En estas últimas décadas la responsabilidad social se ha comenzado a considerar como una
dimensión ética que todas las organizaciones deberían incluir dentro de su visión y así promoverla en su actividad diaria, puesto que en esta se define el vínculo que debe existir entre la universidad y sociedad. En el que se utilizan los conocimientos para tratar de dar soluciones a problemas sociales que pudieran presentarse, responsabilizándose también de las repercusiones sociales que pudiera inducir el funcionamiento de la institución. El sector educativo ha acogido y desarrollado la idea con la finalidad de promover la estandarización y regulaciones de este modelo. En ese sentido, un diagnóstico institucional para la Responsabilidad Social Universitaria es una de las primeras tareas que se deben realizar, pensando primero que ninguna organización, por su misma existencia y modo de funcionar, es éticamente neutral, sino que invita a sus usuarios a legitimar una serie de comportamiento y hábitos de vida, segundo que una parte de estos valores promovidos espontáneamente. Este concepto se aplica a todas las organizaciones.