,
ideología napoleónica buscó extender fue el de la par- junto a una ampliada educación popular, estimularon la
ticipación ciudadana, no sólo en el ejército napoleónico estandarización de los lenguajes nacionales). Todo esto
sino también en la política y la cultura. Las guerras na- fomentó la intezración
o
nacional, haciendo que fuera sig-
poleónicas fueron así cruciales para encender conciencias nificativo para un mapa tratar a, digamos, Francia como
nacionales alrededor de Europa. No sólo unieron muchos
grupos en contra de los franceses, sino que propiciaron El impuesto a las ganancias moderno, por ejemplo, data de la iniciativa del
primer ministro inglés, William Pitt el Joven, en pos de recaudar el .~l11ero
la construcción tanto de esta oposición como de las insti- necesario para construir y modernizar la Armada (y fortale~er el Ejército)
tuciones culturales y políticas de los diversos países bajo para resistir a Napoleón. El impuesto a las ganancias requmo un alto nivel
el modelo "nacional". En los comienzos, los gobiernos se de capacidad administrativa e información acerca de la nación como un
todo, también ligó directamente al Estado con cada ciuda.dano que pagaba.
valieron de los viajes de reconocimiento para recabar una Esta es sólo una de las formas en que las guerras napoieónicas ayudaron a
mejor información geográfica e intentaron, con renovada consolidar la ideología moderna del Estado-nación y la organización social
energía, que las fronteras aparecieran claramente repre- que le dio sustento. De modo más general, la capacidad fiscal superior de
Gran Bretaña fue una fuente clave de su fuerza a nivel mundial, incluyendo
sentadas en los mapas. el poder militar (Brewer, 1989).
34
CRAIG c..LH 35
••• ...nNALlSMO
~
~
una sola unidad en vez de concentrarse en las diviso . . vanzar el desarrollo de la idea de territorios
. 10ne
entre 1os vanos ducados y baronías feudales. s sión e
hICIeron a .."
d' ididos cuyas fronteras distinguían no so o
1
mente IV , di
Tercero, los europeos dedicaron cada vez más ene ' dara . o culturas cada una presumiblemente iscre-
· rnOS SIn' . .,
a co loni
oruzar e 1 resto d el mundo, Esto significó no sól rgla b
gO le alabra impresa ayudó a estimular la estandarizeción
t ., , o en-
con rar qUle~ y 9ue estaba en el resto del mundo y cómo ta. La P d 1 lengueie v. con la lectura de masas durante el
movers~ en el, smo estab!ecer, además, poder y derechos . terna e J' . t t
l~ XIX de otras características de culturas crecien ~men e
de ~r~pledad. Incluso allí donde el trabajo inicial del irn, SIglo'. ,.
1 s" Gracias a las nuevas tecrucas dee ilmpreslOn, '1 os
pen~hsmo fue llevado a cabo en su mayoría por intentos "naClona e. . . " . . f
también se hicieron mas fáciles de conseguir y or-
partIculares, los E~ta~os pronto les siguieron, dividiendo mapas ada vez más, parte de laa construcci
construcción di'e a concien-
al mundo en ternton~s adjudicados a los diversos po- maron, C d . .,
. ti'diana tanto del propio país como e su situación en
de~es europe?s (especialmente, por ejemplo, el revoltijo oaco . d .,
relación al resto del sistem.a .mundIal ~e.Esta os-naCl.on.
afncano del fmal del s~glo XIX). Algunos de los primeros Los cambios en el oficio cartográfico han ,conhn,:ado
map~s.modernos descnben la división de Norteamérica en h ta la actualidad -por ejemplo con la fotografía satelital-.
dominios de los diversos Estados europeos. Los coloniza- P:~o éste no es un libro sobre cartografía. El ejen;plo se
dores.europeos organizaron sus posesiones de ultramar en proponía llamar la atención acerca de cómo se llego a que
coloruas modeladas parcialmente por los Estados naciona- los mapas representaran el mundo como un m.u~do d~ Es-
l~s europeos. Así consolidaron principados anteriormente tados-nación. Los países delimitados con preClslOn eXI.sten
dlsp.ersos (c0r.n0 hicieron los británicos en la India), esta- como creaciones políticas, sociales y culturales. No denvan
blecieron capitales centralizadas y construyeron vías de de la naturaleza física del mundo -como puede verse cuan-
transporte y comunicación (lo que entre otras cosas facilitó do comparamos un mapa "político" que disting,:e entre
e! control militar). Desarrollaron nuevos sistemas educa- países y un mapa que utiliza colores y otro.s medios p~:a
~lOnales en los que l.os idiomas europeos (y su aprendiza- representar patrones de vegetación o lluvia o elevación
je) generalmenn- urueron países divididos por los idiomas en vez de las fronteras entre estados nacionales-o Todos
y dlalectos,l~cales. ~~ expandir su propio idioma europeo los países, en los mapas políticos, obtuvieron sus límites
para propósitos ofiCiales (y por imperialismo cultural) a través de eventos históricos potencialmente rastreables;
crearon nuevas capacidades para la comunicación a través no Son "primordiales" (previos a la historia). Tampoco son
de las fronteras étnicas.
históricamente permanentes; aunque su antigüedad pue-
Por ~l~mo, la cart~gra~ía reflejó cambios tecnológicos der ser variable, pueden también cambiar. Igual, tendemos
y el crecnruenro de la cI~ncla. Una mejor geometría ayudó a tratar a estos Estados-nación corno parte natural del mun-
a desarrollar represent~clOnes de la Tierra curva sobre pa- d.o. Están siempre ahí, tomados corno condiciones e~table-
pel.p~ano. Los telescopios aportaron medidas más precisas. cIdas para nuestras preguntas acerca de cómo debenan ~er
~uIzas, sobre todo, los globos aerostáticos y los aviones les gObernados la estructura o la solidaridad de sus poblacio-
dieron a los cartógrafos la "mirada de pájaro" desde la cual nes y el carácter de sus culturas. Ellas son las unidades de
representar el mundo corno visto desde arriba en vez de des- las cuales las Naciones Unidas recibe representantes, y las
de la pe:spectiva del viajero en la superficie. Estas nuevas unidades para las cuales el Banco Mundial y otras organi-
tecnologlas fueron codo a codo con la búsqueda de preci- Zaciones similares reúnen datos estadísticos.
36
N"C10NAlI:::.5M~O:...- --.....:.3~7
:;:.....---

En la actualidad los mapas representan, en general, al


mundo entero como un mundo conformado por Estados- donal en la cual modelar los reclamos, tanto de atención
nación. Esta técnica era usual ya en el siglo XIX pero, en mundial como de lealtad de los ciudadanos.
cierto sentido, el mundo entero sólo se ha llenado reciente- La mayoría de los mapas han sido formados prepon-
mente. La independecia del yugo colonial europeo es par- derante~ente -quizás demasiado- por las experiencias y
te de la historia y -aunque se mantienen algunas excep- orientacIOnes de los europeos. Es por ello que los mapas
ciones- se había completado hacia el final de los sesenta. tipo ponen a Europa en el centro. La superficie del zlobo no
Hubo también algunos colonialismos no europeos, como tiene centro geográfico lógico. Para aquellos que hacen los
Etiopía, que intentó controlar Eritrea hasta 1991. Quizás mapas, Europa ha sido el centro social, cultural y político.
más simbólicamente, la Unión Soviética fue en un senti- Muchos de nosotros hemos visto los mapas que critican la
do un "Estado anti-nacional". Los mapas que mostraban la mirada eurocéntrica al poner a Australia arriba o a Áfri-
población total, economía, salud u otros patrones por lo co- ca en el centro, o representar a los continentes en propor-
mún representaban a la Unión Soviética como un espacio ción a s~s áreas geográficas verdaderas (las proyecciones
grande y en blanco. Esto reflejaba la falta de datos, así como convencionales hacen aparecer a Europa y Norteamérica
la incertidumbre acerca del estatus de las diversas repúbli- más grandes de lo que son). Pero necesitamos también
cas que la constituían. También simbolizaba el útimo bas- desarrollar un entendimiento crítico respecto de cómo los
tión contra la división del mundo en Estados nacionales. A mapas nos incitan a presuponer que la manera obvia de
pesar de que sus mandatarios intentaban a veces movilizar representar el mundo es a través de los Estados-nación. El
los sentimientos nacionalistas para ventaja propia, y aun- globo ha estado organizado como un sistema mundial de
que mucho de la política soviética representaba el dominio E.stados-nación supuestamente equivalentes por un par de
de la nación rusa sobre las otras nacionalidades, la Unión CIentos de años. Antes de esto, muchas de las comunida-
Soviética significó un intento por mantener unificado el te- des locales no tenían lazos cercanos o estaban involucradas
rritorio de un imperio multinacional. El comunismo fue, con aquello que ahora entendemos como "sus países". En
en este sentido (tanto como en el de constituir una econo- e~dotroextremo de la escala, los imperios organizaban la
VI al'·
mía socialista) una alternativa ideológica a la de Occidente. E po ítica más allá de las fronteras de la mayoría de los
Porque Occidente estaba comprometido con una visión del . stados contemporáneos. Incluso hoy, existen otras bases
lOlportant
1 es deelid entiid a d y solid
. andad
. que no encajan con
capitalismo que involucraba la autonomía política para los
Estados-nación que practicaban un comercio más o menoS em.odelo de Estado nacional-la religión por ejemplo en
PartIcular para aquellos que, como vanos
cos
.' ,
grupos islámi-
libre, tanto a nivel doméstico como internacional. Luego ,rechaza 1 d· . . /
del colapso soviético, los representantes de una variedad secul n a istinción entre la autoridad religiosa y la
de nacionalidades se apuraron a reclamar autonomía y re- La a~ Y buscan crear Estados unificados reliziosamente-.
nOCIond o
presentación en las Naciones Unidas y en los mapas del rece . e una cultura nacional compartida puede oscu-
mundo. El ejemplo nos recuerda que, aunque el naciona- En :slrnp.ortantes diferencias internas dentro de los países.
lismo está generalmente enraizado en viejas identidades, hay mpecIal
h Con las nuevas migraciones ... .
internacionales,
es ta~~ién causado por nuevas oportunidades y presiones, pIes y Uc as personas con identidades "nacionales" múlti-
y facilitado por la disponibilidad de una retórica interna- demar~:U~~das. Como subraya Chris Hann (1995: 123): "La
Clan de las culturas a través de las líneas precisas
38 ~~ ---------- ~3~9

de un mapa es un ejercicio por lo menos extraño, si no im- da una de estas membresías describe prolija y concreta-
posible". No son sólo las culturas las que son difíciles de caente algún aspecto de su ser'. En general se da por senta-
demarcar de modo preciso con las líneas de un mapa. Las X, que las per~onas viven en un único mundo, que habitan
relaciones económicas también atraviesan fronteras nacio- un modo de VIda, que hablan en un solo idioma y que ellas
nales, y -para algunos ciudadanos- lo mismo ocurre COn mismas, en tanto individuos, son seres singulares e íntegros.
las relaciones personales. Aunque estas líneas tienen un Todasestas ideas han surgido de modo claro y central a fines
sentido preciso para ciertos propósitos políticos, son am- del siglo XIX, Y todas parecen presentar problemas.
biguas para otros. Otras dos concepciones, dentro del pensamiento sobre
la identidad, que.av~n~an en esta dirección, son las de que,
idealmente, los individuos deberían alcanzar una iden-
Esencialismo tidad lo más integrada posible, y que para eso necesitan
habitar culturas intrínsecamente coherentes y unívocas, o
El nacionalismo no fue el todo, pero sí la parte más "mundos de la vida". Esta es una de las razones por las que
importante del consenso tácito forjado a fines del siglo loslíder~s nacionalistas suelen argumentar que, para ser en
XIX acerca de qué elementos conformarían una identidad verdad libre, la gente necesita que su nación sea autónoma.
política pertinente. Tuvo un papel central en el desarrollo Se considera lo normal que la gente viva en una sola cultu-
del pensamiento "esencialista" que sirvió de base al modo ra; por ejemplo,. que hable un idioma, abrace un conjunto
en el que raza, género, orientación sexual y otras clases de de valores, adhiera a una comunidad política Pero 'por
'? S· . , <-
identidades colectivas fueron constituidas (Calhoun, 1995: que. 1 nos basamos en la evidencia histórica o comparati-
cap. 8). El "esencialismo" refiere a una reducción de la di- va, por el contrario, veremos que a través de la historia y
versidad en la población hacia un criterio único que se tie- en gran medida en la actualidad, es usual el plurilingüís-
ne como constituyente de la esencia que lo define y de SU mo, e~ Usual encontrar gente movilizada simultáneamente
por
'. dIferente s VISIOnes
" d e 1 mundo (no hay que descartar la
carácter crucial. Esto va generalmente acompañado con la CIenCIa y la lígión)
declaración de que la "esencia" es ineludible, o dada por la de re IgIOn ; encontrar gente dispuesta a compren-
rse como . b ..
naturaleza. Es común dar por sentado que estas categorías distin rruern ros de colectividades organizadas de
culturales se refieren a grupos de gente que en verdad exiS- o pr t~s maneras, desde familias a comunidades, Estados
a rec
OVInCIasn . '"
' aciones y orgaruzaciones internacionales y
ten, y que son claramente identificables. Más sorprendente
mome onocerse t és de ídenti .
a raves e 1 entidades diversas .'
en distintos
aún es el hecho de que mucha gente supone que es posible
comprender cada categoría -digamos alemanes, o mujeres, en los~tos o ~tapas de la vida. La civilización ha florecido
Impeno s mas ' po lííglotas y heterogéneos, y en ciu-
o negros, o gays- haciendo foco en su identificador prima'
rio antes que en el modo en que se cruza con, rechaza o s----.:-.-.
refuerza otras identificaciones. I !?uBOis ([1903)1 .
doble con-: 989) desafió esta noción tempranamente con su idea de
Puesto de otro modo, ha sido una presunción tácita de esta "dupl"d
nClenCla"' aunque se concentro" en algunas de las dificultades que
un a arnpll'aICI." ad" SlgnJ
. T"
pensamiento social y cultural que las personas son, normal' el pens~-l'e Clon
lCOpara la población norteamericana negra Para
t de es ta 1"'mea de pensamiento, que muestra también .cómo
mente, miembros de una y sólo una nación, que pertenece!! ra'Clal,Ver
~.. C'ln o nac lona liista ha moldeado el pensamiento sobre identidad
e
a una y sólo una raza, a un género, a una orientación y qV I roy (1993).
40 41
.nNALlSMO_--------------------
C
~
dades cosmopolitas y comerciales. De hecho, las visiones . des de un espacio público para que sea posible com-
nacionalistas de las identidades políticas y culturales in_ V¡:eterse, atravesando líneas de diferencia, dentro de los
ternamente uniformes y claramente demarcadas han sido pr os nacionales tanto como l'1,Irc ellos".
a menudo producidas o mantenidas por la lucha contra U¡¡ gru~1 final del siglo XIX,cuando globalización de la orga-
1<1

juego más rico, diverso y promiscuamente cruzado de di. . ación económica y política de los flujos mundiales de cul-
ferencias y similitudes. n1Z habían alcanzado niveles sin precedentes, la necesidad
Es irónico, pero la modernidad ha producido tanto el turarO'anizarla VIidaa SOCIaen
soci 1 téerrrunos
. d e fron teras preCIsas,
.
intento por "clarificar" y "consolidar" identidades como la de o o , 1 1 . li
id ntidades nacionales y categonas cu tura es esencia istas
existencia de un campo enormemente expandido de dife. ¡ e , d
11ocó del mismo modo, a su apogeo. Fue en este peno o,
rencias culturales; tanto al ampliar el alcance y la facilidad ne Europa,
' que los nacionalistas comenzaron a pe d'Ir con-
de las comunicaciones a través de diferentes líneas como al ~oles inmigratorios, crearon los ejércitos de ciudadanos que
alentar nuevas libertades en términos de creatividad cultu. pelearon en la Primera Guerra Mundial y se o~usieron. al
ral. Ha sido una era no de simple identidad personal sino socialismo -precisamente, en parte, porque era internacio-
también de tendencias en conflicto. La idea de que lo "na- nalista (Hobsbawm, 1990: 123)-. Fue también durante este
tural" es que la gente se sienta cómoda en una comunidad período que el antisemitismo moderno tomó forma, y que
internamente homogénea choca con la creación de comu- el nacionalismo se identificó, de manera más concluyente,
nidades políticas y campos culturales demasiado grandes en el contexto europeo, con movimientos por la secesión an-
y diferenciados como para ser organizados como una sola tesque por el amalgarniento de los Estados existentes (Carr,
comunidad. El hogar, se dice a menudo, es el lugar donde 1945:24-5). Nunca antes se había enfatizado tanto la autono-
uno siempre será recibido. Es de este sentido de la palabra mía del Estado-nación o la capacidad de la idea de nación
"hogar" del que muchas personas derivan la idea de lo que para definir identidades colectivas a gran escala. Pero esta
es formar parte de una nación. Incluso cuando este sentido reacciónnacionalista tuvo lugar, justamente, en un momen-
no esté ligado a ningún proyecto político específicamente to en que el mundo se estaba convirtiendo en internacional.
"nacionalista", tiene el poder de facilitar dicho proyecto; Talvez aquí residan algunas explicaciones claves para los
despeja el camino para movilizar a la gente en solidarid.ad ;;---
con el resto de "sus" naciones, alienta un tipo de idenbf¡' El tema de estar "en casa" fue una de las formas en que la filosofía de Martin
cación con la propia nación que la hace atractiva al pe~' Heidegger se hizo eco de los deseos movilizados por el nazismo. El énfasis
en el "espacio público" fue una de las maneras con las que Hannah Arendt,
sarla como superior, y pensarse superior en consecuenc'" una ex alumna de Heidegger, distinguió su filosofía de la de su maestro.
En este sentido, las políticas del nacionalismo son siempre Atento al lado heideggeriano del nacionalismo, Guibernau lo explica afir-
tan domésticas -se trata de adoptar una imagen poder~sa mando que "las sociedades modernas producen una clase de inseguridad
Ontológica como consecuencia de la incertidumbre y fragmentación que
y llena de autoridad de la propia nacionalidad- corno ¡D; están en su núcleo" (1996: 134). El hecho de que las personas necesiten una
ternacionales. Así, permitir que cada persona encuentre e Identidad, sin embargo, no nos explica por qué se fijan en alguna definición
grupo dentro del cual se sienta "como en casa" no parec~ de Identidad o escala en particular. La gente puede, de hecho, buscar fuen-
tes de seguridad ontológica cuando se enfrenta a contradicciones sociales
una respuesta adecuada a las diferencias humanas. No ha) Ya mundos impredecibles, pero a lo largo de la historia ha enfrentado in-
ninguna duda de que sentirse como en casa es muy atrac~ ~uridades y ha encontrado consuelo en las familias, las comunidades y
tivo. Pero esto necesita por lo menos equilibrarse con la s religiones, así como en las naciones; yha respondido tanto entrando al
espacio público como buscando sentirse en casa.
43
•.•
42~ C_RA_IGc...l~
- ~
tudios que enfatizan las variadas "causas" o "va-
tiempos que corren, cuando la aceleración de los procesOs Los. es
dependientes" espea ífiicas pue den ser 1'1'urruna dores
globales de acumulación de capital, la rápida transferenci riable~~nsirven,por sí mismos, para llegar a comprender el
global de tecnología, la distribución casi instan.tánea de pr~ ~ adornas'general en que el nacionalismo da forma al mun-
ductos culturales y las gigantescas oleadas nugratorias ha-
m mOdemo. Aunque parte de su atractivo es su apare~.te
cen que mucha gente suponga que el Estado-nación pronto do. ia causal, no desembocan de manera acumulativa
desaparecerá en la sombras de la historia. ~rslmon hí .,. di'
r+: t oría general o en una ístoria uruca e naciona lS-
li
en una e f bi d
rno7.Esto es así, básicame~te, porque se re l~ren ~ o jetos e
di heterogéneos. EXisten muchos nacionalismos en el
Un fenómeno complejo, múltiples causas estu 10 ,.. ., . 1
nivel de la actividad practica; la Idea de nacion es esencia
a muchos aspectos de las maneras en que comprende-
Diversos investigadores han intentado variadas ex-
plicaciones del nacionalismo. Se lo ha explicado como el
resultado de identidades étnicas duraderas (Geertz, 1963;
:5
~5 el mundo, para los estilos marcadamente contrastan-
de política estatal y para las grandes variaciones en los
movimientos sociales. Las explicaciones de cada caso deben
Smith, 1986; Hutcheson, 1994); de los cambios políticos y
extraerse de variables por lo menos en parte distintas, que
culturales derivados de la industrialización (Gellner, 1964,
tienen sus raíces en historias específicas y en otros factores
1983); de las respuestas separatistas al desarrollo económi-
causales tales como las ideologías de las élites estatales o las
co desigual por parte de quienes quedan en la periferia de
dinámicas de los movimientos sociales. Los factores estruc-
una economía y un Estado integrados (Hechter, 1975); del
turales, desde el crecimiento del poder estatal hasta la glo-
deseo de esta tus y el resentimiento de las nuevas élites qu.e balízación del capitalismo, pueden crear condiciones que el
reclamaban distinguirse de las viejas élites o de sus ve~' discurso nacionalista está acostumbrado a considerar. Pero
nos (Greenfeld, 1992), y de la invención de una ideol~gta el uso del discurso nacionalista es parcialmente autónomo
Para lezitimar
0-
Estados dentro de relaciones econónucas
. 'ón ~ estas instancias específicas y conecta de manera significa-
capitalistas (Hobsbawm, 1990) o reforzar la centrahzacl tiva fenómenos que, de no ser así, estarían desconectados.
y unificación asociada a la construcción del Estado (TiJlY,
Un enorme espectro de movimientos, ideologías, políti-
1975 1990' Mann, 1993, 1995). Todos estos factores y algu'
cas y conflictos que serían de otro modo diferentes, se cons-
nos ~tros han contribuido a la creación de los movimient~
nacionalistas, y al valor del discurso nacionalista. Ning:~e ;----
~tre las muchas discusiones acerca de la dificultad de teorizar todas las ma-
de ellos los explica del todo. De hecho, tratar a algun )'s' ::;!esta:iones nacionalistas (en oposición al producción de una taxonomía de
ellos como la "variable maestra " que exp líica e l na dona
. )101
naclonahsmos y las teorías de las diversas dimensiones del nacionalismo)
mo sería reduccionista. Una interpretación de este tipOI'cr Ver Hall (1995). Lo mismo puede decirse del marxismo, como disciplina no

logra asir todo aquello que podríamos denominar . nacr )0 :~adémica o campo interdisciplinario. Como sostiene Nairn (1977), el mar-
ISmo
que no ha, logrado producir una teoría seria del nacionalismo a. pesar de
(oqu·
nalismo, reduciéndolo arbitrariamente a otra Cosa; pOb)e. e ' Izas porque) el movimiento internacional de la clase trabajadora en-
general a algo mas , pequeno, aci men te mens
-, mas fácil . ura
alisr!10 a0:;:;::.
que sus fallas más básicas competían con el atractivo del nacionalismo
SOn(l~nzos del siglo XX (ver también Debray, 1977; Connor, 19~)_ Ander-
Estos factores explican varios contenidos del naClon )íc¡¡JI ha SIido un
1.3) .sugiere que "sería mucho más exacto decir que el nacionalismo
o procesos asociados con el nacionalismo, pero no exp esa ' a lllcómoda anomalía para la teoría marxista y, precisamente por
razon ' mas e lidid
la forma nación o el discurso nacionalista en sí misrno. I I a que confrontada".
44 CRAIG CALHo
~-----------------------------------------~
••• ...oIlALlSMO:......- _45
~
tituyen, en parte, a través del uso de términos tales C01110
"nación", "nacional", "nacionalidad", "estado-nación" e ntoes P ecífico pero ayuda a constituir
cada uno de ellos
"interés nacional". El denominador común, digamos, en- eve vés del marco cultural que provee. .
tre el proteccionismo económico japonés, las "limpiezas" a traGellner (1983: 55) reconoce algo del poder de semejante
ando subraya que "el nacionalismo engendra las
étnicas serbias, los estadounidenses cantando el himno na- arcocu .. , .
cional antes de los partidos de béisbol y el modo en que el lYl • no a la inversa". La afirmación se acerca a rru suge-
aClones, .. d
Banco Mundial consigue sus estadísticas es una modalidad n da de que tratemos el nacionalismo, ante to o, como una
discursiva que da forma y liga a todos ellos, aunque quizás ren acIOn . , discursiva. Gellner se preocupa por argumentar
form . " d .
no pueda ofrecer una explicación causal completa de nin- en con a del deterrninismo étnico SImple: Por
tr . cal. a nacio-
guno. Así el separatismo bretón, el nacionalismo pan-árabe ~~~ l· efectivo , existen un número n de naciona ismos po- ,
y las declaraciones de los estudiantes chinos de que esta- . 1
tenCla e ,
s grupos definidos bien por una cultura en comun
. '[]
ban dispuestos a morir por el futuro de China surgen en y heredada del mundo azrario b..,
o por otra ligazón ... que po-
de diferentes trayectorias históricas, pero son unidas por el dria dar esperanza a comunidades industriales homogeneas,
uso de una retórica en común. Pueden estar acompañados pero que sin embargo no se preocuf'an por l~c~ar, ~ue fall.an
por otros denominadores en común, pero ninguno de ellos en activar su nacionalismo potencial, que ni sIqUlera l? m-
en sí mismo los define como "nacionalismos". Están todos tentan" (1983: 45). Pero siguiendo esta ruta, debe~os cuidar-
influidos, por consiguiente, por algún sentido de resentí- nos de no implicar que las naciones son creada.s sm~plemen-
miento hacia la capacidad, la riqueza o los privilegios que te para satisfacer el principio político .d:l nacionalismo (cf.
disfrutan otros grupos. El poder de los Estados modernos Hobsbawm y Ranger, 1983). Esto sugenna que, como se.que-
le da forma. Pero esto no los define como ejemplos de na- jaAnderson (1991), las naciones así invocadas son creaciones
cionalismo. puramente arbitrarias de la ideología, y no complet~me~te
Cada vez que un líder político utiliza la retórica del reales. Lo que necesitamos es ver el discurso del nacionalis-
nacionalismo -en lugar de, por ejemplo, la del internacio- mo como multidimensional. La etnicidad es sólo una de las
nalismo comunista- esto cobra importancia. Cuando una fuentes potenciales de homogeneidad y obligación mutua;
rebelión campesina afirma representar a una nación opri- mientras que la homogeneidad y la obligación mutua carac-
mida, esto es significativamente distinto de apoyarse en el terizan a muchas naciones (o ideologías nacionalistas), pero
lenguaje de clase, o en el de la religión. Cuando un novelis- no a todas. La gente se une (y se divide) por el poder estatal
ta (o pintor, o compositor) presenta su trabajo como encar- Y.elPOderío militar, las políticas participativas y otras forma-
nando el espíritu de la nación, esto es distinto a presentarlo ?ones institucionales. Las naciones tienen múltiples fuentes,
como el trabajo de un genio sin raíces o un ciudadano cos- lI1cluyendo el propio discurso nacionalista.
mopolita del mundo. Es imposible definir aquello que las
diversas formas de nacionalismo tienen en común a partir
de una sola variable, como la construcción del Estado-na- SUbestimando el nacionalismo
ción, la industrialización, el desarrollo económico desigual
o el resentimiento. Lo que es general es el discurso del na- !iace más de 150 años Karl Marx y Friedrich Engels
cionalismo. No explica por completo ninguna actividad o eScrlbieron: "¡TrabaJ·adores del mundo, uníos! ¡No tienen
nada que perder más que sus cadenas!". " La ocasión
., era la
11

46
I CRAIG CAlHOlJt.¡
47

ola de movimientos revolucionarios que sacudieron Euro- po) de Kosciusko un nombre famoso. Los sastres alemanes
pa cerca de 1848 luego de una crisis económica extendida. que vivían en Londres enviaban dinero para ayudar no sólo
Marx y Engels (1848) acuñaron el eslogan como parte del al Parlamento de Frankfurt sino también a la Asamblea Na-
Manifiesto que escribieron para la entonces recién creada cional francesa. Y luego de que la rebelión fuera aplastada
(y rápidamente disuelta) Liga de los Justos: una primera los Estados Unidos experimentaron su primera gran migra-
Internacional Comunista. "Comunistas de las más diversas ción alemana.
nacionalidades se han reunido en Londres -escribieron- y Este patrón de oleadas continuó luego de la mitad del
han redactado el siguiente Manifiesto, que será publica- siglo XIX, con los movimientos nacionalistas inspirándo-
do en inglés, francés, alemán, italiano, flamenco y danés". se mutuamente en una escala internacional y en muchos
Tanto la crisis económica como la respuesta revolucionaria casos ligados a revoluciones". En la década de 1910 la Pri-
tenían fuertes dimensiones internacionales. mera Guerra Mundial coincidió con la ruptura del Imperio
Pero Marx y Engels se equivocaron al pensar que los tra- Austrohúngaro y ayudó a lanzar tanto la Revolución Rusa
bajadores del mundo no tenían nada que perder más que las como la Liga de las Naciones (con su declaración eminen-
cadenas, y que la mayoría preferiría considerarse miembro temente wilsoniana en favor de la auto-determinación na-
del grupo de proletarios del mundo en lugar de pertenecer cional que reflejaba, tanto como influía, a los movimientos
a naciones y religiones individuales y otros agrupamientos nacionalistas de la época). Fuera de Europa, justo cuando
culturales o étnicos. Las revoluciones de 1848, de hecho, fue- el movimiento por la "Joven Europa" (de la década de
ron la segunda ola de revoluciones en las que los asuntos de 1840) había encontrado un eco instantáneo en "los jóvenes
derechos económicos, la autonomía nacional y la creación de turcos", la guerra y la caída del Imperio Otomano constru-
procesos políticos participativos (no siempre propiamente y~ron el exitoso movimiento nacionalista turco que contro-
democráticos) se entremezclaron. La primera había sucedi- lo el Estado en 1923 bajo el mando de Kemal Atattürk El
do a fines del siglo XVIII, siendo las Revoluciones America- nacionalismo egipcio adoptó su forma moderna en el mis-
na y Francesa sus puntos más altos. Vale la pena detenerse a :~ pe~ío?o, aunque sufrió bast~nte ant~s de conseguir un
enfatizar que en cada caso hubo olas internacionales y que las XItO similar, Fueron aquellos anos cruciales también para
revoluciones mismas tenían un carácter internacional, tanto el nacio,nalismo anticolonialista en la India y Corea y, con
, como nacional. En 1776 y 1789 esto puede ser simbolizado menos enfasis en el colonialismo, en China.
por Tom Paine, el gran revolucionario democrático inglés a----
que escribió su "Defensa de los Derechos del Hombre" en el de hecho, uno de los grandes debates en los círculos socialistas se ocupaba
contexto de la Revolución Norteamericana y que fue elegi- e SIlos planes revolucionarios debían ser coordinados internacional mente
do para la Asamblea Nacional de la Francia revolucionari-: ~ podían suceder mediante levantamientos de masas espontáneos como
o~ predichos por Rosa Luxemburgo y otros teóricos. Luego de la Revolu-
Sesenta años más tarde, los europeos hablaban de una "pfl- ~Ion Rusa, los bolcheviques usaron su dominio del movimiento socialista
mavera de las naciones" cuando parecía que todo pueblO tnternacI"onal para oponerse a 1" ". espontanea"
a acción . y los levantamientos
en masa. Aunque en principio comprometida con el internacionalismo co-
oprimido podía adquirir soberanía y auto-expresión (KohJ1
run~sta, la Unión Soviética comenzó (especialmente bajo Stalin y luego de
1929; Meinecke 1970). En 1848, los trabajadores de Europa y eastaba
calda de Trotsky) a perseguir el camino de "socialismo en un país" que
tu er temente con f armado por el nacionalismo
" "
las Américas consideraron como propia la lucha de los po' 1 ruso (y/o soviético),
o~que llevó a Moscú a minimizar la ayuda a los muchos revolucionarios en
lacos por la independencia nacional, haciendo (por un tier1l' ras partes del mundo (ver Claudin, 1977).
48 CRAIG CAlHOUN
•• CIONAlISM~O 4~9
~
El colapso del comunismo en 1989 ayudó a estimular 'caS,políticas o culturales pero no producen insurgencia
otra ola internacional de movimientos nacionales. Estos J1llIllovimientos sociales por sí mismos 10. Los galeses des-
ocurrieron no sólo en países que antes habían sido comu- o ntentos con el subdesarrollo de su país y de sus propias
nistas, sino en una serie de lugares donde el variable equi- CO sibilidades materiales pueden elegir dirigir sus quejas
librio internacional de poder creó nuevas aperturas para poperseguir sus fines tanto a través de un movimiento de
los insurgentes (y la inundación de armas post-1989 les dio ~lasecomo de uno nacionalista". De hecho, los movimien-
nuevo poderío militar)". Múltiples factores explican cada tos clasistas han encontrado un fuerte apoyo en parte de
una de estas oleadas. El colapso de los imperios y las mo- la población galesa, a veces superponiéndose con el pen-
dificaciones en el equilibrio del poder global son quizás los samiento nacionalista, y otras veces bien separado de éste.
más importantes para explicar esta oportunidad de que los Del mismo modo, se podría argumentar que una gran par-
nacionalistas actúen efectivamente (Gellner, 1995:6). El co- te de la expansión del metodismo galés fue motivada por
lapso imperial también volvió más atractivo al nacionalis- las mismas reivindicaciones y preocupaciones que han ins-
mo al reducir la capacidad de los centros imperiales para pirado también al nacionalismo y la política clasista galesa.
entregar bienes económicos -incluso para proporcionar Por qué el nacionalismo llega a dominar en aquellos esce-
seguridad y paz- a aquellos que gobernaban. Pero la for- narios donde lo hace -para alguna gente y no para otros
ma que toma la oleada está también influida por las comu- dentro de una población ostensiblemente nacional- son
nicaciones internacionales. Ejemplos de insurgencias -y preguntas que sólo pueden ser respondidas de manera ge-
éxitos- nacionales se diseminaron mediante migraciones,
conferencias, libros, diarios, radio y -a finales del siglo XX- 10
El argumento de que las reivindicaciones no alcanzan para producir mo-
televisión y redes informáticas. La existencia de algunos vimientos sociales es uno de los puntos principales de la "teoría de mo-
movimientos nacionalistas, entonces, alienta la emergencia vilización de recursos", que subraya que la gente siempre tiene quejas y
de otros y les proporciona ideas y ejemplos. que la variación en su grado explica menos los movimientos sociales que
la variación en la capacidad de los organizadores de producir una acción
De manera crucial, el discurso del nacionalismo ayuda concertada, comunicarse con los seguidores, asegurarse recursos materia-
a explicar por qué gente con las más variadas reivindica- les, etcétera (ver McCarthy y Zald, 1976; Oberscahall, 1973; Tilly, 1978). El
argumento en favor de la movilización de recursos, sin embargo, echa poca
ciones moldea sus luchas dentro del marco retórico del na- luz sobre la cuestión de por qué los movimientos están organizados con un
cionalismo. Las injusticias pueden surgir de fuentes econó- énfasis en ciertas constelaciones identitarias específicas, reivindicaciones,
valores y demandas. En otras palabras, deja sin tratar los factores cultura-
les. Nos ayuda a comprender por qué ciertos movimientos nacionalistas
Por supuesto muchos movimientos nacionalistas han tenido lugar a lo lar- pueden florecer mientras que otros caen, y por qué suceden en olas en un
go de los siglos XIX y XX; no han estado limitados a estos períodos de tras- 11 momento determinado, pero no por qué son nacionalisías.
torno y colapso de los imperios. La lucha palestina por un Estado-nación El argumento de Michael Hechter (1975) acerca de cómo el colonialismo
autónomo, por ejemplo, ha continuado con flujos y reflujos desde la crea- interno y el subdesarrollo económico coinciden en producir nacionalismo
ción del moderno Estado judío de Israel. Del mismo modo, la lucha de los en la marginalía celta de Gran Bretaña es potente con respecto a la clase de
nacionalistas afganos, influidos por el retnual islámico, precedió a la crisis factores que la teoría de movilización de recursos considera, pero más débil
del comunismo en 1989 y ayudó, de hecho, a debilitar al Estado soviético al explicar por qué el nacionalismo se convirtió en el marco retórico preferi-
(tanto como el movimiento nacionalista eritreano que ganó fuerza corno do para apoderarse de las reivindicaciones, perseguir fines y formular que-
oposición a una Etiopía feudal-imperial continuó en conflicto con Etiopía ras. El segundo tipo de asuntos requiere una comprensión en términos de
cuando ésta se convirtió en un Estado cliente del soviético y ayudó a sen- Construcción histórica y diseminación del discurso del nacionalismo (y su
tenciar al gobierno comunista-nacionalista "dergue" liderado por Mengistll encarnación tanto en el Estado británico, dominado por los ingleses, como
Haile Mariam). en ejemplos exitosos de otras partes).
50 CRAIG CALHOUN N.AClONA:::L~ISM_0 .::....:...51
;.;..--

neral dentro de contextos específicos, con conocimiento de Los occidentales no sólo subestimaron el potencial para
la historia local, de la naturaleza del poder estatal (y del de un renovado nacionalismo en la Unión Soviética y Europa
otras élites) y de qué otros movimientos potenciales o rea- del este: les gustó imaginar que estaba también desapare-
les compitieron por la lealtad de la gente". Pero la disponi- ciendo de todo el mundo. Fue éste un patrón que se suce-
bilidad y prominencia del discurso nacionalista es crucial y dió a lo largo del tiempo. Cuando cada oleada temprana
es un asunto tanto de historia local (no sólo de nacionalis- descendía, gran parte de la academia y la opinión pública
mo insurgente potencial sino también del Estado que lo ha dominante emitía un suspiro de alivio figurado y se apura-
dominado) como de comunicación internacional. ba a declarar "transicionales" a los movimientos naciona-
La Unión Soviética ha afirmado, durante mucho tiem- listas recientes, o por lo menos a asegurar que eran los últi-
po, representar un tipo especial de internacionalismo y ha- mos que el mundo presenciaría. El modelo de esta creencia
ber llevado a su fin el nacionalismo y el conflicto histórico se remonta por lo menos hasta el sueño de Immanuel Kant
entre las naciones de Europa del este y la Unión Soviética. (1804)de una "paz perpetua". La idea de una paz creciente
Cuando Nenarokov y Proskurin (1983: 144) escribieron en la está profundamente enraizada, no sólo en el pensamiento
serie sobre "la experiencia soviética" para la editorial estatal iluminista en general sino, en particular, en las ciencias so-
Novosti, sostuvieron que" al desaparecer el antagonismo so- ciales. Yaexistía, por ejemplo, en la mayoría de las grandes
cial bajo el socialismo, también lo hizo el conflicto nacional, síntesis evolucionistas del siglo XIX y el comienzo del XX.
las desigualdades raciales y la opresión en cualquiera de sus Herbert Spencer (1853) describió el movimiento maestro
formas [... ] La cultura socialista multinacional ha sido enri- de la historia moderna como una transición de sociedades
quecida por un intercambio intensivo de valores culturales "militares" a otras "industriales" y predijo confiadamen-
e intelectuales. Las naciones socialistas que han emergido te que los poderes industrializantes buscarían la paz entre
de la URSS han formado una nueva comunidad histórica ellos para no molestar a sus intereses comerciales. El gran
de gente --de gente soviética- [... ] No sería una exageración historiador francés Elie Halévy (1930) dijo lo mismo en
decir que hoy el sentimiento de pertenecer a una familia pre- 1930, pensando en la Primera Guerra Mundial (sin antici-
valece entre los soviéticos". La ola post-1989 de movimien- par la Segunda). Al igual que varios grandes analistas del
tos nacionalistas reveló la falsedad de estas reivindicaciones; tema, veía el nacionalismo violento como una excepción
aunque no debemos ignorar que el conflicto étnico y nacio- a lo que debería haber sido la regla histórica. Presentado
nal disminuyó sobremanera bajo el mandato comunista. Como una interrupción excepcional del crecimiento de la
faz mundial, el nacionalismo fue descartado como un sal-
12
Los movimientos sociales no suceden generalmente en aislamiento. LoS o hacia atrás, una cuestión de asuntos inconclusos que ne-
estudios que se centran en un sólo movimiento a la vez -sea éste de cla-
se, religioso, nacionalista o de género- pierden de vista el enraizamiento
~e~taba explicarse según aspectos especiales, y a partir de
de cada movimiento dentro de un campo de movimientos (ver Calhoun, a a caso histórico idiosincrásico".
1993[a]). Las tácticas son compartidas a través del ejemplo y por el invOlu-
cramiento de individuos en más de un movimiento, tanto simultáneamente
i3---
D .
como a lo largo del tiempo. La existencia misma de muchos movimientos: amel Patrick Moynihan (1993:10-11)se queja de esta tendencia de tratar al
naClonalis
si se encuentran incluso con un éxito modesto, alienta la idea de que la ac . . .
rne mo - y a la etnicidad en general- como un caso especial o factor
ción colectiva puede de hecho cambiar el mundo y no será necesariament: ya ~or ~n la historia mundial y escribe: "Existen 8 Estados en el mundo que
recibida con represión. Esta "liberación cognitiva" es importante para lo des:lshan en 1914y no han cambiado su forma de gobierno violentamente
movimientos sociales en general (ver McAdarn, 1982, 1986). e entonces. Ellos son el Reino 'Jnido, cuatro miembros o ex-miembros
52 NACIONAL15=MO::-_-------------- ...:5:::3
~

Ninguno de los otros grandes analistas sociales y po- staban dispuestos a morir por un "interés nacional" ex-
líticos ha sido tan castigado por no poder comprender 1 ~ernadamente ambiguo (interés que, más aún, estaba de-
importancia del nacionalismo como Marx y Engels. Est~ finido en su mayoría en términos de los emprendimientos
es, quizás, porque Marx y Engels estuvieron entre los in- corporativos y colonialistas de las élites económicas). Del
ter~acionalistas más porfiados de mediados del siglo XIX. mismo modo no lograron anticipar que, luego de las re-
Al igual que los otros, ellos no supieron ver con claridad voluciones comunistas, podrían formarse regímenes como
que la misma palabra "internacional" no sugería la ausen- los de Stalin en Rusia, que no sólo no podrían establecer
cia de naciones sino su primacía. De todas formas, tanto una sociedad sin clases y convertirían el supuesto paraí-
Marx como Engels llamaron la atención sobre un punto so de los trabajadores en un infierno de represión política
crucial del nacionalismo, aún cuando subestimaron mu- para muchos, sino que además apuntarían a una política
cho su importancia", Lo que ellos subrayaron fue la facili- intemacional de superpoder basada en el viejo imperio,
dad con que las ideas de lealtad nacional podían ser mani- denegando autonomía nacional dentro de las fronteras so-
puladas por las élites para conseguir que los trabajadores viéticas y abandonando la visión internacionalista en pos
detuvieran la lucha por sus derechos en sus propios países de los intereses del Estado soviético.
para centrarse en las amenazas del extranjero. Su interna- Marx y Engels fallaron, sobre todo, en considerar que
cionalismo fue moldeado por la experiencia de una era en unas pocas personas responderían simplemente como tra-
que los aparatos estatales admitían poca participación po- bajadores a los desafíos materiales reales de la integración
pular y en la que miembros disidentes de la nación -como económicadel capitalismo global. En todos los casos, otras
ellos- eran por lo común enviados al exilio, a comulgar con identidades jugaron diversos roles. Los trabajadores su-
colegas similares de otras naciones (Kramer, 1988). Marx frieron las privaciones económicas como jefes de familia,
y Engels mantuvieron una considerable identidad nacio- como miembros de comunidades, como personas religio-
nal alemana, pero en sus escritos revelaron poco acerca de sas,como ciudadanos -no sólo como trabajadores-o Fue un
~uán~ose sentían las lealtades nacionalistas y de cómo las d~fío, para el movimiento trabajador, conseguir que sus
identidades nacionalistas eran una parte básica del pro- ~e~bros consideraran que su identidad primaria era su
pio sentido del ser de los trabajadores. Tampoco pudieron, ~ en~dad "trabajadora"; un desafío que el movimiento de
de manera acorde, anticipar la Primera Guerra Mundial o h:Jad~res enfrentó con resultados un tanto ambiguos. De
entender, desde sus teorías, por qué algunos trabajadores se o, ~un cuando se pensaron como miembros de la cla-
~aJadora, la mayoría de los trabajadores continuaron
del Commonwealth, los Estados Unidos, Suecia y Suiza. De los 170 EstadoS 06 d~se primero como miembros de su oficio u ocupa-
contemporáneos restantes, algunos han sido creados demasiado reciente" laienparticular -como imprenteros, tejedores de seda, re-
I ros o
fu estibadores-, no simplemente como trabajadores.
mente c?mo para haber conocido mucho desorden, pero de aquellos que lo
han tel11d?,el factor involucrado más frecuentemente ha sido por lejoSel ~ste
conflicto etnico. Aunque es posible haber estudiado las relaciones interna" y rel tie en especial el caso de los trabajadores calificados
cionales durante todo el siglo XXy apenas haberlo notado". el rna. varnente privilegiados que podían haber estado en
14
Erica .~enner (1995) ha desarrollado una descripción compleja de la cofll"
prension de Marx y Engels que sugiere cómo habría sido su análisis del dase~rbl~gar para liderar una movilización amplia de la
nacionalísmo si le hubieran dado la importancia que tenía o le hubieran Posici' a ajadora, pero que a menudo eligieron defender su
prestad~ atención sostenida. Ver también la amplia revisión que Nifllflll on en Conh'ade los menos calificados, los inmigrantes
(1991) hIZOde los aportes marxistas.
54

recientes o quienes simplemente no pertenecían al sindic t


De he00, fue sólo c~n el surgimiento de Estados relati~~~ CAPíTULO 11
mente integrados, la Idea de una pertenencia común a al Parentesco, etnicidad
., y laa creenci
11ama d o nacion creencia de que la legitimidad gub go
e identidades categóricas
~amental deriva del consentimiento del gobernado (tod~~
Ideas b~stante mode~as) que las desigualdades econÓmi_
cas pudieron ser reflejadas en algo así corno las diferencias
de clase modernas. Marx y Engels no reconocieron adecua-
dament~ que esas otras identidades -comunitarias, religio-
sas, nacionales, laborales- no sólo existían sino que también
moldeaban la ~e~puesta de gente ante el capitalismo global.
No fuer?n l?s uruC?Sen hacer esto; la mayoría de sus primos
e~ las Cl~nc~asSOCIalescometieron el mismo error y hoy en
dia académicos, políticos y periodistas a menudo continúan
Corno hemos visto, el nacionalismo es característicamente
pens~n~o que asuntos corno la justicia social y la integración
moderno. Es un modo de construir identidades colectivas que
econorruca gl?bal están. de algún modo separados de proble-
surgió junto a las transformaciones en el poder estatal, el cre-
m~s ~omo la msurgencia nacionalista y el fundamentalismo
cimiento de los lazos económicos a larga distancia, las nuevas
religioso. No lo están.
capacidades de transporte y comunicación y los nuevos pro-
yectos políticos. Esto no significa, sin embargo, que todo lo que
tenga que ver con el nacionalismo sea nuevo. Los proyectos e
identidades nacionales específicas han continuado abrevando
en las identidades étnicas de larga data, en estructuras de pa-
rentesco y redes comunitarias locales y en reivindicadas rela-
ciones con territorios ancestrales. Éstos han sido una fuente
primordial de contenidos culturales, compromiso emocional y
poderío organizacional para dichas identidades y proyectos.
Es sin embargo importante distinguir analíticamente el
nacionalismo, en tanto forma de construir identidades, de la
e~icidad, y ambas de las estructuras de parentesco. La distin-
Clanno surge sólo cuando consideramos el contenido, ya que
la etnicidad es presentada a menudo corno una extensión del
parentesco y los nacionalistas presentan comúnmente a las
naciones corno grandes familias que comparten lazos de cul-
~a y ascendencia. Las cuestiones claves, en cambio, son qué
Ol1nasde solidaridad son éstas y cómo se reproducen. Son
cruciales dos distinciones muy relacionadas: entre redes de
56 CRAIG CALHOUN NAClONAL •.I-S:-MO ..::..:..57
:.::--

relaciones sociales y categorías de individuo similares, y entre les las naciones son creadas. Muchos de ellos (los "instru-
la reproducción a través de lazos directamente interpersona- JJ\entalistas") remarcan que esta "invención" es a menudo
les o la mediación de agencias relativamente impersonales de un proyecto consciente y manipulador llevado a cabo por
estandarización cultural a gran escala y organización social. élites que buscan asegurarse el poder movilizando segui-
Aunque el nacionalismo, la etnicidad y el parentesco re- dores a partir de la ideología nacionalista. Hay, claro, mu-
presentan tres formas distintas de solidaridad social, a veces se cho de verdad en la proposición de que los líderes naciona-
superponen -o se articulan el uno con el otro- con grados de listas manipulan a menudo los sentimientos e identidades
variación en situaciones específicas. En algunos casos pueden de sus seguidores. Queda también en claro que las naciones
reforzarse mutuamente; en otros, las tensiones entre ellos pue- no son seres eternos, presentes en su forma actual desde el
den significar un serio problema para los intentos de confor- comienzo de los tiempos.
mar una solidaridad "nacional" mayor en sociedades multiét- Por otra parte, las investigaciones históricas mues-
nicas. Es importante que nos concentremos en las distinciones tran una continuidad notable entre las modernas culturas
y relaciones entre las tres, no sólo para comprender una varia- nacionales, los patrones de regiones y relaciones geopo-
ción de caso tan específica sino para escapar de la falsa opo- líticas y sus antecedentes. Podemos ver también que el
sición que ha caracterizado a la mayoría de los análisis acerca nacionalismo deriva mucha de su fuerza de la experiencia
del nacionalismo. Aunque la mayoría de los investigadores fenomenológica de gente común para la cual, en general,
son más sutiles, un buen número de autores ha tratado como las naciones estaban ahí desde siempre. Muchas de las
mutuamente excluyentes los intentos de explicar el naciona- características distintivas de una cultura nacional, como
lismo a partir de la etnicidad y los intentos de explicarlo por la el lenguaje, no son creadas por individuos. Por el contra-
construcción estatal y la movilización de la élite en defensa de rio, los individuos se convierten en personas dentro de
sus propios intereses. Han escrito como si la referencia a unos relaciones sociales que están ya moldeadas por la cultura.
lazos preexistentes y dados por supuestos debieran ser una Más aún, algunas de estas relaciones, como la familia o
referencia a una historia inmemorial antes que a una forma es- los lazos étnicos, pueden parecer tan básicas que la gente
pecífica de reproducción cultural y social continua, y como si -por lo menos en algunas situaciones- no puede imagi-
mostrar la invención y manipulación debiera de algún modo narse sin su ligazón a estas relaciones.
significar que el nacionalismo no tiene nada que ver con la .Tomar una posición tan extrema como para negar la
etnicidad y no abreva de los compromisos emocionales que la reahdad y relevancia de cualquiera de estos conjuntos de
gente forja en sus relaciones sociales cotidianas. observaciones sería poco razonable. Está claro que la gente
experimenta el mundo social como siempre preexistente a
SUS propias acciones. De modo igualmente claro, muchos
Construcción vs. primordialidad ~spectos de esos mundos sociales -incluida la demarcación
e.naciones- son producto de la nación humana y están
Una de las tensiones más importantes en la literatura :~J~tos a una manipulación potencial. De hecho, sólo los
acerca del nacionalismo es la que divide "constructivistas" 111 eol~gos nacionalistas tienden a afirmar posiciones "pri-
o "instrumentalistas" de "primordialistas". Los primeros han ordlalistas" tan fuertes que implican que las naciones
enfatizan los procesos sociológicos e históricos por los cua- ex·is tid
1 o en algo cercano a su forma moderna desde
58 CRAIG CALHOUN
~~L~ISM~0~ ~59

el comienzo de la historia. Los cientistas sociales que estu-


De un modo creciente la unidad nacional es mantenida no por
dian el nacionalismo suelen reconocer tanto (a) el rol del
las invocaciones a la sangre y a la tierra sino por una lealtad in-
cambio histórico y la acción humana como (b) la distinción cierta, intermitente y rutinaria a un Estado Civil, complementada
entre reconocer las poderosas ligazones forjadas en las re- en un grado mayor o menor por el uso gubernamental de los
laciones personales más próximas ~ las e,xperiencias c~lt~- poderes policiales y las exhortaciones ideológicas.
rales tempranas y determinar si y como estas se traducirá-¡ [...] considerados como sociedades, los nuevos Estados son
en lealtades nacionalistas. De hecho, este último punto es anormalmente susceptibles a una desafección seria basada
acentuado por uno de los más importantes de los llamados en las ligazones primordiales [...] La desafección intelectual,
"primordialistas", el antropólogo"Clifford ~e~rtz ~~96~~. o económica o de clase amenaza con la revolución, pero la
desafección basada en raza, lenguaje o cultura amenaza con
Mientras que muchos de los constructivistas o ms-
la división, e! irredentismo o la fusión, con e! retrazado de los
trumentalistas" están preocupados por mostrar que tanto
propios límites de! Estado, con una nueva definición de sus
el nacionalismo como la etnicidad están sujetos a la acción dominios (Geertz, 1963: 110-111).
humana e incluso a la manipulación, Geertz argumenta a
favor de mantener la distinción entre ellos, de manera tal
que podamos cuestionarnos, anal.ít~camente, acerca de la Geertz sugiere que esto es en parte así porque estos
relación entre nacionalismo y etnicidad. Aunque muchos lazos étnicos, y otros de tipo "primordial", son del mis-
autores posteriores han estereotipado a Geertz como un mo orden general que la nación. En consecuencia, están
teórico del "nacionalismo primordial", lo que él trata como más preparados para competir como base para construir
por lo menos experimentalmente primordiales son los la- una nueva nación o expulsar a los miembros de alguna
zos étnicos". Su argumento principal es que en mt;c~os existente. La nación que es definida como fronteriza con
Estados nuevos (por ejemplo, los países creados en Afnca el Nuevo Estado puede parecer un cuerpo más artifi-
durante la retirada de los poderes coloniales), las ligazones cial, emocionalmente menos denso y definido más di-
fusamente.
"dadas" o "presupuestas" más poderosas puede~ ser c?n
grupos étnicos como "las tribus'?". Estos lazos "primordia- La posición constructivista tiende, en contraste, a
les" son amenazas potenciales para los proyectos de una s~bestimar el poder de la cultura y la fuerza de las iden-
sociedad civil y un nacionalismo cívico: tidades presupuestas que están atadas a la capacidad de
la propia gente para avanzar en el mundo. Pero los cons-
:UCtiv~stasargumentan, en particular, contra las teorías
15 El término "primordial" entra en la discusión a partir de la obra de Edward
Shils (especialmente 1957). d n-
e ~asIdentidades étnicas primordiales, incluso aquellas
16 Ver también Davidson (1992). Como advirtió Ekeh (1990) hay una ten de s :tiles Como la de Geertz. Ellos señalan que es extraño
cia a abandonar el uso de "tribu" en la antropología social y los est~ I~e q Contrar culturas tan separadas y definidas como para
africanos y reemplazado por "grupo étnico". Mientras que la nocion 's
tribu ap~ntaba a la centralidad de las relaciones de parentesco (tanto m~_ f~e se Conviertan "automáticamente" en la base de di-
central, sugiere Ekkeh, porque es d"es d e e.1 pun to d e VIS~
. t de los débiles e
étniCO Pa~~tes agrupamientos sociales. Por el contrario, como
tados africanos que el "tribalismo es criticado), la noción de grupo es -in 1Brass ha argumentado, las identidades de la gente
implica que el análisis serio y detallado de las estructuras de paren~eSCOte_ S
más o menos irrelevante. Esto tiene el ef ecto dee i=poner una noc.on'e[1ea lltá~ U ? ~quellas más "primordiales"- son a menudo
górica -una reunión de individuos marcados por la etnicidad en comun- lltás ~Ulhples, están más sujetas a elección y dependen
lugar de una relaciona!.
e la situación en la que se encuentran que lo que
60

los primordial~stas generalmente reconocen (1979, 1991).


,.,.A,IONALlS::::M;:.0
~

La invención de la tradición
~61
1
Incluso el sentido de ser miembro de un grupo coherente
y claramente demarcado no está dado sólo por la trad], En su influyente libro, Eric Hobsbawm y Terence Ran-
ción sino que aparece en ciertos contextos; especialrris-¿ er (1983; ver también Hobsbawm, 1990) han examinado
te cuando hay tensiones con otros grupos O esfuerzos de ~ número de casos en los que las "tradiciones" naciona-
líderes para movilizar a los seguidores basados en dicha les han sido "inventadas" por las élites que construyeron
identidad colectiva. el Estado. Los nuevos Estados que e;<isten gracias a la re-
Uno de los puntos clave en el argumento de los tirada de los poderes coloniales en Africa, por ejemplo, a
constructivistas es que la existencia de elementos cul- menudo produjeron narraciones mitológicas de sus raíces
turales en común, o de los lazos afectivos fuertes a los pre-coloniales, o del heroísmo de los fundadores anticolo-
que los primordialistas apuntan, no garantiza que una niales o de los elementos en común de sus ciudadanos. No
colectividad en particular vaya a desarrollar un sentido sorprende que hayan minimizado el grado en el que sus
identitario o a movilizarse para la acción política, yaún fronteras han sido definidas con arbitrariedad a través de
menos a reclamar la condición de nación. Pregunta Brass conflictos y arreglos entre los poderes coloniales. Se esfor-
(1979: 88-89): "Dada la existencia, en una sociedad mul- zaron por inculcar una cultural nacional unificadora a tra-
tiétnica, de un buen número de distinciones culturales vés de programas educativos, los medios controlados por
entre la gente y de conflictos reales y potenciales entre el Estado y la producción de ceremonias públicas. Aunque
ellos, ¿qué factores son críticos para determinar cuáles por lo común se la presenta como distintiva, la cultura na-
de estas distinciones, se da alguna, será usada para cons- cional casi nunca es una extensión directa de la cultura na-
truir identidades?". El asunto no es si los elementos cul- tiva "primordial". Le debe mucho, a menudo, a los poderes
turales en común existen, sino cómo son construidos y coloniales (y a la experiencia de resistencia a esos poderes
reconstruidos al ser llamados a la acción por líderes e coloniales, que ayudó a unir a los miembros de diferentes
ideólogos. "Los líderes de un movimiento étnico eligen grupos tribales, étnicos o regionales).
invariablemente, de las tradiciones culturales, aquellos o Este patrón, de hecho, parece estar bastante expan-
elementos que piensan servirán para unir al grupo y que dld~o Es visible, en especial, en los nuevos Estados, pero
serán útiles en promover los intereses del grupo como verSiones de la misma construcción y reconstrucción de
trad o

ellos los definen" (Brass, 1979: 87). f ICl~nes en común han estado presentes en las trans-
Las preguntas que necesitamos hacemos son: (1) OrtnaclOnes nacionalistas de viejos Estados, tanto en Asia
¿cómo sucede que la experiencia de la gente de sentirse ~Oll\O en Europa. Las descripciones de Tennyson acerca de
"en casa" en el mundo está ligada, a menudo, no sólo con h:m e1ot y las historias de Scott acerca de las Highlands
sus relaciones personales inmediatas sino también con la tr\: ?~dado, por ejemplo, a inventar un pasado amplía-
n e recordado" para Inglaterra y Escocia". Tanto los
categoría mayor de nación?; (2) ¿cómo es que naciones
i7----
que son de hecho históricas llegan a parecer "primordia-
les"?, y (3) ¿cómo reivindican la historia los líderes e ideó- ~~:~r-Roper (1983) muestra cómo incluso los símbolos básicos de la iden-
reco naCional, como el kilt de los escoceses, es mayormente un asunto de
logos y la utilizan para movilizar a la gente para proyec-
lllin~st:Ucción e invención en el contexto de la resistencia escocesa a la do-
tos nacionalistas? cIOnu1glesa; el kilt sólo se extendió a comienzo del siglo XVIIl.
62 6..::..3
••
JIONALISM:::O_----------------------..:.
~
c.o?1Unistas como los nacionalistas republicanos han par- xplícita, ya escondida. Segundo, aquello que proporcio-
ticipado e~ un~ apropiación y reconstrucción selectiva del ya e la tradición (o a la cultura en general) su fuerza no es
pa~ado ~hmo, mcluyendo elementos de su pasado antiguo ¡úl :ntigüedad sino su inmediatez y su carácter "dado". Al-
e histonas de luchas más recientes. De hecho, las prácticas sU as auto-comprensiones nacionalistas pueden ser dudo-
educativas chinas hacen un uso especialmente notable de gut'históricamente y al mismo tiempo aspectos bien reales
las narrativas ejemplares; pueden ser historias de la Larga ;Sla experiencia vivida, así como bases para la acción". Las
Marcha de los comunistas o cuentos más locales de gente ~rnas son tomadas como presuposiciones inconscientes
común que se sacrificó por su grupo, su familia O su nación por parte de la gente al considerar las opciones .que se les
(Bakken, 1994). Estas narrativas llevan, por lo común, un resentan20. Otras reivindicaciones, por el contrano, pueden
mensaje acerca de la lealtad nacional entre otras virtudes. ~ lograr persuadir porque son muy explícitas en sus ma-
Cuando sop expuestas como mitos antes que como hechos nipulaciones o porque el mito que se ofrece no se dirige a
hay una tendencia a la devaluación de las historias. A pesar las circunstancias y los compromisos prácticos de la gente
de ello, forman parte de la experiencia en común y la cultu- en cuestión. En el medio hay reivindicaciones que pueden
ra básica de la mayoría de la gente en China. ser aceptadas como parte de la ideología ortodoxa pero que
Hobsbawm y Ranger tienen razón acerca del carácter in- la gente puede cuestionar". La gente puede incluso unirse a
ventado de gran parte de las tradiciones nacionales. La parte
más dudosa de su argumento es la sugerencia de que de- \9 Ésta es una proposición sociológica tan antigua como el principio de w.r.
mostrar dicha invención invalida las tradiciones", No queda Thomas de que lo que creemos verdadero es verdad para nosotros (ver la ela-
boración de Merton, 1968). Alcanza un apoyo teórico mucho más substancial
claro por qué esto debe ser así. Hobsbawm y Ranger parecen en el análisis de Pierre Bourdieu (1976, 1990) de la reproducción de la cultura
aceptar la noción de que las tradiciones inmemoriales, "pri- como contenido cognitivo, tanto como orientaciones pre-discursivas, encar-
mordiales", de alguna manera contarían como legítimas -la nadas hacia el mundo. Como Edward Shils (1981) ha sugerido, deberíamos
ver la tradición no sólo como el contenido relativamente fijo de la cultura sino
premisa de los académicos nacionalistas del siglo XIX que como el proceso activo de "transmisión" (ver también Calhoun, 1983),
buscaron descubrir cuáles eran los "verdaderos" fundamen- En otras palabras, son literalmente prejuicios en el sentido que Hans-Georg
Gadamer (1975, 1977) le da al término. Prejuicio significa no sólo previo al
tos étnicos de la nacionalidad (ver Skurnowicz, 1981 acerca
juicio, sino constituyente de la condición de enjuiciar. La existencia dentro
de Polonia y Zacek, 1969 acerca de Checoslovaquia)- y luego de una tradición histórica abre la posibilidad de conocer el mundo, no es
afirmar, por contraste, que varias tradiciones nacionalistas sólo una fuente para el estrechamiento del mundo o el error histórico (ver
~amke, 1987). Sin embargo, del mismo modo, las tradiciones son efectivas
son creaciones recientes y quizás fruto de manipulaciones.
solo cuando están vivas y por lo tanto en proceso de cambio; derivan su
Esto parece una doble falacia. Primero, porque todas las tra- fuerza de su eficacia para abrir una comprensión del mundo que funciona
diciones son "creadas"; ninguna es realmente primordial en la acción práctica, no para ofrecer un reclamo empíricamente demostra-
21 ble a una verdad original específica,
(esto ha sido reconocido por funcionalistas como Eisenstadt, En el lenguaje de Bourdieu (1976, 1990), podemos distinguir entre hetero-
1:66, 1973 y Geertz, 1963). Todas estas creaciones son poten- ~oxla, o el reconocimiento de muchas creencias como legítimas, no sólo de
cialmente discutidas y están sujetas a la reforma constante, a OrtOdOXia, sino de una actitud "dóxica" en la cual la adhesión está presu-
puesta sin duda alguna, La reproducción de tradiciones culturales es soste-
nIda por prácticas culturales que limitan o desaniman la experimentación
Anderson (1991: 6) encuentra el mismo problema en Gellner: "Gellner estiÍ cOn alternativas e inhiben la búsqueda de otros modos de ver las cosas. La
tan preocupado por mostrar que el nacionalismo enmascara bajo falsoS etnicidad nos introduce en una red de este tipo de prácticas y en un grupo
p'rete~tos, que asimila 'invención' a 'fabricación' y 'falsedad', antes que a ~lal que las reproduce constantemente y que puede ver cualquier desafío
imagmacíón' y 'creación:". a as mismas como deslealtad,
64 ••• ClONALlSMO 65
~~------------------------------------~

rituales públicos que afirman narrativas que son reconocidas alternativos y otras reivindicaciones "comunitarias" y secto-
como problemáticas, pero al hacerlo fortalece su identifí--¿ rialesque durante el período colonial habían sido ignoradas
ción con estos rituales como "nuestras historias": un senu, COn mayor facilidad (Chatterjee, 1994). La oposición entre
do de confabulación en la producción de estas ficciones y un prirnordialidad y "mera invención" deja abierta una amplia
reconocimiento de ellas como las condiciones de fondo de gama de historicidades en las cuales la tradición nacional y
la vida cotidiana. Si George Washington realmente hachó el otras tradiciones pueden ejercer una fuerza real.
cerezo o si Hafez Assad fue verdaderamente el primer far- Los líderes que movilizan al pueblo en base a lazos su-
macéutico de Siria no es exactamente el punto en cuestión. puestamente pimordiales a veces adoptan una retórica na-
Es imposible distinguir entre Estados mostrando que cionalista, Y a veces intentan afirmar definiciones de nacio-
algunos han .sido creados y otros no, pero es posible mos- nes primariamente en términos de identidades étnicas (en
trar, en cambio, que algunas identidades nacionales han ocasiones con resultados desastrosos, incluso genocidas).
sido más persuasivas que otras y más capaces de conver- Cuando la idea de identidad nacional o étnica se funde con
tirse en parte de las bases inmediatas para la acción de los el pensamiento racial, el primordialismo recibe un impul-
ciudadanos, y de su transmisión indudable (o difícil de so y se convierte en especialmente peligroso: testimonio de
cuestionar) de cultura. No es entonces la veracidad históri- esto son no sólo la Alemania de Hitler sino también, más
ca del nacionalismo eritreano lo que importó para movili- recientemente, Burundi y Rwanda. Pero el genocidio no es
zar gente contra el dominio etíope, sino la realidad sentida el resultado automático de la unión entre el pensamiento
de la eritreanidad". racial y el nacionalismo; es un resultado más complejo, no
A la inversa, cuando las circunstancias y los proyectos sólo de la diversidad étnica sino también, en general, de los
políticos cambian, las tradiciones que parecen más firmes proyectos políticos centrados en el Estado. Los Imperios no
quedan sujetas a disrupciones y alteraciones. Así, los na hansido por lo común genocidas, como veremos en profun-
cionalistas indios del siglo XIX fueron capaces, a partir de ~dad más adelante; han sido los Estados que han querido
Nehru, de alcanzar una unidad significativa (aunque no in- modernizar" apoyándose en el discurso nacionalista los
discutida, o sin dobleces) a partir de la mezcla desordenada ~e han perpetrado los mayores ejemplos de genocidio. El
de identidades sub-continentales como parte de su lucha ~pacto de la unión del pensamiento racial con el naciona-
contra los británicos. La partida de los británicos de la Indi~, lismo no existe sólo para estigmatizar a los" extraños entre
sin embargo, cambió el sentido del nacionalismo del Paro- :~tr~s" sino para reforzar la s~lidaridad nacional contra
do del Congreso, al convertirse éste en el programa de UJl tinclones culturales internas. Esta es una de las funcio-
Estado indio -una entre las muchas construcciones posibl~s ~el pensamiento racial que ha tenido gran fuerza en la
de un Estado indio-, no de aquellos fuera de la política ofi la a del siglo XX (Dittkower, 1993). Ha facilitado, tal vez,
cial que resistía un régimen extranjero. Entre otros efectoSde p OP~es~ónchina de las minorías étnicas y los proyectos ex-
esto, el espacio retórico se abrió a una serie de nacionalismos y~lOn¡stas, como la colonización del Tibet. Pero también,
la e r:nanera por lo menos igual de importante, ha alentado
22 Los argumentos acerca de la veracidad histórica importan mucho !11~S en;;. ~d~ridad de los Han en contra tanto de sus diferencia-
apelación a audiencias externas, incluyendo la Corte Internacional de J~5) ~s hngüísticas y regionales dentro de China como de su
cia y cuerpos similares. Acerca de Eritrea ver Gebre-Ab (1993), Iyob (1
y Selassie (1989).
Oray división en múltiples Estados.
66 CRAIG c:...LH ~,.,.LISMIUO. 67
-=..:...
~
La noción de nación involucra por lo general la reiv' dhesiones colectivas en disputa, hay reivindicaciones en
dicación de que alguna identidad étnica específica deb l~, d~a uta acerca de qué significa una identidad, étnica o no.
" ganar 1e " ~ t~ d as 1as. ~tras f ormas de identidad, incluidas
el1a dJS~reve, las muchas similitudes y solidaridades llamadas
las cornurutarias, familiares, de clase, preferencias políti ~trúcas" pueden muy bien predisponer a la gente a las rei-
ya dhesi ,.
esiones etnicas a 1ternativas". Este tipo de reclamos Cas , dicaciones nacionalistas, e incluso pueden predisponer a
hec~o no sólo por lo~ ~ac~on~lista.s y aquellos otros compr~~ Vl;os a reconocer esos reclamos, pero es difícil ver a la etni-
metidos en una política etníca, sino también por una ar o'dad corno una "sustancia" que directamente hace surgir y
variedad de usos comunes en la historia y las ciencia~ s~ ~lica la nacionalidad o el nacionalismo.
ciales occidentales (ya que nuestra herencia intelectual ~
sido formada por la ideología nacionalista y la experiencia
de la construcción estatal). Así, es habitual que hablemo: Parentesco, descendencia, etnicidad
de grupos étnicos, razas, tribus y lenguajes corno si fueran y nacionalidad
unidades objetivas, sólo recordándonos ocasionalmente la
ambigüedad de sus definiciones, la porosidad de sus límites Las naciones modernas tienen a menudo raíces históri-
y la dependencia situacional de su uso en práctica. El pun- cas en identidades étnicas de larga data, Pero el nacionalis-
to no es que dichas identidades catezóricas no son reales mo y la etnicidad son dos maneras diferentes de pensar la
, d b,
mas e lo que las naciones son reales; es, por el contrario, identidad colectiva, y la etnicidad misma es sólo un aspecto
que no son fijas sino tanto fluidas corno manipulables. Las del modo en que la mayoría de las identidades colectivas
diferencias físicas y culturales existen, pero su separación, fueron organizadas en el pasado. En estrecha relación, aun-
su identificación y su invocación son todas variables. Más que más básica y difundida, está la retórica del parentesco
aún, la relación entre tales diferencias culturales y los zru- y la descendencia. Contrastarlo con estos otros modos de
pos sociales es compleja y problemática. La identidad é~ica C?~struir conexión e identidad colectiva nos ayudará a cla-
es constituida, mantenida e invocada en procesos sociales nficar el significado del nacionalismo.
que involucran intenciones diversas, construcciones de sen- Todos los pueblos del mundo, en la actualidad, y to-
tido y conflictos (Barth, 1969).1 o sólo hay reivindicaciones dos aquellos de los que conocemos su existencia histórica,
han. tenido algún método de contar identidades y las co-
~e~lones entre ellas a través del parentesco y la descenden-
Esto no significa que el nacionalismo borre la importancia de todas las otr~S
identidades (no más que la cartas ganadoras que son jugadas en cada mano CIa-1, Existe el matrimonio, las ideas acerca de la paterni-
de un Juego de bridge). Significa que el discurso nacionalista ejerce una fuerza
poderosa contra Ideales como los que John Schwarzmantel (1991: 5) adscribe u---
al socialismo: "la idea socialista de nación es o debería ser 'pluralista'. viendo Parientes, en un sentido general, son aquellos con los que uno está rcla-
a la identida~i nacional como un foco de lealtad entre otros, y rechazando I~ Cionado por compartir o la descendencia de un ancestro en común o la co-
Idea de nacion puesta en consideración por los nacionalismos 'integrist~5, ~exión a través del matrimonio. El parentesco, entonces, puede ser usado
en los que la nación es considerada el foco supremo y atropellador de leal, re manera inclusiva para referirse a todo el conjunto de relaciones e idcn-
tad a los que todas las otras afiliaciones deben subordinarse totalmente." El hdades fomlados por lazos de cosanguineidad y afinidad -parientes "polí-
discurso ,nacionalista en general acepta que otras afiliaciones puedan ocupar hcos" y "de sangre"-. Sin embargo, los antropólogos distinguen a menudo
la atencíón pnmana de un buen número de miembros de la nación una grall ~ntre los do , porque la descendencia suele tener un rol muy específico en
parte del tiempo, pero no concede a estas otras afiliaciones el derecho a desa' a formación de identidades grupales distinta del espectro más amplio de
fiar a la nación en asuntos de importancia básica. relaciones de parentesco.
u6,8~ C_RA_'G--=-CALHO~
- ---.': .,~~L:::.:'S~MO~
~
6~9

dad, las familias y los modos de determinar la herencia y la lo, el parentesco y la familia son ciertamente valorados.
identidad colectiva a través de líneas paternas, maternas o ~ueden cumplir un papel más importante en organizar la
ambas. Pero mientras que el parentesco es importante y la vida social que, digamos, en Inglaterra, los Estados Unidos
familia es valorada en todas las sociedades, el parentesco o Australia. Pero no son la plantilla de todo el orden social.
y la descendencia no cumplen en todas partes el mismo Los ortodoxos cristianos, los católicos y los musulmanes no
rol de organizar la sociedad. En las sociedades occidentales son enseñados a rezar a sus ancestros sino a Dios y quizás a
modernas, la descendencia o el linaje juegan un rol menOr varios santos que no son necesariamente parientes. El car-
en comparación con eras previas (cuando los títulos aristo- go de presidente no es hereditario en ninguno de los tres
cráticos -y también los derechos heredados a los campos países. Mientras que los hombres de negocios puedan fa-
de cultivo- eran de importancia básica, y cuando qmén vorecer a sus hermanos y primos, sus economías están ma-
descendía de quién era crucial para decidir quién debería yormente organizadas a través del intercambio de efectivo,
casarse con quién) y un rol mucho menor que en otras so- el comercio a larga distancia y las fábricas y otras empresas
ciedades (como en la India, donde los grupos de descen- en las cuales el parentesco no es la base ni del empleo ni de
dencia están atados, por lo común, a ciertas ocupaciones, y la organización de la producción.
se espera que los hijos se casen dentro del grupo). Entre los Más aún, lo que los líderes nacionalistas que dicen
Tallensi del norte de Ghana, como entre muchas de las so- "somos una familia" subrayan es algo muy distinto a
ciedades "tradicionales" y de relativamente bajo desarrollo cómo funciona una familia para los pueblos que tienen
tecnológico, el parentesco y la descendencia son (o lo eran a la familia como grupo más básico. Los líderes serbios o
hasta hace muy poco) el principio de organización básico croatas quieren decir que "nosotros" somos los mismos,
para casi toda la vida social (Fortes, 1945, 1949; Calhoun, que "nosotros" estamos juntos en esto, que "nosotros" te-
1980). Determinan quién trabaja con quién en la produc- nemos un lazo indisoluble, que "nosotros" nunca debería-
ción económica; guían la práctica religiosa (centrada en la mos ser divididos por ninguna lealtad a grupos más pe-
veneración de los ancestros); proveen los principios para la queños o transversales. Los Tallensi reconocerían la fuerza
selección y el respeto a los líderes. moral de dichas exhortaciones y a veces los miembros de
La reivindicación moderna de la nacionalidad es gene- ~a familia pueden pedir el apoyo de sus parientes en
ralmente invocada a través de un lenguaje de parentesc~ Y ~r~inos similares. Pero como miembros de una sociedad
descendencia. Los líderes encienden a los seguidores al In' e hnajes segmentados, ellos siempre reconocerían, en un
vacar la lealtad hacia sus "hermanos" y al describir la ame- ~?1?0 que escapa a la retórica serbia y croata, que la fa-
".1 la
naza a la pureza del linaje nacional si sus hermanas tiene~ U re fiiere a una escala descendente de lealtades. Existe
hijos con extranjeros. La gente habla de la nación corno s~ n~ familia nuclear de padres con sus hijos, un linaje mí-
fuera una gran familia, o reivindican lazos de sangre o ha Un o que liga dos o más de esas familias nucleares bajo
¡1e'
blan acerca de cómo sus ancestros lucharon contra sus e quePadre en común (digamos el padre de dos hermanos
migas antiguos en alguna batalla perdida en el tiempv- de tos) Pue?en vivir en el mismo campamento y cultivar jun-
En un sentido crucial, es engañoso usar este lenguaje e, subi y hnajes de varias escalas intermedias hasta llegar,
. !le,
parentesco y descendencia para caracterizar a las naCl~ tr' POr ~ndo en la estructura, a los linajes máximos definidos
En Serbia, Croacia y la Bosnia contemporánea, por eje SUPuestos) antepasados comunes que llegan hasta
7':::O C_RA_I-..::G CALHO ___
lIIlfjAlls:--M_o ~7~1
- ~ ~

diez o doce generaciones de distancia. El resultado es qUe tcétera y (b) un número pequeño de categorías dentro
las familias grandes siempre están compuestas por fatni_ ~ela cual la gente comparte identidades en común como
lias pequeñas. No existe una unidad fina tan primaria en OÚerllbrosiguales de un todo unitario, como el clan.
la que un Tallensi siempre pensaría, antes que en un gru- cuando dos Tallensi se encuentran, pueden establecer
po más grande o más pequeño, como definitivamente su con gran precisión cómo se emparentan por matrimo-
familia (y si no es así para los grupos de descendencia, Se nio cruzado o descendencia en común y también cuándo
aplica aún menos a la compleja red de lazos de parentesco dichos elementos en común concluyen y se dividen por
formada a través del matrimonio). Qué nivel de familia diferencias en la descendencia.
importa depende de la situación. Un estadounidense -o un bosnio o un chino- puede
Todos los linajes Tale también encajan en clanes, que identificara su familia, su barrio, su escuela, su ciudad,
reivindican una descendencia común pero no pueden su provincia y su país como un todo. Pero lo que es dis-
reconstruida directamente. Los clanes son categorías tintivode la retórica nacionalista es que (a) sólo puede ser
más grandes de miembros más o menos equivalentes, usadapara el país como un todo (mientras que los Tallensi
no estructuras de relaciones de parentesco específicas". pueden usar la retórica del parentesco para describir cual-
Los clanes no se dividen en una escala descendente de quier nivel de todo su sistema de grupos y lealtades) y (b)
clanecillos del mismo modo que los linajes se dividen presupone que, por los menos en tiempos de crisis, las rei-
naturalmente en una jerarquía de segmentos más gran- vindicacionesde la nación toda tienen una clara prioridad
des o más pequeños. Pero los clanes son exógamos, y sobre reivindicaciones sectoriales". Si el parentesco seg-
ayudan entonces a organizar la formación de relaciones mentarioinsta -en las palabras de un proverbio árabe que
de parentesco entre individuos. Cuando un hombre Y usaun lenguaje más combativo que el que usarían los Ta-
una mujer se casan, esto forma una nueva red de r.e~a- Uensi-"yo contra mis hermanos, yo y mis hermanos contra
ciones entre sus clanes, linajes y los miembros familia: nuestrosprimos, y yo, mis hermanos y mis primos contra
res individuales. Esto provee un marco de acción para elmundo", el argumento del nacionalismo es decir, por lo
colaborar juntos cuando es necesario; sea para arreglar general,"nunca tú contra tus hermanos, ni tú y tus herma-
nuevos casamientos, comerciar o resolver disputas. E~ :Uc?ntra vuestros primos; sólo los miembros de nuestra
suma, el parentesco y la descendencia ligan a los TaJle~SI ha nacional contra el mundo" .
los unos con los otros tanto en (a) una red compleja y SIS- .d L.anacionalidad se convierte, entonces, en una gran
temáticamente organizada de relaciones identificable~ e ~h~ad categórica que abarca muchas categorías más
incluso nombrables: padre/hijo, primogénito/benjarlllJ1, • -'1Uenas ("tribus", grupos étnicos), cada una de las cua-

ralí3
~
25 Este contraste es realzado de manera especialmente clara en la ctnog't113 cuando la retórica nacionalista es usada para describir un grupo dentro de
bJe Unpaís, esto significa que quien la usa reclama que el grupo más pequeño
clásica de los Nuer efectuada por Evans Pritchard (1940). Véase tam ido
gcneralización más sistemática en Nadel (1957). Harrison White h~'~iCO ~.la nación real y que el país como un todo es multinacional o no es una na-
~~A'·
d . SJ,un escoces puede reconocer que . . es, por el momento, parte
el mayor responsable de traer esta conceptualización al uso soClO°yeo'
contemporáneo. Desafortunadamente, ya que nunca publicó su tn~ll oral
te y temprano artículo sobre el tema, esto es parcialmente tra,diClOJ~o¡¡ll
e: ESCOCIa
Un país mayor llamado Gran Bretaña, pero reclamar que "británico" no
n u~a nacIOnalidad legítima (o es otro nombre para "inglés"). Consideraría
derivada de sus clases (igualmente ver White, 1992). Ver también ea ñaCtona Escocia -y presumiblemente a Gales e Inglaterra-, y a Gran Breta-
(1991). a Un estado multinacional.
73
72
_________________________________________ C~~IG~

~
les puede estar organizada internamente en base a má no-Tallensi ellos no son conocidos primariamente
tegorías y redes complejas de relaciones interperson s;:::q, IO:farnilias o linajes; aparecen como un g:upo bastan-
La retórica del parentesco y la descendencia constitu a es. ~, nciado en virtud de sus comportaffilentos, carac-
(llJere . ,
SOCle a -sIempre que se aga referencia a un todo ~~
'dd . h jt\ •
casc
ulturales y apariencia. La ascendencIa en comun
' .
q
yor- como un conglomerado de afiliaciones múltiples yrn , uesta como la explicación de estas caractenstIcas,
sUr
perpuestas de diferentes segmentos, ninguno de los cua~~~
es la carta ganadora frente a los otros; uno es un miemb
d~ la sociedad Tale sólo a través de su profundo involucr:~
t:~
.
especificidades
tan importantes.
de la estructura de parentesco no
Esto e~,. asumen una iden~dad
on conocidos por su etnicidad. De hecho, existen,
",u:ays llos que migran a la ciudad . d ..
o tratan con a rrurus-
miento en redes de parentesco y descendencia y las cate- aqu e h .
gorías del clan. La retórica nacionalista propone categorías .ones gubernamentales centrali.z~das, muc as ventaj.as
enteras de gente sin referencia a su diferenciación interna desarrollar un sentido de la etnlCldad, con su ~otenClal
o reivindica la prioridad sobre tales diferencias internas: a armar lazos más generales que aquell.o~ provistos por
de modo típico-ideal, uno es un miembro de una nación ~arentesco (Horowitz, 1985). Pe~o la etnlcld~d !~le no:s
directamente como un individuo. significativa más allá de Ghana; SI los Tallensi VIajan mas
La etnicidad ocupa algo así como una posición interme- allá de las fronteras de su Estado, llevan pasaportes que los
dia entre el parentesco y la nacionalidad. Las identidades lepresentan simplemente como ghaneses.
étnicas se han convertido en importantes, históricamente, La etnicidad se hace visible en el límite entre las mane-
allí donde múltiples grupos han tratado el uno con el otro ras internas de organizar la vida del grupo (que brinda ~
en un territorio en común. Se han desarrollado, en espe- la etnicidad la mayoría de su contenido cultural) y las .atrl-
cial, donde la concentración de población en una ciudad, buciones externas de carácter por parte de otros habitan-
el desarrollo de lazos económicos más allá del nivel local tes de la misma gran ciudad, país o economía. Un," gr~po
y / o la creación de un Estado (especialmente un imperio) étnico" puede estar organizado internamente en terffilnos
ha arrastrado pueblos diferenciados e integrados a relacio- de descendencia o de parentesco o en términos de su pro-
nes recíprocas o con el Estado mismo. La etnicidad no es pia mezcla de categorías y relaciones. Pero frente a ?tros
entonces simplemente la extensión del parentesco, sino el grupo étnicos o al Estado, aparece com~ una categona de
modo en que la identidad colectiva es constituida cuando miembros equivalentemente "étnicos". Este fue el cas? de
las lealtades de parentesco, las tradiciones y otros medios los judíos, los griegos, los galos y otros no-romano~ b~jo el
de transmitir una cultura en común confrontan una arena Imperio Romano así como el de los judíos, los cnstIanos
más amplia en la que la mayoría de las interacciones no annenios, los cristianos griegos y otras comunidades bajo
está organizada por la misma estructura de parentesco Y ~I Imperio Otomano". Fue un rasgo crudal del "mandato
cultura que dentro del grupo. Indirecto" en los imperios. Las autoridades centrales trata-
Esto sucedió cuando los Tallensi se mudaron fuera de ban Con autoridades intermediarias, cada una de las cuales
su área tradicional en búsqueda de trabajo; y cuando los ad-
ministradores coloniales británicos se establecieron. Cuan- 'i7--- .
Entre los romanos, el uso de natio, la raíz de "nación", era el eqUlvalentea
do los Tallensi se mudaron a la ciudad, llegaron a ciertoS la etnicidad en este sentido; significaba simplemente gente de ascendenCia
extremos para mantener las conexiones de parentesco. Pero COmúny por lo tanto de carácter en común.
74 •• ClONALI:::SM:::O=-- 7_5
~
era responsable por una categoría de la población. La orga_ asunto de política estatal -por ejemplo, alrededor del
nización interna de la población no era, para las autorida_ rna de si debe enseñarse en la escuela- puede convertirse
tlfl
des centrales, más que una preocupación secundaria". te una cuestión muy delicada. En Eritrea, por ejemplo, la
Las identidades étnicas reflejan la cultura interna, pero enopuesta de enseñar en lenguas maternas levantó una ola
no de modo neutral. La reflejan a través de ciertas líneas de ~: protestas de aquellos cuyas lenguas maternas no habían
relaciones intergrupales. Como han demostrado Frederik desarrollado una literatura escrita, en especial porque estos
Barth y sus colegas, es frecuente que la gente cambie sus grupos eran en su mayoría islámicos y ~ubieran p~e.feri.?o
identidades étnicas para maximizar sus ventajas en situa- la educación en árabe. En breve, es comun ser plunlmgue;
ciones diversas (Barth, comp. 1969; ver también Horowitz, no es obvio dónde yacen las lealtades lingüísticas prima-
1985). Consideremos el caso de Kenya, donde el swahili es rias de las personas, y las políticas ideológicas del idioma
idioma nacional pero existen también muchos otros idio- pueden ser mucho más co~~licad~s q~e lo ~ue implica la
mas locales que son utilizados por varios grupos étnicos. idea simple de respetar un idioma nacional .
Cuando los miembros de varios grupos "tribales" como La diferencia cultural o étnica se organiza de modo di-
los kipsigis, los kikuyu y los maasi interactúan, pueden ferente dentro de cada ámbito particular. Esto se nota, en
elegir expresar su nacionalidad keniana usando el swahi- especial, cuando la etnicidad es construida en muchos esce-
li, o pueden expresar sus diversas etnicidades usando sus narios distintos por un pueblo dividido por la diáspora. Por
mutuamente ininteligibles idiomas. Laitin (1992) sugiere ejemplo, los judíos no son sólo étnicamente diversos por sus
que la gente por lo general maneja bien hasta tres idiomas historias en culturas incomparables: cuáles características de
en este tipo de escenario: el lenguaje del hogar (muchas la identidad judía se muestran releventes -tanto para los ju-
veces sólo oral), un lenguaje nacional o regional enseñado díos corno para los no judíos- es una cuestión que ha varia-
en la escuela y un lenguaje internacional o de intercam- do muchísimo con el contexto. Así, ser judío no significaba
bio comercial. Donde las élites hablan inglés u otro idioma lo mismo en relación al Egipto faraónico que a los otros pue-
internacional, los grupos de trabajadores pueden usar un blos de lo que ahora llamamos Palestina; no significaba lo
idioma local o pidgin como manera de evitar que los jefes ~smo en el Imperio Romano que en el Magreb, y ha signi-
los entiendan y así subrayar la distinción étnica. Al mismo ficado aún otras cosas en varios contextos europeos moder-
tiempo, un trabajador que quiere ganar un ascenso yavan- nos y medievales y en los Estados Unidos contemporáneos.
zar en la cultura del jefe intentará mejorar su habilidad en ~n Alemania, significó algo muy diferente antes, durante y
el uso del idioma internacional como forma de minimizar uego del Holocausto. Para los beta israel -los judíos étni-
la distinción étnica. Por más flexible que la gente sea en sus ~os,del norte de Etiopía, a menudos llamados falasha- ser
interacciones cotidianas, cuando el idioma se convierte en IUdlO
e Sl'gruifiica b a una cosa cuan d o vivían
., en E"tíopía y a 1go
eOInp1etamente distinto luego de haberse mudado a Israel,
OInorefugiados, en la década del ochenta". Mientras que la
2R De hecho, en sociedades multiétnicas más grandes, los grupos han ten~~:'
a tener cada vez menos una organización minuciosa en términos de dO ~
cendencia y parentesco. La categoría de etnicidad en común sigue Sle!1S3' !l término etíope (amharic), "falasha", de hecho significa extranjero y carga,
importante, así como la familia en los niveles inferiores de linaje Y C~!105 s~ ~onsecuencia, con una connotación derogatoria. De todos modos su uso
mientos cruzados, pero todo el sistema de parentesco se ha vuelto llle es a extendido bastante y es común entre los etíopes. La palabra "falasha"
completo que, digamos, para los Tallensi tradicionales. Usada por los cristianos etíopes para designar a los judíos como extraños,
77
76
__________________________________________ ~C~~IG~

~
. das únicamente con un tamaño de grupo es-
religión unificaba ostensiblemente a todos los israel' aSOCla . .fi . ,
beta israel descubrieron que la raza dividía a los is les, los La característica definitoria es la ídenti ca~lOn,por
. raelíe . d de atributos, como miembro de un conjunto .de
Las autondades se negaron, por ejemplo, a mezclar .
" " 1 d ., sangre tu e uivalentes. Los clanes y los conjuntos etanos
negra con a e otros JUdlOS.Los rabinos ultra-ortod oXos
r~ s~s de identidades categóricas en contraste con el
se negaron a reconocer a 1os beta israel como com 1
t . dí P eta_ doS a jemplo, porque los individuos son miembros de
menle JU .1OSa ~~~osyque atravesaran el humillante ritual
d e a re-circuncision. ,por supuesto , aún cuando la raZa ~t:mente antes que por la mediación de
vimos antes los mapas, con
w:
sus
a ::ed de
diseños de
no era el problema principal, los judíos que migraron 1 ·ones. Como "
rael desde distintas partes del mundo llevaron consigo a s- oloreados representando los paises. se hacen eco
es C . . o
variedad de influencias de los escenarios donde ellos y ~a .dentificación categórica de las naclOnes: SIrven com
1 edores para miembros que son similares en tant? la
antepasados habían vivido, a menudo hablaban diferent s
Iiditornas antes d e aprender hebreo (el idioma nacional des tidad nacional es definitiva. Esta clase de pen~a~en-
Israel), practicaban diferentes formas de judaísmo y, en al~ categórico acerca de las naciones influye a los cI.entistas
gunos casos, no se parecían. . es que toman a los Estados-nación co~o urudad de
. is, como si cada uno fuera más o menos mtegral y co-
Las identidades étnicas, en suma, no vienen sólo de
adentro; son producidas en mundos de identidades étnicas ivo (ver la objeción de Tilly, 1984). ,
plur~les. Dividen tanto como unen; la frontera del grupo El discurso nacionalista comparte asi mucho con el
reqUlere tanto semejanza interna como diferencia externa. raza, clase, género y otros llamados a la cohesión basa-
más en la similitud de los individuos que en sus redes
En esto, las identidades étnicas son como las identidades
nacionales: nunca pueden ser autónomas. cretas de relaciones. Los individuos son las unidades
que se agrupan en identidades categórica.s. Ba~tante ante.s
que el nacionalismo moderno, muchas Idenhdades relí-
Individualismo e identidades categóricas giosas funcionaban de este modo (Anderson, 1991). Uno
podía hacerse cristiano, entonces, por conversión, sin im-
La nacionalidad es sólo una de tantas de "identidades portar quiénes fueran sus parientes, y se pensaba que los
categóricas," que han cobrado importancia central en la era cristianos formaban un grupo -uno muy grande- por sus
moderna. Estas suelen distinguirse por su gran escala, pero prácticas y creencias en común, no por ning~n parentesco
t!Specíficoentre ellos. Al entrar en estas relaclOnes mutuas,
aún cuando los falasha son descendientes de los antiguos etíopes. De hecha,
los cristianos eran demasiados para que ésta fuera la base
el .ant!guo remo de Axurn, el predecesor más importante de lo que hoyes Primaria de su identidad en común; cada uno sólo podía
Etiopía, fue predonunantemente judío durante la época de la Reina de Saba ~er relación directa con una pequeña parte del todo. Los
(Makeda), en 1500 Ó 1600 ac. En el siglo V d.c. sus mandatarios se convirtie-
ron al cristiani~mo, y en muchos casos fueron fanáticos ~I respecto. Lucharo~
Cli.stianosde diferentes lugares eran distintos pero -por
contra los JUdlOSde la península arábiga (parte de la cual los Axum dorru- lo ~enos en principio- no de modo tal que ~as diferenci~s
naban) y conn:a los judíos locales que se resistían a abandonar el judaísmO a tuVleran peso teológico. El catolicismo medIeval ~sta ~as
favor del cnstiarusmo. A partir del siglo V a.c., aparentemente, y con fuerza
renovada durante el SIglo posterior, los judíos -aunc¡ue provenían básica' ~ca del modelo descendencia/ etnicidad, con la 1mbr~ca-
mente .de los nusmos orígenes y linajes raciales que otros locales- empezaroll Clonen una jerarquía de parroquias y autoridades que im-
a ser VIstos (y estigmatizados) como extraños al grupo (ver Marcus, 1994).
78
79

portaban más que la revelación individual. Mientras ' de 1as 1identi dades catezóricas.
o Tanto la migración d
la movilización estaba organizada sobre bases POlítico:l¡e ---
Y- Jllas
la integraclO . 'n gradual de las regiones. en esta os
gionales, las Cruzadas ayudaron a fomentar una identid te. Jllo ndes admitían el agrupamiento étnico. Los protes-
más categórica entre los cristianos: en oposición a los "pad _'c: gra
JJIP"" . b a n a los individuos como muestras
ea teo-onza , del
1
ganos", "infieles" o musulmanes. a. tafltes t " No por casualidad a las categonas de
o
"ereyen e . t es
ta
La Europa feudal combinó su propia dependencia Co tipO les resultó fácil -incluso convincente- apar arse
respecto al parentesco y la descendencia (no sólo entre Ion creye~e5 ayormente visible. La Reforma Protestante y"el
pretendientes del trono y los títulos aristocráticos, sino tarn~ del to.hsmoo m re 1"gI'050
1 por lo general admitieron una . van e-
bién entre los herederos potenciales de propiedad rural en plur~e categorías religiosas. La emergenc~a de un sIs~~ma
el nivel local) con una jerarquía de categorías entrelazadas' ddadclases en ve z de una jerarquía de relaciones 1 especificas .
súbditos de los señores feudales en diversos niveles, desd~ e obligaciones recíprocas produjo uno d~ ?S SIstemas
señores menos importantes y caballeros hasta campesinos. con , .
tegoncos mais llamativos (con '. como enfatizó Marx, tan-
La jerarquía definía tanto las Ocupaciones como los roles ea pro 1e t ana. do como . la burguesía
toel . apareciendo
31 como un
sociales, las responsabilidades y los derechos. Las ciudades on'unto de miembros mtercamblables).. ,
eran anomalías dentro de esta concepción de un todo "feu- e J Aun cuando las naciones pueden tener Ide~10gIa5 ~e
dal", aunque sus ciudadanos "libres" se dividían en corpo- deseen d enCIa "en común y parentesco compartido, , . estan
b
raciones mayoritariamente Ocupacionales y jerarquías de or ganizadas primariamente como categonas ?e mle~ ros
eestatus. Dentro de los gremios y organizaciones similares, . d · iduales identificados a partir de vanos atnbutos
el parentesco puede haber sido importante; pero, cada vez In IVI , l' ., t mbres
culturales: un idioma compartido, re .IglOn, co~ u ,
más, la estructura oficial dominante de pertenencia se fue nombres, etcétera. Más todavía, las naclOr:es s~ piensan en
volviendo categórica: había trabajadores en relación de de- genera 1 como 1"n,dividuos: tanto en el sentido literal de " ser_
pendencia y dueños que daban empleo. In
. diIVISI . ibl es co mo , metafóricamente, en tanto seres smgu
Muchos en la Europa moderna han mirado hacia el lares que atraviesan la historia de l~ ~isn:a manera en que
pasado de la Europa feudal como si hubiera sido un caso la gente común vive su curso biográfico. Sin emb~rgo, :am-
extremo de sociedad tradicional, subestimando así tanto su bién tienen una tendencia " a 1a eSCISI . . ón . Los nacionalistas
.,
dinamismo interno como el grado en el que sociedades es- suelen reivindicar que 1os m IVI u os de una población no
individ
tructuradas por completo por el parentesco y la descenden-
cia (y también generalmente sin Estado ni escritura), como
significaba que la integración.• sOCleta
"1 gene~a 1 se pensaba basada
tanto como por com-
en cualquier
los Tallensi, ofrecen un contraste más marcado Con los pa- pleto en el modelo de parentesco y escen d encia
3o
trones modernos. Al modernizarse, Europa dependía cada otra parte (Schrecker, 1991)" f .. 1 forma mercancía del tra-
d t de la trans ormacion en a
30
~~jt~~ !a~~ere~u~~¿~l de la diferencia basada en habilidades que, sos:u:,o
Este problema es claro en la construcción que Weber ([1922J 1976) hace de la Mar~ hizo a todos los trabajadores competidores entre ellos y permmlbloar~
autoridad tradicional. China era más dinámica que lo que el uso común del , """ d 1 t b o Del mismo mo do, SJl1e
término "tradicional" sugiere, pero el entendimiento confuciano de la auto- los capitalistas disminuir el pr:cI? e ra:J bl a que el "trabajo" de di-
ridad imperial china enfatizaba una descripción de la patriarquía que tejía go, los capitalist~s eran tamb.len JI1t~~cai;d~~,e~~ demandas del mercado
a toda una sociedad a través del parentesco y la descendenCia" Particular- rección se separo de la relación de p p Ymalltener bajos los costos y
it 1" t s a competir innovar;
mente en períodos cuando la burocracia imperial y el sistema de mercados forzaron a los capl a IS a" ' it li t cada vez más estandarizado,
adherir a las demandas del sistema capl a ISa itali t )
junrian dominaban sobre el militarismo jel/giial/ y los señores feudales, esto o enfrentar la bancarrota (y desaparecer como capíta IS as "
_80 ~CMIGr. 81

~
pueden alcanzar su libertad personal a menos que 1 o del nacionalismo al subrayar simultáneamente la
blación sea "libre" en el sentido de la auto-determin: ~?- diS':u~sibilidadde la persona individual y de la comunidad
política, y al mismo tiempo requieren que los miembroclot¡ jtldiV1S al reivindicar la posibilidad de una relación inmedi-
toda,y
una nación putativa adhieran a algún patrón compar~~e entre los dos.
de cultura y comportamiento. o ata Los vínculos entre las historias del individualismo y
En la visión occidental moderna más extendida 1 cionalismo son quizás más llamativamante claros en
individuos existen como algo en sí mismos; ni las r~dOs el n~ra de Joachim Gottlieb Fichte, el pensador alemán de
de relaciones ni las jerarquías abarcadoras son las fuentes la~enzos del siglo XIX. La noción de Fichte ([1807-8]1968)
s
básicas de la identidad (Dumont, 1982; Taylor, 1990; Even: : auto-reconocimiento de la persona que (er: pala~ra~, de
1995). Esta idea moderna del individuo como locus de iden~ Marx) aparentemente se confronta en un espejo y dice: Yo
tidad indisoluble -por lo menos potencialmente auto-sufi_ soy yo" está atada de manera inseparable a la noción de la
ciente, auto-contenido y auto-transformante- es un factor nación como individuo (ver también Meinecke, 1970)32. Del
poderoso en el nacionalismo. No es casual que la noción mismo modo que las personas son comprendidas como
moderna de nación surja en tándem con las ideas moder- unitarias en el pensamiento moderno prototípico, las na-
nas del "ser puntual" o individual (Taylor, 1990). Las dos ciones son tenidas como integrales. En general, cada nación
se corresponden. La idea moderna de persona se forjó, en es pensada como indivisible (y literalmente, entonces, in-
parte, en el contexto de la ley y la filosofía política. Cuando dividual) y como portadora de una identidad distintiva.
Locke (1690), por ejemplo, pregunta bajo qué circunstan- Cada nación tiene una experiencia y un carácter distintivo,
cias las personas pueden ser ciudadanos autónomos, está algo especial para ofrecerle al mundo y algo especial para
investigando la naturaleza de la persona res-ponsable, al expresar por sí misma. "Las naciones son individualidades
mismo tiempo, que explora cómo el poder soberano pu- con talentos particulares y las posibilidades de explotar
ede ser distribuido entre los ciudadanos. La descalificación esos talentos" (Fichte, citado en Meinecke, 1970: 89). Ser
de las mujeres y los hombres sin propiedad se basa en su una "nación histórica", en términos de Fichte, era triunfar
dependencia, en que no son del todo autónomos. Locke en ese proceso de individuación y conseguir un carácter
([1690]1950) piensa que, en vez de formar sus propias distintivo, una misión y un destino. A otras naciones les
opiniones como individuos, serán influidos por otros fun- faltaron el vigor suficiente o el carácter nacional; estaban
damentos además de la razón; por aquellos de quienes de- destinadas a fracasar y a ser enviadas a los confines exter-
penden para su subsistencia e identidad. La idea de RouS- n?S de la historia. Un contemporáneo de Marx, Friedrich
seau ([1762]1950) de la voluntad general presume un todo List, siguió a Fichte cuando "declaró a las naciones 'eter-
social, como una nación, y al mismo tiempo encarna la idea nas', constituyendo una unidad tanto en el tiempo como
radical de la integridad y libertad del individuo, su absolu- en el espacio" (Szporluk, 1988: 115). Sin embargo, List pen-
ta inalienabilidad. La voluntad general es radicalrnen:e
il--
"un todo", no un asunto de mera mayoría de votos, y S111 Schwarzmantel (1991:37-40)retrata -de manera un tanto engañosa-la idea
embargo se encuentra también en cada miembro individu- de Fichte de la nación simplemente como la dominación y absorción total
al del todo. Por más paradójico que le haya parecido a los del individuo, en lugar de ver el sentido en el que Fichte piensa el auto-re-
conocimiento y la auto-realización, con momentos individuales y naciona-
analistas posteriores, Rousseau captura algo básico para el les no Contradictorios.
C_RA_IG_CALHOU
-o8=..2 ----.'!. CiONALlSM~O~ 83
_

~
saba que las naciones modernas se hacían a sí mismas: una
tos antes que en su participación en redes de rela-
especie de bildungsprozess colectivo que produce verdadera ab5tra~nterpersonales concretas. Promueve las identidades
individualidad a partir de influencias y partes heterogé_ dones 1 . 1 di
uóricas sobre las relacionales, en parte porque e lS-
neas. La nación era, idealmente, una "comunidad volu-; cateo nacionalista se dirige a colectividades de gran escala
taria". Todos los miembros de la categoría se convirtieron curso d
en uno en su compromiso con el todo". en 1as que la mayoría de la gente no pue e entrar en una
ión cara a cara con la mayoría de los otros.
El individualismo es importante no sólo como metáfora re 1acEsto sugiere también.., d' . t d
una nOCIOn ístin a. e compro-
sino como fundamento para la noción clave de que los indi-
. moral de la planteada por modos prevIOS de com-
viduos son miembros directos de la nación, que los marca a IlUso . .
nder la existencia. El nacionalismo o f rece 1a pOSlibili
11 a
d d
cada uno de ellos como una identidad intrínseca y que están
~:~alofriante de que los niños reporten las infracciones d.e
en contacto con ella sin mediaciones y como un todo. En el dis-
sus padres contra la nación, p.recisan:ente. porque se consi-
curso del nacionalismo, uno es simplemente chino, francés o
dera que cada individuo denva sU.ldentldad ~e una ma-
eritreano. El individuo no requiere media-ción de la familia,
nera básica y directa de pertenencia a su na~IOn. E~to es
la comunidad, la región o la clase para ser un miembro de la
bien distinto del discurso del parentesco y la ideología del
nación. La nacionalidad es entendida precisamente como un
honor del linaje. Allí los niños derivan su pertenencia, ~ un
atributo del individuo, no de las asociaciones intermedias.
todo sólo a través de las relaciones concretas y específicas
Este modo de pensar refuerza la idea de nacionalidad como
con sus padres y otros F' . '·ientes.
el as de espadas en el juego de la identidad. Aunque no las
Claro que la ideología nacionalista puede ~laba~ las
impide, dentro de la mayoría de las ideologías nacionalista.s
virtudes de la familia, y los movimientos nacionalistas
se sostiene que, por lo menos en tiempos de necesidad y c.n-
pueden originarse en las variadas relaciones inte~pers?na-
sis nacional, la nacionalidad anu-la otras auto-comprensio-
les de la sociedad tradicional. De hecho los nacionalistas
nes. En un sentido foucaultiano, por lo tanto, se entiende la
anticolonialistas pueden poner énfasis en la familia y la
nacionalidad como inscripta en el propio cuerpo del individ-
comunidad local para constituir la nación nativa por fu~ra
uo moderno (Foucault, 1977 y 1978-1988; ver también Fanon,
del ámbito político oficial dominado por el Estad~ color:Ial.
1963). Una persona sin país debe, por lo tanto, ser pensa~a
La idea de que los chinos no son individualistas sino orien-
no sólo como sin lugar en el mundo exterior sino como SIn
tados hacia la familia puede ser una reivindicación interna
un yo adecuado (d. Bloom, 1990).
de diferencia nacional -que "nosotros", los chinos, somos
El discurso del nacionalismo -así como el de clase,
aSÍ- tanto como una atribución externa. Sin embargo, in-
raza y género- no sólo alienta una visión de la identi~~d
cluso en el caso chino, con sus discusiones aparentemente
inscripta en y adyacente al cuerpo del individuo; tamblel1
eternas acerca de la "sinidad", los programas para salvar
propone una visión de los individuos como vinculados él
o fortalecer a la nación han involucrado un esfuerzo por
través de su pertenencia en un conjunto de equivalentes
fOrjar una nueva clase de chino / a. En algunas versiones, la
~escripción de la nación continúa incluyendo una referen-
3J Éste es el tipo de transformación que Marx tenía en mente cuando discutí:
CIaftlerte y favorable a la familia y la comunidad. Esto ~o
el movimiento de "clase en sí" a "clase para sí," aunque la dialéctica pareC es necesariamente contradictorio con la idea de que el d1S-
haber sido más efectiva en el caso de las naciones. ClJ.rsonacionalista se dirige a una categoría numerosa de
84
-
CRAIG CALHOUN
85

individuos equivalentes. La familia y la comunidad pue- te-,más coincidirá la red con la categoría. Esto da, en general,
den ser tratados retóricamente como cosas -o valores- que a cada colectividad una capacidad mayor para movilizarse
todos los miembros de una nación tienen. Alabarlas ayuda haciala acción colectiva.La combinación de redes y categoría
a los miembros a experimentar el todo como una extensión puede no acrecentar la hostilidad entre los grupos, pero hace
de sus compromisos más locales y a invertir, de manera JIlásfácila las colectividades actuar sobre tales hostilidades y
acorde, de todo corazón en la nación. reducelas posibilidades de juntarlas armoniosamente.
Por otra parte, muchos nacionalistas se toparon con la
poderosa sujeción a las familias patriarcales tradicionales
y a los grupos de parentesco y buscaron liberar a los indi- Latransformación de la etnicidad
viduos de su control, tanto para su propio beneficio como
para que puedan servir mejor a la nación. Donde la priori- La etnicidad es uno de los elementos posibles para unir
dad declamada de la nación confronta a otras identidades una mera suma de personas, para convertirlas en gente
categóricas -raza, género, clase, nación- ha existido casi identificable (y auto-identificable). Puede contribuir pode-
siempre un conflicto. Cada una de ellas suscita la perspec- rosamente, entonces, al desarrollo de la auto-conciencia y
tiva de una nación dividida en una forma que las identida- la solidaridad nacional. Las densas relaciones de parentes-
des predominantemente relacionales, como la familiar y la co dentro de un grupo étnico pueden realzar la solidaridad
comunitaria, no necesitan. En el subcontinente indio, por social;pero también puede hacerlo el hecho de vivir como
ejemplo, los hindúes y los musulmanes, en particular, y en vecinos,formar parte de organizaciones formales y traba-
alzunos lugares los sikh, los cristianos y los miembros de jar juntos. La cultura étnica compartida puede ayudar a
otras religiones han aparecido no sólo como redes sociales proveer tanto solidaridad social como identidad colectiva;
sino también como identidades categóricas a gran escala. ~ro las formas de cultura compartida y participación po-
Pueden ser invocadas incluso por gente apenas conectada 1í~c~pueden unir también a miembros de grupos étnicos
a redes de relaciones interpersonales con sus correligiona- distintos. Suiza, Canadá y los Estados Unidos han desa-
rios. Las categorías son a menudo tan importantes para la rrollado culturas políticas -y culturas de medios y consu-
gente del Sudeste Asiático que vive en Europa como para :no- que no se pueden reducir a la cultura de ninguno de
aquellos que están "en casa," aunque 1os que VIven . en el : mU~hosgrupos étnicos que los forman. De hecho, que
exterior pueden estar menos atados a una red de tales rela- ea: POSIbleligar a la gente, a pesar de sus diferencias étni-
ciones intra-étnicas. Las comunidades en coincidencia c011 PolÍ:n base a la lealtad a la Constitución o a los procesos
estas religiones partieron la nación propuesta y se convir- lOs d cos es una de las mayores esperanzas de muchos de
tieron en la base para nacionalismos en disputa (Jurgen~: efensores de las políticas culturales democráticas". Al
meyer, 1993). La situación en Irlanda del Norte presenta a
gunas similitudes. Por supuesto, cuanto más organiza?a.~ ~
Jurgen H
estén la familia y la comunidad de acuerdo con las d1V;s "pato . aberrnas (1992, 1994, 1996), por ejemplo, presenta la idea de un
do étn~hsmo Constitucional" como una alternativa al nacionalismo definí-
siones de las identidades categóricas -esto es, cuanta trl~s PlÍblic~~ente. Locke (1690)anticipó esta oposición al ~istinguir el ámbito
gente se case dentro de las categorías, viva cerca sólo de s 1'- ~Unto dee la fa~uha, precisamente basado en que el primero podía ser un
correligionario s, trabaje en empresas divididas étnicatrle Cotnpro .elecclOnrazonada mientras que el segundo era un problema de
rnlSopre-racional.
~OONAL::.:.15M_O ~8~7
86
~

mismo tiempo, los pueblos que comparten mucha cultura Bretaña35. Pero eran también étnicamente heterogéneos.
en común y que pueden ser considerados incluso parte del MuchoS eran ingleses, escoceses, irlandeses o galeses.
mismo grupo étnico -como Gran Bretaña, Nueva Zela-; OtrOS tenían herencia holandesa o francesa; algunos
dia y Australia- pueden provenir sin embargo de diversas eran en parte descendientes de esclavos africanos o de
naciones. Ni la solidaridad social ni la cultura en común las poblaciones indígenas. Y por supuesto Estados Uni-
son monopolio de los grupos étnicos, aunque los grupos dos ha conservado una identidad nacional aún cuando
étnicos son buenos promoviendo ambos. La identidad co- haya absorbido una amplia gama de inmigrantes, per-
lectiva no es equivalente a o garantizada por una cultura IIlitiéndoles, asimismo, conservar una considerable di-
compartida, aunque sin dudas ésta ayuda. ferencia étnica. Parte de la clave es que Estados Unidos
La etnicidad, en breve, no provee de grupos socio- fue conceptualizado -por lo menos a veces- como una
culturales listos para ser naciones. "El nacionalismo no es comunidad voluntaria, lo que significaba que la perte-
el despertar y la confirmación de esas unidades míticas nencia dependía del compromiso, no sólo de la etnici-
dadas, supuestamente naturales", escribe Gellner. "Por eÍ dad u otras categorizaciones. Éste es uno de los sentidos
contrario, es la cristalización de nuevas unidades, y una en que el nacionalismo" cívico" se diferencia del étnico.
cristalización posible gracias a las condiciones que actual- A través del tiempo, sin embargo, una nueva identidad
mente imperan, si bien es cierto que utilizando como ma- categórica como norteamericanos y como ciudadanos
teria prima herencias culturales, históricas y de otro tipo estadounidenses comenzó a reemplazar la idea de una
del mundo pre-nacionalista" (Gellner, 1983: 49; ver tam- comunidad voluntaria y a presentar nuevas discusiones
bién Kedourie, 1960; Anderson, 1991; Hobsbawm, 1990; acerca de las características esenciales de la cultura nor-
Chatterjee, 1993). Breuilly (1993: 342) establece un argu- teamericana.
mento similar: "la ideología no es, entonces, el resumen Es fácil imaginar que las tradiciones étnicas son sólo
de una realidad social pre-existente sino un constituyente una herencia de la vida pre-moderna. Como ha mostra-
de esa realidad". do A:nthony Smith (1986, 1991) hay un inmenso grado de
El nacionalismo construye sobre las identidades Y ~ontmuid~d en algunas tradic!ones étnicas. Algunos pue-
las tradiciones previas, y las identidades nacionales re- los descnptos en la Biblia (Exodo) todavía viven cerca
flejan esas tradiciones. Pero el nacionalismo transforma ~e ?onde vivían más de 3 mil años atrás, y han conserva-
fundamentalmente las identidades étnicas pre-existen- o.ldentidades similares reconocibles. Pero hay que tener
tes y da a la herencia cultural un nuevo sentido. LaS ~Uldado con tres puntos en particular. Primero, notar que
raíces étnicas y la distinción cultural son sólo aspectoS a Continuidad entre tradiciones étnicas no explica cuál
-y no necesariamente aspectos universales- de la crea- iS--
ción de las naciones modernas. Los Estados Unidos son Richard Madsen (1995: 86) cuenta la historia de un general de la Chi-
na con timental que argumentaba que era obvio que Taiwán no podía
una demostración de ello. Si los ciudadanos de las co- reclama .r 1a m
bl . d epen d encia
. razonablemente porque "los taiwaneses ha-
lonias que se independizaron de Gran Bretaña a finaleS an
co . chll10, su cultura es china, sus antepasados vienen de la China
del ~iglo XVIII tenían alguna etnicidad compartida, és.ta Chnt,n,;ntal. Por lo tanto son chinos y Taiwán debería ser una parte de
hu~na . La respuesta de Madsen fue: "Si nuestros padres fundadores
era inglesa (o, quizás, británica) y por lo tanto difícd- de 1¡eran acordado realmente con este argumento, aún seríamos parte
mente pudiera ser la base para distinguirlos de Grafl nglaterra".
88 CRAIG ÚllHQ •• &OONALlS::.:.M~O --.::.89
~ ~

de esas tradiciones dura en el tiempo o cuál se convier_ derivada de y con un contenido extraído parcialmente de
te en la base para la reivindicación nacional o naciona_ las tradiciones locales y parciales. Pero lo hace, y esto es
lista (Gellner, 1983: 45). Segundo, las tradiciones no sOn . teresante, en inglés: un idioma compartido no disponi-
simplemente heredadas, tienen que reproducirse; las his- ~e para las tradiciones locales indias. Y lo hace, en algún
torias deben ser contadas una y otra vez; partes de las sentido,contra la propia diversidad y fluidez de las tradi-
tradiciones deben ser adaptadas a nuevas circunstancias cioneslocales. Decir de manera simplista que el nacionalis-
para seguir siendo significativas; lo que parece una actua- IJlO está basado en tradiciones étnicas, entonces, nos hace
lización menor puede resultar en un cambio considerable perder de vista diferencias importantes en escala y modo
de significado, y la moraleja de la historia -Ias lecciones de reproducción.
que recogemos de ella- a veces cambian aún cuando las
narraciones se mantengan iguales. Tercero, la importan-
cia cultural y social de las tradiciones étnicas se modifica
dramáticamente cuando éstas son escritas, y a veces esto
sucede nuevamente cuando son reproducidas para la te-
levisión o las películas; en otras palabras, las tradiciones
étnicas estrechamente ligadas a la vida de un grupo pe-
queño y transmitidas boca a boca toman un sentido dis-
tinto y funcionan de manera distinta para los individuos
y la sociedad cuando son reproducidas por especialistas
artísticos o académicos, cuando son plasmadas en textos
sagrados y cuando aparecen en las vidas de muchos y dis-
tintos grupos pequeños, cada uno con su tradición local,
de transmisión oral.
Consideremos las diferencias entre los modos en los
que la tradición es tejida dentro de las historias nacionalis-
tas que ayudan a definir a la India, y los modos en los que
tradiciones muy locales ayudan a dar identidad a peque-
ñas comunidades dentro de la India. Existe un sinnúme-
ro de dichas tradiciones orales, centradas en los templos,
dioses, antepasados y eventos locales.El líder nacionalista
Jawarhalal Nehru abrevó en tradiciones culturales para es-
cribir su influyente historia nacionalista, The Discovery o/
India. Pero la narrativa así creada y fijada por escrito tiene
tanto una autoría singular como una fijeza que no es ca-
racterística de las tradiciones indias mucho más locales. El
texto de Nehru argumenta a favor del todo en una retórica

También podría gustarte