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CONTROLANDO MIS EMOCIONES (yo preferiría llamarle Autocontrol o

autorregulación emocional)
 Como ciudad sin defensa y sin murallas
es quien no sabe dominarse. Proverbios 25:28 | NVI
 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de
amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7 | NVI
 Más vale ser paciente que valiente;
más vale dominarse a sí mismo que conquistar ciudades. Proverbios
16:32 | NVI
 Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su
virtud, entendimiento; al entendimiento, dominio propio; al dominio
propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; a la devoción a
Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 2 Pedro 1:5-7 | NVI
 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que
condene estas cosas. Gálatas 5:22-23 | NVI

El propósito de esta pequeña charla, no es la de enseñarles cómo deshacerse de


las emociones, sino cómo ejercer dominio sobre ellas, como podemos
gestionarlas, nadie jamás llegará al punto de no tener emoción alguna, nadie
logrará jamás llegar a un punto en su vida en que no experimente gran variedad
de emociones.

Cada uno de los recuerdos que conforman nuestra historia vital tiene asociada
una carga emocional, y es que no hay nada que nos haga sentir más vivos que las
emociones. Quizás por ello, el icono representativo sea la figura del corazón, el
órgano que mantiene nuestras vidas. Las emociones hacen que saquemos lo
mejor de nosotros, pero también pueden sacar lo peor de nuestro ser, y con esto
no me refiero únicamente a las emociones negativas como la rabia o el miedo,
porque incluso una carga excesiva de emociones positivas como la alegría puede
llevarnos a la euforia y con ello al descontrol de nuestra conducta. 

Por este motivo casi ninguna de nuestras emociones elude el filtro de


la conciencia. Si tenemos en cuenta que continuamente sentimos, fácilmente
reconoceremos que también continuamente las personas canalizamos o
reprimimos nuestros sentimientos, por lo que todos tenemos un cierto control
emocional que ejecutamos de forma automática y por tanto inconsciente. Pero a
pesar de este control que tenemos, en parte aprendido y en parte escrito en
nuestro material genético, todas las personas en algún momento de nuestra vida
nos hemos sentido alterados o fuera de control debido a nuestras vivencias
emocionales.
Por ejemplo, No importa cuánto usted y yo lo intentemos, siempre tendremos que
enfrentamos a la emoción del enojo, que en muchas personas causa sentimientos
de culpa y condenación debido a que creen, erradamente, que como cristianos
nunca nos debemos enojar. Sin embargo, la Biblia no enseña que nunca debemos
sentirnos enojados. Por el contrario, dice que cuando nos enojemos, no debemos
pecar, sino que tenemos que dominar o controlar nuestro enojo de la manera
adecuada: "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo... ",
Efesios 4:26.

En ocasiones, cuando nos sentimos sobrepasados por nuestras emociones, Estas


nos dominan y nos hacen actuar de una forma bien distinta a como lo haríamos en
el caso de estar serenos..

Nietzsche decía: que los pensamientos vienen cuando ellos quieren y no cuando
nosotros desearíamos. Del mismo modo, las emociones tampoco aparecen o
desaparecen cuando decidimos.

Qué es el autocontrol emocional

El autocontrol emocional es la capacidad de gestionar las emociones que


sentimos para que no se adueñen de nosotros y, por consiguiente, de nuestro
comportamiento.

Generalmente se suele pensar que las emociones son impulsos innatos y por lo
tanto incontrolables. Sin embargo, una de las áreas de la inteligencia emocional es
precisamente el autocontrol emocional, es decir que se puede trabajar y por lo
tanto controlar la expresión adecuada de las emociones.

El autocontrol emocional no contempla solo las emociones negativas como la ira o


la tristeza, sino que engloba una expresión adecuada de cualquier emoción tanto
negativa como positiva que, si no se controla, nos pueda hacer actuar de un modo
perjudicial o poco beneficioso. Por ejemplo, la alegría es una emoción deseable y
positiva, pero hay circunstancias en las que no es recomendable expresarla
abiertamente por respeto o educación.
Cómo tener autocontrol emocional
Para tener autocontrol emocional es imprescindible:
1. Conocer las emociones. No podemos controlar algo que no conocemos,
por lo tanto el primer paso para tener autocontrol emocional es conocer las
emociones y cómo se manifiestan en nosotros. Las emociones básicas se llaman
así precisamente porque son universales. En general son fáciles de reconocer y
comunes en las distintas culturas. Pero es posible que cada persona las
experimente de una manera única percibiendo unas señales o unas sensaciones
particulares a cada individuo.
2. Identificar las emociones. No es lo mismo conocer las emociones que
identificarlas. Saber identificar las emociones cuando aparecen es necesario para
poder gestionarlas. Cuando algo nos parece injusto o nos frustra es habitual que
aparezca la ira. Entonces, y depende de la persona, notaremos cómo se nos
acelera el ritmo cardíaco o nos sentiremos acalorados por ejemplo. Esas
sensaciones que nos provoca la emoción nos ayudarán a identificarla.
3. Averiguar qué causa la emoción que queremos controlar. Albert
Ellis trabajaba con la premisa de que las emociones que nos afectan
negativamente se dan debido a que tenemos un sistema de creencias equivocado
sobre nosotros, sobre los demás y sobre el mundo. En su teoría, explica cómo un
acontecimiento (A) activa nuestros pensamientos o creencias (B) que son los que
causan nuestras emociones (C).

Los pensamientos automáticos:

Los pensamientos automáticos se relacionan habitualmente con estados


emocionales intensos (como la ansiedad, la depresión, la ira o la euforia)
diferenciándose de la forma de reflexión y análisis que pueden llevarse a cabo en
situaciones anímicas de calma o sosiego, donde los pensamientos suelen ser
racionalizados.


Son diálogos internos referidos a temas muy concretos; se trata de
mensajes específicos.
 Aparecen como mensajes cortos, en forma de “palabras claves”.
 Se trata de pensamientos, conscientes o inconscientes, pero involuntarios,
es decir, se producen de manera automática. Son difíciles de controlar, de
evitar.
Las formas de pensamiento automáticos que suelen ser habituales y repetitivos,
que producen pensamientos distorsionados y desviados de los acontecimientos,
se agrupan en lo que se ha denominado distorsiones cognitivas.

4. Cambiar los pensamientos o creencias. Como propone Ellis,


identificando esos pensamientos o creencias erróneas y cambiándolos por otros
más reales y adaptativos, podremos controlar nuestras emociones.
 
Cómo mejorar el autocontrol emocional
Para mejorar el autocontrol emocional debemos aumentar nuestra inteligencia
emocional. Como lo he dicho anteriormente es necesario conocer e identificar las
emociones para poder controlarlas.

El mindfulness es una terapia que consiste en entrenar la atención para ser


consciente de lo que se está ocurriendo en nosotros y sentirlo plenamente.
Es una práctica muy recomendada en el manejo de emociones porque
permite experimentarlas conscientemente y eso nos ayuda a aceptarlas e
identificarlas.

Y por último, aprender a aceptar que hay cosas que no podemos cambiar hará


que éstas nos afecten en menor medida.
Técnicas de autocontrol emocional
Las técnicas más empleadas para el autocontrol emocional son las
siguientes:
1. Técnicas de relajación
Las emociones activan nuestro organismo. Por eso la relajación es una técnica
muy utilizada en el autocontrol emocional.
.
La relajación está muy indicada cuando la emoción a controlar es muy activadora,
como por ejemplo la ansiedad.
2. Autoinstrucciones
Las autoinstrucciones son afirmaciones positivas que utilizamos para guiarnos
cuando nos enfrentamos a una situación difícil. La técnica requiere confeccionar
una lista propia de afirmaciones antes de enfrentarte a la situación problemática.
Deben redactarse siempre en positivo, ser realizables y no demasiado largas.
Ejemplos de autoinstrucciones serían: “Puedo controlar las emociones que estoy
sintiendo”, “respondo de una manera racional y no emocional”, “elijo cómo me
afecta lo que me sucede” …
3. Empatía
En esta ocasión utilizaremos la empatía para ver la situación desde la perspectiva
de la persona a la que asociamos la emoción. La técnica consiste, como su
nombre indica en ponerse en el lugar de la otra persona. Cuando comencemos
a notar la emoción, de un modo similar a como haremos con la parada del
pensamiento, nos transformaremos en la otra persona como si fuéramos actores.
Intentaremos entonces tomar en cuenta todo lo relacionado con él o ella para
poder comprender su conducta.
Vamos a ver un ejemplo: tu amiga Sandra siempre llega tarde. Hoy has quedado
a cenar y llevas 15 minutos esperando en el restaurante. Crees que la gente te
observa y eso te molesta. Empiezas a notar calor y tensión. Pruebas entonces a
utilizar la empatía y te pones en la piel de Sandra. Te das cuenta entonces de que
sale tarde de trabajar y eso puede influir en su impuntualidad. Conoces a su
familia y sabes que suelen entretenerla y eso también puede influir. Además,
sabes que es difícil parquear cerca del restaurante y eso también es algo a tener
en cuenta. Tu activación va disminuyendo y vuelves a sonreír pensando en el
buen rato que vas a pasar.
4. Parada del pensamiento
Esta técnica consiste en detener los pensamientos que están causando la
emoción justo cuando notamos que empieza a aparecer. Podemos utilizar la
palabra “stop”, “para”, “basta”, u otra similar. Se puede decir en voz alta o nos lo
podemos decir a nosotros mismos sin necesidad de pronunciarla. Con un poco de
entrenamiento puede resultar muy efectiva. Es una técnica muy utilizada en
psicología para los pensamientos recurrentes asociados a algunos trastornos.
Veamos un ejemplo con una emoción positiva: imagina que estás en un examen
que llevas todo el año esperando. El aula está repleta y no se escucha ni un ruido.
Todos tus compañeros están concentrados en su examen y a ti te viene a la
mente eso tan gracioso que te pasó por la mañana. Los pensamientos sobre lo
sucedido van apareciendo uno tras otro y empieza a resultarte difícil aguantar la
carcajada… ¡stop! Paras los pensamientos y vuelves a la realidad. Una vez
controlada la emoción sigues con tu examen como antes.
Ejercicios de autocontrol emocional
A continuación se explican dos ejercicios para practicar el autocontrol emocional:
1. Diario emocional
Registra tus emociones en un diario emocional. Por extraño que te pueda parecer
dedicar un tiempo al final del día a escribir las emociones que hemos sentido y
qué las ha causado nos será de gran ayuda en su control. Digamos que nos
haremos expertos en nuestras emociones, el modo en que nos afectan según lo
que nos suceda y cómo solemos reaccionar a determinadas circunstancias. Por
ejemplo:
 Hoy me he sentido frustrado cuando no encontraba parqueo al volver a
casa y eso además ha hecho que contestara mal a mi hijo cuando me estaba
contando cómo le había ido el día.
 Por la mañana en la oficina me he sentido muy avergonzado cuando mi jefa
me ha dicho que mi informe tenía errores. El sentirme así ha dificultado mi
concentración en el trabajo durante el resto de la jornada.
2. Atención plena
Reúne pensamientos que te despierten una emoción concreta y trata de
mantenerla durante un rato sin juzgarla, solo siéntela. Este ejercicio resta algo
de poder a las emociones negativas. Si bien hay algunas que no son agradables,
el experimentarlas durante un rato de forma consciente te hace ver que realmente
no puede hacerte tanto daño como creías. Para este ejercicio también puedes
utilizar un libro, una película o música que evoquen la emoción elegida.
Por ejemplo: pon esa película que no has vuelto a ver porque no podías parar de
llorar. Sumérgete en la historia y deja que la tristeza te invada para experimentarla
conscientemente.

Muchos de tus problemas, y los míos, son causados por nuestra falta de dominio
propio. ¿Por qué pierdo los trabajos? ¿Por qué no puedo tener mi casa
limpia? ¿Por qué no puedo lograr más? ¿Por qué no puedo quitarme este
mal hábito de encima? ¿Por qué no me puedo deshacer de todas estas
deudas?

No puedo hacer ninguna de estas cosas ¡PORQUE NO TENGO AUTO-


REGULACION! ¡Necesito templanza! ¡Necesito dominio propio! Mi problema más
grande… ¡SOY YO!

A lo mejor, TÚ, como mucha gente de hoy, sientes que tu vida está fuera de


control. ¡Y a lo mejor, lo está! Te sientes presionada por las circunstancias y las
presiones de tu vida. Te sientes indefensa y vulnerable. Proverbios 25:28
dice, “Ciudad en ruinas sin muralla protectora. ¡Eso es el hombre que no
frena sus impulsos!”

Gálatas 5:22-23 dice "Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, 21 mansedumbre, Y templanza. Contra tales cosas,
no hay ley.”

Finalmente, hemos llegado al último fruto del Espíritu… a la TEMPLANZA.

Habrán notado que este tema tratado implica la necesidad de tener


TEMPLANZA, es decir, DOMINIO PROPIO. Esta palabra, en griego, significa
“fortaleza.”

La templanza nos da una sensación de confianza y seguridad. Dominio propio y


autodisciplina son factores claves para obtener éxito en tu vida. No es muy
probable, QUE SIN DOMINIO PROPIO, logres nada de verdadero valor en tu vida.

El apóstol Pablo dijo en 1ra carta a los Corintios 9:25, “Todos los que luchan, se
abstienen de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible. Pero
nosotros, para recibir una corona incorruptible.

Los entrenadores dicen, “No hay ganancia, sin dolor.” ¡Y tienen razón! Para


obtener el cien por ciento de rendimiento,en cualquier cosa que hagas, TIENES
QUE TENER DOMINIO PROPIO. Los atletas olímpicos entrenan POR AÑOS para
ganarse UN MOMENTO EFÍMERO DE GLORIA.

Sin embargo, como cristianas, la carrera que estamos corriendo es mucho más


importante que cualquier evento atlético en la tierra. Así que, la templanza no es
opcional para los cristianos. Si vamos a lograr verdadera libertad, necesitamos
dominio propio.

El filósofo griego Epictetus tenía razón, cuando dijo, “Ningún hombre es


verdaderamente libre hasta que no se domine a sí mismo.” Jesús
expresó ESTE PENSAMIENTO en Juan 8:34, “Todo aquél que comete pecado,
esclavo es del pecado.”

Sansón puede haber sido el hombre más fuerte de la tierra, pero él estaba
esclavizado por su lujuria y deseos. ¡Porque no tenía templanza! Su fuerza, sin
dominio propio, lo metió en líos.
PREGUNTAS
1. ¿QUE ES UNA EMOCIÓN ?
Es un complejo estado afectivo, Las emociones son las reacciones subjetivas
neurofisiológicas desencadenadas por un estímulo interno o externo, externo
como algo que vemos o vivimos, o internos, como un pensamiento, una
experiencia o un recuerdo, que influyen sobre el pensamiento y la conducta. se
caracterizan por una intensa actividad mental que genera un alto grado de placer o
displacer.

Las emociones desatan un conjunto de respuestas homonales y neuroquímicas


que producen un estado de activación, impulsándonos a la acción inmediata

En psicología, están asociadas a distintos fenómenos, incluidos el temperamento,


la personalidad, el humor o la motivación, las emociones humanas implican
“arousal fisiológico, comportamiento expresivo y experiencia consciente”.

Diferencias entre emoción y sentimiento:

Las emociones y los sentimientos los creen sinónimos pero no lo son.

El sentimiento es la autopercepción de una determinada emoción, es la expresión


subjetiva de las emociones.

¿Qué son los sentimientos? Los sentimientos generan las mismas respuestas


fisiológicas y psicológicas que las emociones, pero tienen incorporada una
evaluación consciente. Es decir, implican la toma de conciencia y valoración de la
emoción y la experiencia afectiva que estamos viviendo.

entonces un sentimiento es la suma de una emoción y un pensamiento. una


emoción se transforma en sentimiento en la medida que uno toma consciencia de
ella. Es decir, en el sentimiento interviene  además de la reacción fisiológica
un componente cognitivo y subjetivo.

Un sentimiento por tanto, se da cuando etiquetamos la emoción y emitimos un


juicio acerca de ella. No hay sentimiento sin emoción.
Algunos ejemplos de sentimientos son el amor, los celos, el sufrimiento o el dolor,
el rencor, la felicidad, la compasión. El desarrollo de la empatía también nos va a
permitir poder entender los sentimientos de las demás personas.Como ya hemos
mencionado, los sentimientos son de una duración por lo general bastante larga.

Conocer la diferencia entre emociones y sentimientos no es un mero ejercicio


epistemológico o linguístico, nos ayudará a comprender mejor nuestras reacciones
y comportamientos, permitiéndonos regular nuestras respuestas afectivas para
lograr un mayor bienestar.

Por tanto, las principales diferencias entre emociones y sentimientos son:

1. Duración. Las emociones son estados transitorios que vienen y van con


relativa rapidez. Los sentimientos, en cambio, son estados afectivos más
estables a lo largo del tiempo. La alegría, por ejemplo, es una emoción,
mientras que el amor es un sentimiento.
2. Orden de aparición. Los sentimientos son el resultado de las emociones,
de manera que estas suelen antecederlos. La alegría, por ejemplo, puede
transformarse en felicidad y la atracción en amor.
3. Intensidad. Las emociones suelen ser más intensas que los sentimientos
ya que su principal objetivo es predisponernos a la acción. Los complejos
procesos de valoración que suelen intervenir en los sentimientos le restan un
poco de intensidad.
4. Nivel de procesamiento. Las emociones se dan de forma inconsciente,
generando una respuesta casi inmediata, mientras que los sentimientos, al
demandar más tiempo para su formación, se procesan de manera
consciente.
5. Grado de regulación. Las emociones son estados afectivos difíciles de
controlar ya que generan reacciones psicofisiológicas automáticas. No
podemos contener completamente emociones como el miedo o la alegría,
por ejemplo, ya que apenas las experimentemos estas se manifestarán a
través de microexpresiones. Los sentimientos, al contrario, se pueden
gestionar mejor a lo largo del tiempo, buscando estrategias para expresarlos
de manera más asertiva.

Lista de sentimientos
Conozcamos ahora los sentimientos principales agrupados en las dos
clasificaciones: sentimientos positivos y negativos.
Lista de sentimientos positivos
Son muchos los sentimientos positivos que podemos experimentar a lo largo de
nuestra vida, que en grandes rasgos pueden agruparse en los siguientes
sentimientos:
1. Felicidad: la felicidad es una emoción primaria que se entiende como un
sentimiento de satisfacción absoluta, que nace a partir de otra emoción y nos
hace valorar el entorno que nos rodea de una forma positiva.
2. Amor: el amor es un sentimiento hacia alguien o alguna cosa y nace el
deseo de que aquella persona o cosa tengo todo lo bueno que pueda tener, saca
lo mejor de nosotros mismos.
3. Euforia: la euforia es la máxima expresión de alegría, que conlleva un
aumento de nuestra energía y nos hace contemplar la vida de un modo mucho
más positivo.
4. Esperanza: tener fe en alcanzar aquello que uno anhela.
5. Motivación: reacción de entusiasmo y energía ante un deber o una acción.
6. Pasión: sentimiento que está íntimamente relacionado con el amor y tiende
a aparecer en la esfera sexual.
7. Satisfacción: sentimiento que se produce tras la realización de algo bien
hecho, que estimula la confianza y seguridad sobre nosotros mismos.
8. Diversión: focalizar nuestra atención en una acción que nos hace pasar el
tiempo de forma agradable y nos aporta bienestar.
9. Bienestar: estado de equilibrio entre los niveles somáticos y psíquicos de
la persona.
10. Entusiasmo: sentimiento que nace ante la motivación frente a un
acontecimiento.
Lista de sentimientos negativos
Del mismo modo que en los sentimientos positivos, son muchos los sentimientos
negativos que podemos experimentar, sin embargo no debemos olvidar
que aprender a convivir con los sentimientos negativos y darles la importancia
y dedicación que merecen, nos ayudará a crecer como personas. Los diferentes
sentimientos negativos que podemos encontrar a grandes rasgos son los
siguientes:
1. Enfado: sentimiento de disgusto hacia alguien o algo, que causa una mala
disposición hacia el objeto generador de enfado.
2. Ira: es una emoción primaria que es debida a una elevada intensidad de
enfado.
3. Miedo: angustia causada por la percepción de un peligro que puede ser
real o imaginado.
4. Preocupación: estado de inquietud que aparece frente a un problema o
circunstancia.
5. Tristeza: sentimiento que cursa con dolor emocional y que provoca un gran
malestar, que puede desencadenar pensamientos de carácter pesimista y con
tendencia al llanto.
6. Culpa: responsabilidad que la persona asume sobre un hecho o acción,
que conlleva una connotación negativa.
7. Estrés: estado de ánimo de abrumación ante la percepción de sentirse
superado por una determinada circunstancia.
8. Frustración: sentimiento que nace ante la imposibilidad de completar
aquello que se necesitaba o deseaba.
9. Indignación: sentimiento que cursa con enfado por considerar un hecho o
acción como injusta.
10. Vergüenza: incomodidad frente a un hecho sobre el cual la persona se ha
sentido humillada o por anticipación de miedo a poder hacer el ridículo.
11. Vulnerabilidad: sentimiento que engloba sentimientos de fragilidad,
impotencia, sensibilidad e inseguridad, que desencadenan un sentimiento global
de percepción de vulnerabilidad.

2. ¿CUALES SON LAS EMOCIONES MÁS COMUNES ?

En Psicología existe cierto consenso general en hablar de 6 tipos de emociones


básicas: el miedo, la ira, el asco, la tristeza, la sorpresa y la alegría. Sin embargo,
las investigaciones más recientes han mostrado que el rostro humano es capaz de
crear más de 7.000 expresiones diferentes que reflejan una gran variedad
emocional.
Por tanto, las emociones básicas son simplemente la base sobre la cual
construimos sentimientos y emociones más complejos y sutiles que matizan
nuestras experiencias.
3. QUE NOS PUEDE LLEVAR A UNA CRISIS EMOCIONAL?
Hay muchos factores entre los cuales están:
 Finalizar una relación de pareja.
 Muerte de algún ser querido.
 Vivir una experiencia traumática como un accidente o un ataque como un
robo, violación, asalto, etc.
 Padecer una enfermedad física grave.
 Pasar por un proceso depresión o ansiedad.
 Recibir malas noticias sobre familiares (enfermedades, etc).
 Vivir un desastre natural como un incendio, inundación, etc.

4. DEBO REPRIMIR MIS EMOCIONES?


Contestare diciendo que las emociones no son negativas de por sí,  son
expresiones de cada uno de nosotros, que ponen en evidencia
inevitablemente una necesidad concreta de ser humano.

Evolutivamente,nos han permitido sobrevivir cómo especie. Se expresan a través


del cuerpo,  de los gestos, de la expresión de la cara, así como de nuestros
pensamientos. Las emociones son reacciones instintivas para actuar, ante
situaciones y circunstancias diversas.

Existen toda una serie de emociones que muchos consideran negativas o


incómodas, como la tristeza el miedo, la rabia, etc., que a veces tendemos a tratar
de reprimir, negándolas, ignorándolas y si es posible, tratando de no sentirlas.

Pagamos un precio muy alto si reprimimos nuestras emociones, ya que éstas


no desaparecen sino que se quedan dentro de nosotros a nivel inconsciente, a
punto de surgir con fuerza, ante cualquier oportunidad disponible. Para reprimir
nuestras emociones, necesitamos una cantidad de energía muy grande, porque
lleva mucho más desgaste físico, mental y emocional, el suprimirlas, que el
sentirlas. Aunque debiberadamente queramos reprimirlas, no va a ser posible, ya
que encontrarán su camino de otra forma ( rigidez en el cuerpo, insomnio, control,
contracturas etc.) debido a que cuando reprimimos las emociones, en vez de
proyectarlas hacia fuera, las estamos proyectando hacia dentro, y la energía pues
se queda en nuestros músculos y en nuestro cuerpo.
Reprimir nuestas emociones provoca en nuestro cuerpo, dolores y molestias
de todo tipo, además de enfermedades físicas y mucho estrés. Hay que
pensar que la energía, no se destruye sino que se transforma. Entonces, si
evitamos expresar la emoción ( que es energía pura) se puede transformar incluso
en enfermedades de todo tipo.

Reprimir las emociones puede dar lugar a distintas alteraciones de la salud, entre
ellas:
 Dolores de cabeza o migrañas: El estrés o malestar por esconder las
emociones negativas tiende a tensar los músculos del cuello y de la cara,
en concreto del músculo corrugador que se encuentra en la frente. Esta
tensión termina generando dolores de cabeza e, incluso, dolores
musculares en la mandíbula.
 Problemas estomacales: el estómago está conectado al nervio vago, que
a su vez es uno de los principales centros emocionales del cuerpo. Por ello,
el estómago es extremadamenee sensible a los cambios de humor, por ello
se le ha llegado a llamar el «segundo cerebro«. Así pues, las emociones
fuertes o la acumulación de sentimientos al reprimirlos pueden provocar
vómitos, hinchazón, gases, estreñimiento, diarrea e incluso úlceras.
 Acné: un estudio realizado por la Universidad de Standford encontró que el
acné se veía afectado de forma importante por el estrés emocional. Esto se
debería al aumento de la producción de la hormona cortisol y testosterona
que provoca el estrés.
 Sistema inmune debilitado: esos incrementos en el cortisol afectan
también al sistema inmunológico, reduciendo y empeorando la respuesta a
determinadas enfermedades o infecciones.
 Mayor riesgo de diabetes o ataque al corazón y accidentes
cerebrovasculares asi como cancer: la tasa cardíaca y el cortisol se
mantiene a pesar de reprimir las emociones y existen muchas evidencias
de que el estrés crónico está altamente relacionado con un mayor riesgo en
esos dos problemas de salud.
5. CUAL ES LA DIFERENCIA ENTRE UNA EMOCIÓN PRIMARIA Y UNA
BÁSICA?

Las Emociones básicas o primarias : ¿Qué quiere decir que son básicas o
primarias?. Si respondemos a las 2 siguientes preguntas nos tendría que dar la
respuesta: 

 ¿Nos emocionamos por igual en todas las culturas?


 ¿Existen emociones que son comunes a todos los hombres y mujeres?

El resultado de estas cuestiones nos lleva a entender que las emociones básicas,
primarias o universales serían las 6 siguientes (hay autores que afirman que este
número va en aumento, lo veremos más adelante): IRA, MIEDO, TRISTEZA,
ALEGRÍA, ASCO Y SORPRESA

Emociones primarias y Emociones secundarias

Su diferencia esta asociada a la madurez de los mecanismos y estructuras


neuronales. Es decir a su desarrollo evolutivo.

Emociones primarias

Las emociones primarias son las reacciones fisiológicas automáticas e innatas que
se producen ante un estímulo, son básicas para nuestra supervivencia porque nos
permiten lograr algunos objetivos útiles como escondernos de un peligro o luchar
contra un competidor.

Entonces, las que aparecen en los primeros momentos de la vida, serían


consideradas primarias, y son sinonimos de las básicas, siendo: IRA, MIEDO,
TRISTEZA, ALEGRÍA, ASCO Y SORPRESA (Ekman, 1992, 2003).

Nos serviría la metáfora de asociarlo con los colores primarios, de los que se
obtienen los demás colores.

Emociones secundarias

 Siguiendo con el discurso anterior, podemos decir que para que aparezcan
estas es necesaria una madurez neuronal.
 Autores como Izard o Plutchick, consideran que la emociones secundarias
son mezclas de las primarias. 
 Son fruto de la socialización y del desarrollo de capacidades cognitivas.
 CULPA, VERGÜENZA, ORGULLO, CELOS, BOCHORNO,
ABURRIMIENTO, ENVIDIA...

6. Hasta que punto podemos controlar nuestras emociones

El control de las emociones, una falsa gestión: Una de las estrategias más
comunes que utilizamos para intentar gestionar nuestras emociones más
incómodas, es el control. Se cree que si controlamos nuestras emociones
estas desaparecerán milagrosamente, pero no es así. En realidad, si
tratamos de controlar el miedo, nerviosismo, impotencia, rabia, lo único que
ocurre, es que la emoción se intensifica mucho. Entendemos controlar por
intentar desconectarlas, racionalizarlas, reprimirlas, y negarlas. El hecho de
controlar nuestras emociones, de esa forma solo hace que dejemos de estar
en contacto con nosotros mismos.

Cuanto más fuerte es la represión, más explosiva y potentente será la emoción


liberada. Es decir, que la respuesta será desmesurada. Las emociones que
quedan atrapadas buscan una salida . Esto forma parte de la naturaleza de las
emociones, porque deben sentirse y expresarse. Si nos negamos a dejar que
salgan a la luz, las emociones se esforzaran por lograrlo. Las emociones que
mantenemos reprimidas terminan por escaparse de la mente inconsciente.

Estrategias para expresar y gestionar nuestras emociones

Una de las claves para gestionar de forma eficaz las emociones, es que en vez de
negarlas y reprimirlas permitamos que fluyan, esto no quiere decir que si estás
enfadado con tu amigo, le hagas daño, ni transgredas sus limites. Fluir quiere
decir, que atiendas a esa emoción, que le hagas caso, porque seguramente te
está dando un mensaje. Ser consciente de nuestras emociones, ponerles nombre
y atenderlas adecuadamente,

Sería una buena fórmula para empezar:

1.Reconocer la sensación corporal que tenemos en el cuerpo


2. Dejarnos sentir esa sensación (por ejemplo, un nudo en la garganta).
3.Una vez identificamos la sensación, buscar que emoción hay detrás de la
sensación.
4. Si sabemos el nombre de la emoción perfecto, nos la permitimos sentir, sin
juzgarla ni censurarla.
5. Si no sabemos el nombre de la emoción tampoco pasa nada, nos permitimos
sentir, la emoción igual..
6. Vemos que por muy incómoda que sea la podemos gestionar.
7. Importante no engancharnos en la emoción y dejar que pase par aque no se
nos cargue en nuestra mochila emocional.

“Toda emoción reprimida, negada o ignorada queda encerrada en el cuerpo”.

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